EL HOMBRE Materia Energía y Alma

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ALEPH DÁATH

EL HOMBRE Materia Energía y Alma


Aleph Dáath. EL HOMBRE Materia Energía y Alma -2° Edición- Venezuela. Editorial Alfonso Arena, F. P. Año: 2017. 76 pp. 22,86 cm x 15,24 cm.

© 2017 Aleph Dáath. Reservados todos los derechos. Edición y Publicación: Editorial Alfonso Arena, F. P. Sello Editorial: EAA Ediciones. Diseño y Diagramación: Giuseppe M. Bastián. Sitio Web: http://www.eaa.com.ve/ E Mail: editorial@eaa.com.ve

HECHO EL DEPÓSITO DE LEY ISBN: 978-980-7844-06-2 Depósito Legal: AR2017000165

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INTRODUCCIÓN

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a creación del hombre desde su concepción cabalística, se fundamenta en la existencia de cuatro mundos. El primero de ellos, es conocido como mundo divino ( (Atziluth ). El segundo, mundo de la creación (Beriah). El tercero, mundo de la formación (Yezirah). Por último, el mundo de la materia ((Asiyyah). Todos ellos, conformados por la unificación que existe entre los diez Sefirot del árbol de la vida. Por lo general, cuando hablamos del árbol de la vida, se hace necesario mencionar los elementos desde lo superior hacia lo inferior, debido a que se quiere representar la manifestación de Dios, que emana desde el mundo divino ( (Atziluth ) hasta llegar al mundo de la materia ((Asiyyah). Sin embargo, en esta oportunidad se hace necesario explicar dichos elementos, en orden ascendente, partiendo desde la materia, hasta el punto en donde nace la manifestación de Dios. En este sentido, se explica la existencia de la materia, la energía y el alma, no solo en los elementos cabalísticos, sino también en los siete cuerpos del hombre, los chacras, y su vinculación con el despertar de los sentidos superiores. En este contexto, el hombre se caracteriza, por presentar una constitución física; en el árbol de la vida, es simbolizada por el Sefirot Malkhut, que a su vez, en el mundo material ((Asiyyah), representa la existencia del cuerpo físico en la tercera dimensión, o mundo de la materia. Además, de su constitución energética, representada por los cuerpos: vital, astral, y mental, y su alma, asociada a los cuerpos: causal, búdhico y átmico. No obstante, el objeto de explicar la representación de los diez Sefirot del árbol de la vida, las dimensiones que representan los elementos materia, energía y alma, además de su relación con los siete cuerpos del hombre, no son vistos desde una concepción exclusivamente teórica o filosófica, 3


ALEPH DÁATH debido a que el propósito del presente estudio, radica en someter el conocimiento a la praxis, en función del despertar de la conciencia y los sentidos superiores del hombre, a través de la solarización de los chacras, con la práctica de mantras y otros métodos esotéricos. Debido a esta razón, se hace necesario explicar que el hombre, adicionalmente a los cinco sentidos de percepción que posee despiertos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. También tiene la capacidad física y extrasensorial, para despertar, no solo ese sexto sentido, al que se le define como intuición. Sino que además, puede desarrollar muchos otros sentidos ocultos o superiores, a través de la solarización de sus chacras. En este ámbito, se destaca la clarividencia, clariaudiencia, telepatía, el desdoblamiento astral consciente y el recuerdo de vidas pasadas, como algunos de los sentidos extrasensoriales, que el hombre, desde la práctica secuencial a lo largo de sus innumerables existencias, puede despertar. Por otra parte, la constitución del hombre en materia, energía y alma, no se representa exclusivamente mediante el despertar de sus sentidos extrasensoriales ocultos, y el origen cabalístico de la creación. También se hace necesario, establecer la relación existente entre los tres elementos que se precisan: materia, energía y alma, como mundos interdependientes que se unifican en función de constituir una fuerza creadora única, a la que se reconoce como Dios, se representa con el numero uno, y se fundamenta en la totalidad de la unidad, que a su vez, encierra el principio universal de la triada divina. Dios es la energía absoluta, la unidad de tres fuerzas que se unifican para conformar una unidad, que representa la integración de tres elementos interdependientes, que se manifiestan como materia, energía y alma en toda la creación, principio que se concibe como el fin o propósito existencial del hombre en función de su realización espiritual.

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l mundo de la materia “Asiyyah” es el plano en el cual se encuentra el cuerpo físico del hombre, en su estado natural. En este sentido, el cuerpo físico es representado en el árbol de la vida por el Sefirot Malkhut, que caracteriza al hombre en su estado material. El cuerpo físico del hombre, es el principal elemento necesario, para realizar esa gran obra de liberación de la esencia. El ser humano, aun cuando está conformado por materia, energía y alma, necesita que estos tres elementos, se mantengan en equilibrio, debido a que los mismos son interdependientes. Estos elementos son el producto existencial de lo físico, y lo material que existe en el todo. En este contexto, se evidencia la materia, en todo lo que conocemos. Por ello, el mundo de la materia o Asiyyah, no se refiere exclusivamente al cuerpo físico representado por el Sefirot Malkhut. En este mismo orden de ideas, Asiyyah, está conformado por la materia existente en el todo. Por ello, el mundo de la materia, no se limita a los elementos existentes en nuestro planeta. Este mundo, está conformado por todo lo físico que existe en las profundidades del infinito. La materia, es la representación existencial de todo lo físico, que está presente en el interior de la naturaleza humana, y en el mundo externo que interacciona con el hombre, hasta perderse en el infinito. Esta representación material, ha sido estudiada por numerosas ramas de las ciencias exactas, como las matemáticas, la física, astronomía, entre otras. Sin embargo, es sorprendente para muchos seres humanos, que ciencias como las matemáticas, la física y la astronomía, aún no han podido dar respuesta a muchas interrogantes, que el hombre en su contexto filosófico y espiritual, se formula constantemente. Por lo que estás 5


ALEPH DÁATH ciencias han dejado algunos vacíos, que han sido asumidos por la metafísica como esa rama de la filosofía, destinada al estudio de las cosas que se encuentran más allá de lo físico, es decir, lo que no pertenece propiamente al mundo de la materia. Como se expresa en los párrafos anteriores, se hace referencia a que el mundo de la materia, está constituido por lo tangible, lo existente en el universo. Sin embargo, estos elementos, presentan una relación de interdependencia, con otros elementos que pasan a constituir el universo, tales como son: la energía, y el alma. La materia es la representación existencial de la última emanación de las energías creadoras, o como en sentido espiritual se define: la última emanación de Dios. Esta manifestación de la creación, se hace presente desde lo infinito, hasta llegar al cuerpo físico del hombre, que constituye el principal elemento requerido para la transformación del mencionado mundo. Si bien, se dice que el hombre fue hecho a imagen, y conforme a la semejanza de Dios, la gran mayoría de las personas, desconocen el potencial creador, que el ser humano alberga dentro de sí. La materia en el infinito, está formada, por la energía de la creación, que, a su vez, es guiada por el poder del elemento alma, que representa el mundo divino Atziluth. En este sentido, la materia se transforma y se manifiesta en el poder de la naturaleza, la cual desarrolla los constantes procesos evolutivos, que tienen lugar en el espacio, en el planeta, y en la multiplicidad de contextos, en los que se manifiesta. Sin embargo, cabe destacar que el hombre, es el producto material de la creación de Dios, por lo que, en él, no sólo está presente el producto existencial como representación de la materia. Esto debido a que el ser humano, no sólo posee un cuerpo físico, lo que permite definir la existencia de tres cuerpos, asociados a la energía, y otros tres cuerpos superiores, que representan el estado de la esencia libre de agregados psicológicos, la conciencia despierta y el Ser, 6


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elementos que son encarnados en el alma divina. En consecuencia, el hombre está constituido por tres elementos, que no se encuentran exclusivamente, en el interior del ser humano, sino también en la naturaleza externa, en el planeta y en el cosmos. Los cuatro mundos de origen cabalístico, los cuales representan: 1. El Mundo Divino ““Atziluth”. Atziluth”. 2. El Mundo de la Creación “Beriah”. 3. El Mundo de la Formación “Yezirah”. 4. El Mundo de la Materia “Asiyyah”. En el árbol de la vida se representan, no solo las formas de manifestación de Dios, sino también, la relación existente entre estos mundos, y los elementos de la naturaleza que los rigen. Por lo que en el árbol de la vida, se precisa la relación de estos cuatro mundos, con los 10 Sefirot y los elementos de la naturaleza, que rigen cada plano, tal como se observa a continuación:

Gráfico 1. Los cuatro mundos cabalísticos.

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ALEPH DÁATH El mundo divino Atziluth en el árbol de la vida, está conformado por la primera triada divina, constituida por los Sefirot: Kether, Hokhmah y Binah. Adicionalmente, se precisa que el Sefirot oculto: Dáath, también forma parte del plano divino, aun cuando este, se manifiesta en los cuatro mundos. El Sefirot Kether es la máxima representación de Dios en el árbol de la vida, y simboliza la corona, el nombre divino “Eheieh”, traducido como: YO SOY o “Eheieh aher Eheieh”: YO SOY EL QUE SOY, frase que define: la raíz y el origen del todo. La inhalación y exhalación del aliento de vida, el inicio y el fin del todo, el Alfa y el Omega. El Kether es también la representación del Anciano de los Días, es decir, la primera emanación divina que se hace presente en el espacio absoluto, y representa la existencia del Padre, tanto en los cielos como en la tierra, la bondad infinita que emana de nuestro Real Ser, que a su vez, es el primer y último misterio del Padre, en absoluto secreto del Ser infinito o Ser de nuestro Ser, secreto que vincula el alma humana con el alma divina, y el Real Ser del hombre, con el Real Ser del cosmos, que es la máxima manifestación de Dios como energía creadora, y símbolo del Dios PadreMadre, que entrelaza las energías masculinas y femeninas de la creación. El Sefirot Hokhmah, es la manifestación de la sabiduría que se conjuga con la inteligencia Binah, y el Sefirot Kether, con el objeto de constituir el mundo divino Atziluth. Es la energía creativa de fuego, que simboliza la masculinidad en el mundo divino, en relación al principio del pensamiento, y la creatividad en el mundo de las ideas. El Sefirot Binah simboliza la inteligencia que se conjuga con el Sefirot Hokhmah, que representa la sabiduría. Binah a diferencia de Hokhmah, representa las energías femeninas del fuego, existentes en el mundo divino. El mundo divino Atziluth, constituido por los Sefirot Kether, Hokhmah y Binah, representa en Hokhmah el principio masculino, y en Binah el principio femenino, y en Kether el principio del equilibrio. Por lo que Kether 8


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representa el Dios “Padre-Madre”” mencionado por Jesús de Nazaret, al inicio de la oración ecuménica para invocar a Yeshúa, la cual fue escrita en el idioma arameo, en una piedra blanca de mármol, ubicada en Jerusalén y traducida del idioma arameo al español, sin interferencia de la iglesia, traducción que posteriormente da origen a la versión actual del Padre Nuestro. ORACIÓN ECUMÉNICA PARA INVOCAR A YESHÚA

Padre-Madre, Respiración de la Vida ¡Fuente del sonido, ¡Acción sin palabras, Creador del Cosmos! Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil. Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti. Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras criaturas. Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las comunidades. Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo. No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y libéranos de todo aquello que impide nuestro crecimiento. No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que todo lo embellece. Que Tu amor esté sólo donde crecen nuestras acciones. ¡Qué así sea! ¡Qué así sea! ¡Qué así sea!* 9


ALEPH DÁATH El Kether es el Sefirot que rige el equilibrio entre las energías femeninas, porelel equilibrio Sefirot Binah las es el simbolizadas Sefirot que rige entrey las energías masculinas presentes en el Sefirot Hokhmah. Por ello, este Sefirot simboliza la corona, el Dios Padre-Madre universal, del que Jesús de Nazaret, habla en la oración ecuménica utilizada para a invocar a Yeshúa (Nombre con el que se representa la Salvación) y que tiene el significado de reconocer el Kether como el Dios universal, Padre-Madre, el Alfa y Omega, el Real Este Real Ser infinito comoSer el infinito. Dios universal, Padre-Madre, encierra el principio divino de la alquimia en el que se une el “Ser” femenino, con el “Ser” masculino y se fusionan en un solo “Ser”, la verdad de la gran obra del elemento fuego, que rige el mundo divino ““Atziluth”, Atziluth”, conformado por los Sefirot: Kether, Hokhmah y Binah. La unión del fuego sagrado femenino de Binah, presente en la inteligencia y el entendimiento, con el fuego sagrado de la sabiduría de Hokhmah, fusionan una energía alquímica de la cual emana la energía universal del Dios “Padre-Madre”, de quien depende la salvación del alma humana, más allá, de lo que representa el termino salvación en el sentido dogmático. El fuego de la autorrealización espiritual, proveniente de las energías femeninas y masculinas de la doble polaridad magnética del universo y del cosmos, que emanan de Binah y Hokhmah, se unen para dar origen al Kether: el Anciano de los Días, que es el principio y final, el Padre-Madre del universo, que mediante la autorrealización, salva al hombre de su propia autodestrucción espiritual, entendiendo esta como la involución en la rueda del Samsara. En este sentido, el nombre de “Yeshúa” Yeshúa” con el que se representa esa salvación no dogmática, no es más que la *

Oración Ecuménica de ISSA (Yeshua) de la cual se deriva la versión actual del “Padre Nuestro” Escrita por Jesús de Nazaret en una piedra blanca de mármol, ubicada en el Monte de los Olivos en la Ciudad Sagrada de Jerusalén. La Oración fue escrita en el idioma: arameo, originario de la Alta Mesopotamia siglo VI A.C, y traducida del arameo al español, sin la interferencia de la Iglesia.

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concreción de la alquimia espiritual, de la unión entre el Binah y Hokhmah, para que mediante la unión del fuego sagrado femenino, con el fuego sagrado masculino, se manifieste el fuego sagrado del Real Ser, del Dios “PadreMadre” el Kether. En este contexto, la representación de Kether, Binah y Hokhmah, también simboliza la triada divina Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Padre, (Padre-Madre) que representa la energía equilibrada, proveniente de la unión entre la Madre Divina Kundalini, y del Real Ser. El Hijo (El Cristo) representado por Hokhmah, que simboliza la sabiduría. El Espíritu Santo, representado por Binah, que simboliza la inteligencia o entendimiento. No obstante, la triada divina Padre, Hijo y Espíritu Santo, no son los únicos elementos que fundamentan el mundo divino Atziluth, debido a que, en este plano espiritual, se encuentra el Sefirot oculto Dáath. El Dáath simboliza el conocimiento, y es conocido como el Sefirot oculto, porque encierra el secreto que permite unir las energías femeninas y masculinas Binah y Hokhmah, para que el hombre pueda encarnar en sí mismo, el Real Ser, el Dios Padre-Madre, el Kether o Anciano de los Días. El Sefirot Dáath, es el Secreto de la vida y la muerte, de la doble polaridad magnética del universo, de la alquimia, de la luz y el fuego, de la fracción de Dios (femenino) Binah, y de la fracción de Dios (masculino) Hokhmah, y por ello, el secreto que conlleva a la autorrealización del espíritu, mediante la alquimia espiritual que unifica el alma humana, con el alma divina, en función de encarnar la salvación no dogmática, o liberación de la rueda del Samsara, a la que realmente se refería Jesús de Nazaret, en la oración ecuménica para invocar a Yeshúa (Nombre destinado a simbolizar la Salvación). En este contexto, la oración ecuménica escrita por Jesús de Nazaret, para invocar a Yeshúa, encierra un simbolismo trascendental en lo concerniente a la liberación del hombre y su unificación con Dios. La primera clave, 11


ALEPH DÁATH es el carácter ecuménico, cuyo significado está referido a todas las personas del mundo, de todos los países, y a todos los tiempos, por lo que se precisa, como un sinónimo de universalidad. En esta oración, de la cual se deriva el actual Padre Nuestro, no solo se hace referencia al Dios Padre-Madre, inhalación y exhalación del aliento de vida, el Kether o Anciano de los Días. También se describe: la existencia de Dios, dentro del hombre, entre los hombres y fuera del hombre, tal como se precisa: “Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil”. Argumento que simboliza la existencia del Real Ser o Dios interno del hombre, además de la interacción existente entre el Real Ser, que se manifiesta con el despertar de la conciencia de todos los hombres y el Dios que está en el cosmos, fuera del hombre, pero que se une a la luz que brilla en el Real Ser o Dios interno del hombre, con el propósito de que la luz de la conciencia individual, la luz de la conciencia colectiva y la luz del universo absoluto, permitan al hombre, unificar el alma humana que se relaciona con la inteligencia Binah, con el alma divina relacionada con la sabiduría de Hokhmah, para que esa emergía de luz, pueda dar origen a la creación más perfecta del universo, la luz del Dios PadreMadre, el Kether. En esta oración Jesús de Nazaret dice: “Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras criaturas”. En este sentido, se evidencia que el Real Ser o Dios interno del hombre, y el Dios universal infinito del cosmos, deben unificarse, para que el hombre pueda alcanzar la liberación de la rueda del Samsara, mediante la autorrealización espiritual, acontecimiento que, le permitirá reinar entre todas las criaturas de la tierra, como reyes y reinas, que es el significado que se define esotéricamente como Maestros y Maestras en sentido espiritual. La antigua oración escrita por Jesús de Nazaret, dice: “Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la Luz, 12


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así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las comunidades”. Elemento que explica el deseo de unidad entre Dios Padre-Madre, o Kether, con el Real Ser o Dios interno de cada hombre, que forma parte de todas las comunidades humanas, como el deseo ecuménico de alcanzar la liberación o salvación no dogmática de todas las comunidades humanas, la autorrealización colectiva y universal. En esta oración, Jesús de Nazaret menciona: “Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo”. Elemento que define el deseo de sentir el alma humana que reina en el mundo de la materia ““Asiyyah” en el interior del Real Ser, para sentir la sabiduría Hokhmah, que reina en el mundo divino ““Atziluth”, como unión de estos dos mundos. En este sentido, la sabiduría de “Hokhmah” Hokhmah” que reina en el mundo divino ““Atziluth”, y la inteligencia “Binah”, se unifican para formar el Kether, como unión divina del “Ser” femenino y el “Ser” masculino, que se fusionan en un producto de la unidad perfecta del universo, en el que cada átomo, tiene cargas negativas, positivas y neutras, formando una triada que surge de la praxis del conocimiento divino: “Dáath”. La sabiduría existente en el todo, surge de la comprensión de la vida y de la encarnación del “Dáath” en el interior del Real Ser, pero esta encarnación del conocimiento en el Real Ser o Dios interno del hombre, debe someterse a la praxis de vida y a la comprensión conciente de los Sefirot Binah y Hokhmah. Jesús de Nazaret al expresar: “Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros”, se refería a la voluntad del hombre, reflejada en el elemento tierra, haznos sentir la voluntad dentro de nosotros. Esta voluntad es el impulso y la fuerza, el valor de emprender el camino de la alquimia sagrada que conlleva al hombre profano del mundo de la materia ““Asiyyah”, al mundo divino ““Atziluth”, con el propósito de que este, pueda sentir la sabiduría “Hokhmah”. 13


ALEPH DÁATH Sin embargo, esta sabiduría “Hokhmah”, y la inteligencia o entendimiento superior “Binah”, deben tener el objeto de encarnar el “Dáath” o conocimiento en el interior del Real Ser o Dios interno del hombre, para que este, logre el fin de la sabiduría, que es la autorrealización espiritual, desde una visión teleosofica tanto del conocimiento, como de la sabiduría, lo que permite comprender la frase de Jesús de Nazaret, que expresa: “sentiremos la Sabiduría que existe en todo”. En consecuencia, el mundo divino ““Atziluth” Atziluth” está conformado, no solo por la triada divina de Binah, Hokhmah y Kether, sino que además, en este mundo está presente un cuarto elemento, el “Dáath” o Sefirot oculto que simboliza el conocimiento, y este a su vez, es la clave que permite comprender los misterios de la vida y la muerte, en función de que se manifieste la unión perfecta entre el “Ser” femenino “Binah” y el “Ser” masculino “Hokhmah”, para formar la unidad perfecta “Kether” o mejor conocida como el Anciano de los Días. El mundo de la creación “Beriah”, Beriah”, está constituido Beriah” por los Sefirot Hesed, Gevurah y Tiféret, los cuales están asociados al elemento aire, y el plano de las emociones, a diferencia del mundo divino ““Atziluth”, que está asociado al intelecto. El Sefirot Hesed, es el cuarto Sefirot del árbol de la vida, simboliza la misericordia y está ubicado en la columna derecha, por lo que representa las energías masculinas. El Sefirot Hesed simboliza el deseo de abarcar la totalidad de la creación con la gracia de su misericordia. Representa esa fuerza emotiva de las energías creadoras que irradian el alma. Este Sefirot, representa la expresión y el inicio de la creación, aspecto por el cual se encuentra asociado a las letras hebreas: Aleph y Lamed, cuyo significado simboliza en la letra: Aleph el inicio y en la letra: Lamed el desarrollo de una nueva existencia, es asociada a las energías organizadoras que crean y permiten que se experimente el crecimiento en la creación. El Sefirot Gevurah, simboliza la fuerza y al estar ubicado en el extremo izquierdo del árbol de la vida, 14


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representa las energías femeninas. Este Sefirot es el polo opuesto de Hesed, por lo que, se le asocia con el arcángel Khamael, que, a su vez, caracteriza las energías destructivas y correctivas, simbolizando el ángel vengador de quienes infringen las leyes universales, con el propósito de proteger a los justos. El Sefirot Tiféret, simboliza la belleza y se encuentra ubicado en la columna central del árbol de la vida, es la unión de dos energías, las masculinas, en las que se expresa la misericordia de la creación, y las energías femeninas de fuerza, justicia y rectificación de lo creado. Representa el principio del equilibrio en el mundo de la creación, en el que se hace presente el elemento aire. Tiféret representa la belleza y armonía de la creación, el equilibrio que existe entre la manifestación de la creación en su esplendor, desde el inicio creador y la fuerza o firmeza, que rige lo creado desde la ley divina. En este sentido, Tiféret, es la energía de la doble polaridad magnética del mundo de la creación, que unifica la fuerza con la misericordia, para encontrar la belleza de la armonía, en un solo producto, en la creación de lo perfecto. En el mundo de la creación “Beriah” los Sefirot Hesed, Gevurah y Tiféret, simbolizan la segunda triada divina del árbol de la vida. Sin embargo, estos tres Sefirot, no son los únicos que intervienen en el mundo de la creación. El Sefirot oculto Dáath, también guarda una amplia relación con el mundo de “Beriah” Beriah” debido a que el conocimiento representado por Dáath, se desplaza a los distintos niveles y en el mundo de la creación, pasa a constituir ese conocimiento divino asociado a la fuerza de la voluntad, la misericordia y la belleza del poder creador, que se concibe como unión de las energías femeninas y masculinas, desde el equilibrio como ley universal. El mundo de la formación “Yezirah”, es el tercer plano cabalístico conformado por el Sefirot Nezah que simboliza la victoria y se encuentra ubicado en el extremo derecho del árbol de la vida, asociado a las energías masculinas, el Sefirot Hod, que simboliza la gloria y está ubicado en el extremo 15


ALEPH DÁATH izquierdo, y representa las energías femeninas y el Sefirot Yesod que al estar ubicado en la columna central, representa el principio del equilibrio entre las energías masculinas de Nezah y las energías femeninas de Hod. Destacándose que estos Sefirot, se encuentran asociados al elemento agua. Este plano cabalístico, proviene del mundo de la creación “Beriah”, sin embargo, sus energías son menos sutiles o espirituales, debido a su cercanía al mundo de la materia “Asiyyah”. En este contexto, las energías se transforman, en diversas formas, que permiten el funcionamiento del producto de la creación. El mundo de la formación “Yezirah”, está constituido por dos elementos: las fuerzas y las formas, además de estar asociado al plano de la acción. Las fuerzas como representación de las ideas, que se manifiestan en el mundo de la creación “Beriah”, y las formas que se originan en el mundo de “Yezirah”, con el fin de constituir el producto de la formación, partiendo de las energías creadoras que descienden, hasta llegar al mundo de la materia “Asiyyah”, constituido por el Sefirot Malkhut, que es el último plano cabalístico y se encuentra asociado al elemento tierra. La materialización de las fuerzas y las formas del universo en su totalidad, constituye el fundamento representado por Yesod, que se materializa al final en el reino de Malkhut, en donde se desarrolla la última etapa cabalística. El mundo de la materia “Asiyyah”, también forma parte del mundo de la acción y las fuerzas y formas del mundo de la formación, pasan a constituir el mundo físico, la materia, y en este plano las energías creadoras femeninas y masculinas, pasan a crear el reino de Malkhut, o plano físico como última manifestación de Dios.

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PLANOS FUNDAMENTALES DEL ÁRBOL DE LA VIDA

Gráfico 2. Tres planos fundamentales del árbol de la vida. En la imagen se visualiza el mundo divino Atziluth, que se desarrolla en el plano intelectual superior; el mundo de la creación Beriah, desarrollado en el plano emocional superior: y los mundos de la formación Yezirah y mundo de la materia Asiyyah que se vinculan al plano de la acción.

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LOS SIETE CHACRAS

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l chacra raíz o Muladhara, es el primero de los chacras más importantes que posee el ser humano. Este chacra está ubicado físicamente en el área del cóccix, en la base de la columna vertebral. Su relación con el sistema endocrino, está asociado al efectivo funcionamiento de las glándulas suprarrenales, destinadas a regular la respuesta del organismo ante el estrés, equilibrando el sistema inmunitario y el metabolismo, la producción, y regularización hormonal de la adrenalina y noradrenalina, que preparan al cuerpo para la acción, además de su influencia en el equilibrio térmico del cuerpo. El chacra Muladhara, también está asociado al instinto de supervivencia, protección de la especie, las necesidades básicas, conformación de la familia, protección en la búsqueda del sustento, para los integrantes de su grupo familiar, entre otros. Estas características psicosociales del individuo, guardan relación con los instintos que se producen de forma subconciente en el sujeto, pero que en gran medida, guardan relación con el funcionamiento instintivo del chacra raíz. No obstante, el despertar consciente de este chacra permite que se manifieste la Madre Divina Kundalini, o fracción del Dios Madre, al que se le asocia en el mundo divino Atziluth con el Sefirot Binah. El chacra raíz, suele definirse como el chacra de la inocencia, cualidad que se concibe en la niñez, y se pierde en la medida que el hombre crece en el mundo imperfecto, formando una personalidad, influenciada por el Ego. Por lo que esta cualidad de inocencia, al recuperarse mediante el trabajo espiritual, permite el despertar de la Madre Divina Kundalini, quien ilumina con la pureza y belleza el alma humana. 19


ALEPH DÁATH El chacra Muladhara, es representado por el color rojo y se vincula al elemento tierra, que a su vez, simboliza la voluntad y el reino de Malkhut, que es la esfera del árbol de la vida, que conforma el mundo de la materia Asiyyah. El chacra raíz o Muladhara, como se ha mencionado, está asociado al Sefirot Malkhut, que es la última emanación de la energía del Dios Padre-Madre. En este sentido, los chacras, a diferencia de los diez Sefirot, no se rigen en algunos casos por energías de una sola polaridad, bien sean estas, femeninas o masculinas, todos ellos, poseen doble polaridad, lo que permite el equilibrio del centro magnético, y su capacidad de girar siempre en un constante funcionamiento. Cabe señalar que los chacras deben girar de izquierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj, lo que permite mantener su equilibrio, aunque si se presenta un desequilibrio energético, estos pueden girar a la inversa, haciendo evidente, un gran número de trastornos en el sistema endocrino. El Sefirot Malkhut, el cual se encuentra asociado al chacra raíz o Muladhara, por su condición posee doble polaridad magnética, y está vinculado al elemento tierra, que rige el mundo de la materia Asiyyah. Elemento que también simboliza la voluntad, y el mantra que permite mantener el equilibrio de este chacra es: LAM. Aun cuando existen otras formas de vocalizaciones, destinadas a despertar los sentidos ocultos vinculados al chacra Muladhara. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA MULADHARA

Gráfico 3. Chacra Raíz o Muladhara.

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El chacra sacro o Svadhisthana, es el segundo chacra más relevante, que tiene el ser humano, y se encuentra ubicado físicamente en la región púbica entre la quinta vértebra lumbar y el hueso sacro. Su relación con el sistema endocrino, está asociada a las glándulas sexuales o gónadas, por lo que, en el hombre, se relaciona con el funcionamiento de los testículos, y en la mujer con los ovarios, regulando en el hombre la producción de la hormona testosterona, y en la mujer la producción de estrógeno y progesterona. Estas hormonas tanto en el hombre, como en la mujer, cumplen con el propósito de formar las características masculinas y femeninas, en el individuo, según sea el caso, controlar el desarrollo, impulso sexual y fertilidad, en la mujer la progesterona, regula el ciclo menstrual y durante el embarazo, tiene gran influencia en la gestación. Adicionalmente, influye de forma notoria en la regulación de los líquidos que controlan el proceso digestivo, el sistema urinario, e influye al igual que el chacra raíz, en las funciones sexuales, por lo cual ambos se encuentran asociados, a la transmutación de la energía en la alquimia. El chacra Svadhisthana, entre sus funciones psicosociales, destaca el estímulo al cambio, su relación con las nuevas experiencias, placer y creatividad. Motivo por el cual, los individuos que equilibran este chacra, tienden a ser personas creativas, artistas, personajes de gran intelecto y sabiduría, con disposición al constante cambio y genialidad sorprendente. El chacra sacro, es una de las principales fuentes de energía interna, de inspiración y permite apreciar la belleza que emana del mundo y del entorno, por ello, también se encuentra asociado al despertar de la conciencia, aun cuando este chacra, no pertenece al plano intelectual, pero se encuentra vinculado a la percepción y la concentración. El chacra Svadhisthana, en su relación con el árbol de la vida y los diez Sefirot, está asociado a la esfera de Yesod, que simboliza el fundamento, la cual, a su vez, está inmersa en el mundo de la formación “Yezirah”. El fundamento, es la 21


ALEPH DÁATH cualidad que le permite al hombre, avanzar en el trabajo de la alquimia y lograr el perfecto equilibrio de las energías que regulan el funcionamiento de este chacra. El Sefirot Yesod, al igual que la esfera del reino de Malkhut, se caracteriza por estar ubicado en la columna central del árbol de la vida, y en este sentido, representa una doble polaridad energética, que equilibra las energías femeninas y masculinas, lo que determina el principio del equilibrio, en relación al fundamento. Destacándose que este Sefirot, pertenece al plano de la acción, al igual que el reino de Malkhut. El elemento que rige el chacra Svadhisthana, de igual manera, que en el mundo de la formación “Yezirah”, es el agua, y esto también guarda una amplia relación, con las aguas de vida. El color que identifica este chacra, es el naranja y el mantra que permite su equilibrio es: VAM. Aun cuando existan otras prácticas para este fin. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA SVADHISTHANA

Gráfico 4. Chacra Sacro o Svadhisthana.

El tercer chacra más importante, es el del plexo solar o chacra Manipura. Este se encuentra ubicado bajo el esternón, se vincula al sistema endocrino, debido a que está asociado al equilibrio y funcionamiento del páncreas. En consecuencia, los islotes de Langerhans, son células propias del páncreas, que intervienen en el proceso de producción de 22


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la insulina, destinada a metabolizar los hidratos de carbono, regulando el azúcar en la sangre, además de intervenir en el metabolismo de las proteínas. En este sentido entre sus funciones fisiológicas, se destacan la regulación y efectivo funcionamiento del páncreas, el bazo, el hígado, la piel, el estómago, y la parte superior del sistema digestivo. En relación a su influencia psicosocial, se destaca que el chacra Manipura, influye de forma notoria en la claridad mental y las sensaciones de poder, es un chacra emocional, debido a que en el plexo solar, es donde el hombre percibe todas las emociones. En este sentido, el chacra Manipura se vincula a la generosidad y la felicidad, por lo que incide en el equilibrio, que proporciona rectitud y moralidad, en las diversas facetas de la vida, y aporta los estados de bienestar y tranquilidad. Adicionalmente, este chacra también se encuentra asociado al vacío, que establece el principio del Maestro interno del hombre, este vacío, es la caracterización de la conciencia despierta y libre de agregados psicológicos, por lo que representa el guía espiritual interno. El chacra Manipura, en relación con los diez Sefirot del árbol de la vida, está asociado a las esferas de Nezah y Hod, que al igual que el Sefirot Yesod, representan los elementos energéticos individuales de la triada divina, que conforma el mundo de la formación “Yezirah”. En este contexto, Nezah simboliza la victoria y representa las energías masculinas, debido a su ubicación en el extremo derecho del árbol de la vida, y Hod que simboliza la gloria y representa las energías femeninas, por estar en el extremo opuesto. Sin embargo, como se ha mencionado, los chacras, poseen doble polaridad magnética, para poder funcionar y girar constantemente, por lo que, el chacra Manipura, está asociado a dos energías, las energías femeninas de Hod y las energías masculinas de Nezah. El chacra Manipura, está representado por el elemento fuego, y se ubica en el plano de las emociones. El color de 23


ALEPH DÁATH este chacra es el amarillo, está representado por el elemento fuego como producto de la transmutación de las energías, y por su ubicación en el plexo solar, se constituye como un chacra emocional, el mantra que permite su equilibrio es: RAM. Entre otras prácticas de vocalización y transmutación. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA PLEXO SOLAR O MANIPURA

Gráfico 5. Chacra del Plexo Solar o Manipura.

El cuarto chacra es el chacra corazón o Anahata, está ubicado físicamente en la parte superior del pecho sobre el corazón, y se vincula al sistema endocrino, por estar asociado a la glándula timo, encargada de regular el crecimiento y controlar el sistema linfático. Esta glándula, también fortalece el sistema inmunológico, e influye en la producción de glóbulos blancos. Entre sus funciones físicas, está controlar el corazón, el sistema circulatorio y estimular la actividad cardiopulmonar. El control del sistema linfático, actúa en el organismo, como regenerador de las células. En este sentido, el equilibrio del chacra Anahata, permite la depuración celular, desde una modificación genética perfecta, que regula la formación de todos los elementos orgánicos, que están presentes en el cuerpo físico del hombre. Las células son una pieza clave que permite mantener el estado de bienestar de nuestro cuerpo físico, por ello, el 24


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estímulo y regeneración celular, desde el sistema linfático, permite evitar la producción o reproducción de células cancerígenas, y facilita los procesos de defensa del cuerpo físico, contra elementos externos, tanto de orígenes infecciosos como virales. Entre las funciones psicosociales, el chacra corazón, se vincula al sentimiento del amor incondicional, sentido de la armonía, belleza y las energías sanadoras de carácter emocional. El chacra corazón está asociado cabalísticamente, con el Sefirot Tiféret, el cual forma parte del mundo de la creación “Beriah”. Mundo que, a su vez, es representado por el elemento aire. Este Sefirot representa el equilibrio de las energías femeninas de Gevurah y las energías masculinas de Hesed, aspecto fundamental que le permite constituir, una energía equilibrada de doble polaridad magnética, destinada a crear la belleza de la perfección. El Sefirot Tiféret, representa la belleza del amor puro e incondicional. Motivo por el cual el chacra del corazón o Anahata, se define como un chacra emocional. El chacra corazón o Anahata, se identifica con el color verde, su elemento es el aire, y el mantra que permite su equilibrio es: YAM. Entre otros ejercicios o prácticas de vocalización, destinadas a mejorar su funcionamiento. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA DEL CORAZÓN O ANAHATA

Gráfico 6. Chacra del Corazón o Anahata.

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ALEPH DÁATH El chacra Vishudha, es el cuarto chacra y se encuentra ubicado en la región cervical, a la altura de la garganta. En relación al sistema endocrino, está asociado a las glándulas tiroides y paratiroides. La glándula tiroides, reviste una gran importancia para el desarrollo físico del hombre, y guarda una amplia relación con el crecimiento del sistema óseo, y los órganos internos. Además de regular el metabolismo del yodo, y el equilibrio del calcio en la sangre y los tejidos. La tiroides es la glándula que produce la tiroxina y triyodotironina, hormonas destinadas a regular el metabolismo basal, que incide en el crecimiento y el funcionamiento eficaz de los sistemas del organismo. Por otra parte, la glándula paratiroides, ubicada en la zona posterior a la tiroides, produce la paratohormona que influye de manera notoria, en la homeostasis del calcio, proceso o fenómeno auto-regulador de las concentraciones de calcio, que se producen a través de un organismo, o medio interno en este caso las células. La tiroides es controlada por el hipotálamo y la glándula pituitaria. Las hormonas que se producen en la tiroides, tienen sus efectos en casi todos los tejidos del cuerpo humano, permite aumentar la termogénesis y el consumo de oxígeno, que es un proceso esencial en el período de crecimiento, en el cual se sintetizan un gran número de proteínas, llegando a influir en el desarrollo biológico del sistema nervioso central. La tiroxina, es la hormona más importante que produce la glándula tiroides, y esta tiene dos efectos de gran relevancia en el ser humano, el primero de ellos, es el control de la producción de energía en el cuerpo. En este sentido, la tiroxina es indispensable para mantener la tasa metabólica basal, en los niveles normales, y el segundo, estimular el aumento de tamaño, lo que permite que los tejidos adopten una forma apropiada durante el crecimiento, y permite el desarrollo normal del hombre. 26


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La paratiroidea o paratohormona, que es la hormona secretada por las células principales de la glándula paratiroides, tiene la función de facilitar la absorción del calcio de forma natural, reducir la excreción del calcio por vías renales, y la distribución perfecta de este, en el organismo humano, a través de la sangre. Sin embargo, estas no son las únicas razones por las cuales son importantes para el hombre las glándulas tiroides y paratiroides. En el marco de sus funciones físicas, estas glándulas, inciden en el funcionamiento del aparato respiratorio, la voz, y el control de las enfermedades de la garganta, además de los trastornos metabólicos como el hipertiroidismo, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo, hipoparatiroidismo, entre otros. En el sentido psicosocial, además de la expresión y la comunicación, estas glándulas, influyen de manera notoria en los diversos ámbitos de la vida del individuo. Por su vinculación al sistema metabólico, puede tener influencias en el comportamiento, estados anímicos, impacto en el deseo sexual, entre otros. El chacra Vishudha, es asociado a la comunicación, al hecho de expresar las ideas a través de las palabras, por ello, se le considera como un chacra emocional, mental y espiritual. Además de estas características, este chacra, es asociado a la clariaudiencia, o percepción de los sonidos, provenientes de las dimensiones superiores. En relación al plano cabalístico, se le vincula a los Sefirot: Hesed y Gevurah, que en el árbol de la vida simbolizan la misericordia y la fuerza. Hesed, es el Sefirot que se encuentra en el extremo derecho del árbol de la vida, por lo que representa las energías masculinas, y Gevurah las energías femeninas. En este sentido, los Sefirot Hesed y Gevurah, aportan la doble polaridad magnética al chacra Vishudha, para que pueda girar. Sin embargo, el hecho de que el chacra pueda funcionar, no quiere decir que se encuentre en equilibrio. 27


ALEPH DÁATH Como se ha mencionado en párrafos anteriores, todos los chacras, tienen la capacidad de girar constantemente y de forma permanente. El funcionamiento del chacra, es un aspecto de orden vital, y el equilibrio, un aspecto emocional y espiritual. En este orden de ideas, el equilibrio del chacra, guarda una amplia relación con la adecuada canalización de las energías femeninas y masculinas, en relación a su doble polaridad magnética. El Sefirot, Gevurah, aporta las cargas negativas las cuales, en el árbol de la vida, están representadas por el pilar del rigor, que se ubica al extremo izquierdo, y en este caso simbolizan la fuerza, mientras que las cargas positivas, provienen del Sefirot Hesed, que simboliza la misericordia, y pertenece al pilar de la clemencia, ubicado al extremo derecho. Estas energías de fuerza y misericordia, se conjugan, para establecer un punto energético, de equilibrio en el plano de las emociones, en donde las energías positivas y negativas, forman los dos polos que permiten al chacra Vishudha funcionar adecuadamente. Sin embargo, el equilibrio del chacra, solo es posible, cuando las energías de fuerza y misericordia mantienen un equilibrio constante, en donde la firmeza, no se convierta en prepotencia, ni la misericordia en sumisión. En consideración al argumento presentado, el chacra Vishudha, por ser el chacra de la comunicación, guarda una amplia relación con el verbo, por lo que, el hombre, debe expresarse de una forma que articule la fuerza y la misericordia, en un perfecto equilibrio, sin caer ni en la prepotencia, ni en la sumisión. El chacra de la expresión o Vishudha, esta simbolizado por el color azul claro y el elemento que lo rige es el éter, que representa el Akasha o espíritu. El mantra utilizado para alcanzar su equilibrio es: 28


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HAM. El cual permite no solo el correcto funcionamiento del chacra, sino además el despertar de los sentidos superiores que de él dependen. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA DE LA EXPRESIÓN O VISHUDHA

Gráfico 7. Chacra de la Expresión o Vishudha.

El chacra del tercer ojo ““Ajna”, es el quinto chacra, y está ubicado en la frente, específicamente en el entrecejo. Su relación con el sistema endocrino, está vinculada al funcionamiento de la glándula pituitaria o hipófisis. Esta glándula, a la que se le conoce como glándula maestra, produce las hormonas encargadas de regular el funcionamiento de las otras glándulas endocrinas. Por lo que, la producción de estas hormonas, inciden sobre el humor, ritmo metabólico, crecimiento, e incluso el desarrollo sexual.

Gráfico 8. Ubicación de la glándula pituitaria o hipófisis.

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ALEPH DÁATH La pituitaria se encarga de segregar hormonas, que regulan el funcionamiento de otras glándulas del sistema endocrino. Esta glándula está conformada por tres partes: la adenohipófisis, la hipófisis media, y la neurohipófisis. La adenohipófisis, produce un gran número de hormonas, las cuales son segregadas por 5 tipos de células diferentes, entre las que destacan, las células somatótropas, células lactotropas o mamótropas, células corticótropas, células gonadótropas y las células tirotropas. La adenohipófisis, segrega la hormona del crecimiento o somatotropina, que estimula la síntesis proteica, e incide en la captación de la glucosa en los músculos, el crecimiento de los tejidos, y de los huesos. La prolactina, hormona que estimula el desarrollo de las glándulas mamarias en la mujer. La tirotropina, destinada a estimular la producción hormonal de la glándula tiroides. La corticotropina, que estimula la producción de las hormonas, por parte de las glándulas suprarrenales. La luteinizante, que es una hormona gonadotrópica, producida por el lóbulo anterior de la glándula pituitaria, destinada a regular en el hombre la producción de testosterona, actuando sobre las células de Leydig en los testículos, y en la mujer, permite controlar el ciclo menstrual y la ovulación, mediante el estímulo en la producción de la hormona progesterona. Además de la producción de hormonas gonadotrofinas, destinadas a regular otras funciones de las gónadas. La neurohipófisis, por el contrario, no segrega hormonas, esta parte de la glándula pituitaria, solo almacena los productos segregados por el hipotálamo, tales como: vasopresina, hormona destinada a secretar el estímulo, que produce la disminución del volumen plasmático, causado por la presión arterial, y la oxitocina, que estimula la producción de leche en las glándulas mamarias en la mujer, en las etapas finales del parto. El chacra del tercer ojo ““Ajna”, también está asociado a la visión, percepción de los sentidos superiores asociados a las visiones en las dimensiones superiores, entre otros. 30


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En relación al entorno psicosocial del hombre, este chacra, está vinculado a la introspección, la imaginación y la interpretación de los sueños. Es el chacra de la visión esotérica, del despertar de la conciencia superior. El chacra del tercer ojo ““Ajna”, en relación con el árbol de la vida, está vinculado a los Sefirot: Binah y Hokhmah, que, a su vez, forman parte del mundo divino “Atziluth” “ . El Sefirot Binah, en el árbol de la vida, está ubicado en la columna del rigor, y por esta razón, está asociado a las energías femeninas, mientras que el Sefirot Hokhmah, se ubica del lado derecho, en la columna de la clemencia o misericordia, y por ello, se asocia a las energías masculinas. Ambos Sefirot, aportan sus energías para constituir la doble polaridad magnética del chacra Ajna. La doble polaridad magnética del chacra Ajna, se origina de las energías femeninas, que aportan la polaridad negativa, provista por el Sefirot Binah que simboliza la inteligencia, y las energías positivas del Sefirot Hokhmah que simboliza la sabiduría. El equilibrio de este chacra, de acuerdo con los Sefirot: Binah y Hokhmah, guardan una amplia relación con el equilibrio de las energías positivas y negativas, que aportan la doble polaridad magnética al chacra, para que este, pueda girar. No obstante, el desequilibrio del chacra, puede hacer que este, en lugar de girar de izquierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj, gire en sentido opuesto, si el hombre en el desarrollo de su intelectualidad, no encarna en sí mismo la sabiduría. El hombre mediante el despertar de la conciencia, debe encarnar la sabiduría del Sefirot Hokhmah, en sí mismo, y desarrollar su intelectualidad superior, asociada al Sefirot Binah, pero sin poner esta inteligencia al servicio del Ego. Porque de este modo, la intelectualidad, pasaría a desarrollar, solo la mente humana subconciente, y en este contexto, la interpretación del conocimiento, se convierte en un medio de interpretación, y reproducción material de saberes. 31


ALEPH DÁATH El desarrollo de la intelectualidad superior de Binah, es un elemento que tiene que ver con el conocimiento divino Dáath. Este proceso intelectual, está vinculado a la ciencia y arte, que conlleva a descubrir, e interpretar, desde la conciencia, el Dáath o Conocimiento Verdadero, con el firme propósito, de que la comprensión de dicho conocimiento, permita encarnar en el interior del Real Ser del hombre, la sabiduría de Hokhmah. En consecuencia, se observa que hay dos formas de intelectualidad, la inferior, que está sustentada en los conocimientos, que emanan del saber del hombre, y la intelectualidad superior, fundada en la comprensión del Dáath, que es el Conocimiento Verdadero, que no proviene de la mente humana, sino del plano intelectual, que se encuentra inmerso en el mundo divino Atziluth, y que permite encarnar la sabiduría de Hokhmah. El chacra del tercer ojo Ajna, está representado por el color índigo, entre azul marino y violeta, el elemento que lo rige es la luz, el mantra que permite su equilibrio es: OM. Destacándose que el equilibrio de Ajna, es la puerta que se abre a la luz de la clarividencia. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA DEL TERCER OJO AJNA

Gráfico 9. Chacra del Tercer Ojo ““Ajna”.

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El chacra corona o Sahasrara, es el séptimo y último de los chacras más importantes. Se encuentra ubicado en la coronilla, en el centro del cráneo. Su relación con el sistema endocrino, lo vincula con la glándula pineal o epífisis cerebral. Esta glándula, incide en todo el organismo, debido a que controla la parte superior del cerebro, regula el ritmo cardiaco, los patrones de sueño, vigilia, y el sistema nervioso central. Esta glándula, es la encargada de producir varias hormonas entre las que destaca la melatonina, que regula el reloj biológico del hombre, lo que permite el control del estado de sueño y vigilia, en relación con el día y la noche, entre otras. En el sentido psicosocial, la glándula pineal tiende a unir el yo superior, con el yo inferior, aspecto que entrelaza las características humanas de carácter emocional, con lo espiritual. Está asociado a la autorrealización espiritual, y el despertar de la conciencia, por lo que se le identifica con el despertar del sentido de la polividencia, o dominio de todos los sentidos superiores del hombre evolucionado. Es el chacra que une lo humano con las energías del cosmos, para alcanzar esa unión del alma humana con el alma divina, en función de que el Real Ser del hombre, se eleve a los mundos superiores, mediante el despertar de la conciencia. En relación con el árbol de la vida, el chacra corona o Sahasrara, está vinculado al Sefirot Kether, que representa la corona, y es la primera manifestación del Dios PadreMadre, que tiene lugar en el mundo divino Atziluth. El Kether es el: “Eheieh” el YO SOY, o “Eheieh aher Eheieh”: YO SOY EL QUE SOY. El alfa y el Omega, que representa el principio y el fin del todo. La energía del Dios Padre-Madre por que posee la doble polaridad magnética perfecta y equilibrada, que emana de Hokhmah y Binah. El Sefirot Kether, también simboliza el único, el número uno, que es representado por la primera letra del alfabeto hebreo: Aleph, la cual constituye la unidad perfecta, que surge de la unión del Ser femenino Binah (inteligencia), 33


ALEPH DÁATH con el Ser masculino Hokhmah (Sabiduría), tal como lo determina la ley alquímica del conocimiento divino Dáath, que permite dar origen al Kether, que es el Anciano de los Días. El color del chacra corona o Sahasrara, es el violeta, aunque a veces se le identifica con el blanco, y lo simboliza la flor de loto con mil pétalos. El elemento que le rige es la energía que emana del cosmos, y se une con el Akasha o espíritu, asociado al elemento éter. Su mantra es: AUM. No obstante, en algunas culturas, se le asocia con el silencio de la meditación, sin embargo, la vocalización de este poderoso mantra, permite la unión de la energía del cosmos, con el Akasha o espíritu, en función del despertar de la conciencia. SIMBOLOGÍA DEL CHACRA CORONA O SAHASRARA

Gráfico 10. Chacra Corona o Sahasrara.

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Gráfico 11. Relación de los chacras con los diez Sefirot del árbol de la vida.

Los chacras son vórtices energéticos que funcionan como antenas trasmisoras, además de sus funciones energéticas. En tal efecto, estos vórtices, no solo inciden en el sistema endocrino y se vinculan con las esferas del árbol de la vida en el sentido espiritual. También los chacras, permiten al ser humano, desarrollar los sentidos superiores 35


ALEPH DÁATH ocultos, para que este, alcance la autorrealización espiritual que le permite liberarse de la rueda del Samsara. En este contexto, se destaca que el hombre adicionalmente a los cinco sentidos de percepción, que posee despiertos: vista, oído, olfato, gusto y tacto, también puede despertar sus sentidos ocultos, tales como: 1. La facultad de Recordar las Vidas Pasadas de forma Consciente. 2. La facultad de Conscientemente.

Dominar

el

Cuerpo

Astral

3. La Telepatía. 4. La Intuición. 5. La Clariaudiencia. 6. La Clarividencia. 7. La Polividencia, constituida por el dominio de los sentidos extrasensoriales, las energías internas y su unificación con el Dios del cosmos. En este sentido, la facultad de recordar nuestras vidas anteriores, es encarnada en el hombre al equilibrar el chacra raíz o Muladhara, y esto sucede, porque ese recuerdo, depende de la transmutación de las energías creadoras. La práctica para despertar estas condiciones consiste, no solo en vocalizar el mantra: LAM. Sino que además, se hace necesario, vocalizar la letra “S” y hacer, siete ciclos de respiraciones profundas (Praṇayama). Estas respiraciones o Praṇayama, al inhalar y exhalar el aire, tienen el propósito de hacer, que las energías creadoras de la vida, se eleven por los canales nerviosos de Ida y Pingala, situados a los laterales de la columna vertebral. Las energías que presentan cargas negativas o frías (Lunares), ascienden por el conducto de Ida, que se ubica al lado izquierdo, y las energías de cargas positivas o cálidas, por el conducto de Pingala, ubicado al lado derecho y asociado al sol. 36


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El dominio consciente del Cuerpo Astral, depende del chacra sacro o Svadhisthana. En este contexto, su práctica está vinculada además del mantra: VAM. A la vocalización de la letra: “M” y realizar siete ciclos de respiraciones profundas o Praṇayama. Lo que permite, no solo equilibrar el chacra, sino también, transmutar las energías y solarizar las energías lunares, con el objeto de que el vórtice energético, desarrolle su condición de percepción de las frecuencias electromagnéticas. La Telepatía, está vinculada al chacra del plexo solar o Manipura, y su práctica, está asociada al mantra: RAM. Y la vocalización de la letra: “U” además de los respectivos Praṇayama, que permiten transmutar las energías, en función del despertar de los sentidos ocultos. La Intuición, está asociada al equilibrio del chacra corazón o Anahata, y la transmutación energética emocional. El mantra es YAM. Y se tiene que vocalizar la letra: “O” además de hacer, los siete ciclos de Praṇayama, destinados a la transmutación energética espiritual. Sin embargo, en este caso, también se debe transmutar las emociones a fin de sensibilizar el corazón. La Clariaudiencia es la capacidad de poder escuchar las vibraciones de las dimensiones superiores, y esta cualidad depende del chacra laríngeo o Vishudha. Su mantra es: HAM. Y adicionalmente, se debe vocalizar la letra: “E” y realizar los Praṇayama correspondientes. La Clarividencia, es la capacidad de visualizar, lo que está más allá de lo físico, las advertencias de las dimensiones superiores, entre otras. Está vinculada al chacra del tercer ojo Ajna. Su mantra es: OM. Y la vocalización de la letra: “I” pero también es necesario, la realización de los Praṇayama. La Polividencia, es el sentido superior del hombre, que permite unir el alma humana, con el alma divina, es la conexión del Real Ser del hombre, con el Real Ser del cosmos. Muchas personas creen que la Polividencia, es la unión de todos los sentidos, pero esto no es del todo cierto, el Ser es polividente, cuando ha despertado los demás sentidos, 37


ALEPH DÁATH pero como producto de la transmutación, logra unir el alma humana, con el alma divina, y vincula la conexión de su Akasha o espíritu, con la energía creadora del cosmos, y encarna el cuerpo átmico, alcanzando así, la autorrealización de su Akasha. Esta condición, está asociada al chacra corona o Sahasrara, su mantra en el mundo físico es: AUM. No tiene letra, por lo que, en los mundos internos, está simbolizado por el silencio o perfección inmanifestada de lo divino. Está representado por la encarnación del Kether, el Anciano de los Días, en el propio Akasha del hombre. Este sentido superior oculto, solo despierta cuando el hombre, realiza su Akasha, y despierta sus demás sentidos ocultos. Sin embargo, es conveniente practicar su mantra: AUM, vocalizándolo en voz firme y alta. Adicionalmente, es importante que posteriormente, entremos en meditación y pronunciemos mentalmente, los mantras internos: “OM AKASHA AUM ALEPH” “OM AKASHA AUM KETHER” Estos mantras internos, constituyen una petición, que se hace en el silencio de la meditación, al Real Ser del cosmos, para que nuestro Akasha, “Espíritu”, se unifique con el Real Ser del cosmos, que es el inicio de la energía solar infinita, representada por el número uno, y la unión de nuestro Akasha, con la energía solar, que simboliza el fin, la corona o Kether, que es el Anciano de los Días. En relación con el despertar de los sentidos ocultos del hombre, también influye la posición correcta del cuerpo y de las manos, durante la vocalización de mantras, respiraciones Praṇayama y la meditación. Sin embargo, la posición en muchos casos, no es una variable, que imposibilite el desarrollo de estos sentidos, si las prácticas resultan favorables, y el iniciado alcanza la concentración y estado de vacío. 38


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Las posiciones más favorables, son las conocidas como posición, o posiciones de loto. Lo que puede ser posición de loto completo, o de medio loto. Esta postura es un Asana (posición para meditar), en la cual el iniciado esta sentado de piernas cruzadas, y ubicando cada pie por encima de los muslos opuestos, tal como se muestra en el siguiente gráfico:

Gráfico 12. Postura de loto completo.

La posición de medio loto, sentado con un solo pie, por encima del muslo opuesto, también es una buena postura para la meditación, aunque en este caso, es conveniente, que se tenga en consideración que, en la mujer, el pie izquierdo, esté sobre el derecho, y en el hombre, sea el pie derecho, que se posicione por encima del izquierdo, esto debido, a que representa los pilares esotéricos de las energías femeninas y masculinas, tal como se muestra en el siguiente gráfico:

Gráfico 13. Postura de medio loto para ambos sexos.

En consideración a esta postura, el pie izquierdo sobre el derecho simboliza el pilar del rigor, del árbol de la vida, y la apertura del canal de Ida en la transmutación, por el cual suben las energías femeninas o lunares, que en el taoísmo, 39


ALEPH DÁATH son representadas por la energía Yin, y en el caso del hombre el pie derecho sobre el izquierdo, representa el pilar de la clemencia o misericordia, ubicado al lado derecho, del árbol de la vida, y el canal derecho de Pingala, por el cual ascienden las energías masculinas solares, que en el taoísmo, representan la energía Yang en la transmutación. La postura birmana en la meditación es aconsejable. En ella, el iniciado se sienta con las piernas cruzadas y los empeines tocando el suelo, tal como se visualiza en el siguiente gráfico:

Gráfico 14. Posición birmana.

La postura Seiza, que significa correcto o justo, es una posición que permite mantener una buena concentración en la meditación, y fortalece la disciplina espiritual, aporta fortaleza al cuerpo físico y la voluntad. Sin embargo, esta posición, es exigente en relación al estado y condición física, por lo cual las personas con poca elasticidad, o problemas en las rodillas, entre otros, deben evitarla.

Gráfico 15. Posición seiza.

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La posición en silla, está destinada a las personas que, por su condición física, no pueden realizar posturas rigurosas para la meditación. Sin embargo, esto no resulta impedimento para meditar, e incluso se puede evidenciar que, si la meditación se realiza correctamente, la misma tendrá mejores resultados, que un proceso de meditación, realizado de forma incorrecta en otra postura.

Gráfico 16. Postura en la silla.

Esta postura, al igual que todas las anteriores, debe considerar los siguientes aspectos. Primero: es importante que se mantenga la espalda recta, de manera que la columna vertebral, esté erguida, y así, las energías transmutadas, puedan ascender por los canales nerviosos o conductos de Ida y Pingala. Lo que permitirá el desarrollo de los sentidos ocultos. Segundo: los mundras o posiciones de las manos, son de suma importancia en la meditación. En este contexto, se precisa la existencia de siete posturas de manos, una específica para cada uno de los chacras principales, aspecto que permite canalizar de forma adecuada, las energías, al 41


ALEPH DÁATH momento de vocalizar las letras o mantras, destinados a equilibrar y mejorar el funcionamiento de los chacras. A continuación, se presentan los mundras, destinados a cada uno de los siete chacras principales, destacando el símbolo, color y nombre del vórtice energético, además de las posturas de las manos, que deben adoptarse para el despertar de los mismos: MUNDRAS PARA CADA CHACRA.

Gráfico 17. Mundras para cada chacra.

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LOS 7 CUERPOS DEL HOMBRE

E

l hombre posee siete cuerpos, que le unen a las dimensiones superiores. Sin embargo, los primeros cuatro cuerpos, son inferiores o están dominados por las energías lunares, y tres de ellos, se rigen por las energías solarizadas, y son encarnados cuando el Akasha del hombre se realiza, liberándose de la rueda del Samsara y despierta sus sentidos ocultos.

Gráfico 18. Los siete cuerpos del hombre.

Los siete cuerpos del hombre son: 1. Cuerpo Físico. 2. Cuerpo Vital. 3. Cuerpo Astral. 4. Cuerpo Mental. 5. Cuerpo Causal. 6. Cuerpo Búdhico 7. Cuerpo Átmico. 43


ALEPH DÁATH El Cuerpo Físico está regido por el mundo de la materia (tercera dimensión) y sus 48 leyes. La nota vibracional de este plano es: DO, está relacionada con el elemento tierra y el chacra raíz o Muladhara, la constitución de sus energías en el hombre que no ha realizado su Akasha, es de carácter lunar, pero en la medida que este se libera de la rueda del Samsara, mediante la transmutación, elevando sus energías creadoras hasta la corona de Kether, a través de los canales de Ida y Pingala, adquiere el calor que le permite tener una condición como cuerpo solar, y aun que se encuentre sometido a las mismas 48 leyes, es liberado de la involución en la rueda del Samsara. El Cuerpo Vital, es el segundo cuerpo del hombre, está sometido a las mismas 48 leyes que el Cuerpo Físico, pero su nivel vibracional, es la nota musical RE, y se relaciona con el chacra sacro o Svadhisthana. Su constitución energéticoquímica está compuesta por cuatro tipos de éter. Se le asocia al elemento agua y de él depende la energía de vida, que se irradia para mantener la vitalidad del cuerpo físico. Al ser solarizado pierde su constitución lunar y se convierte en energía de vida. El Cuerpo Astral, está constituido por la energía emocional, regida por 24 leyes. Su escala vibracional está representada por la nota musical MI, su elemento es el fuego y se encuentra asociado al chacra del plexo solar o Manipura. Es un cuerpo emocional por lo que se encuentra en estado lunar, pero al realizarse espiritualmente el hombre, el Akasha permite que este cuerpo, reciba el calor de los elementales del fuego de las emociones superiores, haciendo despertar el dominio del astral superior. El Cuerpo Mental, está regido por 12 leyes y su escala vibracional está vinculada a la nota FA. Está asociado al chacra corazón o Anahata, y tiene que ver con el plano mental, en donde se produce la energía del pensamiento, por lo que, el elemento a regir, es el aire. En el estado lunar, esta influenciado por la mente humana imperfecta y la existencia del YO Psicológico o Ego. Sin Embargo, en el hombre que realiza el Akasha, se solariza este cuerpo y da 44


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origen a la expresión de la energía conciente, que permite la manifestación de la esencia libre. El Cuerpo Causal o de la voluntad, está asociado al mundo de causa y efecto, regido por 6 leyes. Su escala vibracional es la nota musical SOL, se vincula al chacra laríngeo o Vishudha, por ello, su elemento es el éter, que representa el Akasha. Es un cuerpo espiritual, y en él, es donde tiene lugar la realización espiritual, previa a la autorrealización absoluta. El Cuerpo Causal, no es un cuerpo lunar, por lo que en el hombre común no existe, este se encarna por el hombre cuando se libera de la rueda del Samsara, y adquiere en la dimensión de causa y efecto, la Maestría Iniciática, encarnando su Akasha en el alma humana. El Cuerpo Búdhico o de la conciencia, es el cuerpo solar donde se manifiesta la conciencia despierta. Este cuerpo está vinculado al chacra del tercer ojo ““Ajna” Ajna” y lo rige el elemento luz. Su plano vibracional es la nota musical LA, y su naturaleza es magnética, lo rigen 6 leyes al igual que el cuerpo causal, y se encuentra en la dimensión donde emana la luz de la conciencia, en este plano, es donde el Akasha encarna el alma divina. El Cuerpo Átmico, es el último cuerpo solar del hombre, que no solo realiza su Akasha, sino que, además, une su alma humana con el alma divina, y alcanza la autorrealización absoluta, el despertar del chacra corona o Sahasrara. La encarnación del Kether o el Anciano de los Días. Su plano vibracional es la nota musical: SI, y lo rigen solo 3 leyes, relacionadas a los Sefirot Kether, Hokhmah y Binah, que conforman el mundo divino Atziluth. Siendo su elemento: el Akasha Universal, o unión del Akasha del hombre, con el Akasha del cosmos, como símbolo de la unificación entre el Real Ser o Dios interno del hombre, con el Dios Padre-Madre del cosmos.

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LA ALQUIMIA Y LA TELEOSOPHIA

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a Teleosophia, desde la concepción teórica presentada en mi primer libro, se concibe como una ciencia esotérica, destinada al desarrollo de los métodos y técnicas que conlleven al hombre a descubrir los fines de la sabiduría de una forma conciente. Por ello, en esa oportunidad, se diferenció el término: Conciencia, del concepto de: Consciencia. En consideración a lo expuesto, la Conciencia no tiene que ver con el estado de una reacción, sino con una energía que se expresa con la manifestación de la sabiduría. En tal sentido, se utiliza el término Consciencia, cuando el ser humano, este en la plena facultad mental de percibir los estímulos, o subconsciente, cuando no esté en sus plenas facultades. Mientras que el término Conciencia, representa esa condición espiritual, que se vincula con el elemento energético, destinado a expresar la sabiduría. En consecuencia, para las concepciones que se presentaron en mi primer libro: TELEOSOPHIA. Fines de la Sabiduría hacia la Búsqueda del Ser Consciente. El principal fin de la Teleosophia, era el despertar de la conciencia, como medio para la expresión de la sabiduría. En esa primera orientación teórica de la Teleosophia, se explicó el propósito de la mencionada ciencia o doctrina, el cual consiste en alcanzar la realización espiritual, que antecede a la autorrealización absoluta. Teniendo en consideración que el despertar de la conciencia, la comprensión de la vida y el desarrollo intelectual superior, además de la realización espiritual, como liberación del Akasha o espíritu, siempre serán los principales fines de la sabiduría, y por ello, la fuente de estudio más importante para la Teleosophia. En la simbología de la Teleosophia, destaca en muchos 47


ALEPH DÁATH aspectos el triángulo, como principal sustento simbólico. En esta oportunidad, presentare el simbolismo de los triángulos, que conforman el hexagrama que aparece inmerso en el símbolo esotérico de esta ciencia o doctrina. El primer triángulo en posición hacia arriba, simboliza tres elementos puros, que representan el estudio de la alquimia desde la concepción teleosofica. Mientras que el triángulo en posición invertida, representa el producto de la interacción, entre dichos elementos, con el propósito de dar origen a las condiciones energéticas que posee el alma humana y el alma divina desde su constitución espiritual. En este sentido, la primera triada, se compone de tres planos: el primero Espiritual; el segundo Energético; y el tercero Psicológico. Ubicándose el plano espiritual en la columna central, de las energías en perfecto equilibrio magnético. El plano Energético, en el extremo derecho o pilar de la misericordia, representado por las energías solares (masculinas), y el plano Psicológico, ubicado al extremo izquierdo que representa las energías lunares (femeninas). Al conjugar estos tres planos, se producen otros tres elementos que pasan a constituir la pirámide o triangulo invertido, los cuales son: El plano Energético-Espiritual; Psico-Energético; y Psico-Espiritual, tal como se puede evidenciar en el grafico inferior:

Gráfico 19. Simbología de los triángulos en el hexagrama de la Teleosophia.

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Cuando se unen estos triángulos, para conformar el hexagrama, se puede precisar que este, forma una estrella de seis puntas, tres superiores y tres inferiores. Destacándose que los tres elementos superiores, están conformados por el plano Espiritual, que pertenece al primer triángulo y dos planos que resultan de la interacción: el Energéticoespiritual y Psico-Espiritual. Mientras que la triada inferior, queda constituida por dos planos del triángulo en posición hacia arriba: Energético y Psicológico, y un solo plano resultante de la interacción: el Psico-Energético. En consecuencia, se puede observar que se mantiene un equilibrio al unir los triángulos, porque cada extremo, tiene dos elementos del otro extremo y un solo elemento propio. Lo que simboliza, dos aspectos muy importantes, uno de ellos es: “como es arriba, es abajo”, demostrando que existe igualdad en la organización, entre el mundo material o mundo físico, y los mundos superiores, aun cuando sus energías tengan una densidad diferente; y el otro punto: “cada mundo puede tener solo un elemento que lo define”, siendo ese elemento en los mundos superiores el plano espiritual y en el mundo físico el plano Psico-Energético. El hexagrama, al igual que el árbol de la vida, se divide en tres columnas, la primera de ellas, ocupa la posición central y se denomina: Columna del Equilibrio, la segunda ubicada al extremo izquierdo, denominada: Columna Lunar, y la tercera posicionada al extremo derecho, y denominada: Columna Solar, tal como se observa en el siguiente gráfico.

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Gráfico 20. Simbología del hexagrama de la Teleosophia.

La Columna del Equilibrio, representa el pilar de la doble polaridad magnética, el equilibrio entre las energías lunares y solares, que a su vez, simboliza la unión de las energías masculinas y femeninas. En esta columna, hay dos elementos, el superior: definido por el plano Espiritual, y el inferior, por el plano Psico-Energético. Los cuales definen al hombre común y al hombre que se ha realizado en sentido espiritual. En este contexto el hombre común, se ubica en el extremo inferior de la columna, porque su constitución es Psico-Energética. Debido a que este hombre, está cargado de agregados psicológicos (Ego), además de poseer la Esencia, que es una fracción de Energía Conciente, que emana 50


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sabiduría, y le conecta con su Real Ser o Akasha. Aspecto que al unificarse en la constitución del hombre forma una personalidad Psico-Energética. Mientras que, en el Maestro, o el hombre realizado espiritualmente, se manifiesta la conciencia que emana sabiduría, y se conjuga con el plano mental superior, ubicándolo en el plano espiritual. La Columna Lunar, ubicada al lado izquierdo, articula el plano Psicológico en el extremo inferior, donde se manifiestan los sentimientos humanos, manipulados por el Ego, con el plano Psico-Espiritual, en el que las emociones humanas, son transmutadas y convertidas en un producto intelectual superior. Estas energías emocionales, representan el lado femenino de polaridad negativo, en el sentido energético, y se asocia cabalísticamente al pilar del rigor. Además de simbolizar el canal izquierdo de la columna vertebral del hombre, que recibe el nombre de Ida. La Columna Solar, ubicada en el lado derecho, articula el plano Energético en el que se manifiesta la Esencia, con el plano Energético-Espiritual, en donde está la conciencia libre y del cual emana la sabiduría. Esta columna, cabalísticamente, representa el pilar de la clemencia o misericordia, y está asociado a las energías masculinas de polaridad positiva, además de simbolizar el canal derecho de la columna vertebral que recibe el nombre de Pingala, a través del cual ascienden las energías transmutadas por el hombre. La Columna Lunar y la Columna Solar, en el hexagrama, están vinculadas y se mantienen en constante equilibrio, debido a que las energías, lunares y solares, se unen para originar en el hombre la personalidad, y en el Maestro el espíritu realizado. En la simbología esotérica de la Teleosophia, el alma humana y el alma divina, también están representadas en el hexagrama. En relación a lo expuesto, la alquimia en su concepción teleosofica, guarda una relación con la realización espiritual, 51


ALEPH DÁATH debido a que esta realización, ocurre cuando el hombre transmuta sus energías y los pilares cabalísticos se unen en un solo elemento. En consideración con este argumento, la frase anteriormente citada: “cada mundo puede tener, solo un elemento que lo define”, permite definir el alma como una combinación de tres planos, pero que, en realidad, están conceptualizados en un solo elemento. El alma humana, está simbolizada por el extremo inferior del hexagrama, y sus tres planos, mientras que el alma divina, está constituida por los tres planos del extremo superior. Por ello, cabe señalar que los planos polarizados, pertenecientes al extremo inferior del hexagrama, en este caso: el lunar: que representa el plano Psicológico, está caracterizado por las Emociones, como ese sentir humano, que es influenciado de manera instintiva por el Ego, y el extremo solar, que simboliza el plano energético, es caracterizado por la Esencia. No obstante, las Emociones pertenecientes al plano Psicológico y la Esencia que emana del plano Energético, se unen para formar en el plano Psico-Energético, la Personalidad, que está caracterizada por presentar la doble polaridad magnética, que proviene de las cargas positivas y negativas. La Personalidad, es ese elemento único, que define a cada hombre profano. Es la característica o elemento esencial, que conceptualiza a cada persona humana, con sus agregados psicológicos, su esencia o fracción mínima de conciencia manifestada a través de la energía vital. En este sentido, la Personalidad, en relación con la alquimia, desde la concepción teleosofica, está simbolizada como el Plomo. Que es el elemento imperfecto, cargado de los átomos más pesados. La personalidad es el elemento que caracteriza al ser humano en el mundo físico, y por ser la energía más densa, es considerada la energía que le mantiene unido al plano físico o mundo de la materia, imposibilitándole su ascenso a 52


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las dimensiones superiores. El alma humana, está constituida por las Emociones, la Personalidad, y la Energía, de la cual emana la esencia como fracción mínima de la conciencia despierta. Esta alma, es la caracterización inmaterial del ser humano, es la codificación de la personalidad del hombre y cuando este muere, es capaz de mantenerse viva, asiéndose sentir, como si fuera el Ánima o alma del hombre, aun cuando solo representa una parte de ella. El alma divina, por el contrario, está representada por los tres planos, que están simbolizados en el extremo superior del hexagrama. El plano Psico-Espiritual perteneciente al pilar de la luna, que caracteriza el Intelecto, que representa el entendimiento, mientras que el plano Energético-Espiritual, es caracterizado por la Conciencia, de la cual emana la sabiduría. Estos dos planos superiores, se unen en un solo elemento, el Akasha o espíritu. En la concepción teórica de la Teleosophia, el alma divina simboliza el Oro. El elemento metálico de mayor valor, la riqueza del Akasha o del Espíritu, aun cuando el elemento que le caracteriza es el éter. Sin embargo, para que el hombre, pueda encarnar el alma divina, primero debe despertar su conciencia, para que de ella, emane la sabiduría de Hokhmah; segundo, debe desarrollar su intelecto superior representado por la inteligencia de Binah; y debe liberar su Akasha de la rueda del Samsara. Por esta razón, quien posee el alma humana: siente y reacciona, expresa su personalidad y de él, emana energía emocional y vital, bien sea como Esencia o como Ego. Diferenciándose de este grupo; el Maestro, que piensa, para accionar en función de su centro intelectual superior, expresa su Akasha o espíritu con libertad, y de él, emana la conciencia manifestada en sabiduría. En consecuencia, la Teleosophia como ciencia esotérica, estudia los fines de la sabiduría, desde las teorías y doctrinas 53


ALEPH DÁATH que conducen al despertar de la conciencia, porque es de ella que emana la sabiduría. El despertar de la conciencia, no está aislado del plano espiritual, debido a que, para la concreción de este fin, se hace necesario que el hombre comprenda, que la realización de su espíritu o liberación del Akasha, es un proceso que está asociado a la praxis de la alquimia sagrada. Por ello, la mejor forma de comprender la filosofía de la alquimia y poder entender, mediante estas teorías la visión teleosofica, es someter a la praxis los conocimientos cabalísticos y esotéricos, que definen los métodos destinados al renacer espiritual, del cual emana la sabiduría. ALMA HUMANA Y ALMA DIVINA

Gráfico 21. Simbología de los tres elementos que constituyen el alma humana y los tres elementos del alma divina. “La alquimia y el propósito de la Teleosophia”.

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ESPIRITUALIDAD ENERGÉTICA

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a práctica de ejercicios energéticos, destinados al avance espiritual, constituye una forma eficaz de mejorar, no solo las condiciones físicas, sino que, además, facilita nuestra vida. En muchos casos, estas prácticas, nos permiten superar, circunstancias cotidianas, evitando que las mismas, interfieran con nuestro avance en el camino, que hemos emprendido para llegar a la liberación de nuestro Akasha o espíritu. Estas prácticas, entre las que se describirán a continuación, algunos mantras, Pranayamas, e incluso, cadenas energéticas que son una forma de oración sustentada en la energía colectiva, para acercarnos al bien común; constituyen los elementos necesarios para que nuestro Akasha, se libere del sufrimiento, y de las condiciones que limitan el desarrollo espiritual. Por muy básicas que puedan parecer las prácticas energéticas espirituales, debemos tener en cuenta, que son necesarias, y el hecho de realizarlas constantemente y de forma secuencial, nos ayudará mucho, tanto en el camino a la realización espiritual, como en la permanencia en el mundo de la espiritualidad. Estas prácticas, no solo constituyen un elemento de formación, o de interés para los Iniciados en la Teleosophia, o en cualquier ciencia o escuela iniciática. También son un recurso, para que los Maestros puedan mantenerse en el camino. Si bien, es cierto que el Maestro Iniciado, puede salirse de la rueda del Samsara, al ser consagrado en los mundos superiores, en donde le es revelado su verdadero nombre, por las divinidades del cosmos, también es cierto que el Maestro, no recibe tal grado, para tener una condición privilegiada en el mundo. El Maestro, en cualquier escuela o ciencia iniciática, se libera del Karma, el cual no es un castigo, sino una voluntad divina, que nos enseña el camino, pero al liberarse del 55


ALEPH DÁATH Karma, adquiere el compromiso de sacrificio autoconciente, por lo que, debe trabajar arduamente, para alcanzar el Dharma, o moneda cósmica, para saldar las deudas. No obstante, las deudas a saldar, no son las que ha adquirido, en este sentido, el Maestro es el ser que sufre por el prójimo con absoluto valor. En muchos casos el Maestro Iniciado, tiene fuertes pruebas en el mundo físico o mundo de la materia, las cuales debe afrontar con valor. Muchos Maestros padecen de sufrimientos incalculables y grandes dificultades, en su labor de difundir el camino a la gran obra espiritual, o camino a la liberación del Akasha. Sin embargo, tales pruebas deben ser superadas, y para ello, es de vital importancia, que, ante cualquiera de las dificultades, las practicas EnergéticoEspirituales, sean recordadas, tanto por los Iniciados, como por sus Maestros. Entre las primeras prácticas básicas, tenemos los mantras. Los cuales están formados por palabras u oraciones que, al ser vocalizadas, emanan un gran poder energético y espiritual, que permite que las energías del mundo material, se equilibren en relación con las energías de los mundos superiores, facilitando así, las condiciones en las que se realice nuestro avance espiritual. Destacando que estas condiciones, pueden incidir en la salud, el bienestar, la prosperidad, los estados anímicos, y el sentir del amor y la felicidad interna que produce la liberación del Akasha. Por ello, y sin más preámbulos, serán recomendados algunos mantras, que permitirán el avance espiritual de todos los lectores. Los dos mantras que se describen a continuación, son de carácter espiritual, y su objetivo es permitir que el Akasha o espíritu, se unifique con la energía del cosmos, el Real Ser del universo: “Dios”. Son mantras esotéricos, por lo que deben ser practicados en cámara oculta, santuario, o su vocalización debe realizarse mentalmente. 56


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“OM AKASHA AUM ALEPH” “OM AKASHA AUM KETHER” En este sentido, los mantras mencionados, cumplen con el propósito de unir el Real Ser interno del hombre, con el Real Ser del cosmos. En el primer mantra, se solicita a las divinidades del cosmos, que permitan unir el Akasha interno del hombre, con el Akasha cósmico, para que se ilumine nuestro Akasha, destacando que esa iluminación, debe darse con el inicio del trabajo espiritual, la iniciación del Maestro. El mantra: “OM AKASHA AUM ALEPH”. Es la conexión entre el Iniciado y el cosmos, durante la iniciación. Es el despertar de la conciencia, como inicio de la gran obra. Mientras que el: “OM AKASHA AUM KETHER”. Es el final de la gran obra, consagrado en el despertar de la polividencia, y la Maestría Superior, que permite al Maestro alcanzar la autorrealización absoluta. Los mantras sagrados: “OM AKASHA AUM ALEPH” y “OM AKASHA AUM KETHER”, destinados a solicitar a las divinidades de los mundos superiores, la liberación del Akasha, provienen del mundo causal, en donde rige la ley de causalidad. Sin embargo, estos mantras están vinculados al mundo átmico, en el que rigen solo tres principios fundamentales: el principio de la luz, del calor y del sonido. El mantra: OM, pasa a simbolizar la unión de Hokhmah y Binah, el Akasha representa el Real Ser interno, el mantra sagrado: AUM, permite la comunicación de la esencia del hombre con la energía que emana de la séptima dimensión, y el nombre de Aleph o Kether, que se ubican al final de cada mantra, permiten invocar el principio o final del Real Ser del cosmos, que es el Akasha Universal. No obstante, esta invocación destinada a unir la energía del hombre, con la energía de las divinidades, no proviene de la mente humana, y en este sentido, debo reconocer que estos mantras, no son una creación intelectual, debido a que los mismos, son originados en el mundo causal, a partir de los tres principios universales, que emanan de la séptima dimensión, en la que se encuentra el mundo átmico, y han sido develados hoy, porque en los planos superiores, se 57


ALEPH DÁATH ha decidido, así como también se ha decidido, que sean develados, por quien en el mundo causal, se ha consagrado con la Maestría Iniciática del Aleph. Estos dos mantras sagrados y esotéricos, por su contenido secreto e íntimo, que le vincula al espíritu, solo pueden ser vocalizados en cámara oculta, o lugares reservados a la meditación, los cuales no pueden estar a la vista o acceso de todas las personas. Adicionalmente, son develados otros siete mantras sagrados, destinados al despertar de los sentidos ocultos del hombre, equilibrio de sus chacras, solarización de los cuerpos lunares, y encarnación de los tres cuerpos solares. Estos mantras sagrados son: “OM AKASHA LAM AUM DO” “OM AKASHA VAM AUM RE” “OM AKASHA RAM AUM MI” “OM AKASHA YAM AUM FA” “OM AKASHA HAM AUM SOL” “OM AKASHA IAO AUM LA” “OM AKASHA IAO AUM SI” El primero de estos mantras, guarda relación con el cuerpo físico, el chacra raíz o Muladhara, y el despertar de la facultad de recordar las vidas pasadas de forma consciente. La vocalización “OM AKASHA” permite abrir el canal de comunicación energética que vincula el espíritu con el centro intelectual, mientras que el mantra “LAM” equilibra el chacra Muladhara, haciendo que este transmita una señal destinada al despertar de la facultad de recordar las existencias pasadas del sujeto. Esta señal emitida por el chacra Muladhara, viaja por el canal, que comunica el centro intelectual con el Akasha o Real Ser interno, y permite no solo equilibrar el chacra, sino también despertar su facultad oculta, finalmente, el mantra “AUM”, permite elevar esta comunicación a las dimensiones superiores, y la vocalización de la nota musical 58


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“DO”, canaliza la energía que viaja a través de esos canales, a la escala vibrasional del cuerpo físico, para que este cuerpo sea solarizado. El proceso antes mencionado, también se desarrolla de igual forma en los mantras siguientes, diferenciándose solamente, el chacra que deberá equilibrarse, la facultad o sentido oculto a despertar, y el cuerpo asociado la escala vibrasional de cada nota musical. En este sentido, el segundo mantra: “OM AKASHA VAM AUM RE”. Permite equilibrar el chacra sacro o Svadhisthana, despertar la facultad de dominar el desdoblamiento astral consciente, y alcanzar la solarización del cuerpo vital. El tercer mantra: “OM AKASHA RAM AUM MI”. Permite equilibrar el chacra del plexo solar o Manipura, despertar la telepatía, y alcanzar la solarización del cuerpo astral. El cuarto mantra: “OM AKASHA YAM AUM FA”. Permite equilibrar el chacra del corazón o Anahata, despertar la intuición, y alcanzar la solarización del cuerpo mental. El quinto mantra: “OM AKASHA HAM AUM SOL”. Permite equilibrar el chacra Vishudha, despertar de la clariaudiencia, y encarnar el cuerpo causal. El sexto mantra: “OM AKASHA IAO AUM LA”. Permite equilibrar el chacra del tercer ojo ““Ajna” despertar de la clarividencia, y encarnar el cuerpo búdhico asociado al plano vibrasional de la nota musical “LA”. Sin embargo, existe una variante en este mantra, al igual que en el mantra: “OM AKASHA IAO AUM SI”, la cual está marcada, por el mantra destinado a equilibrar el chacra correspondiente. En este caso, está vinculado al mantra: “IAO”. Este poderoso mantra, guarda una amplia relación con la transmutación alquímica de las energías femeninas y masculinas, que ascienden a través de los canales de Ida y Pingala, para alcanzar el despertar, no solo de los sentidos ocultos, sino también, la solarización del cuerpo búdhico, en el caso del mantra: “OM AKASHA IAO AUM LA”, y en el caso del mantra: “OM AKASHA IAO AUM SI”, el equilibrio del 59


ALEPH DÁATH chacra corona o Sahasrara, el despertar de la polividencia, y encarnar el cuerpo átmico, asociado al plano vibrasional de la nota musical “SI”. Otros mantras sagrados son: “OM AKASHA IAO IEOAUMS” “OM AKASHA AUM IEOAUMS” “OM AKASHA AUM AKASHA”. El Primero de estos tres mantras sagrados, tiene el propósito de abrir ese canal de comunicación, entre el centro intelectual, ubicado en el chacra del tercer ojo ““Ajna”, y el Akasha o Espíritu, para que posteriormente la vocalización del mantra: “IAO” transforme las energías creadoras, en una energía mucho más sutil, que sea capaz de ascender, por los canales de Ida y Pingala, para que finalmente, la pronunciación alargada de las siete letras: “I… E… O… A… U… M… S…”. Permita irradiar las energías transmutadas, a cada uno de los siete chacras, con el fin de que estos, funcionen de forma equilibrada. El Mantra: “OM AKASHA AUM IEOAUMS”. Permite conectar el Akasha del hombre, a través del chacra Ajna, con el centro intelectual, y mediante el mantra “AUM”, y la vocalización de las siete letras: “I… E… O… A… U… M… S…”. Permite que las energías transmutadas logren solarizar los chacras, con el objeto de despertar los sentidos ocultos del hombre. Finalmente, el mantra: “OM AKASHA AUM AKASHA”, está vinculado a la unión entre el Espíritu del hombre, y el espíritu universal del cosmos: “El Ser de la séptima dimensión”. El Mantra “OM AHASHA”. Abre el canal, entre el centro intelectual del hombre, y lo une con el Akasha interior: su Real Ser, mientras que el mantra “AUM AKASHA”, abre el canal de comunicación energética, que une el chacra corona o Sahasrara, y lo une al Real Ser de la séptima dimensión. Por lo que, al abrirse estos canales en un mismo tiempo, durante la meditación, se une el Akasha del hombre, con 60


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el Akasha del cosmos, o Real Ser de la séptima dimensión, aspecto que representa la unión del alma humana, con el alma divina en una sola energía. Los Pranayamas, son técnicas de respiración que permiten transmutar las energías creadoras del ser humano, en una energía más sutil, que sea capaz, de ascender por los canales de Ida y Pingala, que nacen en el chacra raíz o Muladhara, y finalizan en el chacra corona o Sahasrara. Estas técnicas fundamentalmente, se basan en la respiración controlada mediante la inhalación, retención y exhalación del aire, por ambas fosas nasales, o por un solo conducto nasal. En este sentido, cada conducto nasal, está asociado a los canales de Ida y Pingala, el canal de Ida, se vincula a la respiración por la fosa nasal izquierda, que está relacionada, a su vez, con las energías femeninas, y la fosa nasal derecha, con el canal de Pingala, relacionado con las energías masculinas. El objeto de los Pranayamas, es canalizar y transformar la energía vital “Prana”, dentro del cuerpo físico, con el fin de que esta pueda transmutarse, en una energía de mayor valor espiritual, y con una densidad menor, que le permita ascender por los canales de Ida y Pingala, hasta llegar al chacra corona o Sahasrara, y así, poder unir el Akasha del hombre, con el Akasha de la séptima dimensión, mediante la meditación y los mantras sagrados.

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Gráfico 22. Canales de ida y pingala.

El primer Pranayamas, consiste en colocarse en alguna de las posiciones correctas para la meditación, e inhalar el aire por ambas fosas nasales, hasta llenar el abdomen de aire, se retiene el aire, mientras se mentaliza el mantra: IAO, y finalmente se exhala. Durante las fases de inhalación y exhalación, solo debemos escuchar, el aire que entra o sale del organismo en completo y profundo silencio. El segundo ejercicio, tiene relación con la transmutación energética, a través del control del aire, por cada una de las fosas nasales, asociadas a los canales de Ida y Pingala. En este sentido, tenemos la posición correcta para la meditación, con solo una variante, la mano derecha debe ubicarse sobre la nariz, con el dedo pulgar sobre la fosa nasal derecha, y con el anular para bloquear la fosa nasal izquierda. En este ejercicio, se debe considerar lo siguiente: en el hombre, se debe tapar la fosa nasal izquierda, para poder Inhalar por la derecha, en un primer momento; en el segundo momento, se deben tapar las dos fosas nasales, conteniendo 62


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el aire en los pulmones, y mentalizando el mantra: “IAO”; y en el tercer momento, se destapa la fosa nasal izquierda para exhalar el aire. En el cuarto momento, se debe inhalar el aire por la fosa nasal izquierda; en el quinto momento, se tapa de nuevo las dos fosas nasales, y mientras se retiene el aire, se mentaliza el mantra: “AUM”, y finalmente en el sexto momento, se debe exhalar el aire por la fosa nasal derecha, tal como se visualiza en el siguiente grafico:

Gráfico 23. Técnicas de transmutación praṇayama.

En el caso de la mujer, el ejercicio se inicia de forma inversa. En un primer momento, la mujer debe tapar su fosa nasal derecha para inhalar por la izquierda; en el segundo momento, debe tapar las dos fosas nasales y mientras retiene el aire debe mentalizar el mantra: “IAO”; en el tercer momento, debe liberar la fosa nasal derecha y exhalar por ella. Posteriormente, en el cuarto momento, debe inhalar por la fosa nasal derecha; en el quinto momento, tapar de nuevo sus dos fosas nasales y mientras retiene el aire, debe mentalizar en mantra: “AUM”; y finalmente en un sexto momento, debe liberar y exhalar el aire por su fosa nasal izquierda. Ciclos que se deberían repetir por siete veces. Las cadenas energéticas, no son otra cosa, que la unión de un conjunto de personas con la finalidad de pedir a las divinidades de los mundos superiores, un deseo asociado al bien común. 63


ALEPH DÁATH En este sentido, cabe señalar que el deseo de una persona, bien sea, negativo o positivo, constituye una carga energética, la cual es emanada por la persona que lo trasmite, y esta energía positiva o negativa, es reflejada en el exterior, en el entorno que le rodea, en el entorno que rodea a las personas con quienes frecuenta, y en los lugares que este frecuenta. Por tal razón, el ser humano, se ve influenciado en gran parte, por las energías que se acumulan en el ambiente. En consecuencia, las cadenas energéticas, cumplen con el fin, de unir los deseos de varias personas, y sus energías, para enviarlas, hacia un lugar determinado y con un propósito específico. Las cadenas energéticas se pueden dar de varias formas y con múltiples propósitos. Entre sus formas se tienen, las cadenas de concentración, las cadenas de meditación, las cadenas de vocalización, y las cadenas de oración. De a cuerdo a su propósito, las mismas se pueden clasificar como: cadenas espirituales, cadenas de fuerza, o cadenas de sanación. En todas las cadenas energéticas, los individuos del grupo, se colocan en círculo, uno al lado del otro, y mirando al centro, se toman de las manos de una forma característica, que consiste en dar la mano derecha, y recibir con la izquierda. En la figura, que aparece a continuación, se observa cómo debe darse la mano a las personas que se encuentren a cada lado de la cadena.

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FORMA INDICADA DE SUJETARSE EN LAS CADENAS

Gráfico 24. La forma indicada para sujetarse de las manos en las cadenas energéticas.

Las cadenas dependiendo de sus formas pueden realizarse con sus integrantes de pie o sentados, cada uno en una silla. Siendo de vital importancia que nadie rompa el círculo durante la cadena, porque si esto sucede, se romperá la energía y se perderá en el ambiente. En las cadenas de concentración, es recomendable que los integrantes se encuentren sentados, debido a que, por lo general, es un trabajo, que suele ser largo y las personas, pueden perder la concentración estando de pie. En este tipo de cadenas, se suele colocar un objeto en el centro del círculo, preferiblemente una vela, o cualquier objeto tridimensional que pueda ser observado por todos los miembros del grupo. El trabajo consiste en concentrar la mirada de todos los integrantes de la cadena, sobre el objeto, y manteniendo la concentración visual, todos los integrantes, desarrollaran la capacidad de fortalecer el magnétismo visual. 65


ALEPH DÁATH Las cadenas de meditación, se realizan de forma similar, preferiblemente sentados, pero a diferencia de las cadenas de concentración, sus integrantes estarán con los ojos cerrados. Una vez que los participantes de la cadena, se tomen de las manos y cierren sus ojos, comenzarán a relajar el cuerpo físico, y al alcanzar el estado de relajación adecuado, podrán realizar algunos mantras, que les permitan meditar y colocar la mente en el vacío que se necesita para expresar la esencia. Al finalizar la meditación, podrán concluir con algunos mantras, y dar gracias a las divinidades, por hacer posible la realización de la cadena. Las cadenas de vocalización, son muy parecidas a las de meditación, y en ellas, los integrantes de la cadena, se unen con el fin de realizar la vocalización de mantras, destinados a diversos fines, por ejemplo: vocalización de mantras para equilibrar los chacras, u otros mantras, destinados a crear un ambiente armonioso, próspero, o mejorar los estados anímicos de los participantes. Las cadenas de oración, son cadenas en donde los integrantes, se unen para elevar sus plegarias u oraciones al Real Ser infinito: Dios. En estas cadenas, los integrantes, estarán con sus ojos cerrados, y después de entrar en estado de relajación, vocalizarán tres veces los mantras: “OM” y “AUM”, posteriormente darán inicio a las oraciones o plegarias, realizarán sus peticiones a las divinidades, a sus Maestros espirituales, entre otros, y para finalizar, darán las gracias y solicitarán que las peticiones, se realicen tanto en el plano físico, como en los mundos internos, y se finalizará la cadena con el mantra “AUM”, repetido tres veces. En este tipo de cadenas, los fines pueden ser espirituales, en donde las plegarias, peticiones u oraciones, tienen el propósito, de solicitar la ayuda de crecimiento espiritual, para avanzar o mantenerse en el camino. En este mismo orden de ideas, las cadenas de oración, pueden ser cadenas de fuerza, cuando el objeto, es pedir a las divinidades, que nos provean de fuerza de voluntad para realizar algún trabajo, alguna obra, o emprender alguna acción, en la que necesitemos del poder de los mundos 66


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superiores. En este tipo de cadenas, también se incluyen las cadenas realizadas, para pedir a los elementales, que nos despejen el camino en circunstancias adversas, o encomendar a los elementales de la naturaleza, alguna otra acción. Las cadenas de sanación, son las cadenas destinadas, a pedir a los mundos superiores, a las divinidades, y al Dios infinito Real Ser del cosmos, por la sanación espiritual o física, de los integrantes de la cadena, o por la sanación de cualquier persona, conjunto de personas, o sanación de la humanidad. Las cadenas de oración, se pueden iniciar de la siguiente forma: una vez que los integrantes de la cadena, se tomen de las manos, y entren en relajación, mediante doce respiraciones profundas, se vocaliza el mantra: “OM”, tres veces seguidas: posteriormente se da inicio a la cadena, pronunciando las oraciones en el siguiente orden, las cuales se repetirán tres veces: “Que el Sonido del Padre se haga presente”. “Que la Luz que emana del Hijo nos ilumine”. “Que el Calor del Espíritu Santo avive la llama”. Después de esto, se repetirán las siguientes oraciones, las cuales se repetirán tres veces: “Bendito sea el Sagrado Nombre de la Unidad”. “Bendito es el Número Uno, Inicio y Final del Todo”. “Bendito es el Akasha en su Unión con el Universo”. Como acto seguido, se vocalizará en mantra: “AUM”, tres veces seguidas, y se iniciarán las oraciones o plegarias, realizando primero el siguiente preámbulo: Dios infinito, Akasha del Universo, te suplicamos, con nuestra Alma y nuestro Corazón, que nos asistas en las siguientes peticiones. 67


ALEPH DÁATH Se realizarán las peticiones particulares que queramos, y se concluirá de la siguiente manera: Dios todo poderoso, te damos las infinitas gracias por haber recibido nuestras súplicas, las que esperamos se cristalicen, en el plano físico y los mundos internos, de acuerdo con la ley divina. ¡Que Así Sea! ¡Que Así Sea! ¡Que Así Sea! Finalmente, se vocalizará el mantra: “AUM”, por tres veces seguidas y se anunciará que la cadena se ha concluido, para que los integrantes puedan soltar sus manos y abrir los ojos. En todas las cadenas energéticas, deberá existir un guía, que tendrá la función de organizar la cadena, y dar las instrucciones o pasos a seguir, para el desarrollo de la misma. Así mismo, este guía, en las cadenas de oración, deberá pronunciar las oraciones, para que los demás integrantes, repitan con él, a fin de evitar errores durante la cadena energética. La importancia de este tipo de prácticas espirituales, radica en unir la energía positiva, que los integrantes emanan a través de sus buenos deseos, y proyectarla en un objetivo, o petición en común, para que ese propósito se consolide. En las oraciones iníciales de la cadena energética, se pide la presencia del Dios padre, que rige el principio del sonido; del Hijo que rige el principio de la luz; y del Espíritu Santo que rige el principio del calor en la séptima dimensión, con el fin de que se haga presente, la energía de la trinidad en la cadena, antes de iniciar. Posteriormente, se Bendice el nombre de la Sagrada Unidad, el Numero Uno que es el Inicio y el Fin, el Alfa y el Omega, el numero que simboliza al Único Dios, y en la frase: “Bendito es el Akasha en su Unión con el Universo”. Se bendice el Real Ser interno del hombre, nuestro Real Ser, en su unión con el universo, que simboliza la unión de nuestro Ser, con el Dios infinito y universal. Estas frases, aportan un gran poder energético al iniciar las peticiones, y permitirán 68


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la proyección de la energía interna de los integrantes, en función del logro de un propósito común, de la manera más adecuada.

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CONCLUSIONES

E

l estudio del hombre en su contexto energético, psicológico y espiritual, es una pieza clave que precisa su potencial, e inmenso valor como producto de la creación divina. La concepción cabalística, articulada a las facultades energético-espirituales, y las capacidades extrasensoriales, son elementos de vital importancia que permiten explicar como el Akasha o Real Ser del hombre, se libera de las ataduras que le unen al reino de Malkhut o mundo de la materia. Esta concepción cabalística, como se ha mencionado, está articulada al despertar de los sentidos ocultos del hombre, los cuales, a su vez, dependen del equilibrio y funcionamiento eficaz de los siete chacras principales, además de la solarización de sus cuatro cuerpos lunares, y la forma en que el hombre, encarna sus tres cuerpos solares. En consideración a lo expuesto, la concepción cabalística, que permite explicar la vinculación entre los cuatro mundos: el primero de ellos, conocido como mundo divino ((Atziluth); el segundo como mundo de la creación (Beriah); el tercero como mundo de la formación (Yezirah); y el mundo de la materia ((Asiyyah), con los sentidos ocultos, el equilibrio de los chacras y el efectivo funcionamiento de su sistema endocrino, también guardan relación con la alquimia. De esta relación, surge la visión teleosofica de la alquimia, en la que se caracteriza, el alma humana y el alma divina, desde la interacción de elementos espirituales, psicológicos y energéticos, existentes en el hombre como un ser, que en su realidad es emocional, pero en su accionar conciente, puede constituirse como un ser intelectual, entendiendo esta condición, como el desarrollo de su intelecto superior. Esta teorización de la alquimia, permite definir el alma humana, como la unión de tres aspectos fundamentales, el psicológico en el que se esconde el Ego, el plano energético 71


ALEPH DÁATH que alberga la esencia, y la unión de estos, con el objeto de conformar la Personalidad, que es el elemento que caracteriza al hombre común. No obstante, el alma divina es caracterizada por tres aspectos: (Intelecto, Conciencia y Espíritu). El intelecto superior, o entendimiento de Binah, se conjuga con la conciencia despierta, para que de ella, emane la sabiduría de Hokhmah, y de la unión de estos elementos, se exprese el espíritu ((Akasha), como centro del alma divina. Esto permite sustentar, la alquimia, la concepción cabalística, el despertar de los sentidos ocultos, el equilibrio energético, y la encarnación del alma divina en el hombre, como factores que dependen de la transformación conciente, que el ser humano realiza, a través del trabajo esotérico, alquímico y psicológico, con el fin de alcanzar la realización espiritual, o liberación del Akasha. En consecuencia, para alcanzar la realización espiritual, el hombre debe someter a la praxis, los métodos destinados al despertar de la conciencia, además de otros trabajos esotéricos, tales como son los: Mantras, Pranayamas, e incluso las Cadenas Energéticas, con el fin de poder eliminar la Personalidad, y liberar el espíritu. En tal medida, la práctica de los mantras: “OM Akasha”, los Praṇayama y las Cadenas Energéticas, permiten encarnar el alma divina, y el despertar de los sentidos superiores del hombre, a fin de que este, consolide la gran obra: la Autorrealización Espiritual, que solo puede alcanzarse, después de la liberación y realización del espíritu. .

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ÍNDICE Contenidos:

Págs. 03

Introducción 05 Materia Energía y Alma 19 Los Siete Chacras 43 Los Siete Cuerpos del Hombre 47 La Alquimia y la Teleosophia 55 Espiritualidad Energética 71 Conclusiones 75 Oración del Iniciado

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ORACIÓN DEL INICIADO Dios Mío Maravilloso Ser de Luz que iluminas mi alma, y fortalece mi espíritu. Te pido que me ayudes a encontrar el camino de la suprema sabiduría, para vivir y comprender, el verdadero motivo de mi existencia. Ayúdame a comprender el conocimiento, para entender el mundo que lo desconoce. Permíteme sentir amor por la humanidad, aunque una parte de ella, manifieste indiferencia. Asísteme en todas mis peticiones de acuerdo a la ley divina, y hazme comprender sabiamente, las obras que debo realizar. Guíame en cada momento de mi vida y hazme sentir fuerte, ante las adversidades y pruebas que debo superar. Dame la luz que me permitirá enseñar a los demás, con respeto y humildad. Coloca en mis labios las palabras necesarias, para expresar los sentimientos más nobles, y borra de mi naturaleza interna, todo pensamiento innecesario. Hazme trascender la indiferencia, valorar la humanidad y entender que mi ejemplo, es la mejor forma de enseñar. Dios Mío De acuerdo a la ley divina, permíteme comprender la vida para alcanzar el máximo fin de mi existencia, condúceme a la libertad absoluta de la realización espiritual, y encarna en el interior de mi real Ser: La Justicia, Libertad y Sabiduría. ¡Que Así Sea! ¡Que Así Sea! ¡Que Así Sea! Aleph Dáath 75




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