Historia de León - Dr. Francisco Javier García y Paredes

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H I S T O RIA D E LE Ó N Dr. Francisco Javier García y Paredes


HISTORIA DE L E Ó N

Dr. Francisco Javier García y Paredes 2


Historia de león Dr. Francisco Javier García y Paredes Diciembre 2020 Derechos Reservados Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida sin permiso previo de autor. Producido por Talachero Studio Hecho en México 3


Quien no lleva mĂşsica alegre en el alma, es sordo o le falta ritmo, armonĂ­a y sentimiento.

Gracias a todas las personas que han traĂ­do mĂşsica grata a mi vida, me otorgaron bienestar y placer.

Los trovadores del mundo, mensajeros del amor. Transforman los sentimientos en placeres divinos.

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Como un homenaje al Romance:

Francisco Javier y Alma Rosa Gabriela Karina y Gabriel Francisco Javier y Gidell Alejandro Arnavik e Ivonne Ivalu Jaana y Cristian Nualik Javier y Joahanna Eliza y Roberto Alejandro y Yesenia Javier Ulises y Mariela Alejandra Ana LucĂ­a y Eleazar Ofelia y Ernesto Abraham Alma Alida 5


PRÓLOGO

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dmiro al ser humano como creación única y divina. Se le dieron tantos dones y es capaz de hacer con ellos un sinfín de maravillas. Su caja especial de producción es el cerebro. Cuando la mente plantea un objetivo, el cerebro pone en marcha todos sus aditamentos para alcanzarlo. El dueño de este cerebro creador que pone al alcance de nosotros esta historia, almacenó todo el material que requería con base en la observación, la investigación y el amor a la vida y a las personas para relatar una serie de acontecimientos en una verdadera historia. Eligió un hermoso escenario, el estado de Puebla; los personajes, un grupo de muchachos y muchachas que se identificaron a través de la música. Son personas con características similares: jóvenes, alegres, sanos, con sueños, ilusiones y un intenso deseo de disfrutar la música e interpretarla para deleite de los demás. Es una historia de época muy importante porque nos permite comprender el contexto de entonces. Los años setenta fueron una época con características muy especiales: la música acompañaba a la poesía, invitaba al romance, propiciaba la crítica social, los jóvenes compartían sus ideales a través de ella. Podía hablarse de una juventud viva, con deseos de vivir, de disfrutar. Aún se conservaba unida la familia. El deporte era una de las actividades para el desahogo físico y emocional. El autor ama la tierra que describe. Pinta con palabras cada rincón de Puebla, nos muestra a su gente a través de los perso-


najes. Su condición de ricos o pobres no es motivo para evitar el trato amable y cordial de los habitantes y el orgullo con que comparten aquello que los identifica: bellezas naturales, artesanías y gastronomía. En toda historia hay un hilo conductor que conduce a los actores. La pareja que dirige la trama de la historia presenta en el momento oportuno a cada uno de los personajes con sus fortalezas y debilidades, sus aciertos y desaciertos. Esto deja claro que el narrador conoce, y comparte con el lector, los sentimientos y las emociones de los personajes, sobre todo su amor y entrega a la música. Es tanta su pasión, que convierten a los instrumentos en una extensión de sus cuerpos y almas. Contagian sus sentimientos y emociones a quienes les escuchan. El líder del grupo fortalece la amistad, surgen parejas que formalizan sus relaciones basadas en el amor. Se muestran los defectos, se perdonan los errores, se tiende la mano al que cae. Surge la empatía que le permite al grupo consolidarse. Con el correr de las líneas y las páginas nadie olvida sus orígenes, su lugar o su entorno. Ese lugar es Puebla; lo dice el equipo de futbol, lo dicen las calles, la música, el trato cordial de la gente, lo dice el corazón del autor. La historia logró su objetivo. Mtra. Guadalupe Montero Canto


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HISTORIA DE LEÓN aminaba desde la unidad habitacional Unidad Guadalupe hacia los campos de aviación. En una de estas casas habitaba el joven estudiante que iba a ejercitarse. Le gustaba la marcha, caminar era su deporte favorito. Iba observando el cielo azul y las escasas nubes del mes de mayo de 1969. Era día festivo con descanso obligatorio. Sobre la misma acera, en sentido contrario, caminaba un joven erguido y con firmeza. Tenía aspecto de militar. Se cruzaron las miradas, caminaron unos pasos, y luego sorprendidos voltearon a reconocerse. −¿No me digas que eres León Felipe Covarrubias? −Si lo soy, Bernardo Corona. Se funden en un abrazo hermanable. −¿Qué te has hecho, poeta, boticario, dramaturgo y escritor? −Nada de lo que dices. Actualmente estudio segundo año de medicina aquí en la universidad de Puebla. Ni poeta ni boticario. Tampoco soy actor dramático aficionado, aunque mi vida sea parte de una tragedia. La he convertido en zarzuela. Tú, cadete, ¿qué cuentas de tu vida? −Ya estoy en la escuela médico militar. También curso el segundo año de la carrera. Estoy contento y satisfecho por la elección. −Aparte de estudiar medicina, ¿qué otras actividades tienes en el colegio, amigo? −Es complicado. Ya estoy acostumbrado a la disciplina marcial. Abarca la teoría y la práctica de la instrucción militar, estudio de la legislación militar, servicios de guardia de prevención, guardia de imaginaria, cuartelero, vigilante, centinela, además la academia médica. Cuando alcance el tercer año, haré guardia en hospital − comentó León −. Se necesita tener carácter fuerte y enérgico para soportar la rígida disciplina. Tu sueño se hizo

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realidad, amigo. Nada más que de transmisiones te fuiste hasta las intervenciones. −Efectivamente, León. Me apasionaba la administración de la tecnología en información y comunicación. Sin embargo, Dios propone, llega Elfega y todo los descompone. Mi novia es veracruzana. Nos conocimos hace dos años, y ya sabes que cuando te enamoras le das la vida a quien se enamora de ti. Así va la canción. Ella me convenció para que estudiara medicina. Por eso te dije al principio, estoy satisfecho con la decisión, ya sabía que me lo ibas a mencionar. Dime, poeta loco, ¿hacia dónde te diriges? −Ando caminando sin rumbo, sin dirección. Mi intención es caminar para ejercitar bofe y corazón. −Te propongo que me acompañes a casa de mamá. Está a quinientos metros de distancia, Nada más caminamos en sentido contrario. Ella vive en la Unidad Hacienda, rumbo a Ciudad Universitaria. −De acuerdo, vamos a saludar a Doña Genoveva. −¿Qué me cuentas de los compañeros de la secundaria?− pregunta Bernardo. −El Gilgamesh estudia sociología, sigue siendo futbolista, trabaja en un conjunto musical que ameniza fiestas, sigue tocando la guitarra y la batería. El Potrillo estudia veterinaria, trabaja con su padre en el rancho. El matemático se nos fue para físico matemático, discípulo de Einstein. El maestrito estudia educación física en la Normal, el ocurrente estudia arquitectura y sigue igual de mamilas. El sabio estudia filosofía y letras. No ha cambiado el guasón. Son de los que me acuerdo, ya ves que la prepa la hice en la Benito Juárez. Otros continuaron en el Instituto Oriente, el Benavente, el Centro Escolar, les perdí la pista. −Tú no cambias nada, poeta, hombre blanco, ahora más alto, menos delgado. Tu comunicación es la misma, parece que te vi 2


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ayer − comenta Bernardo sonriente. −En cambio tú, Bernardo, estás más moreno, muy alto, fornido, formal en el trato. Antes, de todo te reías. Ahora se te ve el rostro duro, músculos faciales contraídos. Te ves imponente, en el sentido expresivo. Llegaron a la tienda de Doña Genoveva, mamá de Bernardo, quien no reconoció a León Felipe. −¡Mira nada más qué alto estás! Y muy guapo, además. −Gracias, doña. Usted no cambia. Los años no pasan por usted, la veo guapa, además de alegre, amable y simpática. −Aquí tienes tu casa, hijo. Me convertí en empresaria de este negocio de supermercado con frutas y verduras. −Está muy bien, doña. Siempre ha sido muy emprendedora. Bernardo se mantiene abrazado de su madre. Aprovechando que en este momento hay poca clientela, se dirige a ambos jóvenes. −Me acuerdo de ustedes. Parece que los estoy viendo en primer año de secundaria, cuando tu papá trabajaba como médico en el sindicato del Seguro Social. Te atravesabas la calle y te estabas en la casa jugando con Bernardo hasta las siete u ocho de la noche − voltea a ver a Bernardo −. Recuerdo que me decía Antonio, tu hermano, ¡mamá, ya diles que van en secundaria! ¡Que dejen de jugar a los luchadores! Allí tenían todos los días a los muñecos peleando sobre un ring armado con ligas, jugando a las carreras de carros sobre una pista dibujada en el piso. Se la pasaban jugando. Discutían como dos niños pequeños pero nunca pelearon. Me gustaba mucho esa amistad. Además, mi hija Esperanza que ya iba en sexto te decía que eras su novio. Nunca la viste con malas intenciones, a pesar de que ella era muy insistente. −Es el respeto, doña Geno. Tengo un papá demasiado estricto, 3


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un tirano. Me ha convencido que es de valientes conservar la amistad sobre todas las cosas. Oiga, Doña, no se me olvidan las tardes con Antonio, cuando nos llevaba a entrenar futbol al campo de La tarjeta. Nos enseñó la técnica del balompié y nos repetía con frecuencia − No nada más es patear, hay que saber dirigir la pelota hacia un objetivo. Para ser buen jugador se necesita repetir las habilidades hasta mil veces − Nos enseñó a utilizar en el chute las dos piernas, pegarle a la pelota con la punta, las partes laterales y hasta con el talón. Gratos recuerdos con el maestro Antonio, un genio del deporte. Empezaron a llegar los clientes y dejaron a doña Genoveva continuar su tarea. −Oye, León. ¿Qué fue de nuestras amigas novias de tercer año de secundaria? −Hasta donde yo les seguí la pista, Didem está estudiando Ciencias del Derecho social. Era una urraca parlanchina que no paraba de hablar y polemiza. Creo que eligió bien la carrera. Es novia de Ramón. Esra era mi novia en ese tiempo. Está estudiando Ciencias Químicas en México. La tuya, Blanca Alicia, está en el Politécnico estudiando Agronomía. Sigue igual de bonita, me la he encontrado varias veces en la Comercial Mexicana. Me pregunta por ti, le contesto que estás en el Colegio Militar. La dejaste impresionada, Bernardo− contesta el cadete−. Yo creo que forma parte del pasado definitivo, de los buenos recuerdos, un pasado que evoca grata convivencia. Oye, Bernardo. ¿Cada cuándo vienes a visitar a tu mamá? −Cada mes, aunque a veces pasan hasta dos. Mamá vive con mi hermana Esperanza. Este año termina el bachillerato. Mi hermana Genoveva ya se casó y vive en Orizaba. Antonio se fue para México a extender la empresa que tenía aquí en Puebla. Me preocupa mi viejita. Le hablo cada tercer día por teléfono. 4


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Es tan animosa que a veces ella termina consolándome a mí. Así es la vida, hermano. Cuando los hijos se van, los viejos pueden quedar abandonados – dijo, y se quedaron pensativos un rato. −¿Oye, qué ha pasado con tu familia? Me extraña verte a pie siendo que eres de familia ricardiña −preguntó el cadete. León se queda pensativo y en eso aparece Esperanza, la juvenil bachiller transformada en una hermosa mujer. Abraza eufórica a su hermano, luego extiende la mano amablemente a León. −¿Te acuerdas de mi amigo? −le dice Bernardo. −Cómo no me voy a acordar de mi enamorado de sexto año de primaria − contesta coqueta y todos ríen de la ocurrencia. −León, te he visto caminar en algunas ocasiones. Pasas por la tienda y ni un lazo nos echas. −Discúlpame, Esperanza. No me imaginaba que fueras tú o tu mamá. De veras no es mala acción, es mala función cerebral− dice, y todos ríen alegremente. −Pues ya sabes, aquí está tu casa. −Gracias. Se va hacia el interior de la tienda la belleza adolescente y se quedan sonrientes un rato. El cadete le pide que continúe con lo de su familia. −No me quejo, Bernardo. Simple y sencillamente, a veces la vida toma rumbos diferentes. Cuando me gradué de bachiller, el regalo que me dieron mis padres fue el divorcio. El padre intachable, rígido, disciplinado, se enamoró impulsiva e irrefrenablemente de Marcela, una joven de 22 años interna de pregrado del Hospital Militar. Se diseñó la estrategia emocional, abandono del hogar, luna de miel frenética, embarazo programado de la musa. Mi madre, como enfermera militar, echó de la casa al enemigo, se quedó con la residencia más dos autos de reciente modelo. Mi padre se llevó su auto nuevecito que había sacado 5


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de la agencia. Ya tenía planificada la renuncia familiar desde tiempo atrás y compró una residencia por el rumbo de La paz. Allá se fue a vivir y después se repartieron los prisioneros. Mi hermana mayor y yo nos fuimos con mi padre, la menor, Fabiola, se quedó con mi madre. Duré dos meses viviendo con mi padre. La tal Marcelita resultó ser una ficha de ajedrez. Sabía moverse en los casilleros del tablero, en varias ocasiones entró a mi recamara con sólo pantaletas. Mi hermana Macarena se dio cuenta del suceso y me pidió calma. Esa noche mi hermana estaba enfiestada con sus amigas y mientras dormía, llegó el tirano y me golpeó sin compasión. Terminé policontundido, abordé un taxi y me fui a la casa de la colonia Américas. Le dije al taxista que me esperara. Cuando llegué, abrí la puerta y sorprendí a mi madre en el acto amatorio con un médico del Hospital Militar. No esperé explicaciones, regresé al auto y de allí al taller mecánico de mi tío Ciro Peraloca, ¿te acuerdas? Es ingeniero mecánico. Ahí me recibió, adolorido del cuerpo y del espíritu luego de que me partieran el alma en partículas nanométricas. −Lo siento, León. Nosotros pasamos por el mismo proceso cuando mi padre abandonó a mi mamá Genoveva. Es un dolor intenso en el área de las sensaciones y sensibilidades. Me da tristeza por lo que estás pasando, amigo − refiere Bernardo. Esperanza salió y les dijo que pasaran a comer. Se cambió el uniforme escolar por una blusa de color azul turquesa y una minifalda azul marino. Estaba demasiado atractiva. Se dejaron conducir al interior del establecimiento hasta llegar al comedor. La mesa ya estaba ataviada con lo necesario para comer. León esperaba paciente la toma de alimentos hasta dar gracias al Señor. Esperanza dijo las palabras de agradecimiento y continuó el drama en episodios. Esperanza se sentó a acompañarlos. −Puedes continuar la charla, Esperanza es de confianza −le 6


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dijo Bernardo. −Llegué con mi tío Peraloca. El taller es inmenso. En un ala tiene una casa grande con tres recámaras. Allí me hospedó temporalmente. Le platiqué lo sucedido, se quedó pensando y luego expresó, mi hermano es un animal instintivo que vive momentos de euforia sexual. Eso no justifica que te haya golpeado. De tu mamá no comento nada porque tiene un significado sublime para cada quien. Independientemente de los hechos, esta es tu casa hasta encontrar una solución. Dices que ya pasaste el examen de ingreso a medicina. Sí, ya lo pasé, le respondí. ¿Todavía no te inscribes? No, tío. El plazo vence esta semana, dije. Entonces me contestó Ciro, enérgico, mañana mismo te vas a inscribir y luego te regresas porque mientras estés aquí, te vas a ganar el pan de cada día trabajando en el taller conmigo. Acepté sus condiciones y le di las gracias. Si los aburro me dicen y paro. −Continua amigo −comenta Bernardo. −Hice la inscripción con los documentos y cuota correspondiente. Platiqué un rato con mis compañeros y me regresé al taller. Ciro me prestó un overol para iniciar labores. Me puso a limpiar con gasolina unas piezas automotrices de motor, me enseñó cómo hacerlo. Me dio un tiempo para terminar la actividad, pues tiene una planeación de cada evento. Me dio un libro para estudiar anatomía y fisiológica automotriz para comprender lo que iba a hacer. Mi tío es un perfeccionista en sus actividades que raya en la obsesión. Es hijo de médico militar y resultó ser desafiante y desobediente como yo. Estudió ingeniería en lugar de medicina, lo que provocó la ruptura con su padre y hermanos. En mi caso, el choque con mi padre vino porque él deseaba que continuara la prepa en el Instituto Militarizado Oriente y yo me fui a la prepa Benito Juárez. Hizo todos los movimientos para que ingresara a la escuela médico militar pero 7


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me inscribí en la universidad autónoma de Puebla. Un desafío que me costó el destierro. Bueno, amigos ya me retiro, −se dirige a la joven con cortesía−. Ya no eres Esperanza ni ilusión, eres una obra maestra. Gracias por la comida, estuvo riquísima, albóndigas para chuparse los labios por mucho tiempo. −Ya te dije aquí está tu casa amigo− contesta ella sonrosada, y sale con Bernardo a la calle pues la doña se encontraba ocupada atendiendo a los clientes. Se despidieron con un fuerte abrazo y quedaron de guacharse en un mes para una nueva entrevista. En el camino de regreso León iba contento. Qué bonita familia, fue un reencuentro exitoso. Le dio gusto saber que sus amigos progresan ya que la familia de Bernardo siempre fue buena con él. Ese día no tenía ganas de hacer comida y quedó muy satisfecho con lo ingerido. Ya nada más se preparó un postre y misión cumplida. El sábado fue de mucho trabajo en el taller. Llegó a la casa, muy cansado, y se sentó en un sillón a ver la televisión. En eso estaba cuando sonó el teléfono. Era Esperanza, quien le dijo que su mamá tenía un fuerte dolor de cabeza y se sentía mareada. Le dijo que iba para allá inmediatamente. Llevó consigo el maletín de médico con sus instrumentos. Cuando llegó, la doña estaba sentada sobre la cama. El estudiante saludó cortésmente a las dos. La joven se notaba preocupada, más bella que nunca. Sacó sus instrumentos y procedió a revisar a la simpática señora. Le auscultó los ruidos cardiacos normales, tomó la tensión arterial obteniendo cifras de 130/90mmhg, al límite de la hipertensión. Le preguntó si era la primera vez o ya tenía antecedentes. La doña confesó que era hipertensa y que tenía dos días que no tomaba la medicación porque no había comprado las medicinas. −¿Por qué no me dijiste, mamá? 8


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−Es que te veo ocupada en tus estudios y prefiero no molestarte. Además no me gusta verte encerrada en la casa. Yo ya disfruté la vida a mi manera y tú estás joven. Necesitas diversión. Tú misma te lo has buscado, rechazas a todos los pretendientes. −Eso no está bien, mamá. Primero estás tú. Yo vivo satisfecha, estoy esperando a mi príncipe encantador, dijo la joven. −Ya estuvo bueno, muchachas peleoneras. Vámonos a comprar los medicamentos, las voy a llevar a un tour caminando y después las invito a cenar. Hoy fue día de paga. León se colocó en medio de las dos, ofreció su brazo a cada una y se fueron charlando animadamente, compartiendo momentos alegres del presente y del pasado grato. Compraron el medicamento prescrito, y después las llevó a cenar a un pequeño restaurante sobre la 43 poniente y 24 sur. Allí continuó la festividad familiar hasta las nueve de la noche. De regresó a la casa, le volvió a checar la presión tenía 110/70mmhg. De quinceañera. Le hacía falta liberar la tensión. Ayudó a Esperanza a guardar en los refrigeradores la fruta que podía madurarse y cerraron la tienda. Cuando llegó el momento de la despedida, Esperanza salió a acompañarlo a la puerta. Entró a decirle a su mamá que iba a estar platicando con León y él le contó a Esperanza sobre la vida de bachiller, sus amigas, aventuras, los pretendientes. Así estuvieron hasta las diez y media, cuando se despidieron con un tenue beso en la mejilla. Ya en el camino, le gritó Esperanza − nos vemos mañana a las cinco de la tarde. Pasas por mí, aquí te espero−. −De acuerdo Aranza. −¿Cómo me dijiste? −Aranza se me hace mejor. −Está bien, príncipe León. Llegó a la casa y antes de dormirse, recostado, pensaba en la 9


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jovencita. Lo estaba cautivando la doncella poblana de padre español y madre poblana. Alta, de un metro setenta, blanca, ojos verdes claros, nariz recta, labios delgados, cuerpo delgado y bien proporcionado. Y lo más importante, era inteligente, simpática, alegre y divertida. Así había soñado a su novia, con esos atributos físicos, intelectuales, espirituales, emocionales. Allí estaba la oportunidad para dejar la soltería transitoria postraumática, después de la separación de sus padres. Cuando llegó por Aranza, lo estaba esperando en la puerta, más galana que nunca. La tienda estaba cerrada y doña Geno charlaba animadamente con su comadre Georgina. Se despidieron de la madre y en el camino Aranza le comentó, no te preocupes, la tarde es nuestra, galán. Llevaba un vestido azul cielo entallado con un cinturón. Se veía fresca y lozana, con la mirada y sonrisa de enamorada. Desde la salida se tomaron de la mano y caminaron altivos. Subieron al camión urbano que los llevó al paseo Nicolás Bravo. Entraron a misa en la Basílica de Guadalupe y allí estuvieron solemnes, orando y admirándose físicamente el uno al otro. Cuando salieron se sentaron en una banca del extenso centro de recreación, le compró unos chicharrones tronadores, la llevó a los juegos mecánicos y se subieron a los aviones locos, al martillo, al pulpo, al látigo. Fueron al juego de las canicas en donde se lanza el redondo proyectil hacia unos hoyos del tablero que están numerados. Se suman los puntos y de acuerdo a la cantidad es el premio. León sumó los puntos necesarios para ganar un muñeco de peluche y Aranza escogió un osito blanco. Continuaron tomados de la mano y ella frecuentemente metía su cabeza en el pecho de su acompañante. Volvieron a sentarse cerca de un monumento con la figura de cupido. Allí León le solicitó con pose de flechador a la preferida, si aceptaba ser su novia. Ella se puso frenética 10


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de contenta. −Esperé tanto este momento que me voy a volver loca. Te amo desde siempre, te lo he repetido muchas veces. Hasta ahora Dios mandó la respuesta − León continuaba en posición de flechador al cielo. −Claro que sí quiero que seamos novios. Entonces la levantó en brazos y la fue bajando lentamente hasta que quedaron los labios sellados. Así se quedaron mucho tiempo, esperando que nunca nadie los separara. Estuvieron sentados, abrazados y besándose repetidamente, platicando experiencias personales, conociéndose en un mundo real, no fantasioso. −León, me dijiste que llegaste con Peraloca, intercambiaste estudio y trabajo por hospedaje. ¿Luego qué pasó? −Mi tío y yo encajamos como familia. Dos rebeldes con causa, desafiantes y enemigos de los tiranos. Nos llevamos muy bien, desde el primer día me puso a estudiar las partes externas e internas de los automóviles: parachoques, capó, techo, portón, puertas, ruedas, travesaños, montantes; luego las partes del chasís bastidor perimetral, travesaño del soporte de transmisión, soporte del estabilizador, travesaño de la suspensión trasera, consola para resorte trasero, travesaño trasero, las partes del motor bloque y cilindros, pistones, cigüeñal, culata y válvulas, cárter inferior. Tú dirás, ¿y para qué me menciona todo este loco? Pues durante nueve meses, todos los días tuve que armar el motor de un carro pieza por pieza, hasta que me hice experto. Exactamente a los nueve meses, armamos el motor con piezas nuevas y lo dejamos como nuevo. Durante los tres meses siguientes aprendí al revés y al derecho todas las conexiones al motor, el sistema eléctrico encargado de repartir alimentación hacia todo el coche para arrancar o encender las luces, la bomba del agua 11


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que se encarga de regular la temperatura del motor (hacer circular el líquido refrigerante a través del bloque de motor, radiador, culata, etc.), la bomba de gasolina que se encarga de hacer que el sistema de inyección reciba de manera constante el combustible a través de los rieles de los inyectores que mediante succión extraen el líquido del tanque y conexiones. En la fosa aprendí a conocer el coche por los sistemas de soporte del chasís, cuya función principal es la acomodación de varias partes relacionadas con el automóvil como el motor, frenos, dirección, niveles, ejes, amortiguadores que controlan los movimientos de la suspensión, los muelles y resortes, el sistema de escape. Un año de práctica me convirtió en perito. Te lo expliqué tan detallado por una razón, el motor que por nueve meses fue un rompecabezas, fue colocado en un viejo Renault que mi tío había comprado años atrás, casi regalado. Después de un año de esfuerzo estaba armado como nuevo, desde el chasís hasta el motor. Le mandó reparar los interiores para dejarlo pulcro, sencillo y presentable. El tablero renovado totalmente, el sistema de luces impresionante, llantas nuevas. A Peraloca le quedó renovado, reinventado. Con la reparación interna pintaron los interiores antes de colocar los cubreasientos. Sólo quedaba defectuosa la fachada externa. Estaba impresionado cuando lo sacamos a carretera. No podíamos correrlo a alta velocidad hasta asentar el motor. Cuando llegamos al taller nos encontramos con un amigo mío hojalatero. −El carro es tuyo, lo arreglaste y participaste en la elaboración total. Te lo ganaste, ya nada más escoge la pintura exterior que tiene que ser diferente a todos los carros de Puebla. Si te falta imaginación te lo quito y me quedo con él − me dijo mi tío. −Está bien, tío. ¡Gracias! − le respondí. Me puse de acuerdo con José Luis y no le digo cuije. La sorpresa es que mañana me lo entregan y me vas a tener que acompañar 12


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a recogerlo, mi amor. −Encantada, mi amado cuije − comenta la novia. −Oye, ¿qué es un cuije? − pregunta Aranza. −Es una especie de lagartija. Así es de que mañana no te vayas a reír del señor, ¡ja ja! Llegaron faltando unos minutos para las diez. Aprovecharon el tiempo faltante para recuperar los años desperdiciados. Se abrazaron y se besaron amorosamente. Faltando cinco minutos entró Aranza a la casa y salió la mamá alegre. −León, te quiere decir algo mamá. −Estimada doña Geno, quiero comunicarle que Aranza, su nuevo nombre, y yo somos novios. La mamá se puso muy entusiasta y abrazó intensamente a su hija. −Yo le dije antes de que salieran hoy, si no se hacen novios te lo voy a ganar − comentó antes de despedirse. Con risas festejaron la travesura. −Antes de que me vaya mañana tengo que recoger un auto. Quisiera que me acompañaran las dos para que me den su opinión. −Qué más quisiera yo, hijo, pero ya descansé dos días el negocio. Ve con tu novia − contesta la doña. De todos modos, gracias, doña Geno − dijo León para luego dirigirse a la amada −. Mañana a las cinco, paso por ti a la escuela, traviesa. −No te vayas sin despedirte, dame mi besito de buenas noches − comenta Aranza antes de la partida. −Sí, topa gigia, hasta mañana. Desde que llegó a la escuela, Aranza se notaba alegre, contenta. Sus amigas Mónica, Belcim e Irma le notaron el cambio. −¿Qué te pasa, amiguita? Hasta pareces enamorada. ¿Ya se le 13


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hizo a alguno de tus pretendientes? − contestó coqueta− Sí, se los voy a presentar. En la tarde va a venir por mí − contestó coqueta. Todas la abrazaron en señal de amistad verdadera. Cuando disfrutas la felicidad de tus amigos, sumas a tus neuronas sentimientos de hermandad. Descendió del camión San Manuel con la bata blanca en mano. Faltaban diez minutos para las cinco y todavía no salían al receso. Se colocó bajo la sombra de un árbol en la acera. En cuanto salieron, se dirigieron en busca del palomo estudiante. Allí estaba, contemplando la Malintzi. Le tapó los ojos a su león enamorado y él volteó lentamente hasta encontrarse con los labios de su amada. Se dieron un beso de bienvenida. Ella pasó su brazo sobre los hombros del apuesto, cara de niño bonito, pelo negro y lacio bien peinado, alto, delgado, piel blanca clara, ojos claros enmielados, sonrisa simpática, carácter extrovertido. Saludó a todas de mano. −Hola, muchachas. Buenas tardes, soy el novio de Aranza, médico, poeta y loco. Ellas contestaron la cortesía, repitieron su nombre y dijeron que eran ampliamente conocidas. Aranza se quedó muda. No sabía qué decir. León empezó a acariciar su cara y su cabello sutilmente y ella reaccionó con audacia. −¿Mi amor, pueden ir mis amigas a ver el carro? − Si tú quieres, la petición se vuelve afirmación. El negocio está como a unas seis calles, podemos irnos caminando hasta el taller. Aranza se regresó con su mejor amigo, quien desde lejos contemplaba la escena, lo tomó de la mano y lo incorporó al grupo. −Mira, León. Te presento a mi mejor amigo, Bernardino. Era vecino de León de toda la vida pero no comentaron nada. León apretó su mano fuertemente y lo invitó a que los acompañara. 14


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Aranza se fue con su grupo de amigas, Berna caminaba delante con León. Después de dos calles el mejor amigo iba riendo con León. Le platicó de la propuesta de su tío para hacer el carro diferente a cualquiera que transitara en Puebla. Berna contestó que si fuera su caso lo transformaría en superhéroe. Superman era el mejor de todos, aunque le gustaría mejor un carro psicodélico de muchos colores más que el arcoíris. Se pararon frente al taller a esperar a las muchachas. −¿Quién te gusta de todas ellas? − preguntó León. Berna contestó con seguridad, − Esperanza es la que más me llena el ojo, soy su ferviente admirador. Me encanta, la veo contenta, me da gusto que seas su novio. Muchos gandayas querían con ella y no se les hizo. Qué bueno que hayas atrapado a la gacela, León. Hacen buena pareja. Yo voy a conseguirme otra. Me gusta Belcim, creo que voy a tender mis redes en ese terreno −. Eso es saber dirigir las frustraciones a una zona confortable conteniendo los impulsos frenéticos o depresores. El cuije tenía el carro envuelto con una capota blanca. La sorpresa estaba en el aire. Le pidió a León que quitara la envoltura y el joven invitó a Aranza a que lo ayudara a descubrir la obra maestra. Un carro diferente a cualquier otro en las calles de Puebla. Allí estaba el Renolito transformado en símbolo del fútbol, color azul cielo en el frente, blanco en la parte posterior, en el techo el escudo del equipo y una franja azul marino atravesaba en sentido perpendicular el auto de derecha a izquierda. En las puertas delanteras, dos ángeles blancos hacían reverencia al equipo. En el capacete o capó había dibujado un balón de futbol, una obra maestra del artista poblano José Luis alias El cuije. León levantó en sus brazos a Aranza, la fue descendiendo lentamente hasta quedar frente a ella y besar sus labios que empezaban a deleitarse con este ritual. Estaba aprendiendo el 15


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arte de la sexualidad. Todos aplaudieron el festejo, empezaron a saltar y a gritar Puebla, franja, Puebla, franja, rra, rra, rra, para después terminar con una porra a José Luis el artista de pintura automotriz. Berna era el más emocionado. Era aficionado de hueso colorado del equipo de la franja. Todos se subieron con cuidado al carro para el estreno. Mónica, Belcim e Irma atrás, adelante Aranza y Berna. Se fueron directo al taller del tío Ciro, quien estaba enfadado porque se le estaba complicando la reparación de un motor. Cuando llegó el sobrino ni siquiera volteó a saludarlo. Llegaron las muchachas y se colocaron alrededor del ingeniero. Cuando se levantó, Aranza le tapó los ojos y todos juntos lo condujeron hasta donde estaba la sorpresa. En cuanto le destaparon los ojos no pudo contener la emoción y abrazó fuertemente a su sobrino. El tío era igual que Berna, fanático del equipo de los ángeles. Se quedó contemplando la obra pictórica desde todos los ángulos. Acompañando estaban Berna y las muchachas en silencio. Pasaron varios minutos mientras León metía la mano en el motor que su tío estaba arreglando. Hizo unos movimientos hasta que todo quedó en orden. Pasaron diez minutos y Ciro estaba feliz. −Efectivamente sobrino, muy diferente a todos los carros que circulan en Puebla. Me acabas de sorprender. ¿Bueno, y estas bellezas de donde las sacaste? − Yo soy la novia de su sobrino, − se adelantó Aranza. − A nosotros ya nos conoce tío, Belcim, Mónica, Irma, y yo soy Berna, tío. Su vecino favorito, ¡fanático número uno de la franja! Ordenó a los muchachos que fueran a comprar unos refrescos y un pastel a unos treinta metros del taller. Cuando iban hacia el departamento, el maestro se dio cuenta que el motor estaba ensamblado en el sitio donde se le estaba dificultando. 16


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−Diablo de muchacho. Ya resolvió el problema. Así pasa a veces, el alumno resulta mejor estratega − comentó en voz alta. Subieron al departamento y estuvo platicando con las muchachas en el comedor. −Así es que tú eres la hermana de Bernardo. Tu nombre es Esperanza, la que trastornó a León toda la semana. Me estuvo platicando de ti. Eso es bueno, ya dio el paso al encuentro del amor. Cuídamelo, es lo único que tengo en la vida. Ha sufrido mucho mi sobrino y no se sentía digno de ser amado. La causa fueron serios problemas familiares. −Fíjese tío Ciro, también ustedes muchachas. Lo conocí desde sexto año de primaria y le declaré mi amor varias veces. Desde entonces he estado enamorada de León. Toda mi familia lo sabe. Ahora Dios nos da la oportunidad de ser novios. ¿Usted cree que no lo intentaré? Me gastaré todo mi corazón. Eso y más. Espero que lo logremos por mucho tiempo − contestó Aranza. −Gracias hija, me tranquilizas. Llegaron los muchachos con el pastel y los refrescos. Estuvieron contentos hasta las ocho y media, luego Ciro Peraloca fue a repartir a los muchachos en su camioneta Blazer de reciente modelo y regresó con los novios al taller. −Qué buena puntada, hijo. Se me hace que te voy a cambiar la Blazer por el carro. −También es tuyo, tío. Yo sólo soy copropietario. −No, hijo. Aquí están los papeles que te hacen dueño del vehículo, factura, tarjeta de circulación, seguro del carro. Ya nada más mañana te vas a sacar la licencia de conducir porque ¡abuelita de Batman!, te van a parar los tránsitos. Está muy hermoso, así que mañana sin falta haces el trámite. Cuesta doscientos pesos. Los dejé en la cajuela del tablero. −Gracias, tío. ¿Qué te parece mi novia? 17


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−Es un ángel que Dios te envió directo del cielo. Platicamos un rato, espero no sea la última vez, Aranza. ¡Tenemos que familiarizarnos! −Sí, tío. Así le voy a decir de hoy en adelante. −Gracias, hija. A las nueve, se fueron en el auto directo a la casa de Aranza. En el trayecto, todo fueron bromas y guasas hasta que llegaron al domicilio. Ella le avisó a Doña Geno que ya habían llegado y que estarían afuera platicando. León entró por la futura suegra y le enseñó el modelo pictórico poblano. Estaba fascinada con la adquisición y antes de meterse a la casa les llamó. −Hijos, sólo les pido que sean responsables, que este vehículo no sea fuente de sexualidad no apropiada para ustedes. Se quedaron pensativos, luego ambos le contestaron al unísono. −No se nos había ocurrido, ya nos está dando ideas. −No se crea, doña. Ya le dije el otro día que sobre todas las cosas está la amistad que tengo con la familia. Me comprometo a cuidar y proteger a su hija, estese tranquila somos novios bien portados. Allí estuvieron platicando un rato sobre los sucesos del día hasta que ella toma la palabra. −Discúlpame, León. No estoy familiarizada con los afectos. Eres mi primer novio. Desde siempre esperé tu llegada y por eso me atrasé en el noviazgo. Te has dado cuenta que me falta práctica para besar, los acercamientos del cuerpo me ponen nerviosa y tengo sensaciones que me excitan. Por eso me fui con mis amigas, me sentía inexperta y no quería ser blanco de críticas de mi novatez. Te amo, mi leoncito. Si la riego, discúlpame. León acaricia su cara juvenil y le dice − No creas que soy un experto. También me faltan tablas, pero iremos aprendiendo sobre la marcha. Eres un rayo de luz en la penumbra de vida 18


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que llevaba. Me estás rescatando de la tristeza. Te amo, gacela preciosa. −¿De dónde sacaste ese mimo cariñoso? −De Berna, nuestro amigo. Nos conocemos desde niños. Hasta me dijo que todos quieren contigo, pero que el león ya atrapó a la gacela. Los dos ríen a carcajadas, sellan la noche con un beso. −Hasta mañana, gacela. Te amo. −Oye, antílope hermoso. Mañana es día de muchas materias. −Te recojo a las seis en la escuela. En cuanto llegó al estacionamiento de la escuela de medicina, fue la atracción de la mañana. Todos los alumnos y maestros, sin excepción, admiraban el auto de la franja. Algunos que llevaban cámara fotográfica se tomaron fotos con el pictórico carro. La mayoría comentaban sin saber quién era el dueño. −¡Qué buena puntada se aventó este canijo! De once a una de la tarde tenían dos horas libres. León se fue con sus amigos a tramitar la licencia. Iban Gilberto el de la Ceiba Hondureña, Popocatl el de la vecina Tlaxcala, Armando el pocholo, Silvia la bonita, Alondra la chaparrita. No pudo ir Gilberto porque se sentía mal, andaba intoxicado por comer mariscos contaminados. Durante el trayecto hacían comentarios de sorpresa. De antemano sabían que el modelo del auto era atrasado, pero lo que les llamaba la atención era el ingenio creativo para hacerlo juvenil, deportivo y atractivo. −Te volaste la barda por el center fielder, León de la sabana poblana. Hicieron los trámites correspondientes para obtener la licencia de automovilista. Cuando todo estuvo en orden, regresaron a la escuela a una práctica extraordinaria de fisiología de una a dos de la tarde. Luego hubo clases de cuatro a seis. Durante 19


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las exposiciones en el aula, León era muy atento. Él pensaba que, si le entendía al tema en el momento, con un repaso posterior se aclararían los conceptos. Le gustaba escuchar al maestro preguntar sobre la marcha para aclarar dudas, este método de aprendizaje era infalible y significativo. Al finalizar la clase se fue a la prepa por su amada, a la que notaba más hermosa con cada día que pasaba. El recibimiento fue multitudinario, la mayoría de los alumnos fue a ver el auto. Allí estuvo diez minutos cuando notó preocupada a Aranza. −Fue tu mamá Suzan a la tienda. En forma amable le pidió a mi mamá que te pasara el recado de que te esperaba a las seis y media en tu casa. −Bueno, tenía planeado llevar a tu pandilla a dar la vuelta − contestó León apenado. Ni modo, chato. Ya será en otra ocasión. Ahora vete porque te va a estar esperando − dijo Aranza atribulada. Se acercó a ella, le tomó la cara con ternura y la besó sutilmente en los labios. −Antes estaba solo y ahora tengo compañera. A donde voy, tú vas. Que quede claro, mi niña. Mi tío y tú son lo más importante en la vida. Ella se emociona, lo abraza y besa apasionadamente. La concurrencia aplaude a los novios. Mientras ella va a recoger sus útiles escolares, León se pone a platicar con los bachilleres. −Oye, qué buena onda. ¿Dónde te lo pintaron? −Aquí derecho de la catorce sur como a seis calles, con un señor que se llama José Luis. El taller se llama El cuije. −¿Cuánto te salió la obra maestra? −La verdad no sé, lo pagó mi tío. Te investigó y mañana te informo. −¿Cuánto cobras por darnos un volteón? − le preguntó una de 20


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las jovencitas. −Disculpa, amiga, pero ahorita tengo un compromiso con mi novia Esperanza. Pero un día que tengamos libre las llevamos de a grapa. Llegó Aranza y se subió al carro. −Un ángel la va cuidando en la lateral −comentó una compañera −. Valió la pena esperar tanto tiempo. Te sacaste la lotería con el novio. Llegaron a la casa y allí les estaba esperando la enérgica madre. Bajó de su moderna camioneta Jeep Wagoner. Era en verdad una mujer con una estampa imponente, blanca, pelo castaño, ojos claros, alta, hermosa y glamorosa. Se bajó silenciosa y se colocó en la entrada. Bajaron los novios atemorizados y León Felipe abrió la puerta con preocupación. Sin pronunciar palabra alguna, empiezan ambas mujeres a admirar el departamento por secciones. Les llama la atención el orden y la limpieza de los muebles. Aunque son sencillos tienen buen aspecto. Cuando llegaron a una de las recámaras, la madre se quedó sorprendida. La anatomía del cuerpo humano distribuida en piezas de madera, sobre unas tablas sostenidas por palos verticales en una de las paredes. Los huesos del cuerpo humano perfectamente moldeados, un cráneo con piezas de madera en forma de rompecabezas, los huesos de la base del cráneo, los de la cara, las vértebras con sus diferencias en cada sección, la pelvis, los huesos de las extremidades superiores e inferiores con sus detalles anatómicos. En otra tabla, los músculos del cuerpo humano superpuestos sobre un esqueleto de plástico, elaborados con un material parecido a la plastilina de consistencia firme, pintados de rojo los músculos, los tendones de blanco. Allí están la cara, el cuello, el tronco, la pelvis y las extremidades. En la otra pared, la tabla sostiene los libros de la escuela bien 21


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acomodados. En el centro, un portarretrato de la familia, cuando estaba integrada. En la imagen aparece León risueño, abrazando a su sonriente madre, las hermanas se parecían más a su papá. León heredó la guapura de su madre. Suzan recordó el lema familiar, los militares no lloran, nada más se acuerdan. Pasaron a la recámara del estudiante, una cama sencilla, sin cabecera ni piecera. En la parte superior, un crucifijo y la imagen de la virgen de Guadalupe. Colgando en las paredes carteles con los sistemas digestivo, respiratorio, linfático, circulatorio, endocrino y nervioso. Sobre el buró lateral de la cama un simulador de la célula realizado en madera con todos los componentes en miniatura dentro de la membrana celular, citoplasma y núcleo. En el otro buró un simulador de los receptores celulares miniaturas en la membrana celular, en el citoplasma y en el núcleo. Arriba un dibujo del sistema nervioso autónomo con sus orígenes, los receptores celulares viscerales previo y posterior a los ganglios neuronales. Todo era ciencia y tecnología. El clóset de la recámara albergaba únicamente tres cambios de ropa formal, un traje deportivo que había comprado con el esfuerzo de su trabajo. No contaba con trajes, sólo un par de tenis. Tenía suficiente ropa interior y calcetines. La luz penetraba por amplios ventanales que atenuaban su paso con cortinas claras y transparentes. Todo estaba en orden. El sanitario estaba muy limpio, una toalla colgando en el lavamanos y dobladas en un anaquel dos toallas para secarse el cuerpo. El cancel del baño impecable. En la sala, dos sillones para las visitas. Sobre un mueble improvisado una televisión en blanco y negro. En la cocina sólo había una estufa de gas. Platos, vasos, cucharas y tenedores guardados en una alacena. Dos ollas, un sartén e instrumentos para movilizar las frituras. En una parte de la alacena dos cajas con cereal, bolsas de pasta y arroz, pan 22


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integral y una botella de aceite. En el pequeño refrigerador había leche, mantequilla, frutas y verduras, jamón y huevos. En la puerta de la recámara, colgando de un clavo dorado, su inseparable y amada guitarra. Sobre el cuerpo del instrumento, dos fotografías se mostraban diáfanas, la de su madre y la de Aranza. Recordó la madre nuevamente, los militares no lloran, nada más se acuerdan. Aranza se dio cuenta de lo importante que era para su León. Fue una inspección interior exhaustiva. El pequeño jardín exterior con el césped recién cortado, arbustos de rosas alrededor de la reja y un pequeño árbol de durazno en crecimiento. ¿Quién te elaboró todas esas maquetas y simuladores? − preguntó la madre. −Yo, mamá. Tengo un amigo carpintero que le dicen El Cincel. Él me enseñó a cortar con serrucho y a modelar con el cincel. Me llevó dos años dar forma y pulir las partes del cuerpo. Es la única forma de comprender la anatomía y fisiología del cuerpo humano. Hubo noches que sólo dormí tres o cuatro horas, pero lo logré. Eso lo aprendí de Peraloca, ha sido el maestro de mi vida - contestó tranquilo. Te felicito, eres un excelente estudiante y artista. Te pareces a mi madre que era química. Así era como tú. Volvió a nacer tu abuela Beatriz − comentó la madre. −Bueno, te vine a hacer una visita de cortesía y ya me voy, hijo. Felicidades, sigue igual, deja que Aranza me acompañe al automóvil, la regreso en quince minutos. Se quedó satisfecho con la visita. Cuando se quedó solo, irrumpió en llanto. No se pudo contener y llegó hasta el sollozo. Le hubiera gustado que su madre lo abrazara, acariciara y besara como cuando era niño. Después de diez minutos se levantó de la cama. No valen las lamentaciones, lo que valen son las acciones 23


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que te dignifican. No llores, León Felipe. Ya vendrán mejores épocas. En la camioneta, Suzan, la madre, lloraba desconsoladamente recargada en el volante. Estaban a dos calles de la casa de su hijo cuando ya no pudo contenerse y se le escaparon los sentimientos. Aranza observaba a la derrotada madre. Una generala llorando y recordando un pasado doloroso. La conciencia no la dejaba tranquila, pudo hacer algo por su hijo pero su egoísmo fue más fuerte. La llevó a la omisión de cuidados y afectos al joven hecho a su imagen y semejanza, al consentido, al preferido. Por eso el dolor era intenso. Lo cambió por un nuevo esposo que conoció en una etapa posterior de su vida. Pasada la crisis, se abrazó de Aranza y le dijo entre sollozos − He cometido muchos errores en la vida, pero el más grande fue abandonar al hijo de mis entrañas. Te quiero pedir que me perdones, tú que ya sabes el daño que le hice. Voy a tratar de reparar los daños de muchas maneras y quiero contar contigo para lograrlo. −Sí, señora Suzan. Le prometo que la voy a ayudar. Quiero mucho a mi león de la sabana, al rey de la selva, al dueño de mi corazón. Usted dígame de qué manera le puedo ayudar. Le aseguro que yo no sabía nada de su familia, ni de su padre ni de usted, lo que sí le aseguro es que León los quiere. Nunca se expresa mal de ustedes ni de sus hermanas. −Gracias, niña, por consolarme. Te lo agradezco, dale las gracias a tu mami. Que Dios te bendiga. Cuando entró a la casa vio a León sentado en la cama con las manos en las laterales del cráneo. Cuando levantó la cara tenía los ojos llorosos. Aranza se acercó tiernamente y tomó su cabeza entre sus manos, acariciándolo con ternura. Luego se sentó y colocó la cabeza en su regazo. Después de cinco minutos, se sentó al lado de su amada. 24


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−Me duele, mi amor, que después de dos años de ausencia, ni una palabra amorosa, una caricia, abrazo o beso. Me lastimó el corazón. −Bueno, mi niño. La Virgen me mandó como mensajera para que te dijera que eres el muchacho más guapo que he conocido, que estas caricias sutiles en el rostro son para que te acuerdes que cuando veas, respires, oigas y saborees, te acuerdes que Dios existe. Estos abrazos intensos son para que te des cuenta que así de fuerte te abrigaré por el resto de la vida. Estos besos apasionados son para que recuerdes que mi aliento será lo que te anime a amarme por siempre − le dijo Aranza tiernamente. Una persona triste es vulnerable a las caricias. Éstas se profundizaron y extendieron a todo el cuerpo. Se presentó una tormenta de oxitocina que sólo pudo ser frenada porque alguien penetró en la casa. Inmediatamente, Aranza se dirigió a la recámara para arreglar el vestido. −¿Quién vive? ¿Dónde estás, León trovador? −se escuchó decir. León salió sereno al encuentro de su amigo Gilgamesh. Lo saludó con un fuerte abrazo. En la puerta estaba Irma, su hermana, quien había sido novia de León en la preparatoria. Se saludaron de mano y beso, se sentaron en la sala e iniciaron una plática informal. Del sanitario salió Aranza. −Hola, amiga. ¿Cómo has estado? − se saludaron con abrazo y beso. −Hola, Gil. ¿Cómo has estado? −Bien, Esperanza. Ya me dijeron que son novios. − contesta Aranza− Sí, ya vamos para un mes − contestó Aranza. −Otra que se me escapa por feo − dijo Gil sonriendo y todos se rieron de la gracejada. −Oye, carnal. Te vengo a ver para que me hagas un favor. Me 25


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ofrecieron un trabajo de trovador en un restaurante que van a inaugurar en la Dos oriente y Dos poniente. Pagan doscientos lanas por cantar dos horas, de las ocho a las diez de la noche. Es por dos meses, pero con el grupo ya tengo muchos compromisos y no puedo aceptar el trabajo. Irma no se atreve sola. Puede dos semanas, tiene compromisos laborales, es maestra de danza y canto en una academia. Sólo te podrá acompañar dos semanas, se reparten el botín estos quince días y después le sigues tú solo, ¿cómo la vez? −¿Qué opinas, gacela? − dijo volteando a ver a Aranza. −Sí nos da tiempo, además nos hace falta la pasta − dijo luego de una pausa. Gil e Irma se quedaron sorprendidos. −Válgame Dios, amiga. No te conozco, has cambiado muchísimo. −Todo se lo debo a mi manager. −¿Y cuándo empezaríamos? − preguntó León. −El próximo lunes desde las siete de la noche, para que preparemos todo. Ya sabes, León, el mismo repertorio que siempre hemos cantado − Irma se detuvo e hizo un gesto de preocupación −. Hay un problema, León y Aranza. Mi novio se llama Habib y es celoso y medio. Es una buena persona pero muy inseguro. Te lo digo para que evites acercamientos conmigo, León. Sabe que fuimos novios, a ver de qué forma me pueden ayudar. −Yo te puedo echar la mano. León no, porque se arma la tremolina − contestó Aranza −. Déjalo de mi cuenta, aprenderé a domar tigres, porque al rey ya lo tengo −. Nuevamente hubo risas explosivas. Estaba renovada la chiquilla. −Entonces, carnal. ¿Cuento con ustedes? −Claro que sí, Gilgamesh. Se olvidaron las penas y los malestares. Se fueron a comprar 26


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unos molotes al centro de la ciudad. En el trayecto los pararon en dos ocasiones. Después de mostrar los documentos en regla y su estado de sobriedad, fueron exonerados por los agentes de tránsito, que siempre terminaban hermoseando la obra maestra. Regresaron con los de tinga, papa y queso. Llegaron con las manos llenas y la doña ya tenía preparado un chocolate elaborado con molinillo. Se sentaron a cenar, le platicaron las anécdotas del día, los nuevos proyectos, y la alianza amorosa de ambos. Doña Geno estaba feliz. Cuando ya se estaban despidiendo, le platicó Aranza que estaba confundida, no celosa. −¿Qué crees, amor? −No sé, dime. −Me la cantó derecho la Belcim. Me dijo que estaba enamorada de ti. Que la disculpara porque no lo podía evitar. Que compartiéramos sentimientos me dejó atontada. Reaccioné y pensé, la tonta es ella que sueña lo que yo tengo. −Perfecta respuesta, gacela enamorada. −León, sé que vamos a estar ocupados con el trabajo que tenemos. Quiero que me enseñes a manejar, mi amor. −Mañana mismo empezamos. No faltaba más ni sobraba menos. Gracias, amor, por estar conmigo cuando más te necesito − le dijo León entusiasmado. Antes de despedirse, le dejó de tarea movimientos de la mano derecha en cinco direcciones y sentada movimientos de ambos pies hacia atrás y adelante. El sábado, el día estuvo trabajoso con Peraloca. Armaron el motor de un Mustang viejo que se mandó reparar y también estuvieron arreglando el sistema de la gasolina de un Falcon, se encargó de la limpieza del taller, dejar todo en orden para regresar el lunes con nuevos bríos. El tío tenía de ayudante a un ahijado que estudiaba el bachillerato. Trabajaba todas las 27


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tardes, pero era apático y perezoso. León no lo conocía y sólo lo llegó a ver ocasionalmente. Durante las horas de faena, León le platicaba a su tío los pormenores de la semana en forma detallada. Los días de clases, no había día de la semana en que no fuera a ver a su tío, mañana, tarde o noche. Ocasionalmente faltaba, pero le hablaba por teléfono. El tío ya estaba enterado de que iba a tocar y cantar en un restaurante acompañado de Irma. A Ciro le gustaba la manera de ser de la muchachita, era su consentida. Le dijo a León que el domingo iba a jugar el Puebla y que sería bueno ir. −Mañana aquí estoy a las diez de la mañana con todo y porra − contestó el sobrino. Llegó por Aranza para enseñarle a manejar, pero antes de las lecciones le hablaron a Berna, Mónica y Belcim para incorporarlas al grupo para el partido de fútbol. Estuvieron de acuerdo, viajarían cómodos en el carro de la franja rumbo al estadio Cuauhtémoc. Se fueron a Ciudad Universitaria, que era el sitio apropiado para las clases de conducción inicial. Le pidió que se fijara en el movimiento de los pedales que tenía que ser sincrónico con el de las manos. −Eso es embragar, permitir el cambio del eje de las velocidades durante el movimiento del motor. Cada vez que quieras aumentar la velocidad, metes el clutch y con la mano cambias la velocidad. Son cinco velocidades, primera, segunda, tercera, cuarta y reversa. Aquí en la palanca te va señalando cada una de ellas. Primero aprendemos avanzando y luego la reversa. Al final veremos el manejo de los espejos de auxilio. Ese día Aranza llevaba short. Con cada cambio de velocidad, León aprovechaba para tocarle los muslos. −Mira, Leoncito. Ponte serio porque después no me vas a con28


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tener. A ver cómo le haces para parar al huracán corona. León estaba asombrado de las ocurrencias de su novia. −Además, Leoncito, estos días no se puede porque las acciones están a la baja. León no paraba de reír de tanta gracia. Cuando cambiaron de posición de copiloto a piloto, lo detuvo en el trayecto y lo besó apasionadamente. Acercó su cuerpo lo más que pudo hacia el león de la selva para que se entrenara en la acción de excitación, respuesta, excitación y hasta llegar al acmé. Más valía no provocar a la gacela impetuosa. Cuando estaba sobre el volante, Aranza empezó a reírse con picardía. −No te sorprendas, amor. Me excitas cuando me tocas los muslos. Es un punto vulnerable. Veme conociendo como mujer, quiero que sepas todo de mí. Mi color favorito es el lila, mi animal masculino es el león y el femenino es la gacela; marca de carro favorita, Renault; cantante masculino favorito León, Covarrubias y Leo Dan; cantante femenina favorita, Violeta Parra; libro más trascendente, Ruta interior de Herman Hesse; personaje de todos los tiempos, Jesucristo; película favorita, Mary Poppins, aunque también me gustó El graduado; película mexicana favorita, Las tres perfectas casadas. Con el tiempo te voy a ir platicando mis preferencias − dijo sin parar de reír la pícara Aranza. Encendió el motor y con impecable maestría se empezó a deslizar rumbo a la carretera de Valsequillo hasta llegar a la presa. Era una experta en el manejo de carros estándar. Le gustaba la velocidad, contemplaba sus hermosos muslos y vigilaba los movimientos que no cabía duda correspondían a una experta. Antes de que pudiera decir algo León ella tomó la palabra. −Me enseñé en la camioneta de Antonio. Bernardo fue mi maestro. Sin que se dieran cuenta, cuando estaba en tercero de 29


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secundaria me fui hasta los fuertes de Loreto y Guadalupe. A escondidas me paseaba en ella. Pensé que no me iba a acordar del manejo pero con la excitación me llegó la inspiración. ¿Sabes cuánto te quiero? −No sé, dime. −Del tamaño de una nieve de limón. Es un antojo sin embarazo, ¿me la vas a comprar? −Tu petición es afirmación. Cada día te amo más. Imagínate dentro de un año. −He cambiado mucho, León. Nunca me imaginé así, estoy asombrada y ya te has de imaginar a mi mamá, mis compañeras, la misma Belcim cuando le dije socia del amor. Estoy transformada por un duende travieso que me tiene perdida entre sueños y realidad. Oye, León, pásate a manejar. Estoy segura de que nos van a detener, lo presiento. Cambiaron de asiento y Aranza preguntó − ¿te gustan mucho mis muslos? No dejas de admirarlos. −Me fascinan, tienen locos a mis ojos, pero ya me iré acostumbrando. −¿Seguro, leoncito? Antes de que llegues a la nevería del Carmen detén el automóvil en el parquecito, te tengo una sorpresa. Tú dices si me contratas. Empezó a cantar Gracias a la vida de Violeta Parra. Tenía una voz de mezzosoprano, entonada, afinada, con cambios perfectos. −Mi amor, estás contratada desde este momento − dijo León emocionado −. Se bajaron del auto, se fueron caminando por la nieve y después se sentaron a contemplar el paso de los autos. −¿Quién te enseñó a cantar? −Estuve en la estudiantina de la secundaria. La maestra me seleccionó para ser solista pero no acepté el cargo porque me daba mucha vergüenza. Tenía pánico escénico y la maestra me 30


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dio clases de canto gratuitas durante un año en su casa con la condición de que aceptara el puesto de solista. Lo hacía bien y allí conocí a mi rival de amores. −¿Ahora quién? −Irma, la hermana de Gil. Éramos muy buenas amigas, a través de ella te redescubrí, regresaste a mi vida. Ella te adoraba, hacían bonita pareja, hermoso dúo musical. ¿Por qué se dejaron? −Ella anduvo por varios grupos musicales y empezó a andar con el que ahora es su novio. Yo me hice a un lado por el conflicto familiar que estaba pasando, luego ella me buscó en varias ocasiones para reconciliarnos. En ese momento no me sentía digno de una relación sentimental, por lo que quedamos en buenas condiciones. Amistad solamente. Una cosa te voy a decir, Aranza. Contigo he vivido en este corto tiempo lo más maravilloso de la vida. No tiene comparación con nada ni con nadie − contestó León. Aranza lo besó, le pasó la nieve de limón boca a boca y luego habló. −Yo creo que cada etapa tiene sus fortalezas emocionales. La forma que se amaron fue una primavera puberal floreciente. Eras lo máximo para ella, ahora yo soy el verano y espero ser otoño e invierno. Porque te aseguro, te me perdiste varios años y ahora no te voy a perder por ningún motivo. Así lo quiera Dios para bien de los dos. Llegaron puntuales a las diez de la mañana al taller para ir al estadio Cuauhtémoc al partido Puebla contra Pumas de la UNAM. Llegó el carro de la franja reluciente con León y Aranza, el tío con traje deportivo de la franja puebla, gorra blanca y azul con insignias de la franja. Llevaron en la camioneta a Bernardino, Belcim, Mónica e Irma. En la esquina estaba Rogelio, 31


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el ahijado del tío Ciro, que nada más se les quedaba viendo. León lo llamó y acudió presuroso. −¿Qué, carnal, quieres venir? −No tengo feria. −¿Pero quieres ir? − Sí, claro. −Vente con el grupo. Oye tío, no vamos a caber en el carro. Llévate a las muchachas en el carro para que vean que eres su tío y nosotros nos vamos en tu camioneta. −Está bien, hijo. Me voy a sentir como en mis mejores tiempos, te esperamos por el lado de sol general. −Claro, tío. En el camino empezaron a platicar del partido. Berna era un experto y comentó que el partido iba a estar difícil ya que Pumas contaba con muy buen equipo, Paco Castrejón el portero, Genaro Bermúdez, Mejía Barón, Capi Sanabria, muy buenos defensas. En la media tienen a Armenta, García y Valverde, adelante Juanito Alvarado, Carranza y el gansito Padilla. −Va a estar reñido el partido − comentó Rogelio −. Puebla está enrachado, tiene de portero a Carbajal, a mi amigo la mascota Sánchez, Arreola, Negrete y Rebollo, Urbina, Sánchez y al cuatache Luis Enrique Fernández. Adelante Fernández, Botas Pérez y Sabater. Yo le voy a la franja, arriba la franja, viva la franja. −Los tres le vamos a la franja, carnal − comentó Berna. −Así es de que tú eres el famoso León − le dijo Rogelio a León. −No soy tan famoso, carnal. −Fíjate que sí. Eres preferido por las chavas y ya voy cayendo en cuenta por qué. −A ver, amigo, dime por qué −Eres galán, vistes elegante, eres guapo y además a todo dar. 32


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−Tú también puedes ser apuesto. Así como Berna, buen muchacho, se ve distinguido, ropa bien planchadita, garbo al caminar, guapo, algo introvertido pero ya se le quitará. Además es el enamorado de Belcim, para que no te hagas ilusiones. Berna se sonrojó y los otros se rieron de la puntada. −Muchachos, ¿ustedes creen que la pueda hacer con Mónica? − comentó Rogelio −. Los dos vamos a estudiar, yo para ingeniero mecánico, ella administradora de empresas. − Simondor, claro que sí, sólo necesitas esforzarte. Yo voy a terminar el segundo año de la carrera y ustedes ya están al pie de la carrera universitaria. Sin embargo, el destino me puso en manos del mago Ciro. Él cambió mi vida, de la incertidumbre al éxito. No fue fácil, la prueba para que le tomara sabor a la vida fue armar todos los días el motor de mi auto deportivo. En trescientos sesenta y cinco días aprendí de memoria cómo se llamaban las piezas, cuál era la función de cada una, automáticamente aprendí a ensamblar todas las piezas con rapidez y precisión. De allí pasé a la siguiente etapa, anatomía del chasis y sus partes, de la bomba de gasolina, sistema eléctrico y sistema de escape de gases. Me volví experto y ya llevo dos años trabajando con él. En uno de los cuartos que están en el otro extremo de la casa dejé los esquemas armados para ir aprendiendo los cambios en los sistemas más modernos. Te lo paso al costo, mi Roger, si logras tenerte confianza, actúas con humildad y empatía, nadie te va a parar en el camino. Tendrás éxito con Mónica o con cualquier chava que te guste. Es un consejo, ponle disciplina a la vida. De lo que se trata es que destaques en algo que te guste. Hace un momento mencionaste que eres amigo de la mascota Sánchez y de Luis Enrique Fernández. Han logrado entrar al equipo a base de entrenamiento constante. No sé qué opine Berna − contestó León sonriendo. 33


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Pues a mí me cayó el saco. Tienes razón, voy a ser el mejor médico de la historia poblana. Quiero que me ayudes durante la carrera. −Simón el cirineo. En cuanto estés adentro nos wachamos para auxiliarnos. Tú aprendes de mí y yo de ti. Así se hace la amistad, carnales. En el carro de la franja, la alegría era el ingrediente. La algarabía femenina estaba presente, y toda la gente felicitaba al tío por la obra de arte. Él se sentía soñado por la belleza femenina y del auto. En verdad, era la atracción del evento en el estacionamiento. Antes de ingresar al estadio le encargó a uno de los policías auxiliares que se tomaran fotografías. Pero que no se fueran a subir a hacerle averías. Así quedaron en el trato y al final les daría su recompensa. El tío les explicó que él siempre iba a zona de butacas. Un amigo le platicó que el ambiente en sol general era de lujo, pues allí estaba la porra poblana, euforia, batahola, gente amistosa, respeto a las mujeres. −Me gustaría comprobar si es cierto − les dijo a los muchachos y todos estuvieron de acuerdo. Compraron los boletos para esa sección, que efectivamente resultó de ambientazo sano, familias poblanas con mujeres y niños, banderas, banderines, camisetas, gorras del Puebla y de los Pumas. Allí estuvieron gritando hasta quedarse roncos, todos llevaban cantimplora menos Rogelio. León le ofreció la suya y sin querer se formaron las parejas. León con Aranza, que estaba feliz pues nunca había asistido al estadio Cuauhtémoc en un partido profesional. Berna con Belcim que terminó cerca de León, Rogelio con Mónica y el tío Ciro con Irma. El sol no era asfixiante, sin embargo, después de dos horas ya calaba. El partido terminó empatado con un gol por equipo, anotados por Juanito Alvarado de Pumas y Fernando 34


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Sabater del Puebla. León le explicaba a Aranza la función de los porteros, defensas, medios y delanteros, la función del árbitro y abanderados, en qué consistía fuera de lugar, saque de banda, córner, faul. Estaba hermosa y chapeteada como manzana Golden roja. Después de cada jugada emocionante se paraba y gritaba. Al sentarse, besaba a León para que se le quitaran las ganas a Belcim. Los padres de Belcim y Berna estaban en palcos observándolos con un miralejos. Los miraban felices. Si esa era la fórmula del bienestar, que sigan con la pandilla, son gente educada y de buenas costumbres. Cuando salieron del estadio, Aranza propuso al grupo comprar cemitas de milanesa con una señora que las vendía para beneficio de una asociación religiosa. Todos estuvieron de acuerdo. La cuenta la pagó León, y todos supieron que la próxima paga correspondía al siguiente de la lista. Fue un día de mucha actividad enérgica, gritos, risas, abrazos, brincos y aplausos. El tío estaba festivo, hacía mucho no se divertía tanto. En el camino León llevó a Rogelio, quien vivía a dos calles del taller del tío. Posteriormente fue a dejar a Berna a su residencia en la colonia Humboldt, Belcim y Mónica. Regresó al taller con Aranza, quien se sentía feliz de la experiencia. −No me voy a fallar León. Tienes razón, ahora tengo un motivo para el éxito, conseguirme a Mónica para novia. La imagino en sueños todos los días, gracias por el consejo − comentó Roger. Durante la semana serían los exámenes finales del bachillerato, la semana siguiente la graduación y al final el examen de admisión a la universidad, por lo que todos se fueron a estudiar a sus casas. Durante el tránsito a la casa de Aranza, ella le expresó la admiración por las residencias en donde vivían Berna, Mónica y Belcim. 35


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−Qué bonitas casas, yo creo tienen jardines y alberca. −Efectivamente, amor. Son unas mansiones. La segunda casa de la calle es de Berna, la tercera y cuarta Belcim y Mónica. La primera es donde vive mi mamá. Allí vivía yo entre lujos, placeres y comodidades. Tus amigos son mis amigos de la infancia, conozco sus casas mejor que la mía. En la época de secundaria y prepa andábamos de trasnochadores, bebedores sociales, bohemios, sin un objetivo en la vida, todo eran fiestas y pachangas. Mis notas escolares eran pésimas, navegando en la mediocridad. Para que te acabes de sorprender fui el primer novio de Mónica. Duramos pocos meses, pero Belcim se interpuso entre nosotros. Ganó el Derby de la sexualidad y anduvimos unos meses. En la bohemia apareció, Irma la pareja pasional con la que naufragué. Poco después se acabó mi vida de fantoche. Llegó el cambio favorable a mi vida. Apareció Peraloca como luz en medio del universo. Él es mi verdadero padre, pues desde niño me ha protegido mucho. Ahora mi amor eres tú. Nada de secretos, nada de mentiras, cero cobardías. Aunque duela hay que poner las cartas sobre la mesa − dijo León. −Entonces, no puede ser. ¿Has andado con nosotras cuatro? −Sí, gacela. −¿También anduviste con mi mejor amiga? −Sí, con Irma. −¿Por qué todos se han quedado callados? ¿Por qué no me han informado que formamos parte de un harem furtivo? −Seguramente porque son secretos personales. Cada quien sabe lo que revela a sus amigos, lo demás lo guarda dentro del alma. −¿Es en serio mi amor? −contesta sereno− Sí, rápida y elegante. No quiero secretos. Por mi parte, te amo como para lastimarte en otro momento − 36


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contestó sereno. Aranza se quedó pensativa unos minutos y después retomó la palabra. −Gracias por tu sinceridad, León valiente. No me esperaba esta situación. Me destemplaste el ánimo. Ahora estoy más tranquila como actriz de la comedia de nuestra vida. −Bien, Aranza punto y aparte. Ponte a estudiar para tu examen de mañana mientras yo descanso un rato por la tarde. Luego las llevo a cenar a donde quieran. −¿Al Royalty? −A donde quieran. Son mis consentidas. Y ya ves que con la imaginación podemos ir al Sheraton de los pobres. También quiero que cantes conmigo. Tienes una voz hermosa. Fíjate en el repertorio que tiene Irma, en su manera de actuar, es parte de su originalidad. Tú también tienes la tuya, las copias no son buenas. Vamos a ir ensayando poco a poco. Tienes la exclusividad del guitarrista y compositor. Lo importante es que seamos pareja en el escenario, en la vida común y corriente. ¿Estás de acuerdo? −Contestación asertiva, mi trovador, dijo Aranza, a lo que León respondió − Te aviso que a partir de mañana voy a estar trabajando con mi tío. Ya aprobé todas las materias del año escolar y pasé a tercer año. −A ver, misterioso. ¿Por qué no me dijiste que estuviste en exámenes estos días? −lo interrogó Aranza. −Porque no me quiero perder ni un instante cerca de ti. −¿Cuánto sacaste de promedio? −Nueve punto ocho, soy estudiosillo. −Te amo, León. Caray, no sé cómo se me adelantaron esas bribonas. 37


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−Dios tiene los tiempos medidos con exactitud. Nosotros los cumplimos al pie de su ley, o de plano no le hacemos caso y así nos va. Cuando llegaron ya los estaba esperando Dona Genoveva. −Qué bárbaros, estuve expectante durante el partido. Lo escuché por la radio, qué mala suerte que terminara empatado. Pásenle, les tengo preparado un rico guisado de res con arrocito y de postre lo que te gusta León, un rico flan. −Pues de ésta no me escapo. Si no me caso con Aranza me matrimonio con usted, suegra. Comieron alegres y platicadores. La doña les platicó cómo conoció a don Antonio, cuando vivía en México en la colonia Narvarte. Estudió la secundaria, para secretaria bilingüe y taquimecanografía. Empezó a trabajar en el Banco de Oriente, desempeñándose como cajera de la institución. Cuando la iban a ascender a funcionaria conoció a Antonio. Era español, alto, guapo, apuesto, arrogante. −Esta niña es su copia. Era sastre de alta costura, ganaba muy buen dinero. Yo me salí de trabajar para atender a Toñito, luego a Genoveva, luego a Bernardo y por último a Esperanza, que en verdad me gusta más Aranza. Cómo no se me ocurrió en el registro. Cuando nació Beba nos venimos para Puebla. Económicamente, con el trabajo de Antonio nos iba muy bien. Mis hijos crecieron hermosos. Lo único que no me gustaba era que mi esposo era muy serio, hablaba poco, nada afectivo, una sexualidad limitada y tradicional, poco expresiva en el placer y más inclinada a la función reproductiva. No me importaba eso. A mis hijos les enseñé a que fueran cariñosos, tiernos y amorosos. Así cobraba la recompensa de mis carencias conyugales, hasta que decidió largarse con esa mujer atractiva que lo embrujó con sus encantos y se lo llevó a la colonia Narvarte en donde toda mi 38


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familia vive. No se escapó de unas buenas felpas que mis hermanos le acomodaron. Es muy terco y no se cambió de residencia. Siguió viviendo en la misma colonia. Y ahora viene lo bueno. ¿Saben con quien se casó? −No, mamá. No sabemos. −Con mi prima Rosaura. Eso fue el colmo, a pesar de todo no quedaron odios ni rencores. Sólo vivo con recuerdos agradables. Continuó la charla la doña. Notaron que León estaba cabeceando en la mesa. Se le notaba cansado, por lo que no lo dejaron ir. Lo acostaron en la cama de Aranza, donde estuvo durmiendo hasta antes de las nueve de la noche. Aranza se fue a estudiar a otra recámara y a ratos se iba a acostar con él sin que él se diera cuenta. León tenía el reloj biológico alerta y despertó antes de las nueve. Se levantó con calma. Ya estaba cerrada la tienda y Aranza estaba con su mamá en su recámara. −¿Ya están listas para ir a cenar? −dijo León. Ellas salieron a su encuentro muy modositas −. Qué hermosas hadas madrinas voy a acompañar. Aranza se abalanzó a sus brazos y lo besó tiernamente. −¿Descansaste, amor? −Dormí como bebé recién nacido. −¿A ver, explícame por qué estabas desvelado? Una vez que estuvieron dentro del carro, León les dio su explicación. −Una de las materias en que saqué nueve fue neuroanatomía. Me fallaron las estructuras del sistema límbico y tallo cerebral. Me puse anoche a moldearlas, a pulirlas. Estuve estudiando su circulación y estructuras microscópicas hasta que me acosté a las cuatro de la mañana. Al otro día llegó temprano y desayunado al taller. Ya le había hablado a Aranza para desearle suerte en el examen. Las cari39


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cias telefónicas que exultan los enamorados son estímulo para el talante que debe estar en un umbral alto para enfrentar los problemas de la vida. Los dos mecánicos, tío y sobrino, tenían quemaduras solares en la cara y cuello. Estuvieron platicando de los pormenores del partido, de la fiesta futbolera. Estaban felices del acontecimiento. Entonces el ingeniero y maestro tomó la palabra. −Mañana quiero que investigues cuánto vale un palco por temporada o una butaca. −Está bien, tío. Como a las diez de la mañana llegó Rogelio y se enfundó el overol de trabajo. Le solicitó al jefe un motor para repetir el trabajo de León. Su padrino le sacó un motor de Mustang que había dejado un niño rico. Le habían puesto un motor nuevo a su carro y regaló el viejo a Ciro para que lo vendiera como chatarra. Allí estaba el nuevo reto para Rogelio, aprender estructura, funcionamiento, ensamblando las piezas como rompecabezas lo más pronto y efectivo posible. Ni un día más ni un día menos. Esas palabras fueron las mismas que dijo a León la primera vez. Estaban entretenidos reparando el motor de una camioneta Chevrolet cuando Irma hizo su aparición. Hermosa la crisálida y elegante para vestir y caminar, saludo al tío de beso. Lo mismo hizo con León y sorpresivamente con Rogelio. −Tío, vengo a ensayar con León porque hoy tocamos en el Gilbert. Allí lo esperamos. −Está bien hija, vayan a practicar. Rogelio tenía el autoestima por los cielos con esa inesperada muestra de afecto. Subieron a la casa y escogieron el segundo piso para la práctica. Empezaron a afinar sus instrumentos y ella se notaba seria, melancólica. Se le había extraviado la alegría de antes. 40


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−¿Qué te pasa, jilguerilla? Te noto triste. −Así me dejaste tú. Hasta el momento, no me has dado ninguna explicación de por qué cortamos. Me la debes, piensa lo que me vas a decir. −Él no dejaba de tocar la guitarra pero se empezó a poner tenso. −Pásame el catálogo para ver el orden de las melodías. León era el coordinador y en verdad admiraba la belleza de su enamorada. −Después aclaramos conceptos. A partir de este momento, sólo tú y yo en el escenario. Recuerda, mi niña, tenemos dos horas para entretener al público. El tema es trova y romance y debemos cumplir las expectativas. Hoy vamos a iniciar de la siguiente manera y conforme vayan pasando los días modificamos el orden. −Ven, acércate −. Puso las manos en su cara, sus labios y cuerdas vocales y luego pronunciaron juntos la oración de siempre. −Señor Dios, danos una compañía sana, una voz que alegre el corazón, una melodía que inspire a vivir mejor. Enseguida, puso sus labios cerca de los de ella. −Te necesito alegre para que transmitas amor. Ese es el objetivo −dijo, para luego besarla lentamente−. Tema número uno, la melodía más bella de Alberto Cortez, No soy de aquí ni soy de allá. Tiene que ser un dúo fantástico. −León, tú sabes que soy obediente. La razón de mi vida eres tú, a través de ti me llega la inspiración. Sabes quién soy y cómo soy. Conoces mi voz, mis secretos y mis intimidades. Si estamos bien todo saldrá perfecto. Así que en sintonía, maestro −dijo ella alegre y empezó a entonar el segundo tema, Por ti, de Oscar Chávez. La jilguerillo cantaba con vehemencia.

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Por ti yo deje de pensar en el mar por ti yo deje de fijarme en el cielo por ti me ha dado por llorar como el mar me he puesto a sollozar como el cielo me ha dado por llorar. Mientras ella interpretaba él hacía segunda voz. Tercer tema, Sin un amor. Sin un amor, la vida no se llama vida sin un amor le falta fuerza al corazón sin un amor el alma muere derrotada desesperada en el dolor sacrificada sin razón sin un amor no hay salvación. Cuarto tema, entras con Lucía de Serrat. Vuela esta canción para ti, Lucía, la más bella historia de amor que tuve y tendré. es una carta de amor que se lleva el viento pintada en mi voz pa› ninguna parte pa› ningún buzón. no hay nada más bello que lo que nunca he tenido. nada más amado que lo que perdí. perdóname si aún busco en la arena una luna llena arañando el mar… Tema número cinco, La mujer que yo quiero. La mujer que yo quiero, no necesita bañarse cada noche en agua bendita tiene muchos defectos, dice mi madre 42


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y demasiados huesos, dice mi padre −Recuerda, mi amor. En el acompañamiento tenemos que ir juntos. Ella volteó a verlo y le contestó sorprendida. −Lo presentía. Me sigues amando en el fondo, aunque sea durante la actuación. Yo te sigo amando aun sin actuar. León continuó hablando. −La sexta melodía es una canción hermosa de Silvio Rodríguez. Púlete con la interpretación de Ojalá. Tema siete No me pidas de Pablo Milanés, melodía número ocho Yo no te pido del mismo trovador. Tema número nueve Yo soy un hombre sincero, homenaje a José Martí también de Pablo Milanés. Te vienen cantos continuos, hermosa. Tú me dices si los modifico o los dejo. Tema número diez Volver a los diecisiete de Violeta Parra. Tema número once Según el favor del viento de Violeta Parra, tema número doce Me gustan los estudiantes de Violeta Parra. Esta canción es de protesta, pero ni modo. Hay que ponerla. Irma se acercó para ver el catálogo y le contestó a León. −Faltan siete melodías. Yo creo que nos vamos con melodías más románticas. Tema trece Piedra y camino de Atahualpa Yupanqui, tema catorce con Guitarra dímelo tú de Atahualpa Yupanqui. Luego melodía quince La flor de la canela. Tema dieciséis Macondo, tema diecisiete La Mariana, tema dieciocho Perdón. Todas estas melodías de Oscar Chávez son a dúo. Tema diecinueve Un mundo raro, de José Alfredo Jiménez. Tema veinte Gracias a la vida, de Violeta Parra y al final el popurrí romántico Reloj no marques las horas porque voy a enloquecer ella se irá para siempre cuando amanezca otra vez Lo encadenamos con 43


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Mujer si puedes tú con Dios hablar pregúntale si yo alguna vez te he dejado de adorar Y lo engarzamos con Para qué quiero otros besos si tus labios no me quieren ya besar La unimos con Mira que eres linda que preciosa eres, verdad que en mi vida no he visto muñeca más linda que tú; con esos ojazos que parecen soles, con esa mirada siempre enamorada con que miras tú. Continuamos con Tuyo es mi corazón oh sol de mi querer mujer de mi ilusión mi amor te consagré mi vida la embellece una esperanza azul mi vida tiene un cielo que le diste tú. La adherimos con Aquellos ojos verdes de mirada serena dejaron en mi alma sed de amor no sabes la tristeza que en mi alma dejaron 44


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aquellos ojos verdes que yo nunca olvidaré. La tejemos con Muñequita linda de cabellos de oro de dientes de perla, labios de rubí. Sí te quiero mucho, mucho, mucho, mucho tanto como entonces siempre hasta morir. Continuamos con Dicen que la distancia es el olvido, luego Ya no estás más a mi lado corazón en el alma sólo tengo soledad siempre fuiste la razón de mi existir adorarte para mí fue religión Es la historia de un amor como no hay otra igual que me hizo comprender todo el bien todo el mal que le dio luz a mi vida apagándola después ay que vida tan obscura sin tu amor no viviré Terminamos con Siboney, Sabor a mí, y rematamos con la melodía Cuando se quiere de veras como te quiero yo a ti es imposible mi cielo tan separados vivir. Para prender a la gente la despedida Qué chula es Puebla. Así de fácil está el programa, estamos enterados y entrenados o le damos una repasada. −Está bien −contestó alegre León−. −¿Cuándo vamos a cantar la canción que me compusiste? −Cántala cuando quieras. Nada más me haces una seña con el ojo. −Muy bien, amor perdido. Mañana quiero la respuesta de la causa del corte. Porque sin ser popurrí, te sigo amando. 45


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Se dieron un beso de despedida y bajaron contentos del gimnasio de entrenamiento. −Hasta mañana, tío. Gracias por ayudarnos. Le vamos a dedicar la actuación del viernes para que no vaya a faltar −dijo Irma antes de irse caminando con elegancia, donaire y gracia. Una modelo en la vida real. −No los oímos cantar −dijo el tío. −No, tío. Estuvimos seleccionando el repertorio −dijo León mientras le mostraba el catálogo, el programa y los temas seleccionados para la presentación−. Las personas que van a escuchar trova exigen poesía amorosa cantada y hay que cumplirles. Afortunadamente, Jilguerillo tiene una voz muy educada. Sigue enamorada, eso es bueno para manifestar el sentimiento. −¿Sigue enamorada de ti? −Sí, tío. Me dijo que realmente nunca rompimos y que fue una separación fortuita. La realidad es que tiene novio. Son mentiras emocionales. Siento que cuando canto con ella me enciendo sentimentalmente. Es parte de la actuación. Sin embargo, hay algo que nos une en el fondo. Tío no te recomiendo que vayas hoy. Para el día que te dijo Irma, vamos a estar prendidos como trovadores. −Oye, León. ¿Cuesta muy cara la entrada al concierto? − preguntó Rogelio. −No sé realmente cuánto cueste. Si quieres ir me esperas en la entrada y entras cargando los instrumentos como ayudante de sonido. −¿León, y hay que ir de traje? −No Roger, vas a ser asistente de sonido. Bien presentado, bañado, ropa planchada, zapatos limpios y perfumadito. −Entonces allá nos vemos antes de las siete. Abrazó el tío por los hombros a su sobrino y se despidió. 46


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−Gracias, hijo. Estoy orgulloso de ti. Estás ayudando a mi ahijado, yo no lo pude convencer. Esa noche, el restaurante bar estaba lleno de clientes e invitados. Había funcionarios importantes del estado de Puebla. En una mesa estaban los de la pandilla, Berna, Belcim, Mónica, Aranza, Habib el novio de Irma y una señora muy guapa y elegante que se incorporó al grupo. En otra mesa alcanzó a distinguir a su madre, Suzan, y su hermana menor, Fabiola. Irma lucía esplendorosa con vestido de gala color azul marino, un peinado elegante y zapatillas color claro. A las ocho de la noche dio inicio el recital de trova con los sonidos de la guitarra y la flauta que Irma tocaba magistralmente. León inició el relato del nacimiento de la música del pueblo, originada como protesta y desacuerdo con la injusticia social, mientras las cuerdas y el sonido musical del viento acompañaban la voz serena, pausada del maestro. Después de la presentación, inició el festival de música tal como lo habían diseñado. Rompieron el encanto con No soy de aquí ni soy de allá de Alberto Cortez, las voces del maestro que viste con guayabera blanca, pantalón de mezclilla, zapatos blancos, y sombrero de palma. Luce galano el señor. Ella, de pie con el micrófono en mano, se paseaba por el escenario con un fondo de paisaje campirano. Conforme avanzaba el programa, la música llegó al alma de la concurrencia. La voz educada de Jilguerillo y los acompañamientos oportunos y geniales del león macho alfa, iban conduciendo a su amada en el escenario que cantaba con pasión los temas de una trova que contenía poesía, romance, reclamación y demanda. Los movimientos de la intérprete denotaban vehemencia. Con su voz cristalina transmitía entusiasmada el mensaje del autor del poema. 47


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Así fue desarrollándose el programa con aclamaciones y aplausos, sobre todo a las interpretaciones de Violeta Parra. El público se sorprendió con las canciones de Atahualpa Yupanqui interpretadas por el dueto y cuando iniciaron con las canciones de Oscar Chávez les imprimieron un sello especial que hizo reír al público con La Mariana e improvisaron el canto de Mariguana. Durante la interpretación de Perdón, ella se acercó atrevidamente a León y le cantó muy de cerca Perdón si es que te he faltado cariñito amado, dame tu perdón. El público aplaudió con entusiasmo la actuación romántica. Se encendieron cuando Irma cantó Un mundo raro e invitó al público a acompañarla. Terminó solemnemente con la genial interpretación de Gracias a la vida, intercalada con un discurso sobre lo valioso de la poesía de esta gran mujer chilena. Entonces la gente se puso de pie para aplaudir a los magistrales. Lograron lo que pretendían, entretener al público, divertirlo y transportarlos por el mundo de la trova. Continuaron consumiendo el tiempo establecido y culminaron con el popurrí romántico. Improvisaron la canción de La Bartola en medio del romance y terminaron con Sabor a mí, interpretada por el Jilguerillo que temeraria, se dirigió a León con fervor musical y amoroso. Para culminar con alegría la obra musical, cantaron Qué chula es Puebla. La gente participó entusiasta para retirarse satisfecha por el espectáculo. Cuando terminó la actuación y antes de que el público los felicitara, se colocaron uno frente al otro, inclinaron las cabezas y repitieron su oración, Señor Dios, danos una compañía sana, una voz que alegre el corazón, una melodía que ayude a vivir mejor. Se abrazaron y se dispusieron a recibir las felicitaciones. Un funcionario de la Secretaría de Educación que estaba entre 48


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el público se acercó a felicitarlos. −¡Qué bárbaros! ¡Ponen en alto a los jóvenes poblanos! Muchas felicidades, me gustaría hablar con ustedes sobre llevar el espectáculo a otras partes del estado. −Sí, señor. Muchas gracias. Aranza se lanzó a los brazos de León y de Irma −¡Qué hermoso! Hasta parece que nacieron juntos. Habib, el hombre más celoso del mundo, abrazó efusivamente a León, cargó a Irma y la levantó en brazos como a una heroína. −Oye, mi amor. Jamás te había visto cantar tan bonito y eso que ya llevamos buen tiempo juntos. −Es el amor, Habib. Eres la inspiración − le dijo Berna. ¿Eso es cierto, chiquita? −Claro que sí, mi amor. Doña Suzan llamó a León y le presenta a su familia. Abrazó tiernamente a su hijo. −Estamos orgullosos de ti −le musitó su madre al oído −. Parece que te cagó tu abuela Beatriz. Los dos rieron alegremente. −Gracias a todos por venir. Su hermana Fabiola, que estaba en la secundaria, se aventó contenta a sus brazos. −Vinieron varias amigas mías al festival. A ver qué me dicen mañana, pues les dije que iba a cantar mi hermano. León llamó a Aranza. −Mira, amor. Ella es Fabiola, mi hermana menor −enseguida se dirigió a su hermana−. Fabiola, esta guapura que ves aquí es mi novia. −Mucho gusto, Aranza. También te quiero mucho. El organizador del evento estaba plenamente satisfecho. 49


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−Me sorprendieron, qué bonito espectáculo. Quedamos en lo establecido, el viernes les pago su sueldo. Continuamos con el contrato entre caballeros y damas. Todos se fueron a sus casas. Al otro día había examen, y cada oveja con su pareja. León se fue con Aranza a cenar a la tortería. Ella estaba contenta, era buena para disimular la celotipia. Durante la cena, León estuvo cerca de ella. Le acarició la cabeza y la cara. La besó repetidamente y luego le preguntó cómo le había ido en el examen. −Estuvo fácil, mi amor. Poco después, cuando se subieron al carro, la notó triste y tomó la palabra. −Te voy a hacer una pregunta, mi amor. ¿Tú sabes que es la actuación? −No quiero saber nada. −Es la interpretación de un papel en el escenario. Eso hacemos Irma y yo. Lo ensayamos para que nos salga lo mejor posible. Entre nosotros no hay romance, sólo trabajo. −Son muy buenos actores de comedia musical, unos perfectos idiotas. Se quedó el silencio en el ambiente hasta que ella se abrazó fuertemente a su León. −Te lo juro, mi amor. No puedo evitar sentirme desplazada. Te veo tan contento en el escenario, que como dicen, en donde hubo fuego hay cenizas que se pueden volver a prender. Eso es todo, me da miedo perderte. Pero si tú la amas me lo dices. Nada más no me engañes. León la abraza y la besa apasionadamente. −Tienes razón, mi amor. Si tú estuvieras en mi lugar, me moriría de coraje de verte romántica con otro. Lo entiendo, déjame 50


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demostrarte con hechos lo que no puedo probarte con palabras. Duerme tranquila que mañana tienes examen. Entonces Aranza cambió su actitud. −Le prometí a Dios que mientras estemos juntos jamás voy a permitir irnos a dormir enojados. Eso sería pecado. Vete tranquilo, te amo, mi León de la selva. Vete preparando para la graduación porque te voy a dar una gran sorpresa. Te amo, mi trovador. Al otro día Rogelio le contó al tío lo maravilloso del espectáculo musical. −Son unos maestros, padrino. Aranza dice que parece que nacieron al mismo tiempo, porque tienen el mismo ritmo y cadencia musical. Yo me quedé encantado con la actuación de los dos. Ahora entiendo por qué siguen tanto las mujeres a su sobrino. Es un artista de categoría, además es educado y guapo. La verdad, padrino, es que son genios musicales. Hay amores que no se arrancan de las neuronas sensoriales y al mínimo estímulo, surgen como rayos de evocaciones placenteras que curan el malestar o exaltan el momento. León subió al estudio musical desde las once de la mañana. Le platicó al tío del éxito de la presentación y que tenía que corregir algunas fallas. Terminó parte de las actividades cuando llegó Rogelio para auxiliar al tío. Estaba revisando el catálogo cuando escucho la voz de Irma saludando amablemente al tío y a Rogelio, argumentando que tenía un fuego y no los saludaba de beso. −No te preocupes, mi reina. Ya me dijeron que el festival fue un éxito. Te está esperando León en el estudio. −Gracias, tío. −¿Cómo se te hizo el examen? −preguntó Rogelio a Irma. 51


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No se me hizo difícil, no sé a ti. −También se me hizo fácil. El de mañana sí que va a estar difícil. Hay que estudiar mucho. Bueno, con permiso. Llevaba el vestido azul rey que le gustaba a León cuando eran novios. Aquel con escote atrevido, ceñido a su escultural cintura que mostraba los encantos de la pelvis femenina y sus hermosos muslos en la parte inferior. Llevaba también unos huaraches de piel. En cuanto entró al estudio se abalanzó sobre León. −No pude dormir bien, toda la noche estuve excitada. Me haces falta, mi amor. Iniciaron las caricias que se quedaron atrapadas en el pasado. Encendió la consola para escuchar un disco de Violeta Parra y disfrazar el ensayo. Entre la melancolía de la flauta y la guitarra, fueron despojándose de sus ropajes exteriores e interiores para entregarse a la cópula trovadora. Se escuchaban las exclamaciones del orgasmo en forma repetida como si fueran ejercicios vocales para entrenar la voz. Así estuvieron dos horas. Después del entrenamiento quedaron que para el viernes iban a estrenar el canto del amor que había servido de inspiración al placer. Agregarían al repertorio Borrachita, Tengo nostalgia de ti, Adiós mi chaparrita de Tata Nacho y el bolero Cómo fue de Ernesto Duarte Brito. Así se las gastaban para ordenar su repertorio. Antes de irse, Irma se detuvo a hablar con León. −Este juego es lo más natural que existe. Nacimos para el arte y el amor. Desgraciadamente en el camino encantamos a seres inocentes que confían en nosotros. Lo digo por mi mejor amiga. Habib no me importa tanto, pero ella sí. Esto tiene que terminar de dos maneras. Lo más sensato sería dejarlos ir aunque duela, para realizar juntos la vida. Respuesta número dos, parar con lo que sentimos y darle el lugar que les corresponde a nuestras parejas. Para mañana tienes muchas preguntas que responder. 52


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Las palabras de amor sobran, los hechos son evidencias que nos aliarán para toda la vida. Hasta mañana, mi pajarillo trovador. León sólo asintió con la cabeza. Al otro día el estudio musical tenía que dar las mejores soluciones al dilema. Irma llegó encantadora, con una blusa azul y falda blanca. Llevaba calcetas y calzado de colegiala. Se sentaron juntos, tomaron el catálogo con las manos e Irma le comentó que las respuestas eran al último y que volviera a poner la consola con música romántica. Decidieron amarse con gran intensidad hasta quedar exhaustos, borrachos de placer. Ambos presentían que sería la última vez. Así estaban echadas las cartas, jugaron a los albures y el rey de espadas estaba listo para romper el vínculo amoroso sobre la sota de corazones. La música de fondo sirvió para acrecentar el repertorio. Sobre todo la última melodía sería la bandera romántica de Irma para el final de sus presentaciones como solista o en dúo con León. Con nadie más cantaba, esa sí sería traición al amor de su vida. Escucharon melodías de Consuelito Velázquez como Bésame mucho, Franqueza, Enamorada, Serenata a la luz de la luna y por último Amar y vivir, cuya letra traduce dolor. Por que no han de saber, que te amo vida mía, por qué no he de decirlo, si fundes tu alma con el alma mía, qué importa si después, me ven llorando un día; si acaso me preguntan, diré que te quiero mucho todavía. Se vive solamente una vez, hay que aprender a querer y a vivir; hay que saber que la vida, 53


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se aleja y nos deja llorando quimeras. No quiero arrepentirme después, de lo que pudo haber sido y no fue; quiero gozar esta vida, teniéndote cerca de mí hasta que muera Ya recuperados, tomó León la palabra. −Aquí nos vamos a lastimar el alma, morenita linda. Yo no te corté, tampoco cortamos. Tú decidiste abandonarme cuando estaba en crisis porque mis padres se divorciaron. Quedé huérfano de padres, hermanos, amigos, de mi novia que tanto amaba. Te conseguiste novio para no andar sola, porque el amor de nosotros no tiene suplentes en el banco. Por más que lo quieras ocultar, pregúntale a tu corazón si es capaz de amar como nos amamos. Pregúntale a toda esa gente que nos viene a ver si piensa que lo nuestro es actuación. Todo mundo piensa que nos amamos, es la realidad. Así sería si quisiéramos. Tú has preferido continuar con ese hombre encantador que tiene mucho dinero. Yo estoy traicionando no sólo a Aranza que es una chica dulce, tierna y amorosa, que tiene mucha confianza en mí, sino que me estoy pasando a traer a doña Beba que tanto me quiere, a tu hermano Gil, mi mejor amigo, y al pobre de Habib, tu novio, que ningún mal me ha hecho. El pasado alegre y doloroso ya es historia. El presente es remordimiento porque estamos engañando, tenemos que transformar el presente, hacerlo alegre. Y para eso tenemos que dejar de traicionar para ser mejores personas, aunque nos duela y queme el alma. Irma, muñequita linda, nunca te voy a dejar de querer. Eres perfume que inspira mi ser, eres sensación que alienta mi vida. Sabes que son certezas, así lo has sentido desde que nos conocemos y aliamos. Te voy a dar mi respuesta. Voy a continuar con Aranza. Irma empezó a sollozar y se abrazó con solidez a León. Las 54


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lágrimas de ambos amantes se mezclaron en silencio. −Espero tu respuesta. −Yo también continúo con mi mejor amiga Aranza y con Habib. Déjame concluir con unas palabras que salen del alma. León, eres un regalo de Dios, lo mejor que me ha pasado en la vida. A tu lado soy la mujer más dichosa de la tierra. No importa que no estemos viviendo juntos −dijo mientras se acariciaban el rostro húmedo−. Te amo, pajarillo trovador. −Yo también, mi jilguerillo. Cuando iban descendiendo las escaleras, Irma se dirigió León. −Nos vemos en la noche. Mañana el ensayo es a la misma hora con algunas sorpresas −dijo mientras fingía una sonrisa. Es evidente que ambos amantes ensayaron con dolor y sufrimiento. Amar es un juego que en el empate y la derrota tiene sabor amargo. En el triunfo son risas, alegría y gozo. Esta vez fue el turno de la tristeza. Ese día, en la presentación nocturna hubo más alegría para disipar las nubes de tristeza y melancolía. Los protagonistas cambiaron la actuación, ofrendaron alegría, movieron al público de la pasividad a la actividad. Se volvió una verbena popular, la alegría volvió al corazón de Habib y Aranza, quienes se abrazaron al final del evento. Irma se volcó sobre Habib y se veía cariñosa y melosa. Mejor para el ganador. Volteaba de reojo a ver a León, quien mantenía la postura alegre de siempre. La señora que se sentaba con Habib y Aranza se había vuelto su amiga. Era divorciada y originaria de Guanajuato. No tenía amigas en Puebla. La invitaron a cenar y les platicó entre sollozos que hacía seis meses su esposo la había abandonado. Le dejó una carta en donde le explicaba que el motivo de la separación era que ella no podía tener hijos. −¿Pues cuántos años tiene usted? 55


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−Treinta y cinco. Todavía estoy buena para hacer caldo de olla. Era muy simpática y se llamaba Ingrid. León le preguntó si le gustaba la trova. −Fíjate que sí, León de la selva. Así te dice tu mujer. He asistido a muchos festivales de trova con grupos reconocidos en la república mexicana. Ustedes son otro rollo, son plus, de veras. Esa muchachita canta precioso, pero no sería nada sin ti. Tú eres la guitarra, el acordeón, el piano, todos los instrumentos. Le facilitas todo a ella pues la vas guiando y la conduces magistralmente. En el aspecto artístico son uña y mugre, son la combinación simbiótica. Ahora viendo las comparaciones que no son justas, voltea a ver a Aranza. Esta muchachita está diseñada para ser tu compañera, es una persona muy empática y agradable. Me gustaría que fueran mis amigos. −Disculpe, Ingrid. ¿Usted qué profesión tiene? −le preguntó León. −También hago música. Soy maestra de canto, toco la mandolina, la guitarra y el acordeón −expresa emocionada−. Me encanta su dueto, no lo pierdan por ninguna causa. ¡Son magníficos! −Si usted gusta, mañana la podemos recoger. Nomás díganos la dirección −comentó Aranza. −Estoy hospedada en el hotel Colonial. Desgraciadamente, se me está terminando el dinero y necesito un trabajo. –Ingrid, Dios la puso en el camino. Para mañana le conseguimos trabajo y a la mejor hasta casa de asistencia −le dijo León a Ingrid, quien empezó a sollozar. −Gracias, muchachos. Dios los envió al rescate. −Ingrid gracias a usted por ser amiga de Aranza. Ella es el tesoro de mi vida −dijo León. 56


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Después del examen se quedaron platicando las mejores amigas, cuando Irma tomó la iniciativa. −Amiga, sé que no has de estar muy conforme con lo que está sucediendo en el escenario. Desde secundaria, aunque ahora lo niegues, estás enterada que León es de mi condición trovadora. Cuando estoy en el escenario, me transforma. Me siento otra persona y expreso con mis sentidos la música que estoy interpretando. Cuando estás enamorada de alguien que es tu melodía, difícilmente lo superas. Cuando llega el reencuentro con ese ser que fue parte tuya se te alborotan los sentimientos y las emociones se subliman. No lo puedes reprimir o te vuelves loca. Aranza, quiero que me entiendas. Entre León y yo no hay nada más que amistad. No puedo evitar la atracción afectiva que siento por él. Siempre he estado enamorada del pajarillo que ahora es tu novio. Te pido que entiendas. Estoy segura que algún día lograré superarlo. A lo mejor cuando esté en el ataúd. No quiero ofenderte ni traicionarte, ayer tuve una plática con León y la decisión fue aplastante. Decidió quedarse con Aranza, seguiremos siendo amigos −continuó Irma mientras empezaba a sollozar−. Esto no es manipulación, sólo una confesión. Me dio gusto que te eligiera. Yo me lo busqué, lo traicioné cuando más me necesitaba y ahora me arrepiento. Ya es muy tarde, esta confesión es parte de mi redención como persona. Eres la mejor amiga que he tenido durante la vida. Sé que tú no lo quieres, lo adoras, es tu vida. No cometas el mismo error que yo. Tenemos que ser aliadas, el trovador tiene muchas admiradoras entre nuestras compañeras que no se atreven a decirlo sólo cuando están borrachas. En la escuela de medicina hay varias chicas muy guapas que lo traen asolado y algunas más 57


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que no conocemos. Él, como siempre responde con su muletilla, bueno amiga, ya me tengo que ir. Me confesó que te ama, que eres una gacela comprensiva, cariñosa, a la que algún día se comerá el León. Para este momento los rostros de ambas estudiantes estaban empapados mezclando las lágrimas de una alianza fraterna. En eso estaban cuando llegó el resto de la palomilla. −¿A qué hora nos vamos a ir? −contestó Irma. −Ya vámonos, tengo el carro estacionado a la vuelta. En el trayecto las amigas continuaron conversando. −Oye, jilguerillo −comentó Aranza. Irma volteó sorprendida, pues nadie la llamaba así salvo León. −En los conciertos me hice amiga de una persona que se llama Ingrid. Es dejada, abandonada y vive en el hotel Colonial. Viene de Guanajuato y es tu fan number one. Dice que es maestra de canto y toca la mandolina, la guitarra, el acordeón y no recuerdo si más instrumentos. Eso dice ella, pero está sin trabajo, sin dinero y sin familia. Me preguntaba si en la academia en la que trabajas habría chance de que le hicieran una prueba para ver cómo canta y toca la calandria. Es un acto de buena fe, no la conozco pero tiene tres días asistiendo a los recitales musicales. Ella es trovadora de corazón, dice que ha visto a grupos reconocidos de trova y que como León y tú no hay dos. A ver qué puedes hacer por esta mujer, amiga y socia del ritmo. Irma soltó la carcajada por la puntada y los demás no entienden el motivo de la risa, solo ellas. La pandilla llegó al taller y se bajaron del carro de Irma. Aranza se dirigió al tío Ciro y lo abrazó con energía. Le dio un beso en la mejilla y lo mismo hicieron Irma, Mónica y Belcim. Cuando fue el turno de Berna, le dio la mano e hizo la finta de un beso. 58


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Hazte chistoso, Bernardino −le dijo Ciro. −¡Mi Roger, aquí te buscan! −le gritó León a Rogelio. La palomilla lo saludó, pero sólo Mónica lo saludó de beso. Eso es todo lo que necesito, pensó el enamorado. Irma siguió hablando con Ciro. −Aumentó el número de integrantes del conjunto. ¿Nos admite? −Con mucho gusto, nada más compórtense. Son bienvenidos, pasen al estudio. León se sorprendió por el cambio. No esperaba ese tipo de pichada, le mandaron bola de nudillos. Ascendió con alegría, abrazó a Aranza y la besó tiernamente. Luego saludó de beso a las muchachas, un fuerte abrazo con palmada a Berna y le dejó dicho a Roger que cuando ya no lo necesite su padrino, lo esperaban arriba. −Dime cuál es el plan, Jilguerillo. Al observarlas cuidadosamente se dio cuenta de que Irma y Aranza tenían los ojos llorosos. Preocupado, les preguntó si algo había pasado. −Ya en confianza, pajarillo barranqueño, pretendo que todo el grupo forme parte del grupo musical. Sin que nosotros perdamos la esencia trovadora, he pensado que quizá Aranza y yo podríamos encajar nuestras voces. Que Berna nos ayude con elementos de percusión como maracas, claves, pandero, bongós y congas. Lo importante es que estas vacaciones las aprovechemos para formar el conjunto. Que nos una más como hermanos, aunque de antemano sepamos que algunos van a emigrar, otros nos quedaremos a estudiar aquí en la ciudad. Berna ¿qué crees que puedas tocar? −comentó Irma. −Llevo dos años aprendiendo piano o el órgano por nota. No soy genio como León, pero me defiendo. 59


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−Belcim, ¿qué opinas? −Me gustaría integrarme con las cantantes si doy el ancho. Si no, con las percusiones. −Mónica, ¿qué dices? −Me quedo con las percusiones, cualquiera que sea. En eso llegó Roger y le explicaron la idea de formar un conjunto musical. −Yo elijo percusiones, me gustaría el bongo. −Y tú, Aranza? −Ya lo dijiste amiga, contigo y Belcim. Irma se dirigió a León. −¿Cómo la ves campeón? ¿Te avientas a dirigirnos o nos quedamos con las ganas? −Tomó a Aranza de la cintura y contestó. −¿Avanzamos, mi amor? − Ella lo besó con ternura. −Adelante, barranqueño −dijo−. Y todos se rieron de la simplonada. −Compañeros, amigos de la infancia, aunque a todos los conozco desde niños hay que dejar claro que para formar un conjunto, independientemente de la amistad, se necesita compromiso y mucho entrenamiento para poder tener éxito. Lo que hemos logrado Irma y yo no es casualidad sino causalidad. Han sido varios años para lograr el ajuste y ahora tenemos la facilidad de tener a Irma, toda una maestra de canto. Además esperemos que Ingrid, una amiga que conocimos en los conciertos, verdaderamente resulte experta y nos ayude a todos. Es cuestión que Jilguerillo la cale para conocer sus alcances. Si resulta experta podemos aprender a tocar guitarra, mandolina, acordeón y hasta asesorar las voces. Esto es sólo una posibilidad, pero somos amigos de toda una vida. Si emigran, vayan donde vayan. Cuando regresen siempre encontrarán unos brazos amigos que los extrañen −dijo el 60


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H ISTOR I A DE LEÓN líder y luego se dirigió a diar?

−Para

Berna−. Berna, ¿qué piensas estu-

carita, pero como reprobé el examen ahora quiero

ser médico.

−Mi Roger, ¿cuál es tu camino? −Ingeniero mecánico aquí en la universidad. –¿Y tú, Belcim? −Yo voy a estudiar arquitectura. Pensaba irme a México aunque no sepa cuál sería el futuro allá. Ahora menos, que hasta cantante voy a ser. Ha sido un sueño desde niña. Admiro a Irma y Aranza, que tienen voces canoras. Espero ponerme al corriente − dijo Belcim y todos le aplaudieron. −Mónica, ¿qué nos quieres decir? −Yo voy a administración de empresas para algún día dirigir las empresas de mi padre. Será una fantasía hecha realidad formar parte del conjunto musical −y se repitió el aplauso general. −Aranza, manifiéstate con esa originalidad que tienes. −Yo necesito consultar con mi manager, o sea contigo. De acuerdo con lo que decidamos voy a elegir la carrera. Como ya te lo dije, mi propósito es casarme contigo. Soy de paciencia romántica, que todo espera, de resistencia maratónica en el amor. No te voy a dejar escapar de la jaula. No soy gorrioncillo pecho amarillo −y nuevamente todos soltaron la carcajada−. Irma empezó a cantar y León fue por su guitarra.− En una jaula de oro pendiente de un balcón se hallaba una calandria cantando su dolor hasta que un gorrioncillo a su jaula llegó si usted puede sacarme 61


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con usted yo me voy y el pobre gorrioncillo de ella se enamoró y el pobre como pudo los alambres rompió y la ingrata calandria después que la sacó tan luego se vio libre voló, voló y voló. −Jilguerillo, ¿qué nos estás expresando? −Yo voy a ser la maestra de sus hijos. Voy a estudiar en la Normal del estado. Quiero dedicar mi vida a la niñez, enseñar todo lo que he aprendido. Le quiero expresar al grupo que de todo lo que he hecho en la vida no me arrepiento de nada. Estoy conforme con lo que he decidido, aunque a veces me queme en el alma −dijo mientras escurrían lágrimas por su rostro. La trova nocturna estuvo llena de melancolía. León tuvo que levantarse para cantar cerca de ella y transmitirle el aliento que la animaba a ser apasionada de la trova. La velada se convirtió en carnaval. Tocaron Borrachita, Cartas a Eufemia, Adiós mi chaparrita y terminaron con la melancólica Solamente una vez de Consuelito Velázquez. Irma se fue sin despedirse de nadie, entre los brazos de su amado Habib, argumentando dolor de cabeza. Se pusieron de acuerdo con Ingrid para que al día siguiente fuera al ensayo de las doce del día. Les pidió de favor asistencia, pues no tenía donde quedarse. Aranza se la llevó a su casa y en la mudanza pudieron constatar que llevaba sus libros de canto, una guitarra, mandolina, acordeón, flauta y clarinete. Dejaron los instrumentos en casa de León y luego fueron a comprar cena para acompañar a doña Geno, que estaba más alerta que un centinela pues pensó que era familiar de León. De cualquier for62


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ma, la casa tenía muchas recámaras. Cenaron unas exquisitas chanclas adobadas, que tanto le gustaban a la suegra. Acordaron que Aranza iría a un examen a las nueve de la mañana y a las doce todos se reportarían al estudio del taller mecánico. −Discúlpeme, Ingrid. Yo pensé que era usted hermana o tía de León. Se parece usted mucho a su mamá, Suzan. −¿Verdad que sí, suegra? Yo también le encontré parecido. Se fueron a dejar a León a la casa y él se iría caminando hasta el taller. Aranza utilizaría el carro para transportar los instrumentos al día siguiente. En cuanto llegó, León le habló por teléfono a Jilguerillo. Ella estaba esperando la llamada. Lo conocía, adivinaba sus movimientos, habían sido novios y casi esposos durante dos años. Estuvieron platicando de los sucesos del día y ella le narró lo hablado con Aranza. La decisión de separación afectiva fue una catástrofe para todos. Por cualquier lado había dolor. Seguro que Aranza estaría llorando en su casa. Irma no le dejaba de repetir a León que lo amaba, que no la castigara privándola del amor. −Deja que las cosas tomen cauce natural. No me quites la oportunidad de estar contigo cuando Dios lo disponga. −Mira, calandria. Tú cambiaste el proceso al llevar tu grupo musical. Yo pensé que querías evitarme. Me dolió tu desdén. Ya no metas a Aranza en este triángulo. Estamos sufriendo los tres y no se vale. El proceso es tuyo y mío y nosotros vamos a resolverlo. ¿Estás de acuerdo? −Sí, mi amor. Como siempre tú eres el patrón. A través del teléfono le cantó una canción. −Descansa, mi amor. Morenita, trigueñita, encantadora, de figura co63


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losal tu sonrisa me hace la vida, de tu voz sale el manjar que alimenta mis sentidos de placer divinidad tus andares, tus cadencias, movimientos con compás despiertan en mí sentimientos de no dejarte escapar morenita, trigueñita encantadora, tu mirada enamorada tus esencias naturales, son magia, son hechizo que cautiva mis cantares, Irma de las azucenas chica de los talismanes, niña por Dios erigida canta prosa, canta trova, canta alegrías y pesares morenita, trigueñita, encantadora, mi corazón se agiganta cuando cantas los lamentos de tu pueblo las quejas, las injusticias, son los mejores momentos canta, canta, jilguerillo, niña de mis amores, musa de mis conciertos. Así decía la canción que le había compuesto. De otro lado se escuchaba sollozar a Jilguerillo. No era un capricho ni era sólo sexualidad. Había una conexión espiritual entre ellos, casi mágica. El individuo que miente es un cobarde que evade la verdad, fabrica la mentira para proteger la conciencia. Para evitar problemas de cualquier tipo, León dejó el teléfono descolgado por si le había hablado Aranza. La intuición resultó verdadera, pues a las ocho de la mañana, Aranza estaba tocando la puerta. Él abrió la puerta adormilado. −¿Qué pasó, mi amor? 64


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Aranza entró directo hasta el área del teléfono y lo observó mal colgado. Luego se dirigió a la recámara y allí estaban las partes del tallo cerebral en etapa de pulimento. Se había desvelado trabajando. −No me di cuenta, mi amor. No sé desde cuando estaría así. −Pensé que te había pasado algo −expresó Aranza preocupada. −No, mi niña. Estoy bien. −Te mandó tu suegra estos chilaquiles verdes que tanto te gustan. Disfrútalos, que vas a llegar tarde al trabajo. −Hoy es el último día de bachiller, amor. El examen de hoy ya lo exentas y sólo voy a hacer acto de presencia, firmo, y adiós preparatoria Benito Juárez −comentó la gacela. León la cargó entre sus brazos y la besó sutilmente. Así la llevó hasta el carro. −Gracias, amor. Por despertarme y por el logro obtenido, mi chiquilla. Se fue caminando tranquilamente hasta el taller mecánico. Estaba a un kilómetro de distancia. Iba contemplando el cielo azul del mes de diciembre, las escasas nubes, la Malintzi, el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el paso de autos y transeúntes, los recuerdos del día anterior, la figura de Irma, las esencias de Aranza. Estaba en un dilema de difícil resolución. En un triángulo amoroso enigmático. Ni él mismo sabía cómo el destino los había alcanzado. Cuando llegó, ya iba ejercitado. El contexto de la faena estaba barrido y ordenado desde el día anterior por Roger. El tío estaba contento y lo encontró cantando La carta a Eufemia. Como el carro que iban a arreglar llegaría hasta las diez de la mañana, se sentaron a platicar. −Oiga, tío. Disculpe que me meta en lo que no me importa. 65


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¿Usted ha estado casado? −¿Si no te importa para qué preguntas? −No, nada más, tío. No se moleste. −Fíjate que sí estuve casado con una muchacha de Veracruz. Se llamaba Lorena y duramos tres años, exactamente. Era de Jalapa, la ciudad de la llovizna eterna, cerca del pico de Orizaba. Tenía la misma edad que yo y la conocí de estudiante en México. Cuando terminé la carrera nos casamos, pero me resultó demasiado inmadura, nada más quería estar con su mamá. Aquí vivíamos y salíamos a pasear por las tardes. Íbamos de excursión con frecuencia. No le faltaba nada económicamente. Tenía caricias, alegría, amor y sin embargo, cada vez era mayor el tiempo que pasaba con su familia que conmigo. Hasta que una vez me dijo que mejor se iba para allá. Fue un divorció rápido porque los dos estábamos de acuerdo. Me dolió mucho esta experiencia y estuve saliendo con otras muchachas. Perdí la confianza y ahora prefiero estar solo con mis recuerdos. Ella sigue viviendo con su familia, que Dios la bendiga. Te voy a decir una cosa. A veces prefiero estar solo, no en soledad. Desde que estás conmigo, me has cambiado la perspectiva de la vida. Precisamente, en estos momentos que te veo desvelado, ya me imagino el desmadre que traes en la cabeza. Irma preciosa, altiva, artista, cien por ciento sexual, contra una muchacha bonita, inteligente, encantadora, romántica. Será melón o sandía o será la vieja del otro día, pero tienes un problema difícil de resolver. −No, tío. El problema está resuelto. Justo por eso se armó el escándalo ayer. Le puse un límite a Irma para las relaciones afectivas y decidí continuar con Aranza. Ella es la que me conviene. Por otro lado, no me voy a despegar jamás de Irma. Hay algo que nos une. Ella llegó primero a mi vida. Ha sido mi novia, esposa y compañera de escenario. Tomamos una tregua cuando 66


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me quedé en la orfandad y ahora en el reencuentro nos prendimos, tío. La atracción sexual es irresistible y estamos conscientes de que ella tiene su novio y yo a mi novia. Va a ser difícil el proceso mientras estemos en la trova, pero esto no va a ser siempre. Llegarán tiempos diferentes. Yo no dejo a Aranza porque me ha robado el corazón. Ella me está rehabilitando en el amor. −Me estás dando una lección de vida. Efectivamente no debes dejar a Irma. Esta canija es capaz de suicidarse, recuerda que es artista. Está prendida de ti, estuvo llorando inconsolable el miércoles que le pusiste el límite. Hasta pensé que no iba ir a la presentación, pero como dices tú hay algo que los jala y los ajusta. Qué bueno que piensas así, hijo. Yo también haría lo mismo. Ahora te voy a decir algo, Aranza me ha robado el corazón. Me hace sentir una paternidad incomprensible por ella. Me gusta para tu novia y esposa. −A mí también, tío. Oiga, quiero contarle algo más. El día que mi papá me golpeó con mucho coraje pude haberme defendido, pero opté por no meter las manos. Le juro que la vieja coqueta se fue a meter en pantaletas a mi cuarto estaba embarazada. Cómo iba yo a tocarla. Cuando mi padre me estaba golpeando iracundo, me dijo que a lo mejor ni era su hijo y que igual era de ese pinche Ciro, jijo de muchas maldiciones. ¿Sabe por qué me dijo eso? −Tu papá es una persona impulsiva, dictadora, sólo sus chicharrones truenan. Y ni modo, ya tocaste el tema. Es ineludible darte una respuesta. Cuando yo estudiaba en la UNAM, un día en Chapultepec conocí a tu mamá. Ella estudiaba para ser enfermera militar. Suzan era una belleza juvenil demasiado atractiva y fuimos buenos amigos. Tiempo después nos hicimos novios y un día la llevé a la casa de tus abuelos a presentarla como novia y futura esposa. Mi padre era médico militar con un estilo 67


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de mando igual al de tu padre. Eran como dos gotas de agua en físico y acciones. Por lo tanto era el consentido de Arturo el grande. En plena presentación, mi padre dijo que ella sería mejor candidata para mi hermano Arturo que para mí, que era un simple estudiantillo de ingeniería. Le dio la bienvenida, la trató como reina y fue huésped honorario. Mi madre no estuvo de acuerdo con ese comentario. Pues no sé de qué triquiñuelas se valió Arturo, pero tu mamá no volvió a las citas conmigo. Arturo la puso en el grupo quirúrgico que él dirigía y le prohibieron las salidas los días festivos hasta que la hizo su novia y luego su esposa. Hasta la fecha jamás he vuelto a cruzar palabra con ella −al tío se le escaparon las lágrimas en forma de torrente −. Yo jamás te lo hubiera confesado ni aún en la hora de mi muerte, pero así fue. Ahora entiendes por qué vivo soltero. Me ha golpeado muy fuerte el amor. Tu madre fue el amor de mi vida y lo seguirá siendo hasta que muera. −Lo siento, tío. Me da mucha pena desconcentrarlo. −No te preocupes, hijo. Me hicieron un favor. Estoy seguro que tu padre, para complacer a la susodicha nueva esposa, te dijo todas esas cosas para quemar a Suzan. Me duele decirlo, pero mi hermano es un desgraciado. Aunque sin querer me ha otorgado el gran honor de educar a su hijo que es el retrato de mi amada. Te pareces mucho a ella, por eso te doy el trato de un padre. Con disciplina para que te hagas hombre, pero también con cuidados y afectos necesarios. Sin privilegios que te hagan inútil. Me siento orgulloso de ser tu tío. Eso me permite estar cerca de ti, cumpliendo la misión de mi hermano al cual no le guardo rencor. Si Dios perdona, yo también. Recibieron el carro para reparación y empezaron a trabajar para encontrar las fallas y comunicarle al cliente el diagnóstico probable. La certeza se corrobora durante los procedimientos. 68


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Llegó Rogelio, contento y cantador y diez minutos después ingresó la devastada Irma. Parecía que le había pasado un camión encima. Iba mal peinada, lentes oscuros, unos huaraches. Su vestimenta era menos que casual. Saludó al tío con lágrimas en el rostro y levantó la mano hacia donde estaba Roger. −¿Subimos, León? −Sí, vamos −le contestó a Irma y le hizo señas de preocupación al tío. Irma se sentó en el sillón sin la energía habitual. León se le acercó y la despojó de los lentes. Bebió las lágrimas que surcaban su rostro y empezó a besarla. Primero sutilmente y luego besó su cuello. Las caricias empezaron a subir de intensidad y en ese momento habló León. −Buenos días, hermosa señorita. Vamos a cumplir tres años de conocernos y conmovernos, interrumpidos por cortos periodos. Desde entonces has sido mi musa, mi novia, mi amante y mi esposa. Eres lo inexplicable que me atrae irresistiblemente. Yo no te he desplazado de mi vida, ni creo poder hacerlo nunca por esto que sentimos cuando estamos juntos. Así va a ser siempre, te lo aseguro. A menos que me quede manco y sin voz. Somos actores de la vida unidos por el amor. Ni Aranza ni Habib van a lograr evitar estas sensaciones que provoca nuestra intimidad. Son nuestras parejas en la vida social. Si te vas o si me voy se muere lo que hemos construido sentimentalmente. Amo a Aranza como tú amas a Habib. El amor existirá mientras queramos estar juntos. Es inspiración divina, es un don que Dios nos dio para juntos alegrar la convivencia de las familias. Es nuestra misión, es voluntaria, eso es amor. −¿Me quieres igual que el primer día? −lo interrumpió Irma. −Claro que sí, Jilguerillo. Esto no es un juego de azar de águila o sol, es un proyecto de vida de nosotros dos. Nadie más, Morenita encantadora. Sólo tú y yo. Ahora, si quieres que Berna, 69


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Belcim, Aranza, Roger y Mónica participen, será otro proyecto. Pero en nuestro plan sólo somos Irma y León. −¿Me quieres igual, pajarillo? −Si te comportas como eres realmente, te voy a querer más. No te quiero deprimida ni alocada. −Quería oírlo de tu boca, mi amor. Eres mi inspiración, sin ti no soy nada −le respondió Irma mientras se ponía de pie. Duraron besándose mucho tiempo, como en los buenos momentos. −Que quede claro, Jilguerillo. Este es nuestro espacio y tiempo, escoge otros tiempos y otro sitio para el grupo. Todos somos amigos y hermanos. No le compliques la vida a tu mejor amiga, no des explicaciones a quien no te las pide −dijo León sin soltar el abrazo−. Vamos a ensayar las Cartas a Eufemia, también La borrachita. Haz mímica y pantomima y en la noche se la dedicas al tío. Empezaron a ensayar animadamente, oyéndose la algarabía hasta el taller. En eso llegaron los muchachos y se incorporaron a la alegría musical. Berna llevaba el acordeón, Roger la guitarra, mandolina y la flauta. Abajo, con los ojos llorosos, Aranza abrazaba y besaba al tío con efusión, luego a Mónica y a Belcim. ¿Cómo están mis hijas? −Bien, tío. −¿Quién es esta muchacha tan guapa? −Se llama Ingrid, es mi hermana tío. −Hola, ingeniero. −¿De veras es tu hermana o es hermana de León? −Efectivamente, tío. Es una amiga que se parece mucho a la mamá de León. Es de Guanajuato. −Déjame completar la presentación. Artista, trovadora, sola, triste y abandonada −interrumpió Ingrid. 70


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−Oye, Ingrid. ¿Es presentación o canción? −le contestó el ingeniero y todos rieron animadamente−. Suban, vayan con los muchachos y me mandan a Roger para que me ayude. En cuanto entró Aranza, Irma fue a su encuentro y con lágrimas en los ojos pidió disculpas a todo el grupo. −Espero entiendan que estoy pasando momentos difíciles en mi vida. Fui muy grosera y me arrepiento. Prometo que no se volverá a repetir. Si hay penitencia me avisan −dijo sin soltarse de Aranza. −Sí hay castigo, amiga. Nos llevas a todos, que tuvimos que pagar taxi −contestó Berna. −Entendido y de acuerdo, lo acepto. Si hay que rezar notifiquen. Mónica dijo un Padre nuestro y un ave María y todos se rieron a carcajadas. Ya conocemos a Ingrid. Ahora ella hará su presentación musical. Les pido atención y respeto para la compañera. También vayan pensando en horarios para el entrenamiento del grupo, porque en la mañana es hora de trabajo. Si es posible en otro lugar, mejor. O cambiamos de lugar. Ahora, como señal de respeto a la música les pido se tomen de las manos y repitan conmigo, Dios, danos una buena compañía, una voz que inspire al corazón, una melodía que nos enseñe a vivir mejor −dijo León. Inmediatamente después, Ingrid tomó la palabra. −Qué bonita oración. Con razón Dios los acompaña siempre. Gracias, muchachos, por la confianza que tienen en mí. Les voy a hacer una demostración de lo que sé hacer y lo que puedo enseñar. Inició con un concierto de guitarra que dejó a los asistentes anonadados. Era una experta con la mandolina, cuando tocó el acordeón también empezó a cantar magistralmente. Como 71


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eran canciones conocidas, invitó a todos a seguirla. El ensayo se convirtió en una fiesta juvenil. Todos se abrazaron, bailaron y cantaron. Dios les había concedido una buena compañía. −Me gustaría que ayudaras a Ingrid a conseguir trabajo aunque necesito clases de acordeón −le dijo León a Jilguerillo. Seguido, Mónica pidió clases de mandolina, Berna clases de canto y Belcim solicitó clases de guitarra. Aranza preguntó por clases de canto, Irma por clases de flauta y se hizo el grupo de alumnos. Después de esto, León siguió hablando. −Nada más hay que ponernos de acuerdo con los honorarios y un lugar donde se puedan impartir las clases. Mientras estaban en la batahola, llegaron Ciro y Roger. El ingeniero se sumó a la lista de solicitantes. −Ingrid, yo quiero clases de acordeón y mi ahijado de guitarra. Dice que para acompañar a la que toca la mandolina. Eso dice él. Todos voltearon a ver a Mónica quien estaba sonrojada. −Si ustedes me permiten, les ofrezco un local que está desocupado allá abajo. Sólo me ayudan a improvisar. Tiene sanitario y baño. Le acomodamos unos sillones, escritorios y lo que la maestra necesite. Además, tiene puerta de seguridad para los instrumentos. Usted diga, maestra. ¿Sí nos ayuda a dejar el salón presentable? Las lágrimas asomaron de los ojos de Ingrid y respondió. − Gracias, ingeniero. Sé que esto es obra de Dios. Hace unos días no sabía qué hacer con mi vida. Les juro que pedí la muerte como remedio. Dios me dio una apretadita pero no me ahorcó. Me puso en el lugar de gente buena y me dijo todavía no es tiempo. Espérate, que te va a ir mejor. Gracias a todos. −Bueno, pues manos a la obra. En la tarde, si gustan, sacamos la lista de las necesidades, los remedios, las curaciones y la 72


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cirugía reparadora. Ya saben que las organizadoras son Irma y Aranza, así es que ellas nos repartirán funciones. Si quieren nos vemos a las cinco de la tarde para que encuentren el taller limpio y ordenado. −¿Está de acuerdo, tío? −Encantado, muchachos. −Recuerden, el recital de hoy va a ser en honor de mi tío Ciro, no vayan a faltar. Irma iba a cumplir con la penitencia de llevar a todos a sus casas cuando León la alcanzó para decirle algo. −Oye, Jilguerillo. Yo creo que tú no vienes. Tienes que arreglarte para el festival. Mi festival eres tú. Aquí estaré en una hora. Quiero estar cerca de ti lo más que se pueda −le contestó sonriente. Aranza e Ingrid se quedaron platicando con el tío sobre los arreglos necesarios y Ciro estaba gozoso. Le había vuelto la alegría al corazón. Se despidieron del jefe con un abrazo y beso sinceros. Luego Aranza fue al encuentro de León para remolinearse con él feliz de la vida −Ya nos vamos, mi amor. −Nos vemos a las seis, chiquito −dijo y lo besó apasionadamente. −Oigan, cálmense. No cuenten dinero delante de los pobres − les dijo Ciro, provocando la risa de todos. Luego, León las acompañó al carro. −¿Todo bien en el examen, Gacela? − Excelente, ya dejé de ser bachiller. Volvieron a remolinearse y se tomaron de las manos con los brazos extendidos, las puntas de los pies juntas y el cuerpo hacia atrás. Empezaron a girar como un remolino. Terminaron de reparar el carro como a las tres de la tarde. Mientras León limpiaba el área del motor y le daba una limpieza exterior, Roger fue a comprar la comida al restaurante de 73


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comida corrida. León había preparado el agua en la mañana y sólo había que sacarla del refrigerador. Comieron con calma, platicando anécdotas graciosas. Cuando terminan de ingerir alimentos, llegó el dueño del automóvil y Ciro le dio las explicaciones pertinentes. Cobró sus honorarios y entre los dos jóvenes barrieron el taller, ordenaron herramientas y equipo en su respectivo lugar, mientras el jefe abría el cuarto que había estado cerrado por años. No era un cuarto sino tres habitaciones grandes. En el centro, la sala, en las laterales una recámara sumamente polvosa y en la otra ala un cuarto de baño grande con tina, regadera y sanitario. Atrás de la sala había una hermosa cocina adornada de talavera poblana, con sus anaqueles de madera de cedro, una estufa para gas, refrigerador grande con bastante espacio interior para surtirlo con lo necesario. Atrás de la cocina, un patio de unos veinte metros cuadrados y en un extremo el cuarto de lavado con su lavadora y conexiones, un cuarto para planchado. Lo que resultó más atractivo para los jóvenes fue un cuarto con una mesa de billar, una mesa de futbolito con jugadores del Puebla y del América, una mesa con dominó, ajedrez, damas chinas, oca, coyote, serpientes y escaleras con sus respectivas fichas, canicas y dados. Todo cubierto con sábanas. En esta sección abandonada vivían el tío y Lorena. −Cuando Lorena se fue cerré esta parte de la casa y construí una nueva para que no se agolparan los recuerdos. Hoy que el sueño me encuentra despierto se abre al público para desterrar la tristeza que se quedó encerrada −comentó Ciro. Lo primero que hicieron Roger y León fue limpiar la sala. Sacaron los muebles al patio para limpiarlos. Descolgaron un espejo enorme para darle una chainadita. El piso era de duela casi nueva, y después de dos horas terminaron. 74


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Ni el mismo dueño reconoció al salón cuando lo vio. Le dieron ganas de sentarse en los relumbrantes sillones y decidieron jugarle una broma a los integrantes del grupo. Roger y León se encerraron en el salón del fondo a jugar billar, mientras el jefe los iba a entretener diciéndoles que había mandado a los muchachos a comprar enseres de limpieza y no habían vuelto. Aprovechó el tiempo para platicar con Ingrid, hasta que después de diez minutos abrieron la puerta y se pararon con los trapos de la limpieza en el antebrazo, dándoles la bienvenida a la amplia mansión. Todos se quedaron sorprendidos del salón amplio. Pusieron un tapete para que colocaran los instrumentos sobre él. Luego Roger, como guía del evento, los llevó por las diferentes áreas de la casa aun sin arreglar. Iba describiendo con ironía cada sección de la casa. Todos quedaron maravillados con la cocina y después salieron al patio. Cuando descubrieron el cuarto de juegos, todos quisieron jugar. Irma y Aranza contra Belcim y Mónica en el futbolito; los muchachos en la mesa de billar. Mientras tanto, Ciro e Ingrid conversaban animadamente. −Puede usted hacer uso de esta sección de la casa que estaba abandonada, la sala de música, cocina y las recámaras. Se la ofrezco como préstamo, para que empiece usted a trabajar. Ya que se recupere económicamente, me paga renta. No se preocupe por el tiempo que pase. Soy paciente y deseo de corazón que esté bien, así tendremos academia de música para todos los del grupo. − contesta apenada Ingrid−Estoy muy agradecida con Dios, por traerme hasta este empático grupo a través de la música. La verdad no me gusta ser gorrona, ni abusona. Le propongo, ingeniero, que me dé oportunidad de servirles a usted y a los muchachos. Si usted gusta, yo puedo ser quien se encargue del aseo de esta sección y de su casa. Además de musical, soy artesanal. 75


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Elaboro deliciosos desayunos, comidas y cenas. Así usted no se malpasaría en la alimentación y de paso se benefician León y Roger. ¿Qué le parece, Ciro? −Definitivamente es usted encantadora, Ingrid. Como no tengo experiencia, le voy a dar estos mil pesos para que compre víveres suficientes y si hacen falta, utensilios. Es un honor tratar con usted, bella dama. −No se va a arrepentir, ingeniero. Me gustan sus modos y modales. −¿No que venían a trabajar? −dijo León después de unos minutos. Cuando dieron las seis, Aranza y León se fueron a cambiar. Irma se fue con Belcim a maquillarse a su casa y encontrar un vestuario apropiado para la presentación. León dejó a Aranza en su casa y quedó de pasar por ella al cuarto para las siete. No sucedió así, pues Aranza llegó a las seis con treinta. Llevaba un vestido blanco y corto que dibujaba sus bien formados muslos. Iba demasiado maquillada. Ahora, León llevaba vestimenta de pachuco, un sombrero con una flor en la copa. Estaba listo para la partida cuando Aranza se le prendió al cuello y empezó a besarlo y acariciarlo de lo sutil a lo intrépido. Puso las manos del galán en sus muslos y empezó a liberar oxitocina en el medio ambiente. Cuando estaba por desbordarse la pasión, León paró. −Se nos va a hacer tarde, mi amor. −No importa, felino. Me tienes que dar mi premio por el bachillerato. −Después del recital, gacela impetuosa. Vámonos, que llegaremos tarde −le contestó León apresurado. Durante el trayecto al sitio del evento, empezaron a platicar. −¿Por qué lo hiciste, gacela consentida? −Por amor. 76


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−¿Para qué lo haces? −Para demostrarle a Irma que yo también te puedo seducir. −Mi amor, ¿me has preguntado a mí si lo quiero hacer? −No. −Pues pregúntame. −¿Lo quieres hacer conmigo? −No, mi amor. Tú no eres Jilguerillo, eres mi novia. Mis sentimientos hacia ti son diferentes, nobles y sinceros. ¿Te quieres poner en el estilo de Irma? −No, León de la selva. −Tú no eres así. Después te arrepentirás. Trata de ser la Esperanza original, aquella de la que estoy enamorado. Juega con tu esencia y tu educación. Usa la inteligencia para disfrutar la vida conmigo. Te voy a dar un consejo que también es una orden. Llegando al evento te me limpias esa cara y esos labios, porque ese personaje que está enfrente de mí no es la gacela. Es una parodia de una mujer fantasmal de la película de Los Caifanes. El otro día me dijiste que tienes un objetivo conmigo, pero no recuerdo cuál es. Repítemelo cara a cara. −Casarme contigo. −Ese no es el camino, mi amor − le dijo−. Al voltear a verla descubrió su rostro original. Se había quitado el maquillaje con una toalla facial. León detuvo el carro y la besó sutilmente en los labios. −Eres mi novia, no mi amante. Llevas la delantera en el proyecto, no juegues con fuego porque te puedes encender. Te vas a quemar el alma y el corazón. Recuerda que te amo. No con palabras, pues con evidencias lo he demostrado. Lo que hago con Irma es una actuación que tiene tres años de antigüedad. Somos actores consumados y sé que te duele la actuación ofensiva, pero es parte del show. Que no te importen los comentarios de la gen77


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te. Tú eres mi dueña, la consentida de mi corazón. Después de esto no te vayas enojar conmigo. −Discúlpame, León de la selva. Tienes razón. Es que Irma me ha picado la cresta últimamente −le comentó Aranza apenada. Entre más le hagas caso, más te va agarrar de cliente. Terminando esto llevamos a Ingrid y a Ciro a cenar. Ánimo, mi amor −concluyó León. A las ocho en punto inició el evento. Acudieron funcionarios de Educación del estado. En una mesa estaban el tío Ciro, Ingrid, Berna, Belcim y Mónica. En la mesa central estaba su padre Arturo, la joven esposa y su hermana Macarena. En la mesa lateral, cerca del escenario, estaba la familia de Aranza, doña Genoveva, Bernardo y Elfega. Empezó el evento musical y la historia de la trova en Latinoamérica. Interpretaron magistralmente las melodías de protesta, las románticas, las de gratitud, las de despecho. Un dueto poblano excelso, pero no todo lo que aparenta buena cosecha termina con frutos hermosos. Jilguerillo se mostró apasionada durante todo el festival y los acercamientos hacia León fueron más que atrevidos. Incluso llegó a besarlo en la boca en más de una ocasión. Durante el popurrí interpretó Las cartas a Eufemia dedicadas a Ciro, una excepcional interpretación de La Borrachita y para terminar el ensamble de canciones, subió al escenario y colocó un banco cerca de León. Le expresó con sarcasmo todo el coraje que tenía y dedicó la melodía a su mejor amiga, Aranza. Empezó a interpretar Morenita, trigueñita encantadora, que era el himno de ella y su amado León. La lectura y sentido de la canción llegaron al corazón de la gente. La ovación fue unánime, se levantaron ambos y levantaron los brazos. La noche había sido un éxito total, pero cuando volteó a la mesa de Aranza ya no vio a la familia. Irma lo besó repetidamente en la boca 78


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delante de toda la gente y los funcionarios de Educación les prometieron trabajo para una gira por el estado. Su padre lo estaba esperando en la mesa con su familia. León se acercó a saludar a los asistentes pero nadie le extendió la mano. Su padre, que estaba enterado de su vida sentimental con Aranza lo reprendió. −¿Esto es todo lo que sabes hacer? Te felicito por la gran farsa, al que traiciona corazones le faltan pantalones, muñequito de papel. Le partieron el alma por farsante. Regresó triste y lo estaba esperando Irma, quien lo abrazó intensamente. −Triunfamos, mi amor. En ese instante llegó Habib y los felicitó por los excelentes comentarios del público y se llevó a la apasionada como trofeo de la noche. Todos se habían marchado salvo el fiel Roger. −Te felicito, hermano. Lástima que no todo sea un éxito. Te partieron el alma y el corazón. El empresario se acercó aplaudiendo la actuación. −Gracias, León. Aquí nos vemos el lunes, carnalito. −Enterado y de acuerdo −contestó automáticamente. Cuando salió no estaba el carro y no había nadie. Se despidió de su único amigo. −Hasta mañana, Roger. −Que Dios te bendiga, hermano. Lo necesitas en tu vida. Se fue caminando hasta la casa con la guitarra al hombro. Abrió la puerta en automático y se sentía abatido por su papel de estúpido emocional. Para no estar dándole vueltas al asunto, se puso a formar y pulir los órganos del tejido límbico hasta que se durmió a las seis de la mañana. Se quedó rolado hasta las diez de la mañana cuando unos fuertes toquidos llamaron a la puerta. Era el tío Ciro. 79


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−¿Qué no piensas ir a trabajar? Te necesito en el taller, vístete y vámonos. −Sí, tío. Discúlpeme, me quedé desconectado. Se subieron a la camioneta de Ciro y cuando llegaron al taller, varias mujeres limpiaban la casa. Se acercó a Roger para conocer los pendientes del día y le explicó que estaban arreglando un auto con fallas en el sistema de gasolina. Se abocó a revisar cuidadosamente la anatomía tecnológica desde el tanque hasta la bomba de la gasolina. Le fue explicando a Rogelio paso a paso cómo realizar el diagnóstico para aplicar las curaciones o de plano un trasplante de órganos. El alumno estuvo atento a las lecciones hasta que resolvieron el problema. Durante la faena, Roger interrogó a su amigo. −¿Qué les pasó? Se salieron de la norma trovadora. Ofendiste a tu novia y no te lo va a perdonar nunca. Aunque, como le dije a tu tío, el señor pide misericordia no sacrificios, anoche el público estaba dichoso y complacido, los que se dicen amigos de León se esfumaron y lo dejaron huérfano. En qué se basan para hacerte el nazareno. En lo personal yo pienso que todo el desmadre lo hizo Irma. Tú ya estabas en el escenario, tenías que completar la actuación. Yo no te voy a dejar morir solo. Sé que Irma es capaz de eso y más. ¿Quién sabe qué más vaya a hacer? Es una mujer despechada e impulsiva. Nosotros la conocemos muy bien. −Gracias, carnal. Eso es ser solidario en momentos de calvario. Vamos a terminar este trabajito para fumarme un cigarro −le manifestó León. −No, carnal. Eso sí es nocivo para tu voz. Recuerda que el lunes tienen nuevamente acción −le contestó molesto Roger. Cuando terminaron el trabajo, León fue a la esquina a comprar cigarros. No tenía hambre y empezó a fumar tranquila80


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mente en la entrada del taller. No le importaban los sucesos de la vida. Aún no terminaba de darle tres fumadas, cuando llegaron Belcim y Mónica y le arrebataron el tabaco. Se lo apagaron, lo tiraron a la basura y sin mediar palabra se fueron. Cayó en cuenta de que si allí estaban ellas, seguramente estarían Aranza, Irma y toda la palomilla. Le dio vergüenza, se quitó el overol y se fue a caminar sin rumbo ni dirección. Llegó al centro de la ciudad y se sentó en el zócalo a contemplar a la gente. Se compró dos muéganos para engañar al hambre. Compró una caja para el sábado y el domingo. Por la tarde, fue al templo de San Jerónimo que es expiatorio y allí pidió perdón por sus pecados. Estuvo orando hasta las ocho de la noche. Después se fue caminando hasta su casa. A las ocho de la noche llegaron a la casa de Aranza el grupo de las borrachas. Irma e bajó a ofender a su mejor amiga, diciéndole que León era su amante y que toda la semana habían tenido relaciones sexuales. −Quiero que sepas que me pertenece. Es sólo mío y voy a luchar por él. Aunque tenga que partirte la madre. Te decías mi mejor amiga, pero eres la peor traidora. Vámonos, muchachas. Bernardo le pidió calma a su hermana, que sollozaba por la culpa infundada y el dolor de la traición. −Aranza, hace poco me preguntaste que por qué me preocupaba por Elfega cuando andaba visitando a su familia. Te contesté que porque la quiero. Tú me dijiste, no sufras hermano, no vale la pena y todo va a estar bien. Ahora te lo digo yo, hermana, no sufras, todo va a estar bien. Aunque tu problema tiene varias caras, lo primero es que tienes bronca con tu mejor amiga. ¿Existe la sospecha sobre la infidelidad de León? Si te das cuenta, todo el desorden lo hizo Irma. León ni las manos metió. Su culpabilidad fue terminar una actuación fantástica. ¿De quién crees que es 81


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el compromiso del contrato? El responsable es León. Analízalo, ella está despechada porque seguramente le dieron cortón y vino a gritarte para ofenderte, para hacerte sentir mal, para humillarte, para hacerte sentir culpable. ¿Es realmente tu mejor amiga? Claro que no, despeja tu mente. Actualmente es tu enemiga. Le arrebataste a su macho alfa. Tú misma me has dicho que ellos tienen relaciones sexuales con protección desde tercero de secundaria. No era secreto para ti, sabías que estabas jugando a las cartas abiertas con una leona en celo. Ahora lo que está resultando es consecuencia. No le quito la culpabilidad a León, él es víctima de las circunstancias. Su punto débil es la alianza artística con una neurótica y celotípica. Lo de ustedes es sano por lo que me platicas. Lo mejor en estos casos, aunque te duela, es alejarte de ambos focos de conflicto. Deja que pasen unos meses, que todo vuelva a la calma para que retome su cauce la corriente del río. Te quiero, hermana. Hazme caso por favor. El domingo se repitió la misma historia. La borracha de Irma, leona en brama, continuaba furiosa y reclamando en la casa de Aranza lo que ostentaba eran sus carencias afectivas. León se presentó hasta el día lunes al taller. Llegó muy temprano, pero se le notaba deprimido, flaco, despeinado y desaseado. No se había cambiado la ropa desde el viernes. En cuanto llegó se puso a barrer y a ordenar el taller. El tío apenas le dirigía la palabra. Le bajó un cambio de ropa, lo mandó a bañar a la nueva casa que estaba como espejo reluciente. León le dio una exploradita y allí estaba Ingrid, la maestra, huésped honoraria de la casa y academia de música. Estaba hacendosa preparando la comida del día cuando lo descubrió. Lo abrazó como a un hermano en crisis. −Hola León. Qué bárbaro, magistral la actuación del viernes, 82


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dos genios de la música, pero la fortaleza que te da el talento artístico se ve opacada por tu debilidad ante el amor y la sexualidad. Te dejas querer por quien no lo merece, engañas a la que te ama, eres incongruente y utilizas los recursos seductores para tu satisfacción, para hacer daño y no para curar como debería ser tu misión, mi estimado doctor. Necesitas fajarte las emociones como hombre, no como un pelele que se deja llevar por la seducción y el placer fácil. Cambia, hermanito, para que seas hombre de verdad. −¡Hermana, le atinaste a la causa de mi desgracia! Voy a dejar de llorar y lamentarme para entrenarme en el manejo de emociones. Efectivamente, ese es el diagnóstico, doctora Ingrid, desequilibrio en el manejo de afectos −contestó León con la voz quebrada. A las diez de la mañana, llegó Gil en plan agresivo a reclamarle por el estado de salud de Irma. Era tanta su furia que hasta en repetidas ocasiones golpeó a su amigo con el puño cerrado. León era más fuerte pero se quedó afrontándolo sin mover un solo músculo. Ya expulsado el coraje, Gil lo abrazó afectuosamente. −Antes del compromiso le dije a mi hermana, no te metas al infierno porque te puedes quemar hasta achicharrarte. Yo sabía que esto iba a pasar. Discúlpame, León. Tenía mucho coraje contra ti aunque realmente no seas el culpable. Si sabes que haces daño a un ser vulnerable, retírate por favor −dijo y se marchó sin voltear hacia atrás. Como a las once, estaban en plena faena automotriz cuando llegó Irma. Llegó desastrada y llorosa. Saludó a todos con la tristeza a cuestas y le dijo a León que estaba ahí para ensayar. El felino se dirigió a ella con amabilidad y le dijo que el jefe le había prohibido ensayar en horas de trabajo. 83


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−Nos vemos a las siete, Jilguerillo. Allá te veo en el estudio. −¿Me dejas abrazarte, León? −Claro que sí −le musitó al oído. −Te amo. −Oiga, mija. ¿Qué le pasa a mi jilguerillo? −exclamó el tío Ciro. −Nada, tío. Estoy bien. −Te quiero agradecer por las interpretaciones. Estuviste fantástica, gracias, hija. −Fue un placer agradecerle sus atenciones de toda la vida. Pasen buen día. Cuando Irma se enteró que Gil había golpeado a León, se enfureció con su hermano y fue a reclamarle. −¿Por qué lo lastimaste? ¿No te das cuenta que es lo que más amo? Me golpeaste también a mí. A partir de ese momento, se postró en la cama y ya no quiso comer, menos bañarse y arreglar su cuerpo. Estaba devastada, su egoísmo, orgullo y soberbia la tenían atrapada en un mundo desastrado. Se levantó para ir a la graduación del grupo y asistió para completar la fechoría. Estaba programada para cantar tres melodías, la última interpretación fue Morenita, trigueñita, encantadora para restregarle a Aranza su coraje. Nada más para eso se levantó. La ovación fue grande para la cantante y para el autor. Cuando las llamaron para premiar el aprovechamiento escolar general, Berna recibió el tercer lugar y fue ovacionado largamente. Tenía popularidad el chaval. Irma, segundo lugar que agradeció a su familia, recibió ovación general por su talento artístico e intelectual. El primer lugar fue para Aranza Corona, quien agradeció el apoyo de su familia, sobretodo de su madre, de su padrino el ingeniero Oscar Covarrubias y por la inspiración de su novio 84


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León Felipe. Ese fue un golpe certero a la altanería de Irma. La ovación fue general entre alumnos, maestros y padres de familia que se pusieron de pie para aplaudir a la humilde estudiante. Después de varias semanas de luchar contra la depresión, apareció el alma salvadora de Irma. Se trataba de Habib, quien había perdido a su padre enfermo. Los roles habían cambiado. Ahora era empresario pues tenía que atender las empresas de su padre. Abandonó la carrera de medicina y hablaron de las verdades en el amor y las maldades realizadas con fines perversos por parte de ella. Habló de su arrepentimiento verdadero, de la intención de continuar la relación de manera saludable. Ella significaba para él las estrellas del firmamento, un sueño transportado a la realidad. Los muchachos ensayaban por las tardes cuando León se iba del taller, para no encontrarse con él. Sentían coraje en sus corazones por lo que le habían hecho a Aranza. Por su estado depresivo, Irma ya no se presentó a cantar al Gilbert, genio y figura. León tenía un plan B extenso, con un repertorio suficiente para mantener atento, contento y complacido al público. El trabajo era más polifacético, pero entretenido, creativo y divertido. En varias ocasiones se mencionaba como el nuevo Garrik de la ciudad de Puebla. Roger permanecía fiel a su lado, para los cambios de sonido o de vestuario. En el fondo, allá en la oscuridad, estaban Aranza e Ingrid contemplando las peripecias del maestro del canto y la actuación. Era un genio de la improvisación. Así fue como completó los dos meses de contrato con un éxito total. El empresario quería más tiempo, pero León le explicó que la escuela lo mantendría ocupado y no quería quedar mal. Durante tres meses, el carro de la franja estuvo en uso y cuidado de Aranza. El tío le había concedido la franquicia y León nunca protestó. Era como si lo trajera él. Le daba gusto verla pa85


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sar por las calles contenta. Además, la unidad normalista donde ella estudiaba estaba lejos de la ciudad, por lo que necesitaba del carro para trasladarse. Durante todo este tiempo, Ciro no le pagó sueldo. Con lo que ganaba en el teatro se mantenía. León estaba orgulloso por la compra de una lavadora y un refrigerador nuevo. Estaba satisfecho y todo esto se lo platicaba a Roger. Los demás le seguían aplicando la ley del hielo. León y Berna se procuraban en la escuela. Eran buenos amigos sin que las demás se dieran cuenta. Ese día, Berna citó a todo el grupo en la escuela de música a las siete de la tarde después de clases. Todos llegaron puntuales salvo León. Detrás de un escritorio estaban sentados los moderadores Ciro e Ingrid, para que no se perdiera el orden. Los demás iban a dar su testimonio sobre sus relaciones con León, dependiendo de ello se reintegraría al grupo de música. Tomó la palabra Berna. −Compañeros, quiero manifestar que he recibido más beneficios que perjuicios de León. He compartido nuestra juventud con el mejor amigo que me ha dado la vida. Cuando vivía con nosotros, en esa época de trasnochadores, siempre me protegía de los peligros. Me llamaba la atención cuando fumaba o se me estaban pasando las copas y me motivaba para estudiar. Posterior a esa triste época, ha sido primer lugar en aprovechamiento escolar. Ahora que entré a medicina, lo evitaba a toda costa y él se dio cuenta. Sólo sonreía al verme pasar. Un día me estaban novateando unos alumnos de quinto año que me querían quitar el reloj y él se dio cuenta. Llegó ante ellos y me preguntó por qué llevaba su reloj si lo tenía prohibido. Luego me pidió mi cadena, el dinero que había sacado del buró y le di todo lo que pidió. Los pachones no dijeron nada y se dirigieron a León. Le dijeron que era especial y cantaba padrísimo. Me 86


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presentó como su primo y les encargo que me trataran bien. Desde ese día rompí el pacto. Yo lo necesitaba más que él a mí. Otro día nos dejaron un tema complejo de anatomía que por más que leía no entendía. Le pregunté a León si me podía ayudar y nos fuimos en camión a su casa. Iba contento, guasón, bromista y le comenté que se veía contento y feliz. Me dijo que era Garrik y le pregunté quién era ese personaje. Me contestó que se trataba de un actor inglés que hacía reír a la gente, pero por dentro se estaba asfixiando de tristeza. En su casa me presentó los simuladores que ha fabricado, una verdadera obra de arte. De verdad son un ingenio de sabio. Al otro día fui el único que comprendió el tema y me felicitaron mis compañeros. El maestro nos confesó que él mismo había batallado con una parte que expliqué. Me preguntó quién me había ayudado y le dije que mi primo León Felipe. El maestro lo recordó como alguien extraordinario y las muchachas dijeron que era un papacito. Así que ya saben, tienen mucha competencia femenina. Yo voto por que regrese al grupo como líder, aunque se haya equivocado. Pasó al frente Mónica y empezó a hablar. −¿Qué les puedo decir, amigos? Yo quiero mucho a León, nos conocemos desde niños y ya luego de jóvenes fuimos novios. Siempre me trató con respeto, cordialidad y amistad. Es romántico por naturaleza, de caricias sutiles con algunas atrevidas. Muy buen chavo. Me decía de cariño camino, pues hacía un juego de letras con mi nombre. Contaba que se había enamorado de mí porque sus padres le decían de niño, siempre vete por un buen camino. Siempre ha sido un excelente compañero, además es el celestino ante Roger. No tengo queja, voto para que regrese a ser nuestro líder. Le tocó el turno a Belcim, quien habló de la siguiente forma. 87


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−Tengo mucho que agradecerle a León. Ha sido el único hombre en mi vida romántica. Lo amaba hasta hace tres meses que se volvió fruto prohibido para el grupo. Se me fueron las ganas cuando se armó la tremolina. En el fondo lo sigo amando como amigo y como hombre. Es buen muchacho, siempre me ha tratado con respeto y me ha trasladado al cielo con sus caricias y al purgatorio el día que me arrebataron al novio que me había robado. Sufrí las mismas depresiones por las que pasaron o están pasando mis amigas, pero afortunadamente ya lo superé. Si tuviera la oportunidad de volver a ser su novia lo aceptaría gustosa, desgraciadamente eso es imposible en la realidad. Actualmente, sé de alguien que me anda echando los perros pero no se atreve. Sólo sé que su nombre empieza con B de burro, creo que se llama Bernardino. Sólo es cuestión de que te declares para relacionarnos.Voto porque León regrese a liderar el grupo −dijo, y el grupo le aplaudió. Berna brincó al ruedo antes de que Belcim se arrepintiera. Se hincó delante de ella y la miró a los ojos. −Si de verdad lo dices en serio, te pido ante los presentes que me aceptes como tu novio. −Claro que sí, Berna. Te acepto como novio. Eres el mejor −contestó Belcim antes de abrazarlo y darse su primer beso oficial. Aranza se levantó y tomó la palabra. −Todas hemos sido amigas desde la primaria. Nos vestimos de monjas y luego de rebeldes. Sin excepción, conocemos nuestros secretos. Ustedes saben que dentro de un grupo siempre hay más química con algún miembro. A todas las quiero, pero me he identificado más con Irma. Es la hermana que nunca tuve, pues mi hermana mayor se casó y se fue de Puebla cuando nací. Mi gran pecado fue enamorarme de León a través de ella, de 88


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sus pláticas, secretos, misterios, códigos. Lo sé todo o casi todo, aunque quiero que Irma sepa que lo conocí desde que iba en sexto de primaria porque es amigo de mi hermano Bernardo. Desde la primera vez que lo vi le dije que era mi novio. No le pregunté, lo proclamé. Lo soñaba bien bello de jovencito porque tiene mejor cara que la de muchas mujeres. A lo mejor hasta mejor que la mía. Se parece a su mamá y también a usted, maestra Ingrid. Desde entonces viví enamorada del León de la selva. No sé si haya sido desleal formalizar mi noviazgo con León sin consultar a Irma Idalia, aunque ellos ya tenían tiempo de haberse separado. Además, Irma ya era novia de Habib. Lo consideré propio para mi corazón enamorado. Yo nunca había tenido novio y León me enseñó a besar, a comunicarme. De una manera graciosa y simple, salió mi sello original. Me prodiga con caricias permitidas para un noviazgo sano y no me permite ir a su casa sola. La vez que entré a su casa fue con su mamá Suzan y me quedé impresionada con su inteligencia, creatividad, ternura, simpatía. Me enamoré, Irma. Perdóname si te ofendí, no fue mi intención. Me da tristeza que las dos mejores amigas de la vida no nos dirijamos ni una mirada en la escuela. Me duele el corazón porque yo te quiero, y mucho. Estoy consciente, muchachos, que la pareja perfecta, exacta, sincronizada, atractiva, alegre y bullanguera son Irma y León. Nacieron el uno para el otro, desgraciadamente toda esa perfección se acabó por los impulsos frenéticos y la celotipia que los acompaña. No son cualidades saludables, son síntomas de enfermedad. No lo hago por ofender o lastimar, lo comento para conciliar y reintegrar al grupo. No voy a manifestar mis sentimientos hacia León porque son solo míos. No los voy a compartir con nadie, me pertenecen, son de mi propiedad y allí se quedan hasta que pueda expresarlos a quien amo. Me abstengo de votar hasta conocer la opinión de 89


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mi mejor amiga. Sigues siendo una bendición para mí. Irma permaneció sentada meditando hasta que se levantó con dificultad y se colocó frente a todos. Qué bueno que me dejaron la última ponencia porque es la más difícil y va a ser la más polémica. Los quiero a todos como hermanos, y a ti, Aranza, como mi mejor amiga. Eso no se cura ni se quita, sino que se da por afinidades e intimidades. No se pierde a pesar de las broncas y si hay una responsable de este motín soy yo. Reconozco mi conducta estúpida. Mis padres me permitieron ser una niña caprichosa, chalequera, quedarme con las cosas que no eran mías y cuando no lo lograba hacía un pedo mundial. Disculpen la jerga ratonera, le arrebaté el novio a Belcim. Discúlpame, amiga. Ahora que sé que te afecté y te llevé al purgatorio, pero ya estoy pagando con el infierno. Tienes razón, Aranza. León y yo somos el ajuste natural perfecto, nos entendemos sin ponernos de acuerdo, nos acoplamos improvisando sobre la marcha, somos apasionados al extremo. Así aprendimos a amarnos hasta la locura, fuimos amantes de tiempo completo. Sin embargo, León mismo me lo dijo, lo dejé cuando más me necesitaba. El día que se quedó huérfano de padre y madre me perdió a mí también. Lo cambié por Habib. Afortunadamente lo rescató Ciro Peraloca. Volvía a su vida cuando lo necesité para fines artísticos. Lo seduje porque la adicción al sexo existe entre nosotros y quise arrebatarle el quijote a Aranza. Pero fracasé, la frustración fue intensa por no quedarme con el premio. Armé la tremolina y lastimaste gente inocente, dejé a León solo con el paquete y volvió a quedar huérfano porque todos le dieron la espalda. Me dijo que soy una traidora, caprichosa, mala leche, desgraciada, que necesito tratamiento sicológico y mucho apoyo de mis amigos. Disculpen a la estúpida de siempre, a la responsable de este 90


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caos. Ya estoy en tratamiento, no se asusten. Les prometo recuperarme y en los próximos meses reintegrarme al grupo. Voto por que regrese León al grupo, voto por que regrese a su relación con Aranza sin que me interponga, voto por que volvamos a ser las mejores amigas, voto por que no me pongan enfrente de León Felipe hasta que me recupere totalmente, o por lo menos no me dejen a solas con él porque no respondo. Desde el escritorio el moderador pidió silencio y manifestó lo siguiente. −No me arrepiento de haberles abierto las puertas de mi casa a todos ustedes, realmente son como mis hijos. Los conozco desde pequeños. Fui vecino de ustedes por muchos años y me da gusto que las cosas se hayan aclarado. Así debió haber sido desde un principio. Sin embargo, Dios no se equivoca. Hoy fue el tiempo y el lugar, con todos los personajes presentes. Sabemos que el tiempo cura las heridas y así lo estamos palpando. Lo importante de la reunión es que durante todo este tiempo nos ha estado escuchando el muchacho del cuento, aquí está entre nosotros mi sobrino. León salió de la recámara en donde escuchó los comentarios sin que ellos supieran y todos corrieron hacia él. Al último se quedó Aranza. Irma se adelantó y lo abrazó sollozando. Luego le dijo a Aranza lo siguiente. −Perdóname, pajarillo. Te juro no volver a meterme en tu vida. −No te preocupes, amiga. Te prometo que vas a volver cantar con él, sólo deja que el tiempo pase. Sería una tontería perder ese espectáculo tan maravilloso que nos alegra −le respondió Aranza, dejándolos a todos sorprendidos. −Nada más que, chiquititos, nada de estar solos en los ensayos. Les damos permiso de enamorarse en el escenario. Sé que es lo que sienten con el canto y los movimientos que son un regalo de 91


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la vida −todos rieron de la puntada. Aranza volvió a apartarse y se quedó esperando por la respuesta de su amado. Él, compungido y con lágrimas en los ojos guardaba silencio. −Estoy esperando, León −le dijo Aranza. −Discúlpame, gacela. Merezco unas nalgadas o coscorrones o un jalón de patillas. −No, chiquito. Quiero otra declaración como la de Berna −le dijo Aranza y él se puso de rodillas. −Gacela de hermosa estampa, de graciosa figura y carrera ágil. Quiero que me lleves a tu trampa, es donde quiero vivir, atrapado para siempre. ¿Señorita gacela, me aceptas como novio? −Levántate, león de la selva. Te acepto y reacepto −los dos se abrazaron y besaron sutil y tiernamente. Irma se les acercó y empezaron a brincar de alegría. Antes de que terminara la reunión, León Felipe tomó la palabra. −Les agradezco a todos por la decisión a mi favor. Gracias en verdad. El dolor, que transformado en risa se vuelve lenitivo, no es la solución. Me queda muy claro que cada quien tiene su estilo de castigo. He soportado la tiranía de mi padre y la mala leche que me tiró el día del evento. Me llamó ridículo, títere, poco hombre. Si supiera que en lugar de debilitarme me fortaleció. En este tiempo aprendí a vivir con la carga a cuestas. Dios me prestó un yugo y cargas ligeras. Hubiera sido mejor que todos ustedes hablaran Irma y conmigo. Somos los que nos equivocamos. El infierno es convivir con el desdén o desprecio de quienes amas. Ustedes son mi grupo de apoyo, de resistencia y nos quitaron su amistad y su amor cuando más los necesitábamos. No se vale. En este momento les pido, no más castigos de este tipo para nadie. Ciro no seas tan severo, yo te quiero a la buena. No 92


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repitas lo que mi padre, que así no me voy a hacer más hombre. Me hubiera gustado que me aconsejaras o me asesoraras como lo hizo Ingrid, que me tendieras la mano como lo hizo mi carnal Roger, siempre a mi lado animándome en el taller y en el espectáculo. Fue él quien me sugirió ser un actor polifacético, mezclando trova con romance, parodia y simpatía. Se hizo experto en el manejo del sonido. Además les presumo que con las ganancias compré una lavadora y un refrigerador para la casa. Entre Roger y yo los instalamos y modificamos la electricidad en la casa. Gracias, mi Roger, considero que ya eres del grupo, igual que Habib, el novio de Irma. Sobreviví gracias a Aranza. Todos los días tenía en la casa desayuno y cena. Nunca faltó el recado de la servilleta, te amo, cumple tu penitencia, eso te pasa por desobediente, estoy orgullosa de ti, ¿siempre sí nos vamos a casar?, contéstame. Le contesté que sí y respondió que ya tiene elegida la carrera y va con su mejor amiga a la Normal, así se recibirá antes que yo y cuando tenga trabajo nos casaremos para mantenerme mientras sigo estudiando. Eso es solidaridad. Echarle la mano al que está herido, al que está confundido, al que ha pecado. Dios no quiere sacrificios, pide misericordia. Termino este discurso dándole gracias a todos. Como haya sido su participación, los quiero, los amo y estoy feliz por la reconciliación. Jilguerillo, sigue contando con todos. Te apoyamos, no estás sola. Rogelio aprovechó el momento para regalarle a Mónica un ramo de claveles, el libro de Og Mandino El milagro más grande del mundo y un disco de Chava Flores. Ella aceptó gustosa y pidió silencio en la sala. −Ya que estamos en el día de las declaraciones, te estoy esperando, Roger. 93


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El galán se hincó y empezó a recitar con alegría. −Mónica, belleza infinita, la chica más hermosa que he conocido, sueño de Eurípides, quisiera ser el dueño de tu corazón. ¿Me aceptas por novio? −Te estaba esperando, hermoso efebo ateniense −contestó Mónica y se besaron sutilmente. −Tío Ciro, lo veo muy lento. ¿Ha perdido la condición en el amor? Lo invito para que levante la copa con el licor de los dioses y la ofrezca a Zeus. Para que a través de Cupido fleche el amor de la señorita Ingrid. −No seas irrespetuoso, León −dijo Ciro, pero inmediatamente Ingrid respondió. −¿Por qué no, Ciro? Sigámonos conociendo. Quién quita y nos amarchantamos. −¿Lo dices en serio, Ingrid? −Me gusta jugar. En cuestiones de amor, las cosas se van a ir dando con el tiempo. Apréndele a Rogelio. Lo asesoraron muy bien, hubo mano negra. No sé de quién, pero hubo una mano generosa que lo ayudó −le contestó Ingrid coqueta. −¡Gracias, Ingrid! La esperanza es el sueño del hombre despierto. Espero conquistarte como un quijote moderno. −¡Viva Ciro, viva Ingrid, viva el grupo de Asistencia y Resistencias! Habla Ciro, −Compañeros, les tengo como regalo una membresía. Compré un palco de asistencia a los partidos del Puebla para esta temporada. Están todos invitados. Ingrid, tú en primer lugar −habló Ciro−. Se quedaron platicando Aranza e Irma, abrazándose intensamente. No hay fijón, o no hay pedo, como diría Irma. Quedaron de irse juntas a la escuela, alternándose el carro en la semana. Todos partieron hacia sus casas y al último quedaron Ciro, In94


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grid, Aranza y León. El tío abrazó a su sobrino y lo besó en la frente. Las lágrimas le brotaron en señal de arrepentimiento. −Discúlpame, hijo. Tienes razón, fui severo contigo. Estoy aprendiendo a vivir y eres lo único que tengo. −¿Qué pasa, Ciro? ¿Qué nosotras no somos nada? −protestaron Ingrid y Aranza. −Disculpen, hablaba de la familia. Ustedes son importantes también para mí. Tú, Aranza, estoy seguro que pronto serás mi sobrina. Eres más terca que una yegua bronca y cariñosa como una minina. Tú, Ingrid, puedes ser mi mujer. Déjame conocerte más. −Yo digo que mejor te apures. Quién quita y hasta tenga un primo, ¿verdad, Ingrid? −interrumpió León. −Pues según los estudios que me hicieron, tengo pocas posibilidades de ser madre. −Con más razón, tío. Hay que hacer intentos para vencer a la naturaleza, aunque Dios decide. −Muchacho malcriado. −Realmente, León es lógico y matemático. Si lo vamos a intentar un día, lo que se ha de pelar que se vaya remojando −manifestó Ingrid, sorprendiéndolos a todos. −Ya más no puedo ayudarle, tío. Ya todo depende de ti. Nosotros ya nos vamos porque no queremos hacer mal tercio. Platíquenlo o practíquenlo −dijo León. −Me las vas a pagar, León ladino. León y Aranza se fueron abrazados. La llevaba tomada de la cintura cuando le preguntó. −Gacela, ¿quieres manejar tu carro o te llevo de paseo? −Lo que deseo es no separarme de ti. Estar juntos todo el tiempo, ser tu aliento y tú el mío, depositar mis labios en los tuyos y dejarlos a tu cuidado. 95


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−Te amo, mi gacela preciosa. Te has convertido en una necesidad de mi vida, por los cuidados y afectos que me prodigas, por los sentimientos que son mutuos, correspondidos en intensidad. Eres la estrella matutina y nocturna que me acompaña. −No es capricho, mi amor. Es una misión tan hermosa cuidarnos, procurarnos caricias, brindarnos emociones excitantes, resolver problemas juntos, compartir en la mesa el pan y el vino. Es un trabajo divino. Te amo, chiquitito −le contestó Aranza. Llegaron a la casa con doña Genoveva y la abrazó tiernamente, le besó la frente y le dijo conmovido lo siguiente. −Perdóneme, jefita, si las ofendí y si las traicioné. Estoy arrepentido, pero una cosa le aseguro. No volverá a pasar nunca más. Unas disculpas sinceras, ya saben que las amo a las dos. −Justo como te dije, ya me está comprometiendo. También me ama a mí −expresó Geno. −A poco pensaba que no sé que usted me llevaba desayuno y cena. Eso nos hace prometidos. −No se puede contigo, león de la selva. Siempre con tus ocurrencias. − Déjeme ayudarle a cerrar y vamos a bailar a una disco. Las llevo a cenar pozole y regresamos a dormir plácidamente. Déjeme pasar a la recámara de Aranza. Durante estos meses he deseado con todo el corazón estar acostado contigo a mi lado, gacela. Yo creo que me embrujaste, o algo por el estilo. No hacía más que pensar en ti. −Hijo, que bonito te desempeñas como trovador. Me gustas más solo que con la bruja escaldufa de Irma. Estuvimos varias noches observándote desde la oscuridad. Ella te miraba embelesada, ¿cómo es posible que esa alma adolorida transmita tanta alegría a la gente? Cuando terminaba la función, la tristeza te volvía a atrapar. En varias ocasiones tuvimos que detener a 96


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Aranza, que estaba sollozando, para que no fuera a tu encuentro. No cabe duda son una pareja enamorada −expresó doña Geno−. No les dije que hace unos días vino Irma. La pobre estaba devastada y vino a pedirme perdón. Casi se me hincó pidiéndome la absolución. La abracé, lloramos juntas un rato y le ofrecí la casa para el día que me necesitara. Las puertas siguen abiertas a pesar de las broncas, como tú dices. Se quedó mirando la foto donde están ustedes tres sonrientes y dijo, como en los buenos tiempos, doña. Estoy segura que volverán, si Dios así lo quiere. Me da gusto saber que en cariño para Aranza estamos en la misma escala León y yo. Cuando se iba me comentó que ya estaba en tratamiento para recuperarse. La vida tomó su rumbo nuevamente en los diferentes contextos. Ciro e Ingrid ya estaban juntos y lo estaban intentando. Después de la universidad, los que podían iban a clase de música. Aranza y León iban todos los días a visitar a los tíos. Irma y Habib acudían poco a la escuela de música. Belcim y Berna eran asiduos, mientras que Mónica y Roger iban cada tercer día. Los domingos eran día de futbol y no faltaba nadie al palco. Se armaba el ambiente para apoyar a la franja. Berna y Belcim iban con el uniforme azul y blanco y la insigne bandera del club. El tío e Ingrid, festivos con la algarabía juvenil. La participación unánime en apoyo al equipo Puebla. En el mes de diciembre, cercana la navidad, los invitaron a participar en una pastorela navideña. Las peripecias de un grupo de pastores para llegar al nacimiento del niño Jesús. Se conformó el grupo musical con León, Aranza e Irma cantores, Habib la flauta, Belcim y Mónica guitarra, Roger mandolina, Ingrid el acordeón y el tío Oscar como el diablo. Los dirigía Ingrid. Resultó un evento didáctico, alegre y divertido. Los directivos religiosos les pidieron llevar la representación pastoral al asilo de ancianos y a 97


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una casa hogar, donde llevaron risas y regalos. La gran mayoría se conmovió con los cánticos y la representación. Durante la función, Ingrid se desmayó pero se recuperó pronto. Sin embargo, ya no pudo dirigir. El diablo se puso nervioso al ver a su amada enferma y surgió la chispa para la improvisación de León, Irma y Aranza, que resultó muy divertida. Pusieron a bailar al mismo diablo y todos terminaron danzando por el nacimiento del niño Dios. Al terminar la función, compartieron con el público bolsas de colación y rifaron algunos dulces y chocolates. Mientras tanto, Ciro llevó a Ingrid al sanatorio. Se tardaron un poco ya que un funcionario les agradeció su participación y elogió la presentación. Les dijo que eran unos genios de la pastorela. Al mismo tiempo, les solicitó un concierto de trova con León e Irma en el penal de San Juan de Dios para varones. Todos se miraron sorprendidos, especialmente Habib quien externó su opinión. −Mira, Carlitos. Sí podemos, pero no a todos los presos les gusta la trova. Sería conveniente dividirlo en tres secciones, trova, romance y música folclórica o cumbiera. ¿Qué te parece, carnal? −Me parece perfecto para año nuevo. Que las cosas se hagan en caliente −contestó Carlitos. Aunque no esté la directora, aceptamos el reto. Nada más dinos la hora y que por favor no sea muy tarde −saltó Irma Idalia. −¿Les parece bien a las cinco? −Irma volteó hacia todos y todos asintieron con la cabeza −. De acuerdo, Carlitos. Nada más, ustedes pónganse con unos regalos para los muchachos. Nosotros llevamos dulces y chocolates. −Muy buen detalle, Irma. Entonces en eso quedamos. Les deseo felices posadas y navidad. Se fueron directo al taller mecánico automotriz y encontraron 98


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sobre una banca a Ciro. Tenía las manos apretadas en las sienes y se acercaron cautelosamente −¿Qué pasó, tío? −le preguntó león y Ciro se levantó como un resorte, empezando a saltar como canguro. −¡El día más feliz de mi vida! ¡Ingrid tiene cuatro meses de embarazo! Estoy muy feliz, nacerá para mayo si Dios nos da vida. Todos se unieron al maestro saltarín, mientras Irma y Aranza fueron a ver a la maestra, que estaba acostada reponiéndose del síncope. La abrazaron tiernamente para no molestarla. Aranza la felicitó, cuidando no exaltarla de más. −Los milagros sí existen. −O la escopeta de este viejo tiene mira telescópica −completó Irma. Se soltaron riendo de la puntada de Jilguerillo y le platicaron del proyecto de año nuevo. Ingrid estuvo de acuerdo en ensayarlos. −Tú, Irma, ve pensando en la escenografía. Aranza, te encargo solemnemente que seas la mediadora entre Irma y León para los cantos. No los dejes solos ni un instante. Conociendo la potencia del tío, ya me imagino la del sobrino. Las carcajadas se dejaron escuchar por toda la casa. Entre los tres escogieron los cantos para los prisioneros y decidieron cantar canciones populares. A la trova agregaron Yo no canto por cantar, La llorona, Paloma negra, Amanecí en tus brazos, Si nos dejan, más cantos de Violeta Parra, Atahualpa y Oscar Chávez. La época romántica estaría integrada por el popurrí reconocido que empezaba con la melodía de El reloj. Todo tenía que ser ensayado fuera de la improvisación, porque el grupo no dominaba los encadenamientos. La música alegre representada con La Nana Pancha, Cartas a Eufemia, Adiós mi chaparrita, Corrido de Juan charrasqueado, Corrido de Gabino Barreda. El popurrí de música fol99


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clórica para bailar, la danza de los viejitos, polkas, la raspa, Adelita, Marieta, La rielera, El jarabe tapatío y terminando con Qué chula es Puebla. Los ensayos fueron frecuentes para que los instrumentos y las voces estuvieran acordes. Después de muchos entrenamientos se alcanzó la efectividad. Hubo corresponsales del Sol de Puebla y El Heraldo para entrevistar a los protagonistas del festival. La maestra indicó que Irma y León responderían a los reporteros. Filmaron un reportaje para la televisión nacional. La primera parte fue la trova y los internos estuvieron atentos. Se dejaron llevar por la cultura latinoamericana y los aplaudieron mucho tiempo. Después la parte romántica incluyó música grupal con las excelentes voces femeninas de Aranza e Irma que contrastaban con la de León. Al último, la música alegre perfectamente ejecutada, voces y baile a cargo de los cantores, las guitarras con excelente sincronía, la mandolina con sonidos efectivos, el bongó rítmico acompasando las melodías, la flauta, magistralmente tocada por los novios Irma y Habib, la participación del acordeón magistral por la maestra. En la última parte del festival los internos se levantaron a bailar, un festejo espectacular que hizo olvidar a los muchachos cautivos que estaban encerrados para el año nuevo. Recibieron una afectuosa felicitación de los reporteros. −¡Extraordinario, muchachos! Con todo respeto, la trova es fenomenal. Ojalá pudieran llevar este espectáculo a la cárcel de mujeres para el Día de reyes. Irma preguntó cómo podría llegarles una copia del video y le un reportero prometió enviarle una copia al taller del señor Ciro. −Ya tengo todos los datos. Insisto, me gustaría mucho que este espectáculo llegara a las chicas presas. −Usted haga los trámites. Somos materia dispuesta. Cuando nos llegue el cassette nos envía la invitación. Nosotros estamos 100


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puestos, ¿verdad muchachos? −le respondió la maestra y él aceptó−. Los compromisos son contratos recíprocos. Mándenos el cassette y vamos a la cárcel de mujeres. Al fin que ya estamos ensayados. El día cuatro de enero llegaron el cassette y la invitación. Se sentaron a verlo en la sala musical, para admirarse y corregir errores. La ejecución de la trova era perfecta como siempre. El coqueteo de ambas partes, la pasión, la entrega de las emociones a la música del pueblo. Los dos actores estuvieron encantadores y todos aplaudieron esa sección. La música de grupo romántica resultó de manufactura magistral, todos contentos, festivos, artísticos. Durante la música alegre, destacaron los movimientos armónicos y juveniles, acompañados de las encantadoras sonrisas de Aranza y la Jilguerillo. También la ejecución genial de los movimientos de las cuerdas y la mandolina, la extraordinaria ejecución de las flautas y el bongó. La intervención del acordeón fue apoteósica. Al final del video, la sonrisa del jefe de producción Ciro, productor de la cinta. Estaban encantados y listos para la siguiente empresa. Fueron a la cárcel de mujeres y la trova estuvo fabulosa. Cantos de protesta de la mujer por el maltrato universal, la desigualdad de género y la falta de reconocimiento a las actividades domésticas. La interpretación sensitiva de los actores llegó a las mujeres que aplaudieron con entusiasmo cada melodía. En ese momento, Habib y Aranza se dieron cuenta que durante las interpretaciones, sus parejas tenían códigos en cada movimiento, sonrisas, coqueteos, se fundían en un solo ser. Tenían tres años juntos y jamás dejarían de amarse. La última melodía le partió el corazón a Irma, que no pudo evitar que se le escaparan las lágrimas. 101


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Toda una vida me estaría contigo no me importa en qué forma ni como, ni donde, pero junto a ti toda una vida te estaría mimando te estaría cuidando como cuido mi vida que la vivo por ti No se atrevió a mirar a León y miraba hacia el cielo. Durante la interpretación, una gran cantidad de reclusas acompañaron cantando la melodía y evocando recuerdos pasados. Algunas llegaban al sollozo y acompañaban a la intérprete que vivía el proceso. Fue un momento de aclamación general. Belcim, Mónica e Ingrid tenían los ojos anegados por el llanto pues sabían del sufrimiento de ambos personajes. Hubo una pausa de cinco minutos, pero Irma no se movió de su lugar. León le hizo una señal a Habib para que fuera por ella pero él no respondió a la orden. Regresó la señal para que fuera él quien la rescatara de la crisis de ansiedad y así lo hizo. Ella lo abrazó y se dejó conducir al resto del grupo. Las muchachas la recibieron con entusiasmo y la felicitaron. Los hombres abrazaron a León y chocaron los puños para sacarlo de su abstracción. Continuó la segunda parte del programa en la que los Reyes Magos se dirigían hacia Belén a adorar al niño. Los cantores eran los Reyes Magos, León era Baltazar, Aranza e Irma los otros dos. Interpretaron alabanzas litúrgicas que anteceden al nacimiento. Durante el trayecto, fuera del programa, Aranza aventaba a los otros dos reyes y se les adelantaba para decirles que ella iba primero con el incienso. Los otros estaban sorprendidos y las risas del público los despertaron al mundo real. Cantaron con fervor los cantos de natividad para arrullar al Niño Dios. Las chicas del presidio recordaron que Dios vive y que acababa de nacer. Era 102


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la esperanza de un mundo mejor. En ese momento, Habib entonó con la flauta la melodía del niño del tambor mientras la voz de Ciro se dejó escuchar. −Dios nos dio la vida como un regalo. La mayoría nacemos dentro del seno familiar, aunque algunos nacen desamparados. Las circunstancias son diferentes para cada clan. El niño Jesús no las tuvo todas consigo, San José y la virgen peregrinaron. En el largo y difícil trayecto fueron bienvenidos y rechazados. Así nosotros le damos cabida o lo lanzamos fuera del corazón. El niño Jesús fue enviado por su Padre para gloria de los seres humanos. Algunos le tratamos como Dios y lo adoramos a través del incienso −se arrodilló ante el niño Aranza−. Otros le damos trato de sacerdote, obedecemos sus mandamientos y le regalamos mirra −entonces pasó Irma a depositar la resina−. Otros le damos trato humano como a cualquier persona −ahí se arrodilló León y tomó la mano de Irma y Aranza, depositando el símbolo del oro. Durante la ceremonia, León estuvo sollozando. −Dios nos regaló la vida, nos obsequió la libre voluntad. Cada quién decide lo que quiere o puede para forjar su vida. Dios no es malo, no es injusto. Los hombres somos los pecadores. Hacemos de la convivencia un mundo de mentiras, soberbia, envidia, lujuria, gula, ira, violencia e injusticia. Todo aquello nos lleva por senderos que no son saludables. Este día el niño Dios viene hacia nosotros para recordarnos que existe la esperanza de un mundo mejor. Aprendamos a querernos a nosotros mismos. Cuando estamos enterados que alguien nos hizo daño, cargamos el papel de víctimas y esperamos el momento de la venganza para volver a recaer, forjando un círculo vicioso. Si se dan cuenta, cada una de ustedes, todas son hermosas, son obra de Dios, están hechas con amor. Desde el momento 103


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de su nacimiento fueron enviadas a disfrutar la vida. Son ángeles del Señor. Son seres angelicales y recuerden que, aunque con limitaciones, tienen oportunidad de despertar, orar, trabajar, comer, dormir y soñar. Elévense con Dios a cualquier hora y platiquen con Él. Cuéntenle sus problemas, sus temores, sus necesidades. Les aseguro que van a tener respuesta. Los Reyes Magos traen regalos a los niños y a las mujeres bonitas como ustedes. En este día les traemos un popurrí de música alegre. Pido un aplauso para el flautista Habib, que me hizo el favor de acompañarme. Las mujeres aplaudieron festivas y dio inicio el popurrí de música alegre, bullanguera y folclórica. Todas las mujeres bailaron hasta el cansancio y por un momento olvidaron que estaban cautivas. Sólo les permitieron regalar dulces y chocolates, que repartieron desde arriba del tablado. Una de las reclusas les pidió un abrazo a Irma y Aranza. −Cantan hermoso, son dos angelitas preciosas −les dijo a ambas y luego se dirigió a Irma−. Tú, niña, tienes una voz de gorrioncilla. Allá en mi tierra hay muchas. Me recordaste al amanecer campirano. Eres muy talentosa y te felicito, aunque debo decirte una cosa. Sin tu compañero, ¿quién sabe? Trabajé como coreógrafa. Así como me ven, soy experta en canto, baile y danza. Nunca había visto una pareja tan coordinada en todo. Son casi la perfección. Las felicito mis niñas, gracias por el regalote. Belcim y Mónica también fueron felicitadas con abrazos y besos. En el otro extremo de la tarima, las muchachas coqueteaban con el galán. −Discúlpame, hijo, pero estás bien papacito. ¿A qué horas vas por el pan? Cantas hermoso, a ver cuándo me traes serenata −. Incluso, una señora atrevida le dijo− ¿me podrías dar un beso? 104


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−Claro que sí, señora. Con mucho afecto. Besó a las admiradoras en la mejilla y una pidió un beso de artista que no le fue concedido. Irma vigilaba con atención sus movimientos. En un momento, se juntaron los regalos, afectivos abrazos y besos de los participantes. El más solicitado era León y curiosamente el segundo lugar fue para Ciro. Les siguieron Habib, Berna y Roger, que era el más callado del grupo. Todos dieron abrazos y besos, el mejor regalo de reyes. Ciro bajó del templete de un brinco. Estaba contagiado de juventud. Ingrid lo estaba observando y rápidamente lo abordó. −Ya te vi, viejo rabo verde. Si ahorita andas de besuqueador, qué será cuando no esté yo. −Gracias a Dios que siempre estás conmigo. Si no, me convertiría en un león. −No, mi amor. Si vas a ser como tu sobrino, me la voy a pasar llorando todo el día. Mejor conviértete en tigre o en jaguar, pero no en león. El funcionario, que era el secretario de Educación los felicitó. Se dirigió con la maestra y coordinadora para preguntarle si era posible que en mayo participaran en el zócalo con una presentación alusiva a la fecha, con la trova como protagonista. Todos estuvieron de acuerdo. Irma y Aranza se presentaron con el funcionario. −Estamos en segundo año de la escuela Normal. Terminamos la prepa y somos artistas. Sabemos que usted termina su cargo después de que salgamos de la escuela. Vamos a seguir cooperando para que nos ayude a conseguir plaza. Seguiremos participando para que nos tome en cuenta. −Primeramente Dios, Irma y Aranza, espero poder ayudarlas. Veo que tienes mala memoria, Irma. Soy tu tío Manuel, primo de tu mamá. Gil tu hermano y León somos amigos de parranda. 105


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Con todo gusto haré todo lo posible. El día de San Valentín, también conocido como el día del amor y la amistad, León fue a llevar regalos a sus compañeros de grupo después de las clases matutinas. Al tío Ciro lo estremeció emocionalmente, pues le llevó una foto tamaño póster de él con Ingrid. A cada uno le fue obsequiando un recuerdo. Una foto de Roger con Mónica, Belcim con Berna, y la de Habib e Irma de mayor tamaño para resarcir culpas. Llegó a la casa de Aranza y le mostró los regalos a la doña. Una pintura en acuarela elaborada por él que mostraba a una gacela abrazada por un león sonriente. Colocó el cuadro en la pared lateral izquierda, pues acostumbraba dormir sobre ese lado. En cada buró colocó un muñeco de peluche, una gacela y un león. Doña Geno parecía la novia por lo feliz que se veía. En medio de la alegría, le dijo a León que se sentara a comer. −No, doña Geno. Espero a Gacela. Mientras tanto voy a recostarme un rato en la cama de Aranza. La gacela pensó que iba a recogerla y regresó a la casa triste. La bienvenida de la madre fue cariñosa, se felicitaron por el día de san Valentín y la madre notó que su hija estaba triste. −¿Qué te pasa, Ara? ¿Por qué estás triste? −Es que León no fue por mí. −Ha de estar en la escuela. −Hoy salió temprano. Quién sabe dónde ande. −Seguramente estudiando. −Hoy no va a tener clases en la tarde −¡Fuera presentimientos y tristezas! Acompáñame, que yo te compré un regalo. A ver si te gusta. Cuando entró a su recámara, encontró a su León dormido. Se 106


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acercó y lo empezó a acariciar con ternura y lo besó. Como en los cuentos, el príncipe despertó y se abrazaron. Los dos se felicitaron al mismo tiempo, mientras la doña recordaba sus tiempos de juventud, que no fueron tan emocionantes como los que estaba viviendo su hija. Se levantó el palomo con su uniforme blanco. −Qué guapo mi novio doctor. León volteó hacia la pintura de la pared. Hasta entonces pudo admirarla junto con los peluches sobre los burós. Aranza empezó a gritar de emoción. −Doctorcito, me partiste el corazón, expresó falta el mejor de todos. Le quitó la envoltura al último regalo y se emocionó al límite cuando observó detalladamente a la bailarina musical con la foto de ambos sonrientes y dichosos. −¡Ya hasta las ganas de comer se me fueron! −Pues mis intestinos ya reclaman alimento. Los tengo muy descuidados. A propósito, ¿dónde dejaste el carro, mi amor? − dijo León. −Aquí afuera del negocio. −Ven, Aranza. Acompáñame. De la cajuela sacaron un hermoso ramo de flores artificiales que le habían gustado a la doña un día que salieron de paseo. Se lo entregaron a nombre de los dos, y doña Geno no pudo contener el llanto. −No se me ponga melancólica. Recuerde que usted es nuestra fuente de amor y de amistad. Sin su apoyo no estaríamos juntos −dijo León y se abrazaron en señal de comunión. Berna citó a los integrantes del grupo a finales del mes de abril a las siete de la tarde. Les pidió que llegaran una hora antes. 107


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Estaba seguro que León salía a las siete de clases, por lo que llegaría tarde. Y eso era justo lo que quería. Cuando el quórum estuvo completo, inició el discurso. −Estoy enterado de buena fuente que León anda trabajando de noche. Es trovador de serenatas y sus amigos o conocidos le solicitan. Él las va programando y cobra honorarios por dicha actividad. Le encargué a una de sus mejores amigas del grupo que le preguntara cuál era el motivo y averiguó que era para sobrevivir porque tenía dificultades con su tío. No le pagaba honorarios desde hacía cinco meses y las serenatas eran la única manera de allegarse recursos para sus necesidades. Alondra dijo que en ocasiones lo había visto dormido en clases. Sin embargo sus notas académicas eran de excelencia. Han hecho buena amistad, seguro que ella le sacará la verdad. −¿Quién es esa Alondra? −preguntó Aranza. −Es la compañera más humilde del salón. Ella es indígena de la sierra, indigente pero muy inteligente. León es pura ley con ella. No les ha permitido a sus compañeros que se burlen de ella y le ayuda en los estudios. Alondra ha cambiado gracias a su amistad con León. Modificó su vestimenta, su lenguaje es más refinado. En fin, le ha servido de mucho convivir con el trovador. Sólo así pude enterarme que el felino anda con mucha carga de estudio y trabajo. La segunda parte de la comedia la va a presentar Roger. −Se me encargó investigar el motivo por el que el ingeniero le retiró la ayuda económica y me di cuenta, sobretodo en vacaciones, que León es de mucha ayuda. En ocasiones es León quien hace trabajos completos y a mí me toca auxiliarlo. Es la manera en la que voy aprendiendo. Un día que mi padrino andaba de buenas le pregunté por qué era tan duro con León y me dijo que eso no tenía por qué importarme, que viviera mi vida. Me retiré 108


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a seguir aprendiendo a armar y desarmar el motor del Mustang que tengo asignado. Unos minutos más tarde me fue a visitar y me habló con evidente molestia. Dijo que las tonterías tendrían consecuencias y que merecían un castigo severo. Que la canallada contra Irma y Aranza fue el acto de un rufián. Incluso mencionó que León ya tenía antecedentes con la esposa de su papá. De ahí empezó a atacarme y a decir que como su compadre había muerto yo era su hijo adoptivo y no permitirá que me salga del huacal. Está bien, padrino, le dije. Poco después, lo encontré furibundo el día que vino Irma. Se refirió a León como un hijo de la guayaba, un desgraciado y maldito estúpido. Desde ahí empezó a evitar su compañía. No lo invitaba a comer y lo miraba con recelo. León, por su parte, no perdía la compostura. Llegaba contento y daba los buenos días. Incluso bromeaba con su tío. Debo reconocerle que no lo tumban las calamidades. A veces lo encuentro con los ojos cerrados y cuando le pregunto si está bien me contesta que está orando y que no lo interrumpa. −Me gustaría que Ciro viera cómo es apreciado su sobrino. Por su presentación sencilla, su buena educación y empatía. ¿Qué me dicen? ¿Ninguno de ustedes se ha preguntado de dónde sacó el dinero para el Día del amor y la amistad? Para mí es el regalo más valioso que he recibido. Ahora aprecio esas dos semanas de trabajo intenso, llevando serenatas para darnos una satisfacción nada barata −dijo Berna. Irma y Habib se salieron a inhalar aire puro. Los dos tenían lágrimas en los ojos y poco después regresaron para escuchar. −Yo confió en León. No es un abusador de mujeres. Aunque resulte molesto para algunas, hay chavas en la escuela que le coquetean descaradamente. Una hondureña, con respeto Belcim, morena de fuego, exuberante y bonita, se la ha cantado a León, 109


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diciéndole que quiere de todo con él. Él sonríe como siempre y le contesta agradeciendo la invitación, para luego irse apresuradamente. Y no es la única estudiante, hay muchas aspirantes rechazadas con gentileza. Tiene mucho atractivo el canijo. Muchos quisieran estar en su lugar, me lo han confesado. Yo les contesto que quiere mucho a su novia. Es fiel, sincero y buena onda. En fin, los cité para que busquemos cada quién soluciones para alivianarlo−dijo, y Aranza se puso de pie para hablar. −No se preocupen, yo me voy a encargar de que no le falte comida, gasolina y todo lo necesario. Ya saben que lo que odia en el mundo es la compasión. Todos lo sabemos. Disfruta de la adversidad para sublimarse. Si Ciro cree que se la está partiendo, al que se le está partiendo el alma es a él. León le responde con gratitud, alegría, arrepentimiento y creatividad. Ya ven los inventos que creó para el festival. −Yo creo que sería bueno que Irma y Aranza hablen con Ciro y le expliquen el problema, por qué surgió y que ya no volverá a pasar. Disfrútenlo y hablen con él. Mónica, Roger, Berna y yo vamos a investigar a esa señorita esposa del padre, la causante de la pérdida de su familia −continuó Belcim. Desde el momento en que los integrantes del grupo supieron que Ingrid estaba embarazada, empezaron a investigarla. Las detectives Mónica, Belcim, Aranza e Irma se convirtieron en sabuesos. A través de familiares y conocidos en Guanajuato, lograron recabar información que efectivamente la identificaba como maestra de música, buena persona, de familia honorable y casada con un vividor y estafador. Un pájaro de alta cuenta que la dejó en la calle. Por esta situación fue desvinculada de la familia y dejada en la orfandad. Incluso consiguieron fotocopias del acta de matrimonio y hasta recabaron fotos de la pareja. Sabían que tarde o temprano, se presentaría el sujeto extorsionador 110


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oportunista. Ciro ya conocía la historia de labios de su amada y que fue confirmada por los detectives. Esta situación mantenía al Ingeniero en situación de alerta roja. Berna, León, Habib y Roger se encargaron de consultar con un tío de Berna que era abogado la situación legal de Ingrid. Para la liberación de ese compromiso nefasto, les dijo que iba a elaborar un acta de divorcio voluntario a nombre de los involucrados y la iba a dejar sin firmas. Si algo llegaba a ocurrir con el sujeto malévolo, lo tenían que obligar a firmar. Les dio el nombre y teléfono de Filiberto, un camarada policía y detective, que les daba trato especial a los abusadores para que cantaran la sopa. Fueron a ver a Fili, que resultó ser amigo de León porque le gustaba la trova. Era bohemio de abolengo. Le platicaron la odisea y estuvo de acuerdo en ayudarlos. Les dijo muy claramente que el único pago que pedía a cambio era una serenata con Irma y León. −Déjame consultarlo con Habib, el novio de Irma. Él dio su visto bueno. −No me digas que ya no son novios. –Afirmativo, de acuerdo con el diagnóstico, mi Fili. −Ay. Disculpa, carnal −le dijo a Habib. −Caramba, todo es posible en la paz. De acuerdo, muchachos. Entonces estamos arreglados. Ya tienen mi teléfono, para cuando detecten al sospechoso. Los extorsionadores son inteligentes, estudian escrupulosamente a la víctima. Y este caso no fue la excepción. Su objetivo estaba en el taller mecánico. Se presentó un sábado de quincena y faltando unos días para el parto. León lo reconoció y le pidió a su tío que se metiera a la casa y no fuera a salir por ningún motivo. −¿Qué pasa, hijo? 111


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–Mira, Ciro. Mantente al margen y no salgas. Es por el bien de tu familia. Dejó que el sujeto que se mantuviera en la entrada del taller y le habló a los muchachos y al Fili. Después, salió sereno y cuando vio que llegó la policía finalmente le dirigió la palabra −¿En qué te podemos servir, Rubén Figueras, alias la rata de alcantarilla? Cuando quiso reaccionar ya estaba rodeado por todos lados. Junto con él, también agarraron a su cómplice, una mujer joven con ropa elegante. Se los llevaron a la penitenciaría, cárcel preventiva y allí les leyeron la cartilla y los delitos cometidos. −Mira bien, rata. Vas a ir directo a prisión con estos cargos. Lo único que queremos es que nos firmes esta acta de divorcio voluntario. Si lo haces te vas de regreso a tu casa. Nosotros de eso nos encargamos. De lo contrario te vas dos horas a la sala de violadores como castigo. Y de ahí vas a salir con novio −No tienes derecho a amenazarme. Quiero a mi abogado. −Está bien, elemento ratonil. Lo estás pidiendo a gritos. Llévenlo a la celda de violadores −ordenó el Fili, y se lo llevaron arrastrando a la sala de suplicio. En cuanto puso un pie adentro lo empezaron a acariciar y a desvestir. Empezó a gritar desesperado. −¡Policía, policía, si voy a firmar! ¡Se lo juro, voy a firmar! Lo sacaron con rapidez y venía orinado y a punto de defecar, por lo que le regalaron unos pantalones viejos que había dejado otro residente transitorio. Cuando menos estaban limpios. Firmó sin contratiempo, lo más ágil y expedito. Lo único que deseaba era salir del infierno. Afuera le estaba esperando la mujer, vestida con ropa vieja y sucia. Los llevaron a la terminal de camiones y les compraron boletos hasta Guanajuato. No tenían ganas de regresar a Puebla por ningún motivo, ladrón que roba 112


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a ladrón no tiene perdón y extorsionador torcido acaba jodido. Ya estaba reportado y lo estaban esperando. Llegaron los cuatro del grupo Asistentes y resistentes y entraron a la casa. Allí estaban Ciro e Ingrid ansiosos. −Hermanita, se acabaron tus preocupaciones. Eres libre como un ave. Aquí está firmada tu acta de divorcio voluntario. Puedes exigirle reparación del daño al ingeniero para que su hijo nazca reconocido por sus padres. El trabajo es de conjunto, entre los cuatro amigos y compañeros −les explicó León. Las cuatro chicas corrieron a abrazar y besar a sus galanes. Tras el festejo, Habib comentó. −No se pudo evitar el pago. Incluye una serenata y actuación por parte de Irma y León. No pude evitarlo, Aranza. Así es que marcaje personal. Ya ves que la última vez casi se nos desmayaron en el escenario. Todos se rieron mientras Irma se colgaba del cuello de Habib y lo juguetona lo amenazaba con cobrarse esa broma. Luego Ciro tomó la palabra. −Ya me obligaron a pagar la comida, chincuepas. Ni modo, voy a acompañar a los muchachos por comida. −No, señoritos −interrumpió Aranza−. Ustedes traen pura comida chatarra. Eso déjenselo a las mujeres. Vámonos, muchachas. Camino a la salida, León la alcanzó. −Mi amor, con qué ojos, divino tuerto. −¡Muy cierto, cáiganse con la lana! −y aprovechó para besar a León. El cinco de mayo a las cinco de la tarde, el grupo Asistencia y Resistencia hizo acto de presencia sobre la calle tres poniente en la lateral de la catedral. Se cerró la circulación con una multitud presente para el espectáculo, mientras en el interior de la plaza 113


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se llevaba a cabo el combate de flores, tradición realizada desde l895 después del desfile militar. El ritual consiste en que un hombre entrega una rosa a una dama y si ésta la regresa significa que es correspondido. La violencia se combate con amor. Ciro fue el encargado de narrar la información de la Batalla de Puebla, aquel cinco de mayo de 1862 en el que las armas mexicanas se cubrieron de gloria al derrotar al ejército más poderoso del mundo. Esta victoria significó para los mexicanos una hazaña que sirvió como instrumento de propaganda para rehacer la moral del ejército liberal, consiguiendo finalmente el triunfo a pesar de las carencias materiales y alimentarias. Al recibir la noticia del triunfo en México, la gente se organizó para recabar dinero, ropa y víveres para los héroes de la batalla. Entre estos, podemos mencionar al General Ignacio Zaragoza, General Ignacio Mejía, General Miguel Negrete, General Porfirio Díaz, General Francisco Lamadrid, General Felipe Berriozábal, General Antonio Álvarez, Coronel José Solís y los tres Juanes, que eran Juan Nepomuceno Méndez, Juan Crisóstomo Bonilla y Juan Francisco Lucas. En esa ocasión se organizaron danzas, fragmentos de ópera, la obra de teatro El tirano doméstico, marcha patriótica y se declamó el poema de Guillermo Prieto al General Ignacio Zaragoza. Esa misma tradición permanece hasta nuestros días para rendir homenaje a los héroes valientes que defendieron la tierra poblana. La presentación del festival de trova fue sumamente ovacionada. Las apasionadas voces y actuación de Irma y León cautivaron a la gente. Interpretaron Volver a los diecisiete y Gracias a la vida de Violeta Parra, Macondo y la Mariana de Oscar Chávez, La colina de la vida de León Gieco. La gente se prendió cuando canto Morenita, trigueñita, encantadora del autor León Covarrubias. Siguieron con Toda una vida de Osvaldo Farres y culminaron con 114


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trova poblana, explicando que las melodías interpretadas eran arreglos musicales elaborados por León Covarrubias y fragmentos de libros de poetas poblanos como Arráncame la vida de Ángeles Mastreta, Cuentos de Bujara de Sergio Pitol, Elogio al rebozo de Gregorio de Gante y Cantos de la batalla de Puebla de origen popular. Cuando terminaron la trova, Aranza y Habib fueron a abrazar y besar a sus parejas para enfriar los sentimientos. Tras una pausa de cinco minutos continuó el espectáculo y salieron las chinas poblanas con sus chinacos, interpretando música instrumental y dejando en el ambiente un sentimiento de patriotismo. Se escucharon en sinfonía las cuerdas de las guitarras y las mandolinas, la flauta, el bongó, mientras Aranza, Irma, León y Habib bailaron con garbo y elegancia la Danza de los quetzales, Danza de los tecuanes, Danza de los voladores, Danza de los negritos, Danza de los migueles y Danza de los tejedores. Desde el micrófono principal, Ciro explicó que todos estos bailes eran orgullosamente autóctonos del estado de Puebla. La gente bailaba sobre el pavimento con el popurrí romántico y finalmente tres interpretaciones de los trovadores, La borrachita, Cartas a Eufemia y Adiós mi chaparrita. El festival culminó con el himno poblano Que chula es Puebla del compositor Rafael Hernández Marín, que no era poblano ni mexicano, sino puertorriqueño avecindado en México. Este tema fue compuesto junto con el poeta español Bernardo San Cristóbal. Qué chula es Puebla que linda con sus mujeres hermosas que tienen cara de rosa y tienen labios de guinda Trozo de cielo en la tierra esa es mi Puebla bonita 115


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esa es mi tierra bendita que tantas joyas encierra Puebla tapiza de plata cuando no piso tu suelo es tan grande mi desvelo que la nostalgia me mata Puebla bonita y bravía por tu leyenda y tu historia Puebla cubierta de gloria linda Puebla tierra mía. El público estaba eufórico y pedía más. Sin embargo, León contrató a una banda poblana para darle el toque final al espectáculo. Había varios funcionarios públicos del gabinete de gobierno y felicitaron a todos los del grupo, particularmente a Irma y a León, los más talentosos. Allí estaba el orgulloso tío Manuel, abrazado de su sobrina Irma. −Cada día son más profesionales mis trovadores. Se equivocaron de carrera. Es un orgullo ser tu tío. Llegó Gil a felicitar a León con la cola entre las patas. −Cada día está mejor el binomio. Entre menos ensayan más se prenden. No cabe duda, nacieron para amarse. Eso te hace por siempre mi cuñado. Te quiero, viejo ingenioso. −Eres bien correspondido, cuñado. Irma alcanzó a oírlos y volteó a ver a León con una sonrisa de satisfacción. Había complicidad. Mientras disfrutaban del triunfo, llegó Ciro a decirles que Ingrid estaba en parto. −¿Qué hacemos, hijo? −No te preocupes, Ciro. Tenemos todo bajo control −dijo−. Llamó a Aranza e Irma para que fueran con Ingrid. Belcim y Mónica se adelantaron al sanatorio y los varones se comunica116


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ron con Otoniel, el ginecólogo que atendería el parto. Era el tío menor de los Covarrubias. Ingrid se estuvo aguantando las contracciones durante el evento y cuando llegó Oto ya tenía seis centímetros de dilatación. Se fueron todos al sanatorio particular, donde Belcim y Mónica ya habían pagado la cuota de ingreso. Oto salió a tranquilizar a los tíos y tías, y cuando lo reconocieron las muchachas fueron juntas a saludarlo. Puros galanes, los Covarrubias −comentó Belcim. −¿Cómo están, mis hijas de la vida? Abrazó con cariño a Belcim, Mónica e Irma y saludó a Aranza y Habib con un gentil apretón de manos. León estaba con Ciro, que estaba más nervioso que la parturienta. Las muchachas se agruparon para tranquilizarlo y Otoniel se sentó a platicar con León. −¿Cómo te va con el viejo cascarrabias? −Bien, tío. Te voy a decir la verdad. El chavo que va a nacer no es hijo mío. Es de Ciro, tu hermano. −No marches, mi carnal resucitó. La chava está muy guapa, se perfumó el viejote. En eso llegaron Irma y Habib. Ella lo abrazaba y besaba. Al verlos, Otoniel se dirigió hacia la sala de partos y llamó a León y a Irma. −A ver, par de camiones. No me digan que ya tronaron −dijo, y se le salieron las lágrimas a Irma. Tío, nuestro amor ha tenido dificultades. Lo mejor es como estamos actualmente. Todo el mundo sabe que Irma y yo somos para toda la vida. No importa el estilo que vivamos, es un amor eterno. Tenlo por seguro −respondió León. −Ustedes saben mejor que yo. Siempre podrán contar conmigo. Ya saben que son mis consentidos. Oye, León. ¿Dónde está 117


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mi carnal? −Allá en el estacionamiento, pujando y vomitando como si fuera la parturienta −contestó y ambos soltaron la carcajada. −¿Quieren entrar al evento? −Si nos invitas, entramos. Avisaron que Otoniel los invitó a pasar para que apoyaran a la que estaba en trabajo de parto y a Ingrid le dio mucho gusto que estuvieran ahí. La charla entre tío y sobrino era agradable por las bromas, chascarrillos y hasta chistes. Mientras Ingrid se preparaba para pujar, Irma le limpiaba el sudor. Le tomó una de las manos para que sintiera consuelo mientras León y Otoniel no paraban de reír. Después de múltiples intentos, nació el varón Covarrubias. Era blanco, de ojo claro, pelo güero, vigoroso y con un llanto que llegó hasta la sala de espera. Esperaron quince minutos a que se recuperara el recién nacido y salió Irma para decirles que había sido niño, que pesó 3.5 kg y que los dos estaban bien. Regresó a la sala y por debajo de la mesa tomó las manos de León. En eso estaban cuando llegó la enfermera a solicitarles su autógrafo. −Tú eres León y tú Irma. ¡Son mis ídolos de la trova, no hay nadie mejor que ustedes! −Hoy estuvieron fabulosos. No cometieron un solo error. Si estuviera parada, me inclinaría por la actuación. No se me vayan a alocar, pero son una pareja sensacional. Por la actuación de hoy, les voy a permitir, a nombre de mi niño, que se den un beso apasionado −expresó Ingrid. No esperaron a que terminara la indicación cuando ya estaban prendidos, mirándose y acariciándose la cara y los labios. −Ya estuvo bien, muchachitos. Dije que sólo un beso. Otoniel se acercó gentilmente a Ingrid para felicitarla. −Hola, Ingrid. Me presento contigo. Soy hermano de Ciro 118


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Cascarrabias y por lo tanto eres mi cuñada y el niño mi sobrino. No es por alarmarte, pero físicamente se parece a León. Hasta parece su clon. Muchas felicidades, estoy para servirles. Ahora voy a ver al viejo renegado. Vengan conmigo para que entre el padre a conocer a su hijo. Los pasó al vestidor de hombres y cerró la puerta de acceso al quirófano. Luego salió al sanitario y los dejó encerrados. Tienen cinco minutos para prenderse. Y pasaron todo ese rato en éxtasis, diciéndose palabras bonitas y acariciándose. Pasado el tiempo llamó a la puerta el galeno. −Ahora sal tú. Irma. Y lávate la cara, sécate con calma y dile a Ciro que aquí lo espero. Irma, cuenten con mi apoyo para lo que necesiten. Es un secreto entre trovadores. En eso llegó Ciro al vestidor y tocó con fragilidad. Allí estaba su hermano menor, quien al verle lo abrazó y levantó del suelo. −Pásale, viejo cascarrabias. ¡Muchas felicidades! Hijo, ayúdalo a vestirse con uniforme quirúrgico para que entre a ver a su primogénito. −Lo encaminó al área de expulsión, donde se dirigió primero a Ingrid. −¿Estás bien, mi amor? −Sí, Ciro. Gracias a Dios y a tu hermano ya nació tu vástago. Ciro estaba muy nervioso. Pero cuando descubrieron al bebé, comprobó que era del fenotipo Covarrubias. −Ese lunar lo tengo yo mijo. Es una mixtura preciosa. Lo único que no me gusta es que se parece a este bribón enamorado. Espero que no me salga igual. Abrazó y besó al recién nacido y le habló quedito. −Tu llegada a mi vida ha sido en el momento indicado. Gracias, Dios mío, por este grato acontecimiento −entonces se dirigió a la enfermera−. Disculpe, señorita. ¿A dónde van a pasar 119


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a mi esposa? −A un cuarto del hospital, ingeniero. Soy Elsa, la hermana de Rogelio. −Válgame, Dios. Qué pequeño es el mundo, qué gusto en saludarte. Ingrid, te espero en el cuarto que voy a saludar a mi hermano. Como en los viejos tiempos, la vida en broma es el mejor alimento para el bienestar emocional. Allí estuvieron deleitándose de los mejores momentos familiares. Los reencuentros con gente alegre y divertida son lenitivos para el alma. En medio de la conversación, Otoniel se dirigió a León. −Me imagino que la muchacha desconocida es tu novia. −Sí, tío. Es una persona hermosa en todos los aspectos. Es sensata, cariñosa y protectora. El problema con Irma es que es demasiado posesiva y eso nos ocasiona muchos conflictos. Aun así, la amo. Rumbo a la salida, se fue despidiendo de los muchachos. −Oye, Aranza. ¿De casualidad no eres hermana del ganso Corona? −Sí, doctor. −Fíjate, qué curioso. Fue uno de mis mejores amigos de la preparatoria. ¿Qué razón me das de Toño? −Vive en México, doctor. Es empresario. −Puedes decirme Otoniel. Ya sé que eres la novia de este galán. Salúdame a tu hermano cuando lo veas. Por cierto, estás muy guapa. Mi sobrino se sacó la lotería. Cambiando de tema, yo tengo membresía en el sanatorio. Van a pagar todo lo referente a gastos de hospital pero de honorarios médicos únicamente van a pagar la cuota que tengo que aportar al hospital. Si hay algún problema, me avisan. Paso en la noche a darle una visita a Ingrid y mañana la doy de alta, primero Dios. Ahora permíteme 120


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hablar con León. Caminaron unos pasos hacia el estacionamiento y empezó a hablarle. −Oye, camión. La tienes difícil. Yo me volvería loco si tuviera que elegir. Las dos son guapísimas. Te veo más tarde y si no, mañana. Finalmente, Ciro pagó la cuenta con un cheque. Les regresaron el depósito y se quedaron con las ganas de contribuir en agradecimiento a las clases de la maestra solovino. Llegó sola para quedarse como dueña del corazón del patrón. Al día siguiente del nacimiento, ya estaban en la casa. Ciro insistía que se fueran a la casa donde habitaba cuando estaba soltero para que no le hicieran ruido al niño. Sin embargo, donde manda capitana Ingrid no gobierna Peraloca. Ella estaba feliz en la recámara cerca del salón de música. Le gustaba la luz, la algarabía, los olores oleosos, contemplar a su enamorado y observar los movimientos de autos y transeúntes. Los vidrios que daban al taller estaban diseñados para mitigar el ruido. Todo eso era inspiración para el alma, así que no hubo cambios. Todo seguiría con el mismo orden. Los muchachos estaban en clase y la mayoría tenía horas libres para la comida. Rogelio, Mónica, Belcim, Aranza e Irma solo tenían clases matutinas por lo que llegaron temprano y acomodaron dos mesas largas que Ciro tenía en el taller para festejos pasados. Colocaron sillas alrededor para veinte personas, los manteles bordados, floreros adornados con rosas rojas y blancas, sidras, refrescos, vasos y copas. Colocaron en la longitud de la mesa pollos rostizados, una cazuela con carnitas, tacos árabes, tinga, guacamole y salsas para festejar el nacimiento del bien amado. Rogelio auxilió al ingeniero para que terminaran temprano las actividades. Llegaron por el auto reparado a las tres 121


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de la tarde. Mandaron a Ciro a bañarse y a cambiarse para la fotografía familiar. Irma y Aranza arreglaron a la puérpera para que luciera radiante. Entonces preguntó Ingrid. −¿En dónde están los muchachos? −Rogelio se fue a bañar. Habib, Berna y León están en clases. −¿Por qué entonces tantos lugares? −Porque no tardan en llegar. Es más se me hace que ya llegaron. León le había pedido la camioneta a Ciro por la mañana porque iba a clases hasta el Batán, el hospital psiquiátrico en la periferia de la ciudad. −Tío, Aranza trae el de la franja. −Está bien, hijo. Llévatela. Cuando ya estaban todos reunidos, entraron los mariachis. Las muchachas habían cerrado las puertas de la casa y se turnaban para cuidar al bebé. La sorpresa llegó detrás de los cantores de música mexicana. Eran los padres de Ingrid y sus dos hermanos, quienes venían encantados a conocer a su primer nieto. Se fueron derecho con la hija, directo a pedir perdón y reconciliarse. Ciro se quedó pasmado, pero inmediatamente el padre fue hacia él y le dio un apretón corporal con fuerza de oso. −Bienvenido a la familia, Ciro Covarrubias. La mamá, más tierna, lo abrazó, tomó su cara y lo besó en la mejilla. −Gusto en conocerte, hijo. Ingrid se levantó y se dirigió a la recámara donde estaba el niño. Lo llevó frente a sus padres y lo admiraron juntos por un largo rato. Los mariachis siguieron con la fiesta musical y la hermana de Ingrid, una jovencita de la edad de las muchachas y muy parecida a su hermana mayor, tenía aturdido a León con 122


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tanta plática. Él les hacía señas a Berna y a Habib, para que le hicieran el quite, pero los traviesos se soltaron riendo de la ansiedad del galán. Berna le habló a Aranza para que lo liberara de la verborrea, y ella acercó a la pareja, abrazó y besó a León. −Hola, me llamo Aranza y soy la novia de León. −Me llamó Hazal y soy hermana de Ingrid. Los tomó de los brazos y los llevó hasta la recámara. Tenía afectada la fábrica del lenguaje y no paraba la expresión oral. Parecía una metralleta, como dijo Belcim. El hermano, de unos treinta años, fue a sentarse a la mesa sin hacer comentario alguno. Así estuvieron hasta las diez de la noche, conociendo a la familia. Resultó que don Marcelo era ingeniero mecánico, encontrándose dos maestros constructores y renovadores de energía. Se apreciaba que la familia de Ingrid era gente de bien, de grata convivencia, y de vasta cultura científica y cultura. La mamá, doña Sofía, era maestra de música, canto y poesía. Los clanes se familiarizaron para el bienestar de la sociedad poblana y guanajuatense. Se hospedaron en la casa de Ciro y los muchachos se retiraron temprano. Al otro día había que levantarse temprano para ir a clases. Los huéspedes se fueron al otro día. Don Marcelo era adicto al trabajo. Entre él y su hijo Víctor, otro ingeniero mecánico, atendían el negocio y les iba muy bien. Tenían mucha clientela, pero quedaron de volver y le hicieron la invitación a Ciro y a Ingrid y Samir a devolver la visita. La hija maestra estaba traumada por la mala experiencia vivida en su tierra. No descartaba regresar en un futuro lejano. Para variar, Hazal se fue enamorada de León. La incipiente estudiante de derecho le comentó a Ingrid y ella le preguntó a su hermano adoptivo. −¿Pues qué les das que se vuelven locas? −La guapura física y una personalidad masculina atractiva en 123


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todos sentidos −contestó Aranza por él. El viernes, los muchachos del grupo solicitaron hablar con Ciro a las seis y media de la tarde. Sólo León tenía clases hasta las ocho. Llegaron todos puntuales y se sentaron en la mesa. Luego que estuvieron listos, Berna dio inicio a la reclamación. −Tío, estamos presentes todos, menos León. El motivo es que consideramos injusto el castigo de retirarle la ayuda económica impuesto a León. Él no nos ha comentado nada, pero sabemos que no la está pasando bien. Trabaja de noche llevando serenatas a cambio de un salario. Se le nota cansado y desvelado y a pesar de eso no han disminuido sus notas escolares. Se le nota fatigado y no se queja. Ya sabe usted que los Covarrubias siempre están bien, nunca están mal. Es amable, servicial, generoso, creativo y pensamos que apelando a su generosidad suspenda el castigo y siga ayudándole. No sé si esto sea posible, pero por eso apelamos a su buena voluntad. −Miren, hijos míos. Curiosamente, después de no tener a nadie, ahora me sobran los hijos y sobrinos. Le agradezco a Dios que ustedes hayan llegado a mi vida. La transformaron completamente para beneficio de todos. También les doy gracias por lo excelso que se han portado con mi esposa Ingrid. No tiene precio lo que han hecho por nosotros. Ahora ya no es sólo ella. Somos tres. Nos han traído dicha y felicidad por lo de la escuela musical, el divorcio, la boda, el parto, la llegada de mis suegros y cuñados. Todo eso no tiene precio. Fue una hazaña que no esperaba de todos ustedes. Por eso ahora los quiero a todos por igual. Disculpen si hago una excepción −se le empezó a quebrar la voz y continuó−. León es mi sobrino, la luz que llegó para iluminar mi camino. Me lo dibujaban como un rebelde, desafiante, trasnochador, borracho y mujeriego, pero he podido comprobar que nada de 124


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eso es cierto. Es cierto. Es obediente, dócil, estudioso, creativo, cariñoso, bromista, juguetón y enamorado. Ustedes mismos me contaron que ha sido novio de las cuatro monjitas puberales. Le fue tocando turno a una por una. No cometieron falta alguna. El amor es libre, respetuoso y hasta aquí vamos bien. Lo que no se vale es jugar con dos cartas a la vez, porque lastimas. Hieres y humillas a quien confía en ti. Desconocen la magnitud del daño que pueden ocasionar. Les pongo un ejemplo, voy a voltear las cosas. Irma, ¿qué pasaría si tú eres Aranza y a Aranza la volvemos Irma? Tu amiga Irma confía ciegamente en ti porque son las dos mejores amigas del mundo. Tiene para ti una confianza incondicional. Espera todo menos traición, pero descubres que Aranza, tu mejor amiga, anda con tu novio. La frustración es enorme, la conducta que puede tomar una de las dos es imprevisible. Qué tal que Aranza se suicida. El daño sería letal. No comprendemos que las respuestas de los seres humanos son imprevisibles. A mí me pasó, mi mejor amigo me traicionó e intenté suicidarme con pastillas. Fracasé en el intento, pero pude haber muerto. La traición tiene que ser castigada en forma severa para que no se vuelva a repetir. Yo odio la traición porque ya fui víctima. Ustedes no se imaginan cómo sufrí esos días de tremolina, como los llaman ustedes. Me despertaba angustiado. Recuerdo muy bien las imágenes de Irma y Aranza devastadas. No me pareció justo que un traidor fuera capaz de hacerlo. Mi propio hijo. Ya no era mi sobrino, sino un canalla. Lo castigué seis meses sin ayuda económica. Tenía que escarmentarlo. Hablé con él antes de sentenciarlo y estuvo de acuerdo. Ya pagó la penitencia que vence el día de mañana. Aquí está el cheque con la antigüedad retenida. Mañana se lo voy a dar y no se imaginan cómo quiero a León Felipe. Mi misión es hacerlo un hombre 125


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íntegro, cabal y ordenado del que me sienta orgulloso. Irma se quedó pensativa un momento y se puso de pie. −En todo tiene usted razón, tío. Nada más que en esto hubo dos traidores. Nunca había pensado en el daño que podía ocasionar. Sólo tenía en mente el hecho de satisfacer mi ego. Efectivamente, pensé en quitarme la vida, desaparecer de este mundo por no haber logrado mi capricho. Nunca pensé en el daño que le estaba haciendo a Aranza y al mismo León. Los tres salimos perdiendo. Creo que tiene usted razón y lo más sensato es que si tienes un objetivo diferente del que estás viviendo no te emparejes con nadie. Puedes competir sanamente para conseguir el amor de quien estás enamorada. En eso consiste la lealtad. Por lo tanto, si estás emparejado con alguien y no puedes corresponder afectivamente, no te comprometas hasta que te cures. No traiciones. Gracias, tío. Nunca lo había visto así −dijo. Terminado el discurso, Aranza se puso de pie y tomó la palabra. −Mi experiencia fue diferente. Me sentí devastada, psicológica y emocionalmente. No llegué al extremo de minar mi existencia. Trabajé para León porque lo amo, corté la relación y puse límites. Fue el más doloroso de los alejamientos. Pensé que evitando la cercanía, León iba a valorar nuestra relación. Si funcionaba sería para el bienestar de los dos. El riesgo era si las emociones favorecían a Irma. La probabilidad de perder estaba en juego, águila o sol. Pasó el tiempo de castigo aconsejado por mi tío Ciro y León me buscó. No una, sino varias veces. Hasta que volvimos a prender la mecha. En verdad lo amo para bien de los dos. En ese momento apareció León Felipe. −Buenas noches. Los veo muy solemnes. −Estamos hablando sobre ti −prosiguió Aranza−. Precisamente, te voy a agarrar en frío. Mira, León. Desde la vez que estuvie126


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ron juntos Irma y tú, me he quedado con dudas. Temo que sigas pensando en Irma y que yo sólo sea un remedio para tu tristeza. A cada paso siento la traición inminente cuando estás cerca de ella. No te tengo confianza. −A mí me pasa lo mismo −interrumpió Habib. Muy bien, León. Somos un grupo de hermanos. Quiero que aquí delante de todos digas si amas a Irma. Exprésalo sin miedo −dijo con la voz entrecortada. La sala estaba sumida en un completo silencio. León, tomado por sorpresa, batalló para encontrar las palabras que buscaba. −No sé qué se imaginan que sucedió entre Irma y yo. Tenemos una historia de amor de años. En este reencuentro nos besamos y acariciamos. Esto sembró dudas en los sentimientos de los dos. Vino una reflexión y se tomó la decisión de forma unánime. Ella votó por Habib y yo por Aranza. Quedamos conformes, pero se armó la tremolina porque Irma estaba segura de que yo la preferiría a ella. Cuando se sintió desplazada surgió el coraje, la decepción, la violencia. Y estas conductas nos afectaron a todos. No sólo a los tres. Belcim, Mónica, Roger, Habib, mi tío, Ingrid, todos salimos afectados porque no supimos manejar las emociones. Desmiénteme, Irma, si algo más pasó entre nosotros. −Sólo hubo besos y caricias. Lo he repetido varias veces. Sentí que había perdido mi capricho, y eso me llevó al coraje y la violencia −respondió ella−. León volteó a ver a Aranza y continuó. −Te voy a contestar la pregunta con otras preguntas. ¿Sientes que te amo al cien por ciento? −¿Quién sabe, León? −¿Gacela, alguna vez te he ofendido, maltratado o lastimado? –Nunca, jamás. −¿Cuando estás conmigo sientes que te cuido, te protejo y te identifico? 127


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−Me siento complacida. −¿Cómo te conocen en la colonia donde vives? −Como la novia de León. −¿Quién te enseñó a besar románticamente? −Has sido el único hombre que he besado. −¿Te he faltado al respeto con mis caricias? −No. Al contrario, tú eres quien me frena. −En el tiempo que llevamos de novios, contesta honestamente. ¿Crees que quiero más a Irma? −Sinceramente no. −¿Cuando estamos juntos notas que hablo más de Irma que de cualquiera del grupo? −Negativo, felino. −¿Alguna vez me has sorprendido coqueteando con Irma fuera de la actuación? −La verdad nunca. −Por último, ¿supones que te engaño con Irma? −A veces lo presiento. −Entonces sólo son suposiciones. Un cinco por ciento contra el noventa y cinco de evidencia de que sí te amo. −Fíjate, Aranza −la interrumpió Habib−. Yo pensaba igual que tú. Me faltaba seguridad pero hablé con y Irma me repitió lo mismo que León. Me hizo las mismas preguntas, y ya reflexionando profundamente tienen razón ellos. Realmente son pocas las evidencias que los hacen culpables de traición. Creo que con la desconfianza los estamos empujando a que de verdad vuelvan a su relación anterior. Creo que lo mejor es dejar de cabulear su amistad y respetarlos como compañeros del grupo. Yo deposito mi confianza en ellos o de plano que digan si quieren retomar su relación −Aquí Irma lo interrumpió−. A quien yo quiero es a Habib. 128


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León se quedó mirando a Aranza. −Evidencias dominantes, mi amor. Perdiste en las estadísticas. Siento pena con todos −expresó con voz sonante−. Reconozco que cometimos un error tratando de sopesar un sentimiento del pasado que no prosperó. Desde que nos aliamos, león y gacela, me quedó claro que te amo. Contigo, el cielo. Sin ti, el infierno. Como tú misma me dijiste el primer día, este amor es para siempre, lo tomas o lo dejas. −Te contesté que forever −dijo Aranza y se abalanzó sobre León, cubriéndolo de besos. −Disculpen este sainete, pero me quedaban dudas del romance. Lo debimos tratar en privado pero se me desbordaron las emociones. Perdonen si los llevamos a la corte. Irma y León, salieron buenos abogados defensores. No concebía la idea de que hubiera sentimientos subterráneos en nuestros romances. Creo que Habib y yo vamos a seguir poniendo el extra en nuestras relaciones. De eso estoy segura. Vamos a seguir siendo amigos. León, el hombre que amo, Irma, mi mejor amiga, y todos los demás, nuestros hermanos. Gracias por escucharnos. −Caramba, todos los problemas se pueden resolver por medio de la comunicación y un análisis de la situación. En este caso las evidencias son aplastantes, pero ese fregado cinco por ciento cómo nos quema el alma. Los felicito, siempre arreglen sus problemas así −dijo Ciro. −Tío, a usted también se le salió la suspicacia de que León había abusado de la esposa de su papá Arturo. Aquí están las evidencias contundentes de que esa señora doctora es una loba con piel de oveja, borracha, adicta a las drogas y al sexo, joven, bonita, escultural. Aquí está la lista de sus acompañantes nocturnos, proporcionada por meseros de varios antros. Aquí están unas fotos de ella en poses eróticas y con poca ropa. Queremos limpiar 129


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la imagen de León, pues no estaba ante una jovencita ingenua. Además no tenía la necesidad de tocar carnes viejas y guangas. Si ha tenido de novia sólo mujeres jóvenes, bonitas, simpáticas, guapas, esculturales, decentes y de centavos −comentaron Belcim y Mónica y todos se echaron a reír a carcajadas. Después, León habló para darles una buena noticia. −¡Paren oreja, compañeros! Les tengo una magnífica noticia. Nos están invitando a una gira estatal de presentaciones de trova y grupo por varios municipios todos los sábados o domingos a las cinco de la tarde. Nos van a patrocinar la gasolina y nos van a proporcionar vestuarios e instrumentos si nos hacen falta. Necesitamos la opinión de la maestra, pues la tiene difícil por el bebé. Aunque le puede dar pecho en cualquier lado. ¿Si ella no puede, podríamos armarlo entre todos? −¡Cuenten con nosotros! −les gritó Ingrid, saliendo de su escondite. Cuando llegó León a su casa sonó el teléfono y era Irma. −Gracias, mi amor. Ya no aguantaba a Habib. A cada rato me preguntaba si ya me había acostado contigo. Le dije que no, que sólo fueron besos y caricias. Me da pena con el chavo, es buena onda y no quiero lastimarlo. Si supiera que hasta estuvimos viviendo juntos se muere. Gracias, amor de mis amores, tú eres mi dueño y Aranza es tu dueña. Saludos, pajarillo. Sueña conmigo. Aranza se puso a analizar la polémica grupal y reconoció que León la mimaba mucho, era dócil, obediente, cariñoso, respetuoso, varonil, guapo y atractivo. Ella lo amaba como al iris de sus ojos. No había nada ni nadie más en su vida. Pasaron los meses y la vida romántica de los jóvenes en proceso de afianzamiento cada día se notaba más desarrollada. Estaban seguros en su relación. El bebé Samir seguía creciendo fuerte y robusto por el seno materno. El primero de diciembre, faltando 130


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unos días para el festejo de la virgen de Guadalupe, León le prometió llevar a Aranza ante sus pies para agradecer su bendición en el proceso amoroso. Lamentablemente, el festival municipal fue suspendido por el funcionario Manuel sin aclarar el motivo. Ese día, entregaron boletas de calificaciones en la Normal. León llevó a Aranza a la recepción del documento y la esperó en el estacionamiento de la escuela. Estaba admirando los volcanes con paz y tranquilidad cuando llegó Aranza. Venía eructando malestar cuando se subió al auto. Empezó a sollozar con sentimiento. −¿Qué pasó, mi amor? −León arrancó el auto y se fue conduciendo preocupado por el estado de Aranza. Pensó que las calificaciones no eran satisfactorias. Sin embargo, recogió la papeleta y marcaba sólo dieces y primer lugar en aprovechamiento escolar. Finalmente, después de unos minutos habló la afectada. − Irma se confesó conmigo. Como regalo de la navidad me dijo que tuvieron relaciones sexuales el día que nació Samir. Se notaba arrepentida y dijo que no podían parar su atracción. Que la conciencia no la dejaba tranquila sabiendo que estaba traicionando a su mejor amiga. Por eso estoy así. ¿Por qué me sigues traicionando? Eres un Judas, me pintas una cara, te comportas como alimaña rastrera. Hazme el favor de dejarme en la casa y después te largas. No te quiero volver a ver en mi vida. No tienes derecho a contestar. No te lo mereces, estúpido. Ojalá me alcanzara el sentimiento para odiarte. Lo peor es que te amo más que a mi vida. Se bajó del auto y corrió hacia la casa. Se metió a la recámara y cerró con seguro. No quería hablar con nadie. León le platicó a doña Genoveva la situación. −Créame, doña. Se lo juro por Dios. No tengo madre ni padre para jurar por ellos. No es cierto lo que dijo ese alacrán. Déjeme 131


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ir a hablar con ella para aclarar la situación. León fue con Ciro e Ingrid a platicarles la versión de Irma. Negó todo acto de corrupción. −Sólo fue ese beso, Ingrid. Tú te diste cuenta, fue discreto y ni siquiera apasionado. Ahora el problema es la palabra de ella contra la mía. En verdad no entiendo por qué se interpone en nuestra relación. Discúlpame tío ya me voy. Tengo que estar al pendiente de Aranza. Se fue a buscarla y platicó con doña Geno. −Le juro que es mentira, patrañas. En fin, voy a estar en la casa. Avíseme si algo tiene o le pasa, e inmediatamente vengo a verla. −Vete tranquilo a la casa, hijo. Yo estaré al pendiente. ¿Qué te dijo la bruja escaldufa? −Salió para México. Sabía de su fechoría porque mientras Aranza sollozaba, ella nos saludaba alegre, como si hubiera hecho una gracia. −Yo nunca le he tenido confianza. Pienso que le da coraje verlos felices, le quema el alma saber que preferiste a Aranza. Vieja infeliz, sé que tiene malas intenciones contra ustedes −manifestó molesta la doña. Al día siguiente, la doña le llamó. −León, mi niña tiene mucha fiebre y dolor abdominal. No se le ha quitado desde anoche y ha estado vomitando amarillo. ¿Será por el coraje? −No creo. Déjeme buscar quién la atienda −. Colgó la llamada y se fue a la casa del tío Otoniel. Lo encontró comiendo y le platicó la situación. −Deja terminar de comer y vamos a verla. −Está bien, Oto. Por más que el tío intentó hacerlo reír, no consiguió su objeti132


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vo. Ya en camino, la tranquilidad empezó a volver a León y su estado de ánimo mejoró. Después de la revisión clínica médica, Otoniel diagnosticó un cuadro de apendicitis y que requería cirugía de urgencia. La doña se quiso desmayar, pues Aranza no contaba con servicio médico. −Yo la opero con un amigo, pero necesitas depositar cuando menos dos mil pesos para que la admitan en el sanatorio. −Está bien, voy por el dinero. −Oye, carnal. Cálmate. Yo voy a llevar a Aranza al hospital con la doña y allá te esperamos. León se fue a la casa a recoger dos mil quinientos, que era todo su capital, y llegó al hospital a depositar la fianza. Le hicieron los exámenes a su amada y la pasaron al quirófano. León le preguntó a la administradora más o menos en cuánto saldría el evento quirúrgico. La mujer respondió que entre ocho y diez mil pesos. Le juró a la doña que iba a conseguir el dinero. −Sí, mijo. Donde quiera que vayas, que Nuestro Señor te proteja. Acércate, mi niño. Lo bendijo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Un tiempo después se presentó con el gerente del restaurant bar. A Gilberto le dio mucho gusto verlo. −¿Ya te animaste? −Te subo la cuota a trescientos pesos diarios, seis días de la semana. −Te llevas dos mil por semana. −Acepto, Gilberto. Tengo una bronca económica y necesito ocho mil pesos. Nunca te he fallado carnal. −Está bien. Sabes qué, hermano. No quiero a Irma en tu programa. Es muy incumplida. Tú solo haces la fiesta, el circo y la pantomima. Empiezas el lunes de ocho a diez de la noche. 133


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Gilberto le entregó el cheque en un pacto de caballeros y se despidieron con un abrazo que sellaba el compromiso. Cuando León llegó al hospital, la gacela ya había salido de quirófano. Otoniel les informó que se trató de un proceso inflamatorio severo benigno y que no había complicación alguna. En veinticuatro o treinta y seis horas la daría de alta. Luego habló con León en privado. −Oye, hijo. Mi amigo va a cobrar simbólico, para que no te preocupes. Esa noche la pasó sentado junto a ella, tomándole la mano y acariciando su cara. Dormitó por lapsos cortos y la mamá se fue a descansar para relevarlo en la mañana. Le habló a Berna y a las muchachas para que fueran a verla. A pesar de que sabía que la villana había salido de vacaciones, les explicó lo de Irma y les pidió que no la invitaran a ella ni a Habib. Llegaron los muchachos y se fue a su casa a descansar. Pasó visita Otoniel y dejó dicho que quería ver a León a las seis de la tarde. El citado llegó desde las tres de la tarde, pero no quiso entrar para no entorpecer la evolución. Se quedaba en las noches para que la doña no se desvelara. Sabía que el negocio del supermercado no iba bien, por lo que estaban limitadas económicamente. Berna se acercó a hablar con él. −¿Qué crees, carnal? Aranza se la ha pasado preguntando a qué hora llegan Irma y Habib. Esta coneja tiene síndrome de Estocolmo, tienen cautiva su mente. Esa noche también la pasó velando el sueño de Aranza. Se veía tan hermosa. Le estuvo acariciando el rostro con ternura y ella fingía estar dormida porque, aun a pesar de la traición, le agradaban las caricias de su amado. Continuó la recuperación en casa, con todo y medicamentos. El gasto ascendió a ocho mil pesos, por lo que quedaron dos mil 134


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pesos en la reserva para lo que se pudiera ofrecer. Diariamente, León iba por Otoniel para la visita médica y esperaba afuera para no dificultar la recuperación. Cuando Aranza pudo caminar, Otoniel la vio en mejor estado y decidió hablar con ella. −Aranza, novia de León. El día del parto de Ingrid, yo estuve en la sala de expulsión. Irma estuvo tomando la mano de Ingrid y León estuvo cotorreando conmigo. Ingrid les dio permiso de un beso porque hicieron una presentación magistral. Fue un beso tierno, amistoso. Salimos al vestidor de hombres y los dejé platicando dos a tres minutos en lo que fui al baño. Cuando volví estaban platicando. Entonces salí con León y te encontramos. Ya después no sé qué pasó. De lo que me doy cuenta, con todo respeto, es que Irma quiere despedazar a León y lo está consiguiendo. Él está destrozado. Quiero que sepas que León pagó los ocho mil pesos de la cuenta. ¿Sabes a cambio de qué? De desveladas y trabajo extra en el club nocturno. Y lo hizo por ti. Yo no lo hubiera hecho por mi novia. Para eso está la familia. Él te ama, pero si lo sigues tratando así, se va a cansar. Estás enterada de que le sobran pretendientas y él solo te quiere a ti. Deja de ser dependiente de Irma. Ella es tu piedra de tropiezo. Dime dónde está, ¿es tu mejor amiga o tu peor enemiga? Adiós Aranza. Sigue caminando, continúa con la dieta blanda y líquidos suficientes. No dejes de tomar tus medicamentos. Me gustas para novia de mi niño. Lo quiero mucho. Cada vez que lo encuentro me da lecciones de amor y vida −dijo antes de salir de la habitación−. Afuera, se encontró con León. −Adiós, mijo. Cuídate mucho. −Gracias, tío. Te debo las serenatas que quieras. En la noche, se despidió de la doña porque tenía que ir a trabajar. Le pidió su bendición y se fue para su casa a preparar su 135


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vestuario para la presentación. En casa, se sentó a orar y a dar gracias a Dios por la recuperación de Aranza. Como lección de vida, se había dado cuenta que sus amigos podían fallarle. Mientras que Dios nunca lo había desamparado. El tío e Ingrid fueron a visitar a Aranza y doña Geno los recibió muy cordialmente. −Pásele a lo barrido porque regado no está, ingeniero. Señora Ingrid, bienvenida a su pobre casa. Déjeme cargar a esta hermosura que parece el doble de León Felipe. La gacela estaba con los ojos inflamados y rojos de tanto llorar. −¿Qué te pasó? −Me operaron del apéndice, tío. El cirujano fue su hermano Otoniel y todo salió bien, gracias a León. −¿Por qué has estado llorando? −le preguntaron−. Ella les explicó detalle a detalle lo sucedido y la mala voluntad de Irma, quien logró la separación afectiva de los novios. Ella detuvo la relación y León pagó con gratitud, prodigándole cariño y amor en los momentos críticos. Aranza estaba arrepentida. −Lo que me preocupa es que para pagar la cuenta del hospital le pidió prestado a Gilberto. A cambio de un contrato, tres meses de show. Ingrid, por su parte, le contó lo del día del parto, coincidiendo totalmente con la versión de Otoniel. Estuvieron de acuerdo en que Irma no los quería ver juntos por ningún motivo. Tampoco quiere a León, lo aborrece por el desprecio que le hizo. Esa es la razón de tanta maldad, envidia y coraje. No es tu mejor amiga, es tu rival en el amor. Se fueron directo al festival de trova. Allí estaba el sobrino en el escenario con el corazón partido. Lo estaban apoyando Roger en el sonido y Alondra en el vestuario. Eran sus incondicionales. El centro de diversión estaba lleno y el público eufórico, conten136


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to, aclamando al ingenioso y prodigioso de la trova, el romance y la alegría. Cuando terminó el espectáculo, estaba sonriente. Abrazaba a Alondra y Roger recogía los instrumentos del sonido. −Eres un mago del canto y la guitarra, amigo. Me encantó la función −le dijo Alondra emocionada. −Así va a ser todos los días, Alondra. Bueno, si te decides a ayudarme. −Claro que sí, amigocho. Espero poder todos los días. En eso estaban cuando llegaron Ciro y familia. −¿Qué pasa, familia? ¿Cómo han estado? − les preguntó León. Inmediatamente cargó a su sobrino para hacerle cosquillas en la panza. −¿Cómo estas galanazo de cine? − le preguntó Ciro. −Bien, tío. −¿Dónde está Aranza? –En su casa, recuperándose de la cirugía del apéndice −dijo mientras levantó la vista al cielo −. Gracias a Dios todo está bien. −¿Por qué no nos avisaste? −cuestionó el tío. –Todo fue muy rápido, tío. El motivo por el que no les avisé es porque hay un problemita con Irma y ya no quiero abrumarlo con estas situaciones. Me da pena, familia. Les pido una disculpa, aunque esta vez no he cometido pecado alguno. −Ya hablé con Gilberto, no quiere suspender el contrato aunque le reembolse el dinero. −Es que Gilberto y yo somos amigazos y tenemos pacto de caballeros. Hay que cumplir. Mañana me entregan la boleta, así que voy a llegar tarde al taller. Miren, esta muchachita es mi mejor amiga. Se llama Alondra y no la hago mi novia porque ya le ganó Aranza. 137


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−Mucho gusto, doctora. −Ya mero, don Ciro. Ya vamos a cuarto año. Quiero mucho a su sobrino, es un gran muchacho. −Lo sé, hija. Le ha costado trabajo y estoy orgulloso de él. Al otro día Ciro convocó a una junta en la casa de Aranza a las seis de la tarde. Allí tratarían el tema de la pareja, las dificultades que se han sentado en este tiempo, el conflicto ocasionado por Irma, y el compromiso musical adquirido por León para pagar la deuda contraída. El grupo debía ayudar de alguna forma para atenuar la carga. Volver a ensayar iba a complicarse porque era temporada de vacaciones. Cuando estuvieron todos reunidos, Ciro dio su mensaje. −Recuerden, son seis días por semana los que tiene que trabajar este ingrato. Con el tiempo lo van a devastar. Ingrid los invita a participar como grupo para renovar la música que tanto les gusta. Somos un grupo de Asistencia y Resistencia. Si lo intentamos no habrá quién nos pare−. Entonces Mónica pidió la palabra. −He sido un miembro cobarde. Disculpen la falta de coraje para expresar estos acontecimientos. No me gustaría hablar de un miembro ausente, las cosas se dicen frente a frente para que no haya malos entendidos. Desde que Irma regresó al grupo ha ocasionado muchos problemas. La causa es que le tiene mucho coraje a Aranza. Compite con ella en la escuela y odia la relación de Aranza y León porque los siente felices. Un día nos comentó que no iba a parar hasta verlos separados. Los llamó un par de estúpidos que se creen Romeo y Julieta, imitadores de quinta. Nos aseguró que León volvería a navegar entre sus bragas. Concluyó con un dejo de llamarme Irma si no. Lo ha intentado y ha fracasado porque se cansó de buscar a León en la escuela y que 138


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la mande por un tubo. Disculpen lo tardado de la información, sé que es pecado por omisión y pido una sanción enérgica para Irma. Pido su exclusión del grupo−. Nadie se atrevió a hablar, hasta que Aranza, sollozando, empezó a hablar. −Soy tan estúpida como ella dice. Para mí es muy triste perder a mi mejor amiga y haber cortado a mi novio. Me lo merezco por no saber apreciar lo que tengo. León me lo ha repetido muchas veces, una acción generosa vence a mil palabras. −Ya no llores, Aranza −dijo Ingrid −. La nueva novia de León es muy comprensiva y te puede dar una nueva oportunidad. En eso entraron abrazados León y Alondra. León se dirigió hacia ella y se sentó cerca. −Hola, amiga. ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? −Por enésima vez, pido perdón. −Estás perdonada, amiga. −No me digas así, por favor. −Tú me cortaste, me largaste de tu vida ¿Cómo quieres que te diga? −No sé, soy una tonta. Entonces Belcim se metió a la discusión. −Declárale tu amor, ahora te toca a ti. −¿En serio? −preguntó Aranza sorprendida. −Te estamos esperando. −Discúlpame, amor. La materia prima de mis pensamientos y emociones no es de buena calidad. Estás advertido para que después no haya reclamaciones. Dame la oportunidad de ser tu novia renovada, a pesar de mis carencias en el amor. −Me resultaste poetisa, gacela enamorada. Cuando te vi enferma, tuve miedo de que te pasara algo. En el momento de entrar a quirófano, me fui a orar, sólo Dios nos podía alivianar. Ante la carencia económica ofrecí mi trabajo y te aseguro que si tu vida 139


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dependiera de la mía, yo la ofrendaba para salvarte. Recuerda, gacela, no es teoría. Te amo, las evidencias hablan. No me vuelvas a ofender por ningún motivo. Cuesta trabajo, pero hasta la fecha nunca lo he hecho contigo. No puedo lastimar lo que más quiero en la vida. Te acepto como mi bella novia y mi esposa en un futuro −manifestó León sorprendido. Ella lo abrazó intensamente sin dejar de llorar, mientras todos aplaudieron las acciones amorosas. Después del festejo, Belcim pidió hablar. −Yo también quiero aportar información. La persona que frenó el proyecto de la gira por los municipios fue Irma. Ella habló con su tío para que no autorizara los viajes. Fuimos juntas a ese encuentro. Además, se la pasa demeritando el trabajo del grupo. Dice que somos unos mediocres, que la única figura artística es ella, que gracias a ella León ha triunfado y que sin ella no es nadie. También habló mal de la maestra Ingrid, a quien llamó maestra principiante, inexperta y novata. Me da pena contarles esto hasta ahora que llegó la crisis, pero no sabía qué hacer. También solicito que salga del grupo en forma temporal o definitiva. Si no, quién sabe en cuántos problemas nos meterá. −Yo también voto porque salga del grupo temporal o definitivamente. Berna apoya la inconformidad, lo mismo Roger. Ciro e Ingrid se solidarizan con la decisión que es unánime. Ahora, ¿quién le informa que está dada de baja? −dijo Aranza. –Yo mera −dijo Belcim levantando la mano−. Le llegó el momento del boomerang. Se levanta León −Es una buena oportunidad para trabajar unidos. Ya ven que de allí salen las ofertas para nuevas presentaciones. En lo personal me gustaría que viajáramos a los municipios para llevar alegría. Así conocemos a la Puebla turística. Creo que la dirección de la empresa es de la maestra Ingrid −dijo 140


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León y todos estuvieron de acuerdo−. Ella nos conoce a todos. Si ella está de acuerdo y también mi amorcito corazón, solicito a todo el grupo su permiso para que mi nueva acompañante de trova sea Aranza. −¡Bravo, bravo! Se lo tiene bien merecido. −Sólo hay que respetar su convalecencia para integrarla. −De lo que me iba a perder. He soñado todo este tiempo con ocupar ese lugar − contestó Aranza sonriente. −Para lograr hacer un buen papel se necesita entrenar en forma constante. Es la única forma de alcanzar el éxito, mi niña − empezó a hablar Ingrid−. Desde hace tiempo tengo material nuevo para la trova y el momento romántico. Quiero incluir música de un nuevo compositor llamado Juan Gabriel que está pegando con su canción No tengo dinero, Como te extraño mi amor de Leo Dan, Acompáñame de Rocío Durcal, Amarraditos de María Dolores Pradera, El tiempo que te quede libre, Bésame mucho, La bartola, Las cartas a Eufemia, Borrachita y la prueba máxima para Aranza, Morenita, trigueñita encantadora. Y como siempre, culminar con Qué chula es Puebla. −La trova no se modifica, maestra. Ahora con la voz de Aranza ese es trabajo suyo, maestra y hermana − comentó León, a lo que Ingrid respondió feliz−. −Me parece fantástico. Tenemos un mes para empezar a ayudar a León. ¿Creen poder cumplir? −¡Sí podemos! −contestaron todos. Las calificaciones de León fueron excelentes, puros dieces y un ocho. El tío Ciro se puso contento. No le había pagado lo que le debía, pues decidió esperar hasta navidad, un ahorro necesario para los tiempos difíciles. Tenía comida garantizada y desde que estaba Ingrid en la casa, también desayuno y cena. Además, le compraba los libros necesarios, un pantalón y una camisa por 141


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mes. León estaba satisfecho con esas retribuciones. Con lo que sobró del cheque pagó su deuda con el cincel. Continuaba utilizando madera para simuladores. Los mil pesos restantes se los dio a la mamá de Aranza, pues la estaba pasando difícil en el terreno financiero. El ahorro finalmente se quedó pelón. Durante las vacaciones estuvo tranquilo en el trabajo, pero en época de clases la faena era intensa. En cuanto al trabajo nocturno, el éxito continuaba. Sabía prender al público con su trova, y entre más consumo de alimentos y bebidas, mejores ganancia. Gilberto lo sabía y por eso lo contrataba, era una garantía tener a León trovador. El doce de diciembre, aún convaleciente, le cumplió lo prometido a Aranza y la llevó a la Basílica a dar gracias por bendecir su noviazgo. Salieron a sentarse a su banca favorita del paseo Nicolás Bravo y estuvieron platicando largamente, prodigándose caricias amorosas. Después caminaron un rato. Como la niña consentida tenía prohibido comer en la calle, se fueron a cenar a la casa. Un día antes de navidad, León recibió un cheque anual muy gratificante. Lo quiso compartir con la doña, pero no aceptó. Le dijo que a su hijo Antonio le estaba yendo bien, y estaba ayudando a sostener la casa y el negocio enviándole dinero. −Gracias, hijo. Eres una bendición del cielo. La gacela estaba en su recámara y hasta allá fueron la doña y León. −Delante de mi suegra te confirmo que ayer deposité parte del cheque para nuestra boda. Ese dinero va a ser exclusivo para eso. Aranza se levantó como resorte de la cama y lo abrazó con ternura. −¿En serio, amor? ¿Te quieres casar conmigo? 142


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−Lo deseo con todo el corazón. ¿Por qué? Porque te amo en evidencias. ¿Para qué? Para tener una familia contigo. Aunque seas chípil, quejumbrosa y locuaz, así te quiero, elaborada de defectos. Hacemos la mixtura y nos sale un trovador sui generis. −No me hagas reír, León, que todavía me duele. −Además vete preparando. Me dijo Otoniel que en dos semanas ya puedes caminar e intentar trotar. −Leoncito, mañana vamos a estar solas en navidad, ¿te vienes con nosotras? −dijo la doña. −Mejor nos vamos los tres a casa de mi tío. ¿Qué prefieren, par de consentidas? −Me gustaría salir de la casa a convivir con tu tío −dijo Geno. −¿Estás de acuerdo, gacela? −Sí, amor. Disfrutaron la navidad en casa del tío. Hicieron oración y la imitación del nacimiento del niño Dios. Lo arrullaron y le cantaron. Le dieron gracias a Dios Padre por enviar a su hijo a redimirnos de los pecados. Es la esperanza simbólica de cada año, el festejo es universal, es noche de amor y paz. En cualquier época del año, los abrazos son lenitivo del alma. Fisiológicamente se trata de un sólo músculo que provoca la aducción del brazo dirigido hacia adelante para completar el abrazo de las personas. Este músculo está en la caja anterior del tórax. Es superficial, se inserta en la clavícula, el esternón y el húmero, el músculo pectoral mayor ayudado por su hermano menor. Está científicamente comprobado que el mecanismo del abrazo, tan sencillo y habitual, ayuda a disminuir los miedos, estimular la producción de oxitocina, dopamina y serotonina, que producen alegría, excitación y bienestar, bajan el ritmo cardiaco, mejoran actividad del sistema parasimpático, disminuyen el estrés y mejoran el sistema inmune. Qué impor143


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tante es abrazarnos. Y esta época navideña es un festival de acercamiento de corazones. Enseguida siguió la tradicional cena del pavo y los sorpresivos regalos. Quien recibió más obsequios fue Samir, pero el tío recibió de su sobrino una elegante chamarra, Ingrid le obsequió a León una camiseta original del Puebla y se levantó festivo a probársela. León llevaba obsequios para sus amadas. Doña Geno recibió un abrigo que deseaba y Aranza un suéter que le gustó en un paseo. Los regalos más impresionantes se entregaron al final. Una guitarra eléctrica que había soñado desde niño y para Ingrid un piano de cola de doscientos centímetros de longitud, el sueño de su vida. No pudo contener la emoción y rompió en llanto. Esa tarde, León llevó de compras a Ingrid y a Samir por indicación del tío. Fue el despiste necesario en lo que afinaban el instrumento. Para la cena ya estaba listo para ser usado. Ella ejecutó con maestría varias melodías conocidas. Era una experta musical. Todo transcurrió en santa paz, como mandan los cánones, hasta la una de la mañana en que cada quien se retiró a su casa. León pasaba la mayor parte de su tiempo libre de vacaciones con Aranza. Como no podía hacer ejercicios moderados o intensos a nivel abdominal, se la llevaba al taller. Allí se estaba con Ingrid y juntas cuidaban del niño, elaboraban comida. El platillo principal eran ejercicios vocales para el canto. Al medio día, León y Gacela llevaban comida a la doña y se sentaban a comer los tres con charlas amenas. Luego, regresaban al taller hasta la noche, cuando la doña elaboraba la cena. Ingrid encontró el catálogo de Irma en el estudio musical y descubrió las notas que escribía al lado de las estrofas. Todas eran con amor hacia León, corazones con iniciales, y no había una sola hoja que no estuviera dedicada a su pareja. Había hasta 144


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una nota que decía, el día que ya no me quieras, escribe en mi epitafio la que se murió de amor. Al final, encontró una nota conmovedora que decía, no me abandonas, mi amor. Te abandonó antes que te haga daño. Algún día entenderás, pajarillo, dueño de mi vida. Llamaba la atención el cariño inmenso que Irma sentía por León. ¿Qué la obligaba a andar con Habib? ¿Por qué abandonó a León si tanto lo quería? ¿Qué pensará ese cerebro incoherente? La incógnita se quedó en el aire, pues se pusieron a ensayar cada una de las canciones, sintiendo en la conciencia intranquilidad. Sin embargo, algo las hizo sentir que estaban traicionando a una persona enamorada con una pena oculta en su interior. Pasaron los días de la novatez y fueron avanzando hasta la interpretación magistral. Estaban conscientes de que la melodía era percibida como una sola entidad, con una secuencia lineal. Tenía una identidad y significado, dentro del entorno sonoro, y a Aranza todavía le faltaba expresar con profundidad las melodías. Ya tenía un estilo personal, comprendía el significado de la letra y el compromiso de transmitir el mensaje del autor de la melodía. Trabajaba los tiempos de los elementos musicales acompañantes, la moderación de la intensidad de la voz, el sentimiento. Era un factor importante meterte en los zapatos del oyente. El que está enamorado, el que sufre, el amargado, el despechado, el indiferente, el que verdaderamente ama, su nuevo objetivo era empatizar con el público. A mediados de enero, todo estaba listo para la presentación del grupo. Ingrid consideró que Aranza aún no podía forzar mucho sus músculos abdominales y prefirió seguir ensayando. El resto del grupo hizo su debut en los momentos románticos con las canciones conocidas, esas que ya dominaban. El nuevo repertorio requería de la participación de Aranza, que sucedería 145


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hasta el mes de febrero. Aun así, la gente se prendió bastante con el grupo. Gilberto estaba muy contento y esperaba el debut de Aranza. La había visto en los ensayos y estaba convencido. El día de la presentación fue el inicio de clases y el día anterior le llamó Irma para ver a quien le tocaba llevar el carro. Aranza le dijo que ella lo llevaría. Pasó a recogerla y la vio desmejorada. Había perdido cuatro kilos y estaba pálida. Tenía lesiones ulcerosas en la boca. Se saludaron afectivamente y durante el trayecto Irma le pidió que la disculpara por la broma tan pesada que le había jugado. Que le había seguido el juego a sus compañeras. −Perdóname, amiga. Siempre me equivoco. Aranza la escuchaba atenta y deseaba despejar la incógnita de Irma. −¿Dónde estuviste todo este tiempo, malvada? Irma se quedó pensativa un momento. −En casa de mi abuela. Me la pasé muy padre. Fui a vacacionar a Oaxtepec, Ixtapa, Zihuatanejo, puerto Vallarta. −Qué padre, amiga. Para otra vez invitas. −No te lo recomiendo −contestó Irma con lágrimas en los ojos−. Aranza presintió que algo andaba mal. Las clases se llevaron a cabo con regularidad, el murmullo en el aula era general. Cada quien contaba sus experiencias de las vacaciones. −Oye, Aranza. Me dijo Belcim que por decisión unánime había quedado fuera del grupo. –Por la broma que me hiciste, corté con León y lo ofendí, algo que nunca había hecho. Lo humillé, lo largué de mi vida y al otro día me puse grave. Me tuvieron que operar del apéndice de urgencia. Eso no fue culpa tuya sino una coincidencia. No tenía dinero para pagar y León consiguió el dinero comprometiéndose a trabajar tres meses en el restaurant-bar. 146


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Descubrimos que tu broma era una patraña y regresé con León. Casi me tuve que hincar para que me perdonara. Fueron momentos difíciles, gracias a Dios ya superados. Amiga, estaba muy enojada contigo pero ya lo superé. Irma estaba sollozando inconsolable. −Amiga, accidentalmente descubrí tu catálogo de música. En él no te cansaste de escribir notas de amor a León, hasta vi tu epitafio de la que se murió de amor. ¿Qué pasa amiga, que escondes? No creo que hayas abandonado a León voluntariamente. ¿Qué pasa Irma? Irma no paraba de llorar. −Discúlpame, amiga. Siento mucho coraje contra ti. No puedo soportar verlo feliz. Yo no puedo hacerlo, no porque no quiera. No puedo simplemente, algo muy grande me lo impide. Lo amo más de lo que ustedes piensan. Lo dejé porque Habib me está ayudando. Me conviene tener su amistad y su amor. Me protege en estos momentos difíciles para mí que no le deseo a nadie. Aranza, de corazón te lo digo, no me volveré a meter con ustedes. Te lo prometo por León, que es lo que más quiero en la vida. Sean felices. Te lo juro por Dios, no tendrás queja mía. Sólo te pido que no me retires tu amistad, sigamos siendo las mejores amigas. −Mírame a los ojos, Irma. ¿Amigas o socias? Ambas soltaron la carcajada. −Irma, quiero hablar contigo seriamente. Es un golpe muy fuerte para ti y para tu vida sentimental y tu vida musical. Tienes que ser fuerte y ayudarme. Si no lo haces no voy a poder hacerlo. Te necesito cerca de mí. Hoy voy a cantar trova junto a León. El llanto de Irma se intensificó. −Sé que te duele, te lastima, te mata el orgullo. Lo que no sabes es que siempre quise ser como tú. Tu cercanía me contagió los 147


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afanes, tu estampa de artista se me grabó en el sentimiento. No somos amigas, somos hermanas. No estamos equivocadas en el amor. Tenemos lo que cultivamos, amor hacia el mismo hombre. Eso no es pecado porque ha sido en diferentes contextos. No tenemos la culpa de vincularnos en momentos diferentes. Si así nos conviene, dejémoslo así. Si es competencia juguemos limpio. Te dejo el campo libre para que lo reconquistes. Si lo logras, la que se va a morir de amor soy yo. Pero no importa, mantengamos nuestra amistad por sobre todas las cosas. Se abrazaron intensamente, juntando los corazones. −Hermana, ahí estaré desde las siete de la tarde asesorándote. A las siete de la tarde empezó la función. El maquillaje, el arreglo de la ropa, los consejos. A las siete cuarenta y cinco subieron puntualmente para hablar con León. Allí, frente a frente, harían la oración solemne, la de siempre o una nueva. Señor, permítenos ser luz en la vida, ondas sonoras encantadoras que lleguen al oído, la mente y el corazón de los presentes. Bendito seas, Señor, por estar con nosotros. Nos transformamos en canto de cenzontle y que las cuatrocientos voces lleguen a los que alegramos y hasta ti, Señor. −Aranza, eres un trino majestuoso. Sigue el ritmo de mi guitarra. Canta, ruiseñor. Aprende con tu candor a interpretar los cambios. Muévete en el universo del amor. No te detengas, Aranza. Haz tu santa voluntad. Sólo nosotros dos existimos. Somos la pareja más creativa del mundo. Adelante mi vida, mi sueño y mi sol. Tras algunos minutos del ritual, a las ocho en punto, bajo el hechizo, la magia, el encanto y la hipnosis, empezó el festival de la trova. León narró paso a paso la historia de la trova, mientras Aranza danzaba en el escenario. Finalmente, llegó el momento de las interpretaciones. Aranza estaba plena, inició los cantos 148


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con canciones de Violeta Parra como Volver a los diecisiete. Alternó con León La mujer que yo quiero, nuevamente ella A favor del viento. Perdón de Oscar Chávez en dueto. Con Atahualpa Yupanqui los dos se prendieron con guitarra Dímelo tú y Me gustan los estudiantes. Hicieron una interpretación única y la apoteosis la alcanzó cuando cantó Gracias a la vida. Después de una hora terminó prendida, quería más. Volteó a ver a Irma, levantó el dedo y sonrió. Llegó la sorpresa con la música romántica. Todo el grupo participó con una sincronización perfecta. Guitarras, mandolinas y bongó, empezaron a tocar las melodías de Mocedades. Destacó la voz de Aranza con Más bonita que ninguna, No tengo dinero, Cómo te extraño, mi amor, Por un caminito. Siguieron con los duetos, interpretados con mucho romance, de Acompáñame, Libre, solterito y sin nadie, Amarraditos, El tiempo que te quede libre y terminaron la presentación musical con La Bartola, Boda de la vecindad, La tertulia, Las cartas a Eufemia, La borrachita y como número final y emotivo, Aranza dedicó a Irma, con mucho cariño por que ella había sido la inspiración del compositor, Morenita, trigueñita encantadora. Terminaron el festival con Qué chula es Puebla. El público se puso de pie para aplaudir a los integrantes del grupo, mientras León le dio todos los méritos a la maestra Ingrid. Irma y Aranza, permanecieron abrazadas bajo el escenario. Nadie comprendió el motivo y el grupo quedó indeciso. Aranza los invitó a que saludaran a Irma. Todos la saludaron efusivamente, menos León, quien permaneció en su lugar contemplando la escena. Irma se fue triste porque no se acercó al que tanto amaba. Llegó Gilberto a felicitar al grupo. −Qué buenas rolas. En verdad son un magnífico grupo −luego se dirigió a Ingrid−. Maestra, muchas gracias. 149


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León estaba molesto con Aranza, pero se contentó cuando ella lo abrazó y besó apasionadamente. −¿Estuve bien, amor? −Magnífica, chiquitita −dijo, para luego hablarle a todo el grupo−. En verdad, amigos, todos son unos genios. Se fueron despidiendo poco a poco hasta que sólo quedaron Aranza, León, Ingrid, Samir y Ciro. Éste último aprovechó para cuestionar a Aranza. −Hija, quedamos en algo y ahora hiciste lo contrario. Ella les mostró el catálogo a Ciro y a León. Ni el mismo León se había dado cuenta del detalle. −Fíjense en el último comentario. Está muy desmejorada, enflaquecida, pálida, tiene muchos moretones en los brazos. Los pude apreciar cuando se rascó una roncha. Estoy seguro de que está enferma. Voy a seguir investigando y mañana les cuento. No quiero sacrificios, pido misericordia, dijo el Señor. Camino a casa de Aranza, ella no se cansaba de acariciar y besar a su galán. −Te amo más que nunca. Le doy gracias a Dios por la oportunidad de tenerte cerca de mí. Llegaste como una bendición divina. En el tiempo que llevo contigo hay dos cosas he deseado con toda el alma. Una la cumplí el día de hoy. Quería saber qué sentía Irma cuando estaba arriba del escenario contigo y ya lo comprobé. Son momentos especiales, gratos, visitas al cielo. Gracias, mi amor, por este viaje. Estoy preocupada por mi amiga. Algo anda mal. ¿Te quedas a dormir conmigo? Mi mamá no está. −¿En serio, Gacela? −Caíste en la trampa, felino. Ya falta poco para casarnos. Al otro día, Aranza pasó por Irma, quien se notaba cansada. Le faltaban fuerzas, pero se fueron charlando animadamente. 150


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En el camino Irma le contó cómo la había visto en el concierto. −Amiga, estuvo extraordinario el festival de anoche. No parecías novata. Tenías las pilas cargadas y te prendiste como yo en mis tiempos. Qué bonitas melodías plasmó el pajarillo, los duetos fueron magníficos y los coros excepcionales. Los instrumentos me dejaron apantallada. Son un grupo muy entrenado. Nada es por casualidad, se notan la mano de la maestra y la dirección de León. Un día de clases, ya en el último año de la carrera para ser maestras, Aranza y compañeras se dedicaron a maquillar y arreglar al jilguerillo en un receso. La hicieron reír, la consintieron y cuando más disfrutaban del momento, Irma les hizo una confesión que nadie esperaba. −Tengo lupus eritematoso sistémico. −¿Qué es eso, amiga? – le preguntó una de las amigas. −Es una enfermedad por anticuerpos, que son las defensas del organismo. Se vuelven locos y atacan a los órganos del cuerpo. Me bajan los glóbulos blancos y a veces las plaquetas. Me dan fiebres en ocasiones y se me forma un eritema rojo en la cara que se aprecia poco porque soy morena. Gracias a Dios, mis riñones no se han enfermado. Ni el corazón, ni los pulmones. Me fui a México en vacaciones a casa de mi abuela y estuve internada en el hospital porque me dio una crisis aguda. Irma les enseñó los moretones de los brazos. −Antes de irme se me afectó el sistema nervioso y por eso te hice la broma macabra. No estaba en mis cinco sentidos. Aun así no se vale. Es estúpido. Para que valga la disculpa, delante de todas las compañeras te pido perdón, Aranza. Eres mi mejor amiga desde que éramos niñas. Mi consuelo es que esta enfermedad les da a las jóvenes blancas y bonitas. 151


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Al grupo entero se le escapó una carcajada. −Aranza, no me voy a despegar de ti. Te necesito porque siempre has sido fiel, sincera, servicial, simpática y me gusta el humor que tienes. Es todavía más agradable y original desde que eres novia de León. Reconozco ser desleal contigo. Te he pateado la cola y me devolviste un beso. Eso sólo lo hacen los bendecidos por Dios. Por eso te necesito cerca para curarme. Aunque sea por contigüidad que se me pegue algo de tu bondad. No te voy a abandonar este mes de presentaciones. Sólo hazme el favor de no volver a cantar la Morenita porque me partes el alma. Son recuerdos que todavía me queman. Ahora que estaba en el hospital me pregunté por qué quería hacerte daño, por qué tanto coraje. Y quiero que sepas que dejé a León cuando estaba en crisis porque fue el momento que me diagnosticaron la enfermedad. Fue a través de un tío de Habib especialista en Reumatología que trabaja en México en el Hospital Infantil. Tiene mucha experiencia en este tipo de enfermedades y se ofreció a ayudarme. Habib y mi hermano Gil me llevaron para que me confirmara el diagnóstico e iniciara tratamiento. Así fue. Cuando salimos del hospital y seguía vulnerable, Habib me pidió que lo aceptara a él como novio. Sin previo aviso al galán se consumó la traición. Acepté por agradecimiento, pero fue una sana decisión. Desde entonces me identifica, me sobreprotege, me da seguridad y como consecuencia me he vuelto creativa. Te has dado cuenta que mis notas son excepcionales. Le ayudo en la contabilidad de las empresas de su padre. Es simpático y alegre, pero lo más importante es que soy su máxima estrella. No son buenas las comparaciones, pero estas cosas no las hacía con León. La verdad a veces duele, amiga. Los artistas y trovadores se prenden durante la función nocturna. El desvelo es parte del show, en la vida cotidiana éramos flojos, desaliñados y solo nos interesaba 152


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estar acostados y sexualizar. Este tipo de relación genera apego que también es adictivo. No fumábamos ni ingeríamos vino o drogas, pero el sexo generó un círculo vicioso. El doctor Noor me dijo que ese tipo de vida podía llevarme a la muerte, pero me aferré a la idea de no perder a León. Ahora que tuve la crisis y que me afectó el sistema nervioso me dio miedo navegar en un mundo de locura. Quiero al pajarillo, pero es peligroso para mi salud. También él ha cambiado mucho. Es inteligente, creativo, amoroso, cariñoso, obediente y dócil. Sobre todo en la relación, tú llevas las riendas. Eres la dueña, tú eres la patrona, no lo sueltes porque se rebela. Transcurrió el día y concluyeron las clases. En el viaje de vuelta a casa, Irma retomó la conversación. −Amiga, te voy a acompañar a todas las funciones. No me interesa regresar al grupo, así estoy mejor. No nos hacemos daño, deja que sanen las heridas de los demás. Yo seguiré siendo tu mejor amiga y lo que hablamos aquí se queda. No lo comentes con nadie aparte de tu mamá. Es un secreto, no quiero compasión ni lástima. Te amo, Aranza. Nos vemos en la noche. Le doy gracias a Dios porque te puso en mi camino. Transcurrieron los veintiocho días de presentaciones del grupo con Irma y Habib apoyándolos en primera fila. Ella le daba consejos a Aranza, que se estaba convirtiendo en una experta trovadora. A Ingrid le daba gusto verlas juntas, disfrutando la vida sanamente. Todo el grupo, incluido León, estaban sorprendidos de la bella amistad en pleno reencuentro. Así debe ser la vida, con nuevas oportunidades para armonizar la amistad y el amor. Gilberto quería más. Ellos tenían compromisos escolares y habían cumplido la misión vivificadora de Asistencia y Resistencia. El último día del festival, llegó el funcionario Manuel. Se 153


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presentaba una nueva oportunidad para la gira por los municipios poblanos. Era una misión cultural divertida. Podrían conocer los pueblos y su gente, llevarles trova, romance y alegría los sábados o domingos, el día que escogieran. Para hacer atractiva la oferta, les obsequió dos violines y una batería. Pero con los regalos surgía el compromiso. −Además, jóvenes, un camión de la ciudad los va a llevar y traer a los lugares que visiten. Las comidas son por cuenta del municipio. Se les ofrecerá un reconocimiento a fin de año en el zócalo poblano con una presentación navideña o del cinco de mayo. La maestra Ingrid convocó a una votación y todos estuvieron de acuerdo. Sin embargo, había una inquietud general. Nadie entendía la nueva alianza entre Irma y Aranza. Como respuesta a los interrogatorios, Aranza contestaba que eran compañeras en la Normal y que la amistad había resurgido espontáneamente. Insistía en que se necesitaban en el estudio que Irma estaba conforme con la sanción impuesta. Seguiría apoyando fuera del grupo, participando para bien de todos. Aranza estaba segura de que Irma había tenido un cambio sincero y que se estaban dando la oportunidad de ayudarse mutuamente. No conocía otra razón. León la respetaba y no insistía en hacer preguntas. Su única preocupación era Aranza. La relación entre ambos mejoraba cada día. Se complacían afectuosamente y llenaban la expectativa del otro. Escogieron los sábados y uno que otro domingo para viajar sin cambios en las melodías. Irma y Habib se incorporaron al grupo itinerante como espectadores. La convivencia era agradable, y fraterna. Se animaban unos a otros y poco a poco fueron reconociendo a Irma y Habib. El primer municipio que visitaron en marzo fue Acajete, locali154


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zado en la parte central del estado, cuyo nombre en náhuatl significa pila de agua. Se localiza en las faldas del volcán La Malinche, a treinta y cuatro kilómetros de la capital. Veintitrés minutos en carro o autobús, en los que se pasa por Tepatlaxco y San Jacinto, lugares que cuentan con monumentos históricos como la parroquia de Acajete, Santa María de la Asunción, construida el año de 1563. Su festividad principal es el seis de agosto, cuando se festeja a nuestro padre Jesús. El quince de agosto se festeja a la Patroncita, como se conoce a la virgen de la Asunción. Ese día hay mañanitas con mariachis, concurso de bandas, carrera de caballos, torneo de gallos, la acajeteada por las principales del pueblo, la presentación de los huehues, los voladores de Cuetzalan y fuegos artificiales nocturnos. La comida típica incluye mole de caderas o espinazo, chile atole, quesos, conservas de durazno y tejocote. La presentación en el kiosco del zócalo estaba programada para el sábado a las cinco de la tarde. Tuvieron que modificar la trova pues era música poco conocida en ese lugar. Al inicio y al final cantaron todos a la Virgen de la Asunción. La letra decía, la patroncita murió porque la muerte no es final de la vida. Es la muerte la puerta que nos lleva hasta Dios. Murió por no ser más que el resto de los hombres. Después en el cuerpo y el alma inició su asunción. Porque amó como nadie en la tierra. Porque toda su vida fue un milagro de amor. Porque sólo era rica en pobreza, María fue llevada a los cielos por Dios. La trova estuvo presente con la narración de Ciro sobre el significado del nombre, su origen y la cronología del pueblo. Puso mucho sentimiento en cada párrafo y cerró afirmando que estaba orgulloso de ser de Acajete. Se modificó el programa con cantos populares, dejando la protesta para otra ocasión. Cantaron La mujer que yo quiero, Perdón, Macondo, La mariana, Toda una vida, 155


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Arráncame la vida, Volver a los diecisiete, Dímelo tú, Guitarra dímelo tú, Contigo a la distancia, Bésame mucho, Cucurrucucú paloma y Amanecí en tus brazos. Las magistrales interpretaciones del dueto encontraban un eco en un público popular muy católico. Aranza y León se lucieron y la gente estaba complacida. Se prendieron con la música romántica y se pusieron festivos con los cantos alegres de Chava Flores. Con la música folclórica poblana, los pusieron a bailar a todos y al finalizar con Qué chula es Puebla y con el canto a la Virgen de la Asunción todos dieron autógrafos. Irma y Habib estaban admirados de la evolución del grupo, sobretodo de la selección de música en donde León era el estudioso. Solicitaron al grupo durante el viaje de regreso que los dejaran participar en la siguiente presentación pues les tenían sorpresas a todos los integrantes y todos accedieron. Aranza compartió asiento con Irma, mientras que Habib y León se acoplaron maravillosamente contando anécdotas y chistes que alegraron la convivencia. Berna y Belcim, magos en la parodia, Roger y Mónica romanceando. El tío Ciro, Ingrid y Samir iban felices. Antes de llegar al destino final, Ciro se dirigió al grupo. −Mañana juega el Puebla. De una vez les doy la contraseña. Allá los espero en el palco. Los que quieran llegan al taller y de ahí parte la caravana con el auto de la franja. Entre más se afianzaba la amistad entre Irma y Aranza, el romance de León y Aranza se fortalecía. Procuraban hacer de la vida un sainete alegre y jocoso. Respetaban las actividades que requerían tiempo de formalidad, pero disfrutaban intensamente los momentos de creatividad, diversión y romance. León le confesó que realmente se sentía abandonado por su familia, su padre, madre y hermanas. −Seguramente fui un niño no deseado, pero el tesoro escondido han sido Ciro, Ingrid y Samir. La consagración de la vida 156


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eres tú. Cuando estoy contigo me siento entre nubes, placer en blandito, cerca del mar y del cielo. Gracias, amor, por la familia que me das. Tú y la doña son mi familia. Contigo tengo la máxima confianza. Conoces los códigos, misterios y secretos de mi vida. Estoy entregado totalmente a ti. Cuando iniciamos nuestro noviazgo te miraba vulnerable pero aprendimos a amar juntos en un estilo sólo nuestro. Actualmente, en el escenario te veo íntegra, hermosa, con la voz de una mujer que expresa la vida. Con la cadencia de tus movimientos excitas todos mis sentidos y deseo poseerte. Pero me gana el respeto. Ya llegará el momento que combinemos nuestras bases nitrogenadas para formar una proteína única y diferente. En conclusión, te amo, Aranza de mis complacencias. Mi niña hecha mujer. Aranza también lo amaba, con evidencias que expresaban palabras, caricias tiernas y alentadoras. Tenía la sonrisa dulcificada que la identificaba como mujer enamorada que estaba en búsqueda de un solo objetivo, compartir su vida con el trovador poblano. Para alcanzarlo, tenía que ser paciente, tierna, amorosa, con límites en el momento oportuno para mantener el equilibrio emocional en el romance. Ella también deseaba ejercer la sexualidad en el escenario y en todo momento. Sin embargo, el momento esperado estaba cada vez más cerca. Irma y Habib, también evolucionaron favorablemente en el terreno romántico. Ella era dulce y cariñosa con su protector, que a su vez se caracterizaba por ser gentil, simpático, generoso, creativo y amoroso. Él era la razón por la que el jilguerillo se mantenía saludable. El segundo municipio que visitaron se llamaba Acatzingo de Hidalgo, situado en la parte central del estado, entre las formaciones montañosas de la Malinche y el pico de Orizaba. La dis157


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tancia del municipio a la capital del estado era de cincuenta kilómetros y su nombre significa caña, pequeño lugar, lugar de los pequeños carrizales en náhuatl. Pertenece al valle de Tepeaca, que es una prolongación del valle Puebla-Tlaxcala. Se caracteriza por sus yacimientos de piedras caliza y mármol. En este lugar vivían los abuelos de Roger. Eran agricultores y sembraban hortalizas de maíz, frijol, trigo, haba, lechuga, calabaza, alfalfa, zanahoria, cilantro, chabacano, nopal y durazno. También eran pequeños ganaderos. Criaban ganado porcino, ovino, algunas vacas, cabras y caballos. Además eran expertos apicultores. También tenía un tío que era dueño de un supermercado. En Acatzingo hay monumentos históricos como el convento franciscano del siglo XVI. En el lugar hay retablos con siglos de antigüedad, el santuario a la Virgen de Dolores, patrona del pueblo, construido en el siglo XVIII, el portal Hidalgo de cuarenta y siete arcos, esculturas y pinturas famosas del pintor Miguel Jerónimo Zendejas. En la localidad existen dos fiestas importantes, ambas dedicadas a la Virgen de los Dolores. Se le venera con oraciones y con besos. Dentro de la gastronomía de Acatzingo destacan las carnitas de cerdo, el mole poblano, los tamales dulces, las palanquetas, el jamoncillo y las conservas de fruta. El zócalo de Acatzingo es una plaza arbolada. A su alrededor, los portales Hidalgo son unos de los más largos de Latinoamérica. La iglesia de San Juan Evangelista, con su bella fachada de azulejo, alberga en su interior la capilla de la Virgen de los Dolores con retablos barrocos y extraordinarias pinturas. En el centro de la plaza se encuentra un kiosco, lugar donde se colocaría el grupo musical. A las cinco de la tarde empezó el festival musical. Ciro el narrador, con su grave voz de aedo, empezó a describir la historia del pueblo. Tenía como fondo la música del violín de 158


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Irma. Tocaba música regional para acompañar al poeta. La trova fue encantadora y seductora con los tres cantantes. El maestro y sus artísticas compañeras dejaron ver el sentimiento de los autores cuando interpretaron las canciones de Oscar Chávez, Atahualpa Yupanqui, Serrat, Violeta Parra, José Alfredo Jiménez y Pablo Milanés. El maestro las dejó cantar a dúo La flor de la canela, Volver a los diecisiete y Gracias a la vida. La gente ovacionó de pie a los intérpretes. Después de una pequeña pausa entró en acción el grupo musical con el romance. El concierto de voces fue melódico y alegre con las canciones de Mocedades. Cantaron los temas Felicidad de Armando Manzanero, No tengo dinero de Juan Gabriel, los duetos Acompáñame y Amarraditos con excelente ejecución. La alegría y la relajación llegaron con los cantos de Chava Flores y la parodia correspondiente. Remataron la fiesta con música bailable tocada con dos acordeones en manos de Ingrid y Habib, La bamba, El negro Simón, Cielito lindo, La vaca lechera, Me lo dijo Adela, El jarabe tapatío, una polka y concluyeron con Qué chula es Puebla. La ovación fue general. El público terminó exhausto, pues pasaron de conmoverse con la trova, a enamorarse con el romance, reír con las parodias y moverse con la música bailable. El grupo amablemente firmó autógrafo y platicó con los habitantes. Lo que no le gustó a Aranza fue que unas chicas se estaban peleando por León. El trovador bajó del kiosco y las calmó. Como premio le dio un beso a cada una- Ya todas en paz, se juntaron las clientas y tuvo que subirse de vuelta al kiosco. Arriba lo estaba esperando Aranza y lo besó con pasión delante de todas para que supieran quién era la jefa. Ciro y los muchachos estaban parodiando a León y no podían contener la risa. −Te salió barato meter paz, hasta sacaste premio. Tomamos 159


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película del momento, vas a ver la cara que pusiste y el salto felino que diste para subir al kiosco −le dijeron y no paraban de reír −. Fue muy chistoso, ¡había una gordita que se abrió paso empujando a todas para llegar al trofeo! Mientras continuaban las risas, León felicitó a Ingrid y a Habib. Habían sido la sorpresa de la fiesta. Entonces llegó el presidente municipal a felicitar al grupo, darle las gracias y nombrarlos personajes honorables del pueblo. Reconoció a Roger y se fueron a platicar a otro lado junto con Mónica.− En el camino de regreso, León fue la botana de la tarde. Eso te pasa por coqueto. Antes no te atropelló la gorda −le dijo Belcim ante la risa de todos. Antes de bajarse del autobús, comentó Ciro que al día siguiente iba el Cruz Azul y todos estaban invitados para verse en el taller. En uno de los ensayos, Ciro empezó a platicar su experiencia con el grupo. −Estoy sorprendido con la evolución de cada uno de nosotros. En mis tiempos libres me pongo a escuchar a los narradores profesionales de historia, declamadores y trovadores para hacer mejor las cosas. Como factor extraordinario, me sorprenden los tres trovadores. Cómo se han encajado las tres voces, parecen profesionales. −Son profesionales −interrumpió Ingrid−. No es el nombramiento el que hace al artista. Es el desempeño vehemente de sus interpretaciones, la combinación perfecta de sus voces, los silencios y las elevaciones. La coordinación en el ritmo de movimiento físico y vocal está hecho a la medida. Para alcanzar lo sublime se necesita estar enamorado y ellos lo están. Estoy admirada con la excelente ejecución. Los felicito a los tres por su traba160


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jo sobresaliente. Sigan así y que nada los detenga. −Déjame continuar, mi amor −dijo Ciro−. Estoy sorprendido con la maestría de Belcim y Berna para tocar las guitarras. Llevan poco tiempo pero van para expertos. −Cuando miraba la facilidad con que León tocaba la guitarra, me dieron ganas de aprender a tocar este instrumento de cuerdas. Tuve varios maestros pero el fracaso fue total y me sentí inútil. Cuando inicié con el grupo era muy torpe, pero cuando me hice novia de Berna apareció la magia −dijo Belcim. −El amor lleva a la pasión por la vida. Le da el toque magistral. No aflojes, Belcim, que tocas maravilloso −le comentó Ingrid. −Yo soy un enamorado de la vida. He estado enamorado de todas ustedes. Pensé que me quedaría en el intento, pues mi última esperanza era Aranza y me la robó el seductor. La que más me gustaba de todas era Belcim. Era la más brusca, la más ruda para el amor. Eso me detenía para intentarlo con ella, pero el día más feliz de mi vida fue cuando le declaré mi amor. Ahora vivo para ella. Es mi inspiración. Cuando se me dificulta alguna pisada de la guitarra, le digo al instrumento, que se llama Belcim, ándale chiquita, no te hagas la difícil. Nada más déjame darte una tocadita −dijo Berna−. Después del divertido comentario, Ciro continuó con su elogio al grupo. −Las mandolinas y el bongó están bien inspirados. Cada día los noto más enamorados, un verso sin esfuerzo. −Efectivamente, aquí el ingeniero mecánico, que me quiere tocar el árbol de levas, darle vueltas al cigüeñal, ajustar los pistones, repararme la bomba de gasolina, calibrarme las bujías y pasarme corriente me ha facilitado la inspiración −respondió Mónica. La carcajada general duró un buen rato por la puntada de Mónica. Esto animó a Roger a intervenir. 161


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−Pues si a esas vamos, Mónica se la pasa pidiéndome que la deje ver el balance de comprobación para revisar si me salen las sumas y saldos. Que le pase el activo y me da el pasivo, que lo ponga en posición vertical y ella en horizontal, que me salga, y no me cuadra. ¡Así nació la inspiración! −Y eso que son los más seriecitos −contestó Ciro. −Pues, qué he de decir yo. Con este médico y trovador y su cantaleta de muéstrame la zona pelúcida, para revisarte con el este o telascopio. Te voy a explorar con este martillo para ver si tienes reflejos o las tienes reflojas. Que después te reviso los senos cavernosos para concluir en el canal virginal −dijo Aranza entre risas. Se levantó Irma y levantaron las manos en señal de triunfo y hubo un aplauso general. León y Habib se pusieron de acuerdo, y habló el novio de Irma. −Las maestras no se quedan atrás. Empiezan con te voy a dejar de tarea que me traigas palitos y rueditas, me traes el cono para pasarlo por el círculo o la circunferencia o para que lo metas en el ángulo del triángulo agudo y salga por el rectángulo. Así nos inspiran las maestras. Todos voltearon a ver a Ciro e Ingrid y ella empezó a hablar. −Pues a mí ya me movieron el cigüeñal, como dijo Mónica. −Yo me inspiro en la maestra musical. Cuando toca instrumentos de viento me mueve el acordeón, le toco los platillos, le percuto la batería y la tambora. −dijo Ciro, concluyendo el festival de parodia y risas frenéticas. Para eso son las reuniones de grupo. Para ensayar, crear, recrearse y divertirse sanamente. −¿Cómo van en los estudios escolares? −les preguntó Ciro. −Segundo año tiene más práctica que el primero. Tenemos laboratorio de microbiología, clase de histología, que es la más 162


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difícil porque hay que estudiar la forma y funcionamiento de cada grupo de las células. Aunque gracias a los simuladores de León se me ha facilitado la tarea. La arquitecta le ayuda con sus diseños geométricos en las tareas pero no coopera para el estudio de planos, anatomía práctica en vivo, estudio de órganos y cavidades −comentó Berna. Belcim se levantó para perseguirlo por el comentario y él corrió a refugiarse con los varones. −Me las vas a pagar ahorita que vengas, ente anatómico. Me encanta la carrera, me gustan el dibujo arquitectónico, la geometría descriptiva, los sistemas constructivos, las instalaciones básicas y especiales y los materiales de construcción. Todo en orden, voy bien en teoría y práctica. Vas a ver, Bernardino. Te voy a enseñar lo que es resistencia de materiales. −Afortunadamente, las materias que estudio se me facilitan. Llevo cálculo diferencial e integral, álgebra lineal y ecuaciones diferenciales, estática y dinámica, termodinámica, dibujo técnico y diseño mecánico −dijo Roger−. Las dudas se aclaran con mi padrino. La materia que más me gusta es la de transmisión de calor, pero la práctica es lo más maravilloso. ¿Verdad, mi amor? Mónica se levantó de un brinco con bolsa en mano y el bromista corrió a protegerse. Después Mónica retomó la palabra. −Estoy muy contenta en la carrera. Disfruto de la contabilidad, el marketing, el derecho de las empresas, las operaciones y procesos empresariales, la dirección empresarial, la organización de recursos humanos. Todo bien, pero me las vas a pagar, termodinámico. −Ya estamos por terminar la carrera. −comenzó a decir Irma−. Agradezco a Dios por poner a Habib en mi camino. Ha sido el salvavidas que me recogió en medio del naufragio. Se me facilitan la psicología infantil, la historia de la educación en 163


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México, el desarrollo físico y la salud, el análisis de la práctica educativa, la planeación educativa. Mi amiga Aranza ha sido clave como apoyo en el estudio, vamos dentro de la excelencia. Habib estaba conmovido y empezó a hablar frente al grupo. −Desde que la conocí me robó el corazón. La amo sobre todas las cosas. Me ha dado la oportunidad de protegerla y cuidarla con esmero para que se convierta en la flor más hermosa del jardín. En estos momentos en que su salud está afectada, Dios me da la oportunidad de amarla con más fervor. Trabajaba en las empresas de mi padre, afortunadamente mi hermano, el administrador de empresas, regresó de Nueva York. Yo estoy retomando la escuela de medicina ya en el último año. Siempre he deseado ser médico, pero hoy es una obligación por ella. Es la estrella que guía mi vida. Gracias, Aranza, por ser un apoyo incondicional cuando más te necesitamos. El silencio se sentía en la sala. Entonces se levantó León para hablar. −Me siento agradecido con todos ustedes. Somos la familia que no vive bajo el mismo techo y que se reúne para ser un pedazo de mar que se mete a la tierra para auxiliar al que más lo necesita. Somos fiordos auxiliares y necesarios. No se vale estar solo. Somos una pequeña compañía que engarza canciones para hacer felices a los demás. La obligación es que la voz se acompañe con otra voz o con el violín, la guitarra, la mandolina, el bongó o el acordeón. Una sola voz no mueve el universo, pero las voces unidas hacen girar al cosmos. He tenido muchos momentos de tristeza pero nunca he estado solo. Dios ha estado conmigo y después la mano de ustedes. No se vale estar solos, Irma y Habib. La pequeña compañía los ha aceptado. Forman parte de ella, seremos discretos, cooperadores, alegres, amorosos y sobre todo desmadrosos. Cuenten con nosotros. En cuanto al aprove164


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chamiento escolar, no es la calificación la que me acredita, sino las acciones con los pacientes las que te dan satisfacción. Eso es parte de la evaluación. Entre más te vinculas con los enfermos se repite el ciclo de estudio, acción, evaluación y estudio. Es lo que pienso. Que me alcance la pasión para hacer bien las cosas. Así como a Habib lo mueve Irma, a mí me mueve la gacela que controla mi vida −volteó a ver a Aranza−. No creas que no me doy cuenta, se me volteó el chirrión por el palito. Eres mi control remoto, cambió de poder el mando, pero aun así te quiero. Aunque me digan mandilón. −A mí me encanta la labor educativa −respondió Aranza−. Quería ser arquitecta de construcciones pero tuve que desistir. No por falta de vocación sino por falta de recursos. Además, en plena crisis amorosa, tuve el valor de preguntarle a León si el objetivo de casarnos estaba firme a pesar de todo. Me dijo que sí y que tomara la decisión que creyera más conveniente. Una caída no es el final. Elegí la labor educativa porque es una carrera corta. Junto con Irma comentamos que la formación inicial de los niños, después de la familia, es como los cimientos de las construcciones. Vamos a elaborar mentes brillantes. El universo requiere de personas saludables que convivan en santa paz. Ese es nuestro proyecto, me encantan las bases psicológicas del aprendizaje, prácticas sociales del lenguaje, aprendizaje y enseñanza del álgebra, análisis de la práctica escolar, ciencias naturales en la primaria, ambiente en el aprendizaje. Así como formamos parte de una pequeña compañía, en la escuela formamos parte de la sociedad de pensadoras libres. Me siento bendecida por haber nacido en el seno de una familia de todos los días, en la que los incluyo a todos ustedes. Los íntimos son mi mamá, León del amor, e Irma de las eternas amistades. No hablo de tristeza ni de melancolía, sino del amor que emerge de esta pequeña 165


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compañía. −La vida gira día con día −dijo Ingrid con Samir en sus brazos−. En uno de sus torbellinos te deposita en un lugar extraño donde no conoces a nadie y lo único que tienes es lo que has vivido. La trova es tu fortaleza. Acudes a un lugar de donde salen notas de música, la señal de que no todo está perdido. En el camino, Dios te da el premio mayor de la lotería. Un esposo grandioso con un corazón de ángel de la guarda. De la causalidad del amor nace de mis entrañas un hijo sano. Lo hermoso es secundario, es el premio a los días de dolor. Ustedes son serafines con guitarra, mandolina, acordeón, bongó, violín y unas voces celestiales que me han acompañado en la función de trova. Nunca fue tarde, el bienestar llegó a mi vida. Aunque mi viejo dice que me toca las tarolas, la tambora y la batería, lo único que toca es mi corazón. Es lo que me da fuerza para seguir con esta compañía de trova. Ánimo muchachos. La función continúa. Ciro está conmovido y las lágrimas le brotan en torrente. No le permiten articular palabra. No llora de dolor, sino que esa es su manera de agradecer a Dios la felicidad inesperada. La clase de psicoterapia de grupo cumplió la función esperada. Ayudó a resolver las dificultades emocionales y a estimular el desarrollo personal de los participantes. Sin embargo, el moderador fue vulnerable a las emociones de los demás. El siguiente municipio se llama Amozoc de Mota en honor a José Mariano Mota. Fue fundada en 1559 y su nombre significa lugar donde hay lodo, en náhuatl. Se encuentra situada a dieciocho kilómetros de la capital poblana y forma parte del área metropolitana. Está ubicada en las faldas del volcán la Malinche, cuenta con bosques de encino, junípero, pino. Hay áreas de vegetación desértica y existen doscientas especies de aves como el águila cola roja, pájaros carpinteros y gorriones. Hay mamíferos 166


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medianos y pequeños como conejos, zarigüeyas, zorros, coyotes, mapaches y también lagartijas y ranas. Se puede practicar campismo, senderismo, ciclismo de montaña y se fabrican productos con mármol y ónix, artículos de charrería, artesanías como la talavera y la platería. Existe la industria textil y se fabrica ropa de vestir. Ahí se encuentra el ex convento de San Francisco de Asís construido en 1569. En el interior se vivió una leyenda en la que todo terminó a golpes y farolazos. El rosario de Amozoc es la frase que le ha dado fama a este lugar, la parroquia de Santa María de la Asunción, construida en 1752. Existen también exhaciendas que datan del siglo XVII. Dentro de los personajes ilustres está el general Ignacio Comonfort quien fue presidente de la República entre 1855 y 1857. Fue militar y político mexicano. Su lema era atenderé únicamente a la virtud y al mérito, y buscaré mi principal apoyo en los hombres de orden y progreso. La presentación se llevó a cabo en el zócalo del municipio. Hubo algunos cambios durante los cantos de trova. Por ejemplo, León cantó Los ejes mi carreta, El arriero y Yo voy soñando caminos, de Atahualpa Yupanqui. Contrastaba con las voces de las trovadoras y los cantos de romance con perfecta ejecución, destacando las voces de Aranza e Irma. Los coros, acompañamientos instrumentales con ejecución sobresaliente y las parodias de Chava Flores espectaculares. El festival de baile con acordeón se ponía cada día mejor con la maestra y Habib. El tradicional himno Qué chula es Puebla selló el evento. Un empresario de la ciudad de México les ofreció trabajo profesional a los tres integrantes de la trova. Sería en un teatro de la ciudad de México, pero no aceptaron por los estudios universitarios. El presidente municipal quedó complacido con el espectáculo y le gustó la solemne 167


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pero festiva narrativa de Ciro. El tiempo pasó y las actividades de los jóvenes continuaron desarrollándose sin contratiempos a nivel escolar, deportivo, musical y romántico. Visitaron Acatlán de Osorio, denominada así en homenaje al héroe liberal de la Guerra de Reforma, coronel don Joaquín Osorio. También se le conoce como la puerta de la Mixteca y está ubicada a ciento cincuenta y ocho kilómetros de la capital poblana. Tardaron tres horas en llegar a su destino, que en náhuatl significa en el cañaveral. Estuvieron en el kiosco del zócalo, enfrente del templo de San Juan Bautista. Llevaron con ellos artesanías en barro bruñido como recuerdos. El espectáculo fue del agrado del público. La gente estuvo muy entusiasta y atenta. Cantó, bailó y agradeció el espectáculo poblano. Las autoridades tuvieron actitudes de cortesía, un punto valioso para la misión cultural educativa. Visitaron también Piaxtla, municipio al sureste del estado y fundado en 1550. Su parroquia fue fundada en 1650 y se ubica a ciento treinta y cinco kilómetros de la capital. El viaje en el autobús duró dos horas y media y entre sus personajes famosos se encuentran Crescencio García y Bernardino García. Originarios de la región, liberaron al general Porfirio Díaz cuando lo tenían preso los franceses. En este lugar combatió el general Emiliano Zapata, el cerro de Chinanteca y Cerro Partido fueron testigos de batallas durante la Independencia, la Reforma y Revolución Mexicana. También aquí es tradicional la danza de los tecuanes. Disfrutaron bastante de la gastronomía local. Aranza comió barbacoa de chivo, León probó el mole Poblano, Irma el adobo de conejo, Habib el adobo de puerco, Roger pidió chilate de pollo, Mónica probó el huaxmole de res, Belcim los tacos de cecina, Berna el adobo verde de puerco con frijoles quebrados, 168


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Ciro el pipián rojo, Ingrid el pipián verde con picaditas de mantequilla. Todos probaron el agua de sabores. El festival fue en el kiosco del zócalo. Se prendió la gente con la música de trova y disfrutó la balada romántica, la bailada fue general y la diversión integra. Público y autoridades quedaron complacidos. Amixtlán, o entre nubes en náhuatl, se localiza al norte del estado y forma parte de la sierra norte. La distancia entre Puebla y Amixtlán es de ciento cincuenta y ocho kilómetros. Hicieron dos horas y media para llegar en autobús, en náhuatl significa entre las nubes. Se encuentra sobre una superficie montañosa, entre los cerros de Pucuxin, Equitan y Axtiziu y forma parte de la región hidrológica Tuxpan-Nautla, lugar entre ríos. Los cafetales han sustituido los bosques originales, parte originaria de la comunidad totonaca. Tiene cinco mil habitantes, y un índice de desarrollo humano que lo coloca en el área de la pobreza. El festival se realizó en la plaza principal y acudió gente de la región en numerosas cantidades para presenciar el festival de la trova poblana. La participación fue unánime, sin duda dejaron un buen recuerdo en este lugar de la sierra. En el mes de abril visitaron Coatepec, localizado al norte del estado. La distancia entre Puebla y Coatepec es de doscientos ocho kilómetros y en autobús se hacen tres horas desde la capital. El municipio pertenece a las regiones del declive del golfo, a la región hidrológica Lerma-Santiago. En náhuatl significa cerro de las serpientes. Los primeros pobladores fueron grupos totonacos. Se estableció como municipio en 1930 y cuenta con setecientos cincuenta y ocho habitantes. La fiesta patronal en honor a san Bartolomé es el 24 de agosto. El festival se desarrolló en una de las plazas de la localidad. Al inicio hubo poca asistencia pero después de veinte minutos se completó el quórum. La gente de este lugar es amable, alegre, participativa y quedaron com169


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placidos con la función de trova poblana. Al final del espectáculo compartieron tamales con la gente sencilla. Visitaron Huehuetlán el chico en mayo. El municipio se ubica en la zona suroeste del estado a ciento treinta kilómetros de la capital o dos horas en el autobús. Significa junto al dios viejo en náhuatl y fue fundado por los tlahuicas en la época prehispánica. En el tiempo de la revolución mexicana, los pobladores formaron parte del ejército dirigido por Emiliano Zapata. Algunos personajes destacados de este tiempo fueron Santiago Aguilar, Rebocato Aguilar. El lugar es famoso por actividades como la ganadería y la elaboración de productos cárnicos y lácteos como queso y requesón además de frutas y verduras de la región. Dentro de sus monumentos históricos están el templo de San Nicolás que data del siglo XVI y el monumento a Miguel Hidalgo en el zócalo. Las damas acudieron al festejo con su vestido de china poblana y los hombres con traje de medio charro. Acudieron personas de las catorce localidades del municipio. El zócalo se vistió de gala y las personas disfrutaron del espectáculo con fervor y admiración durante la trova. Les encantó el concierto de voces y las melodías que canta el pueblo. Durante la época romántica algunas evocaron momentos de amor y la parodia fue motivo de risas generales. La música con el acordeón fue bailable, entusiasta y participativa. La gente terminó cansada, festiva y con ganas de más. Fueron tratados con honores por las autoridades y recibieron como regalo dulces de jamoncillo, de pepita, de cacahuate, tuna y tortillas de nopal. Un recuerdo inolvidable de Huehuetlán. Para finalizar el mes de mayo tocó visitar San Juan Atenco a ciento diez kilómetros de la capital. Hicieron hora y media de camino hasta la localidad en el centro del estado. El poblado fue fundado por grupos nahuas en la época prehispánica y conver170


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tido en municipio libre en 1932. Sus habitantes se dedican a la agricultura de temporal. Existen yacimientos de grava y piedra caliza y su fiesta patronal es el 24 de junio y está dedicada a San Juan Bautista. Ahí los invitaron a disfrutar de la exquisita barbacoa blanca y los mixiotes con su respectivo pulque antes del evento musical. Se dejó venir la gente de Coyotepec, San José Guerrero, Tres Cruces, llenando el auditorio municipal. A la gente le encantó el ensamble y el repertorio musical. La ocasión fue grande e incluso hubo un incidente romántico, ya que una muchacha se subió al kiosco a besar a Berna. Nada ni nadie la pudo separar del galán. Ni siquiera la misma Belcim pudo contener el huracán. La gente miró el acontecimiento como una puntada de chiquilla enamorada y Roger intentó separarla con gentileza, pero lo único que ganó fue que la muchacha se prendiera de sus labios apasionadamente. Tuvo que subir la mamá de la muchacha a separar a la impetuosa. Esa peripecia fue la botana durante todo el camino de regreso. −Te me lavas esa boca con jabón y estropajo durante una semana si quieres volver a besarme −le dijo Belcim al galán. La misma sentencia le fue aplicada a Roger, sólo que a él lo mandaron a lavarse con tequesquite y jabón perfumado. En junio visitaron Molcaxac, que significa el nidal de los gorriones en náhuatl. En 1895 se estableció como municipio libre y se ubica en el sureste a ochenta kilómetros de la capital. Tardaron una hora en llegar al destino de impresionante paisaje. Llegaron temprano en la mañana y tuvieron oportunidad de visitar la cascada Cola de caballo, la caverna Puente de Dios y la vertiente del río Atoyac. Quedaron sorprendidos con la perfecta obra de Dios. Nuevamente el espectáculo se llevó a cabo en el auditorio municipal debido a la amenaza de las lluvias de temporal. Las muchachas y muchachos del pueblo acudieron engalana171


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dos. Gente de todas las edades hizo presencia. En esa ocasión, Irma enfermó de gastroenteritis y Aranza tuvo que sacar la casta durante la trova. La enferma se repuso después del reposo y suero oral y subió al escenario para cantar las románticas, la parodia y las bailables. Los habitantes fueron amables, festivos y generosos con el reconocimiento al grupo musical. El presidente municipal nombró al grupo ciudadanos honorables. En ese tiempo, el romance de León y Aranza estaba en apogeo. En el último semestre de carrera de la profesora, salían por la noche a dar la vuelta en el auto de la franja o a caminar por las calles aledañas a la unidad habitacional. Un día que Aranza estaba melancólica, habló con León. −Te voy a ser sincera, León. Tengo miedo de perderte. Casualmente, el otro día conocí a tus admiradoras, la Elsy y la Hondureña. Las dos están muy guapas y no soy competencia para ellas. Son muy bonitas, sensuales y elegantes. Me preocupa que en un momento de debilidad caigan en tus garras felinas. Eres hombre y los varones, en teoría, deben ser fieles en el romance. Pero sabemos que en la práctica son mentirosos. El porcentaje es muy alto y las evidencias categóricas −se le empezó a quebrar la voz hasta desembocar en llanto−. Por favor, mi amor. No me vayas a engañar y mejor dime la verdad. Te aseguro que me haré a un lado. Berna me dijo que son insistentes pero tú eres resistente. ¿Pero hasta cuándo aguantarás? No lo sé. León se quedó pensativo y después de unos segundos decidió partir y despedirse de su amada. −Hasta mañana, mi amor. Te hace falta descansar −dijo y luego se fue sin hacer ningún comentario. Aranza entró a su casa con los ojos llorosos y León fue a perderse en la ciudad. Como a los treinta minutos regresó con unos exquisitos tacos árabes y orientales y lo recibió doña Geno. 172


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−¿Qué pasó, hijo? Aranza está en su cuarto llorando. −Usted siéntese, que Aranza paga los refrescos. La ofendida salió de su cuarto y vio la cena servida. −Siéntate, amor. Te traje de los que te gustan, nada más que por chillona tú vas a pagar los refrescos. Se dirigió al refrigerador y sacó dos refrescos. Los abrió y sirvió en tres vasos. Se sentó cerca de su amado, luego lo abrazó y besó. −Discúlpame, mi amor. −¿Cómo la ve, suegra? Aquí a mis ojos poblanos le entró de repente una crisis de celos infundados en la que yo no soy protagonista. Ella ya me dio papel, caracterización y ya nada más faltó el escenario. Aranza se soltó riendo y lo volvió a abrazar y besar. La doña observaba todo sonriente y disfrutaron de la cena alegremente. En plena etapa postprandial la tomó de la cara y la besó repetidamente. −Doña Geno, le voy a hacer una confesión. Usted es el párroco y va a tener que interceder ante Dios por mis pecados. Estoy enamorado de una niña hermosa que se llama Esperanza. Será por las substancias químicas, pero estoy encantado con su persona −mientras hablaba le iba acariciando la cara−. Tiene el cabello negro que con su caminar elegante revolotea el aire formando figuras de gacela. Su mirada es de sirena enamorada que encanta leones. Sus labios son franjas de amapola que al abrirse hermosean la vida. De ellos brotan sonidos de soprano que serenan el alma y alegran el corazón. Mi niña, de todo lo que te envuelve, de todo lo que secretas, de tus pensamientos libres y críticos, de tus caricias, de tus besos tiernos y apasionados. De tus cuidados, de tus deseos de bienestar. De todas esas cualidades estoy enamorado. Para nada mencioné lo bonita, sexy y glamorosa. También tienes esas cualidades y te has dado cuenta 173


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que no soy impulsivo. Pienso con el hemisferio izquierdo porque quiero ser derecho. La vida me ha dado lecciones por andar de instintivo y no quiero repetirlas. Estamos en el mismo proyecto, mi amor. El plan es tuyo y mío. Ayúdame con tu protección, confía en mí. Te amo en la teoría y en la práctica. Y si hay algo que te ofenda o te lastime, dímelo para no repetirlo. Recuerda que somos novios. Es una relación. Ni eres mía, ni yo soy tuyo. Somos parte de una pareja que va trabajando todos los días para fortalecer una unión que cada día se hace más sólida. Para que nada ni nadie la separe tenemos que trabajar. Esto no es gratuito y hay que poner el extra. Delante de mi jefita Geno, te lo digo para que haya testimonio. ¿Estamos, Aranza? −Sí, mi amor. La regué, lo acepto. Aranza le explicó a su mamá la causa infundada de los celos. −León tiene razón, mami. Me volví celotípica y manipuladora. Eso me pasa por quererlo tanto. −Eres bien correspondida −le contestó León−. Te amo, gacela. Escuchen bien, como pequeña familia que somos, nos hemos arropado. Estos dos corazoncitos forman parte de mí. Los siento míos. Ahora bien, Aranza. No voy a dejar que nada ni nadie me los arrebate. − comenta La Doña −Cuando entró llorando Aranza, sentí una angustia desesperante, no quiero perder a ninguno de los dos. Como tú dices, León, somos una pequeña familia −comentó la doña y los tres se abrazaron. En julio visitaron el poblado de Tlapacoya, a ciento sesenta y tres kilómetros al noroeste de la capital. El relieve del municipio es bastante accidentado y está determinado por cerros y sierras pequeñas. Cuenta con zonas de bosques de pinos y existe un templo parroquial en advocación del señor Jesús construido en 174


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el siglo XVII. La fiesta patronal se celebra el segundo viernes de cuaresma con danzas de voladores, negritos y huehues. Muy cerca se encuentran la pirámide de Acalá y las grutas de Iguala. A la festividad musical acudieron algunas mujeres con su traje de gala, blusa blanca con bordados de motivos florales, enagua de enredo de lana negra, peinado de trenzas. Los hombres llevaban su calzón y camisa de manta, sombrero de palma, machete de cinta, morral y huaraches de pata de gallo. El festival se realizó en un auditorio. La participación de la trova incluyó canciones de Tania Castellanos como Vuélvete a mí, Recordaré tu boca, En nosotros y tres boleros cubanos interpretados con pasión por Irma y Aranza. El trabajo fue excelente, de ahí la aclamación general. Los asistentes se vistieron de buen humor con los cantos de Chava Flores, La borrachita y Las cartas a Eufemia. El acordeón incluyó en su repertorio varias polkas y no faltaron Cielito lindo, El jarabe tapatío, La raspa y culminaron con la tradicional Qué chula es Puebla. Fue una presentación fenomenal y compartieron con los asistentes saludos y autógrafos. Los galanes fueron más atrevidos con las muchachas y lanzaron piropos de buen gusto. Aranza fue la más lisonjeada y el presidente municipal los nombró ciudadanos honorables. La gira continuó en la ciudad de Rafael Lara Grajales, a sesenta y tres kilómetros de la capital una hora de camino. Fue establecido como municipio a partir del año 1933 y contaba con más de catorce mil habitantes. La principal festividad es la feria de San Marcos, celebrada el veinticuatro de abril. Ahí se realizan todo tipo de manteles y cortinas. Sus alimentos tradicionales son el mole poblano, los chiles en vinagre y el pulque curado. Nuevamente la trova sorprendió con cantos de Inti Illimani, intérprete de la trova de pueblos andinos. Cantaron la ofrenda a la revolución con los cantos de Soldado revolucionario, La cucaracha, La 175


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adelita, A la resistencia. Las muchachas liberaron la pasión con Volver a los diecisiete y Gracias a la vida. En la etapa romántica, Habib e Irma se lucieron con Acompáñame, Aranza y León con el romance de Amarraditos. En las parodias de Chava Flores, Berna y Belcim participaron en la de La borrachita. Ciro festejó cargando y meciendo a su hijo al ritmo de la música. El público enloqueció con Qué chula es Puebla. Fue un festival lleno de mucho entusiasmo por parte del grupo y del público. En el camino de vuelta, León le explicó al grupo el funcionamiento de las cuerdas vocales y los distintos tipos de voces. −Amigos, ya les dije que para cuidar la voz hay que tener cuidados especiales. Cantar es un privilegio y tener una voz educada es una bendición. A los que cantamos más que menos, nos ha llevado años de entrenamiento. Por favor, jóvenes. Limiten la ingesta de bebidas que contengan alcohol o cafeína. Ingieran suficientes líquidos y eviten fumar o ser fumadores pasivos. Hay que practicar técnicas de buena respiración mientras hablamos o cantamos, evitar comidas picantes o muy condimentadas. Tampoco hay que excederse en el uso de la voz, lavarse las manos frecuentemente para evitar infecciones respiratorias, incluir en la dieta alimentos ricos en fibra, evitar enjuagues bucales, utilizar micrófono en ambientes amplios y acudir con terapista de la voz una vez al año. Por favor, amigos, cuiden su voz ya que es necesaria para el grupo. La suma de voces diferentes hace un coro de ángeles. En agosto visitaron San Pedro Cholula, pueblo mágico a trece kilómetros de la capital. Cholula significa despeñarse el agua en náhuatl. La virgen de los Remedios es la patrona del pueblo y la fiesta patronal es el primero de septiembre. En Cholula se come la sopa cholulteca y las orejas de elefante junto con otros muchos 176


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manjares. El festival de la trova fue en la plaza de la Concordia. Los trovadores presentaron su mejor repertorio porque había gente conocedora como estudiantes americanos, funcionarios públicos y profesores. Las muchachas fueron la salsa del guisado con sus magníficas interpretaciones de compositoras como Violeta Parra, Tania Castellanos, María Dolores Pradera, Chabela Vargas, Lola Beltrán. También cantaron a Oscar Chávez, Atahualpa Yupanqui y José Alfredo Jiménez. Las palmas fueron unánimes y las felicitaciones múltiples. León estaba en clase de Obstetricia cuando le fueron a llamar de la prefectura. Se trataba de Ingrid, que angustiada le contó que su tío tenía un dolor insoportable en el área lumbar. Llegaron a una farmacia y León compró un ámpula de Magnopirol, una jeringa, alcohol y gasas. Cuando llegaron a la casa, Ciro estaba pálido y sudoroso. Se trataba de un cólico renal. Lentamente le pasó el medicamento analgésico y fue mitigando el dolor. León llamó por teléfono a Otoniel y le informaron que estaba fuera de la ciudad. No le quedó otra opción. Llegó al hospital militar y no tuvo dificultad para introducirse. Llevaba uniforme blanco y los militares lo conocían. Una enfermera lo acompañó hasta el consultorio de su padre. Tocó antes de entrar y salió el elegante doctor con gesto de pocos amigos. −¿Qué se te ofrece? −Me enseñaron a decir buenos días antes que nada. Mira, Arturo. Traigo a tu hermano Ciro enfermo. Tiene un dolor intenso en una fosa lumbar. Le apliqué un analgésico endovenoso y se le calmó poco pero creo necesaria una valoración tuya. Sé que eres el mejor. −¿Por qué eres tan irrespetuoso? Soy tu padre, practica la educación que te di. 177


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−Disculpe, mayor. Me puede acompañar a atender a mi tío. Urge que lo valore. −Está bien, vamos a verlo. ¿Dónde lo tienes? −Está en una camioneta en el estacionamiento. En el trayecto, el padre abrazó a León. Mientras caminaban juntos le colocó una mano en los hombros. Llegaron a la camioneta y descendió Ciro. Los dos carnales se abrazaron con entusiasmo y caminaron juntos hacia el hospital. En el trayecto, el mayor los fue presentando con el personal. Los tres eran tipos elegantes. El menor de edad iba vestido de médico, con el uniforme pulcro, corbata roja y zapatos blancos impolutos. Al personal del hospital le llamó la atención ver al hijo y al padre juntos. Llegaron al departamento de urgencias y ahí atendió a Ciro. Revisaron que tuviera los signos vitales normalizados y efectivamente, después de una exploración minuciosa, todo indicó que se trataba de una afección renal. Lo acostaron en una camilla y le colocaron una solución endovenosa con medicamentos, le tomaron exámenes de laboratorio y le indicaron estudios radiológicos. Entonces entró Ingrid y León la presentó como la esposa de su tío. −Señora la dejamos cuidando al viejo cascarrabias −dijo, y le dio unas palmadas en el hombro a su hermano−. León, vamos a pasar visita médica. El médico llevó a su hijo al área del hospital donde estaban los enfermos quirúrgicos y demostró un trato amable con sus pacientes. Terminando la visita médica, el padre abrazó a su hijo con firmeza. −¿Cómo te está yendo en la escuela? −Excelente, papá. Buenas notas escolares, regular en la práctica. Creo que voy bien 178


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−¿Te gustaría venir a practicar conmigo cuando tengas tiempo? −¿Es en serio o me estás cotorreando, Arturo? ¿Quién te transformó? −Tú y tus amigos. −¿A quién te refieres? −Aranza, Irma, Belcim, Mónica, Habib, Roger y Berna. −¿Cómo los conoces a todos? −Tuve un conflicto con mi expareja. La sorprendí en adulterio con un médico de su edad. Me quería dejar en la calle y quitarme casa, autos y propiedades. Mi compadre Eliseo, padre de Belcim, le platicó a mi ahijada el problema. Mejores que cualquier detective profesional, el grupo me llevó las pruebas bien documentadas de su vida anterior. Además, me bastó con el grupo y el Rh para comprobar que no era mi hijo. Se torció ella sola y confesó que el padre era un miembro de la lista. Más pobre que la indigencia. Ese fue su castigo. No me quitó nada porque por medios legales perdió el caso y nos habíamos casado por bienes separados. Ahora ando con la cola entre las patas, disfrutando la riqueza pero viviendo solo en la residencia, sin perro que me ladre. Así es la vida, hijo. Perdí a mi familia, tu hermana vive con tu madre, a Macarena la echaron de la casa por medio de mentiras, caso parecido al tuyo, y tu madre vive con tus dos hermanas. El doctorcito salió enfermo e impotente. Para las pulgas de tu madre, lo mandó a freír espárragos. Ahora estoy tratando de reconstruir mi vida, de reconquistar a tu madre. Me equivoqué y estoy en deuda contigo. Aun así tengo la vergüenza suficiente para pedirte un indulto. No una disculpa, perdóname hijo, mi falta fue muy grande y requiere tu indulgencia. −Me extraña que el mono, siendo araña, no encuentre la solución. En mi caso, tengo un sistema límbico de lujo. Retiene lo 179


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bonito y no archiva las penas. Nunca te he reclamado algo. No hay queja contra ti. No hay malas huellas. Te quiero Arturo, eres a todo padre y te entiendo. Quisiera ayudarte, pero con una condición. Que me adivines quien es mi novia y futura esposa de todo el grupo. −Ya lo sé, hijo. Me lo platicó Irma. Me dio tristeza porque se veían tan acoplados. En fin, la decisión es de ustedes. Aranza, me gusta más que Irma. Es bueno saber que ya somos cuatro en la familia que nos gusta la misma mujer. −¿A quién más? −A Ciro y a Otoniel. −Bueno, vamos al grano. Tengo un repertorio musical que le encanta a mi madre. Cuando tú quieras nos lanzamos a la serenata. Ya verás cómo ha evolucionado el grupo. −Que no se espere un minuto más. Esta misma noche. Cuando regresaron a urgencias con Ciro, ya estaban listos los estudios de laboratorio y gabinete. Padre e hijo los revisaron juntos. Arturo dejó que León los interpretara. Después, el padre hizo las correcciones sobre la marcha. −¿A qué conclusiones llegaste? −Es una infección urinaria, probablemente de vejiga. Sólo con un urograma podrías comprobar si hay datos de pielonefritis. −¿Qué tratamiento le voy a dar? −Antibiótico. No sé cuál, aún no llevo infectología ni nefrología −Ese es mi hijo −dijo Arturo y lo abrazó con energía pectoral. −Te voy a demostrar mi afecto repetidamente para recuperar lo perdido. Ciro e Ingrid son testigos presenciales de la reconciliación familiar. Por indicación del médico cirujano le retiraron a Ciro las soluciones endovenosas y se fue a su casa con medicamentos que compraron en la farmacia. Cuando Ingrid preguntó por el saldo 180


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de la cuenta le contestaron que toda la atención estaba a nombre de León. −No se preocupen por la atención. Cuídate, hermano. Toma mucha agua, ocho vasos diariamente y no te aguantes las ganas de ir al baño. Por el momento, deja en descanso tu sexualidad hasta que termines el tratamiento. −Gracias, Arturo. Has sido muy amable. Me saludas a quien puedas. Cuando se estaban subiendo a la camioneta, llegó el grupo de Asistencia y Resistencia en los carros de Aranza y Berna. Se acercaron a la camioneta y León les contó de la enfermedad de Ciro. −Ya se siente mejor. Fueron a comprar medicamentos a la farmacia. Ingrid le dijo a León que se fuera con Aranza e Irma y ella se encargaría de los medicamentos. Antes de bajarse de la camioneta, León se acercó a Ciro. −Tío, en la noche tenemos serenata. Sé que tú e Ingrid no pueden pero te caemos como a las siete para ensayar. −Está bien, muchachos. Allá nos vemos, gracias por la asistencia. A las dos de la tarde, León y Aranza se subieron al carro. Entonces notó que en su bata llevaba unos papeles extraños que no tenía al entrar al hospital. Se trataba de cinco billetes de cien pesos. Le pidió a Aranza que fueran a La choza del pescador, reconocido restaurante de mariscos. Al llegar al lugar les pidió que avisaran en sus casas para que no se preocuparan sus familias. Se instalaron en una mesa y la música estaba en un tono agradable para la conversación. Tomaron una cerveza como aperitivo y disfrutaron de un filete de pescado, coctel de camarones y acamayas. León les platicó 181


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de la experiencia con su padre y las regañó porque no le dijeron que lo habían ayudado en su proceso legal de separación. −¡Bueno, eso ya no importa! Lo sucedido el día de hoy es extraordinario. Volvió a ser mi padre, quiere reconquistar a mi madre y le ofrecí llevarle serenata. Necesito a todo el grupo hoy en la noche. Voy a hablar con doña Geno para que deje ir a mis ojos gacelinos. Dile a Habib que pida permiso en tu casa para que cantemos canciones que lleguen al corazón de la candidata a reconquistar. Precisamente hoy estuve en clase de neurocirugía y se abordó el tema del amor y la sexualidad. Estos dos sentimientos se encuentran en el núcleo estriado del cerebro. Ahí también está el centro del placer a las adicciones. Por esa cercanía se asocian estos sentimientos. ¿Cómo me doy cuenta? Si amo a Irma, es porque atiendo a su cerebro y a su persona. ¿Cómo me doy cuenta que es sexualidad? Porque atiendo sólo a su físico. Ambos sentimientos pueden compartirse. Saber equilibrarlos es saludable, en caso contrario se vuelve adictivo. Por eso sufrimos en el amor. El dolor de la adicción es tan intenso que devasta a las personas en extremo. Puse de ejemplo a Irma para que me entiendas que en época pasada Irma y yo atendimos nuestros cuerpos y no equilibramos nuestras emociones. Nos hicimos adictos a lo que llamábamos amor disfrazado de sexualidad. Aranza, en esta época toda mi inclinación es hacia ti, en mente y cuerpo. Se nos ha complicado acoplarnos, pero nuestro romance ha sido todo un proceso. He tratado de no hacerte daño, de ser fiel, leal, sincero, servicial, sinérgico, solidario y simpático. Cinco meses en los que me he esforzado a diario. Como te lo he dicho, el amor no es espontáneo. Se trata de un proceso. Ahora Habib e Irma están construyendo su proceso, cada quien en su estilo. Me van a disculpar si fui muy claro en mis conceptos. Amo a Aranza y a Irma la quiero mucho como amiga. Me metí 182


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en camisa de cinco varas, pero lo que estoy tratando de explicar es la fisiología de estos dos procesos que en mis padres resultó catastrófico. Se traumatizaron y lesionaron a sus hijos, víctimas inocentes. Estos conceptos son dedicados para ti, Jilguerillo. La amígdala cerebral selecciona los recuerdos que le da la gana. Por eso hay gente resentida que actúa con maldad y personas amorosas. La diferencia está en qué guardamos hoy para recordar mañana. Si guardamos vivencias gratificantes, las retomaremos como suavizantes para los momentos difíciles de la vida. Si archivamos experiencias desagradables, en los momentos de crisis actuaremos con rencor, lo que conduce a una acción impulsiva y violenta. Así se fabrica la delincuencia. Irma, esto te lo digo delante de Aranza para que no haya rencores entre nosotros. Sólo detalles que nos ayuden a suavizar el alma. Siempre cuenta conmigo y con Aranza como los amigos que siempre hemos sido. Antes de abandonar el restaurante, finalmente Irma se animó a hablar. −Veo que estás aprendiendo fisiología aplicada. Te agradezco la sinceridad. En ocasiones, sin que tú lo busques, duele la franqueza. Me duele saber que no me quieres como yo te sigo amando. Ofendes a mi mente y a mi cuerpo que todavía están heridos. Aún no he superado la etapa de adicción. Si no me quieres seguir atropellando, no compartas conmigo lo que me hace daño. Sabes que soy vulnerable y te lo suplico de corazón. Yo creo que Aranza no necesita que le repitas que estás enamorado. Díselo y demuéstraselo. Nada más no hagas comparaciones. Recuerda una cosa, en la vida tu novia y yo somos las mejores amigas. No provoques celos en mí porque eso nos separa. En verdad, no quiero hacer daño a quien me ha demostrado lealtad y comprensión en los momentos más difíciles. No la voy a perder por 183


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ningún motivo. Contesta apenado León, −Tienes razón en lo que dices. Disculpa la comparación. Por quedar bien con Juan me fregué a Juana. Perdóname, esto me servirá para que no se repita nuevamente. Discúlpame, Jilguerillo. Tú también, amor. Discúlpame si te ofendí, se me cruzaron los circuitos −contestó apenado León y se encontró con el silencio de Aranza. Llegaron al taller a las siete de la noche y encontraron a Ciro dormido. León le preguntó a Ingrid qué pendientes tenía su tío y ella le explicó que tenía pausada la reparación de un sistema de frenos. Se pusieron a ensayar las melodías para la serenata. León sabía los gustos de su madre. Tenían que pegarle directo al corazón. La tocata empezó a las diez de la noche. Era un día entre semana y aunque tenían trabajo o escuela al día siguiente, llegaron todos vestidos de negro. Ciro, con su voz de barítono, fue declamando con fervor. −Tu ausencia en mi vida, me causa un profundo dolor, estoy muy arrepentido por todo lo que pasó. Si mi padre Dios perdonó los pecados del mundo, dame la amnistía. Te lo pido una vez más, querida Suzan. Quise cambiar el destino y en el camino perdí el amor. Hoy regreso arrepentido a suplicarte que escuches a este ser afligido que sólo anhela reconquistar tu corazón. La serenata empezó con la melodía Como fue, no sé decirte cómo fue. No sé explicar lo que pasó, pero de ti me enamoré. Dentro de la casa, la madre empezaba a emocionarse. La siguiente melodía fue de Oscar Chávez, Perdón vida de mi vida, perdón si es que te he faltado, perdón cariñito amado, ángel adorado dame tu perdón. En ese momento empezó el espectacular juego de voces entre Irma y Aranza. Nuevamente, el poeta declamaba palabras. −Si alguna vez armonizaron nuestras almas, querida Suzan, la 184


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desavenencia se interpuso por mis caprichos. Hoy te pido, amada mía, que conciliemos nuestras vidas. Te sigo amando con la misma locura de siempre. Continuaron el canto coral con Paloma querida interpretada por Irma. Continuaron con Entrega total interpretada por todos. Los versos más intensos fueron interpretados con gran pasión por León. El corazón de Suzan se estaba suavizando y el narrador y poeta continuó con el verso y la prosa. −Recuerdo cuando nació León y vi tu imagen en mi hijo. Te dije, amada mía, que era el regalo más grande que Dios pudo haberme dado. En ese momento el coro interpretó Tres regalos seguida de Amanecí en tus brazos interpretada por Aranza y León. Se abrieron las puertas de la casa y los conciliadores pasaron al interior. Ya no hubo necesidad de más versos y prosa. El recibimiento fue emotivo y las melodías continuaron. Suzan recibió a Arturo con los brazos abiertos y los reconciliados lloraban de emoción. Las hermanas abrazaron a sus padres y Suzan le habló al oído. −Si no me mataste me hiciste roble. Sólo así me puedo reconciliar contigo porque te sigo amando. Sólo habrá un límite, no habrá nuevas oportunidades. Piénsalo bien. ¿Estás seguro de lo que estás haciendo? −Sí, mi amor. Perdóname. Vengo a dar todo lo que tengo. León interpretó Si nos dejan como última canción de la serenata. Todos festejaron la reconciliación hasta que Suzan alzó la voz. −Gracias a todos, muchachos. Ciro, eres un encanto. Ingrid, eres un amor. Mi parte masculina, ven a mis brazos −llamó a su hijo y él se acercó emocionado−. Jóvenes amigos. No saben cuánto deseaba este momento y volver a ser la familia de antes. En esta etapa se vivieron varios procesos dolorosos pero no hay 185


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necesidad de ventilarlos en este momento. Sólo quiero que sepas, Arturo, que nunca te traicioné. Gino es mi amigo es homosexual y vivió entre nosotros como un caballero. Mi niño León fue desterrado porque llevaba una vida desordenada y sin futuro. La orfandad nunca existió, siempre estuvimos al pendiente a través de tu tío Ciro. Te sometimos a una vida de privaciones materiales que te ha hecho bien. Ya eres todo un hombre. En la casa hemos tenido reuniones con todo el grupo. Irma, Belcim, Mónica y Aranza, Roger, Berna y Habib, les agradezco su apoyo incondicional. Mi niño León, quiero que sepas que tus hermanas y yo hemos estado en tus presentaciones musicales. Irma y Habib, mis respetos por la ayuda cuando los necesité. Fabiola y Macarena son grandes amigas de Aranza, una chica excepcional. No la pierdas vale oro. Arturo, así recibes esta casa, que es tuya, con una familia unida y más extensa que cuando te fuiste. La hemos tejido con lágrimas y dolor porque nunca te he dejado de amar. Soy de una sola pieza y te damos la oportunidad de que nos protejas, nos arropes y nos des seguridad. Con cariño y respeto te estamos recibiendo, confiamos en ti porque sabemos que eres un titán que sabe luchar contra la adversidad. Te doy la bienvenida. Te amamos. Tras unos momentos de silencio, Arturo tomó la palabra. −Gracias, Suzan. Es un privilegio recuperar este tesoro familiar. No siempre se puede estar de pie y hay que reconocer que los errores se convierten en horrores cuando has lastimado a los seres que más quieres en la vida. No se vale llorar ni lamentarse, he aprendido a llorar en soledad. He buscado a Dios y eso es lo sublime de este episodio. Regreso arrepentido. Le pedí al señor que conmoviera tu corazón y me hizo el favor con siete melodías. Les prometo que me esforzaré hasta el máximo para ser un hombre íntegro del cual puedan sentirse orgullosos. Gracias a 186


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todos. Ciro, eres un amor. Aun enfermo, viniste a trabajar como poeta. Maestra, un honor ser tu cuñado. Muchachos, muchas gracias. Aunque debería decir hijos, todos son adoptados por mí. Suzan, tú me conoces. Por esfuerzo no va a quedar. Tengo al mejor aliado en mi padre Dios. −Tenemos permiso hasta las doce de la noche por parte de la presidencia. Les vamos a cantar dos melodías de trova y dos románticas, Acompáñame y La mujer que yo quiero, dedicada a mi padre y al final su himno, Amarraditos −expresó León. Rumbo a casa de Aranza, ella iba con la mirada caída. León detuvo el carro en un lado de la carretera y le dijo tiernamente. −Gracias, hermosa. Sé que lo haces por mí. No tengo queja y te agradezco que seas leal con la familia. Es por mi bien, como ellos dicen. Tiene razón mi madre, no sé qué sería de mí si no me ponen límites. En el camino me saqué la lotería con la Aranza mayor. La abrazó, la besó y la apapachó. Ella le respondió contenta. −Qué bueno que no te enojaste, amor. −¿Por qué esa cara de tristeza? −Ahora que regreses a tu casa, que no se te vaya a enfriar el corazón. −Quién te dijo que voy a regresar. Mi familia parental es mi sangre, pero también tengo mi pequeña compañía con Aranza y Geno. Y no las cambio por nada. Se abrazaron juntando los corazones. −Te amo, chiquitito. −Mi madre es de una pieza. Así he sido yo en la vida. −No es cierto, felino. Las evidencias te delatan. Me engañaste con Irma. −Ni modo, cometí un error y no hay vuelta de hoja. Pero trataré de ser íntegro para bien de nuestra relación. 187


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−Así tienes que ser siempre, mi amor. −No calles chiquita, la verdad ante todo. Aunque duela. Te amo. −Oye, mi amor. ¿Tú sabes por qué Irma no canta Piel de canela? Hoy una de las compañeras, obviamente con mala intención, le pidió que cantara Piel de canela. −No. −La noté triste y al borde del llanto. Entonces las interrumpí y les dije que yo les iba a cantar. Las mulas de la Normal son animales de carga que exudan maldad. Son bestias que sólo sirven para lastimar y se me pusieron al brinco. Empuje a una y cayó al suelo. Como me vieron brava mejor se hicieron a un lado. Irma aprovechó para ir al baño y cuando regresó estaba recuperada y sonriente. −Tengo que superar mis traumas pasados −me dijo. −León, ¿tú sabes la causa? −Sí la sé, pero pregúntale primero a ella. Si no te da la respuesta yo tampoco te la puedo decir porque pertenece a su vida personal. Sólo trato de ser íntegro, mi hermosura. Regresó al taller mecánico y el enfermo estaba haciendo esfuerzos para reparar el sistema de frenos. León se colocó el overol y se pusieron a arreglar el desperfecto. Mientras trabajaban, comentaron el tema de la reconciliación de sus padres. Terminaron pronto y al día siguiente el horario de clases era intenso. Por la mañana le habló a Roger para decirle que si tenía horas libres fuera a auxiliar a su padrino. Continuaron las visitas a las ciudades hermanas del estado. Estas giras les permitían conocer a los municipios y sus habitantes. En el mes de agosto visitaron Chilchotla cuyo nombre significa donde abunda el chile picante. Fue un asentamiento mexica y tiene como atractivo turístico la cascada de La fundición, donde 188


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comieron unas sabrosas truchas. En septiembre visitaron Huatlatlauca, nombre náhuatl que significa monte donde el agua se tiñe de rojo. Se encuentra a dos horas de la capital en un terreno poco accesible. Como atractivo turístico cuenta con un convento franciscano del siglo XVI, dedicado a los Reyes Magos. Contiene valiosas pinturas del cielo y del infierno. También ese mes visitaron Quimixtlan, que en náhuatl significa lugar donde se forman las nubes. Hicieron dos hora y media en autobús hasta la zona centro este del estado. Colinda con Veracruz y forma parte de la Sierra Madre Oriental. Un platillo típico de la región es la carne con tomate y hongos. Visitaron la laguna de Patlanalán y los nacimientos de agua de Tlamoloaxtla. De ahí fueron a San Matías Tlalancaleca, en la parte centro oeste del estado y a cuarenta minutos de la capital. Su nombre significa lugar que tiene casas escondidas. Sus atractivos turísticos son La pirámide sepultada y la mesa deportiva del antiguo juego de pelota Tlachtli. Tienen un museo que visitaron en el que se exhiben esculturas primitivas de asentamientos humanos. Algunas mujeres acudieron al festejo con traje de gala tradicional, blusa blanca, falda de enredo color azul, faja de rebocillo rebozo, delantal, chiquihuite y huaraches. Los platillos típicos son el mole poblano, pipián y tamales, manzana, tejocote y ciruela. En octubre fueron a San Salvador el Seco, a una hora de la capital. Anteriormente se llamaba Cuayehualulco que en náhuatl significa lugar cerrado de arboledas. Los españoles le pusieron El Seco por la escasez de agua. Entre los monumentos históricos está la iglesia parroquial dedicada al Divino Salvador del siglo XVII. Allí trabajó durante sesenta años como párroco don Juan Paredes. En el pueblo se manufacturan artículos de cantera ne189


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gra como molcajetes, metlapiles, piedras para molino, lápidas y fuentes. Los platillos típicos son las carnitas, salsa y tortillas hechas a mano, dulces de mermelada, tejocote y durazno, pulque, pinole y aguardiente. Poco después visitaron Xicotlán, el lugar de jicotes o abejorros, que se encuentra a tres horas de la capital. En el pasado fue habitado por grupos olmecas y nahuas. Pertenece a la región de la Mixteca baja y a la cuenca del río Atoya. Entre los atractivos turísticos está la iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista, construida en el siglo XVI. Los alimentos tradicionales son el mole poblano, el pipián, los tamales de tlanipa, de ceniza y de masa, dulces de calabaza y jamoncillo, mezcal, aguardiente, atole y chocolate. En noviembre fueron a Tochimilco, situado a los pies del Popocatépetl. Está a cuarenta y cinco minutos de la capital y deriva de la voz náhuatl que significa en la sementera de los conejos. Entre sus atractivos turísticos están la hermosa fuente octagonal o fuente de los sabores, construida en el siglo XVI, el exconvento franciscano dedicado a nuestra Señora de la Asunción, el templo del Señor del Calvario, el acueducto que data de la segunda mitad del siglo XIX. También existen obras de arte, literatura, música y poesía. Los platillos típicos son el mole poblano, el pipián verde, el adobo, la barbacoa de hoyo, la cecina, el huaxmole, los tlacoyos con chicharrón, los dulces de arroz con leche, el chacuacole o dulce de calabaza, muéganos, higos y calabaza cubierta. En los inicios del siglo XX, las familias Paredes y Olivos tenían su residencia ahí. En todos estos lugares los festejos fueron un éxito. La organización estratégica fue la clave de la asistencia, la convivencia saludable y la participación multitudinaria. En cada evento seleccionaron los cantos de acuerdo con la historia, tradiciones 190


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y fiestas patronales del pueblo. De ahí que la gira avanzara en ese orden. Los integrantes del grupo estaban fascinados porque cuando ejecutas algo con maestría y es reconocido, te motivas a continuar ejercitándote para convertirte en experto. A finales de noviembre, llegamos a Tepexco, que en náhuatl significa enfrente del cerro, a sesenta minutos de la capital poblana. Se localiza dentro del valle de Matamoros y pertenece a la cuenca del río Necaxa. Grupos olmecas se asentaron ahí. Tiene como atractivos turísticos la iglesia parroquial consagrada a la Virgen de Ocotlán. Ahí se elabora mole poblano, huaxmole, mole colorado, mole verde, pipián, pan criollo y tamales, dulces de la región de higo y mango, aguardiente, chocolate y atole. Ese viaje fue especial para el grupo pues al final del evento, Habib entregaría el anillo de compromiso a la futura maestra. No se modificó la trova y la parodia pasaría a segundo término, música bailable en la tercera etapa y culminarían con música romántica. Habib organizó el repertorio, empezando con La paloma y seguida de Alma, corazón y vida, Amorcito corazón, Cielito lindo, Contigo aprendí, Esclavo y amo, La montaña de Roberto Carlos, Piel canela, Propuesta de Roberto Carlos, Acompáñame, Amarraditos, Novia mía. Ahí entregaría el anillo y terminarían con Qué chula es Puebla. Así se llevó a cabo el programa. La trova fue interpretada con pasión y ovacionada. Continuaron con la parodia que causó hilaridad en el público y después bailaron música folclórica y polkas. En la estación final, Aranza y León cantaron los coros mientras Irma y Habib bailaron cada una de las melodías. A Irma se le quebró el aliento cuando Ingrid y Aranza cantaron Piel canela. Así lo había pedido Habib y se respetó la decisión. Cuando terminaron de cantar Novia mía, Habib tomó el micrófono. −Estimadas damas y caballeros. Es para mí un honor perte191


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necer a partir de hoy al pueblo de Tepexco. Así es, amigos. Esta hermosa doncella a mi lado me pexcó −dijo y se hincó delante de Irma−. Es una bendición entregarle como símbolo de amor perenne este anillo de compromiso y solicitarle a mi amada Irma que me acepte como pretendiente para unirnos en matrimonio. Irma empezó a brincar y se arrojó a los brazos de Habib. −¡Sí te acepto, me quiero casar contigo! Toda la gente aplaudió el acontecimiento y el grupo musical interpretó una diana y por último el himno poblano Qué chula es Puebla. Mucha gente se acercó a felicitar a la pareja. Alrededor del kiosco, los galanes y galanas solicitaron autógrafos y algunos lisonjearon a las muchachas y a los galanes. −¡Estás guapísimo! Aunque no me des anillo me voy contigo hasta el fin del mundo −la más atrevida le dijo a León. −Gracias, amiga. Dios te bendiga − contestó León sonriente mientras Aranza lo vigilaba desde el otro lado. Durante el viaje de regreso, Habib agradeció a todos por su participación y le preguntó a Irma si le habían gustado las melodías. −Yo compuse el orden y me esforcé para complacerte, mi amor −le dijo Habib orgulloso. −Afirmativo, pareja −contestó con alegría. −Ahora tenemos que planear bien la boda. Estimados compañeros, sin excusa ni pretexto quiero que todos sean mis padrinos para hacernos compadres. −A ver si aprendes, novato. ¡Espabílate! −le dijo Belcim a Berna. −Sí, mi amor. Te palibaré. Todos rieron mientras el atrevido recibía una dosis de pellizcos. Entonces Mónica le dijo a Roger. −Aprende muchacho. 192


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−Mi amor, prendido vengo. A ver cómo me apagas. Aranza era la única que no reía con las ocurrencias y se veía melancólica. −¿Qué tienes, impala? –Me quiero casar contigo. −Ya falta poco, mi reina. Terminaré las clases y en el servicio social nos casamos. Tengo que buscar cómo hacerlo cerca de donde te toque tu plaza de profesora. −Aunque sea dame un anillo de compromiso. −El que te di en la feria, el que era de plástico, ¿dónde lo dejaste? −Se me quemó haciendo la comida. −No, pues te voy a comprar otro ahora que vayamos al Paseo Bravo. No te creas, amor. Te voy a dar la sorpresa uno de estos días, pero ya sabes la fecha. Ni más, ni menos. Cuando llegaron a Puebla, León invitó a Aranza a correr por la mañana. −Mi amor, quedé con Irma de ir mañana a Ciudad Universitaria, discúlpame. −Está bien, jovencita. Nos vemos allá. Pienso ir a las siete de la mañana. En la mañana siguiente, después de correr un buen rato, las amigas se sentaron a platicar sobre el pasto del campo. Mientras los atletas daban vueltas sobre la carretera que circunda la ciudad deportiva, trataron el tema del próximo compromiso de Irma. −¡Te pusiste muy contenta! −dijo Aranza. −Lo estoy en verdad. Me siento preparada para casarme. Las experiencias pasadas, sobre todo las dolorosas, son tus maestras. La recuperación es difícil hasta que llega la sensatez que te abre el alma. Sin embargo, las personas adictas podemos recaer en 193


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cualquier momento. Me siento dichosa por haber sido elegida como esposa. En eso estaban cuando llegó León con su traje deportivo. Era un hombre apuesto y elegante. Se detuvo a saludarlas, disminuyendo el ritmo momentáneamente, y continuó con la carrera. Aranza empezó a hablar sobre la próxima graduación pero Irma la interrumpió enérgicamente. −Si mañana no vienes a correr con León, voy a venir a hacerle compañía. Quisiera estar en tu lugar y tú aquí sentada disfrutando con tu amiga mientras tu novio anda solo. Eso no es correcto. Cuando yo andaba con Pajarillo, iba a donde me invitaba. Era demasiado melosa y disfrutaba cada beso, abrazo y caricia. Él me correspondía, por eso todavía la gente nos empareja. Fue una época maravillosa pero a ti todavía no te cae el veinte. Cuando empecé a andar con él era una chavalilla y mi hermano me decía que León tenía mucho pegue y era un tipo bien educado con amigos de todo tipo. Me decía que los riquillos me iban a menospreciar. Por eso me recomendó que me preparara y me vistiera apropiadamente, que cuando conversara con sus amigos los escuchara y si no dominaba un tema me quedara callada o preguntara. Que fuera amable, y cuando no me correspondieran, ¡abur!, ellos se lo pierden. Se cariñosa con León a cualquier lado que vayas y demuéstrales que es tu hombre, que lo amas y que te corresponde. Lo que no se vale es que demuestres miedo, timidez o cobardía porque te vas a sentir incómoda y vas a querer huir de ese ambiente. Eso deteriora tu autoestima y debilita la relación. Si sólo pides bienestar, los contextos de la vida no siempre son confortables. Te tienes que adaptar y buscar estrategias para sobrevivir sola, en pareja o en grupo. El entrenamiento tiene que ser intenso. No te partas, mi reina gacela. Te estás infravalorando. Tú eres tan hermosa como cualquiera. 194


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Busca tu ropa original, crea tu estilo y no dejes en manos de otros tu compromiso. Ahora que estamos cantando los tres, me has dejado seguir siendo la reina de León. El otro día hasta me reclamó Habib y me dijo que León y yo parecíamos novios. Le contesté que tú eras sólo un adorno porque así lo deseabas y me dijo molesto que me estaba pasando de lista y ya sabía que no le gustaba que fuera coqueta con León. Que le hacía hervir la sangre. Lo abracé y lo besé hasta que se puso más tranquilo y me pidió perdón por su ataque de celos. Aranza escuchaba atenta porque se le estaban abriendo las neuronas inhibitorias. −Te voy a contar una anécdota que contó Gil para entrar en razón. Había una reina que deseaba tener esposo pero entre los caballeros no le satisfacía ninguno, aunque entre los hombres había héroes de muchas batallas, poetas, pintores y escritores. Un día llegó a las puertas del reino un mendigo y le concedieron audiencia. Le dijo a la reina que la amaba más que nadie y que se lo iba a demostrar quedándose noventa días enfrente de su fortaleza sin probar bocado y resistiendo las calamidades del medio ambiente. Sólo tomaría agua para sobrevivir y el premio sería nombrarlo rey. Así lo hizo el mendigo, y entre sus ropajes rotos y sucios se escondía un hombre apuesto, fuerte y guapo. La reina lo observaba a todas horas sentado en el verde prado del jardín, resistiendo sol, frío, lluvia, viento y tempestad. Sólo tomaba agua y dormía lo mínimo. Todo el pueblo sabía de la osadía del mendigo y la reina desde el balcón le hacía señas para animarlo. Cuando llegó el día ochenta, toda la gente acudió al jardín para ovacionarlo. Él estaba flaco, débil, enfermo y devastado por el esfuerzo. Llegaron al día ochenta y nueve y el pueblo estaba jubiloso porque tendrían nuevo rey. A la reina no le disgustaba la proeza de este gran hombre que demostraba que 195


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haría por ella cualquier cosa. Merecía ser rey, pero faltando una hora para terminar la prueba, el mendigo se retiró a su casa dejando a un lado el sueño de ser rey. El pueblo no entendía cómo es que faltando nada para completar la prueba se había retirado. Pasaron algunos días y la reina fue a visitarlo a su casa. Le preguntó el motivo por el que había desistido al final y le contestó el apuesto caballero que cuando estaba por lograr su objetivo, se preguntó qué podía saber de amor alguien que dejó a la otra persona noventa días sin comer y en semejantes tormentos. Había estado esperando algún destello de bondad y consideración, pero finalmente entendió que una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega no merecía su amor. ¿Cuál es el mensaje, amiga? Que si tienes que sufrir y rogar no te conviene esa relación. Retírate porque vendrán tiempos difíciles. Lo ideal es que tu pareja te valore, te considere y adquiera los mismos compromisos que tú. León te ha demostrado que te quiere con frío, calor, lluvia, tempestades, desvelos y cirugía. Te dejó el carro, te consiente demasiado y tú lo dejas solo cuando te necesita. Si entiendes el mensaje de Acompáñame de la Durcal, hazlo en realidad. No te quedes con el miedo y la cobardía. Te lo digo porque eres mi mejor amiga. De lo contrario, óyelo bien, ya habría renunciado a Habib para estar con León. Recuerda que soy una adicta a esa relación. Tengo que renunciar lentamente. Tú eres el remedio y la curación. Ayudándote me ayudo yo, amiga. Se levantaron y se abrazaron. −Ahora, aunque estés cansada, vamos tras él. Seguramente ya lo tienen atrapado algunas bellezas o dejo de llamarme Irma. Efectivamente, en una curva ya estaba conversando con unas muchachas guapas. Aranza se detuvo faltando veinte metros pero Irma la armó de valor y llegó directamente hasta él. Lo abrazó y lo besó con ternura. Saludó amablemente a las mucha196


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chas y luego dijo en voz alta. −Disculpen, vengo cansada. Aranza, para servirles. Soy la novia de León. El galán le rodeó la cintura en forma enérgica. Estaba contento con la decisión tomada y se fueron caminando los tres en amena charla. Llegaron al auto de Irma y se despidió de la pareja. Antes de arrancar, se dirigió a Aranza. −No sé si me puedas regalar una hora en la tarde, de seis a siete. Al terminar nos alcanzas, pajarillo. ¿Qué les parece? −Me parece perfecto. Las recojo y después de las compras las invito a cenar. Avísale a Habib para que vayamos los cuatro. −Estamos en sintonía, chavos −dijo la mejor amiga y socia. León y Aranza se fueron tomados de la mano hasta la casa de Aranza. En el trayecto, Aranza se fue besando al que tanto amaba. Irma la llevó a comprar ropa deportiva barata y elegante con unas amigas que traían ropa de Estados Unidos. Aranza no llevaba dinero, pero Irma ya se lo había imaginado. −Te regalo uno y me debes dos. Me los vas pagando en cómodos abonos. Escoge los que más te gusten y yo te doy el visto bueno. Después de un rato de seleccionar lo más conveniente para la modelo, se fueron a encontrar a Habib y León. Ellas eligieron ir a saborear unas sabrosas chanclas poblanas al callejón del cine Variedades, elaboradas con el tradicional adobo con carne de cerdo en pan de chancla llamado pambazo y adornado con cebolla y aguacate. Los jóvenes se la pasaron tratando diferentes tópicos como los relajos de Berna y Roger, las puntadas de Belcim y Mónica, la historia de las chanclas con cien años de tradición, que la mamá de Habib era una excelente cocinera y que doña Geno hacía unos chiles en nogada riquísimos. Irma 197


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comentó que le gustaba mucho la cocina. −Te voy a tener contento, mi gordo −le comentó a Habib. −Yo también soy de la industria química de elaborar alimentos, aunque siempre me hacen daño −comentó Aranza. −No te creas, mi amor. Tengo buena sazón. Terminada la cena, cada quien para su casa. Llegaron a casa de Aranza y se despidieron amorosamente. −Mañana pasas por mí para ir a correr a las siete −dijo Aranza. A las siete de la mañana ya estaba abierta la tienda. Después de saludar tiernamente a la futura suegra, le ayudó a colocar la mercancía en orden. −Aún vengo medio dormido, doña. No terminó de articular palabra cuando apareció Aranza en un traje deportivo blanco que modelaba su escultural figura. Era un monumento transformado en mujer. −¿De dónde salió esta angelita hermosa? −De allá adentro −contestó con inocencia. −Se me hace que cayó del cielo. León no perdía de vista su hermosa silueta femenina. Caminaron tomados de la mano y ella le prodigaba caricias repetidas. León iba festivo y contento. Después de calentar, empezaron a trotar y después a correr. Ella estaba sonriente y platicaron los dos primeros kilómetros. Los siguientes tres corrieron al ritmo que ella impuso. Era la envidia de muchas deportistas que admiraban su cuerpo y al galán que la acompañaba. Ella se dejaba querer y le daba mucho cariño a León para que todo el mundo supiera que era su hombre. Las parejas del grupo de Asistencia y Resistencia quedaron admiradas con Aranza. Mónica fue la primera en hablar. −¡Qué bárbara, chiquita! Mira nada más lo que tenías escon198


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dido. Estas guapísima. −Se me hace que León se casa antes de terminar la carrera − comentó Berna en forma graciosa. Belcim la abrazó con entusiasmo. El traje deportivo la hace ver sexy y guapa. −Atrévete a dar ese paso, Bernardino. Mete un gol en mi portería, aunque sea de chilena. Irma le guiñó un ojo a Aranza en señal de fuera miedos y temores. En junio de ese 1972, las muchachas estaban a punto de terminar la carrera de profesoras en educación primaria. Fue el año más difícil de la carrera ya que iban a una escuela primaria recibían curso de enseñanza-aprendizaje. Eran asistentes de grupo. A las dos les tocó en la escuela Patria, colegio particular con alumnos de clase media alta. Tuvieron que cultivar conocimientos teórico prácticos durante todo el año y al mismo tiempo trabajar en su tesis sobre habilidades y aptitudes en niños de educación primaria. Eran aproximadamente cien alumnos los que fueron evaluados de acuerdo con una escala básica universal que califica diferentes parámetros. Iban avanzadas en la tesis y ambas eran estudiosas y con talento para atender a los niños. A través del canto encontraron técnicas para el aprendizaje de biología. Con la danza crearon pasos, saltos y brincos para aprender matemáticas. Usaron poesía para favorecer la socialización. Caras y gestos para aprender símbolos. Les gustaba su profesión, cuyo objetivo era fortalecer métodos de enseñanza-aprendizaje que favorecieran el desarrollo de los niños y sus familias. A la hora de la salida informaban a los padres de familia o encargados de los niños sobre las tareas. Enviaron a algunas madres para apoyo psicológico y tenían conocimientos más actualizados que los maestros de base. Eran entusiastas, talentosas y sobre todo 199


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hermosas. En enero regresarían a clases, para junio entregarían la tesis y presentarían su examen profesional. El mismo mes sería la graduación y más tarde llegaría el título profesional y la repartición de plazas. Esperaban conseguir el trabajo lo más cerca posible de Puebla. En esas vacaciones, las actividades de León consistían en el ejercicio matutino con Aranza y desayuno casero hecho en casa. Se iba al taller mecánico hasta las cinco de la tarde y después del trabajo a la salida obligada con la novia. Por el momento no había salidas a municipios con el coro, pero sí tuvieron una presentación de cantos navideños para el veinte de diciembre en el zócalo. Esa mañana se le presentó una visita inesperada a León. Llegaron sus hermanas temprano para ponerse de acuerdo con los festejos para la navidad en casa de sus padres. En eso estaban cuando llegó Aranza. Las hermanas la saludaron efusivamente. Ahora llevaba un traje deportivo rojo con una balerina blanca, hermosa y provocativa. Le comentaron sobre los preparativos para la cena de navidad y escuchó con atención a sus cuñadas. Les encargaron llevar una caja con veinticuatro refrescos y también una botella de Brandy. Ellos cantarían las letanías, la pedida de posada y ellas se encargarían de acostar al Niño Dios. León las invitó a desayunar pero tenían compromiso con sus amigas. Se fueron y los dejaron solos. León se cambió la ropa, se cepilló los dientes, se colocó la ropa deportiva y llamó a Aranza a la recámara para enseñarle un nuevo simulador. Contempló su bien formado cuerpo y se acercó a ella por la espalda. Al abrazarla pudo sentir sus glúteos, ella volteó al frente y se besaron y acariciaron con pasión. Le quitó la chamarra, la despojó del brasier y besó sus senos y la parte superior de su cuerpo. Ella se dejaba seducir consintiendo al placer y participaba con 200


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caricias labiales y manuales. León la despojó de su pantalón y quedaron sin ropa. Besó con dulzura la hermosa piel blanca de su enamorada hasta transportarla a girar por el universo a través de las terminaciones nerviosas. Se fundieron en uno solo con los poderosos músculos que aproximan los cuerpos. Quedaba la prenda más íntima, aquella que guarda los deseos, la fuente del placer y la reproducción. En eso estaban cuando se abrió la puerta. Eran las hermanas que regresaron por unos apuntes que olvidaron en la mesa de la sala. León salió a su encuentro vestido con uniforme deportivo y Aranza se vistió como una ráfaga fugaz. Se introdujo sigilosamente al baño y allí se estuvo hasta que se fueron. No la vieron pero se imaginaron. −Vámonos a correr porque si no aquí nos incendiamos −dijo Aranza−. No se vale, mi amor. Esto fue una contingencia en pleno asalto. Me quedé desvestida y alborotada. Muero de ganas de estar contigo. Te amo, chiquitito. Para que la contingencia fuera más tumultuosa− llegó la vecina a decirles que sus amigos los buscaban en un auto. −Les dije que estabas con tus hermanas, León. −Ah, sí, es verdad, doña Consuelo. Las que salieron fueron mis hermanas. Ella es mi novia Aranza. Ya la conoce usted. −Le voy a decir la verdad. Sí la he visto en otras ocasiones. Ahora que la veo de cerca, qué bonita está usted, señorita. Muy guapa. Te sacaste la lotería, Leoncito. −El premio mayor, Chelito. Se fueron caminando hasta Ciudad Universitaria. Realizaron ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de empezar a correr a ritmo lento, moderado y luego intenso. Cuando completaron cuatro kilómetros, sus amigos los estaban esperando en una curva. Los detuvieron Berna y Roger y se empezaron a enfriar. Los estaban invitando a desayunar unas ricas memelas 201


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allá por el centro escolar. Son tortillas de maíz hechas a mano y colocadas sobre un comal que se bañan con salsa roja o verde y se adornan con queso y cebolla. Aceptaron ir al convite. Iban en la camioneta de Habib, quien pidió que se fueran adelante Berna y León, atrás Roger y su conjunto. Se armó la batahola, chistes, bromas, anécdotas, antes, durante y al final. Cada quien pagó su consumo personal y fueron después un rato a la casa de León, donde continuó el relajo. Belcim encerró en un cuarto a Berna y lo amenazó. −¡Ahora me cumples o me dejas como antes! El pobre Berna salió asustado con la impetuosa. Lo traía barrido. Luego de una hora de fiesta, todos partieron a sus casas. Quedaron de verse al otro día y Aranza le dijo a León que le debía cuatrocientos pesos a Irma y que si se los podía prestar. −Cuando te mantenga te los pago. Recuerda que en junio termino la carrera. En cuanto tenga plaza y sueldo nos amarchantamos. Te amo, güerito hermoso. León empezó con el festival de caricias y Aranza lo detuvo. −La verdad, no me gustaría así, sudados y oliendo a cebolla. La dejamos para otra ocasión. Ayer era el momento señalado porque era una mañana romántica. Esperamos otra ocasión mejor. Si quieres mañana llevas el dinero para pagarle a Irma. ¿Estoy bien o me regreso al principio? León la abrazó tiernamente y le contestó. −Me traes loco, no puedo negarte nada. Oye, a propósito de navidad, ¿cómo le vamos a hacer ese día? Me dijo la doña que va a venir tu familia. −Yo diría, a ver qué te parece, de las diez a las doce en tu casa y luego nos venimos a la mía. −Me parece una excelente decisión. −Vámonos ya, mi mamá ha de estar preocupada. 202


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−El otro día le comenté que si Gacela sale embarazada, pasa automáticamente a ser mi suegra. Es lo más que puede pasar −se quedó pensativa −. Luego le dije, no se crea, doña. Tenga confianza en mí. Yo se la cuido. Usted sabe que Aranza es lo que más quiero en la vida. Me contestó que ya sabía y que confiaba en mí cuando estaba tranquilo pero no sabía si podía confiar cuando estuviera rugiendo. Llegaron a la casa de la doña y León tomó la palabra después de darle un abrazo a Geno. −Quiero pedirle de favor, que estos días de posadas deje ir a mis ojos a una gira por los municipios cercanos a Puebla. Salimos y regresamos el mismo día. Tengo la intención de conocer la costumbre de la gente de estos poblados poblanos. No sé qué opines, Gacela −ella lo abrazó y besó−. Con una condición, solos tú y yo con una excepción. El día que nos quiera acompañar, es usted bienvenida a la diversión. Doña Geno se quedó pensativa. −Qué bueno que me invitas. Realmente quisiera pagar una manda que le hice al Niño Doctor el día que operaron a Aranza. Qué te parece si el próximo miércoles, que es día de plaza en Tepeaca, vamos a divertirnos y a visitar al niño santo. −Estamos comprometidos, futura suegra. Después de la conversación se fue al taller con el tío Ciro. Lo abrazó y le entregó la boleta de calificaciones con puros dieces y un nueve. A Ciro se le humedecieron los ojos con lágrimas de emoción. −Gracias, hijo. También llévasela a tus padres. Durante las horas de faena estuvieron platicando amenamente y en la hora de la comida Ciro habló más seriamente con su sobrino. −Hijo, te lo digo como padre. Sé que tienes muchas obliga203


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ciones en tu carrera. El día que decidas ya no venir al taller, avísame. Yo lo voy a entender. Con el dinero que te manda tu mamá desde hace dos años, yo creo que es suficiente para que sobrevivas. −¿Cuál money, tío? Nunca he recibido ni un centavo. −No me digas eso. ¿Es en serio o me estás cotorreando? −contestó Ciro sorprendido. −No, tío. No he recibido centavo alguno. Ciro se tomó la cabeza con las manos. −¿Entonces cuando no te pagué qué hiciste? −Pues ponerme a trabajar. Llevé serenatas nocturnas durante varios meses. Siempre andaba cansado pero Dios me ayudó en esa época. −¿Entonces con qué pagaste la operación de Aranza? −Trabajando en el restaurante durante tres meses. −¡Qué bárbaro! −comentó Ingrid, quien hasta entonces se había mantenido al margen de la plática. Samir se rio como si entendiera la odisea, pero Ciro continuó con mucha seriedad. −Habla con tu mamá para que explique a dónde fue a parar ese dinero. −Sí, tío. Todo esto salió porque te quiero pedir permiso para ir con Aranza a una gira por los municipios cercanos que no conocemos. Con esta gira musical se me ha arraigado lo poblano. Quiero conocer a la gente de mi Puebla. −Tienes mi permiso y mañana te doy tu aguinaldo. Sin embargo, sí me gustaría que hablaras con tu mamá. −Gracias, tío. Ya me voy, tía. Pórtate bien, campeón. León se fue directo a buscar a su madre al hospital militar, donde la encontró vestida elegantemente como jefa de enfermeras. En cuanto lo vio, Suzan se dirigió hacia León. −¿Qué pasó, hijo? ¿Cómo estás? 204


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−Bien, mamá. Yo ni te pregunto, que estás más guapa que nunca. Sin duda, la reluna de miel te está rejuveneciendo. Suzan lo tomó de los hombros y se fueron hacia la jefatura de enfermería. Ahí, León comenzó a expresarle su inquietud. −Me dijo mi tío Ciro que me has estado mandando dinero desde hace dos años. No sé por qué medio pero no me ha llegado un solo cinco desde entonces. No vengo a quejarme, sólo a comentarte que no he recibido ni un cinco partido por la mitad. La madre se quedó sorprendida. −¿De qué has estado viviendo? −De trabajo, mamá. Dando serenatas en las noches y trabajando en el restaurante bar. Tú me enseñaste a valerme por mí mismo. No me quejo, me ha ido bien. Dios me recompensó con el regalo más grande de la vida, Aranza. La amo mamá, es la que inspira mi vida. −Me recuerdas a alguien, soñador y enamorado. Tu tío Ciro, el amor de mi vida. Hijo, déjame investigar el destino de ese dinero. ¿En dónde vas a estar en la tarde? −En el taller, hasta las cinco de la tarde. Luego me voy a casa. −Espérame en la casa a las siete de la tarde. Le avisó a Aranza que su madre lo iría a visitar por la tarde y que no sabía cuánto duraría la entrevista. Pero que en cuanto terminara se iba para su casa, y la Gacela estuvo de acuerdo. Llegó Suzan a la modesta vivienda y salió doña Chelo a saludarla. Le decía doctora y estuvieron charlando unos momentos. Enseguida entró con su hijo y lo saludó efusivamente. −Hola, mi niño. Me gusta tu casa, la tienes limpiecita y ordenada. −Así me enseñaron ustedes. −Ya sabemos la causa de la demora en la entrega del dinero. Aquí tienes el cheque por cincuenta mil pesos que es lo que te 205


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enviamos tu padre y yo. Además, León, aquí están las escrituras de la casa, es tuya. Es un regalo de tu abuela Beatriz, que no te quería, te adoraba. Ha de estar orgullosa de ti como lo estamos nosotros. Estuvieron platicando de la fiesta de navidad y en un momento de la charla la madre interrogó a León. −¿Por qué dejaste a Irma? −No, mamá. Yo no la dejé, ella me dejó por Habib. Creo que fue lo mejor para ambos, la veo feliz al lado de su protector. −¿Sí sabes que está enferma? Su mamá lo comentó en una junta del grupo y tu papá le hizo el diagnóstico. Se está atendiendo en México. No le quites tu compañía ni la de Aranza pues son muy importantes para ella. Su protector eres tú, León. Tu presencia es importante para ella. Trátense bien, como buenos amigos. −Sí, mamá. La estamos apoyando. Entonces entró Macarena, la hermana mayor de León. Era una mujer bonita y glamorosa, ingeniera civil y decoradora de interiores o de ambientación familiar. Llegó orgullosa y se sentó a conversar sin saludar. −Pues aquí tienes a tu hermana mayor. Ella fue la responsable de que el dinero nunca llegara a tus manos. Además empeñó las escrituras de tu casa. Sus acciones no son dignas de la familia, por lo que viene a platicar contigo. Mientras aprovecho para ir a saludar a Aranza. Tras unos minutos de silencio, Macarena le pidió a León un vaso de agua y mientras esperaba se dio cuenta de la austeridad en que vivía su hermano. Se levantó y lo abrazó por unos minutos, llorando en silencio. −Como yo no sé pedir disculpas, sólo te pido que me dejes decorar tu departamento. Hace mucho que no te veo y como 206


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podrás darte cuenta soy fría, nada efusiva ni sentimental. Sólo permíteme reparar el daño a mi manera. −Como tú quieras, Macarena. Que sea en tu estilo particular que no es muy amoroso. Aún recuerdo cuando me echaron de la casa de papá y no hiciste nada por mí. Me hiciste un bien, Maca. Me duele tu actitud indolente, imagino no te ha tratado bien el amor. Estoy seguro que no se ha atravesado Dios en tu camino. Si lo hubieras visto serías diferente. Esto no es un sermón, ni soy cura, ni tú me estás pidiendo consejo. No estoy enojado ni enfadado. Cuenta conmigo para lo que necesites. Una consulta de un médico incipiente, una serenata romántica, un festival de trova, cantos de coros de navidad. Para todo lo que comprenda amor amistoso y fraterno, cuenta conmigo. Salió molesta del departamento y subió a su elegante auto. Se fue sin despedirse. A las dos de la mañana sonó el teléfono. Era Macarena. Se notaba en su voz que había estado tomando. Llegó León a su lujoso departamento. Los vecinos notaron la llegada del joven y le suplicaron que callara a la impertinente inquilina. Ingresó a la casa con sigilo y encontró a su hermana vomitando en el sanitario. Les pidió a los estudiantes que lo ayudaran a recostarla en el sofá, donde se quedó dormida. Los muchachos le comentaron que era una persona elegante y hermosa pero introvertida y orgullosa. −Nos mira de arriba hacia abajo. Nos barre como cucarachas. La verdad nos cae mal. Es discreta, no se mete con nadie. Quién sabe qué le pasó hoy. Ha estado gritando y haciendo escándalo y no conocemos la causa. −Discúlpenla, es mi hermana mayor. Voy a estar pendiente de ella. −Si no te molesta te acompañamos. Déjanos tomar unos tragos 207


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de este whisky que es carísimo. −Está bien, siéntense. Busquen vasos y sírvanse −luego les preguntó−. ¿Oigan, cuántos departamentos hay en el edificio? −Sólo tres. Nosotros rentamos al doctor Otoniel Covarrubias y en el otro apartamento vive una pareja de médicos que andan fuera de la ciudad. Lentamente, Macarena fue recuperando la vigilia. A las tres de la mañana ya estaba más consciente y se sobresaltó cuando vio a la concurrencia. −¿Qué me pasó? −Nada que no tenga solución. El whisky tiene alto grado de concentración de alcohol y le ganó a tu hígado. Hermana, quiero hablar contigo a solas −entonces se dirigió a los invitados−. Jóvenes, ¿nos permiten charlar? Pueden llevarse la botella al departamento de mi tío. Si los necesito les hablo. −Claro que sí, León. Tú eres el trovador del Gilbert. −Efectivamente, amigos. Si los necesito les llamo. −Gracias por el regalo, señorita −dijeron los bohemios al despedirse. − Voy a tener una catarsis contigo, hermano. Para empezar no me afectaron para nada los relajos de mis padres. He transitado bien por la vida. Como tú dijiste, no me ha ido bien en el amor. He tenido relaciones intrascendentes, algunos novios de los cuales nunca me enamoré y siempre he estado enamorada de Bembe, Benedetto, el vecino de la colonia. He mantenido con él una postura enérgica y rígida como la autoridad de mi padre. Lo he alejado de mí desde la infancia. Ahora que es ingeniero civil tenemos una amistad sincera. Recientemente se consiguió de novia a una de mis amigas. Hasta entonces me di cuenta que al camarón que se duerme se lo carga la fregada. Eso me mantiene angustiada. Bembe es un tipo inte208


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ligente, amable, educado y cariñoso. Y lo más importante, está enamorado de mí. Eso me daba seguridad y por eso lo trataba como mis calzones. Pero ahora que lo estoy perdiendo ando paniqueada. Tienes razón, no me ha ido bien en el amor. Me volví como mi padre, que tuvo que caerse a la lona para valorar a mamá. Ayúdame, León. Dios te puso en mi camino a pesar de la maldad que te hice. León la consoló lo mejor que pudo. −Ya verás, carnala, que todo esto se arregla. ¿Estás dispuesta a cambiar? ¿A ser amable, educada y amorosa? Para enamorarte deja la inteligencia para otras actividades. Si lo quieres conquistar déjate querer y conducir. Si él te ama no te hará daño. Recuerda una cosa, tú eres la patrona porque eres la musa. No abuses de tu poder. Más tarde busco a Bembe para invitarlo a comer. Te traeré alternativas de solución. Se fue por la mañana con Aranza a buscar a Bembe. Tenía su despacho en el mismo edificio que Macarena. La secretaria no tuvo objeción y les dio bandera blanca. −Pasen, por favor. El ingeniero los está esperando. En cuanto entraron, Bembe reconoció a León y se levantó a recibirlo con un efusivo abrazo. Luego se presentó amablemente con Aranza. −¿Cómo has estado, carnal? −le preguntó Bembe a León. −¡Antes me decías cuñado! −Qué más quisiera, pero Maca es un hueso difícil de roer. Lo he intentado todo y no he conseguido nada. −¿Tienes novia actualmente? −Salgo con una amiga. No hay nada formal. −¿Estás dispuesto a jugar la última carta, siempre y cuando no andes de bígamo? 209


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−Déjame complacerte. Entonces llamó a su amiga ingeniera y se disculpó con ella. Había conocido a una muchacha con la que iba en serio y daba por terminada la relación. Por suerte, ella también había conocido a otra persona más formal que Bembe. Al terminar la llamada agradecieron la cortesía. Esto es lo que pasa entre gente educada que utiliza el hemisferio izquierdo para ser derecho. Después de clausurado el compromiso, quedaron de verse a las diez de la noche en el departamento de Macarena para llevarle serenata. Al despedirse, Aranza lo llamó amistosamente Bemberito. −¿Por qué me dices así? −¿No recuerdas quién te decía así de cariño? −No me digas que eres la niña chiquita, hermana de Antonio el famoso Ganso. −Efectivamente, señor ingeniero. −¿Eres la novia de León? −Pues sí, Bembe. Soy la novia, futura esposa y próxima maestra educativa. −¡Qué sorpresas tiene la vida! Conocí a tu novia de cinco o seis años cuando El Ganso la llevaba a los partidos. La dejaba sentadita junto a su hermano Berna. Yo jugaba de defensa derecho y desde allí los vigilaba. El Ganso era un medio campista magistral en el equipo. Me dijeron que tiene una empresa en México y que hace poco se sacó la lotería. Buen billete a su bolsa. −¡Eso último no lo sabía, pero qué buena noticia! −contestó Aranza pasmada. −Muchachos, entonces nos vemos a las diez. León, ruégale a Dios que nos eche su bendición. Realmente, sería el sueño de mi vida hecho realidad. −Cuenta con ello, hermano. 210


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Bembe era buen tipo, inteligente, apuesto, atento, educado y guapo. El problema que tenía era que era callado, melancólico y taciturno. Eso le dificultaba la socialización. Era un sobresaliente ingeniero civil y estaba enamorado de Macarena desde la infancia. Supo esperar hasta el último momento y le faltaba el remate final para lograrlo. Llegaron los trovadores, sólo cuatro de ellos. Subieron sigilosamente. En ese momento, los estudiantes iban de salida dizque a un reventón. Llegaron a la puerta y empezaron la serenata con Gema, seguida de Tres regalos, No se ha dado cuenta, una balada de Juan Gabriel que cantaba Roberto Jordán y estaba de moda. Continuaron con Usted, Quizá, quizá, quizá, y terminaron con la voz de barítono de Bembe cantando Contigo aprendí. Entonces se abrió la puerta. Allí estaba Macarena esperando a su amado, lo abrazó y lo besó tiernamente en la boca. −Explícame por qué hasta ahora, Bembe. El ingeniero se quedó sorprendido y se quedó sin palabras. Todos lo auxiliaron entonando la canción de Armando Manzanero. Se le aclaró la mente y el lenguaje. −¿Sabes, Macarena? Tienes razón. A lo mejor me tarde un poquito, pero delante de mis amigos te quiero proponer que seas mi novia y lo más pronto mi esposa. Ya no tenemos que conocernos, por eso aproveché para traerte de una vez la sortija de matrimonio. Fui lento pero ahora voy rápido, siempre te he amado. −Híncate y ponla en mi dedo. Sí te acepto, también te amo −se besaron y luego ella se dirigió al grupo−. Oye hermano qué bonito cantan. Se me salieron las lágrimas. La que más me gustó fue la última interpretación. ¿Quién la cantó? −Me extraña, hermana. Dicen que ya se conocen. La cantó Bembe, el barítono. −¿Es cierto, Benedetto? 211


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−Sí, querida. Me salió de aquí adentro. Hay viejo para rato, para servir a la dama más hermosa de Puebla. −Bueno, hermano. Por esta vez te la perdono, pero yo creo que aquí están las tres damas más hermosas de Puebla −protestó Habib, y las tres le respondieron al mismo tiempo. −Definitivamente. −Yo pensé que iban a venir muchos y amplifiqué la sala. Además tengo cena para cuatro invitados. −No te preocupes, ya vienen los cuatro. Se quedaron reparando la camioneta de Berna. Poco después llegaron Belcim y Mónica corriendo a abrazar intensamente a Macarena. Berna y Roger recibieron el mismo trato y la cena transcurrió alegremente. Bembe no lo podía creer. Estaba encantado. La magia divina había llegado y le había concedido novia y prometida. León lo invitó a que se acercara más a la novia. −Oye, carnalito. Ya te dijo que te ama. Acércate más a Maca. Acaríciala, sé atentó y consecuente. La mereces después de tanta espera. Recupera el tiempo perdido, cuñado. Al ver que el galán no cooperaba, Maca se acercó más y lo acarició y besó. −Ya se irá acostumbrando. Las caricias son adictivas. Después no va a haber quién lo pare. Unos vasos de licor fueron suficientes para que Bembe sacara al hombre extrovertido que tenía escondido. Empezó a dialogar, cantar y bailar. La festividad se prolongó hasta las dos de la mañana, pasándose una hora del límite fijado por sus padres. La música hace vibrar el alma. Qué bueno que se arreglaron los novios y prometidos. Ahora a esperar que todo marche bien. Una de las virtudes del grupo de Asistencia y Resistencia era que la envidia estaba desterrada. No se permitía la tristeza 212


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por desear las cosas ajenas. Irma fue víctima del sentimiento por la pérdida, más que por envidia. Ya estaba en tratamiento y recuperación. La suma de talentos daba fuerza al grupo sinérgico. Se citaron a las once de la mañana para desayunar chalupas poblanas. Habib conocía a una señora que las hacía riquísimas. Se sentaron en bancas y en el pasto de un jardín. A todas se les notaba la desvelada, pero la más afectada era Mónica. Le seguían Aranza y Belcim. Irma iba muy maquillada. Los muchachos estaban hambrientos. Estaban observando cómo colocaban las tortillas ovaladas sobre el comal. Cada uno le llevaba a su pareja su platillo con un vaso de agua de jamaica y luego siguieron ellos, devorando la tortilla frita. Estaban en pleno agasajo gastronómico cuando llegaron Maca y Bembe y se sentaron con ellos sobre el pasto. León pidió dos órdenes más y llegaron directo a comer. El ambiente era de buen humor. Mónica y Belcim se vestían de bufonas para la parodia o momentos graciosos que elevaban el talante. Belcim le dijo a Berna para que todos la escucharan. −Viejito, tráeme chile rojo. Porque verde no creo que lo tengas. −Roger, recógeme la tortilla y que la señora te deshebre el de carne. Tras las risas, Maca se dirigió al grupo. −Bembe y yo queremos saber si podemos ingresar al grupo musical. Se quedan mirándose los unos a los otros. La directora es Ingrid, pero no creo que haya problema −comentó Irma, y por mayoría de votos ingresan al grupo. −Qué bueno que mencionaste esto, Maca. La presentación de mañana en el zócalo se suspende. Me informaron que los sacerdotes decidieron hacer la pastorela con su grupo de jóvenes. −Qué bueno que nos avisas, Irma. Mañana juega el América 213


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contra el Puebla y están todos invitados. ¡Ustedes también Maca y Bembe, a las nueve y media en el taller de mi tío! Se fueron en el carro de la franja y en la camioneta de Ciro. En cuanto el tío vio a la sobrina se alegró mucho. −¿Cómo estás, mi reina? −Bien, tío. Aquí integrándonos al grupo −y luego se dirigió a Ingrid−. Hola, tía. Soy su sobrina. Nos dijeron que usted era la directora. Nos queremos integrar mi esposo y yo. −Bienvenidos al grupo Asistencia y Resistencia −contestó Ingrid contenta. El tío Manuel conectó a Irma antes de ir al juego y les ofreció una presentación en una de las colonias más pobres de la ciudad para el lunes a las cinco de la tarde. Ellos llevarían regalos a los niños y quería que repitieran la presentación del año anterior en el zócalo. Todos, incluso los nuevos integrantes, aceptaron el reto y quedaron de reunirse a las dos de la tarde para ensayar el programa. Durante el partido de futbol, Bembe se la pasó festivo. Le tocó en el palco del papá de Belcim, conocido suyo del futbol amateur y vecinos cercanos. Los dos expertos disfrutaron del partido con entusiasmo. Al final ganó el Puebla uno por cero, quedando todos los poblanos satisfechos. Los americanistas, por su parte, hicieron su berrinche. Antes de salir del estadio se tomaron dos cervezas para festejar el acontecimiento, reforzando la camaradería de cuando jugaban en el llano. Cuando se despejó el estadio salieron con precaución, ya que los aficionados americanistas eran bravucones. El autobús del municipio los trasladó hasta una de las colonias más humildes de Puebla. Vivían en plena marginación. Ni siquiera contaban con los servicios básicos dentro de los domicilios. La gente se hizo presente con su ropa sencilla. Había 214


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personas de todas las edades y los miraban con desconfianza. Mientras colocaban el escenario, agarraron corriente de un supermercado previamente notificado por las autoridades. Antes de empezar la función, León convocó al grupo a hacer oración. Un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Juntaron las manos y gritaron ¡Dios! El coordinador Ciro inició la función saludando a las damas, caballeros y niños de la comunidad. −Les damos la más cordial bienvenida a este festival de música navideña que precede al nacimiento del Niño Dios. Empezó su narración desde la Anunciación y los actores fueron saliendo al escenario caracterizados. Junto con la narrativa, los violines tocados por Ingrid e Irma iban entonando la música instrumental de las posadas. Hicieron la petición de la posada con sus diferentes estaciones hasta el entren santos peregrinos. Invitaron al público a cantar las melodías tradicionales. Durante los villancicos, el diablo se la pasó molestando a los músicos y cantantes. Enseguida se fue con el público a decirles que no cantaran. Algunos niños se asustaron con la presencia del maléfico y otros lo retaban para que se fuera. Macarena no se la podía creer. La Virgen y San José no podían evitar reírse. El nacimiento del Niño Dios se realizó con solemnidad. Irma y Aranza cantaron con demasiada ternura a El Salvador. Muchas personas entre el público tenían los ojos llorosos. Durante esta etapa, el diablo cayó fulminado al suelo. Tras los momentos de solemnidad, comenzaron los villancicos tradicionales sobre los aguinaldos y la piñata. León, Aranza e Irma amenizaron al público formando rondas hasta que la gente terminó exhausta. Ciro agradeció la atención y participación de los presentes. Al público le encantó el espectáculo. León siempre era el organizador, el creativo de la película. Ingrid era la directora, la de los 215


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créditos, la maestra. Antes de que se hiciera de noche llegó un camión con bolsas de dulces para los niños y regalos para las madres de familia. Se llevaron a los niños a partir la piñata y se cumplió con la misión que vivifica. Que los que menos tienen pasaran un rato que los hiciera olvidar sus carencias. Había que comprender que el afecto es gratis y la tristeza es opción. Dios está presente. Antes de partir en el camión convivieron con la gente. Se acercaban a los más reticentes con la intención de fraternizar. Nadie les dio indicaciones, eran acciones del corazón, actores improvisando y dejándose llevar por el bien común. Eso era ser artista. El diablo fue el más activo de todos los personajes. Resultó trascendental en la función como un personaje simpático, agradable, juguetón, locuaz e infatigable. Cuando todos estaban descansando arriba del camión, llegó el diablo perseguido por los niños y se acostó en el pasillo del camión. Los niños le gritaban repetidamente císcale, diablo panzón. La Virgen María y San José no paraban de reír. Tras unos minutos el diablo se levantó, se quitó la máscara y los cuernos y todos se sorprendieron de que se trataba de Bembe. Todos felicitaron al personaje. Quedaron de verse al otro día en Ciudad Universitaria a las ocho de la mañana. Durante el traslado a casa de Aranza, ella iba muy cerca de León, acariciándole el cabello y la cara. Le acercó sus pechos y le habló satisfecha. −¡Qué bárbaro, mi amor! De dónde sacas tanta creatividad que nos excita al movimiento. Qué fabricas que incita al amor. He llegado a la conclusión de que eres un genio para el arte, la convivencia, el amor y la sexualidad. Me tienes encantada, invítame a tu casa. −¿Estás segura? −le preguntó León. Sólo sé que ya no puedo más con este deseo. Si no tienes pro216


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tección compramos en la farmacia. La llevó directo hacia la casa, sin miedos ni temores. León dejó la luz apagada. Afuera ya estaba oscuro cuando penetraron en la recámara. Encendió una lámpara de luz tenue y una grabadora con música de trova. En ese momento se escuchó a Violeta Parra con Volver a los diecisiete y luego Gracias a la vida. Se besaron tiernamente y luego con pasión. El caballero la fue despojando de sus ropas pastoriles hasta quedar sólo con traje de piel, mucosas y vellosidades. Él también se despojó de su ropaje bucólico y comenzó el viaje de los labios por toda la piel femenina hasta excitar a todas las terminaciones de la temperatura, presión y sensibilidad fina para que se vacíen las neuronas de todos los neurotransmisores químicos. Todos los órganos del cuerpo aceleraron su funcionamiento. Los pulmones alcanzaron una capacidad de más de siete litros por minuto. Los latidos cardíacos se aceleraron, desinhibiendo deliciosos placeres con los dulces sabores del erotismo. Los olores eran fragancias de oxitocina y el tacto hacía magia en el cuerpo de la amada. Así es como se lleva a cabo el acto amoroso con sinergia muscular y de todos los sentidos, hasta llegar al momento esperado de la penetración al santuario inexplorado, que ya tenía todos los ingredientes necesarios para permitir la entrada del órgano fecundador que exulta el néctar de vida, el cual definitivamente no es el centro del placer sino parte de la orquesta. Sin los demás ingredientes no es un acto de amor. Pasaron los minutos y se consumó la cópula, cuyo significado es literalmente un ligamento, amarre, o sujeción de algo con otro elemento. Se trabaron dos cuerpos en acciones sincrónicas con la finalidad de obtener placer. Fue un banquete necesario para dos jóvenes que se amaban y que tenían un noviazgo saludable. No se equivocaron en el proceso. 217


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Después del orgasmo, permanecieron unidos hasta el momento de recuperar el aliento. Aranza fue la primera en hablar. −Qué momento más hermoso. Así lo soñé contigo. Gracias, mi amor, por transportarme al espacio sideral. Viajé años luz y regresé complacida, contigo a mi lado. Espero que así sea siempre. −Chiquita preciosa, el León disfrutó a la gacela y le queda hambre suficiente para disfrutar de muchas cosas juntos. Tenemos que mantenerlo como hasta ahora y no bajar la guardia. Amarnos con dedicación. Esto nos une más −dijo sin acabar con la cercanía de los cuerpos. Al otro día llegó León antes de las ocho. Abrazó a la doña con ternura y le ayudó a colocar la mercancía en su lugar. −¿No tienes que decirme nada, León? −Sí, claro. Es usted una suegra encantadora y amo a mi gacela con toda el alma, vida y corazón. En eso salió Aranza, enfundada en un traje deportivo verde. Irradiaba belleza por todo el cuerpo. −Contéstame la pregunta, León. Anoche Aranza me contó que tuvieron relaciones. No me dejó dormir, de lo embelesada que estaba. León toma fuerza y le dice−No me siento avergonzado, pero me da pena hablar de este tema con usted, jefita. Ya les he explicado de la boda y las nupcias. La Gacela y yo tenemos un plan definido y prometimos respetarlo. −No te creas, hijo. No te quiero hacer sentir mal. Quiero que me tengas más confianza así como ella. Sé que lo de ustedes es para siempre. Dios así me lo ha dicho -le dijo la doña. Se fueron tomados de la mano y durante el trayecto lo besó y mimó antes de explicarse. −Mi mamá me descubrió, no lo pude disimular. Estaba feliz y en sueños empecé a tener movimientos de excitación. Me des218


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pertó y le confesé todo. ¿No te enojaste, amor? −Lo que me preocupa es que si de verdad le contaste todo. Paso por paso, de principio a fin. Aranza empezó a reírse y antes de que pudiera responder la tomó en sus brazos y la elevó. −¿Me estás cotorreando, mi amor? Eres demasiado explícita, Gacela hermosa. Hoy te amo más que ayer. Más tarde, cada quien realizó su entrenamiento y al final se reunieron para buscar dónde desayunar. El protocolo incluía calentamiento, trote, y en el caso de Aranza y León, completar cinco kilómetros de distancia. Al final se tiraban en el pasto a relajarse y a esperar la llegada de todos. Por votación eligieron ir a comer quesadillas a San Francisco Totimehuacan. En el restaurante cada quien elige su menú, y todos pusieron su sistema digestivo a prueba. En esa edad, pocos son los malestares y muchos los bienestares. La traviesa Belcim puso en apuros a Berna. −Mi amor, hubieras pedido de chorizo o longaniza para fortalecerte. Yo creo que hoy te van a regresar temprano a tu casa, Bembe. Con ese aliento a chorizo y explosiones chicharroneras. Se rieron todos, como siempre con Belcim la picaresca. −Ayer me molesté con Berna porque ya me había hecho ilusiones de verlo con tremendo rabo satánico. Fue una decepción ver que era Bembe. Belcim pudo haber seguido con las bromas, pero Berna alzó la voz. −Señora, ¡dele sus quesadillas a esta muchacha para que ya se calle! −Y luego de qué me río −contestó la señora. Aranza estaba más amorosa que nunca. Siempre cerca de su compañero, respira su aliento y se deleita con su risa. Por mo219


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mentos cerraba los ojos y recordaba aquellos momentos de intimidad. León la contemplaba extasiado, acariciaba su piel y la besaba con ternura. Irma se dio cuenta y pensó que seguramente ya estaban sexualizados. Tenía que confirmarlo. Al terminar la comilona, le dijo a Aranza que habían llegado vestidos con la señora Hoffman. Si estaba interesada, pasaba en la tarde por ella para ir de compras. −Te recojo a las seis y después que nos recojan Habib y León. −Enterados y de acuerdo. Cuando llegaron a la casa de Aranza, León le contó que tenía ahorrados cien mil pesos para comprarse una casa más amplia y que cuando trabajaran se engancharían con una para irla pagando en facilidades. Ella lo abrazó con ternura, recostando su cabeza en el pecho amado. Más tarde ese mismo día, León regresó y le hizo entrega de mil pesos para que se comprara vestidos. −Recuerda, mi amor. Es navidad y además ya viene la graduación. −Me dijo Irma que pasen por nosotros a las ocho en la fuente de San Miguel. −De acuerdo. Descansa un rato, soñadora. Te amo. Durante la exhibición de vestidos Irma le preguntó si ya habían tenido relaciones sexuales. −No, amiga. Soy anticuada. No sea que me cause una adicción antes de casarme. −Tienes razón, Aranza. No te lo recomiendo. Es un frenesí exagerado que no puedes remediar. Quédate tranquila, hoy lo identifiqué en los gestos y ternura de León. Es mejor que te mantengas equilibrada, amiga. −Gracias, Irma. Te lo agradezco, voy a comprar tres vestidos, traigo mil pesos. 220


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El día de navidad se vieron desde las seis de la tarde. Estuvieron en casa con la familia de Aranza. Platicaron con Antonio El Ganso y recordaron tiempos pasados. Su esposa Angélica era encantadora y sus hijos Gino de doce años y Genoveva de diez completaban la familia. El Ganso era un lector prolífico y platicaron de Rayuela y La tregua, además de los autores Mario Vargas Llosa, Luis Spota y Carlos Monsiváis. Bernardo y Elfega, estudiantes de medicina del colegio militar, dirigieron la conversación hacia temas médicos. Elfega también platicó sobre su familia veracruzana y el reconocido puerto. Nos contó que uno de sus sueños era que su luna de miel fuera ir, a bordo de un crucero, a los fiordos noruegos, las Islas Canarias, Portugal o Palma de Mallorca. Contó que cuando estaba en segundo año de la preparatoria la llevaron a un paseo a la Isla de Sacrificios que está cerca del puerto. Y vaya que fue un sacrificio la ida y la vuelta, explicó. −Se me alborotaron la endolinfa, perilinfa y todas las linfas del caracol. Me pusieron a girar y a vomitar a ritmo de cumbia y se me acabaron los sueños románticos. Le digo a Bernardo que voy a salir barata. Muy simpática la jarocha. Cuando salieron admiraron la camioneta Blazer último modelo de Antonio y se dirigieron a la casa de Ciro e Ingrid para pasarla juntos de ocho a diez de la noche. Llevaron regalos para el tío, Ingrid y el travieso Samir, León pequeño. Estuvieron contentos como siempre y luego partieron hacia la casa de Arturo y Suzan. Llevaron regalos para todos, sencillos pero bonitos detalles para ese tiempo de amor. Parecían magos agradecidos con la vida. Le tocaron regalos a Arturo, Suzan, Macarena, Bembe y Fabiola. León era un genio para cumplir deseos. Se realizó la tradicional posada con letanías, pedida de posada, 221


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arrullo del Niño por los padrinos León y Aranza. Ella cantó hermosos cantos de adoración que hicieron brotar lágrimas en los invitados y se comprometieron a vestir al Niño Dios para el Día de la Candelaria junto con los tamales y el champurrado. Antes de que fueran al siguiente destino, Arturo le agradeció por ser el ángel de la guarda de la familia. −Todos te debemos algo, hijo. Te queremos obsequiar este valioso estuche de diagnóstico, un estetoscopio y estas filipinas con insignias de la Escuela Militar. Son tus armas para que trabajes como hasta ahora, por el bienestar de los que te necesitamos. Estoy orgulloso de ser tu padre. Nadie esperaba la reacción de León, que abrazó a su padre con la energía de un león vigoroso, mientras brotaban lágrimas de agradecimiento al Señor de los Cielos. Camino a casa de Aranza, le dijo unas palabras amorosamente. −De las lágrimas no te voy a preguntar. Sé cuánto amas a tu padre, pero dime por qué no me invitaste cuando fuiste a comprar tantos regalos. −El día que fuiste con Irma, Habib me llevó a una tienda de regalos y con un amigo que elabora piezas de ónix. Ya teníamos unas encargadas y sólo fuimos a recogerlas. Llegaron a la casa de Aranza y en cuanto doña Geno los vio entrar, caminó presurosa para abrazar a León. −Feliz navidad, hijo mío −dijo mientras se le escapaban las lágrimas−. Era evidente su amor hacia su yerno. Todos guardaron silencio pues ante las cosas del amor sólo cabe el respeto. Enseguida abrazó a su hija consentida. León aprovechó para regresar al carro, recoger los regalos y regresar con un gorro de Santa Claus. Empezó a repartir los presentes a los asistentes. El de la doña lo dejó atrás de la puerta. Era un gigantesco oso de peluche, pues la doña le había platicado que 222


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desde niña tenía ese deseo. Lo apretó nuevamente con la fuerza que se consigue de un cariño cultivado a través del tiempo. Antonio estaba conmovido por la felicidad de ambos. Era tan fácil complacer a su madre, sólo había que escucharla. −Antonio, ya tenemos un nuevo hermano y resultó ser el consentido − comentó Bernardo. −No, hijos. León es un buen muchacho y es el consentido de Aranza. Entonces la gacela salió de su recámara cargando el regalo de su amado, una bufanda elaborada por sus manos, bordada en los extremos con los nombres de León y Aranza. León la recibió muy emocionado. −Es el mejor regalo que he recibido en mi vida. Mi amor, te tengo malas noticias. Se me olvido tu regalo en la casa pero mañana te lo doy. ¿No te enojas? −No, amor. Pero sí me voy a poner triste. León hizo como que iba a su carro, pero regresó a hincarse ante su amada para entregarle el anillo de compromiso. Aranza no podía creerlo. El sueño de toda su vida se estaba haciendo realidad. −Hermosa gacela poblana, tienes a tus pies a tu galán enamorado que solamente desea atender a tu persona y hacerte feliz. ¿Aceptas el compromiso para ser mi esposa? La Gacela empezó a saltar de gusto y a abrazarse con toda su familia mientras León continuaba hincado. Volvió ante él y le extendió el dedo anular para que el príncipe León le colocara el anillo. Él se puso de pie, la cargó y le dio vueltas hasta que la bajó un poco mareada. −Para que no se te olvide nunca este momento delante de toda la familia. −Antonio se levantó de su asiento y habló por toda su familia. 223


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−Pensé que mi regalo iba a ser el mejor de la noche, y qué equivocado estaba. No cabe duda que el Señor está presente en esta cena y se hace presente a través del amor, la alegría de mamá, la fortuna de estar sentado con mi esposa y mis dos hijos, el cariño de Berna y Elfega, el amor de León y Aranza. Todos son actos maravillosos, no tienen precio. Esa es la fórmula para agradecer a Dios por este día. Les deseo a todos una feliz natividad. Que el Niño Dios nos ayude a mantener esta postura cada año y nos permita estar juntos. En este año la suerte me favoreció y me saqué la Lotería Nacional. Por eso hago las siguientes entregas para ustedes que ya son mi familia. Para mi madre, un cheque por cincuenta mil pesos, para Berna y Aranza un cheque por veinticinco mil para cada uno. Que les ayude a solventar los gastos de sus carreras profesionales. No es mucho pero sí aliviana sus necesidades. Pensé que iba a ser el Santa Claus de esta fiesta pero ustedes nos han regalado una ofrenda de amor y eso vale más que todo. Venía orgulloso de mi camioneta de lujo pero cómo me hubiera gustado tener un carrito como el de León y Aranza en mi época de joven. En fin, son gratas novedades las que alegran mi alma. Berna y Elfega continúen por el sendero del estudio, el romance y el amor, hacen una pareja hermosa. León y Aranza, sigan con ese carácter jovial y alegre que atrapa corazones necesitados de amor. Madre bendita, gracias por enseñarnos que la vida es sacrificio, trabajo, alegría y amor. Gracias, niño Dios por estos divinos regalos. −Hermano, para que hagas tu sueño realidad, mañana déjanos la camioneta y usa todo el día el carro de la franja −le comentó Aranza a Antonio. −A partir de este momento, cuenta con el carro de la franja todos los días que estés en Puebla. 224


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Mañana nos vamos, pero el tiempo que estemos les voy a tomar la palabra para una gira por toda Puebla −les contestó el ganso. León se despidió de la familia y quedó de verse al otro día por la tarde con Aranza. −Mi amor, disfruta a tu familia. Mañana vengo por ti a las seis de la tarde. Se despidieron con un largo beso. −No empieces a activar lo que no vas a apagar. −¡Porque no quieres! Con sólo una palabra me voy. No te creas, amor. Ya falta poco para irnos amarraditos. El Bembe resultó ser más práctico que teórico y habló con los padres de Maca. −Mañana vengo con mis padres a pedir a Maca en matrimonio. Propongo que la boda sea dentro de dos meses, antes de que se me arrepienta la tanto tiempo soñada y esperada −todos se rieron y luego retomó la palabra−. Es en serio, mañana vengo con la comitiva familiar. En los días siguientes León y Aranza iniciaron una gira para conocer algunos municipios poblanos. Se fueron en el carro de la franja y el primer municipio que visitaron fue San Salvador Chachapa a veinticinco minutos de camino. El lugar tuvo sus orígenes en el siglo XVII y su nombre significaba lodo grasiento o en el lodazal pegajoso y grasiento. Anteriormente estaba conformada por las haciendas de San Diego, San Lorenzo, San Cristóbal y San Bartolo. Visitaron a Lina, compañera de la escuela de Aranza, que los llevó al zócalo a visitar el templo del Divino Salvador, construido en 1986. También visitaron la capilla de Guadalupe y caminaron por todo el pueblo. Su mamá nos invitó a comer un delicioso arroz amarrillo, mole poblano y frijoles de la olla acompañados 225


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con tortillas recién hechas en comal y agua fresca de limón. El martes fueron a visitar a Clementina, de la facultad de medicina. Llegamos a Huejotzingo, que significa saucito. Data de tiempos prehispánicos y se encuentra a veintiún kilómetros de Puebla. Ahí se ubica uno de los exconventos franciscanos dedicados a San Miguel Arcángel, de tipo colonial. Fue terminado en 1570 y el pueblo también es reconocido por la calidad de las bebidas conocidas como sidras de manzana. Clementina los llevó al zócalo municipal, al mercado y a los sitios históricos. También los invitaron a comer. Como estaban celebrando el santo y cumpleaños de Máximo y Leonardo, los hermanos de su amiga, la comida fue en un terreno anexo a la casa con piso de tierra y al aire libre. Había dos largas mesas en donde cabían más o menos cincuenta invitados por mesa. En medio de la mesa había vasijas con sal, azúcar, limones y cestos con pan blanco. Disfrutaron de un exquisito pipián verde con carne de pollo. Había refrescos, pulque o mezcal para que amarrara la digestión y todos sus procesos. Hicieron buena amistad con la familia de Clementina. León ya conocía a sus padres porque en una ocasión los invitó a cenar tacos de trompo en la capital poblana. El miércoles llevaron a la doña a cumplir con la manda a la ciudad de Tepeaca de Negrete, nombrada en honor al general liberal de la Guerra de Reforma, Miguel Negrete. Hicieron un viaje de media hora hasta el lugar cuyo origen olmeca se remonta a los siglos VII y VIII. Se encuentra ahí el exconvento de San Francisco de Asís, una casa que perteneció a Hernán Cortés. La visita tenía como prioridad visitar al templo en donde se encuentra la venerada imagen del Santo Niño Doctor de los enfermos. Dicha imagen fue traída por unas religiosas a la ciudad de Tepeaca al hospital en donde laboraban desde 1942. Ahí em226


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pezó la devoción a la imagen del niño. El Santo Niño de los doctores ha realizado muchas curaciones y milagros. La gente acude de todos los municipios del estado a depositar sus peticiones al niño Jesús, como lo hizo la doña con su hija, orando con fervor por la curación de Aranza. Los miércoles se instalaba la plaza en Tepeaca. Disfrutaron de unos sabrosos cueritos, chicharrones y barbacoa de borrego. Valió la pena la visita de gratitud. La siguiente fue a Santa María Tonantzintla, a diez minutos de la capital. En náhuatl significa el lugar de nuestra madrecita. El principal atractivo es su iglesia, considerada la máxima expresión del barroco indígena. Fue construida en el siglo XVI y las decoraciones fueron elaboradas de argamasa o estuco con pulpa de nopal, dándole forma a las significativas piezas que adornan las paredes del templo, creadas con las manos de los constructores. La fachada está ornamentada en mosaico de talavera y ladrillo. En su interior se recrea la visión del cielo cristiano con una perspectiva claramente nativa, conocida como barroco indígena. Es arte netamente indígena y diferenciado del barroco europeo. Una de las instituciones científicas presentes en Tonantzintla es el observatorio astrofísico nacional. En 1942 se fundó la estación del observatorio de Tonantzintla, Puebla, sobre el cerro de la localidad. Ello fue posible gracias a la iniciativa del astrónomo Luis Enrique Erro, quien fue el primer director hasta 1947. En el viaje también se dieron tiempo de probar unos ricos tacos de cecina enchilada con su guarnición de verduras de la región. La siguiente etapa de la gira fue Acajete a treinta y cinco minutos de camino de la capital. Su nombre significa recipiente y tiene como atractivo turístico la plaza principal con su iglesia parroquial dedicada a nuestro Padre Jesús, construida en el siglo XVI. Se sentaron en las bancas artesanales del zócalo y platica227


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ron con algunos lugareños. Acudieron al templo de Jesús y luego al lugar donde venden artesanías de piedra. Ahí compraron un bello molcajete. Luego fueron a un restaurante y probaron un exquisito mole de caderas o espinazo. En la preparación de este guiso, el ganado es preparado durante un año y se le deja pastando en campos del sur de Puebla y Oaxaca. Alimentan al ganado con abundante sal y se mantienen hidratados sólo con agua. Estas condiciones hacen que la carne tenga un sabor fuerte y característico. La salsa que acompaña al guiso es elaborada con chile guajillo. El sábado se fueron hasta Cuetzalan del Progreso, cuya raíz etimológica náhuatl se traduce como junto a las aves preciosas llamadas quetzal. Está a tres horas de camino, entre grandes y profundas barrancas. Aquí se produce uno de las cafés más aromáticos y reconocidos del país. Se tomaron fotos en el reloj del zócalo, en el kiosco, el palacio municipal y la parroquia de San Francisco de Asís. Cuetzalan se distingue por las prendas de algodón blanco que elaboran. Se llevaron un colorido rebozo para Aranza y se fueron hasta Yohualichan, un asentamiento prehispánico cuyo nombre significa la casa de la noche. El conjunto está representado por cinco pirámides de arquitectura semejante a El Tajín. Contemplaron la arquitectura de piedra elaborada por los ancestros totonacos y regresaron a comer un platillo elaborado de cecina con tlacoyos y hongos, unos riquísimos tamales de frijol y de mole. En el regreso se les hizo de noche, pero llegaron a la fiesta de año nuevo en casa del tío Ciro. Los seis días de la gira fueron de regocijo por la grata compañía, la amistad presente, la alegría, el cotorreo y las charlas amenas acompañadas de muchos besos, abrazos y acercamientos íntimos. Hasta el dos de enero se reintegraron a las actividades normales. 228


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Esta noche, todos llevaron un platillo típico poblano. Doña Geno y su conjunto llevaron tinga, Berna y Belcim llevaron salmón a la plancha, Mónica y Roger bacalao a la vizcaína, Irma y Habib pastel de carne, Ciro e Ingrid pavo relleno, Bembe y Maca sidra, uvas, pastel, pay de queso y una botella de coñac para el brindis. Las anécdotas y los chascarrillos fueron el ingrediente principal. Empezaron a cenar a las once de la noche y a las doce campanadas hicieron la ingesta de las uvas para que los deseos para el año nuevo sean gratos para todos. Los abrazos, apapachos y estrujones estuvieron a la orden. Por supuesto, no pudo faltar el comentario chusco de Belcim. −Ya brindamos con sidra, comimos uvas, lo besé en el inter del año, adelanté el pie derecho, me puse ropa nueva, calzones rojos y brasier amarillo. Y para que no falle la suerte, Berna me los puso. Ya nada más falta que me eche los tres brinquitos. Estoy esperando muchacho. Bernardino no pudo evitar ponerse sonrosado con las carcajadas a quijada excedente. Así se la pasaron toda la noche, entre bromas y chistes de Belcim que era la comediante oficial. Bembe tampoco se quedaba atrás, pues tenía un talento nato para la comedia. Irma andaba molesta con Aranza. Tuvo una crisis de artritis en la semana y su amiga no se apareció para auxiliarla. Por suerte, ya se estaba recuperando con medicamentos, aunque el malestar seguía presente. El abrazo fue sin mucho esfuerzo y no habían intercambiado palabras durante el festejo. Entonces Aranza interrumpió la conversación para contarles de la grata experiencia que había tenido en la semana. −León y yo nos fuimos cada día a hacer un recorrido por va229


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rios municipios de Puebla. Les platicó de los sucesos de cada localidad y de la impresionante construcción prehispánica de Cuetzalan. −Trajimos pequeños presentes para cada uno de ustedes −dijo, y empezó a repartirlos−. Cuando le tocó a Irma, ésta se levantó y le dio un apretón fuerte al esqueleto. Todos agradecieron el obsequio. −Ya ves, viejito. Si no puedes llevarme a Cuetzalan aunque sea llévame a Encajete a arreglarme la chapa o mejor a visitar el Huecotzingo −comentó Belcim. Posterior a la catarata de risas, León tomó la palabra. −Muchachos, quedan seis presentaciones y vamos a modificar los cantos. Tenemos que ensayar. Hace una semana le pasé las melodías a la tía y teacher y el cambio le pareció estupendo. ¿Ya se dieron cuenta que cada vez es más amplio el repertorio que tenemos? Una vez alguien me preguntó cómo era posible que cuando cantaba con Irma cambiábamos la melodía sin previo aviso. La respuesta era que se debía a muchos ensayos. Esto no es magia ni improvisación sino trabajo. La próxima semana iniciamos ensayos otra vez. Eso digo yo, falta lo que diga mi tía. Es verdad, León −contestó Ingrid−. El éxito se debe al entusiasmo con que trabajan. Sé que todos tienen sus carreras universitarias, pero tenemos que dejar un hueco para la música. No importa que lleguen tarde, lo importante es llegar y pueden seguir ensayando en sus casas hasta que duela. La próxima semana ensayamos a las siete de la noche. −Maca y yo somos nuevos −dijo Bembe−. Estoy seguro que con el entrenamiento vamos a aprender mucho. Ya la maestra se encargará de eso. Cambiando de tema, queridos amigos. Están todos invitados a la boda. Quisiera que todos participaran de al230


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guna forma. Las muchachas, por ejemplo. Quiero que canten el Ave María. Necesitamos padrinos de arras, y teníamos pensados a Irma y Habib que son los próximos a casarse. Van en la fila atrasito de nosotros. De lazo, anillos, banquete, vino y música ya tenemos. A todos los demás los nombro padrinos de Asistencia y Resistencia, para que ante cualquier tropiezo de la vida sean apoyo emocional. Gracias por su amistad. Tenía un duende en el interior y ahora ha despertado. −Yo creo que lo que traías dormido era otra cosa. Además escogiste a Habib e Irma y no tomaste en cuenta a mi viejito que puede embarazarme en cualquier momento− dijo Belcim. Tiempo después, León renunció al trabajo con el tío Ciro sin dejar de visitarlos todos los días. Ya era practicante del Hospital Militar asesorado por su padre y los médicos que trabajaban en el nosocomio. Se estaba preparando para el sexto año de la carrera y aunque estuviera de vacaciones todos los días, salvo los domingos, estaba ocupado en sus actividades. Las maestras seguían trabajando y estudiando arduamente. El examen profesional era en junio. Berna se apoyaba mucho en León y también ya estaba practicando en el Hospital Militar. Belcim, con su carácter simpático, ya estaba construyendo castillos y fortalezas. Mónica avanzaba a grandes zancadas y trabajaba en la empresa de su padre. Roger tenía el apoyo que necesitaba con su padrino. En el aspecto automotriz sabía de todo. La carrera le exigía diseño e instalación de equipos mecánicos, procesos de energía, para lo que contaba con un buen asesor. Sin embargo, había que estudiar la teoría y mantenerse actualizado. Habib ya estaba en el sexto año de la carrera y trabajaba en el Hospital Universitario. Ciro pertenecía a la Asociación Nacional de Ingenieros Mecánicos y recibía información actualizada. Era un perito en la materia y contrató a don Hércules, un señor sin familia que vivía 231


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de la pensión miserable que le otorgaban por treinta años de trabajo el Seguro Social. Tenía casa propia. Pequeña, pero con servicios básicos. Nadie se preocupaba por él y fue a solicitar trabajo de velador. Ciro lo empleó como ayudante. Tenía buen oído, vista y habilidad manual. Era un hombre sencillo, sincero y servicial. Además seguía fuerte. Le pagaba su salario semanal y le proporcionaba desayuno y comida. Ingrid cuidaba el crecimiento y desarrollo de Samir y en su tiempo libre se dedicaba a las armonías de instrumentos para los nuevos cantos. Era feliz, había alcanzado la gloria después de estar en el infierno. Sus padres la visitaban cada mes para consentir al nieto que cada día era más consentido y se ponía más grande. En uno de los ensayos León les comentó a todos que era una bendición adquirir habilidades para el canto y los instrumentos. −Particularmente, les quiero comentar que para que tuvieran esas habilidades para los instrumentos, tuvieron que pasar más de cien millones de años de evolución. Esto nos hace mejores en el aspecto motor fino. La zona de la corteza que controla el movimiento se encuentra en la parte posterior del lóbulo frontal y un surco divide al área motora del área sensorial. La primera se llama área de Brodman, y además tiene un área premotora debajo y un área suplementaria. Sin embargo, somos entes pensantes. Planeamos un movimiento antes de ejecutarlo. De eso se encarga la zona premotora y los núcleos basales que están debajo del cerebro. Sin esto, seríamos robots manejados por impulsos. Ahora bien, compañeros, para que la motricidad fina se desarrolle, como en ustedes que sienten las cuerdas de la guitarra e interpretan las notas musicales, se necesita la coordinación entre el cerebro, el ojo, las manos, los dedos, las articulaciones, los músculos, los tendones, los nervios. Lo que ustedes están ha232


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ciendo es gracias al diseño perfecto de mi padre Dios. Cuando León terminó, Bembe les contó que la boda religiosa sería el veintiséis de febrero en la capilla de Nuestra Señora de Dolores del Puente Viejo. La misa sería a la una de la tarde y la oficiaría el padre Benito Arellanes, hermano de Bembe. El templo se consideraba casa de Dios para bodas aristócratas, la hora del cenit señalada como la preferida de la gente de alcurnia. La boda por el Registro Civil se realizaría un día antes a las once de la mañana y su compañero, el juez Darío Monterrosas, presidiría la boda civil. Ya tenían los testigos e invitados a la ceremonia. Durante enero visitaron Chignahuapan, a dos horas de la capital en una zona donde habitaron los totonacos. Se fueron temprano en la mañana para descubrir laderas empinadas, árboles frutales y cafetales. Visitaron una hermosa cascada y una laguna rodeada por ríos y pozos termales. Llegaron a los manantiales de aguas sulfurosas y luego a la laguna Almoloya. Ciro e Ingrid compraron macetas elaboradas con barro para el jardín de la casa. Habib e Irma compraron cobijas y León le compró a Aranza una capa de lana para el frío. El festival se llevó a cabo en la plaza principal, frente a la parroquia de Santiago Apóstol. El grupo se colocó en el kiosco estilo mudéjar y a las cinco de la tarde inició la trova. El narrador contó la historia del municipio y a continuación inició el apasionado canto de los tres trovadores. Eran uno solo. Aranza penetró al mundo de Irma y León. Transmitían amor apasionado, pasado y presente. La aclamación fue unánime. Los cantos románticos con el mismo matiz, los enamorados exultando amistad y amor. La parodia cada vez tenía más soltura. Canto y mímica se fundían para entretener a la gente. Terminaron la música bailable con el acor233


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deón que los puso a todos a bailar hasta el cansancio y cerraron con Qué chula es Puebla. La gente quedó contenta y las autoridades agradecidas. Invitaron al grupo a regresar pronto. Mientras tanto, las güeritas serranas de la región rodearon a León y a Roger en busca de plática y autógrafos. Las más coquetas buscaban ligue y los jóvenes coqueteaban descaradamente con las damas. El regreso fue nocturno y peligroso por ser una carretera sinuosa y con niebla, pero gracias a Dios regresaron sanos y salvos. El siguiente municipio visitado fue Zacapoaxtla, a dos horas de camino. Fue fundada en 1540 por Jacinto de Cortés y su nombre significa en náhuatl lugar donde se cuenta el zacate. Se ubica en la Sierra Madre Oriental, donde las lluvias frecuentes forman densos bancos de niebla. Visitaron las Cascadas de la Olla y disfrutaron de los hermosos paisajes con sus cerros y un volcán extinto. Sus ríos Texpilco, Apulco y Atehuetzien son apacibles y le dan a la zona el mote de la Suiza Poblana. Zacapoaxtla es famosa por la participación de su gente en la Batalla del Cinco de Mayo. En el palacio municipal se encuentra un mural del artista de la región Luis Toral González en el que se representa la gesta heroica de aquella batalla. Destaca la participación del sexto batallón de las guardias nacionales de Puebla, que guarnecía las trincheras exteriores de los fuertes. El festival se llevó a cabo en el zócalo de amplios portales, un cuidado jardín y un monumento a los cuatrocientos indios de este pueblo que fueron enviados a luchar contra los franceses. El festival se desarrolló armónicamente en todas sus etapas. Se repitieron cantos de trova, románticos, la parodia, la música de acordeón bailable y el siempre exitoso cierre. En el trayecto de regreso no podía faltar el ingenio belcimesco. −Ahora sí, muchachos. Vengo muy enojada con éste. Me dijo 234


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desde que salimos de Puebla que ahora sí me iba a meter el machete a mí, su francesita. Dijo que se la iba a zacapoaxtlear y por zuava me la iba a confeccionar. Pues yo venía muy contenta, bañadita y perfumadita de todos lados y qué gran decepción me llevé. Mírenlo, ahí trae el machete colgado. Ni siquiera lo desenfundó. No se vale, Berna. Tan contenta que venía y puras frustraciones contigo, viejito lindo. En febrero la visita fue a Huachinango de la flor o de Santos Degollado, a ciento cuarenta y un kilómetros de la capital. Hicieron tres horas en el autobús. Desde 1938 se celebra la feria de las flores y los festejos duran nueve días. Se realiza la víspera del primer domingo de Cuaresma, en honor al santo patrono, el Señor Jesús. Se distingue por la exposición de diferentes variedades de orquídeas de colores y formas que adornan la urna del santo patrono. Los atractivos turísticos incluyen al templo parroquial de inmensa cúpulas y el palacio municipal. En cuanto a patrimonio musical sobresale la canción de La feria de las flores. Ahí se elaboran blusas con puntadas de relleno y tendido, fabrican papel de amate, floreros, maceteros y fruteros. Dos horas antes del festival comieron pollo enchitepinado, pollo en hongo acompañado de salsa de hormiga de San Juan. Los cantores sólo tomaron vino de mora, de capulín y de piña. En punto de las cinco dio inicio el festival. Recordaron con la trova a Tania Castellanos, Violeta Parra, Oscar Chávez, Atahualpa Yupanqui y Serrat. Modificaron la interpretación romántica para rendirle homenaje a ídolos mexicanos como Enrique Guzmán con Acompáñame, Muñequita, Tu cabeza en mi hombro, Gotas de lluvia y Gracias por el recuerdo. Las muchachas interpretaron los éxitos de Angélica María, Cuando me enamoro, Dominique, Johnny el enojón, Donde estás vidita mía, Brebaje de amor y Yo te quiero todavía. Cerraron con Tengo el corazón 235


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contento de Palito Ortega. La música bailable rindió un homenaje a la Sonora Santanera con canciones como La boa, Los aretes de la luna, Carita de palo y Jugueteando a ritmo. Por primera vez, Belcim interpretó a Sonia López cantando Corazón de acero, El ladrón, Ya no vuelvas conmigo, Saca la botella y Por una cosa. La incipiente cantora estuvo magnífica y fue acompañada de las voces de sus compañeras. El acordeón tocó tres polkas para que la gente continuara bailando hasta fatigarse y cerramos el con el Qué chula es Puebla. En el retorno iban muy contentos con las ocurrencias de Belcim. −¡Tanto que me prometiste, viejito! Antes de subirme, tenía la moral por los cielos y la esperanza de un orgasmo. Mi amor, no prometas lo que no será. Antes de venir me felicitó porque iba a cantar y me prometió que si le quitaba los aretes a la luna, me pondría una carita de palo y dijo, aunque ya no vuelvas conmigo te remato con la boa o con la de acero. Total que nada de nada. Me traes hambrienta, Berna. Puras pérdidas contigo, ya no te voy a creer nada. La segunda presentación fue un domingo después. Salieron dos domingos seguidos para no interferir con la boda de Macarena. Para estas fechas se agregaron al grupo Maca y Bembe y tocó visitar Xicotepec de Juárez, que significa cerro de los jicotes o cerro de los abejorros. Uno de los lugares más visitados es su jardín central, de los más floridos en todo el estado. Las flores han sido sembradas por los lugareños y tiene árboles podados con formas humanas, animales y geométricas. En su kiosco se reúnen bandas de música los domingos. Por sus pasillos, Belcim se comió un esquite y Berna un helado. En los portales, Mónica y Roger disfrutaron de un delicioso café aromático de la región. Dentro de los atractivos turísticos se en236


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cuentra la parroquia de San Juan Bautista, fundada en 1571. Alberga catacumbas elaboradas en los siglos XVI y XVII y está construida en estilo gótico como la catedral de Notre Dame. Sobre el Cerro de Tabacal se observa la monumental Virgen de Guadalupe de treinta metros de altura. El festival dio inicio a las cinco de la tarde y el narrador fue claro al ir describiendo la historia del pueblo. El festival de trova fue un lujo para la población. Maca y Bembe se agregaron en los cantos románticos interpretando Acompáñame dentro de la norma. Participaron como coristas en los demás cantos y posteriormente Maca y Belcim interpretaron a Sonia López con excelencia. Pusieron a bailar a toda la gente con el resto de las melodías de la Sonora Santanera. Bembe y Maca bailaron alegres sobre el escenario. La música del acordeón fue como darle cuerda a Bembe, que parecía un huracán bailando a Maca hacia todas direcciones. Se dejó una pausa de unos tres minutos como en el boxeo para interpretar Qué chula es Puebla con la voz del barítono Bembe. Fue un cierre espectacular. Tanto el público como las autoridades agradecieron la visita artística que los dejó complacidos. La boda religiosa fue solemne. Acompañaron a los enamorados ambas familias y amistades de toda la vida con quienes habían compartido estudio, diversión y recreación. Ahí quedó demostrado que la amistad abre las puertas del amor. Tras largos años de espera, comprendieron que debían unir sus vidas ante Dios para formar una familia. Ese era el proceso, el proyecto amoroso fabricado en el cerebro. Dios tardó cientos de millones de años para evolucionar el cerebro. Hay que aprovechar el regalo para tomar decisiones sanas. Las personas que crecen armónicamente tienen beneficios en su salud física y alcanzan mejores índices de bienestar. Es nece237


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sario aprender formas sanas de convivencia que favorezcan la comunidad. Al final de cuentas es la suma de esos talentos la que nos brindara la paz anhelada. −Para mí, como ministro del Señor, me es grato unir a esta pareja, con la que he convivido desde la infancia. Somos contemporáneos y hoy la dama bonita de la película funde su corazón con el caballero andante y perseverante que nunca se rindió en la persecución del amor. Cabalgó siempre a su lado, esperando la magia de Dios para alcanzar la respuesta amorosa. Gracias, Señor, por vivir esta historia única que sólo pertenece a Macarena y Benedetto. La capilla de pequeñas dimensiones estaba repleta de feligreses. Al frente los Arellanes y los Covarrubias. Era la unión de dos familias poblanas católicas, respetuosas de las leyes y los mandamientos que aunque algunas veces se hayan equivocado no dejan de ser hijos de Dios. Las fortalezas ayudarán a la pareja y las debilidades reforzarán los mecanismos de conciliación. Todos estaban ahí para aprender de esa historia de amor y brindar apoyo cuando lo solicitaran. En la noche, el evento social se llevó a cabo en el salón del Parque España, un lugar lujoso y de precio oneroso. Los padres de Benedetto tenían membresía y fueron los padrinos del salón. Había mesas para dos centenares de invitados. Todos iban vestidos de etiqueta. En la mesa central principal los abuelos, los padres y los novios. En las laterales estaban las mesas de los invitados y en el centro la pista de baile. Había un escenario para el grupo musical, desde donde tocaba el conjunto de Gil y su nueva vocalista, Irma. La llegada de los invitados fue intermitente hasta que se llenó el salón. A través del sonido, Gil conducía la ceremonia con maestría. El conjunto lo acompañaba con una versión instrumental 238


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de Cuando me enamoro. La familia y los invitados bailaron con los novios. Aranza y Belcim tomaron vino blanco y Aranza no tardó en sentirse mareada. Discretamente, salió con su amiga y León a tomar aire en el estacionamiento para recuperarse. En cuanto Belcim se sintió mejor, se regresó a la fiesta. Aranza empezó a vomitar y tuvieron que abandonar la fiesta luego de pedir la contraseña para volver a entrar. Los porteros le recomendaron a León que le preparara un café bien cargado. Se fueron a la casa de León y ahí acostó a Aranza para que se recuperara. León se fue a sentar a la sala y como a los veinte minutos oyó caer agua de la regadera. Aranza estaba completamente desnuda bañándose. Él se quitó la ropa festiva, se colocó la bata de baño y entró a auxiliarla. Ya estaba recuperada y tras diez minutos la llevó desnuda a la cama. −¿Qué tomaste, mi amor? –Tres copas de vino blanco. No sé qué me pasó. Nunca antes había tomado vino, sólo sidra. −A esto se le llama alcoholismo patológico. Tu hígado no es bueno para procesar el vino. Lo bueno es que estaba yo. ¿Qué pasaría si estas con gente extraña? −No me regañes, León. Discúlpame, yo no sabía que me iba a pasar esto. Pero ahora que estamos a oscuras, solitos y desnudos, hay que aprovechar el tiempo. −¿Te sientes bien? −Ya estoy recuperada del nocaut, mi León. Hasta con los dientes lavados y cepillados. Me enjuagué con astringosol. Entonces despertó la pasión y se excitaron hasta alcanzar el acmé del coito. Allí estuvieron descansando con los cuerpos enlazados hasta que los órganos se recuperaron del frenesí, del hu239


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racán, de la vorágine impetuosa. Estuvieron platicando unos minutos y volvieron a bañarse. Cuando ya estaban listos para regresar, Aranza se confesó con León. Le dijo que había dos cosas que no entendía de Irma en su relación amorosa pasada, la pasión que mostraba cuando cantaban en pareja y las sesiones de sexualidad que para ella eran odiseas. −Ya probé las dos cosas y han sido maravillosas. Nos entregamos en el canto y en el sexo hasta el éxtasis. Amo tu cuerpo y tu talento que no son nada sin tu esencia de caballero, tu educación, respeto, inteligencia, ingenio y sobre todo lo amoroso que eres conmigo. No cambio al hidalgo por la cantada ni el sexo. Te amo, León. −Te voy a decir una verdad que ni tú misma sabes. Eres la más bonita de todas las mujeres. Tienes mejor cuerpo que Irma, cantas mejor que Jilguerillo y eres más inteligente. Tienes algo que me tiene amarrado. Eres tierna, amorosa, atenta, delicada y me haces sentir completo. No me falta nada contigo. No sabes cómo sufrí el día que te operaron del apéndice. Aunque esté mal dicho hubiera dado hasta mi vida para que no te pasara nada. Te amo, maestra. Nunca me vayas a dejar porque me muero. Y ahora vámonos a la fiesta. No necesito hacerte recomendaciones. Ya no bebas vino, cómete la cena, toma agua mineral y disfrutemos de la vida. Cuando regresaron, estaban sirviendo la cena. En la mesa estaban los del grupo Asistencia y Resistencia. Sólo faltaba Irma, que estaba cantando con el grupo. Se había quedado preocupada porque vio salir a Aranza y a León, así que al verlos de vuelta se tranquilizó. Eran los dos amores de su vida. Aunque le encantaba estar con Habib por ser alegre, divertido y comprometido, no lo amaba como a León. Ni siquiera como a su mejor amiga. 240


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Belcim estaba al borde de la embriaguez. Era la sazón de la alegría en la mesa, Habib no paraba de reír con sus bromas. Compartía asiento lateral junto con Berna. Ciro e Ingrid estaban festivos con la comediante, mientras que Mónica y Roger también participaban en la comedia. Cuando llegaron Aranza y León se dirigió a ellos. −¿Ya te sientes mejor, mijita? Te curaste con unas lamidas de León y refrescante ensalivada. −Efectivamente, amiga. ¿Qué comes que se antoja? Siguieron riendo hasta que terminaron el apetitoso filete de carne con su guarnición. Todos se fueron a bailar con los sonidos del grupo musical, que los llevó por bailes frenéticos, seguido por música instrumental acompasada y danzón. Aranza y León bailaron muy juntitos y se musitaban palabras de amor al oído. Eran una pareja hermosa. Después de una hora de diversión, continuaron con el lanzamiento del ramo. En esta ocasión la suerte fue para Aranza, que inmediatamente corrió a entregárselo a Irma. Ella lo recibió con mucho gusto mientras se preparaba para su participación. Empezó la segunda tanda de baile, pero todos se quedaron sentados en la mesa. Belcim siguió con la ensarta de chistes, bromas y anécdotas. −Amigos, los borrachos y los niños dicen siempre la verdad. En la colonia muchos de nosotros crecimos juntos. Caramela, mejor dicho, Macarena, tenía más años que nosotros. Siempre fue compañera de juegos como el pipis y gañas, la matatena, la víbora de la mar, será melón, será sandía, será tequila o será sangría. En las cebollitas siempre le tocaba a Berna atrás de mí. Hasta la fecha me sigue cuidando el rabo. Para el juego de saltar en cuadritos éramos campeonas, ¿verdad, mi Moni? Moni asintió con la cabeza. 241


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−Para León, mis respetos. Siempre nos cuidó a todas. Era como nuestro ángel de la guarda. León, Belcim, Mónica y Berna se la pasaban juntos. Aranza era amiga desde la primaria, pero no vivía en la colonia. Ella era luchadora de la arena Puebla. Vivía a unos pasos y conocía nuestra alianza vecinal. En ese tiempo, todas estábamos enamoradas de León y Berna de Aranza. Fíjense nada más, la gacela se peló entre las piernas a mi viejito y fue a parar a las garras del León −dijo y volteó hacia su novio−. Te faltaron huesos para alcanzarla. ¿Se acuerdan cuando empezamos con la cantada? Ensayábamos siempre juntos, La que salió buena fue Irma y siempre estuvimos juntos en los ensayos pedorros porque a mí se me escapaban cuando comía brócoli. Ahí estábamos siempre los cuatro como porra o grupo de apoyo o como fanáticas de la trova. ¿Te acuerdas, Leoncito? Te vigilábamos para que no te fueras a comer a una de nosotras. −Efectivamente, Belcim. No me dejaban hacer chuza con nadie. −A eso se le llama marcaje personal. Había que marcar al peligroso, al de la envergadura más grande. Nunca te dejamos anotar gol, sólo fuera de lugar. Y cuando había juego peligroso sacábamos la tarjeta roja. Fuera del campo de juego. Disculpen, pero como que se me están subiendo los efectos del vino blanco. Recuerden, los borrachos siempre dicen la verdad. ¿Viejito, quieres que les cuente lo de hace una semana en el cine? Berna se levantó y la abrazó. −No, mi amor. Eso es privado. −Pues casi me dejaste privada de tantas caricias íntimas, chiquito. Aranza estaba segura que Irma tenía problemas. En la última intervención del grupo, Gil solicitó la intervención de Aranza para interpretar Amarraditos. 242


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Durante el receso, Bembe y Maca pidieron la intervención del grupo para interpretar algunas melodías. En lo que se preparaban para la intervención de la trova, Irma le platicó a la pareja de novios que Habib la había estrujado y ofendido porque se enteró que fue amante de León por dos años. Irma le respondió que fueron compañeros, pero no amantes. −Amiga, te voy a confesar en nombre de Dios que hay dos personas a las que amo con todas las fuerzas de mi corazón, Aranza y León. A él no lo amo como a ustedes y ya le pedí un tiempo para que mi corazón tome otro rumbo, pero no quiere. Pretende acortar el tiempo para la boda y dice que somos una pareja que va a avanzar en la vida sentimental. No sé qué hacer, estoy confundida. Se discutió la trova y algunas personas ya los conocían. La gente que nunca los había visto actuar quedó sorprendida del talento poblano. Qué concierto de voces con letras de Atahualpa Yupanqui, Oscar Chávez, Violeta Parral y Tania Castellanos. Valió la pena el receso, pues la gente disfrutó el talento de los intérpretes. Las dos amantes al lado del divo. Entonces subió Habib y cargó a Irma delante de todo el público, demostrándole su amor. Gil hizo un comentario exaltando el trabajo de grupo y felicitó a León, Irma y Aranza. La boda fue una convivencia memorable. Bembe y Maca quedaron muy contentos. Se fueron de luna de miel al puerto de Mazatlán y a Cabo San Lucas. Unos días después Irma contó que Habib había cambiado radicalmente gracias a la actuación de Belcim que le limpió el cerebro de dudas y temores. Con la conversación de la cena, León agarró la onda y completó el sainete. No había testigo de los sucesos amorosos pasados. Sólo los miembros del grupo Asistencia y Resistencia conocían la historia y todos estaban dispuestos a 243


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guardar el secreto para bienestar de los integrantes. Las actividades escolares se complementaron con actividades hospitalarias y ensayos musicales. Ya nada más quedan dos fechas en marzo para cumplir con el compromiso. La siguiente etapa del tour musical fue en Tlatlauquitepec, que significa en el cerro rojo o enrojecido. Forma parte de la sierra norte de Puebla, y se encuentra a ciento treinta y cinco kilómetros de la capital. Un popular atractivo turístico es el santuario del Señor de Huaxtla, en donde se venera a Jesús crucificado y se construyó en 1701. También se encuentra un exconvento franciscano construido en 1531 con cantera del municipio de Chignautla. La plaza de armas se encuentra rodeada de portales con una gran variedad de flores y árboles de la región. Cerca se encuentra el Cerro Cabezón con su impresionante paisaje de acantilados y vegetación boscosa de pinos y oyameles. También se pueden visitar la Cueva del Tigre y la Cascada de Puxtla. El festival se realizó en la plaza principal, abarrotando al zócalo. A las cinco en punto dio inicio la cantata trovera, luciéndose el trío de trovadores. Continuó la música romántica, la música bailable de la Sonora Santanera, polkas y acordeón y finalmente Qué chula es Puebla. El regreso contó con el sello de Belcim y su picardía. −Vengo encantada, ¿cómo no voy a estar? Ya está poniéndose oscuro y traigo prendido a Berna de mi chichimeca. No tiene nada de tonteco y anda hurgando por todos los oyameles de la región para insertar su pino cabezón en la cueva de la tigresa. Aún no está cascada la Puxtla, todavía es santanera y no le han manipulado el acordeón. Era la arquitecta más comediante que habían conocido y Berna era el seguidor número uno. Estaba feliz con su compañera. 244


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Mónica y Roger se preguntaban de dónde nacía tanta creatividad de doble sentido sin usar majaderías. Irma y Habib no paraban de reír de tanta locuacidad, Ciro e Ingrid estaban felices, Aranza y León festejaban a la trovadora del albur poblano. La siguiente jornada se pospuso hasta abril y la visita fue a Tecamachalco, el último municipio de la extensa gira de doce meses. Se localiza en la parte central del estado a una distancia de sesenta y cinco kilómetros de la capital. Tiene un extenso sistema de canales de riego y acueductos que corren en todas direcciones. Como atractivos turísticos posee la obra de la fundición, la cueva del rey Cuestzpa, enclavada en medio de los dos cerros, la parroquia de la Asunción, la iglesia de San Sebastián Mártir, la casa del conde, el Cerro del Águila, y un exconvento franciscano. En la fiesta patronal, se festeja a la Virgen de la Asunción. La feria del mole es un concurso tradicional en la región. En ese viaje probaron muchas delicias. Ciro, Ingrid y Macarena comieron barbacoa de oveja con guarnición de garbanzos, cebolla, chile y huachinango. Belcim y Mónica comieron una torta de chalupa. Berna, Habib, Bembe y Roger comieron unos tacos de batea, que son dos tortillas en las que se depositan corazón, lengua, sesos y moronga con salsa roja, verde, cilantro y un toque de limón. Los cantantes de trova sólo tomaron un refrigerio y bebidas al tiempo. A las cinco en punto inició el festival con la acostumbrada narración poética de Ciro, fue elocuente y conmovedora. Los cantos de trova estuvieron encendidos de pasión y romance, mientras que los cantos románticos gustaron mucho, especialmente los de Angélica María. Las melodías de la Sonora Santanera hicieron bailar a todo el público, mientras que la alegría y entusiasmo de las intérpretes de Sonia López subieron los ánimos. 245


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La parodia de tres cantos de Chava Flores fue magnífica. Terminaron con tres polkas con el acordeón y Qué chula es Puebla. La gente ovacionó a los integrantes y se acercaron a felicitarlos. Fue una verbena popular que dejó satisfecha a la Virgen de la Asunción. En esta ocasión, acudió el profesor Manuel a agradecer a todos los asistentes, a las autoridades y a hacer un reconocimiento al grupo que durante doce meses visitó los municipios de Puebla. En el viaje de regreso a la capital, Belcim iba feliz. Después de un rato de silencio por lo extenuante del ejercicio, agarró aire y comenzó la parodia. −Le dije a mi viejito desde que salimos, a ver si ahora sí se me hace que en la cama me eches un chalco. A ver si ahora que hay tantos canales y acueductos, por cualquiera de ellos llegues a la cueva de la reina Lescha y le metas el taco de batea de puros machitos hasta San Sebastián para que formes un toto naco o una ahijada. Aquella fue la consagración de Belcim como comediante y la cascada de risas el premio a su ingenio. La felicidad estaba dibujada en el rostro de los integrantes del grupo. La gira había sido un éxito total. El cinco de mayo a las cinco de la tarde, hicieron una presentación magistral en la calle lateral del zócalo, a un costado de la catedral. Acudió una multitud de gente y los muchachos desplegaron su arte musical con la armonía de voces, toque magistral de los instrumentos, regalos del gobierno que lucieron orgullosos. Se trataba de dos violines guiados por Ingrid e Irma y entre cada etapa del festival, Roger daba concierto con la batería. Un solo de flauta interpretada por Irma y Mónica precedió a la trova sudamericana. El acordeón tocado en la etapa final del festival en manos de Habib hizo bailar a todo el público. La 246


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trova sobresalía de la música romántica. La música de la Sonora Santanera movió al público y la alegría de Belcim y Macarena interpretando a Sonia López prendió a la gente. La apoteosis llegó cuando interpretaron Qué chula es Puebla. Al final del evento el maestro Manuel reconoció públicamente la labor voluntaria del grupo en los veinticuatro municipios a donde llegó el talento de los estudiantes y profesionistas poblanos. Ojalá hubiera gente dispuesta a llevar talento a los diferentes municipios de la entidad. −Valió la pena el recorrido y nos divertimos de lo lindo. Fuimos a Acajete y nos dieron chile Huachinango. Llegamos a Tlapacoya y nos pasaron por Atlatlahucan. Nos mandaron a San Salvador el Seco y nos atravesaron hasta Zacatlán. Viajamos a Chignahuapan, salimos por Amozoc, nos trasladaron a Tecamachalco y nos dieron por Xicotepec. Íbamos seguros a Piaxtla y sin darnos cuenta nos dieron por Atlixco. Para que no hubiera inconformidades y por andar de Atencingo nos la dejaron ir por Tonantzintla. Nos volvimos totonacos, chichimecas, nahuas, cholultecas, huejotzingos, otomíes, huastecos y mixtecos. Benditas abuelas que se dejaron abatir por las buenas o por las malas, con placer o sin disfrute, por los abusones españoles para dar origen a este mestizaje cósmico. No hay pureza de raza, somos pura raza mexicana que sabe amar, cantar, danzar, tocar instrumentos y parodiar −concluyó Belcim ante una ovación general. Las actividades estudiantiles continuaron. León ya iba en quinto año, Habib en sexto y Berna en tercer año de la Escuela de Medicina. Tenían que estudiar y realizar prácticas hospitalarias. El estudiante que aprendía de forma didáctica con simuladores, llevaba una ventaja significativa sobre el resto porque comprendía mejor las enfermedades que el que no recordaba los conceptos básicos. Esa era la causa de tanto empirismo. El que 247


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comprende anatomía, fisiología y bioquímica elementales sabe resolver problemas complejos. Lo mismo sucede en las carreras de derecho, arquitectura, administración e ingeniería mecánica. Hay que armar motores muchas veces, comprender todos los sistemas de un carro para resolver problemas sencillos y complejos con eficiencia. La verdad es que hay muchos profesionistas que no son profesionales sino chambistas que son capaces de trabajos sencillos bien hechos. Pero cuando se trata de diagnósticos difíciles se pierden en la mediocridad, entregan trabajos mal hechos sólo por un satisfactor económico. No resuelven los problemas porque su cerebro se quedó atrapado en el pasado. No comprenden que la evolución llevó cientos de millones de años. A través de todo este tiempo hubo personajes que intentaron llegar más allá de su época. Esos hombres que superaron las metas y objetivos son precursores de la evolución del cerebro humano. En la música pasa lo mismo. Tienes que entrenar la voz, aprender habilidades y destrezas que deben ejercitarse la mayor parte del tiempo para llegar a dominarlos. Esto te lleva a actuar con seguridad ante cualquier evento. Del dominio viene la creatividad, ponerle tu sello original, darle a tus herederos la herramienta para imprimir autenticidad. Cuando nacimos, Dios nos otorgó un equipo de elementos. De cada uno de nosotros depende alcanzar nuestros objetivos, reconociendo que cada órgano de la economía tiene una función. De nosotros depende hacerlo diestro. Por ejemplo, si Dios me dio un hígado voy a entrenarlo para ser el mejor llevando una vida libre de drogas que lo intoxiquen. Si Dios me dio un corazón, voy a seguir las medidas preventivas para mantenerlo sano. Si Dios me dio un cerebro, unos ojos, unas manos voy a ser guitarrista o 248


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cirujano plástico. Cada uno de nosotros lleva un experto en su interior. Hay que dejarlo crecer y desarrollarse. El poeta aprende de la lectura, la escritura, la filosofía y la vida diaria, observando lo que otros sólo miran y atiende lo que otros dispersan. Hay que encontrar los talentos para desarrollarlos. Sobre todo en la infancia y asociarlos con disciplina, educación y entrenamiento perseverante. Nunca es tarde para resaltar esos talentos escondidos. El papá de León era médico y su mamá era enfermera. Maca era ingeniero civil porque le ganaron las ciencias exactas. León heredó de su papá la coordinación cerebral ojo mano. Era un hábil constructor de simuladores, experto guitarrista, cantante integrador de grupo, y un ser empático que se recuperaba ante la adversidad. Estaba descubriendo y puliendo sus talentos. En el caso de Belcim, su padre era administrador de empresas y su madre era contadora. Le gustaban la geometría y las ciencias exactas. Desarrollaba su talento apoyada por su tío que era arquitecto. Resultó ser una excelente guitarrista y cantante con una gracia especial para la comedia. Ninguno de sus padres tenía ese carácter, pero encontró su talento y lo utilizó como sinergia con el grupo. El padre de Habib era administrador de empresas y su madre tenía un taller de alta costura. Él iba a ser médico. Era gracioso, simpático, locuaz y encontró su talento para tocar el acordeón y la flauta. Quién sabe qué más traería latente. Mónica escogió la administración y le gustaba planificar, organizar, dirigir y controlar el manejo de los recursos y actividades de trabajo para lograr objetivos y metas de manera eficiente. Su padre también era administrador de empresas y su madre nutrióloga. En el camino de la comedia resultó opacada por Belcim. Tenía una gran destreza para la mandolina. 249


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El Roger era un caso especial. Su finado padre era mecánico automotriz y su madre ama de casa. Le gustaba diseñar e instalar equipos mecánicos o térmicos, planear y dirigir la manufactura y el mantenimiento de maquinaria, evaluar y optimizar procesos de energía. Era un excelente estudiante y ayudante de su padrino Ciro. También resultó bueno para la mandolina y la batería. En sentido poético, Jaime Sabines dijo refiriéndose al amor que el que busca encuentra. Eso mismo pasa en la infancia. Los padres deben buscar las aptitudes. En la adolescencia y la juventud, nos toca a nosotros encontrar los caminos. Aranza era hija de un padre sastre de alta costura y de una madre contadora que ejercía como ama de casa. Gacela era muy inteligente, simpática y carismática. Escogió la labor educativa porque no pudo estudiar arquitectura debido a la falta de recursos. Tenía las cuerdas vocales largas y separadas y era la mejor voz del grupo. No era la mejor intérprete, tenía muchos talentos en latencia. El padre de Irma era profesor de música y su madre era maestra de danza. Ambos estudiaron Bellas Artes. Irma era inteligente y creativa. Era la más apasionada del grupo y por lo tanto, la mejor intérprete. Destacaba en el violín, la flauta, la guitarra, la mandolina y el acordeón. Ella y León eran los más musicales y artísticos. Cuando se juntaban ardía Puebla, pues se entregaban en cuerpo y alma. Desgraciadamente cuando eso pasaba perdían su esencia científica y responsable. Así es como Ingrid y Ciro pensaban sobre los integrantes del grupo. Así fue transcurriendo el tiempo. El siete de junio se llevó a cabo el examen profesional de las maestras. Como requisito para presentar dicha evaluación era necesario entregar previamente la tesis sobre las actitudes y aptitudes de niños de primero a sexto 250


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año de primaria, realizado en la escuela Patria, donde realizaron su servicio social. Las evaluaciones escolares de las materias del curso de tres años estaban todas aprobadas con excelencia y el examen se llevó a cabo en la sala para exámenes profesionales de la escuela. Los tres sinodales habían sido sus maestros en el curso de enseñanza-aprendizaje, la maestra Julieta, la profesora Fanny y el profesor Olegario. La alumna saludó a cada uno e inició la presentación de su tesis con diapositivas. La exposición comprendía la planeación, los objetivos, la organización y el desarrollo del trabajo, resultados y metas cotejados con método estadístico y conclusiones. Al terminar la primera parte vinieron las preguntas que se vuelven interrogantes complejas. Sabían que era una excelente alumna. Las interrogantes incluyeron la presentación de casos problema, pero las diversas soluciones dejaron satisfechos a los sinodales. Las preguntas sobre técnicas educativas fueron contestadas con seguridad por la estudiante, y después de más de una hora de estira y afloja, le pidieron que abandonara la sala. Cuando salió fue sorprendida por León, que la cargó en brazos y la hizo girar varias veces. Se besaron y luego repartió abrazos entre sus compañeras antes de ser llamada nuevamente para el dictamen final. Se sentó frente a sus maestros y los elogios fueron unánimes. Excelente presentación y respuestas asertivas. −Te felicitamos, Aranza. Has demostrado con tus actividades académicas un desempeño sobresaliente. Estás aprobada por unanimidad y con derecho a mención honorífica. Salió feliz de la sala magna. Miró hacia el cielo, juntó las manos y lanzó un beso al Señor del universo. −¡Gracias, Padre mío, por la ayuda! Se soltó llorando en el hombro de León, quien le limpiaba las 251


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lágrimas. −Te tengo una muy buena sorpresa, pero tienes que ser fuerte. −¿Nos vamos a casar mañana? −Mejor todavía. La llevó a la entrada de la escuela, donde la estaba esperando un señor de edad madura. Era su padre. −Te presentó a don Antonio Corona, tu papá. Aranza se quedó pasmada, pero después de un tiempo, abrazó a su padre. El viejo no pudo contener el llanto. −Perdóname, hija. Los abandoné cuando estabas pequeña y no valen los arrepentimientos. Dios, a través de este muchacho y su amigo Berna, me encontraron en México. Les pedí la oportunidad de conocerte sin el consentimiento de tu mamá. Ya lo ves, aquí estoy buscando la redención ante ti. A tus hermanos los visito en México, pero a ti no te conocía. Me doy por satisfecho al tenerte enfrente de mí. Tienes los genes Corona, mucho parecido físico con mi madre. Aranza permanecía con la cabeza baja, pero al fin levantó el rostro y miró fijamente a su padre. −Gracias por venir a conocerme, don Antonio. Como usted comprenderá, estoy muy arraigada a mi madre. No me esperaba esta sorpresa, pero como dice mamá, guardar oídos y rencores es como atesorar cizaña en los pensamientos. Mi madre jamás me ha hablado mal de usted. No le guardo coraje ni rencor. Le agradezco su presencia en este, uno de los días más felices de mi vida. Hoy me han otorgado el título de profesora de primaria. León está conmigo, pero falta mi madre. Discúlpeme, pero no era un sueño conocerlo. A eso se debe la frialdad del encuentro. Pero podemos mejorar nuestra relación y hacerla familiar y afectiva. Gracias por haber venido. León les pidió que se colocaran juntos para tomarles una fo252


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tografía. −Pon tu mejor sonrisa, mi amor. Ella obedeció dócilmente y el señor Antonio se despidió de Aranza con un saludo de mano. En la esquina, un carro esperaba al anciano. Cuando el arrepentido se dirigía hacia el carro, Aranza le gritó. –Papá −lo alcanzó para darle un abrazo y un beso−. Vuelva pronto, que aquí lo esperamos. Regresaron a la escuela cuando Irma ya estaba en el aula magna. Hacía media hora que había ingresado al examen. Sus amigos espiaron por la abertura de una ventana y la notaron tranquila y risueña. Finalmente, salió la sustentante y abrazó a sus amigas con alegría. Al último, estrujó a León antes de ingresar a la sala. Después de diez minutos salió festiva y con una sonrisa radiante. −Me aprobaron con unanimidad y mención especial. Yo quería la mención honorífica, pero estoy segura de que ese privilegio lo tiene una de mis amigas −abrazó a Aranza−. Me dijeron que tú la tienes, malvada. No querías hacerme sentir mal, ¿ya vieron por qué es mi mejor amiga? La apapachó con ternura y todas felicitaron a Aranza. Sabían que era la mejor. Poco después salieron los sinodales a decirles que sólo iban a realizar un examen más y ya pueden retirarse a sus domicilios. Mandaron llamar a Lina Martínez y todas se fueron a la puerta de entrada. Nadie se retiró hasta que cuarenta y cinco minutos después salió la nueva profesora aprobada por unanimidad. Todo el grupo la felicitó y pronto llegó su familia. Era tarde para el examen pero nunca para felicitarla. León y Aranza saludaron a la familia, pues eran viejos conocidos. Irma estaba triste porque nadie había acudido a su examen profesional. Sus padres estaban trabajando, su hermano Gil lle253


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vó a su esposa a una cita médica y Habib estaba trabajando en el hospital. León abrazó a sus dos amores. −Las voy a llevar a comer a donde ustedes quieran. Elijan el sitio. –Se me antoja comer un filete de carne y una guarnición de puré de papa, refritos y tortillas azules. Aranza, ¿tú qué quieres? −Algo parecido, pero primero quiero ir a ver a mi jefita. −Está bien, donde ustedes quieran. Vamos a ir a un lugar súper especial, pero primero pasamos al taller que dejé el dinero en mi overol. Se subieron al carro de la franja y se fueron como golondrinas parlanchinas, no dejando de reír en el trayecto. Se bajaron al taller para saludar a Ciro pero no había nadie. −¿Qué raro? −comentó Irma. Mientras investigaban se les perdió León. Estaban desconcertadas, pero entonces salieron de la casa los mariachis cantando ¿Qué será de mi vida, que será? Detrás del grupo venían Belcim, Mónica, Ingrid, Ciro, Samir, Roger, Berna, la doña, Gil y su esposa. En el patio del fondo habían instalado una carpa para protegerse de los rayos del sol y si acaso la lluvia. Se abrazaron con intensidad por el logro alcanzado. Era día de fiesta para el grupo. En la mesa principal estaban las nuevas maestras junto a dos gigantescos ramos de flores dedicados a cada una. Al poco rato llegaron Habib y su madre, los padres de Irma, Macarena y Bembe. Disfrutaron una exquisita barbacoa de borrego, servida con arroz y frijoles charros, tortillas calientes, refrescos y sidras. Ciro tomó la palabra para felicitar a sus adoptivas hijas de la vida. −Tengo el honor de conocer a tan distinguidas estudiantes. La manera de llegar ha sido diferente, cada una tiene su estilo personal, lo que las hace un par a todo dar. La edad, la inteligencia, 254


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la belleza, las actividades deportivas, creativas y recreativas las hacen inseparables. Estoy tan orgulloso como los integrantes del grupo musical de que nuestras hermanas hayan conseguido el objetivo anhelado. ¡Felicidades, familia! Llegaron también los tres sinodales a compartir la mesa con las invitadas. En una mesa lateral estaban los del grupo de Asistencia y Resistencia. Belcim tenía cuerda para rato y los tenía alegres y contentos. Después de la hora de mariachis se armó la trova y el romance. Los maestros quedaron admirados del talento musical de sus alumnas consentidas. La doña andaba festiva y con unas copitas encima. Valía la pena el momento. Se puso a bailar con León e hizo un comentario general. −Ya le dije a Aranza. Si no te casas con León, me caso yo, pero este León no sale vivo. −Cada vez aumentan las socias −le dijo Irma a su amiga en voz baja y juguetona. Se abrazaron las mejores amigas. Ante lo irremediable de la vida hay que tener buen humor y dar buena cara. Los padres de Irma se levantaron y fueron a platicar con León en un lugar apartado, comenzó la mamá. −¿Por qué terminaste con Irma? Ella nunca nos ha contado, sólo responde con silencio o lágrimas. −Miren, no sé si sea correcto decir la verdad o callar por respeto, pero no creo que sea malo el comentario. Irma terminó la relación conmigo cuando se separaron mis padres. Me afectó emocionalmente y me refugié en el trabajo y el estudio. Cuando la fui a buscar ya andaba de novia de Habib. Nunca me ha dicho el motivo, pero cuando intentó reconciliarse conmigo siendo pareja de Habib, yo ya tenía un noviazgo con Aranza. Estaba muy confundida entonces, pero creo que así nos ha ido mejor a los dos. Juntos nos gana la pasión y dejamos de hacer una vida 255


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sana. Hoy es una excelente cantante, instrumentista, estudiante y maestra. Yo también me he recuperado. Dicen que juntos somos dinamita. Nos prendemos y no hay quién nos apague. Seguimos siendo buenos amigos y estamos hermanados. Nunca dejaremos de estar enamorados pues eso no se quita con terapia ni medicamentos. Simple y sencillamente es la naturaleza. Yo creo que es mejor como estamos. Me siento completo con Aranza, Irma se complementa con Habib y en el grupo nos tienen prohibido estar juntos. Saben que la cercanía nos enciende. Es la verdad, no puedo engañarlos. Los padres se rieron y luego el profesor de música tomó la palabra. −Es bueno saberlo, León. Ustedes saben lo que les conviene y lo más importante es que estén bien. Lo que no sabíamos era que ella fue la que te abandonó. Eso sí fue sorpresa. Ya sabes que las puertas de la casa están abiertas, siempre y cuando no estén solos, de lo contrario nos prenden la casa. En el trayecto de regreso a la casa, Aranza le confesó a su mamá que conoció a su papá en la escuela. Le dijo que se le hizo muy anciano. −La verdad no me lo esperaba así. Me pidió perdón tras veintiún años de abandono. Nadie me habló de su figura, ni para bien ni para mal. Tú desempeñaste a la perfección ambos papeles. Con tus cuidados y afectos tú, mientras que con la disciplina, límites y autoridad fuiste mi padre. Creo que nunca he sido una chica difícil, reconozco que mi única figura paterna fue mi hermano Antonio. Bernardo es más hermano. En la escuela jamás comenté que no tenía padre ni que se llamaba Antonio Corona como mi hermano. Nunca noté la carencia y tampoco me dio por conocerlo. Si te había abandonado no era un hombre leal ni 256


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sincero. Mi escudo fue la indiferencia. Hoy que lo conocí llegó siendo un anciano. No me perdí de nada extraordinario ni tengo nada que perdonarle. Le pido a Dios que lo ayude y proteja − dijo la joven−. Mencionó una cosa que me dejó inquieta. Dijo que me parezco a su madre. ¿Tú qué opinas, jefita? –¿Por qué me dices así? −Así te dice León y me gusta el calificativo. Eres la gran jefa, corazón de colibrí. −Efectivamente, mi niña. Eres tan hermosa como tu abuela. Tienes el carácter de doña Eloísa, una de las mujeres más bondadosas que he conocido. Es un orgullo haber heredado esos genes, Esperanza. Quiero decirte que cuando naciste tu padre quería que te llamaras Aranza. Así es la vida, plena de coincidencias. -Quiero platicarles que el padre de Aranza vino a la tienda. Descendió del carro apoyándose en un bastón, pues tiene artritis avanzada. Cuando estuvo enfrente de mí no lo reconocí y le pregunté cómo podía ayudarle. Siendo el amor de mi vida, me contestó pausado. Hasta entonces me di cuenta, así nos conocimos, de esa manera tan romántica. Me quedé callada observándolo y me pregunté ¿dónde quedó ese hombre guapo, apuesto, gallardo, alegre y simpático? De inmediato me contesté, se lo cargó la fregada −dijo la doña y el grupo se soltó riendo−. No le di el paso a la casa porque sólo entran hombres honrados y fieles como mis hijos y mi yerno. Me pidió perdón por el abandono y por la falta de lealtad y por miles de cosas que prefiero no repetir. Dijo un montón de palabras que no entendí. Sólo observaba el movimiento de sus labios y un rictus de dolor en el rostro. En esos momentos sentí compasión y le ofrecí una silla. Se sentó unos minutos hasta descargar la conciencia. Entonces dos jóvenes bajaron del auto y me saludaron amablemente. Les dijo que 257


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regresaran en cinco minutos. Aproveché ese tiempo para decirle, don Antonio, no se preocupe. Si mi padre Dios nos perdona, yo también lo perdono. El daño, si lo hubo, ya está reparado. No hay rencores. La cruz que usted me dejó cargar sola y los ratos de melancolía los hice con amor. Dios me mandó tres ángeles benditos que hicieron la carga ligera. Jamás me acompañó la soledad ni la tristeza. En la actualidad soy muy feliz con lo que soy, con lo que he construido y con lo que tengo. Aquí seguiré trabajando hasta que Dios me dé fuerzas. No se preocupe, don Antonio, no fue usted el amor de mi vida como lo prometió. En su lugar me acompañaron personajes que iluminaron mi camino. Le doy las gracias porque fue un maestro de la vida. La visita de don Antonio logró el objetivo de limpiar su conciencia. Las lágrimas y sollozos de su arrepentimiento eran falsas. Jamás se ocupó de ustedes. Se hizo un silencio y se le escaparon las lágrimas a la doña. León detuvo el carro y para su fortuna, estaban frente de la iglesia de la Medalla Milagrosa. Descendió y se introdujo sola a reconciliarse. Luego de unos minutos, salió contenta y abriéndole los brazos a sus queridos hijos. −Les pido una disculpa, son chipilerías de vieja. Aranza la abrazó fuertemente y los tres entraron al templo a dar gracias por haber saltado el obstáculo del examen profesional. Ya lo tenían contemplado los jóvenes, y ahí estuvieron hasta que salieron reconciliados. León las llevó de gira por la ciudad de Puebla y las lágrimas se transformaron en bromas, chistes y anécdotas que se celebraron con risas intermitentes hasta que la doña volvió a hablar. −Ya párenle, si no me voy a hacer pipí −una mente sana es una fuente de salud que intercambia al dolor por alegría. 258


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Cuando la calma retornó al medio ambiente, León tomó la palabra. −Doña Geno, le quiero decir que usted no está sola. Nos tiene a nosotros. Ya tenemos casa propia y cuando decidamos casarnos en el paquete no me llevo nada más a Aranza. También va usted. Sé que tiene tres hijos que la pueden necesitar, arropar y amar, pero con nosotros tiene el círculo de confianza que hemos creado y que le da un valor de excelencia en el cariño y el amor. Así que ya sabe, como los mosqueteros todos para Geno, y Geno para todos. Para el día de la graduación, doña Geno y Aranza se fueron a la misa de las ocho de la mañana en la Medalla Milagrosa. León tenía clases. Afortunadamente, la ceremonia de graduación fue a las cuatro de la tarde en el auditorio de la Reforma. León, Belcim, Mónica, Ingrid, Ciro y Samir las acompañaron. El momento cumbre de la graduación fue cuando se distinguió a los mejores promedios de la generación. Tercer lugar para Lina, segundo lugar para Irma y el mejor promedio de la generación fue para Aranza. El público la ovacionó y sus amigos hasta organizaron una porra para cuando mencionaron a las más aplicadas. Sólo Lina bajó del escenario cuando anunciaron las palabras de despedida a cargo de la mejor estudiante. Por una lateral del escenario subió León con la guitarra afinada y conectada al dispositivo electrónico. Para sorpresa de todos, Irma y Aranza empezaron a entonar fragmentos de melodías de agradecimiento. El repertorio incluyó canciones de Julio Iglesias como Chiquilla, Gwendoline, La vida sigue igual, Regresar a los 17 y Gracias a la vida de Violeta Parra. Cerraron con Qué será, qué será, de mi vida qué será. Luego de los aplausos, Aranza tomó el micrófono. −Mi mensaje será breve. Doy gracias a Dios porque siempre 259


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está conmigo y un reconocimiento a mi madre Genoveva. Gracias por la ayuda de León el guitarrista, mi futuro esposo. Irma, gracias por ser la mejor amiga. Toda mi gratitud a mis maestros, porque sus enseñanzas serán valiosas herramientas para afrontar el camino educativo. Un deseo de cielo y mar para todas mis compañeras. Fue una delicia de helado de piñón compartir con ustedes esta etapa de formación educativa. Hoy, ustedes son las protagonistas del amor. Felicidades a todos los padres que se dan cuenta que hoy sus esfuerzos tienen recompensa. Sus hijos estamos orgullosos por la ayuda en todas las esferas de la vida. Gracias a todos. El evento social fue en el Centro Mexicano Libanés. Las emociones de los alumnos estaban desbordadas. Había que vivir el presente. El futuro era incierto y nadie tenía garantía para vivirlo. Lo único que se tiene es la esperanza de planear, organizar y alcanzar las metas y objetivos. El momento había que vivirlo con la alegría como ingrediente principal. Disfruten la cena, canten, bailen, enamórense, convivan sanamente, y si es espontaneo mejor. No dejen que las drogas exalten el ánimo porque a veces las respuestas son impredecibles y desencadenan convivencias desagradables, ofensivas o violentas. Más vale llevársela tranquilos conviviendo alegremente y en santa paz. En la mesa improvisada de la gran familia de Asistencia y Resistencia, Belcim y Bembe mantuvieron atento a su auditorio con sus gracias para la comedia. El conjunto musical de Gil fue el encargado de alegrar el evento y cuando le tocó participar a Irma, sus compañeras se acercaron a escuchar las modernas melodías de amor, dolor, decepción y una variedad de sentimientos que podemos atrapar con la mente y modificar conductas. Irma interpretaba las canciones con pasión y por eso movía corazones. León y Aranza bailaron románticamente, Ciro e Ingrid 260


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traían mucha energía y no dejaron de mover el esqueleto. Maca y Bembe se pararon a bailar con el rock, las cumbias, las huarachas y las polkas. Estaban bien entrenados. Belcim y Berna, igual que Mónica y Roger, danzaron en intermitencias. Habib e Irma bailaban en los descansos y se comportaban como dos enamorados. León y Aranza llevaron a la doña a las doce de la noche a descansar. Enseguida regresaron a la festividad. Cerca del cierre a las dos de la mañana, en su última presentación, Irma había tomado alcohol y se le exaltó la pasión. Cantó canciones pegadoras para su alma herida como Morenita, trigueñita, encantadora. Terminó la presentación con Sabor a mí, según ella dedicada a Habib aunque todo el grupo estaba enterado de que el mensaje era para León. Las muchachas fueron por ella y le reclamaron a Habib que la hubiera dejado subir así. Él no pudo responder porque estaba al borde de la ebriedad. Se organizaron para llevar a Habib a su casa y a Irma la llevó Gil, quien le puso una santa regañiza en el camino. Al otro día Irma acabó en el hospital. Se exacerbaron la artritis, la gastritis y la cruda moral. En cuanto se enteraron sus amigos acudieron a visitarla. Ahí estaban los afligidos padres, conscientes de su amor reprimido y apasionado. Como ya lo había dicho León, era apasionado pero no saludable. Entonces llegó Belcim a apagar el fuego con su donaire. −¿Qué te pasó, mijita? ¿Le cayó mal la uva a la maestra educativa? Sabe que le hace daño pero le gusta saborearla. Es deliciosa al paladar y se cansó de disfrutarla en la imaginación. Resultó mejor coger la copa, empinársela hasta el fondo y escabullirse hasta lo más hondo para que sentir la vibración. Que se encienda el termostato con la ebullición. Eso es inspiración, después del placer ya no sabe qué hacer. Se le afectó el monoblock, el chasis, las balatas y los amortiguadores. Sólo quedó el recuerdo 261


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de los olores, sabores, ardores y temores. Todos aplaudieron a la trovadora por decir la verdad. Los padres disfrutaron del mensaje alburero y correspondieron con un aplauso que fue secundado por todos los presentes. Luego, Belcim continuó con Habib. −El mensaje también es para ti, flautista. Ahora si te la soplaste. No sé por qué la dejaste tomar si sabes que lo tiene restringido. Tú sabrás la razón. Se me hace que te pasaste de mamón. Todos guardaron silencio, eso fue directo al corazón. Habib se levantó y salió de la habitación. Las mujeres se acercaron a consolar a Irma y Belcim le dijo con voz tranquila. −Discúlpame, amiga. Mientras seas parte del grupo te voy a defender. Yo no me quedo callada. Te quiero hermana, entiende mi amor. Tienes restringido el licor, aguardiente, pisto, pulque y anexas. Afortunadamente, el internamiento fue de sólo dos días y luego siguió recuperándose en su casa. Aranza la fue a visitar a su casa y León no la quiso acompañar pero quedó de recogerla en dos horas. Platicaron de la fiesta de graduación, de que en tres meses llegarían sus títulos profesionales y que ese sería el pase directo a las diagonales para conseguir sus plazas de maestras. Durante el receso de tres meses, las actividades de los estudiantes universitarios continuaron. León estaba en el quinto año de la carrera. Las diez materias que cursaba eran las últimas del plan de estudios. Había que meterle entusiasmo a la teoría para saltar al sexto año de la carrera. Las prácticas en el hospital militar se volvieron obligatorias. Sábados, domingos y días festivos, de ocho de la mañana a tres de la tarde. Así lo quisieron León y Berna, y así se los exigía Arturo. Con él no había excusas, tenían que cumplir como hombres. 262


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Entre semana, las visitas a las novias eran por las tardes o noches. Todo se adapta a las circunstancias. No son los más fuertes los que sobreviven, sino los que mejor se adaptan a la vida. Gratitud es saber apreciar los favores de las personas. Darles un valor es primordial. Dar respuestas empáticas y corresponder con cortesía es digno de gente noble. León ofreció servicios a sus padres para ejecutar tareas que auxilien en la casa. Con su tío Ciro estaba comprometido para realizar trabajos complejos nocturnos cuando así se lo pidiera. Había ocasiones en que la desvelada era de muchas horas, pero lo importante era cumplir con su compromiso con el tío. Era un joven que valoraba los favores recibidos y correspondía con la misma moneda. Eso lo sabía Aranza. Por eso lo admiraba y amaba intensamente sin apasionarse. En octubre les llegó el título a las maestras de instrucción primaria. Ya podían solicitar trabajo, por lo que al día siguiente acudieron con el tío de Irma. Manuel las mandó al sindicato para recabar los requisitos y colocarse como aspirantes a obtener una plaza en el sistema estatal de educación. Una vez que cumplieron con los requisitos fueron citadas en noviembre para el sorteo de plazas. No era fácil ingresar por palancas pues el sindicato era transparente. Se llevó a cabo el sorteo de plazas y afortunadamente sus calificaciones las respaldaban. Consiguieron sus plazas en la periferia de la ciudad. Aranza en San José Xilotzingo, cerca de la Ciudad Universitaria, e Irma por el rumbo de Chachapa. Tenían que presentarse a trabajar en un plazo de quince días. Al salir del sorteo, las amigas se fueron a comer a un restaurante de pescados y mariscos para festejar. Lo habían logrado, llegaron al objetivo a base de esfuerzo y disciplina y estaban satisfe263


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chas por el éxito. −¿Te imaginas, Irma? Dentro de dos semanas seremos maestras de grupo y aplicaremos lo aprendido en beneficio de los niños. Seguramente serán de recursos limitados porque son zonas pobres, pero hay padres comprometidos como en todos lados. Lo que importa, amiga, es hacer las cosas con honor. −No sé qué me pasa, pero ya me estoy aburriendo del grupo musical de mi hermano Gil. Son muchos desvelos que ya me están repercutiendo en la salud. Tengo un malestar constante y he discutido frecuentemente con Habib. Él insiste en que nos casemos lo más pronto posible. Amiga, la verdad es muy buen hombre y no merece que lo engañen. No estoy enamorada de él y a veces he pensado en quedarme soltera. Sería lo mejor. He tomado decisiones estúpidas en la vida de las que me arrepiento. Estoy confundida y no sé lo que realmente quiero. −Yo sí sé lo que quieres. Quieres una oportunidad con León y te la voy a dar. Me voy a ir diez días a México antes de empezar a trabajar. Hagan la prueba. Si es tuyo te lo regreso, si es para mí me caso con León de la selva. Termina de sacarte esa espinita que traes clavada en la mente para que seas libre. No sea que el día de mañana te quejes por no intentarlo. Para mí eres como una hermana y no te quiero ver sufrir. Me partes el alma. Te doy la más grande prueba de amor para que las dos seamos felices y dichosas. Regresando a su casa, Aranza le dio la buena noticia a su jefita, que se puso tan feliz que empezó a bailar con su hija. −¡Lo lograste, gacela hermosa! Pero enseguida de la algarabía, Aranza le platica la desazón que no la dejaba ser feliz, o sea, la oportunidad que les dio a Irma y a León para que después no haya arrepentimientos. A la doña le pareció una excelente decisión, para que con el tiem264


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po no hubiera incertidumbre de que no se dieron una segunda oportunidad. Por la tarde llegó León con un enorme ramo de flores y un globo de colores pintado con sus nombres. −¡Lo logré, mi amor! Ya tengo plaza en San José Xilotzingo. Es una escuela recién inaugurada. Ya voy a poder mantenerte. A lo mejor te convenzo para que nos casemos antes. −Sé que Dios está con nosotros, Aranza. Quiero ver ese primer cheque para ver si me convences, mi amor. Aunque te voy a decir una cosa. No necesitamos enlazarnos, nos amamos y estamos casi casados. Dime de un solo día que no te visite, un solo día que no te bese, un solo minuto que no piense en ti. −Te voy a dar la oportunidad de que no me veas ni beses. Mi hermano Antonio me necesita en México por diez días porque mi cuñada Angélica está enferma y no hay quien le ayude con los niños. Serán sólo unos días, amor. ¿Me das permiso? −Chiquita, no me hagas eso. Me voy a volver loco, diez días son una eternidad. ¿Cuándo te vas? –Mañana. Es una urgencia familiar, León de la selva −insistió Gacela. −Está bien, chiquita. Ve a donde te necesitan más que yo. Te amo, hermosa. Por vía telefónica le pidió al tío Ciro el favor de llevar temprano a Aranza a la terminal de autobuses porque iba a la Ciudad de México. Ciro, Ingrid y Samir llegaron a las siete de la mañana y los invitaron a desayunar unos exquisitos chilaquiles con salsa verde, queso y un huevo refrito. Aranza les explicó que no iba a viajar, sino que iba a estar enclaustrada diez días. El motivo era la insistencia de Irma de tener una nueva oportunidad para conquistar a León. Quería intentarlo para ubicarse en la realidad. No se 265


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puede quedar como un amor idealizado lo que puede resurgir o morir si ya no es tiempo de conciliar. −Yo tampoco me siento completamente segura, tengo miedo de que de verdad estén enganchados. Que se comprometan sin amor, como me dijo Irma. Ella no puede amar a Habib porque piensa que León aún la ama, Podría estarle sucediendo lo mismo a mi felino. Tengo que afrontar el presente para que nuestro amor sea claro y transparente, para bien de todos −dijo Aranza. −Te felicito, Aranza. Es una prueba difícil, pero no es el azar sino la razón la que ganará en este conflicto sentimental. Te veo tranquila y segura aunque sientas que te gana la incertidumbre. Cuenta con nuestro apoyo para lo que necesites. Ya nos dijo León, anoche precisamente, que lograste una plaza educativa aquí en Puebla. Las felicito de corazón. Y usted, doña, tiene un porcentaje muy grande en el éxito de esta niña. Vamos a pedirle a Dios que coloque las piezas humanas como van a estar mejor. Ten fe, Aranza. Te queremos. También apreciamos a Irma, realmente es una muchachita muy inteligente y artística. Muy caprichosa y con una enfermedad emocional que arrastra a las personas que más la quieren y apoyan. ¡Pobre Habib! Es muy buen hombre y no la quiere, la adora. Pero así son las niñas caprichosas, quieren adueñarse de lo que no les pertenece −manifestó Ingrid. −Gracias, maestra, por su apoyo. Ciro se levantó y abrazó a la madre y a la hija. Las felicitó calurosamente por el logro alcanzado −Les va a ir bien, Dios es el guía. Doña, qué sabrosos estuvieron estos chilaquiles, muchas gracias. Aranza, cuenta con nuestro apoyo. –Gracias, tío. Durante toda la conversación, Samir estuvo en brazos de Aran266


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za jugueteando. Era su tía preferida. Dicen que la mejor estrategia es el ataque. Irma llegó por la mañana a la Facultad de Medicina. Ya era una artista conocida y reconocida en Puebla. Se allegó los medios para encontrar a León, y cuando lo vio venir se lanzó a sus brazos y lo besó en los labios. Berna presenció la escena desde la cafetería. León, confundido, la condujo enfrente de la escuela, en la entrada del Hospital General, donde iniciaron la conversación. −Vengo a buscarte, pajarillo. Quiero que me ayudes con unas canciones. ¿Puedes en la tarde? −¿Te parece bien a las siete de la tarde? Nos vemos en el taller. −Mejor en tu casa, para estar más tranquilos. ¿Estás de acuerdo? –le dijo Irma provocativamente. −Está bien. Allá nos vemos. Irma llegó puntual con su guitarra y con ropa muy sensual. Saludó a León con mucha dulzura y volvió a besarlo en la boca. Se sentó cruzando la pierna y dejando a la vista su ropa interior. Empezaron a ensayar sin el ritual que los unía. Ahora era informal, era una visita con intención sexual. Afinaron los instrumentos, y se pusieron de acuerdo con la canción. La escucharon varias veces hasta que decidieron iniciar. El canto era La Pomeña, cuya letra dice, Eulogia Tapia en la poma al aire da su ternura si pasa sobre la arena y va pisando la luna si pasa sobre la arena y va pisando la luna el trigo que va cortando madura por su cintura mirando flores de alfalfa 267


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sus ojos negros se azulan mirando flores de alfalfa sus ojos negros se azulan Después de una hora y media de ensayar, los intérpretes lograron darle su estilo personal. Conforme pasaba el tiempo se fueron encontrando las almas. Finalmente lo besó apasionada y fundieron sus cuerpos, acercando lo íntimo externamente. Sabían cómo manejar su sexualidad. Se despidieron amorosamente y quedaron de repetir el ensayo para otra melodía. −Hasta mañana, mi pajarillo. Terminado el ensayo, León fue a visitar a la jefita y la abrazó más fuerte que otros días. Le ayudó a cerrar el negocio y a colocar las cosas en orden. Se notaba pensativo. −¿Le dejó Aranza algún teléfono para comunicarme? −Donde se está quedando no hay teléfono, pero te dejó saludos. Dice que te extraña mucho. ¿No tienes nada que decirme, León? −Por el momento no, doña. Hasta mañana. Cuando ya estaba acostado hizo sus oraciones nocturnas. −Discúlpame, Señor. Estoy cayendo en las redes de la pasión. Estoy traicionándome. Ayúdame a superar la tentación. Perdóname, dame luz para resolver mis problemas. Dame un sueño reparador para mañana servirte mejor. Como no podía dormir, se quedó meditando. −Gacela me hubiera preguntado, ¿por qué? Y le hubiera contestado, porque no puedo contener ese atractivo sexual, me gana el placer. ¿Para qué? Para formar nuevamente una pareja sexualizada. Aranza, tú no traicionarías a tu novio ni a tu mejor amiga. Jamás lo harías, amor. Luego me interrogaría con esa sonrisa tierna. ¿Cuál es tu meta u objetivo? Un nuevo noviazgo pasional y nocivo para la salud de ambos, casarme con una traidora. Ese 268


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no es el camino saludable. Gracias, mi amor, por estar conmigo. Al día siguiente se repitió el mismo protocolo. Irma llegó a la escuela de medicina para llamar la atención, pero ahora León estaba prevenido. La abrazó con entusiasmo y evitó el beso en la boca. Enseguida llegó Berna a darle la bienvenida y la invitaron a desayunar unas sabrosas memelas poblanas con un cafecito caliente. Después de eso se fue sin haber logrado su objetivo. Por la tarde llegó Irma con la sexualidad a flor de piel. Los acercamientos fueron atrevidos y mostraba su ropa interior simulando descuidos. La melodía era Canción con todos, Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur piso en la región más vegetal del viento y de la luz siento al caminar toda la piel de América en mi piel y anda en mi sangre un río que libera en mi voz su caudal sol de Alto Perú, rostro Bolivia, estaño y soledad, un verde Brasil, besa mi Chile cobre y mineral. Era un hermoso canto de trova sudamericana interpretado por Mercedes Sosa. Después de una hora de ensayar con la flauta y la guitarra, Irma fue al sanitario y regresó sin pantaletas, iniciando el acercamiento íntimo. León le pidió tiempo para ir al baño y justo en ese momento aparecieron Berna, Alondra, Mónica, Roger y Belcim al último. Irma se puso de todos colores, sin saber bien qué hacer. Guardó las pantaletas en su morral, y entonces salió León a abrazarlos a todos. −¡Bienvenidos! ¿Qué os acontece, amigos? 269


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−¿Por qué no nos dijiste que Aranza anda en México? Fuimos a felicitarlas primero a tu casa, Irma, y encontramos a las dos maestras ausentes. Vimos el carro de ambos y decidimos bajar para saludarlos. Antes que nada, felicidades, amiga, por el objetivo alcanzado. ¿Qué están ensayando? −Unas rolas para mi amiga, Irma. Seguramente las va a estrenar en el grupo. ¿Quieren escucharlas? La cantante se dirigió al sanitario con la frustración a cuestas para colocarse la ropa interior. Regresó con la sonrisa más fingida que una actriz de comedia y empezó a desarrollar las dos melodías en forma pasional. −¡Qué hermoso, amiga! Eres sensacional y seguro vas a ser todo un éxito −dijeron todos. −No tarda en llegar Habib para que vayamos a cenar juntos. Invitamos a Alondra como pareja sustituta de Aranza. ¿Qué se les ocurre para cenar? −comentó Roger. Las opiniones fueron diversas pero acabaron ganando los paninis. El restaurante estaba en la Avenida La Paz. Cuando llegó Habib fue directo a Irma para halagar su belleza. La cargó y besó repetidamente. −Miren el regalo más hermoso que Dios me ha otorgado. Compañeros, quiero comprometer a su amiga trovadora para que acepte que la boda sea este diciembre. Todos aplaudieron pero Irma se sintió avergonzada. Tenía ganas de meter la cabeza en un hoyo pues no podía concebir la traición a un ser tan maravilloso que la amaba con esa intensidad. Todo por unos fugaces minutos de sexualidad apasionada. Se levantó decidida de su respuesta. −Mi amor. Delante de todos mis amigos, quiero pedir perdón si alguna vez te he faltado. Te prometo respetarte y amarte a partir de este momento. Sí deseo con toda el alma ser tu esposa. 270


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Vamos a organizar la boda como debe ser. Juntos, mi muchacho flautista. Irma había comprendido el rechazo de León y armó el espectáculo para decirle no a la traición. Aceptó la derrota pasional pero la transformó en una sana decisión racional. Berna le habló por teléfono a Aranza para contarle de la noticia. Se puso eufórica y salió a abrazar a su madre. El camino estaba libre, no más incertidumbre. Estaba segura del amor de León. La cena en el centro italiano fue alegre y divertida. Belcim se sacó el premio a su ingenio. −Se hizo de rogar, la dama. Le daba miedo la cama. Más que el temor que la encamaran, el amor del caballero que ostentaba generoso flautín. Hizo pensar a la doncella que aquel mágico instrumento, transformaría los talentos en deliciosos lamentos al penetrar en su ser. Así fue como la dama aceptó de buena gana y cambió el dolor por placer. Ya repican las campanas, se nos casa Irma Susana con Habib el del flautín. −Amiga, tú sí que en el viento las compones −le dijo Mónica. Irma la sensata estaba compartiendo amor y felicidad. Había buscado una rebanada de pastel ajeno teniendo una tarta de cinco pisos. Así es la vida del hemisferio derecho. Elaboración artesanal para los sanos emocionalmente. León se apresuró para llegar con la jefita y darle la noticia de que al fin se había liberado de Irma. −Gracias a Dios que entendió que no somos una pareja saludable. Estoy agradecido con ella por los buenos momentos de la adolescencia. Pero hoy mi amor es juvenil y le pertenece a mi gacela. Lástima que no esté presente. León no sabía que Aranza estaba oculta en su recámara. Tras escuchar lo que su León tenía que decir, la Gacela salió sigilosa 271


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y le tapó los ojos. −A ver si adivinas quién soy. – −Eres Bernardo. −No. −Entonces eres mi tío Ciro. −Tampoco, andas muy frío. −Esas manos me recuerdan a Roger. −Vas a ver, León. Ya deja de compararme con hombres. −Te amo, mi niña preciosa. Tenemos que seguir trabajando para el amor, pues sólo así será para siempre. Hay que esforzarnos, Gacela. Hasta me hiciste pensar en pedirte matrimonio antes del tiempo programado. −Fíjate bien en lo que dijo León, Aranza. El amor se trabaja. No es espontáneo sino que se fabrica con atenciones, cortesías y cariño. Debe ser recíproco, sobre todo en los momentos difíciles, cuando hay que sacar la casta para hacer sentir al compañero que somos incondicionales. Hay que trabajar, mi reina. La vida en pareja tiene que ser pareja. Así como son ustedes, piensen antes de actuar. Ya tienen cuatro años de novios, pero pueden ser siete los que sean necesarios para formar una familia para siempre. −Muchas gracias por el consejo. Sólo espero que no sean muchos años de espera para formar el clan. Mamita, ahora te voy a hacer una pregunta muy ruda. ¿Por qué te dejó mi papá? −No me dejó, abandonó a su familia que es diferente. Le ganó el deseo por otra mujer. Se enganchó y cambió lo normativo por lo atractivo. Nunca investigué de quién se trataba, me interesaban ustedes. En el momento del abandono me auxiliaron mis padres y mis hermanos. Ellos me ayudaron a levantar la carga. Luego Antonio, tu hermano, fue el joven protector. Pobre de tu padre que le ganó el placer, como le pudo haber ganado estos 272


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días a León. Somos seres humanos y las tentaciones del placer son traicioneras. Brotan cuando menos las esperas y hay que saber manejarlas con sensatez y prudencia. No me molestó la traición de tu padre, pero sí el abandono hacia ustedes. Si yo hubiera sido la traidora, jamás dejaría de procurar a mis hijos. Eso sólo lo hacen los animales ante el infortunio, cuando todo está perdido. Algunos son capaces de dar la vida por sus hijos mientras que otros despiadados los matan. Nunca habíamos tocado este tema, lo que sé es que tu padre es un tipo indeseable para mí, pero he sabido disimularlo a través del tiempo. ¿Sabes por qué? Porque el Señor siempre estuvo conmigo y para Gloria de su reino me permitió crear a tres hermosos cachorros, uno de los cuales se convirtió en una gacela enamorada. Nada gano con odiar a tu padre. Allá él y sus demonios −abrazó a su hija y continuó−. No sé si contesté tu pregunta, Aranza. Esos son mis sentimientos, espero te sirvan para guiar tu vida con prudencia y sensatez. Abrazaron a la doña sus dos protectores y consentidos. −Mamá, has sido un gran ejemplo. La evidencia es que gracias a Dios y a ti, soy una muchacha sana, coherente, prudente y sensata que te ama a ti y a este caballero trovador medieval que me ha hechizado el corazón. Al siguiente día se presentó Irma en la hora libre de León y lo saludó con un beso en la mejilla. Le pidió unos minutos de atención caminaron a la acera de enfrente del hospital. León le preguntó si ya había desayunado y respondió que sí. −Pero si tú quieres comer algo, te acompaño. León también ya había desayunado y la condujo al interior del hospital. Empezaron a caminar por los pasillos que conducen a los pabellones y encontraron un área con una banca en el pabellón de pediatría. Había un pasamanos, sube y baja, caracol y 273


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columpios. Se sentaron a conversar amistosamente. −No quiero dar por terminada nuestra relación hasta no conocer algunas respuestas. ¿Nuestro amor fue importante para ti, pajarillo? −Fue lo más maravilloso de mi adolescencia. −¿Te gustaba como mujer? −En ese tiempo fuiste la más hermosa del mundo en que navegábamos. −¿Qué era lo que más te gustaba de mí? –Toda tu persona. Tu rostro era el de una serafina musical −¿Dónde hicimos por primera vez el amor? –En tu casa, en tu recámara. A las cinco de la tarde, un día de mayo. Tus papás y hermanos se fueron al combate de flores y nos quedamos ensayando trova. −¿Sexualmente quedabas complacido? −Satisfecho y exhausto. Eras una máquina sexual. −¿Estuviste satisfecho con nuestra relación? −Fue una etapa puberal y artística en la que se combinaron, arte, trova y sexo. −Durante el tiempo que vivimos juntos, ¿te enamoraste de otra mujer? −De ninguna. −¿Me fuiste fiel totalmente? −Sí, eras mi vida entera. −¿Te gusta cómo canto? −Eres la mejor intérprete que he conocido. −¿Qué parte de mi cuerpo te gusta más? −Todo. Me atraen tus gestos, ademanes, tus labios que se pegan como lapas. −¿Qué canción te recuerda nuestro idilio? –Sabor a mí, aunque también La piel de la canela. 274


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−¿Qué fue lo que nos separó León? −Si recuerdas, nuestro romance estaba matizado de desveladas, licores, sexualidad libre, aspecto desaliñado, falta de compromiso en los estudios y desafíos a nuestros padres. Nos volvimos instintivos, repudiamos la ciencia y vivíamos un caos. Fueron dos años de experiencias diferentes a lo normativo. Al fin gratos momentos de la vida que no volverán. Ya se fueron al pasado y llegaron otros personajes que cambiaron nuestras vidas. Somos mejores personas, estudiantes, deportistas, artistas, amigos y dejamos de ser amantes. −¿Te sigo gustando? −Físicamente, sí. Eres muy guapa. Psicológica y emocionalmente no. Aunque duela, hemos traicionado a nuestras parejas. Eso no es sano ni saludable. Creo que tenemos que reconstruir nuevos proyectos de vida con esos seres que nos brindan la oportunidad de componer nuestras vidas. Irma lo estrujó con una fuerza pectoral desmedida, mientras sollozaba en su hombro. Reconoció que había que recomponer y aprender a construir el amor con sus nuevas parejas para acceder a una familia saludable. −Sin que tú me preguntes, Pajarillo, voy a contestarte las mismas interrogantes. Nuestro amor fue lo más importante de esa época de mi vida. Lo cruel es que no me puedo desenganchar. Me quedé atrapada en los placeres del pasado. Como hombre me gustaste desde el primer día que te conocí, me hechizaste. Recuerdo que Belcim nos contó las maravillas sexuales que tuvieron. Te conocí a través de ella. Recientemente Mónica había confesado que tuvo relaciones contigo en dos ocasiones. A través de esos antecedentes te conocí. Lo que más me gustaba y me gusta de ti es tu cara de niño bonito, con ese peinado de bien portado. Eres apuesto, arrogante, fuerte, creativo, ingenio275


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so, bien dotado, con talento suficiente. Tu cercanía es letal para mí. El primer día que tuvimos relaciones fue inolvidable. Va a quedar como tú dices, en todas las neuronas del cerebro por si se mueren las del recuerdo, queden fijas en otra área por el resto de los días de mi vida. Sexualmente me dejabas complacida. La trova y tus cercanías son imanes que excitan todo mi ser. Si te diste cuenta ayer y siempre empiezo a temblar con tu presencia. La intimidad me pone eufórica, me transformo en un frenético huracán que no quiere parar. Es tan grande el placer que quiero más. No tiene límite. Estuve muy satisfecha con nuestra relación. Para mí está perdiendo el encanto. La comparo con grandes idilios de la historia. Fue una época de intensidad pasional. Jamás te he engañado con otro hombre. Nunca he estado con Habib. Me estoy preparando para no engañarlo, para poder entregarme a él, que tanto me ama. Mi pajarillo, me encanta como trinas. Me gusta más el acople que tienes conmigo, cómo me seduces en el escenario. Eres un macho que expele feromonas que cautivan. Llega un momento de tal intensidad, que me cohabitas arriba del contexto musical, termino con secreciones por todo el organismo. La parte que más me gusta de tu cuerpo es tu mente. A través del genio, creas artificios que hacen que los movimientos de los músculos se pinten de erotismo. Lo que más me gusta son tus labios y tus manos, con sólo rozarlos me provocan sensaciones eróticas. Las melodías que me recuerdan el idilio son Morenita, trigueñita encantadora. Esa es tu obra maestra ejecutada para mí. También Sabor a mí. ¿Por qué nos separamos? Estos días he comprendido que Dios está presente en nuestras vidas. Lo admitía pero no lo reconocía. No te abandoné, nos abandonaron. A ti tus padres y a mí la salud. Me deterioré físicamente y Habib fue mi salvavidas. Se portó como un ángel y es amigo de Gil. Ellos me llevaron a México y Habib no se sepa276


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ró hasta que confirmaron el diagnóstico. Me dijo que él estaba enamorado de mí, que era un sueño en la realidad. Desconocía mi vida trovadora y me pidió ser su novia. Acepté por gratitud. Entonces fue el nocaut más impresionante que haya vivido. Cometí el acto más carroñero que comete una amante y traicioné al ser querido con una puñalada directa al corazón desarmado y desastrado. Reconozco mi crueldad. Perdóname, Pajarillo, fue una estupidez. Estoy segura que si no hubiera cometido ese error tan grande, en este momento estaríamos juntos. Reconozco que te dejé abandonado. Llegó Aranza, la muchacha más buena de Puebla, y te sanó. Curó tus heridas y te cautivo el corazón. Te perdí porque así lo dispuso Dios. Él te colocó en mejores manos. León, me sigues gustando más de lo que quisiera, pero voy a intentar renovar mi alma para merecer a Habib. Es una persona muy humana, un ser maravilloso y yo soy su princesa desencantada. Espero poder lograr el objetivo. Discúlpame si te robé parte de tu tiempo. Era necesaria esta plática para identificar mi realidad y ser más objetiva, para llegar a la meta del amor. Por favor, León, no me vayas a abandonar nunca. No me vayas a voltear la espalda nunca. Ayúdame a sobrevivir con dignidad. Trataré de ser una buena amiga, la mejor de todas. Adiós, Pajarillo. Esta será la última vez que así te diga. León la vio marcharse con lágrimas en los ojos, y cuando llevaba unos pasos avanzados le gritó. −¡Adiós, Jilguerillo! Irma levantó la mano victoriosa hacia el cielo y continuó su camino. Así es el amor. Es lo que nos inclina, lo que nos hace proclives a las personas y nos conduce al apego. Cuando se despegan las páginas de la historia, calcina los sentimientos. Exalta o deprime las emociones a veces 277


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hasta la locura o la depresión. Las huellas que quedan en las neuronas son cicatrices profundas que tardan mucho tiempo en repararse. Una vez sanada la mente, volvemos al juego del amor con más precaución, sensibilidad y sensatez. En otros contextos se repite la misma historia. El amor fue diseñado para el bienestar, aunque haya personas que lo utilizan como recurso para estar mal. En la noche llegó Aranza de visita. León le narró la plática que tuvo con Irma. Había sido el fin de una relación que ella no daba por terminada. Tras la exposición no detallada, las invitó a cenar chile atole frente al templo de la Mansión. La receta era original y el sabor exquisito al paladar. Allí estuvieron disfrutando el platillo típico mientras veían a la multitud de automóviles que transitaban a las nueve de la noche. A mediados de noviembre iniciaron los exámenes finales de las diez materias de quinto año. La maestra estaba preparada para su incorporación a las actividades el día quince. Había estado entusiasmada preparando material didáctico aunque no sabía de qué grupo iba a hacerse cargo. Llegó el día de la presentación educativa. La escuela San José Xilotzingo, ubicada en el kilómetro cinco de la carretera a Valsequillo, estaba cerca del fraccionamiento del mismo nombre. La escuela Cadete Juan Escutia era relativamente de reciente construcción. A tres meses de su inauguración, las familias vivían en edificios de apartamentos de INFONAVIT. Eran personas de clase media, que seguramente tenían Seguro Social. La escuela ocupaba casi una hectárea de terreno. Tres edificios de dos pisos sobresalían del resto de oficinas. En esos tres edificios estaban distribuidas seis aulas entre el primer y segundo piso. En total eran dieciocho aulas. Tres grupos por grados, de primero a sexto. Por lo tanto existían dieciocho profesores y la 278


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directora, la maestra Nancy. Contaba con sanitarios para niños, niñas, profesores y profesoras, una oficina para la dirección, una para la secretaria, una sala de juntas y un cuarto para herramientas de limpieza y reparación a cargo de dos trabajadores de intendencia. La escuela estaba delimitada por una valla de dos metros de altura, alambrada con malla ciclónica. Todo estaba bien planeado y diseñado. La entrada era a las ocho de la mañana y Aranza llegó en el carro de la franja elegantemente ataviado y pulcro. León lo dejó listo para que la maestra luciera elegante. Llegó con su figura imponente de joven bonita, elegantemente vestida con zapatillas y un andar cadencioso. La acompañaba un portafolio de usos múltiples que le obsequió su amado. Llegó a las siete y media y se sentó en las puertas de la dirección. Allí se encontró con la manzana de la discordia, una maestra unos años más grande que ella. Le platicó que la envidia de sus compañeros ocasionó que fuera removida de su cargo y enviada a una escuela rural a San Juan Acatempan. Lo que no dijo es que era faltista, desobligada, no apegada a la norma, rebelde y desafiante. Se hizo la víctima de la novela. Cuando llegó la maestra Nancy, las hizo pasar a la dirección. Allí se desató la polémica entre la inconforme y la directora. La que dirige la dejó vomitar sus malestares hasta que terminó llorando. Enseguida, le extendió un papel. −Maestra Carmelina, le ha sido asignada una plaza en la escuela Niños Héroes de Chapultepec, a cinco calles de su casa. Va a estar en el turno vespertino porque abogué por que se le diera una oportunidad, una nueva conveniencia. No la desaproveche porque esta muchachita que ve usted enfrente de mí, es la nueva profesora. Yo la solicité en el sorteo de plazas. Es el mejor promedio de la generación, tiene preparatoria y además es bien 279


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presentada y glamorosa. Podría hacer un examen de oposición por la plaza y seguramente saldría perdiendo. Recuerde, Carmelina, lo hago por su familia. Es una nueva oportunidad cerca de su casa. Aprovéchela. La desafiante se hincó ante la directora. −Gracias, Nancy. Bendita sea tu madre y tu familia−se levantó entusiasmada y se despidió de abrazo y beso. Así fue el inicio de actividades. La función del director es dirigir con autoridad a todo el personal de la escuela, respetar y exigir cumplimiento a las normas internas en el plantel, exigir calidad y entusiasmo en el trabajo a sus maestros para beneficio de los educandos, atender los problemas internos de los trabajadores que se susciten en el interior del plantel, ser portavoz de sus compañeros ante las autoridades educativas y múltiples funciones más. Se dirigió con amabilidad a Aranza, que no esperaba ocupar la plaza de una rebelde. −Muy buenos días, mi niña. Me llamo Nancy Montiel Covarrubias. Seguramente ya te imaginaste por el apellido que pronto seremos familia. Soy prima de Ciro. Él es mi mejor amigo de la vida, como un hermano. Te recomendó ampliamente y por eso estuve en el sorteo de plazas. Espero que respondas a las expectativas que tengo para ti. Eres la mejor preparada de mi plantilla. Eso lo sé yo, pero será mejor que los demás no lo sepan. Actúa con prudencia y humildad. Te conozco por algunas amigas maestras que te envidian porque eres la novia del galán trovador. Él es mi sobrino consentido y desde este momento ya te guardo estima. Aquí en corto somos amigas, pero en grupo te llamaré la atención con energía como a cualquiera. Cuenta con mi apoyo −Gracias, maestra. Me quitó un peso de encima y no se arrepentirá de confiar en mí. Voy a hacer mi mejor esfuerzo y estu280


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diar mucho −dijo Aranza ya más tranquila. −Te voy a llevar con el grupo que va a estar a tu cargo. Va a ser sorpresa. Quiero que empieces a trabajar a partir de ya. A las diez de la mañana tienes tu primera supervisión e inspección. Cuando llegó al salón de clases, los niños de primer año C estaban alborotados, pero cuando vieron entrar a la directora y a la nueva maestra se quedaron encantados. Nancy tomó la palabra. −Buenos días, niños. Tengo el honor de presentarle a su nueva maestra, Esperanza o Aranza Corona. Ella se encargará de la función educativa con ustedes. Los dejo con ella, sean obedientes. Aranza se colocó al frente en el escritorio, expresó su mejor sonrisa y saludó a todos. El grupo le respondió con alegría. Pasó por las siete filas de seis alumnos y saludó a cada uno de mano. −¿Saben por qué les di la mano? −Porque es educada −le contestó una niña. −Porque es amiga −dijo otro niño. −Muy bien amigo, ¿cómo te llamas? −Gerardo, maestra. −Exactamente, Gerardo. Soy amiga de todos. ¿Por qué creen que vengo arreglada? −Es usted muy bonita y guapa −dijo Florecita. −Porque nos quiere agradar −respondió Cipriano. −Correcto. Vamos a ser amigos y vamos a intentar ser gratos. ¿A qué vienen a la escuela? −A aprender cosas −levantó la mano Manuelito. −A educarnos −dijo Juanito desde más atrás. −A leer y escribir −expresó Rosario. −Muy bien, chicos. Voy a tratar de ser su amiga y enseñarles lo que me piden −les dijo la maestra−. Ahora bien, ¿qué me piden que haga con los que no cumplen? 281


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−Castigarlos, maestra −le contestó Francisca. −¿Cuál sería el castigo? −Reprobarlos maestra −dijo María Eugenia, y detrás opinó Cristina−. Ponerles orejas de burro. −Pegarles en la mano con una vara− dijo Efrén desde la primera fila. Aranza regresó al frente y les habló. −Vamos rápidamente a hacer una dinámica. Los mesabancos son para dos personas. ¿Están a gusto o desearían cambiar de compañero? Al principio nadie levantaba la voz, pero después de un momento se levantó Enrique. −Maestra, yo no tengo nada contra Fernando, pero si es posible me gustaría sentarme con Gaspar. Entonces Fernando se levantó y se fue a sentar con Elpidio. −Muy bien, ahora que están a gusto, les voy a comentar que vamos a trabajar en forma individual y en parejas. La competencia por aprender y enseñar nos corresponde a todos. El que más sepa va ayudar al que se le dificulte el aprendizaje. Al final del curso, este grupo va a ser el mejor porque todos somos amigos y gratos. Como tenemos evaluación en una hora, saquen sus cuadernos que voy a dictarles unas oraciones. Voy a ir evaluando por grupos. Esta va a ser la fila uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis. Vamos a ver cuál es la mejor para que sea la que ayude a las demás. Les voy a pedir que cuando trabajen lo hagan en silencio. Si tienen dudas, acérquense a mí e intentaré ayudarles a resolver los acertijos. A las diez de la mañana, llegaron las madres y algunos padres de familia a conocer a la nueva maestra. En cuanto entraron los padres de familia, los niños se levantaron a saludarlos de mano. Después, ordenadamente, se fueron a sentar a su lugar. La maes282


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tra les explicó a los preocupados padres que estaba haciendo una evaluación del grupo para conocer el grado de aprovechamiento y aplicar las técnicas educativas apropiadas. Todas las madres salieron muy contentas cuando los niños les dijeron en coro, gracias por haber venido, pasen buen día. Felicitaron a la directora por la buena decisión de reemplazar a la antigua maestra. A las once de la mañana se citó a todos los maestros a la sala de juntas por el micrófono. Los grupos quedarían a cargo de los maestros de educación física. Cuando llegaron a la sala de juntas, Aranza esperó al último para tomar asiento. Las compañeras que eran mayores de treinta años la miraban con cierto recelo. Las menos enfermas admiraban su belleza y dos profesores varones de más de cuarenta admiraban absortos la belleza física de Aranza. La maestra Nancy hizo la presentación de la nueva mentora que estaría a cargo del primer año grupo C. Hasta esa fecha, era el grupo más problemático de la escuela. Para evitarle problemas, Nancy evitó comentar la historia curricular de Aranza. Únicamente mencionó que era egresada de la normal del estado. Dos maestras se levantaron a darle la bienvenida. Una de ellas, la más joven, habló primero. −Te conozco por mi hermana que fue tu compañera. Se llama Lina. Sé que eres el mejor promedio de tu generación y, comentario aparte, eres muy guapa. La novia del galán León el trovador. Bienvenida, espero seamos amigas. Luego se levantó la maestra Olivia, la decana del plantel de más o menos cincuenta años. −Siempre serán bienvenidas las profesoras más jóvenes que vienen a motivar con su encanto a las jóvenes del ayer. Así como 283


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te presentas hoy, así todas hemos estado en tu lugar. Qué gratos recuerdos para todos. Sólo te pido que trabajes con sencillez. Haz de la humildad grandes obras como cada una de nosotros lo estamos intentando. Haz tu trabajo con amor y la recompensa será inmediata. ¡Felicidades, bienvenida! Luego tomó la palabra el profesor Melesio. −Bienvenida, Aranza, a tu nueva casa. Estamos para apoyar tus proyectos que seguramente son modernos e innovadores. Después de eso, nadie más tomó la palabra. Humildemente, Aranza fue pasando a darle la mano a cada uno de sus compañeros del plantel. Los profesores de educación física eran Jorge, futbolista de hueso colorado, y Erika, escritora, poeta y trovadora. Ya la conocían, Jorge por el carro de la franja y Erika porque era fan del restaurante donde cantaban trova. Eran jóvenes entusiastas y creativos, una bienvenida para el recuerdo. Firmó la salida a las dos y media de la tarde. Era el momento de retornar al hogar. En ese aspecto, los maestros eran bastante estrictos. El horario estaba bien establecido, podían permanecer en el plantel sin ejercer actividad docente, pero hacerlo representaba un compromiso para los demás profesores, pues aumentarían las exigencias de la sociedad de padres. En ese aspecto, Nancy la puso al tanto para evitar problemas. −Aranza, sé que te sobra entusiasmo. Lo que te pido es que me consultes antes de llevar a cabo cualquier proyecto que tenga en mente. Tengo que darle el visto bueno porque recuerda que somos un grupo de profesores solidarios. Tenemos acuerdos que deben respetarse para el bien de todos. Ayúdame en ese aspecto para que la coordinación sea normativa y mantengamos una sana convivencia. ¿Estás de acuerdo? −Sí, profesora. 284


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Aranza tenía muchos proyectos en mente, pero el primordial era tener un diagnóstico de aprovechamiento del grupo. La clase de dictado le sirvió para el diagnóstico inicial de aprovechamiento en lectura y escritura. El resultado fue catastrófico. Quedaba claro que por algo habían removida a la maestra. Presentaban grandes deficiencias en la escritura. Sólo dos niños y dos niñas eran zurdos, uno de ellos ambidiestro. Por esta condición eran candidatos a tener problemas de conducta según lo señalaban los libros. No era un canon, sólo una posibilidad. El desarrollo de la lectura estaba rezagado en la mayoría. Lo mismo sucedió en matemáticas y geometría. La cultura cívica estaba en límites bajos, por lo que Aranza estableció como norma de cortesía el saludo de mano diario al momento de la entrada entre todos los miembros del salón. En caso de que llegaran tarde tenían que dirigirse directamente a su mesabanco. Aranza le explicó a todo el contingente que una manera de dar la bienvenida al nuevo día era con un agradecimiento a Dios. −Gracias, Señor, por un nuevo día. Amo y respeto a mis padres, a mi patria y a mi escuela. Estoy orgulloso de ser poblano. Fue clara al momento de exigirles que portaran ropa limpia, zapatos aseados y se presentaran bien peinados, con uñas recortadas, orejas limpias y evitaran estar eructando en forma ruidosa o expeliendo gases sonoros. En caso de una urgencia debían salir al aire libre o ir al sanitario. Una parte del diagnóstico fue a través de la danza. Llevó una grabadora y colocó un casete de música folclórica. Pasaron a bailar por parejas. Detectó falta de coordinación motora gruesa en varios alumnos y le pasó la lista a Jorge y Erika. También detectó una falta de coordinación motora fina en algunos niños y recomendó a los padres ejercicios especiales. Inculcó el respeto de los caballeros hacia las damas, resaltó que las 285


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mujeres tenían menos fuerza muscular que los hombres, por lo que no debían ser bruscos. −A las niñas las educan en sus casas para ser cortejadas en la adolescencia. Ellas tendrán que aprender a seleccionar al varón que las mimará, cuidará y protegerá. No al joven que maltrata o humilla. Por eso deben ser amables con sus compañeras, hagan de cuenta que son sus hermanas. Prepárenlas para que en el futuro sepan elegir pareja sana. Afortunadamente todos controlaban esfínteres, salvo un niño con enuresis nocturna y una niña con encopresis. También había un grupo de rebeldes en cuyas familias imperaba la ley de la violencia y convivencia no saludable. A ellos les dio un trato diferente. Les daba encargos especiales y resaltaba su buena conducta. En ocasiones fueron jefes de fila y uno de ellos hasta jefe de grupo. Le encargó a Jorge y Erika una motivación especial en educación física para los rebeldes y desordenados y pronto se alinearon a la norma. Aranza fue educada en la Escuela Normal para ser integradora de grupo y eso facilitó su tarea con los niños. En su tabla de diagnóstico no figuraron niños autistas o con demasiada actividad. Cuando cumplió un mes de trabajo, antes de salir de vacaciones invitó a los padres a una junta con los alumnos presentes. En cuanto llegaban los padres cada quien iba por su padre y lo sentaba en el mesabanco mientras ellos permanecían firmes a su lado. Así, cuando algún padre no acudía, el papá del mesabanco vecino abordaba los problemas para comunicarle lo sobresaliente y deficiente. La ventaja de tener una maestra como Aranza, era que la mayor parte del trabajo era en la escuela. La tarea de los padres sólo era repasar lo aprendido. Como algunos padres por cualquier circunstancia no cumplían con su función auxiliar, los niños les 286


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llevaban tarea educadora para hacerlos más participativos. Si la montaña no viene a ti, tú ve hacia ella. Los padres constataban contentos los avances de sus hijos en las reuniones. A los treinta días, Florecita resultó una extraordinaria cantante, avanzada en lectura y escritura. Sólo hacía falta saber detectar sus debilidades, auxiliarlas y alentarlas. Había que hacer talentos de las fortalezas. Así trabajaba la nueva maestra y la evidencia de los resultados eran los alumnos, la disciplina grupal, la educación cívica y social. Habló con la directora para que le autorizara que un optometrista conocido realizará un examen gratuito a los tres grupos de primer año. Había notado deficiencias visuales en algunos de sus alumnos y las maestras de los otros dos grupos estuvieron de acuerdo. Se habló con la sociedad de padres y también aceptaron el diagnóstico de presunción. Cada quien solucionaría el problema individualmente. El último día de clases se llevó a cabo el evento presuncional y todos salieron con su diagnóstico en una receta que guardaron en su mochila. Aranza les enseñó villancicos de navidad y les contó una historia. En una ocasión durante la Guerra Mundial, los soldados peleaban por conflictos entre países. Estaban cansados en sus trincheras, mal alimentados y tristes porque era día de navidad. Aranza les explicó parte por parte qué era la Guerra Mundial, qué era un país, porque estaban cansados y hambrientos para que los niños entendieran la crónica. En navidad se celebra el nacimiento del Niño Dios, quien tuvo muchas dificultades para nacer. Su Padre lo envió para traer la paz entre nosotros y por ese motivo los soldados estaban tristes. Era un día de paz y seguramente en muchas partes del mundo las familias estaban reunidas pidiendo por la paz. Mientras tanto, ellos estaban en la guerra matándose unos a otros. 287


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La noche estaba salpicada de estrellas y había un silencio inusual. De pronto se escuchó una voz que entonaba la canción Noche de paz. Nadie se atrevía a callar al cantor aunque los ejércitos de los países estaban a cincuenta metros de distancia. De pronto se escucharon dos voces y luego tres, hasta que todos terminaron cantando esta melodía. Salieron los soldados de los dos ejércitos y se abrazaron. Platicaron toda la noche y después cada grupo tomó un rumbo diferente. No podían herir a sus nuevos hermanos. Éste y muchos acontecimientos marcan que la vida debe ser así, pacífica entre hermanos. Por desgracia no es así en todo el mundo. Llévense este mensaje para que estas posadas y navidad disfruten a su familia. León terminó el último año en las aulas escolares con muchos deseos de pasar al sexto y dedicarse a las prácticas hospitalarias. El trabajo sería más intenso ayudando a los enfermos. Durante este último año le fascinaron las clases de obstetricia, oftalmología, clínica quirúrgica, psiquiatría y cardiología. En todas las materias fabricó simuladores representando la fecundación en sus diferentes etapas. Desde el mecanismo del trabajo de parto, con una cavidad abdominal con las capas superpuestas hasta llegar al peritoneo. En su interior los órganos de la cavidad, dispuesto cada uno en su lugar. El mesenterio fijando a la parte posterior los intestinos, los epiplones ligando al estómago e hígado, fijando el estómago al colon transverso. En otro simulador los vasos sanguíneos gruesos que salen del corazón con su distribución intratorácico y abdominal, la vía de las arterias carótidas hasta el cerebro, la vía de las arterias vertebrales al cerebro. El más brillante era un simulador con las venas yugulares, las venas subclavias, las venas femorales, venas del brazo y antebrazo, venas de las extremidades inferiores tanto 288


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sistema superficial como profundo, resaltando las áreas donde se introducen agujas y catéteres. Un trabajo excelente. La casa ya no tenía capacidad para tanto simulador. Un trabajo artístico que requirió muchas horas de esfuerzo y dedicación. Le platicó a su padre la situación y fue a visitarlo junto con su madre. Por la mañana llegaron Arturo y Suzan, Ciro, Ingrid, Aranza, Otoniel, el director de la Escuela de Medicina y el jefe de enseñanza del Seguro Social. Se quedaron absortos contemplando la obra artística en etapas anatómicas, fisiológicas, bioquímicas e histológicas. Se quedaron en silencio unos minutos, hasta que el Doctor Álvarez expresó con admiración. −Esto es obra de un artista poblano. Excelente estudiante de medicina. La única manera de reconocer este trabajo y que sirva de apoyo didáctico a los estudiantes, es trasladándolo a una sala de la escuela para beneficio estudiantil. Te prometo que las piezas serán tratadas con cuidado y dignidad. La colección te seguirá perteneciendo. −Está bien, maestro. Que sea auxiliar como lo fue para mí. Sólo una condición, que la colección lleve el nombre de sus creadores, Arturo, Otoniel y León Felipe Covarrubias. −Estoy de acuerdo, León. Así se hará. −Gracias, maestro. −Hijo, antes de que te arrepientas. Me gustaría que mañana mismo se traslade la colección a una sala destinada a la exposición. Espero que en vacaciones, compañeros de escuela voluntarios terminen de acomodar las piezas ordenadamente −manifestó el director. –Quiero ser de esos voluntarios. −De acuerdo, muchacho. Cuando se fueron el jefe de enseñanza y el director de la escuela, Arturo tomó la palabra. 289


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−Hijo, gracias por el favor inmerecido. Es tu obra, salió de tu ingenio y creatividad. Estoy orgulloso de ti. −Después de la tempestad viene la calma. Le doy gracias a Dios porque ante la adversidad te sublimaste. La falta de recursos te llevó a la necesidad de crear música, simuladores y esta bella pareja romántica. Los felicito, Aranza. Tú has sido la inspiración de mi hijo en estos cinco años de noviazgo. Sigan por el mismo camino −manifestó Suzan. Ciro se levantó de su asiento y abrazó con fuerza a su hijo. No podía hablar de la emoción y las lágrimas de conmoción le ganaron al ver la obra de su muchacho. Otoniel, por su parte, estaba más festivo. −Te felicito, hijo. Vamos a brindar por este logro. Aranza, consíguete unos vasos que traigo unas sidras en el carro, dejen voy por ellas. Ingrid se levantó para felicitar a los novios. −Muy bien, muchachos. Conserven la vida con el ritmo musical que llevan. Espero verlos juntos cantando trova. Son una magnífica pareja. Ambos le dieron las gracias a la tía por sus palabras. Mientras esperaban a Otoniel, Aranza consiguió los vasos. Abrazando a su novia, León tomó la palabra. −Les agradezco su compañía. Creo que este momento es el más feliz de mi vida. Este mensaje es para todos, pero especialmente para mi papá y mamá. Les quiero pedir su comprensión pues quiero casarme con Aranza este diciembre. Sé que viene la etapa más difícil de mi carrera y desde que la conozco hemos sido solidarios. No me va a dejar morir ni yo a ella. Tengo para ofrecerle la casa y el auto que ustedes me obsequiaron. El sueldo de mi internado es raquítico pero tengo dinero ahorrado. Estoy seguro de que ella compartirá su sueldo para el matrimonio. Así 290


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me lo hizo saber hace tiempo. Dijo que ya le andaba por recibirse para casarnos y mantenerme −todos se rieron con fuerza−. ¿Aranza, aceptas casarte conmigo este mes, por estas fechas y en estas fachas? La maestra empezó a sollozar. −¡Me agarraste desprevenida, pero lo deseo con toda mi alma! −dijo mientras lo abrazaba y besaba intensamente−. Soy la mujer más dichosa del mundo por llevarme al caballero de mis sueños. Entonces Arturo tomó la palabra. −Creo que es una decisión acertada. Tienen el talento para salir hacia el frente. Vienen tiempos de actividad intensa y creo que esos momentos pueden compartirlos juntos. Se lo han ganado, además llevan mucho tiempo de novios. Cuenten con el apoyo económico de Suzan y mío durante este año. Ya después ustedes se harán cargo. Continuó Ciro. −Nosotros estamos dispuestos a ayudarles de cualquier forma y en el momento que lo necesiten. Otoniel les ofreció seguir como lo habían hecho hasta ahora, la mano que apoya en cualquier circunstancia −Yo les agradezco su apoyo incondicional −dijo Aranza poniéndose de pie−. No me juzguen por mis palabras, sino por las evidencias. Si caemos, ayuden a levantarnos como lo han hecho hasta ahora. Si estamos en el podio, ayúdennos a sostener el bienestar. Nos vamos a poner de acuerdo y les haremos saber las fechas precisas para los acontecimientos. Me gustaría que esta semana, de preferencia sábado o domingo, hagan la petición formal a mi familia. Si pueden estar todos, mejor para los clanes. Gracias.

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León y Aranza estuvieron presentes para el traslado de los simuladores, que fueron guardaron cuidadosamente en cajas de cartón. Transportaron alrededor de cincuenta cajas y León dejó dicho a Berna, uno de los voluntarios, que regresaría más tarde a supervisar la disposición de los apoyos didácticos. Se fueron al Registro Civil. Allí estaban la licenciada Alejandra Mireles y las secretarias Araceli y Gloria, que eran clientas de serenatas. Les hicieron un lugarcito para el veinte de diciembre al mediodía. El matrimonio religioso sí que estaba casi imposible. Regresaron a la escuela y quién sabe de dónde sacaron los anaqueles con vidrios transparentes que estaban colocando ordenadamente con su respectivo nombre y función, aunque la mayoría ya estaban etiquetadas. La pareja le platicó a Berna de su próximo enlace civil y la odisea que estaban viviendo para el matrimonio religioso. Los templos que le correspondían a Aranza no tenían cupo en diciembre. Entonces Berna tuvo una gran idea. −No se preocupen. Vamos a ver a Benito, el hermano de Bembe, él nos ayudará seguramente. −Tú no te muevas de aquí, Berna. Supervisa que todo quede en orden, que no se maltraten los simuladores y que no se confundan los letreros. Nosotros vamos a buscarlo. Llegaron al despacho de Bembe y le platicaron del acontecimiento. Inmediatamente localizó a su hermano y concertaron cita a las cinco de la tarde en la capilla de Dolores. Le pidió a León que llevara la guitarra y allí estuvieron en plena acción trovadora, disfrutaron la tarde de descanso del sacerdote. Benito les comentó solemnemente que de acuerdo con la dirección actual de Aranza, su parroquia era en el templo de la Medalla Milagrosa, donde no hay lugares disponibles. 292


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−Sin embargo, les conseguí que se casen el veinte de diciembre en la capilla del Centro Cultural. Será a las seis de la tarde y yo oficiaré sus esponsales, si les parece. Los dos brincaron de gusto y hasta besaron la mano de Benito. −Muchas gracias, padre. −Nada de gracias. Me deben tres serenatas. −Las que quiera, padre. Regresaron con Berna a supervisar el montaje de los simuladores y todo iba perfecto. Alondra elaboraba con letras de molde el nombre de la colección, Estudiante León Felipe Covarrubias. Así lo habían decidido Arturo y Otoniel, ya que nada tenían que ver con la elaboración. Aranza llamó a sus hermanos Antonio y Bernardo para que estuvieran en la petición de mano para el próximo sábado. Los dos estaban libres y confirmaron su asistencia. Mientras tanto, la doña estaba triste pues presentía la separación. Belcim, Mónica e Ingrid ayudaron a preparar la cena. Mandaron elaborar los platillos y León pagó todo. Irma se negó a participar, según Habib estaba atravesando una crisis de su enfermedad y ya tenía varios días decaída y dolorosa. Poco después, Belcim fue a visitarla y notó que estaba más sana que una manzana de Zacatlán. El día de la petición se fueron temprano a la casa de la doña para hacer todos los arreglos necesarios de la casa. Compraron manteles y limpiaron muebles y paredes exhaustivamente. Todo estaba listo y sólo faltaba recoger los platillos. León, Berna, Roger y Habib, se encargaron de comprar una hielera grande, hielo, refrescos, vasos de cristal, copas y sidras de Huejotzingo. Todo estaba listo para recibir a los invitados y los muchachos esperarían afuera. La casa no estaba grande, por lo que tenían que esperar su turno para cenar. La cita estaba programada a las ocho de la noche, y a las siete, 293


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Antonio estaba por llegar. Aranza sentó a la doña en sillón de la sala y le habló como enamorada. −Madre, hoy es un día de felicidad en la casa. No te quise preocupar. Hoy va a venir familia de León a pedir mi mano. Tú sabes que es el hombre de mis sueños, mi compañero ideal. Por supuesto que hemos pensado en ti. Recuerda que somos una pequeña compañía y no vas a vivir sola. León se vendrá a vivir con nosotros. −¿Mi hijo va a vivir con nosotros? ¡Gracias a Dios que no me van a abandonar! −No, madre. Sólo tres días en lo que volvemos de la luna de miel. Te quiero y te respeto. Espero estés contenta con la decisión y atiendas a nuestros invitados con alegría. No sería capaz de abandonarte. Si así fuera no me casaba. −Ni lo mande Dios. Yo no quiero una hija quedada por ningún motivo. Menos sabiendo que amas a León con toda tu alma. −Gracias, mamá. Qué bueno que comprendes. No te preocupes y por una vez en tu vida quédate sentada. Las muchachas van a encargarse de servir. Te amo, Genoveva −expresó la gacela. Llegaron los integrantes de las dos familias y platicaron sobre tópicos de Puebla. Después de un tiempo prudente, Arturo tomó la palabra, dirigiéndose a la doña y a Antonio. Hizo un resumen de la vida de su hijo. Enseguida, Suzan habló del romance de la pareja, cinco años de noviazgo emocionalmente equilibrado. Por su parte, Ciro narró la historia musical que adornaba al idilio. Otoniel habló sobre las vicisitudes que había compartido con la pareja de una manera chusca, y finalmente Arturo cerró el círculo, solicitando de una forma honorable el consentimiento de la familia de Aranza para que la pareja enlazara su vida. La doña fue la primera en responder. 294


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−Estimada familia, es un honor recibirlos en esta humilde casa. Mi hijo Antonio ha sido nuestro benefactor, protector y patrocinador. Sin embargo, poco sabe de este romance de novela, mientras que yo lo he vivido paso a paso. Las ilusiones hechas realidad, los sueños fantásticos, la alegría, la tristeza, la decepción, las lágrimas y la esperanza. Siempre han predominado los sentimientos amorosos sobre las frustraciones. Ha triunfado el optimismo, los muchachos han coronado la vida con laureles. Son triunfadores en sus proyectos, los he visto crecer como la gacela y el león, dos personajes de fábula. Qué bueno que se van a unir dos seres tan valiosos. Durante estos cinco años han sido dos hijos para mí. Mi hijo León, lo digo con orgullo, porque me otorgaron el privilegio de escuchar sus miedos, temores, tristezas e ilusiones. Me dieron la oportunidad de velar sus sueños y de saborear sus triunfos. Ya es parte fundamental de nosotros y, como él dice en tono de broma, voy a legalizar el romance. Les agradezco sus finas atenciones. Es un honor que nuestras familias liguen sus condiciones nobles y humanas, forjando la alianza Covarrubias-Corona. Muchas gracias. Se escucharon los aplausos entusiastas por tanta sabiduría maternal. Aranza y león corrieron a abrazar a la jefita. Luego, Antonio retomó la palabra. −Ahora entiendo el motivo por el que Aranza se ha forjado como una hermosa mujer en todos los sentidos. Teniendo una madre así es como se forjan las personas íntegras. Hay poco que decir, sólo agregar que estamos para servir a la familia. En la Ciudad de México tienen su casa donde serán atendidos por mi gentil esposa Angélica y mis dos hijas. Es un honor compartir la mesa con ustedes. Al terminar los comentarios, Belcim salió saltando y diciendo sus acostumbradas puntadas. 295


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−Ahora viene lo bueno. Las muchachas del grupo elaboramos la comida. Exquisitos cortes de cecina con su guarnición, tortillas de maíz azul. Si alguien gusta tortilla de harina o pan, están en los cestos. Tenemos agua de horchata, de jamaica y limón. De postre hay flan con rompope, muéganos y pay de camote. Espero que la disfruten y no se preocupen cuando eructen. Es que la comida tiene gluten. Si son intolerantes, una sal de uvas para regoldar. Todos rieron de la gracia. La música de fondo era instrumental. Roger había colocado estratégicamente tres bocinas en la casa, financiadas por el grupo para disfrutar de la música durante la cena. Otoniel con su buen humor, dirigió el festín. Ingrid participó con chistes, Arturo con anécdotas quirúrgicas y Ciro con la historia de los municipios que visitaron. Cuando ya estaba por finalizar la cena, llegó Irma a saludar a todos los presentes. Abrazó a Aranza con una fuerza que une corazones. Ambas conocían su manera de pensar y de sentir. Eso las hacía mejores amigas. Se fueron los invitados y entre todos recogieron los utensilios utilizados. En lo que unas lavaban la loza, otras colocaron los elementos desechables en la basura. Habib permaneció cerca de Irma, apapachando a su consentida. Entre risas, chascarrillos y parodias, se completó la ceremonia. Al día siguiente, todos estaban invitados a la graduación de León Felipe a las cinco de la tarde en el auditorio de La Reforma. La cena y baile sería en un anexo del Club de leones. Únicamente los graduandos, sus parejas y padres podían asistir. La ceremonia de graduación fue multitudinaria. Trescientos alumnos egresados se tomaron la foto panorámica en el exterior del auditorio. Ahí asistieron todos los integrantes de la familia y el grupo musical. León llevaba una buena porra. Como número 296


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musical, León y Aranza interpretaron Gracias a la vida, Los ejes de mi carreta y Qué será de mi vida. León levantaba las manos invitando a sus compañeros a unirse a la interpretación y el coro se hizo unánime. Al final, Aranza y León terminaron levantando las manos en alto. La interpretación de Aranza fue apasionada y no le faltó nada, sencillamente estuvo magistral. La doña comentó que era un amor de película. −Les dije que Dios les tenía diseñado el molde. Estaba eufórica, intensamente feliz. Arturo y Suzan, por su parte, cada día aprendían cosas nuevas de León. Cuando llegó el momento de mencionar a los alumnos más destacados de la carrera, nadie sabía nada. El tercer lugar fue para Rogelio Medina, el segundo lugar para Mari Carmen Estrada y primer lugar, luego de un silencio general, fue para el mejor promedio de la generación. León Felipe Covarrubias, con promedio de 9.8, abrazó a Aranza, a la doña y a sus padres. La aclamación general de sus compañeros y la porra se lucieron hasta el cansancio. Pasó a recoger su reconocimiento y tomó el micrófono para agradecer a Dios, a su familia, especialmente al tío Ciro. Añadió una mención honorífica para su novia Aranza y doña Genoveva. −En esta ocasión me corresponden las palabras de despedida. Sin embargo, le cedo el honor de expresar su sentir a mi gran amiga Alondra, que viene de un pueblo indígena del estado. Los asistentes al evento se levantaron de sus asientos para aplaudir el gesto humano, ovacionando a Alondra Cuamatzi. La estudiante expresó con seguridad parte de la despedida en español y la otra en náhuatl. Al terminar su participación, la gente reconoció el esfuerzo universitario realizado. Cuando bajó del escenario recibió múltiples abrazos de sus compañeros. Muchos que la discriminaron ahora la admiraban. Así son las historias 297


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de la vida, se vuelven humanas cuando les damos un toque de empatía. A la boda civil invitaron a la familia extensa que incluía a los del grupo de Asistencia y Resistencia. León portaba un elegante traje blanco y Aranza siempre se quiso casar con un vestido especial. Fue a escogerlo con su madre al lugar donde la llevaba Irma. La estampa de la pareja daba aires de aristócratas. Eran guapos, apuestos y glamorosos. Todos llegaron puntuales al festival, menos Habib porque tenía trabajo en el hospital. La boda estaba programada a las doce. La jueza hizo pasar a los integrantes del cortejo nupcial que llenaron la sala donde se llevó a cabo la ceremonia. Después de unas palabras de bienvenida al evento y la presentación de la pareja a los asistentes, la jueza leyó unos fragmentos de poemas de amor. Después, Irma tomó la palabra para aportar algo de su cosecha. −No soy poeta, ni aedo, soy la mejor amiga de la novia. La trova me ha enseñado que la gratitud y los fervientes deseos de bienestar, cuando se expresan sinceramente se convierten en realidad. Aranza, este debe ser uno de los días más dichosos de tu vida, como cuando se hicieron novios o cuando trovaron juntos por primera vez. Aquella ocasión que viajaron juntos a Tepeaca. Tantos días de aventura. Hoy todos en el grupo musical anhelamos que la vida en pareja sea plena de armonía para alcanzar los objetivos planeados. A ti, pajarillo trovador, que has sido el alma de la música poblana. Eres un buen hombre y excelente amigo. Deseamos que tu vida al lado de Aranza alcance los límites del cielo, como alguna vez nos platicaste. ¡Muchas felicidades, amigos! Los aplausos se esparcieron por la sala y en seguida la jueza expuso los derechos y obligaciones que se adquieren al casarse. 298


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Seguido, hizo la lectura de la epístola de Melchor Ocampo y continuó con el intercambio de votos. Entonces, León tomó la palabra. −Disculpa, mi amor, que sea el primero que te dirija el mensaje. A través del tiempo, nos hemos acostumbrado a las historias de amor en que los príncipes despiertan con un beso a la princesa. En esta ocasión, la historia trata de una princesa que despertó al príncipe de un hechizo. Llegó con su candor y ternura a renovar un corazón enfermo. Con la pócima mágica de sus besos y encantos lo ha mantenido firme, contento y seguro. Gracias a Dios por tu llegada y por tu permanencia. Por tus ocurrencias y travesuras que me han hecho festiva la vida. Te amo, Aranza. Tocaba el turno de la maestra. −Este día quiero darle gracias a Dios. Soy la eterna enamorada de León Felipe desde sexto año de primaria. Es un año mayor que yo, y desde entonces escuchaba por mis amigas las hazañas amorosas de mi príncipe medieval. Permanecí firme con la idea de encontrarlo algún día. Sabía que amar con la mente es subconsciente o imaginario, pero cuando menos lo esperas llega el caballero hasta tu casa, triste y deshilachado, sin armadura y sin armas. Hasta el yelmo se extravió en el camino. Cuando amas, reconstruyes, renuevas, te sobran ideas y estrategias que generan el amor. Las historias de amor se forjan sólo cuando tienes fe. Me sobró la confianza cuando me di cuenta que era grata a sus pensamientos y sentimientos. Con esa evidencia amorosa no necesité palabras. Hasta ahora, sus acciones han sido las de un hombre atento, amoroso, generoso, protector, simpático, trovador, creativo y bromista. La lista es interminable. Gracias, León de la selva. Ya tienes a la gacela en tus garras, como dijiste en nuestro primer día de novios, hace cinco años. 299


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Los asistentes celebraron las ocurrencias de la maestra y la ceremonia continuó con la colocación de las alianzas. Se colocaron los anillos, que significan navegar en el mismo barco con las insignias familiares y concluyen el ritual con la firma de las actas matrimoniales por parte de los contrayentes y los testigos, en este caso, Mónica y Roger, Belcim y Berna. Al terminar de firmar, Belcim volvió a hacer de las suyas. −Soy testigo de la boda, no comprado ni vendido. No soy rico ni jodido. Vengo a pedir, suplicante, a mis amigos, que no sea tiempo perdido. Queremos ser los padrinos del producto fecundino. Hasta a la jueza se le escapó una sonora carcajada. Los abrazos efusivos y los buenos deseos fueron el regalo de la boda civil. Los esposos hicieron entrega de un obsequio simbólico a la jueza Alejandra y a las guapas secretarias. −Muchísimas gracias a todas −dijo León desde la gratitud, madre de alianzas fraternas. La ceremonia religiosa fue a las seis de la tarde en la elegante capilla del centro Cultural, ubicado sobre la trece poniente, entre la cuatro y seis sur. Por lo general, alguno de los novios llega tarde pero en esta ocasión fue la excepción. Ambos llegaron puntuales con la consigna de unir sus almas ante Dios. La pareja estaba gozosa por la bendición recibida. León esperaba ante el altar a la novia, que venía afianzada del brazo de su hermano Antonio y doña Genoveva. La maestra se sentía feliz con el vestido de novia seleccionado por ella y su madre, el sello de un amor original. Benito salió a recibir con una bendición a la novia y al cortejo nupcial. Los invitados llenaban la capilla de dimensiones medianas. Allí estaban los integrantes de ambas familias, los del grupo musical, los compañeros de León Felipe, las compañeras 300


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de Aranza, la maestra Nancy y sus compañeras de la escuela. Estaban los que tenían que estar en el banquete del Señor. Aranza avanzó al reclinatorio del frente y Suzan, que acompañaba a León, pasó a los reclinatorios laterales de los padres a un costado de los novios. Los padres estaban felices de entregar en ofrenda al Señor parte de los frutos de la cosecha. Llevaban lo más valioso, sus hijos, a integrarse como familia de la Iglesia de Dios. León llevaba un esmoquin negro. Ambos contrayentes estaban sonrientes y satisfechos de disfrutar del grandioso momento. Iniciaron los ritos religiosos de la santa misa. Para sorpresa de los dos, el coro era multitudinario pues estaba integrado por todo el grupo musical. Hasta Samir iba uniformado. El canto monumental de entrada fue de agradecimiento al Señor. Continuó la liturgia de la palabra y enseguida la homilía. Se dejó escuchar previamente el Aleluya con voces combinadas que lo hicieron agradable a los presentes. Benito conocía muy bien a León y previamente se informó del noviazgo con los muchachos para conocer la historia. El padre empezó con una reflexión de las lecturas y del evangelio porque era sábado. Posteriormente, hizo un análisis de los contrayentes. −Dos poblanos vienen a unir sus vidas ante el Señor. La novia que viene a coronar al León. Para que me entiendan, Aranza se apellida Corona. A ella la conquistó la trova del felino. No sé si fue con una canción de Violeta Parra o de Tania Castellanos, o a lo mejor de Mercedes Sosa. Aunque alguien me dijo que fue de Atahualpa. No recuerdo de quién, pero fue una melodía de amor. Ese es precisamente el sentimiento más puro y que no tiene valor en las palabras. De sopa de letras me como un plato. Lo que hace digno al amor son los actos de cortesía, generosidad y auxilio. Cuando más te necesito quiero que me tiendas la mano. 301


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Ambos han trabajado en su romance. No ha sido fácil entenderse y han tenido que aprender códigos, notas, claves y señas para que los mensajes sean claros y precisos. Han entendido que ser pareja significa ser dos personas que se atienden recíprocamente en sus necesidades físicas, mentales, sociales, emocionales, espirituales y trovadoras. Hay que trabajar. Dios ayuda al que se ayuda a sí mismo. Al que no entiende y no tiene atención de su pareja, no es que el Señor no quiera o no pueda. Si no, que me corrija la maestra Aranza. Si tienes tu atención en todos lados, dejas de fijarte en el objetivo. Quiero de antemano felicitar a esta bella pareja, a la maestra y al médico aún en sazón, pues vienen etapas difíciles que serán ágiles en entes solidarios. Felicito a la familia del Gansito Corona, su hermano Bernardo y su estimada madre. A la familia Covarrubias de la que formo parte, los invito a reflexionar sobre esta unión que tiene los ingredientes para el éxito. Son buenos muchachos, sanos, amorosos, simpáticos y cantores. Ayudémosles a continuar el camino de éxito de la mano de Dios. Enseguida de la homilía, el sacerdote realizó tres preguntas a los contrayentes. −¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad? La pareja se miró a los ojos y sonrieron, respondiendo afirmativamente. −¿Están dispuestos a amarse y honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda la vida? Los dos dijeron que sí, completamente felices. −¿Están dispuestos a recibir con amor y responsabilidad los hijos que Dios les dé y educarlos según la ley de Cristo y de su iglesia? Esta vez la sonrisa fue aún más fresca y afirmativa. 302


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−Junten sus manos y expresen su consentimiento delante de Dios. León tomó la mano derecha de su amada. Era un momento anhelado que se estaba haciendo realidad. Recitó las palabras con vehemencia. −Yo, León, te acepto a ti, Aranza, como mi esposa. Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarte y respetarte todos los días de mi vida. Enseguida Aranza repitió las mismas palabras convencida de que era lo mejor que le había sucedido, entregar su vida al hombre amado como ofrenda al Señor. Siguió el ritual de la bendición y entrega de los anillos. Para esto, Ciro e Ingrid pasaron al frente. En ese momento, Irma interpretó con gran sentimiento el Ave María. Como era de apasionada, no pudo evitar que corrieran las lágrimas por su rostro. La interpretación solemne llegó al corazón de los presentes. Las muchachas se acercaron a abrazarla y consolarla. Tenía despedazado el corazón. Sin embargo, entregó con su canto una ofrenda de amor y sacrificio. Tras la bendición de los anillos continuó la entrega de las arras por Antonio y Angélica. En ese momento, Irma salió sonriente de la capilla, se dirigió a su automóvil, y allí dentro le dio rienda suelta a su pasión. Lloró con sentimiento irrefrenable la pérdida del ser amado. Ella sostenía que había sido una estupidez traicionarlo. Estuvo allí unos minutos hasta expulsar sus frustraciones. En el interior de la iglesia proseguía la colocación del lazo por Belcim y Mónica. Enseguida la presentación del pan y el vino, la invitación a orar, la oración sobre las ofrendas, el relato de la institución, las intercesiones, el Padre nuestro, el saludo de paz, el canto de la fracción y la comunión. El segundo canto de comunión lo cantó la soprano Irma. 303


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−En presencia del amor, estás aquí, misterio de amor, en cuerpo y sangre, en alma y divinidad. Tú eres el Pan Vivo bajado del cielo. El que te recibe vivirá para siempre. Porque el tenerte es el mejor regalo para vivir, para seguir. La interpretación solemne es para curar el alma afligida. Siguió la acción de gracias, la oración después de la comunión, la bendición y despedida de la asamblea. Antes de dar por terminada la misa, comentó Benito. −Efectivamente, amiga Irma. Aquí está el Pan Vivo, el Amor para vivir y para seguir. Me complace ser compañero de los que practican el amor. Estos jóvenes manifiestan en las invitaciones que la siguiente parte del protocolo es una reunión familiar. Dios hace milagros para las personas amorosas. El Centro Cultural, socios y padrinos de ambas familias, invitan a todos ustedes al festejo nupcial en este Centro a las nueve de la noche y hasta la una de la mañana. Felicidades a todos los que asistieron a esta festividad en presencia de Dios nuestro Señor. Los contrayentes pasaron al frente a firmar los documentos eclesiásticos. Era necesaria la firma de los padres. Una valla en el centro de la capilla daba paso de cortesía a los novios. Caravanas, abrazos, besos y buenos deseos eran los mejores regalos. Los novios ya acostumbrados a las multitudes agradecían con amabilidad todas las cortesías. Abordaron el carro de la franja con adornado floral y así llegó Aranza ataviada como símbolo de la belleza poblana. Antonio fue el chofer designado. Andaba feliz en el auto del equipo de sus amores. Arturo andaba muy emocionado y se acercó al matrimonio. Hacía mucho tiempo que no se le veía así. −Familia, vamos a la casa. Allá nos vemos. −Carnalitos, nos vemos aquí más tarde −les dijo Belcim. −No te vayas a meter a las luchas −contestó Aranza. 304


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−A las luchas no, pero sí voy a comerme una semita bien preparada para aguantar el bailongo. Se fueron a la reunión en casa de Arturo y Suzan. Macarena y Fabiola disfrutaban la compañía de los novios. León preguntó a sus padres. −¿Qué pasó papá, de dónde salió la fiesta? Miren muchachos, estos obsequios se los han ganado a pulso. Tu tío Ciro y la familia de los muchachos van a dar la cena. Bembe es socio del Centro Cultural y puso el salón. Tu amigo Gilberto pagó la música. −Algo quiere este canijo −comentó León. −Tu cuñado Antonio tiene boletos de ida y vuelta en camión premier y tres días pagados en hotel cinco estrellas donde ustedes quisieron, en el puerto de Veracruz. La bebida la pusimos tu tío Otoniel y nosotros. La verdad, hijo, los dos me tienen sorprendidos. Como dijo Benito, cómo le han hecho para conquistar tantos corazones en tan poco tiempo. −Todo se lo debo a mi manager. Al lado de ella todo es fácil, ¡hasta casarse! −Antes de conocer a León era tímida, reprimida y poca chispa. Inauguré mi vida sentimental con León. Fue mi primer beso, era novata en la comunicación, competía en desventaja con una vieja loba de mar, me sentía princesita de cuento de hadas de la época medieval. León me fue dando confianza y poco a poco desperté a un mundo romántico desafiante. La vida de León era la trova, y al poeta se le gana con amor. Cantaba amor, vivía pasión, el elíxir se elaboró con sorbos de sinceridad. Lo fui llevando a un mundo más saludable, en donde lo artístico se vuelve más razonable. Sin dejar de prodigarle caricias, que son fuente de placer, puse un freno para que no me pasara lo que a Irma. Con sus confidencias ella fue mi guía. Aprendí a no repetir lo 305


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mismo en lo pasional. Como buenos amigos, jugamos a fabricar una sana convivencia y elevamos la confianza hasta ser grandes socios sin dejar de lado el amor. Se han dado cuenta que ambos somos creativos, ingeniosos, muy juguetones y bromistas. Jugamos a ser cómplices de aventuras hasta alcanzar objetivos. No importan las horas de trabajo, cansancio o fatiga. Llegamos a la meta −hizo una pausa y continuó−. Sepan que como mi nueva familia cuentan con mi sincera amistad. Como pareja, les prometo que nos vamos a esforzar para formar una linda familia para siempre. La familia de León quedó conmovida y agradeció el ofrecimiento. La fiesta se realizó en un ambiente festivo. Hasta el salón llegaba el griterío de los aficionados a la lucha. Las mesas estaban distribuidas simétricamente alrededor de la pista de baile. En una lateral, la mesa de los novios y su familia. Enfrente de la mesa estaba el grupo musical de Gil e Irma amenizando la fiesta. La cena sencilla incluyó pollo con crema más la guarnición. Los bailes tradicionales con la familia fueron emotivos y los juegos con los novios muy divertidos. El ramo se lo llevó Irma. Los novios se divirtieron en grande hasta la una de la mañana que terminó el festejo. Los novios agradecieron las atenciones de los padrinos, patrocinadores e invitados. Todo terminó en santa paz. Se fueron a la casa de León y allí empezaron la luna de miel. Ambos estaban cansados del trajín de las últimas horas. Se abrazaron, besaron y se quedaron dormidos. Para disfrutar la sexualidad se necesitan condiciones y momentos especiales. De lo contrario se vuelve sólo genitalidad. Al medio día se reportaron con la jefa ya repuestos al cien. Ya les tenía el desayuno doméstico tradicional de huevos fritos con 306


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frijoles, queso y salsa con tortillas calientes. Se sentaron los tres a desayunar tranquilamente. El camión estaba programado para las cuatro de la tarde y ya tenían las maletas listas. La doña puso las cartas sobre la mesa. −Muy bien, jóvenes. Vamos a hablar claro. Me dijo Aranza que van a vivir conmigo. Estoy feliz y me encanta la idea, pero hay que hablar con sinceridad. Como primer punto, León, esta casa desde hace dos años tiene una dueña llamada Esperanza Corona. La casa es de ella. Aquí están las escrituras. Cuentas claras, amistades largas. Como verás, hijo, en esta vivienda somos huéspedes honorarios. El negocio familiar es mío mientras Aranza me lo permita. No quiero ser carga para nadie. Sé que no estoy sola pues lo siento en el corazón. Es un privilegio vivir con enamorados porque te enamoras de la vida. Quiero que me dejen trabajar igual que siempre. Nos dividiremos gastos y actividades y que cada quien vaya eligiendo lo que le guste. Sólo les pido que se sigan amando como lo hicieron de novios. Y si alguna vez quieren discutir, váyanse a tu casa y allá se ponen de acuerdo. No hay cambios en nuestra vida, todo sigue igual. Eso es lo que les quiero manifestar en este primer día de convivencia. –¿Entonces, jefita, con quién voy a dormir? −preguntó León sonriente. −Pues con Aranza. Yo me voy a ir a la última recámara que no quiero oír risas ni lamentos. Cuando regresen hacemos cambios, pues quiero dormir tranquila. −¿Quién va a abrir el súper, jefita? −Aranza, porque tú vas a andar muy desvelado. −Acláreme una cosa, ¿quién va a ser el consentido, Aranza o yo? −Desde luego que tú. −¿Lo dices en serio mamá? 307


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−Sí, mi amor. Tú eres mi tesoro. −¿Quién va a cuidar al tesorito cuando nazca? –Qué bueno que tocas ese tema. Yo, Genoveva Poppins, me comprometo a ser su nana oficial. −Aranza, por favor graba eso que dijo la jefita. No se nos vaya a echar para atrás después. −Así, en este tenor quiero que sea nuestra vida familiar. −¿Qué va a hacer estos tres días sin nosotros? –Preparar todo para navidad. No acepté ir con nadie porque en esta casa se va a celebrar la navidad. Aquí los voy a esperar con mucho gusto. Espero que lleguen con mis regalos. A las cuatro de la tarde abordaron el camión con instalaciones de lujo. Iban directo al cuatro veces glorioso Puerto de Veracruz. Ya lo dijo el santo padre con una toga en el cuello, de galaxias siderales, sólo Veracruz es bello. Durante el trayecto juntaron sus cuerpos y platicaron de los eventos recientes. Aranza reconoció que los dolores del alma se curan con amores y que hay que hacerle frente al presente para olvidar el pasado. Aprendió que la amistad verdadera no se anda con fregaderas y que el esfuerzo que hizo Irma la convierte en estrella. No había quien parara a Aranza de las ocurrencias. −Síguele, Sor Juana, que andas muy galana −le dijo León a su nueva esposa. Efectivamente, Irma deseaba la curación que se logra con actividades amorosas trascendentales que nublan recuerdos obstinados. León puso como ejemplo el cambio de Arturo, su padre. −Antes era un dictador burlón, cruel y sarcástico. Cambió radicalmente, gracias a Dios. No lo comparo con una pera en dulce, pero sí con una jalea cristalizada. Veo muy bien a mis padres. Ahora son cariñosos, cuando antes eran técnicos contra 308


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rudos. Fabiola va a estudiar ingeniería química. Cambió la ruta de médicos, aun así Arturo y Suzan están contentos. Me da mucho gusto ver a Macarena feliz con su embarazo. Ya se juntaron las dos oficinas de ingeniería y en estos últimos meses Bembe la ha cuidado mejor que a sus ojos. Me comentó Ciro que entre los tres se dividieron los gastos de la fiesta y le dejaron los gastos del viaje a Antonio. Tenemos familias solidarias, nuestra obligación es corresponder ahora que regresemos. −Antes de que se me olvide, Antonio nos regaló quince mil pesos como último patrocinio. En adelante todo correrá por cuenta nuestra. Estoy sorprendida de la actitud de los muchachos del grupo. Esos son amigos. No por los regalos materiales, sino porque ayudaron en todas las actividades y nos quitaron un buen peso. Estamos comprometidos con ellos cuando regresemos. −Todos son nobles de corazón, Gacela. Se combinan perfectamente la alegría de Belcim con la simpatía de Berna, la gracia de Mónica con la timidez de Roger, la pasión de Irma con la fortaleza de Habib, la sabiduría de Ciro con la creatividad de Ingrid y el ímpetu de Samir que seguramente será musical. Todos son de linaje solidario. Desde niños siempre hemos sido así, nos queremos como hermanos. Ahora que te tengo cerca de mí, déjame tocar tu cabello castaño. Tiene una textura mediana, densidad uniforme como la cancha de fútbol del estadio Cuauhtémoc. Una elasticidad como de liga, fuerte y difícil de romper. Llevamos cinco años juntos y nunca me había detenido a contemplar tu cabello. Voy a identificarte mejor que nadie. Aranza tocó luego el cabello de León. −Es cierto el dicho, el León no es como lo pintan. El que me tocó tiene la melena negra y pelo grueso, denso, elástico e hidrófilo. Lo que más me atrae de ti es lo arreglado que lo traes siempre. Peinado como niño bueno, con la partidura a un lado. 309


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Me encantas, León de melena negra. En el viaje comentaron mucho sobre lo hermoso de la homilía de Benito. Un mensaje divino, sin duda. −Tenemos que comprarle un regalo como agradecimiento. Oye, Aranza, ¿quién llevó al coro? −Lo llevo Berna. Da clases de guitarra gratuitas una hora al día en una parroquia. Les pidió que lo asistieran en la boda y aunque no me lo creas, Berna y Belcim trovan en su casa y lo hacen muy bien. −Esa es una excelente noticia porque ahora que supe que Gilberto pagó la música, va a querer cobrar con trova. Entre más seamos, mejor, por eso de las ausencias. Mi niña, ahora que empiece el sexto año de la carrera, la instrucción y formación son hospitalarias. Ya investigué en el hospital universitario. Las guardias son ABC. Entro hoy lunes a las ocho de la mañana y salgo martes a las cinco de la tarde y me voy a descansar. Vuelvo a entrar el miércoles a las ocho de la mañana y salgo a las cinco de la tarde. El jueves entro a las ocho de la mañana y salgo el viernes a las cinco de la tarde. Así que ve sacando las cuentas. Van a ser guardias con trabajo extenuante. Así es el sexto año, pero habrá que saltar el obstáculo con dignidad. Mi niña, si todo avanza bien, quiero hacer la especialidad de medicina familiar. No es tan sacrificada como otras especialidades en las que el trabajo es extenuante toda la vida. Yo no quiero seguir la ruta de mi padre que todo el tiempo ha sido de tipo quirúrgico. A cualquier hora del día y de la noche. En esto ya opinas, Gacela. Quiero estudiar para médico familiar, me encanta ser miembro del primer nivel de atención. La labor es primordial, preventiva y promotora de la salud. De este nivel de atención depende que los enfermos no se compliquen. Hay que hacer la labor con excelencia para evitar que los pacientes lleguen a los niveles dos 310


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y tres que son de especialidad y alta especialidad. Allí está la misión vivificadora. Esta categoría es menospreciada, sin embargo, con médicos familiares comprometidos y pacientes obedientes el nivel de salud sería mejor. La ventaja que veo es que de acuerdo con el turno cumples un horario. Te vas a tu casa a disfrutar a la familia y a disfrutar la trova. Por el contrario, el trabajo médico como especialista es a todas horas del día. Quiero vivir la vida laboral con equilibrio, disfrutar a mi familia y deleitarme con la música. ¿No sé qué opines, amor? –Ante tales argumentos, no hay vuelta de hoja. Que Dios nos ayude en los proyectos. Estoy contigo, León de la melena negra. Siguieron platicando así durante dos horas y luego se quedaron dormidos. Pasaron Córdoba y Orizaba charlando, luego el reflejo vestibular los adormiló y despertaron quince minutos antes de llegar al puerto. Al sentirse juntos, se abrazaron y besaron. Descendieron del camión en la terminal central, y mientras León estaba recogiendo las maletas, llegaron las primas de Aranza, hijas de un hermano de la doña. Geno le recomendó a Aranza que les hablará para que alguien estuviera al pendiente de ellos y los guiara en caso necesario. Tenían parecido con Aranza, de piel morena y ojos claros con cuerpos exuberantes y vestimenta colorida. Eran atrevidas verbalmente, Mientras León estaba en la fila para recoger las pertenencias, Minerva le comentó a Aranza. −Mira nada más ese viejote. Está bueno para la hamaca. −Ya no sigan, es mi esposo. −Buen banquete vas a tener, agraciada−le dijeron y le tocaron el cuerpo para pasarse la suerte. −Ya van a empezar. −Valió la pena la espera. Hoy toca cena de gala por apertura de la rueda de la fortuna −dijo Sol. 311


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−¡No vayan a decir peladeces delante de León! −Prima, estás frita. Esas garras te van a romper las vestiduras y la armadura hasta llegar al sitio de la lindura. Qué suerte tienes, poblana camotera. Luego de recoger las maletas, León se acercó al grupo. De cerca se apreciaba alto, guapo y apuesto. La ropa blanca le asentaba en el trópico. −Buenas noches −saludó a las muchachas cortésmente, mientras Aranza se apoyaba en su hombro. −León, ellas son mis primas Minerva y Sol. Son sobrinas de la doña y viven en el puerto. Nos van a llevar al hotel Camino Real. −Mucho gusto. León, para servirles. −Nos conformamos con que atiendas a la prima −le contestaron con una sonrisa de picardía. León subió las maletas a la camioneta cerrada. Llegaron al hotel y las tres hermosas porteñas llamaban la atención de propios y extraños por atractivas y coloridas. Hasta la empleada del hotel coqueteó con León. −¿Usted es el doctor León Covarrubias? −Sí, señorita. −Me llamó Tayde. Aquí voy a estar de servicio para cualquier contingencia que se ofrezca. Su reservación es en el cuarto 325 en el tercer piso. Dejen que llegue un asistente para que los guíe. Aquí tiene la tarjeta del cuarto. Al subir al cuarto descubrieron que contaba con todos los servicios de un hotel cinco estrellas. Antes de despedirse, Minerva y Sol les pasaron un recado. −Nos dijo mi papá que mañana los invita a cenar y después los vamos a llevar a un centro nocturno para que se diviertan. Les deseamos que disfruten la noche. Hasta mañana, chicos. Los 312


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recogemos mañana a las ocho de la noche. −Gracias, primas. Hasta mañana. Bajaron a cenar al restaurante, donde Aranza pidió unas enchiladas suizas. León pidió ceviche de pescado a la veracruzana. Los dos se acompañan con vino blanco, por lo que León le recordó a Aranza que la última vez no toleró el vino blanco en la boda de Maca. Ella le contestó osada que ese era un día especial. Conversaron sobre la economía de la familia. Aranza fue la primera en hablar. −Mi amor, voy a ganar cinco mil veintiocho pesos al mes. Es una fortuna. Con mi primer cheque vamos a invitar a los muchachos a cenar porque estoy en deuda con ellos. −Bien, gacela. Yo te coopero con los mil mensuales que voy a ganar −dijo León con algo de ironía−. Es poco, al fin, una etapa más de la carrera de médico. Podríamos rentar mi casa pero no quiero. Le he hecho arreglos que me han costado trabajo y dinero. No quiero que me la destruyan. Además, pienso seguir con la elaboración de simuladores. Por cierto, Gacela encantadora, quisiera hacerle arreglos a tu casa. La sala está muy oscura. Si tú lo apruebas, hablamos con una amiga arquitecta para ver si se le puede colocar un domo elegante que deje entrar más luz natural. −No se me había ocurrido, pero se me hace muy lúgubre. La sala es una buena solución. −Ya que estamos en esto, a ver qué te parece esta idea sobre la economía familiar −dijo León−. Tengo ahorrados noventa mil pesos. Calculo que podemos ahorrar ochenta y dejar diez mil para cualquier imprevisto. −Yo tengo los veinticinco mil que me regaló Antonio más los quince que me dio para el viaje. Podemos ahorrar cien mil, ¡sería fabuloso! 313


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−Muy bien, señorita. Quiero que tú seas quien maneje el dinero. Pondremos la cuenta a tu nombre y yo quedo como beneficiario. Sólo tú podrás disponer del dinero. Cualquier negocio que emprendamos deberá ser acordado entre los dos. El dinero se respeta porque es un respaldo para nuestros hijos. El sobrante ya veremos en qué lo invertimos. Tenemos que ser buenos administradores de la sociedad que estamos formando. ¿Estás de acuerdo, Gacela? −Después de una reflexión profunda, acepto el cargo honorario. Por esta ocasión, la banca invita −dijo Aranza, provocando la risa de León. Acostarse acompañado es un ritual que puede ser grato o ingrato y debe tomarse como un compromiso. Respetar el lecho o tálamo es sagrado. Lo más importante es evitar la infidelidad. Pero tampoco está permitida la indiferencia. Los problemas se vomitan antes de ir a la cama. No se trata sólo de dormir. La cama debe ser el nido de los acuerdos y de las reconciliaciones. Debe ser la morada del amor y de la sexualidad. Evitar las prácticas insalubres que pueden enfermar, denigrar o someter a la pareja. No se debe dañar con algo tan hermoso. Hay que respetar y considerar a la pareja. Antes de pasar al lecho nupcial, el felino comentó lo siguiente. −Mi amor, la mayoría de los embarazos no son planeados. Yo, León Felipe, te pregunto a ti, Aranza de mis amores, traigo protección para evitar un embarazo. Yo estoy decidido a tener un hijo y quiero saber qué piensas. −Desde que te conozco, consciente e inconscientemente, deseo un hijo tuyo. Ahora que estamos en el momento, vamos a intentarlo. Estoy en plena ovulación. Adelante, felino de mi vida y de mi amor −respondió Aranza excitada. Ella se puso un camisón muy sexy que dejaba lucir sus hermo314


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sos muslos, y él se presentó con una camiseta de manga corta color blanco y un short de color azul. No hubo necesidad de elegir el sitio preferido, pues Aranza se acostó del lado derecho y felino se acomodó en el lado izquierdo. No encendieron el televisor, ni llevaban música. León inició el acercamiento a la intimidad. −Déjame ver esas orejitas. Son pequeñas y bien formadas, con forma lobulada y de laberinto. Son hermosas. Empezó a acariciarlas y a musitar sobre una de ellas. Continuó acariciando la amplia frente y las oscuras cejas pobladas. Unas pestañas dispuestas radialmente gruesas, que adornaban los ojos claros y grandes de Aranza. Su nariz recta y bien perfilada era como dos franjas carnosas de pitaya que se abrían y cerraban en espera del estímulo. La mano repasaba el rostro de su amada en los prolegómenos y Aranza se estaba dejando seducir. León deslizó suavemente sus labios sobre el rostro y el cuello de su esposa. Continuó descendiendo hasta llegar al hueco supraclavicular. Con eso tuvo suficiente para empezar a excitarse. Los músculos de los labios fueron los primeros que buscaron los labios de felino, que continuo la tarea desabotonando la camisa que cubría los pechos, erectos como la Malintzi. Sus pezones exultando pasión en el momento en que pasaron sobre ellos las manos del amante. Aranza se despojó del camisón y siguieron las caricias hacia la piel abdominal, la que cubre los músculos rectos y oblicuos. Aranza se abrazaba fuertemente de León y empezaron a girar las manos, pasando a la espalda y reconociendo los salientes omóplatos que parecían alas de ángel. Continuaron explorando desde los músculos trapecios, la columna vertebral en todas sus secciones hasta llegar a la región sacra. Se exaltaron al tocar esos poderosos y exuberantes músculos glúteos. Ambas manos empezaron a bajar la ropa interior que cubría la pelvis inferior hasta debajo de los pies. Felino ex315


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perimentó el máximo placer cuando acarició los bien formados músculos con sus poderosos cuádriceps. Detrás, tocó con pasión los músculos isquiotibiales y acercó sus labios para besar los muslos que ella ofrecía con pasión. Aranza sabía que tenían un atractivo especial para el erótico León. Los cuerpos se acomodaron, ella en decúbito dorsal y él en decúbito ventral. Ambos saboreaban la secreción que exultaba la piel a través de las glándulas sudoríparas. Al besarse las pieles saboreaban el sudor profuso. Había llegado el momento del coito natural, sin protección. Los cuerpos se empezaron a contraer con energía. De menos a más. Así estuvieron hasta que se escucharon lamentos de placer y apareció el orgasmo, la máxima expresión del alborozo. Empezaron a desprenderse los olores secundarios de la sexualidad. Estaban extasiados y se estaban conociendo con la naturalidad de dos seres que confían plenamente en el amor. Dormitaron un rato y siguieron juntos hasta que la relajación intensa separó los cuerpos. Cuando reiniciaron la plática, Aranza le comentó a León. −Qué hermoso, chiquitito. Esto es lo máximo en la escala del placer. Gracias por entenderme, amor. Lo hice con entusiasmo para que mi hija nazca alegre. −Yo también, amor. Puse mi mejor esfuerzo durante el intenso juego −contestó León somnoliento. Al quedarse dormido, Aranza lo contemplaba recostado boca abajo, tal como se lo imaginaba en sueños. Cuando despertaron, se quedaron sentados en la cama y Aranza habló. −Tienes razón, mi amor. Quiero conocerte integralmente. Descubrió su cuerpo, primero boca arriba desde la cara hasta los pies, después le pidió que se volteara boca abajo, recorrió con la vista y luego con las manos su piel con un masaje suave 316


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que excitó a León. Le dijo que volviera a ponerse boca arriba y continuó sobando los músculos de la parte anterior del cuerpo. El estímulo excitó a los dos y repitieron el acto de placer. Enseguida se durmieron plácidamente y despertaron a las nueve de la mañana. Se apoderó de ellos la pasión y con ello la misión deleitante y fecundadora. Estaban felices como dos pajarillos que se despiertan cantando las bondades que otorga el Señor de los cielos. Bajaron a desayunar unas ricas gorditas veracruzanas y León pidió unos chilaquiles verdes con queso y frijoles. Aranza le dijo que para ella fue la noche más maravillosa de su vida. León comentó que su sueño de la vida se había hecho realidad. −Desde que nos hicimos novios, deseaba que fueras mi esposa. Hoy, Dios me lo concedió. Se fueron a la playa con bloqueador y lentes oscuros. Aranza llevaba un sombrero y León una gorra de marinero. Allí estuvieron disfrutando del mar y jugueteando en las olas con un coco con ginebra. Como a la una de la tarde, Aranza se quejó de que le había entrado arena en un ojo. León la revisó y le sugirió que se bañara para quitarse la arena del cuerpo. Recogieron sus utensilios y llegaron al hotel. Ahí, Aranza le pidió ayuda para bañarse ya que no veía claramente. León se asustó, pues efectivamente tenía la conjuntiva inyectada, pero la córnea y los reflejos oculares estaban normales. Se metieron al baño y ella se despojó del bikini. −Caíste en la trampa, felino. Hicieron el amor en la regadera y se acostaron a dormir dos horas. Cuando se levantaron salieron a buscar un restaurante de mariscos y pidieron un arroz a la tumbada, caldo de mariscos y filete relleno de mariscos. Disfrutaron la comida hasta quedar satisfechos. Después caminaron unos veinte minutos sobre el malecón, compraron recuerdos para llevar en su regreso y a las 317


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seis de la tarde regresaron al hotel. Ahora fue León el insistente y Aranza la complaciente. Según dijo, los mariscos le estimularon la amígdala cerebral y el apetito sexual. Cuando terminaron de ejercitarse sexualmente, León tenía algo que decir. −Le puse vigor felino para que mi hijo nazca con porte fino −el buen humor estaba en apogeo. A las ocho de la noche llegaron las simpáticas y exuberantes primas a recogerlos. No necesitaron medio de transporte pues la casa de Martín estaba a cuatro cuadras solamente. Era hermano de Genoveva, un hombre porteño, fuerte, moreno claro con acento jarocho. Vestía ropa tropical y definitivamente era la versión masculina de la doña. Les dio una efusiva bienvenida y pasaron a la sala. Tras unos minutos de agradable conversación pasaron al comedor y disfrutaron de un huachinango a la veracruzana y filetes de pescado blanco a la veracruzana deliciosos, elaborados por Minerva y Sol. La conversación estuvo dirigida por Martín, que les contó de su infancia en la ciudad de México y las travesuras con sus hermanos. Genoveva encabezaba las travesuras. Era la hermana mayor, la jefa de la pandilla. Contó que su hermana era muy guapa. Así como Aranza, tenía un cuerpo monumental en su juventud y fue una hermana estricta, bondadosa y solidaria. −Yo era de sus consentidos, me consolaba cuando estaba triste y era preferida de mis afectos. Me dio mucho coraje cuando la dejó Antonio. Mi hermana tan simpática, buena esposa y madre. En una ocasión que fui a México vi a tu padre con una mujer fea, ¡claro! más joven y con buen cuerpo. Tenía aspecto vulgar y llevaban dos niños. A tu papá no le iba nada bien. Me atravesé la calle para golpearlo, pero lo vi tan jodido que pensé, 318


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si necesitas penitencia por tu pecado ya estás pagando con intereses. Nunca más volví a verlo −se dirigió al felino−. ¿Cómo está tu suegra, León? Te pregunto a ti porque si le pregunto a Aranza me va a decir que bien. −Así como usted la describió, Martín. Sigue en las mismas, alegre, simpática, agradable, dicharachera, bromista, estricta y bondadosa. Con decirle que es la jefa de la pandilla. Pienso que es la versión femenina de usted, hasta parecen clones. Así continuó la tertulia hasta las diez de la noche, momento en que las primas sugieren la huida al centro de baile. León y Aranza no se querían ir sin embargo la juventud se impuso. Antes de partir, Martin los invitó a cenar al día siguiente. −Les voy a preparar un caldo de jaiba y unos langostinos para chuparse los labios. En el antro la música era alegre, bullanguera, movida y se bailaba solo, en pareja o en grupo. La cumbia era un son de ritmo alegre, interpretado por un grupo musical en vivo, que interpreta varios géneros musicales. Allí estuvieron compartiendo con las primas, que tenían muchos conocidos y pretendientes. Eran excelentes en el control remoto de los hombres. Lanzaban la coquetería y cuando les convenía la dejaban seguir. Cuando no, simplemente la cortaban de un tajo. Eran bravas guerreras y no se detenían ante nadie. Consiguieron lo que deseaban, divertirse sin compromiso. Ambas estaban por terminar la carrera normal ese año y serían maestras como Aranza. Se estuvieron hasta la una de la mañana. No hubo rosario de Amozoc ni nada por el estilo. Regresaron sanos y salvos. Se preparan con esmero para acostarse, pues aún les quedaba cuerda y tela para fecundar. Antes del amor, Aranza habló un poco sobre su carrera profesional. −Estoy apasionada con mi carrera, León. Me encanta ense319


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ñar a los niños y estoy feliz con los de primer año. En esa edad escolar son vulnerables para aprender cosas buenas y malas. Yo trabajo para educarlos, para que tengan actitudes de cortesía, alimentación saludable, aplicación de vacunas, que aprendan a dar y recibir cuidados y afectos saludables que favorezcan su desarrollo, que aprendan a detectar a las personas abusadoras en la casa, la vecindad, la calles, la escuela y que las delaten para que se pueda evitar algún daño físico o psicológico. Me vino a la mente, estoy pensando en organizar una campaña de salud dental. ¿Quieres ayudarme, amor? Tú que conoces a tanta gente. −Justamente, tengo un amigo odontólogo que se llama Julio. Su novia Nohemí también es mi amiga. Recuérdame visitarlos cuando volvamos. Son muy cooperadores y no creo que se rajen. Cuéntame de cualquier asunto en el que te pueda ayudar, lo mismo de cualquier problema. No tienes que digerirlos sola. Déjame besar esos labios tan apetitosos con sabor a Huachinango. Los besos se dispersaron sobre la piel cercana. Al ir cayendo el ropaje femenino, buscaban sitios íntimos, sobre todo aquellos que tienen más terminaciones nerviosas y que excitan a las neuronas promotoras del deleite. Así se fue desarrollando el proceso de la sexualidad. Paso a paso, poco a poco, zona por zona, persiguiendo la excitación que intenta alcanzar el pico máximo del placer, el orgasmo recíproco, una bendición divina. No cualquiera logra sincronizarse con tanta perfección. El amor es la fuente de la armonía. −La repetición del coito sin protección en época fecundadora tiene un porcentaje muy alto de probabilidad de embarazo. A lo mejor ya estás embarazada, mi niña. Tengo que cuidarte con mucho celo. Evitaremos tomar alcohol, por aquello de proteger al cigoto que va que vuela hacia la mórula. Aún está en las trompas de Falopio. 320


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Durante las vacaciones, la luna fue testigo de la acción fecundadora. La playa y el hotel fueron la inspiración, el ruido del mar la canción, las primas y el tío Martín los testigos del suceso. Los días transcurrieron con música instrumental, estuvieron calmados y se pasaron entre sol, calor, arena, comida de mar, baile, alegría, amistad, bromas, anécdotas, compras y sexo. El día de navidad llegó el momento de despedirse. Ya tenían su boleto de regreso a las dos de la tarde para llegar a las cinco. En el trayecto de regreso charlaron sobre la cena de navidad que seguramente la doña ya tenía preparada. Volvieron a Puebla muy amarraditos. Sus cuerpos ya se habían identificado y estaban ansiosos por reencontrarse mientras hubiera vacaciones. Poco a poco, con las actividades se adaptarían a los tiempos de compromiso laboral y a los momentos de placer. Había que respetar las contingencias de la vida. Las neuronas que son las directoras de la orquesta ya estaban entrenadas para excitar y para inhibir. Tendrían que adaptarse para los momentos de bienestar y de malestar que están en el menú de todos los seres humanos. Llegaron a la casa y el súper estaba cerrado. Tocaron la puerta y abrió la doña. Se lanzó a los brazos de León Felipe y luego abrazó a Aranza. Desde adentro, se escuchó la voz de Bernardo. −¡Eso calienta, Aranza! ¿Cómo está eso de que primero abraza al yerno y luego a la hija? −Ya le puse la Malintzi, para no decirle malinchista. Así están las cosas, Bernardo y Elfega. Se saludaron afectivamente y pasaron directo al cuarto, con todo y maletas. Para sorpresa de ellos, estaba adornado con globos multicolores, papel azul y blanco que colgaba de hilos gruesos en diferentes direcciones y un rótulo que decía, bienvenidos enamorados. En los burós laterales habían colocado dos porta321


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rretratos, de un lado sonriendo recién empezado su noviazgo y del otro sonrientes el día de la boda. Aranza y León se sintieron conmovidos y salieron para agradecerle a la jefita. −¿Ya vieron la sorpresa? –le preguntaron a Bernardo y Elfega. −¡Si nosotros le ayudamos! −contestaron−. Vean el cuarto de ella. Fueron al cuarto del fondo, era el más oscuro y siempre tenía la luz prendida. Estaba ordenado y limpio, lo que le dio un vuelco al corazón de Aranza. −Gracias, madre. Te amo. −Ya te dije que eres mi treasure. −Ay, mamá. No te vuelvo a dejar sola que hasta gringa te me estás volviendo. Bernardo y Elfega sólo pasarían allí la navidad y Nochebuena. Tenían guardia en el hospital al día siguiente. Los recién casados decidieron ir de compras, ya sólo les faltaba comprar el papel para envolver los regalos. Invitaron a la jefita y los cuñados, pero doña Geno estaba esperando la visita de una amiga. Berna y Elfega sí los acompañaron. Encontraron una papelería abierta cerca de la casa de León y compraron lo necesario. De ahí, pasaron a la casa de León a saludar a doña Consuelo. Le desearon una feliz Navidad y encontraron la casa impecable y ordenada, como había quedado después de que se llevaron los simuladores. Revisaron luz, estufa, lavadora y todo funcionaba al cien. Felino se detuvo y le comentó a Bernardo aparte. −Si quieren venir a dormir aquí después de la cena, les ofrecemos hospitalidad. Bernardo le agradeció la oferta pero le dijo que no. Pero una patadita de Elfega en el tobillo lo hizo reaccionar. −Pensándola bien, si nos la prestas podíamos venir a descansar. 322


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León extendió las manos para darle las llaves. −Aranza, ¿ya no tienes ningún pendiente de compras? −No, mi amor. Aquí traigo la copia de la casa. −Entonces nos vamos caminando a la casa. Lleva a Elfega a dar la vuelta por la ciudad. −Gracias, León. Me adivinaste el pensamiento −contestó Bernardo. −No me des las gracias. Tú me regalaste la felicidad. Si no te hubiera encontrado ese día, quien sabe por qué caminos andaría. Dios no se equivoca, nosotros somos los de los errores. La cena de Navidad fue suculenta y consistió en filete de robalo, bacalao con lechuga romana, zanahoria en bastones, pepino pelado en bastones, rociados con vinagre de manzana. Los regalos dejaron satisfechos a los presentes, quienes se repartieron guantes para el frío, bufandas y suéteres. La jefa se llevó los honores con un conjunto de vestir elegante con zapatos de tacón. La noche estuvo matizada de buena ventura, alegría y los tradicionales rituales de pedir posada, acostar y arrullar al niño Dios se ejecutaron con solemnidad. Por la mañana, después del recalentado, se fueron a la casa de los padres de León a reportarse y llevar regalos para todos. Macarena estaba en días para el parto, programado para los últimos días de diciembre. Llevaban control con un ginecólogo amigo de Bembe. Aprovechando que estaban en la colonia, les llevaron regalos a Mónica, Berna y Belcim. De ahí se dirigieron a la casa de Roger, Ciro, Ingrid y Samir. Más tarde, con Gilberto el empresario, que se puso contento con el obsequio y les ofreció trabajo a ambos. Sólo quiero a León y Aranza por dos semanas. Contestó León que esos días iba a estar en chino porque estaba por iniciar su inducción para el internado hospitalario y tenía 323


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que aprovechar las vacaciones. −No hay fijón, carnal. Tengo que conseguir trovadores. Sólo me queda Irma pero no me gusta por ser incumplida. Tengo que encontrar un remedio, pero no te preocupes León. Nunca me has fallado. Después fueron a la casa de la arquitecta para que le explicara a Aranza en qué consistía la colocación de un domo en el techo. Quedaron de verse al día siguiente en la casa y se armó el trato con Valentina. Colocaron dos domos en la sala y en la recámara de la doña. La jefita se resistía al cambio, pero después de cuatro días los albañiles terminaron su tarea. Se notaba un gran cambio en la recámara y la sala. Todos quedaron satisfechos con la transformación. El veintisiete León se presentó al curso de inducción. Duró tres días, de ocho a una de la tarde. Estaba diseñado para conocer el Hospital Universitario y los roles de guardias, las actividades médicas académicas y prácticas durante el año de internado rotatorio de pregrado o sexto año de la carrera de medicina. La fiesta de fin de año se llevó a cabo en la casa del tío Ciro. El grupo se volvió a reunir y resultó en un festival de carcajadas, alegría, cantos, poemas y rituales para celebrar el año nuevo. Todos le hicieron peticiones al Año Nuevo. Belcim solicitó que su viejo se atreviera a amanecer entre sus brazos. Mónica, que Roger le pasara energía a través del cable. Irma, que Habib le dedicara tiempo cálido. Berna, pedía que Belcim cooperara a la exploración de la cavidad bucal. −Viejo pelado, te voy a dejar que me explores la cavidad virginal −le dijo Belcim. Roger le pidió a Mónica que suspendiera la revisión periódica del cigüeñal y amortiguadores y ella le dijo de vuelta. −Vas a ver, Roger. De eso pides tú limosna. 324


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−Yo le pido a Irma que deje de hacerse la remolona y se case conmigo −dijo Habib. −Róbatela y le metes un jeringazo de vacuna. La inmunizas y verás que le va a gustar. Hasta va a pedir más. Aprovechas la seducción y va a pedir casorio −intervino Belcim. −Fuera bueno. Estoy puesto y a ella le sobran pretextos −contestó afligido. Ciro les pidió que no perdieran el encanto y que siguieran trovando. Ingrid y Samir pidieron salud para todos y la doña levantó la copa y brindó con entusiasmo. − ¡Qué chula es Puebla! Todos la secundaron y Aranza agradeció a todo el grupo por la solidaridad que tuvieron con ellos. −Nos sentimos protegidos y arropados. Esperamos corresponder a todos y a los siguientes en la lista nupcial. León se sumó al agradecimiento con alegría. −Amigos de la Asistencia y Resistencia, gracias por la cooperación. Pido a Dios que me de fuerzas para trabajar con alegría este año hospitalario. Veo a Habib más relajado. Estoy seguro de que Irma te dará lo que necesitas. El servicio social es más relajado, le pido a Aranza que no se desespere, hay etapas de mucha dedicación al trabajo. Solicito al Padre Eterno, creador de la música y la trova, que sigamos unidos como hasta ahora. Si alguno de nosotros se ausenta por cualquier motivo, no vayamos a aflojar los que quedemos a cargo del barco. Ninguno es indispensable, somos necesarios. ¡Ánimo, compañeros de la vida y la música! También quiero pedirles un brindis especial para una persona sensacional, mi suegra Genoveva. Todos levantaron sus copas de sidra y brindaron por Geno. En el trayecto de retorno, la doña notó que la luz de la casa de León estaba encendida. Entraron sigilosamente y vieron que no 325


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había nadie. Apagaron las luces y se fueron a la casa. −Yo diría que esta noche se queden en tu casa, León. No vaya a ser la de malas. −Creo que tiene razón, suegra. Vamos a quedarnos esta noche en la casa. Ya faltan pocas horas para que amanezca. Llegaron a la casa y ya iban en pijama. Después de cambiar la ropa de cama donde durmieron Bernardo y Elfega, se dispusieron a descansar. Aunque iban cansados, tenían ganas de entregarse a la pasión de sus cuerpos. − ¿Amor, qué son las posiciones en la sexualidad? −Buena pregunta, mi amor. Para la obtención del placer existen diferentes posiciones que la pareja va entrenando para obtener satisfacción. No es que sea un experto, pero hay un libro hindú que se llama Kamasutra. Es un libro de posiciones para uniones sexuales. Ellos lo utilizaban con fines divinos, cultivaban el amor y la sexualidad integral entre un hombre y una mujer. Alguien alguna vez dijo que se traducía como pídeme lo que quieras en la unión sexual. Incluye muchas posiciones pero sólo recuerdo algunas como el móvil del molino, la alineación perfecta, la danza del misionero, la gran apertura, la posición de la monta. En fin, son muchas las variedades que se pueden realizar de pie, sentados, acostados, sobre la cama, un sillón, una silla o en el suelo. Poco a poco iremos practicando. Si tú no te sientes a gusto con alguna de ellas tienes que manifestarlo. No es promiscuidad sino la búsqueda del placer para la pareja. Los prolegómenos del amor son la chispa que enciende la pasión y no deben faltar. Son el estímulo que va desencadenando respuestas fisiológicas eróticas. Durante el ejercicio sexual, tras veinte minutos de excitación se pueden asumir las posiciones cuando la lubricación de los órganos sexuales produce humedad. Entonces inicia la variedad. Para que el placer se mantenga en los límites 326


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del éxtasis hay que acoplarse para que la satisfacción sea mutua. Lo natural es pene y vagina. Otros orificios representan un riesgo para la salud. Pero cada quien elige lo que le conviene. Con la comunicación clara y por deseo de ambos amantes, empezaron a probar posiciones. La acrobacia era extenuante, pero al final se lograba una grata complacencia. La consecuente relajación los hizo dormir hasta el mediodía. El único premio que obtuvo León durante el curso de inducción médica fue que no le tocara guardia el primer día de enero. Inició actividades hasta el día siguiente, el mismo día que Aranza retomó sus actividades escolares. La diferencia era que la maestra trabajaba de ocho a dos de la tarde mientras que el aspirante a médico regresaría a casa hasta el día siguiente a las cinco de la tarde. La maestra llegó puntual al trabajo. Su participación educativa era fundamental para los niños que no cultivaban buenos hábitos en el seno familiar. Todos llegaron saludando de mano y arregladitos del cabello, la cara, los dientes, la ropa y los zapatos. Una vez que estaban todos ahí, recitaron el agradecimiento diario. Había que reforzar hábitos de buena convivencia para terminar de integrar al grupo. Una vez listos, serían un contingente fuerte para el aprendizaje significativo. Sin que se den cuenta, Aranza iba aplicando tests de identificación y funcionamiento o dinámica de la familia, para saber quiénes eran vulnerables y utilizar estrategias en la socialización y en el juego de la enseñanza y aprendizaje. A través del canto y la danza algunos niños aprenden. La mayoría de la enseñanza normativa se va fortaleciendo a través del tiempo por medio de la lectura, la escritura, la aritmética, el civismo y la geografía. Cuando les dieron los resultados del estudio optométrico, des327


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cubrieron que efectivamente, algunos requerían lentes. Para los padres que no tenían recursos para la compra, organizaron ventas de dulces, frutas, gorditas, tortas compuestas y rebanadas de pastel al resto de los niños del plantel. Esto sólo es posible cuando los grupos están bien integrados. Tanto alumnos como padres de familia. Tras convencer al grupo de maestros y a la mesa directiva de padres de familia, se presentó el grupo de las estudiantes de la Escuela de Odontología para realizar una evaluación a los dieciocho grupos. Cada padre de familia llevaría a sus hijos para atención oportuna. La maestra Aranza tomaba cada evento con calma para no ofender a sus compañeros, que la admiraban y respetaban. El primer día de actividades, León fue asignado como interno al servicio de pediatría durante dos meses. El trabajo consistía en elaborar la historia clínica de cada paciente a través de los datos proporcionados por el padre o la madre. Un día como a las once de la mañana, estaba atendiendo el caso de Giovanni, cuando solicitaron su presencia en la sala de enseñanza. Allí lo esperaba el doctor Victorino. La secretaria le informó que el doctor estaba atendiendo una llamada telefónica y con un ademán le indicó que se sentara en el frente del escritorio. En cuanto terminó la llamada, el doctor salió por León. −¿Qué pasó, León? ¿Cómo has estado? −le dijo con bastante familiaridad. −Bien, doctor.−contestó el interno. −Es probable que no te acuerdes de mí, pero yo te conozco de un ambiente diferente. Haz memoria, regrésate unos cinco años. León intentó reconocer al provecto médico, pero no lograba recordarlo. Tras unos minutos de examen, el médico quiso ayudarle a recordar. 328


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−Te voy a dar pistas. Irma, León, mezcal, mariguana, la casa de Susana. El recuerdo llegó como una ráfaga. −No me diga, doctor, que usted es el vítreo. −El mismo que viste y calza, pero con unos años más, maduro e irreconocible. −Estaba melenudo, con sus lentes de John Lennon, barba y bigote desastrados. Andaba entonces con Susana, que estaba como una manzana. ¡Imposible reconocerte! −No te quedabas atrás, maestro. Esa Irma te volvía loco. Eras melenudo, barbón, mezcalero, mariguano. Otra época, maese, mira nada más que diferentes lucimos ahora. Estás hecho un galán. En la mañana me dijeron que tenía que acompañar a un excelente alumno, artista de los simuladores anatómicos, fisiológicos y bioquímicos, que había montado una exposición en la Facultad de Medicina. Cuando me dijeron tu nombre, pensé que era otro barbón. Me da gusto, carnal. Qué bueno que Dios nos haya recuperado. Es un honor, amigo. Venga un abrazo por la metamorfosis, por la transformación. Vámonos yendo porque nos están esperando en la escuela. Se trataba de un reconocimiento a la labor artística de un alumno con creatividad e ingenio. El director fue muy incisivo al invitar a los estudiantes a que se esforzaran en la tarea educativa y educadora. Allí iban a estar los simuladores para ser utilizados por los pupilos que lo solicitaran. −La obra es para todos ustedes porque así lo dispuso León. Pido un fuerte aplauso para su compañero que actualmente cursa el sexto año de la carrera. Es muy importante que todos ustedes comprendan que la vida nos ofrece apoyos humanos. En este caso la familia de León está integrada por médicos que influyeron en su obra. Les presentó al doctor Arturo Covarrubias, 329


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médico cirujano militar, al doctor Otoniel Covarrubias, médico ginecólogo y al ingeniero mecánico Ciro Covarrubias. Todos ellos colaboraron dando soporte al hijo y sobrino. León se apoyó en sus maestros de la familia. Quienes no tienen familia médica, pueden encontrar en sus maestros auxilio para poder llevar sus ideas con creatividad. Insisto, muchachos, no dejen de construir y de inventar. La escuela les estará agradecida por su magnífica labor y sus familias se sentirán orgullosas. La sociedad poblana se los agradecerá. Regresaron al hospital charlando animadamente. −Te felicito, barbón. Ya me imagino cuántas horas invertiste en esa actividad tan didáctica. Espero que hagas un buen papel en el internado. Aunque no me lo creas, soy cirujano plástico. Te voy a invitar a las cirugías. Si lograste esas obras maestras, seguramente tus manos harían arte en los tejidos. Cambiando de tema, ¿te casaste con Irma? −No, carnal. Imagínanos en estos momentos, perdidos en el espacio, mendigando en los camiones. Somos amigos y seguimos trabajando juntos en un grupo de trova. Pero nada sentimental. Ella tiene a su novio Habib, y yo apenas me casé con Aranza Corona, maestra de primaria. −Claro que conozco a todos los del grupo. Los vi el cinco de mayo. Estuve allá en Cholula cuando cantaron. Son magníficos, las muchachas tienen voces privilegiadas. Tú sigues siendo un máster con la guitarra. Por cierto, cuando necesites a alguien que toque el laúd cuenta conmigo. −Oye, Victorino. ¿Te casaste con Susana? −No me casé con ella. Justo ése ha sido uno de los problemas que tenía hasta hace poco. Ella sigue en el rock and roll y le encanta el desmother. Desde hace mucho he tenido la conciencia intranquila, pero por un tiempo pensé que a lo mejor no le 330


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había ayudado lo suficiente. Tú me diste la respuesta hace unos segundos, andaría mendigando con ella en los camiones. Esa hubiera sido la ruta. Tienes razón, cuando la encuentre podemos ser amigos pero no pareja porque nos desgraciamos la vida. Qué bueno que platicamos del pasado reciente. Te agradezco tus comentarios. Mi esposa es pediatra y se llama Viridiana. Es una gran persona, la vas a conocer pronto. Vamos a seguir trabajando juntos y hay que auxiliarnos. Ya emergimos al mundo sano, hay que mantenernos firmes y seguros. Así es la vida del médico. No está libre de tropiezos ni exenta de vicios o malos hábitos. Somos humanos vulnerables a enfermedades y adicciones. Por eso la importancia de tener compañeros saludables que nos alejen de los agentes tóxicos. El Día de Reyes nació el niño de Bembe y Macarena, un hermoso príncipe. Físicamente se parecía a Suzan. Bembe y Macarena estaban felices. Los miembros del grupo llegaron en tandas a felicitarla. El abuelo estaba contento y dichoso con su primer nieto. Suzan celebraba que sus genes estaban siendo dominantes. Poco después, el día veinte, encontró al par de consentidas con caras tristes. −¿Qué os pasa que no disimulan? –No me llegó el cheque otra vez. Fui al sindicato y me dijeron que a lo mejor me tarda tres meses en llegar. Luego, Aranza se acercó íntimamente a felino. −¿Qué crees, mi amor? No me lo vas a creer, es increíble. −Termina de decirme qué pasa −le dijo León preocupado. −¿Te vas a enojar? ¿Prométeme que no te vas a enojar? −No me voy a enojar. −¿En serio no te vas a enojar? −Donde sea otra de tus bromas, te voy a dar tus nalgadas −dijo 331


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León con risas nerviosas. −Creo que estoy embarazada. Tengo dos semanas de retraso −dijo Aranza con ternura. León se soltó de Aranza y corrió hacia la doña que venía a su encuentro para abrazarlo. Tocaron el vientre de Aranza y la abrazaron cuidadosamente. La sentaron en un sillón y felino revisó sus senos turgentes, con tubérculos y aumento de pigmentación. El embarazo era muy probable. León y la doña se pusieron a bailar mientras Aranza contemplaba la escena desde el sillón. Ahora, les voy a platicar la obra divina del arquitecto molecular. Muy poca gente le da importancia al formidable evento de la embriogénesis. Se lleva a cabo en el útero, y la fecundación es el encuentro de dos gametos, el aranzezco y el leonesco. Cada uno lleva la mitad de cromosomas y dentro de éstas los genes, que son las características que dan expresión al nuevo ser. Se hace la mezcla con la información de ambos. Ese cigoto se multiplica exponencialmente en dos, cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos. Así va creciendo a partir de esa primera célula, que es la comandante de todo el proceso embrionario. Se van formando etapas la mórula, la blástula, es aquí donde se dividen el embrión y la futura placenta y los vasos sanguíneos. En los días siguientes se forman tres capas de tejido endo, meso y ectodermo. De aquí van a formarse todos los órganos del nuevo ser. Eso pasa a los quince días de gestación, más o menos. De ti depende un crecimiento y desarrollo sano, una alimentación saludable, y ejercicio físico con restricciones mínimas. Mente saludable, alegre, optimista y creativa. Socialización que forje alianzas pacíficas y recreativas y un buen manejo de las emociones. La salud espiritual consiste en tener cerca al Jefe en las acciones de todos los días. Como corolario, Dios te bendice con un embarazo. Tómalo como un regalo. Cuídalo, aprécialo y déjalo 332


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crecer como un lirio en medio del río. ¿Qué factores debes evitar? Problemas como desnutrición, obesidad, inercia, pereza, pesimismo, dejadez, aislamiento, tristeza, melancolía, incredulidad, fanatismo, uso de tabaco, ingesta de alcohol o drogas, evitar contacto con personas enfermas que te puedan contagiar con microbios respiratorios, no convivir con excremento de gatos y evitar enfermedades de transmisión sexual. Hay que tener una disposición eficaz y efectiva para cuidar del embarazo a través del control prenatal. Dos semanas después se confirmó el embarazo de Aranza por medio de un análisis de orina. En todas las acciones que se emprenden en la vida, hay un índice de probabilidades que consiste en la mayor o menor posibilidad de que ocurra un suceso. En este caso se obtuvo una respuesta venturosa. Esto es estadística que, asociada con la fe en Dios se vuelve prodigio divino. Aranza acudía con frecuencia a los ensayos. Irma e Ingrid formaron la dirección musical y se convirtieron en las jefas del grupo. Aranza y los integrantes instrumentales estaban festivos pues los contrataron para tocar en el Gilbert por dos semanas. La respuesta del público no fue espectacular. Las entradas y el consumo de bebidas y comida estuvieron por debajo de los estándares. Las expectativas del empresario estaban en el cielo pero los resultados benéficos al capital por los suelos. Algo le faltaba al grupo. La última noche de la presentación, Aranza le platicó a felino que su presentación había sido un fracaso. Quizá se estaban enmoheciendo con la misma música o les faltaba entusiasmo o pasión. Algo faltaba y los estaba alejando del éxito. León permanecía callado. No quería opinar sobre el tema, pues él sólo estaba pendiente de su amada. Le abrazaba la panza de cuatro meses de embarazo y la acercaba hacia él. Hundía su cabeza entre los 333


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senos de su amada y a pesar del cansancio extenuante, le daba tiempo de hacer el amor con vehemencia. Estaba enamorado de ella como el primer día de novios. Ella lo sentía cercano, dentro de su alma. Pasaron los meses y León ya había rotado por los servicios de pediatría, obstetricia, medicina interna y ahora estaba en cirugía. Le encantaba la ciencia que trata las enfermedades por medio de operaciones manuales o instrumentales. A pesar de su habilidad innata, entraba de segundo ayudante. Sólo a traccionar, a separar tejidos, a observar cortes quirúrgicos y suturas o a identificar órganos lesionados. Desde el primer día del internado entraba de primer ayudante con Victorino. Entre los dos elaboraban arte quirúrgico, obras magistrales renovadoras o constructivas. Se entendían a la perfección y León mostraba sus amplios conocimientos anatómicos. Era un placer trabajar juntos y el ingrediente toral era la trova. Se les endulzaba la voz con vehemencia cuando recordaban viejos tiempos. Eran trovadores de mente y corazón y Victorino frecuentemente le expresaba. −Ante cualquier presentación que tengas, invítame. Yo me acoplo con el laúd o la guitarra. Ya ensayamos muchos años juntos. Así quedó sellado el compromiso y todo iba bien hasta que los residentes de cirugía empezaron a protestar porque un médico interno de pregrado ocupaba su lugar. Su jefe enmendó el error y dejó entrar a los residentes de cirugía con León como segundo ayudante. A los residentes los reprobaba con anatomía, mientras que el felino siempre daba la respuesta. En ocasiones se salía a propósito, faltando la parte final de la reparación para que el residente terminara el trabajo. Los residentes lo hacían mal, hasta que el anestesiólogo le indicaba a León que reparara con puntos especiales. Los residentes se 334


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quedaban admirados de ver la destreza del alumno consentido. Terminaba en un abrir y cerrar de ojos. Cuando finalizaba el evento, León les enseñaba con calma la manera de hacer el cierre maestro. Otoniel llevaba el control obstétrico del embarazo de Aranza, quien nunca faltaba a las citas mensuales. A León le tocaban vacaciones en julio, y desde una semana antes ya lo estaba abordando Gilberto. −Oye, carnal, échame la mano. Necesito trova que se añora, anda bajo el negocio. ¿Qué te parece Aranza, León y Victorino? Sólo una semana, hermanito. Y la paga sería de mil pesos por noche. Felino contestó veloz como rayo. −¡Encantado de hacer el trato! Me pagas mejor que a un artista de categoría. −Vales más, carnal. No te menosprecies. Llegando al hospital, León le explicó el plan a Victorino, quien se puso feliz. León no sabía que el jefe de enseñanza era quien pagaba el sueldo diario de los artistas. Para el vítreo, ese dinero era migaja comparado con lo que ganaba con cada cirugía particular. Lo que quería era trabajar con León, ahora él como el chalán. Estaba fascinado, ensayaban tres veces a la semana y el sábado la mayor parte del día. Intercalarían música trova con romance. Veinte piezas musicales en total. Aranza no se quejaba de nada, estaba feliz con sus maestros. Empezamos con León Gieco En el país de la libertad. Victorino toca la armónica, León la guitarra, conjugación de voces. Enseguida Hermano de Mercedes Sosa, cantada por Aranza. Todos los caballos blancos, de León Gieco, armónica Victorino, y voz principal para León. Perdón de Oscar Chávez, con voz principal de León. Para cantarle a mi gente de Mercedes Sosa con voz de Aranza, laúd de Victorino y guita335


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rra de León. Volver a los diecisiete de Violeta Parra, voz de Aranza. Los ejes de mi carreta de Atahualpa en voz de Victorino. Si se calla el cantor de Mercedes Sosa con voz de Aranza. Detalles de Roberto Carlos, cantada por León. Un gato en la oscuridad, cantada por Aranza. Libre solterito y sin nadie de Leo Dan con dueto de Aranza y León. Por un caminito cantada por Aranza y Victorino. Amarraditos cantada a dúo entre León y Aranza. Incluyeron canciones de Tania Castellanos, Serrat, Inti Illimani y terminaron la función con Gracias a la vida de Violeta Parra. El lunes a las ocho de la noche, en plenas vacaciones, el local se llenó a reventar. Allí estaban todos los del grupo e Irma fue a maquillar a Aranza. Ella llevaba un vestido de maternidad con mucho folklore. El más ansioso de todos era Victorino, ¡hasta la armónica se le olvidó! Por suerte su esposa alcanzó a llegar con el instrumento. Antes de iniciar la función, se tomaron de las manos y León les dijo unas palabras. −Vamos a divertirnos, muchachos. Danos tu bendición, Señor, y ayúdanos a transmitir amor a nuestros amigos. Que disfruten la música que tú has creado. Sólo somos tus instrumentos de amor en los cantares. Entonces dieron el cambio de luces y León fue narrando la historia de la trova con alegría. A una señal iniciaron la guitarra y la armónica, una fabulosa combinación. La conjugación de voces se dio en el momento preciso. Poco a poco se fue asentando Victorino con el laúd. Entonces se levantó León y señaló al artista del laúd. Se escucharon los aplausos mientras Aranza cantaba sola. La segunda melodía fue interpretada magistralmente por la próxima madre. Pronto, todos eran como hermanos. Continuaron con Todos los caballos blancos y León le puso alegría y sentimiento. El acompañamiento de voces fue sensacional y 336


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poco a poco fueron tomando aplomo. Cuando Aranza cantó Para cantarle a mi gente, el público le aplaudió calurosamente. Tenía la pasión encendida. Victorino expresó con ese chorro de voz Los ejes de mi carreta. Completaron el programa con alegría, pasión, sentimiento. Despertaron la hilaridad cuando cantaron a dúo Libre, solterito y sin nadie. La mejor interpretación fue Amarraditos, pues la interpretó una pareja enamorada. Terminaron con las canciones de Tania Castellanos y Gracias a la vida. Las maestras de la escuela no se perdieron la función para acompañar a su amiga. Los compañeros de León guaseaban con Victorino. −Ahora entendemos por qué es su alumno consentido. ¡Son amigos! Todo el grupo abrazó con cuidado a la gestante, que cada día perfeccionaba su voz. Nunca faltó a los ensayos con su maestra. León quería explicarle al grupo por qué esta vez no los había convocado. −Ya nos dijo Gilberto la situación. No te preocupes, Judas −le dijo Belcim−. No te creas, ¿Tadeo o Iscariote? León la abrazó, encantado por su gracia innata. Todo el grupo decidió ir a cenar. El maestro del laúd se despidió porque tenía un compromiso con su esposa. −Nos vemos mañana a las siete y media, programa tus cirugías. Fueron a cenar a un restaurante español sobre la avenida Juárez y disfrutaron de las tapas y platillos de la cocina. Pidieron una tortilla española con rajas de chile poblano, picadillo con rajas poblanas, enchiladas de pollo con rajas poblanas y cemita poblana. Otros pidieron cortes de carne con guarnición de verduras. Todo resultó ser una mezcla de cocina prehispánica y española. −Qué bonito espectáculo, la piel se me puso de gallina −les comentó Irma. −Será de pollita, porque para gallinas, Aranza −exclamó Bel337


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cim, que tuvo que aguardar a que las risas se detuvieran para poder continuar. −No, en serio − expresó Ingrid−. Mis respetos, León. Eres sensacional. −En verdad, Aranza. Tienes una voz privilegiada. Para cantar lo que canta la negra Mercedes Sosa hay que sufrir un buen rato. Me encantó la de Solo, solterito sin nadie. Estuvo estupendo, a ver qué proponen para mañana. Me dijo Gilberto que sólo van a estar una semana −comentó Belcim. −No soy traidor. Pensaba disfrutar estos días con la familia, tranquilo y sin preocupaciones. El trabajo médico es rudo, pero es lo que me gusta, trato directo con la gente. Me la llevo bien con Victorino. Es mi jefe en el hospital y cada rato me insiste que quiere una presentación de trova. Ante tanta insistencia, buscó a Gilberto y para que cediera a las pretensiones nos están pagando mil pesos diarios del bolsillo de Victorino, con tal de que tocáramos juntos. No es traición. Ya pronto vamos a ser padres y necesito el dinero para los gastos del parto. Prometo que en cuanto tenga tiempo regresaré al grupo para seguir haciendo música. Saben de antemano cómo los queremos. Mi niña nunca falta a los ensayos y por eso está refinando −se explicó León. −Yo entiendo a mi carnal. Es un año de entrenamiento, con intensidad y resistencia. Ahí la vas llevando, ya te faltan pocos meses. Ustedes son testigos del tiempo de calidad para Irma. A ver si ahora no se me echa para atrás, le estoy proponiendo boda para diciembre −les comentó Habib. −No es que me haga del rogar. Quiero estar segura de que cuando te diga que sí, va a ser para toda la vida. Te voy a responder el último día de la trova. Mucha gente no cree en el amor para siempre. Es mejor la sexualidad disfrazada de amor, los momentos transitorios y fu338


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gaces que pueden ser buenos recuerdos para el futuro. La consecuencia de esto es que la mente se acostumbra a amar y a abandonar. Cuando necesitas formar una relación más formal, la respuesta del sistema nervioso acostumbrado a escaparse del yugo se vuelve intolerante. Les pasa lo que a muchos o muchas y terminan en brazos de compañeros con igualdad de condiciones o permanecen solteros disfrutando su libertad. Eso en estos años de 1973. Los siguientes días de trova ensayaban por las tardes. Victorino descuidaba consultas y cirugías por dedicarse a la trova que le daba más satisfacción que el recurso económico. Al fin que sólo es una semana. En los ensayos cambiaban los cantos y en las presentaciones modificaban los cantos. El segundo día modificaron el orden, empezando con La mujer que yo quiero y Cantares de Joan Manuel Serrat. Si nos dejan y Paloma querida de José Alfredo Jiménez. El tercer día agregaron Momentos y La carcachita de Roberto Carlos, La boda de la vecindad y La bartola de Chava Flores. Al cuarto día Cuando vuelva a tu lado, Júrame, Tipitin y Te quiero dijiste de Maria Grever. Al quinto, No tengo dinero de Juan Gabriel, Palabras, 1, 2, 3 detente, Amor de estudiante de Roberto Jordán. El sexto día presentaron Gwendoline y Los nuevos héroes de Pablo milanés, Sabor a mí, Piel canela, La flor de la canela, El último día, A medias de la noche, Tierra de mi tierra, Tú y yo, La banda dominguera y Qué alegre va María. Todos los días barajaban las canciones o improvisaban en el escenario. En eso consistía la pasión de la trova. Eran los códigos que aprendieron León y Aranza. Victorino se acoplaba a la perfección y cuando se pone el alma en la interpretación, el mensaje llega a lo más profundo de los corazones. Cada presentación fue de lleno total y el consumo excelente. 339


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Las ovaciones alentaban el ánimo de los intérpretes. Se quedó la huella de la última canción, Que alegre va María caminando por la ciudad platicando a su niño va a su niño que pronto vendrá Que alegre va Maria y qué tierno es su caminar Con su cuerpo tan lleno de amor que feliz va María Al terminar la estrofa final, Aranza se acercó a León Felipe con las lágrimas corriéndole por el rostro y lo besó. También se acercó Victorino y juntos levantaron las manos en señal de éxito. Victorino el médico, el cirujano plástico, el jefe de enseñanza, mostró su humanidad dejando escapar lágrimas como un niño. Su esposa la doctora llegó a calmarlo. Esa era la pasión musical. Los sentimientos se esparcieron por la sala de conciertos. Gilberto se acercó a darles las gracias y a felicitarlos. Allí estuvieron los amigos, los de la escuela primaria, padres de familia y niños que se acercaron a darle un beso a la maestra. Estuvieron los estudiantes normalistas, los trabajadores del hospital, estudiantes universitarios y funcionarios públicos. En la última función estuvo el presidente municipal. Los del grupo de Asistencia y Resistencia esperaron al último para ir a cenar. Antes de despedirse, la doctora Viridiana se dirigió a León y Aranza. −Gracias por cumplirle un deseo a mi esposo. Discúlpame porque llegué a pensar que lo regresarían a un mundo de libertinaje. Me ha comentado que tú, León, le cambiaste la percepción de la vida. Toda la semana ha sido de dicha y fíjate nada más, cuando nos casamos el objetivo principal era no tener hijos. Pero ahora que llevas con tanto orgullo la maternidad, ya hasta nos 340


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estamos animando a procrear. Bendito Dios, no dejen de ser nuestros amigos. Les reitero, muchas gracias. El festival estuvo hermoso. Son grandes intérpretes y forman un excelente trío de genios musicales. Fueron a cenar con el grupo de Asistencia y Resistencia. Durante todo el embarazo, León había sido un esposo cariñoso por excelencia. No la soltaba nunca, la abrazaba, la besaba y le cantaba, le bailaba y le hacía el amor tierna y enérgicamente. Sabía que ella lo necesitaba. Esa noche cenaron en los tacos orientales y árabes que tanto le gustaban a Irma, la invitada de honor. Una vez que todos se sentaron, Irma llamó a Aranza para platicar a solas. En una mesa para dos, Irma esperaba sonriente. −Amiga, la mejor de todas, gracias por enseñarme lo que es la lealtad. No tengo queja contra ti Tú de mí, a lo mejor sí. Gracias por ser mi maestra. Me has enseñado lo que es el amor, como amiga y como pareja de León. Hasta esta semana he comprendido que la sexualidad debe ir asociada al amor para que tenga valor. Te ves hermosa, digna, llevas con orgullo tu embarazo. A tu lado siempre va el ser que los ama y los protege. Vieras qué lindura cuando cantaste la última canción. Deseaba subir a abrazarte y besarte. Llevas el arte en la sangre y en el cuerpo. Mereces lo que tienes. Ya comprendí que León es tu vida y tú para él. Entendí que mis sueños guajiros son recuerdos de un pasado que ya voló. Estoy lista para llegar a Habib como lo deseaba, sin fantasmas que me acompañen. Gracias, Aranza, la mejor amiga de mi vida −las dos, conmovidas se abrazaron−. Con el corazón limpio, Aranza, quiero ser madrina de tu hija. Concédeme el honor, hermana. Piénsalo y luego me respondes. Te amo. Se integraron al grupo bullanguero justo a tiempo para escu341


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char a Belcim hablar. −La verdad es que la última presentación fue de puro lujo. Me bañaron en agua bendita, me besaron mucho el cucurrucucú. Por un caminito, me dejaron como paloma herida. Me pidieron perdón después de darme por el Macondo. Me provocaron hasta cantares y me dijeron júrame que no olvidarás el momento. Después de maltratar los ejes de mi carreta, me lo dejaron bien amarradito. Que eran cosas de estudiante, que no tengo dinero ni nada que dar, que quede entre tú y yo. Vamos a ser los nuevos héroes de la banda dominguera. Para que vayas caminando con alegría platicándole a tu niño, Qué alegre va María Belcim. Las risas duraron un buen rato, incitadas por las ocurrencias Belcimescas. Entonces Mónica pidió la palabra. −Voy a cambiar de tema, ¿y para cuándo, joven? −Primero Dios, para mediados de septiembre esperamos un grito neonatal −dijo Aranza. −Pues lo que se va a pelar que se vaya remojando −dijo la imparable de Belcim, y luego se puso más seria. ¿Qué pasó, Irma? ¿Ya tienes la respuesta? No pude dormir en toda la noche nada más de estar pensando en tu respuesta. Estoy peor que Habib. −Después del fabuloso concierto, tras disfrutar los sabrosos orientales y enseguida de platicar con Aranza, a continuación de meditar las cosas… −Posterior a estar eructando por arriba y por abajo, ¿qué? −se metió Belcim, quitándole la inspiración a Irma. −No te creas, Habib. No se trata de pensar sino de reflexionar. Quise llegar segura contigo para amarte como mereces. Eres lo mejor que ha llegado a mi vida. Eres la persona que será un amor para siempre. Estoy dispuesta a compartir la vida contigo y voy con la seguridad de que trabajaremos para hacernos felices. Habib se puso de pie y a una orden apareció el mariachi inter342


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pretando Si nos dejan y Cómo fue. Todos aplaudieron y como corolario, los mariachis interpretaron una diana, ya que el dueño del local sólo permitió dos melodías. Habib tomó en los brazos a su amada y la besó con toda la ternura de un hombre enamorado. Dos meses después llegó el día del parto. León estaba en el trabajo cuando llegó Belcim a avisarle que Aranza estaba en trabajo de parto. Abandonó su servicio y se dirigió a la sala de enseñanza. Allí estaba Victorino, a quien le comunicó que Aranza estaba en trabajo de parto y que tenía que llevarla con su tío Otoniel para atenderla en la Beneficencia Española. Le otorgó el permiso y habló con él. −Avísame para que vaya Viridiana a atender al recién nacido. −Gracias, jefe. Belcim lo llevó a la casa, tranquilizó a Aranza con besos y caricias. −Vamos a jugar a tener un hijo, tú eres la buena del requinto y yo el acompañamiento. Nos vamos a coordinar para que salga bien la melodía. Haz los ejercicios que te indicaron y tranquiliza a la doña que está ansiosa. Le pidió que se mantuviera tranquila y le apretó la mano. −Todo va a estar bien, jefita. Procedió a revisar a su amada, palpando al feto en forma externa. Dio aviso a Otoniel, quien le pidió la llevara al hospital para su atención. Llegaron juntos al servicio de urgencias y ya tenía siete centímetros de dilatación. Después de una hora de vigilancia en la sala de labor, la pasaron a sala de expulsión. Los últimos esfuerzos de Aranza fueron intensos, hasta que logró expulsar al recién nacido. Al ser reanimado de forma natural, presentó un llanto enérgico. La doctora Viridiana procedió a realizar los cuidados de un recién nacido sano, mientras León permaneció atendiendo a su amada. Le limpiaba el sudor y be343


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saba la cara. Ella estaba tranquila porque el llanto del bebé era enérgico y continuo. Después de unos minutos, se acercó la doctora Viridiana con la niña envuelta en un manto. Descubrió frente a los padres a una hermosa niña sana. −Gracias, Señor, por esta bendición. −exclamó León llorando como un niño. No quería abandonar a Aranza pero ella le pidió que fuera a cuidar a su bebé. Entonces León se dio cuenta de que era una copia de Samir y se parecía a Suzan. Calló el secreto hasta que la doctora le comunicó a Aranza sonriente. −¿Qué crees, amiga? La niña es igualita a León y a tu suegra. −¡Bendito Dios! Yo quería que se pareciera a ti, felino. Se me hizo el milagro. Gracias, Viridiana, eres una angelita. −¿Qué te pasó, mi trovador? −preguntó Otoniel de buen humor−. Perdiste la galanura. Salieron en su defensa Aranza y Viridiana. −Es un buen padre y se emocionó. Eso es nobleza, Otoniel. −Yo nada más decía. Tienen razón, mi sobrino es un macho dominante al que se le doblaron las piernas −contestó el ginecólogo. Terminó la labor obstétrica a la perfección y la pediatra dejó a la niña con el diagnóstico de sana. Todo en buenas condiciones, gracias a Dios. Comenzaron a llegar los visitantes a felicitar a los padres. Llevaban regalos para la recién nacida. Suzan estaba enloqueciendo al ver que sus genes seguían siendo indiscutiblemente dominantes. Arturo, abuelo por segunda vez, aceptó la misión. Ciro e Ingrid estaban muy contentos de ver crecer al grupo de trovadores. Irma abrazó a Aranza con mucho amor y le dijo que esperaba 344


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que no la hubiera pasado muy mal, tratando de recordándole que ella quería ser la madrina. −Amiga, yo estoy encantada. Espera para comentarle a León. Nada me daría más gusto que ser comadres. Habib felicitó a León y le comentó que había vuelto a nacer. Belcim y Berna estaban encantados porque ya eran tíos. Mónica y Roger llegaron con la doña a que conociera a su nieta. −¡Bendito Dios, está hermosa! Es una mezcla perfecta −comentó Geno. −Macarena y Bembe llevaron buenaventura a la recién nacida. Victorino y Viridiana ya estaban embarazados y no cabían de dichosos con ambos acontecimientos. El tiempo transcurrió con fortuna para el grupo. El progreso y la salud estaban presentes y estaba por terminar el año de internado rotatorio. A León le otorgaron el servicio social en Puebla, en el centro de salud de la Cuatro oriente como premio por ser el mejor promedio. Ahora ganaría tres mil seiscientos pesos mensuales. Aranza regresó a su actividad laboral, donde ya le estaban pagando puntualmente. La niña ya tenía tres meses. Ciro e Ingrid se fueron de viaje a Guanajuato con Samir y regresaron contentos. Era el último año de la carrera de la arquitecta, la administradora de empresas y el ingeniero mecánico. Habib ya era médico cirujano y partero. Iba a ir por la especialidad pues quería ser oftalmólogo. Irma trabajaba exhaustivamente en la escuela primaria y la boda estaba programada para el veinte de enero. Los palomos se casaron temprano el veinte de enero en el Registro Civil. En la tarde fue la boda en la Medalla Milagrosa, el templo que le correspondía a Irma. Los padrinos de anillos fueron Gil y su esposa. Los de arras fueron Roger y Mónica, los de lazo fueron Aranza y León. Fue una boda elegante, alegre y 345


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festiva. La fiesta se realizó en el centro Mexicano Libanés. La niña de León y Aranza estaba registrada como Aranza Covarrubias Corona, hija de León Felipe y Esperanza. La bautizaron al año en el templo de la Medalla Milagrosa. La madrina fue Irma y Habib, mientras que el padrino fue Ciro e Ingrid, cuatro compadres de una tirada. Todo un acontecimiento social. La doña cumplió su promesa y dejó el trabajo de supermercado. Cerró el súper, traspasó la mercancía y ahora era la cuidadora de Aranza, labor que ejecutaba maravillosamente en el turno de mañana. El trabajo vespertino, de cuatro a seis, elegido voluntariamente, era dar clases a niños con rezago en el aprendizaje. Compraron los muebles necesarios para la escuelita que supervisaba Aranza. La doña tenía alma de educadora. El tiempo es una medida relativa que marca la vida de los seres humanos y hace constancia de los ciclos de rotación y traslación del planeta. En el medio ambiente, los acontecimientos se van desarrollando de una manera diferente cada día. Es la oportunidad de hacer de las vicisitudes obras diversas. La maestra trabajaba la evolución cerebral de cada niño, respetando las etapas de la vida y resaltando en sus alumnos las habilidades y destrezas. Cada uno de nosotros percibe, piensa, razona y aprende diferente. Hay que favorecer el ejercicio físico con estímulos. En ese tenor se logra el objetivo del bienestar físico, emocional, la memoria y el manejo del estrés que favorecen categóricamente el aprendizaje. Hay que tener paciencia para conocer el teje y maneje de la labor educativa en la infancia. El que conoce la fisiología del cerebro del infante es capaz de idear, planear y programar estrategias que favorezcan ese potencial magno de esas redes neuronales. Aranza lo sabía, había que trabajar con entusiasmo, orden, ciencia, evolución y progreso. Cada vez serán mejores las 346


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técnicas de enseñanza. León le comentó a su maestro en el centro de salud que el ejercicio físico favorecía la secreción de neurotransmisores que se producen en las vesículas del axón, liberadas en la región presináptica. Son capturadas por los receptores de la siguiente neurona y así ejercen función en las diferentes áreas del cerebro. −Esto lo pongo a colación, maestro médico, porque usted repite frecuentemente que se siente viejo y apenas tiene sesenta años. Todavía puede realizar muchas actividades de toda índole. Está usted en la época que puede aportar mucho a la ciencia, al deporte, a la creatividad artística, a los estudiantes de la escuela de medicina y a sus pacientes. Todo esto lo tengo bien estudiado en la teoría y práctica. Usted fue mi sinodal en el examen profesional y lo admiro por ser una persona asidua y puntual. Me cuentan las enfermeras que no ha faltado un solo día a su trabajo y que tampoco tiene retardos. Es una persona amable, empática, estudiosa, actualizada y sin embargo, todos coinciden que es una persona cansada. Se le aprecia fastidiado, poco participativo, como si ya nada más estuviera esperando la jubilación. No se vaya a molestar conmigo, los alumnos de la escuela lo ven desmotivado. ¿Qué pasa, don Alfonso? Usted tiene madera de roble y sólo le falta motivación. Ánimo, maestro. No se me achicopale. Ahora ahí viene lo bueno. Usted conoce a mi suegra. Fue muy notorio en el examen profesional y en la comida que organizamos. Doña Geno tiene la misma edad que usted, sólo que con diferente actitud. Cuando nació mi hija, surgió la necesidad de cuidar a Aranza y atendía un supermercado. Ahora cerró el negocio y alterna actividades. En la mañana cuidaba a la niña y por las tardes empezó a dar clases a niños con rezago educativo sin ser maestra. Estaba bajo la supervisión de mi esposa, que es maestra con preparación académica progresista. Se empezó a 347


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cultivar en la labor educativa con mucho amor, paciencia, tolerancia y estudio. En el momento que Aranza regresó a trabajar, yo le insistí mucho a mi esposa sobre la necesidad de una lactancia materna prolongada. Ella obedeció, pero el problema era que no teníamos quién le llevara a su hija hasta la escuela para amamantarla. En una semana, aprendió a manejar carro estándar y fue tomando confianza. Ahora no hay quien la pare y maneja por toda la ciudad. Le sugerí que hiciera ejercicio físico e inició caminando, luego trotó y ahora es corredora. Antes de iniciar la empresa deportiva la llevé al ISSSTE para que le hicieran un examen físico y estudios de laboratorio, radiografía de tórax y electrocardiograma. Ella se sabía hipertensa, pero siempre que la checábamos salía normal. Suspendió el medicamento dos semanas y las tomas de tensión arterial siguieron normales. Se levanta a las seis de la mañana y corre cinco kilómetros diarios. Es una persona alegre, empática, simpática y encantadora porque se dio la oportunidad. Ya hasta tiene un pretendiente que también es deportista. La actitud, maestro. A usted siempre lo he admirado. Por eso le comento esto. −Tienes razón, León. Me siento devastado, tengo muchos problemas familiares y no sé cómo resolverlos. −Hágase un chequeo médico y haga ejercicio. Ya ejercitado les parte su madre a todos los problemas. −Tienes razón, hijo. Eso es lo que necesito, partirle su madre a todos los que están colmando la vida. Voy a seguir tu consejo. Te pareces mucho a tu tío Ciro, un viejo amigo. Cambiando de tema, qué brillante examen profesional hiciste. No te presentaste con ningún miembro del jurado hasta que fue el examen. Otros alumnos se presentaron a solicitar chichi con la cantaleta de siempre. ¿Me recomienda preparar algún tema en especial? Yo les digo, ahí tienes tu temario, hijo. Allá nos ve348


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mos. Estudia mucho que yo no regalo calificaciones. Contigo fue diferente, manejaste las tres interrogantes con maestría, los temas eran difíciles, síndrome nefrótico, explicaste anatomía y fisiología del riñón con maestría, hasta que llegaste a la fisiología del glomérulo, las alteraciones del mismo, los síntomas, diagnóstico y tratamiento. Me dejaste apantallado. El segundo tema fue glaucoma, detallaste la anatomía y fisiología del ojo, medios transparentes, líquidos, sistema nervioso, hasta llegar a las alteraciones que provocaban aumento de la tensión ocular. El tema era complejo y sin embargo lo explicaste tan bien que hasta yo me lo aprendí. Me tocó el turno a mí y pregunté enfermedades endocrinas, la anatomía y fisiología me dejaron sorprendidos. Cuando empezaste con el eje hipotálamo, hipófisis, quería parar el examen. Sin embargo dejé que los compañeros estudiantes aprendieran más. Arturo y Otoniel estaban anonadados, tu hermosa esposa estaba emocionada con tu niña en brazos, con lágrimas resbalando por su rostro. Tu suegra levantaba la mano dándote ánimos como diciendo, no te partas guerrero, la lucha es intensa, usa tus mejores armas, la victoria es inminente. Tu participación obtuvo la calificación más alta que he otorgado hasta el momento. Estoy orgulloso de ti, León. En unos días serás liberado del servicio social. Prepárate para el examen de la especialidad. Ya me comentó Victorino que es un desperdicio que no seas cirujano. Estoy seguro que serás el mejor médico familiar. La trova estaba presente cada tres meses en el Gilbert. Una semana sólo con Aranza y la siguiente semana todo el grupo musical. En una ocasión se cumplió el sueño de Victorino, solo él y León en el escenario durante una semana. Fue un éxito colosal escuchar a dos genios musicales. El salón bar estuvo hasta el tope todos los días, el consumo fue extraordinario, la huella musical 349


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que dejó en el público fue grata para siempre. En una ocasión antes del ensayo del grupo, Irma preguntó qué factor intervenía para que todo el grupo mantuviera la buena vibra y León tomó la palabra. −Voy a expresar mi opinión. Si no están de acuerdo lo manifiestan al final de la exposición. El cerebro está constituido por miles de millones de neuronas. Las neuronas se conectan entre sí por medio de conexiones nerviosas y estímulos. Los seres humanos tenemos cerebros diferentes. Tenemos la parte más profunda que controla las funciones vitales, la parte intermedia o cerebro límbico que controla las emociones y la corteza cerebral que controla los pensamientos, la atención, la concentración y muchas cosas más. También está la genética que, a través de los genes favorece el desarrollo del sistema nervioso central en sus diferentes etapas. La ontogenia, que es la manera como respondemos con base en experiencias pasadas. −Quiere decir que filogenéticamente somos iguales. Pasamos del mono al homo sapiens. Nuestro cerebro ha cambiado en forma, tamaño y funciones. Mis antepasadas changas estarían orgullosas de nosotras. ¿Estoy bien o la estoy defecando? −interrumpió Belcim. Viridiana le respondió que estaba en lo correcto, y León continuó. −Ya en lo genético somos diferentes. Mamá y papá aportan cromosomas que al fundirse se vuelven únicos, por lo tanto forman cerebros con neuronas peculiares. Por lo tanto, la respuesta a los estímulos ambientales es individual y se llama temperamento. Según el maestro Hipócrates, hay personas sanguíneas que tienen como fortaleza ser expresivos, cálidos, atentos y habladores pero son indisciplinados, inestables y egocéntricos. En el grupo no identifico a ninguno. Luego mencionó a los coléricos 350


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que son fuertes en ser voluntariosos, independientes y visionarios pero son fríos, no emocionales, impetuosos y dominantes. Veo algunas fortalezas del colérico en mí, pero no veo a nadie con las debilidades. El melancólico es dotado, analítico, abnegado, trabajador y autodisciplinado. La debilidad está en que es voluble, auto centrado, vengativo, crítico y negativo. Por último, el flemático es tranquilo, confiable, objetivo, diplomático y humorista. Su flaqueza está en que es moroso, egoísta, mezquino, indeciso y cobarde. Como pueden darse cuenta en el grupo tenemos fortalezas marcadas entre los miembros y algunas debilidades poco significativas. No somos mala leche y eso permite una convivencia saludable. Toma la palabra Viridiana. −Un punto primordial es el carácter y eso no es heredado sino adquirido. Si se dan cuenta, todos venimos de familias que funcionan bien, todos derivamos de padres saludables. Ese es un título que no se da en la universidad. Teniendo padres que participan del bien común, nuestras neuronas aprenden a hacer obras en beneficio de los demás. Haz el bien sin mirar a quien. Eso es toral en las conductas humanas. Las neuronas espejo aprenden de las acciones, no de las palabras. Secundariamente es importante estar en un medio socializador que te permita vivir y sobrevivir a través de la comunicación que fabrica amistad. Entonces Habib tomó la palabra. −También es importante la cultura que has adquirido, aprender de las personas buenas, cultivar hábitos y costumbres que favorezcan la salud y la convivencia, levantarte y darle gracias a Dios, cepillarte los dientes, bañarte, cambiarte de ropa y ser amable. Todo lo que ustedes le pongan de ingredientes a una personalidad que es atractiva para una convivencia saludable. 351


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Continúa Victorino. −Yo creo que lo que une a este grupo es el placer musical, interpretar música del pueblo, de protesta, de injusticia, historias amorosas, anécdotas de desamor. Todo se puede cantar. Lo que nos motiva a venir es la pasión para interpretar y hacer llegar los sentimientos del autor al público. Esos personajes que nos vienen a ver para llevarse alegría a sus vidas, para encontrar el amor o para vivir pacíficamente. Esa es nuestra misión. Yo los veo a todos comprometidos. Hay excelente músicos y talentos sofisticados en este grupo. Entre todos hay un genio musical y pasional. Ese es León. Discúlpenme, pero sin él baja la categoría. Con él viajamos al cielo. Después siguió Irma. −¿Qué les puedo decir yo? Llevamos años trovando, En verdad es una sensación placentera actuar con él. Estoy de acuerdo con Victorino, León es un ingrediente primordial en este grupo. Continúan opinando todos en forma ordenada y al final Ciro expresó su sentir. −Yo nunca trové antes de que llegara León al taller. Era frío, insensible, crítico y negativo hacia la música y el amor. Empecé a disfrutar de la música cuando se formó el grupo. Con ese grupo de niños que conocí en la infancia y que ahora son jóvenes entusiastas. Es una motivación a vivir, pero lo que me encendió fue la llegada de Ingrid. Con ella llegó el amor esperado, la compañera anhelada, fue un sueño que se transformó en realidad. Cuando llegó Samir mis pensamientos llegaron hasta Dios. Este ejemplo que pongo es lo que les ha pasado a todos ustedes. A León le llegó Esperanza, la bendita Aranza. A Irma se le apareció ese hombre maravilloso que es Habib. A Belcim le llegó su Berna, que es el fan número uno del Puebla. A Roger se le apareció la dueña de sus quincenas que llevan balance. A Bembe 352


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el paciente Benedetto, le llegó la virgen de la Macarena y ahora Benedetto Junior. A Victorino y Viridiana se les otorgó el deseo de ser padres a través de la música. Todos hemos sido bendecidos por Dios y pasamos por momentos difíciles que nos hicieron madurar. Disculpen lo prolongado. Y por favor, no me vayas a alburear, Belcim. Recuerdo cuando llegó mi hijo, León. Le di mi apoyo, le puse límites estrictos y lo motivé. Esos fueron los tres ingredientes que favorecieron su crecimiento como hombre. Como corolario, este grupo estará unido, persistirá por siempre, mientras esté integrado por buenas personas, apasionadas por la sana convivencia humana y musical. León avanzó en la vida y obtuvo una de las mejores calificaciones en el examen nacional para la especialidad. Logró el sueño ser médico familiar y el grupo de compañeros lo felicitó de forma entusiasta. Habib no tuvo la misma suerte. No aprobó el examen para oftalmólogo y tuvo que esperar un año para volver a presentarlo. Tendría que buscar la manera de trabajar y seguir preparándose. Así es la historia de las promociones para alcanzar la especialidad. Algunos estudiantes destacados no salvan el obstáculo y la frustración es de acuerdo a la expectativa. Hay que analizarlo y responder con lógica, analítica y razonamiento. Seguramente en una segunda oportunidad se logrará el objetivo en ese índice de posibilidades. No se puede festejar abiertamente cuando un miembro del grupo no ha logrado el objetivo. El ambiente se contamina de melancolía por la tristeza del compañero frustrado y se disipa la alegría grupal por el logro del triunfador. Así es la vida, ese día todos fueron a sus casas con la vela a media luz. En cuanto León llegó a su casa, su familia celebró su éxito. Poco 353


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a poco se fueron sumando al festejo Ciro, Ingrid y Samir, Belcim y Berna, Roger y Mónica, Victorino y Viridiana. Valía la pena celebrar porque el triunfo era de todos. Todos formaban parte de León y Aranza. La jefita baila a ritmo de danzón con Aranza bebé. La música que se dejaba escuchar estaba llena de ritmo, armonía y sonido. Bembe y Macarena llegaron con las sidras y al final llegaron Irma y Habib, repuestos del fiasco emocional. Comprendieron que son eran grupo solidario y, respetando su dolor, trasladaron la fiesta a otro lugar más íntimo donde la alegría no hiciera daño. Levantaron la copa por el éxito y el fracaso. El primero era el paso a la vida de residente y el segundo era un reto que requiere esfuerzo y disciplina. Los dos tenían caminos diferentes y había que vivirlos con alegría. −Por favor no abracen fuerte a mi amor porque sospecho que estamos embarazados −comentó Habib y la emoción se desbordó. Luego, León levantó la copa. −Quiero agradecer a Dios por las bendiciones de la vida. La música ha sido la fuente que alimenta mi cerebro. Empezó a ser mi compañera desde el nacimiento. Desde entonces la música ha sido el estímulo que de alguna forma ha contribuido al desarrollo de talentos. Doctora Viridiana, Habib o Victorino, me corrigen si me equivoco. Sé que la música en sonidos agradables es el mejor estímulo para favorecer el crecimiento cerebral. He leído que crece más el hemisferio derecho en las áreas musicales. He leído también, que las conexiones neuronales son mayores en las personas que practican música. Aquí están las maestras, ellas tienen más experiencia en estos menesteres. No sé qué han observado. Irma se decidió a tomar la palabra. −Voy a hablar por las dos, ya que nuestra tesis trata sobre aptitudes y actitudes en los niños de primero a sexto de primaria. Hemos comentado que algunos niños con trastorno de aprendi354


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zaje mejoran el aprovechamiento cuando utilizamos estrategias con danza, canto y ejercicio acompañados de música. Yo creo que los hemisferios se coordinan de alguna forma porque las respuestas son de mejoría. −En mi experiencia empírica, no científica, he observado que los niños que tienen demasiada actividad se comportan mejor en el aula con música suave de Bach, Beethoven o Mozart −comentó Aranza−. Participan sin tanto ímpetu, son más ordenados y en el otro extremo los niños tímidos participan en el aula en forma cuando ponemos música alegre. Los ponemos a bailar y aumenta su comunicación. −Definitivamente −continuó Viridiana−. La música en su tenor estimulante y a frecuencias agradables al oído genera recuerdos que se imprimen o que se evocan en determinados momentos. Les voy a mostrar el efecto de la música −dijo y se levantó el camisón, mostrándoles la serie de ondas que se producen a través de la piel del abdomen−. Son movimientos fetales producidos por el estímulo musical. Las melodías de Frank Pourcel lo están estimulando. Todos se quedaron admirados del fenómeno que provoca que la música se guarde como grato recuerdo que se evocará en un futuro. Entonces León retomó la palabra. −Esto es lo que les he querido comunicar, compañeros. La música es una afición que tenemos que seguir cultivando dentro de sus géneros de la trova, el romance, el folclore y la parodia. La alegría debe estar presente. Este grupo está unido por la música. Los ritmos, las armonías y los sentimientos nos han forjado como un grupo empático, solidario, romántico, amoroso, creativo, estudioso, sano y saludable. Hay que seguir trabajando y creciendo con Asistencia y Resistencia. Los amo y prometo hacer mi mejor esfuerzo como médico de las familias poblanas. 355


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Ser médico familiar es una misión dichosa. Se tiene que ejercer con estudio, academia, investigación y empatía para llegar al éxito. La residencia la voy a hacer en el Seguro Social. La población es clase media, trabajadores de fábricas, empresas grandes, medianas, y pequeñas, y personas que cuentan con un salario mínimo o más allá del límite. Estoy consciente de que tengo que realizar un diagnóstico situacional de la población que está a mi cargo. Esto mediante planeación, organización, objetivos, estrategias, metas, estadísticas, resultados y tratamientos. Hay que tener orden para llegar al éxito. Ya con el diagnóstico elaborado el trabajo se vuelve comprometido y responsable. Ya estoy pensando en el futuro, y las herramientas las voy a obtener en la residencia médica. El trabajo en la residencia será de dos años en un turno matutino de las ocho a las cinco de la tarde. Las guardias en hospital son en urgencias o en áreas de especialidad cada cuatro días. No es tan intenso el trabajo, hay que estudiar y practicar lo necesario y más. Un médico como León, que domina conocimientos de anatomía, fisiología y bioquímica humana, hace diagnósticos elaborados con arte porque comprende las funciones celulares, el metabolismo diverso de cada tipo de células. El buen entendedor médico diseña y entiende tratamientos porque conoce el destino de los fármacos, su ingestión, absorción, distribución, metabolismo y sitio de acción. Aquí es donde la mayoría de los médicos no comprende que hay receptores diversos que van a estimular o bloquear las funciones de los órganos. Todo esto a través de la farmacocinética, farmacodinamia, biodisponibilidad, farmacognosia, química farmacéutica, farmacotecnia, posología, toxicología, farmacología clínica, cronoterapia, y farmacovigilancia. No sólo es prescribir un medicamento, sino saber a qué organis356


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mo voy a indicárselo y qué espero del medicamento. La medicina es un arte y son los médicos los que la hacen artística. Son ellos los que le dan a un paciente ya estudiado un fármaco que seguramente será efectivo, con una biodisponibilidad alta y con el mínimo de efectos secundarios. Para eso va a estudiar León con orden, para alcanzar el éxito. Fuera de la ciencia y la música, lo primordial es la familia. León y Aranza, se comportan como romanceros. Enseguida del parto, León aumentó las muestras de afecto con su Gacela. Sabía que las secuelas del embarazo a nivel del aparato reproductivo provocan cambios que poco a poco se van recuperando. A veces tardan hasta tres meses, pero todo vuelve a la normalidad. La mente se vuelve maternal y la lactancia hace que la madre sea más apegada al bebé. Por eso León procuraba ser más afectivo, recordándole a Aranza que también era su esposa y compañera de aventura, juego, música, diversión, recreación y sexualidad. Había que recuperar el training con protección hasta que volvieran a planear y desear un nuevo embarazo. Aranza entendió el mensaje. Hay que trabajar el amor y atender, comprender, entender, disfrutar, y educar. Sólo así se mantienen las relaciones amorosas que no son espontáneas. Requieren esfuerzos y a veces hasta sacrificio. Lo importante es mantenerse unidos. En la vida aprendemos de los demás para bien o para mal. En el grupo de Asistencia y Resistencia, aprenden lo saludable del amor. Ciro e Ingrid llevan una relación alegre y festiva. Victorino y Viridiana son amorosos en su etapa gestacional. Bembe y Macarena son divertidos Habib e Irma son románticos. Belcim y Berna jocosos y desmadrosos. Roger y Mónica armonía en movimiento. Es importante en la vida conocer tu carácter y temperamento. Busca compañeros que equilibren tus debilidades y motiven tus fortalezas. 357


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Los

bebés

van

creciendo

formarán nuevas alianzas.

Aranza, más los que vengan. Esta

es la historia de

y

seguramente

Samir, Benedetto,

León

y

Aranza. Una

historia de amor poblano que se gestó en el contexto de la ciudad construida por los ángeles.

A través de este libro de lectura se tiene como objetivo representar lo acontecido en la época de los años setentas del siglo XX en la ciudad de

Puebla. Los personajes son jóvenes estudiantes universitarios de la Facultad de Medicina, Arquitectura, Administración de empresas e Ingeniería mecánica que se desarrollan en un contexto urbano, en una colonia residencial de clase alta. León, Belcim, Bernardino, Mónica son vecinos que han convivido durante la infancia y juventud. Irma y Esperanza son jóvenes de clase media que estudian en el mismo

colegio de monjas desde la escuela primaria.

Se

va tejiendo el romance de

León,

un joven

guapo y atractivo que conquista el corazón de las cuatro jóvenes.

El

gancho que las atrapa

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es la música de trova, género que expresa la

voz del pueblo, poesía con música y de letra

inteligente que habla de romance, crítica o contenido político.

Surge la pasión entre Irma

León, compañeros de música y canto que han compartido vida, desveladas, alcohol, drogas y sexualidad. Se presenta la traición de Irma y aparece Aranza en la vida de León. Es en este y

momento que son protagonistas de la aventura

Ciro,

el tío del traicionado que está en crisis

depresiva, los compañeros de la colonia, Ingrid, la maestra de música y canto.

Se de

forma el grupo de trovadores llamado

Asistencia

y

Resistencia,

en el que surgen

conflictos y se manifiesta el romance.

Se

van

formando parejas amorosas y divertidas que comparten actividades musicales y a través del entrenamiento constante llegan a dominar los instrumentos de cuerda y percusión.

Todos, sin

excepción, son parte incondicional del equipo de

Futbol Puebla FC

y tienen como símbolo

un auto sedán con los colores e insignias del cuadro de la franja.

Organizan una estado de Puebla

gira

por los municipios del

para

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dar a conocer música regional, nacional y extranjera.

Se manifiestan durante la aventura

los problemas en la dinámica familiar de padres e hijos.

Durante

el crecimiento y desarrollo

de este grupo solidario se van presentando diferentes circunstancias que son parte del contexto de esa época.

360


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HISTORIA DE L E Ó N

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