¿TODOS SOMOS CHARLIE HEBDO? por OMAR HAMZEH Tras 23 años de ataques y asesinatos a la Comunidad Musulmana el día en que Dios dio la victoria al bendito Profeta Muhammad ﷺ, este entró en Mecca y al ser preguntado por sus enemigos: ¿ Qué vas a hacer con nosotros Oh Muhammad?, contestó: ¡Podéis marcharos, sois libres! Durante esta apertura y victoria, Ikrimah, uno de los más acérrimos carniceros y desalmados enemigos del Islam, atacó a un grupo de musulmanes, sufriendo una derrota y viéndose obligado a escapar de la
ciudad. Cuando su esposa rogó por su perdón, el Bendito Profeta ﷺle perdonó. Inmediatamente tras el perdón, cuando Ikrimah apareció frente al Profeta ﷺle dijo de manera arrogante: “Si piensas que porque me has perdonado me he convertido en Musulmán, entonces que quede claro que no me he hecho Musulmán”. Si puedes perdonarme mientras me mantengo fiel a mi propia fe, entonces muy bien sino me voy”. El Bendito Profeta ﷺdijo respondiéndole: “Tu, sin lugar a dudas, puedes mantenerte fiel a tu fe. Eres libre de todas las maneras”.