Obra de teatro:
La magia de los libros Mª Lourdes García Jiménez (1990)
PERSONAJES
Abuela
Luis
Pájaro
Conejo
Perro
Burro
Gato
Gallo
Narrador
ESCENARIO
Una casa de fondo, cuya puerta tiene a su lado un cesto con verduras y el gato tumbado. A la izquierda de dicha puerta se encuentra una silla, y a la derecha un árbol. El burro se encuentra en el suelo junto a ese árbol, sentado sobre los pies y las manos delante. El perro corre dando saltos entre todos, perseguido por el niño con el que juega. La abuela sale de la casa y se sienta en la silla. DESARROLLO DE LA OBRA
- Luis, ven, tengo un regalo para ti.
-¿Qué es lo que me vas a regalar abuela?
El niño sigue corriendo tras el perro. Éste, al pasar junto al gato, le da un golpe en la cabeza, por lo que el gato le devuelve el golpe.
- Un libro precioso que te va a encantar. - El niño se para mirando a la abuela.
- No quiero leer ahora, estoy jugando con Kuko.
El perro se vuelve mirando la escena.
- Este libro te mostrará el mundo animal, tiene unas imágenes preciosas en las que verás animales desconocidos, leerás cómo y dónde viven, qué comen y cuáles son los peligros a los que se enfrentan. Estoy segura de que te va a entusiasmar.
- Está bien abuela, le echaré un vistazo.
La abuela se levanta y entra en la casa, entonces el niño se sienta en la silla y comienza a ojear el libro, mientras el perro se tumba junto al burro. Todos miran al niño. Al principio el niño ojea con rapidez el libro. De pronto vuelve a comenzar la lectura por la primera página y lee con mucha atención.
- No me gustan los libros - le dice al burro -, ¿ves?, ya no nos presta atención. ¡Qué fastidio!
- Pues a mí me gustaría saber leer pero, como soy un burro, no hay quien me enseñe.
-¿Y qué ibas a aprender tu de un simple libro? Lo que necesitas saber ya lo tienes aprendido: trabajar, trabajar y hacer el burro.
- Pues me gustaría saber leer, bu, bu, bu.- El burro llora.
El gato se levanta y se vuelve a tumbar junto al perro y el burro.
- Pues yo pienso que leer debe ser muy cansado y no quiero aprender porque mi pereza no me lo permite, es cansado hasta cazar ratones.
-¿Y tú cuándo cazas ratones? Jamás te he visto perseguir a ninguno, solo refunfuñas cuando pasan por tu lado.
- Soy yo quien los persigue para que la abuela no se enfade con el gato.
- Te doy las gracias por ello pero es que los ratones huelen tan mal...ufff. -Dice el gato sacudiendo su cuerpo.
Llega un pájaro con precaución y se sorprende de que el niño no se levante para correr detrás de él intentando agarrarlo.
-¿Qué le ocurre a Luis que no me ha visto llegar?
- Está leyendo.
-¿Eso qué es?
- Un entretenimiento que lo tiene alucinado.
- El libro le está contando cosas maravillosas de la vida de los animales.
-¿Es que no sabe cómo vivimos?
- Nuestra vida sí, pero no la de los animales desconocidos que su abuela dice que le cuenta el libro.
-¿Es que hay animales desconocidos?, voy a mirar un poco a ver si me entero.
- El pájaro se desplaza y mira por encima del hombro de Luis.
-¡Oh! ¡Oh! ¡Ohhh!
- Luis vamos a comer, luego continúas.
- Ya voy abuela.
El niño se levanta y entra en la casa dejando el libro en la silla.
-Tenemos que hacer desaparecer ese libro que es nuestra ruina.
- A mi no me liéis, ¿y si Luis se enfada?
- Lo haré yo, para eso soy el burro y sabe que el libro no me interesa.
El burro toma el libro, lo esconde bajo la cesta de las verduras y vuelve corriendo a su sitio. El niño sale de nuevo y se sorprende al no encontrar el libro.
- Abuela el libro no está aquí.
- (Desde dentro de la casa). - Lo habrás traído cuando viniste a comer.
- No, lo dejé en la silla y ahora no está. - Tristemente se pone a llorar y entra en la casa.
- Un conejo aparece cerca de la cesta de verduras para robar zanahorias, con la prisa hace que la cesta caiga y entonces ve el libro exactamente donde lo había escondido el burro.
-¿Qué es esto? ¡Oh, es un libro! y parece interesante: “La vida de los animales”. ¡Qué guay!
- El conejo saca el libro y se sienta a leer. Los otros animales se sorprenden.
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- ¡Un conejo que sabe leer!
El conejo no hace caso y comienza a comentar lo que ve en el libro.
- Los animales son seres vivos.
- Vaya novedad, eso ya lo sabemos, no es necesario leerlo en un libro.
- El hombre también es un animal.
- (Alzando las patas delanteras) - ¡No! eso no es posible, el hombre es el hombre, como va a ser un animal si no sabe caminar a cuatro patas.
- Esa no es una razón. Mira, hay animales vertebrados e invertebrados. Se llaman vertebrados porque tienen columna vertebral, por ejemplo nosotros, y los que no tienen huesos se llaman invertebrados, como la serpiente.
- ¡No me hables de esa payasa!, se pasa la vida subiéndose a los árboles esperando comerme. No sé donde fabricar el nido porque siempre aparece con los ojos de lechuguina y esa lengua que parece un matasuegras.
- A propósito, ¿sabéis cuál es el pájaro más pequeño?
- (Lamiéndose los labios). No.
- ¿Y el más grande?
- Tampoco
- A ver, el más pequeño es el Colibrí zunzuncito (o elfo de las abejas) que mide 5 centímetros y medio, medido desde la punta del pico hasta el final de la cola, y puede volar hacia atrás. El más grande es el Cóndor andino que, con las alas extendidas, mide 3 metros y medio, pesa 12 kg. y mide 1 metro de altura.
- ¿Todo eso está escrito en el libro?
- Sí y podemos ver las fotos, son preciosas.
- ¿Dice algo de los perros?
- Si, escucha. El perro es descendiente del lobo. Fue domesticado por el hombre hace más de 40,000 años, y lo utilizaba para cazar o para defenderse ante otros animales.
- Caray, no sabía que era tan viejo.
- Escucha, el perro más pequeño es el Chihuahua que puede medir 10 cm de altura.
- No se me ocurrirá pedirle a una chihuahua que se case conmigo.
- ¡Calla! El más grande es Gran Danés que puede alcanzar los 107 cm. de altura.
Oye conejo, si ese libro tiene noticias de conejos y perros es posible que también hable de burros.
- Pues claro, escucha. Burro o asno significa "caballo pequeño", desciende de los asnos salvajes de África, y fue domesticado por los egipcios hace 6,000 años. Es conocido que llevó a María y a José hasta Belén, donde nació Jesús y por eso aparece en todos los belenes del mundo. También es un burro el medio de transporte de Sancho Panza en la obra literaria D. Quijote de la Mancha, al igual que lo es el fiel compañero de Shrek y el protagonista de Platero y Yo de Juan Ramón Jiménez.
- ¡Que guay! Y yo que creí que no tenía historia, a partir de ahora me llamaréis Señor Burro.
- Cielo Santo, qué cansino, solo me falta tener que hacerle la reverencia al Señor.
- ¿No habéis oído que soy descendiente del burro de Belén?
- Si, pero eso no te da derecho a un título nobiliario.
- ¡Basta, callaos! Necesito saber que cuenta ese libro de los gatos.
- Voy a buscar, (pasando varias hojas), ya lo tengo. El gato desciende de los gatos salvajes africanos y fueron domesticados por los egipcios hace 10,000 años.
- (Mirando al burro).Vaya soy más viejo que tú, es a mí a quien tenéis que llamar Señor.
- Un poco de silencio, por favor, voy a buscar alguna noticia sobre mí. (Pasa unas hojas). Mirad, escriben sobre la historia de los conejos y hay una foto de una conejita que está muy bien, pero que muy bien (Lo dice con voz golosa). Los conejos domésticos descienden de los conejos salvajes que vivían en Europa y
África hace más de 100,000 años, (mirando a los otros animales) ¿Os dais cuenta? Mis antepasados tienen más de 100,000 años.
- Señor conejo yo me rindo a sus pies, ahora entiendo que sepáis leer y os admiro. (Dirigiéndose al resto de los animales), vosotros tenéis que hacer lo mismo, un conejo sabio nos puede enseñar muchas cosas para que dejemos de ser burros. Y os pido un favor, dejemos el libro en la silla para que lo encuentre Luis. Los libros son maravillosos y enseñan muchas cosas, Luis lo necesita.
- (Desde la casa) -Abuela me voy a jugar.
- Vale pero sigue buscando el libro.
- (Llegando a la silla). - ¡Abuela! lo he encontrado, estaba en la silla, voy a seguir leyendo.
- De acuerdo
El niño se sienta, abre el libro y comienza a leer. Los animales corren y se colocan detrás del niño, miran todos con mucha atención. No saben leer pero las fotografías les sorprenden y les muestran la diversidad de cosas que se pueden aprender en un libro. Desde el tejado, se escucha al gallo cantar.
-¡Ki ki ri ki!