Como promotor y/o constructor debe saber, antes de incorporar un
sistema domótico, qué incluir y cómo, valorando para ello en su
cuaderno de buenas prácticas para promotores y constructores,
la inversión y factibilidad, la funcionalidad, la facilidad de uso, la fiabilidad, la calidad, la estética y las posibilidades de ampliación o modificación
de las aplicaciones, entre otras variables.