Lundero 416 agosto 2013

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PUBLICACIÓN CULTURAL DE “LA INDUSTRIA” Chiclayo-Trujillo (Perú), agosto de 2013. Año 35 No 416

RIOJA: DE LA SELVA SU ENTRADA


Personajes

Cortázar o el escritor como músico de jazz Guillermo Niño de Guzmán

a memoria suele ser injusta en el ámbito de la literatura, más aún cuando los autores están muertos. Ha transcurrido medio siglo desde la aparición de Rayuela (1963), la novela de Julio Cortázar que cambió para siempre las singladuras del género en América Latina. Sin embargo, desde que el escritor argentino falleciera en 1984, no han faltado voces discrepantes en lo que concierne a su magnum opus, críticas que revelan una profunda incomprensión de los motivos y alcances de la obra cortazariana, así como un propósito parricida, tendencia que parece endémica en el acontecer literario latinoamericano. Pero, ¿cuánto asidero tienen esos juicios? ¿Es posible afirmar que Rayuela -y por tanto Cortázar- ha pasado de moda? ¿No era la novela que había revolucionado la forma de escribir en nuestra lengua y que había deslumbrado a toda una generación? ¿Olvidan los lectores de hoy que Rayuela significó la irrupción de un viento fresco y renovador que arremetió contra la acartonada tradición latinoamericana y ensanchó sus fronteras narrativas? ¿No se trataba de un libro abierto y proteico digno de ser equiparado al Ulises de Joyce, tal como advirtió Carlos Fuentes? Y, por último, ¿no fue Julio Cortázar uno de los escritores más rebeldes de su tiempo, dueño de un espíritu joven e iconoclasta (a pesar de que ya

Apasionado del jazz, Cortázar solía tocar la trompeta en privado, solo para su disfrute personal. Sin embargo, más que una gran afición, este arte musical fue un modelo de creación para su literatura.

bordeaba los cincuenta años de edad), fresco e irreverente, capaz de patear el tablero en su afán por crear unas nuevas reglas de juego? Es verdad que en su última etapa, sin duda aquejado por la enfermedad, Cor-

Certificado de Depósito Legal Nº 2001-2957 Nº de Registro del Proyecto Editorial 31401001000491

Publicación Cultural de La Industria Editado e impreso por: Empresa Editora La Industria de Chiclayo S.A. Nº 416

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AÑO XXXV

agosto de 2013

Dirección y Edición María Ofelia Cerro Moral Fundadores = Nicanor de la Fuente Sifuentes Glicerio García Campos Jorge Eduardo Eielson Colaboraciones en Chiclayo Luis Rivas Rivas Colaboraciones en Trujillo Iván La Riva Vegazzo Colaboraciones en Lima Jorge Bernuy Mariana Mould de Pease

tázar perdió algunos bríos, aunque ello no frenó del todo sus inquietudes de niño travieso, su voluntad de ir contra la corriente. De ahí el libro inclasificable que concibió con su esposa Carol Dunlop, Los autonautas de la cosmopista Manuel Munive Maco Guillermo Niño de Guzmán Corresponsal en Francia Carmen Moral Agradecimiento a Bernd Schmelz Hamburgo, Alemania Diagramación Staff Lundero (Chiclayo) © Los contenidos de Lundero no pueden ser reproducidos total ni parcialmente sin autorización de la editora.

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(1982), donde volvía a asomar el narrador que no vacilaba en poner la realidad patas arriba y descubrirnos sus misteriosos forros y pliegues. Quizáel resultado no fuera tan redondo, pero valía por el derroche de ingenio que hacía Cortázar, siempre dispuesto a provocar nuestro asombro, a coquetear con el absurdo, en consonancia con sus afinidades con el surrealismo e incluso con la patafísica de Jarry. En ese sentido, además de sus extraordinarios cuentos, tal vez sus obras más personales fueran los textos de Historias de cronopios y de famas (1962) y aquellos otros reunidos en las misceláneas Último round (1967) y La vuelta al día en ochenta mundos (1969). Si las piezas narrativas del primero de esos títulos sobresalían por la originalidad de su propuesta, que se valía de la fantasía para escudriñar lo real, las otras conformaban unos singulares libros-collages, donde la imaginación potenciaba el juego y la ironía con las variaciones del diseño y la inserción de dibujos y fotografías. Estos conjuntos funcionaban como cajones de sastre, pero trascendíanla condición aleatoria y aparente dispersión de los textos en tanto representaban una especie de declaración de principios sobre el arte y la creación literaria. Así, Cortázar reafirmaba su peculiar visión, que exigía alejarse de los cánones tradicionales para buscar nuevas vías de escritura, más en sintonía con la transformación sociocultural que se pro

Carátula: Visitar Rioja emociona y reconforta, pues tiene ríos navegables, enmarañada floresta, al abrigo del clima cálido, muchas veces lluvioso; además se goza de la gran hospitalidad de sus habitantes. Sobre la pileta central está la estatua de un danzante, el Chuka, quien toca bombo y flauta. Además, es interesante llegar al Santuario del Cristo de Bagazán. La visita a Rioja sería incompleta si el viajero deja de ir a los centros artesanales, pues no en vano es conocida como la "ciudad de los sombreros". Otro lugar de obligatoria visita es el Museo Toé.


dujo en la década prodigiosa del sesenta. Era una iniciativa arriesgada, acorde con la modernidad, en la que prevalecía el deseo de generar una obra viva y provocadora, capaz de fomentar una interacción más rica y directa con el lector, para lo cual era preciso concebir un espacio lúdico y sugerente, nada convencional. Rayuela puso al descubierto las intenciones del autor, quien no solo pretendía violentar los cimientos de la novela tradicional sino trastocar la lengua. Cortázar se atrevió a resquebrajar esa solemnidad que lastraba la evolución del género en español y por ello desafió las normas que demandaban el uso de un lenguaje culto. Para configurar su universo de ficción -la vida de unos jóvenes expatriados latinoamericanos en el París de los años cincuenta- se apoyó en el empleo de voces coloquiales, giros que tomaba de la calle y que contribuyeron a enriquecer su discurso literario. Cortázar no temía forzar el registro lingüístico como tampoco se inhibía de realizar innovaciones en el plano estructural. No le importaba entorpecer el desarrollo general de la trama con tal de establecer un tejido de vasos comunicantes que unieran capítulos sin conexión aparente, lo que le permitía desatar otra cadena de significados. De cualquier modo, sus malabarismos técnicos no le impidieron crear una galería de personajes memorables y transmitir con fuerza el drama de unos seres marginales que, corroídos por un profundo desarraigo existencial, se sumergen en interminables noches de humo, vino y jazz. En buena cuenta, Cortázar es un escritor subversivo que se enfrenta al orden establecido e impone en la escena latinoamericana una manera distinta de novelar (curiosamente, su apuesta mayor coincide con la publicación de La ciudad y los perros, que reveló a otro innovador fundamental como Vargas Llosa). Rayuela se presenta como una obra abierta, una caja de sorpresas que permite (y exige) lecturas diferentes. ¿Era un mero divertimento el tablero de dirección que se encontraba en la primera página del libro y nos invitaba a seguir una lectura determinada? No, como seguramente opinará quien haya respetado estas instrucciones. Si bien Cortázar también sugiere otra lectura, más bien lineal, en la que se puede prescindir de varios capítulos, no hay duda en cuanto a que la primera alternativa, es decir, aquella lectura que se ciñe al tablero de dirección, resulta mucho más significativa y poliédrica. Y esto sin contar que aun habría una tercera posibilidad, una lectura completamente aleatoria que empezara por cualquier capítulo que eli-

giera el lector y que continuara según el orden que a este se le antojara.) Lo cierto es que todas las opciones valen. Esa es una de las cualidades que hacen única a esta novela (¿o antinovela, como señalan algunos críticos?). A Cortázar le gustaba jugar, claro está, pero lo hacía seriamente, si cabe la expresión. Y, en esa perspectiva, Rayuela constituye un gran caleidoscopio, una novela-mosaico que obliga al lector a participar activamente en el proceso creativo y a encontrarle un sentido, como el infante que se afana en ensamblar las partes que componen un modelo para armar. De ahí que el autor planteara la necesidad de promover el rol de un "lector-macho", a diferencia del "lector-hembra" habitual, entendiendo a este

vida del famoso trompetista de Dixieland. Igualmente, se ha difundido un lúcido y acucioso ensayo titulado "Elogio del jazz: carta enguantada a Daniel Devoto" (en el tomo VI de sus Obras completas), que corrobora el excepcional conocimiento que tenía Cortázar de esta expresión musical. Asimismo, entre sus Papeles inesperados afloró otra gema inédita: "Desde el otro lado", donde refiere un encuentro con su amigo el instrumentista francés Michel Portal, quien le confiesa emocionado que ese día ha tenido el inusitado privilegio de soplar el viejo saxo del extinto Charlie Parker, lo que suscita unsatori que solo ambos cronopios pueden comprender. Sin embargo, más que evocar estos apasionados textos, lo que nos interesa

El escritor argentino emergió como uno de los mayores innovadores del "boom" latinoamericano. Con Rayuela, que hoy cumple medio siglo, cambió para siempre la historia de la novela en español.

último como una persona carente de iniciativa, acostumbrada a ejercer una función pasiva y ser satisfecha por un libro sin tener que desplegar mayores esfuerzos en su lectura. Para entender cabalmente a Cortázar, debemos incidir en su relación con el jazz. Esta música fue una de sus aficiones favoritas, desde que en los años veinte escuchara en Buenos Aires los primeros discos de Louis Armstrong que llegaban a la ciudad. Cortázar escribió en algunas ocasiones sobre jazz, ya fuera acerca de Satchmo, TheloniusMonk o Clifford Brown. Como se sabe, su devoción por el genio de Charlie Parker dio origen a "El perseguidor", uno de los relatos más cautivantes que se han escrito en cualquier idioma en torno a las vicisitudes de un jazzman. En las recopilaciones póstumas de su obra hemos podido leer otro cuento notable, "BixBeiderbecke", que recrea la trágica y fulgurante

La libertad y espontaneidad de la prosa de Cortázar evocan la improvisación de un ejecutante de jazz.

es resaltar que Cortázar asumió la escritura de un modo similar al de un ejecutante de jazz (probablemente el único otro escritor que intentó algo parecido fue Jack Kerouac). El narrador ataca varias de sus piezas como si se tratara de interpretaciones musicales. En sus misceláneas, por ejemplo, lleno de inspiración y vigor, improvisa y encadena historias, ensayos, citas, homenajes a diversos artistas, poemas, juegos, dibujos y grabados. En sus relatos vibra un ritmo interior que su prosa acelera o retrasa a voluntad, creando ciertos efectos y resonancias semejantesa las que obtiene un músico de jazz dotado con mucho swing. Para Cortázar cada libro es una jamsession, una exploración libre de ataduras, donde el riesgo implícito en la ejecución va de la mano con la lucidez de la intuición. "Yo no quisiera escribir más que takes", dijo en una oportunidad, confirmando que cada acto de escritura vale por sí mismo, pues , como ocurre en el jazz, cada versión de una pieza no es una mera repetición en pos de una mayor perfección sino una experiencia creativa distinta y autónoma. Quién sabe, tal vez por esta razón, en toda obra de Cortázar, aun en las fallidas, siempre hay un aliento soterrado que le insufla una fuerza insospechada a determinados pasajes, lo que nos hace vislumbrar, aunque solo sea por un instante, el poder de la literatura como forma de revelación. Rayuela debe mucho a esta concepción del jazz como motor de la creación. El propio autor señaló que cuando escribía la novela nunca sabía lo que iba a suceder en el siguiente capítulo. La libertad característica del jazz y el dominio de la técnica (en este caso del lenguaje narrativo) fueron los detonantes de unaaventura literaria sin par. Con un desenfado y espontaneidad poco frecuentes en las letras latinoamericanas, Cortázar consiguió acceder a territorios insospechados, a los que no suele llegarse por medios convencionales. Solo así se comprende que Johnny Carter, el protagonista de "El perseguidor", fuera un visionario capaz de afirmar: "Esto ya lo toqué mañana". Cortázar no ha pasado de moda. Quizá, simplemente, sea demasiado moderno para los lectores del tercer milenio. Cada escritor es hombre de su tiempo y, en consecuencia, da un testimonio que debe ser considerado en su debido contexto. Obviamente, los referentes de Rayuela han cambiado (el marco histórico e intelectual en el que discurre la trama), pero la sensación de desarraigo y extrañeza no ha desaparecido, aunquelos exiliados latinoamericanos de hoy ya no escuchen bebop y París haya dejado de ser la ciudad soñada.

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Patrimonio

Viajes y aventuras tanto francesas como peruanas Mariana Mould de Pease

Marcela Temple de Pérez de Cuéllar, viajera frecuente entre Francia y el Perú hizo de este placentero trajinar una aventura por la preservación del patrimonio histórico edificado del Perú; su reciente fallecimiento enluta a su esposo, el ilustre Javier Pérez de Cuéllar, a su familia, y nos lega un compromiso con la filantropía por la restauración cultural ya que beneficia -en sus palabras- a toda la población. l turismo en el siglo XXI -esencialmente- acerca a las culturas y también a los países; por eso, mismo debemos tener en cuenta que todavía tenemos pendiente superar algunos detalles decimonónicos que enfatizan las diferencias que persisten entre destinos y lugares y que todavía alejan -atomizan- a la población mundial, creando brechas de incomunicación que como bien sabemos son causa de conflictos y corrupción. El tráfico ilícito de obras de arte es una sutil y exquisita forma de corrupción ya que en nuestro país -entre otras razones- esta requiriendo mucho esfuerzo publico privado incorporar la noción de inventario; además, tengamos muy en cuenta que coleccionar obras de arte/ bienes arqueológicos así como históricos con el manido argumento de se colecciona para protegerlos de su destrucción, otorga prestigio. Consecuentemente, para contribuir a diluir esas diferencias interculturales revisemos los testimonios de algunos viajeros franceses al Perú, en relación a la preservación in situ de nuestro patrimonio cultural ya sea inmueble o mueble. Paul Marcoy y su influencia decimonónica en la imagen internacional de nuestro país Este escritor y dibujante francés cuyo nombre era Laurent Sant-Cricq se había formado como comerciante siguiendo su tradición familiar, sin embargo, optó por viajar con sus propios recursos hacia el Brasil y el Perú entre 1840 y 1846, probablemente, volvió a nuestro país entre 1850 y 1860. Marcoy hizo del viajar un proceso de permanente educación en ciencias naturales, humanas y sociales que al regresar a establecerse en su ciudad natal -Burdeos- le permitió destacar como escritor de textos científicos ilustrados con sus propios dibujos sobre sus experiencias y observaciones hispano andinas así como de su entorno natural para deleite del gran público lector de habla francesa. La amenidad testimonial de sus relatos complementados con la supuesta veracidad de sus dibujos de personas, animales, plantas así como de escenas de la vida cotidiana influyó en la percepción que de América del Sur se formaban otros autores como, por ejemplo, en la imagen que el novelista futurista francés Julio Verne difundió de la Amazonía. En 1875 su obra principal: Viaje por la América del Sur fechada en 1869 fue traducida y publicada en inglés por lo que desde entonces su influencia en la concepción que el mundo europeo se hacía del mundo hispano andino, fue aún mayor. Concretamente, sus dibujos del 4

En esta vista panorámica de Machupicchu los directivos de la Fundación Inkarí señalan el lugar en que intuyen se encuentra sepultado Pachacutec Inca Yupanqui sin tener en cuenta que los Incas no se enterraban, como informaron los cronistas, por que sus momias presidian fiestas y rituales: El licenciado Polo de Ondegardo publicó que 1559 trajo a Lima las momias de los Incas que se guardaban en Písac por órdenes del virrey de Cañete, para ser enterradas en el Hospital Real de San Andrés, en los Barrios Altos, en Lima.

árbol de la quinina -planta medicinal esencial para combatir el paludismo que por entonces diezmaba la construcción de ferrocarriles en las Indias Occidentales, le proporcionaron un espacio propio como naturalista, es así que en los últimos años de su vida fue nombrado director del Jardín Botánico de Burdeos. Marcoy, fue partidario de la decadencia cultural muy en boga por entonces, como explica el antropólogo francés Jean Pierre Chaumeil; es así que en sus publicaciones sustentaba y difundía que este empobrecimiento se había acentuado conforme las poblaciones indígenas migraban hacia el sur del continente americano; más aún, los conquistadores españoles y sus descendientes no había podido evadir este destino, según este viajero autodidacta.

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Charles Wiener y la formación de colecciones de arte precolombino en el exterior Este científico y explorador nacido austríaco que se educó en Francia y recorrió el Perú y Bolivia entre 18751877 comisionado por el gobierno de su país de adopción para proseguir sus estudios e investigaciones sobre el mundo de los Incas que incluía formar -para llevarse consigo- una increíble e impresionante colección de antigüedades y curiosidades, como se denominaba en el siglo XIX a las obras de arte/bienes culturales precolombinos. Se calcula que reunió rápidamente unos cuatro mil objetos tanto comprando colecciones ya formadas localmente como siguiendo las pautas de la huaquería aun cuando ya algunos viajeros usaban incipientes técnicas arqueológicas para documentar el contexto de los obje


tos que extraían de los cementerios precolombinos. Además, se llevó 283 cráneos humanos. Es así que en su premura Wiener no consideró necesario hacer un inventario que consignara el origen y procedencia de las piezas y según el historiador y archivero francés Pascale Riviale hoy es imposible verificar la magnitud de esta colección formada por encargo del gobierno francés, así como el lugar donde actualmente se encuentran sus diferentes componentes precolombinos. El coleccionismo de obras de arte/bienes culturales muebles para el exterior ha sido recurrentemente apoyada por el gobierno del Perú republicano sin tener en cuenta la promulgación del Decreto Ley N° 89 en Lima el 2 de abril de l822 que prohibía la salida al exterior de bienes culturales y autorizaba su comercialización dentro del país. Actualmente, las exposiciones internacionales de obras de arte tanto arqueológicas como históricas está legislada, sin embargo, hay quienes todavía siguen asumiendo que estas exposiciones así como las excavaciones arqueológicas de las misiones foráneas no requieren de mayores formalizaciones ya que son una manera de promover los viajes y las inversiones extranjeras para el país. Edgardo Rivera Martínez traductor y prologuista de la versión castellana del libro publicado en francés en 1880 por Wiener con el titulo: Perú y Bolivia. Relato de viaje, seguido de estudios arqueológicos y etnográficos y etnológicos y de notas sobre la escritura y los idiomas de las poblaciones indígenas (1993); dice que no le corresponde hacer un examen pormenorizado de los aportes de este científico políglota y viajero que devino en diplomático, en torno a los sitios arqueológicos; por lo solo consigna que: … Se han objetado, más de una vez, la verdad, seriedad o precisión según sea el caso, de sus levantamientos -plantas, cortes, elevaciones, vistas generales. …. Esta voluminosa obra de Wiener, aún sin edición en inglés, incluye más de 1100 grabados, 27 mapas y 18 planos. En el mapa titulado: "Valle de Santa Ana" este explo-

En la introducción a la edición escocesa de 1873 en cuatro volúmenes de la obra de Paul Marcoy se destaca su descripción de la diversidad étnica del Perú y sus respectivas formas de vida de acuerdo a su entorno social, como se puede observar en estas ilustraciones que enriquecen su relato. La riqueza de la flora y la fauna así como el paisaje de la costa de Ilay [sic] a los Andes y de allí a la Amazonía también la plasmó este francés viajero autodidacta y agudo dibujante con la libertad que otorga el trabajar con recursos propios.

rador ubica a las huacas Matchopicchu y Huaynapiccho aun que no llegó a visitarlas. Hiram Bingham cita este mapa de Wiener en un artículo publicado en 1914 y para Kim Mac Macquarrie, antropólogo y muy activo cineasta estadounidense Charles Wiener pudo haber sido el "descubridor" de Machupicchu. (www.kimmacquarie.com) Entendamos el término quechua huaca como espacio sagrado precolombino que ahora se denomina Santuario Histórico de la Humanidad. De una divergencia a una convergencia franco peruana, en el siglo XXI En marzo del 2013 fue noticia mediática la subasta de 285 piezas arqueológicas peruanas de las 310 que sus poseedores le habían encargado vender a la filial francesa de la Casa de Remates Sotheby´s sin ninguna referencia a su origen salvo que procedían de la Colección de Arte Pre Colombino Barbier-Muller y que había

El presidente francés Jacques Chirac durante su mandato gubernamental (1995-2007) inauguró un museo para la exhibición de las artes de África, Asía, Oceanía y América que incluye piezas precolombinas peruanas que como se puede comprobar en está página del catálogo incluye un número de inventario que es válido punto de partida para incentivar la investigación interdisciplinaria franco peruana, con la finalidad de identificar tanto el origen como la procedencia de los bienes culturales ahí conservados. Portada de un libro especialmente pertinente a esta tarea por el patrimonio cultural mueble de la humanidad que todavía demasiadas personas consideran arte primitivo.

sido formada a lo largo del siglo XX. Esta venta parisina de significativos bienes culturales muebles hispano andinos peruanos la hizo esta casa de remates de objetos valiosos siguiendo pautas éticas que se remontan a su fundación en Londres en 1744 -a mi entender- debido a la inconsistencia del argumento peruano sobre el origen y la procedencia de los bienes culturales muebles. El sector público de cultura peruana no pudo sustentar que estas piezas precolombinas salieron de su contexto hispano andino en circunstancias y muy especialmente en condiciones históricas biculturales aún por estudiar y comprender para alcanzar una mejor cuidado de la herencia cultural de la humanidad. Cerrar esta divergencia -considero- es tarea pendiente entre Francia y el Perú como Estado Partes signatarios del régimen de protección del patrimonio cultural de la humanidad que UNESCO recomienda desde 1970. En el verano del 2013 los medios de comunicación también difundieron que la Fundación Inkari presidida por Thierry Jamin, viajero francés en busca de aventuras a la manera decimonónica, siguiendo intuiciones de su próspero compatriota David Crespy había localizado mediante geo radares una tumba real en Machupicchu que probablemente era el entierro funerario de Pachacutec Inca Yupanqui; pero, que las autoridades cuzqueñas del sector público de cultura le negaban el permiso para esta exploración que comenzaba por ingresar al subsuelo -el uku pacha precolombino- de esta llacta por una puerta tapiada desde tiempos inmemoriales. El sector privado del turismo al Cuzco respaldó parcialmente esta "búsqueda del tesoro incaico" por que -argumentaba- aumentaba el interés por visitar este lugar. La sociedad civil organizada en torno a la defensa de Machupicchu -que se remonta a 1912 cuando se hizo evidente que Hiram Bingham retiraba de allí ingente material arqueológico para enviarlo a Yale- respaldó la decisión de la Dirección Regional de Cultura Cuzco de no autorizar este proyecto, por que pondría en peligro la estabilidad de esta llacta inca. Paralelamente, se verificaron las credenciales académicas de Thierry Jamin con la Subdirección de Investigación e Intercambios Científicos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia que de inmediato respondió que carecía de formación académica para dirigir un proyecto de tal envergadura y que consideraba era persona que también podía dañar las relaciones franco peruanas en materia de arqueología. Esta convergencia bicultural por la intangibilidad de Machupicchu traza el derrotero a seguir con miras hispano andinas al Bicentenario de la Independencia.

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Tradición

Fiestas y usos festivos en el ciclo de vida de los habitantes de la ciudad de Lambayeque (I)

Bernd Schmelz

unque con casi 60.000 habitantes no se trate de ninguna metrópoli, los residentes de esta localidad se sienten "hombres de ciudad" y es difícil no percibir su "ambiente urbano". La Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo aporta mucho a este sentimiento, atrayendo a un gran volumen de estudiantes estacionales hacia esta ciudad. A esto se suman un gran número de jardines de infantes, escuelas, tiendas, y el mercado, central para la región, donde sobre todo los domingos llegan proveedores y compradores también desde muy lejos. La ciudad de Lambayeque en la costa septentrional del Perú sobresale, entretanto, también por su oferta museística. El Museo arqueológico Brüning, de renombre nacional, es una atracción para turistas nacionales e internacionales desde hace varias décadas. El mismo recibió su nombre del alemán Hans H. Brüning, quien vivió en el Perú desde 1875 hasta 1925. Gracias a su colección de objetos arqueológicos el gobierno peruano fundó un museo en 1921, y designó a Brüning como primer director. En 1924 tuvo que renunciar a este cargo por razones personales, y un año más tarde retornó definitivamente a Alemania, falleciendo en Kiel en 1928. La mayor parte de sus fotografías, junto con su legado científico completo, se encuentran depositadas en el Museo Etnológico de Hamburgo, con el cual Brüning mantuvo siempre una relación muy asidua. Gracias al investigador Hans H. Brüning, el museo en Hamburgo tiene, desde hace un siglo, una relación afín con esta ciudad. A pesar de los escasos recursos con los que cuenta el museo, se pretende sacar el mayor provecho a su legado y publicar su importante contenido informativo. El legado de Brüning es imprescindible para reconstruir la historia cultural de la costa septentrional del Perú. Por esta razón, desde hace algunos años su legado atrae cada vez más adeptos en el ámbito internacional. 6

Foto: Bernd Schmelz

Lambayeque se ubica en la costa septentrional del Perú y, tras Chiclayo, es la segunda ciudad de mayor tamaño del Departamento de Lambayeque, cuyo nombre se heredó de esta ciudad. Según el censo poblacional de 1993 la ciudad de Lambayeque albergaba por entonces a 36.218 habitantes. Esta cifra ha ido incrementándose en las últimas décadas. En 2005 se computaron aproximadamente 59.000 habitantes para el Distrito de Lambayeque. La ciudad fue fundada como tal por los conquistadores españoles ya en el siglo XVI, y hacia principios del siglo XIX se había convertido en un centro económico, social y político de importancia en el Norte peruano. Por las lluvias torrenciales y las muchas inundaciones del siglo XIX - principalmente durante los años 1828, 1891 y 1895 - la ciudad sufrió daños importantes. Muchos lambayecanos se mudaron a la ciudad vecina de Chiclayo, la cual en la actualidad cuenta con más de 600.000 habitantes, constituyéndose en la ciudad más grande de la región. Si bien, desde entonces Lambayeque ha perdido significancia económica, ha sabido conservar su importancia política y cultural. Los barrios más grandes, además del casco urbano, son Santa Rosa y San Martin, denominados así en honor a los santos nacionales de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, respectivamente.

Bautizo en la iglesia de San Pedro, Lambayeque 1998.

También el Museo Tumbas Reales de Sipán es conocido a nivel internacional. Se trata de un museo nuevo y moderno, inaugurado en el año 2002, y desde el puesto de vista arquitectónico se asemeja a las típicas construcciones monumentales ceremoniales prehispánicas de la región. Este museo alberga los hallazgos funerarios de Sipán, famosos a nivel mundial, un asentamiento que también se ubica en este departamento. La asistencia médica siempre ha sido muy buena,

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ya en 1790 con la fundación el Hospital Belén. Hoy día se cuenta, además, con el centro de salud Max Salud, que dispone de equipos de tecnología de punta, junto a numerosos médicos y curanderos tradicionales, al igual que un sinfín de farmacias en la ciudad. También existen otras organizaciones urbanas típicas para Perú, a saber el Rotary Club y la asociación femenina Mesa Redonda Panamericana. Ambas organizaciones se ocupan de fomentar proyectos culturales y sociales. Otro rasgo


Iglesia de San Pedro, Lambayeque 1998.

gala tampoco ropa de bebé antes del parto. Con esta fiesta se intenta distraer a la embarazada y desearle toda la felicidad para el nacimiento inminente. Las ceremonias tras el nacimiento Inmediatamente tras el nacimiento no se organiza fiesta alguna, excepto, tal vez, que el padre de la criatura salga a "tomar algo" con sus amigos o compañe-

Foto: Bernd Schmelz

Fiesta del baby shower Entre dos y tres semanas antes de la fecha estimada para el parto las amigas de la embarazada le organizan una fiesta, denominada "baby shower". Se reúnen en la casa de una de las amigas y le dedican a la futura mamá una celebración vespertina muy alegre. Las amigas le regalan pequeños símbolos relativos al esperado bebé, estos objetos son hechos a mano por ellas mismas. Se trata de, por ejemplo, chupetes, biberones y pañales. Éstos no son utensilios reales, dado que de ser así traerían mala suerte. Por la misma razón no se re-

ros de trabajo. No obstante, es usual que los parientes, los amigos y los vecinos le hagan muchos regalos al bebé. En primer lugar, se regalan prendas de vestir y juguetes. Se le da mucha importancia al color de la vestimenta; se usa rosa para las chicas y azul para los varones. Se respeta mucho la distinción de género en la vestimenta. A veces también se hace una colecta que luego se le entrega a la joven madre. Especialmente en los barrios de Santa Rosa y San Martín, durante las primeras semanas y meses luego del nacimiento se celebran las fiestas ceremoniales del "corte de uña" y la "perforación del lóbulo de las orejas". En el festejo del corte de uña se le cortan al bebé por primera vez las uñas frente a la familia, los amigos y los vecinos que fueron invitados para la ocasión. Para ello se eligen padrinos (una mujer y un hombre) entre los asistentes. Son los únicos que pueden llevar a cabo esta ceremonia del corte. Luego estos padrinos no desempeñan ningún rol importante en la vida de la criatura. Los padres de la criatura se hacen cargo de los gastos de este festejo. Lo mismo se aplica al festejo de la perforación del lóbulo de las orejas, durante el cual a la niña se le colocan por primera vez aretes abridores de oro. En Lambayeque esta fiesta se celebra tradicionalmente con bebés, dado que se cree que las criaturas en esa edad no pueden sentir dolor. También es importante la demostración pública de que se trata de una niña. En este contexto el tercer festejo tradicional es la fiesta del "corte de pelo", que asimismo se celebra sobre todo en los barrios de Santa Rosa y San Martín, y del cual me ocuparé en el capítulo sobre bautismo. Por otro lado, he podido observar las ceremonias del "agua de socorro" con bastante frecuencia en Lambayeque. Este rito se practica antes del bautismo eclesiástico y es llevado a cabo por los padres - la mayoría de las veces en su propia casa. Para ello se elige, a su vez, a una madrina y un padrino. Un pariente cercano de la criatura - con frecuencia la abuela - bendice al niño con agua bendita. Los padrinos son testigos de esta ceremonia dado que, por lo demás, no tienen ninguna otra responsabilidad. Tampoco tienen que coincidir con los padrinos del bautismo eclesiástico posterior. Esta ceremonia le facilita al niño una primera protección a través de Dios, Jesús, la Virgen María o algún santo. Este festejo se orienta al bautismo pero no lo sustituye de ningún modo. En Lambayeque se lo lleva a cabo de vez en cuando y no todas las familias lo celebran.

Foto: Bernd Schmelz

urbano es la vestimenta, sobre todo de la clase media, que en comparación con la de los pueblos de los alrededores está mucho más influenciada por la moda cívica. En los tiempos de su fundación, en el siglo XVI, la gran mayoría de la población era de origen indígena, quienes aún hablaban muchik, idioma por aquel entonces muy expandido. Hoy en día no es más posible clasificar a la población según el grupo étnico. Con el correr de los siglos las personas de diverso origen (indígenas, europeos, asiáticos y africanos) se han mezclado entre ellos, tal que en general se sienten peruanos, desde el punto de vista nacional, o lambayecanos o norteños, desde una perspectiva local o regional. No obstante, dentro de la población siguen en vigencia algunas connotaciones que se basan en el aspecto físico, como por ejemplo "chino" que se refiere a aquellas personas que tienen rasgos asiáticos, o "negrito" a los de tez oscura. Hoy en día los autóctonos hablan español, enriquecido con muchos regionalismos y giros idiomáticos propios de la zona. A continuación presentaré algunas fiestas y sus correspondientes usos en el ciclo de vida de los habitantes de la ciudad de Lambayeque, la cual es casi 100% católica, con excepción de algunos protestantes. Hasta la actualidad no conozco ninguna publicación que haya abordado este tema sobre la ciudad de Lambayeque. Los datos aquí presentados derivan de mis observaciones, encuestas y experiencias durante mis distintas estancias de investigación etnológica en la ciudad de Lambayeque en los últimos 25 años.

Fiesta de bautizo, Lambayeque 1998.

Bautismo La fiesta más impresionante e importante para todos los grupos demográficos de Lambayeque es el bautismo. Mientras que en el pasado era obligatoria la preparación para el bautismo, la cual podía durar varias horas por día durante varias semanas y estaba a cargo del párroco, ésta se redujo en 1998 a una simple charla informativa. No obstante, las guías de bautismo, publicadas por la iglesia peruana, gozan de gran divulgación en la actualidad. Así, en los últimos años del siglo XX, era fácil encontrar el folleto "El bautismo de nuestro hijo" entre los padres interesados. Allí se podían leer los mismos consejos que el párroco y otros sacerdotes de la ciudad de Lambayeque les daban a los involucrados. Continuará

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Artes

Museo de A Retrospectiva d

Indio huanca, óleo, 1923.

"Nos aplicaron el mote de indigenistas pero con malicia y advenediza inquina" José Sabogal

on el advenimiento de la república el panorama de las artes plásticas en el Perú se encuentra en una virtual crisis temática conceptual. Las formas tradicionales de los pintores republicanos ya no correspondían a su época y los pintores que habían emigrado hacia Europa vivían aislados en el extranjero como es el caso de Merino que se encierra y se dedica a pintar caballeros, bufones y curas en un país que no conocía y que revela patéticamente la soledad del creador. Por lo general la mayoría de artistas que viajaron no quisieron regresar y si lo hacían era para regresar nuevamente o dedicarse a la bohemia ya que Lima no les ofrecía ningún estímulo, no había museos ni una escuela de arte. Ese mismo desarraigo se presenta en Carlos Baca Flor, Alberto Lynch, Federico del Campo, Juan Lepiani entre otros. El recuento de la actividad plástica de comienzos del siglo XX se da a partir de 1916 con la muestra de dibujos de Reynaldo Luza y Julio Málaga Grenet, así como la exposición de caricaturas de Carlos Raygada . En 1919 la primera exposición de José Sabogal y la primera muestra impresionista en Lima que trae el inglés Kolk. La llegada de Teófilo Castillo en 1905 procedente de Europa y Argentina enriquece el ambiente artístico ya que es el primero en traer la fotografía iluminada. Como crítico tiene una actividad destacada e influyente, dirige las revistas Prisma, Variedades e Ilustración peruana. De los pintores reclamó una serie de virtudes profesionales y nacionalistas, invitando a abandonar el academismo y enrumbar hacia formas impresionistas aunque como pintor se colocó en una posición incómoda ya que se dedicó a evocar las glorias del virreinato y el mundo de Ricardo Palma. Sin duda, su caballito de batalla fue la campaña que desarrollara para la creación de la Escuela de Bellas Artes, la misma que se creó gracias a sus presiones y a la decisión del presidente Pardo quien no le dio la dirección sino a Daniel Hernández. La escuela se inaugura el 15 de abril de 1919 con la asistencia del presidente y personalidades, congregando desde

sus inicios a jóvenes talentos como Ricardo Flores, Jorge Vinatea Reynoso, Alejandro Gonzáles (Apurimak), Julia Codesido, Carlos Quízpez Asín, Bernardo Rivero entre otros. José Sabogal a su regreso al Perú desde Europa y Argentina a donde había viajado para estudiar pintura decide quedarse en Cuzco por seis meses deslumbrado por la visión del paisaje andino y sus habitantes. Pinta las rojas monteras de las indias, el indio y su indumentaria en medio del paisaje de ese Perú agreste. Nadie pintó como él esos rincones, esas chozas y patios humildes impregnados de ese amor al pueblo. Sus personajes fueron la mamacha Belén, los sudorosos cargadores indios, el tirano gamonal, el tinterillo. Después de esos seis meses en el Cuzco llega a Lima trayendo sus pinturas y el 15 de julio de 1919 realiza su primera exposición en la casa Brandes, tienda de instrumentos musicales. Los trabajos expuestos fueron 37 entre óleos y dibujos de los cuales se vendieron 27. Entre sus compradores se encuentran algunos personajes del medio como María Prado Ugarteche que adquirió "El Pongo"; Miguel Checa, "Casa del marqués condenado"; Antero Aspíllaga, "Cuzqueña a misa" y la "Señoracha". Lo valioso de esta muestra de Sabogal es haber quebrado los cánones conservadores de la pintura iniciando la corriente indigenista que está más cerca de nuestra realidad. Su identificación con la temática de nues-

La santusa, óleo, 1928.

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José Sabogal, uno de los promotores y líderes del movimiento indigenista, fue fu XX, su pintura construyó un repertorio de imágenes que ha sido de enorme influe


Arte de Lima. de José Sabogal

ndador del arte peruano del siglo encia para la identidad peruana.

Jorge Bernuy tro país, de paisajes, personajes y colorido contribuye a formar aquello que se llama identidad cultural. Sintonizando con el espíritu de la obra, la crítica positiva de Teófilo Castillo no se hace esperar: "Sabogal no dibuja, si señores, no dibuja como dibujaban El Greco, Goya, Zrem, Anglada y Fader; pero pinta y pinta muy bien, cual jamás todos y vosotros juntos no seréis capaces en cien años de vida". Por recomendación del pintor Domingo Barreda, primo del presidente Pardo, Sabogal es nombrado como auxiliar de pintura en la Escuela de Bellas Artes. Su enseñanza debía ser técnica pero como había estudiado en academias de Europa y Argentina conocía todos los secretos del oficio, óleo, murales al fresco y a la encáustica, grabado en madera, acuarela, que supo transmitir a sus alumnos. Sabogal fue doblemente maestro pues suscitó y encauzó vocaciones artísticas dirigiendo a sus alumnos para que expresen en forma plástica la belleza de nuestro país, su paisaje, costumbres y su gente. En 1932 fallece Daniel Hernández y Sabogal es nombrado director de la escuela. Ésta fue su época mas lograda, sus alumnos viajan por todo el Perú y se interesan por el arte popular, el paisaje serrano, las costumbres. Julia Codesido, Cota y Teresa Carvallo, Camino Brent, Camilo Blas, Alicia Bustamante, Andrés Cevallos, Pedro Azabache, Leonor Vinatea, Elena de Izcue, Aquilles Ralli, formaron la Escuela Indigenista, único movimiento artístico que ha

Autorretrato, óleo, 1938.

Maternidad indígena, óleo, 1931.

tenido el Perú.. Sabogal no solo fue pintor sino brillante escritor de temas artísticos como el de los mates burilados, el pintor Pancho Fierro, el Kero, el Desván de la imaginería peruana. Debido a este particular interés por el arte popular fue el primer director fundador del Instituto de Arte Peruano. En 1925, Sabogal conoció a José Carlos Mariátegui quien tenía el proyecto de editar una revista llamada Horizonte que poco después a sugerencia de Sabogal se llamó "Amauta" y que fue la más importante revista en el siglo XX del Perú y Latinoamérica. Fue el ilustrador de la carátula con el característico grabado del sembrador y sobre esto ya señala Maríátegui en 1927: "Sabogal señala ya con su obra un capítulo de la historia del arte peruano. Sabogal es ante todo, el primer pintor peruano. Antes de él no habíamos tenido en verdad ningún autor peruano". Desde 1930, Sabogal y el grupo de sus seguidores empezaron a ser criticados por Hernández y los seguidores de la Escuela de París, entre ellos se encontraba el mediocre pintor Luis Fernández Prada que escribe: "hablemos de las promesas truncas, víctimas de un antojadizo indigenismo" y César Moro que expresa "devoran una ración diaria de indio al óleo"; Juan Ríos "su hosco pintoresquismo serrano pretende remplazar la casi abso-

luta carencia de técnica y composición"; Ricardo Grau, "si Sabogal es pintor yo soy bombero" . José Sabogal Dieguez nació en Cajabamba, Cajamarca en 1888. A los doce años ganó una beca para estudiar en Trujillo pero a los cinco meses fuga del internado y regresa a Cajamarca después de una caminata de cinco días a pie. A los dieciséis viaja a Chicama para trabajar en una hacienda. A los veinte años viene a Lima para embarcarse a Italia donde inicia sus estudios de pintor. Viaja a Francia, Argelia, Marruecos, España y posteriormente a su regreso de Europa se dirige a Buenos Aires donde radicará y proseguirá sus estudios. En el norte de Argentina, en Jujuy toma contacto con los pintores locales y pinta el paisaje y la figura de los autóctonos. Vuelve a Buenos Aires para retornar a Europa pero el atractivo de los Andes lo hace regresar al Cuzco donde permanecerá por seis meses dedicado a pintar. Esta experiencia tuvo influencia en su obra posterior. Del Cuzco se traslada a Lima y en 1919 realiza su primera exposición desatando acaloradas críticas y dando inicio al movimiento indigenista. En 1922 viaja a México donde exhibe y conoce a los maestros mexicanos. Ese mismo año se casa con la escritora María Wiesse. En 1942 es invitado a los Estados Unidos y visita México. En 1943 reanuda sus funciones como director de la escuela y en ese mismo año es subrogado de su cargo por resolución ministerial debido a presiones mezquina de sus enemigos. En protesta muchos profesores y alumnos abandonaron el local de la escuela. El 15 de diciembre de 1953 falleció Sabogal en Miraflores y su sepelio fue multitudinario. La muestra retrospectiva de José Sabogal inaugurada en el Museo de Arte de Lima cuenta con más de 300 obras, entre pinturas, dibujos, grabados, proyectos de mural y un hermoso libro con la vida y obra del maestro. Todo esto gracias a la excelente curaduría de Natalia Majluf y Luis Wuffarden.

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Turismo

Puente de ingreso a las nacientes del río Tioyacu.

Viajero antes que turista

En Rioja,... de la selva su entrada Iván La Riva Vegazzo nspirado en las palabras del arquitecto Belaúnde Terry, quien dijo, "Mi recomendación a la juventud, es que no se detenga en el peregrinaje por el país, que no deje de conocer a esta nación tan llena de encantos y de misterio. Pero que este conocimiento no sea solamente del aspecto geográfico, sino fundamentalmente del aspecto humano"; con un entusiasta grupo de universitarios viajé a la amazonia peruana, región que guarda en su territorio un gran potencial turísticode naturaleza-aventura. Siempre me ha sido emocionante y reconfortante recorrer sus ríos navegables y su enmarañada floresta al abrigo del cálido clima, muchas veces lluvioso, gozando de la hospitalidad de sus amables habitantes. Viajar desde Trujillo es una aventura aparte. A una prudente velocidad de noventa kilómetros por hora en seis horas se está en el cruce de Olmos (Lambayeque) donde se inicia la carretera Fernando Belaúnde la que, 10

Imagen del Santo Cristo de Bagazán.

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en su serpenteante recorrido, vence la cordillera occidental de los Andes en el Abra Porculla sobre los 2100 m.s.n.m. (Piura) el paso más bajo en todo el Perú. Desde Hualapampa los ríos se dirigen hacia la vertiente del Atlántico. Cruzando la parte norte del departamento de Cajamarcase llega al puente de Corral Quemando sobre el río Marañón para ingresar a la región Amazonas. Desde Bagua se empieza un nuevo ascenso, esta vez para vencer la cordillera central. Pasando Pedro Ruiz en el desvío hacia Chachapoyas se llega a Pomacochas y a unos kilómetros más se llega al abra de Pardo Miguel sobre los 2270 m.s.n.m. para empezar la bajada hacia la selva. El puente de Aguas Verdes es el punto geográfico de ingreso a la selva peruana, está en la provincia de Rioja (San Martín), y es…"de la selva su entrada". A la capital provincial, Rioja, arribamos luego de quince horas desde Trujillo habiendo recorrido más de mil kiló


Pileta de la plaza de armas con el "Chuka".

metros uniendo seis regiones, La Libertad, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Amazonas y San Martín. Luego del agotador viaje Rioja fue el primer punto de nuestra visita selvática. Conducidos por una excelente anfitriona riojana Norith López, iniciamos el recorrido en la Plaza de Armas. Ella nos explica que en la época incaica la zona estuvo habitada por la tribu de los Uquihuas. A fines del siglo XVI, llegó el Arzobispo Toribio de Mogrovejo como uno de los primeros catequizadores católicos. Posteriormente en el siglo XVIII, con idéntica misión, llegaron el Obispo Baltasar Jaime Martínez de Compañón, el Intendente de Trujillo don Juan José Martínez de Pinillos y el Justicia Mayor don Félix de la Rosa Reátegui y Gaviria. Este último, por encargo de Martínez de Compañón, funda el pueblo de Santo Toribio de la Nueva Rioja, el 22 de septiembre de 1782. Sobre la pileta central está la estatua de un danzante, el Chuka quien toca su bombo y flauta. Luego pasamos al Santuario del Cristo de Bagazán. Cuenta la leyenda que a su regreso de Chachapoyas el arriero Manuel Aspajo, en junio de 1890, tuvo que pasar la noche en Bagazán, un paraje desolado solo él y sus bueyes. Grande fue su sorpresa cuando al despertar con los primeros rayos del sol, sus bueyes habían desaparecido y a lo lejos una voz repetía su nombre una y otra vez. Al llegar al lugar de donde provenía el llamado, Manuel encontró en una cueva un pequeño Cristo crucificado apoyado en una piedra, lo guardó dentro

Avestruz en el zoocriadero del Chu Chu Center. En el museo Toé con don Raúl del Aguila.

Las cristalinas aguas del río Tioyacu.

Los deliciosos "plátanos a la parrilla".

de una petaca y se dirigió a Rioja llegando el mismo día de su partida, cuando normalmente ese trayecto se hacía en tres días. Esta imagen fue muy adorada en la selva peruana y hasta tiene una iglesia en Iquitos. La visita no estaría completa si no se visitan los centros artesanales pues no en vano Rioja es conocida como la "ciudad de los sombreros"; actividad que encuentra sus raíces centenares de años atrás y que fuera transmitida por sus ancestros; se cuenta que fueron unos ciudadanos provenientes de Guayaquil quienes les enseñaron el arte de tejer la paja bombonaje, una especie

de palmera. Otro lugar de obligatoria visita es el Museo Toé, donde don Raúl del Águila, un riojano de pura cepa en su casa ha logrado implementar un museo a la identidad riojana rescatando del olvido valores representados en piezas, fotografías, cuadros, utensilios antiguos así como muestras culturales. Una gran tarea. Es obligatoria visitar también el Chu Chu Center, un centro recreacional y zoocriadero de propiedad del carismático don Goyo Vela quien, con su esposa, sirven una variedad de ciento veinte cocteles preparados en base a los licores que ellos mismos producen utilizando el chuchuwasi, una corteza que se macera en aguardiente. Más adelante visitaríamos el restaurante campestre Yacumama de propiedad de un impulsor del turismo riojano, mi amigo don Hugo Vela. Está situado al pie de una hermosa laguna y entre un frondoso bosque de árboles nativos al pié del río Negro. Las tilapias a la brasa, peces de agua dulce, acompañadas de jugo de taperibá fueron la delicia de mis jóvenes acompañantes. Nos encantó la visita a las nacientes del Tioyacu, un río de aguas frías y cristalinas afluente del río Mayo. Es impresionante observar como el agua brota de entre las rocas en medio de la selva al pie de las faldas de una montaña ubicada a 898 msnm. Desde la naciente se forman cascadas y pozas. Entusiasmados, no dudamos en darnos un chapuzón y sentimos que el agua fría revitalizó nuestros cansados cuerpos y activaron nuestra circulación sanguínea. En los alrededores pudimos observar una gran variedad de flora y fauna lugareña. Todo un paraíso en Rioja,…de la "de la selva su entrada".

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Arte

El paisaje arquelógico. Problema y posibilidad Manuel Munive Maco n las siguientes líneas reseñaremos tres exposiciones realizadas en Lima durante el mes de julio que termina, todas de alguna u otra manera relacionadas con el tema del "paisaje arqueológico"(1) en tanto problema cultural -patrimonialy como horizonte estético. Dos de ellas, "Doble horizonte"(2) y "La arqueología y la arquitectura"(3), exposiciones individuales de los jóvenes artistas visuales Alejandro Jaime y Santiago Roose, respectivamente, y la tercera -aunque se inauguró antes que las mencionadas-, "Wakas de Lima. Desde el cielo y la tierra"(4), una muestra fotográfica de carácter documental, curada por dos arquitectos, José Canziani y Paulo Dam, quienes desde hace mucho trabajan en la difusión del patrimonio arqueológico y arquitectónico peruano a partir de los recursos museográficos como medio de sensibilización del espectador. Es necesario precisar que estas exposiciones no se programaron en conjunto, es decir, no hubo de parte de los artistas y curadores y tampoco de las entidades organizadoras -aun cuando la gestión de la Municipalidad de Lima está empeñada en la puesta en valor del patrimonio cultural de la ciudad- un plan para que

Autor desconocido. ´Fotografía de la waka Huantille. Magdalena del Mar.

Alejandro JAIME. “Apu”. Instalación. Detalle.

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articularan un discurso museográfico simultáneo dentro del circuito galerístico local. En esa coincidencia radica la importancia de las exposiciones mencionadas, cada una muy lograda en sí misma como realización artística, pero particularmente valiosa en la convergencia de aquello que enfocaban, es decir, activar la discusión sobre "lo arqueológico" "como problema y posibilidad", parafraseado el título del libro de Basadre, ya que el Estado, una vez más, como su Ministerio de Cultura lo demuestra, -en verdad el nuevo alias del fenecido Instituto Cultural de Cultura- es esencialmente autista al respecto.

Alejandro JAIME. Vista de instalación y elementos sobre pared.

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La exposición "Doble horizonte" de Alejandro Jaime, de cuya muestra sobre los paisajes deshelados de nuestra cordillera tratamos en un artículo reciente de este suplemento, estaba constituida por dos instalaciones así como dibujos, fotografías y collages escultóricos, que proponían imaginar el paisaje y la arquitectura de la Plaza Mayor de Lima -con la cual la propia galería Pancho Fierro mantiene una proximidad de pocos metros- como el territorio de


una futura waka en tanto espacio físico y simbólico del ejercicio del poder. Notable resultó la sencilla instalación del montículo de tierra que, emulando el perfil de un cerro, lucía coronado por un templo con rampa, reinstaurando -también simbólicamente- el poder que el Cerro San Cristóbal, como apu local, ejerció para los antiguos limeños. "La Arqueología y la Arquitectura" de Santiago Roose si bien aludía a la arquitectura prehispánica, pues allí hallamos representaciones o, más bien, "proyectos" de templos prehispánicos con rampa, similares a los que encontramos en "Doble horizonte" y en "Wakas de Lima", también reflexionaba sobre elementos emblemáticos de otros periodos históricos del Perú, como en el "objetoensamblaje" que representaba un balcón "de cajón" colonial constituido por escombros de materiales diversos y "contemporáneos", sugiriendo tal vez, aquella "neoplasia de la nostalgia" que Salazar Bondy menciona en su obra maestra "Lima la Horrible". "Wakas de Lima", contó con una gran número de fotografías aéreas entre las que destacaban las de Evelyn Merino Reyna, específicamente aquellas en las que registró algunos de los principales sitios arqueológicos de Lima otorgándonos como espectadores la posibilidad de contemplar ángulos inusitados de estas edificaciones arcaicas que emergen en medio del paisaje urbano de Lima y con las cuales tenemos una problemática relación de convivencia. Resulta paradójico que mientras recibíamos auspiciosas noticias en el ámbito de lo arqueológico durante el mes de julio como aquella que informaba acerca del hallazgo de un entierro wari en Ancash bajo la dirección de un equipo de arqueólogos polacos, terri-

Evelyn MERINO. Fotografía aérea de la waka “Mateo Salado”, Pueblo Libre.

“Proyecto”. Técnica mixta sobre papel. Santiago ROOSE.

Vista de exposición de Santiago ROOSE.

Vista de la exposición “Wakas de Lima”, Museo Metropolitano.

Santiago ROOSE. Sin título. Ensamblaje de madera.

torio supuestamente ajeno al desarrollo de esta sociedad precolonial; así como al descubrimiento de nuevos

ductos subterráneos en el entorno del Templo Viejo en Chavín de Huántar por parte de un arqueólogo norteamericano que ha consagrado su vida a investigar ese sitio, o la feliz noticia de la próxima puesta en valor del sitio inca denominado "Paredones" en el perímetro urbano de la ciudad de Nasca, a cargo de un equipo dirigido por el notable arqueólogo Giuseppe Orefici con financiamiento italiano, nuestros propios compatriotas, por culpa de la ambición y la ignorancia, hayan destruido uno de los montículos que formaban parte del antiquísimo complejo arqueológico "Paraíso", un atentado irreversible y que debe hacer pensar a quienes tenemos que ver con la "gestión cultural" si estamos realmente haciendo bien nuestro trabajo: el Estado estipula una multa de siete mil soles como pena por esa destrucción. Dios salve a las Wakas.

(1) Anteriormente hemos tratado acerca de la importante influencia de los "paisajes arqueológicos" en la evolución de la obra de artistas tan notables como Jorge Eduardo Eielson, Emilio Rodríguez-Larraín, Esther Vainstein, Ricardo Wiesse y Carlos Runcie Tanaka, por citar solamente a los más reconocidos. (2) Inaugurada el 20 de junio en la Galería Municipal de Arte Pancho Fierro, contó con la curaduría de Patricia Ciriani. Se clausuró el 26 de julio. (3) Inaugurada el 10 de julio en la Sala Luis Miró Quesada Garland de la Municipalidad de Miraflores. Permanecerá abierta al público hasta el 01 de agosto. (4) Se inauguró el 12 de junio en el Museo Metropolitano de Lima y culminará el 04 de agosto. El acervo fotográfico mostrado provenía del Archivo Histórico del Servicio Aerofotográfico Nacional, el Museo Metropolitano de Lima y del material realizado por la fotógrafa Evelyn Merino Reyna Buchanan.

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Literatura

De Dostoiewki a François Mauriac: La lucha contra el mal Luis Rivas Rivas * no de los temas centrales en la literatura universal -diversificado en ilimitada pluralidad de situaciones, antagonismos, personajes- es la milenaria confrontación entre el Bien y el Mal. (Si reducir la inmensa variedad de conflictos humanos a esta antinomia parece muy esquemático, podríamos sustituir el término "tema" por "núcleo temático"). Pero lo que aquí buscamos es analizar cómo ese núcleo subyace, aunque los complementos temáticos y el tratamiento hayan ido evolucionando según la época, el autor, la cosmovisión, la perspectiva y la técnica desde la que se aborda el gran conflicto. En algunas etapas de su evolución, la narrativa solía polarizar a sus personajes como exponentes de una u otra de las fuerzas en pugna. Unos eran paradigmas de virtud; otros encarnaban la perversidad. Apelativos como los de "protagonista" y "antagonista" eran familiares para el lector desde la infancia, y era también fácilmente identificable a qué bando representaba cada uno. El romanticismo contribuyó a enraizar tales conceptos; a tal punto, que, en su análisis de los clásicos, los críticos del siglo XIX solían desconcertarse cuando hallaban que la conducta del protagonista -Hamlet, Aquiles- lucía en ocasiones menos admirable que la de sus antagonistas -Laertes, Héctor-. La explicación, sin embargo, era sencilla. Los clásicos -Homero, Dante, Shakespeare- perfilaban a sus personajes con todas las complejidades propias del alma humana, es decir, con sus luces y sus sombras. No privilegiaban la creación de paradigmas, aunque se dieran casos -minoritarios- de héroes o villanos que encarnaban tendencias extremas. Pero fue el realismo, sobre todo Fedor Dostoiewski, quien nos mostró que el gran conflicto entre el Bien y el Mal se da -antes que entre individuos o grupos sociales o colectividades- en el interior de cada alma humana; y de allí se irradia al mundo objetivo. Posteriormente, este hallazgo del novelista ruso se ha enriquecido con el aporte de autores como Graham Greene, George Bernanos, Albert Camus, Julien Green, Miguel de Unamuno, François Mauriac, y el caso trágico de André Gide. Se generó así toda una corriente narrativa que se instala en la interioridad de sus personajes, para explorar los íntimos recintos del alma, en tanto que el mundo exterior pasa a ser sólo un escenario de complemento, no el esencial. Mas en cada novelista el gran conflicto ofrece modulaciones peculiares. Por ejemplo, en las novelas de Graham Greene el mal, es decir, el pecado, parece imperar en todos los espacios y en todas las edades (inclusive en la infancia) y en la interioridad de las conciencias. Pero la misericordia divina es tan grande que provee los medios a fin de que, por ejemplo, los prota14

Fedor Dostoiewski, dramaturgo ruso, muestra en sus novelas que el conflicto entre el Bien y el Mal se da en el interior de cada alma humana, y de allí se irradia al mundo objetivo; mientras que, François Mauriac, Premio Nobel 1958, es conocido por ser uno de los más grandes escritores católicos del siglo XX.

gonistas de El poder y la gloria, El revés de la trama o El fin de la aventura, a pesar de su pecado persistente (a lo que, en el tercer caso, se agregaba el ateísmo de la protagonista), hallen el camino de la conversión, el arrepentimiento y la salvación. Por eso, parafraseando a Moeller, podemos llamar a Greene "el novelista de la esperanza cristiana", que aborda con hondura el tema del pecado y la gracia. Y su enseñanza central es la norma evangélica "No juzguéis para que no seáis juzgados". Ahora bien si este escritor mostró cómo es necesario esperar en Dios en medio de las circunstancias más adversas, Julien Green, sobre todo en su Journal, pone el acento en el tema de la fe, virtud del cristiano que se ve amenazada por múltiples falacias, pues hasta en la escuela hay quienes siembran la incredulidad y el materialismo. Por eso en sus novelas nos presenta el mal en toda su crudeza. Pero Green está convencido que la solución para esta crisis de la fe, se encuentra en la oración, la Biblia y el amor. Dice que el mensaje de la Palabra de Dios sólo puede ser alcanzado con la oración. Una pluma certera escribió que la oración es la llave en las manos de la fe que da acceso a los tesoros de la Omnipotencia. Y en esta

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línea, Green escribe: "Si tuviera que partir esta noche y me preguntaran qué es lo que más me conmueve en este mundo diría que es el paso de Dios por el corazón de los hombres… Si se diera el nombre de Mal a la falta de amor, se haría zozobrar a todo un falso cristianismo y, al mismo tiempo, se abriría el Reino de Dios a millones de almas" (Journal V pp. 361, 362). Apenaba hondamente a Green la falta de amor en quienes se profesaban cristianos, pues su conducta era el mejor testimonio de una fe auténtica o falsa y su ejemplo gravitaba en su entorno. Y es precisamente ese rol que compete al creyente en la lucha contra el mal el que se pone de relieve y el que marca las diferencias entre célebres personajes de Dostoiewski y François Mauriac. Si tomamos para el cotejo (por la brevedad de la nota) sólo sus obras fundamentales, hallamos, por ejemplo, en el novelista ruso, un personaje que perfila una auténtica cosmovisión cristiana, como Alejo o Aliosha en Los Hermanos Karamazov, quien tiene la ventaja de haber recibido el influjo de un monje en quien las enseñanzas de la Biblia han llegado a encarnar plenamente. El padre y los dos hermanos de Alejo Karamazov, además de que


caso es archivado. La justicia la absuelve; su esposo y su familia, no. "En algunos momentos, Thérèse, que no tiene formación religiosa, de algún modo siente la proximidad de Dios, sin saber lo que esto significa. La Misa llega a ser para ella un punto de luz; es su única oportunidad de salir de la casa donde está secuestrada. Pero no hay quien la conduzca de las tinieblas a la luz. Teresa queda confinada en la soledad más absoluta". Por eso Charles Moeller, habla de los "ateos prácticos". Así denomina a quienes se dicen creyentes y practican una religiosidad superficial, sin alma, sin amor. Caso similar desarrolla Mauriac en su novela Nudo de víboras. constituida por dos cartas. La primera, muy extensa, ha sido escrita por Luis, el protagonista, para que su esposa, sus hijos y demás familiares la lean

En los Hermanos Karamazov, Dostoiwski, se adentra a una vida auténticamente cristiana.

se odian recíprocamente hasta el delirio homicida, personifican, en su más tenebrosa expresión, el vicio, la incredulidad, la sensualidad y hasta la blasfemia. Pero Alejo, lejos de bajas pasiones, encuentra en el monje Zósimo un ejemplo que lo impresiona y a quien toma como maestro y modelo. Sabe que aquel hombre de excepcional virtud ha tenido en la oración y en la Biblia sus mejores armas en las duras batallas interiores contra las fuerzas del averno, y, por ello, es su mejor aliciente para triunfar contra el mal que lo acosa desde el mundo exterior y desde su interioridad. No les asiste igual fortuna a los protagonistas de François Mauriac (Premio Nobel 1958) en sus novelas más difundidas Thérèse Desqueyroux (1927) y Nudo de víboras (1932). Teresa, criada en un ambiente ateo, carece de una vida espiritual. Es ajena a toda vibración afectiva, aunque sienta necesidad de ella. Su matrimonio con un hombre de familia católica que la lleva semanalmente a misa parecería ser la solución a su vacío existencial. (Escuchando los sermones del sacerdote ella siente deseos de acercarse a la fe y a Dios). Habría sido para ella la ocasión de descubrir el fin sobrenatural de la vida humana, el ejemplo de las virtudes cristianas, ser llevada a Dios. Pero el catolicismo que la rodea es solo aparente. Una religión sin alma. Para su esposo y sus familiares la propiedad es el único bien de este mundo. La religión tal como lo viven ellos no les compromete seriamente. No tienen espíritu de oración. No tienen caridad. Sin tomar conciencia de su conducta, Teresa en algún momento ve que su esposo, por equivocación, va a beber un producto venenoso, pero ella, con indiferencia, no lo evita. Es insensible. No le conmueve el sufrimiento de nadie. Acusada de intento de homicidio, el

de todos. Y fue sintiéndose incapaz de despertar el afecto de nadie. Ya joven conoce a una joven de la que se enamora. Para sorpresa suya, descubre que no sólo es correspondido sino que hasta la familia de la joven de elevado rango social- ve con simpatía el matrimonio de la pareja. Viraje pleno en su vida. ¡También él es capaz de despertar afecto! Pero una noche ella le confiesa que poco antes de conocerlo tuvo un romance. Se planeó la boda. Pero ésta quedó trunca porque el novio y la familia supieron que dos hermanos de la novia habían muerto de tuberculosis. Cundió el temor en ella y sus padres de que el mismo rumor cerrara toda otra posibilidad matrimonial. Y en esas circunstancias ella tuvo la felicidad de conocer a Luis. Tal fue la confidencia explícita, pero Luis percibió la subyacente. El tono de inocultable tristeza y el timbre tan dulce al pronunciar el nombre del ex novio eran elocuentes. La vida afectiva de Luis se derrumbó y llenó de sombras. No era cierto que él, por fin, había sido capaz de despertar el afecto en alguien. Se sintió utilizado, burlado. Quiso ganarse el cariño de sus hijos, pero creyó notar que su esposa lo impedía. Él era incrédulo; su esposa y sus hijos eran creyentes. Hay en él, al final de su vida un brote de religiosidad, pero cuando su hijo lee esa parte sólo hace un comentario sarcástico. Huberto era también de aquellos que Moeller llamaba "ateos prácticos". Nadie sospechó nunca que todo lo que anhelaba "el viejo avaro", como le decían, era aquello que, muerta su madre, nadie le dio: un poco de afecto sincero. *Condecorado por el Gobierno Regional y la USAT

En Thérèse Desqueyroux (1927), François Mauriac, lleva a su protagonista a vivir a un ambiente ateo carente de una vida espiritual.

cuando él haya muerto. La segunda, muy breve, es un comentario a la anterior, severo y rencoroso, escrito por su hijo Huberto. La imagen que fluye de la primera en la que Luis vuelca su historia íntima con plena sinceridad, es la de un viejo avaro que escatima a su familia el dinero, aunque es dueño de gran fortuna. Lo hace porque está convencido de que nadie le tiene afecto, que sus familiares conspiran contra él y quieren su muerte pues codician sus acciones y su dinero. Ha llegado al extremo -confiesa en su carta- de haber intentado desheredarlos a todos y dejarle sus bienes a un hijo extra hogareño, a quien ha conocido ya adulto. Finalmente, se arrepiente y lega sus bienes a sus herederos. Personaje perverso. Pero el prólogo nos pide, con razón, no vituperarlo sino compadecerlo. Ocurre que Luis, mimado en exceso por su madre, se crió engreído y desconsiderado con los demás. Se ganó la antipatía

Nudo de víboras, de François Mauriac, cuyo argumento de la codicia, el dinero y el amor reinan en la vida de los personajes.

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Música

Richard Wagner, uno de los más grandes exponentes del género operático. Diez de sus trece óperas se sitúan en el súmmum de las hazañas culturales. Derecha; escenificación de la ópera Tristan e Isolda de Wagner.

Wagner y Verdi 1813

Carmen Moral * l quinquenio comprendido entre 1809 a 1813 fue rico en nacimientos de genios musicales. Mendelssohn ve la luz en 1809, en 1810 lo harán Schumann y Chopin, Liszt llega a este mundo en 1811 y por último Wagner y Verdi nacen ambos en 1813. Las muy merecidos homenajes que estos dos últimos compositores están recibiendo ocupan salas de concierto y teatros de ópera en practicamente todo el mundo musical. Nacidos con cinco meses de diferencia- Wagner, Leipzig 22 de mayo y Verdi, Roncole, en el entonces Ducado de Parma, 10 de octubre- son practicamente los más grandes exponentes del género operático con excepción de Mozart. Representan dos poderosas e influyentes culturas. En muchos sentidos Italia y Alemania comparten experiencias históricas en el siglo XIX. Ambos compositores estuvieron ligados con la política y cultura de sus respectivos países. Hay que recordar que Italia y Alemania alcanzaron la unificación con un año de diferencia. Las vidas y personalidades de estos dos genios, aunque paralelas, son diametralmente opuestas. La producción de Wagner, aunque menor que la de Verdi, ha tenido mucho más influencia. Diez de sus trece óperas se sitúan en

el súmmum de las hazañas culturales. La producción de Verdi, 29 óperas de las cuales 12 se mantienen constantemente en el repertorio, han influenciado menos en el desarrollo de la música. Verdi se mantuvo en la tradición diatónica. Esto no quiere decir que no hubo innovaciones en su música. Por otro lado, el acorde con que se inicia la ópera Tristan e Isolda de Wagner ha sido llamado el comienzo de la música moderna. En la parte humana una de las cualidades de Verdi fue su tolerancia, mientras la intolerancia de Wagner fue legendaria y su egoismo monstruoso. Despreció la ópera italiana tratándola de "Donizetti y compañía". En sus escritos no hay ninguna referencia a Verdi. Cuando le decían a éste que su ópera Falstaff estaba influenciada por Wagner se ponía al borde de un ataque de nervios. Cien años después del nacimiento de Wagner y Verdi, viene al mundo uno de los más grandes héroes musicales de la Gran Bretaña: Benjamin Britten quien naturalmente también será homenajeado mundialmente. Giuseppe Verdi, compositor de fama mundial, los homenajes que recibe ocupan salas de concierto y teatros de ópera en todo el mundo musical.

* Desde París


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