Críticas y reseñas del libro El incendio de las mariposas

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El incendio de las mariposas, de Alondra Berber Ciudad de México, Primera edición, 2015 Ediciones Mundo Flotante Ilustración de portada: Luis Vargas Santa Cruz 1,000 ejemplares


“Edith Piaf emerge entre los muebles de la sala. El sillón tiembla frente a mis pupilas que sonríen y mi padre dice que eso es música. La vie en rose. El pan blanco mordido. El olor del bote de plástico con crayolas. La máquina de escribir. Mi madre teje arcoíris entre los leones marinos que vuelan en la ventana y el payasito de cuerda que guarda todas las risas y primeras palabras”.


Descripción de obra Proyecto editorial de novela versada sobre el abuso sexual infantil. Nuevamente (al igual que en El péndulo de cal) la narrativa parte de la psicología y la psiquiatría para extender las ramas de un mundo interno violento en el cual los primeros miedos de la protagonista encajan en un diagnóstico de trastorno por estrés postraumático y su respectiva comorbilidad con el paso de los años y el desarrollo de su cuerpo. Ofrece ocho tipos de lectura, sin embargo todas giran en torno a un mismo personaje, que van desde el rescate de la voz infantil hasta la voz mórbida de la adultez. Con el paso de las páginas se descubren las cosas evidentes, pero también las cosas escondidas, las que se callan, las que no se escriben en el diario, pero están detrás de las primeras preguntas y las palabras prohibidas. Aborda el miedo, la culpa, la tristeza, la vergüenza; los motivos por los cuales algo que lastima tanto no se cuenta ni se alcanza a comprender. Muestra los contraste de la niñez, la unión familiar como recurso anti-fóbico, los momentos dulces, las pesadillas repetitivas y el descubrimiento prematuro de la sexualidad a través del abuso infantil. Un viaje por todos los trastornos mentales que puede albergar una sola persona. El trastorno obsesivo compulsivo controla cada palabra y cada silencio de este libro, a través de regresiones y la ambivalencia miedo-nostalgia de la infancia. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en qué siente una niña violada cuando le dicen que existe un Dios que puede verla todo el tiempo? El incendio de las mariposas es un cerrojo mediante el cual el lector, entre la vergüenza y la culpa, acecha la intimidad de una niña de cuatro años. Un lector que puede ser ajeno al tema o que también pudo haber sido víctima o victimario.

Proyecto apoyado por el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero 2014.


Sinopsis ¿Alguna vez te has puesto a pensar en qué siente una niña violada cuando le dicen que existe un Dios que puede verla todo el tiempo? El incendio de las mariposas es un cerrojo mediante el cual el lector, entre la vergüenza y la culpa, acecha la intimidad de una niña de cuatro años. Un lector que puede ser ajeno al tema o que también pudo ser víctima o victimario. El incendio de las mariposas es un libro nacido en las entrañas del país que ocupa el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual infantil. El México de los 4.5 millones de víctimas.

“La red es un monstruo que busca órganos, los come, los derrama. Sonrisas tristes. Dos niñas fingen ser hermanas próximas a la revoltura de vísceras y gusanos”.


Prólogo El fuego en la vida vista por Alondra El arte es como la vida, ¿lo dijo Aristóteles?, y como ella misma se puede ver de múltiples, infinitas formas y serán esas múltiples-infinitas interpretaciones que nuestros corazones y cerebros le den, lo que propiciará la mayor o menor riqueza de un artefacto. Esto es, artefacto, lo que la poeta Alondra Berber propone en su acercamiento creado literariamente, para que el receptor-lector-escucha se acerque a su vez y complete el acto creativo a partir de su propia fabulación, de su temporal fabulación, puesto que tantas ocasiones se acerque a las letras de Alondra, tantas interpretaciones-conocimiento-maneras de exponer sobre el texto, realizará. En los siguientes párrafos va una manera, la que en este momento específico de elaborar es desarrollada; seguramente distinta a la que podría elaborar mañana o dentro de seis años. Y quien se acerque a ella podrá compartir o no, pero lo importante es provocar el interés para lo verdaderamente trascendente en esta edición: el texto poético de Berber, El incendio de las mariposas. Las mariposas tienen vida corta, pero cuando se incendian lo corto de su vida es interrumpida por el fuego. Con ese planteamiento Alondra Berber nos propone dos caminos en órdenes lineales y en estructura cronológica. Son caminos novedosos, desconocidos y por tanto, al recorrerlos, parecen caóticos; más la guía del camino, que es la misma Alondra Berber, nos ilumina las sendas con luz natural de cogniciones, luz blanca de relatos y luz cálida de párrafos de diario. Entonces el camino recorrido en cuatro etapas deja de ser senda de aventura para el saber sobre la senda misma y se convierte en un camino para mirar, compartir y sentir infancias o momentos de infancia; para mirar, compartir y sentir adolescencia temprana o momentos de adolescencia temprana. ¿Qué pasa en la infancia de una mariposa? La inocencia, el amor maternal, el cuidado paterno y la confianza abren la puerta al contacto con la vida y sus claroscuros empáticos con esta mariposa, que es crisálida envuelta en las paredes que impiden al aire, al agua y a la tierra que la contaminen, que la alteren. Pero cada domingo la crisálida será expuesta a que el aire, el agua y la tierra hagan de su hurgar en la mariposa niña para explorarla, una alteración. La mariposa antes de su plenitud es invadida por el aire, violentada por el agua, atormentada por la tierra; y los tres elementos juntos queman a la crisálida que antes de volverse plena mariposa odiará, cultivará y ejercerá acciones contra el aire, el agua, la tierra que la hurgaron en secrecía. La belleza de la mariposa se consumirá en el odio, la introspección, el ocultamiento de los dolores que los incendios de domingo a domingo la han hecho sufrir como capullo maltratado.


La vida sigue, el crecimiento fuerza a vivir dolores mayores, y cuando el árbol que sostiene al capullo se dobla, se inclina y cae estrepitosamente, la crisálida con todo e incineración tornará, por necesidad de vida, a circular por la existencia debido a su propia inercia de existir. Quizá estacionada parcial y momentáneamente en una rama del árbol que cayó para no levantarse más; pero siempre marcando el camino por la mariposa que ahora es, porque en mariposa, por fin, se ha convertido… Alondra construye una poesía de vida o de vidas en tres notas musicales que se alternan, contrapuntean, conjugan con objeto de construir una sinfonía en instrumentación alientos, maderas y cuerdas; con una universalidad en la que cabe los mismo Mahler que Gardel, Tchaikovsky que Picasso, pues Picasso también puede oírse igual que Edith Piaf, mientras la madurez autoral nada en la memoria de recuerdos elaborados en tropos que metaforizan la vida para entregárnosla conmiseración por conmiseración, terror por terror y hacer confluir los elementos en una contundente catarsis que limpia espíritus al acercarnos a profundidades extremas ¿o escondidamente cotidianas?, de la vida de una (¿las?) vida (s) en el trópico acapulqueño, que tal vez pudiera ser en cualquier lugar del universo en que habitan mariposas que el viento, el agua y la tierra llevan a las llamas permanentemente eternas del fuego.

Felipe de J. Galván Rodríguez, dramaturgo


Semblanza Alondra Berber, México. Licenciada en Psicología Clínica y pasante del posgrado en Criminología. Formada como interventora en Crisis por el Teniente de Marina Edgar Zambrano (Culiacán, Sinaloa). Ha sido becaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero por publicación de obra inédita terminada, en 2012 y 2014 por las novelas versadas clínicas El péndulo de cal (estrés postraumático por delitos violentos) y El incendio de las mariposas (estrés postraumático y comorbilidad por abuso sexual infantil). Autora del modelo de intervención en crisis MMR-INCRART, con el cual ha impartido diversos talleres, pláticas y laboratorios para niños, adultos y especialistas en salud mental. Ha participado en diversos programas, encuentros y eventos literarios, entre los cuales destacan “Visitando a los lectores” en reclusorio oriente, organizado por la Coordinación de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Festival de Poesía de Manzanillo y la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Es directora editorial de la revista de arte y turismo cultural Flotante Mag y cocoordinadora del sistema de residencias artísticas por intercambio R.A.T. Puerto Acapulco y su Programa de Formación Artística Informal, mediante el cual ha recibido clases de artistas de Argentina, Perú, Etiopía, España, Turquía, México y Colombia. Es colaboradora de la Revista 99 grados, co-directora del grupo artístico Alas de Espuma y Arte y ha trabajado como interventora en crisis en cerca de ochocientos casos de cáncer, delitos violentos, reclusión y desastres naturales. Ha dirigido editoriales de moda, así como la campaña de resiliencia para pacientes con cáncer Explora el mundo, explora el amor, explora tu cuerpo.


Críticas


La realidad vista con ojos de niño Cuando los poetas escriben sobre la niñez es como si, festivamente, volvieran a casa después de un largo y penoso viaje. Fernando Pessoa, el poeta que supo ser muchos poetas con tan sólo una infancia es uno de los ejemplos más leídos. Para Pessoa y sus heterónimos no hubo mejor tiempo ni espacio que ser niño. Porque la infancia es, probablemente, ese punto en el que tiempo y lugar son parte del eterno juego infantil, de la inocencia y de la dicha. Nunca como en la infancia el tiempo se hace largo o se hace corto, según se vive. Jamás, como cuando niños, las estancias y los paisajes nos parecen enormes o infinitos. En su reciente poemario, Alondra Berber va en busca de la realidad vista con ojos de niño. El incendio de las mariposas es un libro con el que se vuelve a casa. A esas estancias que habitan, para siempre, la inocencia: la infancia tan dichosa y tan terrible a la vez. Escrito a partir de un enjambre de voces y recuerdos, la poeta avanza en sus versos para redescubrir el asombro: las risas y el lenguaje, el miedo y el valor, el amor materno, la admiración, la inocencia y el abrazo paternal. Todas las emociones y sensaciones que florecen cuando el mundo y sus misterios nos parecen inmensos. Con lenguaje asequible, directo, Alondra Berber ensaya muchas voces y varios tonos para crear una emotiva canción que nos cuenta mil infancias. Fragmentos de memoria y voces que, al unirse, tornan una sola voz y una sola memoria. Conforme se avanza en su lectura, el libro va desplegándose en dos planos: uno, la voz y el testimonio infantil, que funciona como detonante para el segundo plano: el poético. Así, la poeta logra encender una hoguera para que las mariposas revoloteen festiva y peligrosamente entre las llamas. Imagen terrible, desde luego, la de las mariposas en torno al fuego. Sorpresivamente, El incendio de las mariposas es un libro que tocará a todo tipo de lectores. Las imágenes poéticas, cargadas de sentidos y simbolismo, están confeccionadas como esos artefactos lúdicos que arroban tanto a un niño como a un abuelo. Tal es el mérito de la poeta: saber que sus posibles lectores, todos, sabrán reconocerse en sus versos. Con este libro, Alondra Berber continúa en la construcción de una obra poética original y de voz identificable que iniciara con El péndulo de cal (2013). Saludo la publicación de El incendio de las mariposas como una obra necesaria para enriquecer y renovar el catálogo de la novísima poesía escrita desde el interior del país.

Avelino Gómez G., escritor


Un diario convertido en escusado Una niña-mariposa se arrastra convertida en gusano pisoteado por manos muertas de tanto tocarla. La poesía es la ventana por la que Alondra Berber nos deja asomarnos al miedo, la confusión y aunque no lo parece de principio, también a la esperanza, no como utopía barata sino como el lazo firme que nos saca de nuestros infiernos personales. Una lectura que exige más de una lectura, pasar los ojos por sus líneas una sola vez no sería justo. Dentro de ese incendio de palabras navegan historias escondidas en la memoria de las niñas que somos todas las mujeres cuando vamos creciendo. El incendio de las mariposas es un libro tan íntimo que no tiene espacio para pretensiones retóricas. El lenguaje es directo, honesto, contundente. Leerlo requiere olvidar prejuicios. Expone un mundo perverso de niños que juegan a cosas de adultos dejando la inocencia de manera violenta, es ahí cuando uno debe hacer pausa, tomar aire y dejarse contagiar por el desamparo que tiene la protagonista de la historia. Un diario convertido en confesionario, escusado, cloaca y refugio. Alondra tiene la facilidad para inundar de imágenes cada una de sus palabras y estas se nos meten por los ojos haciéndonos parte del dolor, la ausencia por lo perdido ó la rabia del silencio. Un libro donde la autora ofrece ocho maneras distintas de abordarlo, cada una igual de estremecedora que las otras. Una niña que te lleva de la mano desde el vientre materno hasta un acuario pintado de recuerdos del padre omnipotente que después vemos convertirse en cristal frágil, al que todas las huérfanas nos abrazamos cuando nos falta fuerza para seguir viviendo. Pasamos el tiempo cuidándonos de todo el mal que hay afuera pero el monstruo mora dentro de nosotros, un buen día salta dispuesto a salpicarnos el corazón de tinta china y no hay más remedio que romper el capullo, comenzar a vivir con todo y nuestras alas rotas.

Gloria Ramírez, dramaturga


Perspectivas psicológicas y médicas


La herida abierta del abuso sexual infantil El incendio de las mariposas es una obra de arte desde el punto de vista psicológico. Es una herida abierta que da la posibilidad de conocer las secuelas del abuso sexual infantil. Implica para el profesional de la mente una oportunidad de exploración a través de cogniciones. Para hablar de ello resulta preciso saber el concepto de violencia sexual de manera clara y definida; según la ONU es Todo acto o tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción (imposición) por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo. Al leer El incendio no es posible pasar por alto los sentimientos y emociones que surgen y nos llevan a una realidad que en este momento muchos niños y niñas están viviendo; niños que están siendo abusados en sus propios hogares, muchos de ellos víctimas de familiares, y ello nos arroja más información sobre el impacto del abuso sexual cuando el agresor tiene una relación cercana con la víctima. En el presente trabajo surgen algunas reafirmaciones del modelo que opera un abusador, utilizando el poder y la amenaza, afirmando a la víctima que debe guardar el secreto porque si lo dice algo muy malo sucederá. El incendio de las mariposas me lleva a un cuestionamiento en materia legal ya que pareciera que las leyes protegen al abusador, lo cual complica la denuncia y fomenta que muchos niños y niñas prefieran callar. A pesar de ello, existe la posibilidad de curación y es el trabajo terapéutico; es ahí donde esta obra representa una perla por su gran valor para el estudio de las secuelas psicólogas del abuso. Libro que se plantea como un diario y como un mapa de cogniciones, emociones y síntomas, donde se encuentran el miedo, la desesperanza y el coraje contenido, así como nuevos cuestionamientos e ideas reafirmadas por las mismas circunstancias que plantea el relato. ¿Por qué digo que es una obra de arte a nivel psicológico? Desde mi perspectiva y experiencia como profesional de la salud mental sé lo complicado que es para una persona sobreviviente o víctima de abuso sexual hablar del tema porque – precisamente– surgen diversos sentimientos asociados. Doy gran valor a este libro y a la autora por poner en nuestras manos la posibilidad de acceder como profesionistas a sus cogniciones y por brindar a las víctimas el poder de identificarse con su texto. Mi admiración surge también del viaje al que invita al lector; un recorrido donde el ambiente se vuelve más hostil, más oscuro a medida que se van explorando pensamientos donde la muerte juega un papel muy importante –si no es que el principal–.


Me lleva a recordar el diario de Anna Frank y su visión del holocausto, las aportaciones que hizo a la psicología. De esa magnitud considero El incendio de las mariposas que no es sino un viaje a través de las cogniciones de una niña víctima de abuso sexual, de sus pérdidas, miedos y secretos; nos da la oportunidad de ver de cerca el daño que existe en los niños y niñas abusados. Como profesionales sabemos el impacto de la violencia sexual en las diferentes esferas de la salud, pero El incendio nos lleva a conocer las consecuencias emocionales de un abuso sexual en los primeros años de vida.

Cynthia Camacho, psicóloga


Una banda sonora que acompaña la soledad Comentar la obra de otro es para mí una terrible responsabilidad, en la que se establecen necesariamente juicios estéticos, pero también éticos. El incendio de las mariposas nace como consecuencia de un proceso creativo, de ensimismamiento y por qué no, tal vez de un esfuerzo de resiliencia. Leí con mucha atención cada uno de los pasajes poéticos que provienen de la memoria infantil, actualizada y endurecida por el tiempo y la experiencia. Con claridad, los detalles se asoman entre las metáforas, describiendo la evolución de la mente y de la conciencia en su viaje a la madurez, que permanece definitivamente secuestrada por la adolescencia perturbada por el entorno, pleno de ignorancia y falta de una orientación, para que el camino de crisálida a mariposa no quedase marcado por la abrupta realidad que nos avasalla frecuentemente. El relato poético va de la hermosa infancia, plena de recuerdos, en los que la música conforma una banda sonora que acompaña la soledad y los intentos artísticos quedan opacados por los hechos. Adultos que se refugian en su moral y religión sin comprender lo que se gesta en las pequeñas crisálidas que luchan ferozmente dentro del capullo, entre la fisiología y la moral, como describe Alondra. No es posible leer el Incendio de las Mariposas sin involucrarse emocionalmente, sin permitir que la sensibilidad aflore, pero sobre todo sin dejar de cuestionarse. Es una hermosa forma de denunciar a esa sociedad corrupta y decadente en que vivimos, la doble moral en la que la sexualidad es satanizada y deja en indefensión e impotencia a las víctimas de abuso infantil, ante miradas omisas. La falta de compromiso, de autoridad y de valores mantiene a una sociedad convulsionada, que tiene que diseñar para sí, nuevas formas de convivencia, entre la violencia y la marginación, una sociedad en la que reina la ignorancia, pero sobre todo la falta de amor hacia los demás. Hacer frente al problema de salud mental que se origina en la comunidad que retrata Alondra requiere un esfuerzo importante, en el que urge el involucro de todos. Nos preocupamos por combatir medicamente enfermedades como la diabetes y el cáncer, sin embargo nos ocupamos muy poco de las repercusiones mentales que la sociedad misma genera cotidianamente, que quizás sean mucho más frecuentes y detonen las primeras, como consecuencia del estrés en el que vivimos. Cómo no deprimirse, cómo seguir mirando el mundo de la misma forma que en la tierna infancia, cómo rescatar esa niñez y el nombre de hogar, mientras se hace madurar violentamente a esas crisálidas, no sólo rasgando el capullo para que


puedan salir sino como Alondra Berber dice en un lenguaje crudo y honesto, INCENDIÁNDOLAS brutalmente. Se requiere valor, mucho valor para escribir, pero más, para mostrar a través de la literatura una realidad que nos negamos a ver y a cambiar.

Marco Jiménez, médico

“Recuerdos sepultados duermen por décadas hasta que algo –lo que sea– los hace levantar apresurados”.


Los niveles de la degradación Nada lo explica todo. Alondra no pretende explicarnos nada, pero logra que entendamos mucho, juega con las palabras, genera emociones, nos lleva a un cielo culto y nos trae a una tierra manchada. El incendio de las mariposas nos invita a recorrer un camino desde la pureza, los sueños inocentes y la mirada sin velos hasta la podredumbre humana, pasando por todos, o casi todos, los niveles de degradación. La poesía nos permite hablar de aquello que sería mejor callar, y no por que se quiera ocultar, sino porque no debería existir. Alondra le da una voz a aquellos que sería mejor que no tuvieran que contarnos eso. Nos permite entrever los sueños rotos, la distorsión de los juguetes y los juegos que no lo fueron. El arte como discurso puede ayudar a sanar, reparar, regenerar, dar un sentido nuevo, aprender y de la experiencia darnos la fuerza, la voluntad y las herramientas para ayudar a otros que ya pasaron por una experiencia traumática y también para prevenir que otros más sean víctimas. Sanar desde el arte.

Mario Lagunas, psicólogo


Preventivo del libro

https://www.youtube.com/watch?v=0Hy8IsjZJVU

“Las caricias inician convulsiones como conejos friéndose y luego me miro en el espejo con el cuerpo chiquito desnudo”.


Enlaces Página personal de autora http://www.flotantemag.com/#!alondra-berber/ck0e Página web de El incendio de las mariposas http://www.flotantemag.com/#!el-incendio-de-las-mariposas/c1f0 Preventivo del libro https://www.youtube.com/watch?v=0Hy8IsjZJVU Entrevista en periódico El Sur sobre El incendio de las mariposas http://suracapulco.mx/archivos/210805

“Arde el carbón de mis rodillas aquellas piernas temblorosas que caían como el otoño”.


“Pocos son los recuerdos de papá cuando se volvió amarillo. Ojos entristecidos. La mano temblorosa tirando la sopa de la cuchara. El brazo tembloroso, el cuerpo tembloroso, los pies hinchados como peceras flotantes”.



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