El siglo de las luces. Nos encontramos a punto de comenzar a escribir pero nos es difícil comenzar pues es tan extenso el contenido e interesante que es complicado elegir; pero nos basaremos en lo más significativo de este tema. Para estudiar la historia siempre nos han dicho que debemos memorizar: fechas, personajes, lugares,
y hechos más sin
embargo esta no es la manera de aprender ya que debemos comprenderla e interpretarla a cabalidad logrando así describir los sucesos históricos. La historia tiene sus propios placeres estéticos que no se parecen a ninguna otra disciplina. Ello se debe a que el espectáculo de las actividades humanas, que forma su objeto particular, está hecho para seducir la imaginación de los hombres. Esta se basa en el estudio del hombre y sus actos es una ciencia que se cree que si no aclara nuestras dudas está incompleta y carece de provecho y solides así mismo guía nuestras acciones y muchas veces aprendemos de lo que ya existió.
Para entender la historia de hoy en día es necesario remitirnos a hechos pasados uno de ellos y de gran importancia es el siglo de las luces ya que de este se desprende como comenzó a trascender la educación en México. Durante el siglo de las luces La nueva España era la ciudad más grande de América en la cual celebraban la veneración a la virgen de Guadalupe nombrando a la guadalupana como patrona de la ciudad de México (1737) el 12 de diciembre fue reconocida oficialmente en la iglesia universal (1754) en ese tiempo en la nueva España las riquezas minerales eran insuperables; creían que la fertilidad del suelo producía abundancia en una eterna primavera. Lo que caracterizo a esta ciudad fue una conciencia de identidad nacionalista en los distintos estratos de la sociedad. Esta identidad se expresaba por el orgullo por ser la sede de la aparición de la virgen, un reino de grandes riquezas naturales y urbanistas, y un lugar con rica cultura prehispánica. El siglo de las luces tuvo una crisis educativa y política debido a la expulsión de los jesuitas; en la mañana del 25 de junio de 1767 los soldados del rey entraron en los colegios de los jesuitas para aprisionar a los miembros de la compañía de Jesús, cerrar todas la instituciones y expropiar los fondos, edificios y propiedades de
la orden religiosa, en cumplimiento del mandato de Carlos III. Debido a esto la calidad de la enseñanza disminuyo en los colegios. En 1763 la compañía de Jesús acepto algunas de las recomendaciones hechas por los innovadores y se establecieron varios cursos adicionales en los colegios en forma de academias con estudios de matemáticas, lenguas modernas, griego, física, química, historia y geografía. La salida de los jesuitas, la clausura de los colegios y el abandono de las misiones causaron resistencia y resentimiento en el virreinato. Durante este siglo el pueblo no tenía derecho de opinaren los asuntos del gobierno por lo que debían callar y obedecer. Para intentar reponer los estudios después de la expulsión, se reabrieron los colegios antes ocupados por los jesuitas lo que provoco una descapitalización de la educación en la nueva España. En el campo de la educación, el término “ilustración” se refería al interés del gobierno de aumentar su participación de la enseñanza como manera de promover las virtudes, las ciencias, y las artes. El estado quería extender la educación básica entre los pobres, imponer el uso del castellano en las escuelas, modernizar la enseñanza en los colegios y las universidades y al mismo tiempo reducir la participación de las iglesias en las instituciones
educativas. Promoviendo así la razón y no la tradición como elemento primordial de la educación. En este periodo se abrieron escuelas
combinando la medicina y la cirugía en una sola
carrera, escuela de botánica, escuela de minería en esta se presentaron establecimientos científicos sólidos y grandes; Escuelas indígenas en las que la doctrina cristiana estaba bajo la supervisión y promoción de la iglesia pero para 1750 y 1770 el rey ordeno que los frailes fueran remplazados también ordeno que los en los pueblos de indios se establecieran escuelas de primeras letras financiadas no por la iglesia si no por los fondos de las cajas de comunidad de los indígenas por lo que estos gobernantes ya no eran libres para utilizar los fondos según su criterio. El objetivo del gobierno era disminuir los gastos en los pueblos y acumular un sobrante al final del año. Este sobrante se enviaba al virreinal. Durante el periodo de 1773 a 1808 se logró establecer escuelas de primeras letras en 1004 pueblos de indios de la nueva España, se establecieron escuelas para niñas indígenas y para finales del siglo XVIII, la educación en los pueblos de indios fue principalmente la tarea del gobierno civil. Debido a que el gobierno tenía el control de las escuelas indígenas querían imponer la enseñanza obligatoria del castellano pero los pueblos
de indios, sacerdotes criollos e indígenas y los padres de familia se opusieron. En 1793 surgieron escuelas gratuitas abriendo sus puertas a 300 alumnas de cualquier clase o condición, en las que impartían clases de lectura, escritura, religión y labores de costura dirigidas por maestras laicas. En 1815 en la ciudad de México, el precursor Ignacio Montero redacto un silabario mediante esto el niño aprendía a leer palabras que significaban algo para él y no un conjunto de silabas sin sentido. Durante este siglo surgieron muchos escritores que aportaron conocimientos a la enseñanza de la educación un ejemplo de ellos es Fernández de Lizardi quien es renombrado por ser el autor de la primera novela mexicana,
EL PERIQUILLO
SARNIENTO. En 1808 Napoleón invadió a España y para impulsar la resistencia se convocaron las Cortez de Cádiz esto propicio un cambio en la educación por lo que la constitución de Cádiz ordenaba a las escuelas municipales enseñar las primeras letras y el catecismo de la religión católica que comprenderá también una breve explicación de las obligaciones civiles. Otro mandato de las cortes fue la abolición del castigo de azotes por ser
incompatible con la dignidad de los hombres libres, extendiendo esa prohibición a las instituciones educativas. Por último la mayoría de los alumnos asistieron a escuelas gratuitas, niños de todos los grupos étnicos y niveles económicos convivieron en la misma aula. Mas sin embargo una de las dificultades de la educación es este tiempo fue que no existían lugares adecuados para tomar clases. En conclusión podíamos decir que muchas de las personas de la nueva España no estuvieron de acuerdo en la expulsión de los jesuitas, la enseñanza obligatoria del castellano y el menosprecio de las lenguas indígenas; por otro lado en este siglo se incorporaron conocimientos modernos en la filosofía y la ciencia, abrir escuelas libremente sin pertenecer al gremio y mejorar los métodos de enseñanza. ¿Pero en realidad ha habido un cambio desde este siglo a la actualidad? Ya que muchas personas aún son analfabetas y se discrimina a las personas indígenas. Deberíamos fijarnos en el pasado aprender de ello y cambiarlo para no cometer los mismos errores de ese tiempo es por eso la gran importancia de conocer nuestra historia y ser personas
crĂticas para no caer en el juego del gobierno y repetir los mismo patrones.