HENRIQUE ALVARELLOS (Lugo, 1968). Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de
www.alvarelloseditora.gal
Madrid El Escorial Ávila Medina del Campo Salamanca Zamora Astorga Ourense
Santiago de Compostela y Postgrado
Redondela Santiago de Compostela A Coruña
en Comunicación por la Universidad
Lugo León Sahagún Venta de Baños
de A Coruña. Periodista, escritor y editor. Autor de varios libros, desde
Burgos Segovia
2004 dirige Alvarellos Editora. Para esta publicación ha contado
En el otoño de 1916 García Lorca tomaría a sus 18 años una
con la colaboración de JUAN LUIS
decisión radical: abandonar un futuro prometedor en la
TAPIA (Granada, 1964), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Poeta, divulgador cultural y editor. Una de sus líneas de investigación se ha centrado precisamente en Luis Mariscal, sobre el que traza, en estas páginas, una interesante reseña biográfica. Por otra parte, CARLA FERNÁNDEZ (Navia, 1984) es doctora en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela (premio extraordinario de doctorado 2013/14) e investigadora del grupo Iacobus de dicha Universidad. Carla se
música y proponerse ser escritor. Sucedió durante un largo viaje de estudios –con su profesor Martín Domínguez Berrueta y cuatro alumnos más– por Castilla, Galicia y León. Esta es la crónica íntegra de aquella excursión. El presente volumen contiene realmente dos libros o voces en su interior. Por una parte, el viaje relatado por el compañero de Lorca, Luis Mariscal, que anota, en cada parada, datos precisos y reflexiones sobre el paisaje y las gentes. Un documento excepcional, nunca publicado íntegro hasta hoy. Por otra parte, contamos con la visión directa e íntima de Federico García Lorca. Hemos reunido sus cartas, plenas de entusiasmo; sus primeras prosas, que destilan emoción y hondura crítica, además de fragmentos de su primer libro,
Impresiones y paisajes (1918), y otros textos suyos referentes a aquel viaje que iba a ser transformador. Fotografías del grupo en aquellos días, imágenes de época
responsabiliza en esta edición de la
de los lugares visitados y diversos manuscritos completan
anotación y comentarios histórico-
este revelador volumen.
artísticos de la crónica de Luis Mariscal.
Edición al cuidado de HENRIQUE ALVARELLOS
EL GRAN VIAJE DE ESTUDIOS DE GARCÍA LORCA
ISBN 978-84-16460-35-9
Esta edición ha sido preparada por
EL GRAN
VIAJE DE ESTUDIOS DE
GARCÍA
LORCA Narrado en 1916 por su compañero
LUIS MARISCAL Incluye las cartas y escritos del propio
FEDERICO GARCÍA LORCA
EXTRACTOS DEL CUADERNO DE VIAJE DE FEDERICO GARCÍA LORCA
En Medina del Campo: «Mamá, hace un frío que tengo la cara cortada y los labios hechos una lástima, pero estoy más fuerte». «¡¡¡Cómo se va el dinero!!! Como me falte te pediré ¿no es verdad, papá, que me mandarás? Yo haré por no pedirte...». En Ávila: «Por la noche, estupenda velada en el Instituto. Mariscal me presentó y toqué al piano cosas mías, que me aplaudieron y felicitaron muchísimo». En Santiago: «Es horrible un hospicio con aires de deshabitado, y con esa infancia raquítica y dolorosa. Pone en el corazón un deseo inmenso de llorar y un ansia formidable de igualdad». FRAGMENTOS DE LA CRÓNICA DE LUIS MARISCAL
«Por la noche, el Círculo de Zamora organizó en nuestro honor una velada (…) y yo hice mis equilibrios oratorios, y García Lorca se lució toda la noche al piano». «¡Yo, en Lugo! No me hago a esta idea: ¡Es algo tan remoto Lugo para un andaluz!». «¿Está habitada Castilla?, nos preguntamos (…). La tierra nos envuelve y nos domina».
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colección OESTE
EL GRAN
VIAJE DE ESTUDIOS DE
GARCÍA
LORCA
Muestra de interior + info en www.alvarellos.info
Martín Domínguez Berrueta, Ricardo Gómez Ortega (con gafas), Federico García Lorca y Luis Mariscal, probablemente en el verano de 1916, en lugar no identificado. (Archivo Fundación Federico García Lorca).
EL GRAN
VIAJE DE ESTUDIOS DE
GARCÍA
LORCA Narrado en 1916 por su compañero
LUIS MARISCAL Incluye las cartas y escritos del propio
FEDERICO GARCÍA LORCA Edición al cuidado de Henrique Alvarellos
colección
OESTE
© ALVARELLOS EDITORA, 2018 Sempre en Galiza, 4 15706 Santiago de Compostela Galicia-España correo@alvarellos.info www.alvarelloseditora.gal © de esta edición anotada: Henrique Alvarellos Casas © textos: Henrique Alvarellos Casas, Juan Luis Tapia, herederos de Federico García Lorca, Luis Mariscal Parado y Francisco López Rodríguez. © edición crítica histórico-artística de los textos de Luis Mariscal: Carla Fernández Martínez Las fotografías incluidas en este volumen llevan identificado el autor siempre que ha sido posible averiguarlo. El mapa de España que ilustra la capa y los capítulos interiores es una obra anónima de 1916. Impreso en Podiprint ISBN PAPEL 978-84-16460-35-9 ISBN EBOOK 978-84-16460-36-6 Depósito Legal C 18 - 2018 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
ÍNDICE
De la Alhambra a la Quintana. Por Henrique Alvarellos..............................................
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Luis Mariscal, el discípulo amado del profesor Berrueta. Por Juan Luis Tapia.................................. 31 Nuestra excursión cultural. Luis Mariscal........ 45 I. Nuestro programa............................................
47
II. Madrid................................................................ 50 III. El Escorial........................................................ 53 IV. Ávila.................................................................... 58 V. Charla de viaje.................................................. 64 VI. El espíritu de la Santa................................... 68 VII. Medina del Campo: la sombra de la Reina.................................................................... 74 VIII. Salamanca..................................................... 82 IX. Ambiente salmantino .................................. 90 X. Joyas salmantinas............................................ 97 XI. De Salamanca a Santiago............................ 102 XII. Paisaje gallego............................................... 111 XIII. El templo del Apóstol................................ 119 XIV. Mercado gallego.......................................... 128 XV. Santiago, ciudad artística............................ 136 XVI. Santiago, Coruña, Lugo............................ 146 XVII. Lugo.............................................................. 156 XVIII. La «pulchra leonina» .............................. 167 XIX. León............................................................... 177 XX.Tierras de Castilla.......................................... 185 XXI. Camino de Burgos..................................... 192 XXII. Burgos.......................................................... 198 XXIII. El Cristo de Burgos ................................ 205 [Fin de la excursión]............................................ 214
Cuaderno de viaje (1916). Federico García Lorca................................................ 217 Carta desde Ávila........................................................ 219 Ávila................................................................................ 223 Impresión del viaje. Ávila........................................ 228 Díptico teresiano........................................................ 231 Carta desde Medina del Campo........................... 232 Telegrama desde Salamanca................................. 235 El Duero........................................................................ 236 Impresiones del viaje. Santiago............................ 237 [¡Qué salivazo tan odioso...!].................................. 241 Un hospicio de Galicia............................................. 242 De Santiago a Coruña.............................................. 245 Romanza de Mendelssohn..................................... 248 Telegrama desde León............................................ 250 Carta desde Burgos................................................... 251 La Cartuja..................................................................... 253 Las monjas de las Huelgas...................................... 270 Una visita romántica. Santa María de las Huelgas.............................................................. 274 Telegrama desde Madrid........................................ 277 Apéndice: otros textos................................................ 279 Crónica publicada en la revista Lucidarium (1917)......................................................... 281 «Santiago de Compostela», por Francisco López Rodríguez (1927)............... 305 Epílogo y agradecimientos....................................... 313 Índices.............................................................................. 319 Lugares ......................................................................... 321 Personas........................................................................ 329
De la Alhambra a la Quintana
HENRIQUE ALVARELLOS
De la Alhambra a la Quintana
Federico a los dieciocho años. (Fotografía de Rogelio Robles Romero-Saavedra extraída del libro de Ian Gibson Federico García Lorca. 1. De Fuente Vaqueros a Nueva York (1898-1922), Grijalbo, 1985).
«Por el sitio donde he pasado una vez, lo recuerdo siempre». Federico García Lorca «De entre todos los procedimientos de enseñanza, ninguno, sin duda, es tan decisivamente fructífero como este de las excursiones de estudio (…). Si hemos de ir hacia arriba, no hay otro medio eficaz que el camino de la cultura». Luis Mariscal «Noche del 15 de octubre de 1917. Federico. 1 año que salí hacia el bien de la literatura». Federico García Lorca. (Así firmó su escrito «Mística en que se trata de Dios»).
BREVE APUNTE DE UN CENTENARIO
L
a plaza de A Quintana, en Santiago de Compostela, es uno de esos lugares intensamente lorquianos. Federico la de-
nominaba la «plaza butaca», por lo íntima y acogedora. En ella estamos ahora, madrugada del 27 de octubre de 2016. Convocados por Samuel Diz, músico e investigador. Hace apenas unas horas concluía, en el Salón Teatro, el acto conmemorativo de los cien años de la visita de Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898-Víznar, 1936) a la actual capital de Galicia. Samuel Diz, guitarrista clásico y promotor del
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Henrique Alvarellos
evento1, me ha invitado a cenar con el grupo de participantes y amigos. Con nosotros (somos una mesa de nueve a dos portales del lugar del evento), el hispanista y estudioso lorquiano Ian Gibson, que acaba de recordar, para un auditorio de unas trescientas personas, algunas de las muchas anécdotas, descubrimientos e investigaciones que, sobre el inmortal poeta granadino, ha atesorado a lo largo de cincuenta años de trabajo –y fascinación– por García Lorca. «Es el desaparecido más famoso del mundo. Y el más llorado», exclamaba en el encuentro. A los postres, Gibson, que hace más de una década que no viaja a Santiago, desea ver de nuevo la plaza de A Quintana («É a lúa que baila / na Quintana dos mortos», dejó escrito Lorca, recordemos, en uno de sus Seis poemas galegos2). Samuel Diz (Tui, 1986) interpretó en este singular acto literario y musical algunas de las composiciones de su disco de 2015 Impresiones y paisajes. Como el primer libro de Lorca, dedicado a la recuperación de la guitarra de la Generación del 27, mientras que la periodista Carolina Alba recitaba fragmentos del primer Lorca.
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La única obra de Lorca que no publicó en castellano. Son hoy los versos en gallego del siglo XX más reeditados, traducidos y versionados. Los Seis poemas galegos fueron editados en Santiago en 1935 por Ánxel Casal, aquel alcalde editor unido también a Lorca en su trágico final, pues su cuerpo sin vida apareció a las afueras de la ciudad el 19 de agosto de 1936, apenas unas horas después del asesinato de Federico en Víznar.
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De la Alhambra a la Quintana
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Santiago de Compostela, agosto de 1932. García Lorca baja las escaleras de la Plaza de A Quintana. Le acompañan dos integrantes de La Barraca: Arturo Sáenz de la Calzada y Ketty Aguado. (Archivo de la Fundación Juan March).
Llegamos pues a la emblemática Quintana. Son las 0:55 horas: —Esta plaza es única, exclama. Llevo en mi móvil una foto que sé que va a agradar al grupo: Lorca, en las escaleras de esta misma plaza, a finales de agosto de 1932. La muestro precisamente cuando nos detenemos delante del enfoque original. Federico se retrata con una sonrisa, bajando los anchí-
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Henrique Alvarellos
simos peldaños de piedra, vestido con el uniforme de su compañía teatral La Barraca (de gira aquel verano por el país; una de sus actuaciones fue precisamente aquí, en A Quintana) y está acompañado por dos de sus actores. —¡Vaya!, exclama Gibson. ¡No me acordaba de esta imagen! La plaza de A Quintana permanece, a esta hora de la noche, sin un alma. Toda para nosotros. Llena, eso sí, de granito vivo e historia acumulada. La madrugada es atípicamente cálida para cualquier otoño gallego (casi alcanza los 20 grados). Y en este preciso instante suena en lo alto el enorme reloj de la torre. Yo aún permanezco con la imagen de Lorca iluminando mi móvil y el grupo, y es la gran campana de la Berenguela la que nos hace elevar la mirada a su inmensa estructura y respetar luego el silencio grave y rotundo de su eco... Ya tenemos la atmósfera completa, pienso. Después de este –llamémosle– éxtasis en la Quintana dos Mortos (se denomina así, «de los Muertos», porque esta plaza fue el antiguo cementerio de la ciudad) acabamos charlando ya, a la mesa de un café, sobre el compañero de estudios de Federico, Luis Mariscal, y la crónica que dejó escrita de aquel viaje de hace
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un siglo, el acontecimiento que nos ha juntado a todos aquí esta noche. Nai: a lúa está bailando na Quintana dos Mortos. A la hora de la recogida, se despide Gibson:
«Me llevo la mejor noticia de Galicia con lo que me has contado de Mariscal». LA CRÓNICA ÍNTEGRA, POR VEZ PRIMERA Lo que le conté a Ian Gibson y Samuel Diz en esa noche del centenario es la existencia y localización del texto que el lector tiene ahora en sus manos. El escrito, que hemos titulado «Nuestra excursión cultural», reúne por vez primera la crónica íntegra que Luis Mariscal, compañero de estudios del futuro poeta, publicó en 23 entregas en el Noticiero granadino, entre el 19 de octubre de 1916 y el 24 de febrero de 1917. Mariscal escribía en cada parada y remitía luego sus textos al periódico, que los iba publicando a los pocos días. El primer artículo está fechado en Madrid el 16 de octubre. Las entregas llevaban por título, en un primer momento, «Excursión de estudio», y luego, desde el sexto capítulo, «La excursión Berrueta», en honor a
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Luis Mariscal
IV. ÁVILA Estamos en Ávila, donde hemos sido recibidos por representaciones del Instituto y de la Academia de Intendencia13.
Federico García Lorca escribe desde Ávila a sus padres. Una extensa carta (la primera que se conserva del viaje) fechada en esta ciudad el 19 de octubre. La reproducimos íntegra después del texto de Mariscal (págs. 218 y ss.). Veamos algunos fragmentos: «Queridos padres: Estoy contentísimo; aquí la gente nos atiende una enormidad y la ciudad es una joya del arte. Es como si la Edad Media se hubiera levantado del suelo. […] Y ahora, lo gordo. Con permiso especial del Nuncio hemos visitado la clausura del Convento de la Encarnación (este don Martín es el demonio). A la clausura no entra nadie y hemos entrado nosotros. Es estupendo. Todas las monjas estaban allí cubiertas con largos velos. Nos acompañaron las monjas más viejas, una iba delante tocando la campanilla para que las monjas se retiraran y no nos vieran». […] Mamá, me acordé mucho de vosotros porque os hubieran gustado mucho estas cosas que hacen volver la vista a otra parte más alta que la tierra […]. Sacamos fotografías de las monjas a hurtadillas de ellas (no querían). Hemos puesto una pica en Flandes. Esto no lo ha visto nadie, nada más que el Rey y nosotros. Por la noche, estupenda velada en el Instituto. Mariscal me presentó y toqué al piano cosas mías que aplaudieron y felicitaron muchísimo. […] Papá, yo estoy muy contento. Como compro cosas, el dinero merma […]». (Extractos recogidos de la edición del Epistolario Completo de Federico García Lorca al cuidado de Christopher Maurer. Cátedra, Madrid, 1997 y de la consulta del manuscrito original, que se reproduce en parte también en la pág. 218).
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Nuestra excursión cultural
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Ávila es una roca viva de Castilla, un oasis de la Edad Media; retiro espiritual. Sus murallas, erguidas a pesar de los siglos, guardan riquísimos tesoros de la iconografía castellana. Ávila es el escenario de Isabel la Católica, de Alfonso XII, su hermano, de las Comunidades. Aún, dentro del recinto catedralicio, se conserva aquel salón en que se reunían los Comuneros; la capilla en que juró la Gran Reina sobre unos Evangelios que hemos tocado. Y en la girola, el colosal sepulcro del Tostado, y el del Infante que murió de amor…14, todo A este paso por Ávila dedicaría Lorca posteriormente varios ensayos. En Impresiones y paisajes, por ejemplo, todo un capítulo titulado «Ávila», que reproducimos también íntegro después de esta crónica (págs. 223-227). Empieza así: «Fue una noche fría cuando llegué. En el cielo había pocas estrellas y el viento glosaba lentamente la melodía infinita de la noche… Nadie debe de hablar ni de pisar fuerte para no ahuyentar al espíritu de la sublime Teresa... Todos deben sentirse débiles en esta ciudad de formidable fuerza…». También recogeremos en el «Cuaderno de viaje (1916)» de Lorca primeras versiones para estos textos: «Impresión del viaje. Ávila» y «Díptico teresiano», publicados en parte por Ian Gibson en 1985 y, diez años después, ya completos, por Rafael Lozano y Christofer Maurer. Sigamos ahora, arriba, con la visión de Ávila, por Mariscal. Se refiere al sepulcro de Alonso Fernández de Madrigal (1410-1455) –clérigo, escritor y obispo de Ávila– y al de Juan de Aragón (1478-1497), respectivamente. Las 14
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Luis Mariscal
Murallas de Ă vila.
Nuestra excursión cultural
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protegido por este ábside monumental, medio militar, medio religioso, cubo a la vez de la muralla, único en el mundo15. Y San Vicente, el elegantísimo San Vicente, en cuya cripta fueron martirizados los tres hermanos Vicente, Sabina y Cristeta16. La cripta a la que se baja por una escalinata tortuosa; también tallada en la roca, la escalerita por la que subió la Santa, descalza, rezando el Credo… ¡Nosotros lo hemos rezado también! Y luego todo este curso de románico, San Segundo, San Nicolás, Santo Domingo, San crónicas de la época señalaban que Juan de Trastámara o de Aragón había fallecido por su desenfreno sexual o «por exceso de amor» hacia su joven esposa, Margarita de Austria. Desde su infancia, el monarca había manifestado numerosos síntomas de debilidad y, pese a la leyenda que se difundió sobre los motivos de su muerte, la principal causa de su fallecimiento fue la tuberculosis. [Nota: C. F.] Uno de los elementos más llamativos de la catedral de Ávila es el «cimorro» de la cabecera, denominación que alude a su forma saliente hacia la muralla. Según algunos autores, se levantó en la primera fase del templo y tenía una finalidad defensiva; sin embargo, para otros, se trataría de una construcción posterior, cuya curiosa forma pretendía resolver los problemas estructurales de la cabecera. [Nota: C. F.] 15
Este templo románico, de planta basilical, está dedicado a los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta, mártires de principios del siglo IV que fueron torturados por negarse a ofrecer sacrificios a los dioses romanos. [Nota: C. F.] 16
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Federico García Lorca
Manuscrito de Lorca del texto que se reproduce en la página siguiente. Tenía un título previo, tachado por el autor: «Impresión de Lugo». (Archivo de la Fundación FFG).
Cuaderno de viaje (1916)
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DE SANTIAGO A CORUÑA14 El automóvil marcha veloz. El descenso de las cuestas es agradabilísimo, es algo así como sumergirse en el vacío. El valle es delicioso, por entre la hierba pasa un riachuelo... los heniles están repletos. Todo es blando, suave... El coche se detiene en un pueblecito blanco. Muchos patos y gallinas, crucecitas, pizarra. Pasamos por delante de una iglesia que parece un plinto gigante. Varios sauces se desmayan sobre ella... suena una esquila dulzona... Por un camino vienen dos mujerucas hablando... Un molino... seguimos descendiendo... En el paisaje hay poca luz, mucho sonido, sopla el viento con fuerza, los árboles ejecutan sus trémolos. El automóvil aprieta la marcha. Los árboles pasan rápidamente uno tras otro... esto me hipnotiza. Un marinero que viene a mi lado me cuenta cosas interesantísimas de su vida en alta mar... Por la carretera pasan carros primitivos, los conducen vacas de ojazos azules y dulces, su andar es resignado y tranquilo. Los carreros las pinchan cruelmente para que aviven el paso. Los carros se pierden de vista. Se los come y los borra la nieTexto parcipalmente transcrito por Gibson en 1985. Recogido aquí completo a partir de Maurer y Miralles. Sin fecha. Escrito probablemente durante el viaje o poco después.
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Federico García Lorca
bla... ¡El mar! ¡El mar...! Verde muy verde esmeraldino con espuma. El agua se estrella contra los riscos de la costa levantando polvo blanco. Se ve el aire pasando por encima del agua. Esta al sentirse acariciada tiembla de placer. Hay un extraño estremecimiento en la inmensidad del mar. El sol por entre jirones de nubes se refleja en el agua que se tiñe de amarillo. A la izquierda las rías de Betanzos, Ferrol y Pontevedra son gigantes bocas que se tragan al Cantábrico...15. El agua está inquieta... las alegres gaviotas volaron todas. En las lejanías se ven las barcas pesqueras moviéndose como blancos espectros... El automóvil se para. Ya estamos en Coruña. La ciudad es lindísima. Muchos jardines, calles alegres. Las casas con miradores de cristales. Mucha vida. Movimiento. Trabajo. En el puerto, las barquillas agrupadas se besan unas a otras a impulsos del agua, tan patosa que parece jarabe... En la casa del comandante se oye un piano. Sus notas llegan a mí confusas... me acerco ansioso. Es un aire popular... «Vámonos, vámonos» y caminamos a la torre de Hércules. Es cuadrada, altísima, está desafiando al mar. Este, enfurecido, la salpica de espuma fuertemente. El aire me arrulla... Al igual que Mariscal, Lorca también cita por error el Cantábrico cuando están realmente frente al Atlántico. 15
Cuaderno de viaje (1916)
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Manuscrito de Lorca del último párrafo del texto «De Santiago a Coruña». (Archivo de la Fundación FFG).
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TAPIA (Granada, 1964), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Poeta, divulgador cultural y editor. Una de sus líneas de investigación se ha centrado precisamente en Luis Mariscal, sobre el que traza, en estas páginas, una interesante reseña biográfica. Por otra parte, CARLA FERNÁNDEZ (Navia, 1984) es doctora en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela (premio extraordinario de doctorado 2013/14) e investigadora del grupo Iacobus de dicha Universidad. Carla se
música y proponerse ser escritor. Sucedió durante un largo viaje de estudios –con su profesor Martín Domínguez Berrueta y cuatro alumnos más– por Castilla, Galicia y León. Esta es la crónica íntegra de aquella excursión. El presente volumen contiene realmente dos libros o voces en su interior. Por una parte, el viaje relatado por el compañero de Lorca, Luis Mariscal, que anota, en cada parada, datos precisos y reflexiones sobre el paisaje y las gentes. Un documento excepcional, nunca publicado íntegro hasta hoy. Por otra parte, contamos con la visión directa e íntima de Federico García Lorca. Hemos reunido sus cartas, plenas de entusiasmo; sus primeras prosas, que destilan emoción y hondura crítica, además de fragmentos de su primer libro,
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En Medina del Campo: «Mamá, hace un frío que tengo la cara cortada y los labios hechos una lástima, pero estoy más fuerte». «¡¡¡Cómo se va el dinero!!! Como me falte te pediré ¿no es verdad, papá, que me mandarás? Yo haré por no pedirte...». En Ávila: «Por la noche, estupenda velada en el Instituto. Mariscal me presentó y toqué al piano cosas mías, que me aplaudieron y felicitaron muchísimo». En Santiago: «Es horrible un hospicio con aires de deshabitado, y con esa infancia raquítica y dolorosa. Pone en el corazón un deseo inmenso de llorar y un ansia formidable de igualdad». FRAGMENTOS DE LA CRÓNICA DE LUIS MARISCAL
«Por la noche, el Círculo de Zamora organizó en nuestro honor una velada (…) y yo hice mis equilibrios oratorios, y García Lorca se lució toda la noche al piano». «¡Yo, en Lugo! No me hago a esta idea: ¡Es algo tan remoto Lugo para un andaluz!». «¿Está habitada Castilla?, nos preguntamos (…). La tierra nos envuelve y nos domina».
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