Colegio Público
Colegio Público ‘‘GABRIELA MISTRAL’’ Solana de los Barros
Excelentísimo Ayuntamiento de Solana de los Barros
Colegio Público
IDEA ORIGINAL C. P: ‘‘Gabriela Mistral’’ Solana de los Barros. Badajoz DISEÑO DE LA COLECCIÓN Álvaro Indias Ortiz COLABORADORES Profesores del C. P. ‘‘Gabriela Mistral’’ AYUDANTES DE REDACCIÓN Profesores del Grupo de Trabajo ‘‘La Autoedición en la Escuela’’ MAQUETACIÓN Álvaro Indias Ortiz
ÍNDICE El cumpleaños de Luna ........................................ 4 Lara Mª. Escobar Gallardo (1ºA)
Los pajaritos ......................................................... 5 Mª. Ángeles Merchán García (1ºB)
Historia de un libro ............................................. 6 Maribel Durán Campos (2ºA)
La taza y el vaso .................................................. 7 Rocío Pérez Trigo
El gato y la ardilla ............................................... 8 Víctor M. González Hernández (3ºA)
El teléfono mágico ............................................. 10 José Manuel Rangel Zacarías (3ºB)
El pijama que se convertía en perro ...............11 Víctor M. González Rodríguez (4ºA)
El viaje de Cristina ............................................ 12 Pedro Mª. Hernández Barrera (5ºA)
Tony y la casa fantasma ................................... 14 Diego J. López Bote (5ºB)
Por su aspecto .................................................... 16 Rebeca García Venegas (6ºA)
Un bonito sueño ................................................. 20 Alberto Escobar Gallardo (6ºB)
El mono solitario ............................................... 22 Manuel Lavado Díez (1º ESO-A)
Las aventuras de Manuel y sus amigos ........ 26 Mª. Carmen Lavado Pérez (1º ESO-B)
Un lugar maravilloso ......................................... 30 Yolanda Lavado Díez (2º ESO-A)
Un amigo genial ................................................. 32 Fátima Menjíbar Palacios (2º ESO-B)
EL CUMPLEAÑOS DE LUNA
rase una vez una niña llamada Luna que vivía en una casita de un pueblo. Un día Luna le dijo a su mamá: -¿Cuándo será mi cumpleaños?. -Mañana, Luna- contestó su madre. Llegó la noche y Luna sólo pensaba en su cumpleaños. Aquella noche soñó que nadie se acordaba de su cumpleaños y se despertó muy triste. Después desayunó y se fue al colegio. Cuando llegaron todos los niños, le preguntaron: -¿Qué te pasa Luna?. Ella siempre decía lo mismo: -No me pasa nada. Cuando llegó a su casa, Luna vio una habitación con globos, piñatas y muchas cintas. Por la tarde llegaron sus amigos, le dieron los regalos, jugaron y se divirtieron. Lara Mª. Escobar Gallardo. (1°A)
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LOS PAJARITOS
abía una vez unos pajaritos que estaban jugando en el parque con palas, cubos y rastrillos. La pala de un pájaro se encontró con una preciosa piedra y el pajarito se la dio a su dueña. -Esta piedra es muy bonita -dijo ella. Con ella compraremos muchas cosas y seremos muy ricos. Al final, todos prepararon una fiesta e invitaron a toda la gente. Después vivieron muy felices. Mª. Ángeles Merchán García (1ºB)
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HISTORIA DE UN LIBRO
rase una vez un libro que vivía en la biblioteca con sus amigos, los otros libros. Cuando estaba con ellos, era feliz pero tenía un problema muy grande: Ningún niño quería verlo porque era de miedo. Cuando los niños llegaban a la biblioteca cogían los demás libros pero a él no. Al quedarse solo, comenzaba a llorar y sus compañeros, al verle, le decían que no llorara más porque algún día los niños lo cogerían, lo verían y les gustaría mucho. Pero él seguía llorando. En el parque los niños comentaban los libros que habían cogido y decían que les había gustado mucho pero también decían que no cogieran el libro de miedo. Pasaron muchos y muchos días y el libro seguía muy triste. Una mañana se presentó un hada y lo tocó con su varita mágica. De pronto, el libro sintió que algo había pasado, entonces se dio cuenta que ya no era de miedo y aunque los niños no lo sabían, el hada también se encargó de que los niños lo supieran. Al enterarse de que el libro ya no era de miedo, todos los niños querían leerlo. Desde entonces, el libro nunca más volvió a estar triste y entonces ocurrió que los demás libros sintieron un poco de envidia de él pero también eran felices de ver que su compañero ya no lloraba y así volvieron a ser felices todos los libros de la biblioteca. Maribel Durán Campos (2ºA)
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LA TAZA Y EL VASO
rase una vez una taza y un vaso que vivían en un armario muy grande. La taza era muy bonita y tenía unos dibujos de muñecos. El vaso era también muy bonito pero muy pequeño. La taza se llamaba Cindi y el vaso Chiqui. Un día el vaso se perdió por la casa. La taza lo buscó, pero no lo encontró y se puso muy triste. Al vaso lo cogió un gato muy malo que se lo llevó a su casa para romperlo. La taza, como sabía donde vivía el gato, fue a coger el vaso. Esperó a que se durmiera el gato, entró en la casa y cogió el vaso. Se fueron a su casa y vivieron felices. Rocío Pérez Trigo (2ºB)
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EL GATO Y LA ARDILLA
rase una vez, un gato que siempre iba a acostarse al bosque al lado de un árbol con muchísimas bellotas. Ese árbol era la casa de una ardilla a la que no le gustaban nada los gatos, y menos que se acuesten en el tronco de su casa. La ardilla se creía que los gatos mataban a los animales, pero eso era mentira. Entonces, la ardilla se enfadó tanto que empezó a tirar bellotas al gato, que estaba profundamente dormido. Tiró una bellota al culo del gato y éste dio un brinco que llegó a la ciudad. El gato volvió para ver qué había sido aquello que le golpeaba y entonces vio a la ardilla. Esta le dijo que se fuera de su casa, o de lo contrario, le seguiría tirando más bellotas. El gato se enfadó y descargó su agresividad ¡figgg!. La ardilla se dio cuenta de que el gato quería guerra y de nuevo comenzó a tirarle bellotas. El gato sacó sus uñas, levantó el hocico, enseñó sus colmillos y la ar-
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EL GATO Y LA ARDILLA dilla se quedó colorada como un tomate e hizo como si se atragantara. El gato comenzó a dar saltos de árbol en árbol y, sin que se diera cuenta la ardilla, se metió en la casa de ésta De repente, el gato se apareció por detrás de la ardilla y ésta intentó escaparse de las garras del gato. En ese momento, aparecieron dos gatos que querían comerse a la ardilla, pero para ello tenían que pelear con el otro gato. La ardilla se dio cuenta de que el gato que dormía todas las noches en su árbol quería defenderla y ser su amigo, así que comenzaron a pelear con los otros gatos. Los dos gatos salieron perdiendo, sufriendo 10 mordiscos y 18 arañazos, pero sobrevivieron y se marcharon. Al final, la ardilla y el gato se hicieron buenos amigos y nunca más volvieron aquellos dos malvados gatos que siempre iban a matar ardillas y ratones al bosque. Víctor M. González Hernández (3ºA)
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EL TELÉFONO MÁGICO
abía una vez un niño que tenía un teléfono mágico con el que podía llamar a todas partes del mundo y lo cogían de momento. Podía llamar a China, a Asia y a Zamora. El niño con el teléfono estaba feliz porque se lo podía llevar a todas partes. Un día, lo quedó dentro del coche que había dejado abierto sin darse cuenta, así que unos ladrones se lo robaron y se fueron corriendo. Cuando volvió al coche, abrió y se encontró que su teléfono no estaba. Aquel día lo buscó por todas partes. Por la noche vio en la tele el robo, se fijó que quedó abierto el coche y en ese momento vinieron los ladrones. Por la mañana cuando el niño se levantó, fue al coche y estaba cerrado. Al abrir la puerta se encontró con el teléfono ¡todo había sido un sueño!. José Manuel Rangel Zacarías (3ºB)
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EL PIJAMA QUE SE CONVERTÍA EN PERRO n día, un niño llamado Eric, se iba a ir a acostar. Cuando lo hizo, Eric sintió un cosquilleo por la espalda, por las piernas... por todo el cuerpo. Era que se estaba convirtiendo en perro, por el pijama que se puso. El pijama convertía a los niños en perros. Eric se levantó, iba a decir ¡qué me pasa!, pero dijo:¡Guau!. Y salió a la calle a cuatro patas. Allí estaba Hop, el primo de Kelly. -¿De dónde viene este perro? -dijo Hop. -No lo sé -contestó Kelly -Dale un pescado -dijo Kelly. Cuando Eric se comió el pescado se fue a su casa y pensó: -¿Y si me acuesto otra vez?. Y se acostó. Se quitó el pijama, se arropó con las sábanas y dijo: -¡Ahora me convertiré en niño!. Y se quedó dormido como un tronco. Al final Eric cuando se levantó vio que ya no tenía todo el cuerpo lleno de pelos. Se puso muy contento y exclamó: -¡Qué bien, ya no soy un perro!. -¿Qué dices? -dijo la madre. -Es que anoche me convertí en perro -dijo Eric. Víctor M. González Rodríguez (4ºA)
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EL VIAJE DE CRISTINA
ristina era una niña que tenía diez años a la que le gustaba mucho leer. Era alta y delgada, tenía el pelo rubio y los ojos azules. Todas las noches, en su cama, Cristina leía un cuento. Esto no sería extraño de no ser porque, cuando lo hacía, entraba en ellos. Sí, Cristina ha hecho muchos viajes por el mundo, pero no por cualquier mundo, sino por el mundo de la fantasía. Allí se ha encontrado duendes, gigantes, gnomos y otros personajes de cuentos que no podría imaginar. Esta noche, leyendo su cuento, ha visitado el país de las flores, pero cuando llegó allí, las plantas estaban enfadadas con ella. Cristina se preguntaba por qué estaban molestas y entonces dijo la flor Reina: -¡Cristina! Estamos enfadadas contigo porque has arrancado muchas flores y pétalos del campo y de tu jardín. Cristina contestó: -Perdonadme por lo que os he hecho. Ya no arrancaré más plantas; os doy mi palabra. Las flores se reunieron para tomar una decisión. Cuando acabaron, le dijeron a la niña:
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EL VIAJE DE CRISTINA -Hemos decidido perdonarte, pero con la condición de que no nos vuelvas a hacer daño. Cristina se puso muy alegre y las flores se hicieron amigas de ella. Había claveles, tulipanes, rosas y muchas flores de bonitos colores. Todas juntas hicieron una fiesta, cantaron y bailaron. Entonces Cristina se dio cuenta de que era muy tarde y se despidió de las flores. Dió un salto y salió del libro. Después se quedó dormida. Pedro Mª. Hernández Barrera (5ºA)
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TONY Y LA CASA FANTASMA
abía una vez un niño muy malo, llamado Tony. Como era tan travieso, un día fue a una casa muy vieja, donde todos los niños creían que había fantasmas. Para hacerse el valiente, llamó a sus amigos para demostrarles que iba a entrar en la casa y así lo hizo. Nada más entrar, se arrepintió de haberlo hecho. Pero ya no podía echarse atrás, porque si no, todos pensarían que era un cobarde. Como luego vio que no pasaba nada, dijo: -¡Ja! ¡Me va a dar a mí miedo esta vieja casa!. De repente, pisó un peldaño de la escalera y un esqueleto cayó del techo. Entonces dio un grito que resonó por toda la casa. Volvió a sentir miedo. Pero siguió andando. En esos momentos pensó: -¡Ojalá nunca se me hubiera ocurrido esto!. En estos pensamientos estaba cuando pisó un tablón viejo y cayó hacia el sótano de la casa. Entonces salieron siete pequeños diablillos. Gritó y gritó golpeando la pared de piedra. De repente, la pa-
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TONY Y LA CASA FANTASMA red se abrió. Salió corriendo. Los diablillos no pudieron saltarla y se cayeron. Tony se alegró mucho. Pero la alegría no le duró tanto tiempo como el miedo, porque de repente se le apareció un fantasma. Este fantasma le dijo: -No debes ser tan vacilón con tus amigos. !Y tampoco tan malo¡ Te dejaré salir con la condición de que seas más bueno con todos. Tony dijo que sería más bueno con todos. Cuando salió se disculpó de haber sido tan malo con sus amigos. Cuando todos se fueron, los amigos de Tony intentaron aguantarse las risas...¡Habían sido ellos los que le habían preparado las trampas! Finalmente Tony fue mejor con sus amigos. Diego J. López Bote (5ºB)
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POR SU ASPECTO
n un pueblo llamado San Clemente vivía un niño llamado Juanito. El pueblo era pequeño y por él pasaba un río. Tenía pocos habitantes pero muchos niños. Uno de esos niños era Juanito. Juanito era alto y delgado, con pelo corto y rubio, ojos marrones, pero Juanito tenía un problema: que era huérfano y no tenía dinero. Un día Juanito fue a jugar al parque como acostumbraba y se encontró con que había una niña nueva. Esa niña se llamaba Laura, era guapa y alta, bastante delgada y muy morena. Pero Laura no era como las demás, a Laura no le parecía bien que Juanito se fuera con la pandilla. -Pero... ¿Por qué Juanito no puede venir? -preguntó Ana extrañada. -¡Pues porque no!, él no. Si él viene yo no voy y además... ¿con esa ropa?. Con esa ropa no puede venir a ninguna parte, está muy sucio y si me ven con él, me castigarán -respondió Laura. -¿Cómo que te castigarán? ¿Por qué? -preguntó Pepe. No es ninguna cosa mala, ¿no?. -Pues claro que es malo. A mí me tienen prohibido ir con personas que no son de mi clase -afirmó Laura. -¿Y qué es eso de la clase? -preguntó Kico, que era un poco tonto. -Pues la clase es la posición que tiene uno socialmente, y yo creo que
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POR SU ASPECTO Juanito no tiene clase -respondió Laura. -¡Ya basta! No quiero ser un problema, así que me voy a mi casa y problema solucionado -dijo Juanito muy triste y con lágrimas en los ojos. Pasaron los días y Juanito no salía de casa. A la pandilla se le ocurrió que cuando Laura fuese a visitar a sus abuelos, como hacía diariamente, ellos podrían ir a llamar a Juanito, y así lo hicieron. Cuando llegaron a la casa de Juanito, éste estaba durmiendo. De repente, Juanito se despertó por los golpes de la puerta y fue inmediatamente a abrir. Al ver a sus amigos, Juanito se puso muy contento. -¡Hola Juanito!, ¿quieres venirte con nosotros? -preguntó Pepe. -Humm... pues no sé, lo tengo que pensar dijo Juanito haciéndose el interesante. -¿Cómo que te lo tienes que pensar?, pero si tú querías formar parte de nuestra pandilla -dijo Ana. En ese instante apareció Laura, que había terminado su visita y por casualidad pasaba por la calle de Juanito. -¿Qué estáis haciendo aquí? Sabéis que está prohibido ver a este niño -dijo Laura. Al oirla, toda la pandilla guardó silencio, menos Ana, que dijo en voz alta: -Mira Laura, Juanito es nuestro amigo y si no lo quieres en la pandilla vete tú, porque ninguno de nosotros renunciará a él. -¿Cómo?, ¿Pero sabes con quién estás hablando, Ana? -preguntó Laura.
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POR SU ASPECTO -Sí, perfectamente. Vete de esta pandilla y vuelve cuando sepas respetar a los demás. Al oir esto, Juanito se puso muy contento y decidió ser miembro de la pandilla. Y así fue como Juanito consiguió la amistad y el respeto que se merecía. Rebeca García Venegas (6ºA)
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UN BONITO SUEÑO abía una vez un niño que tenía un deseo: visitar un planeta extraterrestre. Tomás, que así se llamaba, vivía en un pueblo situado en una montaña. En su habitación tenía un gran telescopio y muchas revistas del Universo. Por las noches, Tomás cogía su telescopio, se iba al jardín y se ponía a buscar su planeta entre todas las estrellas. Pero como siempre, se oía a su madre que decía: -Tomás, ¡a cenar que es muy tarde! Tomás respondía: -Un momento mamá, voy a recoger el telescopio. Un día, cuando terminó de cenar, Tomás se fue a la cama, sacó un libro del Universo y se puso a leer hasta quedarse dormido. Al momento de apagar la luz, Tomás empezó a soñar: Soñó que era una noche de verano, e iba a visitar a su amigo Álvaro para buscar un O.V.N.I. Entonces salió la madre de Álvaro y le dijo que se había ido a su casa de campo. Más tarde, llamó por teléfono a su primo Javier, pero tampoco estaba en casa. Desilusionado, volvió a casa. Iba a entrar en su jardín, cuando volvió la cabeza hacía atrás. Tomás vio una luz verde que se movía en un descampado muy lejano. Este no se lo pensó dos CUÉNTAME UN CUENTO
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UN BONITO SUEÑO veces. Salió a correr y no paró hasta llegar al lugar. Cuando llegó al descampado encontró una nave que había aterrizado y hacía unos ruidos extraños. Tomás se acercó y vio a un ser extraño atrapado bajo unos hierros y le ayudó a salir. Aquel ser quiso agradecérselo, pero hablaba un lenguaje diferente. De repente, el extraño ser se puso una especie de traductor y explicó: -Hola, me llamo Cidí, soy un habitante del planeta Pol-Cas. -Yo soy Tomás y vivo en este pueblo -respondió. -Si no hubiera sido por ti ahora estaría muerto y para darte las gracias te concederé el deseo que más te guste -añadió Cidí. Tomás le contó su deseo y enseguida Cidí lo llevó en su nave a un planeta extraterrestre. Pero, de repente, ¡riiiing!, el ruido del reloj despertó a Tomás. Este supuso que su amigo le había dejado en la cama. Tomás le contó a su madre lo que pasó, pero ésta no se creyó nada de lo que le dijo. Para demostrarlo, Tomás fue al lugar donde se encontró a Cidí, pero al llegar, ese lugar estaba vacío. Fue entonces cuando Tomás se dio cuenta de que todo lo ocurrido solo fue un sueño, pero un sueño muy bonito. Alberto Escobar Gallardo (6ºB)
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EL MONO SOLITARIO
ejos, muy lejos, al otro lado del Océano Azul, había una isla desierta. Cada día el sol brillaba en la arena de la playa y calentaba las aguas clarísimas de la orilla. En medio de la isla crecían palmeras muy altas repletas de cocos y bananas cargados de racimos de plátanos maduros. ¿Y quién pensáis que vivía en un lugar tan maravilloso? Un pequeño mono marrón con la cola enroscada. - ¡Cómo me gustaría tener un amigo! ¡Me siento tan solo...! -decía el mono en voz alta, sentado en la playa. Pero sabía que no había nadie que le escuchara. Un pez de colores que estaba nadando cerca, sacó la cabeza del agua y le dijo:
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EL MONO SOLITARIO -Sígueme y nada hasta la próxima isla. Está llena de monitos como tú. -Pero yo no puedo nadar -exclamó el mono. ¿Podrías enseñarme tú, por favor? -Por supuesto. Métete en el agua y haz lo que te diga. El pequeño mono fue caminando despacio hasta que estuvo en el agua. -Ahora tienes que sacar los pies del fondo y mover los brazos -gritó el pez. -¡Córcholis! -chilló el mono. Esto no me gusta. Nadar es demasiado húmedo. El pez de colores se echó a reír y se alejó, mientras el mono se secaba en la arena. En la playa había un pelícano blanco enorme que dijo al mono: -Ven volando conmigo a la isla. Voy a emprender el vuelo ahora mismo. -Yo no puedo volar -dijo el mono. Pelícano, por favor, enséñame. -¡Claro que sí! Súbete a la palmera más alta, lánzate al aire y agita los brazos. El mono hizo lo que le mandó el pelícano y se dio un golpe tremendo al caer en la arena. Además, un montón de cocos cayeron sobre él. Cuando pudo mirar hacia arriba,
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EL MONO SOLITARIO el pelícano había desaparecido volando. De pronto, el monito se puso en pie y gritó: -Se me ha ocurrido una idea genial: Cortaré los cocoteros y las bananas y me haré una balsa -empezó a dar brincos de alegría- e iré navegando hasta esa isla y me haré amigo de los otros monos. -¡Vaya idea más estúpida! -dijo una voz desde el mar. El monito se puso a mirar de dónde venía y se encontró con una pequeña tortuga que caminaba lentamente por la playa. Le dijo que si cortaba todos los árboles ni él ni nadie tendría comida para llevarse a la boca. -No tengo un hacha -murmuró el mono agachando la cabeza. -Mejor así. Yo podría llevarte hasta la isla en mi espalda, pero eres demasiado grande. La tortuguita verde también se fue hacia el mar. El mono se sintió tan solo y triste que se sentó en la arena y se puso a llorar. De pronto, salió del mar la tortuga más grande del mundo. Se fue acercando muy despacio al monito triste. -Sécate las lágrimas, súbete a mi concha y no olvides agarrarte bien -dijo la tortuga sonriendo. Cuando lleguemos a la isla nunca te sentirás solo. La concha de la tortuga
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EL MONO SOLITARIO era muy grande y el monito se sentía seguro. Cuando el mono miró bajo las aguas del mar ¿qué creéis que vio? La pequeña tortuga verde se balanceaba en el agua al lado de ellos. -Yo sabía que era demasiado pequeña para llevarte a la isla, así que pedí a mi tatarabuelo que te ayudara. Es muy amable y sabio. -Y tú también -dijo el mono sonriendo. -Muchas gracias por todo, tortuguita verde -respondió el mono. Ya nunca más estaré solo. Manuel Lavado Díez (1ºESO-A)
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LAS AVENTURAS DE MANUEL Y SUS AMIGOS
abía una vez unos niños pequeños que querían correr aventuras. Los niños eran muy traviesos, uno se llamaba Manuel, otra Alicia y otro Carlos. Un día, sus padres la apuntaron a una excursión para ir de campamento con muchos niños más. Llegó el día y Manuel, Alicia y Carlos estaban llenos de ilusión por ir al campamento. En el autobús había muchos niños y llegaron a un puente viejo y casi roto; tenían que pasar por allí si querían llegar al campamento. Los niños cuando vieron que el autobús no avanzaba empezaron a gritar. Siguieron por el puente, pero llegando a la mitad el puente se hundió y el autobús cayó al agua. Cuando ya se estaba hundiendo, el conductor, que era un cobarde, salió del autobús y se fue nadando. Todos niños gritaban, pero Manuel dijo: -¡Callaos!.Tenemos que salir de aquí como sea. -¡Salgamos por la ventanilla!.
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LAS AVENTURAS DE MANUEL Y SUS AMIGOS Salieron todos por las ventanillas y empezaron a nadar. De pronto, Carlos vio algo extraño: -¡Mirad chicos!. ¿No veis algo allí?. -Sí, parece tierra -dijo Manuel. -Vamos para allá -dijeron todos. Cuando llegaron era una isla desierta y todos tenían mucha hambre. Cuando pasó la noche, Manuel pensó que tenían que hacer algo hasta que alguien viniera. Todos los niños buscaron comida y todo lo que podía servir. Mientras Manuel estaba buscando comida, encontró una cueva y entró. Allí vio muchas esculturas de hace más de 600 años. Él, corriendo, llamó a sus compañeros y todos las vieron. Pasaron cuatro días y sus padres, al otro lado del mundo, estaban preocupados por ellos porque no llamaban, no escribían... A la mañana siguiente, un grupo de piratas estaba navegando y se encontraron a los niños pidiendo socorro. Los piratas se acercaron a la isla y le dijeron a los niños:
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LAS AVENTURAS DE MANUEL Y SUS AMIGOS -¿Qué hacéis aquí? -dijo un pirata. -El autobús se nos hundió y llegamos a esta isla desierta -dijo Carlos. -Pues venga ¡Vámonos! -dijo el pirata. -¡No!,espera -dijo Manuel. -Hemos encontrado unas figuras de hace más de 600 años. -Iremos por ellas y nos las llevaremos. Cuando llegaron a sus casas, sus padres estaban contentos y agradecidos a los piratas y toda la prensa entrevistó a los niños. Por la noche cuando Manuel se iba a la cama dijo: -He vivido una aventura estupenda. Mª. Carmen Lavado Pérez (1ºESO-B)
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UN LUGAR MARAVILLOSO rase una vez, un niño llamado Mikel, al que le gustaba mucho nadar y jugar con el agua. Un día, estaba nadando en el río que se encontraba cerca del pueblo y vio un pato azul. Se quedó tan impresionado que dijo: -¡Qué pato tan bonito!. Voy a verlo de cerca, a lo mejor lo puedo cazar y enseñárselo a todo el mundo. Nadó y nadó hasta llegar a la roca en la que se encontraba el pato. Nada más verlo, el niño se quedó impresionado al ver esa belleza. -¡Hola Mikel! ¿Te gustaría jugar conmigo? -dijo el pato. Mikel se quedó muy sorprendido y nada más oírlo se escondió detrás de la roca que estaba a su lado. -¡No te asustes!. No te voy a hacer daño. Siempre estoy muy solo, los demás patos se esconden cuando me ven -dijo el pato con cara de pena. -¡Está bien! Pero yo elijo el juego -dijo el niño sonriente, pero... ¿cómo sabes mi nombre?. -Te voy a contar un secreto -contestó el pato. Yo vengo del mundo que se encuentra debajo del río y allí lo sabemos todo, porque somos muy especiales -dijo el pato en voz baja. ¿Te gustaría venir?. -Sí, me gustaría mucho y podremos jugar y divertirnos todo lo que queramos. El pato y Mikel echaron la roca hacia un lado y se entraron por un agujero.
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UN LUGAR MARAVILLOSO Bajaron por unas escaleras y al llegar todo era maravilloso e increíble. Había rocas luminosas, ríos dorados y un ambiente relajado. Mikel se quedó alucinado. Mientras caminaba, vio una zona muy oscura y tenebrosa, no había plantas y animales; todo estaba desierto. -¿Por qué está todo oscuro? -preguntó. -Un día, cuando el sol apareció, vimos que la piedra Salriza había desaparecido y desde entonces la oscuridad va en aumento -dijo el pato muy apenado. Ellos, fueron al lugar donde se encontraba la piedra antes de desaparecer y vieron una planta mustia y muy grande. Mikel, se puso a rebuscar y encontró la piedra. -¡La has encontrado! ¡ Eres un héroe! ¡Nos has salvado! - exclamó el pato saltando de alegría. ¿Cómo sabías que podía estar ahí?. -El aire debió caerla de la pared y las hojas de las plantas la ocultaron, haciendo que no la pudieseis ver -contestó orgulloso el niño. Mikel colocó la piedra en su sitio y la oscuridad se convirtió en colores maravillosos. Todos comenzaron a jugar y saltar alegremente. Yolanda Lavado Díez (2ºESO-A)
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UN AMIGO GENIAL
ob era un chico de 13 años. Vivía en un pequeño pueblo junto a un río. Tenía muchos amigos que lo querían como si de un hermano se tratara y él les correspondía con todo su cariño. Un día, mientras jugaban en la calle, como hacían diariamente, Bob preguntó: -¿Por qué no vamos a jugar a la solana que hay detrás del pueblo? -Sí, es buena idea -contestó Javi, uno de los amigos, pero sabes que allí siempre juegan los mayores y nunca nos dejan jugar con ellos. -Bueno, con un poco de suerte, no estarán hoy allí. Hay que ser optimistas -replicó Bob. Y se fueron a la solana. Cuando llegaron no había nadie y empezaron a jugar. -¿Qué os dije? -comentó Bob. Lo más seguro es que estén en la ciudad visitando a sus familiares, por ser sábado. -Tal vez tengas razón Bob, pero... -No tiene importancia. Sigamos. Estaba anocheciendo, cuando a Puri -una chica un año más pequeña que Bob- se le escapó la pelota con la que estaban jugando. Cuando fue a recogerla, pasó un coche y la atropelló. Todos salieron corriendo hacia allá. Estaba inconsciente y no daba señales de vida.
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UN AMIGO GENIAL
El conductor salió nervioso de su coche: -¡Lo siento, no la vi! Se cruzó y... lo siento de veras. Si puedo hacer algo... Ya sé, llamaré a una ambulancia. -¡Tranquilícese! Está usted muy nervioso, le decía Bob, mientras sujetaba la cabeza de la chica intentando reanimarla. Ya verás como se recupera. -Sí -respondió otro de los amigos. Bob es muy positivo. Ya verás. -Claro, claro... -contestó desconfiado el conductor. Pocos minutos después llegó la ambulancia, acompañada de los familiares de la joven que también habían sido avisados y se la llevaron al hospital acompañada de sus amigos y familiares. Ya en el hospital, la atendieron los médicos de urgencia y le hicieron unas pruebas. Pasadas unas horas, el jefe médico les comunicó: -Lo siento, Puri se encuentra en un estado crítico. Sufre un derrame cerebral a consecuencia del golpe. La madre se puso a llorar desconsoladamente. Con los ojos llenos de lágrimas y con un hilo de voz le preguntó: -Doctor, podrá recuperarse ¿verdad?
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UN AMIGO GENIAL -Sí, aunque es bastante grave. Para ello necesita todo el cariño, el apoyo y la ayuda que le puedan dar. -¡Claro! -dijo la madre más calmada. ¿Puedo pasar a verla? -Sí -contestó el doctor. La madre pasó a verla y... tan grande fue la impresión de ver a su hija conectada a tantas máquinas, que se puso otra vez a llorar. -No se preocupe señora -dijo Bob intentando consolarla. Yo personalmente rezaré por ella y si quiere, yo me quedo aquí acompañándola. -Gracias pequeño, pero no puedo aceptar. Si quieres, puedes venir a verla cuando quieras y estar a su lado. Yo te lo agradecería y seguro que ella también. -Por supuesto. Ahora mismo voy a rezar por ella a la capilla. Se fue hacia la capilla y cuando entró, comenzó a rezar: - Padre Nuestro... Cuando terminó le pidió al Señor que salvara a su amiga. Salió de la capilla, se despidió de la madre de Puri y se fue con sus amigos a casa. Allí le contó a su madre lo que había pasado. Bob iba todos los días al hospital, y aquel día se llevó una grata sorpresa. Su amiga Puri se había despertado. -Puri, ¡te has despertado!. ¿Cómo te encuentras? -exclamó Bob entusiasmado.
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UN AMIGO GENIAL Puri contestó: Bien, aunque me duele un poco la cabeza. ¿Dónde están mis padres? ¿Y los chicos? -Tus padres no saben que has despertado y los chicos deben estar en sus respectivas casas. Yo vine solo. Charlando, Bob se acordó de un pequeño deber. -Lo siento, debo salir un momento. Tengo que agradecer algo a una persona. Enseguida vuelvo. Se encaminó hacia la capilla y una vez allí, comenzó su agradecimiento: -Gracias Señor por haberme dado esta alegría. Puri es una de mis mejores amigas. Cuando regresó a la habitación estaban sus amigos, los padres de Puri y el médico. Tardaron unos días en darle el alta, pero Puri seguirá siendo la misma niña de antes gracias al apoyo, el cariño de sus amigos y padres, y a los rezos de Bob. Fátima Menjíbar Palacios (2ºESO-B)
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El presente volumen recoge una selección de cuentos que han sido escritos por los alumnos del C. P. “Gabriela Mistral” de Solana de los Barros (Badajoz) y que con motivo II Certamen de Cuentos Infantiles del III Infantiles, han resultado ganadores de dicho Concurso. AI mismo podían concurrir los alumnos de Educación Infantil, Educación Primaria y el Primer Ciclo de Educación Secundaria de dicho Centro. Colegio Público
Esta selección de cuentos será expuesta el día 23 de abril con motivo del día del Libro.
La presente edición de este libro de cuentos ha sido posible gracias a la financiación de los siguientes Patrocinadores:
Colegio Público
C. P. ‘‘Gabriela Mistral’’ Solana de los Barros
Vinos y Aceitunas
Sociedad Cooperativa ‘‘Corazón de Jesús’’ Aldea de Retamar
Exmo. Ayuntamiento de Solana de los Barros
Vinos y Aceitunas
Sociedad Cooperativa ‘‘Sta. Mª. Magdalena’’ Solana de los Barros Colegio Público
Asociación de Padres de Alumnos del C. P. ‘‘Gabriela Mistral’’