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Neurodiversidad: espacios de trabajo inclusivos y diversos
Como empleadores, nos preguntamos constantemente como generar espacios que sean más incluyentes y diversos en nuestras organizaciones que permitan el desarrollo de la creatividad e innovación para todos.
La neurodiversidad se refiere a las variaciones naturales en el cerebro humano de cada persona en relación con la sociabilidad, el aprendizaje, la atención, el estado de ánimo y otras funciones cognitivas. Por lo tanto, es necesaria la aceptación de que las personas tienen diferencias por naturaleza y que estas diferencias son, sencillamente, parte de la diversidad humana. Los ejemplos de condiciones neurodivergentes incluyen autismo, TDAH, dislexia y síndrome de Tourette, entre otros.
Hemos visto cada véz más como las organizaciones, entre ellas las firmas legales, reconocen los beneficios de crear espacios para todos, en donde se valoren y aprovechen las fortalezas y diferencias de cada individuo. Por lo tanto, lo primero que debe eliminarse es el sesgo de que estas personas deben de cambiar y entender que sus características deben ser aceptadas y que pueden conllevar grandes beneficios. Cada afección tiene sus propias características.
Debemos entonces que proporcionar oportunidades para que personas neurodivergentes, cuenten con adaptaciones que les permita desempeñarse con su máximo potencial.
Las adaptaciones pueden incluir arreglos de trabajo flexibles, como teletrabajo u horas de trabajo modificadas, así como adaptaciones específicas en el lugar de trabajo, como auriculares con cancelación de ruido o acceso a tecnología de asistencia, capacitación en funciones ejecutivas, entre otros.
Varios estudios establecen que las personas con autismo pueden tener una atención excepcional a los detalles y fuertes habilidades para resolver problemas, mientras que las personas con TDAH pueden sobresalir en la multitarea y el pensamiento creativo, todo lo cual son habilidades extraordinarias que pueden maximizar el potencial del desempeño de todos en cualquier organización.
En general, promover la neurodiversidad por ejemplo a través del teletrabajo puede ayudar a crear lugares de trabajo más inclusivos. El teletrabajo es una herramienta de trabajo que abre un mundo de posibilidades para la reinserción de sectores de la población que no han tenido libre acceso al mundo laboral.
Estamos conscientes que tener un equipo de trabajo inclusivo y diverso genera un valor agregado a los equipos internos, aumenta los valores corporativos, el compromiso y la identificación de los empleados con el trabajo, y mejoran tanto la productividad como la imagen corporativa.
No obstante, se necesita del esfuerzo de la sociedad para poder implementar y aprovechar estas oportunidades, creación de políticas gubernamentales, incentivos como guías y manuales que faciliten su implementación, capacitación y apoyo para agilizar estas oportunidades para las personas neurodivergentes. En Guatemala existen pocos programas y esfuerzos con relación al tema y cuando se habla de inclusión, se hace más énfasis a personas con discapacidad física y al tema de la discriminación de la mujer. Estas conversaciones deben ampliarse e incluir también a las personas neurodivergentes.