LaTaifa de Alpuente Revista de la A.C. Amigos de Alpuente Nยบ. 12 - AGOSTO de 2015
Depósito Legal: V-809-2010
Revista editada por la Asociación Cultural Amigos de Alpuente Avenida José Antonio 93 46178 Alpuente revista.acaa@gmail.com http://amigosdealpuente.org
“La Taifa de Alpuente” se distribuye gratuitamente a los socios de la Asociación Cultural Amigos de Alpuente, a las entidades y bares de Alpuente y aldeas para su lectura y préstamo a los clientes, así como a otras organizaciones que lo soliciten. Las personas o entidades que deseen aportar artículos, información, opiniones o documentos escritos y/o gráficos, pueden dirigirse a la dirección postal o al correo electrónico arriba expresados, indicando necesariamente el nombre, la dirección y el teléfono del autor. La revista y la Asociación Cultural Amigos de Alpuente no se hace responsable ni partícipe de las posibles opiniones expresadas en cada ejemplar por los colaboradores. Para recibir esta revista deberá darse de alta en la Asociación Cultural Amigos de Alpuente, rellenando la ficha de inscripción adjunta y enviándola por correo ordinario o electrónico a las direcciones arriba indicadas, ingresando la cuota anual en el número de cuenta y remitiendo el recibo de ingreso. Coordinación: Alberto Talaya Peñalver. Maquetación: Elías Debón Verdú. http://www.eliasdebon.com Imprenta: http://www.pixartprinting.es/ Fotografía portada-contraportada: Campos de almendros bajo las ruinas de la antigua aldea de La Hortichuela. Alberto Talaya Peñalver. Colaboran en este número: Agustín Romero Civera, Alberto Talaya Peñalver, Carlos de Santisteban, Club Deportivo Cerro Negro de Alpuente, Cristina Albir Herrero, Eduardo Ubaghs Carrión, Esther Talaya Peñalver, María Ángeles Peñalver Ferrer, Rosario Serrano Pérez y Salvador Martí Debón. Fotografías e imágenes: Alberto Talaya Peñalver, Carlos de Santisteban, Club Deportivo Cerro Negro de Alpuente, Cristina Albir Herrero, Eduardo Ubaghs Carrión, Rosario Serrano Pérez, Salvador Martí Debón y fuentes citadas en los artículos.
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Indice Revista La Taifa de Alpuente
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Editorial
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La lengua de Alpuente. Historia
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Fachada
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El chopo
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Aquí hay agua
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Les estacions més càlides de l’any
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Alpontinos por el mundo
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La botica de Alpuente
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De la amistad al club
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El llantar de Alpuente: Olla churra
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El rincón del niño
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Himno de Alpuente
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Ficha de inscripción
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Editorial El nuevo presidente. Una presentación Mi nombre es Agustín Romero Civera. Nací a principios del 53, en la parte vieja de Valencia, nieto de alcublanos, por lo tanto, como se dice por aquí, “renacido” de la Serranía En 1975 me licencié como economista en la Universidad de Valencia, he trabajado en banca, como profesional liberal, y en la Federación de Cooperativas Agrarias de la Comunidad Valenciana, en funciones directivas o técnicas. En esa época vine a Alpuente por primera vez, por temas relacionados con el cooperativismo agrario. Actualmente, tras doctorarme y acreditarme, trabajo como profesor contratado a tiempo completo en la Universidad Politécnica de Valencia. Mi especialidad es la fiscalidad y la contabilidad, tanto de empresas, como pública. Mi vinculación más intensa con Alpuente, se produjo hace unos 6 años, cuando vine por la zona, buscando una casa antigua para restaurar y habitar, ya que me gustaba por sus buenas condiciones para el senderismo, y por la relación con unos amigos, elegí Baldovar. Ya en el primer verano, me apunté a las excusiones de la Asociación, me hice socio y entablé amistad con Salvador Rubio y Eduardo Escartí. Poco a poco, fui introduciéndome en las actividades de la ACAA, y observando la falta de voluntarios, me ofrecieron entrar en la Directiva, en la renovación de hace dos años. Tras la dimisión del último Presidente, la Directiva ha actuado en equipo, pero era necesario un Presidente, y tras la Asamblea de inicio de este año, se me votó… Y en ello estamos: me gusta asumir las responsabilidades que “la vida” me depara y en el caso presente, en el rol de Presidente de un equipo, que es la Directiva actual, es un reto. Los compañeros de la Directiva me pidieron que diera una visión personal, de presente y futuro, de lo que debería ser la Asociación. Y a ello voy. Actualmente somos en torno a 200 socios, por lo cual tenemos un presupuesto evidentemente discreto, por lo tanto debemos de mantener el núcleo básico de actividades de verano, Pascua y la Revista (una o dos por año, según el número de colaboraciones). Pero merece la pena revisar algunas actividades, para concentrar los esfuerzos en aquellas más demandadas por los socios, y salir de la rutina de “lo de siempre”. Así, además de las excursiones, la cena anual, y los juegos de la semana cultural, deben incorporarse o incidir más en actividades que no nos agoten a la Directiva y a los voluntarios colaboradores habituales. Por ejemplo: Música, teatro, animación infantil, conferencias, concursos literarios y de fotografía, etc. deben de programarse con tiempo y medios económicos y personales suficientes. Para ello hemos de buscar patrocinios y subvenciones… Las subvenciones más asequibles son las que proporciona, por ejemplo, el “S.A.R.C.” de la Diputación, y eso pasa por una relación estable con el Ayuntamiento. A mi llegada a Alpuente, primero como observador “forastero”, y después, como socio y miembro de la Directiva, he constatado la inexistencia de una verdadera programación cultural en la corporación municipal. Es en ese punto, donde desde la ACAA podríamos colaborar, en temas puntuales, con el Ayuntamiento, pero en aquello que la propia ACAA proponga, y no al revés, para preservar la total independencia de las dos instituciones, ya que la Asociación no puede ni debe suplir, ni confundir su rol como extensión de la “Concejalía de
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cultura”, función exclusivamente municipal. En la revisión de los Estatutos, efectuada a inicio de este año, quedó bien claro. Otro de los objetivos que deberíamos trabajar es extender nuestra actividad hacia las aldeas, ya que según los datos tomados de la web del Ayuntamiento, hace un par de años, el 75% de los habitantes viven fuera de la Villa, y esa misma realidad demográfica, persiste evidentemente también durante los periodos vacacionales de más actividad de la ACAA. Aunque el núcleo de infraestructuras básicas de actividades se encuentre en la Villa o en la “Urbanización”, deben difundirse más las actividades de la Asociación por todas las aldeas. Cada aldea tiene sus fiestas, por lo que la ACAA no debe interferir esa realidad, sino completarla con temas de talante menos lúdico-festivo. En definitiva, la ACAA tiene un reto por delante: actualizar sus actividades futuras, añadiendo más actos “patrocinados”, mejorando la relación y coordinado sus actividades con la corporación municipal, y difundiendo más sus actuaciones por las aldeas, para incrementar su influencia y la participación de los habitantes de las mismas. Pero ese fin, no se puede alcanzar sin la inestimable colaboración de los socios de la ACAA, y la coordinación con otras asociaciones de todo tipo que existen en nuestro municipio, y que somos todas, la “sociedad civil” que puede y debe mantener vivo y vital nuestro estimado Alpuente, incluyendo evidentemente a sus aldeas. Agustín Romero Civera.
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La lengua de Alpuente. Historia Transcrito por Alberto Talaya Peñalver El castellano churro es un vocabulario dialectal de sumo interés para la filología, pues aporta buenos datos para el esclarecimiento de la vieja cuestión de las relaciones mutuas de dos principales lenguas: la catalana, en su prolongación valenciana, y la castellana, en su penetración aragonesa. Dentro del territorio histórico-geográfico del Reino de Valencia, discurre la frontera lingüística meridional de las dos susodichas lenguas his pánicas. En los siglos XII, XIV y XV, el castellano no era más importante que el catalán-valenciano. La extensión geográfica de los territorios castellanos era mayor, pero desde el punto de vista literario, tan variados territorios, con densidad débil de población, no eran comparables a los
territorios litorales de la Corona de Aragón, densamente poblados, enriquecidos por un comercio multisecular, con capitales importantes, y en íntimo y fecundo contacto con las culturas mediterráneas principales: italiana, occitana, francesa, etc. El imperio mediterráneo de la Corona de Aragón, la puso tempranamente en contacto con las corrientes literarias de Europa, y en los siglos XII, XIV y XV la lengua de la España oriental fue la lengua literaria hispánica más importante, con una fuerte influencia en los demás romances peninsulares y cuya literatura influyó notoriamente en la incipiente literatura culta castellana. Donde primero se ejerció esta fuerte influencia lingüística catalana fue en el vecino reino interior de Aragón, quedando de aquel periodo gran cantidad de voces valenciano-catalanas en el aragonés. Las causas son muy profundas y antiguas: el territorio aragonés fue romanizado partiendo de las sólidas bases romanas de Cataluña y Valencia, lo que permite prever que allí se llevó un latín vulgar de base mediterránea hispánica, que fue arrinconando el dialecto vascónico-pirenaico que se habló en todo el Aragón al norte del Ebro. Dicha romanización acaeció en ciertas zonas altoaragonesas en tiempos relativamente tardíos, cuando ya el romance mediterráneo estaba en formación; los pueblos íberos del Aragón central eran una prolongación ribereña de los pueblos íberos de Lérida, Tortosa y Valencia, por lo cual el sustrato lingüístico prerromano centroaragonés era el mismo que el de los pueblos mediterráneos, que además contribuyeron también a su repoblación musulmana y mozárabe. Las relaciones de Valencia con las tierras interiores del Aragón fueron estrechísimas, y nunca se interrumpieron los contactos y las mutuas influencias lingüísticas mozárabes. Por todo ello, durante los siglos XII, XIV y XV, la presión de la lengua catalana fue grandísima en Aragón, que además era la lengua de la corte y en ella escribían muchos literatos aragoneses sus obras puramente literarias. Una influencia y penetración tan extensa cristalizó en una gran número de voces aragonesas de origen catalano-valenciano; y no sólo se limitó al vocabulario, sino que llegó a afectar a los modos de decir, incluso a la sintaxis.
Retrato de Simón de Rojas Clemente y Rubio publicado en la edición de 1879 de su obra Ensayo sobre las variedades de la vid común que vegetan en Andalucía. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_de_Rojas_Clemente_y_Rubio
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A partir del siglo XV, la región aragonesa sufrió una rápida e intensa castellanización que ha ido borrando cada vez más sus particularidades dialectales autóctonas. El estudio del aragonés meridional tiene muchas afinidades con la zona occidental del Reino de Valencia de habla no valenciana (Segorbe-Viver y Chelva-Villar, las dos comarcas históricamente siempre valenciana de Segorbe y Los Serranos).
Transcrito por Alberto Talaya Peñalver Aunque en los pueblos valencianos de esta zona occidental del reino no se habla realmente valenciano, nunca ha dejado éste de ser conocido por sus naturales. La lengua de estas comarcas occidentales valencianas ha sido muy poco estudiada en tiempos pasados. El sabio naturalista Rojas Clemente (1777-1827), anotaba ya las palabras valencianas que se usaban en su pueblo natal de Titaguas. Torres Fornés, boticario de Segorbe, poco afecto a las cosas valencianas, publicó en 1903 un vocabulario sobre “Voces aragonesas usadas en Segorbe”, pero eliminó radicalmente todo lo que era valenciano. El habla de la comarca segorbina es esencialmente el mismo que el de Los Serranos. Torres Fornés, por otra parte, cita como voces “aragonesas” usadas en Segorbe, valencianismos tan fuertes como: alum, baladre, closar, empeltar, fulla… Muchos vocablos valencianos penetraron profundamente en su área de extensión por el Rincón de Ademuz y Teruel, y también por las zonas castellanas de Requena-Utiel y La Mancha y Murcia. Ya de antiguo es abundante la penetración de los valencianismos en el castellano popular de La Mancha, de donde posteriormente pasaron al uso literario castellano. Este carácter popular de los valencianismos en el castellano, hizo que en el siglo XVII se les confundiese algunas veces con voces de origen muy distinto como son las del argot de la picaresca y rufianesca. La afluencia de valencianismos en la lengua castellana es muchos más antigua y mucho más fuerte de lo que se ha creído. En cuanto a antigüedad, arranca ya la influencia valenciana sobre tierras vecinas de Aragón, Cuenca, La Mancha, Murcia, incluso hasta Almería, desde épocas
remotas como la mozárabe. Durante la Baja Edad Media, la influencia catalano-valenciana fue realmente fuerte en el léxico castellano. Y esta penetración se ejerció principalmente desde las tierras valencianas, sobre todo durante los siglos XIV, XV y XVI. Casi la mitad del vocabulario naútico y marítimo castellano es de origen catalán. Una grandísima parte de los nombres de peces, plantas cultivadas, nombres de utensilios e instrumentos profesionales, casi todo el vocabulario de la monedería, términos comerciales y culturales, etc, los tomaron los castellanos del catalán de Valencia o valenciano. Incluso la mayor parte de las voces mediterráneas (provenzales, italianas, griegas, etc) las adaptó el castellano a través de su forma catalana, como lo demuestra su mayor antigüedad en esta lengua o su foneticismo. El actual lenguaje acastellanado de Los Serrano es ya muy diferente del dialecto que se habló en esta zona en la Edad Media. La mayor parte de las voces puramente castellanas son de introducción relativamente reciente, ya en la Edad Moderna. En cambio, todos los vocablos de carácter más antiguo son precisamente los de más carácter valenciano. En la Edad Media, en la zona occidental del Reino de Valencia, se hablaba un dialecto de transición entre el valenciano y el aragonés antiguo, y ese dialecto tal vez fuera lexicogeográficamente más cercano al valenciano que al aragonés, y bastante distanciado del castellano. Las causas de la castellanización de esta zona son complejas, pero el motor principal fue el cambio político operado en el siglo XVI, que originó la decadencia del centro político y cultural valenciano.
VOCABULARIO ATRONCAR: aletargar. “Cuando llega la noche, el enfermo s’ATRONCA”. CUESCO: golpe que se da en la cabeza con los nudillos. ESBAFARSE: hablando de licores, desbravarse, desbravecerse o perder fuerza. “Tapa la botella y no s’ESBAFARÁ la gaseosa”. LUSIAR: aguzar la reja del arado y otros instrumentos agrícolas. “Disle al herrero que LUSIE el pico”. ÑESPA: bofetada. PÉNTOL: trozo, triza. ROCHERO: paraje empinado de tierras de cultivo. ROÑA: mugre. TELLOSA: dícese de la cebolla endurecida. VOLUCHÁ: concurrencia impetuosa de personas o cosas. “Meterus aquí, que viene una VOLUCHÁ de graniso”. Llatas Burgos, Vicente. El habla del Villar del Arzobispo y su comarca.
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Fachada
Un ejemplo vivo de la arquitectura palaciega del S.XVIII en Alpuente
Por Rosario Serrano Pérez y Cristina Albir Herrero En los últimos años se ha visto en el centro de nuestro casco urbano un espectacular “cambio de look” en el aspecto de la fachada de la casa situada en la Plaza de la Iglesia Nº 7. Todos estos cambios se deben a un estudio arqueológico e histórico y una rehabilitación del inmueble. Si bien es un proceso lento, los resultados merecen esta espera.
Estado del inmueble en el año 2009.
El motivo de dicha intervención fue la singularidad del edificio, tanto por las características arquitectónicas de su fachada como por la tradición histórica y oral que le acompaña. Conservaba entonces una puerta de estilo neoclásico con un frontón triangular y unas pinturas murales bajo el alero de la cubierta que representaban un friso y cornisa con alternancia de triglifos y metopas. Se le atribuye ser la casa donde residió Jaime I (Herrero y Herrero, 1969), siendo recogida en los estudios históricos de Alpuente como un inmueble de valor artístico e histórico, y es conocida en el municipio por “haber tenido antiguamente unas pinturas a ambos lados del frontón en las que podía verse al rey musulmán de Alpuente rendirse ante Jaime. A pesar de su singularidad arquitectónica, este inmueble no tiene una protección particular, pero estaba protegido de forma indirecta por otras normativas. Según las Normas Subsidiarias de Planeamiento en Alpuente de 1990, toda la manzana donde se encuentra el edificio tiene Protección Individual Total. Esta protección establece que su aspecto externo debe mantenerse íntegramente, con independencia de su estado de conservación, con especial respeto científico de sus características singulares y de los elementos o partes concretas que lo componen, procurándose su recuperación funcional y/o monumental por todos los medios posibles. Se encuentra, además, en los entornos de protección BIC del Castillo y la Muralla de Alpuente (Declaración Genérica, Categoría Monumento Anotación MºR-I-51-0010655), y en el entorno del Monumento Religioso de la “Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad” (BRL genérico Monumento de Interés Local / DOCV Núm. 5.449 / 13/02/2007). Por ello y con motivo del Proyecto Arquitectónico de Rehabilitación del inmueble, en el año 2009 se realizó una Intervención Arqueológica como trabajo previo a las obras proyectadas sobre la fachada y cubiertas, con la finalidad de conocer la evolución histórica y poder establecer unos criterios para su restauración.
Foto Institut AmtLer D’Art Hispánic. Año 1910.
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Con este aspecto inicial se comenzó el estudio histórico-arqueológico. Una parte de dicho estudio fue la búsqueda de fotografías y documentación sobre el inmueble. Estos testimonios fotográficos e histórico-bibliográficos aportaron valiosos datos para conocer la evolución histórica de la fachada, destacando la fotografía aportada por el propietario del inmueble, datada en 1910 y realizada por el Institut AmatLer D’Art Hispá-
nic, en la que puede verse la decoración pictórica de la primera planta sin cubrir. La otra parte importante del estudio fue la Intervención Arqueológica sobre la fachada, en la cual se realizaron varias catas de estratigrafía mural, repartidas por toda la superficie del inmueble, con la intención de saber si todavía existían restos de la policromía original y el estado en el que se encontraban. El resultado de las catas fue positivo, se documentó la decoración del siglo XVIII de la que se tenían referencias fotográficas e históricas, así como toda la secuencia pictórica de la fachada hasta 2009. Se conservaba bajo numerosas capas pictóricas de diversos colores y materiales (pintura plástica amarilla, azulete, pintura a la cal blanca), aunque en precario estado. El estudio estratigráfico reveló que se trataba de una pintura mural al fresco-seco o medio seco (Zalbidea, 2013), técnica con la que fue ejecutada directamente sobre el revestimiento de mortero de cal y arena, utilizando los tonos verdes oscuros, ocres, granates y tierras. En la cata vertical se documentó una de las pilastras y vanos fingidos, una secuencia pictórica en imitación de sillares y un zócalo de coloración roja-granate. En éste último no fue posible establecer si había otro tipo de decoraciones por el reducido espacio conservado. En las catas horizontales se documentó que la secuencia pictórica se encontraba por todo el edificio, pero en muy precario estado de conservación y sin definir ningún elemento decorativo. A parte de las catas, mediante la observación detenida de toda la fachada se detectaron una serie de reparaciones y modificaciones (como la apertura o ampliación de vanos,…) que habían afectado gravemente, tanto a la decoración como al revestimiento. Por la combinación de los resultados del estudio documental-fotográfico y las catas arqueológicas se realizaron unas reconstrucciones del estado y evolución del aspecto de la fachada a lo largo del tiempo, resumida en tres fases. La primera fase se corresponde con la original decoración pictórica. Esta decoración estaba compuesta por cuatro cuerpos o espacios pictóricos. Un zócalo en color rojo-granate, sobre el que se desarrollaba una imitación de sillares. Sobre estos, una decoración que
Portada Plaza de la Iglesia nº 7. (Garín, F Mª, 1983)
1. Sin embargo, esta información contrasta con las evidencias estructurales del inmueble pues se trata de un edificio con elementos adscritos a la arquitectura propia del S. XV y asociado, con gran probabilidad, a la Lonja de Contratación existente en la villa bajomedieval de Alpuente.
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El entablamento estaba compuesto por arquitrabe, el friso y la cornisa. La mayor riqueza decorativa la encontramos en el espacio que ocupa el friso, compuesto por triglifos y métopas con óculos decorados con elementos florales. Se representan también las gotas y los dentículos del friso. Es una decoración clásica muy canónica, guardando las normas arquitectónicas clásicas de orden y ritmo, rompiendo así con el recargado barroco anterior. El cromatismo de claroscuros parece ser el dominante.
Reconstrucción decoración pictórica siglo XVIII. alternaba pilastras, con vanos fingidos y una decoración figurada a ambos lados del frontón. Por último, un entablamento, parte del cual todavía se conservaba al descubierto en 2009. Era simétrica en ambos lados de la portada monumental, enmarcando la entrada a un edificio palaciego. Con una combinación de claro-oscuros se imitaban las texturas y volumétricas de la construcción arquitectónica en mármol que encontramos en los palacios e iglesias valencias de este momento. Las soluciones pictóricas que se representan en esta fachada se ciñen a las soluciones arquitectónicas en piedra o mármol y los volúmenes se obtienen mediante sombreados.
Bajo el friso se localiza un nivel pictórico complejo. Estaba compuesto por seis pilastras de orden dórico con una separación de cinco intercolumnios decorados con motivos geométricos rectangulares que creaban un juego de volúmenes que dan perspectiva y profundidad a la fachada. En el intercolumnio central, situado sobre el frontón de la portada monumental, se encuentran dos marcos rectangulares en los que se localiza decoración figurativa. Los colores predominantes son de la gama de los verdes oscuros, negros, granates y tierras. Los balcones de la primera planta tienen más prestancia, pues están enmarcados y presentan grandes pilastras dóricas pintadas a cada lado de la abertura, realzando estos elementos y ofreciendo una imagen mucho más noble. Bajo este cuerpo se plasmó una decoración pictórica a partir de tres hiladas de sillares de 0,90m×0,45m, separados del zócalo por una línea negra y blanca, imitando una construcción arquitectónica poderosa, únicamente localizada en los edificios civiles, de culto o de grandes palacios señoriales. El zócalo sería de un de 0,80m de alzado medio, de color rojo-granate. La puerta de entrada al edificio es el único elemento construido en piedra de este conjunto artístico. Es una portada de sección rectangular, realizada a partir de sillería almohadillada. Sobre el dintel presenta un frontón de morfología triangular, truncado en la parte superior, donde se documenta un remate piramidal con acabado en bola. En sus laterales se presentan sendos remates piramidales con el mismo acabado en bola, estos son de mayor tamaño que el superior. El interior del frontón muestra labrados almohadillados, destacando un cuadrado central, probablemente inacabado donde estaría proyectado el labrado del escudo de armas familiar.
Reconstrucción estado de la decoración pictórica siglo a finales del siglo XIX y/o inicios siglo XX.
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Fachada
Un ejemplo vivo de la arquitectura palaciega del S.XVIII en Alpuente
Estado de la decoración pictórica en el siglo XXI y localización de las catas arqueológicas (2009) La segunda fase identificada se correspondería al momento de la fotografía datada en 1910 y realizada por el Institut AmatLer D’Art Hispánic. Esta imagen representa el estado de la fachada en los inicios del siglo XX, pero no podemos indicar desde qué momento se encontraba así, pudiendo ser anterior. Tras el primer cambio que sufre la fachada, se modifica de forma notable su aspecto. El entablamento y representaciones figuradas y pilastras se mantienen pero se modifica el zócalo, desapareciendo la decoración pictórica de sillares y unificando con una misma capa de pintura el primer cuerpo de la fachada. En este primer cuerpo del edificio, que se corresponde con la planta baja del mismo, se abre una ventana y se adosa un banco corrido La última fase es el estado de la fachada anterior a su intervención realizada en 2009. Únicamente se conservaba parte del entablamento. El resto de la fachada estaba pintado con pintura plástica de color amarillo. La fachada estaba muy afectada por reformas en los balcones y la apertura de nuevos huecos para ventanas, uno de pequeño tamaño en el
primer piso y dos ventanales en la planta baja, realizados en la primera mitad del siglo XX. La última afección importante fue en la zona del zócalo y en el entablamento por las obras realizadas para el cambio de la cubierta y por la apertura de un nuevo hueco para el contador de la luz, que afectó al zócalo prácticamente en su totalidad. Estos resultados, obtenidos mediante la intervención arqueológica de estratigrafía mural realizada en la fachada del inmueble nº 7 de Alpuente, permitieron establecer un nuevo criterio de actuación para las obras que debían acometerse en el inmueble según el “Proyecto Arquitectónico de Rehabilitación y cubierta de vivienda unifamiliar entre medianeras”. En un primer proyecto no se contemplaba la recuperación de la decoración original de la fachada principal y tras los resultados obtenidos en el Estudio Arqueológico, se determinó que debía recuperarse la decoración preexistente y dar tratamiento a los registros de contadores colocados en la fachada recientemente. En 2014 se concluyó la restauración de la fachada por parte del Taller de análisis e intervención en pintura
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Fachada
Un ejemplo vivo de la arquitectura palaciega del S.XVIII en Alpuente
mural del Instituto de Restauración del Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia y la empresa de conservación y restauración ProArt restauradores. Con esta actuación se ha realizado la conservación y restauración de las pinturas murales, con la limpieza, consolidación de morteros, sellado de grietas y reintegración cromática de faltantes, y el material pétreo del pórtico (Ballesteros, 2014) en la zona donde se realizaron las catas arqueológicas y el entablamento que siempre se ha conservado descubierto. El resultado de dicha intervención es su aspecto actual; como una imagen vale más que mil palabras, lo mejor es acercarse a la Plaza de la Iglesia para poder contemplar la fachada…
AGRADECIMIENTOS Este trabajo y la recuperación de este valioso patrimonio histórico y artístico de Alpuente no habrían sido posibles sin el interés y dedicación de Alfredo Cuevas Herrero, propietario de una de las viviendas. Desde aquí queremos agradecerle la confianza depositada en nosotras para realizar el Estudio Arqueológico y todo el esfuerzo y el trabajo realizado durante los últimos cinco años con el objetivo de su restauración. Ballesteros, A (2014): Conservación y restauración de pinturas murales y material pétreo (pórtico) de la fachada de la vivienda en plaza de la Iglesia nº 7 de Alpuente. http://www.restauradoresproart.es/ Herrero, V; Herrero, G (1969): Alpuente y la Santísima Virgen de Consolación, Segorbe. Zalbidea, A (2013): Informe técnico sobre el estado de conservación y propuesta de intervención (in situ) de pinturas murales de la fachada del inmueble de Plaza de la Iglesia, nº 7, Alpuente Valencia. Instituto de restauración del patrimonio, Universidad Politécnica de Valencia, Valencia. Garín, F.Mª. (1983): Inventario artístico de Valencia y su Provincia, Centro Nacional de Información Artística, Arqueológica y Etnológica, Madrid.
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El chopo Por Salvador Martí Debón
Mis más viejos recuerdos, aquellos de la infancia en los cuales la naturaleza alpontina era telón de fondo; aquellos recuerdos de gratos momentos vividos en lugares como el acueducto de Los Arcos, La Martina o El Reguero, vienen ligados a la esbelta presencia de un árbol por todos bien conocido: el chopo. Y es que los parajes a los que nuestros familiares gustaban de llevarnos a merendar, o a tomar la Mona, solían ser lugares bañados, de una u otra forma, por agua; esa agua tan necesaria para la supervivencia del chopo. Ahora mismo, escribiendo estas líneas, me parece estar escuchando el armonioso sonido de sus hojas agitadas por el suave viento de una tarde estival; sin esfuerzo veo caer sus hojas cuando el verano ya se ha despedido hasta el año venidero; piso ahora, pues sigo soñando, el mullido manto creado por esas hojas que en otoño abandonaron a las hoy desnudas ramas pero que pron-
to vestirán con los soberbios colores de la primavera. El chopo, que no es otra cosa que el álamo de los castellanos, se presenta en nuestras tierras en dos especies diferentes aunque pertenecientes al mismo género: el chopo, Populus nigra L, y el chopo blanco. Populus alba L. El chopo ya era cultivado por griegos y romanos, dándoles estos últimos el nombre de Populus por ser entonces para aquellas gentes un árbol muy “popular”. Pertenece a la familia de la salicáceas, en la cual también están englobadas las especies del género Salix sp., es decir, los sauces. Señalar que una de las especies de chopo, el chopo Temblón, Populus tremula, es la especie más extendida del planeta.
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Características Chopo negro El chopo negro es un árbol elegante y de gran porte, alcanzando alturas de entre 20 y 30 m. Su copa, alargada y estrecha, nos recuerda en su forma a la del ciprés. El tronco es grueso y recto, presentando una corteza grisácea y fácilmente resquebrajable. Las hojas son de un verde fuerte y con forma deltoide, lo que quiere decir que es mucho más ancha cerca de la unión con el peciolo (el rabillo) que en cualquiera otra parte. Las flores son pequeñas y vienen agrupadas en amentos colgantes (algo parecido a una espiga). Chopo blanco
Chopo negro
El chopo blanco alcanza unos márgenes de altura similares a los del chopo negro. Su tronco es robusto y recto aunque, a diferencia del chopo negro, su corteza es blanquecina y prácticamente lisa. La copa es amplia e irregular. Las hojas, caducas como las de todos los chopos y de forma deltoidea, son verde oscuro por el haz mientras que la cara inferior se presenta blanquecina. Sus flores son grandes y rojas o bien amarillas, dependiendo de si son masculinas o femeninas. Hábitat Ambas especies encuentran su lecho en suelos húmedos, como por ejemplo riberas de cursos de agua o fuentes. El chopo blanco soporta bien el calor así como el chopo negro, especie poco amiga de sombras. En cuanto a su hábitat natural, decir que es difícil de concretar ya que desde la antigüedad se han venido cultivando ambas especies por amplias regiones tanto de Europa como de Asia. En nuestras tierras, cabe destacar la chopera de Los Arcos, así como las que recorren El Reguero, especialmente de la Buitrera hacia Arquela o la chopera de Las Eras. Una de las vistas más espectaculares que pueden disfrutarse en nuestro término es la que se divisa desde los miradores de Alpuente que dan a La Hortichuela y de ella el chopo es actor principal como fácilmente se puede apreciar. Usos
Chopo blanco
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Dada la larga convivencia del chopo con el humano,
El chopo
son muchos los usos y las aplicaciones que a este árbol se les atribuyen. Por ejemplo las yemas, que son un viejo remedio para combatir almorranas; existe un producto, el llamado “ungüento popúleo”, elaborado con manteca de cerdo y yemas de chopo, que sirve precisamente para el alivio de las molestias que causa dicho incómodo problema. Sus maderas, blandas y ligeras, son buenas para hacer tablas, cajas e incluso tallas en imaginería, aunque en los últimos tiempos su principal uso ha venido siendo el de productora de pasta de papel. Por otro lado, cabe destacar su importancia como árbol ornamental dada su elegancia y belleza, especialmente en alineaciones en márgenes de caminos, carreteras e incluso canales y acequias. Esos recuerdos… La nostalgia, bella y traicionera si la frecuentas pues
es hermana de la tristeza, aunque, como dijo Sabina, no hay nostalgia peor que la que nunca jamás existió. Hablo de bonitos recuerdos bañados por cierta pena por la ausencia de quienes ya no están, como ya no están aquellos niños y niñas que fuimos y que en parte echamos de menos, aun siquiera por tener más tiempo por delante del que ahora nos queda. Tengo grabadas escenas plenas de alegría y llenas de color y…, es curioso, y tal vez muchos coincidáis conmigo, que muchas de esas escenas tienen el color de las choperas en otoño; recuerdos de mantos de hojas caídas bajo aquellos jóvenes pies; imágenes adornadas de blancos algodoncillos que se desprendieron a finales de alguna de esas primaveras que ya entre brumas descansan en nuestra memoria. Los chopos, siempre los chopos.
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Aquí hay agua Por Carlos de Santisteban Observada desde el espacio, el rasgo más destacable de La Tierra es la presencia de agua. La vemos como masas líquidas que cubren casi las tres cuartas partes de su superficie, como hielo en los continentes o sobre el mar, y como nubes blancas que no son otra cosa que suspensiones en el aire de pequeñas gotas de agua. Se ha propuesto que por esta singularidad en el Sistema Solar debería llamarse Planeta Agua. Pero aunque hay 90 veces más agua que la superficial en el magma y en el interior de los cristales de la materia del Manto, en La Tierra no predomina el agua, sino las rocas. La mayor parte de esta agua que vemos en la superficie de la Corteza Terrestre es salada (97%). El resto, un 3% es dulce, de la que dos terceras partes está congelada en los glaciares polares y de alta montaña. Un 0’25% se halla repartida entre los ríos, lagos, atmósfera y organismos vivos. Y, finalmente, un 0’75% del total son las aguas subterráneas, que forman la mayor parte del agua líquida dulce a la que tenemos acceso. Los expertos académicos en la prospección y captación de aguas subterráneas son los hidrogeólogos –geólogos especializados en la búsqueda y gestión del agua-. Lo hacen con métodos lógicos, fundamentados en el conocimiento de la estructura del terreno y en su pericia profesional. En una sociedad avanzada su contratación vale dinero, por lo que una alternativa económica es un zahorí. Los zahories se basan en la experiencia de campo acumulada a lo largo de los años, expresada como una sensibilidad a campos magnéticos locales. Ud. puede creer o no en la radiestesia, pero si un zahorí no acierta no le cobra, con lo que fácilmente nos olvidamos de sus errores y, por ello, tienen la misma fama que los buenos adivinos. Los hidrogeólogos sostienen que agua hay en casi todas partes y que la satisfacción a las demandas de los contratantes depende del caudal conseguido y de la profundidad a la que se localice el agua. Una falsedad que sostiene la radiestesia es la existencia de ríos subterráneos. Hay rabdomantes que muestran mapas con ríos bajo tierra que cruzan cordilleras en trayectos de varios centenares de kilómetros. Localmente existen ríos subterráneos cortos, normalmente circunscritos a una macizo kárstico, pero la estructura geológica no permite ir más allá, y trazadores, como algunos colorantes que se introducen en las aguas subterráneas, nunca han probado la presencia de ríos que, por ejemplo, desde los Pirineos alcancen el Sistema Ibérico. Y aunque hay fuentes alineadas a lo largo de trayectos de decenas de kilómetros, lo que se expone como prueba de la existencia de estos cursos de agua, hay otras explicaciones más simples y lógicas. Descartada la existencia de largos ríos subterráneos, ¿dónde está el agua de los pozos? La explicación está en la naturaleza de los acuíferos, que consisten en una formación de roca o una capa de sedimento que contiene
Figura 1. Imagen de una roca muy fracturada junto al camino de La Arquela. La línea gruesa de la imagen de la derecha es una falla que ha desplazado dos bloques según el movimiento de las flechas. Además hay otras muchas fracturas sin desplazamiento (en amarillo). Estas se denominan diaclasas. Dos de ellas, en el interior del círculo están abiertas y permiten la penetración del agua cuando llueve.
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agua en fracturas o en los poros entre los granos. Un ejemplo de esto último lo practican los niños cuando excavan un hoyo en la arena de la playa y ven que se llena de agua salada. Si tratan de vaciarlo nunca lo conseguirán. Han alcanzado un nivel donde el agua del mar se introduce, en forma de cuña, en el continente a través de los poros que hay entre los granos de la arena. Un acuífero funciona como una esponja rígida, recibe agua cuando llueve, la almacena y la cede. Cuantas más fracturas (fallas y diaclasas, Figura 1) y cuantos más poros (Figura 2) y más interconectados haya en una formación geológica ésta será un mejor acuífero. Una larga fractura que condiciona un acuífero La falla de mayor longitud y desplazamiento que pasa por el término de Alpuente se puede seguir desde el Mas de Arquela hasta Vallunquer, en el término de La Yesa, Tiena una longitud de unos 12 kilómetros y un desplazamiento vertical máximo de bloques de unos 700 metros (Figuras 3 y 5). Una falla de este tipo tiene otras muchas fracturas asociadas y todas juntas facilitan la formación de un acuífero.
Figura 2. Foto de detalle de una roca formada por cantos angulosos. Hay mucho espacio entre las partículas, que son poros por los que puede circular el agua
La manifestación superficial de la presencia de las aguas subterráneas de un acuífero son los manantiales y las fuentes. Hay como mínimo doce fuentes relacionadas directamente o indirectamente con esta falla (Figura 4), pero seguro que los vecinos de Alpuente y La Yesa conocen otras muchas más. En algunas de ellas se han construido abrevaderos para el ganado, mientras que en otras se han derivado sus aguas para la red de abastecimiento urbano, lo que ha dejado en seco a la fuente original. Una alineación de fuentes Estas doce fuentes son: Fuente de Arquela. Fuente del Águila. Fuente del Cabezo. Fuente de la Sulsida. Fuente de los Gamellones. Fuente de los Almagreros. Fuente Pachés. Fuente de la Gila. Fuente Somera. Fuente del Caballo. Fuente de los Gamellones de Palacio. Fuente Vallunquer. La de Los Almagreros (figura 5) hace años que está seca y las de Pachés y La Gila tienen comprometida su existencia en el futuro por las actividades mineras. Las tres han sido fuentes de escaso caudal relacionadas con el
Figura 3. Superficie de falla en las proximidades del paraje de La Cruz Blanca, con estrías oblícuas resultado de la fricción entre dos bloques fracturados que han sido desplazados.
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Figura 4. Imagen de Google earth en la que se ha dibujado la zona de fractura que discurre desde el Mas de Arquela hasta Vallunquer. La Falla principal tiene una orientación NNE – SSO (el Norte se halla hacia la esquina inferior izquierda). La falla principal, originada hace 4 Ma (millones de años) está desplazada por otras posteriores de orientación NO – SE. Se han situado doce fuentes relacionadas directamente con la falla o próximas a ella. Los números corresponden a los nombres de las fuentes citadas en el texto.
Figura 5. Modelo de formación de acuíferos en relación con la falla que va desde el Mas de Arquela hasta Vallunquer. Los números corresponden a las fuentes citadas en el texto.
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Aquí hay agua
drenaje de un cuerpo de calizas del Cretácico Superior y no las trataremos aquí. Las fuentes con mayor caudal son aquellas que se hallan directamente sobre la superficie de esta falla, y se alimentan del acuífero principal. El esquema de la figura 5 es un modelo sintético que ilustra las distintas posiciones de estas fuentes. La fuente actual de Arquela es una captación artificial (Figura 6), pues existió anteriormente otra fuente mucho más caudalosa, situada en alto unas decenas de metros más al Norte. El agua que brotaba descendía en cascada construyendo un depósito de tosca calcárea sobre el cual hoy están los corrales de La Arquela (Figura 7). La Fuente del Águila está sobre depósitos de limos y areniscas del Jurásico inferior. Se halla distante unos 50 metros de la fractura principal, en el cruce con otra falla transversal.
Figura 6. Fuente de La Arquela
Figura 7. Terraza travertínica formada en relación con la primitiva fuente de La Arquela. Sobre ella hay varios corrales. Al fondo, se han indicado las posiciones de las fuentes del Águila y del Cabezo
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La Fuente del Cabezo (Figura 9). Se encuentra sobre la falla principal, que aquí pone en contacto materiales de limos y areniscas del Jurásico Superior, con arcillas y arenas del Cretácico Inferior. Las arenas, al no tener cemento que las haya convertido en roca, son muy permeables. Próxima a esta fuente está la de la Sulsida, palabra de origen aragonés, que junto con la corrupción local en la Serranía de “sucsida” o la valenciana de solsida, hacen referencia a un deslizamiento de tierras.
Figura 8. Fuente del Águila y abrevadero, junto al camino de La Arquela. Una frase escrita en ella indica que el agua no ha sido tratada para el consumo humano. Es la misma agua que con mayor caudal sale en otras fuentes de la zona, sobre las que nada se indica
Figura 9. Fuente del Cabezo, acondicionada como la de La Arquela con bloques de calizas jurásicas que la protegen con arcos apuntados.
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La fuente de Los Gamellones (Figura 10) se halla sobre la falla principal allí donde se ponen en contacto las calizas del Jurásico superior con otras calizas del Cretácico Inferior. Se nutre del agua de la lluvia que cae sobre la loma de Los Gamellones y el Puntal de Ramos. La posición de la zona de falla puede reconocerse fácilmente, a lo largo de la senda que desde la fuente nos permite llegar a lo alto del Colladito, por la presencia de una banda de capas de caliza en posición vertical. En el término de La Yesa, en el paraje de la Cruz Blanca, se halla la fuente Somera, en la cabecera de un barranco a lo largo del cual hay otras fuentes como la del Confite o del Pocico (Figura 11). Está emplazada a unos 400 metros lateralmente a la zona de fractura, y se nutre de un acuífero alojado en calizas y areniscas del Jurásico
Figura 10. Fuente y abrevadero de Los Gamellones. Además de su situación sobre la falla esta fuente se halla en el contacto entre las calizas del Cretácico superior, permeables, y las arcillas y arenas del Cretácico Inferior. La
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Superior inclinadas hacia la falla. Por su posición superficial llega a secarse. Las fuentes del Caballo y de Los Gamellones de Palacio tienen también una posición lateral a la zona de fractura, en torno a los 200 m. Como la fuente Somera, están relacionadas con acuíferos superficiales. En este caso, el agua está alojada en conglomerados pliocenos. La fuente del Caballo está en el contacto entre estos conglomerados y las arcillas del Jurásico Superior, mientras que la de Los Gamellones de Palacio se halla en el centro de un barranco (Figura 12). El manantial de Vallunquer es el que mejor ejemplifica el modelo de acuífero asociado a la falla que va desde el Mas de Arquela hasta el collado de Vallunquer. Por un lado está sobre la falla y en calizas fracturadas en cuya base hay un nivel de margas, la unidad geológica denominada “Formación de Margas de Sot de Chera”. Por otro, aquí las margas afloran por la erosión en el barranco de Vallunquer (Figura 13). La fuente y abrevadero están hoy secos (Figura 14) en parte por la captación del manantial para consumo humano (Figura 15). Estas margas son impermeables, de manera que el agua que penetra por las calizas desciende hasta esta capa, impidiendo que descienda más.
Figura 11. Foto de la fuente somera en el margen izquierdo de un barranco. Su nombre tal vez hace referencia a la posición del acuífero que la nutre.
Figura 11. Foto de la fuente somera en el margen izquierdo de un barranco. Su nombre tal vez hace referencia a la posición del acuífero que la nutre.
mina del Puntal de Ramos, excavada en estas arcillas no llegó a afectar a los parámetros geológicos de la fuente, como sí ocurrió con la fuente de Los Amagreros.
Figura 12. Fuente y abrevadero de Los Gamellones de Palacio. Esta fuente nace en la base de los depósitos de conglomerados Pliocenos y en el centro del barranco. Una barrera de piedras puestas de manera transversal al barranco retiene y conduce el agua hasta la fuente.
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Agua = Geología + Pitágoras En otros lugares a lo largo de los 12 km de longitud que tiene la falla de Mas de Arquela-Vallunquer, esta capa de margas impermeables está a profundidades comprendidas entre los 70 y 500 metros, lo que condiciona el volumen de agua contenida en el acuífero de las calizas del Jurásico Superior. Si queremos extraerla solo hay que hacer un sencillo cálculo. La receta es: 1. Medir el ángulo que forma el plano de falla con respecto a la horizontal (Figura 3). 2. Medir la distancia horizontal del lugar en la superficie del terreno en donde se busca el agua, hasta la falla. 2. Multiplicar la tangente del ángulo por el valor de esta distancia. El resultado nos dará la profundidad a la que encontraremos las calizas que contienen el acuífero. Aquí hay agua hasta alcanzar el nivel de las margas. Esta es la única verdad, científica, que se opone al misterioso secreto de los zahoríes. Carlos de Santisteban Departament de Geologia Universitat de València Figura 13. Instalación de captación de las aguas del manantial de Vallunquer. El agua, alojada en la porosidad de las calizas, condicionada por fracturas, es retenida por una capa basal de margas impermeables.
Figura 14. Fuente y abrevadero de Vallunquer.
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Figura 15. Instalación de captación del agua del manantial de Vallunquer, para su almacenamiento en tres depósitos situados algunas decenas de metros más abajo, en el margen derecho del barranco
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Les estacions més càlides de l’any Per Esther Talaya Peñalver El sol és el gran protagonista d’esta temporada. I és que amb l’arribada de la primavera, la sang s’altera. L’arribada de la calor i l’augment de les hores de llum requerix d’unes xicotetes cures diàries que no llevaran temps dels quefers. Si a l’hivern és important la hidratació, a l’estiu augmenta encara més. Tenint en compte que el cos humà està compost al voltant d’un 70% d’aigua, es pot comprendre l’interés que té la seua presa. Esta ha de ser diària, ja que es produïxen pèrdues d’aigua per diferents situacions. com són la transpiració i/o sudoració o l’exercici físic. La paraula hidratació en els seus inicis era un terme grec denominat hidros que significa aigua. És per això que per mediació de la ingesta d’aigua diària, s’aconseguix la hidratació que el cos humà necessita. Es pot, per tant, afirmar, que quan una beguda és hidratant, esta conté aigua. L’aigua es un dels nostres millors aliats. L’augment de temperatura ambiental fa que es perda més líquid. No sols per la sudoració deguda a l’augment de la temperatura ambiental, si no també per l’orina, excrements i la pròpia respiració es perd i elimina aigua. Per tant, és necessari reposar-la per mitjà de la ingesta diària i suficient d’aigua. L’exercici físic elimina més aigua, ja que la temperatura del cos s’eleva pel propi esport i, per a refredar el cos, es genera suor que fa que la pell es refresque. La diarrea i els vòmits, causada per diferents raons, també fan que la pèrdua de líquids siga major. Estos són exemples en què és important augmentar la dosi d’aigua diària. Per ingesta diària se sobreentén a tots i cada un dels dies, sense exclusió de cap. I és que el cos humà no té un magatzem d’aigua de què poder obtindre cada vegada que necessita hidratar-se. Molts diran que “com més beuen, més vegades van al bany”; davant d’eixa situació no cal deixar d’ingerir o beure aigua, ja que l’aigua és bàsica en moltes de les situacions que succeïxen en el nostre cos. Si el motiu és que l’aigua no té sabor, unes gotes de llima poden aconseguir que per al paladar siga més abellidor la seua ingesta. També hi ha infusions o tes propis de l’estiu, que s’assaborixen molt millor al prendre’ls freds. Així que no hi ha excuses.
Font: http://cursomaquillajeonline.com La majoria de les vegades que se sent la necessitat d’ingerir aliment, tan sols és la necessitat d’ingerir líquid. Portar amb si una botella d’aigua pot fer recordar que, de forma regular, és important ingerir una xicoteta quantitat de líquid. I d’esta manera també es controla la dosi d’aigua que un ingerix en un dia, ja que ho pot observar per la quantitat que queda en la botella. Beure la suficient quantitat d’aigua és important, però excedirse tampoc és aconsellable, ja que pot emmagatzemar-se en les cames, per exemple, produint un edema. Si esta situació té lloc, és recomanable acudir al centre de salut assignat per a una valoració. L’exercici físic ajuda a què l’edema siga menor o no aparega. L’elevació dels membres inferiors, quan un es troba assentat o tombat, també és beneficiós. Hi ha sistemes de compressió que prevé l’aparició d’edema i ajuden al retorn venós que en esta època de l’any es fa més difícil. Però tampoc cal disminuir el seu consum per estes raons, com ja s’ha dit. Beure menys aigua augmenta en esta època de l’any els colps de calor, les desorientacions, el cansament, l’apatia i fluixedat, tots símp-
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tomes d’una deshidratació. El cervell necessita d’una quantitat d’aigua perquè funcione en un ambient favorable per a ell. Els renyons també necessiten de l’aigua per a poder fer el seu treball de filtrat.
Font: http://curiosidades.batanga.com
Font: http://www.abc.es
Font: http://www.eltocadordekhimma.com
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Si beure aigua hidrata per dins, també cal intentar hidratar-se des de fora. Per a això existixen en el mercat una infinitat de productes que hidraten la pell: cremes, gels, mousse, olis. Tots estos productes ens ajudaran a aconseguir una pell més llisa i suau, reduint marques d’envelliment, disminuint la probabilitat d’èczemes i evitant així que la nostra pell absorbisca l’aigua d’altres parts del cos. Aconseguir una pell ben hidratada necessita d’un xicotet esforç diari que aportarà tots estos beneficis de seguida. Açò pot fer-ho un mateix i aprofitar la dutxa per a la hidratació, perquè la pell es troba neta, de manera que l’absorció és millor i més saludable. Abans d’anar a dormir, pot ajudar a conciliar la son, sobretot en les nits més caloroses. I a l’alçar-se pels matins, per a posar a punt la pell per al dia. Alguns dels productes d’hidratació també protegixen contra l’acció dels rajos solars, que de manera més perjudicial, es produïxen a l’estiu. Protegir la pell del sol és convenient durant tot l’any, indistintament de l’època. Però a l’estiu es fa encara més important, sobretot si es té pensat passar diverses hores exposat al sol. Reforçar la protecció durant el període d’exposició és també essencial per a la pell. Cal recordar que la pell té memòria, per tant, any rere any, les radiacions solars s’acumulen i/o emmagatzemen en ella, podent, en els pitjors casos, produir amb el temps malalties. Després de l’aparició d’una taca o engrossiment d’una ja existent, és convenient consultar-ho amb el facultatiu apropiat per a poder arribar a un diagnòstic el més ràpidament possible. Cal vigilar la pell, conéixer-la adequadament per a poder detectar amb rapidesa els canvis no fisiològics que es produïxen en ella. Prendre en excés el sol o no hidratar-se adequadament afavorix l’envelliment de la pell, apareixent més precoçment arrugues i/o taques. D’ací la importància en la hidratació cutània i oral. Si per a la pell és perjudicial el sol, els ulls també es veuen danyats per l’acció del mateix. L’ús de lents amb vidres protectors enfront dels rajos nocius ajudaran a mantindre una bona visió durant més temps. Inclús en
Les estacions més càlides de l’any
Font: http://www.deporteysalud.info les pròpies ulleres de contacte, els vidres poden estar ja tractats perquè els rajos solars no afecten els ulls, sense necessitat, per tant, d’unes ulleres especials per al sol. No totes les ulleres de sol protegixen el mateix. Que el vidre siga fosc no vol dir que estiguen homologats i tractats per a una bona atenció ocular. A més, unes ulleres amb vidres no tractats adequadament pot arribar a intensificar els rajos solars, tal com ho faria una lupa. També l’ús de para-sols, com ara gorres, barrets... beneficien de manera indirecta als ulls, ja que impedixen que els rajos solars incidisquen tan directament sobre la vista, a més de protegir-nos de colps de calor, marejos, fatigues... Protegir el cap ajuda a un millor funcionament del nostre cervell. Però seleccionar un complement per al cap inadequat, pot resultar perjudicial si no es coneixen unes xicotetes directrius.
Les gorres ajuden tan sols a què el sol no done directament en la cara. Però a nivell cranial no ens podem beneficiar, ja que eviten la ventilació i/o transpiració. És, per tant, molt més aconsellable l’ús d’un barret, de palla, i amb xicotets orificis per a facilitar el pas d’aire. D’esta manera es crearà un microclima entre la part superior del barret i el cap, fent que els rajos solars no recaiguen directament sobre el crani i creant una xicoteta corrent d’aire perquè la temperatura no siga excessiva. Per descomptat, evitar les hores de major incisió solar per a estar pel carrer, platges i/o piscines és una bona pràctica. Refugiar-se en les hores de major temperatura en ambients amb una temperatura adequada afavorix que no puguen aparéixer les situacions que la calor propícia (fatiga, cansament, colps de calor...). Si no fóra possible, la hidratació, una roba adequada (neta, còmoda, transpirable, de colors clars...), crema solar, protecció ocular i barret, ajuda, sens dubte, a cuidar-se a l’estiu.
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Alpontinos por el mundo Por Eduardo Ubaghs Carrión Mis primeros recuerdos de Alpuente me llevan a los viernes en que mis padres nos ponían el pijama ya en Valencia para, cuando llegáramos, cenar en el bar Victoria e ir directamente a la cama. Pronto, porque al día siguiente íbamos al monte, generalmente a hacer lo que más me gustaba: buscar fósiles y hacer carreras de caracoles en el banco de enfrente de casa después de comer. Más adelante recuerdo los Arcos y la ruta en bicicleta que hay desde el pueblo. Yo lo recuerdo como una aventura apasionante por el camino de los huertos, cruzando Las Eras y siguiendo el riachuelo hasta merendar allí. Mi madre lo recuerda, probablemente, como otro día en el que llegábamos perdidos a casa. Hace mucho que no paso por allí, pero también recuerdo los baños y las comidas en Arquela. Y, por supuesto, una ruta atemporal: la bajada a la Bomba y la vuelta al castillo, paseos que he repetido un millón de veces. Luego nos hicimos más mayores y pasamos a jugar al fútbol y al frontón. Ésto era sinónimo de estar cada tarde más de cinco horas en el polideportivo, pasando del campo de fútbol a la pista de frontón, con, como mucho, tres o cuatro pausas para beber de la fuente; la fuente de donde sale el mejor agua del mundo. Y tras unos años de ver a los más mayores jugar el campeonato de verano, nos atrevimos a apuntarnos. En el descanso de esos partidos el agua sabía todavía mejor. Pocos años después, el rendimiento deportivo fue bajando porque empezamos a trasnochar en las verbenas. A día de hoy, no he encontrado fiesta en la que me divierta más. Y más o menos por aquel entonces, juntándose con los años de universidad, empecé a llevar a amigos para que conociesen el pueblo. Se convirtió en ese lugar del que hablas con orgullo a todo el mundo, del que cuentas historias que crees insuperables y que describes con tal emoción, que despiertas en la gente el deseo por querer conocerlo. Aun más cuando son extranjeros. Desde los que conocí en Francia en un año de Erasmus, hasta los más recientes en Suiza, donde vivo ahora, cada uno de mis amigos ha escuchado cómo Alpuente es el lugar donde te olvidas del reloj, donde la gente se para con calma para charlar y donde un sábado de verano te puedes quedar sentado en la cuesta de tu casa escuchando como tus vecinos acompañan esa paz con acordeones, guitarras y bandurrias. Alpuente no ha sido sólo deporte, montaña y tranquilidad para mí. Junto a la fotografía, la pintura, la paleontología y otras artes, la música ha formado siempre parte de la agenda cultural de Alpuente. Es en este apartado
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en el que más he podido colaborar, participando en la organización de conciertos y cursos de música clásica durante muchos veranos. Durante dos semanas recibíamos consejos de profesores de nivel internacional y preparábamos un concierto final en el que la Iglesia se llenaba siempre. Si hay algo que convirtió en un éxito esos eventos fue la tremenda acogida de Alpuente y el trato genial que recibieron los alumnos por parte todos sus habitantes. En el restaurante de Marcos, en la piscina, en la escuela... todos los participantes recuerdan con nostalgia aquellos veranos y rememoramos batallitas cuando nos vemos. Hice grandes amigos en esa época. Grandes músicos, grandes compañeros de brisca e improvisados compinches de travesuras. Los años han ido pasando y después de estar un tiempo trabajando en Alemania y Zaragoza, me he establecido por el momento, junto a mi novia en Suiza. A parte de fondue, bancos, chocolate y montañas, es un país con gente muy hospitalaria. Sin duda es distinto a lo que estaba acostumbrado, y lleva un tiempo y varias multas acostumbrarse a sus normas. Pero una vez descubres todo lo que puede ofrecer, te enganchan su naturaleza, su oferta cultural y la puntualidad de sus trenes. Después de compaginar estudios de música y ADE, me he ido especializando en logística, y ahora mismo trabajo planificando la producción de cosméticos anti-envejecimiento. Como compañeros de departamento tengo suizos, alemanes, japoneses, italianos, húngaros y bosnios. Somos sólo tres españoles en la empresa, pero paseando por la ciudad se escucha un montón de español. Es un país muy internacional a pesar de ser muy pequeño, y hay muchísimo que ver y muchas actividades que disfrutar, como esquiar, hacer senderismo, barranquismo, etc. A pesar de estar muy a gusto aquí, son pocos los días que no me acuerdo de Alpuente, sobre todo cuando llega el verano y me doy cuenta que ya no tengo tantos días de vacaciones para estar allí. Junto a mi cama, encima de la mesita de noche, tengo un cuadro que pintó mi abuelo de la Iglesia vista desde la subida al castillo. Encima de la cómoda, una foto con mi hermano de pequeños en el huerto. En el armario la camiseta con el estampado de Alpuente como si fuese una parada de metro de Londres. Es que, cuando estas fuera, tratas de llenar la casa de elementos que te recuerden los lugares que mas te gustan. Para mí uno de ellos es Alpuente y cuento los días hasta poder pasar de nuevo un tiempo con mi familia y amigos.
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La botica de Alpuente Por Alberto Talaya Peñalver
Diferentes hierbas envasadas en tarros de vidrio para su correcta conservación Ya en otros artículos de números anteriores de esta misma revista se ha ensalzado el patrimonio medioambiental del término de Alpuente. Y como no podía ser de otra forma, en éste nuevo también lo vamos a hacer. Nuestros montes y entornos, gracias a una confluencia de rasgos característicos como el clima y la riqueza de nuestros suelos, permite la existencia de multitud de especies botánica que, de forma tradicional, han venido siendo utilizadas desde antaño de forma doméstica para paliar las dolencias que sufrían las personas. Pronto en la historia médica, los primeros practicantes de esta ciencia se percataron de las grandes virtudes que poseían muchas de las plantas que se podían encontrar en campos, valles y montañas. Desde las tribus más primegenias hasta los casi extintos boticarios de pasado, las plantas medicinales se han venido utilizando en nuestros hogares. ¿Quién no se ha tomado nunca una infusión para aliviar una digestión molesta o se ha hecho lavados en los ojos con manzanilla? Incluso ahora, muchos de los medicamentos que podemos encontrar en las farmacias son compuestos purificados de principios activos que se encuentrar en sus hojas, flores y/o raices. No es de extrañar, entonces, que estas hierbas todavían sean de interés entre los humanos, y su uso sea aún cotidiano. No obstante, hay que recordar, como ya se ha hecho con anterioridad, que las plantas medicinales deben tratarse como si fueran un medicamento y que, por tanto, sólo se debe hacer uso de ellas cuanto se tenga total seguridad de sus cualidades y siempre bajo la supervisión de un profesional.
Aunque la revista La Taifa de Alpuente ya cuenta con una sección botánica, con este artículo iniciamos una nueva en la que iremos desentrañando los secretos de algunas de estas plantas que podemos encontrar a lo largo y ancho del término de Alpuente, cuyo uso sea mayor, centrado en sus cualidades como remedio natural para nuestras dolencias.
Ejemplo de ramita, de rabo de gato. Fuente: http://commons.wikimedia.org
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La botica de Alpuente
Detalle de las sumidades floridas. Fuente: http://www.llombera.es/R_rabo_gato.htm Rabo de gato Una de las hierbas de uso más tradicional en Alpuente es el rabo de gato. Esta planta, conocida en el mundo científico como Sideritis angustifolia, es una matilla blanquecina o agrisada, de cepa leñosa, que al brotar echa numerosas ramitas erguidas, con gran cantidad de hojas angostas, agudas y enfrentadas. Las hojitas florales, aquellas en cuyas axilas las flores forman rodajuelas, son anchas y acorazonadas, con dientes en tomo. Estas rodajuelas suelen disponerse separadas a distintos niveles. Las florecitas son de color amarillo de limón. El rabo de gato florece en primavera y parte del verano, generalmente, en mayo y junio. Se cría en collados y laderas de tierra baja, desde los límites de Cataluña y Valencia hasta la serranía de Ronda. Es una especie vegetal con numerosas variedades.
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Aunque su uso está bastante extendido, nada dicen de sus virtudes las autoridades botánicas, ya que su utilización es de reciente empleo. Parece ser una excelente vulneraria (cura llagas y heridas), que se empezó a usar en veterinaria. Según se cree, esta planta empezó a utilizarse en tierras valencianas y pronto prendió a Cataluña; hoy en día raro es no encontrarla en ninguna herboristería. Para usarla como vulneraria, se prepara una infusión con 1 onza (28,35 g) de las sumidades floridas y 1 L de agua hirviendo. Con esta agua se lavan bien las heridas con un poco de algodón o un trapito de lino. La planta ha empezado a utilizarse también para uso interno, como digestiva, contra las inflamaciones intestinales; y como antirreumática.
Fuente: Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Pío Font Quer. Penísula.
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De la amistad al club Por Club Deportivo Cerro Negro de Alpuente
Diferentes hierbas envasadas en tarros de vidrio para su correcta conservación
Empecé a andar. Me dirigí hacia Los Chopos, hacia donde tantas veces había ido corriendo siendo un crío y donde hacía muchos años que no dirigía la mirada. Aceleré y empecé a trotar cuando ví la senda, por el lecho seco hasta los Arcos. Después cambié de dirección y seguí corriendo hasta la fuente nueva, después hacia el Chopo y volví hacia el carrascal. El camino se empezó a endurecer, así que volví a andar, sin pararme. Cuando llegué a la cima decidí girar a la derecha y seguir corriendo hacia la loma, por donde podría bajar de nuevo a las Eras, eso sí, por la senda entre las rocas.
Un club deportivo donde no hay competencias ni rivalidades, un club donde no hay envidias ni comparaciones, un club donde se comparten objetivos y metas. Un club donde la unión más firme es la amistad, un club que, desde el primer momento ha estado formado por mujeres y hombres corredores cuyo único objetivo, sin diferencias, es disfrutar de la montaña y apoyarse en los momentos duros de carrera.
Son muchos años corriendo sin ningún motivo aparente. Simplemente por que crees que es un deporte saludable, porque crees que la mejor manera de mantenerte en forma es tener un hábito constante. Al principio piensas que es un deporte individual, en el que no puedes formar un equipo y disfrutar con tus amigos de tus sensaciones. Pero con el paso del tiempo, estas impresiones cambian. De repente, un dia escuchas que en tu pueblo se va a crear un club de atletismo y te preguntas porqué, si en este deporte cada uno va a la suya, muchos salen a correr, pero por separado. Y al cabo de unos cuantos kilómetros te das cuenta que necesitas compartir tu esfuerzo con alguien, aunque sea en una mesa con una cerveza delante. Ahora entiendes por que hay que hacer un club.
Es el momento de formar el Club Deportivo Cerro Negro de Alpuente. ¿Cuántos kilómetros habremos recorrido antes de ponernos una meta? Ahora la meta está puesta, porque ¿a quién no le ha picado alguna vez el gusanillo del dorsal? Escuchas a componentes del club hablando de las ca-
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rreras en las que han participado con tanta emoción… los nervios de la salida… el sonido repetitivo de las zapatillas golpeando el suelo… el kilometro que te pasa factura… las sensaciones encontradas durante el recorrido… los ánimos de tu gente que te empujan… las caras de satisfacción de los finishers en cualquier carrera, sea la distancia que sea. Entonces ese gusanillo entra en tu cuerpo y se convierte en una necesidad de ponerte un dorsal. Yo quiero sentir todas esas sensaciones dentro de mi. Y empiezas a lo que nosotros llamamos entrenar, que no es más que disfrutar de la compañía de tus amigos preparando una carrera. El día de la carrera estás nervioso, estás en el cajón de salida con tus compañeros del Club, hablando de manera precipitada de la cena del dia anterior, de lo bien o mal que van tus zapatillas, que si tú vas en manga corta, que si yo voy con mallas largas. ¡Qué conversaciones tan profundas!
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Al final te das cuenta que hay un buen grupete, todos con la misma camiseta con el nombre de tu pueblo serigrafiado. C.D. CERRO NEGRO ALPUENTE. Entonces te das cuenta cual es la razón más importante que te empuja a colocarte un dorsal y empezar a correr. Quieres ver tu nombre y el de tu pueblo en una clasificación. Sabes que no vas a ganar… eso es cosa de otros corredores, pero eso no evita que en el momento de la salida pongas todas tus ganas en este proyecto. Todos los nervios desaparecen y tus piernas empiezan a moverse, un paso detrás de otro y cuando te quieres dar cuenta estás corriendo, algo tan sencillo como andar, pero con esa sensación de despegar tus dos pies del suelo. Algunos lo comparan con volar. Y después de eso, lo único que te importa es acabar, cruzar esa meta que hace meses te propusiste. El resultado es lo de menos, porque te cueste lo que te cueste, cuando llegues al final, tus familiares y amigos, tus compañeros del club estarán esperandote, para darte el último grito de ánimo antes de cruzar la línea.
De la amistad al club
En ese momento tu cuerpo se siente satisfecho, tu mente se relaja, y en tus ojos aparecen unas finas lágrimas de satisfacción y entonces buscas una cara amiga, alguien con quien descargar en un fuerte abrazo toda la adrenalina y los nervios generados en los últimos días.
para disfrutar y que tantos corredores disfruten durante al menos un día de nuestros caminos y sendas, de nuestras montañas, de nuestra pasión. Trail que nos ha venido heredado de un loco del running que llegó a nuestro pueblo y se enamoró nada más verlo.
El objetivo está cumplido, y estamos todos allí, otra vez comentando las sensaciones, los buenos y los malos momentos, los tiempos, las clasificaciones... y sin darnos cuenta estamos planeando la siguiente carrera.
Año tras año, intentamos mejorarla y acercarla un poco más a los vecinos de Alpuente, que demuestran con su voluntariedad que quieren poner en las agendas de los corredores de todo el país el nombre de Alpuente y la fecha de su carrera por montaña.
Han pasado ya tres años, con algunos miembros más y otros que temporalmente están lejos. Seguimos con las camisetas verdes difundiendo el nombre de Alpuente por todo el país, seguimos corriendo, unos en mejor forma física y otros intentando mejorar, pero todos con las ganas de ayudar, de colaborar, de promover buenas iniciativas y ayudar a quienes las tienen. Por esto surgió la idea de meternos de lleno en la organización de la Trail de Alpuente, de manera altruista,
Esto se consigue edición tras edición dando el aliento y el calor a todos los participantes de este reto. Nos emociona escuchar las palabras de agradecimiento de todos los participantes y es lo que nos da fuerzas para continuar organizando este evento, que no sería posible sin la colaboración de tantos y tantos voluntarios que, compartiendo o no nuestra afición, se vuelcan con la organización de la Trail de Alpuente y con todos los corredores.
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El llantar de Alpuente: Olla churra Por María Ángeles Peñalver Ferrer
Ejemplo de olla churra. Fuente: http://safradebri.blogspot.com.es/2013/09/olla-churra-villar-del-arzobispo.html La comarca de Los Serranos -y por ende el municipio de Alpuente-, posee una gastronomía común a las zonas del interior, recia y poderosa, como corresponde a un clima y terreno duros. La olla es uno de los platos presentes en la mayoría de municipios de la comarca, variando los ingredientes en función de la estación del año y de los productos locales que se emplean en su elaboración: “olla churra”, “olla de pueblo”, “olla de pencas”. Debido a la mescolanza de culturas que habitaron nuestro territorio en tiempos pretéritos, la olla es un planto que admite diferentes variantes. Así, la olla cristiana es la que encierra tajadas de cerdo y embutido, y la morisca aquella que contiene carne de cordero. De todos modos, no sería extraño que en pueblos originalmente moriscos, algunos herejes decidieran añadir cerdo para alegrar la que debía ser comida festiva. La olla churra -u olla xurra- es un plato de la zona que se confecciona con productos típicos de interior, como verduras y diferentes carnes de ganado. A continuación os mostramos una forma, simple y sencilla, de preparar este suculento plato.
poco de pimentón. Cuando hayan transcurrido las primeras dos horas de cocción, se añade a la olla las patatas troceadas, la morcilla, la carne de cordero, el tocino, las acelgas y el sofrito. Se mantiene la cocción a fuego suave hasta que las patatas estén cocidas y evitando que se deshagas. Por último, se corrige la sal y se sirve.
Ingredientes (para 4 personas) 400 g de alubias blancas. 1 manojo de pencas. Acelgas. 5 patatas. 200 g de carne de cordero. Un trozo de mano de cerdo. 1 corbet (vértebra de cerdo). 1 morcilla de pan. 2 dientes de ajo. Pimentón. Aceite de oliva. Sal.
Elaboración Se cortan las pencas en pedazos y se introducen en una olla con agua, junto con las alubias, el tocino, el corbet y la mano de cerdo. A continuación se lleva el conjunto a ebullición y se deja cocer a fuego lento durante dos horas. A parte, se pelan y trocean las patatas, y se pican los ajos muy finos. En una sartén con un chorrito de aceite caliente, se prepara un sofrito con los ajos picados y un
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Fuente: GUÍAS GASTRONÓMINCAS DE LA COMUNITAT VALENCIANA. El Camp de Túria – Los Serranos. http://mural.uv.es/vicbamon/tradicionesyfestividades.html
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El rincón del niño Fuente: http://www.conmishijos.com/
Adivinanza
Fábula de Esopo: la hormiga y el escarabajos.
Blanca por dentro, verde por fuera, si quieres que te lo diga, espera. Solución:
Llegado el verano, una hormiga que rondaba por el campo recogía los granos de trigo y cebada, guardándolos para alimentarse durante el invierno. La vio un escarabajo y se asombró de verla tan ocupada en una época en que todos los animales, descuidando sus trabajos, se abandonan a la buena vida. Nada respondió la hormiga por el momento; pero más tarde, cuando llegó el invierno y la lluvia deshacía las boñigas, el escarabajo hambriento fue a pedirle a la hormiga una limosna de comida. Entonces sí respondió la hormiga:
La pera
Chiste Pregunta el profesor: Dígame jovencito, ¿Cuántos huesos tiene el cuerpo humano? ¡Doscientos ocho, profesor! No, son doscientos siete. Es que acabo de tragarme uno de ciruela.
Mira escarabajo, si hubieras trabajado en la época en que yo lo hacía y tú te burlabas de mí, ahora no te faltaría el alimento. Moraleja: cuando te queden excedentes de lo que recibes con tu trabajo, guarda una porción para cuando vengan los tiempos de escasez.
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Himno de Alpuente Himno de Alpuente En la ruta de Valencia al Norte, siguiendo tierras arriba, hay una extensa comarca cuyo nombre es la Serranía. Eres, Alpuente, mi tierra, cuna de humildes pastores, de sabios nobles y santos, y curtidos labradores. Canta a tu pueblo alpontino, canta a tu tierra natal un himno que sabe a gloria, brindis de amor y de paz. Pueblo de brillaste historia, la de Alpuente así lo es; la escribieron grandes hombres al poner aquí sus pies. Si en España del trigo se perdiera la simiente, la vendríamos a encontrar en estas hoyas de Alpuente. Son tus gentes laboriosas, de buen trato y de nobleza, y tus aldeas proclaman, con la Villa, tu grandeza.
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Canta a tu pueblo alpontino, canta a tu tierra natal un himno que sabe a gloria, brindis de amor y de paz. Alpuente, moro y cristiano, es romano y medieval; con castillo, murallas, Iglesia y casa Consistorial. Fue Jaime rey de Aragón, con valor y diligencia, el que conquistara Alpuente a su paso hacia Valencia. Recuerdo imperecedero es que este rey nos dejó; la casa donde habitara y donde Cortes celebró. Canta a tu pueblo alpontino, canta a tu tierra natal un himno que sabe a gloria, brindis de amor y de paz. El grito de ¡Viva Alpuente!, llévalo en tu corazón, con la fe puesta en la Madre ¡Virgen de Consolación! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva Alpuente!
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Ficha de inscripción Hazte Socio Por sólo 12 € al año contribuirás a la labor de la asociación para con Alpuente y su municipio. Rellena y envía este formulario por correo ordinario, junto con una copia del justificante de ingreso de la cuota, a: Asociación Cultural Amigos de Alpuente. Avenida José Antonio, 93. 46178. Alpuente. O a nuestro e-mail: amigosdealpuente@gmail.com FICHA DE INSCRIPCIÓN Nombre y apellidos: Domicilio habitual: Población: Código Postal: E-mail: Teléfono fijo: Teléfono móvil: Domicilio en Alpuente: FORMA DE PAGO DE LA CUOTA ANUAL: La primera y las siguientes cuotas anuales se harán efectivas en metálico, con recibo, durante los meses de julio y agosto, en Alpuente, en la oficina de turismo, o mediante ingreso o transferencia, indicando nombre y concepto, al número decuenta de la asociación: ES87 2038 6152 7430 0003 4713 El alta de socio se hará efectiva tras recibir, por parte de la Asociación Cultural Amigos de Alpuente, la ficha de inscripción y la primera cuota anual. En cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de Protección de datos, le informamos que autoriza a que los datos solicitados pasen a formar parte de los ficheros de la Asociación Cultural Amigos de Alpuente, con la finalidad de gestionar su participación y ofrecerle información de nuestras actividades como asociación, por correo ordinario, electrónico o mediante envío de SMS. Podrá ejercer drecho de acceso, cancelación rectificación y oposición al tratamiento de la información que le concierne. Si no desea ser informado de nuestras actividades, marque esta casilla
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