Revista Rosa+Cruz Nº. 72 - Verano 2011

Page 1



Nº 72

V ERANO 2011

ROSACRUZ REVISTA TRADICIONAL DE LA ANTIGUA Y MÍSTICA ORDEN DE LA ROSA-CRUZ Esta revista trimestral se publica por la Gran Logia española de la Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz, conocida mundialmente bajo las siglas de “AMORC”. En todos los países en los que puede ejercer sus actividades libremente, está reconocida como una Orden Tradicional e iniciática que, desde hace siglos, perpetúa de forma oral y escrita el conocimiento que le han transmitido los sabios del antiguo Egipto, los filósofos de la Grecia antigua, los alquimistas de la Edad Media, los esclarecidos pensadores del Renacimiento, y los más eminentes espiritualistas de la época moderna. La Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz, que también se denomina “Orden de la Rosa-Cruz AMORC”, no es una religión, ni un movimiento político. Y tampoco es una secta. De acuerdo con su divisa “La mayor tolerancia dentro de la más estricta independencia”, no impone ningún dogma, pero propone sus enseñanzas a todos aquellos que se interesan por todo lo que el misticismo, la filosofía, la religión, la ciencia y el arte, pueden ofrecer a la humanidad para su regeneración física, mental y espiritual. La AMORC es la única entre todas las organizaciones filosóficas y místicas que tiene el derecho de utilizar la Rosa-Cruz como símbolo. En este símbolo no hay ninguna connotación religiosa, la cruz representa el cuerpo del hombre y la rosa la evolución progresiva de su alma. Publicación trimestral Dirección: Irene Regidor Diseño y maquetación: Gran Logia de España Salvo mención especial, los artículos en esta revista no representan el pensamiento oficial de la AMORC, sino únicamente el de sus autores.

NUESTRA PORTADA: La Alcazaba de Málaga

ANTIGUA Y MÍSTICA ORDEN ROSAE CRUCIS Flor de la Viola, 16. Urbanización “El Farell” 08140 CALDES DE MONTBUI (Barcelona) Teléfono: 938 655 522/ Fax: 938 655 524 e-mail: amorcgle@amorc.es

www.amorc.es

Impresión: Publidisa Depósito Legal: B-40599-1997 Impreso en España


orden rosacruz amorc

Suma rio E l Maest ro Interno ............................................................................................................................... 3 por el Dr. H. Spencer Lewis La Liber t ad Como Fundamento De l Ser ........................................................................... 12 por Carlos Seijas E l Genio Y La Inspir ación En W agner ............................................................................ 21 por Bernard Cousin Má l aga, E l Pa r aiso De Un Reino ........................................................................................... 30 por José Manuel García Marín Oro, Pl a t a Y Pl omo ............................................................................................................................ 41 por Joel Disher Dedicado A La Orden Rosacruz AMORC ........................................................................ 46 por Neus Fontanals

2


nos complacemos en esta ocasión en traer hasta ellos uno de sus vivificantes mensajes.

Tanto se ha escrito acerca de la dualidad del hombre y de la división de su consciencia en dos campos o modos de expresión –el ser interno y el ser externo– que muchos investigadores bien cualificados en la materia se encuentran perplejos ante los numerosos términos que emplean algunos escritores y profesores. Asumiendo por el momento que la consciencia del hombre es dual en su expresión y que hay evidencia de que existe una profunda consciencia llamada ser interno, distinto al ser externo que se expresa materialmente, encontramos que a menudo

algunas autoridades personifican esta consciencia interna y, generalmente, se refieren a ella llamándola el Maestro Interno. Sin embargo, hay otras expresiones descriptivas y populares como: la Voz Interior, Conciencia, el Yo Subliminal, el Yo Divino, Consciencia de Cristo, el Yo Subjetivo, el Ego, el Yo Espiritual, etc. Esta terminología presenta un claro intento de crear un ente separado del aspecto interno de la consciencia, en vez de observarlo como una de las fases de la consciencia del hombre. A través de esta terminología hay también un intento definido de insinuar que esta especial y casi aislada consciencia interna es una forma divina, espiritual o subliminal de la personalidad, completamente dis-

3

V ERANO 2011

Como muchos miembros nuevos de esta Gran Logia no han tenido acceso a los inspiradores escritos de H. Spencer Lewis, primer Imperator del ciclo actual de la AMORC,


orden rosacruz amorc

tinta en su naturaleza esencial del llamado ser externo. Por la ley de los opuestos, se debería clasificar al ser externo de materialista, terrenal, mundano y mortal. El énfasis que se da a la naturaleza espiritual o divina del ser interno, implica que el ser externo está en gran desventaja en lo que se refiere a las cualidades que producen la bondad y la evolución más elevada del individuo.

El alma en el hombre No es de sorprender que esta antigua creencia concerniente a la dualidad de la consciencia del hombre y a la naturaleza espiritual de una fase de ésta, haya encontrado su camino en las doctrinas y en los postulados fundamentales de varias religiones antiguas y modernas. Se ha afirmado que la creencia en la existencia del alma, o sea, en una esencia espiritual de naturaleza intangible, precedió a la creencia en la dualidad de la consciencia. Supuestamente, para explicar las funciones del alma como una evidencia de la existencia de ésta, se desarro-

4

lló la idea de una personalidad secundaria o de una segunda forma de consciencia. En otras palabras, algunas escuelas de pensamiento han afirmado que mientras la idea del alma fue aceptada desde un punto de vista puramente religioso o teológico, el argumento general en contra de su aceptación como un hecho fue que esta alma no daba ninguna evidencia de sí misma y, por lo tanto, se trataba de una suposición puramente teórica o hipotética. Sin embargo, si existía cierta evidencia de una dualidad de la consciencia del hombre, notada incluso por los pensadores más antiguos en los campos psicológicos o religiosos, era fácil suponer que las manifestaciones del llamado ser secundario son las mismas del alma, porque ésta y aquél son idénticos.


Contemplando al alma En muchos de los antiguos credos y doctrinas religiosas, el alma humana fue aceptada como un hecho establecido. Algunas de las ceremonias místicas o religiosas más antiguas intentaron dramatizar esta idea dándole demasiado énfasis. Las ceremonias especiales celebradas en el momento del nacimiento y, más especialmente, en el momento de la llamada muerte, se centraban en la idea de que el hombre era dual, y que el gran cambio llamado ahora “transición” se refería únicamente al ser externo, dejando al alma como una especie de yo interno incólume, inalterable y con libertad de remanifestarse en cualquier cuerpo aquí en la Tierra en un futuro cercano o en un reino espiritual en algún momento del futuro lejano. El origen de la costumbre de momificar los cuerpos, por ejemplo, fue un intento doctrinal para proporcionar un cuerpo material, adecuado y familiar, para el regreso del alma al recinto que previamente había ocupado. En varios lugares y en diferentes épocas se establecieron otros métodos como manera de esperar el regreso del alma, a la

5

V ERANO 2011

En oposición a esto estaba la escuela de pensamiento que sostenía que el ser secundario era simplemente una fase de la consciencia o de la personalidad humana, la cual era en sí misma un atributo puramente terrenal y mortal de todas las cosas vivientes y mundanas, y que las manifestaciones de esta parte secundaria de la consciencia humana deberían ser estudiadas desde un punto de vista puramente psicológico y no religioso. Otras escuelas de pensamiento sostuvieron que no había evidencia de la existencia del alma en el hombre, que todo lo denominado como emociones espirituales y misteriosas, así como las fases de la consciencia, eran solamente un resultado del mecanismo de la consciencia humana, y que el hombre era, después de todo, un ser consciente de una naturaleza totalmente material, sin evidencia de ninguna espiritualidad.


orden rosacruz amorc

que se consideraba como una parte definida y separada de la expresión humana sobre la Tierra. A medida que las antiguas religiones fueron modificándose gradualmente, se destacó cada vez más el concepto de que el alma se separa del cuerpo y continúa viviendo después de la muerte, mientras que la idea de que el cuerpo físico sería ocupado de nuevo por la misma alma fue abandonada y rechazada lentamente por considerarla carente de interés. Incuestionablemente, los sentimientos y las emociones del hombre fueron un factor determinante en la evolución de estas doctrinas, pues cuando comenzó a considerar que su cuerpo envejecido, deteriorado y de apariencia desagradable no era un vehículo deseable para una vida continua, le resultó intrascendente la idea de que el alma volviera a ocuparlo en vez de tomar uno nuevo, magnético y más atractivo.

6

La debilidad emocional da del de hombre –llamada también m vanidad– que da va origen a que un or ser se humano desee se causar buena impresión, ser admirado por su aspecto y sentirse superior a los demás por su apariencia, le condujo igualmente a la idea de que después de la transición el alma debería adquirir la forma de un cuerpo espiritual que tendría que ser espléndido en su gloria, angelical y divinamente superior a cualquier forma terrenal. Este concepto atrajo fuertemente las emociones humanas y fue el responsable de que se rechazara la idea de que el alma volvería a ocupar el viejo, arrugado, consumido y enfermo cuerpo del cual se había liberado.

La reencarnación Después apareció la idea, largamente acariciada por los antiguos pensadores y filósofos, de que el hombre podría vivir otra vez sobre la Tierra para completar su fama terrenal y continuar disfrutando de los frutos de sus proezas mundanas.


V ERANO 2011

El concepto de la encarnación del alma siempre ha ejercido una atracción fascinante para quienes opinan que una corta vida es insuficiente para que el hombre pueda consumar los deseos de su corazón o alcanzar el desarrollo necesario para dar cumplimiento al propósito divino para el cuál fue creada su vida en la Tierra. Pero mientras estos pensamientos y creencias sobre el futuro estado de la existencia del alma no pasaron a través de los muchos cambios mencionados anteriormente, la doctrina de la reencarnación no llegó a ser aceptada como una probabilidad lógica, como lo fue cuando el hombre aceptó finalmente la idea de que el alma no volvería al mismo cuerpo, sino que encarnaría en uno nuevo y superior. En este punto de su razonamiento, el hombre comprendió que había dos posibilidades entre las que podía escoger su creencia doctrinal: el alma revestida de un cuerpo espiritual para vivir eternamente en un reino igualmente espiritual, o por el contrario integrada en un nuevo cuerpo material para empezar, nuevamente como un infante, otra vida terrenal. Fue así como se establecieron dos escuelas de pensamiento que son fundamentalmente las que representan los credos

religiosos de la mayor parte de la población del mundo actual. El cristianismo ha adoptado la creencia de que el estado futuro del hombre será en un reino totalmente espiritual, y muchas otras religiones comparten esta idea. Los místicos de las escuelas religiosas originales, sin embargo, se adhieren a la creencia de la reencarnación y aunque los detalles de esta doctrina varían en las diferentes religiones orientales, el concepto de la reencarnación terrenal es quizás más aceptado universalmente que el de una vida futura en un reino

7


orden rosacruz amorc

El cristianismo evade la pregunta

espiritual absolutamente desconocido y trascendente. En la religión cristiana y en algunas otras, no se emplean los términos místicos Ser Interno, Ser Subliminal, Ser Secundario ni Maestro Interno. Se considera que el alma es una especie de Consciencia Divina completamente disociada de cualquier forma de consciencia mundana, y de ninguna manera se la ve como una fase secundaria o subjetiva de ésta. En otras palabras, estas religiones consideran que el hombre es dual, pero solamente en el sentido de que tiene un cuerpo y un alma, no porque su consciencia es dual y el cuerpo es solo es una parte transitoria e insignificante de su verdadero ser.

8

Durante los siglos pasados el cristianismo evitó cuidadosamente prestar alguna consideración a la posibilidad de que el alma esté consciente después de la transición o de que posea una especie de consciencia inmortal activa en su estado futuro, como la tiene mientras se encuentra dentro del cuerpo humano. El espiritualismo ha intentado suplir esta deficiencia de las doctrinas cristianas, no solo afirmando que el alma es un ente consciente en todo tiempo, sino que después de su separación del cuerpo humano esta consciencia divina puede manifestarse a través de una comunicación inteligente, en la misma forma que lo hacía cuando se encontraba dentro de aquél. Sin embargo, hay otras doctrinas religiosas, que no son esencialmente cristianas pero que tampoco son hostiles a los fundamentos del cristianismo, que no consideran la conscien-


V ERANO 2011

cia interna como una consciencia mística que dirige la mente del hombre e ilumina su inteligencia en un sentido subliminal. Entre los movimientos religiosos cristianos está el de los cuáqueros o, más correctamente, la “Sociedad de los Amigos”, que llega a un entendimiento místico más cercano acerca del Ser Interno y de su función en nuestras vidas. Desde el punto de vista místico, es muy significativa la creencia esencial que tienen los cuáqueros acerca de la posibilidad de que exista una comunión inmediata y casi continua entre Dios y el hombre. Ellos sostienen que hay una afinidad entre el ser externo y el Ser Interno, y entre este último y Dios, que constituye una condición que supera todo lo que puede expresarse con palabras o con pensamientos mundanos. Consideran que el funcionamiento de la consciencia interna es como una especie de Luz Interior por medio de la cual la vida de los hombres y de las mujeres está guiada de una manera definida. Las definiciones exactas de los credos doctrinales de otras denominaciones cristianas no tienen valor para ellos debido a

la tendencia que aquellas tienen de considerarlas de forma literal, en lugar de tomar en cuenta su esencia. Naturalmente, para los cuáqueros las experiencias divinas son más importantes que la simple comprensión intelectual de las doctrinas teológicas. Es de notar, sin embargo, que la creencia de que en cada hombre hay una Luz Interior que lo guía, corresponde al concepto místico de la existencia de un Maestro Interno, es decir, de una personalidad secundaria que es Divina en su esencia, omnipotente en su sabiduría y que es inmortal. Otras religiones pueden llamar “conciencia” a este Ser Interno cuyo funcionamiento es como una voz orientadora o inspiradora, pero nunca llegará a

9


orden rosacruz amorc

ser para ellas lo que representa para los místicos o, más específicamente, para los rosacruces. El propósito de los estudios rosacruces, que incluye la práctica de sus principios, es dar mayor libertad a este Ser Interno para que se exprese, así como también disciplinar al ser externo para que conceda mayor crédito a lo que aquél le inspira. Al mismo tiempo, se propone romper el complejo de superioridad del ser externo con sus falsas creencias en la integridad y seriedad de las impresiones y de los razonamientos mundanos. Los estudiantes de misticismo comenten un error común que consiste en pensar que el propósito de los estudios místicos y su práctica es despertar La Voz Interior de la consciencia o vivificar las actividades del Maestro Interno hasta el punto de que sus funciones dominen al ser externo con su poder y sus métodos superiores. Este razonamiento conduce al concepto erróneo de que existe una continua competencia entre el Ser Interno y el ser externo para controlar nuestra conducta en la vida. Procediendo de esta manera, para lograr una verdadera maestría los

10

estudiantes mal informados luchan vanamente por asegurar el poder externo, objetivo y mundano de su consciencia mundana y objetiva, mientras esperan y rezan para que una fuerza creciente del Ser Interno domine al ser externo en aquellas ocasiones en las que aquél crea necesario ejercer su dominio sobre la conducta y el pensamiento del individuo. Mediante este método se obtiene poco o ningún éxito para lograr la maestría. La única forma de lograr un verdadero progreso en la consecución de la misma es que el ser externo empiece a doblegar su posición arbitraria en la vida y, voluntariamente, se rinda al Ser Interno para que guíe completamente su vida. No es cierto que la perfecta actitud consista en esclavizar el ser externo al Ser Interno, o dicho de otra forma, considerar las dos formas de consciencia como si fueran el amo y el esclavo. El término Maestro Interno es quizás el responsable de esta idea. El ser externo no es nunca esclavo de ninguna fuerza interna o externa. Sin embargo, debería ser obligado a asumir una posición relativa y apropiada con respecto a la dualidad de la consciencia del hombre. Durante


A través de la orientación del ser interno y de sus atinados mensajes, de sus impulsos inspiradores y de sus susurros de advertencia y prevención, podemos guiar correctamente nuestra vida, enfrentándonos a los problemas de ésta con una fuerza superior de entendimiento, superando los obstáculos con inquebrantable resolución, para lograr así nuestras metas y deseos a través de una correcta dirección.

Para los místicos, por lo tanto, el triángulo es el símbolo verdadero de la Gran Trinidad: Dios, el alma y el hombre externo. Cuando los tres se encuentran en perfecta armonía y viven en cooperación y en perfecto entendimiento, el ser humano posee un gran poder, una guía, una fuente de información e instrucción superiores a todos los métodos mundanos y terrenales que tratan de conseguir la felicidad, la satisfacción y la Paz Profunda.

Por añadidura, los místicos comprenden que, a través del humilde y afable entonamiento del ser externo con el Ser Interno, de la comunión directa con Dios, de la íntima compañía con el Padre de todo lo creado y de la comprensión de los principios divinos, todo se hace posible.

11

V ERANO 2011

la niñez y en todas las fases normales del funcionamiento psicológico de la vida, el Ser Interno es la fuerza conductora, el factor orientador y el indiscutible autócrata de la personalidad humana. De hecho, es la base misma de la personalidad e individualidad, y el ser externo debe ser su voluntario y feliz servidor.


orden rosacruz amorc

*Debido a su extensión, publicaremos el ensayo que sigue a continuación en éste y en sucesivos números de la revista.

“Wem Zeit ist wie Ewigkeit Und Ewigkeit wie Zeit Der ist befreit von allem Streit“2 Jakob Böhme. Aurora, II, 12

Jakob Boehme nació en Gorlizt, Alemania, en 1575, como hijo de un labriego y fue pastor y zapatero. Se casó en Gorlitz y tuvo cuatro hijos. Aunque había tenido una pobre educación, había estudiado a fondo la Biblia, las

obras de Paracelso y los tratados místicos de K. Schwenkfeld y V. Rigel. Hacia 1613 dejó su oficio y se dedicó al comercio de lanas. Desde muy joven se proclamaba un visionario. Decía haber visto al Ser de todos los Seres, la Raíz de todo y el Abismo. También el nacimiento de la Santísima Trinidad y el origen y estado primario del mundo y de todas las criaturas. Había visto los tres mundos: el Divino o mundo angélico; el mundo oscuro, origen de la naturaleza y el mundo externo. Durante esta época tuvo estas visiones internas que decía se abrían dentro de él como una planta que creciera de pronto. Se decía instrumento de Dios, con el que Él hacía lo que quería. Pero desde que en 1612 apareció

l t d d id M í t S i ti en Mét d Carlos Seijas es Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de M Madrid, Magíster Scientis Métodos Matemáticos Aplicados a las Ciencias Sociales por la Universidad de Costa Rica, y Psicólogo por la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Investigador asociado del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia de la Universidad de Viena y del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociales de la Universidad Santa María la Antigua en Panamá. Miembro de la Asociación Guatemalteca de Filosofía. 2 Aquél para el que el tiempo es como la eternidad y la eternidad como el tiempo, está liberado de todo combate. 1

12


El pastor Gregorius Richter, primado eclesiástico de Görlitz, prohibió a Böhme escribir so pena de destierro. Böhme obedece durante 5 años, y vuelve a tomar la pluma en 1619 no soltándola hasta su muerte 5 años después, haciéndose en ese lapso con discípulos y acrecentándose su fama en Alemania. Sus libros eran publicados de forma clandestina por sus amigos. Cuando Richter lo acusó de herejía, y lo expulsa de la ciudad, Böhme ya tenía seguidores y aliados entre los magistrados municipales. Acató la orden no sin antes defenderse de los cargos.

sentirse s ofendido. Pero todo este P proceso solo p c consiguió aumentar e número de sus el a admiradores. Al igual ig que el Maestro Eckhart, E tres siglos antes, murió poco a después de h haber d é d b sido procesado por la inquisición, aunque falleció sin conocer el veredicto en que se le acusaba de afirmaciones heréticas. Jakob Böhme murió el mismo año de 1624, a la vuelta de su viaje a Dresde. Probablemente Böhme haya sido el primero en los tiempos modernos en tener la intuición de lo que los románticos llamaron el lado nocturno de la naturaleza (die Nachtseite der Natur), el carácter demónico de la vida, en el sentido en que usan esta palabra autores como Goethe o R. Otto. Persona de escasa formación, de su honda melancolía, de sus experiencias espirituales, brotó,

En 1624 fue llamado a Dresde para defender sus ideas ante la Alta Corte Consistorial, pues el clero luterano parecía Por especular entiende Böhme la capacidad que tiene la inteligencia humana de ahondar en el misterio de Dios, reflejando su Sabiduría, su Imagen eterna. Pero algunos interpretan esta especulación como una mera psicología esotérica (así Feuerbach en su Historia de la filosofía moderna), cuando no como simple disparate (el caso de Freud, cuando compara algunas odas de Lichtenberg con los escritos del teósofo, diciendo que el autor pone el texto y el lector el sentido. Ver su obra sobre El chiste y su relación con el inconsciente, concretamente en la página 83 de la edición alemana –Studienausgabe).

3

13

V ERANO 2011

su primera obra Aurora subtitulada “la raíz o madre de la verdadera filosofía, astrología y teología o descripción de la naturaleza”, la Inquisición lo obligó a permanecer en silencio, hasta que en 1618 empezó su gran período de producción, animado por numerosos círculos que habían leído su primera obra.


orden rosacruz amorc

asistida de algunas lecturas y de conversaciones con discípulos más cultos, una obra prodigiosa y sorprendente, desafío para la razón y referencia ineludible de toda mística que se quiera especulativa3. La mayor parte de sus obras tratan de su Teosofía en una atormentada oscuridad. Dios, como el Ser de todos los Seres, no es ni el bien ni el mal, sino la fuente de ambos. Reconcilió su experiencia mística con la teología cristiana, diciendo que el Último se conoce a sí mismo en su Hijo y se expresa a sí mismo en el espíritu. La Divinidad tiene dos voluntades, amor y cólera, una buena y otra demoníaca. De esta forma nos vemos envueltos en el conflicto entre lo bueno y lo demoníaco, el amor sobre la cólera. En la unidad de Cristo el alma conquistará la tierra y volverá a llevar a los ángeles caídos a la ciudad celestial. Insistía en que él no era panteísta, aunque a veces pudiera parecerlo: “Yo no

digo que la naturaleza sea Dios. Él es todo y comunica su poder a toda su obra”. Böhme tuvo una gran influencia en los filósofos alemanes y él mismo estuvo muy influido por el Maestro Eckhart, que vivió en Colonia y Erfurt a finales del siglo XIII y principios del XIV. Su influencia se vio en pensadores tan diversos como Isaac Newton, William Blake, Baader, Spinoza y sus tesis y antítesis influyeron en el pensamiento dialéctico de Hegel, quien lo consideraba el primer filósofo auténticamente alemán. Su obra es difícil de leer, pues a veces tiene un estilo oscuro y de aparente falta de conexión sistemática, a pesar de lo cual influyó sobre grupos religiosos y místicos alemanes, ingleses y holandeses. Comenzamos nuestra exposición intentando, a modo de introducción, una síntesis de algunos de los aspectos más relevantes de la filosofía de Jakob Böhme, esbozando los

Término que hace referencia a la una visión de la realidad que comprende lo divino (theos), lo humano (anthropos) y lo cósmico (kosmos). Panikkar, Raimon. El mundanal silencio, Martínez Roca, Barcelona 1999, 26. Han leído a Jakob Böhme, entre otros, Milton y de Bengel, Comenius y Fludd, Gichtel y Leibniz, Henri Moore y Friedrich Oetinger, Hamann y Blake, los Cuáqueros y los Martinistas, los Filadelfianos e incluso los Francmasones. Sin olvidar la influencia, más o menos directa en los románticos y el idealismo alemán, así como en Schopenhauer: Novalis (a través de Fichte), Tieck, Friedrich Schlegel, Goethe, Fichte, Schelling, Hegel, Franz von Baader, Rothe, Krause, Corner. Así como la influencia en autores rusos, como subraya Berdiaeff. Pero también la recepción en Francia, que tuvo gran importancia curiosamente para el retorno de Jakob Böhme a Alemania: Saint-Martín, el Filósofo desconocido. El último Schelling sobre todo ha leído íntegramente a Jakob Böhme. Y esto se percibe en su filosofía de la libertad. Cuando Böhme introduce la libertad en el fondo del ser y coloca allí también lo irracional, está influyendo en Schelling y ayudándole a oponerse al panlogismo hegeliano.

4

5

14


Al tratarse de un autor difícil, que no se preocupa en exceso por fijar su terminología -más simbólica que conceptual-, poco y casi siempre mal traducido, deseo contribuir modestamente a destacar su importancia: grande en la filosofía moderna alemana y considerable también en muchos movimientos y pensadores más o menos espirituales5. “Grandísimo hereje”, como me decía hace muchos años en Viena entre enormes carcajadas un viejo amigo mío, a menudo ha sido mal interpretado y deformado. Afortunadamente existen libros como el de Alexandre Koyré, citado luego, que nos son de gran ayuda. De justicia es decir lo mucho que debo a tales estudios.

Existe un verso del TaoTe-Ching donde Lao-Tsé afirma que “todos los seres llevan a espaldas la sombra y en brazos la luz”6. En los brazos y en los ojos, cabría añadir, si bien los ojos tampoco saben ocultar aviesas intenciones. Y todos, tal vez, cargamos con un peso de sombras, fardo que acaso nos pertenezca o que hagamos nuestro. Lo importante es la andadura. Y la esperanza de llegar al descanso, o al menos la confianza en que el camino que se hace merece la pena. Buen acompañante nos parece el místico zapatero Jakob Böhme, hombre esclarecido y buscador incansable7.

XLII En la mayoría de citas dependo de Alexander Koyré y su inmensa erudición. Están confrontadas con la edición de Gichtel de 1730, edición facsímil a cargo de Will-Erich Peuckert, Fr. Fommanns Verlag, Stuttgart, 1961, en 11 volúmenes de preciosa letra gótica. Indico a continuación, omitiendo el título alemán excepto al final, algunas de las principales obras de Böhme: Aurora (1612), De Tribus Principiis (1619), De Triplici Vita Hominis (1620), Psychologia Vera (1620), De Signatura Rerum (1621), De Electione Gratiae (1623), Mysterium Magnum (1623), De Testamentis Christi (1624). En 1624, el año de su muerte, se imprimió en Görlitz la obra Weg zu Christo [El camino hacia Cristo], pequeño libro donde Böhme agrupó tres opúsculos místicos: Von wahrer Busse [De la verdadera penitencia], Von wahrer Gelassenheit [Del auténtico desasimiento] y Vomübersinnlichen Leben [Acerca de la vida suprasensible]. En opinión de Koyré, en toda la literatura mística alemana hay pocas obras tan sinceras, tan ardientes y tan puras. 8 Bergson, Henri: La intuición filosófica. Siglo Veinte, Buenos Aires. 1979, 126-127. 6 7

15

V ERANO 2011

rasgos de su metafísica según un esquema teantropocósmico4. Es bien conocida esta expresión en Raimon Pánikkar, aunque él prefiere la más eufónica: cosmoteándrico. Así, llegaremos a la importante y original noción de Sabiduría que propone el teósofo alemán, que nos parece una de las claves para entender su pensamiento.


orden rosacruz amorc

Henri Bergson ha explicado, en las primeras páginas de su ensayo sobre la intuición filosófica8, su convicción de que todo sistema filosófico, en sus complejos desarrollos argumentativos viene a ser el despliegue muchas veces inconsciente de una intuición simple y original. Intuición que acaso no pueda traducirse siempre en razonamientos, pero que acaba transformándose en una imagen simbólica que vendría a constituir el centro y la unidad de su pensamiento. En el teósofo de Görlitz, esta imagen sería sin duda alguna el fuego9. Fuego, como el de Heráclito, que se transforma y permanece uno en su incesante dinamismo. Fuego como la zarza ardiente de Moisés, que no alude precisamente a una noción estática de lo real ni de su fundamento. Fuego sagrado como Centro de la Naturaleza, que habrá que poner en relación tanto con el Abismo indeterminado de la Nada (Ungrund) como con el curso incesante, pero temporal y finito, de la Creación.

En efecto, Jakob Böhme se había autoimpuesto la difícil tarea de intentar traducir en términos conceptuales una intuición fundamental que mejor se dejaba expresar en símbolos, abiertos para el entendimiento, oscuros para la razón, pues descubre una ley suprema que encontramos en todas las cosas: la ley de la polaridad del ser y del conocer; ley que él aplica en los más diferentes ámbitos y ley para la que encuentra, ya al final de su vida, la fórmula más adecuada: «En el Sí y en el No consisten todas las cosas» (In Ja und Nein bestehen alle Dinge)10. Los contrarios se requieren mutuamente para revelarse el uno en el otro.

Alexandre Koyré lo expresa con su habitual buen tino: “si se nos pidiera definir en dos líneas el sentido de la obra de Böhme y la razón profunda de su prodigiosa influencia, diríamos que Böhme ha dotado a la metafísica de un símbolo nuevo, sustituyendo la metafísica de la luz por la metafísica del fuego” (A. Koyré: La philosophie de Jakob Böhme, Vrin, Paris, 1979 (3ª), p. 284). 10 Quaestiones Theosophicae, qu. III, 2 9

16


De esta triple intuición resulta, por una parte, un Dios vivo, del que el alma es un efluvio, una chispa; un Dios espíritu, que se encarna directamente en el alma espiritual. Por otra parte, un mundo igualmente vivo donde Dios se expresa, se manifiesta y, en un cierto sentido, se encarna también11. Por eso afirma que

no se puede conocer a Dios sin conocer la naturaleza: «¿cómo vais a encontrar a Dios en esos libros de teología -solía quejarse a los teólogos profesionales de su tiempo-, si no sois capaces de verlo en la misma naturaleza?». Para mediar en esta relación y para explicarla, Böhme pondrá, entre Dios y el mundo, un tercer medio: así nacerá la importante idea de naturaleza eterna, entendida como fuente creadora de la naturaleza del mundo y, al mismo tiempo, como base orgánica del ser espiritual de Dios. Lo sensible, hemos venido a decir, constituye un símbolo de lo inteligible. Todos los seres son signaturas de Dios. Ahora bien, lo primero que vemos, cuando nos dirigimos hacia la naturaleza, es la presencia y la lucha en ella de dos fuerzas o cualidades contrarias -«entre ambas cualidadesescribe muy a menudo Böhme-, las del bien y el mal. El bien y el mal están en todas partes, en todas las cosas; son distintos, opuestos y sin embargo indisolublemente

11 Vida entendida como autocreación sinérgica. «Nada hay en la naturaleza que no sea una imagen de la Trinidad divina», escribe Böhme, aunque en Aurora esta relación entre la Trinidad y el mundo es todavía imperfecta. En cada cosa, Böhme ve la expresión de la Trinidad creadora. Cada cosa es una trinidad creada (cf. Aurora, II, 48): «Ahora bien, en un trozo de madera, en una piedra, en una planta, en todas partes, hay tres cosas, y nada puede nacer ni crecer, si una de las tres falta. En primer lugar, hay la fuerza de la que está hecho el cuerpo... después un jugo, que es su corazón, luego una fuerza manante, olor o gusto, que es el espíritu de la cosa» (cf. Aurora, III, 45, 47).

17

V ERANO 2011

El doble problema tradicional del mal y de las relaciones entre Dios y el mundo es la gran cuestión que domina todo el pensamiento de Böhme. Tendremos que ocuparnos de esto, mas digamos ahora que lo propio en él consiste en una triple intuición metafísica: la intuición de una libertad que se encarna en lo real; la del espíritu expresándose por medio del cuerpo; y la de una doble necesidad -para el ser y para el pensamiento, ya lo hemos dicho- de una lucha y oposición de los contrarios, cuya síntesis constituye la vida, pues la vida del mundo de la naturaleza expresa la vida escondida del mundo del espíritu.


orden rosacruz amorc

sino en aquello que no es. La metafísica boehmiana quiere también trascender el ser, pero todas las cosas hablan de su raíz, de su origen último, aportan su propio testimonio12. unidos y ligados, como una [sola] cosa». Existe esta lucha y esta unión de los contrarios en todo objeto real, sin excepción, salvo sin embargo, añade el teósofo, en Dios, los ángeles y los demonios. Allí, no hay más que una sola cualidad: la buena en Dios y los ángeles, la mala o malvada en los demonios. En cierto modo, la naturaleza es el terreno de batalla entre Dios y el Diablo. En su “De Tribus Principiis”, que es una obra más profunda que Aurora, plantea Böhme el problema del origen absoluto del ser, el problema del Urkund, fuente, raíz, origen y germen del ser en tanto que tal. El problema es nuevo, así como el término que lo introduce. La solución de Böhme vendrá a decirnos que la realidad no puede estar fundada

La concepción de la realidad de Böhme es ante todo dinámica. Así, el ser es algo derivado, que se explica por el devenir, por la potencia, por la acción. Concepción vitalista, organicista, similar a la de Paracelso y enmarcada en el nuevo pensamiento de su época. En el devenir se encuentra el fundamento mismo del ser13. Para Böhme una ley inherente al ser, una ley general del ser, que lo constituye y lo explica, es precisamente la tendencia a la manifestación, a la revelación. Bien característico de su pensamiento es el modo en que intenta precisar y distinguir las diversas maneras de expresión y manifestación, íntimamente relacionadas con su teoría del Verbo y con su peculiar teoría de la lengua natural14. En palabras de Koyré: “Se podría, en términos

12 Más adelante, esto constituirá la doctrina de las signaturas. De momento bástenos apuntar la riqueza de significado de la palabra Urkund. Palabra que proviene con seguridad de Kunde, Urkunde y significa en Böhme el origen último de una cosa en la medida en que dicho origen se revela en el ser que es su revelación o su expresión, que da su «noticia» (Kunde). Cada realidad sería así como el documento que testimonia acerca de la naturaleza de su propia raíz. 13 De este modo, Dios no se considera el summum esse, sino el summum fieri, la summa vita. No “yo soy el que soy”, sino “yo soy el que seré”, interpretando o traduciendo de otro modo las palabras de Dios a Moisés de las que tanto se ha servido la escolástica, posiblemente para elaborar un concepto demasiado abstracto de Dios. 14 Básicamente podemos decir aquí que este pensamiento admite tres modos esenciales: el ser se expresa por su contrario -expresión del espíritu por el cuerpo o del pensamiento puro por la imaginatio (cf. De Triplici Vita Hominis, X, 48)-, se manifiesta por la similitud (Gleichniss) y se revela en la oposición (contrarium de términos opuestos: luztinieblas, bien-mal, etc....). Bien sabido es que la mística es creadora de palabra, mas entiende nuestro teósofo que el ser humano caído no comprende la lengua natural, la lengua sensual, como él la llama (cf. Mysterium Magnum, XXXV, 60). Para el tema del lenguaje en quien fuera considerado por Lichtenberg, Tieck o F. Schlegel uno de los más grandes escritores de Alemania remito al original libro de Isidoro Reguera: Objetos de melancolía (Jakob Böhme), Ediciones Libertarias, Madrid, 1985, tercera parte, pp. 189-277. La obra ha sido reeditada, revisada y completada, en Siruela en el año 2003. Uno de los pocos intérpretes clásicos que seguramente ha comprendido la doctrina de Jakob Böhme acerca de la lengua natural es Paul Hankammer en su libro: Jakob Böhme. Gestalt und Gestaltung, Georg Olms, Hildesheim, 1960; ver especialmente el capítulo V de la parte o libro segundos: Dios, Mundo, Hombre, pp. 284-349). En internet puede encontrarse un interesante artículo de Teresa Rocha Barco: Un apunte sobre la historia de la teoría del lenguaje: Böhme, Saint-Martin y Kleuker.

18


Todo ser aspira a la consciencia, al autoconocimiento; como también aspira a ser conocido, reconocido. Todo ser aspira a ver y a ser visto, como decía María Zambrano Alarcón16. En su esencia, podríamos decir que toda realidad es un deseo de manifestación y revelación17. También la vida es un misterio que se realiza manifestándose18. Ser como dinamismo que engloba al devenir y lo sobrepasa. Ser que quiere decir realizarse, manifestarse, revelar su propia esencia desplegando las posibilidades que le son inherentes. La mayor perfección 15 16 17 18 19 20 21

d de ser estará e en aquél que s se realice del m modo más c completo y se r revele y conozca d de manera b l t absoluta, pues la esencia se pone en el ser, en la existencia para tomar conciencia de sí. Para Böhme la forma personal será entonces la más alta, tanto en Dios como en la criatura. He aquí la raíz de su constante y creciente personalismo. Y como, para Böhme, es el acto el que determina la naturaleza del ser, se comprende muy bien que acabe poniendo la libertad como la esencia y raíz misma de lo real. En efecto, una libertad que se entendiera como sobreañadida a nuestra naturaleza no podría servir para fundamentar la semejanza del Creador y la criatura19. Pero digamos incluso más: lo que no fuera libre no podría ser en el sentido pleno y fuerte de la palabra, porque ser no significa otra cosa que ponerse y afirmarse. Libertad y realidad verdaderas son, por eso mismo, términos equivalentes en esta filosofía20.

o.c., p. 268. El hombre y lo divino. México: Fondo de Cultura Económica. 1955. pp 10-11. cf. Mysterium Magnum, L, 50; Mysterium Pansophicum, I, II cf. Sex Puncta Mystica, V, 3, 5 cf. Mysterium Magnum, LXI, 24 cf. Mysterium Magnum, XXVIII, 70 cf. De Signatura Rerum, VIII, 40

19

V ERANO 2011

modernos (o antiguos), formular el pensamiento de Böhme aproximadamente así: lo mismo se expresa en lo otro y por lo otro y se revela l all pensamiento por esta oposición; pero una esencia se manifiesta por una cualidad encarnándose en un ser que -el ser y la cualidad- le son semejantes cualitativamente. Así, para que la claridad se exprese y se revele, es preciso que se ponga a sí misma la opacidad y las tinieblas. Pero es en la luz y por la luz como ella se manifiesta”15.


orden rosacruz amorc

Otra gran ley del ser, como ya hemos dicho, es la de la expresión, o la ley de la palabra, del Verbo. Pronto veremos que Dios se expresa y se habla a sí mismo por medio del mundo de las ideas-fuerzas, de los espíritusmanantiales, como se encarna además en las imágenes mágicas de la Sabiduría. Y podemos decir también que los seres creados se forman ellos mismos unos cuerpos que los expresan, que revelan y expresan su esencia dinámica, esto es, su Quall, su

22

cualidad propia (que Böhme asocia con tormento, sufrimiento: en alemán Quaal o Quahl, como volveremos a recordar)21. Por eso, en definitiva, corresponderá al ser humano descifrar e interpretar las signaturas del mundo. Francis Herbert Bradley escribió que “La metafísica es el hallazgo de malas razones para aquello en lo que instintivamente creemos”22. No nos pronunciamos acerca de si se trata en este caso de buenas o malas razones. Pero la “creencia instintiva” tiene que ver aquí con una clase de intuición surgida de una honda y crucial experiencia. Sobre su valor apofántico, si se me permite la palabra, su valor en tanto que revelación, preferimos guardar silencio.

Bradley, Francis Herbert. Appearance and Reality. Oxford University Press, 1962. p. 23.

20


V ERANO 2011

por Bernard Cousin

lizado o explicado el proceso de la creación y, por lo general, los teóricos son pobres creadores y los grandes creadores poco lúcidos sobre el valor de su obra. Richard Wagner parece sin embargo una excepción, puesto que su obra completa cuenta con trece volúmenes en la colección “Los desconocidos”.

A menudo quedamos confundidos ante el poder de inspiración y la capacidad creadora de los grandes artistas y, especialmente, de los músicos. Podría resultar interesante sondear lo insondable, levantar el velo del misterio de la creación artística e intentar saber lo que pasa por la cabeza de un genio que compone. Vana búsqueda de la verdad, podrían decir algunos, el intentar analizar el misterio de la chispa creadora. Son raros los grandes creadores que han ana-

La aparición del “Diario” de Cósima Wagner, la segunda mujer del compositor, (de 1869 a 1883), publicada hace varios años por Gallimard en cinco gruesos tomos – marca sin duda una fecha en la historia del “wagnerismo”. Fue grande mi alegría al anuncio de este documento, esperando conocer por fin el secreto de la inspiración que tanto me preocupa. Grande fue también mi decepción, porque este “Diario” tan copioso revela muy pocos secretos. No obstante se pueden encontrar varios temas

21


orden rosacruz amorc

de inspiración en Wagner, lo que es precisamente el tema de este ensayo. Ante todo conviene recordar que la personalidad de Wagner es de tal riqueza, infinita, contradictoria, que tras Jesucristo y Napoleón, es la persona sobre quien más se ha escrito. Situemos la vida de Wagner en el momento en que Cósima comienza su Diario. Wagner estaba viviendo en ese momento los instantes más hermosos de su existencia: por una parte la inclinación de Luís II de Baviera hacia su mago bien amado y la protección financiera y artística ilimitada que le concedió para el resto de sus días; por otra parte, el encuentro de un corazón femenino que siente devoción por él: Cósima, la hija de Listz, quien al comienzo de su Diario es todavía Madame Von Bülow y que ha abandonado a su marido y a sus dos hijas para vivir con su bien amado en la espléndida mansión de Triebschen a orillas del lago de Lucerna. En la lectura de esta vida cotidiana, Richard aparece a menudo familiar y genial. Además de la envidia a todos los músicos vivos como Bülow, List, Schumann, Brahms, etc, e incluso a la propia Cósima, sus defectos esenciales suelen ser la cólera, el

22

nacionalismo exacerbado, el antisemitismo... También aparecen las cualidades que se van descubriendo en él y de las que se ha hablado muy poco. Elevación de pensamiento, inmensa cultura, sobre todo literaria y filosófica, generosidad, sentimiento de la grandeza del pueblo, sensibilidad extrema hacia los animales, que llega algunas veces a la sensiblería, sentido de la organización, automaestría en los periodos problemáticos (como por ejemplo, el primer festival de Bayreuth en 1876) y gran ternura hacia los niños.


En 1869, en Triebschen, Wagner ya ha escrito la mayor parte de su obra, con la excepción de “El buque fantasma”, “Tannhaüser” y “Lohengrin”, que son dos obras de su juventud. Ya ha compuesto “El Oro del Rhin”, “La Valkiria” y los dos primeros actos de “Sigfrido”, así como “Tristán” y los “Maestros Cantores”. Se encuentra por tanto

en el gran vacío que separa la composición del segundo y tercer acto de “Sigfrido”. Es en Triebschen, en la naturaleza encantadora y en el clima familiar en que se desenvuelve, donde terminará su “Tetralogía”. Tenemos por tanto día a día el detalle de las reacciones de Richard Wagner durante este período de creación del final de “Los Nibelungos” (la Tetralogía). Los detalles que nos cuenta Cósima son muy escuetos porque se contenta con decir: “Richard trabaja o no trabaja”. Sin embargo, los temas y el estado de la inspiración de Wagner que parecen deducirse de estas notas podrían enunciarse así: la duda y la misantropía, el sentimiento de ligereza, Cósima inspiradora, la riqueza de la inspiración, el cansancio causado por el trabajo, el cansancio debido a la inspiración y a la dificultad de encontrar la inspiración, a la creación y a la sexualidad. Ahora vamos a abordar de manera poco formal y austera los pasajes que relatan

23

V ERANO 20 2011

Cósima solo vive para Wagner, desilusionada y agotada después de un matrimonio de conveniencia con el músico Hans Von Bülow, matrimonio decidido de repente, y dos maternidades por las que sentía casi vergüenza, invadida por un sentimiento de culpabilidad devoradora, con la turbación de una expiación necesaria a causa de la separación de su primer marido que ha abandonado en Munich con sus dos hijos legítimos, estalla constantemente en lágrimas y se complace en una nostalgia malsana y una abdicación completa de su personalidad, al servicio de los menores deseos de su Maestro.


orden rosacruz amorc

en el “Diario” de Cósima la prueba del genio de Richard Wagner cuando está componiendo. La duda y la misantropía Contrariamente a lo que se podría creer ante el orgullo de Wagner, la duda le abatía de vez en cuando. El 18 de enero de 1869 Cósima hace una confesión increíble: “Tiene la impresión de que podría dedicarse a algo mejor que a escribir partituras que jamás serán ejecutadas y que no sirven para nada ni a nadie”. Y el 23 de junio de 1871 podemos leer: “Richard está de un humor sombrío y dice que su trabajo no le produce ninguna satisfacción y que le gustaría hacer otra cosa para dirigirse al mundo, que lo que hace es la cosa más inútil que pueda concebirse y que no responde a lo que alguien pudiera esperar”. El sentimiento de ligereza Veamos ahora el sentimiento de ligereza que se apodera de Wagner en el momento de la composición. El primero de

24

abril de 1869 leemos: “Tengo a menudo en sueños, dice él, el sentimiento de volar, e incluso en estado de vigilia tengo a veces la impresión de que me bastaría con quererlo para planear muy alto por encima del mundo”. El 19 de noviembre de 1871: “Me gustaría conocer a un hechicero. Comprendo muy bien la brujería, a veces tengo la impresión de que sería capaz de practicarla como, por ejemplo, en aquellas circunstancias en las que me parece que podría saltar grandes distancias”. Este sentimiento de ligereza física es muy extraño y no puedo por menos de compararla con el sendero tibetano de Lunggon que revela Alexandra David-Neel en su célebre obra “Entre los místicos y magos del Tibet”, y más recientemente por el Lama Anagarika Govinda en “El camino de las nubes blancas”. Pero aunque Wagner no manifestó jamás dotes para la levitación, es de notar que le gustaba subirse a los árboles.


V ERANO 2011

Cósima inspiradora El primero de mayo de 1869 escribe: “Se levanta, me muestra mi retrato y me dice “esto es lo que miraba mientras escribía” Ah, si la vida siempre permaneciera en esas alturas, pero solamente la muerte nos da esa posibilidad”, concluye Cósima El 28 de noviembre de 1869: “Richard me ha dicho que siempre ha aspirado a vivir cerca de mí y que ahora, cuando diseña los trazos de su Brunilda, mi imagen permanece siempre ante sus ojos”. Y El 2 de julio de 1871: “Me comprendes muy bien; cuando contemplo mi vida y veo el desierto que era sin ti, esta ausencia de recuerdos notables, me parece horrible”. Parece lógico que Cósima haya sido su inspiradora, pero no hay ninguna relación entre la causa y su consecuencia. Le inspiran un movimiento de su mano, su cara, una palabra que se escapa durante el sueño, ella es casi un pretexto. Algunos autores malévolos han pretendido que Wagner ralentizó su ritmo de composición en este perio-

do, puesto que de esta época solamente datan “El Crepúsculo de los Dioses” y “Parsifal”, sin contar Bayreuth, el teatro especial construido para la representación de sus obras, lo que no está nada mal. Pero podríamos preguntarnos en efecto si no fue a causa de este sentimiento de vacío afectivo perpetuo (primer matrimonio desgraciado y otro amor platónico con Matilde Wesendonck) lo que hizo que el hombre fuera tan fecundo, lo que sin embargo no explica su genio (más tarde veremos otras citas apasionantes sobre la relación entre creación y sexualidad). La riqueza de la inspiración En una cita del 4 de mayo de 1869: “Richard dice que en el momento de la creación no encuentra dificultad para tener

25


orden rosacruz amorc

ideas, sino para limitarlas, tantas son las cosas que llegan a su espírit. Los nervios y la inquietud provienen del hecho de que es necesario elegir y ordenar”. El 23 de junio de 1871: “Componer es para mí un estado problemático; cuando improviso tengo, hasta el infinito, todo lo que quiero; pero cuando se trata de componer es necesario fijar, entonces aparecen los problemas con los dedos y comienzas a preguntarte cómo debería interpretarse, cómo era esto, siendo necesario buscar hasta que se encuentra”. El sentirse abrumado por el trabajo El 16 de noviembre de 1869: “Richard trabaja, pero se queja de su salud y de la tarea que le ha sido asignada: el tener que describir en cada nota el desmoronamiento de un mundo”. (Se trata posiblemente de la composición de “El Crepúsculo de los Dioses”).

ceptos son los dioses que viven una convención, las notas son los demonios”. El 8 de julio de 1871: “En la noche Richard me llama tras retirarse el primero: Está viniendo, mi atmósfera está a punto de crearse. Trabajo de manera completamente demente, esto se parece a las convulsiones”.

El sentirse abrumado por la inspiración

El 28 de julio de 1871: “Maldigo la composición, esa especie de convulsión en la que me encuentro y que me impide disfrutar de mi felicidad; mi hijo pasa delante de mis ojos como en un sueño; hace tiempo que debería haber terminado “Los Nibelungos”; o bien me parece que debería ser tan violento como Beethoven; os imagináis que todo esto constituye mi elemento, pero no es cierto; me gustaría poder vivir de mi propia cultura, disfrutar de mi felicidad”.

El 25 de enero de 1870 apunta: “El músico, cuando compone, cae verdaderamente en un estado de locura, de sonambulismo. Todo es distinto al trabajo de un escritor, los con-

El 3 de octubre: “A menudo le ocurre, según dice, el verse sacudido por estremecimientos cuando se encuentra demasiado fatigado de trabajar en esa obra”.

El 22 de febrero de 1870: “Yo, la máquina de componer...”.

26


Julio de 1871: “Por la tarde Richard dice que se debería tener un poco más de indulgencia para con los seres nerviosos; unas veces no se siente con humor para trabajar, según dice, lo que es triste, otras sería capaz de terminar su obra sin detenerse; todo el resto, comer, beber, dormir, hablar constituye un obstáculo que le molesta y que le hace sufrir”. El 9 de febrero de 1869: “Lo que importa es estar en relación con los espíritus que nos son tan queridos”, dice Richard que siente un gran interés por estas cosas y que, inconscientemente, mantiene relaciones con estas regiones”.

La inspiración propiamente dicha Una vez más Wagner se expresa varias veces por la pluma de Cósima. El 9 de noviembre de 1871: “Pero ¿qué saben las gentes del estado de ensoñación en que se encuentra el artista cuando crea? El 20 de junio de 1871: “Richard se concentra antes de componer”. En realidad, sabemos por su correspondencia con Hans Von Bülow que exigía una soledad y un silencio total. El 28 de junio de 1871: “Richard trabaja; en la mesa habla de ese estado extraño que es el recogimiento sobre sí mismo que se parece a la distracción; mientras tanto coloca un cojín en su lugar mientras piensa en la política, pero a continuación se recoge y ¡allí está la obra!. A partir de ese momento, ya nada puede distraerle del exterior”. El 13 de julio de 1872: “Como en Beethoven, son las plantas de la naturaleza lo que se escucha en la casa (las plantas y los animales); en cuanto a mí, es más bien la llamada del mundo inorgánico lo que siento, la llamada de las piedras y de las montañas”. El 24 de julio de 1874: “¡La idea llega súbitamente! ¡No se puede decir nada! ¡La idea está rodeada de todo lo que necesita! Cuando estoy sentado al piano lo hago solo para recordar

27

V ERANO 2011

El 19 de noviembre de 1871: “Mi manera de hacer música es propiamente hablando una especie de brujería, no puedo hacer música de manera mecánica y tranquila”.


orden rosacruz amorc

lo que me asaltaba en los peores momentos. Minna, mi primera mujer, se irritaba al contemplar mi calma ante las terribles escenas que ella provocaba: en esos momentos llegaba hasta mí una idea para Tristan o para la Valkiria”. Continúa Cósima: “Pienso que en los momentos de cólera las fuerzas de los hombres están especialmente tensas, su ser profundo se expresa por medio de las mayores incongruencias; se trata solamente de mantener la idea de que el trabajo del artista exige un cierto confort y calma, pero la inspiración se ríe tanto de las miserias como del bienestar”. Hay que notar que para Wagner “cierto confort” consiste en un lujo inusitado. La dificultad de la inspiración En oposición con la excesiva inspiración ya anotada, se encuentran las dificultades inherentes a toda creación. El 8 de julio de 1871: “Richard se muestra contrariado, afectado; se queja de trabajar muy lento, de no encontrar el clima necesario, añadiendo que cualquier cosa le incomoda, que de nuevo ha cogido frío, etc”. El 25 de julio de 1871: “La unión total solo existe en la muerte – Tristán lo expresa – y yo lo siento constantemente; siento como una barrera que de-

28

bería ser abatida”, escribe Cósima. La creación y la sexualidad El 20 de agosto de 1871, Richard confía a Cósima: “Supongo que el instinto sexual del que depende toda productividad dura hasta los cuarenta años”. El 24 de junio de 1872: Hablamos de su primer matrimonio (con la actriz Minna Planer). “Dios mío, dice Richard, no fue un impulso desbordado lo que me llevó a esta boda sino un movimiento muy calmado y, en efecto, este matrimonio me preservó de todas las relaciones fatigosas y me permitió desarrollar mi naturaleza de artista; había alcanzado la edad de cuarenta años sin pensar en la posibilidad de relaciones más serias que las que mantuve con Madame Laussot (¿). Mientras que las fuerzas espirituales de tu padre (Franz Liszt) estuvieron desde su más tierna juventud excitadas por este tipo de relaciones, las mías estaban concentradas exclusivamente en mi evolución artística. Seguramente, añadió sonriendo, deberé pagar caro esta conservación de mí mismo”. ¿Qué Wagner fue continente hasta los cuarenta años? El misterio continúa...


A partir de todos estos textos apasionantes se podría pensar que en realidad la inspiración está por todas partes, aparece en cualquier momento y que todo es un pretexto para que se manifieste como un arroyo que brota en un terreno pedregoso y que busca el menor fallo para manifestarse. La presión parece aquí casi palpable y prácticamente física. Por otro lado, Dion Fortune, en su excelente libro “La Cábala Mística”, cuando quiere explicar el árbol sefirótico dice: “Dios es una presión”. Voy a terminar este estudio en una nota que hace honor al gran compositor del que la historia se complace en guardar una imagen poco complaciente. El temperamento de Wagner es vasto, lo hemos visto, lo sabemos y hay demasiados testimonios y, en esta riqueza existen las peores cosas, pero las mejores aparecen igualmente por poco que hagamos por descubrirlas. El desprendimiento del mundo – que es uno de los motivos principales de la Tetralogía – parece bello y bien puede formar parte del carácter de Richard, y también del de Cósima; puede parecer despecho, puede ser acritud, pero ¿quien sino un filósofo auténtico y sincero hubiera podido escribir las siguientes reflexiones?

El 5 de enero de 1870: Richard me habla de la vida que se parece al fuego que arde permanentemente alrededor de la roca de Brunilda, a veces alguien atraviesa esta cortina de fuego y la domina, pero la mayor parte del tiempo los hombres zozobran. El 21 de mayo de 1871: Richard sabe que viviremos los conciertos de nuestro futuro teatro con una alegría fría, crítica, contemplativa: “No lo necesitamos, pero nuestros amigos viven en esta idea”. Finalmente, el 31 de diciembre de 1872. “Este mundo no es el nuestro, pertenece a otros poderes”.

29

V ERANO 2011

Conclusión


orden rosacruz amorc

por José Manuel García Marín

El viento de poniente cimbrea con dulzura las tiernas ramas de la arboleda del monte de Gibralfaro, como desde mucho antes de que la colina recibiera este nombre. Abajo, en el puerto, chapalea el agua contra los costados de los barcos, tal vez con las mismas notas con que lo hiciera contra las trirremes romanas; igual, seguramente, que con las naves fenicias, griegas, nazaríes, berberiscas, genovesas o castellanas. Viento y agua

30

o, mejor, brisa, de mar perfumada. Un soplo, el hálito, la bocanada de milenios con esencia de culturas. Dicen que Málaga es una hoya quienes no la sienten y se ciñen, estrictamente, a su orografía. Es cierto que al norte, a su espalda, está rodeada de montes que la arropan y la defienden de los aires fríos, y que la entibia el Mediterráneo; pero, la realidad es que la naturaleza


Hay urbes opresivas, que comprimen el espíritu y angostan el intelecto. Son poblaciones rigurosas, severas, que se complacen en lo más sombrío del pensamiento. En ellas nace y se cultiva la ortodoxia. Son esas en donde no nos atrevemos a respirar hondo, como si temiéramos, con nuestra veleidad, transgredir una norma no escrita. En cambio, a Málaga se llega con un suspiro de alivio y, casi sin querer, llenamos los pulmones hasta saturarlos de oxígeno y, acaso con él, de una heterodoxia blanca, prolífica y chispeante, como la espuma que obsequia el oleaje. Aún hoy los ojos de las jábegas -aquellas barcas, legado de los fenicios-, permanecen abiertos por admirar, sin duda,

la belleza de una ciudad florida y femenina. Florida, porque las flores están presentes en todas partes: jardines, terrados, glorietas, balcones... ¡Es tan fácil que florezcan en esta tierra! Incluso donde no están se las intuye, en tal medida se las desea. Y es que aquí no se plantan, aquí se crían. Las flores. ¿Qué lugar es éste, donde el aire lleva en palmas aromas de sal y de romero, y las mujeres tienen mirada de jazmines en la noche?, ¿no es en estas calles donde los foráneos creen obtener una flor cuando compran una biznaga? ¡Qué delicadeza ensartar por el tallo, uno a uno, los jazmines en las agujas del cardo! Y qué sutileza la de aquél biznaguero que las voceaba: “¡Vendo olor!”, proclamaba. Admirable que, en tan corta frase, le cupiera una poesía. No es gratuito que al faro del puerto, en Málaga, se le llame “la farola”. Es probable que sea la única población del mundo en que al faro se le aplique este género; pero eso no es más que abundar en que la ciudad es femenina, como todas las que son o han sido bellas. Una madre, si bien ni coactiva ni protectora en exceso, sino experimentada y sabia -por algo con más de tres mil años-, aquélla que enseña e incita a volar a sus hijos, a la par que conserva un trozo de hogar para su vuelta. De ahí que despierte en el ánimo sentimientos de expansión, de libertad infinita.

31

V ERANO 2011

le ha concedido el abrigo, seguro y templado, del regazo de una madre. Y el azul, el azul de ese cielo nítido de noviembre. Tan nítido, tan claro, que parece que hiere y apremia a la lucidez. Málaga tiene el mar al sur, pero el mar es su norte, porque las ciudades costeras tienen, como norte, el mar.


orden rosacruz amorc

Málaga fenicia Por esto el ojo en las jábegas, para que la embarcación gozara del atributo físico de un ser con vida. Un ente elevado a la categoría de hija y, por tanto, merecedora de que el regreso, sana y salva, fuera ansiado por la madre. De este mágico modo, se lograría que pesara más el magnetismo atrayente de sus costas, que la negra adversidad. Ya lo presintieron los fundadores de “Malaka”, los fenicios, cuando se asentaron en las faldas de la Alcazaba. Nadie niega que, además, simbolice el ojo de Horus o el de Osiris, que ellos trajeron de Egipto y que, como talismán, sea poderoso contra el mal de ojo. No se excluyen, luego pueden coexistir esas creencias. Eran Melkart y Astarté sus dioses y no las deidades egipcias y, sin recato alguno, consagraron sus barcas a los ajenos. Manifiesta señal de que podían avenirse. A este pueblo, venido del actual Líbano, no sólo le debemos el avance que supuso el comercio, también la cultura, el conocimiento del alfabeto y otras cuestiones prácticas, como la ordenación del espacio de las poblaciones, lo que conocemos como urbanismo. El apogeo de su co-

32

lonización en tierras malagueñas se produce entre los siglos VIII y VI a. de J.C., pero parece que ya existía un período de precolonización desde el siglo XI a. de J.C. Se establecen, los fenicios, en la franja costera que va desde el Cerro del Villar, en los terrenos que recientemente eran propiedad de la azucarera Larios, junto a la desembocadura del Guadalhorce, hasta más allá de Algarrobo-Costa. La población autóctona aprendió de estos grandes comerciantes nuevas técnicas de alfarería, textiles, metalurgia y salazón de pescados. Por cierto que, la célebre salsa “garum”, tan apreciada en Roma, no es un producto romano, sino fenicio. Además de esta salsa, eran expertos en la extracción de un tinte, de las glándulas branquiales del “múrex”, un molusco al que en Málaga se le llama “búsano”, para conseguir el púrpura con el que se teñían tejidos de


alta calidad, reservados a los reyes y grandes sacerdotes. Hay quienes afirman que el olivo lo introdujeron ellos. No es cuestión ahora de entrar en disquisiciones; pero, lo que sí apunta a verdadero, es que promovieran su cultivo e instruyeran a los naturales en la industria de convertir el fruto en oro líquido. Una nueva materia de agricultura, y con ella los ciclos de labor y de recolección, que ya se festejaban en honor de dioses olvidados, diosas-madre de la fecundidad, representativas de la Tierra, con la alegría de la fiesta de “Verdiales”, el cante prefenicio que ha perdurado a lo largo de los siglos, a pesar del esfuerzo de la Iglesia por domesticarlo, y que ha resultado en genuino e indiscutible signo de identidad. ¿Qué más da que tenga connotaciones con la cultura minoica o que coincida con las saturnales, siendo estas últimas posteriores? La grandeza es que Málaga participa, de pleno derecho, de la Andalucía mítica, y que protagoniza y comparte el sabor de las jugosas raíces del hombre mediterráneo, que es el de la mixtura de la historia con la fábula, porque aquélla, sin el

Sí, aquí se adoró a Melkart y Astarté; a Zeus y Hera en la “Mainaké” griega, breve como un destello, pues, en más de tres mil, setenta años son únicamente un atisbo, un leve fulgor del tiempo. Sin embargo, una ventana más a la sabiduría de este Mare Nostrum. Málaga romana Enseguida, estos dioses serían reemplazados por las divinidades romanas, Júpiter y Juno, cuando la población entró a formar parte de las “civitas” aliadas de Roma. Más tarde, bajo el dominio de Vespasiano, se convirtió en municipio romano en reconocimiento de su importancia, de lo que es una prueba la entrega, en el año 81 d. J.C., de la “Lex Flavia Malacitana”, en la que se recogen, entre otras cuestiones, y como curiosidad, hoy, la imposición de sanciones a los propietarios de edificios que permitieran su abandono y destrucción, sin una causa de peso, a menos

33

V ERANO 2011

mito, sólo es crónica, y éste, sin la historia, sólo fantasía.


orden rosacruz amorc

que, en el término de un año, procedieran a su reconstrucción. De esta “Malaca” se conoce el “Decumanus”, la vía este-oeste, que se emplazaría en la calle Santa María y en la continuación de ésta, la calle del Cister, pero no el “Cardo Maximus”, la que seguiría la dirección norte-sur. Afortunadamente, y a falta de otros vestigios de similar trascendencia, el Teatro Romano ha permanecido en un estado discreto de conservación, gracias a quedar enterrado -es de suponer, aunque sea una paradoja-, hasta 1951. En estos momentos, en los que Málaga aspira a ser Capital Cultural de Europa para el 2016, se realizan obras de excavación y de recuperación del monumento, del que puede contemplarse parte del escenario más inmediato al espectador, el “proscaenium”, de la “orchestra”, de la “cávea” (las secciones de la gradería) y del “vomiturium”, el pasillo por donde accedía el público. Los malacitanos de la época asistirían a la escenificación de obras de Nevio, Tito Macio Plauto o Publio Terencio Africano, hasta el siglo III, en que dejó de usarse el teatro, deleitados con la más sobresaliente joya de la que nos hicieron herederos: su lengua, el latín. Vasos, bustos, columnas, capiteles... multitud de restos romanos, no sólo en la capital, sino en toda la provincia, desde Antequera, con su “Arco de los

34

Gigantes” y su orgullo: “El Efebo”, una estatua de 1,54 m de altura, en bronce hueco, a otras localidades en las que se conservan puentes, inscripciones, acueductos, termas, villas, etc., como Cártama, Ronda, Casares, Coín, Ardales, Teba, Salares, en una lista formidable. Roma hizo valer el poder y el orden imperial, mediante la imposición de su ley civilizadora, y potenció a “Malaca” como ciudad portuaria apta para el comercio exterior, como ya lo era con los fenicios; pero, comunicada con la Hispania interior por la Vía Hercúlea o Vía Augusta, se facilitó aún más su desarrollo. Desde las dársenas se exportaban aceites, salazones, metales, tejidos, pasas, vino y esclavos. Algunos productos se monopolizaron en manos de sirios y judíos, que llegaron a instituir los “Collegia” (juntos por ley), gremios regularizados y poderosos. La pujante trayectoria del puerto no fue alterada con la invasión de los visigodos, quienes respetaron las relaciones comerciales que se mantenían con ciudades de Italia, Grecia, Siria y el Magreb. Sí se produjo, como era presumible, el relevo de dioses.


Málaga musulmana Es a partir del siglo VIII, cuando Málaga se constituye en “cora” (distrito o comarca) de alÁndalus, con capital en Archidona, “Malaqa” se hace musulmana, y comienza su andadura hacia el esplendor, cuyo inicio efectivo se desencadena en el período de los

V ERANO 2011

Ahora se introduce el cristianismo con más fuerza, mas no nos confundamos, el cristianismo unitario; es decir, el arrianismo. Al menos, oficialmente, los malagueños hubieron de abandonar la pluralidad, en favor de un solo dios, ya que los romanos no impusieron sus cultos, excepto en el caso de Constantino, pero, aun así, su fe sería asimilada por las clases altas; muy difícilmente en las áreas rurales. Se origina, de este modo, la fractura, el quebranto del paganismo que, aunque absorbido y transformado, continuará latente durante siglos.

reinos de taifas (del XI al XIII) y culmina al incorporarse a la taifa nazarí de Granada hasta finales del siglo XV. “Malaqa” atraviesa cuatro fases de taifa o reino independiente, más la subordinada a la granadina. Con la dinastía “hammudí”, primero de ellos, ya adquiere auge e incluso acuña moneda propia. Hay varios elementos curiosos de la época taifa en Málaga (según datos de la Dra. Martínez Núñez): los soberanos hammudíes no se entierran en Málaga, sino en Ceuta; no quedan inscripciones epigráficas de los nazaríes, y en sus enterramientos abundan las estelas de orejas con textos de alabanza. La urbe, a mediados del siglo XIV, se encuentra perfectamente protegida, con la muralla que recorre todo su perímetro, el foso que la acompaña y una fortaleza militar elevada, que podía albergar a más de cinco mil soldados, la Alcazaba-Castillo de Gibralfaro, que también está amurallada.

35


orden rosacruz amorc

De la importancia de la ciudad, en cuanto a extensión y actividad, puede dar idea el número de puertas que traspasaban dicha muralla y que el Dr. Martínez Enamorado evalúa con seguridad en más de ocho, si bien de algunas, más dudosas, sólo se tienen noticias por referencias sin ubicación. Este historiador arqueólogo, coautor, con la Dra. Calero Secall, de la magnífica obra: “Málaga, ciudad de Al-Ándalus”, advierte, para ayudarnos a comprender mejor la fisonomía urbana, que debemos tener en cuenta la evolución de la línea de costa, causadas por la sedimentación, la erosión y el efecto transformador de la mano del hombre;

porque, sólo así, conseguiremos entender la cercanía del agua a determinadas zonas o edificios que, hoy, se encuentran retirados del mar. Entonces podría verse, desde la muralla, la agitada ac-

36

tividad del puerto, con las idas y venidas de comerciantes, carreteros, capataces, muleros, marineros, estibadores y mozos de cuerda; se alcanzarían a oír sus quejas, sus risotadas, los juramentos, las maldiciones y los golpes de los fardos contra la madera de cubierta, ahogados, a cada instante, por los graznidos de las gaviotas. El aire salino se impregnaría del olor a brea de las naves, y de vino o especias cuando se cargaban en las carracas genovesas, junto a las sedas, el lino, almendras y dulces pasas de la Axarquía, rumbo a los países del norte. Los genoveses, que competían duramente en el negocio de la seda con pisanos y toscanos, obtuvieron ventajosos acuerdos con los sultanes nazaríes, por los que se les permitía disfrutar de una alhóndiga de su propiedad en pleno puerto, un edificio que se llamó “Torre o Castil de los Genoveses”, muy cerca de la “Puerta de Buenavista” y próximo a las “Atarazanas”, los astilleros en que repararían sus embarcaciones en caso necesario. Las “Atarazanas” fueron construidas por los almohades, pero la ampliación y la monumental puerta se debieron a Yúsuf I, el sabio sultán nazarí. He ahí el porqué de los escudos de esta dinastía en el soberbio arco, que todavía


V ERANO 2011

se conserva, de la puerta principal del Mercado Central. Malaqa reúne todas las condiciones urbanísticas para residir en ella: está fortificada, tiene puertas, postigos, mercado en la plaza de las Cuatro Calles (Plaza de la Constitución), un puente para cruzar el río Guadalmedina al arrabal de los mercaderes de la paja, tenerías para curtir pieles en la calle de Pozos Dulces, un alfar fuera del recinto amurallado (por la actual calle de Ollerías) y otro, el emiral, en la calle de las Especerías, donde expertas manos artesanales moldearían la afamada cerámica o loza dorada que, igualmente, se exportaba por vía marítima; una judería al noreste, extramuros también, por lo que se deduce la existencia de una sinagoga; una alcaicería, el mercado de productos suntuosos, baños, fondas, un cementerio y templos para la oración, mezquitas, repartidas por sus calles, alguna en la calle Granada y una mezquita aljama (mayor), con su madrasa (la escuela coránica), en el lugar que ahora ocupa la catedral. Por diferentes crónicas se sabe que tendría trece naves, lo que la define como un espacio de medidas más que respetables, y una deslumbrante lámpara de plata, que había donado el piadoso vecino Tammin ben Buluggin. Martínez Enamorado cita a la Dra. Aguilar García, que defiende que el número de columnas de mármol -de jaspe algunas-, que la sustentaban era de ciento once,

aunque Jerónimo Münzer cuenta ciento trece. El gobierno del pueblo estaba asegurado mediante los estamentos precisos: el militar, el religioso y el civil, representado por los cadíes, que impartían justicia a los habitantes. Y la vida, con sus placeres: la suavidad del clima, el mar y sus productos, frescos o en salazón, los frutos de huertas y almunias, las carnes de sus ganaderías, que eran guardadas en un recinto cercado, al norte, entre el Torreón de la Goleta y las puertas de la Explanada de los Alardes y del Postigo (más tarde de Buenaventura), lindando con el río al oeste y en dirección al camino de Casabermeja al este; las viñas, de las que se extraían los vinos lícitos -el célebre “Xarab al-Malaquí”- y los ilícitos, remitidos a otros países, aunque algo quedaría para despacho de viajeros de otra fe y de más de un pecador, sin olvidar a nuestros judíos, que carecen de esta prohibición. Incluso, en fin, había tertulias literarias, y para todos los gustos, al oscurecer, no en vano en Malaqa habían nacido sabios y poetas, como Ibn Gabirol, el más ilustre de ellos. En definitiva, si Córdoba encarnó el poder y la cultura, Sevilla la alegría; si Granada fue el reino, Málaga su paraíso.

37


orden rosacruz amorc

Málaga cristiana Llegados a 1487, mejor pasar de puntillas por la cruel toma que, de Málaga, realizaron Isabel y Fernando. Baste decir que quince mil malagueños musulmanes fueron convertidos en esclavos y que sólo quedaron de veinticinco a cuarenta familias. Como ciudad, se desmoronó, sumida en triste decadencia durante dos siglos, en los cuales únicamente el puerto se mantuvo, aunque sin la brillantez de antaño, dedicado a la exportación de vellones de lana a diversos puntos de Italia. Inmediatamente a la conquista, se procedió al repartimiento de las casas principales a los caballeros cristianos que participaron en la batalla. Un buen ejemplo es el Palacio de Buenavista, hoy Museo Picasso, que fue un palacio nazarí, del que queda la torre, sobre el que se edificó el nuevo, propiedad, a partir de entonces, de Diego de Cazalla. Al margen de las exposiciones, es muy recomendable reparar en los hermosos alfarjes y artesonados del edificio. De igual manera, en 1498 se utiliza la mezquita mayor para comenzar, sobre ella, las obras

38

de la catedral. En ella intervinieron los maestros Enrique Egas, con Pedro López como cantero, Diego de Siloé y, mediado el siglo XVI, Andrés de Vandelvira. La catedral, que contiene una mezcla de estilos, desde el gótico al renacentista, ha sufrido innumerables problemas para concluir sus obras, que jamás se terminaron, pues aún falta una torre para quedar ultimada. Sin embargo, esta carencia, por la que es conocida como “la Manquita”, se ha trocado en característica de tal magnitud que, planteado hace unos años su remate, se optó por dejarla inacabada. No obstante, la catedral tiene en su seno cualidades que la sitúan entre las más notables. Vale con observar su inestimable coro, obra de Francisco de Mora, con cuarenta tableros de Pedro de Mena, en la doble fila de asientos tallados en maderas de caoba, granadillo y cedro. En medio, la cristalina lámpara de Bohemia de 1766. Una, excepcional, de plata, en el templo musulmán y otra, extraordinaria, de cristal, en el cristiano. La luz, el ancestral fuego de los dioses, y la música celestial de los órganos ge-


V ERANO 2011

melos, uno a cada lado del coro, que parecen cobijarlo desde sus veintidós metros de altura, que el Maestro Organero de Cuenca, Julián de la Orden, en colaboración con el arquitecto Martín de la Aldehuela, construyeron en cuatro años. Inaugurados en 1783, bajo el patrocinio del obispo Molina Lario y presupuestados en quince mil, terminaron por costar entre cincuenta y siete mil y sesenta y un mil ducados. Se cuenta que ambos maestros se quedaron ya para siempre en Málaga, y que el primero solicitó, siéndole concedida, la plaza de Maestro Campanero para, con ese motivo, residir en la torre, desde donde podía escuchar el

particularidades: ser uno de los monumentos más desconocidos por los propios malagueños, por la imposibilidad de visitar su interior, y poder erigirse, de hecho, en una de las más antiguas fundaciones de España continuadas hasta hoy. Se sabe de él que tiene siete patios y una bellísima capilla. Por fortuna, en un futuro próximo, se abrirá al público, formando parte, así, del recorrido que puede hacerse por el centro histórico. La Málaga moderna

sonido de los órganos, hasta su muerte, en 1794. En 1505, frente al Sagrario, había un mesón que el caballero Diego García de Hinestrosa transformó en palacio familiar, y que legó a su muerte para que, a sus expensas, se convirtiera en hospital para pobres. El Hospital de Santo Tomás, de estilo gótico-mudéjar, hubo de ser reedificado tras los terremotos que se sucedieron en los años 18841885. Este inmueble tiene dos

Málaga no se resigna a su suerte ni por las riadas, la devastación de la guerra, la expulsión de sus ciudadanos o las epidemias, como la de cólera del siglo XVII. Poco a poco avanza hacia la industrialización. En el XVIII vuelve a exportar sedas y lanas. Se crea el Consulado del Mar y se establecen cátedras de comercio, agricultura y navegación. En el XIX toma la iniciativa industrial y es pionera en dos áreas: el metalúrgico y el textil; pero a los manejos políticos, que la apean de su podium en beneficio de otras, se suma la fi-

39


orden rosacruz amorc

loxera, que provoca un desastre en el medio rural. La depresión económica ocasionada, más la padecida por la guerra de 1936, no quedará enmendada hasta la segunda mitad del XX, en que se erigirá en uno de los primeros destinos turísticos del mundo. La urbe se abre al extranjero, gracias al que penetra una nueva mentalidad, más moderna y cosmopolita. Málaga es permeable a las ideas y así ha sido a lo largo de centurias. ¿Qué posos, qué sedimentos subsisten en el hombre por la vía genética, después de haber digerido tantas culturas, perspectivas, dolor, júbilo, tristeza, tanto sol y tanto cielo, sino hospitalidad y cercanía?, ¿y no son éstas el clamoroso indicativo del dominio, genial, del malagueño sobre la cúspide del arte: saber vivir?

40

La circunstancia de que sean innumerables los artistas que han nacido en Málaga, un asombroso filón de escultores, pintores, escritores, poetas..., y que, cada cual a su modo, hayan cantado a la vida, ¿es accidental o se ha debido al influjo que la ciudad ejerce en sus moradores?, ¿acaso son, al contrario, los artistas los que han configurado este especial modo de ser y de sentir de la ciudad, o es una perpetuada interacción, ya indisoluble? Las diosas de la inspiración transitan por todo el Mediterráneo; pero, al llegar la noche, cuando baja la luna al mar, las musas eligen dormir en los jardines de Puerta Oscura.


V ERANO 2011

por Joel Disher cofres, uno de oro, otro de plata y otro de plomo. Sobre el cofre de oro puede leerse la siguiente inscripción: “Quien me elija obtendrá lo que muchos hombres desean”, mientras que en el de plata puede leerse: “Quien me elija obtendrá tanto como se merece”. Sobre el cofre de plomo aparece la siguiente advertenc ia: “Quien me elija debe dar y arriesgar todo lo que tiene”. Creo poder decir que a simple vista cualquiera que conozca la obra de Shakespeare “El mercader de Venecia” diría que ésta no contiene ninguna connotación alquímica. Sin embargo, podemos establecer una conexión en la parte conocida como “la escena de los cofres”. Ésta es en la cual los pretendientes a la mano de la bella Portia tienen que medir su agudeza con las curiosas estipulaciones del testamento de su padre. De acuerdo con el testamento, que parece el último capricho de un padre excéntrico y amoroso, el pretendiente que elija el cofre que contenga el retrato de su hija será su desposado y heredará una fortuna. Hay tres

Así pues, el supuesto pretendiente tiene una única oportunidad, si elije bien, una esposa y una fortuna le esperan. Si elige mal, deberá partir inmediatamente sin revelar su elección a nadie. Según la narrativa han sido muchos los que han fracasado y desaparecido de la escena. Pero ahora parece que Shakespeare está a punto de revelarnos una elección acertada; así es como sucede. El primer pretendiente, leyendo las palabras sobre el cofre de oro, pensó que había acertado la sutileza del padre; “lo que muchos hombres desean”, era por supuesto Portia. Así que abrió el cofre solo para encontrar un pergamino que decía “No es oro todo lo que reluce” y un re-

41


orden rosacruz amorc

mente delante de los cofres. Su deseo no era el de muchos hombres, él en realidad quería más de lo que se merecía. El solo podía “dar y arriesgar” todo lo que poseía, así que abrió el cofre de plomo. Allí encontró el atesorado retrato con este mensaje: Tú que no eliges por lo que se ve Ten ahora fortuna de verdad: Y puesto que tal suerte halla tu fe, Sé feliz sin buscar más novedad. Y si te quieres contentar con eso, Y juzgas tu esperanza así colmada. Vuélvete ahora adonde esta tu amada, A reclamar su amor dándole un beso.

trato, no de Portia, sino de una calavera. El segundo, quizás más egocéntrico, no fue atraído por las palabras del cofre de oro, pero sí por las del de plata. “Quien me elija, obtendrá tanto como se merece”. ¿Quien sino yo, pensó, es merecedor de la mano de esta bella dama? No titubeó y ante su asombro y humillación, se encontró con una caricatura de un idiota y una nota llamándole asno. El tercer pretendiente, el más pobre y el que más tenía que perder, ya que se encontraba en bancarrota, se paró solemne-

42

Esta escena ha conmovido a los corazones románticos de los amantes del teatro en todo el mundo, pero ¿contiene un mensaje profundo y filosófico? ¿Conlleva alguna conexión alquímica? Si lo miramos más detenidamente puede que hallemos una respuesta.


V ERANO 2011

Una alegoría dentro de la obra En primer lugar, ¿quién puede ser el autor de tan singular Voluntad, sino Dios cuyos caminos son desconocidos? ¿Quien puede ser esa hija mas que esa parte divina que se encuentra en toda la naturaleza? Aquí el padre permanece invisible, pero la hija está presente a los ojos de todos los hombres. Francis Bacon escribe que mientras la naturaleza está llena de leyes eternas y secretas y mientras seamos dependientes enteramente de ella, no podemos medir esa dependencia. No podemos comprender la sutileza de la naturaleza. Ésta contiene tres aspectos, como los tres cofres en la obra. Podemos comparar a los pretendientes a la mano de Portia con los habitantes del mundo, respondiendo a los desafíos de la naturaleza de acuerdo con sus propios deseos. Movidos por sus realidades, no por sus actualidades. Aquellos cuyos deseos son inmaduros o indisciplinados se confundirán con el falso brillo de la vida y tomaran sus decisiones basándose en “lo que muchos hombres desean”. Esto nos indica la intención de la obra de que

“Es más fácil pasar una soga por el ojo de una aguja que un hombre rico pueda entrar en el Cielo”. Aquellos que elijan el cofre de oro deben aceptar su recompensa... la muerte... la muerte de la verdadera aspiración, de un logro real, de un valor eterno. El cofre de oro no contiene el retrato de la desposada del místico. Aquél que pasa del cofre de oro y elige el cofre de plata recibirá “tanto como se merece”..., el retrato de un idiota. Pretende demasiado. Cree que vale más de lo que realmente vale, proclama su propio merecido y pide a la naturaleza que le recompense en base a lo que cree que es. Es un verdadero tonto, pues

43


orden rosacruz amorc

cree que su reflejo exterior es lo mismo que su valor interno. Solo cuando abre el cofre y ve su propio reflejo se da cuenta de la diferencia. ¿Y qué hay del pretendiente que está dispuesto a “dar y arriesgar todo lo que tiene”? ¿Qué es lo que encuentra en el cofre de plomo? La enseñanza de que el aspecto más tosco de la naturaleza alberga la marca divina. La piedra más sombría contiene la evidencia de la ley eterna, tal como la que se encuentra en la estrella más brillante. El lodo de la piscina convierte los rayos del sol en colores tan delicados como las alas de una mariposa. La naturaleza nos hace visibles las leyes de Dios. Dios en la naturaleza Al encontrar la imagen Divina plasmada en la burda materia comprendemos la unidad de la Divinidad y su presencia que todo lo impregna. Esto nos proporciona el punto de partida sobre el sendero del descubrimiento. Éste es el significado, a mí entender, de la bellísima alegoría de Portia y los tres cofres. Y es ante todo “un venerable dictamen de Alquimia”

44

Haciendo justicia a nuestro tema, debemos tener también esto en cuenta: la naturaleza es mucho más sutil que las tres cualidades representadas aquí por el oro la plata y el plomo. Estas son en realidad símbolos de solo uno de los tres grandes reinos de la naturaleza, pero aquí representados por los tres. Estos reinos se conocen normalmente como los reinos mineral, veget al y animal. Cuando se interpretan espiritualmente se conocen como, infernal, terrestre y celeste. Alquimia espiritual Se cree que nuestro cuerpo simboliza los tres reinos: el infernal (mineral) se encuentra en el abdomen; el terrestre (vegetal) en el pecho; el celeste (animal) en la cabeza. En cada uno, el alquimista trabaja con la mis-


Y debemos recordar que en la Alquimia Espiritual lo primordial es el hombre. ¿Cómo se lleva a cabo esta transmutación? sacando a la luz lo esencial de los tres elementos de los que la sal, el azufre y el mercurio son sus palabras clave. Del mineral

al vegetal y al animal continua el proceso con los pasos conocidos como “fabricando el oro”, “elaborando el elixir”, y “produciendo la piedra”. Disuelve lo sensual, dice el alquimista de antaño, y tienes la vida intermedia. Disuelve la vida intermedia y alcanzaras la divina. Hay muchas maneras de poner en práctica el proceso alquímico y los alquimistas de otras épocas eran a veces extravagantes. Pero la alquimia real... la alquimia del cuerpo, permanece genuinamente como parte de la disciplina mística de hoy en día. Pero se necesita ser un verdadero adepto para comprender y trabajar esa alquimia que conlleva la elevación de la manifestación terrena del alma individual: el alma personalidad.

45

V ERANO 2011

ma destreza. Comenzando con la esencia divina más baja en la naturaleza y aumentando su tasa vibratoria la eleva a las octavas de manifestación más elevadas, a través del proceso llamado transmutación. Como explicación, diremos que el alquimista señala el oro como análogo en el reino mineral a la perfección que se busca en lo celeste. Todo el proceso, por lo tanto, se conoce desde siempre como la transmutación de los metales inferiores en oro.


orden rosacruz amorc

Dedicado a la Orden Rosacruz AMORC: Por Neus Fontanals

En la tarde de mis días aprendí, que tal vez no ví porque no quise ver. Que la razón, tal vez, se interpuso en mi camino, que las cosas suceden cuando te abres a ellas, que la negación es una limitación para aprender. En la tarde de mis días sentí, el gran poder de la intuición verdadera, el sin sentido, a veces, de la materia perecedera, el gran poder del yo inefable, el sin sentido de la obsesión indomable. En la tarde de mis días descubrí, la inmensidad de lo Eterno, la multitud de mundos, las posibilidades negadas, las voces calladas, las insensateces cometidas. Y ante todo ello, mi ser estalló, y reconoció lo que siempre ha estado ahí, y supe, que los sueños no siempre son sueños... Y supe, que puedo viajar sin moverme, que puedo creer sin ver, que puedo existir sin estar, que nada sucede por azar... Que puedo hablar sin pronunciar que puedo aliviar sin tocar... Y meciéndose el tiempo en mis brazos, consciente de la densidad del mundo, espero... la culminación interna de todo aquello que siento y pienso, culminación y respuesta que espero llegue en el atardecer de mis días.

46


“ANTIGUA Y MISTICA ORDEN ROSAE CRUCIS” Saludos fraternales, Bajo los auspicios de la Rosa-Cruz ¡Salutem Punctis Trianguli! Desde AMORC queremos ofrecerte la posibilidad de que, como buscador que eres, puedas recibir trimestralmente nuestra revista Rosacruz. Esta revista está destinada a dar a conocer la forma de pensar de nuestra Orden a través de sus colaboradores, todos ellos expertos en las materias que publican y de reconocida experiencia. Su contenido de alta calidad, está impregnado de información y conocimiento sobre temas de elevado interés para ti: Tradiciones, Personajes históricos, Cábala, Alquimia, Espiritualidad, Psicología, temas Rosacruces, etc. Por ello ahora queremos ofrecerte la oportunidad de que te puedas suscribir a nuestra revista trimestral por un importe de 25 € al año. Si lo deseas puedes mandarnos a vuelta de este correo, el formulario que te adjuntamos debidamente rellenado y, en breve, recibirás periódicamente nuestra revista en tu domicilio, además de un ejemplar gratuito como cortesía. Recibe nuestro más cordial saludo y nuestros mejores deseos de Paz y Armonía para ti y todos los tuyos. Fraternalmente, AMORC, Gran Logia de España


AMORC ESPAÑA Apartado de Correos 199 08140-CALDES DE MONTBUI (Barcelona) amorcgle@amorc.es DATOS PERSONALES Nombre: Apellidos: Dirección: Población: Código Postal: Provincia: Teléfono: E-mail: Eres miembro de la AMORC:

PRECIO DE LA SUSCRIPCION ANUAL:

25€ FORMAS DE PAGO: - Giro postal - Cheque adjunto - Cargo en su cuenta bancaria: ____/____ /__/__________ Titular de la cuenta:

Recortar para enviar a: AMORC GLE Aptdo. Correos 199 08140 -CALDES DE MONTBUI BARCELONA

La Revista Rosacruz es una publicación trimestral publicada por la Gran Logia de España. Si deseas recibirla en tu domicilio rellena este boletín de suscripción y envíalo a la siguiente dirección:




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.