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Reflexiones de cocina
from Comensales 57
by AMRMEXICO
Texto Chef Víctor Cabrera
Pandemia y recetarios que no sé de dónde salieron
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¿Qué es la vida? Alguien lo definió como “El espacio entre dos nadas”
Aunque, en este espacio, caminábamos, corríamos, subíamos, bajábamos, comprábamos, gastábamos, reemplazábamos, hacíamos, deshacíamos, construíamos, destruíamos, uffff.
En este espacio, no teníamos tiempo para sentarnos, contemplar, pensar, reusar, valorar, agradecer, eran conceptos un tanto extraños y en algunos casos hasta desconocidos.
La vida, nos da sorpresas y vaya que nos dio una gran sorpresa, la vida nos cambió sustancialmente la dinámica tan acelerada en la que nos desenvolvíamos.
Un virus, increíblemente un virus, nos hizo recluirnos en casa, encerrarnos, alejarnos de todas las distracciones a las que estábamos acostumbrados. Las empresas de todo tipo cerraron sus puertas. Al principio nos sentimos frustrados, inseguros, con miedo. Y encerrados en casa, lentamente nos fuimos adaptando y resurgió esa capacidad innata al hombre de reinventarnos, generar nuevos proyectos y continuar viviendo con alegría. Una de las actividades más golpeadas durante esta pandemia, ha sido la Industria de la Hospitalidad: hoteles y restaurantes. El servicio de alimentos sufrió un golpe bajo y muchos colapsaron, aunque el ingenio del hombre hizo que surgieran formas novedosas de atención al público, unos migraron a los llamados: “Restaurantes fantasmas”; “Servicios Delivery”, lo que les permitió continuar laborando. En el aspecto personal lo más importante y gratificante, es que el encierro hizo que todos hayamos tenido un momento para poner a prueba nuestras habilidades culinarias. Hemos ido rescatando las recetas de familia ¡Qué reliquias! desempolvando aquel recetario que no recordamos o no sabemos de dónde salió.
Hemos experimentado, nos hemos divertido, a veces nos frustramos, otros ratos han sido de grata sorpresa al darnos cuenta que somos capaces de crear platillos tradicionales o mejor aún, darles nuestro “toque personal”; saciamos ese antojo por algún platillo, disfrutamos esa sabrosa comida casera. Algunos otros, más aventurados, se han inscrito en clases o en cursos online, que también incrementaron su oferta.
La harina y la levadura surgieron como los ingredientes estrella en esta cocina pandémica. La elaboración de “Masas madre”, “panadería a destiempo” como: Pan de muerto en junio o ¿Por qué no? Rosca de reyes en agosto se volvieron muy populares, ya que permitió y favoreció la convivencia familiar y la distracción haciendo que el tiempo volara.
Cocinar en casa nos ha traído muchos beneficios tanto en la salud como en la economía personal, nosotros mismos nos aseguramos de la calidad de nuestros productos, la higiene de los alimentos, las porciones son bastas, económicas y podemos ir jugando con nuestros antojos, compartimos con nuestros seres queridos y apoyamos la economía local.
Se acerca la temporada de las fiestas más esperadas y festejadas por muchos de nosotros, la temporada Navideña y Año Nuevo, donde la dinámica también será diferente, sólo que ahora, nosotros YA SOMOS DIFERENTES, en mayor o menor grado hemos aprendido a valorar la vida, lo que poseemos;
hemos aprendido a pensar; a sentarnos y contemplar la belleza del mundo, del Universo; a reusar; sobre todo, creo que hemos aprendido a Agradecer y Compartir.
El sector restaurantero tiene nuevos retos a vencer, no sólo será recuperar la confianza de la gente por acudir a sus establecimientos, ahora tendrán que ofrecer mejor calidad y sobre todo más variedad de platillos, ya que, durante esta temporada de pandemia, las personas han sabido apreciar la calidad de las cosas, el esfuerzo, surgieron nuevas propuestas online y un sinfín de alternativas en torno a los alimentos y bebidas.
¡Prendamos fogones, alistemos ollas y cacerolas para resurgir en esta temporada decembrina!
Agradezcamos que estamos vivos y compartamos nuestro tiempo de calidad con la gente que amamos, nuestros alimentos, conocimientos para preservar la riqueza culinaria que poseemos y nuestra alegría de mexicanos, que solamente unidos saldremos abantes.