Actividad 2: Cuento En este apartado explicaremos el recurso educativo que hemos creado para la parte de proyecto que concierne a las matemáticas del primer y segundo ciclo de primaria. Consiste en hacer una lectura dramatizada de un cuento que tiene por título “Que fácil es la geometría” habla al alumnado sobre una niña, estudiante de primaria, a la que no se le da muy bien la geometría. o
Metodología Con esta actividad pretendemos coger una práctica tan corriente y
tradicional, como viene siendo contar un cuento a los pequeños, darle “un lavado de cara” y usarlo para crear un ambiente de aprendizaje y generar unos conocimientos (de forma divertida) que normalmente no están relacionados a los cuentos infantiles, como es la geometría. Usamos una metodología constructivista con el fin de que los niños y niñas se sientan identificados con la historia, por ello nuestra protagonista es una niña de primaría. Por otro lado creamos un cuento fantástico, ya que a estas edades la imaginación está muy activa y pensamos que elementos fantásticos, como el lápiz que les habla, por ejemplo, captarán su atención y hará que estén atentos al cuento y lo disfruten más. Que les guste y se diviertan, por lo tanto, será de vital importancia a la hora de realizar esta actividad, ya que en el caso de que no lo hagan, (de que no lo disfruten) el aprendizaje no será tan significativo y no conseguiremos el fin inicial de nuestra actividad, que es que los niños y niñas se diviertan a la vez que aprenden geometría, es decir, matemáticas.
OBJETIVOS: -
Aprender conceptos de geometría referentes al currículum de matemáticas de primaria.
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Desarrollar el gusto por las matemáticas en los niños y niñas.
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Que el alumnado se divierta y encuentre sencillo el aprendizaje de conceptos sobre geometría.
DURACIÓN APROXIMADA: unos 30 min
MATERIAL: -
El cuento, un cuentacuentos, un lápiz.
LUGAR: Aula.
DESARROLLO DEL EJERCICIO 1. Se presenta el cuento al alumnado. 2. Se lee el cuento a los niños y niñas dramatizándolo. 3. Se hace una pequeña reflexión con los niños sobre que han aprendido del cuento. 4. Se evalúa si les ha gustado, que es lo que más, que es lo que menos…
En conclusión, lo que pretendemos con esta actividad es que los pequeños desarrollen el gusto por las matemáticas, y especialmente, que aprendan de una forma creativa, fuera de la tradicional clase de teoría y las correspondientes tareas a realizar, aspectos del currículo del área de matemáticas, como por ejemplo la geometría, que es la parte de matemáticas a la cual destinamos este recurso. Nosotras, queremos intentar acabar ya con el mito de que aprender matemáticas es muy pesado y un aburrimiento, con esta propuesta buscamos como fin prioritario convertir las clases de matemáticas en aquello que muchos de nosotros no vivimos de pequeños, una asignatura para descubrir, divertirse y para aprender cosas útiles relacionadas con nuestro entorno y con la realidad que nos rodea de una forma sencilla y entretenida. A continuación, añadimos el cuento que utilizaríamos como recurso para explicar la geometría a los niños y niñas de primaria:
Cuento: ¡Qué fácil es la Geometría!
Erase una vez hace no mucho tiempo, ni tampoco tan poco, una niña que era muy despistada que se encontraba en un aula de un colegio. Nuestra niña despistada se llamaba Carolina y como cualquier niña o niño de esas edades, se pasaba tooodo el día soñando con cosas increíbles y fantásticas estuviese donde estuviese. Concretamente Matemáticas.
A
hoy, ella
estaba las
en
clase
matemáticas
no
de le
gustaban mucho, porque como siempre estaba en su mundo no se enteraba de nada y luego la reñían. En clase estaban dando geometría, la profe, una señora tan vieja que parecía una tortuga, no paraba de hablar de líneas rectas, líneas curvas, ángulos, pentágonos y demás palabrejas muy muy raras y a ella le parecía que estaba diciendo un conjuro maligno. Sus compañeros y compañeras asentían con la cabeza y parecía que lo entendían todo. Carolina se enfurruñó y pensó “¡Ojalá existiese un botón mágico que me hiciera entenderlo todo!” Y entonces en ese preciso momento apareció una vocecita en su cabeza que le dijo: -‐
Pero ¿cómo es posible que no entiendas nada Carolina? ¡Con lo fácil que es!
Entonces Carolina se asustó y miró a sus compañeros, ninguno le había hablado y no sólo eso sino que además ¡ninguno se movía! ¡Era como si se hubiese parado el tiempo! -‐
¿Quién eres? ¿Dónde estás? – Preguntó Carolina.
-‐
¡Estoy aquí abajo! – Exclamó la voz misteriosa.
Carolina miró hacia abajo y se dio cuenta de que era su lápiz el que le estaba hablando. Cogió el lápiz con mucho miedo y lo miro atentamente, entonces con un poco menos de miedo le dijo: -‐
No es tan fácil, ¿sabes? Yo no entiendo nada de lo que está hablando la profe.
Entonces el lápiz le dijo: -‐
Mira Carol, levántate y acércate a la pizarra, ¿ves eso que hay ahí? es una línea.
-‐
¡Ya sé lo que es una línea! Lo sé desde que aprendí a hacer la A de mi nombre, ¡qué tiene 3 de esas! – Exclamó Carol orgullosa.
-‐
Bueno, pero fíjate, ¡es una línea especial! ¡Esa es una línea recta! Y con ella podemos hacer todo tipo de cosas.
-‐
¿Cómo qué, a ver? – Dijo Carol escéptica.
-‐
Mira la ventana, acércate y sigue el borde con el dedo. Ahí tienes una línea recta y fíjate, ¡con cuatro de esas haces un rectángulo!
-‐
¡Pues es verdad!- Dijo Carol sorprendida. – ¿Y qué más puedo hacer con ellas? – Preguntó con cara de interés.
-‐
Pues toda clase de cosas, cuadrados como los que hay en el suelo. Los cuadrados están formados por cuatro lados, es decir, por cuatro líneas rectas del mismo tamaño, los triángulos por tres, los pentágonos por cinco… Carolina se acercó al pupitre de su compañero y pregunto curiosa señalando el reloj de su compañero Juan: - ¿Y entonces esto? ¿Por cuántas líneas rectas está formado? El lápiz la miró y le dijo: - Es que eso es un círculo y los círculos están formados por líneas curvas…
Carolina mira a su alrededor cada vez más sorprendida y al ver el balón de su amiga marta exclama: -‐
Mira, ¿cómo eso de ahí?
-‐
Nooo, eso es una esferaaa – Respondió el lápiz con voz cansada.
Carolina un poco perdida ya… exclamó: -‐
Pero, y ¿qué diferencia hay?
-‐
Los círculos al igual que los cuadrados, rectángulos, triángulos y otras figuras, son planas. Por ejemplo, si dibujases el balón de tu amiga marta en un folio y pasases la mano por encima no notarias nada porque el dibujo es plano, pero cuando tocas la esfera del balón de tu amiga, no está plano, lo notas porque tiene volumen… ¿ves como no son lo mismo? – Explicó pacientemente el lápiz.
-‐
¡Es verdad! Que fácil… - Dijo Carol con una sonrisa grande.
-‐
¡Perfecto! ¿Ves como no es tan difícil esto de la geometría?
-‐
Pero… espera, espera. Una de esas cosas raras que dice la profe ¿ángulo? ¿Eso si que no será tan fácil?
-‐
¡Uy! ¡Fíjate! ¡Pero si los ángulos son muy sencillos! Mira el libro medio abierto de tu amigo Juan, ¿ves como los bordes hacen dos líneas entre ellas?
-‐
Siiiii… ¡Que lo de líneas ya lo entiendo! – Dijo Carol mirando aburrida al lápiz.
-‐
¡Bueno escucha! Pues el ángulo es el espacio que queda entre las dos líneas que se unen en el mismo sitio… y ¡Oh! ¡Quieta, quieta! ¡Mira tú brazo! Estás formando un ángulo obtuso…
-‐
¿Cómooo?! ¿Dónde?! – Exclamó mientras se miraba el brazo preocupada…
-‐
¡Mira, mira, de tu codo a tu mano hay una línea y de tu codo a tu hombro otra y entre las dos forman un ángulo obtuso! – Le dijo el lápiz.
-‐
¿Y el libro? ¿También es un ángulo obtuso?
-‐
No…
ese
es
uno
recto,
porque
una
línea
está
totalmente
perpendicular a la otra como ocurre en los cuadrados y mira cierra un poco más el libro… ¡tenemos un ángulo agudo! -‐
Aaaaah entonces ¿los agudos son más pequeños que los rectos y los obtusos mas grandes verdad?
-‐
¡Pues claro! – Exclamó el lápiz.
-‐
Jolines… cuantas cosas he aprendido Sr. Lápiz menos mal que has aparecido para ayudarme porque no me estaba enterando de nada…
-‐
… (silencio)
-‐
¿Sr. Lápiz?
-‐
… (silencio)
-‐
Sr. Lápiz, ¿Por qué no contestas?
En ese momento la profe se giro de repente y le dijo: -‐
Carol ¿qué haces? ¿Ya estás en las nubes otra vez?
Nuestra niña despistada se llevó un susto tremendo y rápidamente le respondió: -‐
¡Nooo nooo de veras que no!
-‐
A ver, entonces ¿qué es esto que hay en la pizarra? - Le pregunto la maestra.
-‐
¡Hombre pues muy fácil! ¡Son dos líneas rectas que forman un ángulo agudo! ¡Como la puerta de clase que está un poquito abierta!
Todos los niños miraron a Carol asombrada, la profesora le dijo “¡muy bien Carol!” le sonrió y continuó con la clase. Carol miro a su lápiz y le susurro: “Gracias por enseñarme al fin a ver las matemáticas…” -FIN-