UD.4 Fotografía y arte Práctica de Paisaje
El fotógrafo Stephen Shore publica en 1982 el foto-libro Uncommon Places, un ambicioso proyecto fotográfico-documental que muestra, después de largos viajes en coche por Estados Unidos comenzados en 1973, una selección de 49 fotografías con ese repertorio de espacios urbanos sin identidad y deshumanizados, donde el uso del automóvil ha despejado la presencia de personas en las calles.
Los grandes aparcamientos, las carreteras en el paisaje, o las calles y los rincones urbanos de esas interminables periferias constituyen ese nuevo paisaje urbano. Sus fotografías están dentro de la corriente “Nueva topografía” donde su objetivo era romper con los conceptos tradicionales de fotogra
Biografía: Fotógrafo autodidacta, influenciado profundamente por el libro American Photographs de Walker Evans, Stephen Shore decidió a la temprana edad de 14 años ponerse en contacto con Edward Steichen, el entonces encargado de la sección fotográfica del MoMA, para presentarle parte de su trabajo. Steichen se llevó tan buena impresión que decidió comprarle tres obras, plantando a Shore en medio del panorama artístico y creativo del Nueva York de comienzo de los años 60. A los 17, como amigo y colaborador de Andy Warhol, se paseaba a diario por The Factory, tomando instantáneas de todo lo que se cocía por allí. En 1971, a sus 24 años, Stephen Shore disfrutaba ya del reconocimiento público que le otorgaba el haber exhibido en solitario en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Un año más tarde, en 1972, Shore se dió cuenta de que toda su vida había transcurrido en un escaso radio de varios kilómetros alrededor de la Gran Manzana, así que con la intención de descubrir el país, decidió emprender junto con un amigo suyo un viaje desde Manhattan hasta Amarillo,
Texas. Tal fué el shock que se llevó durante ese viaje, que nada más finalizarlo se embarcó en otro, ésta vez en solitario con la única compañía de su Rollei de 35mm. Shore tomó fotos de todo lo que se encontraba a su paso, cada paisaje que captaba su atención, cada edificio, cada camarera que le atendía, cada habitación de hotel.../ A su regreso, con los cientos de fotografías registradas, exhibió y publicó su trabajo American Surfaces que tuvo una acogida bastante pobre, debido en parte a la incompresión del mensaje que Shore quería mostrar, y a la poca calidad de las impresiones obtenidas de los pequeños rollos de 35mm. Decepcionado, comprendió que la única manera de poder plasmar la auténtica visión de sus viajes era empleando un equipo que produjera resultados de mayor calidad, ésta vez llevando consigo una cámara de gran formato. Shore se embarcó en una serie de viajes a lo largo y ancho del continente americano desde el año 1973 hasta el 1981. El hecho de llevar encima una cámara de gran formato y el coste de cada placa fotográfica le obligaron a trabajar con otra filosofía, teniendo que tomarse mucho
más tiempo en cada parada para montar el equipo, siendo más selectivo, viendo con más profundidad, desarrollando minuciosamente cada composición. En 1982 se publicaba Uncommon Places y nacía un clásico. El impacto fue brutal, creando el libro más copiado, venerado y reconocido como influencia directa de la mayoría de fotógrafos de los últimos 30 años. Con éste trabajo establecía las nuevas directrices del movimiento conocido como Nueva Topografía y abría por primera vez las puertas de galerías y museos por todo el planeta a la fotografía en color de gran formato como medio artístico, acotada hasta entonces para uso comercial. Composiciones exquisitas con tal calidad y definición que uno puede pasarse horas recorriendo visualmente cada imagen descubriendo nuevos detalles.
Indudablemente, el trabajo de Stephen Shore ha adquirido un componente nostálgico con el paso de los años y ver ahora, 30 años después, esas calles plagadas de coches clásicos americanos es un valor visual añadido, pero incluso en el momento de su aparición, cuando esas imágenes “solo” eran una representación de la América presente, el virtuosismo de sus composiciones (absolutamente increíbles, en mi opinión), su capacidad de control de luces y sombras, y el rango cromático de cada toma, daban validad a su obra sin la necesidad de la carga extra de melancolía. Otros genios de la misma época que siguieron un camino similar como William Eggleston, tienen trabajos excepcionales, pero Uncommon places es sin dudarlo la auténtica referencia. Stephen Shore es hoy profesor y director del Departamento de fotografía del Bard College, en el estado de Nueva York.
Portmán “non sites”
Ana María Martínez