INTERPRETANDO A SÓCRATES Relatos y
ensayos
sobre arquitectura
ÍNDICE INTRODUCCIÓN
I.
LA INMORTALIZACIÓN DE LA CULTURA
II.
ARQUITECTURA Y RELIGIÓN: DE LAS IDEAS CLÁSICAS A LA CRISIS
CONTEMPORÁNEA
III.
ARQUITECTOS: CONCILIADORES ENTRE EL PODER DIVINO Y HUMANO
IV.
ARQUITECTURA: UN DISCURSO QUE SE PUEDE APROVECHAR
V.
“AMAOS LOS UNOS SOBRE LOS OTROS” –WOODY ALLEN
VI.
MENTALIDAD ESPACIAL O ¿ESPACIALIDAD MENTAL?
VII.
TEORÍAS CONSTRUIDAS
VIII.
LAS IDEAS EN FÍSICO
IX.
CONCLUSIÓN
X.
BIBLIOGRAFÍA.
INTRODUCCIÓN. El relato a continuación surge como una manifestación ficticia de la imaginación y no está basado en hechos reales.
Aristóteles, Te escribo con el fin de responder a las incertidumbres sobre arquitectura de las que me hablaste hace algún tiempo. Lo anterior lo haré a través de un hermoso relato que alguna vez me contó nuestro difunto maestro. En un cálido verano de junio, dice Sócrates que comenzó a sentir una gota de sudor rodar por su mejilla. Se encontraba ansioso, desesperado, llevaba dos días tratando de resolver un acertijo que le había planteado Trasímaco cuando se encontraban escudando el sol bajo la sombra del Partenón. Trasímaco! Como lo odiaba! No era solamente sofista, sino que era tan intolerante que lo consideraba su más grande antagonista. El acertijo era el siguiente. Según Trasímaco, la arquitectura cumple un único propósito: resguardar al hombre de la naturaleza. Los tejados protegen al hombre de la lluvia, los voladizos brindan sombra a los transeúntes en los días calurosos y las aberturas permiten que entre viento en el interior de los edificios. Por el contrario, Sócrates insistía que tanto el origen como el fin de la arquitectura cumplen un propósito mucho más significativo; expresar ideas. Sócrates quedó perplejo cuando Trasímaco le pidió una explicación a la afirmación que acababa de realizar. Hace mucho no le sucedía algo similar. No tenía una respuesta y en ese momento ni siquiera su dialéctica parecía servirle. Por ende, admitió su ignorancia ante Trasímico, se excusó, y se encamino de regreso a su casa. Habemos entonces en esta difícil situación a nuestro incansable pensador. Ante la prolongada incertidumbre, Sócrates decidió tomarse un descanso, en el cual optó por caminar por las despobladas calles de Atenas. Después de dos exhaustivas horas de caminata, Sócrates se encontró frente a un hermoso riachuelo. Cuando levantó su mirada quedo deslumbrado ante la figura de una mujer desnuda que tomaba un baño. Sus ojos se abrieron y su respiración se detuvo hasta el punto que tuvo que cubrirse los ojos con sus manos durante algunos segundos. Sin embargo cuando volvió a levantar la mirada aquella mujer había desaparecido. El maestro no comprendía lo que le acababa de ocurrir. Ante la enorme felicidad que le había causado aquella imagen Sócrates quería recordar ese momento para siempre en su memoria. Sintió que aquel espacio en el riachuelo en donde en algún momento se hallaba esa bella mujer debía ser sagrado. Quería que cada vez que él, o cualquier persona que anduviera por ahí tuviera conciencia de que aquel sitio era sagrado. Decidió que tenía que delimitar ese
espacio con algún tipo de material que lo separara del resto del mundo, es decir quería que con ese material se creara un adentro y un afuera con base en ese punto. Fue ahí entonces cuando Sócrates sintió un éxtasis repentino, había encontrado la respuesta para Tasímaco: si la arquitectura son elementos materiales, tales como muros, crean así un adentro y un afuera, es decir, separan un espacio del resto del mundo. Sin embargo no separan los espacios de alguna forma aleatoria, separan los espacios para delimitar un símbolo que debería ser recordado, entendiendo aquí símbolo como Sócrates entendió entonces a aquella bella mujer. Por lo tanto cuando se emplazan elementos materiales para recordar un símbolo se esta expresando al mundo ideas sobre este símbolo, y de esa forma la arquitectura se convierte en un medio de expresión de ideas. Espero que hayas encontrado alguna utilidad en este relato y la inquebrantable sabiduría que nos dejo el maestro. Platón Cerca de las ruinas de la antigua biblioteca de Alejandría, un arquitecto que viajaba por Egipto, encontró recientemente la anterior carta que Platón escribió a Aristóteles. Con base en ello, este arquitecto, quien decidió permanecer anónimo, comienza a cuestionarse acerca de las reflexiones realizadas por Sócrates, según Platón. Por lo tanto, este arquitecto decide realizar un tratado analizando los diferentes campos en los que la arquitectura puede servir como expresión de ideas. El tratado no solo cumple el fin de poner a prueba las afirmaciones de Sócrates sino que además opta por analizarlas desde un punto de vista del siglo XXI. Dicho tratado se presenta a continuación.
I. LA INMORTALIZACIÓN DE LA CULTURA. Ana María Riveros
Desde el comienzo de la humanidad, siempre hemos estado en busca de la grandeza, de ser recordados y de dejar legado a nuestros hijos, nietos y demás generaciones. Que medio más eficaz que la arquitectura. La arquitectura nos permite hacer arte en tres dimensiones o incluso en cuatro, incluyendo el tiempo, pues además de acobijar, está hecha para durar. Pero estos no son los únicos fines de este magnífico arte, u oficio, o como ustedes lo quieran llamar, también busca manifestar ideas y dar significado a pensamientos, asimismo, para transmitir sensaciones. La arquitectura es el mejor medio para representar, pues se hace notar, es una escultura a gran escala, que se hace habitable y perdura en el tiempo para conmemorar. El propósito de este capítulo, es hacer un recuento de algunas de las grandes civilizaciones y épocas que han hecho arquitectura para eternizarse en la memoria de la sociedad, con el fin de responder a la inquietud que este tema me causa: ¿cómo hacer perdurar esas ideas durante tanto tiempo, aún cuando no habían libros, tratados o reportajes sobre estas obras? Para empezar, la arquitectura ha logrado traducir los pensamientos de los grandes soberanos y sociedades en edificios, transmitiendo ideologías y teorías, unas veces directamente y otras indirectamente. Para valer este argumento, me gustaría citar a los autores Ching, Jarzombek y Prakash (1943), cuando dicen que la arquitectura es un tipo de producción cultural, en donde el desarrollo de una civilización seria impensable sin los edificios a los que se les ha dado un valor o status especial, sin importar los propósitos. Con estas ideas, me atrevería a afirmar que hay dos propósitos esenciales en la arquitectura: habitar, cuando su uso va a ser vivir, comer o dormir, entre otras actividades cotidianas y representar, o transmitir ideologías, más que todo cuando son edificios de carácter público, con el fin de mostrar transparencia, poder, inteligencia y otros valores. Analizando ya el enunciando de la arquitectura como transmisor de ideas culturales, me gustaría explicar cómo se ha desarrollado este tema. Según el catedrático Pereira (2009), la forma del edificio es el principal transmisor de ideas, pues hay un significado, que sería el concepto, y un significante, que sería la imagen o forma. Y esta simbología siempre busca producir sentimientos sobre un momento histórico. De aquí, que la arquitectura se pueda dividir en un espacio físico y en un espacio arquitectónico. Siendo el espacio físico la plasticidad y el espacio arquitectónico la temporalidad, o mejor dicho, el presente eterno. Para hacer entender mejor estas ideas, me gustaría hacer un recuento de esa arquitectura que ha transmitido sus valores hasta el día de hoy, y podría empezar en Egipto en el 2500 a.C. con sus emblemáticas pirámides, donde su fin era memorar el fallecimiento de su faraón y generar un hilo de continuidad entre la vida y la muerte. Un poco más tarde, aparece el mundo clásico, con sus grandes templos y acrópolis y entre ellos, el máximo representante de los templos romanos: el Partenón, que es una obra de perfección y majestuosidad. Gracias a esta y muchas obras más, con ayuda el tratado de Vitrubio, se transmitió el mundo clásico al mundo contemporáneo, dando lugar al neo clasicismo, renacentismo y otros movimientos más.
Moviéndonos más hacia el presente, llega el Medioevo, con una de las obras que, a mi parecer, es de las más admirables de la arquitectura, Santa Sofía de Constantinopla. Esta obra maestra, es la idea hecha realidad de la luz como continuadora del espacio y tiempo, que va a dar cabida al gótico. Aunque el gótico muchas veces se entienda como una época oscura, lo que su arquitectura quería expresar era lo contrario: que a través de la ligereza estructural, la iluminación fuera el anfitrión de todos esos espacios sagrados. Otra época, que muestra a través de la arquitectura su idea de vivir, es el barroco. En este tiempo la arquitectura fue una gran escenografía, para que todos esos actores principales o secundarios tuvieran una vida terrenal plena, llena de excesos y excentricidades. Y ya entrando a la revolución industrial, que mejor forma de mostrar el progreso en las ciudades que con los avances. Una obra arquitectónica representante de eso es el pabellón universal en Paris. Para finalizar con este paseo por épocas y movimientos, termino con Brasilia y el memorial de Juscelino Kubitschek. Esta plaza es una de las más importantes en la ciudad, posee una escultura en donde al caer del sol, se forma el símbolo comunista mostrando la cultura con la que se labró la capital. Pero siendo ya hora de acabar este capítulo, me gustaría recordar la importancia de la arquitectura como método de representación de ideas, sentimientos y teorías para trasmitirle al mundo nuestra cultura. La arquitectura es el diario de la humanidad, que nos permite ir al pasado, para conmemorar a nuestros ancestros y a las diferentes culturas. Es también, y principalmente, la materialización del pensamiento y está, por otro lado, indiscutiblemente ligada a la religión, a la religión entendida como la relación del hombre con su Dios, con el universo. Pero mejor esto lo explico en el próximo capítulo.
II. ARQUITECTURA Y RELIGIÓN: DE LAS IDEAS CLÁSICAS A LA CRISIS CONTEMPORÁNEA Camila A. Rodríguez Moreno
Es importante comenzar resaltando que la religión ha guiado la vida de las diferentes culturas alrededor del mundo y, desde los orígenes, la espiritualidad del ser humano ha sido inherente a su desarrollo social y cultural. Esto hace fácil deducir la presencia de todas las artes en este proceso pero, en especial, es indiscutible mencionar a la arquitectura no sólo como el gran transmisor de ideas religiosas, sino también como la consecuencia material y racional del pensamiento. Ahora bien, como se ha mencionado antes, la arquitectura está ligada a la cultura y costumbres de aquellos quienes la crean, y somos, los hombres, hoy y desde nuestros orígenes, víctimas de nuestra propia búsqueda espiritual. Así pues, con la arquitectura como prueba de esto a lo largo de la historia, es posible leer el gran salto que ha dado la humanidad para llegar al hoy, al presente; un presente carente de espíritu, lleno de arquitectura efímera, de objetos en lugar de edificios pensados y construidos por y para el hombre espiritual. En donde la arquitectura se vuelve culto en lugar de responder a racionalidades puntuales, en donde la técnica se ve sacrificada por la construcción poética y los valores humanos se negocian por el mercado. (PAZ, 2012) Si una de las preguntas que surgen a partir de esta discusión es, qué tiene que ver la religión en esto, la respuesta es: todo. Cuando hablamos de religión y arquitectura no nos referimos precisamente a la arquitectura religiosa como tal, hablamos de que la arquitectura simboliza creencias, ideas, es algo que va más allá, es algo más ontológico, más en términos de la arquitectura como producto del pensamiento sobre la relación hombre-universo. Esta relación ontológica se origina cuando nace la imagen, cuando el hombre decide separarse del mundo y empezar a observarlo, en este momento, la mano que es la que hace hombre al hombre, dibuja a los que antes eran sus semejantes y los reduce a simples abstracciones (DE AZÚA, 2010). Así, el hombre se separa del caos, abandona su lugar en él y se aleja para acercarse más a Dios, al orden, a lo sacro. Es entonces, el mundo un espacio por dominar, para el nuevo hombre religioso el espacio no es homogéneo; los espacios consagrados tienen una forma, mientras que los profanos son amorfos. Esta oposición sacro-profano define un nuevo punto de partida, lo real para el hombre será entonces todo aquello que tiene forma como consecuencia de haber sido consagrado en una realidad profana. La arquitectura entonces, “al ocupar el espacio crea el lugar, es decir, permite la identificación de los espacios; convierte en determinado lo indeterminado, en distinto lo indistinto de la naturaleza” (MASIERO, 2004). De este momento en adelante, habrán muchos cambios en la arquitectura, aparecerán épocas: barrocas, renacentistas, románticas, góticas, clásicas; pero todas ligadas profundamente a su origen, a su religiosidad. Luego así, aparece el monstruo moderno, la máquina, la deshumanización hecha arquitectura, el hombre se vuelve la medida perfecta y con todo esto, la humanidad manifiesta su capacidad de dominar la naturaleza a través de la técnica y la ciencia. En el modernismo, se lleva todo a tal extremo que se confunde la autonomía del hombre y se transforma en mecanismo, de ahí empieza una decadencia no sólo
arquitectónica sino espiritual del ser humano, en donde se crea una necesidad de perfección inicua, de total desprecio del mundo caótico y la naturaleza, el impulso, llevado al extremo, de ordenarlo todo para que funcione mecánicamente. Todo esto son secuelas del hombre que vende su espíritu no a buscar la perfección mimetizando lo divino y dependiendo siempre de esto, sino a ser la perfección misma, la racionalidad y tecnicidad al desnudo. Ahora, cuál fue el salto contemporáneo casi necesario, pero incluso inaceptable, para ésta crisis moderna? La anti-arquitectura, como la llama Salíngaros(2004). Una arquitectura que se vuelve culto per se y se separa totalmente de la religión y el espíritu. Una arquitectura que dice ser la búsqueda del rescate de lo humano, imperfecta como su creador, pero que no es más que un modismo estilístico, apartado completamente de la esencia humana y por ende de la esencia de la arquitectura. Ahora bien, para concluir podemos decir que la relación religión-arquitectura ha sido primordial desde siempre y no se limita únicamente a hablar de arquitectura religiosa, sino que incita a entender que la religión siempre ha estado presente más como la esencia misma de la arquitectura, que transmite todas estas ideas de la humanidad y las materializa para dejar una constancia y legado en la historia. Y así bien, la crisis de esta época contemporánea es precisamente que no hay religión, el hombre está tan apartado de su esencia, que su búsqueda espiritual lo conduce por caminos equívocos y lo hace apostar en vano por soluciones que no lo llevan a ningún lado. Esto no quiere decir que no se pueda apostar por un cambio, pero como decían los antiguos “ni mucho que queme al santo, ni poco que no lo alumbre”, para encontrar un equilibrio es necesario volver atrás para tomar impulso, tomar lo bueno del pasado y reinterpretarlo para mejorar el presente y esto es lo que no se ha logrado aún.
III. ARQUITECTOS: CONCILIADORES ENTRE EL PODER DIVINO Y HUMANO. Juan Diego Bravo
“Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11:4) De modo general el hombre a través de la historia ha sido el planeador, proyector y constructor de espacios habitables, ganando para si el nombre de arquitecto ya que por medio de su función, modifica y altera su entorno para satisfacer sus necesidades. Desde el principio, el Hombre intento relacionar el poder humano con el poder divino, haciendo que en las principales ciudades las construcciones mas significativas fueran aquellas donde se realizaban diversos rituales que simbolizaban el contacto humano con lo divino (Divinidades viviendo como humanos entre los humanos), estas ciudades representaban el arduo trabajo de los hombres capaces de dominar la naturaleza y transformarla en un lugar sagrado para sus divinidades, no obstante este Hombre cansado de trabajar sin recibir ningún reconocimiento por su labor, viendo que Dios tenía el PODER de crear y transformar a su complacencia, sin ningún esfuerzo, quiso erguirse sobre los demás seres e intentar regir los destinos de sus vidas, haciéndose dueño de sus conciencias sin importarle el medio para hacerlo. Es así como el arquitecto; el ser “predestinado genéticamente para hacer cualquier cosa con tal de poder construir” (SUDJIC,2007) vende su alma al Poder. Debido a sus inagotables y enérgicos esfuerzos por exhibirse y ser reconocido en una sociedad excluyente y competente, el arquitecto cegado por el ego, abre su mente y se transforma en el programador de un sistema, el cual permite a Hombres que arrebatan el Poder, ser reconocidos a través de grandes construcciones que simbolizan estos poderes divinos encarnizados en sus vidas. Podemos decir que estas maravillas modernas producto del rito concebido y manifestado desde la visión del arquitecto, son mayores en dimensión y simbolismo en aquellos Hombres que ostentan grandes riquezas, temibles ejércitos y principalmente, aquellos autodenominados guardianes de la información y el conocimiento. La relación existente entre poder y arquitectura esta lejos de acabar, por el contrario cuanto más poder ostenta una organización, sociedad o grupo humano, mayor será su exhibición del poder a través de las herramientas que le provee la arquitectura. ¿Es entonces la arquitectura, un Poder dado a los hombres para intentar igualar el poder de Dios? Desde el origen de los tiempos la más sublime representación de poder que puede tener el hombre se ve reflejada en sus construcciones, la cuales representan la grandeza de sus obras y su capacidad de regir su propio destino, pasando de representar lo divino encarnado en lo humano, al hombre como su propia divinidad. En conclusión, el arquitecto es quien comunica a la humanidad cómo deberían ser sus ideas, sus pensamientos y necesidades a través de parámetros globalizados y
paradigmas institucionalizados, por medio de arquitectura visible y tangible, que se convierte en fiel representación del hombre que quiere ser igual a Dios.
Anteriormente tratamos el poder desde un punto de vista general, sin embargo al ver que el mismo hombre podía dominar a sus semejantes a través de conceptos moralistas que aparentemente beneficiaban a la sociedad en la que vivía, surge entonces el poder político, las ideas políticas, el control ,el dominio y las tomas de decisiones grupales e individuales que generan conceptos de como la naturaleza humana afecta todos los aspectos de nuestra vida, desde la forma en que educamos a nuestros hijos hasta las ideas políticas que defendemos.
IV. ARQUITECTURA: UN DISCRUSO QUE SE PUEDE APROVECHAR.
La manera en la que los seres humanos empezaron a agruparse para vivir, involucro paulatinamente decisiones que sostenían criterios acerca de cómo debían asentarse y como debían convivir. Uno de los más importantes que considero, es el criterio del espacio; El espacio entendido como los límites, lo público y lo privado, lo ajeno y lo propio.
Precisamente en el hecho mismo de fundar o establecer territorios, se sugiere un mensaje: Esta es mi zona, esta es mi construcción, así se puede entrar, así no, así me enfrento yo a la ciudad. En ese sentido una ciudad podría justamente traducirse a un conjunto de decisiones colectivas e individuales que conforman un lugar, y también la forma en la que los lugares generan distintos tipos de relaciones. Junto con las otras artes, la arquitectura mantiene su intención de expresar, ya sean ideas, gestos, sentimientos, decisiones, momentos e incluso valores culturales. Para entrar en contexto voy a poner el ejemplo de un suburbio típico en Estados Unidos. Si miramos detalladamente, caemos en cuenta de la uniformidad de las viviendas, los materiales, los estilos, los antejardines, el uso del espacio público inclusive; De estas observaciones sería fácil indagar que se trata de un lugar agradable, ya que cuenta con bastante espacio verde, un sitio ordenado, limpio seguro, amplio y acogedor. Digamos que bajo estas circunstancias hay un dialogo “respetuoso” con el habitante de esta zona; el hecho de salir a caminar le genera tranquilidad y calma, y seguramente este tipo de relación estaría lejos de ser como las que pasan en las favelas o en las comunas de los cinturones marginados de América latina. Si desglosamos el contexto, nos topamos con una mezcolanza arquitectónica, donde tal vez lo único en común que tengan estas construcciones sea la calle que comparten: las alturas, los materiales, (en algunos casos materiales muy ordinarios), los colores de las fachadas, las proporciones, los andenes de las calles, la suciedad, la intemperie de lotes abandonados, la oscuridad por las noches por causa del alumbrado público. Todas estas intenciones que en su conjunto forman un jolgorio, son muy dicientes a la hora del dialogo entre el lugar y la persona; Muy posiblemente la primera sensación al momento de llegar a allí será la de desasosiego, a lo mejor quiera irse ya que el lugar no se vuelve para nada prometedor. Yendo hacia otro caso específico, los parques y las edificaciones públicas, como es el caso de Medellín, que en su gran mayoría son un excelente
ejemplo de una arquitectura concientizada demuestran una clara integralidad y una armonía espacial, en la que cualquier persona se sentiría invitada y no dudaría en entrar. Por ejemplo el parque de los Pies Descalzos, sus tejidos, su arborización, el decoro, los remates, el mobiliario, el emplazamiento, los estanques de agua, se mezclan en el espacio y hacen una experiencia única.
Son interminables los casos en los que vemos materializada una estrategia, un medio, un fin, y vemos como las diferentes culturas e incluso sociedades ejercen su protagonismo a raíz de las conversaciones de la arquitectura hacia a su alrededor. Y es necesario ya que las culturas son muestras vivas de mensajes, de estímulos y de reacciones. Y la arquitectura hace parte de todo un mecanismo de decisiones, de clasificaciones y de posiciones de la misma sociedad. La arquitectura funciona como un medio político de expresión de ideas.
V. “AMAOS LOS UNOS SOBRE LOS OTROS” -WOODY ALLEN. Santiago Vargas Acebedo
Para llegar a una compresión más a fondo de este capitulo decidí recurrir a mi propia experiencia, simplemente a través del relato de la primera vez que tuve relaciones sexuales. Antes de proceder con el relato, me gustaría renombrar algunos de los principios ya establecidos en este tratado. En primer lugar, recordemos que según Sócrates, la arquitectura se entiende como el emplazamiento de elementos materiales con el fin de resaltar la presencia de un símbolo. Consecuentemente, podemos afirmar que la arquitectura se utiliza como medio de expresión de ideas sobre sexo cuando el símbolo que delimita recuerda o invoca un hecho sexual. Es decir, si la arquitectura expresa ideas sexuales es porque recuerda o estimula el sexo. Teniendo esto en mente, vamos ahora sí a proceder con el relato de mi primera experiencia sexual. ¿Por donde podemos comenzar? – Mmmm, ¿sus manos en mi bragueta? Tal vez retrocedamos un poco más. Comencemos cuando estábamos entrando en el motel, un motel dos estrellas en la periferia de la ciudad. Estos lugares usualmente están ubicados en la periferia de la ciudad, puesto que en principio, las personas que acuden allá lo hacen porque, por una u otra razón, quieren mantener dicha relación sexual en secreto. Porque, siendo honestos, una pareja que tiene la comodidad que brinda estar en una habitación en su propio hogar, ¿porque razón va a querer ir a un motel? No obstante, ahora que lo pienso si puede surgir un inconveniente para las pareja que hacen el amor en su casa: sus hijos, si es que los tienen. Por puro principio moral de la educación conservadora, una pareja debe, no solo esperar a que todos sus hijos estén dormidos, sino que además debe procurar hacer el menor ruido posible para no despertarlos, o por lo menos para evitar que se den cuenta que están haciendo el amor. Tal vez por esa razón es que en las escuelas de arquitectura siempre nos enseñan a emplazar los cuartos de los padres lo más separados posible de los de los hijos. Bueno, pero en fin, no vamos a desviarnos de nuestro propósito y vamos a continuar con el relato que espero que estén ansiosos por escuchar. Entonces, íbamos en que estábamos entrando al motel. El muro que delimitaba el motel era macizo, sin aberturas, de mas o menos cuatro metros de altura y estaba emplazado de manera que dejaba un anden del alredor de 50 cm de ancho. Vuelvo a resaltar sobre la idea ya mencionada; un muro de una altura mayor a una persona encima de otra, involucra una privacidad absoluta y mantiene una posición radical de disimular y proteger lo que está adentro de lo que está afuera. Además, ¿quien diablos va a querer caminar en un anden de 50 cm de ancho con un perfil de un muro de 4 metros en el borde de la ciudad? La respuesta es evidente. En fin, logramos, luego de unos minutos de espera acceder al motel. El vestíbulo del motel era muy amplio y contaba con una recepción, un bar y una sala de espera. En mi opinión, desde la arquitectura, el vestíbulo estaba dispuesto de una manera adecuada. Esto se debe sobretodo a que la sala de espera contaba con una única abertura que miraba hacia el parqueadero permitiendo a la gente que se encontraba en ella, controlar quien entra y quien sale. Además, el bar se encontraba relacionado de forma directa con la sala de espera y permitía que aquellos que se encontraban en ella, esperando (algunos de manera ansiosa) a su pareja pudieran tomarse una trago para calmarse, acto que realicé con esa exacta rutina aquella noche. Luego del trago decidimos subir al cuarto. Éste, era bastante oscuro, ya que no tenia ninguna abertura. Súpose que esto se debía a que era un espacio para ser utilizado en su mayor parte de noche. También supuse que era por mantener la política tan estrictamente privada del motel, lo cual lamenté profundamente. Esto surgió de una reflexión acerca de lo
que significaría tener una relación con cuartos abiertos hacia la calle. Empecé a pensar que resultaría muy placentero hacer el amor siendo visto por alguien más. Consecuentemente me vino a la mente la Casa Sheats- Goldstein de John Lautner. Es una casa en Los Angeles construida para un millonario soltero, quien mantenía permanentemente relaciones efímeras con diversas mujeres. Ésta, cuenta con una fachada completamente de vidrio que permite la exhibición absoluta, no solo del cuerpo que la habite, sino que también de los actos que allí realice. Además, a excepción de los espacios de servicio no tiene ningún muro que subdivida los espacios, rompiendo por completo con la tradición de privatizar las habitaciones del resto de la casa. Richard Williams, un profesor de Edinburg, describe la casa de la siguiente manera: “In Lautner´s work sexuality is undestood as…games of revealing and concealing…the male inhabitant/client is inariably looking or active, the female being looked at and pasive.(¡¡)” Podemos afirmar en consecuencia que la casa surge como la delimitación de espacios (fachadas transparentes sin muros divisorios) que se edifican con el fin de representar un símbolo (la exhibición de la figura masculina como individuo sexual dominante). Retornemos a nuestra historia… Cerramos la puerta de la habitación. Nos miramos fijamente durante algunos segundos y luego ella colocó su mano en mi bragueta. Me desvistió por completo, luego yo a ella y finalmente me arrojó a la cama. Me comenzaba a dar besos en el cuello, cuando repentinamente comencé a escuchar ruidos que provenían de la pareja del cuarto de al lado. Gritaban con tal fuerza que comencé a sentir envidia. Me dominó una extraña necesidad de que los de al lado me escucharan haciendo el amor. Acto seguido, comencé a gritar, implorando a mi pareja que también lo hiciese. En ese momento me vino a la mente otra casa en Los Angeles: La casa King´s Road de Rudolf Shindler. Esta casa fue construida para ser compartida simultáneamente por dos parejas distintas, cuyas aspecto peculiar remarcaba en que las habitaciones estaban separadas únicamente por plataformas ásperas y una distancia libre de veinte metros. Esto logró que una pareja pudiera escuchar a la otra haciendo lo que fuera que hiciese en su habitación. El mismo profesor Williams dice lo siguiente sobre la forma de habitar esta casa, evidenciándonos con esta cita cual es el símbolo que los espacios de esta casa pretenden delimitar: “Firstly, sex is imagined as a central part of life. Secondly, sex is imagined as healthy, natural and wholesome.(¡¡)” Cerrando este paréntesis, y regresando a mi exquisita historia, les relato el final a continuación… Luego de una experiencia que a pesar de todo su esplendor, duró solamente treinta minutos, me quede acostado en la cama con mis brazos alrededor de su cuerpo, y mis piernas entre las suyas, momento en el cual a ambos nos dominó el sueño. Habiendo finalizado el relato de mi primera experiencia sexual, considero que logramos ejemplificar como se puede desarrollar un espacio alrededor de un símbolo sexual. Por lo tanto me permito afirmar que por lo menos en este capitulo Sócrates tenía razón. En este caso, podemos afirmar que el motel se desarrolló sobretodo alrededor de una intención de ocultar el significado sexual de su interior y de explotar las impulsiones sexuales que llevan al hombre a encortar aquel espacio. Sin embargo, no siempre sucede lo mismo, hay ocasiones en que lo símbolos alrededor de los cuales se desarrolla la arquitectura, cumplen fines completamente distintos al ocultar, esto ocurre por ejemplo con algo que hoy en día se conoce como publicidad.
VI. MENTALIDAD ESPACIAL O ¿ESPACIALIDAD MENTAL? Daniela María Gómez Lizarazo
“La transformación moderna de la casa genera un espacio definido por paredes de imágenes en movimiento. Éste es el espacio de los medios de comunicación, de la publicidad.” (Colomina, 1994) La publicidad surge como mecanismo para difusión de ideas desde que se hace necesario comunicar y convencer al público de la existencia e importancia de un objeto, es decir desde que existe el comercio. En un principio esta difusión se hacía oralmente, sin embargo en la actualidad se hace por medio visual. Este cambio de medios de difusión se da desde la modernidad con la introducción de nuevas tecnologías que facilitaban la producción en masa de la publicidad impresa. (Televisión, internet, avisos en las calles o símbolos de empresas en las fachadas de los edificios) En la modernidad la arquitectura empieza a tener una conexión directa con la publicidad, pues el maestro de la arquitectura moderna, Le Corbusier, impresionado por todo el desarrollo tecnológico de la época, intencionalmente otorga un valor de esta naturaleza a sus obras arquitectónicas, “La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de felicidad” (LeCorbusier), es decir que la arquitectura debe pensarse como una maquina creada para una función específica, que se logra perfectamente mediante mecanismos que no les falta ni les sobra ninguna pieza. A partir de la tecnología se empieza a desarrollar un principio de funcionalidad arquitectónica según los nuevos ideales modernos. Un ejemplo de este fenómeno es el cambio en la interpretación de público y privado, pues con la nueva tecnología se podía tener acceso a aspectos en la vida de las personas que antes eran privados, ahora “la privacidad es aquello que excede la visión.” (Colomina, 1994). Pues por medio de nuevos artefactos se tiene acceso sensorial a la vida de las personas sin necesitad de estar en el mismo lugar y tiempo. Así como la forma de ver el mundo cambia, la arquitectura también responde a las nuevas tendencias en la vida de las personas, haciendo, por ejemplo, ventanas en las que el exterior del recinto se convierta en parte del interior y viceversa, ahora lo privado es lo intangible, pues una pared puede que no logre esa diferenciación entre adentro y afuera o privado y público. Otro ejemplo, es la combinación de acciones dentro de un mismo lugar sin divisiones que da cuenta de la versatilidad que necesita el hombre moderno en su espacio, la libertad de expresión. Si bien la implementación de formas modernas en la arquitectura marca un cambio esencial, ¿cómo se da la relación directa entre la arquitectura y la publicidad? Para responder a esta pregunta se necesita recurrir a tres formas distintas de entender el problema. La primera es ver cómo la arquitectura se transforma para volverse un lugar en donde se difunde la publicidad, la segunda es entender la arquitectura como objeto puro publicitario y la tercera es ver a través de la publicidad a la arquitectura.
Ahora bien, si tratamos de entender la primera forma del problema, veremos que para la difusión de una idea se necesita tener en cuenta, iluminación, ubicación, distancia al objeto, visibilidad del objeto, etc. Todas las variables visuales que entran en juego cuando un observador tiene en contacto con el objeto publicitario están previamente cuantificadas. Conjuntamente la arquitectura debe obedecer a todas estas variables, es por eso que los espacios sufren una transformación, agrandando las ventanas para tener más campo visual, haciendo los techos más altos para sentir insaturado el espacio, así los ventanales estén atestados de publicidad. Se crean corredores de grandes distancias con remates visuales que generalmente corresponden a tiendas de las marcas más reconocidas, pues la ubicación y distancia para la publicidad es fundamental. La segunda forma de entender la relación entre arquitectura y publicidad es haciendo de la construcción un elemento publicitario, es decir que en sí la edificación es una construcción publicitaria que trata de demostrar la importancia de una idea. Pues así como se pueden crear panfletos o carteles que comuniquen por medio de imágenes o palabras, la arquitectura como elemento tridimensional tangible es una buena manera de comunicar una idea por medio de formas, colores, palabras, etc. “El edificio en si mismo es un mecanismo de representación” (Colomina, 1994). Y por ultimo, así como la arquitectura se ha transformado para dar lugar a la publicidad, de la misma manera la publicidad crea elementos para poder difundir las ideas arquitectónicas. Si observamos cuidadosamente nuestra manera de entender la arquitectura, notaremos que no se necesita conocer el objeto directamente para poder entenderlo y es aquí donde entra la publicidad. Nuestro mundo permite que por medio de las herramientas virtuales el mundo entero tenga conocimiento de una nueva obra arquitectónica que esté al otro lado del planeta, esto se hace por medio de fotografías, dibujos, etc., todos digitalizados y montados en la red para que todo el mundo tenga acceso a ellos. Un ejemplo es Google Earth®, una herramienta sencilla, gratuita que permite visualizar desde el planeta completo, hasta recorridos de las calles de las ciudades. En conclusión la arquitectura y la publicidad son herramientas del hombre que se complementan para lograr efectos sensoriales más fuertes. Lo que da como resultado un mayor conocimiento, entendimiento y placer al observar un objeto. La publicidad ha logrado ser tan tangencial en la arquitectura moderna que se ha convertido en un elemento vital para la conformación de teorías arquitectónicas modernas.
VII. TEORÍAS CONSTRUIDAS. Alvaro Medina
Si nos remontáramos en el tiempo, con una mirada analítica en cuanto a qué representa la arquitectura, encontraríamos que los temas más comunes son de carácter sagrado o metafísico o, incluso, transmiten qué se hace en determinado espacio. Ejemplos de esto hay muchos, pero uno importante, que se me viene a la cabeza, es el de los templos Griegos, dónde las columnas representan el bosque y el Naos la cueva, dos espacios que para esta cultura eran de gran importancia, hablando de orígenes. Este ejemplo provee una imagen mental de todos los casos que se podrían citar y estudiar. Avanzando en el tiempo, encontramos que durante gran parte de la historia lo que la arquitectura transmitía nunca era cómo se debía construir. No es sino hasta el siglo XIX cuando empiezan a aparecer variadas teorías en las cuales la arquitectura surge de temas totalmente arquitectónicos. No podemos pasar por alto que para llegar a proyectar basado en estos temas fue necesario pasar una gran cantidad de instancias las cuáles el tiempo se encargó de desarrollar. El encontrar arquitectura que representa teorías de la misma, o en otras palabras, arquitectura que nace y se sustenta de sí misma, no es algo que se dé gratuitamente en determinado punto de la historia. Era indispensable desarrollar y agotar los temas que podrían servir de base para construir para luego, habiendo aprendido de ellos, lograr la difícil tarea de construir algo que se represente a sí mismo. Es en este punto donde me permito citar tres casos, los cuales, a mi parecer, ilustran muy bien a la arquitectura que se representa a sí misma. Es prudente aclarar que estos tres ejemplos elegidos salen de una innumerable cantidad de teorías y trabajos arquitectónicos. Para contextualizarnos un poco en el tiempo y espacio, es preciso decir que la arquitectura y el urbanismo tuvieron un gran cambio en el siglo XIX, debido a la revolución industrial. Las nuevas tecnologías y materiales le dieron a la arquitectura un sinfín de posibilidades técnicas con las cuales la manera de proyectar y entender el espacio cambiaron. La dependencia con la estructura se hizo menor lo cual llevó a tener mayor libertad en las plantas, construir en altura y tener espacios con mejores condiciones de iluminación principalmente1. Es entonces cuando se hace notar un personaje que fue maestro de los edificios en altura en su época, Louis Sullivan; él, como muchos otros, explotó al máximo los nuevos medios de construcción en Chicago, principalmente. Podemos ahora decir que, Sullivan empezó a plasmar sus teorías arquitectónicas de cómo construir un edificio en altura en sus mismos edificios. Su enunciado más famoso, el cual es producto de un proceso totalmente arquitectónico, dice que la forma debe seguir a la función, “form follows function”. Esto se ve aplicado en sus edificios y es ahí en donde la importancia de su tesis toma fuerza2. Este ejemplo es el primer indicio de cómo la arquitectura sirve para representarse a sí misma y a sus teorías.
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(Pereira, 2009) (Preckler, 2003)
Dando un vistazo a años más cercanos al nuestro, podemos ver que esta práctica se fortaleció y se hizo más evidente en el desarrollo de la arquitectura moderna. Muchas de las teorías que nacieron en ese periodo de tiempo tienen aún vigencia y son bases para muchas más. Seguramente en el grupo de las teorías que más repercusión han tenido se encuentran, en un puesto importante, las teorías de Le Corbusier. No solo teorías en cuanto a los edificios, también planteamientos urbanísticos y trabajos de diseño. De este personaje, podemos hablar de sus cinco enunciados, y como estos se reflejan claramente en la Ville Saboye, o de como sus planteamientos de cómo habitar, según sistemas básicos del individuo, se ven en La Unidad de Habitación Marsella. Este arquitecto trabajó en el proceso de proponer algo, construirlo y sustentarlo con la misma construcción, aunque no podemos dejar de lado que hizo un grandioso trabajo en publicar y transmitir sus teorías. Otro gran ejemplo de este proceso de “auto representación” viene de otro gran arquitecto, se trata de Mies Van der Rohe. Al igual que Le Corbusiere, Mies es una eminencia en el campo teórico y un maestro en la práctica arquitectónica. El ejemplo que quiero exponer puntualmente es el de su postulado “less is more”, menos es más. Este postulado es la base del diseño minimalista y esto es, precisamente, lo que es el estilo de Mies. En todo su trabajo vemos que juega con planos de lleno y vacío, disponiéndolos de la mejor manera para lograr organizar espacios de calidad. Su trabajo es la capacidad de ubicar estos planos en el lugar correcto y lograr, con una pequeña cantidad de elementos, un todo coherente, lo cual nos lleva a otro de sus enunciados: “God is in the details”. Para ejemplificar esto quiero citar el Pabellón de Barcelona y la Casa Farnsworth, estas casas nacen de y sustentan los dos postulados. Este capítulo busca comprender como la arquitectura transmite sus propias ideas, usando como herramienta su materialización y saliéndose de los textos teóricos. Pero, es comprensible notar que aquí no se hace uso de ejemplos a mayor escala, solo se usan casos de edificios individuales. Es importante dar el siguiente paso y tratar de entender las ideas que en el urbanismo se esconden, para así, lograr contemplar un panorama más amplio y completo de lo que llamamos arquitectura.
VIII. LAS IDEAS EN FÍSICO. Alejandro Córdoba
Según Le Corbusier en la Carta de Atenas, “El urbanismo es la consecuencia de una manera de pensar, llevada a la vida pública por una técnica de la acción”. Siendo un arquitecto que ha viajado desde el vasto Amazonas al punto más alto del Himalaya, recorriendo múltiples ciudades y conociendo diferentes culturas me atrevo a afirmar que el urbanismo puede ser entendido como una disciplina que se encarga de la planificación, desarrollo, reforma y ampliación de los diferentes espacios públicos de la ciudad (parques, plazas, malecones, etc…) y la relación de todos estos con lo privado; pensando en lo público como los sitios en donde se dan las interacciones y relaciones entre desconocidos, y lo privado como los lugares íntimos con acceso restringido. Se puede decir entonces que la ciudad son las ideas del Estado en físico, desarrolladas por urbanistas, quienes deciden seguir o no las ideas planteadas por el Estado. Habiendo aclarado estos términos me dispongo a mostrar dos de los lugares en los que he estado donde se da cuenta de lo anteriormente mencionado, analizándolos en función de los cuatro usos y necesidades de la sociedad moderna según el IV CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna). Me veo en la obligación de aclarar estos cuatro usos y necesidades de nuestra sociedad para dejar claro bajo que conceptos se analizaran los dos ejemplos a mostrar mas adelante. Estos se estipulan en la Carta de Atenas como residencia, trabajo, circulación y descanso. La residencia viene siendo la garantía de alojamientos sanos, lugares en los que el espacio, el aire puro y el sol estén asegurados con largueza; el trabajo se entiende como el espacio donde la gente hace su labor diaria, convirtiéndolo en una actividad interesante y gozadora en vez de una penosa servidumbre; la circulación vista como la vinculación entre estas diferentes organización, que garantice los intercambios respetando las prerrogativas de cada una; y el descanso vienen a ser los sitios con las instalaciones necesarias para un buen uso del tiempo libre. Mientras hablo de estas funciones me llega a la cabeza el recuerdo de Brasilia, la capital actual de Brasil, como uno de los ejemplos más claros de urbanismo como transmisor de ideas. En esta capital, existe una gran variedad de edificios públicos y espacios que reflejan las ideas del Estado como el Congreso Nacional o la Plaza de los Tres Poderes. Desde su planta se ve una idea clara de avance y tecnología representada en un avión. En cuanto a la residencia, la primera de “las cuatro funciones”, se ve una idea innovadora en la cual se concentran grandes conjuntos de edificaciones llamadas “supercuadras”, estas se ubican a lo largo de todo el eje Norte-Sur del plan piloto de la ciudad sin variación alguna y muestran la clara idea de igualdad y libertad por medio de los mismos apartamentos tipo para todos los ciudadanos y la apertura del primer piso por donde cualquiera puede caminar. Con respecto al trabajo, se generan ciertos espacios amplios distribuidos en múltiples zonas de la ciudad buscando una cercanía entre el hogar y la labor. Pasando a la circulación, estas son pensadas para el peatón, generando multiplicidad de espacios libres sin acceso para carros. Incluso se puede ir de punta a punta del eje Oriente-Occidente caminando por espacios totalmente públicos (vale la pena aclarar que este recorrido también puede hacerse sin ningún problemas en carro), generando la idea de una ciudad sin barreras, muy limpia. Finalmente, en cuanto al descanso, esta capital tiene un gran porcentaje de espacios libres como plazas y parques para la recreación. Estos se ubican en las mismas zonas residenciales,
donde la convivencia de los habitantes de cada supercuadra es muy rica; además de tener en el eje Norte-Sur toda una vía con diferentes equipamientos dispuesto al publico. En este tipo de ciudades se ven ideas muy claras y fuertes como un gran avance tecnológico (representado de forma simbólica en la planta del plan piloto que tiene forma de avión), la igualdad y libertad de los ciudadanos al igual que el cuidado y uso del suelo como espacio de todos. Antes de continuar, me parece un momento oportuno para resaltar que no siempre las ideas del Estado son apoyadas y transmitidas por los urbanistas, puesto que si así fuera el arquitecto no podría expresarse con total libertad, como lo hacen los pintores o músicos, y aprovecho para citar a uno de los mas grandes músicos de la historia: “Mi rol en la sociedad, o la de cualquier artista o poeta, es intentar expresar lo que sentimos todos. No decir como sentirse. No como un predicador, no como un líder, sino como un reflejo de todos nosotros” John Lennon. Teniendo presente esa expresión de ideas más liberal, me llega la imagen del Park Güell de Gaudí. Este es un gran parque que visité hace un par de años en una de las ciudades más importantes y ricas en arquitectura del mundo: Barcelona. Es más que obvio que un parque tan reconocido como este no es utilizado como vivienda, pero si puede haber un análisis con respecto a las diferentes atmosferas y edificios creadas por Gaudí en este proyecto, siendo lugares en los que el aire puro y el sol están garantizados todo el día. Se podría interpretar como una residencia momentánea, eso si, con fachadas realmente llamativas y extravagantes. El trabajo se genera en un ambiente de paz y tranquilidad cumpliendo con la idea de evitar el que se vuelva una penosa servidumbre, mostrando así ideas de éxtasis y pasión a la hora de laborar. Pasando a las circulaciones, los diferentes caminos se acoplan de manera única al terreno ya existente y juntando adecuadamente los múltiples espacios del parque; dando la idea de respetar la tierra y naturaleza acoplándose al lugar en donde se interviene. Así mismo, el descanso se ve claramente reflejado en toda el área del proyecto, siendo un espacio en donde se puede respirar y escapar temporalmente de la velocidad y estrés de la ciudad. Algo que caracteriza mucho este espacio son los materiales utilizados por el arquitecto, entre los que se encuentran baldosas rotas de forma irregular, trozos multicolores de baldosa y de cristal e incluso piedras del mismo lugar revestidas en su parte superior por mosaicos, mostrando multiplicidad de ideas como el cambio o la evolución, la creatividad, tranquilidad y libertad. Después de haber visto estos dos ejemplos analizados en base a los usos y necesidades de la sociedad moderna, se ve como mediante el urbanismo se pueden transmitir las ideas del Estado, e incluso también las que éste no comparte, las ideas de los diferentes diseñadores urbanistas, como ciertas ideas arquitectónicas, de creatividad, igualdad, libertad, política, sexualidad o religión. Tornando así la ciudad en un espacio donde se unen las ideas de los múltiples diseñadores urbanistas y el Estado en físico.
IX. CONCLUSIÓN Después de haber llegado a este punto de mi vida me doy cuenta que mi perspectiva sobre la arquitectura debe trascender y adquirir una cualidad espiritual por encima de su forma y materialidad como lo decía Kahn, alcanzando un punto de éxtasis tanto en el arquitecto como en el que habita y que de alguna manera se llegue a inmortalizar esta experiencia. En el transcurso de mi carrera asumí que para apoderarse de la arquitectura de esta manera, debe haber una relación entre el hombre y el universo siendo abierto y generoso con la humanidad, existiendo un complemento armonioso para generar sensaciones más fuertes. Ella misma debe ser un discurso que hable por si sola que transmita su mensaje a través de la materialización y no de la teoría.
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