Comunidad
Valenciana Mapa de carreteras 1:400.000
Texto
JUAN ANTONIO CALABUIG Revisi贸n y actualizaci贸n
PASCUAL IZQUIERDO
1. DE PEÑÍSCOLA A MORELLA Una rUta con bUen arte gótico y las mejores pintUras rUpestres (80 km) Este itinerario permite recorrer gran parte de tres de las comarcas situadas al norte de la Comunidad Valenciana: el Baix Maestrat, el Alt Maestrat y Els Ports, que lindan con tierras aragonesas y catalanas. Abundan en los pueblos las muestras valiosas de un patrimonio arquitectónico que refleja claramente un pasado saturado de acontecimientos históricos. Pero aún hay más: en esa ruta se podrá comprobar (en las pinturas rupestres de los barrancos de la Gasulla y de la Valltorta, por ejemplo) cómo ya en los remotos tiempos de la Prehistoria estos parajes fueron seleccionados por nuestros antepasados cazadoresartistas para vivir. El arte rupestre levantino (incluido el abrigo de la Valltorta) es Patrimonio de la Humanidad desde 1998.
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De peñíscola a morella
La ciudad en el mar y la costa del langostino ◗ Comienza el recorrido en Peñíscola★★ [pág. 231], la “Ciudad en el Mar”, que se ha transformado en el símbolo turístico de la Costa del Azahar castellonense. Desde la histórica fortaleza que alojó durante los últimos años de su vida al Papa Luna, Benedicto XIII, se sigue la carretera que, paralela a la playa, conduce hasta Benicarló [pág. 124], una moderna población que ha sabido hacer compatible la actividad industrial y la pesca. A este respecto hay que resaltar la gran calidad de los pescados y mariscos que se capturan en el tramo de costa en el que se hallan los puertos de Peñíscola, Benicarló y Vinaròs, aunque la gran fama gastronómica la alcanzaron de modo especial los langostinos de esta última población, muy similar en su estructura socioeconómica a Benicarló, a la que está unida por la N 340. ◗ Desde Vinaròs [pág. 323] –que, por su ubicación junto a la línea divisoria con Cataluña, es puerta de entrada o punto de despedida de la Comunidad Valenciana,
según se mire, en la gran ruta costera– se coge desde su mismo inicio la N 232 que, además de llevar hasta Morella, es una vía de comunicación de la zona septentrional de Castellón con Aragón, La Rioja, Navarra y el País Vasco. Del santuario de la Font de la Salut al medieval Catí ◗ La primera parada se puede hacer en Traiguera –a unos 17 km de Vinaròs–, para visitar su iglesia parroquial de la Asunción, renacentista, que alberga un museo especialmente rico en lo referente a orfebrería: cruz papal de cristal de roca, custodia gótica del siglo xv, cruz procesional medieval, etc. Aunque la visita es gratuita es necesario concertarla. ◗ Y, a unos 2 km de la población, uno de los santuarios más populares de toda la provincia de Castellón: el de la Mare de Déu de la Font de la Salut, interesante conjunto histórico-artístico –que posee, además de iglesia, palacio y Casa del Capellá–, que comenzó a construirse en 1439, y fue visitado, entre otros personajes, por San Francisco de Borja, Miguel
Vista de Morella, amurallada y con el castillo en lo alto.
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AGRES★ (13, A1; 722 m, 610 habitantes). Provincia de Alicante.
Agres, a 75 km de Alicante, se ha transformado en uno de los pueblos más visitados de toda la provincia. La explicación es fácil: se trata de una de las poblaciones más pintorescas de la Comunidad Valenciana. En plena Serra de Mariola, es lugar idóneo para iniciar múltiples excursiones entre las que sobresale la subida al Montcabrer. Además, Agres alberga junto a las ruinas de su castillo árabe el santuario de la Mare de Déu del Castell, destino de numerosas romerías y peregrinaciones. Historia Cuenta la leyenda que, en 1484, un pastor se encontró la imagen de una Virgen con signos de haber sido afectada por el fuego. Y así fue, según las crónicas, porque el día anterior se había incen-
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diado en Alicante la iglesia gótica de Santa María, habiendo desaparecido precisamente la imagen encontrada en Agres. Y, por si fuera poco tan portentoso desplazamiento, la Mare de Déu obró un milagro: el pastor que la encon-
agres
tró era manco y recuperó el brazo. En el lugar del hallazgo se edificó primero una ermita y posteriormente los franciscanos construyeron un convento y convirtieron la pequeña ermita en santuario. Fiestas y tradiciones El día 1 y del 7 al 9 de septiembre tienen lugar las fiestas mayores en honor de la Mare de Déu del Castell o Mare de Déu d’Agres, tal y como se conoce indistintamente a la Virgen patrona de la población. El acto más entrañable es l’Ambaixada del Pastor y el desfile de una peculiar filá dels pastorets. Otra fiesta muy popular es la Cremá del Pi (quema del pino), que se conoce oficial-
mente como la fiesta de las Cuarenta Horas. La organizan los solteros del pueblo, que plantan en la plaza, frente a la iglesia, un gran pino transportado desde la sierra, al que eliminan la corteza y casi todo su ramaje, amontonando en torno a él gran cantidad de leña y prendiendo finalmente fuego a la gran pira el lunes de la semana anterior al inicio de la Cuaresma.
❚ VISITA
El pueblo, de casas con balcones y rejas de hierro forjado, es pequeño y posee unas cuestas pronunciadísimas, ya que está ubicado en una empinada ladera de la Sierra Mariola. La iglesia parroquial está dedicada a San Miguel Arcángel, pero no es tan visitada como el ya mencionado santuario, que domina el pueblo, situado junto a los restos de un castillo musulmán. Se accede a él mediante una estrecha carretera rodeada de frondosa vegetación.
❚ ALREDEDORES
En el entorno de Agres se puede visitar el Pou de Néu (pozo de nieve), también conocido como la cava Gran, a la que se llega por una pista forestal. Es uno de los pozos de nieve más grandes y mejor conservados de la zona. Tiene 11 m de profundidad y 15 m de diámetro exterior y se remata con seis arcos de estilo gótico unidos en el centro. En sus inmediaciones se sitúa el pico del Montcabrer, el más alto de la Serra Mariola y que con sus 1.390 m es una de las cumbres más elevadas de la provincia de Alicante y una atalaya excepcional a la que puede acceder cualquier buen aficionado a la montaña. Otra excursión es la que, tras una hora de camino, concluye en el bosc de teixos o Teixera, un bosque de tejos que está considerado como el más meridional de Europa. En la vecina población de Alfafara se encuentra otro importante pou de néu, conocido como la cava de San Miguel. Agres dispone de apeadero de ferrocarril en la línea de Valencia a Alcoi; son muy interesantes los paisajes del tramo comprendido entre Agres y Ontinyent y el que comunica Agres y Alcoi. Una forma de recorrer este paraje es por la Vía Verde del Xixarra. Vista de Agres. 83
ALACANT / ALICANTE★★ (13, D1; 7 m, 334.750 habitantes). Capital de la provincia.
Situada a los pies del monte Benacantil y frente a una hermosa bahía, Alicante es una ciudad hospitalaria, abierta al Mediterráneo. Su puerto y sus playas están perfectamente integrados en la vida urbana y posee un clima ideal, un amplio calendario festivo y una gran oferta gastronómica. Historia Pese a que las primeras huellas prehistóricas datan del tercer milenio a.C., los orígenes urbanos de Alicante se remontan a la colonia que fundan los íberos en el Tossal de Manisses, alrededor del siglo iv a.C. Posteriormente esta colonia se convertiría en la ciudad romana de Lucentum, registrando una gran actividad mercantil que tenía su eje en el puerto de la playa de la Albufereta. Con la dominación árabe desapareció Lucentum, y sus habitantes se trasladaron a la ladera meridional del monte Benacantil, constituyendo la Vila Vella (siglo ix), es decir, las bases de la Medina Laquant, el auténtico embrión del actual Alicante. Además se consolidó la población y se construyó la parte más antigua –y la más elevada al mismo tiempo– del castillo, en lo alto del Benacantil.
Vista de Alicante desde el castillo 84
Siendo todavía príncipe, el que poco después sería rey de Castilla, Alfonso X el Sabio, arrebató a los árabes esta codiciada plaza fuerte y la mantuvo en su poder hasta 1245. Una sublevación musulmana determinó que tuviera que ser conquistada de nuevo, esta vez por el rey aragonés fundador del Reino de Valencia, Jaime I, el suegro de Alfonso X, por lo que reintegró la ciudad al dominio castellano. En el año 1296, el rey Jaime II conquistó el castillo de Santa Bárbara e incorporó definitivamente la ciudad al Reino de Valencia y, por tanto, a la Corona de Aragón. Más tarde, en 1490, el rey Fernando el Católico concedió a Alicante el título de ciudad y, en 1524, el emperador Carlos V le otorgó el Toisón de Oro, que figura en el escudo municipal, por haber permanecido fiel al trono durante la Guerra
aLaCant / aLiCante
de las Germanías. Durante la Guerra de Sucesión, Alicante fue escenario de durísimos enfrentamientos bélicos. En una primera fase, las tropas inglesas que luchaban a favor del archiduque Carlos de Austria se apoderaron en el año 1706 del castillo de Santa Bárbara, desalojando a la guarnición francesa. Pero tres años más tarde, las tropas francesas que defendían a Felipe V de Borbón recuperaron la fortaleza gracias a una ingeniosa treta del barón d’Asfeld, que abrió una mina bajo los torreones y murallas situados al sur del recinto, llenando de pólvora los túneles y provocando una enorme explosión que arruinó gran parte del castillo. Con ocasión de la Guerra de la Independencia se construyó, a partir de 1809, el castillo de San Fernando que, si bien no llegó a ser escenario de enfrentamiento bélico alguno, sí desempeñó un cierto papel intimidatorio, ya que su imponente presencia –unida a la del colosal castillo de Santa Bárbara– disuadió a las tropas francesas, en enero de 1812, de su propósito de conquistar Alicante. Desde 1833, Alicante es la capital de la provincia que lleva su nombre, una de las tres en que se dividió el Reino de Valencia y que son las mismas que integran
actualmente la Comunidad Autónoma Valenciana. En el desarrollo económico y demográfico de Alicante influyó el auge de las importaciones y exportaciones que se realizaban desde el puerto, y la inauguración en 1858 del ferrocarril que enlazaba con Madrid y que facilitó –entre otras cosas– a los habitantes del centro peninsular el descubrimiento de las playas mediterráneas y de Alicante como insuperable estación invernal. La Guerra Civil supuso un grave contratiempo en el desarrollo de la ciudad, cuyo puerto fue el último reducto de la II República. La inauguración en 1967 del aeropuerto internacional de El Altet, situado en el término municipal de Elx, supuso el espaldarazo definitivo al espectacular auge del sector turístico de Alicante y de su provincia, cuyo litoral ya empezaba a ser conocido con el nombre de Costa Blanca. En 1994 la UE eligió Alicante como sede de la Oficina Europea para la Armonización del Mercado Interior (más conocida como la Oficina Europea de Marcas), lo cual ha contribuido a incrementar la dimensión cosmopolita e internacional de la ciudad.
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La Comunidad VaLenCiana de La a a La Z
estableci mientos dedicados al noble menester de proporcionar un sabroso yantar. En Alicante se condimentan con exquisitez los arroces, desde la paella alicanti na (con pollo, atún, calamar y marisco); el caldero, el arrós a banda, el arrós al forn, el arrós negre, el arroz con costra, el arrós con atún y conejo, etc. Además, Alicante es lugar idóneo para degustar un buen pescado y excelentes mariscos. En este sentido, no hay que olvidar que Alicante tiene también puerto pesquero y, por si fuera poco, en el entorno se hallan algunos de los principales puertos pesqueros de todo el Mediterráneo, en donde también se
Alicante cuenta con una gran variedad de dulces y postres, desde el célebre turrón de Alicante hasta la horchata.
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aprovisionan los cocineros alicantinos. De entre los mariscos, el gran escritor especializado en la coci na alicantina, Antonio Gon zález Pomata, destaca la gam ba, la gam ba roja, la rayada, el ca rabinero, la quisquilla, la cigala, la langosta, el erizo de mar, la cañadilla, el mejillón, etc. Capítulo aparte merecen las entradas (picaetes) y montaditos. Entre las mil posibilidades que sugieren los chefs se pueden mencionar las siguientes: chipirones fritos o a la plancha, calamares, sepia, pastel de cabracho, croquetas de bacalao; delicias alicantinas (dátil con almendra y bacon), sang amb ceba, salazones, a los que tan aficionados son en esta tierra. Las ensaladas nunca faltan en el centro de la buena mesa. Vinos buenos también hay en la tierra alicantina, protegidos por la denominación de origen Alicante, que exige su elaboración en bodegas controladas por el Consejo Regulador creado en 1945. Se producen así vinos claretes, rosados, tintos y mistelas, siendo más escasa la producción de vinos blancos y generosos. En algunas bodegas todavía se elabora un vino que alcanzó gran fama hace varios siglos y que era considerado como un tesoro: el fondillón, que, en la huerta alicantina, se obtenía en la partida de la Condomina, y que tradicionalmente se ha tomado acompañando a los dulces. De entre los postres, hay que resaltar los mundialmente famosos turrones, entre los que destaca la variedad Alicante (el popular turrón duro, con miel y almendra pelada y troceada), además de la variedad Jijona, que recibe el nombre de la población, tan próxima a la capital, en la que se fabrica actualmente la mayor parte de las marcas españolas. Otros postres típicos de Alicante son el pan de higo (con higos secos, almendras, hinojo, canela y harina), el arrop i tallaetes (un arrope, bien de miel o de mosto de vino, que se elabora con trocitos de calabaza), las tortas de chicharrones, los sequillos; rollitos de aguardiente, almendrados, dátiles de las palmeras situadas entre Alicante y Elche, etc. En Alicante son, además, muy aficionados a la horchata de chufa y a los granizados (de limón, de café, etc.).
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Vida urbana Alicante es una de esas ciudades que invitan a vivir plenamente. Está abierta al mar, sus gentes son hospitalarias y el cosmopolitismo que aportan las múltiples procedencias de sus visitantes no ha desvirtuado el carácter espontáneo y simpático de los alicantinos. Además, el clima acompaña, pues por una parte permite disfrutar de la playa y de los deportes náuticos durante una gran parte del año, y además propicia una prolongada vida nocturna. Por ello no debe extrañar a nadie que se haya transformado en una de las principales ciudades españolas en lo que a la celebración de congresos, convenciones, jornadas técnicas, seminarios, simposiums y reuniones de todo tipo se refiere. Pero no debe caer nadie en el tópico de que Alicante es únicamente una ciudad turística, una urbe ideal como estación invernal por lo benigno de su clima. Y es que, por otra parte, Alicante posee una vida propia muy densa. Es una población eminentemente mercantil y de servicios, y refleja el enorme dinamismo de una provincia en la que abundan los municipios que poseen una actividad económica muy definida, y que de muchos modos conecta con la capital a través de su puerto, del aeropuerto, de las estaciones de ferrocarril, de las instituciones públicas o de las entidades bancarias y financieras. Alicante es también una ciudad de ferias. En las instalaciones de IFA (Institución Ferial Alicantina), las proximidades del aeropuerto internacional de El Altet, se celebran a lo largo del año distintas ferias monográficas. Asimismo cuenta con una gran reputación en la celebración de congresos, gracias a infraestructuras como el Alicante Convention Bureau, el Palacio de Congresos y la Universidad de Alicante. La vida cultural alicantina se ha visto sensiblemente impulsada por la constante expansión de la Universidad de Alicante. Además, el Teatro Principal ejerce un papel fundamental como foco de expansión cultural, al ser escenario de numerosas representaciones teatrales y de conciertos y recitales. Durante el periodo estival, y desde hace bastantes años, se celebran en Alicante cursos para extranjeros sobre lengua, literatura y sociología españolas.
Alicante dispone de una amplia oferta de instalaciones deportivas, algunas de las cuales han acogido eventos de carácter internacional. Pueden realizarse todo tipo de actividades náuticas como vela, pesca deportiva, esquí acuático, moto, windsurf, buceo, submarinismo y alquiler de embarcaciones. La ciudad cuenta con 4 campos de golf, todos de 18 hoyos. La animación alicantina es intensa y variada, por lo que cada uno pue de encontrar con facilidad el ambiente que más le plazca. En el muelle de Levante (el puerto) y el casco antiguo de Alicante –en El Barrio, tal y como se denomina po pularmente– proliferan los pubs y otros establecimientos para tomar copas mientras se oye música. Durante el verano la animación alicantina se aproxima aún más al mar, sobre todo a las playas de San Juan y de Campello. Y hace unos años surgió una interesante experiencia para tratar de hacer compatible la diversión con la necesidad imperiosa de disminuir los accidentes de tráfico: la empresa pública FGV (Ferrocarriles de la Ge neralitat Valenciana) puso en funcionamiento, para toda la temporada de verano, una serie de trenes nocturnos especiales, que se detenían en las estaciones y apeaderos más próximos a las principales discotecas y centros de diversión comprendidos entre Alicante y Altea, pasando por San Juan, Campello, la Vila Joiosa, Benidorm y l’Alfás del Pi. El convoy ferroviario de la alegría nocturna fue bautizado como El Trensnochador, alcanzando gran éxito.
❚ VISITA
La visita a Alicante puede comenzar en la Explanada★ de España, que es uno de los paseos más animados y con más fuerte personalidad propia de los existentes en nuestro país. Por su propia estructura urbana, la vida cotidiana en la urbe alicantina siempre supone, en cualquier momento del día, un contacto con la Explanada, que es el punto de encuentro por antonomasia de esta ciudad tan mediterránea, tan abierta al mar. Si el visitante se sitúa, por ejemplo, en el extremo norte de la Explanada, en la plaza de la Puerta del Mar (donde comienza el Paseo de Gómiz y que se halla al lado mismo de las finas arenas de la playa del Postiguet), se podrá escoger entre el ascenso al casti91