GUร A VIVA
LO ESENCIAL DE
SUIZA por Luis Argeo Fernรกndez
ANTES DE SALIR DIRECCIONES ÚTILES EN ESPAÑA El viaje a Suiza bien puede comenzar con una visita a la embajada o la oficina de promoción turística suizas en España, donde quizás os puedan adelantar información sobre las regiones, ciudades, eventos especiales puntuales u otros datos prácticos necesarios según el tipo de viaje que estéis organizando. Télefono de Información turística. Telf. 00 800 100 200 30. Es una línea gratuita. También envía folletos a través del correo postal. Embajada de Suiza. Núñez de Balboa 35, 28001 Madrid, telf. 91 436 39 60. Sociedad Suiza Helvetia. Ctra. de Burgos, km 14,400, 28108 Alcobendas (Madrid), telf. 91 650 59 92. Asociación Económica Hispanosuiza. Marqués de Villamagna 6-8, 28001 Madrid, telf. 91 577 58 55. Suiza en Internet. Una de las páginas turísticas más completas de toda la red es la dedicada a Suiza en www.mySwitzerland. com, o si se prefiere en español, www.misuiza.com. Los acontecimientos más importantes de suiza se pueden consultar en www.myswitzerland.com. También en español encontrarán información aquellos que busquen casa, banco, trabajo, estudios o negocios en Suiza, concretamente en www. switzerland.isyours.com.
CÓMO LLEGAR A SUIZA Los últimos acuerdos bilaterales entre Suiza y la Unión Europea, que entraron en vigor el 1 de junio de 2002, permiten la libre circulación de personas, por lo que cualquier 10
persona de nacionalidad española puede entrar en Suiza mostrando el carné de identidad o pasaporte en vigor sin necesidad de visado. EN COCHE Los accesos por carretera a Suiza ya son, en un buen número, autopistas fronterizas en sus cuatro puntos cardinales. Para entrar por el suroeste, por ejemplo hasta Ginebra, las ciudades francesas como Marsella, Lyon o París distan por autopista 427, 146 y 535 km, respectivamente, de Ginebra. Si se accede a Basilea, en el noroeste del país, desde ciudades alemanas como Stuttgart o Fráncfort las distancias se limitan a 188 y 347 km. Múnich y Zúrich están separadas por 322 km. Si se entra desde Italia a la región suiza de Ticino, en el sur, la distancia entre Milán y Lugano apenas llega a los 75 km. Respecto a la documentación a llevar: los papeles del coche, el carné de conducir y el seguro (incluida la carta verde) son obligatorios para entrar por carretera. Un buen modo de ahorrar dinero es compartiendo gastos con gente que vaya a realizar el mismo viaje. La oficina de viajes compartidos se encuentra en Creu Gran, 15; Terrassa (Barcelona). Su página web es www.compartir.org y ofrece toda la información sobre este modo de viajar. EN AUTOCAR Quienes prefieran el autocar también pueden encontrar compañías que realizan trayectos internacionales hasta Suiza. Alsa-Enatcar (telf. 902 42 22 42, www. alsa.es) conecta Madrid con Ginebra tres veces a la semana: los martes, jueves y sábados, salida a
ANTES DE SALIR K DESCUENTOS
Lago de Zúrich. Excursionistas en los Alpes. Abajo, los típicos cuernos de música suizos.
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BASILEA (BASEL) > CAPITAL DEL CANTÓN DE BASILEA. 183.000 HABITANTES La segunda ciudad más poblada de Suiza ocupa la esquina noroeste del país, justo donde el río Rin dobla el codo. Basilea atrapa el Rin por ambas orillas, y es ella la que se derrama más allá de los límites establecidos, tanto que algunos barrios y distritos ocupan territorio francés y alemán. Esa peculiaridad la convierte en una de las ciudades más “internacionales” de Europa. Lo cierto es que Basilea está de moda: su forma francesa y su fondo alemán, sus orígenes romanos, su pasión por la cultura han atraído a miles de jóvenes estudiantes desde que la Universidad fuera fundada en 1459. Hoy también se han establecido en ella los arquitectos más relevantes del panorama mundial, así como artistas e intelectuales que se nutren de ideas en los 30 museos de la ciudad, en la feria anual de arte o en el carnaval. Mientras, a las empresas financieras y los laboratorios farmacéuticos que Basilea ha necesitado para colocarse entre las ciudades más importantes de Suiza, se les une en la actualidad el turismo, su nueva fuente de riqueza.
INFO
> Basel Tourismus. Aeschenvorstadt 36, telf. 061 268 68 68, fax 061 268 68 70, www.basel.com. Abre todo el año de 8.30 h a 18 h; los sábados y domingos de 10 h a 16 h. Reservan alojamiento, pero con comisión (10 fr.). Organizan visitas guiadas por la ciudad y los alrededores, venden souvenirs. En la estación Bahnhof SBB también hay un centro de información y reservas (telf. 061 271 36 84). Preguntad por los folletos gratuitos para conocer la ciudad siguiendo cinco recorridos. Las calles están marcadas con distintos colores para diferenciar dichos circuitos. En Basel Live encontraréis información quincenal sobre los conciertos, teatro, exposiciones, etc. Y para sacar todo el jugo a la visita de la ciudad, Basel Card permite la entrada a todos los museos, al Zoo, visitas guiadas, barcos, y descuentos en transporte, tiendas, restaurantes y entretenimiento (20 fr. la de 24 horas, 27 fr. la de 48 horas y 35 fr. la de 72 horas).
> Servicio gratuito de bicis
(fianza y DNI imprescindibles) en Theaterplatz, Claraplatz, y frente a
la estación SBB. Abierto de 8 h a 22 h, entre junio y octubre. > Oficina Postal Central. Se encuentra en Freie Strasse 1.
TRANSPORTES
> Flughafen EuroAirport (telf. 061 325 31 11) es un aeropuerto compartido por tres países. Está situado en territorio francés (5 km al norte). Hasta él llegan algunos vuelos internacionales (europeos sobre todo) y nacionales. El autobús 50 enlaza el aeropuerto con la estación de tren SBB cada 20 minutos. No perdáis de vista el pasaporte, pues os lo pedirán. > Tren. En la ciudad hay dos estaciones de ferrocarril para tres compañías y tres países, una a cada lado del Rin. La más importante, Bahnhof SBB, recibe a los trenes suizos (CFF, telf. 061 157 22 22) y franceses (SNCF, telf. 061 157 10 56). Tres trenes cada hora parten hacia Zúrich (1 hora y 15 minutos) y dos hacia Ginebra (2 horas y 50 minutos) o Berna (1 hora y 10 minutos). Hay varias conexiones con París. La estación cuenta con aduana, cafés y restaurantes, oficina de cambio de 49
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moneda, servicio gratuito de bicis. El tranvía 1 enlaza esta estación con la alemana de la orilla norte, Badischer Bahnhof (DB, telf. 061 690 11 11), a donde llegan los trenes procedentes de Berlín, Múnich y Amsterdam. > Barco. La compañía naviera BPG (Schifflände, junto a Turismo, telf. 061 639 95 00) realiza excursiones por el Rin. Los barcos Fähren sin motor son ya una atracción turística de verano (de abril a octubre, entre 7 h y 19 h). Cruzan de orilla a orilla gracias al cable que los sujeta y la corriente del Rin. Hay cuatro puntos de salida en cada orilla. > El transporte público es bueno. La red de tranvías y autobuses se puede utilizar de manera gratuita con el Mobility Ticket (gratis para los visitantes alojados en hoteles de todo el cantón). Las líneas 15 y 16 se promocionan como turísticas y panorámicas en la Oficina de
Turismo. No solo recorren la parte histórica, también visitan zonas atípicas como el barrio residencial de moda, Bruderholz, o la zona financiera y comercial de la ciudad. Es muy recomendable. > Por carretera, las autopistas E25, E35 y E60 rodean la ciudad y la comunican con Zúrich (83 km), Berna (96 km) o Lucerna (94 km). > Alquiler de coches. Avis (Aeschengraben 31, telf. 061 206 95 45), Europcar (St. Alban Anlage 72, telf. 061 378 99 66) o Hertz (Nauenstrasse 33, telf. 061 205 92 22). También en el aeropuerto. Sus oficinas en la parte francesa o alemana ofrecen los mismos coches a precios más económicos. El centro histórico tiene horarios limitados para circular y aparcar. Entre los aparcamientos y garajes, los que rodean la estación son los más grandes.
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Caminando por la ciudad uno puede adentrarse tanto en Francia como en Alemania. Al margen de esta anécdota, es obligado encaminar nuestros pasos hacia Grossbasel (Gran Basilea), el núcleo antiguo de la orilla izquierda del Rin, donde está situado el rojizo Rathaus, la catedral, la puerta Spalentor o la fuente de Tinguely, entre otros monumentos.
GROSSBASEL Cruzando el río en un barquito Fähren o por los majestuosos puentes conoceréis Kleinbasel (Pequeña Basilea), la otra parte antigua de la ciudad, en la que vivían los siervos y el pueblo llano, limítrofe con el recinto ferial y fronteriza con Alemania. Remontando el río llegaréis al parque Solitude, donde se esconde el singular museo dedicado a Jean Tinguely. Entre la treintena de museos y galerías, destacan también el Kunstmuseum, Karikatur Museum o el Museo Histórico de Basel. Mucha gente también viene atraída por el Museo de Arquitectura, la Fundación Beyeler, los vestigios romanos de Augusta 50
Raurica o el Vitra Design Museum, los tres últimos situados ya a las afueras El casco antiguo de Basilea remite a los lejanos tiempos del final de la Edad Media, en los que las luchas de poder entre los príncipes obispos y los Habsburgo daban paso a un período de esplendor económico y cultural. Se fundaba la primera Universidad de la actual Suiza en 1459, se ingresaba en la Confederación Helvética en 1501. Luego llegaría la Reforma (1529), más tarde los refugiados religiosos (los hugonotes). Por las viejas calles de Grossbasel pasearon personajes como Erasmo de Rotterdam o Paracelso. Como ocurre hoy, ellos también acudían a
VISITA • BASILEA
Atardecer en Basilea. Velero en el puerto y mercado en el casco antiguo de la ciudad.
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Marktplatz en los días de mercado. En esta plaza, corazón de la ciudad vieja, se levantó uno de los edificios más llamativos de la ciudad, el Rathaus o Ayuntamiento. Desde su construcción en 1507 ha sufrido varias transformaciones. Hoy no pasa desapercibida su fachada roja, decorada con un reloj del siglo xvi, estatuas y pinturas de patricios y nobles, el mirador y la torre con sus torrecillas en las esquinas y su tejado multicolor. Los tres arcos de entrada esconden un patio interior con frescos en sus paredes. La plaza también tiene su adorno: la estatua del siglo xvi que rinde homenaje al fundador de la ciudad, M. Planyard, rodeada a primeras horas por los tenderetes del mercado de flores y verduras. El también rojizo Geltenzunft da entrada a Freie Strasse, el eje del casco antiguo. Esta calle está salpicada de tiendas pero también de bonitos edificios antiguos, como el que acoge la oficina postal, o frente a él, la sede del gremio de herreros
(número 25). Desde Freie Strasse se puede ascender hasta la catedral (Münster), que también se edificó con arenisca roja, allá por el siglo xi. Predomina el gótico en sus formas exteriores, aunque el interior conserva el románico como estilo original. Las dos torres fueron retocadas en el siglo xv, un siglo antes de que el templo pasara a manos de los reformistas. Rodeando el edificio se podrá disfrutar de su decoración: el rosetón, las imágenes del Juicio Final de la puerta de St. Gallen, el tejado policromado, estatuas de santos. En su interior se halla la tumba de Erasmo, fallecido en Basilea en 1536. Pfalz, la terraza del siglo xvi, ofrece una vista estupenda del Rin y la ciudad. La plaza Münsterplatz avanza hasta el neoclasicismo gracias al jardín arbolado, la fuente y el esplendor de los palacios que la rodean. En el mes de agosto, un cine al aire libre ocupa las agradables noches de Münsterplatz. En la calle Augustinergasse, 2, se
En Basilea, los dos acontecimientos culturales más significativos del año son el carnaval Basel Fasnacht y Art Basel, la feria de arte contemporáneo más importante del mundo. El carnaval mezcla el colorido de los disfraces y las máscaras con leyendas ancestrales de torneos medievales y correcalles históricos nocturnos. Durante tres días se disfruta del trabajo de los colectivos y asociaciones, que se emplean con celo durante medio año en los preparativos, trajes y máscaras. En junio, el recinto ferial de Mustermesse acoge el Salón de Arte Contemporáneo Art Basel, meca de todos los coleccionistas, marchantes y artistas del siglo xxi (www.artbasel.com). Otras galerías y colectivos culturales organizan sus festivales off al mismo tiempo, como ocurre en Werkraum Warteck pp, donde se centran en los artistas jóvenes (www.warteckpp.ch). AVO Session pretende implantar en el mes de noviembre una quincena musical, con célebres artistas y grupos de todas las procedencias (www.avo.ch). Ya llevan varias ediciones.
Fiestas y actos culturales
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VISITA • BASILEA
encuentra la entrada del monumental Naturhistorisches Museum (visita de 10 h a 17 h, cierra lunes. Entrada: 14 fr.; www.nmb.bs.ch), que también reserva un espacio para el Museum der Kulturen, (culturas de Indonesia, Oceanía, América precolombina). Siguiendo por Rheinsprung se pueden apreciar otros imponentes edificios señoriales, antes de pasar ante Alte Universität, en el lado derecho según se desciende. El edificio que Pío II fundó en 1459 como centro humanístico hoy alberga el instituto de zoología. Un hueco entre fachadas permite asomarse al río. Finaliza la calle con las pintorescas casas de la derecha, en las que se concentraban los artesanos en el siglo xv, y con el ábside de la elevada iglesia gótica Martinkirche a la izquierda, reconstruida tras el terremoto de 1356 y a la que se accede por Martinsgasse. Mittlerebrücke (puente del Medio) sustituyó en 1905 al original de madera. Lo adorna una Amazona de bronce, obra de Carl Burckhardt (1923). Fischmarkt es la plaza donde se instalaba el mercado de pescado. Al otro lado de la iglesia de San Pedro se abre Petersplatz, el espacio donde se celebran hoy los mercados tradicionales. A un salto de aquí se conserva otro de los vestigios de Basilea, Spalentor, la puerta medieval que se abría en las desaparecidas murallas de la ciudad. Hoy parece algo descolgada de la atmósfera que la vio nacer. La parte exterior es más bonita, con sus torres rematadas con almenas. Buscando de nuevo las callejuelas del centro, merece la pena atravesar Heuberg, sugestiva calle que conduce al otro núcleo de Grossbasel, el que se concentra en torno a Barfüsserplatz. La iglesia de los Franciscanos, Barfüsserkirche, que procede de 1253, sirvió como almacén y depósito
Arquitectura puntera Michael Alder, Diener & Diener, Herzog & de Meuron tienen sus estudios en Basilea. Renzo Piano, Richard Meyer o Mario Botta son otros que han dejado sus señas de identidad marcadas en la ciudad y en parte han contribuido a auparla como la capital helvética de la arquitectura. El edificio Euregio Gebäude, Zentralstellwerk, o la sede del Bank für Internationalen Zahlungsausgleich dan a Basilea una imagen urbana muy moderna.
de sal y se salvó de la demolición en 1894 porque a última hora le encontraron una nueva función: servir de sede al Historisches Museum (visita de 10 h a 17 h, cierra lunes. Entrada: 12 fr.; www. hmb.ch). En ella se puede conocer la historia de la ciudad. En sus aledaños han ido ganando protagonismo otros espacios también dedicados a la cultura. En Steinenberg está Musiksaal, un auditorio que hace juego con Kunsthalle, edificado en 1872 (visita: martes, miércoles y viernes de 11 h a 18 h; los jueves de 11 h a 20.30 h, sábados y domingos de 11 h a 17 h. Entrada: 10 fr., estudiantes, 6 fr.; www.kunsthallebasel. ch), con exposiciones temporales. El nuevo Stadttheater ha modernizado este espacio con ayuda de la 53
HISTORIA CRONOLOGÍA HISTÓRICA 58-50 a.C. Aparece Julio César con los romanos. Muchos helvecios establecidos entre el Jura y los Alpes emigran a la Galia tras serios enfrentamientos. 50 a.C.-400 d.C. En este período, el territorio de la actual Suiza pertenece al sector “interior” del imperio romano, que marcaba sus fronteras limes en el Rin y el Danubio. 500. Los bárbaros comienzan a ocupar zonas poco pobladas. Francos, burgundios y otras tribus germanas se reparten toda la Suiza romana salvo la región de Raetia Prima (el actual cantón de los Grisones). 612. El monje irlandés San Gall se descuelga, a la altura de la actual Sankt Gallen, de la peregrinación a Roma liderada por su compatriota San Colombano. Su labor de cristianización se extiende con la construcción de abadías y monasterios.
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Siglos viii y ix. El dominio europeo de los carolingios, con el emperador Carlomagno al frente, no impide que otras fuerzas súbditas tengan ansias de poder. 843. El tratado de Verdún divide el Imperio Carolingio para repartirlo entre tres hermanos. La partición deja el oriente de Suiza en manos de Luis el Germánico. El resto le corresponde al más desfavorecido, Lotario I. Comienzan las luchas entre nobles, duques, obispos… 1032. Todo el territorio vuelve a quedar unido bajo el poder del Sacro Imperio Romano Germánico, pero no hay un poder centralizador férreo. Siglos xi a xiii. La dinastía de los Zähringen funda ciudades como Friburgo, Berna y Burgdorf en las rutas comerciales. Los Saboya establecen sus dominios en torno al lago de Ginebra. Los Habsburgo se expanden por el centro de Europa. 1291. Los planes de Rodolfo de Habsburgo, que también pretendía dominar la región enmarcada entre
HISTORIA • CRONOLOGÍA HISTÓRICA
Guillermo Tell, héroe nacional La gesta de Guillermo Tell ha servido siempre de germen para multiplicar el sentimiento de libertad, y también el patriótico, entre los suizos. Si bien la fama que adquirió el héroe suizo se debe al escritor alemán Friedrich von Schiller, que en 1804 publicó en forma de teatro la historia, en Suiza no dudan un instante a la hora de afirmar que Guillermo Tell existió, que todo lo que se cuenta así ocurrió y que él fue el detonante que precipitó la rebelión de aquellos campesinos que en el año 1291 fundaron la Confederación sobre el monte Rütli. Rodolfo de Habsburgo se rodeó de gobernadores regionales y recaudadores de mala reputación para someter a todos los súbditos de su imperio con mano de hierro. Entre ellos, el de la región suiza de Uri, Herman Gessler, destacaba por sus bajos índices de popularidad. El estrafalario y despótico Gessler era odioso, y por ello, tratado con sumisión en todos los pueblos y ciudades que le tocaba administrar. Una mañana de mercado, paseando entre la gente, Gessler se dio cuenta de que un campesino no realizaba la correspondiente reverencia a su figura. Aquel hombre, conocido como Guillermo Tell, fue detenido y obligado a disparar una flecha apuntando a la manzana posada sobre la cabeza de su hijo. Desconcertado pero seguro de su puntería, Tell acertó en la manzana. La tensión del momento le llevó a dirigirse a Gessler con malas palabras. Mostrándole una segunda flecha le dijo que de haber dañado a su hijo, esa flecha se la habría clavado en el corazón a él. Entonces, el gobernador Gessler ordenó el arresto de Guillermo Tell, que fue llevado en barco hacia los calabozos de su castillo. Pero la cortina de sumisión ya estaba rasgada, y el pueblo así lo entendió. Una tormenta y la ayuda de los remeros facilitaron la fuga del arquero, que saltó del barco y consiguió refugiarse en los bosques de la región de Küssnacht am Rigi, al sur del lago de Zug. Sin vacilar, Guillermo Tell se escondió y esperó la llegada de Gessler al castillo. Cuando el gobernador, frustrado, se acercaba a casa, una flecha le atravesó el corazón. Antes de morir, Gessler se percató de que se trataba de aquella segunda flecha que Tell reservaba para él. Una flecha histórica para los suizos. 269