Volver a Barcelona

V O L V E R

A

BARCELONA

Por Xavier MartĂ­nez i Edo

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Esta ciudad está muy viva. No hay coyuntura, ni en los tiempos difíciles que corren, que logre detener su iniciativa. Los diseñadores de moda hacen del Born la Meca de la creatividad, las inquietudes artísticas convierten un viejo barrio industrial en el Soho barcelonés, las nuevas tecnologías se apropian de todo un distrito, iniciativas privadas abren museos de lo más insólito, y las estrellas Michelin inundan los restaurantes de los hoteles. Novedades y más novedades en una ciudad que sin descanso reinventa argumentos para ser visitada.

Quizás algunos pensaron que Barcelona necesitaba grandes impulsos, como aquellos de los Juegos Olímpicos del 92 o el Fórum de 2004, para hacer grandes cosas. Se equivocaban.

Ciertamente, ya han pasado los momentos de las obras a tutti pleni y los edificios espectaculares. Todo esto ya está hecho y está visto, pero ¿está vivido? Cuando Barcelona ya está vista hay que dedicarse a vivirla. Es la gran paradoja de una ciudad monumental de tanto atractivo estético: se visita para verla, más que para vivirla.

Pero Barcelona no es una ciudad de mírame y no me toques, por eso el objetivo de esta guía no es ayudarle a verla, sino incitarle a disfrutarla, a disfrutar de lo nuevo y de lo de siempre.

Vivir además de ver

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Dicho de otro modo: quizás usted ya haya visto las obras más promocionadas del modernismo barcelonés y haya transitado entre los monumentos del Barri Gòtic, pero ¿ha disfrutado de la cocina de Martín Berasategui en un comedor diseñado por Domènech i Montaner?, ¿ha contemplado la ciudad desde la terraza de un hotel de principios del siglo XX con un gin-tonic en la mano?, ¿ha tomado el vermú bajo los arcos de un claustro gótico?, ¿ha conocido el ambiente artístico que bulle tras los muros de una antigua fábrica textil?, ¿ha comprado unos zapatos en una plaza de toros? Esta es la Barcelona que le proponemos, la Barcelona reinventada, la Barcelona de los interiores desconocidos, la Barcelona de los rincones más insólitos. Es en esta búsqueda donde hallará la ciudad más dinámica, imaginativa y creativa, la de las tiendas de diseñadores independientes, las tapas innovadoras, los locales más singulares, las terrazas más de moda, el ambiente más alternativo, pero también el más glamuroso.

En eso radica la Barcelona de hoy. Es una ciudad donde lo más fashion está junto a lo más marginal, donde lo más vanguardista en materia de moda se esconde entre estrechas callejas medievales y donde la creatividad artística se espabila en espacios

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EL AMBIENTE...

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DE LA RAMBLA Y ELRAVAL

> La Rambla No es necesario explicar mucho sobre el ambiente carnavalesco y el enorme tránsito de gentes de la calle más famosa de Barcelona.

Tampoco sería posible. La Rambla hay que vivirla, de día y de noche, porque cada momento en que se pisa muestra un paisaje distinto: nunca nada es igual en la Rambla. Riadas de turistas, barceloneses con prisas, vendedores buscando la vuelta a los policías, estatuas humanas perfectas, pintores, trasnochadores, putas... todo lo bueno y lo menos bueno de la ciudad, lo más universal y lo más singular, resumido en un precioso kilómetro de longitud.

> La parte alta del Raval Situados en la Rambla y orientados de cara al mar, a la izquierda queda el Barri Gòtic y a la derecha, el Raval. Las estrechas calles del Bonsuccés y d’Elisabets son las que se adentran desde la Rambla hasta el corazón de la parte alta del Raval, la más alejada del mar. Este es el Raval más amable.

En la página anterior, una calle del Raval.

En esta página, puesto de venta de flores en la Rambla el día del Libro (Sant Jordi) y mosaico de Joan Miró, también en la Rambla.

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Aquí se han abierto espacios entre la abigarrada construcción, se han creado algunos impactantes equipamentos culturales (el MACBA y el CCCB) y se han ubicado diversas sedes universitarias. Por tanto, durante buena parte del día predomina en la zona un ambiente joven, muy dinámico pero sin excesivas estridencias.

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QUÉ HACER... > Información práctica Puesto que el barrio de la Ribera se extiende tan cerca del Gòtic, suele llegarse allí a pie, como continuación de un paseo turístico, atravesando la ya citada Via Laietana. En Metro, hay que bajar de todas formas en la Via Laietana (estación de Jaume I, L4), porque bajo el subsuelo de la Ribera no discurre ninguna línea.

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Cuines de Santa Caterina (B1) 1 Avda. de Francesc Cambó, 16 (mercado de Santa Caterina).

Telf. 93 268 99 18. www.cuinessanta caterina.com.

Excelente cocina de mercado y mediterránea bajo la acogedora estructura de madera de la cubierta del mercado de Santa Caterina.

Precio medio: 20 €.

DESAYUNAR EN EL MERCADO DE SANTA CATERINA (B1)

Avda. de Francesc Cambó, 16. www. mercatsantacaterina.net. Horario: lunes de 7.30 h a 14 h; martes, miércoles y sábado de 7.30 h a 15.30 h; jueves y viernes de 7.30 h a 20.30 h.

Adentrándose en el barrio de la Ribera por la avenida de Francesc Cambó, que viene a ser una continuación de la avenida de la Catedral hacia el otro lado de Via Laietana, la vista topa enseguida con la nada discreta cubierta del mercado de Santa Caterina. El edificio fue construido en 1847 y presenta unas modestas líneas neoclásicas. Pero fue profundamente remodelado a comienzos del presente siglo,

LA RIBERA. EL BORN 3

cuando se le añadió la colorida, vistosa y polémica cubierta que luce actualmente, de gran impacto visual entre el paisaje antiguo del barrio. Su atrevido diseño, con un tejado de cerámica multicolor con forma de olas sobre una estructura de madera, corrió a cargo de los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.

El de Santa Caterina no es un mercado tan famoso como el de la Boqueria; hasta allí se acercan muchos menos turistas y, por tanto, es un buen lugar para sumergirse en el quehacer cotidiano del barrio. Como todos los mercados de la ciudad, es un perfecto escaparate de la Barcelona más auténtica.

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En el exterior se vive el animado trajín de idas y venidas de gentes de todo tipo, y en el interior se acentúa aún más esa atmósfera de dinamismo. Tras recorrer los puestos de venta, y quizás realizar alguna que otra compra, existe la posibilidad de desayunar en alguno de los dos bares que hay en su interior o de comer (incluso cenar) en el Cuines de Santa Caterina, el excelente restaurante del mercado.

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chelin mientras sus bares y terrazas se abrieron para servir cócteles y pasaron a competir por tener los mejores pinchadiscos.

En los viejos hoteles todas estas novedades se han adoptado de forma un poco forzada, y se nota, pero en los establecimientos de nuevo cuño está ya todo pensado para este nuevo concepto de hotel. En Barcelona, el súmmum de esta nueva tendencia es el Mandarín Oriental, el cuarto hotel europeo del grupo chino (hasta hoteles hacen ahora los chinos en Barcelona).

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Emplazado en pleno passeig de Gràcia, el edificio del Mandarín Oriental es antiguo, rehabilitado, pero lo más innovador es el trabajo de interiorismo de la diseñadora ovetense, afincada en Milán, Patricia Urquiola, que no hay que perderse. Ha creado desde el mobiliario hasta las alfombras y la grifería, y ha elegido maderas y cerámicas. El resultado es una sosegada atmósfera de ambiente oriental, de sutil sensualidad, con líneas y colores cálidos y tranquilizadores. Lujo y elegancia de inspiración oriental en pleno centro de Barcelona.

El amplio e impactante vestíbulo interior es un buen espacio para disfrutar de la atmósfera del hotel, pero si hace buen tiempo resulta mucho más recomendable tomar una copa en su ajardinada y elegantísima terraza exterior. Y otras posibilidades más costosas son disfrutar del spa o cenar en Moments (con estrella Michelin), el restaurante dirigido por Carme Ruscalleda.

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DESCUBRIR UN MUSEO EN LA TRASTIENDA (C2)

Museu del Perfum. Passeig de Gràcia, 39.

Telf. 93 216 01 21. www.museudelperfum.com.

Horario: de lunes a viernes de 10.30 h a 20 h; sábado de 11 h a 14 h. Entrada: 5 €.

En el número 39 del passeig de Gràcia está la perfumería Regia. Es en apariencia un establecimiento comercial como cualquier otro, pero desde 1961 esconde una sorpresa en la trastienda: el Museu del Perfum. Tan solo debe preguntar a alguna de las dependientas y esta le acompañará hasta el museo.

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La sorpresa es mayúscula, pues exhibe una inmensa colección de recipientes de sustancias aromáticas de todas las épocas y de distintas procedencias (egipcios, griegos, etruscos… hasta los modernos creadores). Hay cerca de 9.000 piezas que, además de frascos y recipientes, incluyen productos de cosmética, material publicitario y otras curiosidades.

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RECOGERSE EN EL CLAUSTRO DE LA CONCEPCIÓ (B-C3)

Roger de Llúria, 70. www.concepciobcn.com.

Horario: todos los días de 8 h a 13 h y de 17 h a 21 h.

¿Qué hace un claustro gótico en medio del ensanche decimonónico? La pregunta es pertinente, porque ni el citado claustro ni la iglesia que lo acompaña estaban aquí en la Edad Media, sino que fueron trasladados piedra a piedra hasta su actual emplazamiento durante la segunda mitad del siglo XIX. Formaban parte del convento de Jonqueres, en la actual calle del mismo nombre, muy cerca de la plaza de Urquinaona, y, poco después de ser derribado (en 1868), el claustro y la iglesia fueron trasladados.

Hotel Claris (B2) 7 Pau Claris, 150.

Telf. 93 487 62 62. www.derbyhotels.com El Claris es otro de los lujosos hoteles instalados en esta zona del entorno del passeig de Gràcia. Su terraza es una de las más de moda entre la moda de las terrazas, un buen lugar para acabar el día con una copa en la mano y entre un ambiente ralajado, generalmente entre caras famosas de la vida política y cultural de la ciudad.

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De esta forma tenemos hoy un claustro gótico de doble galería escondido en el interior de una manzana del Eixample, un rincón muy