V o L V E R
a
Lisboa
Por Rita Custódio y Àlex Tarradellas
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belĂŠm y ajuda, memoria del esplendor
La orilla occidental de Lisboa se caracteriza por ser una de las áreas en las que se concentran más museos. El Mosteiro dos Jerónimos y la Torre de Belém, dos auténticas joyas de la arquitectura manuelina, presiden esta zona, que no sería la misma sin la tradición más dulce de sus habitantes, los famosos pastéis de Belém. Además, el Centro Cultural de Belém da tintes modernos a unas calles rebosantes de historia. Más hacia arriba se halla el Palácio Nacional da Ajuda y algunos de los jardines más bellos de la ciudad.
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el ambienTe...
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Aparte de la importancia de algunos monumentos históricos de esta zona, un surtido de museos de lo más variopinto obligarán a optimizar el tiempo. Todo este patrimonio cultural –conjugado con múltiples espacios verdes, restaurantes, pastelerías y zonas de ocio– provoca que al pasear por esta orilla del Tajo más de uno aún espere ver una carabela mientras el sol se pone por el océano Atlántico. En el paseo hacia la Torre de Belém, se pasa por el Padrão dos Descobrimentos, un monumento levantado en pleno salazarismo para enaltecer las viejas glorias del pasado marítimo. Al lado, uno se detiene en un mapamundi dibujado en el suelo, que muestra hasta dónde llegaron los portugueses y ayuda a entender algunos aspectos de la actualidad.
Vista de lateral de los Jerónimos, joya del manuelino.
belém y ajuda, memoria del esplendor
> Belém, un crisol de museos y monumentos
> Vale la pena subir a Ajuda Antiguamente, esta zona era un monte yermo con algunos molinos. Cuenta la leyenda que, a mediados del siglo xvi, a un pastor se le apareció la Virgen mientras pastaban las ovejas. Para celebrar la aparición divina se decidió construir una modesta ermita, y algunos devotos instalaron algunas barracas en las inmediaciones. El terremoto de 1755 destruyó gran parte de las construcciones de la zona ribereña y obligó a la familia real a abandonar el Paço da Ribeira e instalar la corte en un área más segura como Ajuda. Debido a la destrucción causada por el sismo, muchos habitantes se mudaron a esta zona y, de tener apenas unos 1.000 habitantes, en pocos años pasó a casi quintuplicar su población.
Monumento a los Descubridores, tras el muelle de embarcaciones deportivas.
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Hoy Ajuda está lleno de casitas bajas y encantadoras. Vale la pena perderse en su calçadas, becos y largos, casi siemrpe presididos por algún chafariz municipal. Zona histórica sin duda, posee grandes atractivos pese a encontrarse más bien fuera del circuito turístico habitual. Por eso, vale la pena hacer el esfuerzo de subir para conocer algunos de sus rincones. Eso sí, lo más recomendable es hacerlo en transporte público.
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Qué HaCer... > Información práctica
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Ya que el metro no llega a esta zona, se recomienda tomar el tranvía 15 en la Praça do Comércio y bajar en la parada Mostério dos Jerónimos. Un truquillo que no está de más es comprar un billete de ida y vuelta en la oficina de Correos situada en la misma plaza. Es bastante más barato. Al subir al tranvía, ojo con los carteristas. Otra opción, saliendo de esta plaza, son los autobuses 18 o 714, que hacen el mismo recorrido. El 15 y el 714 también paran en la Praça da Figueira. Si se está en la Praça Marquês de Pombal se puede coger el autobús 727 hasta Belem. Si se desea empezar la visita en Ajuda, se puede tomar el tranvía 18, también en la Praça do Comércio, y parar en la Calçada da Ajuda, delante del Jardim Botânico. De este modo se evitarán las cuestas y se podrá a Belém a pie en un agradable paseo de 15 minutos.
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PUESTA DE SOL CON RINOCERONTE DESDE la ToRRe de belém (D1)
Avenida da Índia. Horario: de mayo a septiembre de 10 h a 18.30 h; resto del año cierra a las 17.30 h. Entrada: 5 €.
Detalle del monumento a los Descubridores, encabezado por la figura del rey Enrique el Navegante. 133
Clasificada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1983, la Torre de Belém es uno de los principales referentes arquitectónicos de Portugal. Construida entre 1514 y 1520 y proyectada por el arquitecto José de Arruda, esta torre de defensa es un claro ejemplo del estilo manuelino. Motivos marítimos de cuerdas y nudos, esferas armilares, cruces de la Orden Militar de Cristo y elementos naturalistas son algunos de los motivos ornamentales característicos de este estilo.
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Museu Nacional de Etnologia (B1) 2 Avenida da Ilha da Madeira. Telf. 213 041 160. www. mnetnologiaipmuseus.pt. Horario: de miércoles a domingo, de 10 h a 18 h. El martes abre a las 14 h. Precio: 3 €. Creado en 1965, contiene más de 36.000 objetos que repasan el acervo etnológico de Portugal, las ex colonias y otros países que, a lo largo del tiempo, mantuvieron contacto con el imperio lusitano. Aparte de las exposiciones temporales, destacan la galería dedicada al mundo rural portugués (horario: martes a las 14.30 h; y de miércoles a domingo, de 10.30 h a 14.30 h) y la dedicada a la Amazonia (horario: martes a las 15.30 h; y de miércoles a domingo, de 11.30 h a 15.30 h). Vale la pena adecuarse a los horarios para poder enlazar las dos galerías, que más bien son inventarios del patrimonio del museo. ¡Una auténtica joya por descubrir!
La torre fue construida para salvaguardar el Tajo de las invasiones extranjeras. A lo largo de la historia ejerció funciones de control aduanero, telégrafo, farol e incluso de prisión política, cuando los almacenes se convirtieron en mazmorras. El interior es sorprendente, sobre todo la terraza superior del baluarte con vistas al río. Muchos visitantes pasan por alto un pequeño detalle en la fachada: la presencia de un rinoceronte esculpido en la base de la garita noroeste del baluarte. Se debe a una ofrenda del sultán Muzafar II a Afonso de Abuquerque, fundador del imperio portugués y gobernador de las Indias portuguesas. Afonso pidió autorización al rey de Khambhat para construir una fortaleza en Diu. El sultán, satisfecho por los regalos del gobernador portugués, decidió obsequiarlo con un rinoceronte. Sin embargo, debido a la falta de condiciones para mantenerlo en Goa, Afonso de Albuquerque decidió enviarlo al rey Manuel I como presente. Su presencia en Lisboa fue todo un acontecimiento, ya que se trataba del primer rinoceronte que pisaba vivo suelo europeo desde el siglo iiiiii. Se llegó a organizar una batalla en el Terreiro do Paço (actual Praça do Comércio) entre el rinoceronte y un elefante para ver qué animal era más poderoso. Posteriormente, Manuel I decidió enviar el animal a Roma como obsequio al papa León X. Desafortunadamente, una gran tempestad cerca de Génova hizo naufragar la expedición y el rinoceronte falleció. Pese a todo, recuperaron el cuerpo y se lo obsequiaron al Sumo Pontífice, que se mostró bastante indiferente. Detrás de la torre en dirección a la desembocadura se ubica un recóndito chiringuito llamado Café do Forte, al lado de unas rocas. Se trata de un lugar muy romántico, ideal para apreciar el atardecer y deleitarse con el sol zambulléndose en el mar.
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NOCHES DE LUJO A LA ORILLA DEL TAJO EN EL alTis belém HoTel & sPa (D1)
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Doca do Bom Sucesso, Belém. Telf. 210 400 200; www.altishotels.com.
Y tras una larga jornada de paseos, qué mejor que recuperar las fuerzas en el spa. Un baño en la piscina interior, la ducha Vichy, la sauna, el baño turco y la sala de tratamientos y terapias harán las delicias de los más sibaritas.
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belém y ajuda, memoria del esplendor
Con el río siempre como escenario, el Altis Belém Hotel & Spa es una buena opción para aquellos que busquen relajarse entre el lujo y las comodidades que ofrece este refinado hotel de diseño de cinco estrellas. Las habitaciones y las salas están decoradas de modo minimalista y con paneles que recuerdan la época más esplendorosa de Portugal.
Dentro del hotel, en la cafetería Mensagem, se puede tomar sushi y probar la vasta carta de vinos, sin olvidar la deliciosa cocina tradicional portuguesa con toques contemporáneos del restaurante Feitoria. También es posible saborear unos snacks gourmet, en el bar 38041’, situado en la terraza y frecuentado por muchos lisboetas.
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ARTE CONTEMPORÁNEO EN EL CeNTRo CulTuRal de belém (D1)
Praça do Império. Telf. 213 612 400; www.ccb.pt.
Uno de sus atractivos principales es el Museu Colecção Berardo, que atesora una colección permanente con obras significativas de las corrientes artísticas de los siglos xx y xxi. Obras de Dalí, Picasso, Duchamp, Magritte y Warhol atestiguan el reconocimiento internacional que se ha ganado este museo. También dispone de varias exposiciones itinerantes. La entrada es gratuita y está abierto todos los días de 10 h a 19 h, excepto sábados que abre hasta las 22 h.
Planetário Calouste Gulbenkian - Centro Ciência Viva (C1) 3 Praça do Império. Tel. 213 620 002. http://planetario. marinha.pt. 4 € (2 € niños y 3º edad). Enfrente del Centro Cultural de Belém. Es un lugar ideal para ir con los más pequeños. Reabierto en 2005 tras cambiar el proyector principal, esta instalación permite al visitante iniciarse en el mundo de la astronomía. Los horarios de las sesiones son bastante flexibles, pero es mejor informarse antes en la página web. 135
Cuando en 1992 se inauguró el Centro Cultural de Belém, surgió paralelamente un intenso debate sobre la polémica fachada. Aunque en la actualidad aún hay quien lo ve más como un complejo penitenciario que como un centro cultural, lo cierto es que las viejas polémicas se han ido disipando con el tiempo. La activa programación cultural y las instalaciones que ofrece en su interior se han encargado de ello.