Andén 67 - Medios & Fines

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#67 año iv abril de 2012 precio: este periódico

I

no se vende

ilustración por daniel martín - www.dmdesign.com.ar - mardaniel@gmail.com

PARADA OBLIGADA EN LA COMPRENSION DE LA REALIDAD

medios & fines /// si más allá de los medios están los fines, en este ANDÉN nos preguntaremos, independientemente de la objetividad o precisión del mensaje, ¿qué busca aquel que lo enuncia?, ¿hacia quién lo dirige y por qué?, ¿qué ofrece?, ¿quién lo necesita?, ¿para qué?, ¿qué hay detrás de esa maquinaria?, ¿quién se beneficia? En definitiva, ¿cuál es el fin del medio? ///

/// víctor hugo morales /// asociación de revistas culturales de argentina /// mundo villa /// ¡son los medios, estúpido! /// /// 678, crítica de medios descafeinada /// disparadores rancerianos /// 5 discos 5 pa´ escurrir las papas fritas con el diario ///


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editorial

L

a máquina va, avanza, retrocede, se mueve. Aunque a este tren le cueste transitar el medio, este es su lugar. Las vías son siempre buen medio para llegar a destino, máxime si tenemos en cuenta que en este país (este mundo), jugando a lo maquiavélico, los medios justifican el fin. Por paradójico que suene, los temas con los que se trabaja habitualmente suelen ser los más difíciles de tratar. Es mucho más simple orientar la mirada al exterior que a lo propio, y mucho más si se pretende ser radical en este aspecto y repasar críticamente las prácticas propias. Pensar los medios desde el medio parece una gambeta que se enrosca sobre sí misma y que nos puede llevar al tropezón. Sin embargo, es un proceso que cualquier actor de la comunicación no puede dejar de hacer si no quiere perderse en el incesante movimiento de la realidad, en la rapidez, el dinamismo y la parcialidad que ofrecen las miradas apresuradas, acaso (de pretensiones) objetivas, acaso (de resultados) ficcionales. Si más allá de los medios están los fines, en este ANDÉN nos preguntaremos, independientemente de la objetividad o precisión del mensaje, ¿qué busca aquel que lo enuncia?, ¿hacia quién lo dirige y por qué?, ¿qué ofrece?, ¿quién lo necesita?, ¿para qué?, ¿qué hay detrás de esa maquinaria?, ¿quién se beneficia? En definitiva, ¿cuál es el fin del medio? El modo de producción del saber, así como sus instancias productoras –tal vez teóricas- como reproductoras –acaso mediáticas-, está fuertemente signado por relaciones jerárquicas y asimétricas, donde unos saberes valen más que otros, unas culturas están más desarrolladas que otras, donde unos sujetos machos, heterosexuales, de cuarenta años, blancos, son la cúspide de la civilización y la palabra autorizada. Lo que queda por fuera es irracional, mitológico, bárbaro, si no afeminado, cosa de negros o de pobres. Los medios, así como la ciencia, se erigen como objetivos dejando de lado esta subjetividad que los caracteriza. Y así también el periodismo se para en la vereda de enfrente para relatar los sucesos, pero su cámara enfoca tan solo una parte (si es una parte) de la realidad (su ficción). Hace ya tiempo que nos dimos cuenta de que los medios no (siempre) dicen la verdad y que la ficción es una de sus características principales. Y nada hay de malo en ella en el teatro, por ejemplo, donde la ficción también es creíble, pero en vez de reproducir el mensaje lo quiebra. La ficción de los medios

jefe de estación horacio ernesto giambroni maquinista juan ignacio basso chancho gustavo zanella encargado del salón comedor luciano pablo basso boletero jorge augusto cuello la que hace sonar la bocina lorena barbosa guardabarreras gabriela giambroni la que se pasó de estación maría belén morejón la que dice que el tren no tiene que poner guiño para doblar florencia bellagamba

staff

“Está todo bien”, “no pasa nada”, “vos tranquilo”; cosas así se cansa de repetir aquella que endereza las vías en esta empresa ferroviaria. Insiste, además, en que a mí también me conviene su función, y en que así no me voy a estresar tanto. Mas yo le pregunto: ¿cómo me voy a estresar si nos estamos tomando más de un mes para sacar cada número? Y vamos a ver si estos que se dicen tan democráticos se animan a publicar esta columna... En fin, para que vean que mi tarea no es vana voy a hacer pública otra verdad. Se trata de un error histórico que he logrado corregir. No voy a restarle mérito al asunto (¿qué lograría con quitarle lo genial a la genialidad? La falsa humildad tampoco es virtud); como digo, he logrado que le pongan la tilde al subtítulo (slogan) del periódico. Es así que donde antes decía ANDÉN, “parada obligada en la comprension de la realidad”, ahroa se lee “parada obligada en la comprensión de la realidad”. Usteden dirán que esto es menor, y si yo no supiese lo que ha costado este logro, les daría la razón. Sin embargo, le encargo a usted la tarea de lidiar con la aquellos que diseñan en esta empresa. He superado con hidalguía argumentos falaces del tipo : “la caligrafía no tiene las tildes. Por tanto, no se deben agregar, ¿o vos sabés más que microsoft?” Este ejemplo es mínimo, pero alcanza para ilustrar el tamaño de la discusión, pero valió la pena y los resultadosestán a la vista: luego de tres años y medio de publicación, ¡hay un error menos en la tapa!

planta estable

Según me contaron no fue menos significativa la intervención que han tenido la ya mencionada Natalia y el mismísimo Nicolás Alejandro, quienes con sus grandes reglas, métodos y experiencia, apenas si han podido domar la bravura del conurbano...

fede ratas

la que endereza las vías natalia lópez

el que no vio la barrera pedro pertusi

los que corren la zorra manuel fontenla franco dré

el que corta las vías martín giambroni

se adecua a sus fines y erramos si creemos que solo Clarín miente… También miente Tiempo Argentino. Mienten por hacer periodismo del modo en que lo hacen. Mienten porque ese modo de comunicar está en crisis. No son los contenidos de Clarín y Tiempo Argentino (y también La Nación, Perfil, Página 12) el problema, la mentira está en sus prácticas, la mentira está en sus intereses, en ese para qué y desde dónde con que se introduce este Editorial. Mienten cuando tratan de mostrar una cosmovisión particular como si fuese natural, única, un sentido común obvio e indiscutible. Mienten cuando ocultan el conflicto detrás de la diferencia. Mienten porque controlan el discurso y lo presentan como si fuera el fiel reflejo de la realidad. La ficción es estructural, es una característica esencial del modo de comunicar de los grandes medios. Es la razón de su crisis, es aquello que no pueden abandonar sin transformarse. Romper los monopolios es una tarea imprescindible, pero que no debe ser confundida con el nacimiento de una práctica de comunicación diferente. Para lograrlo, quebrar los monopolios es solo un primer paso y lejos está de ser el más importante. En este ANDÉN se han subido al tren, además de sus colaboradores habituales y algunos nuevos y valiosos pasajeros, una persona, un medio y una asociación; todos fueron entrevistados. La persona es Víctor Hugo Morales, un periodista que se para en el lugar de siempre con una mirada distinta. El medio es Mundo Villa, un periódico que informa desde los barrios humildes. La asociación es AReCIA (Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina), un lugar de encuentro de la prensa cultural de nuestro país que ha sabido unirse en la diferencia, acaso asumiendo ficciones, acaso creando un nuevo modo de comunicar. Quebrar los patrones y las jerarquías que rigen nuestra s[u]ciedad implica pensar la comunicación desde otros ámbitos, principalmente aquellos que no gozan de legitimidad. Admitir lo parcial y ficcional del relato, decir a cara descubierta “afirmar una verdad es negar otras” significa, en parte, mentir. Realizar este ejercicio hace más convincente el mensaje, aunque también lo torna más fragmentario y muchas veces opuesto. La convivencia de los opuestos, así como su disputa, no es solo cuestión de “medios”, sino que de ello trata también la política: hacer nuevos mundos desde lugares marginales, poniendo el pecho al garrote policial.

los que pintan grafitis en la estación daniel martin gabriel maffei las que pasan por abajo del molinete bárbara aguer giselle méndez carla wainsztok las que se roban los quebrachos ana laura suarez cassino paula neri los que se dedican a otra cosa yanina foti nicolás alejandro miguez colgados del tren, como racimos grupo de estudios para la liberación (gel): bárbara agüer, juan ignacio basso, martín forciniti, juan francisco martínez peria, mercedes palumbo, ezequiel pinacchio, soledad ramati, tomás rosner y santiago sánchez caminantes de las vías que se detienen en esta estación

víctor hugo morales, claudia acuña, paula stiven, daniel giarone, laura tomala, césar vera, viviana montes boleto

gratarola

el que no se quiere bajar del tren césar maffei

www.andendigital.com.ar


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opinión

678

no iba a escribir sobre esto, pero sarlo fue agresiva y políticamente inútil: “678 es un programa descerebrado y estúpido”. y como creo que decir eso es darle de comer a los leones, considero necesario hacer un ejercicio argumentativo que no caiga en el simple insulto

nicolás alejandro miguez alejandromiguez1986@gmail.com

se presenta como periodismo militante (haciendo una falsa antinomia con el periodismo independiente, que vendrían a ser los medios conservadores) y como un análisis crítico de los medios hegemónicos. Son dos hipótesis a discutir, porque es difícil sostener una idea de alternatividad dentro del espacio oficial. Más que una agenda diferente, 678 se presenta como un contrapunto del periodismo conservador, como refutación. No como un ideal superador: no presentan temáticas que incomoden al pensamiento oficial. En primer lugar, discutamos la idea de periodismo militante. Como idea, es vieja. Walsh ya la utilizó hace cuarenta años, pero con otro horizonte: la revolución social y la denuncia de la opresión política. Los libros están como prueba. Además está la carta abierta (justo se cumplen 35 años del asesinato de Walsh), donde fundamenta y critica la política económica y la represión de la última dictadura militar. Algo se perdió en el camino, porque ahora el periodismo militante sería la defensa irrestricta de un gobierno al que se hacen cada vez más evidentes las contradicciones (o las continuidades del neoliberalismo). Sería la pelea contra la derecha (sea con sus voceros políticos, sea con sus voceros periodísticos). Sería un binarismo que lleva a desviar el eje de la discusión cuando sectores de izquierda quiere plantear cuestiones estructurales. Programas oficialistas siempre hubo, periodismo militante siempre hubo, obsecuencia siempre hubo. No inventaron la pólvora. Actualizaron una vieja idea, pero confundieron, intencionalmente, los términos. Y se olvidaron de una cuestión fundamental: el rol de la investigación: los trabajos de Walsh –y de varios de los periodistas que pueden ser catalogados como “militantes”– cuentan con estadísticas, testimonios y análisis de las leyes, de las estructuras (podridas) que denunciaban. En 678 se encuentra un pastiche televisivo básico, que consiste en sacar citas, descontextualizarlas, en apoyarse en artículos de periodistas afines y en la constante repetición (utilizan la lógica del fragmento sin totalización unificadora: ignoraba que el movimiento nacional y popular fuera tan posmoderno). La oposición de derecha ayuda, es cierto, ya que no mantiene una coherencia mínima y pendula entre la demagogia y los lapsus en los que muestra la hilacha. Pero cuando se encuentran con argumentos más sólidos, el razonamiento de 678 cruje. Es llamativo que las voces de izquierda estén ausentes (o invisibilizadas) en los informes, que la figura relevante de la oposición sea Sarlo y que se busque clausurar las críticas “de lo que falta” por la “defensa del modelo” (que, en términos generales, no ha cambiado la estructura de propiedad heredada). Creo que el periodismo militante es otra cosa. No creo que sea la defensa cerrada dictada desde el canal oficial (que habilita otra discusión: ¿medios estatales o medios gubernamentales?, ¿no habíamos planteado esto ya cuando hablábamos de la ley de medios?, ¿la diversidad de medios, la tan mentada democratización, era la creación de un multimedios oficial –de neto corte privado, claro está–?). Supongo que si la derecha dice “faltan inversiones extranjeras” o la izquierda dice “la economía está extranjerizada” tengan, para ambos, el viejo dictum cafierista: “no me gorilee”. En segundo lugar, discutir la idea de crítica de medios. Algunos kirchneristas han hecho escuela con Laclau y se toman con demasiada liviandad los conceptos (como cuando algunos k emborrachados de optimismo hablan de emancipación: ¿con quién se está logrando?, ¿con la estructura del PJ?, ¿cuándo se democratizó el poder social, que es la condición necesaria para lograrla?). Considerar la crítica de medios sólo como análisis de contenido es insuficiente. Faltan las condiciones sociales de generación, las estrategias de construcción de la noticia, la forma de construcción de los enunciados –y quiénes son los enunciadores-. 678 es sólo un espejo invertido de los medios conservadores. Trabaja sobre las insuficiencias, los errores o las vulgares operetas, pero poco dice acerca de su funcionamiento (para pensar alternatividad debería darlo vuelta, ponerlo en crisis, proponer otro enfoque). De cómo conforma un público, de cómo lo interpela, no hay nada dicho. Tiempo atrás, hablaban del influenciómetro, como si se pudiera medir (ignoraba que el movimiento nacio-

nal y popular fuera tan positivista) y como si el público fuera un perrito faldero acrítico de los medios. Revivieron la vieja teoría de la manipulación, aggiornada a los nuevos tiempos. Los medios “hegemónicos” tendrían un círculo de consumidores pasivos, sin capacidad de discernimiento, colonizados pedagógicamente. Este círculo estaría compuesto por la clase media gorila o la izquierda iluminada, que no comprenden al peronismo e insisten con su mirada europeizante (la hipótesis podría tener asidero, en tanto y en cuanto se pongan en discusión algunos grises). Una idea que no se aleja mucho del supuesto poder del clientelismo (es decir: una relación en la que el receptor es pasivo), pero con otro argumento: pasa de la economía, de la satisfacción de los deseos primarios, a un problema de educación, de formación. Una horda de satisfechos que tienen una serie de privilegios que no quieren que lo tengan los subalternos: sería una buena definición del gorilismo, pero la cuestión no es tan simple. Por suerte, en la historia de las ciencias sociales hubo avances importantes y, ahora, se ve que la relación entre emisor y receptor pasa por mediaciones de diversa índole, que las competencias semióticas son importantes para poner en diálogo entre lo que se ve y lo que se piensa que se ve, que no existe un sentido único, una interpretación única. Pero, también, que las desigualdades sociales y culturales tienen peso en la influencia de los medios y no la pasividad. Mal que le pese a 678, no somos tontos que repetimos como autómatas

lo que dicen en TN, que podemos no estar de acuerdo con el relato oficial por otros motivos; que, en todo caso, hay otros relatos que chocan con el oficial; que la construcción del relato es una lucha política constante, que se actualiza y se modifica; y que en ella participan actores diversos, entre ellos los medios alternativos, los proyectos hechos a pulmón, los que emplean las redes sociales como plataforma de expansión. Para citar casos: Anred, Indymedia (que ya tiene más de una década de existencia), Marcha (proyecto del Frente Popular Darío Santillán cuyo nombre recuerda al semanario que dirigía Eduardo Galeano en 1960); también están (con la diferencia de que aquí hay aportes para el financiamiento) La Garganta Poderosa, Lavaca. Estos espacios trabajan con otras agendas, con otras perspectivas, con otro horizonte político. Se pueden citar otros ejemplos, que tienen un enfoque más particular: la Agencia Pelota de Trapo, Eco-Portal, el Grupo de Reflexión Rural (los dos últimos de corte más ambientalista). Con sus diferencias (y con su forma de sostenimiento particular), enriquecen y permiten salirse del binarismo imperante. Porque en ambos lados, en el oficialismo y en el periodismo opositor, se encuentran silencios, omisiones deliberadas, intereses protegidos. Ahora bien, volvamos al principio: ¿678 es o no es un medio hegemónico?, ¿construye algún tipo de contra-hegemonía?, ¿cuál?, ¿sale de la agenda oficial?, ¿sale de la postura defensiva? Me da la impresión de que no saca los pies del plato (perdón por ser tan irónicamente peronista). Su crítica de medios es para “giles avivados”, gente que está en condiciones de descubrir las artimañas de los medios conservadores para voltear al gobierno (es para el sector de los convencidos). Una crítica descafeinada, reducida, fragmentada a gusto. Afortunadamente, algunos sectores del kirchnerismo miran con recelo esta postura; que lo consideran útil solo en etapas de repliegue. Pero, ahora, que la situación es tensa de nuevo, cabe preguntarse: ¿será útil?, ¿será conveniente?


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diálogo diálogo con víctor hugo morales

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yaninafoti@yahoo.com.ar

La entrevista estaba pactada a las 8 de la mañana, hora argentina, así me dijo Víctor Hugo Morales la primera tarde de toda una semana donde estuvo transmitiendo su programa radial La mañana desde el salón de mi casa. Sí, así de raro pero cierto. Uno de los periodistas más respetados de nuestro país estaba ahora haciendo su programa en la Casa Argentina en París, en la Cite Universitaire. La misma casa a la que llegó por primera vez Julio Cortázar en París, donde vivió y escribió parte de sus grandes obras; donde estuvo un joven Manuel Puig, donde se reunían los latinoamericanos en el mayo del ‘68. La misma casa donde, por cierto, tengo el orgullo de vivir hace unos cinco meses. Yo conté 8 + 4, hice un salto temporal entre Buenos Aires y París y bajé a las 12 del mediodía al salón con un mate recién armado y el agua bien calentita. “Lo bien que hiciste, nena” fue lo primero que me dijo. Víctor Hugo estaba sentado solo en el gran salón escribiendo en su computadora, hablamos de los 15 grados bajo cero que nos acechaban en un Paris gris y lluvioso, cebé el primer mate y dijo: “dale nomás…”

ANDÉN: La primera pregunta tiene que ver con el rol del periodista, ¿cómo usted cree que el rol del periodista fue cambiando a lo largo de estos años? Antes se decía y se enseñaba en las escuelas de periodismo y universidades que el periodista debía ir en busca de la objetividad. Teniendo como prueba irrefutable el periodismo militante de los años setenta y la figura sartreana del intelectual comprometido (aunque claramente no todos los periodistas son intelectuales), la mentira de la objetividad cayó por su propio peso. En base a eso, ¿qué es ser periodista hoy? ¿Cuál es el rol del periodista en la actualidad? VÍCTOR HUGO MORALES: Es una definición muy amplia, la podés tomar desde tantos sitios… Pero yo creo que es lo que fue siempre: un mediador entre los hechos y la gente, un mediador objetivo dentro de lo posible para el rigor informativo pero inevitablemente subjetivo en la interpretación de la noticia. Y necesitado, para ser honesto en su planteo, de dar lugar al conocimiento del lector o del radioescucha desde qué lugar se habla. Con esos elementos, la observación lo más escéptica posible del hecho que vamos a narrar y la subjetividad que puede perfectamente abstenerse de formular, pero que no tiene ninguna obligación de hacerlo. Y la sinceridad, la transparencia del lugar desde donde se habla, yo creo que tenemos un hecho periodístico.

ANDÉN: ¿Cree que hay tensión entre el periodista y el periodista militante? V. H. M.: No existe el periodista no militante, es decir, existe el periodista nuevo que cuando comienza trabaja donde puede, pero el medio donde trabaja ya es militante de algo, militante de ideas liberales, militante de ideas de izquierda, de ideas de derecha, militante de las sociedades católicas que tienen su medio de comunicación, militantes de partidos políticos que se expresan a partir de sus diarios. Yo creo que no ha existido nunca el periodismo no militante, el periodismo nace militando, nace para cumplir con un objetivo. La Nación, Página 12, todos tienen un objetivo, esto está muy bien, es un origen perfectamente lógico de los medios de comunicación. Lo único malo es cuando los medios van hacia otros intereses, ni políticos ni ideológicos; pero la militancia ideológica es parte de la vida del periodismo. ANDÉN: Luego de la Ley de Medios, ¿cree que cambió el mapa de medios, que hay más acceso de los grupos minoritarios a los medios? V. H. M.: Todavía no he podido constatar su aplicación, creo que todavía está dando sus primeros pasos y que es muy difícil imaginar una Ley de

Medios sin la desinversión de los medios dominantes. Mientras no se pueda aplicar el artículo 161 la Ley de Medios camina herida, no levanta vuelo. ANDÉN: ¿Cree que por eso Clarín sigue teniendo una enorme hegemonía? V. H. M.: ¡Un enorme poder! Tiene jueces, políticos, tiene todo lo que vos creas que es necesario tener para ser verdaderamente el poder. El poder en el país todavía, pese a la importancia que el gobierno ha tomado, está en manos de Clarín. Si no basta nada más observar el cotejo de lo que ha sucedido, en cada uno de los ítems donde el gobierno ha querido hacer algo, no hay podido por Clarín. ANDÉN: ¿Es difícil encontrar el punto de equilibrio entre permanecer en un espacio, como hace usted con Radio Continental, y por otro lado permanecer fiel a su pensamiento? V. H. M.: Depende. Para un periodista joven que recién se está formando todo pasa por el ingenio y ser un poco cuidadoso del involucramiento que se tiene con el medio. Uno tiene que preservarse lo más posible, ser uno mismo, funcionando de acuerdo a ciertos parámetros. También tiene la ventaja de que no le piden temas en los que esté explí-

cita su ideología. Ahora cuando vos tenés un cierto nombre y lo has conseguido en función de las convicciones (además de otros atributos profesionales que normalmente se pueden tener), yo creo que mantenerte dentro de la línea que el público ha detectado de vos es lo mejor. Pero tampoco te podés deber a eso, vos no sos un rehén del público; uno es rehén de su conciencia, de su manera de ver las cosas y de la calidad de explicaciones que pueda dar. Se supone que el trabajo intelectual justamente lo que hace es que, si vos vas encontrando nuevos elementos que van modificando ciertos puntos de vista pudiendo decir, verbalizar, tenés derecho a cambiar de opinión. No es honestidad aferrarte a una idea y después viendo que no tenés razón seguir pensando lo mismo, eso es estupidez. Pero hay que dar buen testimonio de porqué las cosas son como son, tenés que dar testimonios que no sean ofensivos para la inteligencia de las personas. Si vos me hacés un chequeo y yo te respondo, te vas a dar cuenta enseguida si estoy pasando por encima, si estoy menospreciando tu inteligencia o si estoy respetando tu inteligencia. Si las respuestas que yo te dé son respetuosas de tu inteligencia y tienen un contexto creíble, bueno, en ese caso si se produce alguna nueva inquietud periodística hay derecho a que se formule. Más que derecho hay obligación, a ese cambio y a esa


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diálogo

transformación. ANDÉN: A lo largo de estos últimos años y de los últimos sucesos de importancia de agenda nacional, usted fue cambiando de posición radicalmente respecto al kirchnerismo… V. H. M.: Sí, en realidad el gobierno cambió de opinión de sí mismo; es el gobierno que ha cambiado, yo no cambié en nada… realmente en nada. El gobierno tenía complicidades con el diario Clarín, complicidades que se hicieron muy graves hacia diciembre del 2007 cuando firmaron la alianza entre Multicanal y Cablevisión. Al mismo tiempo estaba el tema Botnia que efectivamente es un tema que gracias a Dios he tenido razón y que el gobierno argentino lo trató para mi gusto mal; con lo cual eso a mí me tocaba de cerca en mi condición de observador muy particular en tanto soy uruguayo que vive en la Argentina. Con lo cual en mi visión del gobierno, la subjetividad que yo construía del gobierno era negativa. ANDÉN: Y después vino el conflicto de la 125 donde se empezaron a polarizar las opiniones por primera vez: el campo o el gobierno. Eso dio lugar a la gran polarización actual: Clarín o el gobierno. En ese momento usted tomó partido a favor del campo. ¿Su subjetividad respecto al gobierno seguía siendo negativa? V. H. M.: Con el tema del campo, cualquier otro tema que hubiese aparecido me hubiera encontrando a estar más confrontativo con respecto al gobierno que a favor, porque para mí era un gobierno que transaba con lo peor del país, que era el grupo Clarín y que además estaba utilizando un tema internacional pero para dentro (como sucede siempre con los gobiernos, ahora pasa en Inglaterra, será la Argentina cuando le convenga otra vez), usaba la crisis internacional para el adentro, para tener a la gente con el foco allí. Mientras aquí hacemos lo que podemos para sostener algo, cuando el gobierno

después del campo estatiza las AFJP que es lo primero que hace, yo estuve a favor del gobierno, lo que pasa es que eso pasó un poco más inadvertido, lo que se notó es cuando yo estuve a favor del gobierno cuando enfrenta a los medios. Cuando enfrenta a los medios, los medios me ven a mí como una especie de pequeña espada de credibilidad que los afectaba, y empezaron a combatirme. ANDÉN: ¿Fue entonces puntualmente el tema de los medios que produjo que usted cambie de opinión radical respecto al Gobierno? V. H. M.: Bueno, si vos tenés un gobierno que en su momento tiene una adhesión a los sectores que a vos te repugnan y luego rompe con eso y confronta con eso, la simpatía es instantánea. Pero encima con Cristina Kirchner el gobierno se fue corriendo un poquito mas a la izquierda todavía, y yo soy una persona de izquierda con lo cual sin que sea “desiderátum” en cuanto a lo que uno quiere de la izquierda, este gobierno está mucho más cerca de la gente, de las ideas de la izquierda, que de lo establecido en una sociedad liberal como la nuestra. ANDÉN: ¿Usted cree que sus oyentes fueron también cambiando de opinión sobre el gobierno y el grupo Clarín a la par de que fue cambiando usted? V. H. M.: Absolutamente. Es insólito lo que ocurre: unos huían despavoridos y otros llegaban encantados. Por supuesto estoy mucho más feliz con estos oyentes que con aquellos, mucho más feliz conmigo mismo que en aquel momento. Porque de lo que no cabe ningún tipo de dudas es que cuando ocurre lo del campo yo quedo de un lado ideológico que no era el mío, porque yo no me di cuenta a tiempo de que era una lucha ideológica. Es decir, el gobierno planteó esto como una cuestión ideológica y yo solo vi intereses de por medio, que le sacaban menos dinero o más dinero y para mí, desde mi criterio un poco marxista digamos de mi juventud, la 125 era un tratamiento igual a quienes son desi-

guales, entonces con esta idea, más el tono que adquirió la cosa, más la bronca que yo tenía, compuse un panorama. Yo tenía un columnista que es Osvaldo Barone, que estaba todos los días y que yo lo presentaba como si fuese la estrella del programa. O sea, había mucho respeto, yo disfrutaba lo que hacía Barone mucho, pero indudablemente yo estaba confrontativo con el gobierno. Yo me mantuve en un lugar muy parecido toda mi vida, antimedios multimediáticos, porque yo trabajo en esto. Si sos periodista en lo que te vas a interesar primero que nada en la vida es de cómo son los medios, es lo primero que me interesa, cuál es el nivel de eticidad de la profesión que vos estás eligiendo. Entonces cuando yo empecé a hablar de los medios hace quince años, eso fue generando una especie de caballito de batalla, todos tenemos, unos pelean por unas cosas, otros por otras. ANDÉN: Cambiando de tema: retomando su inicios de gran relator de fútbol y contextualizándolo con el Fútbol Para Todos y el mapa mediático. Usted rechazó la propuesta de relatar el mundial pasado por la TV pública, ¿se arrepiente? V. H. M.: No, me duele, pero no me arrepiento. Me da mucha pena, ahora me están pidiendo que relate los juegos olímpicos y otra vez tengo que decir que no. Porque mirá, con eso se gana mucho. Yo soy un profesional, si yo hago un campeonato del mundo, yo por eso voy a cobrar lo que corresponde. Si yo cobro lo que corresponde, es ésto lo que yo gano por año (hace un círculo en la hoja), esto, es lo que yo gano por canal 9 de televisión (colorea casi dos cuartas partes del círculo) y todo lo demás lo gano en la radio, la radio es una enemiga jurada del gobierno. Entonces si yo ahora agarro el fútbol, esto del año (remarca la parte coloreada) se convierte en una cifra enorme, entonces yo gano demasiado de lo que es la actividad que viene relacionada con lo que es del gobierno. Canal 9 no es del gobierno pero está señalado como que es del gobierno. Mi programa no tiene nada que ver, es

otra cosa, pero ellos quieren estigmatizarme. Yo no voy a regalar mi laburo profesional, entonces prefiero no hacerlo, Yo por el mundial lo que iba a ganar eran 200 mil dólares de base, más viático que son 400 por día. Al cabo de 30 días son 12 mil más, o sea, me quedaban 220 mil dólares aproximadamente, que tienen un peso muy grande en la economía personal. Entonces esto chiquitito (hace un círculo chiquito en la hoja) se convertía en esto (hace un círculo por encima grande) y eso ya es un poquito más complejo cuando vos estás observado de esta manera. Porque estos otros, los que ganan dinero en una actividad privada como Clarín, están ganando dinero en defensa de un interés. La gente empezaba a llegar al salón para saludar a Víctor Hugo, para escuchar su programa y tomarse unos mates. Durante esa semana la Casa estuvo llena de invitados: artistas, músicos, deportistas argentinos y uruguayos. En cada programa entrevistó a varios de los chicos que viven en la Casa (casi 90 estudiantes y científicos), a todos les preguntó sobre su actividad, sus raíces, de su futuro, de sus ganas de volver al país. Unas semanas antes había venido a París y brindó una charla en el mismo Salón sobre Ley de Medios. En las preguntas salió el tema de Clarín, de Papel Prensa, de la dictadura, de las políticas del gobierno sobre la Memoria, de 6,7,8. En todas sus respuestas dejó entrever su apoyo a varias políticas del kichnerismo, con fundamentos y con críticas. En mi opinión, que el periodismo y los intelectuales no pierdan nunca de vista palabras tan importantes para esta profesión como “fundamentos” y “críticas” es lo que hace que no se conviertan en meros vendedores de ideas, publicistas de partidos políticos, mercaderes de discursos desideologizados. Ese es, yo creo, el reto que tiene Víctor Hugo Morales y tantos otros que apoyan abiertamente a este gobierno por alguna o varias de sus políticas concretas; y en ello radicará, a lo largo de los años, el respeto de su trabajo profesional


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diálogo medios de comunicación en las villas: diálogo con paula stiven

Cuando terminamos de realizar la entrevista nos quedaron un par de ideas merodeando por nuestras cabezas… Ella nos hablaba de “un adentro y un afuera” ¿Qué es el adentro y qué es el afuera? Nos explicaba que el “afuera” (los que no viven en las villas) crea un imaginario social un tanto errado de la realidad, posiblemente lleno de prejuicios sociales y miradas clasistas donde lo que prima es la estigmatización del diferente, del distinto, del que vive en la villa. En la creación de este imaginario social se descalifican las prácticas de vida que ellos (“los de adentro”) llevan, ya que los de afuera se identifican y se mueven en un marco de “legalidad” por tanto todo lo que sea diferente a la legalidad está por fuer del sistema y comienzan a ser juzgado como ilegalismos: “ Ellos no pagan los impuestos y se cuelgan de los cables. Claro, así cualquiera se construye una casa tomando las tierras” diría doña Rosa o cualquier medio de comunicación hegemónico. ¿Pero qué sucede cuando el Estado, los medios hegemónicos de comunicación y gran parte de la sociedad saben que en las villas no se garantizan los derechos humanos básicos como el derecho a la salud, a una vivienda, a la educación, a la alimentación, al transporte público y al trabajo digno, y aún así se continúa estigmatizando al diferente, al de “adentro”? Ese “adentro” se construye por múltiples miradas, y una de las miradas que más pesan sobre esta construcción es la de los grandes medios de comunicación hegemónicos, ya que ellos elijen qué contar y qué dejar por fuera. Por eso creemos que es importantísimo el laburo que vienen haciendo en “mundo villa” ya que ellos están constantemente construyendo su propio relato de la realidad, formándose, organizándose colectivamente, autogestivamente y tendiendo puentes con otras organizaciones para que de una vez por todas los relatos de los oprimidos dejen de ser contados por los opresores. Ahora sí, los invitamos a leer la entrevista para que conozcan cómo funciona y que es mundo villa. ANDÉN: ¿Cómo nace Mundo Villa? PAULA STIVEN: Mundo Villa nace a partir de ver que muchas organizaciones sociales están separadas haciendo el mismo laburo en distintas villas, entonces surge la posibilidad de hacer una película. Aquí, Víctor Ramos aparece como el coordinador e ideólogo para abrir una canal comunicacional en donde se puedan expresar. Se comienza a pensar con otras organizaciones cómo comenzar a “darles voz a los que no tienen voz”; porque en general vienen los grandes medios desde “el afuera” y estigmatizan a los barrios vulnerables de Capital, diciendo que en la villa hay droga, chorros y violencia y no dicen todo lo otro que aparece. Mundo villa tiene corresponsales del mismo barrio, entonces nosotros lo que hacemos es darle un encuadre periodístico, pero muchas veces las noticias llegan como cable. Entonces nos dimos cuenta que podemos ser como un puente en donde hay tal necesidad en un barrio, lo publicamos y tratamos de puntualizar y valorar el esfuerzo de la gente en todo lo que tienen que ver con lo cultural.

También laburan muchos voluntarios con nosotros en el armado del diario, y a partir de ahí aparece Adam Ledesma. Nuestro compañero aparece inspirado en un proyecto de televisión. Él es el representante del periodismo villero, y es quien hace un documental que se llama La guerra del agua. Adam también aparece con Mundo Villa TV y junto con un empresario comienzan a hacer un circuito cerrado dentro del barrio. A través de Adam y la promoción de la ley de medios pudimos tener un encuentro con Marioto y nos ayudó a conformar un circuito de tv, cuando pasa todo eso sucede lamentablemente el asesinato de Adam. Esto fue en el 2010, en septiembre. ANDÉN: ¿Nos contás cómo sucedió el asesinato de Adam? P.S.: Lo que paso con Adam no está tan lejano a lo que puede suceder en un barrio. Él era un dirigente social muy fuerte y solidario. Lo llamaron para arreglar unos cables, en ese momento sucede una trifulca con una de las personas que estaba en el circuito de drogas y lo asesinan. En ese momento se llama a la ambulancia y no llega, ni entra al barrio. A raíz de eso, Mundo Villa comienza a visibilizarse y los otros medios nos empiezan a tener como referencia. En estos 3 últimos años logramos tener cierto prestigio con la información que hacemos. Lo que llega es lo que nos cuenta la gente a trabes de los llamados o las cámaras de celulares, así es como nos comenzamos a instalar en internet (mundovilla.com), en la radio y en la tele. ANDEN: ¿Cómo surge cada uno, qué se genera, qué dificultades tienen? P.S.: Cuando comenzamos a realizar Mundo Villa TV comenzamos a realizar talleres de periódicos comunicacionales para formar a los chicos y que ellos generen contenidos para su propia señal de tele. Los talleres de Mundo Villa lo hacemos en villa 31, en Soldati, Rodrigo Bueno, en villa 21… Al crear el taller comunicacional también comienzan a aparecer nuevos desafíos, nos damos cuenta de que el taller comienza a ser un lugar de contención social, donde son 2 horas en los cuales se gesta un vínculo. Aquí se genera una dificultad donde nos damos cuenta que despertar una actitud creativa no es fácil dentro de una realidad muy hostil. Tener los medios de información en la villa es complicado ya que estamos en el medio del barrio y cuesta muchísimo mantener los servicios básicos, debido a que se corta la luz muy seguido, el gas también, tenemos que cuidar que las compus no se quemen y demás. En el contexto donde estamos es muy difícil generar materiales. Ahora tuvimos la suerte de generar un espacio de radio, tenemos Mundo Sur que es una radio comunitaria donde hay programas relacionados al barrio y más allá, programas Latinoamericanos con música y entretenimiento. Lo que estamos haciendo en la villa 31 es focalizar en TV; en villa 21 estamos haciendo un periodismo con una mirada más ecológica ya que tienen el riachuelo cerca y tratamos de generar reclamos y presión para que los organismos correspondientes se hagan cargo; en Soldati nos dan un lugar para hacer los talleres y hacemos radio, ya que hay una comunidad Boliviana muy grande y nos sirve para focalizar ahí, ya que en la villa 20, 19 ,1- 11- 14 y Soldati llegamos con la


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radio. La mayoría de lo que hacemos es gestión a pulmón, lo único que tenemos es una ayuda económica desde la Secretaria de Cultura para realizar los talleres comunicacionales. Pero estamos conformes de no depender de nadie económicamente ya que podemos decir lo que queremos , no nos serviría de nada tener una pauta publicitaria del gobierno de la ciudad si no podemos contar cuando la policía metropolitana reprime dentro de la villa. ANDÉN: De lo que ustedes vienen trabajando en Mundo Villa y generando su vivencia, ¿Cuáles son las grandes contradicciones desde las imágenes que generan los grandes medios con respecto a la percepción de ustedes? P.S.: En general una construcción que se tiene desde el “afuera” (yo lo llamo el afuera con mucho dolor, porque es algo que me molesta sobremanera) es que a la gente del barrio no les interesa pagar impuestos. En el barrio es todo el doble de caro, vos vas a comprar cigarrillos al kiosco sale el doble porque el camión de cigarrillo no puede entrar y tienen que contratar a algún pibe para que cargue la mercadería. Muchas veces en la villa se quedan sin gas o si usan estufa eléctrica como los transformadores son chicos generalmente explotan y se quedan sin energía. Ese uno de los grandes prejuicios. Otro de los grandes prejuicios es que “son todos chorros y nadie labura”. “Estos quieren casa y no labura nadie, ¿a vos te parece?”. ¡Mentira! Se levantan a las 4 de la mañana para ir a tomar el bondi que debería pasar cada 10 minutos, y en el barrio pasa cada 2 horas y media. No podes perder un bondi. Violencia hay, claro que hay violencia. Yo quiero ver a cualquiera viviendo ahí pateando la calle con barro, sabiendo que se te corta la luz y el gas todos los días o que no tenés agua y claro que eso genera violencia. Quisiera ver cuanta paciencia tiene uno si de repente se le enferma un hijo y no podés llevarlo al hospital porque no hay bondis, porque la ambulancia no entra o porque la de la salita no está. Claro que eso genera violencia. Por eso nosotros tratamos de mostrar la realidad y derribar los prejuicios. ANDÉN: ¿Desde dónde y hacia dónde circula la información desde Mundo Villa? P.S.: La gente del barrio confía mucho en nosotros, nos dan la información y la sacamos tal cual. Nosotros desconfiamos más de la información que genera algún otro medio que de lo que ellos nos dicen. Se genera desde el adentro hacia el afuera. No tenemos ni capacidad de gestión ni recursos, pero tenemos algo muy importante que es un canal de comunicación y podemos hacer visible algo que muchos no quieren que se visibilice. Por ejemplo, en la 31 el viernes hubo una represión feroz por medio de la metropolitana y no salió en ningún medio. Ni en Clarín , ni en Página 12, ni en Tiempo porque estaban todos preocupados en que un Viernes cortaron la autopista Illia: “¡Caos en la Ciudad!”. Mientras ellos informaban eso, estaba reprimiendo la metropolitana a la gente en la villa. ANDÉN: ¿Cómo se originó el conflicto? P.S.: En realidad viene por un montón de malas políticas de urbanización y de punteros políticos. Sucede que la semana pasada comienzan a gestarse unas “tomas”. Resulta que mientras se estaba en el corte, hubo una reunión muy importante con dirigentes del barrio y con altos jerarcas del Gobierno de la Ciudad, y se decide ir a desalojar como sea y ahí es donde va la metropolitana y se desata una represión feroz.

ANDÉN: Ahora esa mirada del “adentro” sería una construcción desde los medios hegemónicos. ¿Qué sucede con los medios de comunicación o las voces más “progres”? P.S.: En realidad acá pareciera que los extremos se unen. Yo apoyo a Cristina, me encanta el proyecto, me parece lejos el mejor gobierno de los últimos 30 años. Pero estamos en una crisis de medios increíble, se han perdido absolutamente todos los códigos en cuanto al periodismo independiente. Ya cuando lo empiezan a rotular como periodismo militante, no se dan cuenta del enorme daño que le hacen a la comunicación. Porque la comunicación es eso, si uno no puede separar su ideología política con la realidad estás “en el horno”, seas compañero o gorila. Hagámonos cargo de que estamos pasando una enorme crisis comunicacional y que estamos en el medio de un quilombo, porque hoy por hoy uno lee Página 12 y tenés que andar separando todo, lees Clarín y también, lees un blog y sucede lo mismo. Pero necesitamos otra forma distinta de construir una opinión y pensamiento ya que tanto un extremo como el otro se están transformando en lo mismo. ANDÉN: Hablabas sobre los grandes medios de comunicación, tanto privados como oficiales, y hoy en día ¿cómo entienden ustedes que es la comunicación? P.S.: Nosotros nos llamamos independientes en el momento que podemos denunciar una realidad y poder sentirnos libre de cualquier presión externa que aparezca. Si nosotros tenemos la posibilidad desde Mundo Villa de hacer que se gestione algo para el barrio lo vamos a hacer y si hay que denunciar algo también lo hacemos. Nosotros hoy día tenemos el privilegio de funcionar con algo que ningún gran medio de comunicación tiene que es la confianza. Hay un montón de gente que confía en que lo que vos haces, que es verdadero porque lo construimos entre todos. Esa confianza es más importante que cualquier otra cosa. Hoy en día cuando uno lee Clarín o Página 12 no podes confiar, tenés que frenar y decirte de donde vienen estas voces. Uno leía Clarín hace 10 años atrás y confiaba un poco en lo que decía, lo mismo Página. Hoy por hoy, uno no se puede comprar Página o Clarín el domingo si quiere saber realmente lo que pasa. No solo no hay confianza sino que desde los medios no hay responsabilidad sobre la repercusión de una noticia, ni se hacen cargo de las consecuencias que genera una noticia. Por suerte, nosotros tenemos esa confianza y responsabilidad, esperamos también seguir teniéndola y laburamos para eso. ANDÉN: ¿Cómo articulan este proyecto con otros medios de comunicación o con otros medios de Latinoamérica? P.S.: Hoy nos pasa que en capital es mas fácil laburar porque ya estamos hace rato, y pasar para Provincia nos cuesta un poco. Para eso nos estamos vinculando mucho con organizaciones sociales, la clave para nosotros está ahí, en construir un vínculo constante con otras organizaciones sociales o culturales en las villas. Vamos tendiendo puentes con otras formas de organización, la realidad es que en los barrios pobres del conurbano son triplemente más pobres que los de Capital. Y en cuanto a Latinoamérica, estamos en mundo villa con Víctor Ramos como cabeza del proyecto que tuvo su padre Avelardo Ramos que escribió Historia de la nación latinoamericana, y esos hace que podamos tener contacto con la “Patria Grande” (como concepto político) y poder generar un intercambio cultural con las colectividades que trabajan en Mundo Villa, y generar vínculos con Paraguay, Bolivia, Venezuela. Bueno aunque parezca una locura a veces es más fácil conectarnos a nivel latinoamericano que dentro de nuestro propio país


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diálogo diálogo con claudia acuña - arecia

hace años que perdió el tren” juan ignacio basso juanibasso@gmail.com

Es usual iniciar una entrevista describiendo al personaje y situándolo en un contexto que le confiere importancia para el tema tratado. Claudia Acuña disloca desde el minuto cero este tipo de periodismo y no por faltarle mérito, sino justamente porque en su caso no es la figura lo importante. El diálogo que mantuvo con ANDÉN, entonces, ya no parece el de individuos, sino se asemeja al de colectivos: un diálogo inter-subjetivo, en el que emergen movimientos, situaciones y problemas que exceden cualquier subjetividad, donde el periodismo que practica está más cercano a los bolivianos en el mercado central que a de Fontevecchia y la pauta oficial. En un principio uno puede pensar que eso no es periodismo y mucho menos comunicación. Sin embargo, baste leer algún producto de la editorial Perfil para ver qué cosa no es el periodismo. La disputa se da allí, en el corazón de la prensa; en palabras de Claudia “hoy lo que parece es que el medio no es el mensaje, el mensaje es el mensaje”. El periodismo entonces deja de ser una mercancía, y como todos sabemos que “los maestros del mercado no capitalista son los bolivianos”. Para presentar a Claudia no podemos obviar su pertenencia a la cooperativa Lavaca. Esta cooperativa edita el periódico MU, un programa de radio, edita libros, tiene una cátedra de periodismo y el bar “MU. Punto de encuentro”; allí tuvo lugar la charla con ANDÉN. La máxima de trabajo que presenta esta cooperativa -que ya posee más de 10 años- es la autogestión. El trabajo autogestionado ha demostrado, en medio de la crisis del periodismo comercial, que “hay un tipo de periodismo que está vivo”, no desde la especialidad, tampoco desde la objetividad, ni la división de tareas, la pauta oficial o el lugar clásico del periodista, sino en el cambio de los modos de producción: el hecho de que “el editor independiente esté en todo hace que sea muy difícil voltearlo”. Si bien no podíamos dejar de mencionar el trabajo que emprende la cooperativa de Lavaca, no es por eso que nos encontramos con Claudia, sino que fuimos al encuentro de la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCIA, entre nosotros). La Asociación actualmente nuclea 236 revistas (de las cuales solo el 40% son de Capital Federal) bajo una premisa ética: “el sector no compite, comparte”. La edición de una revista cultural independiente tiene mucho del periodismo tradicional, pero se distancia en puntos esenciales como la motivación, la ética, las prácticas y la iniciativa: es un “sudor sin lagrimas, es un trabajo que se ha hecho con mucha alegría”. Por eso es que estas revistas se constituyen como “un actor cultural que media entre la sociedad y el productor cultural sin pasar por las instituciones disciplinadoras: ni del gusto, ni de la política, ni de los ordenamientos, ni las estéticas”. Es un producto auténtico, que no necesita legitimidad del Estado ni del mercado, que establece una relación directa entre el editor y el lector, es una comunicación que tiene futuro, es el futuro de la comunicación.

#01. asociación de revistas culturales independientes de argentina (arecia) ANDÉN: Contanos qué es AReCIA Claudia Acuña (CA): AReCIA tiene una memoria larga y otra corta. Les cuento la larga para que se entienda mejor. AReCIA surgió a raíz de un gran golpe que tuvo la edición independiente, como todo el resto del país, en el 2001. En noviembre de 2001, por presión de algunas editoriales, se comienza a discutir la imposición del IVA en el sector, lo cual iba a aumentar el 21% de todos los costos de edición. Pero además implicaba alejarse por primera vez de la equivalencia entre las publicaciones y los libros, siempre exentos de este impuesto. Y por presión de algunas editoriales que ya no se dedicaban solo al negocio de revistas, sino también a una diversidad de negocios, querían el IVA para descargar lo que facturaban por otro lado. Y ahí se notaba que la edición se había convertido como en un parque temático de empresas que tenían otros intereses y utilizaban las revistas como departamento de marketing de sus productos. A finales de los noventa se produce entonces una grieta casi

irreconciliable entre lo que para mí es la prensa comercial y la prensa cultural. Y en todo caso, el IVA fue solo la cereza de ese postre. Podríamos culpar a Cavallo, que como es un demonio le podemos facturar todo, pero si bien formalmente es quien lo consagró, la verdad es que en el sector había algunos que lo pedían a gritos, y nosotros resistimos. Ahí por primera vez nos empezamos a reunir para hablar de cosas que no se hablaban: impuestos, costos, cómo se mantenía el sector. En esas reuniones estaba gente como Beatriz Sarlo, Daniel Samoilovich, gente de “El Amante”, gente del sector independiente. Y nos tuvimos que reunir con Cavallo, que era Ministro de Economía, y de ahí surgió una frase que aún recordamos. Cuando el tipo nos decía que confiáramos en él, porque “sabía más”, nosotros le contestábamos que al contrario, que nosotros entendíamos más de economía; ya que no sabíamos dónde estaría él en el futuro, pero que estas publicaciones iban a seguir. Y así fue. Diez años después acá estamos. ¿Por qué? Porque nosotros lo hacemos desde otro lugar. Si bien no lo hacemos desde exclusivamente lo económico, una revista cultural que se sostiene

en el tiempo, sin que uno de nosotros ponga el dinero; también tiene una sostenibilidad económica. Ahí también aparece una distinción entre los proyectos que buscan “ganancia” y los que buscan “sostenibilidad”; son cosas totalmente diferentes. Unos buscan solo ganar, y quizás las revistas culturales no perder (porque no tienen margen para deber plata). Es una economía sana, sin deudas, que sale porque está el dinero. Diez años después apareció un segundo fenómeno: que los medios de comunicación se convirtieron en medios sin lectores, oyentes, televidentes; al contrario que nuestras revistas que sí los tienen. Si hay una revista cultural, es porque hay alguien que la compra. Entonces aparece una nueva temática no vinculada al objeto, que es cuestionarnos si las revistas funcionan como medio de comunicación o no. Por ejemplo, tenés diarios como Página12 u otros oficialistas que tienen pautas de 42 millones de pesos al año y no tienen la cantidad de lectores que tiene la revista promedio del sector. #02. las revistas ANDÉN: ¿Cómo son estas revistas?

C.A.: Son diversas, muy diversas. Y nuestro desafío es mantener esa diversidad, acrecentarla. No queremos engordar a cada una, sino que se engrose el sector. Pensar generosamente en esta etapa es lo que nos mantuvo vivos en la peor tormenta de los últimos años, por la cual casi el 60% de las revistas comerciales tuvieron que cerrar, y el impacto en las revistas culturales fue mucho menor, no alcanzó el 20%. Entonces aprendimos a navegar en la tormenta que fue el 2001, donde todas las editoriales tenían una financiación a 90 días y terminaron pagando al contado, cosa que hace quebrar normalmente a cualquier empresa; sumado al valor del papel (importado) y al corralito; y sin embargo, nosotros seguimos adelante. Esto nos hizo entender que el sector tiene una ética, no compite, comparte. Hay muchas revistas que trabajamos juntas, nos respetamos, nos apoyamos, sabemos que hay gente que sabe mucho, nos protegemos aunque no seamos “amigos”. No es una cuestión de alineación política. Es probable que pensemos muy diferente a nivel político, pero sí a nivel profesional; y desde ese lugar se formó el grupo. Llegado


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www.revistasculturales.org

este tiempo, el sector llamó a organizarnos como red, con reuniones abiertas y donde todo el mundo opinaba, pero empezó a costarnos el concretar las cosas, porque teníamos todos muchas cosas que queríamos hacer. Había mucha gente joven también, y los más veteranos nos pusimos al frente del “grupo fundador de AReCIA” y nos ocupamos de la parte aburrida: redactar un estatuto, un proyecto de ley, pedir seguimientos de convenios, reuniones… pero que valían la pena, porque era la forma de demostrar que era posible. Sabíamos que este esfuerzo se iba a trasladar rápidamente al sector y queríamos demostrar en los hechos que se puede trabajar para todos, no para beneficio personal. Y le propusimos al sector pensar en tres cuestiones que no se están pensando: una es la relación con el Estado: hoy el Estado es un actor, un actor económico en la vida de las publicaciones y nadie piensa qué hacer con esto. No podemos estar ante el Estado arrodillados, porque este Estado le debe mucho al sector; si no, no hubiera podido encarar la batalla que encaró, si no hubiera habido prensa independiente, ¡y la diversidad de prensa independiente que hay en este país! Creemos que hay que pararse en una relación, ni siquiera de igualdad, sino de superioridad. Luego qué relación tenemos con el mercado, que es una relación que nos desafía, nos compromete. Porque no puede haber revistas sin lectores, ni sin rentabilidades. Y porque nosotros queremos que el sector dé un salto, nos parece que es el momento histórico para darlo, donde se convierta en una fuente de trabajo. ¡Queremos vivir con dignidad! Siempre fue como un hobby, una pasión o algo que hacés cuando te queda tiempo libre del laburo de mierda que tenés. Creemos que es interesante, que hay posibilidades objetivas de trabajar en una revista cultural, donde no te harás millonario, pero al menos podrás vivir dignamente. La relación con el mercado es indispensable para pensar en el problema de sustentabilidad de los proyectos. Luego la relación entre nosotros. ¿Qué relación vamos a establecer entre nosotros? Tenemos que ser muy contundentes, muy claros, a veces tremendamente crueles (como cuando uno dice la

verdad), pero que nos permita crear un espacio de verdad y no de careta, para poder avanzar como sector. Tenemos intereses comunes para defender, a pesar de las diferencias. #03. medios y fines ANDÉN: Esta diferencia que marcás entre la prensa comercial y la cultural, ¿qué tipo de medios supone? ¿A quién responde cada uno? C.A.: Esta es una opinión personal. Nosotros, como Lavaca, tenemos una posición tomada con respecto a eso, que es la autogestión. La verdadera financiación es con el lector, es decir con la sociedad. Yo creo que los medios de comunicación tienen que anclar en la sociedad. Pero desde el lugar de soberbia en que se construye la prensa comercial, ningún periodista quiere ponerse a disposición de la sociedad, quieren ser un interlocutor con los poderes: con el Estado, con el mercado, y desde ese lugar les piden “sosténganme”. Y le piden publicidad tanto al mercado como al Estado, mientras les piden “me tienen que sostener porque yo soy imprescindible” y la verdad es que ya hace mucho, y ahora más que nunca queda claro, que la prensa ya no es “necesaria”, tiene que justificar esa necesidad. Creo que las revistas culturales lo que hacen es demostrar que hay un tipo de periodismo que está vivo, porque si vos vendes una revista como THC, que sale casi 25 pesos y con el formato que tiene y otra con un formato totalmente diferente como Barcelona, quiere decir que hay posibilidades para la prensa escrita. Barcelona no tiene un aviso, está saliendo a la calle. Entonces lo primero que tenemos que hacer nosotros es dejar de quejarnos y pasar a constituirnos como un actor de pie, recuperar la dignidad. ANDÉN: ¿Desde dónde se construye esa dignidad? C.A.: Aquí tenemos varios enemigos: no hay nadie que te reconozca que este es un trabajo más prestigioso que el de ser columnista de Radio 10. No hay ninguna señal, no de la Sociedad, si no de las instituciones sociales que crea que es mucho más interesante trabajar en cualquiera de estas revistas donde vos estás muy

orgulloso de lo que publicás, donde nadie condiciona lo que ponés, donde te construís vos solo ese espacio y por lo tanto tenés la dignidad de decir: “yo respondo por cada coma que hay publicada en esta historia.” Me parece que son cosas que muy pocos periodistas de la prensa comercial (casi ninguno) puede decir. Pero es muy fácil echarle la culpa a la Sra. de Noble también, porque acá en este medio estamos solos nosotros, con nuestras limitaciones. Que no son solo financieras o de recursos, también son de lecturas de la realidad, de maduración política, de maduración cultural. Me parece que son, cada una en sí misma, trinchera de resistencia, por ejemplo a los gustos del mercado. Yo no sé si determinadas cosas hubieran sido posibles sin las revistas culturales. Estamos hablando de cosas muy centrales que construyen nuestra realidad cultural actual y nuestra industria cultural actual; porque es una industria, son fuentes de trabajo concretas que sostienen en publicaciones en las que ni el Estado, ni el Mercado invirtió un mango. Lo invirtió la sociedad y además me parece que como decimos nosotros ha sido a través de un sudor sin lagrimas, es un trabajo que se ha hecho con mucha alegría. Y eso me parece que es interesante, porque hoy el periodismo comercial es un periodismo que se ejerce sufriendo, de rodillas y sufriendo y llorando; en cambio, yo creo que el ejercicio de esta profesión en estos medios es un acto de libertad y de alegría. ANDÉN: Luego de este camino, ¿que entendés por una revista cultural independiente? C.A.: Entiendo por revista cultural autogestiva, aquella cuyo objetivo es comunicar determinada información a determinadas personas que sabe que les va a interesar, y que cuyo objetivo económico es la sostenibilidad. Entonces me parece que el mensaje es el mensaje (ya no es el medio el mensaje), es lo que sostiene a la publicación, la necesidad de transmitir prioritariamente determinado mensaje. Y me parece que además es un actor cultural que media entre la sociedad y el productor cultural sin pasar por las instituciones disciplinadoras: ni del gusto, ni de la política, ni de los ordenamientos, ni las estéticas.

Va directo del productor a la sociedad. Entonces pueden mantener canales de interés por más pequeños que estos fueran, sabiendo que no es un problema de cantidad sino que es un problema de que la cultura es diversidad. Y fue por eso una trinchera contra el pensamiento único; y si sobrevivimos fue gracias a esa trinchera, que es pequeña y por eso poderosa. #04. hegemónico y contrahegemónico, dos caras de la misma moneda ANDÉN: En eso que estás nombrando uno puede encontrar cierta cercanía a prácticas de comunicación que no necesariamente son comerciales y que se catalogan como prensa alternativa o contra hegemónica. ¿Hay alguna distinción o estaría este tipo de prensa integrado en lo que vos definirías como la revista cultural independiente? C.A.: Te lo voy a decir ahora como profesora de comunicación: La palabra “prensa alternativa” o “contra hegemónica” son categorías que vienen de la academia y por lo tanto no sirven para nada: la academia en comunicación está muerta, hace años que perdió el tren. Hoy en comunicación a nivel universidad lo único que se puede hacer es poner bombas: no sirve para nada, nada de lo que viene ahí. Hay una valoración peyorativa de eso, porque alternativa es, por ejemplo, como la medicina alternativa: cuando no tenés nada grave vas a la medicina alternativa y cuando tenés un problema que se complica, de vida o muerte, vas a lo que sabés que te va a curar. O sea, acá es exactamente al revés, yo creo que “contra hegemónico y alternativo” es Clarín, porque si tu eje y tu centro es la sociedad eso es el contrapoder. Al poder social se le opone el poder corporativo, lo que pasa es que la visión de la universidad hoy es la visión del mercado que es lo primero que tenemos que sacar. Para mí contra informativo es Clarín. Entonces, esta sociedad argentina ha aprendido mucho (más que los académicos) y ese aprendizaje ya se concretó en productos sociales de comunicación. La comunicación es la calle, y la calle hoy es internet, es su equivalente. Yo salgo a la calle y todos somos iguales, pero en la calle hoy no nos cruzamos


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con todo el mundo porque hay pibes que ya no vienen más al centro de la ciudad, hay clases sociales que ya no se cruzan, ¡pero otra opción es internet! Permite un encuentro horizontal: si entendemos que la comunicación es un derecho y una construcción social, eso es el centro y todo lo demás es lo contra informativo, lo que disputa ese poder de la sociedad. Yo miro la comunicación desde la calle y desde la gente, desde ahí está claro quién es la Alternativa, y quién es la contra hegemonía. Lo que pasa es que la universidad obviamente hoy es un factor de poder institucional. No quiere moverse de ahí, mucho menos en la comunicación y por eso mira a la sociedad desde arriba, y desde el frente. ANDÉN: Y te parece que se podría hablar en esos términos de que tanto lo hegemónico y lo contra-hegemónico formarían parte de una mismidad… C.A.: “Donde hay poder hay resistencia” decía Foucault, pero yo creo que el poder lo tiene la gente. En todo caso mi trabajo es contribuir a que ese poder sea mayor que el de las instituciones. Especialmente vuelvo a decirte que soy hija de una dictatura, entonces evidentemente para mí no hay institución. Volviendo a las revistas culturales: si las revistas culturales están con la sociedad, yo estoy en el lugar correcto de la comunicación. Produciendo lo que sé. Yo no sé hacer otra cosa más que revistas. Ahora, ¿qué tipo de trabajo comunicacional hago? Una revista cultural, estoy con la gente, construyo poder en lo social, y construyo valores culturales, defiendo valores culturales democráticos, de convivencias, de dispersión del poder; me parece que todo eso hace a lo que estamos hablando que para mí es la comunicación….

estas instituciones disciplinadoras han realizado sobre ella, de tal modo que pareciera que empiezan a quebrarse solas… C.A.: Sí, es que son insostenibles… hoy un periodista de un medio comercial va a cualquier lado y parece un inspector de la AFIP, está hasta disfrazado… Y vos decís: “este pibe capaz está pagando (sí, pagando) para hacer la maestría en La Nación o en Clarín…” Ese pibe no está cobrando, pero va a la calle y se presenta como el tipo de la New York Times que ganó el Pulitzer. Acá hay un problema, ¿cuánto puede durar? Dos, tres años. Entonces a mí lo que me interesa es que este no sea el plan B, cuando te decepcionó el maistring queda la libertad, me interesa que la libertad sea el plan A, y que a vos como estudiante de comu-

no. Lo que nosotros tenemos para ofrecer es mercado. Los maestros del mercado no capitalista son los bolivianos. Creo que las revistas culturales debemos aprender eso; ahí es cuando yo hablo de lo ético: yo estudié bastante qué es el sistema de mercado precapitalista (casi todos tienen algo en común; ya sean andinas, hindúes, australianas), qué es lo que se llama reciprocidad: yo te doy pero sabés que en este momento te estás obligando; es un tema de equilibrio. Aquí no es así, rápidamente lo que vos me das no implica para mí ningún tipo de obligación. La obligación es social, no es individual: Está mal mirado que alguien no devuelva lo que recibió. Entonces tus padres, tus maestros, tus sacerdotes, no te van a dejar; es un delito moral que vos no devuelvas a la persona que te dio. Para eso

ASOCIACIÓN DE REVISTAS CULTURALES INDEPENDIENTES DE ARGENTINA

#05. el mensaje es el mensaje ANDÉN: Y en ese sentido ¿que tienen hacia el futuro para aportar las revistas culturales? C.A.: ¡Tienen futuro! ¡Tienen el futuro! Es decir, creo que el futuro va hacia ese lado, que la comunicación tal cual la vemos está muerta. Nosotros desde Lavaca escribimos un libro que se llama El fin del periodismo y otras buenas noticias hace muchos años, y hoy básicamente la realidad nos da la razón. El periodismo tal cual lo entendemos está en vías de extinción por varios motivos: uno es por lo que la tecnología acompañó una necesidad social, que es democratizar las comunicaciones; y el periodismo tal cual lo entendemos (o nos hacen creer en la Universidad) trabajó para concentrar, para ser el cuarto poder. Lo que tenemos que ver ahora es cómo nos acomodamos a este momento que es fantástico, porque nunca desde Gutemberg hasta hoy se volvía a discutir ese punto de la comunicación. Hoy lo que parece es que el medio no es el mensaje, el mensaje es el mensaje. Entonces, volvemos a poner al centro lo humano y no lo institucional. Lo humano convertido ya a ciencia ficción ¿no? Un humano que tiene Twitter, que tiene Web, es un humano hipertecnologizado. Entonces, su lucha comienza a ser por el poder de utilización de esas máquinas para poder extender su poder de comunicación. Todo eso a mí me hace pensar que estamos en un momento extraordinario de cambio y que yo no haría nada por defender el viejo esquema. ANDÉN: Estamos en un momento en que la subjetividad está saturada por la construcción que

porcentaje). 60% interior, 40% Capital. ANDÉN: Eso quiere decir que hubo una fuerte presencia federal. C.A.: Hubo voluntad de buscarla. Nuestro objetivo ahora es que se organicen regionalmente, no es fácil, porque en los espacios territoriales si funcionan las lógicas de fricción, de competencia que, a veces, es más fácil de superar a nivel nacional. Pero vamos a tener voluntad, y habiendo hechos es más fácil que se vea para dónde crear. Entonces, ha habido una voluntad. Ha habido un esfuerzo. En Capital, nosotros dijimos: “nos juntamos los segundos jueves de cada mes”. Fue lo único que hicimos. En interior, no. Vamos, buscamos, mandamos mails, decimos. Es una actitud de búsqueda, porque también si queremos cambiar las cosas, una de las cosas que tenemos que cambiar (más en políticas culturales) es que el centro sea Buenos Aires. Es clave porque estamos haciendo una política diferente de la que nos quejamos. Entonces, cuando a nosotros nos toca construir ahí está puesto el esfuerzo. Por suerte, nos juntamos una vez al mes y vienen cada vez más revistas, todas muy afines, o con mucha disposición. Pero desde la comisión, el esfuerzo está puesto en buscar que haya un rastreo (si falta alguna revista en una provincia), buscamos, vemos qué falta. Fijate que nuestro primer esfuerzo es ir a Formosa, una provincia donde no tenemos inserción. Vamos ahí a dar un taller de auto-gestión, y esto sin que medie ni una moneda; nosotros no trabajamos de esto, pero si entendemos que la moneda va a caer en algún momento. ¿Por qué? Porque cae al sector, y por el sector nosotros nos vamos a beneficiar. Vamos a conseguir mejores condiciones y vamos a ser un actor más importante en la industria de la comunicación. Eso es lo que queremos. No queremos la moneda, aunque hoy haya una plata para un taller. Vamos a construir algo más sólido. #08. la ley, el piso

nicación quieras ver cómo formas tu propio medio, que lo armes vos, con la gente que te guste, que comparta tu misma idea, y que eso te permita vivir. (…) Lo que me parece interesante es que hubo del 2001 para acá una especie de gran fragmentadora, ya prácticamente no podes juntar en un sillón a cuatro personas sin que haya puntos irreconciliables. Las revistas culturales como nacieron diversas, no hace falta que se unan. Nosotros para empezar con esto hicimos cinco puntos, con eso basto. Hoy hay 236 revistas. ANDÉN: Hay un tema que han tratado en reiteradas oportunidades en Mu (el periódico de Lavaca), que es la colonialidad… ¿De qué modo la revista cultural puede ayudar a un proceso descolonial? C.A.: Ahí estamos fritos. No estamos en el mejor momento ni nos tocó lo mejor del reparto desde Argentina. A mí me gustaría más ser boliviana, me parece que la tienen más fácil… Nosotros tenemos una mirada en la que creemos que somos París. La cultura tiene que ver con eso. Pero no sé si hoy somos el centro como en otro momento; Argentina fue el boom latinoamerica-

tenés que reconocer dos cosas que se dificultan: la primera, que alguien te dio algo; porque la omnipotencia periodística a ellos los lleva a creer que no necesitan nada, el ego periodístico está alimentado de eso. La segunda, que socialmente no está penalizado, está casi bien visto. Así se han construido cosas como Lanata, pensando que una persona podría haber hecho Pagina12. Una persona pudo hacer Crítica, y ahí está cerrada, clausurada, un vómito con culo y teta en la tapa. Ahora, que no sea obvio socialmente que en un lugar donde estaba Soriano, Gelman, Verbitsky, no era Lanata el factor determinante; evidentemente, hay algo que no se quiere ver, no que es invisible. Pero bueno eso tiene que ver también con entrenamientos de agujeros negros, que no miramos: no vamos a mirar la labor de la mujer, la labor de minorías… #07. unidad en la diversidad, unidad descentrada ANDÉN: De las 236 revistas, ¿cuántas son de Capital Federal y cuántas de las provincias? C.A.: 60-40 sería la proporción (si damos un

ANDÉN: hay también otra cuestión que están trabajando, que tiene que ver con una ley para el sector. C.A.: Mirá, nosotros hacemos por tercera vez un proyecto de ley. Pero ya a esta altura tenemos experiencia. Porque sabemos que es una herramienta que nos puede ayudar a sobrevivir, que va a construir en serio al sector, porque ya lo vimos con la ley de cine. Sabemos también lo que cuesta, y desde dónde se legisla. Mucha gente cree que empieza en el Congreso, y en el Congreso termina. Se construye en la calle la ley. Entonces nosotros empezamos a construir desde ahí, para tener una legislación que formalmente responda a lo que necesitamos y que también cumpla los requisitos para que esto sea posible, sea viable, pero en lugar de ir a recorrer despachos para que entre en tal comisión, vamos a empezar a recorrer provincias, sectores vinculados para que la conozcan, la debatan. Sabemos que con suficiente consenso social la sanción llega sola. Yo te diría que hay antecedentes muy concretos; y de esas experiencias, de la que no fuimos protagonista pero que sí fueron contemporáneas, aprendimos este camino que proponemos recorrer para las revistas culturales. Bueno, trabajemos nosotros, desde nosotros, y ahí hagamos un trabajo social porque la legislación sale. Habrá que ver qué esfuerzo tenemos en eso


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cinco discos cinco

/ pa´ escurrir las papas fritas con el diario gustavo zanella locardeux@hotmail.com

Por ahí la cosa no es que lo medios hegemónicos cuenten un cuento que no es amparados por su dinero; sino que los medios alternativos no tienen un discurso lo suficientemente creíble o articulado para calar masivamente en la consideración popular. Pensar otra cosa es creer que la gente come vidrio. Si la realidad es una construcción, en una de esas el cemento que usan es viejo y los ladrillos son de barro. La información es en estos tiempos un producto. Si lo que se dice no es interesante no hay que echarle la culpa a la falta de pauta oficial. Lo que hay que hacer es decir lo que se piensa sin caer en la tentación de mostrar un culo en primer plano ni llamar a des alambrar. Un día la masa despertó y encontró que los medios eran el nuevo cuco: “piedra libre para los intereses escondidos detrás de ese diario”. Al fin llegó el día en que la duda mella el concepto de objetividad y los dioses de la información bajan de su pedestal para ser simples mortales con cuantas a pagar, intereses, omisiones y agachadas. Pero en el acto acusador en el que se salió corriendo para gritar la mascarada operó también una omisión: quien grita la acusación de parcialidad también juega a la escondida. También le toca en su interés contar su relato debajo del arbusto más cercano a la opinión. Y está buenísimo si uno es militante y hace periodismo militante pero está malísimo si se tiene la pretensión de objetividad, que es, en parte, lo que espera el que prende la televisión o abre un diario. Porque todos tenemos historia e intereses, y todos sacamos un rédito personal cuando abrimos la boca a través de un medio. Algunos sacaran gruesos billetes y otros las simples moneditas doradas para el ego. Por eso 5 discos 5 de gente que nunca escondió por qué hace lo que hace, o sí. Porque en el fondo todos tenemos una razón poco decorosa para ser buenas personas

Santo pecado unplugged – 2003 - Ricardo Arjona. ¿Es necesario decir que si hay un músico castigado por la prensa ese es Arjona? Mitad por propio mérito, mitad por mala fe, los críticos de medios masivos han pivoteado siempre entre el desprecio y el aplauso, sino laudatorio al menos complaciente. Y los extremos son, en este caso, enormemente injustos. El guatemalteco es un compositor irregular, acaso demagógico pero cierto es que un cantautor pocas veces mantiene su nivel, véase sino a Serrat que hace quince años que no compone un disco a la altura de su leyenda. Por eso, con grabaciones acústicas de su disco santo pecado, esta es una muestra pequeña del proceso de preparación de una gira, con arreglos que van y vienen, con charlas de estudio y con microreportajes entre track y track que son el colmo del autobombo. Sólo para sus fans, que bien merecidos los tiene. Ceremonials - 2011 - Florence and The Machine. Algunos medios, los más anglófilos en especial, desde fines del año pasado han posado su atención sobre este disco. Y no estaría mal que la prensa en general comenzara a mirar con mayor detenimiento al sonido barroco que desprende un disco por momentos inclasificable. Una voz que roza el lamento, la queja y el grito es la punta del iceberg de una orquestación sobrecargada, plena de detalles maravillosos que remiten a espacios amplios que oprimen en su espectacularidad. Porque Ceremonials es un disco de exteriores que, como dice uno de los mejores críticos españoles, cruza la barrera entre la grandilocuencia y el exceso. Sirva de ejemplo “What The Water Gave Me” para notar como impacta sobre extraños estados de ánimo haciendo estallar la belleza. Born To Die -2012 - Lana del rey. ¿Por qué leemos una crítica? ¿Por qué prestamos atención a la información que dan? Porque la mirada del otro nos salva del solipsismo ombliguista de los propios gustos y pareceres. Y a veces esa nueva mirada genera mayor confusión, como en el caso de este disco. La prensa la amó cuando nadie podía decir quién era o qué era lo que estaba haciendo. Cuando la escucharon cantar en vivo la odiaron, la trataron de invento y la vapulearon. En 2 meses aprendió a cantar sin la ayuda de un protool y volvieron a amarla. ¿Por qué? Porque el desgano con el que canta hipnotiza y seduce. Porque el sonido que la acompaña remite al trip hop más inocente de mediados de los 90. Porque es extrañamente hermosa y porque su hit “Video Games” es una pieza exquisita de costumbrismo adolescente. Espejos -2010- Ciro Y Los Persas. Una reflexión mal intencionada podría decir que los medios amaban a Los Piojos porque en realidad adoraban a Andrés Ciro Martínez, su cantante. De otro modo no podría entenderse por qué amaron un disco que no es ni una superación de su etapa anterior ni un cambio de rumbo. Un disco de Los Piojos pero sin Los Piojos. No es para nada un mal trabajo, todo lo contrario, pero hay algo allí que falta. Una ausencia musical lo recorre. Para ser honestos, la voz de Martínez está de tal modo asociado en el imaginario popular al sonido de su exbanda que desprenderse de ese bagaje le llevará mucho tiempo. No es algo que parezca importarles ni a sus seguidores ni a él, y está bien que así sea, mientras no se corra el riesgo de creer que ese sonido que lo volvió famoso es algo de su propiedad. Para escuchar sin grandes expectativas. A propósito -2011- Babasonicos. Matías Capelli, editor de Inrockuctibles, suele polemizar preguntando y preguntándose si Babasónicos se vendió al sistema. Entre el sonido crudo de sus primeros discos, por ejemplo el experimental Vortice Marxista y Miami obró un cambio, sumamente atractivo; y ni hablar al llegar a su sucesor, el afamado Jessico. Pero desde ese disco hasta este sólo podemos encontrar un sonido que se muerde la cola a sí mismo, el mismo disco reversionado con matices diferentes que van hacia un mismo lugar: un pop/rock de primera calidad, ultra profesional y ganchero, cuidadosamente gestado y ejecutado pero el mismo disco al fin. Equipo que gana no se toca, dice el saber futbolero pero a veces, como en el periodismo actual, es divertido ver variaciones de opinión, cambios de posición, aunque más no sea para ganarse una puteada.

cultura Medios y fines de los medios de comunicación: la lucha por el poder

Debido a que uno de los principales motores que animan esta columna es el de promover la libre reflexión, les acerco un botón de muestra para pensar el poder de las imágenes, en aquello que revelan y en aquello que ocultan. En esta oportunidad recorramos la idea general y algunos fotogramas de Imágenes del mundo e inscripción de la guerra (Harun Farocki, 1987)

viviana montes viv_nipuki@hotmail.com

Botón de muestra: Imágenes del mundo e inscripción de la guerra (Harun Farocki, 1987)

de las relaciones entre las máquinas de visión la logística, muestra claramente cómo los Aliados disponían de vistas aéreas de Auschwitz, pero no vieron nada, no supieron nada, o no quisieron ver.”2 La imagen que acompaña esta nota corresponde a uno de los fotogramas de la película en los que se muestra una de las tomas aéreas que probaban la existencia de los campos de exterminio, pero como comenta Farocki- como quienes las tomaron no buscaban los campos tampoco los “encontraron” a pesar de la claridad de la imagen en la que podemos observar una fila de incontables prisioneros, como una fila de hormigas dirigiéndose hacia el edificio en que los iban a registrar, rapar, tatuar, clasificar y distribuir según su aptitud para trabajar o morir. La voz que acompaña la presencia en la pantalla de esta fotografía narra: “Los nazis no se dieron cuenta que estaban fotografiando sus crímenes. Los norteamericanos no notaron que los estaban fotografiando. Las víctimas tampoco notaron nada.” Pero la fotografía existe, irrefutable, como las de los mismos campos incluidas en El Extraño (Orson Welles, 1946) con una notable cercanía temporal al exterminio y con todo el ánimo de probar que esto sucedía, que era necesario abrir los ojos y VER… que era necesario mostrar; o como las de Noche y Niebla (Alain Resnais, 1955) realizada con las terribles imágenes tomadas en la apertura de los campos; como tantas otras capturas atroces más cercanas a nosotros (pienso por ejemplo en la secuencia fotográfica que probaba el asesinato de Maximiliano Kosteki y de Darío Santillán y que no se publicó hasta 48 horas después de la Masacre de Avellaneda). ¿Con qué fin mostrar estas imágenes? ¿Necesidad o morbo? Me quedo con un pensamiento de Harun Farocki: “Quizás deban existir imágenes, fotografías, huellas de lo real a distancia para que lo inimaginable pueda ser recordado.”

François Niney sostiene que “Imágenes del mundo e inscripción de la guerra es un análisis de la mirada que delegamos a las máquinas para fines industriales y guerreros, cuadrícula del territorio e identificación de las poblaciones, construcción y exterminación. (…) Trata

Véase Butler Judith, Marcos de Guerra. Las vidas lloradas. Buenos Aires, Paidós, 2010. Niney, François. La prueba de lo real en la pantalla. Ensayo sobre el principio de realidad en el documental. México D.F., Universidad Nacional Autónoma de México, 2009.

El poder de los medios de comunicación reside justamente en el manejo de la información. Manejo que se da tanto en el plano del contenido que se difunde como en la forma en la que se lo presenta. Estas modalidades permiten la manipulación de los hechos acontecidos (y aquí cobra relevancia el concepto de punto de vista, es decir desde qué lugar y cómo se enfoca lo ocurrido). Algunas de las armas con las que cuentan estos medios para llevar a cabo sus cometidos son –según el soporte del medio- las imágenes, la presentación de los sucesos (ya sea a través de los titulares o de los comentarios en torno a la noticia), el tiempo de visibilidad y la insistencia en algunos temas que pretenden instalarse. Aboquémonos a lo que a la imagen respecta. Imágenes serviles e imágenes peligrosas Resulta innegable que, según quien sea el encargado de la decisión, ciertas imágenes tendrán un destino de circulación, muestra e imposición y otras solo ocultamiento o la destrucción. Judith Butler trabaja un ejemplo contundente y explica que en muchas guerras los Estados regulan directamente la conveniencia o no de mostrar los muertos, ya sea del propio bando –lo que puede resultar desmotivador y generar en la sociedad una respuesta negativa frente a la participación del país en esa guerra- o del contrario, porque es una forma de brindar información al enemigo y porque puede resultar traumático para los ciudadanos ya que se genera cierto repudio1.

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césar maffei / gabycesar@yahoo.com.ar

Paulo Freire decía que si la escuela no permite el diálogo, no debemos aceptar que sea así, es necesario cambiarla Debemos ir moviendo las fronteras que nos van imponiendo, es el no aceptar acostumbrarnos. La única posibilidad es un cambio radical. Para tener vida verdadera debemos tener tiempo para pensar, tomar decisiones y luchar por esos cambios en una combinación virtuosa de acción y reflexión. ¿Qué papel juegan los MCS en todo esto? La mayoría de lo que se comunica desde ellos es parte del gran circo alienante de la sociedad de consumo, siguiendo la lógica del mercado. Hay que divertir, distraer, comprar lo innecesario, planteándolo como necesidad. Es como la pastilla de Un mundo feliz de Huxley. La garantía de aceptación del “dejemos todo como está”. En cuanto a la información, pareciera que nos dicen: “no salga de su casa sin estar informado y repita la justa que nosotros le damos; no piense, pensamos por usted. Nada de sentido crítico. No sea ciudadano, sea rebaño.” Y mucha gente se jacta de tener la verdad, de saber más que otro, de tener la posta simplemente por repetir lo que escuchó en la tele o la radio. Esta acción nociva de un parte de los medios se complementa con la de una parte del sistema educativo. Es fundamental salir de la reproducción para entrar en la creación, en la construcción del saber, en la búsqueda prioritaria de los porqué, de la cuál surgen como consecuencia los cómo. Si sólo reproducimos los cómo, sólo podemos esperar la palabra de un especialista. A continuación, analizaré un informe realizado por TVR sobre la minería, que hace foco en Catamarca. Aclaro que no tengo segundas intenciones, y le toca a TVR como pudo tocar a tantos medios “anti K”; hay infinidad de ejemplos donde se tergiversa la información. Tratando de convencer, no de buscar la verdad. El informe empieza mostrando a Daniel Tognetti hablando sobre “desinformación mediática respecto a la minería”; la verdad es que este informe refuerza esa línea. Luego siguen: Luciano Galende, aclarando el partir de base con el “desacuerdo con la brutal represión”; Matías Martin, en el programa que tiene con Cabito en FM Metro, declarando que le gustó escuchar a la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, decir que “[el conflicto] está hace 2 meses, mientras la mina está hace 15 años y recién ahora se destapó todo el asunto”. Éstos últimos son argumentos útiles para convencer a gente que no hace seguimiento de la información; me hacen acordar a los dichos antes del comienzo de cada ciclo lectivo: “¿por qué siempre se acuerdan del reclamo justo antes de empezar las clases?” La discusión, en realidad, suele empezar en septiembre, pero pocos le dan bolilla y pocos tienen memoria. En el caso de la minería, la lucha de los asambleístas es anterior. El informe continúa: Corpacci asegura que no usan cianuro; Galende repregunta a la gobernadora y ella le contesta que usan una espuma de sustancias biodegradables (mientras zócalo de la pantalla dice tristemente: “Debate sobre medio ambiente y las mentiras de Clarin”, que parece que es lo que

realmente les importa). Al final, Matías Martin aclara que la actividad está bien “siempre y cuando se cuiden las condiciones medio ambientales” tranquilizando a los televidentes interesados. Sigue con un informe del programa Plan M –que se emite en Canal 26– del 15 de febrero en el que se entrevista a Carina Díaz Moreno y Marcela Crabbe, que cuentan la lucha de Famatina en contra de la minería a cielo abierto; pasan una parte de otro reportaje diciendo que “se genera miedo, pero no información a la gente” y lo intercalan con una declaración de Pino Solanas, que cuenta que Alejandra Fernández Reales –protagonista del documental Oro impuro– falleció a causa de la contaminación. Después desmienten a Solanas con un audio de FM La Perla de Andalgalá y con la declaración de un tío: Alejandra sufría la enfermedad de Addison desde que nació, en 1996, un año antes de que se empezara a explotar la mina. A continuación, aparece Corpacci diciendo que le preocupa la desinformación generada por algunos medios de comunicación y que éstos no hayan ido a ver el informe de impacto ambiental. Lo intercalan con informes de Julio Bazán para TN, donde muestra los camiones que, según dice, transportan el cianuro. Bazán se transforma en objeto de críticas: un panelista de Duro de domar dice: “no creo que sea un error sino que hay intencionalidad”, para ver cómo demonizamos esto al punto tal de no a la minería; luego Jorge Atilio Boggio, un proveedor minero que, con un grabador en mano, le pregunta a Bazán en qué basamento científico asienta su denuncia, para luego acusar a Clarín de “extorsionar a la multinacional para que les pague propaganda en el medio” y de “cagar la economía nuestra” por el conflicto con el gobierno nacional; luego sigue Cabito con un triste argumento: “donde hay quilombo está Bazán”. Continúan con fragmentos de 678, recuerdan a Bazán en 2009 y la cobertura del dengue en Roque Sáenz Peña; muestran un recorte del diario Chaco –del 15 abril de ese año–, donde la Cámara de comercio del lugar lo declara persona no grata y un empresario hotelero afirma que “viene a sembrar el pánico”; terminan mostrando un furcio de Bazán que corrige. Después de ajustar cuentas con el cronista de TN, prosiguen citando dos productos Gvirtz: en 678, dicen que el Grupo Clarín “saca de la galera el tema de la minería llevándolo a un nivel que nada tiene que ver con lo que es el propio discurso del grupo”; en Duro de domar, en la sección “detrás de las noticias”, Javier Romero hace referencia al artículo de Clarín del 1 de noviembre de 1997 informando sobre la inauguración de la mina. (Mas allá de que Clarín dice muchas cosas a favor, en el subtítulo hace referencia a las “difíciles condiciones laborales” de la mina, cosa que evita reconocer Romero. Podría haberlo dicho, aunque eso contradeciría el zócalo, que reprochaba que no decía nada sobre la contaminación. Pero, si uno también quisiera y pudiera ponerse a verificar –y esta es, creo, una de las claves, porque hay una actitud pasiva frente a los medios, hay poca verificación sobre lo que dicen– vemos que ya el 7 de diciembre de 1998 en Clarín escriben que Bajo La Alumbrera podría estar provocando una “grave contaminación ambiental


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sobre las vertientes”. Mirando rápido el sitio de Internet se encuentran varias notas sobre contaminación que muestran que tanto Corpacci como Romero no están en lo cierto.) En el informe repiten que esta temática “nada tiene que ver con el discurso del Grupo”. Para continuar, se ve que Canal 7 informa que José Aranda, vicepresidente del Grupo Clarín, es el responsable de llevar adelante la construcción de una represa en Iberá, Corrientes, con George Soros; pasan un breve testimonio de Enrique Lacour, presidente de la Fundación Iberá y lo intercalan –para mostrar contradicción– con las imágenesde Bazán diciendo que están “defendiendo el derecho a la vida”. Siguen el ataque contra Clarín: aparece Víctor Hugo Morales planteando dos posibilidades: “o miente un medio desquiciado como Clarín, al que sólo le falta repartir armas, o la gobernadora”, y pregunta: “¿puede alguien llegar a ser gobernadora y mentir”. (Podría haber buscado otro argumento, porque se puede creer que ninguno de los dos dice la verdad). Al final reafirma la encerrona diciendo V. H.: “USTEDES TIENEN QUE ELEGIR A QUIÉN CREERLE.” (Bueno, fulanito es un h. d. p., menganito no va a andar mintiendo, pero, vos elegí libremente a quien le crees…) TOGNETTI diciendo “OTRO TEMA QUE PARA MÍ ES MUCHO MÁS IMPORTANTE: ESA RIQUEZA ¿QUEDA O SE VA?.” Sí, es muy importante, pero lo primero es lo primero, y el impacto ambiental está primero, si pasa eso hablamos sin duda de las riquezas (¿o sigue la línea de los que creen que “toda persona tiene su precio”?) MARIANA MOYANO propone salir de la hipocresía y dice “discutir la minería no es K o antiK” Leuco pregunta: “Minería sin veneno ¿ES POSIBLE?” Y responde: “POR SUPUESTO”, (claro informeros de TVR, es posible, pero no siempre se hace). Saltean y muestran que luego dice: “porque prohibir la minería sería un absurdo, negar a las provincias más pobres uno de sus principales recursos. Acá intercalan a Corpacci en 678 diciendo que “el ingreso por minería para Catamarca, es de 800 A 1000 millones de pesos , dependiendo del valor del mineral”, cuando “el presupuesto provincial es de 6900 millones” ( presupuesto 2012 6.938.889.448,00) -de nuevo, se desvía el debate del “tipo de minería” a “minería como sea o pobreza” (además con conclusión incluida, es minería o de 800 a 1000 millones menos pero también se pueden discutir planes a mediano o largo plazo). Alfredo Zaiat, (en el debate “¿es viable la minería a cielo abierto?” con Paenza), reconoce la tensión entre desarrollo industrial y medio ambiente, contaminación y recursos naturales y afirma que tiene que haber una intervención más clara del Estado. Toda intervención en la actividad económica genera contaminación (bueno, usamos las frasecitas como convengan, ahora no solo desvían el debate de minería a cielo abierto hacia minería en general, sino que si toda intervención contamina, todo da igual, salvo que volvamos a las cavernas). Andy Kusnetzoff, que no puede armar las frases en este relato, pero dice que todo teléfono tiene batería de litio, que la tecnología y la minería están muy unidas. Y hace referencia a la “contradicción filosófica entre el más ambientalista del mundo y el uso de computadoras”. Como ejemplo, TVR muestra a Natalia Oreiro en una propaganda contra la mega minería a cielo abierto y luego en otra apareciendo contenta por estar conectada a través de una computadora. Retoman con Andy y la frase filosófica, completando “no digo que tires tu computadora, digo que no tiene solución” ( bueno, Fukuyama, cuántos temas… La onda sería, si no tiene solución, no joroben… Pero, ¿de qué tema estábamos hablando? ¿No era de la minería a cielo abierto? Además… ¡creo que tenemos que sentarnos y hablar! El debate por las computadoras es otro tema y también muy importante). Tognetti continúa: “los sectores más fundamentalistas en cuanto al ‘discurso ecológico’ (sic) son los sectores que viven en los lugares donde más se contamina, (qué loco, ¿no? Claro, tal vez porque están en la zona contaminada, lo

viven y toman más rápido conciencia… no sé, se me ocurre…) y sigue: “por ejemplo, la industria a cielo abierto más contaminante es la… automotriz”. Ahora ponen a Darín diciendo “¿qué mundo queremos dejar a nuestros hijos?” En una partecita de una campaña de Greenpeace, y luego, en una propaganda de un auto del que tratan de tapar el nombre del modelo con un sonido (aunque se escucha el igual). Tras hacer en chiste un reconocimiento de que “todos caemos en la misma contradicción”, pasan a CN23: “hay muchas formas de hacer minería, que hay que buscar formas de hacer controles, si no hubiera habido protestas… no estaríamos entrando en un debate serio” (bueno, este no es el caso). Luego se hace referencia a la reunión de los gobernadores por la minería y la conformación (noticia canal 9) de la Organización Federal de Estados Mineros., sus objetivos y vuelve a CN23: “discutir qué minería queremos” (esa sería la idea…). Cumbre Mercosur en Uruguay. Cristina dice: “la minería que a algunos les parece casi una mala palabra, pero haciéndola sustentable y respetando las normas que se hacen en otros países” (bueno… ¡a cambiar las leyes! Terminemos con la seguridad que permite que nos jodan jurídicamente) Y sigue: “Es un recurso subexplotado en la región, en mi país, por ejemplo, muchos critican la minería y sin embargo ponen a Chile como un modelo de desarrollo económico y yo les digo ‘si el principal desarrollo que tiene Chile ha sido el cobre, ¿ por qué lo que está del otro lado de la cordillera no va a estar de este lado?’” (Volvemos a mezclar: los que elogian el modelo de los Chicago boys en Chile, si le parece que son muchos, la verdad depende con quienes anda Cristina, no nos haga cargo y que tengamos que pagar por eso, y acuérdese, ¡cambio de leyes!) Hernán Brienza, politólogo en 678 dice: “creo que hay que empezar a pensarla en serio a la minería” (bueno, apuremos, no vaya a ser que empecemos cuando termina). “Y hay que pensarla sin prejuicios, sin ataques” (si, la verdad es que no hay motivos, qué jodidos que somos, ¡así no se puede, che!) Y plantea la necesidad de una estrategia de desarrollo medioambiental, que Europa le ha hecho mal al planeta, y América Latina puede hacer un desarrollo sustentable. Enganchados, viene una serie que refuerza la idea de Patria Grande: En C5N reportean a Charly Alberti, fundador de la ONG Revolución 21, diciendo: “Greenpeace, que está perfecto, pero no es Argentina y Latinoamérica ha crecido ideológicamente y ya no tenemos ganas de que nos vengan a decir qué tenemos que hacer”. (Estoy de acuerdo en lo que dice y cómo lo dice, tenemos que ser autónomos; no criticó, sólo planteó algo superador, que bien puede trabajar en red.) De nuevo la Presidenta en la cumbre del Mercosur, por Canal 7, refiriéndose a la riqueza en nuestros países y la necesidad de, con inteligencia, cuidarnos, preservando nuestro mercado interno y el desarrollo regional. Final con “Veneno” cantado por Oreiro… Y el comentario inesperado de Schulltz diciendo, entre otras cosas, que la empresa Bajo la alumbrera, tiene un presupuesto que triplica el de la provincia de Catamarca, con lo que puede comprar muchas voluntades (y sabemos que estas cosas ocurren mucho, he recibido testimonios respecto de las mineras en particular) y que pudo verificar que en 1999, la empresa reconoce el uso de más de 700 toneladas anuales de cianuro. Bien por Schultz, que salva con su honestidad el programa contra los 16 minutos del informe. En definitiva, nada bueno puede surgir del consumo de información sin sentido crítico. Y, no hace falta verificar todo, pero hay cosas que debemos verificar. Lo más importante es la actitud con que uno recibe la información. Y decidir cómo organizamos nuestra vida para que la matrix no nos domine y podamos ser libres, si eso es lo que queremos… Porque verdad y libertad van de la mano


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filosofía&política

tesis manuel fontenla / manuruzo28@hotmail.com

“Paradoja”, con esa palabra finalizó la primera nota, con la cual dimos comienzo a esta serie de “Disparadores Rancieranos”, y que en su número inicial, intento pensar esta idea de que “La política es ante todo una relación”, y que es a partir de esa relación que se definen los sujetos políticos, y no a la inversa. Repasando una y otra vez la segunda tesis de nuestro libro-base para estas reflexiones Once tesis sobre política, me encontré con ciertas paradojas, anteriores al libro y a Rancière y a nuestra tesis, y que son las que dan comienzo esta nota. Tengo sobre mi escritorio, los dos últimos números del Le Mond edición cono sur, dos diarios de tirada gratuita de la Universidad Nacional de Córdoba, una revista sobre literatura, dos gacetillas culturales, y siete pestañas abiertas en el explorador de la computadora que recorren desde Página/12, Perfil y La Nación, hasta la haine.org o indimedia.org y algunos que otros blogs. Con todo eso, uno se pone a la tarea (paradójica tarea) de querer establecer cierto orden y claridad al imposible flujo de sucesos que dan cuenta de eso que cotidianamente llamamos realidad. Pero lo cierto, es que cada uno de esos diarios, revistas o blogs, está delimitando una realidad desde el preciso momento en que realiza su ordenamiento de los sucesos relevantes. No hacerlo seria imposible, ya que toda construcción de un relato está proponiendo siempre una determinada realidad y no otra. Hasta aquí lo normal que afronta una “escritura periodística”. Pero a esta situación, en nuestro caso, le agregamos una intención, que sí es problemática y paradójica, a saber, la “aplicación” sin muchas mediaciones de una idea teórica a una empiricidad que difícilmente pueda subsumirse de ese modo. Incluso a sabiendas de esta dificultad, es difícil esquivar el problema, cuando se trata de sumar un aparato conceptual complejo como es el de Rancière, en una escritura no estrictamente académica y en un tiempo de escritura y lectura relativamente corto. No obstante, y como veremos junto a Rancière en unas líneas adelantes, a la paradoja no hay que buscar evitarla, ni suprimirla, sino más bien ponerla en el lugar correcto. Por lo tanto, para esta nota vamos a presentar una distribución paradójica de la información, de los sucesos, con la cual se irá configurando un relato paradójico junto para ver si, en sus entramados desordenados, podemos visualizar la conformación, la aparición de una política que se piensa en los siguientes términos: (con ustedes nuestra tesis N° 2) Lo propio de la política es la existencia de un sujeto definido por su participación en los contrarios. La política es un tipo de acción paradojal.

El dominio de la familia Kim, mezcla rara de comunismo y monarquía, lleva sesenta y seis años continuados en Corea del Norte, y ante la muerte de Kim Jong-il el pasado 17 de diciembre de 2011, como suceda con cada uno de estos sucesos, se levantan las más sospechosas hipótesis, provenientes desde lugares tan dispares y ajenos como la CIA, la voz de la secretaria de Estado Hillary Clinton, o expertos académicos sobre la región, profetizando posibles levantamientos e irrupciones populares que derrocarían el régimen. El balance puede verse desde lugares contradictorios: “poco antes de la muerte de Kim Jong-il, un académico estadounidense ofreció una conferencia para afirmar que, a su muerte, la multitud se alzaría para derrocar el sistema. La profecía no se cumplió. En una especie de histeria colectiva, muchedumbres acongojadas se amontonaron en las calles para llorar a s líder”. Se pregunta el periodista del Le Mond que escribe la cita, si el sucesor de Kim, su joven hijo Jong-un “¿sabrá hacer olvidar en poco tiempo los diecisiete años del reino de Kim Jong-il, marcados por innumerables epidemias, inundaciones, sequías, el completo hundimiento de la economía y hambrunas que causaron miles de muertos?1.

“El 26 de septiembre (de 2011) el juzgado de letras y garantías de Traiguen liberó al luchador mapuche Pascual Pichún por considerarlo “rehabilitado”. Había sido condenado a cinco años de prisión por supuesto delito de incendio, en el marco de una movilización en reclamo de tierras mapuches. Evidencias y resonancias de una Ley Antiterrorista que encerró a un hombre pero no pudo con el grito de la tierra”, así comienza la nota publicada el viernes 9 de marzo en el diario Marcha, versión digital. La historia de Pascual Pichún se remonta a una lucha de ya más de 10 años, y de un ida y vuelta entre detenciones, acusaciones, juicios, cárcel, pedidos de refugio al Estado argentino, etc. En los reclamos del pueblo mapuche, la cuestión territorial es inseparable de las prácticas rituales ancestrales, de la economía y de la soberanía de los pueblos por su autodeterminación. Las palabras de Pascual Pichún son claras a este respecto: “No nos interesa si el Estado reconoce o no reconoce la posesión del territorio, sino qué ocurre en la práctica. La lucha también debe realizarse hacia adentro, cómo reconstruir el sistema económico mapuche, el chaskin, el intercambio, para paulatinamente abandonar la dependencia del Estado. Autogestión, es decir, producir para solventar las cuestiones mínimas, porque nosotros no necesitamos más, necesitamos solamente para vivir, no necesitamos para montar empresas ni nada que se parezca. Y es que hay cierta idea de retorno, la manera mapuche de generar nosotros mismos nuestro alimento y que podamos intercambiar con peñis de otras comunidades que producen otras cosas (…) Nosotros no estamos luchando por tener en nuestras manos al Estado chileno, nosotros estamos luchando porque el Estado no ponga más su mano sobre nosotros y que nosotros mismos construyamos nuestro gobierno, nuestra forma de organización política y social”2.

En las dos últimas semanas, una de las noticias de tapa, fue sin duda, el proyecto para la modificación de la Carta Orgánica del BCRA. Veamos algunas opiniones. El diputado nacional por el bloque Unión popular, Claudio Lozano expresó: “si bien compartimos la necesidad de terminar con la actual Carta Orgánica del Banco Central y con la Ley de Convertibilidad, entendemos que sólo puede hacerse en un marco de políticas que coloquen al Estado en el centro del proceso de inversión, estableciendo en qué debe desarrollarse nuestro esquema productivo y definiendo quienes son los actores principales de dicho proceso”. Del lado del oficialismo Marcó del Pont, comento que el principal objetivo es ampliar el mandato del banco para perseguir objetivos múltiples. La estabilidad de precios -meta única del BCRA que fue instalada en 1992- pasará a estar acompañada por “el desarrollo económico con equidad social y la estabilidad financiera”. Más allá de los tecnicismos y el cruce de opiniones, el cambio en la carta orgánica del BCRA, podría ser entendido como un avance, en la medida en que se dirige a cambiar las estructuras neoliberales y sus anclas institucionales, que persiguen la minimización de la intervención del Estado en la economía.


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filosofía&política

laura tomala / laura_tomala@hotmail.com

Un avance del Estado sobre las disputas económicas a nivel institucional, podría ser leído como un paso hacia el desmantelamiento del andamiaje que sostuvo, y sostiene en ciertos aspectos, la lógica neoliberal de la concepción del Estado. Desmantelar la estructura neoliberal impuesta fuertemente en los ’90 resulta ser una condición necesaria a la hora de encarar un proceso de transformación social3. Bien, de esa extraña forma de monarquía posmoderna Coreana, pasando por las luchas mapuches en Chile, hasta las disputas institucionales argentinas. Tenemos distintos tipos de acción y de sujetos políticos en una construcción ciertamente paradójica de la realidad, que incluso en el caso de Corea del Norte se miran y se entienden como formas democráticas de vida legítimas. En el Odio a la democracia, polémico libro, Rancière nos dice que “la vida democrática se identifica con el principio anárquico que afirmaba la existencia de un poder del pueblo” contra el cual, la solución postulada ya por Aristóteles, consiste “en orientar las febriles energías activadas en la escena pública hacia otras metas, en desviarlas hacia la búsqueda de la prosperidad material, de las felicidades privadas y de los lazos de sociedad”. Pero nos advierte la línea siguiente a la cita: “¡Ay!, la buena solución reveló muy pronto su otra cara: disminuir las energías políticas excesivas, favorecer la búsqueda de la felicidad individual y de las relaciones sociales, implicaba favorecer la vitalidad de una vida privada y de formas de interacción social que multiplican las pretensiones y demandas (…) y estas, volvían a los ciudadanos indiferentes al bien público y socavan la autoridad de gobiernos conminados a responder a la espiral de demandas de la sociedad”4. Lo que pone en discusión la tesis que nos ocupa es la discusión sobre la existencia de un sujeto, que se define de manera diferente en cada una de las situaciones políticas que hemos reconstruido más arriba. El punto es que la política pareciera en esa reconstrucción poner el foco de atención en otro lado, en otros actores y en otros conflictos. La acción paradojal es que antes de poder participar en una disputa por el Estado, por el territorio, por un modelo económico, por un tipo de gobierno… hay una cuenta que saldar respecto del tipo de acción que implica la política y que define al sujeto. Como decíamos en la nota anterior, la política se da en la relación del ciudadano en el tener-parte, más precisamente “en el hecho de mandar y en el de ser mandado”. Y esa relación, se ha dado bajo una lógica según la cual hay una diferencia entre ser mandado y mandar, donde unos poseen algo que los otros no. Aristóteles, nos dice Rancière, compone su ciudad con tres clases, detentadoras cada una de un «título» particular: la virtud para los aristoi, la riqueza para los oligoï y la libertad para el demos. Esta lógica normal pretende que haya una disposición particular a actuar que se ejerce sobre una disposición específica a padecer (mandar-obedecer); por lo tanto, la lógica del arkhé, del principio que determina que “título particular” corresponde a cada parte de la sociedad, supone una superioridad determinada que se ejerce sobre una inferioridad determinada. En palabras sencillas, hay una lógica política que determina, según superioridades e inferioridades, quién debe mandar y quién obedecer. Ese es el nudo paradojal de la acción política, por lo tanto, “para que haya un sujeto de la política, y entonces la política, es necesario que haya una ruptura de esa lógica”. Todos nuestros casos, fenómenos, reconstrucciones, de la realidad, están cruzados por esa lógica. Por lo tanto, el paso que sigue, es pensar en ellos y a través de ellos la posibilidad de una ruptura de esa lógica; este que es el tema de nuestra próxima tesis, a saber, La política es una ruptura específica de la lógica del arkhé. En efecto, ella no supone simplemente la ruptura de la distribución «normal» de las posiciones entre el que ejerce un poder y aquel que lo sufre, sino una ruptura en la idea de las disposiciones que se vuelven «propias» de estas posiciones

1 Bruce Cumings, “La dinastía Kim o los tres cuerpos del rey”, Le monde diplomatique, Edicion 152, Febrero 2012, pp. 20-21. 2 http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:8yEK8_zcCRAJ:www.marcha.org.ar/index.php/latinoamericayelmundo/104-chile/732-qla-lucha-mapuche-no-es-por-el-estadoq+&cd=2&hl=es&ct=clnk&gl=ar 3 http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:unq04s3nfrMJ:www.marcha.org.ar/index.php/nacionales/95-economia/728-bcra-autonomia-o-dependencia+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=ar 4 Ranciere, J. El odio a la democracia, Buenos Aires, Amorrortu, 2007, pp. 18-19

La nueva y vigente ley de servicios de comunicación audiovisual, tiene como objetivo promover la diversidad de opiniones, pluralidad de voces y fomentar la inclusión, evitando la concentración de medios en un mismo grupo. En este informe intentaremos explicar el cuestionamiento hacia estos grupos monopólicos, en tanto plantean la construcción de un verosímil que la sociedad descalifica al no sentirse representada.

¿Cuál es el objetivo de prohibir la concentración de medios? ¿Cuál es la influencia que ejerce un medio de comunicación tanto privado como estatal en la sociedad actual? Estos interrogantes se instalan e intensifican con la llegada de una nueva ley de comunicación, que pone fin a la antigua ley sancionada durante la última dictadura militar. Al hablar de grupos monopólicos, nos referimos puntualmente a aquellos en los que se concentran diversos medios como radio, TV abierta y por cable, servicios de internet, servicios de TV satelital, diarios, revistas, que se propagan y distribuyen por todo el país. Se trata de un mismo grupo que nos ataca con su información, nos penetra, se entromete en nuestras vidas, transmitiendo una única realidad al momento de informar, ya que su línea editorial se reproduce generando una explosión comunicativa, que medida en términos de rating, da cuenta de su total invasión en todos los hogares del país. Con ejemplos concretos podemos comprender cuál es el intenso poder que poseen estos grupos, y el condicionamiento que generan en la sociedad, desde promover masivas manifestaciones a favor de la Sociedad Rural Argentina, en el marco de la creación de la ley 125, generar e instalar sentimientos de inseguridad e inestabilidad económica, hasta llegar a derrocar gobiernos democráticos. La manipulación de la información logra persuadir al ciudadano instalando opinión y vocabulario. Sin ir más lejos, la ley que estamos tratando, siempre fue difundida en los distintos grupos monopólicos como “ley de medios k”, y aún resuena esa despectiva denominación, incluso fuera de los medios. En la vereda de en frente, se posicionan los medios estatales, que se instalan y regeneran con nuevas propuestas, siempre en el marco de la citada ley, intentando imponer un nuevo diseño y propuesta comunicacional. En cuanto a la TV Abierta, el clásico canal siete, se renueva bajo la denominación TV Pública, instalando otras propuestas en las que se incluye el polémico programa 678, que cuenta con debates, columnas y comentarios de destacados filósofos e intelectuales. Este programa constituye un pequeño espacio que ataca y critica, pero lejos está de poder derribar la influencia del gran monopolio debido a su escaso rating. Se trata de un grupo de panelistas con competencia comunicativa, que realizan un análisis acerca de la información que emiten los distintos medios en el cual podemos destacar que -contradiciendo la frase del teórico pionero en la esfera de la información y la comunicación Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje”- en este caso el mensaje cobra mayor importancia y es consecuente según el medio que lo emita. En atención a la propuesta de incluir y fomentar contenidos nacionales, se crean canales como Encuentro, INCAA TV, y para los menores Paka Paka, que constituye el principal canal educativo y de entretenimientos. No obstante, más allá de los avances en cuanto a contendido y producción de los citados canales, estos cuentan con muy baja audiencia y están lejos de ser los canales preferidos de la mayoría de los ciudadanos, ya que en la masividad se ponderan contenidos de entretenimiento y shows mediáticos que tienen mayor éxito que las mencionadas producciones. La pluralidad a la que apunta la ley de servicios audiovisuales enriquece la información, el flujo de diversas opiniones, busca que deje de ser siempre la misma voz la que nos dice qué pasa, qué piensa que pasa, y que nos repite constantemente hasta que se grave en nuestras mentes, su visión de la realidad. Por el contrario, su objetivo es que podamos construir nosotros mismos nuestro propio verosímil, sustentado por la información que nos brindan los medios, pero enmarcados en nuestra propia ideología


16 opinión

daniel giarone /

dgiarone@gmail.com

de la mano de la revolución tecnológica los medios y dispositivos comunicacionales se volvieron omnipresentes. escenario privilegiado en la disputa por el sentido, la comunicación interpela tanto al ser humano como al destino de su libertad

D

urante una charla, Norberto Galasso contó que desde muy pequeño presenciaba discusiones sobre política en el ámbito familiar. En una de ellas, un familiar peronista le espetó a otro, radical: “Pero che, usted miente más que los diarios”. La frase marcó a fuego la reflexión del futuro historiador sobre el rol de la prensa y su relación con la verdad, la objetividad y demás subjetividades que otorgan legitimidad al discurso periodístico. Semejante aseveración hoy no ofende a nadie. Los diarios mienten, al igual que la tele, la radio y los sitios webs. Eso lo sabe todo el mundo. Pero no por eso dejamos de leerlos y convertirlos en parte sustancial de nuestra vida cotidiana. Y mucho menos de interrogarnos sobre ellos. ¿Es posible sustraernos al influjo de los medios y dispositivos de comunicación que nos informan-miran-controlan-constituyen? Para estar informados ¿debemos tomar distancia de la polución informativa? ¿Debemos apagar la televisión y desconectarnos de internet? ¿Cuánto afectan los medios nuestra subjetividad? ¿Qué hacer?

cerca de la revolución Los medios de comunicación se convirtieron en el escenario privilegiado de la disputa por el sentido. Esta centralidad en la construcción del sentido común los convierte en actores privilegiados a la hora de desentrañar la trama hegemónica. La “realidad” política, económica, social y cultural está cruzada y constituida por este escenario, marcado a fuego por la revolución tecnológica y la mediatización de la vida cotidiana. Ese lugar de privilegio de los medos de comunicación se nutre de procesos convergentes, entre los que se destacan: Revolución tecnológica que digitalizó la comunicación mediada en las últimas décadas, multiplicando de manera exponencial dispositivos y contenidos. Omnipresencia de dispositivos y herramientas comunicacionales. En la Argentina hay 53,6 millones de celulares, a razón de 1,34 aparatos por persona. Casi la mitad de los hogares ya cuenta con al menos una computadora, mientras que 337 cada mil habitantes acceden a un servicio de banda ancha. Crisis de legitimidad de la política tradicional y de otros espacios donde se institucionalizaban prácticas, valores y conductas. Predominio de la cultura audiovisual. Según el Ministerio

de Educación de la Nación, los chicos miran 1000 horas de TV al año contra 720 horas de clase anuales (en caso de tener asistencia perfecta). Transformación de los grandes medios de comunicación en corporaciones multimedia con negocios diversificados en distintos sectores de la economía. Clarín pasó de ser un diario de circulación nacional a convertirse en un multimedio conformado por 264 medios entre diarios, revistas, señales de tv paga, radios AM y FM. Hoy es un grupo económico con intereses en los agronegocios, la industria editorial, la producción y venta de papel para diarios y el mercado financiero. Expansión de internet, que en las franjas etarias más jóvenes reemplaza aceleradamente a la televisión, transformando tanto su vínculo con los contenidos audiovisuales como las formas de comunicarse (170 millones de usuarios en Twiter a septiembre de 2010, 640 millones en Faceboock y 100.000 nuevos blogs diarios a nivel global que se suman a los 250 millones ya existentes). Dicho esto sin olvidar que según la Unión Internacional de las Telecomunicaciones durante 2010 sólo navegaron por Internet 1 de cada 2,5 habitantes del planeta.

ni apocalípticos ni integrados Pensar este escenario supone evitar las simplificaciones. Esto es: ni perspectiva celebratoria, donde las nuevas tecnologías de la comunicación y la información sientan las bases para la libertad individual y la igualdad social, ni la dominación y alienación llevadas al paroxismo. Es necesaria una mirada situada, que contemple tanto en la capacidad crítica del ser humano para interpelar la reformulación de las relaciones de poder y sus dispositivos como en el proceso político que sus prácticas se inscriben. América Latina vive una etapa caracterizada por la recuperación y revalorización de lo público y por un nuevo rol del Estado en materia de comunicación. A su vez, el protagonismo asumido por sectores de la sociedad civil tiene su correlato en el fortalecimiento de la comunicación popular. En buena parte de los países de la región, las políticas públicas plantean la necesidad de garantizar el derecho a la información y la libertad de expresión como derechos imprescindibles de todos los ciudadanos y no restringiéndolos a la libertad de prensa de los dueños de los grandes medios de comunicación comerciales. No son pocos los gobiernos de la región que asumieron que en un mundo donde las corporaciones tienen más poder que los Estados nacionales, gobiernos y ciudadanos se quedaban sin voz. La ley de servicios de comunicación audiovisual sancionada en nuestro país hace algo más de un año atiende esa lógica y apuesta a la desconcentración y la multiplicidad de voces, en una ecuación que fortalece tanto a los medios públicos como a las expresiones comunicacionales de la sociedad civil. Digamos también que el mejor artículo de la mencionada norma no está escrito. La ley hizo visible aquello que los dueños de los multimedios mantenían invisibilizado: el debate sobre los medios, el periodismo y la comunicación en tanto estrategias políticas, discursivas y periodísticas constitutivas de eso que llamamos realidad. El fortalecimiento de la comunicación pública, por ejemplo, tiene un efecto democratizador para el conjunto de

la sociedad, no sólo para los gobiernos, si se observa que la concentración de los medios en un puñado de corporaciones es la mayor amenaza contra la libertad de expresión. Así como los totalitarismos del siglo XX eran sinónimo de censura, hoy lo son los oligopolios de la comunicación y el entretenimiento. Resolver la tensión entre lo gubernamental y lo público, compatibilizar el derecho y la obligación de informar los actos de gobierno con expresar a todos los ciudadanos, en su diversidad y multiplicidad de voces, forman parte del desafío, pero no el problema. Lo mismo sucede con la necesidad imperiosa de construir un nuevo mapa de medios, donde exista tanto diversidad de medios privados comerciales como un fuerte desarrollo de los medios populares, entendiendo a estos no sólo como no comerciales, sino desde una perspectiva político-comunicacional opuesta a lo dominante.

la salida es por acá El derecho a la información, a expresarse a través de los medios de comunicación y al acceso a información veraz y útil es hoy imprescindible para todos los seres humanos. Decisivo a la hora de tomar decisiones, tanto a nivel macro como en la vida cotidiana. La comunicación, trascendiendo a los medios de información, es un escenario privilegiado en la disputa por el sentido, cuyo resultado determina el tipo de sociedad en la que queremos vivir, sus valores, expectativas y objetivos. Para que el ser humano preserve su libertad hoy resulta imprescindible promover tanto una mirada crítica de herramientas y dispositivos, dado que la técnica jamás es neutra, como una lectura crítica de los contenidos que lo asedian por doquier. El escenario comunicacional contemporáneo es interpelado, cada vez en mayor grado, por los ciudadanos, quienes dan ejemplos notables de lectura entrelíneas del discurso mediático y resignificación del discurso periodístico, a la vez que demuestran la erosión en la credibilidad que sufren los medios controlados por los oligopolios informativos. En palabras de Ignacio Ramonet, “los ciudadanos desconfían de una prensa perteneciente a un puñado de oligarcas que controlan, además, en buena medida, el poder económico y que actúan, a menudo, en connivencia con los poderes políticos”. Pero con desenmascarar a las corporaciones de la comunicación no alcanza. Es necesario, como propusiera Umberto Eco en “Para una guerrilla semiológica” (La estrategia de la ilusión, 1967), dar “la batalla por la supervivencia del hombre como ser responsable en la Era de la Comunicación”. Batalla que, según el semiólogo italiano, “no se gana en el lugar de donde parte la comunicación sino en el lugar a donde llega” “Debemos ser capaces de imaginar –proponía Eco- unos sistemas de comunicación complementarios que nos permitan llegar a cada grupo humano en particular, a cada miembro en particular, de la audiencia universal, para discutir el mensaje en su punto de llegada, a la luz de los códigos de llegada, confrontándolos con los de partida”. Aquí encontramos, quizás, una nueva oportunidad para no sucumbir ante el hechizo del nuevo Argos Panoptes que, con sus cien ojos que jamás descansan, pretende sujetar nuestros cuerpos y moldear nuestra libertad.


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