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KARIM BENZEMA es la clase de talento que aparece una vez cada generación. Oriundo de Lyon, la tercera ciudad más grande de Francia, nació para jugar al fútbol. Su genialdominio del balón y gran capacidad de entender el ritmo del juego, cualidades que le permiten crear oportunidades para sí mismo y sus compañeros, son evidentes desde que, con 17 años de edad, debutó en el equipo de su ciudad, el Olympique Lyonnais.

Son estas virtudes las que convencieron a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, de hacerse de sus servicios en 2009. Con los blancos ha ganado cuatro Champions, tres ligas y dos Copas del Rey. Parece difícil de creer, pero a pesar de este currículum apabullante, hasta hace poco a Benzema se le podía considerar un jugador infravalorado, por lo menos entre los afcionados que ponen atención –en especial– a las tablas de goleo. Esto no porque el francés no fuera contundente frente al marco rival, sino porque sus contribuciones principales iban más allá de las anotaciones.

Karim jugaba para el equipo. Generaba espacios, asistía a sus colegas y sabía cómo moverse sin balón. Continúa haciendo todo eso, pero ahora, además, la responsabilidad de defnir ha recaído principalmente sobre él. Esto tras la partida del hombre con el que formó una de las más exitosas mancuernas del fútbol español: Cristiano Ronaldo. Es imposible negar las enormes condiciones del portugués, pero sus números lucirían muy distintos de no ser por Benzema. Durante el tiempo que jugaron juntos, 47 de sus goles vinieron a pase directo del francés.

Desde que Karim se convirtió de facto en el líder del equipo, en cada temporada ha sumado cuando menos dos decenas de goles solo en La Liga. Todo indica que la temporada actual será la más prolifca de su carrera. En las últimas semanas se convirtió en el máximo goleador francés de la historia, superando a Thierry Henry, y en el tercer goleador más exitoso del Real Madrid, dejando atrás al mítico Alfredo Di Stefano. ¿Cómo se siente tras haber roto estas marcas? “Son cifras legendarias. Estoy orgulloso de lo que he conseguido. Entrar en este círculo es muy difícil y para mí es un gran sueño realizado”, declaró. Este año ha traído la consagración de Karim Benzema, quien se ha ganado a pulso su lugar en el panteón de los héroes del fútbol.

SACRIFICIO Y PERSEVERANCIA Al igual que el más técnico de los galácticos, Zinedine Zidane, la joven fgura de la selección francesa, Kylian Mbappé o el Nobel de Literatura 1957, Albert Camus, Benzema pertenece a la diáspora argelina que ha nutrido de talento a Francia desde hace décadas. Además de su origen, a estos personajes los unen su genialidad y su pasión por el “deporte más hermoso del mundo”. Un par de años antes de su muerte, Camus le dijo a un reportero: “Lo poco que sé de moral, lo aprendí en un campo de fútbol”. La frase se ha replicado hasta el cansancio en camisetas y afches, pero la repetición no le resta contundencia. En efecto, es posible trazar algunos paralelos entre los valores a los que aspiramos como sociedad y aquello que ocurre dentro del campo de juego.

En primer lugar, la voluntad de sacrifcarse por un bien mayor. El Real Madrid no sería el equipo más exitoso en la Champions League en la última década de no ser por aquellos esfuerzos que facilitan la construcción del juego, aunque no acaparen los refectores, y Karim nunca escatima en ese tipo de acciones. “Podrá parecer simple, pero tuvo el mérito de moderar sus ambiciones de anotar para crear armonía”, le dijo Jean-Pierre Papin a L’Equipe sobre Benzema y lo llamó “por mucho, el mejor de su generación”.

Por otro lado, está la capacidad de seguir luchando hasta el fnal, aún cuando el panorama no luce alentador. Recientemente, el 9 del Real Madrid nos regaló una de sus actuaciones más memorables en esas condiciones. En el partido de vuelta de los octavos de fnal de la UCL, los merengues se enfrentaban al Paris Saint-Germain. Habían perdido por la mínima en la ida y al medio tiempo se encontraban debajo 1-0. “El Gato”, como se le conoce desde los tiempos de Mourinho en el conjunto blanco, anotó al minuto 61 tras provocar un error del arquero Donnarumma. Volvió a marcar al 76 y, para asegurar la victoria y añadir un hat-trick más a su cuenta, lo hizo de nuevo al 78. “Cada juego es una fnal para nosotros y hoy vimos que el Real Madrid está vivo”, le dijo a los reporteros después de la hazaña.

LA EDAD DE LA MADUREZ Cuesta trabajo creerlo al ver su presencia física y su desarrollo muscular, pero Karim Benzema tiene ya 34 años y la edad le ha sentado muy bien. Hoy vemos a un hombre más maduro y enfocado.

Total look, Dolce&Gabbana

“ESTOY ORGULLOSO DE LO CONSEGUIDO. ENTRAR EN ESTE CÍRCULO ES DIFÍCIL. HA SIDO UN GRAN SUEÑO

REALIZADO”– KARIM BENZEMA