HISTORIAS PARA CAMBIAR TU VIDA, SELECCIÓN DE AQUILES JULIÁN

Page 1

Aquiles Juli谩n

1

Selecci贸n y Presentaci贸n

HISTORIAS PARA CAMBIAR TU VIDA

Libros de Regalo 12


2 Historias para Cambiar tu Vida Aquiles Julián Selección y presentación Edición digital a cargo de Colección

Libros de Regalo 12 Escríbenos a: aquiles.julian@gmail.com ideaccion.dr@gmail.com Primera edición: Mayo 2008 Santo Domingo, República Dominicana Este libro es cortesía de:

IDEACCION IDE Desarrollo del Capital Humano Cul de Sac Vista del Cerro No. 2, Edif. Robert Collier, Suite 3-B, Altos de Arroyo Hondo III, Santo Domingo, D.N., República Dominicana. Tels. 809-227-6099 y 809-565-3164 Email: ideaccion.dr@gmail.com Se autoriza la libre reproducción y distribución del presente libro, siempre y cuando se haga gratuitamente y sin modificación de su contenido y autor. Si se solicita, se enviarán copias en formato PDF vía email. Para solicitarlo, enviar e-mail a ideaccion.dr@gmail.com, aquiles.julian@gmail.com o librosderegalo@gmail.com


CONTENIDO

4 6 7 8 9 12 13 14 14 14 15 15 16 16 17 17 18 18 19 19 20 21 21 22 22 23 24 24 25 25 25 27 28 29

Presentación La cena del mago El samurai El sabio y el pecador Historia de aquel que cavó su fosa A quién le importa El ermitaño y el rey El psiquiatra y el maestro Un caballo en un pozo Encarcelado en una torre El zorro teñido El rey en un laberinto Una mujer y un tranvía Dos monjes y los peces Dos locos mirando el cielo El pozo de la locura Los bárbaros tienen miedo al vacío ¿Dónde está mi burro? Un soldado y un sargento Un mercado mañanero Conciencia constante Tres días más Los tres puentes El padre o el mosquito Las cosas no son lo que parecen Los ciegos y el elefante Los pájaros y el huevo Diagnóstico Noble injuria El instructor Lo que quiere realmente una mujer Las estrellas de mar Reflejo de la vida Datos del compilador

3


Presentación

4

Gerald Zaltman, en su brillante libro Cómo piensan los consumidores, escribe sobre la importancia de la metáfora. El Pequeño Laurosse define metáfora así: “Figura de retórica por la cual se transporta el sentido de una palabra a otra, mediante una comparación mental: la luz de la ciencia; la flor de la edad”. Y plantea como sinónimo Alegoría. La alegoría, según el mismo diccionario, es “ficción que representa un objeto al espíritu, de modo que despierte el pensamiento de otro objeto: la venda y las alas de Cupido son una alegoría”. Y tiene como sinónimos los términos: Alusión, metáfora, imagen, entre otros. La metáfora es una comparación que utilizamos para intensificar una idea, para graficarla, para hacerla sensible tanto a uno mismo como a otros. Zaltman declara que la metáfora es esencial para el pensamiento. Específicamente dice: “las metáforas, representaciones de una cosa en términos de otra, nos ayudan a expresar cómo nos sentimos o qué opinión tenemos sobre un aspecto concreto de nuestra vida. (…) Las metáforas estimulan el funcionamiento de la mente humana, Según un cálculo, usamos casi seis metáforas por minuto en la lengua hablada. (…) ¿Por qué pensamos en metáforas con tanta frecuencia? Nos ayudan a interpretar lo que percibimos en el mundo que nos rodea; es más, nos ayudan a percibir el mundo y punto. Nos ayudan a ver nuevas conexiones, interpretar nuestras experiencias y extraer nuevo sentido de esas experiencias”. Pensamos en metáforas para poder entendernos, entender el mundo y darnos a entender. Como escritor, he tenido un trato asiduo con la metáfora. Sin embargo, entenderla va más allá de la literatura. Es un instrumento indispensable para la comunicación y la vida.


5 Las historias, los cuentos, las parábolas son metáforas, representaciones que nos sirven para reflexionar sobre la vida, para entender la vida, para entendernos y para cambiar. Milton Erickson, el padre de la hipnoterapia norteamericana y uno de los modelos fundacionales de la programación neurolingüística, PNL, solía emplear las metáforas dentro de tu magistral labor terapéutica. El cerebro humano siempre está hambriento de metáforas, de historias. De hecho, las interacciones humanas suelen dedicar mucho tiempo a metáforas e historias. Siempre estamos contando, narrando, inventando. Hay historias particularmente creadas para iluminarnos, para llevarnos a un nivel superior de entendimiento, para enriquecer nuestra percepción. Jesús fue un maestro de maestros en utilizar las parábolas y ejemplos. El sabía que era la forma más eficiente y segura de transmitir una información entendible a su siempre vasta audiencia. Que este manojo de metáforas, este puñado de parábolas, aporten luz y entendimiento a tu vida y te faciliten cambiar, alcanzar un nivel superior de comprensión y elevarte espiritualmente. Muchas veces perdemos de vista lo esencial y nos dejamos engañar por lo transitorio e irrelevante. Vanidad de vanidades, declara El Eclesiastés. Pero hay verdades que trascienden: Jesús es una de ellas, la principal. Superar las nimiedades y las conductas vegetativas, conducirnos con un sentido y un propósito trascendente, pulir nuestros dones y ponerlos al servicio de nuestros semejantes, actuar con la intención de que Dios apruebe nuestra conducta y vivir agradecidos de su misericordia e inmenso amor… ¡Eso no es vanidad! Espero que estas metáforas sean un abono generoso en el jardín de tu corazón, que se rieguen como fértil nutrición y que enriquezcan tu vida, eleven tu entendimiento y te faciliten hacer los cambios que necesitas para transformarte en esa persona excepcional y sobresaliente que estás llamado o llamada a ser.

Aquiles Julián Mayo 2008 ©


6

LA CENA DEL MAGO Había una vez un mago que construyó una casa cerca de un pueblo grande y prospero. Un día invitó a toda la gente del pueblo a cenar en su casa. -Antes de cenar –dijo-, tenemos algunos entretenimientos. La idea agradó a todos y el mago hizo un show de primera clase, donde sacaba conejos de chisteras, banderas que aparecían en el aire y cosas que se convertían unas en otras. La gente estaba fascinada. El mago preguntó: -¿Quieren cenar ahora o quieren más entretenimiento?. Todos pidieron más trucos pues nunca habían visto algo así. Así el mago se convirtió en una paloma, después en un halcón y después en un dragón. La gente enloquecía de excitación. Les preguntó nuevamente y pidieron más y más recibieron. Entonces les preguntó si querían comer y dijeron que sí. El mago entonces les hizo sentir que estaban comiendo distrayéndoles con


7 cantidad de trucos a través de sus poderes. La cena imaginaria y los trucos continuaron toda la noche. Cuando estaba amaneciendo algunos dijeron: -Debemos ir a trabajar. Entonces hizo que imaginaran que iban a sus casas y se preparaban para ir a trabajar y realmente hacían sus actividades habituales. Y de este modo, siempre que alguien decía que tenía que hacer algo el mago le hacía pensar que lo hacía y después regresaba a la cena del mago. Con el tiempo el mago había tejido tal encantamiento sobre la gente del pueblo que todos trabajaban para él mientras que creían que continuaban con sus vidas de siempre. Cuando se sentían inquietos él les hacía pensar que estaban nuevamente cenando en su casa y esto les daba placer y les hacía olvidar. ¿Y qué sucedió con el mago y la gente del pueblo? Esto no se puede decir; es algo de lo que no se puede hablar, porque él sigue ocupado en lo mismo, y casi toda la gente está aún bajo su hechizo.

EL SAMURAI Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario. Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío. Todos juntos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.


8 Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron: -¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros? El maestro les preguntó: -Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio? -A quien intentó entregarlo -respondió uno de los alumnos. -Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro-, cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.

EL SABIO Y EL PECADOR Había una vez un devoto que creía que era su tarea reprochar a todos aquellos que hicieran cosas malas y guiarlos hacia caminos espirituales para que encontraran el camino correcto. Lo que este devoto no sabía, sin embargo, es que un maestro no es solamente alguien que les dice a otros como actuar basado en principios fijos. A menos que el maestro conozca exactamente la situación interior de cada discípulo, el maestro puede sufrir lo opuesto a sus deseos. Sin embargo, este devoto se encontró un día a un jugador que jugaba en exceso y no sabía como curar este habito. El devoto se apostó frente a la casa del jugador. Cada vez que este salía hacia el casino, el devoto ponía una piedra en una pila por cada pecado que estaba acumulando, como recordatorio visible del mal. Cada vez que el otro hombre pasaba, se sentía culpable. Cada vez que volvía veía otra piedra acumulada. Cada vez que el devoto ponía otra piedra sentía coraje ante el jugador y un placer personal, que el llamaba santidad, en haber marcado el pecado. Este proceso continuó por veinte años. Cada vez que el veía jugador al devoto, se decía a sí mismo: -¿Cómo podría y entender la bondad? ¡Este santo hombre trabaja para mi redención! ¡Que pudiera yo arrepentirme, ya aún sin llegar a ser como él, pues es seguro que el tendrá un lugar dentro de los elegidos cuando venga el día del juicio final!


9 Y, sucedió que por un catástrofe natural, ambos hombres murieron al mismo tiempo. Un ángel bajó a llevarse el alma del jugador y le dijo gentilmente: -Tú has de venir conmigo al paraíso. -Pero -dijo el jugador-, ¡cómo es posible? Yo soy un pecador y seguramente tengo que ir al infierno. Seguramente estás buscando al devoto que vivía justo frente a mi casa y que ha tratado de reformarme durante dos décadas. -¿El devoto? -dijo el ángel-, no, él está siendo llevado al infierno para ser asado. -¿Qué clase de justicia es ésta? -gritó el jugador, olvidándose de su situación-, has de tener tus instrucciones invertidas. -No es así -respondió el ángel-, ahora te explico. El devoto ha estado consintiéndose a sí mismo durante veinte años, con un sentimiento de superioridad y de mérito. Ahora es el turno de pagar. Él realmente puso esas piedras en la pila para sí mismo no para ti. -¿Y qué hay de mi recompensa?, ¿por qué la he obtenido yo? -Tú has de ser recompensado, porque, cada vez que pasabas junto al devoto, pensabas primero en la bondad y después en él. Es la bondad, no el hombre el que es recompensado por su fidelidad.

HISTORIA DE AQUEL QUE CAVO SU FOSA Hace mucho tiempo hubo un rey que detestaba las luces por la noche, por lo que decía: -Dios nos ha dado las estrellas y la luna y en la noche hace desaparecer el sol para que podamos dormir. Y, ¿durmiendo quién necesita luz? Por lo tanto esta misma noche no habrá ninguna luz prendida por el hombre en toda mi ciudad. Y si alguien encendiera una, morirá. Esa misma noche, cuando oscureció, el rey miró hacia fuera desde una de las ventanas de su palacio y vio que toda la ciudad estaba a oscuras. Llamó a su visir y le ordenó que trajera disfraces diciendo: -Saldremos a la ciudad y miraremos si alguien ha sido capaz de desobedecer nuestra orden.


10 Caminaron por todos los lugares y no vieron ninguna luz, pero cuando llegaron a la periferia de la ciudad vieron un débil brillo de luz y se dirigieron hacia él. Descubrieron que provenía de un café y que la luz no era más que una mecha sobre un plato de aceite. El rey y su visir entraron, se sentaron y pidieron café. Un joven se los trajo y era la única persona que había en el lugar. El rey tomó su café, bebió un vaso de agua y le preguntó al joven: -¿Te gusta el rey de este país? El joven respondió: -Para algunos será suficientemente bueno, pero para nosotros no lo es, y no me gusta. Entonces el monarca dijo: -Pienso que el rey es bueno y es el mejor de los gobernantes. Y desde su sabiduría ha prohibido la luz. ¿Cómo es que tienes una luz en tu negocio? El joven respondió: -¿Viene alguien a tomar café en la oscuridad? ¿Usted habría encontrado este lugar y estaría aquí ahora tomando café si no hubiera visto la luz? En este lugar nos ganamos la vida mi madre y yo y comeremos con lo que hemos ganado con su café. El rey no piensa en nosotros y no le importamos. Él sólo se sienta en su palacio y hace leyes tontas aconsejado por un malvado visir, cuyo único interés es hacer dinero con la expansión del reino. El visir llevó la mano a su daga, pero el rey le hizo señas para que no hiciera nada. El muchacho prosiguió: -Pero no le digan al rey que tengo luz aquí y no le cuenten mis palabras. Recuerden que aquel que cava una fosa para su hermano cae él mismo en ella. Entonces el rey dijo: -¿Qué es lo que has dicho? El joven respondió: -Dije, que aquel que cava una fosa para su hermano, cae él mismo en ella. El rey quedó muy complacido con las palabras del muchacho, entonces le dijo:


11 -Sabes que yo soy el mismo rey y él es el visir. Te perdono por la luz dado que la necesitas para tu café. Y te perdono tus palabras dado que has dicho lo que estaba en tu corazón. Y como los reyes estamos necesitados de consejos sabios, vendrás todos los días a verme a mi corte y me dirás este mismo sabio consejo y yo te premiaré dándote oro. El joven quedó muy complacido con las palabras del rey, pero el visir no, porque pensó que este joven volvería contra él el favor del rey. Todos los días el joven iba al palacio y decía esas palabras al rey y el rey lo premiaba con oro. Al rey le gustaba el joven y le concedió un manto de honor , tierras y riquezas. Pero un día el visir se presentó delante del rey y le dijo: -¡Oh!, mi maestro, hay algo que no me gustaría hablar. -¿Qué es?, -preguntó el Rey. El Visir contestó: -El joven que viene a verte todos los días me habló diciendo; dile al rey que un olor feo sale de su boca, tiene un aliento horrible. Dile por favor que vuelva su cabeza cuando me hable para que no me enferme con semejante olor. El rey se puso negro de furia y dijo: -¡Qué vuelva la cabeza! Yo soy el rey y prefiero cortar cabezas. ¡Envíamelo! Entonces el visir fue a buscar al joven y le dijo: -El rey reclama tu presencia. Y me pidió que te dijera que un olor muy feo sale de tu boca. Por lo que es mejor que te cubras el rostro con tu manto cuando entres y vuelvas tu cabeza cuando hables. Y el joven fue al rey y lo saludó. Se cubrió el rostro con su manto y desvió hacia un lado su rostro. Esto hizo que el rey se encolerizara y concibió cortarle la cabeza, cuando vio que el joven se volvía hacia un lado. El rey le dijo al joven: -Tengo la intención de hacerte el más feliz de todos mis súbditos. Entonces cogió papel y pluma y escribió una carta al capitán de la guardia del tesoro, la selló para que no pudiera ser abierta y se la entregó al joven diciéndole: -Esto es una orden para que el capitán de la guardia del tesoro pague al portador la suma de cien mil dinares de oro. Ve y toma tu oro.


12 El visir se fue detrás del joven y había oído las palabras del Rey, sin saber cual era su plan, pensó: -Mi plan ha fallado dado que le rey debe amar a este joven y no se ha enfurecido por su insulto. Ahora este joven será el más rico del país. Y empezó a pensar en la peor villanía posible. El no sabía que el rey había escrito “corte la cabeza al portador de esta carta”. Por lo que el visir fue detrás del joven y le dijo: -Felicidades por tu buena suerte y te propongo ahora que eres rico me permitas ser tu sirviente. Seguro que los tesoros te engañaran, porque ¿sabes acaso contar semejante suma de oro? Por lo que dame tu carta y yo cobraré el dinero y te lo llevaré a tu casa con mis propios sirvientes. El joven que era confiado le dio la carta y se fue a su casa a esperar al visir. El visir fue a al capitán del tesoro, le dio la carta éste la abrió y la leyó, al momento mandó a sus soldados que lo detuvieron y a pesar de sus gritos le cortaron la cabeza con una espada. El rey que esperaba a su visir, al ver que no llegaba, mandó buscarle y así supo lo que había pasado. Quedó estupefacto por la noticia sin comprender qué había sucedido, de modo que mandó llamar al joven para le explicara. El joven le contó todo lo concerniente al visir y agregó: -Vuestro aliento es dulce, pero el visir me dijo que mi aliento era pestilente. El Rey complacido premió al joven y le convirtió en su visir de confianza en lugar de aquel que había cavado su fosa.

A QUIEN LE IMPORTA Todos los meses, el discípulo refería fielmente por escrito a su Maestro sus progresos espirituales. El primer mes escribió: -Siento una expansión de la conciencia y experimento mi unión con el universo. El Maestro leyó la nota y la arrojó al cesto de los papeles. Al mes siguiente escribió esto otro: -Al fin he descubierto que la divinidad está presente en todas las cosas. El Maestro parecía estar tremendamente decepcionado. En su tercera carta, el discípulo explicaba entusiasmado:


13 -El misterio del Uno y lo múltiple le ha sido revelado a mi asombrada mirada. El Maestro bostezó. La siguiente carta decía: -Nadie nace, nadie vive y nadie muere, porque el yo no existe. El Maestro, desesperado, alzó sus manos al cielo. Luego pasó un mes, dos meses, cinco meses, un año... El Maestro pensó que había llegado el momento de recordar a su discípulo su obligación de mantenerle informado de sus progresos espirituales. Y el discípulo respondió a vuelta de correo: -¿Y a quién le importa? Cuando el Maestro leyó estas palabras, se iluminó su rostro de satisfacción y dijo: -¡Gracias a Dios, al fin lo ha logrado!

EL ERMITAÑO Y EL REY Un viejo ermitaño fue invitado cierta vez a visitar la corte del rey más poderoso de aquella época. -Envidio a un hombre santo como tú, que se contenta con tan poco -comentó el soberano. -Yo envidio a Vuestra Majestad, que se contenta con menos que yo respondió el ermitaño. -¿Cómo puedes decirme esto, cuando todo el país me pertenece? -dijo el rey, ofendido. - Justamente por eso. Yo tengo la música de las esferas celestes, tengo los ríos y las montañas del mundo entero, tengo la luna y el sol, porque tengo a Dios en mi alma. Vuestra Majestad, sin embargo, sólo posee este reino.


14 EL PSIQUIATRA Y EL MAESTRO Un psiquiatra conoce a un maestro zen en una reunión y decide preguntarle algo que tiene en mente desde hace tiempo. -¿De qué manera ayuda usted a la gente, exactamente? -Los llevo hasta donde no tengan más preguntas que hacer -respondió el maestro-.

UN CABALLO EN UN POZO Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y revisó la situación, asegurándose de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión, determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal, éste la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir. Si estas allá abajo, sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre ti la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia.

ENCARCELADO EN UNA TORRE Un hombre estaba encarcelado de por vida en lo alto de una torre. Como no aceptaba esta separación, su mujer tomó la decisión de ayudarle a escapar. Cogió un escarabajo y tras haberle atado con delicadeza un hilo de seda


15 extremadamente delgado al insecto, untó sus antenas con miel. Lo depositó al pie de la torre, con las antenas dirigidas hacia lo alto. El insecto, en su afán de alcanzar la miel, trepó tanto que llegó a la ventana del prisionero. Este, tras haber dejado libre al escarabajo, tiró del hilo de seda. En su extremo había atado otro hilo algo más grueso. Seguía a éste un hilo de bramante, al bramante una cuerdecilla y después una sólida cuerda que el hombre fijo en el interior de su celda y utilizó para descender de la torre y huir con su mujer.

EL ZORRO TEÑIDO Un zorro se coló en el taller de un tintorero y cayó dentro de la tina que contenía una disolución de color rojo. Consiguió salir de la tina y huyó al bosque pero se llevó con él el rastro de su visita, su pelaje había adquirido una coloración de un rojo vivo. Su nueva apariencia inquietó e intrigó a los demás zorros del bosque. Valiéndose de esta particularidad, se hizo fácilmente con el poder. Impresionados, los otros zorros aceptaron servirle y venerarle como a un rey. Los días transcurrieron tranquilos y prósperos en su nueva comunidad, pero, con la llegada del invierno, se multiplicaron las lluvias y poco a poco se fue diluyendo el tinte. Los otros zorros terminaron por darse cuenta de que habían sido víctimas de un embaucamiento y lo expulsaron.

EL REY EN UN LABERINTO Una vez un rey hizo construir un magnifico palacio, compuesto por innumerables habitaciones, en el que no se podía entrar más que por una única portezuela. Las personas que quisieron ver a su soberano, tras haber penetrado en el edificio, vieron abrirse por todos lados puertas que daban a auténticos laberintos. No pudieron encontrar al rey. Cuando el príncipe se dirigió a palacio para ver a su padre, penetró por la portezuela de entrada y reparó de inmediato en que todas las siguientes no eran sino el reflejo de una sola. La abrió y encontró a su padre, sentado delante de él.


16 UNA MUJER Y UN TRANVIA Un monje anciano y enfermo había pasado toda su vida en el monasterio de clausura desde que era niño y antes de morir pidió al padre superior un último deseo. Pidió poder ver a una mujer y a un tranvía, pues había oído maravillas de ambos, de la primera la turbación que producía frente a ella y del segundo su fuerza. Como era imposible traer un tranvía a la celda, el padre superior convenció a Doña Purificación, una oronda y devota señora para que saludara al moribundo monje. Así lo hizo y cuando después de despedirla pasó a ver al monje encontró a este sonriente y agradecido. -Gracias, padre, ya no me moriré sin haber visto un tranvía.

DOS MONJES Y LOS PECES Dos monjes que caminaban juntos tuvieron que cruzar una pasarela situada sobre un río. -¡Mira como saltan de alegría los peces? -dijo uno de los monjes. -Tú no eres un pez -dijo el otro-, ¿cómo puedes saber lo que le da alegría a los peces. -Tú no eres yo, ¿cómo puedes saber que ignoro lo que le da alegría a los peces? -Es cierto que yo no soy tú y que no sé lo que sabes y lo que ignoras. Pero sí sé que tú no eres un pez y por consiguiente, no sabes lo que da alegría a los peces. -Vuelvo a tu primera pregunta. Me has preguntado ¿cómo puedes saber lo que da alegría a los peces? Al planteármelo así has admitido que conozco la respuesta. -Y bien, ¿cómo lo has sabido? -Muy sencillo, ¡cruzando la pasarela!


17 DOS LOCOS MIRANDO EL CIELO En Marruecos, en la plaza de un mercado, andaban dos locos cogidos del brazo cuando uno de ellos llama la atención al otro y señala hacia el cielo: -¡Mira!, está anocheciendo. -¡No hombre!...¿no ves que amanece? -¡Cómo!, ¿no ves, estúpido, que se está haciendo de noche? Y así transcurrieron horas de discusión hasta que, comenzando a aburrirse, decidieron preguntar a alguien y salir de dudas. Acertaron a preguntar a otro transeunte del mercado, quien, casuálmente, estaba mucho más loco que ellos: -Por favor, ¿nos puede resolver una duda?, ¿amanece o está anocheciendo? El loco contempló el cielo durante un rato y finalmente respondió: -En realidad no lo sé, porque es que yo no soy de este barrio.

EL POZO DE LA LOCURA Había una vez un rey sabio y poderoso que gobernaba en la remota ciudad de Wirani. Y era temido por su poder y amado por su sabiduría. En el corazón de aquella ciudad había un pozo cuya agua era fresca y cristalina, y de ella bebían todos los habitantes, incluso el rey y sus cortesanos, porque en Wirani no había otro pozo. Una noche, mientras todos dormían, una bruja entró en la ciudad y derramó siete gotas de un extraño líquido en el pozo, y dijo: -De ahora en adelante, todo el que beba de esta agua se volverá loco. A la mañana siguiente, salvo el rey y su gran chambelán, todos los habitantes bebieron el agua del pozo v enloquecieron, tal como había predicho la bruja.Y durante aquel día, todas las gentes no hacían sino susurrar el uno al otro en las calles estrechas y en las plazas públicas: -El rey está loco. Nuestro rey y su gran chambelán han perdido la razón. Naturalmente, no podemos ser gobernados por un rey loco. Es preciso


18 destronarlo. Aquella noche, el rey ordenó que le llevasen un vaso de oro con agua del pozo. Y cuando se lo trajeron, bebió copiosamente y dio de beber a su gran chambelán. Y hubo gran regocijo en aquella remota ciudad de Wirani porque el rey su gran chambelán habían recobrado la razón.

LOS BARBAROS TIENEN MIEDO AL VACIO Como consecuencia de las violentas guerras fraticidas, un rey perdió hasta el último de sus soldados. No le quedaron más que dos servidores. Un día, los bárbaros llegaron a las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco a palacio. El rey ordenó entonces a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y acto seguido se instaló en la galería a fin de ver llegar a los invasores. Mientras él se abanicaba indolentemente, les vio avanzar hasta la escalinata del palacio. Su serenidad perturbó a los bárbaros. Estos supusieron que les esperaba una trampa en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó a retirada. El rey dijo entonces: -Ven, los bárbaros, que son la plenitud, tienen miedo al vacío.

¿DÓNDE ESTA MI BURRO? Un día uno de los apóstoles de Jesús estaba predicando en una pequeña ciudad. La gente le pidió que hiciera un milagro, resucitando a un muerto tal y como lo había hecho Jesús. Se fueron al cementerio de la ciudad y se detuvieron delante de una tumba. El apóstol rezó a Dios para que le devolviera la vida al muerto. Este se levantó de su tumba, miró a su alrededor y gritó: -¡Mi burro! ¿Dónde está mi burro? En vida, había sido un hombre pobre cuya más querida posesión había sido su burro.


19 Este animal había sido lo más importante de su existencia. Lo mismo será en tu caso. Aquello que más te importe determinará lo que te suceda en la resurrección. En el más allá te encontrarás junto a aquellos que amas.

UN SOLDADO Y UN SARGENTO Un soldado le preguntó a su sargento: -Sargento, si alguien le dice que es usted un imbécil, ¿qué pasa? -Lo envío al calabozo de inmediato -respondió muy seguro-. -¿Y si solo lo piensa? -No sé, yo creo que nada -respondió. –Bueno, dejémoslo ahí sargento.

UN MERCADO MAÑANERO Una mañana llegó Bahaudín Naqshband al gran mercado de Bokhara con un largo bastón. Comenzó a gritar fuertemente en forma vulgar hasta que se juntÓ una multitud extrañada del comportamiento de tan ilustre y afamado personaje. Cuando se habían reunido cientos de personas, inciertos acerca de qué hacer o pensar, Bahaudín tomó su bastón y comenzó a tirar los puestos a su alrededor, hasta que estuvo rodeado de montañas de frutas y verduras. El Emir de Bokhara mandó un representante a la casa de Bahaudín para pedirle que se presentara en la corte a explicar su conducta. Bahaudín dijo: -Hagan que estén presentes los mas altos magistrados, los jefes de la corte, los administradores del Estado, los comandantes del ejército y los comerciantes más importantes de la ciudad. El Emir y sus consejeros, concluyeron que Bahaudín se había vuelto loco. Decidieron burlarse de él antes de enviarlo a un asilo sanitario y llamaron a las personas que Bahaudín había nombrado para atestiguar los hechos. Cuando todos estuvieron reunidos, Bahaudín fue llevado a la corte.


20 -Sin duda está consciente vuestra presencia, Bahaudín, -dijo el Emir-, de la razón por la que esta aquí. Y sabe así mismo la razón por la que los demás estamos presentes. Por favor diga lo que tenga que decir. Bahaudín respondió: -Sublime Camino de Sabiduría -dirigiéndose el Emir-, es sabido que la conducta de un hombre es tomada como señal equivalente de su valor. Esto ha llegado a un grado entre nosotros que un hombre solo tiene que comportarse de una cierta manera para ser valorado, sin tomar en cuenta su estado interior. De igual forma, si una persona hace algo cuestionable, se le considera sin valor. El Emir dijo: -Aún no comprendemos lo que nos estás tratando de enseñar. Bahaudín continuó: -Cada día, cada hora en cada ser humano hay pensamientos inadecuados que si se permitieran salir, serían ilustrados por acciones tan perjudiciales como mi conducta en el mercado. Mi enseñanza es que estos pensamientos negativos y limitaciones, debidos a una comprensión insuficiente, son tan perjudiciales y degradantes para la comunidad y para el individuo como si se comportara en forma inconveniente y quizás más. -¿Cuál es la solución al problema? -preguntó el Emir. -La solución -dijo Bahaudín- es darnos cuenta de que la gente tiene que desarrollarse internamente, no solo prevenir por las reglas y costumbres su vulgaridad y destructividad y ser aplaudidos por contenerse públicamente.

CONCIENCIA CONSTANTE Los alumnos del Zen usualmente pasan cuando menos diez años antes de pretender enseñar a otros. Nan-in recibió la visita de Tenno, quien habiendo pasado su aprendizaje, se había dedicado a enseñar. El día era lluvioso, y Tenno, traía sus zapatos de madera y un paraguas. Después del saludo, Nan-in le comentó: -Supongo que dejaste tus zapatos en el vestíbulo. Quisiera saber si tu paraguas está del lado derecho o del izquierdo de tus zapatos.


21 Tenno se mostró confuso y no tuvo una respuesta instantánea. Se dio cuenta de que no podía mantener su Zen constante. Se convirtió en alumno de Nanin y estudió durante seis años más para poder mantener su conciencia constante.

TRES DIAS MAS Suiwo, discípulo de Hakuin, era un buen maestro. Durante una sesión de verano le llego un discípulo del sur de Japón. Suiwo le dio el Koan: -Escucha el sonido de una sola mano. El alumno pasó tres años, pero no pudo pasar la prueba. Una noche llego con lágrimas en sus ojos y le dijo a Suiwo: -Debo de regresar a mi tierra, con profunda pena, pues no logro resolver el problema. -Espera una semana más y medita constantemente -le recomendó Suiwo. No logró la iluminación. -Prueba por otra semana -dijo Suiwo. El discípulo obedeció pero fue en vano. -Aún otra semana más. Pero no hubo resultado. En desesperación, el discípulo le pidió que lo dejara ir, pero Suiwo le pidió otra meditación de cinco días. Estos pasaron sin resultado. Entonces Suiwo le dijo: -Medita tres días más y si no logras la iluminación, te matas. En el segundo día el discípulo obtuvo su iluminación

LOS TRES PUENTES Un padre ya anciano reprendía al borracho de su hijo ya que volvía todas las noches ebrio a su casa. Este prometió enmendarse y beber menos. Esa misma


22 noche, como el hijo no volvía, el padre fue en su búsqueda. Lo encontró medio ahogado, aferrado al pilar del puente que separaba la taberna de la casa. -¿Por qué estás en este estado -preguntó el padre-, precisamente el día que me has prometido beber menos? El hijo respondió: -En efecto he bebido menos y he aquí el resultado. Habitualmente bebo tres vasos de sake y cada noche al volver, veo tres puentes; siempre tomo el del medio y todo va bien. Esta noche solo he bebido dos vasos y he visto dos puentes; al no saber que hacer, he tomado al azar el de la izquierda y he caído en el agua. El padre le dijo: -¡Venga, volvamos! El hijo respondió: -¡Oh, no!, ¡aún no! Déjame ir a beber mi tercer vaso de sake y todo irá mejor. Dicho y hecho. El hijo volvió sano y salvo a la casa por la vía natural.

EL PADRE O EL MOSQUITO Érase una vez un hombre honrado y su hijo un poco ingenuo. El hijo era muy honesto y muy respetuoso hacia su padre, siempre lo seguía por todas partes. Un día de verano, en la montaña cuando los dos dormían sobre la hierba del bosque, un mosquito fue a posarse sobre la cabeza del padre. El hijo se despertó. Era muy amable con su padre. Por eso cogió un bastón y golpeó al mosquito. El mosquito se fue volando, pero su padre se quedó muerto. Se odia al enemigo. El enemigo huye y el padre muere. Esto es parecido a admirarse a sí mismo y hacer pedazos a los demás.

LAS COSAS NO SON LO QUE PARECEN Un hombre viajaba tranquilamente en su coche. Sucedió que al entrar en una curva peligrosa, otro coche salía de ésta dando volantazos y viniendo hacia él de manera muy peligrosa. Al pasar a su lado casi rozando, gritó su conductor:


23 -¡Cerdo¡ El primer hombre indignado le respondió con otro insulto y continuó como pudo entrando en la curva y una vez pasándola se encontró de inmediato con un enorme cerdo, que no pudo esquivar y al que golpeó saliéndose de la carretera y quedando tirado en la cuneta.

LOS CIEGOS Y EL ELEFANTE Mas allá de Ghor había una ciudad. Todos sus habitantes eran ciegos. Un rey con un cortejo llegó cerca del lugar, trajo su ejército y acampó en el desierto. Tenía un poderoso elefante que usaba para atacar e incrementar el temor de la gente. La población estaba ansiosa por ver al elefante, y algunos ciegos de esta ciega comunidad se precipitaron como locos para encontrarlo. Como no conocían ni siquiera la forma y aspecto del elefante, tentaron ciegamente, para reunir información, palpando alguna parte de su cuerpo. Cada uno pensó que sabía algo porque pudo tocar una parte de él. Cuando volvieron junto con sus conciudadanos, impacientes grupos se apiñaron a su alrededor. Todos estaban ansiosos, buscando equivocadamente la verdad de boca de aquellos que se hallaban errados. Preguntaron por la forma y aspecto del elefante, y escucharon todo lo que aquellos dijeron. Al hombre que había tocado la oreja le preguntaron acerca de la naturaleza del elefante. Él dijo: -Es una cosa grande, rugosa ancha y gruesa como un felpudo. Y el que había tocado la trompa dijo: -Yo conozco los hechos reales, es como un tubo recto y hueco, horrible y destructivo. El que había tocado sus patas dijo: -Es poderoso y firme como un pilar. Cada uno había palpado una sola parte de las muchas. Cada uno lo había percibido erróneamente. Ninguno conocía la totalidad: el conocimiento no es compañero de los ciegos. Todos imaginaron algo, algo equivocado.


24 EL PAJARO Y EL HUEVO Había una vez un pájaro que no poseía el don del vuelo. Como un pollo, caminaba por el suelo, aunque sabía que algunos pájaros sí volaban. Sucedió que, a través de una combinación de circunstancias, el huevo de un pájaro volador fue empollado por éste que no volaba. A su debido tiempo, nació el pichón, todavía con la potencialidad para volar, que siempre había tenido, aún desde la época en que se hallaba en el huevo. Le habló a su madre adoptiva diciendo: -¿Cuándo volaré? Y el pájaro atado a la tierra dijo: -Persiste en tus intentos de volar, como los otros -porque no sabía como enseñarle al pichón a volar, ni siquiera sabía como arrojarlo del nido de manera que aprendiese. Resulta curioso, en cierto modo, que el pajarillo no viera esto. El reconocimiento de su situación lo confundía debido a la gratitud que sentía hacia el pájaro que lo había empollado. -Sin este servicio -se dijo a sí mismo-, seguramente estaría aún en el huevo, Y aún otras veces decía: -Quien puede empollarme, seguramente podrá enseñarme a volar. Debe de ser solamente una cuestión de tiempo, o de mis propios esfuerzos sin ayuda, o de alguna gran sabiduría. Sí, así es. Un día de repente seré transformado a la etapa siguiente por aquel que me ha traído hasta aquí.

DIAGNOSTICO Un hombre a quien se consideraba muerto fue llevado por sus amigos para ser enterrado. Cuando el féretro estaba a punto de ser introducido en la tumba, el hombre revivió inopinadamente y comenzó a golpear la tapa del féretro. Abrieron el féretro y el hombre se incorporó. -¿Qué estáis haciendo?, -dijo a los sorprendidos asistentes-. Estoy vivo. No he muerto.


25 Sus palabras fueron acogidas con asombrado silencio. Al fin, uno de los deudos acertó a hablar: -Amigo, tanto los médicos como los sacerdotes han certificado que habías muerto. ¿Y cómo van a haberse equivocado los expertos? Así pues, volvieron a atornillar la tapa del féretro y lo enterraron debidamente.

NOBLE INJURIA Cuando el príncipe Mou de Wei estaba viviendo como un ermitaño en Chungan, le dijo a su Maestro: -Mi cuerpo está aquí, entre lagos y arroyos, pero mi corazón está en el palacio de Wei. ¿Qué puedo hacer?. -Cuida más por lo que tienes en ti y menos por lo de los demás. -Yo debería poder -dijo el príncipe-, pero no puedo seguir a mis sentimientos superiores. -Si no puedes seguir a tus sentimientos superiores, entonces abandónate a los que sientas. No hay peor para el alma que luchar en contra de sus sentimientos y de controlar los que no se puedan controlar. Se llama doble injuria y los que la sufren nunca viven su periodo completo.

EL INSTRUCTOR Un gato dijo: -No vale la pena enseñar a los conejos. Heme aquí ofreciendo lecciones gratis para atrapar ratones y ningún conejo se anota

LO QUE QUIERE REALMENTE LA MUJER El joven Arturo fue apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques; esto era castigado con la pena de muerte, pero el


26 monarca se conmovió por la honestidad y juventud de Arturo y le ofreció la libertad siempre y cuando en el plazo de un año hallara la respuesta a una pregunta difícil, ¿qué quiere realmente una mujer? Esta pregunta dejaría perplejo al hombre más sabio y al joven Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo era mejor que morir ahorcado de modo que regresó a su reino y empezó a interrogar a todo el mundo. Interrogó a la reina, a la princesa, prostitutas y monjas, al mismo sabio y bufón de la corte, viajeros y campesinos pero nadie dio una respuesta convincente. Eso sí, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja del reino, pues con toda seguridad ella sabría la respuesta. El problema estaba en el precio, pues la vieja tenía fama en todo el país por el costo exorbitante que cobraba por sus servicios. Llegó el último día del año y Arturo agobiado no tuvo más remedio que consultar a la hechicera. Ella accedió a darle la respuesta satisfactoria a condición de que primero aceptara el precio. Ella quería casarse con Gawain el más íntimo amigo de Arturo y el más noble caballero de la Tabla Redonda. Arturo quedó horrorizado: era jorobada y feísima; tenía un solo diente despedía un hedor que espantaría a un macho cabrío, hacía ruidos obscenos... Nunca se había topado con una criatura tan repugnante. No quería ni pensar en pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por él una carga así para toda la vida. En cuanto su amigo Gawain, hombre de honor y lealtad, supo la situación de Arturo afirmó que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su compañero además de preservar la Tabla Redonda. Se anunció la boda, y la vieja bruja con su infernal sabiduría contestó la pregunta -¿Qué quiere realmente una mujer?, ¡quiere ser la soberana de su propia vida!. Todos supieron al instante que la hechicera había expresado una gran verdad y que el Rey Arturo estaba a salvo. Así fue que el monarca vecino al oír la respuesta le dio la libertad. Pero, ¡qué boda fue aquella...! Asistió la corte en pleno y nadie se sintió tan desgarrado entre el alivio y la angustia que el propio Arturo. Gawain se mostró cortés, gentil y respetuoso. La vieja bruja hizo gala de sus peores modales, engulló la comida del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos. La corte de Arturo jamás se había visto sometida a semejante tensión, pero prevaleció la cordura y se celebró el casamiento. Corramos un discreto velo sobre la noche de bodas y contentémonos con mencionar un asombroso hecho. Cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial, aguardaba a que su esposa se reuniera con él, ella apareció con el aspecto de la doncella más hermosa que un hombre nunca hubiera imaginado ver. Gawain quedó estupefacto y preguntó qué había pasado. La hermosa joven respondió que como había sido cortés con ella, la mitad del


27 tiempo se presentaría con su aspecto horrible y la otra mitad con su aspecto hermoso. Cuál prefería para el día y cual para la noche? ¡Qué pregunta tan cruel para un hombre! Gawain se apresuró a hacer sus cálculos, ¿quería tener durante el día a una joven adorable para ir con sus amigos, y por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa? ¿O prefería una bruja de día y una joven en los momentos de intimidad? El joven Gawain replicó que la dejaría elegir por sí misma. Al oír esto, ella le anunció que sería para él una hermosa dama de día y de noche, porque la había respetado y le había permitido ser dueña y soberana de su vida.

LAS ESTRELLAS DE MAR Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; una enorme playa virgen donde tenía una casita donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida. Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era un muchacho que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar. El hombre le preguntó al joven qué estaba haciendo. Éste le contestó: -Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán. Dijo entonces el escritor: -Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas. El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó: -Para ésta sí tiene sentido. El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con el joven y las estrellas de mar por encima de las olas. A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó al joven y le ayudó a salvar estrellas.


28 REFLEJO DE LA VIDA Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de un pueblo. Un día pasó un joven se acercó y le preguntó lo siguiente: -Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son la gente de esta ciudad? El anciano le respondió con otra pregunta: -¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes? -Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá. -Así son los habitantes de esta ciudad, -le respondió el anciano. Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta: -Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad? El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta: -¿Cómo son los habitantes de la ciudad de donde vienes? -Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos. -También los habitantes de esta ciudad son así, -respondió el anciano. Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano: -¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas? -Mira -respondió el anciano-, cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también aquí encontrará amigos fieles y leales. Porque las personas son lo que encuentran en sí misma, encuentran siempre lo que esperan encontrar.


29 Credenciales Aquiles Julián Formador empresarial, especialista en mercadotecnia integrada y gerencia, programación neurolingüística, PNL, coaching, recuperación de impagados y desarrollo de equipos de alto desempeño.

Formación Formación profesional en psicología, mercadotecnia y gerencia. Ha sido gerente en importantes empresas nacionales, entre ellas McCannErickson Dominicana, Retho Publicidad, Banco del Comercio Dominicano, Laboratorios Rysell, Refrigeración Antillana, Publicitaria del Caribe, Sistema Creativo, Latina Publicidad y otras. Se ha desempeñado igualmente como consultor de mercadeo para Muebles de Oficina OMAR, Fábrica de Colchones Rex, Herrera Pérez & Co., Tecnoimport y otras empresas. Fue catedrático de las universidades APEC, INTEC, UCSD, Universidad del Caribe y de los monográficos de mercadeo de la UNPHU. En 1993 fundó Maxiventas, S.A., la primera empresa dominicana especializada en mercadotecnia integrada. En el 2001 se fusionó con Optimus, Colombia, para crear la empresa de formación de capital humano dominico-colombiana, IDEACCION, S.A., de la cual es facilitador. Es instructor empresarial también de Worldwide Training, Motivation Team, Motiva-Te, Alliance Business Solutions y The Marketing Workshop. Ha recibido entrenamientos y certificaciones en Gestión por Competencias con Martha Alles Capital Humano, en Terapia Cognitiva con The Beck Institute, en Persuasión con The Persuasion Institute, en Coaching Cognitivo, con The Freeman Institute, entre otros.


Libros de Regalo Colección gratuita enviada por email, obsequio de IDEACCION, S.A.

30

Títulos publicados 1. Llevar a Gladys de Vuelta a Casa y otros cuentos 2. Letras sin Dueños (Selección de parábolas) 3. Música, Maestro 4. Una Carta a García 5. 30 Historias de Nasrudín Hodja 6. Historias para Crecer por Dentro 7. Acres de Diamantes 8. 3 Historias con un país de fondo 9. Pequeños prodigios 10. El Go-getter 11. Mujer que llamo Laura 12. Historias para cambiar tu vida

Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Elbert Hubbard Aquiles Julián Aquiles Julián Russell Conwell Armando Almánzar R. Aquiles Julián Peter Kyne Aquiles Julián Aquiles Julián

CIENSALUD 1. Inteligencia de Salud y Bienestar: 7 pasos 2. Cómo prevenir la osteoporosis

Cristina Gutiérrez Cristina Gutiérrez

Nuevos Empresarios 1. La esencia del coaching 2. El Circuito Activo de Ventas, CVA 3. El origen del mal servicio al cliente 4. El activo más desperdiciado en las empresas

Varios autores Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián


31

Colecci贸n

Libros de Regalo 漏2008


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.