ETAPA INDÍGENA Infancia Las fuentes escritas mencionan que en la infancia los niños convivían estrechamente con el padre y colaboraban para trabajar con ellos las tareas más laboriosas las niñas los trabajos del hogar. Eran criados por los ayos o ayas a partir de los 6 años. La acción de los ayos o ayas, (quien criaba o educaba al niño) era guiar a los niños nobles, adquirirles modales de educación y clase. Tanto como se encargaban de guiarlos también eran reprendidos con castigos como: Golpes con el palo, con piedras, con agua fría, troncos, golpes, acostar a los niños con tierra mojada, cortes en las orejas, inhalar el humo de los chiles puestos en brazas Existían lugares para impartir educación a los hombres y a algunas mujeres. Aun no se sabe la edad aproximada con la que entraba n a la escuela, pero era cuando se convertían en mancebillos (adolescentes), probablemente entre los 10 y 12 años. Se creía que la escuela estaba vinculadas con templos, forman y espacialmente de carácter religioso. La casa de los jóvenes Acudían durante varios años al telpochcalli, que era una institución para los hijos de los plebeyos cuyo énfasis estaba puesto en el entrenamiento militar. Donde hacían a las águilas y los jaguares, es decir, los guerreros valientes. Los muchachos ascendían en la escala militar por sus méritos al combatir al enemigo, y podían llegar a convertirse en guerreros especiales, como los águilas y los jaguares. Era un camino de ascenso social ligado a la escuela. Las más altas dignidades militares estaban reservadas para los nobles. Los otros los jóvenes Existían dos escuelas el calmecac para desempeñar cargos con el gobierno y sacerdocio y realizaban acciones de auto sacrificios, buscaban hacerlos gente de bien, eran gente de élite. Eran castigados muy severamente incluso con la muerte al embriagarse. Y por otro lado el telpochcalli, donde formaban a los guerreros. Los muchachos no podían mantener contacto con sus familias. Los castigos que se infligían en el calmécac eran muy severos. También era un lugar de estudio. Debían encargarse del amoxtli (del códice, del libro) y de la tlacuilolli (del arte pictográfico). Debían aprender a interpretar 3 tipos de libros: el tonalámatl (contenía el calendario adivinatorio de 260 días), el xiuhámatl (era parecido al libro de historia), el libro de los sueños (Ámbito de adivinación practicada por los sacerdotes). Hablaban con mucha propiedad, se les enseñaba el quallitlatolli, la buena manera de hablar. Transmisión del saber artesanal El trabajo artesanal alcanzó una alta diversificación y era un trabajo muy notable. Los más destacados de ellos trabajaban directamente en palacios. Esperaban que sus hijos maduraran y
siguieran el oficio. Expresaban que el niño tuviera rostro y corazón del oficio del artista, hasta referiste a la personalidad del individuo. Era un trabajo muy estimado, a tal punto que la expresión para referirse a los artistas era toltecas. El maestro y la enseñanza “El que enseña, el que educa, el que horada el rostro a la gente, el que destapa las orejas de la gente. En sus manos, en su boca, está el agua fría, la ortiga”. El maestro ayuda al niño a crecer y a endurecerse. A los nobles se les exigía una conducta ejemplar, que justificara su posición de privilegio y su monopolio de los cargos en el gobierno. La escuela mexica procuraba el celibato y castigaba los excesos. La mujer y la educación La sociedad mexica tenía reservados todos los puestos para los varones. Los mayas y los mixtecos los conferían a las mujeres. Excepto por algunos oficios artesanales y especialidades como las de la curandera y la partera., identificaban a la mujer con actividades domésticas Quien quería insultar a un guerreo enemigo le llamaba “mujer”. Aquel que no era valiente era femenino. Algunas mujeres pasaban un periodo de reclusión en ciertos templos, eran aquellas que habían tenido un padecimiento perinatal y habían sido prometidas al templo. A la mujer se le pide humildad. La noche, la danza y la comunidad Los jovencitos acudían al cuicacalco, “lugar de la casa del canto”. Los muchachos y muchachas de condición plebeya participaban en los ensayos de canto y danza. Los padres llevaban a sus hijos al calmécac o a la tepochcalli, dependiendo de su condición social. Reunir y vincular a los jóvenes macehuales con las muchachas de su misma condición, en la danza nocturna y a los nobles con los plebeyos, en el trabajo comunal, cada uno en su función: unos en el proceso de aprender a trabajar en las obras públicas y otros en el aprender a dirigirlas. Es un caso sorprendente de aprendizaje escolar de la división social. Valientes Todos iban a la guerra, todos los hombres jóvenes. Los pillis actuaban en grupos más pequeños, luchaban cuerpo a cuerpo y toma de cautivos. Los jóvenes nobles acudían a recibir instrucción de los capitanes más destacado, los tequihuaque, les enseñaban cómo se coloca el escudo, cómo se combate, cómo se detienen las flechas con el escudo. Los capitanes acudían a la presencia de Moctezuma para informarle qué nobles habían hecho algún prisionero. A los macehuales les permitía ascender por la escala de los grados militares hasta llegar a las órdenes de guerreros águilas, jaguares y coyotes, Para los nobles, altos puestos militares y las responsabilidades administrativas como las de jueces, mayordomos y recaudadores.
La retórica Tuvo un papel importante en la cultura de los pueblos mesoamericanos y especialmente de los nahuas. La sabiduría tradicional de la moral y las costumbres, se transmitía por medio de discursos, adecuados para diferentes ocasiones. El huehuetlatolli (palabra o decir antiguo), eran importantes para la educación de los jóvenes. El aprendizaje de estos discursos formaba parte de la educación de cualquier joven. Para Andrés de Olmos y para fray Bernardino de Sahagún, era muy importante recopilar la sabiduría moral de los indígenas y estudiar su modo de expresión. La conquista española quebró la civilización mesoamericana; significo la interrupción de muchas de sus prácticas e instituciones. Implicaron también la conservación de muchas costumbres y conocimientos indígenas. Del frenesí misional a los altos estudios La llegada de los 12 primeros frailes franciscanos, en el año 1524. Daban clases de catecismo a los niños y niñas indios. Los indios aprenden canto llano (canto litúrgico, a capella y el latín). Había muchachos en cada pueblo que recibían una educación más esmerada. Cada convento tenía una especie de taller de artes manuales o “escuela de artes y oficios”. Los frailes fundaron algunas instituciones dedicadas exclusivamente a la instrucción especializada de los indios. En San José de los Naturales se enseñaron, todos los oficios manuales, “fray Daniel” enseñaba a los indios a bordar. Fueron los propios indios quienes empezaron a transmitir los oficios a sus paisanos más jóvenes. Algunos saberes, algunas técnicas, ciertas formas literarias y las propias lenguas indígenas sobrevivieron a la conquista y entraron en contacto con los saberes europeos y cristianos.