Evid transformando la práctica docente

Page 1

TRANSFORMANDO LA PRÁCTICA DOCENTE- CECILIA FIERRO Reflexionar para transformar, ésta pequeña frase es tan sencilla de escribirla, de leerla, pero no es tan fácil llevarla a cabo, si nos ponemos analizar todo el trasfondo de estas dos palabras (reflexionar y transformar) nos encontramos con la sorpresa que esto nos conlleva a un proceso un tanto complejo de realizar. Para empezar, primero hay que reflexionar para poder transformar, lo cual implica: dialogar, criticar, interactuar, intercambiar experiencias, etc. Por ello “La participación en un grupo de análisis de la práctica puede funcionar como iniciación a una práctica reflexiva personal” Perrenoud (2004: 115). Cuando el análisis de nuestra practica va enfocado a transformar exige que constantemente nos preguntemos el por qué y cómo de las cosas, qué hay que hacer, para qué, obviamente este proceso debe ser sistemático y continuo de los contrario no se reflejarán avances. También es importante destacar que hacer este tipo de actividades en colectivo, es realmente enriquecedor, ya que compartir experiencias y escuchar lo que piensan con respecto a intereses en común, contribuye a que se aclaren dudas y se aprenda de una manera satisfactoria. De acuerdo a Villar. Se deben seguir fases para realizar el proceso de la reflexión. “Las fases del proceso son las siguientes: a) descripción. Es un estadio en el que los profesores contestan la pregunta: ¿Qué hago? b) Información. Se inicia este estadio por la siguiente pregunta orientativa: ¿Qué significa esto? c) Confrontación. Este estadio responde a la pregunta: ¿Cómo he llegado a ser así? d) Reconstrucción. En esta fase los profesores contestan las pregunta: ¿Cómo podría hacer las cosas de manera diferente?”.(1995: 38-43). Por otro lado, para centrar la reflexión existen posturas diferentes. Perrenoud (2004) hace referencia que debe ser en la acción y sobre la acción. Por otra parte Fierro (1999). Recomienda analizarla a partir de 6 dimensiones: Personal, Institucional, Interpersonal, Social, Didáctica y Valoral. Zabala (1995: 7-15) Precisa que debemos valorar nuestro actuar de acuerdo a los siguientes elementos: Las secuencias de actividades de enseñanza/aprendizaje. El papel del profesorado y del alumnado y en concreto de las relaciones que se producen en el aula entre profesor y alumno o alumnos. La forma de estructurar los diferentes alumnos y la dinámica grupal. La forma de estructurar los diferentes alumnos y la dinámica grupal. El sentido y el papel de la evaluación. Al analizar las propuestas de cada uno de los autores podemos percatarnos que tienen una visión diferente de abordar la reflexión de la práctica, sin embargo el propósito de todos es similar, “Transformar la práctica docente” Cada autor proporciona elementos favorables para poder reflexionar nuestra práctica, los cuales pueden ser retomados como punto de partida para comenzar un nuevo ciclo. Es evidente que cuando uno se sumerge en el proceso de la reflexión, se genera hasta cierto punto angustia, surgen miles de preguntas y muy pocas respuestas. Dentro de este proceso se van construyendo saberes pedagógicos o reestructurando. De acuerdo a Díaz. Los saberes pedagógicos son “Los conocimientos, construidos de manera formal e informal por los docentes, valores, ideologías, actitudes, prácticas, es decir, creaciones del docente, en un contexto histórico cultural, que son


producto de las interacciones personales e institucionales. Que evolucionan, se reestructuran, se reconocen y permanecen en la vida del docente”. Es complejo hablar sobre saberes pedagógicos, a ciencia cierta, aun no se sabe cómo se generan o en qué momento se puede decir que uno tiene un saber pedagógico, cuando uno reestructura un saber pedagógico es porque estaba equivocado, entonces surgen el cuestionamiento ¿Existen saberes pedagógicos equivocados? En fin, aún quedan muchas respuestas por investigar, lo único que hasta el momento está clarificado es qué son los saberes pedagógicos. A partir de ello se puede abrir una línea de investigación, donde naturalmente los docentes son los que más tendrían que estar interesados e involucrados. Sabemos que existe una estrecha relación entre teoría y práctica, para poder conformar un saber pedagógico y dentro de esta relación encontramos la reflexión, la cual nos hace reflejar que en al ámbito, en el cual nos desenvolvemos existen ciertas problemáticas, en donde los docentes tienen la posibilidad de darles solución, ya que están inmersos en ellas. Con base en lo expuesto por Schon: “La situación es compleja y dudosa y existe un problema en la determinación del problema…. Hay una controversia no sólo acerca del modo mejor de solucionar problemas específicos, sino acerca de qué problemas merece la pena resolver y que papel debería desempeñar el profesional en la solución”. (1998: 124) Estos aspectos crean las condiciones para la reflexión desde la acción, nuevamente nos encontramos ante la disyuntiva, de qué tipo de problemas pretendemos resolver y si realmente son problemas que nos lleven a un proceso de investigación. El proyecto de intervención educativa está enfocado a resolver cierta situación, sin embargo, aún existe la interrogante si estamos en el camino correcto, es a esto a lo que nos ha llevado a reflexionar nuestra práctica, de antemano sabemos que tenemos que transformar para mejorar y esto se va a dar en la medida en que nos comprometamos con nuestro trabajo y continuemos sumergiéndonos en el proceso de la reflexión, la cual es cíclica, por lo tanto, no tiene fin. Cuando los docentes tratan de solucionar un problema que han establecido, buscan tanto comprender la situación como cambiarla. El proceso gira en espiral a través de etapas de apreciación, acción y reapreciación.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.