La sensacional memoria de Isabelo de los Reyes sobre la Revolución Filipina

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LA SENSACIONAL MEMORIA DE

Isabela de los Reyes SOBRE

La Revolución Filipina D E

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por la cual fué deportado el autor al Castillo de Montjuioh

Ilustrada cou retrates de notables revolucionarios

CON UN P R Ó L O G O

DE

Tublicada por la Delegación Pilipina en Europa

1 SUMARIO L a verdad desnuda.—El reinado del terror;—Horrores del frailisrao.—El tormento funcionando . — fusilamiento de mu chos inocentes.—El Katipùnan, la masoner.'a y otras sociedades secretas.— La guerra.—Ríos de sangre,—El programa de la Revolución redactado por el autor.

MADRID T i p . Llt. de J. Corralea. Mouserrat. 10.

1 S 9 9



á

íDrop)ósito

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e s t e

f o l l e t o

España perdió las islas Filipinas sin haber llegado atener conocimiento exacto dé lo muchísimo que valían; y la ignorancia de cuanto en ellas pasaba, explica hubiera un momento en que la opinión se mostrase indecisa respecto á las causas determinantes de sus dos últimas insurrecciones. Por fortuna para el progreso y para la libertad, hoy todos, menos los responsables directamente y en primer lugar de ellas, están ciertos de. que si influyó en su explosión la autoridad autocràtica de los Capitanes generales, la corrompida burocracia y la perversa política allí hecha por liberales y conservadores, las impuso con imperio soberano la desapoderada conducta de aquellos frailes y de aquellos monjes. No por sincerarme de cargos que pasaron sobre mí sin rozarme siquiera la epidermis, y sí para que el convencimiento se arraigue en todas las conciencias, me he jurado á mí mismo aprovechar cuantas ocasiones se rae presenten, ora en el periódico, ora en el libro, ora en las reuniones públicas, ora en el Parlamento, para • procurar no haya un sólo español que al ver ó al oír hablar de un religioso regular, no diga: «ese es uno de los culpables de la pérdida de los Archipiélagos occeániccs españoles.» Estimóme por tal motivo obligado á satisfacer el deseo de mi excelente amigo D. Isabelo de los Reyes, poniendo á la cabeza de esta su obra algunas líneas enderezadas á consignar, que pocos con más títulos que él pueden hablar de las cosas de Filipinas. En absoluto apartado de todo propósito de trastorno, resultó, como tantos más, acusado de filibustero: bastó para ello haber sido, como fué desde el primer momento,


IV

defensor del derecho de los filipinos á ser representados en Cortes. La cárcel dé Bilibid se abrió para él, debiendo á la casualidad no haber sido fusilado, pues no faltaron declaraciones arrancadas por la tortura ó inventadas por infames policiacos, que le presentaron como jefe de movimientos y de trabajos que ni siquiera conocía de nomhre. Su larga estancia en la prisión le puso en contacto con un número considerable de filipinos, tan inocentes como él los más, como también de algunos partícipes de la insurrección y de tal cual culpable de haberla preparado por medio de la conspiración. Sus conversaciones con unos y otros le permitieron conocer los secretos del plebeyo Katipánan y la irresponsabilidad absoluta de la Masonería y de la Liga filipina en el movimiento revolucionario de Agosto de 1896; y cOrtio en aquellos momentos, solemnísimos para tantos que horas después morían fusilados en Bagumbayan, y todos hablaban con perfecta ingenuidad, pudo afirmarse en su convencimiento de que las Ordenes religiosas se habían hecho de todo en todo imposibles en Filipinas. No podía creer D. Isabelo de los Reyes, que la insensatez del Gobierno español llegara al extremo de cerrar los ojos ante la evidencia, insistiendo en sostener á todo trance la frailería, asistida de las prerrogativas y privilegios, por cuya virtud en Filipinas ejercían omnímoda autoridad, superior á la de) Capitán general y á la del mismo Gobierno de Madrid; y con virilidad admirable y patriótica, nobleza formuló tras los hierros de su calabozo, y ocultándose de sus guardianes, el «Memorial de agravios de los filipinos», que, extendido en limpio, sacó dentro de sus zapatos uno de sus hijos, para ser certificado en correos y llegar, como llegó, al Capitán general Primo de Rivera. La Mmnoria, que, leída y consultada á muchos compañeros de prisión, quisieron firmar varios, pero que su autor suscribió solo para evitar compromisos, consignó toda la verdad respecto á las causas del levantamiento de los tagalos y á la significación del Katipún a n , como igualmente exponía de un lado el programa de aquella revolución, que Aguinaldo ratificó haciéndole suyo, y de otro, los remedios indispensables para ponerla honroso_ fin.


Motivos tengo para afirmar que la lectura del escrito de D. Isabelo de los Reyes, impresionó hondamente al General Primo de Rivera; mas si bien siguió al pie de la letra buena parte de lo propuesto en él, otorgando el convenio de Biyak-na-bató; pero con la notable difé-

D. Miguel Morayta Presidente de la A s o c i a c i ó n H i s p a u o - r i l i p i n a

rencia de que el Sr. de los Reyes pedía reformas políticas, y no la entrega de cantidades á los cabecillas; dictó la brutal providencia de relegarle á la Península por simple medida gubernativa, de donde hubo de ser durante muchos meses huesped del odiado Montjuich. De allí lé sacó el Ministro de Ultramar D. Segismundo Mor et, sin más recomendación que la lectura de est'e misma Mem-oria, que publicó El Repíoblicano, y sin ha~


VI

berlo solicitado, le llamó á su lado, dandole un modesto destino en la Junta de publicaciones de su departamento. • ^ . En él prestó servicios de importancia á España, que hubieran sido extraordinarios á cumplirse el pacto de Biyak-na-bató, pues á no mediar la torpe informalidad de no observarse sus cláusulas, jamás Aguinaldo se huhubiera echado en brazos de Jos norteamericanos. D. Isabelo dé los Reyes es consejero del Comité Filipino en Madrid, y está haciendo activa propaganda en la prensa en pro de la independencia'de su país, y sus compatriotas siguen profesándole el acendrado cariño que antes déla insurrección y durante ella le tenían: sus condiciones de carácter, sus méritos literarios y los servicios por él prestados á las letras, á la historia "y á la causa de las Filipinas, le hacen acreedor á tan apraciables distinciones, Colaborador de La Solidaridad, de EL Progreso, de El Republicano, del Meraülo j áe tantos otros diarios de Madrid, y antes, en Filipinas, del Diario de Manila,

El Comercio, La Oceania Española, La Ilustración I'ili2ñna, La España: Oriéntal, La Revistcc Católica, El Eco de Panay, y aun de revistas de París, Viena y Berlín,

director de El llocano y La Lectímt Populari\vá,ov de muchos folletos históricos, etnográficos y folk-lóricos, ;)remiados con medallas de oro y plata en distintas Exposiciones de Europa y Filipinas, é individuo honorario de varias sociedades académicas de Francia, Austria-Hungría y España, D. Isabelo de los Reyes forma parte de la numerosa, pléyade de filipinos ilustrados, cuya extraordinaria valía negaron constantemente los frailes, aun cuando la sancionaban las Universidades de Berlín, de París, de Barcelona y de Madrid; las Escuelas especiales de Londres; los laboratorios de Pasteur y de Koch; las exposiciones universales extranjeras y españolas de Bellas Arfes y la prensa de la Península y de Filipinas, que diariamente-sudaba para dar cuenta de la aparición de un pueblo joven y floreciente, que sincero y entusiasta amante de España, sólo ansiaba ser medido por el mismo rasero eu que lo eran sus compatriotas de la Península. Esto, y nada más que esto, fué lo constantemente creído y propagado por los reformistas filipinos, nin-


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guno de los cuales tomo parte en la insurrección de 1896, y cuya casi totalidad siguió fiel á España hasta el momento en que, cedidas las Filipinas á los Estados Unidos, mediante la cláusula vergonzosa del pago á España de la irrisoria suma de veinte millones de duros; viéndose cedidos como vil rebaño al extranjero, se acogieron con entusiasmo á la bandera de su sacrosanta;-independencia; López. Jaena y Marcelo H. del Pilar, muertos en la miseria por su amor á la causa de lasireformas; Rizal, mártir del odio de las Ordenes monásticas ; Moisés Salvador, Domingo Franco, Faustino Villarroel, Luis Villareal, Numeriano Adriano, Roxas , Sancho Valenzuela, los Osorios, Abollas y tantos más, impíamente fusiladòs, y cuantos DeEdieron la vida desgraciadamente, jamás fueron filibusteros. No es ni puede ser la obra de D. Isabelo de los Reyes, contenida en este folleto, una improvisación de un desocupado cUléíta'nti ó un atrevimiento de un ignorante, y sí el producto de largas observaciones hechas sobre el mismo teatro de los sucesos y contrastadas con el testimonio de pruebas irrebatibles. La Memoria es un documento histórico que habrán de consultar cuantos deseen saber p t r qué perdió España las is-las Filipinas. Y es también un acto que retrata por completo un carácter: recuérdese que se escribió en una prisión, frente á los implacables frailes, dueños de todos los resortes del mando y en momentos en que aún duraba aquella especie de vértigo que convirtió en fieras á no pocos espíritus generosos, por cuya. virtud la palabra exterminio estaba en todos los labios. Decir la verdad al poderoso, siempre fué meritorio;-pero decírsela en aquellos momentos, cuando sólo se oía el tronar de los cañones y los disparos del pelotón encargado de los fusilamientos y los ayes de los atormentados por ios frailes, que arrancaban por medios que habría considerado inicuos el Santo Oficio, falsas declaraciones, era algo que sólo explica la desesperación del cumplimiento de un altísimo deber patriótico. ¿Qué más puede decirse en abono de la obra que va á continuación de estas líneas? MIGUEL

MOIIA.YTA.


D. EMILIO A G U I N A L D O Y F A M Y PRESIDENTE

DE

LA

REPÚBLICA

Capitán general y General en Jefe de su

FILIPINA

Ejército.


LA REVOLUCIÓN FILIPINA PRIMERA.

PARTE

Sus causas.—Su estado á la llegada del g e n e r a l P r i m o de Rivera.— Remedio p a r a desarmarla políticamente. MEMORIA que en nombre de los presos políticos de todas las provincias de Filipinas, eleva uno de ellos al Excnio. Sr. D. Fernando Primo de Rivera, Gobernador y lapitán general del Archipiélago. Prisiones políticas de Manila, á 25 de A b r i l de 1897. EXCMO.

SR.:

El que suscribe, modesto hijo del país, du^ector de los periódicos

filipinos

El Ilocano

y La Lectura

Popular,

y pro-

cesado como jefe del simulacro de formidable conspiración en las provincias ilocanas, en que se hallan complicados las autoridades municipales, el clero indígena y todas las personas de significación en aquella vasta comarca, tiene la h o n r a de elevar á V. E. su débil voz desde el fondo de esta triste prisión, donde estamos reunidos centenares de presos por los actuales sucesos, de distintas provincias del Archipiélago, para dar respetuosa felicitación de bienvenida al ilustre príncipe de os ejércitos nacionales. que este desventurado país considera como su Mesías, después de las t o r t u r a s inquisitoriales, deportaciones y fusilamientos de tantos ¡nocentes. No invoco, excelentísimo señor, mis quince a ñ o s de periodista, para pretender darle consejos, porque V. E. n o los necesita de nadie, si bien han variado radicalmente las circunstancias de cuando V. E. nos rigiera en 1880-82 acá, m á x i m e porque en el f r a g o r del combate se h a n exaltado demasiado las pasiones, y los apasionamientos a p e n a s permiten ya descubrir la verdad. Pero si no tengo m á s títulos que mi desgracia p a r a


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creerme con derecho á ser escuchado con benevolencia, al m e n o s no d e j a r á n de interesar á V. E. los importantísim o s datos que sobre este asunto m e comunicaron varios generales insurrectos (1), f u n d a d o r e s (2), ministros (3), y vocales del Consejo Supremo del Katipunan (4), y otras pers o n a s de significación de la Liga Filipina (5; de burgueses y a fusilados, y m sólo cito á testigos muertos, sino á cent e n a r e s de vivos. Esta Memoria, a u n q u e sin mérito alguno, tiene la pretensión de h a c e r g r a n d e s revelaciones al Gobierno (con permiso de los que me las han suministrado), rectificando por completo el erróneo concepto que éste tiene f o r m a d o sobre el asunto, y apelo al porvenir, que pronto c o n f i r m a r á estas revelaciones. Tampoco d e j a r á de interesar á V. E . lo que dicen y piensan propietarios, hacenderos, industriales, comerciantes, funcionarios públicos, abogados, médicos, periodistas, e t c . , etc., y aun infelices sacerdotes y ordenandos, que h a n recibido innumerables atropellos á pesar de su absoluta inocencia, pero que representan las ideas progresist a s de este país. Sí, excelentísimo señor, yo podría decir con s o b r a d a razón que a s u m o en la ocasión presente, la genuina representación de todas las fuerzas vivas é influy e n t e s del Archipiélago entero de Filipinas; pero a h o r a sólo deseo representar los ríos de s a n g r e que el írailismo h a hecho y está haciendo correr por este desventurado país; los inmensos sacrificios en vidas y en dinero que Esp a ñ a se impone p a r a d a r este espectáculo gratis á l a inviolable y s o b e r a n a frailocracia; represento las lágrimas y . desdichas de miles y miles de familias españolas y filipin a s desoladas y a r r u i n a d a s por el maquiavelismo frailesco, que p a r a conseguir sus fines, no r e p a r a en emplear la calumnia, la infamia, los asesinatos, el t o r m e n t o y o t r a s iniquidades peores que de c u a n t o se pueda esperar del propio salvajismo; llevo la voz de las personas más distinguidas de todas las provincias del Archipiélago, que, á pesar de n u e s t r a absoluta inocencia del delito de rebelión,

(1) D. P e d r o N i c o d e m u s y D. V a l e n t í n C r u z , que m a n d ó afeitar á los naestizos españoles en S a n t ó l a n . (2) D . Ladislao D i u a y D . V a l e n t í n Díaz. (3) D . A g u e d o del Rosario, D . Briccio P a n t a s y D . E n r i q u e P a checo. (4) D . H e r m ó g e n e s P l a t a , fiscal del Consejo, y h e r m a n o del min i s t r o de la G u e r r a , D. E e s t i t u t o J a v i e r , D . J o s é T u r i a n o y doña M a r i n a Díson, h i j a de D . J o s é Díson, que se creía tamhiéri como un fundador. (5) E l P r e s i d e n t e de la m i s m a , D . D o m i n g o E r a n c o y otros m a chos.


— .11 — g e m i m o s en e s t a s prisiones militares como principales promovedores de ella, g r a c i a s al. cinismo y g r a n perversión de los m a q u i a v e l i s t a s impulsores d e , n u e s t r o s c a l u m niadores. No cabe infelicidad cómo, la n u e s t r a , porque siendo nosotros objeto de inicuas opresiones, c a r e c e m o s de voz en las Cortes, y a c a s o por a t r e v e r n o s á elevar á ellas n u e s t r a s quejas, s e r e m o s envueltos en c a u s a criminal y el blanco de implacables persecuciones, como lo han sido los m a n i festantes en tiempo de! gobierno del g e n e r a l T e r r e r o s , que en vez de conseguir h a c e r s e oír, i n g r e s a r o n en la cárcel )or las habilidosas intrigas de los frailes; pero también se la visto que, si v i o l e n t a m e n t e a h o g a r o n entonces las quej a s en las g a r g a n t a s de los oprimidos, m á s t a r d e el espí-,ritu popular irritado, tuvo que h a b l a r por boca de s u s cañones, Esta vez c r e e m o s que España no se d e j a r á a r r a s t r a r por el fariseismo, porque y a bien ve que éste es, y n o otro, el c a u s a n t e cíe su actual.situación en estas islas; a n tes al c o n t r a r i o , no d e f r a u d a r á las j u s t a s e s p e r a n z a s de los que c o n f i a m o s en la rectitud é hidalguía de-la nación. En esta c r e e n c i a , pues, seguro de que V . E. me h a de a m p a r a r con el escudo de la justicia (no olvide V . E. que soy un pobre preso), e n t r o en m a t e r i a , no sin advertirle que estoy dispuesto á r a t i f i c a r m e oficialmente en las g r a vísimas a c u s a c i o n e s que voy á h a c e r , si V E . se cree en disposición de c a s t i g a r á los culpable.s, n o m b r a n d o un juez especial que tome declaraciones á todos los presos politi cos de esta cárcel (la de Bilibid) y de o t r a s prisiones de esta capital, y que s a q u e copia de ciertos d o c u m e n t o s y declaraciones en los distintos expedientes sobre esta i n s u r r e c ción, interviniendo yo n a t u r a l m e n t e (1). (1) E l a u t o r f u é v í c t i m a d e su b u e n a fe. P u e s t o en l i b e r t a d el 17 de M a y o de 1897 p o r h a b e r s e sobreseído su causa sobre conspiración, por falta d e n . o t i v o y p r u e b a s , después de h a b e r estado c a r g a do de cadenas, i n c o m u n i c a d o y p r e s o d u r a n t e m á s de seis meses, casi «n capilla, f u é d e p o r t a d o al célebre castillo de M o n t j u i c h sin h a b é r s e le t o m a d o declaración siquiera, á causa de esta Memoria; f u é incomunioado n u e v e días en la cárcel, n e g á n d o l e el servicio m é d i c o , la comid a y la ropa, q u e le l l e v a b a n de su casa, sin c a m a , d u r m i e n d o en tier r a , pues la prisión no estaba embaldosada; en el v a p o r f u é m e t i d o en b a r r a ; en las cárceles nacionales de Barcelona le i n c o m u n i c a r o n veintitrés días m o r t a l e s ; seis meses e s t u v o preso y casi i n c o m u n i c a d o e n M o n t j u i c h , p u e s sólo tenía dos h o r a s de paseo en el p a t i o de su prisión, y después le dieron l i b e r t a d en 9 de Bnero_ ,de 1898, sin tom a r l e declaración; d e m o d o q u e las i n c o m u n i c a c i o n e s f u e r o n innecesarias, y sólo p o r c r u e l d a d , á p e s a r de h a b e r m u e r t o su esposa estando él preso sin h a b e r l a visto siquiera, y d e j á n d o l e seis p o l ^ e s niños h u é r f a n o s , d e s a m p a r a d o s allá en m u y a p a r t a d a s regiones. Re-


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Suplicando á V. E. m e dispense si i n v o l u n t a r i a m e n t e i n c u r r o en a l g u n a f a l t a por la viveza de mi tosco l e n g u a je, d a d a s mis respetuosas intenciones, t e n g o el h o n o r de exponer á vuecencia, con l a s d e b i d a s c o n s i d e r a c i o n e s , lo siguiente:

Ii!l ((Siatipúnan» H a sido u n a asociación puramente plebeya, c o m p u e s t a de los a p a r c e r o s , a r r e n d a t a r i o s é inquilinos de los f r a i D . MARCELO H . DEL P I L A R (Pláridel) • les, resentidos de ésDirector de La Solidaridad. tos: c a m p e s i n o s , m i , litares sin g r a d u a ción, escribientes, l a v a n d e r o s y o t r o s de e s t a clase. Su objeto e r a ú n i c a m e n t e p r o c u r a r la expulsión de los frailes, por ser el único medio p a r a d e j a r de s u f r i r s u s opresiones, que en t o d a s p a r t e s y en t o d a s las e s f e r a s se d e j a b a sentir con a b r u m a d o r a pesadez, pues sus a b u s o s e r a n leyes, sus atropellos i m p u n e s , sus persecuciones sec u n d a d a s , a d u l a d a s sus i n m o r a l i d a d e s ; y esto, que p a r e c e r á inverosímil, se c o m p r e n d e f á c i l m e n t e , porque pocos llegaban á s e r g o b e r n a d o r civil, j e f e s y oficiales de la G u a r d i a civil, alcalde y j u e z municipal, que no f u e s e n c a n d i d a t o s de los frailes; de d o n d e éstos e r a n los c a c i q u e s en todo y por t o d o . C u a n d o g o b e r n a d o r e s g e n e r a l e s de t a n t o prestigio, inteligencia y h o n r a d e z c o m o los Sres. B l a n c o y Despujo], y e s f u é d e p o r t a d o p o r el m i s m o P r i m o d e K i v e r a , en q u i e n i n o c e n t e m e n t e h a W a confiado m u c h o p o r c r e e r l e j u s t o y c a p a z de c o n t r a r r e s t a r la influencia de los f r a i l e s . Y sin a v e r i g u a r la c u l p a b i l i d a d d e los q u e h a b í a n a r r a n c a d o falsas c o n f e s i o n e s con i n h u m a n a s t o r t u ras, les i n c l u y ó en el i n d u l t o . ¡Así se a d m i n i s t r a j u s t i c i a en F i l i p i nas!—"Sota, àe: El Republicano, de M a d l i d , q u e p u b l i c ó p o r p r i m e r a vez esta Memoria, la ciial f u é r e p r o d u c i d a p o r La República, de Cádiz; La Autonomia, de Reus; La Marselleaa, d e H u e l v a ; El Francali, de T a r r a g o n a ; La Democracia, de S e g o v i a ; El Nuevo Régimen, d e M a . d r i d , y otros periódicos.


- 13—•. cayeron aplastados por la potente frailocracia, ¿qué pobre jefe de provincia ó de pueblecito se atrevería á mirar cara á cara ai terrible cacique? Sus medios.—Para, conseguir su objeto, los katipuneros (hijos del pueblo) pensaron emplear las a r m a s , si fuese posible, toda vez que el Gobierno, en vez de escuchar á los oprimidos, solía castigarlos, siendo monopolizados sus oídos por las opulentas corporaciones religiosas, y amenazaban también con la in lependencia, imitando á los frailes que, como equivocadamente creían contar oon el país, siempre aimenazsiban diciendo que si el Gobierno les expulsaba, proclamarían la separación del Archipiélago, armando ellos á los filipinos con sus inagotables recursos. Sus quejas.—Loi filipinos se quejaban: 1.° De que los frailes elevaran arbitrariamente caoa año el cánon sobre terrenos, á pesar de la honda crisis comercial y agrícola que atravesaba el país hace cerca de diez años, por hallarse destruidos los arrozales por nubes de langosta, los cafetales por otro bicho m á s t e rrible aún, y por los suelos los precios del abaká, a z ú c a r , añil y otros productos de Filipinas. 2." De que a d e m á s del cán m, los frailes exigían, se ignora con qué derecho, un sobrecánon sobre los árboles que los inquilinos plantasen en las tierras a r r e n d a d a s por ellos, en vez de agradecer este favor, por constituir u n a gran mejora en dichas tierras. 3." De que los frailes, en vez de emplear la medida legal al recibir el cánon en especie, medían el arroz en medidas de 30 a 33 g a n t a s en vez de 25, que es la cabida del caván legal. 4." De que los frailes, arbitrariamente, fijaban los precios de los productos para los pagos en metálico que tenían ellos que cobrar. 5.° De que amén de estos abusos inauditos, á lo mejor, usurpaban terrenos que los filipinos habían heredada de sus padres, bastando para ello incluirlos en sus mapas, ó si n), quitaban despóticamente á los inquilinos terrenos que éstos habían mejorado durante muchos años, á costa de continuos trabajos Y desembolsos. 6." De que los frailes perseguían despiadadamente á los que se atrevían á quejarse por la vía l.egal, hasta conseguir gubernativamente desterrarlos, causando la ruina de t a n t a s familias. 7.0 De que no e n t e r r a r a n gratis á los pobres, como está mandado, y se excedieran del arancel eclesiástico al cobrar los derechos parroquiales, despreciando la excomunión con que se castiga á los contraventores, y obligando por medio de maltratos á los pobres á e n a j e n a r


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lo poco que poseen p a r a pagar el entierro de sus deudos., 8." De que los frailes se inmiscuyen en las cuestiones de familia y de vecindad p a r a envenen a r l a s y perseguir a i que se malquiste con ellos. 9.° Da que oprimen al clero ind gen a con prisiones y suspensiones a r b i t r a r i a s , traslados de una provincia á o t r a , salvando g r a n d e s distanciasy costeando los pobres coadjutores estos viajes. ASÍ castigan á l o s que no saben a d u l a r á sus superiores. 10. De que h a c e n los obispos frailes, á favor de sus h e r m a nos, cambios leoninos de curatos, lesiD . FELIPE AGONCILLO vos á los intereses de Plenipotenciario de la Repúlilica filipina los sacerdotes indícerca de los Gobiernos de Europa genas. y Ainética, 11 De que no se proveen los curatos por oposición y en propiedad, como está m a n d a d o por el Concilio de Trento, para que los desempeñen los m á s dignos, sino que para desacreditar á los sacerdotes indígenas, escogen á los m a s ineptos, aduladores y atolondrados para párrocos interinos, s o l a m e n t e con el carácter de interinos, á fin de que se vean siempre obligados á a d u l a r y servir á los frailes, en cuyas m a n o s omnipotentes están sus destinos. 12. De que los frailes se burlan escandalosamene de las leyes y disposiciones del Gobierno y de la Iglesia, pasando impunemente por todo, como han pasado por la Drohibicióa absoluta de n o m b r a r provisores y fiscales frailes, que el Gobierno de Su Majestad a c a b a de recordar . en ,1898, y, sin embargo, siguen siendo todos frailes. 13. De que éstos deprimen y persiguen á los filipinos ilustrados y aun á los que a p e n a s chapurrean el castellano. 14. De que debiendo ser ejemplos de conducta cris-.


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tiana a n t e sus feligreses en los pueblos que a d m i n i s t r a n , son la piedra de e s c á n d a l o por s u s vicios y liviandades, sacrificando á sus apetitos c a r n a l e s la tranquilidad de f a milias h o n r a d a s .

DR. JOSÉ RIZAL FUNDADOR

DE

LA

Lüja

Filipina

15. De que se oponen al progreso del país, impidiendo hasta la inmigración española por c r e e r que é s t a podría fiscalizar y e s t o r b a r sus abusos; la c o n s t r u c c i ó n de ferrocarriles, por ser c o n d u c t o r e s de la civilización; la introducción de leyes y de toda clase de r e f o r m a s g u b e r n a -


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tivas y administrativas, calificando sin r u b o r alguno d e e x p l o t a d o r e s y filibusteros á los dignísimos exministros de U l t r a m a r , Sres. Balaguer, M a u r a , Moret, R o m e r o Robledo, Becerra y otros á quienes debe el país a l g u n a s r e f o r m a s benéficas. Su importancia. —asociación Katipúnan e s t a b a reducida á a l g u n a s provincias tagalas, y en cada u n a de ést a s había escasos a leptos. asi es que hubiera sido fácil d o m i n a r l a si los frailes hubiesen dejado obrar á las autoridades, sin mezclarse ellos en tales a s u n t o s . Ksto lo conocía muy bien el general Blanco, como también conocía que por e n t o n c e s no se iban á sublevar los k'itipuneros; lo cual se ha confirma lo plenamente en algunos procesos, donde aparece que Rizal les aconsejó que esperasen dos arios m á s , por carecer completamente de a r m a s de fuego. A n t o n ' o L u n a ( l ) , c a r a c t e r i z a d o progresista filipino, había advertido a n t e s que el c u r a de Tondo al general Blanco la asociación katipunera (2), y aún a n t e s lo sabía el citado g e n e r a l y también el ministro de U l t r a m a r , S r . Castellanos, como m u c h o s días a n t e s lo había m a n i f e s t a d o á un diputado frailero que le a b r u m a r a en el P a r l a m e n t o con c a l u m n i o s a s acusaciones d e q u e se dejaban impunes l a s asociaciones separatistas; y digo calumniosas porque, s e g ú n este diputado, todos las logias m a s ó n i c a s e r a n separatistas, lo cual no es cierto, al contrario, los m a s o n e s h a bían denunciado al Gobierno las tendencias s e p a r a t i s t a s •del K a t i p ú n a n , como se h a visto en las correspondencias d e los m a s o n e s españoles Sres. P a n t o j a y P u g a .

II F'uncsta i n t e r v c n o i o n de los rrailes El famoso descubrimiento

del cura de Tondo.—Pero

los f r a i -

les, representados por el famoso c u r a de Tondo, f r a y Ma riano Gil, se h a n metido p a r a e n r e d a r f u n e s t a m e n t e el a s u n t o , y fingiendo descubrimientos, h a n conseguido desfigurar el v e r d a d e r o c a r á c t e r del K a t i p ú n a n , al que acus a r o n de antiespañol en vez de antifrailero, y lograron c o n esto lanzarle al campo por desesperación, porque los (1) Iiuna me dijo que advirtió la sublevación, porque la creía inoportuna y contraproducente á los intereses de país, y que no estando debidamente preparada, sólo serviría para que los españoles fusilasen á los filipinos progresii'tas. (2) E n afecto, lo sabía Blanco, como lo dice en su Memoria sobre el asunto, de fecha posterior á la de Reyes.


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katipuneros decían que era mucho mejor morir peleando y acogerse á los montes, q le ser inocentemente fusilados en el campo de Bagong-báyan, 6 expirar torturados en las prisiones. Y tanto era así, que el Gobierno general hubo de publicar bandos para desmentir estas espeluznantes especies (1). Sobre todo, los frailes cometieron la criminal y suicida infamia de incluir calumniosamente en el Katipúnan al elemento millonario ó aristocrático y al burgués, siendo así que n a d a tienen de coñfiún con la plebeya asociación, á la que no sólo desdeñaban y despreciaban por su b a j a condición, sino que la debían de odiar, y a que no por egoísmo, por las tendencias socialistas de la mencionada agrupación, los contados que llegaron á saber su existencia. Con el descubrimiento de u n a lista del Katipúnan, el cura de Tondo hubo de conseguir mucho prestigio entre los españoles impresionables y exaltados; y aprovechó ese prestigio para hacer creer su siniestra invención, de que •el Katipúnan partía de un triángulo, i^junta magna) formado por los más ricos del Archipiélago, de un e x t r e m o del cual partía el triángulo de los burgueses, y del otro extremo nació el triángulo popular ó proletàrio; asi es que un auditor de g u e r r a a s e g u r a b a en su dictamen, que ni los consoiradores florentinos, ni los famosos revolucio narios de E iropa Continental, llegaron á urdir, en el m á s impenetrable secreto, u n a asociación tan v a s t a y formidable como el Katipúnan. Estrei)itosas c a r c a j a d a s debían de soltar los frailes al ver la cámlida credulidad de este señor auditor, a u n q u e á continuación tuviese que pedir la pena de muerte c o n t r a el Excmo Sr. ü Francisco L. R o j a s y otros quince inocentes. Porque, excelentísimo señor, el verdadero Katipúnan se constituyó por algunos, no todos, ni la c u a r t a parte siquiera de los individuos del elemento plebeyo, y como se h a visto, la j u n t a directiva ó de ministros, consé-

(1) E_n una Revista de F r a n c i a , la Beme des lietmea, Mr. B r a y , que con justicia c o m p a r a á nuestro admirable caudillo Emilio Aguinaldo nada menos que con Jesucristo, A l e j a n d r o Magno, M a h o m a , César, Napoleón .y otros grandes hombres, dice con visos de f u n d a mento, que al principio de la insurrección en Manila, Aguinaldo se mostró, al parecer, indifeientn, pero oufindo o.yó en el Gobierno de Cavite que el fraile párroco de su pueblo. Cavile viejo, hacía intrigas para que apareciese él complicado .v fuese arrestado, regresó á dicho pueblo, de que era capitán municipal (alcalde), se puso do acuerdo con el hoy coronel Tirona y otros, .v se sublevaron, apoderándose del cuartel de la Guardia civil de I m u s ; y así empozó la insurrección en Cavite.


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jeros, generales, etc., se componía exclusivamente de p o bres esciibieiues del cuaiercio y de los Juzgados y s u i m provisado general de Balintauak,-donde estalló el primerchispazo, era uii ignorante cabo de cuadrilleros, Pedro Nicodemus, que no sabia leer ni escribir, y lo mismo Valentín Cruz, itifeliz labrador ú hortelano de Santólan, que fué i'l que mandaba la columna katipunera en el combate de Santa Mesa, que determinó la declaración del estado de sitio en 0í,-liú provincias tagalas. . . Objeto de la invención.—El objeto maquiavélico del frailismo, era aprovechar la ocasión para hacer fusilar ó deportar á todas las personas i'icas é' ilustradas, sólo por su irreconciliable odio al progreso, que cree incompatible con la política de ex.|)lotar y dominar al filipino embruteciéndole, y por su satánico egoísmo y envidias; pues los frailes tienen el prurito de aparecer á los ojos del filipino fanatizado, como los únicos dueños y señores, sabios y ricos,, distinguidos y poderosos. La imurrección, reducida al centro de Luzón, la extienden los frailes á las provincias extremas y á las Fisoí/as. — E n s e g u i d a

las juntas directivas de fraileas en Manila, debieron de haber circulado órdenes á los párrocos de todas las provincias, para que á toda costa, y sin reparar en los medios,, simulasen cü!H;iiracionesy comfilicasen á todas las personas ilustradas y ricas dei Archipiélago, á juzgar porque y a fueron apareciendo simulacros de conspiración que n a die cree iiasta aliora, ni los mismos frailes, como algunos líe ellos me han asegurado (se podrían citar sus nombres como los de los testigos de cuanto se expone en esta Memoria); en todas las provincias, aun en las m á s lejanas, como Camarines, Albay, Unión, Tarlac, llocos Sur, llocos Norte, Cagayán, Isabela, Visayas, Mindanao, Paragua,. etc. Con torturas increíbles, a r r a n c a b a n falsas y absurlas confesiones, y con ellas justificaban las supuestas conspiraciones y se fusilaba á muchos inocentes. Los frailes presiilían los tribunales de tormento en las mazmorras del convento de Naga (Camarines) que sir\ ieron de calabozos, como en el Seminario de I ocos y otros conventos de Luzón. No parecía sino que la terrorífica inquisición resucitase en este desventurado país, en las postrimerías del siglo XIX. Los frailes

llenan de inocentes las cárceles. — L o s f r a i l e s h a n

llenado todas las cárceles del Archipiélago de millares de inocentes; to los, casi absolutamente todos los principales ilustrados ó los que tenían alguna significación en Filipinas, de toilas las provincias, aun de las más lejanas, ya están ó han pasado por las cárceles y sufrido todo género ••le vejaciones y atropellos como los que enumeraremos-


li)

más adelante, y se da el muy inverosímil caso de que, entre los millares de presos, apeiias hay alguno que o t r o katipunero ó insurrecto verdadero, como se p r u e b a con el hecho de que el general Polavieja, á pesar de su f a m a de enérgico, a n t e s de regresar á E s p a ñ a , dió libertad á m á s de 1.000 p r e s o s sólo en Manila La cot'tribiiciónde los frailes es insíifidente para alimentar á sits presos ino -

cfi«¿es.-Losfrailes, e n t r e t o d o s , no han contribuido á los gastos de la guerra m á s que con 300.000 pesos ó pesetas, á pesar DON TOMÁS AKÉJOI.A de poseer inmensos t e r r e n o s y Presidente del Comité Filipino de I n d e p e n d e n c i a eti Madrid. cuantiosas s u m a s . P u e s bien, esa cantidad no es suficiente, ni con mucho, á s u s t e n t a r á los muchos inocentes presos solamente por calumnias é intrigas frailescas, a u n poniendo solamente á 15 céntimos de [Deso ó tres reales vellón por ración diaria. Evangelistas terribles. - El fraile• consiguió hacer c r e e r q le es el único evangelio en el país por su experiencia y sus muchos años de ministerio, y así los g o b e r n a d o r e s de provincia y los jefes de policía (Guardia civil), no sólo les creveron, "sino que también algunos, con o t r a s m i r a s , iban á consultarles sobre las personas sospechosas, y los párrocos frailes s e ñ a l a b a n como tales á todos sus enemigos y á -los pudientes, despreciando á los i g n o r a n t e s pobres, ó no sabían que e r a n los verdaderos adeptos del Katipúnan, ó si no, se valían los frailes de i n f a m e s c a r tas a n ó n i m a s ó pasquines, y con arreglo á éstos cogían á las personas denunciadas, y por medio de inquisitoriales torturas, les obligaban á c o n f i r m a r el contenido de los anónimos, que por lo mismo que e r a n anónimos, deberían ser despreciados; pero los gobernadores y g u a r d i a s


— ^u — civiles inexpertos, estaban aterrorizados con los criminales embustes é invenciones de los frailes sobre supuestas ititenciones de degüellos, conspiraciones y estupro de españolas, que n u n c a se comprobó, líino que ú l t i m a m e n t e , a s e ñ o r a viuda de Rebolledo, que había sido cautiva de los insurrectos, h a a s e g u r a d o en la prensa española de Manila, que los insurrectos castigan con la pena de muerte las faltas g r a v e s á las m u j e r e s . Ésto de los estupros fué también invención del c u r a de Tondo, p a r a excitar en un brindis la crueldad que n u n c a debe caber en el pecho de los militares españoles. P e r o los g u a r d i a s civiles, voluntarios y d e m á s agentes de policía, reshltaban terribles a u n q u e inconscientes i n s t r u m e n t o s del fariseísmo. Y t a n t o fué, que el general Blanco tuvo que reprimir sus impe t u s por medio de la Gaceta, probibiendo la intervención de o t r a s personas que las l l a m a d a s á ejecutar las neces a r i a s detenciones. El reinado del terror.—El que no se prestaba á ser esbirro de los frailes, era denunciado como traidor á España y comprado por los insurrectos. El mismo prestigioso y dignísimo capitán y gobernador general de Filipinas, D. R a món Blanco, no se h a librado de esta infame acusación, y h a caído á las golpes del maquiavelismo frailesco. Asi no es de e x t r a ñ a r que los gobernadores, guardias civiles, agentes de policía, voluntarios, etc., atemorizados por los frailes se vieran en el triste caso de las autoridades de la revolución f r a n c e s a , que rivalizaron en crueldad p a r a salvar sus propias cabezas ó conservar sus destinos. La policía a r r a n c a b a por medio de torturas, f a l s a s confesiones ó declaraciones, y los jueces militares j u z g a b a n y condenaban en vista de estas confesiones, y casi todos eran también fraileros y no apreciaban ni siquiera admitían las retractaciones. Hazañas

de los frailes

franciscanos.—VsLm

dar idea aproxi-

m a d a de estos incalificables tormentos, v a m o s á citar algo de lo que c u e n t a n de la supuesta conspiración de Camarines, varios caracterizados testigos presenciales (1). Y citamos este caso, porque es el que después sirvió de pauta para los simulacros de Vígan, Unión, P a n g a s i n á n y o t r a s provincias, á juzgar por lo análogos que resultaron, y, según se dice, h a s t a copiaron en Vigan las m i s m a s p a l a b r a s que sobre el caso había publicado la prensa de Manila. Allá á principios de Agosto de 1896, cuándo no había estallado a ú n la insurrección, se n o t a b a n fre(1) D . Benedicto Sabater, D . Isabelo Aguilar, los Sres. A b e l l a y otros que habían sufrido estas torturas.


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—•.

cuentes y desusadas reuniones de frailes y algunos funcionarios públicos en el convento parroquial de Naga (como también se notó en Manila, llocos y otras provincias), sobresaliendo en estas intrigas el Quioquiap (Ramón Feced); y el público ya preveía en ellas algo siniestro, pues los frailes sólo se reúnen para estos casos: en efecto, el 31 de aquel mes, fueron encarcelados é incomuicados inofensivos v e c m o s d e aquella localidad como conspiradores; pero el juez de primera instancia, que era probo y h o n r a d o , sobreseyó la causa por falta de pruebas y motivos. La inquisición

en Filipinas

.—Entonces

los frailes se valie-

ron del gobernador y de la Guardia civil, y el 17 de Septiembre fueron aprehendidos como conspiradores los señores Abella y compañeros. En el cuartel de la Guardia civil, en presencia de un malvado fraile, el Provisor, fueron sometidosá las m á s crueles torturas imaginables. Por ejemplo: se cruzan los dedos de las manos y después se a t a n con cordeles las m u ñ e c a s , y en esta violentísima posición, se les cuelga un cuarto de hora h a s t a a r r a n c a r todas las falsedades y calumnias que deseaban. A unos se les tendía a m a r r a d o s boca arriba, y dos voluntarios les echaban a g u a y vinagre por la boca; luego el capitán de la Guardia civil les pateaba en el vientre p a r a que lo a r r o j a s e n y volviesen á tragar; á m á s de esto, se les d a b a cientos de palos que les a r r a n c a b a n carnes vivas, que e r a n c u r a d a s con sal y guindilla, azotando en las plantas de los pies y todas las partes del cuerpo, h a s t a en el vientre y el estómago. Cualquiera preferiría mil veces sufrir la muerte á estas b á r b a r a s crueldades, asi es que no pocos aceptaron, n a t u r a l m e n t e , los falsos cargos que se les imputaban. Después, para a c a b a r de confirmar que todo era o b r a de los frailes, convirtieron los b a j o s del convento en cárcel, donde fueron e n c e r r a d o s los detenidos. Allí se les daba escaso alimento, y salado p a r a excitar la sed, pero no les daban a g u a los s a l v a j e s de la civilización. Un día, Camilo Jacob pidió a g u a por caridad, y la caridad del esbirro Marcelo Domínguez, consistió en darle un tremendo culatazo que á poco m á s le hace saltar los ojos. Los presos, que eran ricos casi todos, e s t a b a n metidos en el cepo con los dos pies, dormían sobre cascarillas de arroz, que son punzantes, cálidas y que c a u s a b a n horrible escozor á sus heridas. B o r r o s a m e n t e magullados, daban tristes ayes que c o n t r a s t a b a n con la jubilosa a l g a z a r a de los frailes y de sus esbirros, que en eí piso contiguo celebraban sus triunfos: allí murió de t o r t u r a s y de terrible h a m b r e León Hernández. El clero indigena

víctima

délos

frailes.

— Por egoísmo, los


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f r a i l e s h a n d e c l a r a d o desde un principio u n a g u e r r a sin c u a r t e l al inofensivo clero indigena, á p e s a r d e s e r m u y servicial y obediente esclavo suyo, así es que á f u e r z a de semejantes tormentos han arrancado á T o m á s Prieto calumniosas. a c u s a c i o n e s c o n t r a su propio h e r m a n o (lo cual e s absurdo) y o t r o s pobres s a c e r d o t e s filipinos, que no h a bían comstido m á s c r i m a i que el de h a b e r sostenido un pleito c o n t r a un p á r r o c o fraile de N a g a sobre d e r e c h o s par r o q u i a l e s h a c s m á s de ocho a ñ o s , pues debieron h a b e r sabido que el s o s t e n e r s u s d e r e c h o s y su dignidad f r e n t e á un fraile que les a t r e p e l l a , es un c r i m e n de lesa p a t r i a ) a r a las Corporaciones religiosas, c r i m e n que m á s t a r d e l a b í a n de e x p i a r con sus vidas en el c a m p o de B a g o n g b á y a n P o r lo d e m é s , e r a n muy s.miisos, no sólo al Obispo, sino á los frailes, a n t e cuyo p o l e r d o b l e g a b a n s u s cabeza-i, excepción ú n i c a en el c a s o de aq lel pleito, pero, r e p e t i m o s , el odio del f r a i l e es insaciable y e t e r n o . . Los presos f u e r o n e m b a r c a d o s p a r a Manila en el v a p o r Isarog, donde siguieron recibiendo t r a t o i n h u m a n o : de noche los e n c e r r a b a n en ima a s f i x i a n t e bodega, m e t i e n d o sus pies en la b a r r a , y de día los e x p o n í a n al terrible sol de est a s l a t i t u d e s i n t e r t r o p i c a l e s , cuyo calor a b r a s a d o r lo reci b í a n con violentas t r a n s i c i o n e s de lluvia t o r r e n c i a l , c o m o suele ocurrir en e s t a s Islas, sin que en n i ñ g u n o de estos c a sos los . s a c a s e n de la i n t e m p e r i e , s e c á n d o s e s u s vestidos en s u s c u e r p o s . Y se les d a b a escaso y pésimo a l i m e n t o . En Manila f u e r o n de nuevo t o r t u r a d o s en el c u a r t e l de !a G u a r d i a civil v e t e r a n a de T o n d o , a z o t á n d o l e s y sum e r g i é n d o l e s en un pozo p a r a que se r a t i f i c a r a n en s u s f a l s a s d e c l a r a c i o n e s (1). Y con t o r m e n t o s f u é t a m b i é n obligado Domingo Abella á c o n f i r m a r l a s , a c u s a n d o á su propio p a d r e (lo cual es muy absurdo); los falsos d e n u n c i a d o r e s se r e t r a c t a r o n después, pero no h a n valido m á s estas retractaciones. C o n s e c u e n c i a : f u e r o n fusilados 11 inocentes, de los c u a les t r e s e r a n u n o s pobres s a c e r d o t e s . Se c o m p r e n d e que los f r a i l e s se e n s a ñ e n con los m a s o n e s ; pero es el caso, que la m a y o r p a r t e de los m a r t i r i z a dos no lo e r a n siquiera: n i n g u n o de los que f u e r o n fusilad o s e r a m a s ó n , y aquí se p a t e n t i z a t e r r o r í f i c a m e n t e la esp a n t o s a perversión del sentido' m o r a l de e s a s Corporaciones; que sacrifican d e s p i a d a d a m e n t e á todo lo que s e a obstáculo á s u s egoístas m i r a s de d o m i n a r e x c l u s i v a m e n t e

(1) Así m e lo contaron dos de los a t o r m e n t a d o s , el cabo de serenos, antes de ser fusilado, y el h o y general L u k h a n , á quien h a b í a n r o t o una costilla.


en el país. Los Abcll'xs no r a n cometido más. crimen que el de ser ricos, y só'o por inverosímiles envidias y ruindades de los frailes f u e r o n sacrificad-s, así como otros lo fue ron por su posición d i s t i n g u i d a ó por su ilustración, cosa que no pueden ver los frailes en los filipinos, como si el progreso fuese su enemigo mortal. Los frailes comprometen los intereses de España. enajenándose el concurso de valiosos

partidos.

—Precisa-

mente las víctimas, por su posición e r a n los que m á s se codeaban con los españoles, y los que continuamente l o s D R . D O M I N A D O R GÓMKK (Ramiro Franco) o b s e q u i a b a n con Vicepresidente d"! Comité Filipino bailes y regalos, esen Madrid. pecial men te los Abellas, que t a m bién hacían cuantiosas donaciones á la Iglesia. Todos, al principio de la insurrección, habían ofrecido al Gobierno, incondicionalmente, sus s e r v i c i o s é i m p o r t a n t e s c a n t i d a d e s de dinero p a r a contribuir á los gastos de la g u e r r a , como i g u a l m e n t e se ofrecieron i n n u m e r a b l e s ricos de Manila, llocos v o t r a s provincias, porque, a u n suponiendo que no fuesen" verdaderos españoles en sentimientos, las p e r t u r baciones les perjudican mucho en sus intereses, y como ocurre en todos los países, la clase rica es siempre conserv a d o r a y partidaria de la paz. P e r o esos ofrecimientos y esas cuantiosas contribuciones á los gastos de la g u e r r a , no les han librado de las g a r r a s de los frailes, que á t o d a costa p r o c u r a b a n y procuran fusilar en las c a b e z a s de las personas ilustradas el progresó, que tienen interés en desacreditar, con el poco patriótico objeto de d e s a c r e d i t a r la política de justicia y de concesiones de los partidos do m i n a n t e s en la Metrópoli, y es tan poco patriótico, que esto dió consecuencias l a m e n t a b l e s en muchos pueblos donde se h a n amotinado las m u c h e d u m b r e s p a r a libertar á los •inocentes, como ocurrió en Nueva Ecija.


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P a r a conseguir su fln, los frailes no han tenido reparo e n perder las simpatías de las razas Ilocana, Vicol, Visaya y otras que Espana pensaba oponer á la insurrección tagala,, como tampoco han tenido reparo en despreciar el valiosísimo concurso de los elementos ricos y burgueses, que España necesitaba para sofocar la sublevación de la plebe. ¡Todopara

el frailel—Con

tal de que se s a t i s f a g a n sus a m -

biciones, no importa que sobrevenga el cataclismo universal. Heroicidades

de los frailes

Agustinos.—Si

los F r a n c i s c a n o s

h a n hecho todo esto en el Extremo Sur de Luzón, ios. Agustinos no han sido menos crueles en las provincias del Norte de esta Isla, donde administran parroquias (1), copando á l a flor y nata de la comarca ilocana y enviándola á Manila, para que aquí fuesen fusilados á despecho de su inocencia: martirizaron también á inofensivos sacerdotes filipinos, burlándose de la excomunión y abusando de la superioridad que ignoradas leyes les conceden sobre el inofensivo clero filipino, y emplearon las mismas crueldades, los mismos medios de cartas a n ó n i m a s y confesiones, a r r a n c a d a s á fuerza de salvajes torturas. Los frailes agustino.s del seminario de Vígan, capitaneados por el provisor de aquella diócesis, otro fraile dominico de malos antecedentes, Bernardo González (aquí aparece la razón por qué el Gobierno prohibió fuesen frailes los provisores, pues siéndolo, en vez de ser jueces ó gobernadores imparciaies, sirven de verdugos del clero secular filipino), aprehendieron arbitrariamente á tres sacerdotes indígenas de la Unión, y habiéndoles propinadomil palos, poco más ó menos, á cada u n o , incomunicados y los pies metidos en b a r r a s , alimentados á morisqueta y agua durante varios días, metidos en cepos,de c a m p a ñ a y cruelísimamente golpeados,-dos de ellos tuvieron que servir para denunciar calumniosamente como conspiradores á todas las personas pudientes de la provincia de la Unión y algunas de llocos Sur, Pangasinán y (1) A p a r t e fiel simulacro de rebelión que áprincipios del año 1896 intentaron inventar en Batangas, fingiendo descubrimientos de muchos fusiles en Taal, cosa que niega terminantemente el general Blanco en su Memoria presentada al Senado, diciendo que no eran más que un rifle, una escopeta inútil, uno ó dos revolvers y unas cuantas cápsulas de caza mayor. Su objeto era condenar por conspiradores al m u y inteb'gcnte abogado filipino D. T?elipe Agoncillo y otros honrados vecinos de Tasi,, que han tenido la honra de ser los primeros en sacudir el vergonzoso yugo de los frailes, pero que fueron extrañados á pesar de su inocencia.


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Abra, casi todos los cuales fueron á la deportación en e s pera de su fusilamiento ó del resultado de sus causas, q u e puede ser fatal a los frailes, porque en ellas c o n s t a n estastorturas, de las cuales murió un pobre músico de Tubao. Como r a m a de la supuesta conspiración de la Unión, los mismos superiores frailes de Vígan e n c e r r a r o n en el Seminario de aquella ciudad al sacerdote filipino D. Antonino de la Cuesta, s e x a g e n a r i o que había desempeñado c u r a t o s por sus servicios á los frailes, pero éstos los olvidaron despreciando sus c a n a s . Empezaro:j por h a l a g a r l e , prometiéndole una parroquia si servía de denunciador, calumniando de conspiradores á los ilocanos pudientes; y c o m o de grado no a c e p t a r a este vilísimo papel, le a z o t a r o n y le golpearon cruelmente, causándole heridas, h a s t a que al fin se vió obligado á inventar otro simulacro de conspiración en llocos Sur; prendieron á los que ellos quisieron q u e denunciara, y con t o r t u r a s les hicieron aceptar sus respectivos papeles, habiendo llegado á h a c e r solemne a b j u r a ción de a masonería personas que n u n c a la haoían c o n o cido siquiera; y se dió el inaudito é increíble espectáculo de que el perverso provisor les t o m a r a la a b j u r a c i ó n con t o d o aparato delante de n u m e r o s o público, c u a n d o b a s t a n t e s a bía él (y el público también) que no e r a n m a s o n e s a q u e l l a s personas. Y todavía los frailes tuvieron la poca habilidad de publicar en los periódicos que fueron los descubridores de este infame simulacro de conspiración y se burlaron d e su instrumento, haciendo p u b l i c a r e n el periódico madrileño La Juaticia, p a r a d e m o s t r a r l a torpeza del clero filipino, que un cura ilocano, complicado, preguntó si le d a b a n u n a parroquia por este servicio. Pero por la boca se cogen los peces, iiorque eso patentiza la certeza de que habían mediado promesas de u n a p a r r o q u i a . Tres sacerdotes de la Unión, otros t r e s de llocos S u r (aparte los presos), t r e s diáconos y dos subdiáconos. f u e r o n torturados en el 'Seminario de Vígan por guardias civiles ayudados por los m i s m o s frailes, en presencia del provisor y los superiores del establecimiento, en medio de s a l v a j e s exclamaciones de alegría de los t r i u n f a n t e s fariseos. Horroriza leer los detalles de estos m á r t i r e s , que constan en los respectivos expedientes Declara el m a r t i r i z a d a padre Dakanay, que se hallaba metido en un cepo de c a m paña y a m a r r a d o como u n a bola; en esta violenta posición le dan golpes y cae rodando comò u n a pelota á los pies del fraile Olaso, y éste, cruel, le recibe con un t r e m e n d o puntapié. Se cuidaban los cobardes frailes de poner b a r r a s á s u s víctimas y de atarlos codo con codo a n t e s de aporrearles; y después... ¡oh. caníbales! los pobres m á r t i r e s e c h a b a n s a n gre por las narices, h o r r o r o s a m e n t e magullados, h i n c h a -


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2 6—•.

pos los rostros de t a n t a s puñadas y golpes; luego les alim e n t a b a n con arroz y a g u a y les tenían completamente incomunicados. El padre Florentin fué colgado por el pescuezo y le dejaron por muerto. El padre Gabino Carbonel, no pudiendo sufrir tan cruelísimas torturas, intentó suicidarse, infiriéndose una herida en el vientre con un pedazo de botella. Y los frailes no se contentaban con todo esto, porque ellos esperaban, a d e m á s , que fuesen sus víctimas f u •silados en Manila, y quién sabe si lo serán, dados sus t r a b a j o s de zapa (l). Si esto h a n hecho los frailes á los sacerdotes, ¿qué crueldad no habrían hecho á los' seglares? Repito que en la Unión murió de torturas un músico de Tubao El indioiduo

fraile

se podría

tolerar,

pero

las

corporaciones

son una calamidad irremediable .—ho q u e p a r e c e r á i n c r e í b l e á

todos es su sangre fría para cometer s e m e j a n t e s barbaridades y asesinatos en personas que ellos bien saben son inocentes, causando la rmtia de t a n t a s familias, pues su objeto es conseguir el fusilamiento de to.iosaquellos á quienes complican por enemistad ó sólo por envidia. Un fraile en particular, por muy bruto que sea, acaso no llegaría á t a n t a crueldad; pero t r a t á n d o s e de intereses de corporación, y consideran como tales las persecuciones á los ele mentos distinguidos del país y al clero filipino, que consider a n como rival en \o porvenir, sólo en lo porvenir, ahoganla voz de su conciencia, pasan por todo, y no parece sino que medra m á s el que se distingue en crueldad en estos c a s o s , resultando, por consiguiente, que las corporaciones religiosas son u n a verdadera calamidad p a r a ' Filipinas, mucho peor que la peste, la g u e r r a y otras plagas, y se deben disolver, porque no sirven sino para encender formidables insurrecciones. Crueldades

de las frailes

Dominicos.

—No h a b í a n d e s e r m e -

nos los Dominicos que los Agustinos y Fran-iscanos; enc a r c e l a r o n y deportaron á muchos de la Isabela, Cagayán, B a t a á n , P a n g a s i n á n , ' L a g u n a y otras provincias donde ejercen curatos, y hasta han conseguido que se declarase cesante el gobernador civil de la Isabela por no secundarles en su política de persecución. El cura d e K a l a m b a presidía el tribunal de tormentos en la provincia de la Laguna, y •sin m á s expedientes fusilaron á muchos presos sin .^.er ka(1) F u e r o n absueltos más t a r d e por los tribunales militare.'?. Y entonces, el Obispo fraile de N u e v a Segovia, quiso volver á juzgarlos en la curia eclesiástica y encarcelarlos en el S e m i n a r i o por estar acusado.s de masonería, cosa que no se había p r o b a d o en los expedientes, pues si fuesen masones, h u b i e r a n sido castigados por p e r t e necer á una sociedad p r o h i b i d a en F i l i p i n a s .


27

—.

tipuneros, como t a m b i é n f u e r o n fusiladas en N u e v a É c i j a c e r c a de setecientas p e r s o n a s , sin ser k a t i p u n e r o s , p a r a v e n g a r u n a sola vida, la del capitán M a c h o r r o , como de • claran lo-i presos de aquella provincia, los cuales a s e g u r a n también que no hubo m á s que un sólo c o m b a t e , no habiendo ocurrido los que se figuraban en los periódicos. P o r indicaciones de los frailes f u e r o n aprehendidos siete antifrailes filipinos, pero no katipuneros. Y por esta prisión de inocentes, los principales hicieron c a u s a coniún con los katipuneros y se sub e v a r o n p a r a r e s c a t a r á los presos. El mismo g o b e r n a d o r civil, al telegrafiar la insurrección al Gobierno g e n e r a l , dijo que las a p r e h e n s i o n e s la h a b l a n precipitado. El que despues había de ser g e n e r a l insurrecto, L l a n e r a , h a b í a a s e g u r a d o al g o b e r n a d o r civil que respondería del orden con tal que no se a p r e h e n d i e s e á nadie. Las t o r t u r a s e n N u e v a Ecija h a n siilo cruelísimas; punz a b a n con l e z n a s á los presos, y con las p u n t a s e s c a r b a ban por d e b a j o de la pie ; metían espinas y alfileres en las uñas, y luego les h a c í a n a r a ñ a r en tierrà; les a z o t a b a n á miles, les zambullían a m a r r a d o s en los ríos, y después de t o r t u r a d o s , les a t a b a n f u e r t e m e n t e todo el cuerpo, de pie á un pilar, ó si no, metían un anillo e n t r e las v e n t a n a s d é l a s narices, como un buey, y después, tirándoles con una cuerda, los iban a m a r r a n d o en el e x c u s a d o . No pocos murieron a h o g a d o s y en las t o r t u r a s . Un alcalde ( g o b e r n a dorcilio), que escondió á dos f r a d e s p a r a librarles del populacho, fué después c a l u m n i a d o , p o r estos a g r a d e c i d o s , diciendo que su objeto era evitar que se e s c a p a s e n . ¿Y en Manila, la capital del Archipiélago? Los f r a i l e s f r e c u e n t a b a n d i a r i a m e n t e las oficinas de la policía, las cárceles, el gobierno civil, los c u a r t e l e s de la G u i r d i a civil v e t e r a n a , y el f a m o s o c u r a de T o n d o h a s t a tenía á gala el f o r m a r c o r r o en la puerta del cuartelillo de Tondo, por donde p a s a b a m u c h a g e n t e por ser calle de m u c h o tránsito. En la f u e r z a de S a n t i a g o m u r i e r o n c i n c u e n t a a s f i x i a d o s , cuyos n o m b r e s los publicaron los mismos frailes. Y en las •oficinas de policía s e c r e t a , v e t e r a n a y voluntarios, aplicaban m á q u i n a s eléctricas en los m i e m b r o s viriles, c o l g a b a n , golpeaban, h a s t a inutilizar á no pocas p e r s o n a s . Resultando q i e se puede suponer que m á s d é l a mitad de las personas fusiladas en Manila no eran i n s u r r e c t o s ni katipuneros. De la f a m o s a t a n d a de Koxas y quinc3 c o m p a ñ e ros, a p e n a s si h a b í a un k a t i p u n e r o . También

los frailes

Recoletanos.

— Tuvieron

sus

simula-

cros de consoiración, t o m a n d o por d e s c a r g a de a r m a s la de m a q u i n a r i a s agrícolas en Cádiz Nuevo, K a b a n k a l a n , ílog, Suay, S a r a b i a (Negros), y no d e j a r o n de i n t e r v e n i r


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2 8—•.

en las deportaciones de Ilo-Ilo, Cavite y o t r a s provincias donde ejercían curatns, y eran los e n c a r g a d o s de hacer que saliesen á t r a b a j o s forzados los deportados en la P a r a g u a y d e m á s islas del S u r . De los trece ricos fusilados en Cavite, ninguno era katipunero. P a r a terminar, diremos que los frailes consiguieron que el título de persona ilustrada ó r i c a s e t o m a r a como estigm a y sinónimo de rebelde; así es que en todas las cuarent a provincias filipinas, incluso las m á s lejanas de Negros, P a r a g u á , S a m a r , Mindanao, Joló, Cebú, Capiz, llo-llo, Bohol, Mindoro, Masbate, llocos Norte, etc. (donde metieron á varios vecinos en nichos que empezaron á t a p i a r p a r a a r r a n c a r l e s faisas confesiones, según cuenta el ilustrado autor D. Vital Fité), fueron reducidas á prisión y deport a d a s personas inofensivas y distinguidas, las cuáles sufrieron toda clase de vejaciones y penalidades, cargados de grilletes, saliendo á t r a b a j o s forzados y t r a t a d o s como unos verdaderos criminales. . Los vapores venían c a r g a d o s á Manila de tropas y después salían repletos de deportados inocentes, h a s t a que se llenaran los presidios de F e r n a n d o Póo, Ceuta, Marianas, Carolinas, P a r a g u a , Mindanao y Joló, cuando, en realidad, la insurrección estaba reducidla á las provincias t a g a l a s del centro de Luzón. Aterrorizada la principalia tagala, al fin hace causa común con .laplebe insurrecáonada.—'Pevo lo q u e h a n c o n s e g u i d o l o s

frailes con sus calumnias, fué dar inesperadas proporciones á la insurrección, pues viendo los principales de los pueblos tagalos que las autoridades prendían, t o r t u r a b a n y fusilaban á inocentes, calumniados por falsos acusadores, que por insufribles t o r t u r a s se veían f a t a l m e n t e coactados a aceptar todos los cargos é insinuaciones de los que t o m a b a n las declaraciones, las listas y relatos de hechos falsos que les presentaban; viendo, repito, todas estas iniquidades, los principales huyeron y se refugiaron en el campo insurrecto. Cuando supo el general Blanco lo de las torturas, pubUcó un bando prohibiéndolas, y así no se puede atribuir á él, sino únicamente á los frailes, la inm e n s a responsabilidad del desarrollo inesperado de la insurrección. Los frailes

armaron

la insurrección.—Sí,

tienen la no m e n o s

grave responsabilidad de haber a r m a d o inconscientemente la insurrección, pues casi todas las a r m a s de fuego de los insurrectos, escopetas, rifles y falconetes h a n provenido de los depósitos de las haciendas frailunas, a r m a s que, con licencia del Gobierno g e n e r a l , daban á sus aparceros p a r a defenderse de malhechores ó p a r a celebrar las fiestas tutelares, según ellos decían; pero llama mucho la a t e n -


2'.>

ción el que estas haciendas estén situadas en lugares estratégicos y fortificadas con verdaderas murallas, por lo cual parecen m á s bien baluartes de precaución de los frailes para cuando el Gobierno tratase de expulsarles, como solían decir, y siempre a m e n a z a b a n al Gobierno con que España sería expulsada a n t e s que ellos; y en efecto, v a n a s veces se han sublevado, deponiendo por medio de las a r m a s , y asesinando á 1 o s gobernadores -generales de Filipinas B u s t a m a n t e y Salcedo; pero esto fué en pasados siglos, que a h o r a ya es imposible, porque carecen ellos absolutamente de gente. fortificaciones Las de los frailes impiden la sofocación inmediata de la insurrección en 'avite.—

Hubiera sido fácil dominar la insurrección en sus coD . E D U A R D O DK L K T E mienzos, p o r q u e los sublevados c a Redactor de La Solidaridad recían todavía de trincheras y de c a ñ o n e s . El general Blanco envió al g e n e ral Aguirre' para sofocar á los revoltosos de Cavite, y h u biera conseguido su objeto á no habérsele interpuesto en su camino la formidabie hacienda frailuna de Imus, a r tillada con falconetes ó cañones pequeños, la cual se halla situada precisamente para cerrar y dominar el único camino por donde venían los españoles, y tan bien fortificada estaba q i e el general Aguirre tuvo que retirarse mohino y cabizbajo á Manila. No era trinchera de los insurrectos, fué una finca m u r a d a de los frailes la que detuvo el pas 1 de los leales; así como no fueron los katipuneros los que hicieron f r a c a s a r la política de atracción del general Blanco, sino las t o r t u r a s y persecuciones de los frailes á los inocentes las que h a n dado á la insurrección sus formidables é inesfieradas proporciones. LJOS insurrectos no han importado armas —Los miles de fusi-


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3 0—•.

les de los insurrectos que, según se dice en algunos expedientes, se han importado, van desapareciendo á medida que se van a c l a r a n d o las cosas, pues se ha comprobado últimamente que en la defensa de la famosa trinchera de Noveleta no ha habido más que noventa y cinco a r m a s de fuego, entre esc ipetas de salón, tercerolas, dos pistolas y un Remington, como h a dicho la prensa de Manila. (Véase El

nomercio.)

Los insurrectos no h a n importado ni un solo fusil ni un solo cahón (1); pero son s o b r e m a n e r a admirables los esfuerzos de uii pueblo oprimido que lucha contra la t i r a n í a teocrática que le a r r u i n a y le esclaviza. Los insurrectos solo tenían bolos (machetes) y lanzas, carecían de todo; sólo les sobraba desesperación (2). Pero la misma providencia de los frailes les tenía prepar a d o s falconetes y cañones en sus haciendas.- jSi s e r á cierto que en tiempos del general T e r r e r o el entonces gobernadorcillo ó a-lcalde de N a v e t a s fué á denunciarle que los frailes descargaban en la hacienda que tenían en aquel pueblo cañones cortos ó morteros envueltos en sacos? Lo innegable es que los insurrectos se han aprovechado de los falconetes de estas haciendas; como la m i s m a prensa frailera de Manila lo dice. Los frailes

se han hecho odiosos

á todos los elementos

de

todas

las provincias —Como vulgarmente se dice, en el pecado llevan los frailes su penitencia, y de error en error h a n venido á cogerse en las mismas redes que habían tenaido á los pobres filipinos, pues en vez de ileponer su política s a n g u i n a r i a concillando sus intereses con los del Archipiélago y a t r a y e n d o el partido de los elementos ricos é. ilustrados para d o m i n a r al plebeyo Katipúnan, se han hecho odiosos absolutamente á iodos los elementos de t o d a s las provincias filipinas; se han hecho odiosos á los ricos, á los burgueses, á los proletarios y campesinos, á los ilustrados y á los ignorantes y aun á los jesuítas, á los m a s o n e s y liberales peninsulares, h a s t a á los m i h t a r e s españoles, pues los pobres cazadores h a r t o lo saben q u e e s t á n aquí luchando con la muerte y con los rigores del clima, mientras que los frailes, con potentes anteojos, s e solazan observando lejos del peligro, desde los m i r a d o r e s de sus conventos, los campos de batalla, donde se e x t e r -

(1) «Resulta v e r d a d e r a m e n t e fantástica la s u p u e s t a i n t r o d u c c i ó n de fusiles j ara los rebeldes». (El a u d i t o r de g u e r r a D . Nicolás do la P e ñ a , i n f o r m a n d o en el expediente del excelentísimo señor D . P e d i o P . Roxas). (2) Así lo confesó más t a r d e A g u i n a l d o .


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—.

minan en fratricida lucha españoles y filipinos por su c a u s a , habiendo a b a n d o n a d o aquellos en la Península h o g a r y afecciones solo p a r a venir á a p a g a r el incendio que con sus atropellos, exacciones ilegales, abusos, inmoralidades, y con su política s a n g u i n a r i a han d e t e r m i n a d o los frailes. Estos t a m b i é n c o n d e n a n la política liberal de los partidos g o b e r n a n t e s de la metrópoli, derribando gobernadores, generales de g r a n prestigio y h o n r a d e z , al paso que en España procuran encender la g u e r r a carlista para m e t e r miedo al Gobierno, a h o r a que se ven y a a b a n d o n a d o s d e los filipinos. Los frailes no sólo huelgan, manencia en el país.—Entonces,

sino

que es peligrosísima eu per¿para qué sirven todavía e n

Filipinas los frailes? El odio que h a n s e m b r a d o en los corazones de los elementos pudientes, b u r g u e s e s é ilustrados, á los que c a l u m n i o s a m e n t e h a n complicado en la, actual revolución, habiéndoles inferido toda Clase de a t r o pellos, no d e j a r á de g e r m i n a r ; así es, que no sólo huelgan en el jais las corporaciones religiosas, sino que servirán de loy en a d e l a n t e de p e r m a n e n t e s semilleros dediscordias gravísimas. Si España, á pesar de lo expuesto, no expulsa á l o s frailes y sigue protegiéndoles en perjuicio del país, se e x pone á perder, p e r m í t a m e V, E. que le diga la verdad, las pocas simpatías que le q u e d a n e n t r e los filipinos, resentidos del incomprensible apoyo que presta á sus verdugos. Gravísimas

responsabilidades

de los

frailes.—Resumiendo,

resultan e s t a s gravísimas responsabilidades p a r a las corporaciones religiosas: 1."- Los frailes han provocado la insurrección con s u s atropellos, exacciones ilegales, inmoralidades y su política sanguinaria y maquiavélica de persecuciones. Se hubiera. [)odido d e s a r m a r o p o r t u n a m e n t e con u n a política de justicia y de atracción. 2."' Los frailes, con sus falsos descubrimientos de t r a mas y conspiraciones, sus s a n g r i e n t a s persecuciones y su e n s a ñ a m i e n t o c o n t r a los principales elementos (el aristocrático y el burgués), consiguieron que estos se a l i a r a n p o r la fuerza de las circunstancias con los rebeldes, dando colosales é inesperadas proporciones á la insurrección katiliunera. Proporcionaron a r m a s de fuego y c a s a s - h a c i e n d a s fortificadas á los insurrectos, a u n q u e inconscientemente,, no habiéndose conseguido someter á éstos desde el-princil)io. por h a b e r s e fortificado en la c a s a - h a c i e n d a de los frailes en Imus, cuyo r e s c a t e costó m u c h a s .vidas á E s paña . '1."- En vez de a t r a e r s e las simpatías de las d e m á s r a z a s


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•de Filipinas p a r a s o f o c a r el l e v a n t a m i e n t o de los t a g a l o s , los frailes f o r j a r o n s i m u l a c r o s de conspiración con t o d a s •sus h o r r o r o s a s consecuencias en las d e m á s provincias del Archipiélago que p e r m a n e c í a n t r a n q u i l a s , s e m b r a n d o por t o d a s partes e odio y la desesperación, la r u i n a y desola•ción de i n n u m e r a b l e s f a m i l i a s . S." Como es muy n a t u r a l é inevitable el resentimiento de los atropellados, los frailes h a n establecido l a s bases de u n a . s e g u n d a r e j o l u c i ó n m á s g e n e r a l i z a d a y m e j o r o r g a n i z a d a . si E s p a n a n o da satisfacción cumplida al país •expulsando á aquéllos y confiscando s u s bienes en c o n c e p t o de indenmizaciórí de g u e r r a .

III Rstatin n o t u a l de la i n s u r r e o r i ó n . El general Polavieja h a regresado á E s p a ñ a creyendo •quizá h a b e r d o m i n a d o á la insurrección por h a b e r t o m a d o i n c o m p l e t a m e n t e la mitad, n a d a m á s que la mitad, de los pueblos i n s u r r e c c i o n a d o s de Cavite. G r a n d e es su e r r o r , p o r o u e e s t a b a t o d a v í a e n Va, primera

mitad de la primera

parte

de la g u e r r a , como también hubiera sido lastimosísima y h a s t a p r o v o c a d o r a su equivocación, si en vez de h a c e r j u s t a s concesiones al país, que se h a visto obligado á rec l a m a r con las a r m a s sus d e r e c h o s políticos, hubiese retrocedido á las viejísimas leyes de hidias, d e r o g a n d o las r a quíticas conquistas legales y a d m i n i s t r a t i v a s que la m a g n a n i m i d a d de la Nación tenía concedidas á este desventur a d o pueblo (1). (1) Esta noticia la p r o p a l a b a n los frailes; pero .ya en M a d r i d , •siendo ministro de la G u e r r a el marqués de Polavieja-(1899), m e dijo que también él quería reformas para Filipinas, pero ep el senti•do de moralizar la administración y robustecer el principio de la autoridad, como por ejemplo, dando á los Obispos la facultad necesaria para corregir y castigar á los párrocos frailes que no cumpliesen con'su deber; así es que al llegar á España propuso al Gobierno la amovilidad ad nufum de los párrocos frailes y la conveniencia de ba•cer g u a r d a r el arancel eclesiástico establecido por el Arzobispo Basilio Sancha y Santa Rufina, medidas que decretó el gobierno conservador, pero las suspendió el liberal. «No he sido tan amigo de los frailes—me dijo—como se cree, y si no, fíjese usted que en la suscri•ción abierta para r e g a l a r m e u n a espada de honor, ellos no h a n contribuido. E r a y o partidario de atender las legítimas aspiraciones del elemento ilustrado del país.» El dimitió, p o r q u e le negaron el refuer-zo de 20.000 hombres, que había pedido como indispensable para po•de.'dominar á la insurrección.


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Solo á medias.—T)\ao sólo á medias, porque las tropas españolas están sitiadas y sólo dominan donde .ocupan materialmente sus pies. Ha tomado el general Lachambre, Silang, Pérez D a s mariñas, Imus, Cavite Viejo, Bacoor, San Francisco y Santa Cruz de iVIalabón, Rosario, los barrios de Noveleta j Binakáyan; total, 8 pueblos y 2 barrios. Eu cambio quedan Naik, Indang, Maragondón, Bailón, Amadeo, Méndez Núnez, Alfonso, T e r n a t e y Magallanes; total, 9 3ueblos y 10 con Silang, si es verdad que lo recuperaron os insurrectos, a d e m á s de algunos pueblos de Batana-as Laguna, Morong, Bulakán y Manila, que permanecen en poder de los insurrectos. Primera ytarte: defensiva.—C\XAX\AO los españoles logren tomar estos pueblos, habrá terminado la orimpra parte de la guerra. Los insurrectos saben muy bien que con solo machetes no podrán resistir al empuje de los españoles porque éstos poseen buenos cañones modernos, muchos Maiisers é inagotables municiones; pero también saben que esto se remedia peleando ellos casi inmunes detrás de las trincheras y metidos en grandes hoyos al nivel de los ojos, cubiertos con un piso que les resguarda de las granadas. Por esto esperan á sus enemigos, á los que causan impunemente muchísimas bajas, porque ósto<! se presen tan á pecho descubierto. Cuando los insurrectos se ven sorprendidos en un punto inesperado y que es inminente la entrada de la avalancha española, abandonan sigilosamente sus posiciones, pero habrán causado ya muchas bajas á la columna, que les ataca de frente. Con esta táctica defensiva, losinsiirrectosse proponendiezmarlastropas españolas antes de entrar en la segunda parte de la guerra. Segunda parte: ofensiva.—Una.

vez t o m a d o s todos los pue-

blos que hoy guarnecen los insurrectos, entonces éstos tomarán la ofensiva, corriéndose en varias columnas á todas las provincias de I-uzón, que hasta ahora permane cen tranquilas, p ira sublevar a todos los pueblos que no tengan guarnición esnañola y para nutrir sus filas. El mismo general Polavieja sabía que en esta segunda parte de la campaña, los insurrectos adoptarían el sistema cubano de guerrillas,siendo su objeto obligar á España á sostener en este país un ejército muy numeroso que guarnezca todos los puebios y barrios Mei Archipiélafro, esperando rendirla por consunción económica. Y aun cuando la insurrección se lograse dominar esta vez, volverá pronto á estallar con más formidables proporciones y acaso con los elementos necesarios, de q u e a i o r a carece, por que es imposible que pronto olviden sus agravios los elementos ricos, burgueses é ilustrados, calumniosamente 3


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3 4—•.

complicad^is y oprimidos en la presente revuelta, si no s» les hace justicia, expulsando á sus verdugos y concediéndoles sus derechos políticos como verdaderos c i u d a d a n o s españoles. V a m o s á plantear el problema en términos claros. | C o n viene á España, especialmente en las actuales circunstancias en que sosüene otra g u e r r a en Cuba, tener aquí u n ejército de lOO.OÜÜ h o m b r e s y exponerse á las mil peripe d a s imprevistas de una g u e r r a que está sorprendiendo á todos, incluso á los m i s m o s insurrectos, con alternativas favorables á éstos? ¿Conviene á España h a c e r e s t e costosísimo sacriflcio por u n a s corporaciones que en tan críticos m o m e n t o s l a h a n lanzado á una f u n e s t a é innecesaria g u e r r a e n estas a p a r t a d a s regiones, mientras en la Península se trab a j a por e n c e n d e r laguerracivil, ó hacer j u s t a s concesiones á Filipinas, la cual no aspira m á s que á ser t r a t a d a como provincia esD . MARUNÜ LLANEEA pañola y no desheJefe del movimiento en Nueva Kcija r e d a d a colonia? El programa

de la

Revolución.—Veamos, pues, las aspiraciones de Filipinas, á ver si son v e n l a d e r a m e n t e aceptables: 1.'' Expulsión de los frailes Dominicos, Agustinos, Recoletos y Franciscanos que se h a n hecho insaciables verdugos del país; confiscación de sus bienes como indemnización de guerra y provisión de sus c u r a t o s por oposición en clérigos peninsulares é insulares, por mitad. 2."' Las mismas concesiones políticas, a d m i n i s t r a t i v a s y económicas hechas á las Antillas, y por consiguiente, la promulgación de la Constitución en estas islas, con las ¡ibertades de prensa y asociaciones, unificación de leyes y t r a s conquistas modernas; a u t o n o m í a económica y a d -


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ministrativa. Ya que no n u e s t r a relativa debilidad, no vemos o t r a razón p a r a n e g á r n o s l a s que la m a n o oculta del fraile, que nos niega el fuego y el a g u a . 3.'^ Equiparación del ejército y de la m a r i n a i n s u l a r e s á los peninsulares, y reparto equitativo de los empleos públicos e n t r e peninsulares é insulares. 4."' Devolución d é l o s terrenos usurpados por los frailes á sus dueños, y los que sean legítimos de ellos, u n a vez confiscados, se venderán en p e q u e ñ a s p a r t i d a s por el E s tado, en las m i s m a s condiciones que los terrenos'realengos. H a c e r efectiva la represión de ios atropefios, inmoralidades y exacciones ilegales; prohibición de los insultos al pueblo fili pino desde el pùlpito, y en la p r e n s a , y abo ición de las deportaciones g u b e r n a t i v a s y d e m à s prácticas abu.«ivas. 6.*^ Economía en los g a s t o s del personal p a r a poder fom e n t a r los ferrocarriles y o b r a s públicas, é m t r o d u c i r r e b a j a en las contribuciones. La contribución territorial que, según se dice, ideaba i m p l a n t a r el general Polavieja, a g r a varía la insurrección, como las r e f o r m a s propuestas por los frailes. Con estas concesiones y u n a a m n i s t í a general e x t e n s i v a á los sentenciados por delitos políticos, no sirviendo de t a c h a legal la circunstancia de h a b e r sido complicado en la presente revolución, los filipinos depondrían las a r m á s . Es aceptable el indulto p e r m a n e n t e concedido á los in •' surrectos, extensivo á sus jefes, porque esto serviría g r a n demente p a r a m e r m a r sus filas, m u c h o m e j o r que los cañones y fusiles; pero eso no b a s t a p a r a que los i n s u r r e c tos acepten el d e s a r m e . Es preciso que E s p a ñ a les h a g a justicia, concediéndoles lo lógico, lo razonable, porque después de h a b e r d e r r a m a d o t a n t a s a n g r e , perdido sus seres queridos, destruidas sus c a s a s y asolados sus c a m pos, es imposible que los campesinos d e p ó n g a n l a s a r m a s , a u n q u e lo quieran sus jefes, los cuaics, en ese caso, h a s t a correrían riesgo de ser i n m o l a d o s por el populacho. Los insurrectos, como los m a h o m e t a n o s de M i n d a n a o y Joló, son tan fanáticos>é i n t r a n s i g e n t e s como sus enemigos los frailes; tienen ciega fe en la justicia de la c a u s a que defienden, y no creo que a d m i t a n t r a n s a c c i o n e s ni mutilaciones de n i n g u n a clase t r a t á n d o s e de su p r o g r a m a , que a c a b a m o s de i n s e r t a r , y que sería, á la verdad, la única base estable de la s o b e r a n í a de E s p a n a en Filipinas. No quieren, b a j o n i n g ú n concepto, á los frailes, y preferirían costear un ejército p e r m a n e n t e de 10.000 españoles ó de m a e s t r o s de' Instrucción pública peninsu a r e s , a n t e s que á los frailes. Arreglo de dudoso resultado.-

Sin e m b a r g o , v a m o s á p r o p o -


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ner un paliativo ó mal arreglo, pero n a d a m á s que como mal ai-reglo, dudando de su eficacia. Si el Gobierno no se atreve á expulsar á los frailes, de todos modos debe cortar los abusos de ellos, de que tanto se queja el país, nombrando prelados seculares que administren los bienes del clero indígena y lo gobiernen con imparcialidad, obligando á los párrocos frailes á secularizarse y proveyendo los curatos por oposición. Todo esto lo dispone el Concilio de Trento; pero los frailes pasan por Roma y por todo, como han pasado por la prohibición absoluta de n o m b r a r provisores y fiscales frailes, que el Gobierno de S. M. a c a b a de recordar en 1896, éncargando á los Administradores de Hacienda pública no paguen sus haberes si son frades, y, sin embargo, siguen cobrando y siendo todos frailes. Si los frailes nos objetan diciendo que queremos su e x . pulsión porque son el firme baluarte de Esoaña aquí, con testaremos que ni una sola compañía de Voluntarios han podido dar al Gobierno, porque, con sus crueldades, h a n perdido por completo su cacareado prestigio. Excelentísimo señor: ¡Claman al cielo las lágrimas de t a n t a s familias afligidas y a r r u i n a d a s por los frailes, y tarde ó temprano éstos recibirán su condigno castigo! ¡Ojalá no arrastren á España en su condenación! (1) El país nada impone, y confía en la legendaria hidalguía y proverbial rectitud de la Mètrópoli. á la cual no pedimos m á s que sincera justicia. Qué el Gobierno sea razonable y no sacrifique todo el país filipino y la misma España á los mezquinos intereses de las opulentas corporaciones religiosas. Dicho sea con todos los respetos debidos. Y para terminar, si V. E. cree necesarios mis servicios para ir de parlamentario al campo insurrecto, me pongo muy gustoso á su disposición para ir á proponerles lo que buenamente puede el Gobiernoconcederlesdesuprograma, dejando á V. E. mis seis hijos pequeños como rehenes, si duda que no he de volver; pero entie ido que, sin concesiones políticas, expondré inútilmente mi vida en a r a s de la P a t r i a , y podría suceder que me tomen por un vil espía. Por úlii no, excelentísimo señor, suplicamos respetuosamente á V. E. se digne procurar la libertad de tantos ino centes como gimen en estas prisiones y en la deportación, devolviendo á nuestras infelices familias sus padres, esposos y parientes, sin los cuales están pasando miserias indescriptibles. No se comprende cómo siguen en las cárceles y en la de(1) Fatidica profpcía q a e se cumplió.


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p o r t a c i ó n los s o s p e h c o s o s , s i e n d o a s í q u e se p o n e n en lir bertad á l o s verdaderos insurrectos presentados, resultando de peor c o n d i c i ó n q u e é s t o s los merainf n t e s o s p e c h o s o s ó calumniados. Esta anomalía da lu^ar, naturahnente, á u n a d e s c o n f i a n z a g e n e r a l , e s p e c i a l m e n t e en el c a m p o i n surrecto. L a s l á g r i m a s - d e g r a t i t u d de t a n t o s i n f e l i c e s h i j o s , e s p o s a s y p a d r e s a n c i a n o s á q u i e n e s V . K. d e v o l v e r í a e n t o n ces s u s a p o y o s y p r o t e c t o r e s , s u b i r á n al t r o n o de Dios p a r a b e n d e c i r v u e s t r o e s c l a r e c i d o n o m b r e , pidiendo p a r a E s p a ña la g u i m a í l l a de la paz, q u e en e s t o s t i e m p o s d e a d e l a n t a d a civilización es m u c h o m á s p r e c i a d a q u e el c r u e n t o laurel de la v i c t o r i a . E n t o n c e s , e x c e l e n t í s i m o s e ñ o r , s o b r e el p e d e s t a l d e q u e c a y ó p a r a s i e m p r e l a f r a i l o c r a c i a v e n g a t i v a y c r u e l , s e lev a n t a r á e n t o d a su m a j e s t a d E s p a ñ a c o n un r a m o de olivo en la m a n o y c o b i j a n d o c a r i ñ o s a , b a j o s u m a n t o m a t e r n a l , á s u s h i j o s o p r i m i d o s , que, en s u d e s e s p e r a c i ó n , se h a n visto o b l i g a d o s á e m p u ñ a r l a s a r m a s . E x c m o . Sr. I S A B E L O DE LOS

REYES.

E n 17 do M a y o del m i s m o a ñ o , concedió el S r . P r i m o do R i v e r a un i n d u l t o g e n e r a l á los presos.

. S E G U N D A P . \ R T E d)

Reformas

politices

qué Filipinas de

espera

del General

FrimO'

Rivera.

P r i s i o n e s políticas d e Manila, E n e r o - M a y o do 1897.

I EJ»

explosión

Miles y m i l e s de v i d a s lleva y a c o n s u m i d a s la a c t u a l , revolución en el b r e v e período de o c h o m e s e s , y eso quea ú n no se v i s l u m b r a s u t é r m i n o . ¡ C u á n t o , al fin, c o s t a r á (1) V a r i o s a r t í c u l o s q u e f o r m a n esta p a r t e , so h a n escrito a n t e s que lu p r i í n o r i, pura |.niblicnr¡ío cu los i)eriódioos d e la P e n í n s u l a , lo <iue so u d v i c r i c p ' u a d i s p e n s a r Ui v i v e z a de su l e n g u a j e . C.in d i c h o s artículos y otros posteriores, su h a f o r n u i d o esta s e g u n d a p a r t e , q u e d e s p u é s f u é p r e s e n t a d a al m i s m o g e n e r a l P r i m o do Pvivera, {\ Unes d e M a y o de 1897.


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cuando se acabe de desarrollar y á c u á n t o a s c e n d e r á el n ú m e r o total de victiaias c u a n d o se logre sofocar! No es una simple insurrección, sino v e r d a d e r a é importante Revolución (1) en que se debe Ajar la atención del Gobierno español p a r a estudiar sus consecuencias. Cuando éste h a necesitado movilizar un ejército de 40.000 soldados y u n a e s c u a d r a de m á s de diez buques, sería u n a incomprensible y criminal indiferencia no d a r á este movimiento espontáneo del pueblo toda la importancia que realmente tiene, como también sería funesto y provocador p e n s a r a h o r a en suprimir las últimas reforrnas legales y municipales, como lo desean los frailes. SiempTa s e r á ' s u i c i d a ó c o n t r a p r o d u c e n t e toda política que tienda á detener el arrollador curso del progreso y de los tiempos. A fln de no m a l o g r a r t a n t o s t o r r e n t e s de s a n g r e española y filipina, voy á escribir estos modestos apuntes, que no tienen m á s valor que la sinceridad con que los escribo, la veracidad de estos d a t o s y la importancia en el Katipúnan de las p e r s o n a s que me h a n hecho estas revelaciones y cuyos n o m b r e s irán aquí apareciendo. Los redacto en la misma sala donde nos hallamos reunidos unos 300 nresos políticos de distintas provincias del Archipiélago (Presidio, 10 Enero 1897); advirtiendo que yo acaljo de salir de la sala de los de cargos gravísimos, donde he estado a m a r r a d o con grillâtes á un pilar, h a c e m á s de un mes «¿Cómo es qu3 un Andrés Bonifacio, a u n cuando estuviera dotado de un espíritu democrático que a t r a í a con su amabilidad á s u s correligionarios, según a s e g u r a n éstos; cómo es que un Andrés Bonifacio, simple bodeguero ó alm a c e n e r o de u n a c a s a e x t r a n j e r a de no m u c h a importancia (2), que a p e n a s c h a p u r r e a el castellano, h a y a podido l a n z a r al campo á miles de ilusos ó engañados?» Así se p r e g u n t a b a el gobernador civil de Manila D. Manuel Luengo, al a p o s t r o f a r á los primeros presos- Y así se p r e g u n t a b a n h a s t a a h o r a , no sólo los d e m á s españoles, sino h a s t a los mismos katipuneros, los cuales a s e g u r a n que en el m o m e n t o de estallar la revolución su n ú m e r o no 1 e g a r í a á 10 000 (algunos le calculaban en 3.000 solamen te) en todo el Archipiélago. Sólo la historia puede c o n t e s t a r plausiblemente á esa pregunta. (1) B s t a f u é l a p r i r a e r a vez en que se dió á la'insurreoión filipina su verdadero n o m b r e de revolución. (2) L a de Fressel y Compañía, f a b r i c a n t e s de baldosas de cemunto comprimido.


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No ha sido, señor gobernador, el modesto bodeguero, sino el pueblo oprimido, que estalló. P a r a que explote u n a mina no se necesita la mano del hombre, basta un inconsciente c u a d r u m a n o que lleve un h a c h a ó un ratoncito a r diendo en petróleo, que se nos escapa en un m o m e n t o de expansión. En la f a m o s a reunión de Balintauak, en el momento solemne de estallar la sublevación -26 de Agosto de 1896— D. Andrés Bonifacio, como presidente del Consejo supremo del Katipúnan, expuso que se había descubierto el •complot (19 del misnio), y que p a r a salvar a los comprometidos que no estaban aún presos, era preciso lanzarse al combate, aun cuando no había llegado el plazo en que deberían estar a r m a d o s de fusiles procedentes del J a p ó n . Eíte plazo, según parece haber resultado en el expediente contra el Excmo. Sr. D Francisco L R o j a s y otros, sería el 31 de Diciembre de 1896; l.orenzo de l a ' P a z , el fusilado, asesino del artillero Barberà en P a n d a k a n , me dijo que seria el 1.° de Septiembre del mismo año; pero Rizal les aconsejó que esperasen dos años más, y no se sabe á punto fijo dicho plazo. Se dijo también que sería el 13 de Septiembre ó el 30 de Noviembre, ron motivo del Paseo del Real Pendón. Ignoro si lo de fusiles era cierto; es el caso que Andrés Bonifacio así lo hizo creer, probablemente, según sus enemigos, para cubrir la malversación de los fondos del K a t i p ú n a n . Los jefes se han opuesto á la proposición del presidente, opinando que esto era un g r a n sacrificio inútil y que no era prudente luchar con m a c h e t e s solau-iente, frente á los fusiles de que ellos carecían, a c o n s e j a n d o que se fuesen á esco'nder en los montes de San Mateo y que con esto se evitaría la declaración del estado de sitio. El presidente ya asentía á ello, pero el populacho, compuesto de u n a s 5()0 personas, casi todas campesinos ignorantes, rugió diciendo: «Ya que estamos aquí, en vez de morir de h a m b r e en n u e s t r a s viviendas á consecuencia del ningún escrúpulo con que nos explotan los hacenderos frali es, ó de m a r tirios en la fuerza de Santiago, o en los cuarteles de la Veterana y de la policía secreta, donde se dice torturan á los que ca '11 en sus g a r r a s denunciados por los frailes, preferimos morir vendiendo c a r a s n u e s t r a s vidas.5) (1). Y diciendo esto, se lanzaron sobre lo^ 30 individuos de la Guardia civil que iban á deshacer la reunión. Estos tuvieron que replegarse sobre Kalookán; pero los sublevados, en vista del oportuno refuerzo de una compañía de infan(1)

Kavelaclón de D . P e d r o N i c o d e m u s , que m a n d ó la ooliimna


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Lcria, se r e t i r a r o n á los m o n t e s p a r a r e u n i r á todos los-, c o m p r o m e t i d o s en la provincia de Manila. A visadas l a s provincias t a g a l a s vecinas c o m p r o m e t i d a s en la revolución, f u e r o n sublevándose Cavite y N u e v a Ecija, al m i s m o tiempo que los de Manila i n t e n t a r o n t o m a r esta p l a z a . Según t e l e g r a m a oficial del g o b e r n a d o r general, debían también levantarse entonces Bulakán, Batangas, Laguna, y Pampanga. Huelgan aquí los detalles de los c o m b a t e s diarios quee n t o n c e s o c u r r í a n . Mi á n i m o es sólo fijar la atención en el fondo del problema político que se ventila y plantearlo, en sus v e r d a d e r o s términos.

II C a u s a s de la Elevoluoión Son las m i s m a s que h a n e n g e n d r a d o todas l a s rbvoluc i o u e s que se r e g i s t r a n en la Historia universal de la H u m a n i d a d : el pueblo oprimido sacudiendo el yugo de sus t i ranos- Y al decir tiranos, conste que no m e refiero al Go bierno español, cuyos buenos deseos á favor del país s o n conocidos y agradecidos, c o m o se p a t e n t i z a en los b a n quetes dedicados por filipinos á los Sres. Balaguer, M a u r a y Despujol, en la p r i m e r a e t a p a del m a n d o de éste, los; cuales tienen iiuiclios a d m i r a d o r e s en todas las clases del país por las i m p o r t a n t e s m e j o r a s i n t r o d u c i d a s por ellos. Y no cito los dedicados á los Sres M o r a y t a y B e c e r r a , porque significan m á s bien las simpatías" que las i d e a s radicales de éstus despiertan en los partidarios de D. José Rizal. La m i s m a J u n t a directiva de Cavite h a m a n i f e s t a d o al g e n e r a l Blanco que no d e s e a n s e p a r a r s e de E s p a ñ a , sinoú n i c a m e n t e buscar el remedio de sus m a l e s con u n a protesta a r m a d a , pidiendo la expulsión de sus verdugos, que son los frailes, la devolución de los t e r r e n o s usurpados por éstos, la promulgación de la Constitución en este p a í s , participación d é l o s filipinos en los empleos públicos, r e b a j a de contribuciones, e t c . ¿Y qué necesidad hay de que sea a r m a d a esa protesta?' A e s t o , c o n t e s t a r e m o s en otro capítulo. Lo cierto es que el país s a b e y a g r a d e c e que los p a r t i d o s g o b e r n a n t e s de la Metrópoli auriguen buenos deseos d e h a c e r efectiva la f r a t e r n i d a d española y filipina, dando al país sus propios derechos políticos y s u s leyes, así como le h a dado su religió.n y su c u l t u r a . P e r o eso"s buenos d e s e o s se estrellan a n t e el poder que sobre el elemento b u r o c r á -


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tico ejercen las Corporaciones religiosas, g r a c i a s á sus inmensos é inagotables tesoros. Los frailes no sólo odian las r e f o r m a s liberales, sino que persiguen e n c a r n i z a d a mente a los que m u e s t r a n a l g u n a tendencia al progreso: s o n l o s verdaderos opresoresdel país, porque h a s t a se oponen á la propagación del idiom a castellano, consid e r a n d o ([ue podría ser vehículo' de ideas mod e r n a s ; á la construcción de ferrocarriles, 3or ser c o n d u c t o r e s de a civilización, y á la inmigración española, p a r a que ningún europso fiscalize'sus abusos y tiranías. P a r a s u b y u g a r al pobre filipino, se le h a ocurrido al fraile la D . FAtI.S'riNO VLI.I,.^RR01!L diabólica idea de sosK uiidador do la logia Patria tener su falso prestigio y pretendida superioridad antropológica por medio del desdén, y la ha imbuido en todos los europeos que t e n g a n relación con él; así es, que a u n e n t r e los m a s o n e s , y en general todos los peninsulares de larga residencia en el país, notarnos con a m a r g u r a profundo desdén en el t r a t o y cierto despego hacia los pobres filipinos, que tienen á m u c h a lionra el a g a s a j a r á los peninsulares. Pero los españoles recién llegados, que no han reciljido a ú n las maquiavélicas lecciones del írailismo, f r a t e r n i z a n fácilmente con los sencillos y a m a b l e s hijos del país. D. Domingo F r a n c o , el fusilado presidente de la A s o c i a ción burguesa La Liga Filipina, f u n d a d a por Rizal, al preg u n t a r l e yo las c a u s a s y promovedores de la i n s u r r e c ción, me contestó (1):—Lo ha producido un niño t o n t o , cuyo n o m b r e ensuciaría la lengua pronunciándolo, p o r q u e después de ser el a u t o r de todo, a h o r a se h a Dresentado á denunciar á los pobres á quienes h a podido a u c i n á r . (Y por fin, citó el n o m b r e de un médico que también s u f r i ó las penalidades del destierro; pero que no fué el autor). (1)

E i t o f u é cuando y a comenzaba á desarroHarse la guerra.


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—¡Hombre!—le contesté,—no s e r á t a n tonto c u a n d o h a podido seducir á m u c h o s . —Ya puede usted—me replicó—figurarse su nulidad, c u a n d o usted, periodista filipino, no le conoce siquiera. Es el caso que el país e s t a b a a b o n a d o á la sublevación, reinab a g r a n descontento por las deportaciones g u b e r n a t i v a s d e c r e t a d a s por T e r r e r o , W e y l e r , Despujol y Blanco. Cualquiera p e r s o n a e n t e n d i d a , usted m i s m o , por ejemplo, hubiera podido h a c e r o t r a cosa m e j o r que l a n z a r á esos pob r e s h o m b r e s en u n a l u c h a desigual. Va á h a b e r u n a c a r nicería t r e m e n d a y locá: yo no lo apruebo; sin e m b a r g o , h a de ser u n a magnífica página en la historia de Filipinas, de m u y útil e n s e ñ a n z a p a r a todos por sus i n e s p e r a d o s resultados. En efecto; aquel h o m b r e siguió vendiendo t r a n q u i l a m e n t e tabaco, pero esto no f u é obstáculo á que le fusilasen después de pocos meses. El Gobierno no distinguió á los ¡nocentes de los culpables, á los m e r o s m a s o n e s de los k a tipuneros, á los c a l u m n i a d o s de los sospechosos. Tal vez por exceso de celo, c o m o diría el g e n e r a l Blanco; y yo digo, por la siniestra m a n o del s a n g u i n a r i o frailismo, los jueces militares a r r a n c a b a n f a l s a s confesiones ó c o n f i r m a c i o n e s de las m a q u i a v é l i c a s invenc¡ones de los fríules, por medio de t o r m e n t o s , y en v¡sta de ellas h a c í a n prisiones, t o r t u r a b a n y fusilaban. E s t a b a e n t a b l a d a la g u e r r a y todos se h a l l a b a n obcecados, porque los frailes, con sus c r i m i n a les embustes, e n a r d e c í a n las a n i m o s i d a d e s c o n t r a el país desde la p r e n s a , el pùlpito y en los brindis. ¿Quién debía ceder"? P a r a el quijotismo español, h á b i l m e n t e explotado por las f u n e s t a s corporaciones rel¡g¡osas, ceder e r a ¡mpropio del legendario valor castellano, olvidando que t r a n s i gir es g o b e r n a r . En otros t é r m i n o s : ¿Quién e s t a b a obligado á m o s t r a r prudencia e n t r e el Gobierno y el pueblo Indígen a , que aquél consideraba c o m o niño al n e g a r i e los derechos políticos? La respuesta no e r a dudosa; pero es l á s t i m a que los a g e n t e s de la a u t o r i d a d no h a y a n s e c u n d a d o la sabia política del g e n e r a l Blanco, y que éste, al fin, t u v i e r a que c a e r á los rudos golpes del quijot¡smo n a c ¡ o n a l .

'Friste d e s p e r t a r . Triste, espantoso h a sido el d e s p e r t a r de este país de n u e v e millones de h a b i t a n t e s , que h a s t a a h o r a se h a proc u r a d o p r e s e n t a r i n t e n c i o n a l m e u t e en E s p a ñ a c o m o s e m i s a l v a j e , y que, sin e m b a r g o , concienzudos o r i e n t a l i s t a s e x t r a n j e r o s no h a n vacilado en c o n s i d e r a r c o m o s e g u n d o


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•apón, por sus especiales aptitudes y adelantos intelectuaes, y h a s t a h a n llegado á suponer s e r i a m e n t e que esta raza tiene comunidad de origen con la j a p o n e s a . Triste, espantoso h a sido p a r a la IVÍetrópoli el despertar de este país, que en parte, sólo en parte, se h a levantado con m á s de 200.OOU combatientes t a n aguerridos y tan expertos que, á diferencia de los cubanos, esperan á pie firme á su enemigo, resisten á las embestidas de un ejército, europeo en su-inmensa m«,yor¡a, de más de 40.00Ü h o m bres a r m a d o s con fusfles Mauser y con c a ñ o n e s de g r a n calibre ¿Y r o n qué hacen frente? Sólo con machetes y con los fusiles a r r e b a t a d o s al enemigo. Esto es lo general; pero en su desesperación han podido también fundir cañones y fabricar fusiles, utilizando las c a m p a n a s de las iglesias, el hierro de las fábricas de a z ú c a r y de las minas, y como carecen de metrallas y g r a n a d a s , lingen desaliar á su enemigo, provocándole con una bandera roja. Entonces la escuadra y el ejército español hacen caer sobre ellos lluvia de metrallas, y los insurrectos las van recogiendo para devolvérselas, á veces-con más acierto. Un pueblo de tales e m p u j e s no se puede considerar como insignificante, ni mucho menos como s a l v a j e ó colonia desigual.

Pero los o s c u r a n t i s t a s le han procurado p r e s e n t a r con este carácter p a r a negarle sus derechos políticos. Asi es. que en la Exposición filipina celebrada en Madrid en 1886 sólo se llevaron á la Península las r a z a s no civilizadas de moros, igorrotes y a e t a s , á pesar de que de 9 millones de habitantes con que cuenta el Archipiélago, a p e n a s si h a y 200.000 entre todas las r a z a s semisalvajes. Debieron ha"ber llevado, pero no llevaron, r e p r e s e n t a n t e s de los pueblos tagalos, iiocanos, bisayas, bicolesy otros que f o r m a n el núcleo de población de I'ilipinas, y asi h u b i é r a m o s podido ver periódicos redactados por jóvenes indígenas, sobre cualquier tema que diera el público de Mailrid, é impresos luego por c a j i s t a s y prensistas de la m i s m a r a z a ; mbiéramos oído composiciones musicales de profesores indígenas, e j e c u t a d a s m a g i s t r a l m e n t e por b a n d a s de la misma raza; hubiéramos presenciado zarzuelas de poetas filipinos, representadas por la F e r n á n d e z , C a r v a j a l , Ratia y otros verdaderos artistas del país. Así hubiéramos visto hacer primores á tallistas, escultores, pintores, carpinteros, canteros, tejedores, e t c . , filipinos. Si hubieran llevado clérigos indígenas, habríamos oído disertaciones sobre Teología, Cánones y Filosofía entre elocuentes discursos é inspiradas poesías de jóvenes filipinos. Si h u b i e r a n lie vado ingenieros, infantería y caballería indígenas, no nos sorprenderían a h o r a los inesperados desastres del ejército


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del general Blanco y las heroicas proezas dtí la infantería indígena, que condujo á la victoria á los ejércitos de los generales Polavieja y Primo de Rivera. Entonces hubiér a m o s tenido ociasión de a d u d r a r el valor, la destreza y la disciplina de la tropa filipina que esgrime sus a r m a s con agilidad y arte; h a b r í a m o s sabido que casi todos los maquinistas de Filipinas, navales y de tierra, son indígenas. ¿Y oué diremos de los jurisconsultos y escribientes' filipinos, que a pesar de su poco sueldo són los que tramitan los expedientes judiciales y administrativos, redactando ellos h a s t a las sentencias? Pero á trueque de negarnos nuestros derechos políticos, se h a procurado con g r a n empeño ocultar el verdadero valor de esta preciosa joya de la corona española. Y gracias al mutismo en que han.encerrado á este desventurado pueblo, al negarle su representación en Cortes y la libertad de prensa y de asociaciones, se h a n cometido y a r r a i g a d o abusos y costumbres lesivas, y m i e n t r a s se elevaban las cuotas de las contribuciones que m a t a b a n la industria, el comercio y la agricultura, se cometían g r a n d e s desfalcos, y de todo esto la prensa n a d a decía ó podía decir. Hasta que por fin, sin estas válvulas de seguridad, estalló la caldera de comprimidos resentimientos. Después de sangrientos y horrorosos combates, en que no siempre salió bien librado el numeroso y bien equipado ejército español, los generales Polavieja y Primo de Rivera van recuperando, a u n q u e á costa de n u m e r ó s a s b a j a s , los pueblos de Cavite, ocupados por los insurrectos; pero aun cuando llegasen á tomar todos, no h a b r á n po-. dido e x t e r m i n a r la insurrección, como se supone, porque estos se d e s p a r r a m a r á n por otras provincias, como ya lo están haciendo por B a t a n g a s y T a y a b a s , siguiendo el sistema cubano de combatir huyendo y a t a c a n d o á los pueblos indefensos, á fln de rendir á España por consunción económica, obligándola á costear aquí un ejéi^5Íto de 100.000 hombres, ó á conceder sus derechos políticos y la expulsión de sus implacables verdugos, ó sean los frailes. En estas guerrillas no valdrán los cañones ni Mai'isers, sino la destreza del indígena en el m a n e j o del m a c h e t e , la ligereza de su equipo, su sobriedad y su n a t u r a l e z a apropiada á este clima, mortífero p a r a la r a z a europea en operaciones, especialmente en la próxima época de a g u a s . Sólo han faltado á los insurrectos a r m a s de fuego, pero no siempre carecerán de ellas, porque como se ha visto en ,Ioló y Mindanao, la avaricia de los c o n t r a b a n d i s t a s de a r m a s de fuego no se a r r e d r a a n t e ningún peligro, y a d e m á s , porque ya son bastantes los fusiles a r r e b a t a d o s á los españoles y los encontrados en las haciendas de los


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frailes por los insurrectos. P o r eso el Gobierno no debe dormir sobre sus laureles después de m o m e n t á n e o s y temporales triunfos, sino al c o n t r a r i o , r e m e d i a r y evitar los m a l e s que h a n e n g e n d r a d o la presente revolución, es-• tableciendo su s o b e r a n í a , m á s bien que sobre las p u n t a s de las b a y o n e t a s , sobre las b a s e s de u n a sincera f r a t e r n i dad , que s e r á n m á s sólidas que las del odio, v e n g a n z a , desdén, indiferencia provocadora y e n s a ñ a m i e n t o con el débil. Dadnos las r e f o r m a s politico-económico-administrativas que b u e n a m e n t e podéis conceder á Cuba y P u e r t o Rico; pues d a d a la legendaria hidalguía española, no calpe suponer que nos las negáis porque no .somos t a n f u e r t e s como las Antillas. Y á los ilustrados frailes, que no "podrán n e g a r i m p a r cialidad y veracidad en estos artículos, les suplico no s e a n tenaces y obcecados en hundir, sólo por hundir (porque no existen motivos, ni personales, en la generali.lad de sus pobres víctimas) á los filipinos, porque y a no pueden son a r en tiempos c o m o Ios-pasados de su comnleta d o m i n a ción; en a d e l a n t e , sólo d o m i n a r á n en el elemento burocrático peninsular, pero y a no en el indígena Sobre todo, teman y eviten s e a n en lo f u t u r o víctimas parciales de la constitución y planes s e m i - a n a r q u i s t a s de los k a t i p u n e r o s j u r a m e n t a d o s , en c u y a biblioteca a p a r e c í a n en p r i m e r término los m a n u a l e s de h a c e r d i n a m i t a y m á q u i n a s infernales, constitución y planes que iré revelando en los subsiguientes capítulos.

IV ¿ Q u é necesitSiid h a h i : i d e q a e l a p r o t e s t a fuese armada? f í a dicho Víctor Hugo: «Cuando la Providencia e j e c u t a , ella m i s m a venda los ojos al reo.)i P a r e c e increíble, yo no sé qué interés tenían ciertos escritores fraileros en insultar un día y otro día al pueblo filipino, llamándole i n f a m e , cobarde, perezoso, estúpido, inmoral y o t r o s i n j u s t o s calificativos, especialmente en la p r e n s a ' m i s m a de'Filipinas, r e d a c t a d a por p e n i n s u l a r e s fraileros y consentida por la censura, que es muy escrupulosa en prohibir artículos que hablen de r e f o r m a s liberales, a u n q u e en sentido favorable al Gobierno. Estos fraileros se b u r l a b a n e n c a r n i z a d a m e n te de los indígenas i l u s t r a d o s . Y c u a n d o el país empezó á r e c l a m a r sus d e r e c h o s políticos por boca de sus escritores, se levantó u n a rechifla g e -


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n e r a l c o n t r a ellos; se h a n torcido sus intenciones pacíficas; y aun en g r a n d e s solemnidades religiosas, en que asistían las primeras autoridades del Archipiélago y numeroso público, los predicadores frailes, el dominico P. F e r n á n d e z Arias y el agustiniano f r a y Coco ó Descoco, provocaron al pueblo filipino desde el pùlpito, y el último e apostrofó, desafiándole con estas imprudentísimas palabras: «Ya que sangre queréis, s a n g r e se d e r r a m a r á . » El diputado por W e y l e r , W e n c e s l a o R e t a n a , que h a medrado con su pluma descocada, puesta al servicio de los frailes, h a publicado, entre otros artículos y folletos muy insultantes al país, un libelo en que coleccionó calumnias (hasta sobre la vida privada de os atacados) cont r a los filipinos que escribíamos en periódicos, y á mí, que en medio de su rabia h a colocado ál f r e n t e de ellos, me a r r e m e t í a cruelmente, pero sobre todo, se burlaba de la que él l l a m a b a mi osadía al pedir en la misma prensa de Manila, senadores y diputados por Filipinas, y en el apogeo de su locura, me ha proferido estas necias p a l a b r a s , que, como d e s g r a c i a d a m e n t e y a lo vé, no han caído en saco roto: «¡Desdichado! Los derechos políticos no se piden como dulces; ///se tomanUÍ>> ¡Lástinia g r a n d e que en vez de esa ji.iventud florida de valientes soldados, que al a b a n d o n a r á sus padres y espos a s en la Península, las d e j a n en la m á s completa miseria! ¡Lástima grande, repito, que el Gobierno no eche m a n o a h o r a de los B a r r a n t e s , KioRiap, Comenge, Arias, Koko, R e t a n a , Chápuli y otros escritores que han provocado la justa indignación de Filipinas! Y vaya mirando el Gobierno español si le es m á s conveniente'en el campo de b a t a lla ó en el terreno de m u t u a s concesiones, g a n a r las simpatías del país. El quijotismo resulta t r a s n o c h a d o en esta época positivista. ¿Qué persona s e n s a t a dice a h o r a que la h o n r a de Italia ha sufrido con la paz firmada con Abisinia? ¿Quién puede dudar que Italia es infinitamente m á s poderosa, no sólo que Abisinia, sino que m u c h a s naciones europeas? Lo que h a ocurrido aquí es que en Italia h a triunfado el sentido común, y a h o r a resulta m á s g r a n d e esta nación m o s t r á n d o s e benévola con otra conocidamente m á s débil que ella, que si hubiera seguido la política de mal entendido a m o r propio. No pretendemos suprimir de una plumada la patriotería del vulgo español, como tampoco el chauvinismo francés; pero deseamos que, así como el Gobierno de F r a n c i a no hace caso de la Lisa de patriotas, siga el Gobierno español s e m e j a n t e conducta, porque tiene obligación de reprimir con su prudencia l o s a r r e b a t o s d e l a prensa f r a i l e r a . Tampoco Inglaterra h a tomado á pecho sus


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agpaviosy d e r r o t a s c a u s a d a s p o r países n a c i e n t e s de Africa. Y, g r a c i a s á Dios, no sólo la p r e n s a p e n i n s u l a r , sino h a s t a el m i s m o g e n e r a l P o l a v i e j a , h a n reconocido que h a sido c o n t r a p r o d u c e n t e la política de s e v e r a represión, y a n t e s de a b a n d o n a r este Archipiélago aquél g o b e r n a d o r , t r a t ó de rectificar n o b l e m e n t e su e r r o r , publicando amplio indulto y d a n d o libertad á m á s de l.OüO presos. Nos e n g a ñ a r e m o s m u c h o si la política de atracción del g e n e r a l P r i m o de Rivera, si la sigue con p e r s e v e r a n c i a , no h a d e producir m e j o r e s resultados que la t e r r o r i s t a del g e n e r a l Polavieja.

V P r o g r a m a de l a R e v o l u c i ó n H a n tenido varios, distintos en el articulado, pero conf o r m e s en el fondo. Los progresistas filipinos b u r g u e s e s , r e p r e s e n t a d o s en la P e n í n s u l a por la Asociación Ínspanofihpina y e n el A r c h i p i é l a g o p o r la f e n e c i d a Liga filipina,

h a n publicado &VL La Solidaridad su p r o g r a m a , que es p u r a m e n t e asimilisla, y p a r a realizarlo c o n s i d e r a b a n n e c e s a r i a s la expulsión de los frailes y la representación filipina en l a s Cortes, que e s p e r a b a n conseguir por medios legales. Los plebeyos k a t i p u n e r o s a b r i g a b a n iguales a s p i r a ciones, pero c o n s i d e r a b a n poco eficaces las p l a t ó n i c a s solicitudes y se a p r e s t a b a n á c o n q u i s t a r con l a s a r m a s s u s d e r e c h o s políticos, única m a n e r a de conseguirlos, c o m o los m i s m o s frailes lian dicho en t o n o a m a r g a m e n t e despreciativo y p r o v o c a d o r . El primitivo p r o g r a m a d é l o s k a t i p u n e r o s . lo h a n e n v i a d o al señor g e n e r a l Blanco, y conoce y a el público, por h a b e r se publicado en la p r e n s a p e n i n s u l a r . E s t á p o b r e m e n t e r e d a c t a d o , es v e r d a d , pero indica lo suficiente sus q u e j a s c o n t r a los frailes y c o n t r a los partidos g o b e r n a n t e s de la Metrópoli, que h a s t a a h o r a no h a n hecho m á s q u e s e r v i r los intereses de aquéllos en perjuicio del p a í s . Al fin, parece ser que los deseos de uno y o t r o e l e m e n t o (pudiente y proletario ó ilustrado y campesino) se h a podido c o n d e n s a r en el p r o g r a m a (véase la pág. 34 de la prim e r a parte) elevado ú l t i m a m e n t e al E x c m o . Sr. D. F e r n a n d o P r i m o de Rivera, a c t u a l g o b e r n a d o r y c a p i t á n gen e r a l de Filipinas, por el que suscribe. C u a n d o el gobern a d o r civil de Manila d e s i g n a b a en la visita e x t r a o r d i n a ria de Bilibid, en 17 de Mayo, á los presos i n d u l t a d o s q u e h a b í a n de ir á d a r las g r a c i a s á dicho g e n e r a l por el indulto, un grupo de 300 t a g a l o s le pidió que yo f u e s e el q u e


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h a b l a s e por ellos, y e s t a es la m e j o r prueba d e q u e i n t e r p r e t o a q u í fielmente s u s d e s e o s (1). Sólo c o n c e d i e n d o lo j u s t o á los i n s u r r e c t o s , se les p o d r á d e s a r m a r b u e n a m e n t e . De lo c o n t r a r i o , s e r i a n e c e s a r i o s o j u z g a r l o s con l a s a r m a s . P e r o si los e s p a ñ o l e s los s o j u z g a n y n o les c o n c e d e n lo q u e piden e n su p r o g r a m a , p r o b a b l e m e n t e se r e p r o i l u c i r á la i n s u r r e c c i ó n m á s b r e v e de lo q u e c r e e n los periódicos, q u e influidos por los f r a i l e s , t r a t a n de tío c o n c e d e r n a d a á los i n s u r r e r t o s , c o m o si é s t o s f u e s e n t a n d é b i l e s c o m o s u p o n e n , ni t a n nifíos quo sólo por niñerías e s t á n s o s t e n i e n d o con increíble t e n a c i d a d e s t a g u e r r a t a n desigual, en la q u e y a llevan perdidos u n o s 10.000 h o m b r e s , s i ' v a m o s á c r e e r lo que dicen los periódicos. Y si n o s e a r r e d r a n los i n s u r r e c t o s con t a n t a s h e c a t o m b e s de los s u y o s , s e r á p o r q u e •es m u y p r o f u n d o y d e s e s p e r a n t e el m a l q u e les h a b í a l a n z a d o á la g u e r r a , ó s e a el f r a i l i s m o se y el f r a i l i s m o d é l o s p a r t i d o s g o o e r n a n t e s de la Metrópoli (2).

Ija « u e s t i ó » agraria. U n o de los g r a n d e s móviles d e la p r e s e n t e r e v o l u c i ó n , e s l a c u e s t i ó n de t e r r e n o s , y p r u e b a de ello es q u e casi solo l a s p r o v i n c i a s d o n d e poseen t e r r e n o s los f r a i l e s s e h a n lev a n t a d o en a r m a s . Desde h a c e diez a n o s a t r a v i e s a el país u n a crisis c o m e r •cial q u e se h a a g r a v a d o en e s t o s ú l t i m o s a ñ o s ; el añil ó índigo e s t á c o m p l e t a m e n t e p a r a l i z a d o , y h a n b a j a d o t a n t o los precios del a b a c á y del a z ú c a r , que a p e n a s c u b r e n los •gastos de e x p l o t a c i ó n ; el c a f é h a d e s a p a r e c i d o por un bi c h o que a s o l ó los c a f e t a l e s , y p r e c i s a m e n t e subió de p r e CÍO sólo el a r r o z , a r t í c u l o de p r i m e r a n e c e s i d a d , p o r s e r la b a s e de la a l i m e n t a c i ó n del filipino, y t a m b i é n c o n los a l t o s c a m b i o s h a n e n c a r e c i d o los a r t í c u l o s de i m p o r t a ción A todo esto a ñ á d a s e que allá, por los m e s e s de J u n i o y Julio de 1896, c o m p a c t a s - n u b e s de l a n g o s t a a s o l a r o n l o s

(1) Bl m i s m o A g u i n a l d o aceptó mi p r o g r a m a y lo i n s e r t ó en su f a oso Manifiesto, q u e se r e p r o d u j o en el Diario Anunciador del Japi'm " e 7 d e Agosto de 1897 .y en la p r e n s a d e M a d r i d . E s t e Manifiesto lo r e d a c t é en t a g a l o g en T a m b o b o n g á fines de M a y ó de 1897, é ignoi o a ú n cómo llegó á m a n o s del célebre caudillo.—Nota posterior. (2) H a s t a a h o r a los h e c h o s v a n c o n f i r m a n d o estas p r e d i c c i o n e s , escritas de E n e r o á Mayo d e 1897.—Nota de El Itepublicano en 25 do A b r i l de 1898.


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sembrados de arroz, y un pavoroso porvenir se presentaba entonces á los campesinos. Por eso éstos, en su desesperación, h a n nutrido las filas de la revolución, porque y a estaban c a r g a d o s con la poca humanidad de los hacenderos frailes, que en vez de dispensarles parte del canon por los b a j o s precios de los productos ó por los destrozos de la langosta y de la sequía, iban c a d a vez m á s alzando la cuantía del cánon. En San J.uan del Monte, en donde se han hbrado las primeras batallas en iVIanila, me han contado que por un •loan (diez b r a z a s en cuadro) de tierra labrantía, pagan de cánon a n u o cuatro pesos y a d e m á s exigen los hacenderos •un sobrecánon de diez reales vellón por cada tronco de manga (árbol frutal) que tenga ó plante el inquilino: dos reales y medio por cada m a t a de c a ñ a espino; 35 céntimos de peseta por c a d a tronco de ilang-ilang, del que no se •utilizan m á s que las flores. Sobrecánon que es de todo punto injusto exigir á los pobres inquilinos, en r a z ó n á que fienen a r r e n d a d o el terreno, y es muy n a t u r a l que lo exploten, sobre todo, porque esas plantas constituyen g r a n mejora p a r a la tierra a r r e n d a d a , á favor del terrateniente ó hacendero. Dicen que los hacenderos frailes de Cavite, cuando cobran el cánon en metálico, imponen los precios del palay ó arroz que ellos quieren, y si algún aparcero se opone á seguirlos, le quitan el terreno que él tiene arrendado y probablemente y a mejorado con desembolsos continuos. Y si pagan en especie, el lego receptor pone un caván de palay en una tina, y si flotan algunos granos, dice que contiene muchos de" esta clase sin grano ó contenido, y para recibirlo, lo limpian en un aventador de g r a n potencia, haciendo v o l a r ' m u c h o s g r a n o s buenos, que se pierden para el inquilino. Y, a d e m á s , no se paga el palay mojado, porque, según costumbre, se regala para el caballo del hacen-lero. Hago la justicia de que los superiores de los frailes delien de ignorar estas cosas de los h e r m a n o s legos; pero estos son u n a verdadera calamidad p a r a los pobres aparceros. Yo creo que haría bien el Estado (sí no confisca estos terrenos como indemnización de guerra) en obligar á los frailes á venderlos en subasta á los aparceros en peque,ñas parcelas, que deberán pagar á plazos como los t e r r e nos realengos incultos. No olvide el Gobierno que no se ha alterado ei orden en provincias donde está bien repartida' la propiedad e n t r e los indígenas. Veamos otro aspecto de la cuestión. Un filipino desea ocupar un terreno que, equivocadamente ó por venganza, quiere suponer que pertenece á la Capellanía ó hacienda •1


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del f r a i l e , perq q u e e n r e a l i d a d lo p o s e e h e r e d a d o de susa n t e p a s a d o s o t r o i n d í g e n a . El p r i m e r o v a á i n t r i g a r c o n el c u r a , diciéndole q u e le h a n u s u r p a d o p a r t e del t e r r e n o q u e él a d m i n i s t r a . El c u r a r e p r e n d e á su s n b - a d m i n i s t r a d o r , y por s e r é s t e fi ¡pino, n o se r e c a t a de l l a m a r l e dir e c t a ó i n d i r e c t a m e n t e e n c u b r i d o r . O f e n d i d o el s u b - a d m i n i s t r a d o r , d e s p u é s de h a c e r p r e s e n t e á su a m o s u e q u i v o ción, por f u e r z a t i e n e q u e c u m p l i m e n t a r l a s ó r d e n e s d e é s t e , y e n d o á e x i g i r l a s a n u a l i d a d e s 'cencidas al s u p u e s t o i n q u i l i n o ó u s u r p a d o r . E s t e se o p o n e , n a t u r a l m e n t e , y e h t o n c e s el q u e p r e t e n d e el t e r r e n o p a g a al c u r a el c á n o n c o r r e s p o n d i e n t e , y c o n el recibo y la t a r j e t a de r e c o m e n d a ción de é s t e , p r o m u e v e el l a n z a m i e n t o del v e r d a d e r o d u e ' ño e n el j u z g a d o de P a z (municipal). El j u e z de P a z , t a m b i é n filipino, por m i e d o al c u r a , q u e p o d r í a d e p o r t a r l e g u b e r n a t i v a m e n t e , a c u s á n d o l e de a n t i e s p a ñ o l ó d e s t i t u i r le c o n s u s t e r r i b l e s i n t r i g a s , ó s i m p l e m e n t e p o r g r a t i t u d ó por a d u l a r l e , p u e s sólo s o n j u e c e s de P a z y c a p i t a n e s m u nicipales los elegidos del c u r a , p r e s t a su a u x i l i o al i n t r i g a n t e ó u s u r p a d o r . y s¡ el l e g í t i m o d u e ñ o n o l e v a n t a á t i e m p o su c a s i t a , la d e s t r o z a n ó r e d u c e n á c e n i z a s , c o m o lo h a n h e c h o con l a s c a s a s d e la f a m i l i a y p a r i e n t e s de d o n J o s é Rizal. E n el c a s o c i t a d o t o d o s los a c t o r e s son filipinos, y a q u í lo de la peor c u ñ a , y el c u r a r e p r e s e n t a el papel de e n g a ñ a d o , i m p a r c i a l v n e n t e h a b l a n d o , p e r o le d a n el papel d e e j e c u t o r ; por eso d e b e n e v i t a r l a s i n t r i g a s de su f e l i g r e s í a . L o s i m l í g e n a s de C a v i t e dicen q u e con s e m e j a n t e s ú otros, p r o c e d i m i e n t o s los h a c e n d e r o s f r a i l e s de a q u e l l a p r o v i n cia se h a n a p o d e r a d o de t e r r e n o s a j e n o s ; t a n t o es así. q u e c u a n d o i n t e n t a r o n inscribir en el R e g i s t r o de la p r o p i e d a d s u s títulos, no p u d i e r o n a c e p t á r s e l o s por d e f i c i e n t e s , y e s tos t e r r e n o s , c u y a p r o p i e d a d n o pueden j u s t i f i c a r p l e n a m e n t e los f r a i l e s , son los que p r e t e n d e n los i n s u r r e c t o s q u e s e d e v u e l v a n por u n a'cto e n é r g i c o de la S u p e r i o r i d a d q u e c o n t r a r r e s t e la a p l a s t a n t e i n f l u e n c i a de l a s r i c a s C o r p o r a c i o n e s r e l i g i o s a s en los J u z g a d o s , y, e n g e n e r a l , en el mundo burocrático. V I I j]Vecesl(Iiid d « 1» a u t o n o m i a

municipal

. L a culpa del G o b i e r n o en c a s o s s e m e j a n t e s al c i t a d o s o b r e u s u r p a c i ó n de t e r r e n o s , c o n s i s t e en la f a l t a de la v e r d a d e r a a u t o n o m í a m u n i c i p a l , p o r q u e el c u r a es el a m o e a t o d o s los r a m o s por la i n t e r v e n c i ó n q u e s i e m p r e le d a


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el Gobierno en las elecciones y consejos del Municipio, resultando nominales dichas elecciones, porque n a d a valen, si no están conformes con los informes secretos del cura y de la Guardia civil, que suelen ser caprichosos ó arbitrarios por lo mismo que no responden d é l o que dicen. Es preciso que tanto el capitán (alcalde) como el juez municipal (de paz), sean libérrimamente elegiilos como en las Antillas, por los concejales (vocales delegados del Municipio), sin intervención alguna del cura; y si alguien tiene que informar, qué responda de la vera idad de sus asertos, para lo cual se notificarán al perjudicado los informes desfavorables á fio de poderlos r e f u t a r debidamente. Los frailes no tienen otro motivo que su irreconciliable odio al progreso y al prestigio de la raza filipina, f)ara pretender la supresión de los juzgados municipales ó de paz, los cuales representan una g r a n m e j o r a ó beneficio á favor de los ve '.inos que y a no tienen necesidad de acudir á la capital de la provincia para dirimir sus litigios de escasa cuantía. Pero convenimos con los frailes en un punto importante, y es que tienen razón para decir que los actuales jueces de paz no son los m á s honrados de cada pueblo, y que á veces resultan vampiros en vez de jueces conciliadores; pero el mal no está en la institución, sino en la f o r m a de elegir el personal. Kn vez de ser elegidos por los concejales del .Ayuntamiento de cada pueblo como en Cuba, los jueces de paz son elegidos por la .Audiencia territorial en terna arbitraria presentada por el Juzgado de primera instancia, y, naturalmente, suelen salir elegidos los picajleitos ú otros curiales de esos que, sin sueldo, pululan en os juzgados. Y si actualmente hay muchos jueces de paz que con su conducta dan que decir, los frailes son los que menos deben m u r m u r a r , porque nadie sale elegido p a r a este cargo sin su informe favorable. Los frailes, á no ser en el mundo borocrático, donde con su dinero ejercen decisiva influencia, ya no son nadie entre los filipinos, especialmente después de la presente guerra en que se ha patentizado que n a d a pueden con los indígenas cuanrio éstos sacuden su yugo con las a r m a s . Así es q le creo muy prudente separar al fraile del Municipio y completar la"ley m\inicipal unificándola con la peninsular, y habiendo perdido los frailes su prestigio, no hay necesidad de conservar las estrambóticas denominaciones de capitán mimicipal en vez de alcalde, e t c . . sólo por contentar la refinada soberbia del destronado cacique.


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VII! Lia p r e n s a

peninsular

D e c í a m o s en el capítulo c u a r t o , que el q u i j o t i s m o result a t r a s n o c h a d o en e s t a é p o c a positivista y a h o r a a ñ a d i r e m o s que el q u i j o t i s m o p u e d e ser n m y l a u d a b l e si no se i n t e r p r e t a r a .por p a t r i o t e r í a cruel, c o m o i n s i n ú a n los f r a i les s a n g u i n a r i o s , y sí por su g e n u i n o s e n t i d o de h i d a l g u í a , la cual es l e g e n d a r i a en el pueblo e s p a ñ o l , y c o n s i s t i r á , en el p r e s e n t e c a s o , en h a c e r j u s t i c i a á todos, d a n d o á Filipin a s l a s c o n c e s i o n e s políticas h e c h a s á l a s A n t i l l a s , p a r a que j a m á s se dig'i q u e se n i e g a n á e s t e país, p o r q u e é s t e 'es m á s débil que a q u é l . C a u s a d e s e s p e r a n t e a m a r g u r a en el á n i m o la l e c t u r a de los periódicos p e n i n s u l a r e s . No t a n t o se o c u p a n d e la g u e r r a de C u b a , c o m o de pedir el i n m e d i a t o p l a n t e a m i e n t o de l a s r e f o r m a s , p a r a que la acción política a y u d e á la a c c i ó n m i l i t a r . P e r o de Filipinas, a b s o l u t a m e n t e n a d a ; no sólo n a d a , sino q u e periódicos que se l l a m a n p o m p o s a m e n t e liberales, sirven d e s e n m a s c a r a d a m e n t e los b a s t a r d o s int e r e s e s de l a s r i c a s c o r p o r a c i o n e s religiosas, i n s i n u a n d o la fingida i n f a n c i a del pueblo filipino y la c o n v e n i e n c i a de v o l v e r á las v i e j í s i m a s leyes de Indias, s u p r i m i é n d o l a s e s c a s í s i m a s y m u t i l a d a s c o n q u i s t a s l e g a l e s ' q u e la m a g n a n i m i d a d de c i e r t o s m i n i s t r o s h a concedido á e s t e d e s h e r e dado país. «Nadie i m a g i n e , dice un periódico r e p u b l i c a n o t i t u l a d o El Libei-al, que p a s a por n u e s t r a s m i e n t e s c o s a q u e se par e z c a á r e f o r m a s políticas; n o se p u e d e discutir en serio l a eficacia de s e m e j a n t e r e c u r s o . E s evidente que por l a r g o t i e m p o y m i e n t r a s n o a c u d a á c o n t e n e r el m a l u n a n u m e r o s í s i m a colonización e s p a ñ o l a , no p o d r á n n u e s t r a s r i c a s p o s e s i o n e s del E x t r e m o O r i e n t e salir de la c a t e g o r í a de c o l o n i a s desiguales.» N o s o t r o s d e s e a m o s e s a e m i g r a c i ó n e s p a ñ o l a , si es la condición q u e E s p a ñ a n o s e x i g e p a r a t r a t a r n o s c o m o á h o m b r e s ; p e r o p a r e c e s e r i m p r a c t i c a b l e y, por c o n s i g u i e n te, j a m á s , ó por l a r g o t i e m p o a ú n , p o d r e m o s a s p i r a r á n u e s t r o s d e r e c h o s políticos. ¿De m o d o q u e , d e s p u e s de h a b e r d e r r a m a d o ríos de s a n g r e con que d e m o s t r a m o s á E s p a ñ a la n e c e s i d a d q u e t e n í a m o s de n u e s t r o s d e r e c h o s políticos p a r a d e j a r de s u f r i r t a n g r a v e s y s a n g u i n a r i o s atropellos, p e r s e c u c i o n e s y a b u s o s , a h o r a n o s e n c o n t r a m o s con u n p r o v o c a d o r « P e r d e d t o d a e s p e r a n z a » ? P o r q u e si v a m o s á e s p e r a r el plazo s e ñ a l a d o p o r dicho periódico


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y casi l o d a l a prensa española, indudablemente será m á s corto el camino que conduce á la independencia del país, como lo d e m o s t r a r e m o s en el último capítulo. El Liberal dice que un periódico conservador ha pedido r e f o r m a s políticas p:ira Filipinas. Entonces, si h a s t a los conservadores ven la patente necesidad de esas r e f o r m a s ó concesiones políticas, ¿por qué los liberales no las van á pedir también? Todavía no desesperamos de la justicia de la Nación; todavía esperamos que al fln los partidos g o b e r n a n t e s sabrán s u s t r a e r s e de la f u n e s t a influencia del frailismo. Lo incuestionable es que Filipinas h a despertado con inesperados bríos de su letargo de cuatro siglos largos, y tarde ó temprano, bien ó mál, conquistará sus inalienables derechos políticos, y si Puerto Rico se h a hecho sagastino porque á f^agasta cree deber sus conquistas políticas, Filipinas formai á parte del partido, cualquiera que sea, que le conceda sus derechos. El Resumen de Madrid (2 de Abril de 1897) dice: «Pasaron los tiempos en que el vencedor imponía la cadena de vil esclavitud al oprimido. No es leal ni justo invocar principios democráticos ni apellidarse liberales y s u s t e n t a r las teorías del señorío y la servidumbre. La insurrección t a gala ha sido una protesta contra e l p i o c e d e r d e las Comunidades que en el Archi|)iélago ejercen una influencia in concebible. ¿Hay que dar satisfacciones todavía á las Ordenes y sellar la paz con nuevas franquicias á favor de los que fueron, con razón ó sin ella, causa eficiente del pronunciamiento? A tanto equivaldría pretender la curación de un inválido mezclando con las pócimas medicinales los caldos bacteriológicos que contuvieron los propios g é r m e n e s c a u s a n t e s ríe la dolencia.» ElDíaáÍKB á su vez: «La política sin e n t r a ñ a s hay que sustituirla con la política h u m a n a y cristiana en la gobernación del Estado. Los mártires de una causa engendran héroes á la par que sectarios». El mismo Liberal escribe después: «Las victorias de estos días no pueden considerarse comò u n a definitiva solución, sino como un ventajoso punto de partida. El Ejército y la Marina han cumplido con su deber. V a y a n preparándose ya los gobernantes y los políticos al cumplimiento" del suyo » Vamos, pnes, ya pensando seriamente en el primer a r tículo del p r o g r a m a de la Revolución, que es: la expulsión de los frailes, confiscación de sus bienes como indemnización de g u e r r a , y secularización y provisión de sus c u r a - ^ tos en sacerdotes seculares españoles y filipinos. P a r a justificar esta radical medida, b a s t a fijarse en las


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ciuco responsabilidades g r a v í s i m a s que e n u m e r a m o s de los frailes en la p r i m e r a p a r t e (pág. 3l), y u n a sola de las cuales sería m á s que suficiente p a r a ello si se t r a t a s e de o t r o s países, las Antillas, por e.jemplo. P e r o se me a n t o j a c r e e r que el Gobierno, á pesar de los p e s a r e s , nos s e r v i r á frailes h a s t a h a r t a r n o s y t e n e r l o s que v o m i t a r el país I X K l svenerai 2'riino

de

SSivera y Bos

frailes

M Liberal del 27 de M a r z o de 1897, dice: «El g e n e r a l P r i m o de Rivera, que ha c o n f e r e n c i a d o en estos últimos días con los p r o c u r a d o r e s de las Ordenes religiosas, va á Manila después de d e m o s t r a r á éstos que es preciso que no sigan p r o s p e r a n d o privilegios que no se a v i e n e n con el espíritu de los tiempos.» E s t á bien; p o d e m o s contentarnos^po»- ahora con eso, con tal que se s u p r i m a n los siguientes e s c a n d a l o s í s i m o s privilegios: 1." Privilegio de los frailes p a r a monop'^lízar los obispados de Filipinas, r e s u l t a n d o que f o r z o s a m e n t e • tienen que ser p a s t o r e s del clero indígena, al que no pueden t r a t a r sino c o m o lobos, desde el m o m e n t o en que le consider a n c o m o rival é incompatible con sus intei-eses. 2.°- Privilegio de desobedecer las disposiciones del Concilio de T r e n t o , r e l a t i v a s á la prohibición p a r a los frailes de poseer bienes, de a d m i n i s t r a r p a r r o q u i a s , de proveerl a s a r b i t r a r i a m e n t e sin oposición y en calidad de interinos. 3." Privilegio de i n t e r v e n i r en la municipalidad, en l a s J u n t a s p'-ovinciales y en el Consejo de a d m i n i s t r a c i ó n , i n t e r v e n c i ó n que en n i n g u n a p a r l e se les d a . 4 . ° Privilegio de s o b r e p o n e r s e á los decretos del Gobierno c o m o al r e f e r e n t e á la prohibición de desempeiiar los frailes los provisoratos y fiscalías eclesiásticas. Privilegio de a t r e p e l l a r i m p u n e m e n t e , de d e p o r t a r g u b e r n a t i v a m e n t e con i n f o r m e s privados y sin necesidad de justificarlos. 6.° Privilegio de inutilizar, s u s p e n d e r ó d e r o g a r las leyes que envía el Gobierno de S. M. 7.° Privilegio de u s u r p a r t e r r e n o s , de i m p o n e r s o b r e c á n o n , e l e v a r el c á n o n i n c e s a n t e m e n t e y de e m p l e a r m e didas ilegales. 8.° Privilegio de e x c e d e r s e del a r a n c e l eclesiástico d e s p r e c i a n d o la e x c o m u n i ó n con que se c a s t i g a á los c o n t r a ventores. 9." Privilegio de oprimir i m p u n e m e n t e al clero i n d í g e n a y al país en g e n e r a l .


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10. Privilegio de ser secundado en su política rnaquia"vélica de persecución y o s c u r a n t i s m o . ¡Víientras los frailes vivan en corporaciones, siempre d a r á n m u c h o que h a c e r . a l Gobierno. Ellos, considera los individ xalmente, a u n t r a t á n d o s e de los malos, no son tan m a l o s como la m i s m a corporación, porque é s t a es la s u m a de las m i r a s egoístas de todos, de las maquiavélicas tradiciones de s u b y u g a r al lilipino con el azote y con un t r a t o desdeñoso. Se les o r d e n a al salir del c o n v e n t o t u t e a r al filipino, perseguir ai que dem u e s t r e tentlencia al progreso y hundir al que no pueda s o p o r t a r sus opresiones y desprecios. El que i n c u r r a en a l g u n o de estos h o r r e n d o s c r í m e n e s s e r á perseguido y hundido con todo el peso de la poderosa corporación, y ningún fraile, por bondadoso que s e a , se a t r e v e r á á a b o g a r por el desgraciado, so pena ile c o r r e r la m i s m a s u e r t e , como ocnrrió en l8.l5 al sabio agustino F r . Salvador Pons, modelo de p á r r o c o s por sus virtù les, y, sin e.mbargo. f u é atropellado y az-^tado por sus h e r m a n o s de hábito, sólo por que se atrevió á <lenunciar á su prelado provincial los e s c á n d a l o s de sus h e r m a n o s y c o m p a ñ e r o s en las p a r r o q u i a s de llo-llo. Un fraile denunciado judicialmente por filipinos, si se p r u e b a su culpabilidad, se c a s t i g a r á t r a s l a d á n d o l e á o t r a p a r r o q u i a m á s ináportante p a r a s o s t e n e r su prestigio, que es el de la corporación, según ellos pretenden, sin perjuicio de perseguir á sus a c u s a d o r e s . Yo no veo justicia, sino m a n e r a de a s e g u r a r la impunidad de ciertos a c t o s , ien esto de c o n f u n d i r la c a u s a de u n a respetable corporación con la de un malvado, que n u n c a f a l t a en c o r p o r a ciones c o m p u e s t a s de c e n t e n a r e s de personas. Jesús no se deS'leñó de haber teñirlo un J u d a s de sus doce escogidos; pero las Ordenes religiosas de Filipinas no pueden a c e p t a r que e n t r e ellas h a y a a l g u n a excepción. En siglos pa'^ados pudo haberse t o l e r a d o todo eso, pero el absolutismo ha m u e r t o y a en el siglo XIX. Dad crédito á vuestros propios ojos y no á v u e s t r a s Reglas, que pudieron h a b e r sido muy a c e p t a b l e s en p a s a d a s c e n t u r i a s pero n u n c a en la a c t u a i . Nos c o m p l a c e m o s m u c h o en reconocer que el m á s m a l o de los frailes no c a r e c e de a l g u n a virtud; por eso, todos ellos, individualmente considerados, m e r e c e n . m i e s t r o . s i n cero respeto, y yov h a b l a n d o individualmente, no tengo inc o n v e n i e n t e alguno en que sigan d e s e m n e ñ a n d o como seculares sus c u r a t o s , que h a y a n sido d e b i d a m e n t e adquiridos; así podrán ser malos, pero también podrán ser corregidos, y los b u e n o s podrán e j e r c e r s u s a c t o s benéficos. P e r o corporaciones ricas, y como ricas poderosas en el m u n d o burocrático, que no tienen m á s objeto que ir siste-


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m á t i c a m e n t e c o n t r a todos los i n t e r e s e s de t o d o s los e l e m e n t o s del país y a u n c o n t r a el Gobierno, si é s t e d i c t a d e c r e t o s d e s c e n t r a l í z a d o r e s ó de p r o g r e s o , s i e m p r e s e r á n sem i l l e r o s de d i s c o r d i a s s a n g r i e n t a s , d a d o el c o n s t a n t e a d e l a n t a m i e n t o del país en t o d o s los r a m o s . Los f r a i l e s a c t u a l e s no t e n d r á n i n c o n v e n i e n t e a l g u n o e n r e p a r t í r s e l o s t e s o r o s a c u m u l a d o s por s u s a n t e c e s o r e s al disolverse l a s c o r p o r a c i o n e s , y sólo t e m e r á n que el G o b i e r n o se i n c a u t e de e s o s t e s o r o s ; ¿pero q u é a r r e g l o prop u e s t o por los f r a i l e s no lo a c e p t a r a el Gobierno, d a d a la. i n c o n t r a s t a b l e i n f l u e n c i a de ellos en la P e n í n s u l a ? S o b r e todo, c o n s i d e r a n d o el G o b i e r n o q u e él n a d a p e r d e r í a , con p e r m i t i r l e s q u e se r e p a r t a n c o m o p a n b e n d i t o s u s t e s o r o s , y al c o n t r a r i o , se g a n a r á m u c h o con poder g o b e r n a r e s t e país sin c o r t a p i s a de n i n g ú n g é n e r o , d e s a p a r e c i e n d o e s t e condueño de E s p a ñ a y p e r m a n e n t e provocadorde conflictos formidables. n i s u e l t a s l a s c o r p o r a c i o n e s religiosas, s e r í a fácil r e d u cirles á la l e g a l i d a d , no d á n d o l e s i n t e r v e n c i ó n "en los c o n s e j o s m u n i c i p a l e s y p r o v i n c i a l e s , obligándoles á d e v o l v e r l a s p a r r o q u i a s y t e r r e n o s de los filipinos, de q u e por e r r o r ó sin él se h a y a n p o s e s i o n a d o . Así d e s a p a r e c e r í a t a m b i é n la c u e s t i ó n dé t e r r e n o s , q u e es u n a de l a s c a u s a s del a c t u a l conflicto.

Las mismas concesiones políticas, administrativas y económicas hechas á, las Antillas. ¿Y por q u é n o s l a s v a i s á n e g a r ? E v i d e n t e m e n t e p o r q u e no somos tan fuertes como las Antillas y porque carecem o s por a h o r a de E s t a d o s U n i d o s que n o s a p o y e n en t o d o . Y e n t o n c e s , ¿ d ó n d e e s t á la c a c a r e a d a h i d a l g u í a e s p a ñ o l a ? ¿Consiste é s t a en s e r d u r a y e g o í s t a con la débil Filipinas, m i e n t r a s son p a r a l a s Antillas c o n t u n d e n t e s , ú n i c a m e n t e , a q u e l l a s m e l o s a s p a l a b r a s de S a g a s t a , por e j e m p l o : .((Demostrar p r á c t i c a m e n t e lo m i s m o á C u b a que á P u e r to Rico, q u e la Metrópoli q u i e r e q u e ellos se g o b i e r n e n cón l i b e r t a d en t o d o c u a n t o no a f e c t e á n u e s t r a s o b e ranía.» ¡Ah! D e s v e n t u r a d o pueblo filipino! ¡Sólo p u e l e n m o s t r a r t e e p a s a p o r t e g u b e r n a t i v o de d e p o r t a c i ó n , el fusil, 6 p e o r a ú n , el b e j u c o del fraile! ¿Siempre s e r e m o s débiles?" ¿No e n c o n t r a r e m o s a l g u n a n a c i ó n que n o s t i é n d a l a m a n o ? ' E s t o es lo q u e debe el G o b i e r n o p e n s a r s e r i a m e n t e y


— D( — p r o n t o , porque el tiempo y el progreso a p r e m i a n y v u e l a n en a l a s de la electricidad (1). T o d a insinuajción sobre la pretendida i n f a n c i a de Filipin a s es i n t e r e s a d a y p a g a d a por el opulento fraile (2). Si el Gobierno á pesar de la realidad de l a s cosas, y sobre t o d a 'de la triste realidad de la presente g u e r r a , se d e j a e n g a ñ a r c o n s c i e n t e m e n t e , algún día, a c a s o no muy l e j a n o , s e e n c o n t r a r á , no con un niño, sino con un terrible e n e m i g a hecho y d e r e c h o . Si yólo con m a c h e t e s y sin la dirección de los e l e m e n t o s pudiente é ilustrado, los c a m p e s i n o s ign o r a n t e s h a n puesto á E s p a ñ a en g r a v e conflicto, obligándola á movilizar -un ejército de 40.000 h o m b r e s y n n a esc u a d r a de m á s de diez buques, | q u é s e r á c u a n d o c u e n t e n con algo m á s que m a c h e t e s y con el c o n c u r s o y dirección de los e l e m e n t o s rico é ilustrado del país? Lo principal sería h a c e r e x t e n s i v a á Filipinas la Constitución de la P e n í n s u l a , y con la representación en Cortes,, la unificación de leyes y la libertad de la p r e n s a , d e s a p a r e c e r í a n no pocos atropellos, a b u s o s é i n m o r a l i d a d e s , q u e son los que van e n s a n c h a n d o las d i s t a n c i a s e n t r e España, y Filipinas. Con la inmunidad parlariientaria y con la libertad de asociaciones, i n d u d a b l e m e n t e no h u b i e r a estallado la presente insurrección ni el K a t i p ú n a n h u b i e r a podido afilar en la sombr;.\ s u s m a c h e t e s . L a t i r a n í a s i e m p r e h a d e t e r m i n a d o . t e r r i b l e s conspiraciones y s a n g r i e n t a s ins u r r e c c i o n e s . Los frailes , p a r a o p o n e r s e al p l a n t e a m i e n t a de la Constitución, no e n c u e n t r a n o t r o p r e t e x t o que el d e que el país no e s t á a ú n p r e p a r a d o . Eso es m u y falso, y l a cierto es que odian dicha Constitución y no la quisieran ni p a r a E s p a ñ a m i s m a , p o r q u e t r a e luz, y c u a n d o t a n t o h o r r o r m u e s t r a n á é s t a , t e n d r á n m u c h o que ocultar á E s p a ñ a , com.o que son la c a u s a de s u s a c t u a l e s desdichas e n este Archipiélago y de c u a n t i o s o s sacrificios en vidas y dinero que a h o r a t a n t o necesita en l a s Antillas. L a s p r i m e r a s víctimas de la p r e - e n t e revolución h a n sido los frailes, habiendo sido a s o l a d a s t o d a s s u s h a c i e n das é i n n u m e r a b l e s c o n v e n t o s , porque sepan los r e v e r e n dos f r a i l e s que el pueblo filipino se h a h e c h o su e n e m i g o desde el m o m e n t o en que ellos h a n considerado i n c o m patibles con s u s intereses el progreso y el b i e n e s t a r del país. ¡Qué e r r o r el de los frailes! ¿Qué p e r d e r í a n ellos con a c e p t a r la Constitución? I n d u d a b l e m e n t e los p r i m e r o s Se(1) E s t o escriliía y o on A b r i l de 1897, y en el m i s m o m e s del años i g u i e n t e , 1898, los E s t a d o s U n i d o s a r m a b a n á l o s i n s u r r e c t o s filipinos. (2) T o d o el m u n d o sabía q u e v a r i o s periódicos de g r a n circulación en E s p a ñ a , estaban s u b v e n c i o n a d o s p o r ellos.


' — r.s — n a d o r e s y Diputados s e r i a n de s u s p a r t i d a r i o s . ¿Qué i n t e r é s t i e n e a , qué v e n t a j a s les puede r e p o r t a r su s i s t e m á t i ca oposición al pro, , g r e s o , que es inevitable f r u t o del tiempo? Con r e p r e s e n t a c i ó n en Cortes y p r e n s a libre, no h u b i e r a s o b r e venido e s t a s a n g r i e n t a revolución que r e p e t i d a s veces, desde 1 8 8 8 , venían anunciando los e s c r i t o r e s filipinos; pero no se les hizo c a s o a l g u no, por s u p o n e r l o s c o m p l e t a m e n t e inofensivos y m e r o s parlanchines. Si los f r a i l e s elev a n un poco s u s miras y saben reprimir su m a l e n P E O F . FERDINAND BI.UMENTKITT tendido amOr proq u i e n d e m o s t r ó que los filipinos sou iguales pio, p o d r á n a ú n á los europeos en inteligencia. d o m i n a r en Fili pinas, c o m p a g i n a n d o s u s i n t e r e s e s con la felicidad del país y c a p t á n d o s e l a s s i m p a t í a s del filipino con un t r a t o v e r d a d e r a m e n t e p a t e r n a l ; en c a m b i o , p o d r á n s e r v i r s e de él c o m o p a l a n c a p a r a d e f e n d e r los i n t e r e s e s religiosos. ¿Quién, si no el filipino, e n r i q u e c e al f r a i l e con c u a n t i o s a s l i m o s n a s , d o n a c i o n e s , c á n o n , e t c . ? Pues e n t o n c e s , ¿por q u é los c u r a s , a u n sin n e c e s i d a d , v a n sienipre c o n t r a el p r o g r e s o del país'^ Yo soy el primero en r e c o n o c e r que en c a d a p r o v i n c i a h a y dos ó t r e s frailes b o n d a d o s o s , que son v e r d a d e r o s p a ñ o s de l á g r i m a s de s u s feligreses, á q u i e n e s defienden de i n j u s t i c i a s y les concilian en s u s c u e s t i o n e s i n t e s t i n a s ó de familia; pero es l á s t i m a q u e á esos dignos discípulos de J e s ú s no se les e s c u c h e , t r a t á n d o s e de i n t e r e s e s de Corpor a c i ó n , los c u a l e s c o n s i s t e n en h u n d i r á los filipinos ilust r a d o s , las r e f o r m a s d e s c e n t r a l i z a d o r a s y todo lo que h u e l a á p r o g r e s o ó luz, que aquí l l a m a n liberalismo, ó c o m o si se d i j e r a l u c i f e r i s m o . Si E s p a ñ a es v e r d a d e r a m a d r e de FUininas, debe d a r l e t o d a s é í n t e g r a s s u s leyes políticas, civiles, m u n i c i p a l e s .


— 5y — a d m i n i s t r a t i v a s y e c o n ó m i c a s ; pero no h o r r o r o s a m e n t e m u t i l a d a s , sólo por s e r v i r á los f r a i l e s . Y e s t o digo, porq u e l a s l e y e s p e n a l e s , civil y m i l i t a r , c o m o n a d a t i e n e n que ver con los f r a i l e s , se h a n h e c h o e x t e n s i v a s á e s t e país casi i n t a c t a s , e x c e p t o en lo q u e s o s t i e n e n la intoler rancia religiosa. Con la aplicación de l a s l e y e s p e n i n s u l a r e s , t e n e m o s casi concedidas las a u t o n o m í a s provincial y municipal que rec l a m a n los i n s u r r e c t o s , los c u a l e s e s t á n e s c a n d a l i z a d o s ó i r r i t a d o s con los e x t r a o r d i n a r i o s privilegios de los f r a i l e s p a r a e n t r o m e t e r s e en los a s u n t o s del municipio y de la prov i n c i a . Y r e s p e c t o á la a u t o n o m í a colonial a d m i n i s t r a t i v a , con t r a e r a q u í la p r o m e t i d a á l a s Antillas? t o d o e s t a r í a f á c i l m e n t e r e s u e l t o (1). T a m b i é n se p o d r á e m p e z a r c o n la C á m a r a colonial p r o p u e s t a por el e x g o b e r n a d o r civil de la L a g u n a y p e r i o d i s t a , D. F e d e r i c o O r d a x y Avecilla, la c u a l se f o r m a r í a por la J u n t a de a u t o r i d a d e s , p r e l a d o s y p r o v i n c i a l e s en su d é c i m a p a r t e , y l a s n u e v e r e s t a n t e s p o r e s p a ñ o l e s y lilipinos de a r r a i g o , sin q u e p u e d a n t o m a r p a r t e en ella los e m p l e a d o s y f u n c i o n a r i o s públicos, p r o c u r a n d o en t o d o s los r a m o s i n t r o d u c i r la de.«centralización y s e n cillez p a r a e v i t a r i n t e r m i n a b l e s e x p e d i e n t e o s . P e r o e n t i é n d a s e bien que d i c h a C á m a r a no h a de s e r u n a especie de T r i b u n a l d é l a Inquisición, c o m o la d e s e a n los f r a i l e s c o n s u s o r e t e n s i o n e s de s e r los ú n i c o s c o n o c e d o r e s del país que p u d i e r a n g o b e r n a r y l e g i s l a r l e E n t i é n d a s e bien que d i c h a C á m a r a h a de t e n e r sólo a q u e l o b j e t o de d e s c e n t r a l i z a r , m u y s e c u n d a r i o con r e s p e c i o á la r e p r e s e n t a c i ó n filipina en C o r t e s , á la c u a l se e n c o m e o d a r á la a l t a fiscalización política y todo lo q u e s e a m u y i m p o r t a n t e al p a i s . . C á m a r a colonial c o m p u e s t a . por f r a i l e s y f u n c i o n a r i o s públicos no t r a e r í a n a d a b u e n o , é i n d u d a b l e m e n t e sólo s e r v i r í a p a r a a l t e r a r el o r d e n público con s u s a b u s o s y p a r a c r e a r con s u s o s c u r a n t i s m o s dificultades á la e x p e d i t a a c c i ó n del G o b i e r n o metropolitico y del g e n e r a l del Archipiélago. X I Abolición de la diferencia de razas. C u a n d o la Comisión de p r e s o s políticos i n d u l t a d o s f u i mos—26 de M a y o — a d a r l a s g r a c i a s al G e n e r a l P r i m o de R i v e r a por n u e s t r a l i b e r t a d y é s t e d i j o q u e le a y u d á r a m o s á p a c i f i c a r el país, le c o n t e s t é q u e h a r í a m o s c u a n t o s (1) A p r e n d a m o s en las lecciones de C u b a , q u e c u a n d o la d a b a n la a u t o n o m í a , y a no quiso a c e p t a r , p o r q u e y a n o e r a t i e m p o .


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e s f u e r z o s posibles con este objeto, c o m u n i c a n d o á las m a s a s su c a n n o al pueblo filipino; pero que el país sentía m u cho h a b e r n o t a d o en la p r e n s a p e n i n s u l a r , que a p e s a r de t a n t o s ríos de s a n g r e qué h u b i m o s de v e r t e r , todavía no nos d a b a n e s p e r a n z a a l g u n a de conseguir n u e s t r o s ideales políticos. E n t o n c e s el S r . P r i m o de R i v e r a m e preguntó:—¿Qué ideales son esos?—Se c o n d e n s a n , excelentísimo s e ñ o r , en n u e s t r a asimilación política con la m a d r e p a t r i a . — P u e s á eso h e venido; r e p r e s e n t o aquí amplio perdón, absoluto olvido de lo p a s a d o y la supresión de la diferencia de r a z a s ; yo t r a t o al m á s pobre filipino ni m á s ni m e • n o s que al m á s rico español. Ya no h a b r á diferencias, ser e m o s españoles todos. P e r o como todavía e s t a m o s - e n g u e r r a y c o n s i d e r a m o s á ustedes c o m o e n e m i g o s , se podría i n t e r p r e t a r por debilidad las concesiones. De modo, que apacigi.iemos primero el país y después v e r e m o s lo que h a y que h a c e r . E n t r e t a n t o , e s t é n u s t e d e s segurísimos de que les quiere m u c h o la Nación, y e s p e c i a l m e n t e Su Maj e s t a d la Reina, quien á mi m e n o r indicación se a p r e s u r ó g u s t o s a á c o n c e d e r el indulto. E s p e r e m o s , pues, de las s o l e m n e s p r o m e s a s del ilustre M a r q u é s de Kstella, y no t e n e m o s motivo a l g u n o p a r a dese s p e r a r de conseguir la e q u i p a r a c i ó n del Ejército y d é l a M a r i n a i n s u l a r e s con los p e n i n s i d a r e s , teniendo en c u e n t a q u e i n d u d a b l e m e n t e por e s t a s d i f e r e n c i a s m u c h o s militar e s se h a n unido á los i n s u r r e c t o s , y m á x i m e c o n s i d e r a n d o los valiosos servicios de la i n f a n t e r í a indígena en la pres e n t e g u e r r a , que h a c o m p a r t i d o con los p e n i n s u l a r e s los saf.rificios y penalidades de la c a m p a ñ a (1). P a r a que e x i s t a n lazos de v e r d a d e r a f r a t e r n i d a d e n t r e e s p a ñ o l e s y filipinos, e s t a b l e z c a m o s igualdad en los beneficios, y a que los filipinos la c o s t e a n . A c t u a l m e n t e no se c o m p r e n d e cómo es que, siendo los escribientes filipinos los que llevan á t é r m i n o los expedientes judiciales y a d m i n i s t r a t i v o s , t e n g a n t a n e s t r e c h o horiz o n t e en que dirigir s u s n a t u r a l e s a s p i r a c i o n e s ; así es, que los principales j e f e s del K a t i p ú n a n son escribientes de adm i n i s t r a c i ó n , J u z g a d o y del c o m e r c i o . Se r e m e d i a r í a todo "esto d a n d o á los filipinos participación en los empleos públicos, c o m o en l a s Antillas. M u c h o s de los e m p l e a d o s pe-

(1) ¡Triste desengaño! S i g u i ó la d i f e r e n c i a d e r a z a s , y p a r a n o d a r el p r e s t i g i o d e b i d o al R e g i m i e n t o de filipinos n ú m . 73, n o sólo se le h a n e g a d o el c o r b a t í n de San F e r n a n d o , q u e se g a n ó h e r ó i c a m e n t e en el desastre de N o v e l e t a , de d o n d e solo u n o s c u a n t o s h a n salido c o n villa, sino q u e ú l t i m a m e n t e f u é d i s u e l t o . — X o t a posterior del autor.


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n m s u l a r e s , que perciben de sueldo m á s de 30 pesos al m e s , como todos IOS oficiales de Negociado, se podrían sustituir con filipinos de 30, 33, 40, 45 y 50 pesos, v así se c o n s e g u i ría la d e s e a d a e c o n o m í a en los g a s t o s de personal. X I I E c o n o m í a . — «wastos iniBtiles. A la verdad no sentiría t a n t o el pais las c o n t r i b u c i o n e s a c t u a l e s , si se viera en qué se invierten. P e r o , d e s g r a c i a d a m e n t e , todo lo alDsorbe el personal de empleados, m u chos de los cuales son inútiles é innecesarios, y se podría suplirles, c o m o a c a b a m o s de d e m o s t r a r , c o n ' e m p e a d o s filipinos, a c a s o m á s útile.s, que perciban m e n o s sueldo: T a m b i é n los sueldos de la oficialidad y de los jefes del Rjército y de la M a r i n a son excesivos, como que son el iloble m á s la mitad de lo que percioen en la P e n í n s u l a , y hay que r e b a j a r l o s con nuevos descuentos de 20 á 30 por 100, d a d a s las e s t r e c h e c e s del Tesoro filipino. Que son ex c e s i v o s e s o s sueldos, lo prueba el que siempre h a y a en la P e n í n s u l a m u c h o s a s p i r a n t e s a p a s a r á este país. P e r o no v a y a á c r e e r nadie que s .mos enemigos del Ejército v de la M a r i n a c u a n d o en e s t a m i s m a Memoria pedimos se m e j o r e la s u e r t e de la clase de tropa. T a m b i é n a b s o r b e n m u c h o dinero las expediciones milit a r e s á Mindanao, Joló y Carolinas, que h a s t a a h o r a resultan c o m p l e t a m e n t e i n f r u c t u o s a s al Estado. Es el e t e r n o p r e t e x t o p a r a a g o t a r inútilmente, por no decir o t r a cosa, los r e c u r s o s del Archipiélago. E! General W e y l e r h a confesado que no merece la pena c o n s e r v a r Carolinas, porque n u n c a podrá r e s a r c i r n o s de los g a s t o s . El país d e s e a que lo que hoy se g a s t a en M i n d a n a o é islas a d y a c e n t e s , se emplee en puentes, c a r r e t e r a s y construcciones de ferrocarriles, porque envidia las posesiones inglesas vecinas por sus a d e l a n t o s en este r a m o , siendo así que Filipinas t a m b i é n e s t a dotada de sobrados e l e m e n t o s p a r a ello. Las g u a r n i c i o n e s de M i n d a n a o ó islas c o n t i g u a s se pod r á n s o s t e n e r con nuevas contribuciones que se i m p o n g a n á los moros. V a m o s á d e s a r r o l l a r primero l a s i n d u s t r i a s y el c o m e r cio en Luzón y Bisayas, c r e a n d o los ferrocaril'les que son muy necesarios á ello. Y c u a n d o estén ya d e s a r r o l l a d o s , h a b r e m o s y a conseguido a t r a e r á l a s provincias los capitales europeos y a m e r i c a n o s , y e n t o n c e s p o d r e m o s y a dedicarnos á m e j o r a r la situación de las islas del Sur, si es que el comercio no lo h a b r á m e j o r a d o y a por i n t e r é s pro-


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pio, si se d e c l a r a n paertos f r a n c o s como asimismo otros de Luzón. ¿Qué razón hay p a r a no s a c a r á s u b a s t a todo el plan de ferrocarriles en Luzón? ¿Se t r a t a de conseguir e c o n o m í a de a l g u n o s miles de pesos? P u e s buscarla en el presupuesto de la b u r o c r a c i a , pero no dificultar m á s la a c e p t a ción de las o b r a s f e r r o v i a r i a s que t a n t o necesitan la agricultura, el comercio y la industria del país. ¿Cómo se c o m p r e n d e que los c u r a s p á r r o c o s y sus coadj u t o r e s perciban sueldo del Estado y todavía Cubren derechos parroquiales á los particulares, siendo así que el Estado no percibe n a d a de esos derechos? ¿O es que el Estado es u n a f u e n t e inagotable de donde todo el m u n d o se cree con derecho á s a c a r agua? P u e s a h o r a , esa f u e n t e y a se a s o t ó , c o m o que y a h a contraído e n o r m e s deudas y deben cesar los privilegios. Los c u r a s h a n de percibir sueldo del Estado, pero los d e r e c h o s parroquiales se p a g a r á n en papel sellado al Es • tado, y así d e s a p a r e c e r á n las e t e r n a s disensiones (1) e n t r e el público y el c u r a párroco, que siempre cobra m á s del a r a n c e l eclesiástico á pesar de la e x c o m u n i ó n con que se castiga á los que c o m e t a n e x a c c i o n e s ilegales. O si no, percibirán esos d e r e c h o s parroquiales precisamente con arreglo á dicho a r a n c e l , para evitar nuevos conflictos, pero el Estado no les p a g a r á sueldo. En ese caso d e s a p a r e c e r á n las estadísticas e s c a n d a l o s a m e n t e desfiguradas con enormes a u m e n t o s de población. T a m b i é n debe suprimirse el socorro ó sueldo de los misioneros en las r a n c h e r í a s de igorrotes. porque esos misioneros tampoco h a c e n n a d a , siendo así que los igorrotes con un poco de celo evangélico, se podrían civilizar fácilm e n t e , porque tienen e s p o n t á n e a afición á la vida civiliz a d a , c o m o que ellos suelen solicitar v o l u n t a r i a m e n t e y a u n costeando ellos los gastos de la gestión. Los frailes agustinos suelen enviar misioneros muy jóvenes, que en vez de civilizar á los monteses, les b a r b a r i zan con sus atropellos y con su c o n d u c t a n a d a cristiana ni m o r a l , c o m o se puede p r o b a r con algunos expedientes de violación, estupro y m a l t r a t o s de o b r a f o r m a d o s c o n t r a ellos. Repetimos que los monteses tienen m u c h a afición á la vida civilizada y suelen solicitar su forma.ción en pueblos civiles, como no h a c e m u c h o h a ocurrido con el pueblo de Salcedo, de llocos Sur y o t r a s m u c h a s r a n c h e r í a s . (1) Estas disensiones f u e r o n una de las principales causas de la revolución; y tanto es así, que los progresistas filipinos hicieron u n a tirada especial de dicho arancel, que repartieron gratis entre el pueblo.


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Da g u s t o leer l a s cartas de Mindanao de los P P . j e s u í t a s ' p o r q u e se ve en ellas v e r d a d e r o celo y d e s i n t e r é s a p o s t ó licos, y opino que l a s Misiones, al rnerios las por c r e a r , de llocos y A-bra, se d e b e n olVecer á los P P . j e s u í t a s sin prest a r l e s ' s o c o r r o a l g u n o en m e t á l i c o , pero a p r o b a n d o l a s c u e s t a c i o n e s v o l u n t a r i a s que ellos c o n s i g a n de los i g o r r o tes, q u e y a c o n s e g u i r á n , por .pie conozco m u c h o el t e r r e n o y el g r a n i n t e r é s de los i g o r r o t e s en i n s t r u i r s e , c o m o q u e ellos p a g a n á ~ m a e s t r o s p r i v a d o s q u e les e n s e ñ a n á leer y escribir á sus h i j o s . El que s u s c r i b e , que es ilocano, ha vivido con ellos en A b r a , y lo que h a escrito s o b r e la vida de estos m o n t e s e s h a revelado m u c h a s noticias interesantes, a n t e s desconocidas, y h a m e r e c i d o s e r vértido al a l e m á n por el Boletín de la Imperial y Real Sociedad G e o g r á f i c a de V i e n a .

XIII El Dr. Rizal, ídolo del Katipúnan. A h o r a , E x c m o . Sr., voy á r e v e l a r la t e r r o r í f i c a o r g a n i z a ción di'- la t e n e b r o s a a s o c i a c i ó n de los Eijos del i^uehlo, llam a d o KATIPU.NAIX; pero p a r a que s e a c o m p l e t a e s t a Memoria y p u e d a V . E. f o r m a r c a b a l idea del origen y fines del e l e m e n t o que se h a l e v a n t a d o en a r m a s , es preciso escribir y h a s t a p i n t a r , con el m i s m o c a r i ñ o y devoción q u e los t a g a l o s le p r o f e s a n , al Dr. Rizal, que es su ídolo y su b a n d e r a , pues h a r t o lo s a b e V. E. que el h i s t o r i a d o r ó. n a r r a dor m u c h a s veces debe a s i m i l a r s e los m i s m o s s e n t i m i e n tos del o b j e t o que d e s e a r e t r a t a r p a r a c o n s e g u i r viva fide lidad. En efecto, no se escribe la vida de Rizal; hay que c a n t a r l a , c o m o diría L a m a r t i n e . P a r a ello se n e c e s i t a s e r o t r o Rizal, su propia i n s p i r a d a m u s a , pero p a r a mi o b j e t o , c o n t e n t é m o n o s con lo que dé mi t.oscá p l u m a . C u a n d o las b a l a s e s p a ñ o l a s e x t i n g u i e r o n a q u e l l a vida t a n preciosa, t e n í a José Rizal u n o s t r e i n t a y siete a ñ o s de edad; desde su i n f a n c i a d e m o s t r ó s i e m p r e un g r a n t a l e n t o , y siemlo e s t u d i a n t e del A t e n e o Municipal de M a n i l a , g a n ó en brillante lid, con u n a poesía s u y a , la p l u m a de oro que o f r e c í a el Liceo de e s t á c i u d a d . E r a d o c t o r en Medicina y en Filosofía y L e t r a s , y d e s d e un principio vióse r o d e a d o de u n a j u s t a a u r e o l a de popularidad por su t a l e n t o , por su dulce c a r á c t e r , por su a m e n a c o n v e r s a c i ó n ; por su v a l o r , a p u e s t a figura y d e s t r e z a en el m a n e j o de l a s a r m a s . Y e s a popularidad subió de p u n t o c u a n d o supo r e u n i r y p r e s e n t a r en u n a s n o v e l a s e s c r i t a s en lengu-aje c o r r e c t o , e l e g a r i t e y


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h a s t a poético (que es io que m á s a g r a d a al gusto o r i e n t a de los íilipinos), las q u e j a s , las a s p i r a c i o n e s h a s t a e n t o n ces l a t e n t e s , el a m o r y, en s u m a , todos los s e n t i m i e n t o s del pueblo filipino. Sostuvo Rizal, ó su familia dirigida por él, u n pleito con la Corporación d e IJS frailes Dominicos, s o b r e c á n o n que su familia s e negaba á pagar, pretendiendo s e r ella la propietaria d e l t e r r e n o en cuestión. El J u z g a do dió la r a z ó n á dichos frailes, c o n d e n a n d o á la f a m i l i a d e R i z a l á s^r l a n z a d a del t e r r e no, y como é s t a s e a c o g i e r a á Manila, porque el l a n z a miento iba á ser por la tropa, se declaró a b a n d o n a d a su c a u s a y tuvier o n que d e s t r o z a r y q u e m a r s u s ca,El L.it'KEADo piNToii Juan Luna s a s , c a u s a n d o la de la segunda Comisión filipina.enviada . ~ completa r u i n a de á los Estados Unidos. e s t a familia, algun o s de cuyos individuos f u e r o n a d e m á s d e p o r t a d o s . Rizal e s t a b a e n t o n c e s en el e x t r a n j e r o , donde le e r a y a imposible c o n t i n u a r con la r u i n a dicha, y noticioso de la rectitud del e n t o n c e s g o b e r n a d o r general de Filipinas, seiior Despujol, le escribió m a n i f e s t a n d o sus deseos de volv e r á s u país n a t a l , p r o m e t i e n d o no m e t e r s e en política, c o n tal que se g a r a n t i z a s e su l i b e r t a d . Dicho g e n e r a l a c •cedió á ello, y Rizal d e s e m b a r c ó en Manila en 1892; pero en el e q u i p a j e de su h e r m a n a se h a n e n c o n t r a d o i m p r e s o s s u b v e r s i v o s (1) (según se decía, un oficial de C a r a b i n e -

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(1) Se ha p r o h a d o después que éstos ó s e m e j a n t e s h o j a s suhversi • -vas h a n sido impresas p o r el establecimiento tipográfico de los padres agustinos de Malabón, para a t r i b u i r l a s luego á los progresist^is filipinos. E l j u e z Sr. Rodríguez Berriz, sorprendió lo.? mismos moldes, y no sabemos en qué h a v e n i d o á p a r a r el expediento q u e h a b í a incoado de acuerdo con Despujol.


— (55 ^ TOS, sobrino dei Arzobispo Nozaleda, pagado por los f r a i les, los metió p a r a perderle); Despujol se creyó burlado y deportó á Rizal á Dapítan (Mindanao), donde lo pasó bien ejerciendo su profesión de médico. Cuando se descubrió el complot k a t i p u n e r o , se hallaba preso en Manila, á donde había sido t r a s l a d a d o por orden del general Blanco, de quien solicitó permiso p a r a p a s a r á Cuba de médico militar, como dice el mismo g e n e r a l en su Memoria. Rizal fué enviado á la P e n í n s u l a , como h e m o s dicho, p a r a ir á Cuba; pero después hubieron de devolverle á Manila por los g r a v e s c a r g o s que h a b í a n resultado c o n t r a él. Un m e s después de su llegada, se falló su c a u s a . En el acto de la vista, al que asistió n u m e r o s o público, dijo Rizal que l a m e n t a b a los a c t o s de s a l v a j i s m o atribuidos al K a t i p ú n a n , si es que eran ciertas las a c u s a c i o n e s del a u ditor de Guerra, y a s e g u r a b a que ni él ni otro filipino ilust r a d o podía aprobarlos; pero y a que el frailismo en s u s violentas convulsiones de m u e r t e d e s e a b a y t a n t o pedia su cabeza, g u s t o s a m e n t e se la e n t r e g a b a á cambio de un poco de c l e m e n c i a á f a v o r de aquellos que, imbuidos de sus ideas, se l a n z a r o n al c a m p o . E s t a n d o en Ccipilla, escribió la siguiente despedida, que dejó escondida en la aceitera de la cocinilla económica que le habia llevado su familia. La inserto aquí para-que se vean los verdaderos ideales políticos del a u t o r , que siempre se vistieron de ropaje poético, como la política de Víctor Hugo, el g r a n poeta del siglo, que con su lira "derrocó el t r o n o de los B o n a p a r t e s y Orleanes. A FILIPINAS ¡.\dios, patria a d o r a d a , región del sol querida! ¡Perla del m a r de Oriente, nuestro perdido edén; A d a r t e voy alegre la triste, mustia vida! Si fuera m a s brillante, m á s fresca, m á s florida. T a m b i é n por tí la diera, la diera por tu bien. En c a m p o s de batalla, l u c h a n d o con delirio. Otros te dan sus villas sin dudas, sin pesar. El sitio n a d a importa: ciprés, laurel ó lirio. Cadalso ó campo abiertq, c o m b a t e ó cruel martirio, L.0 mismo es, si lo piden la patria y el h o g a r . Yo muero c u a n d o veo que el cielo se colora, Y al fin a n u n c i a el día t r a s lóbrego capuz, Si g r a n a necesitas p a r a teñir tu a u r o r a . Vierte la s a n g r e mía, d e r r á m a l a en bu3n hora, Y dórela un reflejo de su naciente luz.


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Mis sueños cuándo a p e n a s un niño, adolescente. Mis sueños cuando joven, ya lleno de vigor, F u e r o n el v e n e un día, joya del m a r de Orien:e, Secos los negros ojos, alta la tersa frente, Sin ceños, sin a r r u g a s ni m a n c h a s de r u b o r . ¡Ensueño de mi vida, mi ardiente y vivo anhelo! ¡Salud! te grita el a l m a que pronto va á partir. ¡Salud! .. ¡Oh! que es h e r m o s o caer por d a r t e vuelo. Morir por d a r t e vida, morir b a j o tu cielo, Y en tu e n c a n t a d a tierra la eternidad dormir. Si sobre mi sepulcro vieses b r o t a r un dia E n t r e la espesa hierba, sencilla, humilde flor, A-cércala á tus labios, que es flor del a l m a mia, Y sienta yo en mi frente, b a j o la t u m b a fría. De tu t e r n u r a el soplo, de tu hálito el calor. Deja á la luna v e r m e con luz tranquila y s u a v e . Deja que el alba envíe su resplandor fugaz, Deja geuiir al viento con su murmullo g r a v e , Y si desciende y posa sobre mi cruz un ave, Deja que el ave entone su cántico de paz. Deja que el sol ardiendo las lluvias evapore Y al cielo tornea p u r a s con mi c l a m o r en pos, Deja que un sér amigo mi fin t e m p r a n o llore, Y en las s e r e n a s tardes, cuando por mí alguien orfc„ Ora también ¡oh patria! por mi descanso á Dios. Ora por todos c u a n t o s murieron sin v e n t u r a . Por c u a n t o s padecieron t o r m e n t o s sin igual. Por infelices m a d r e s gimiendo en su a m a r g u r a . Por h u é r f a n o s y viudas, por presos en t o r t u r a , Y ora por ti que veas tu redención final. Cuando en noche oscura se envuelva y a el c e m e n [terio, Y tan sólo los muertos queden velando allí. No turbes su reposo, no turbes el misterio, T a i v ' / z acordes oigas de Cítara ó salterio: Soy yo, querida patria, yo que te c a n t o á tí. Y cuando y a mi t u m b a , de tpdos olvidada. No tenga cruz, ni piedra que m a r q u e n su lugar. Deja que la are el h o m b r e , la esparza con la a z a d a Y mis cenizas, a n t e s que vuelvan á la n a d a . El polvo de tu a l f o m b r a que v a y a n á f o r m a r .


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¡Eotonces n a d a i m p o r t a me pongas en olvido! Tn a t m ó s f e r a , tu espacio, tus valles c r u z a r é . V i b r a n t e y limpia n o t a seré p a r a tu oído; A r o m a , luz, colores, r u m o r , canto, gemido, C o n s t a n t e repitiendo la esencia de mi fe. ¡Mi patria idolatrada, dolor de mis dolores, Querida Filipinas, oye el postrer adiós! Ahí t e dejo todo: mis padres, mis a m o r e s . Voy á dó no hay esclavo'j, verdugos ni o[iresores, Donde la fe no m a t a , donde el que reina es Dios. ¡Adiós, padres y h e r m a n o s , trozos del a l m a m í a . Amigos de la i n f a n c i a en el perdido hogari Dad gracias, y a descanso del fatigoso d í a . ¡."^diós, dulce e x t r a n g e r a , mi a m i g a , mi alegría! ¡A.diós, queridos seres!.. ¡Morir es d e s c a n s a r !

E r a u n a plácida m a ñ a n a , á las siete, del 3ü de Diciembre de 1896, c u a n d o el doctor Rizal se dirigía al c u a d r o de soldados que e s t a b a f o r m a d o en el campo de B a g o n g - b a y a n , p a r a e j e c u t a r su s e n t e n c i a . Y al e n t r a r en él, se detuvo, se r e c o n c e n t r ó en sí mismo, y después da breve m o m e n t o , dirigiéndose á la tropa, les aijo: —¿Creéis m a t a r m e ? Os eni^añáis. Al fln recibió la m u e r t e sereno y risueño como los m á r tires, diciendo: — Consumatun

est.

L a s b a l a s r e s p e t a r o n su c a b e z a . Hé aquí c o n c i s a m e n t e apuntarla la vida política de Rizal, ¿.Acertó líspaña fusilándole? Todavía se m u r m u r a s o b r e la justicia de su muerte; pero indudablemente h u b i e r a n a c e r t a d o m á s los españoles perdonándole la vida, pues entonces h a b r í a que c o n t r a s t a r su g r a n popularidad con la m a g n a n i m i d a d e s p a ñ o l a . Al m e n o s no creo que se h a y a g a n a d o n a d a con su m u e r t e . Al c o n t r a r i o , p a r a el observador imparcial, sobre la estrechez de m i r a s y sobre la sequedad de corazón de su T r i b u n a l , se eleva y pronto se elevará (1) en las leyendas del país, la simpática y gallarda figura de un joven, que en a r a s de su p a t r i a , s a c r i (1) Asi escribía yo en 10 de Enero de 1897: ahora ya se ha e l e v a d o E n tre los primeros actos de la R e v o l u c i ó n triunfante, en Diciembre d • 1898 fue rendir a la memoria del Dr. Rizal, solemnes funerales en todo el A r c h i p i é l a g o en el día del s e g u n d o aniversario de su gloriosa muerte v se parall7,ó la circulftción de c o c h e s aun ea Manila, c o m o si luese en Jueves y Viernes santos.


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fico s u g r a n t a l e n t o , su n u m e n , su v a l o r , su c a r r e r a , la f o r t u n a de su f a m i l i a , su j u v e n t u d , su vida y, en fln, h a s t a sus pasiones naturales. H e dicho que h a s t a sus p a s i o n e s n a t u r a l e s sacrificó á su p a t r i a , porque si Rizal h u b i e r a p r e t e n d i d o la m a n o del iiiejor partido de Filipinas, la h a b r í a conseguido f á c i l m e n te; y. sin e m b a r g o , no pensó en c o n t r a e r m a t r i m o n i o , ind u d a b l e m e n t e p o r n o c a u s a r la d e s g r a c i a de su f a m i l i a en el f u n e s t o fin que él e n t r e v i e r a , v sólo in articulo mortis se c a s ó con u n a e x t r a n j e r a que h a b í a sido su a m a n t e , y así p a t e n t i z ó que no o d i a b a á la r a z a b l a n c a , c o m o pret e n d i e r a n bus e n e m i g o s los frailes, q u e e s t á n m u y i n t e r e s a d o s en h a c e r c r e e r que los i n s u r r e c t o s no odian á ellos p r e c i s a m e n t e , sino á t o d a la r a z a b l a n c a ; lo cual es u n a c a l u m n i a c o m o o t r a c u a l q u i e r a de l a s que ellos suelen inv e n t a r p a r a conseguir sus fines. X I V Origen y organización del Katipúnan. El g e n e r a l Despujol h a sido modelo de los g o b e r n a d o r e s que n e c e s i t a Filipinas, por sus a c e r t a d í s i m a s disposiciones, y s o b r e todo, por su g r a n actividad en a c o m e t e r las o b r a s púbhcas; sus p r o y e c t a d o s p r e s u p u e s t o s , y en gen e r a l su plan de gobierno, no podían ser m e j o r e s ; f o m e n t ó la instrucción pública, reprimió con m a n o firme las inm o r a l i d a d e s , y por esto consiguió en pocos días i n s p i r a r p r o f u n d a a d m i r a c i ó n y a g r a d e c i m i e n t o al pueblo filipino, que le a c l a m ó con d e l i r a n t e s o v a c i o n e s en l a s fiestas o n o m á s t i c a s de él y de su s e ñ o r a e s p o s a . P e r o f u é l á s t i m a que n o poseyese t a m b i é n s a g a c i d a d política, y c o m o político n o se portó sino c o m o un d e s g r a c i a d o y terrible Don Quijote, por no c o n s i d e r a r l e loco, c o m o lo a s e g u r a b a n los frailes. P a r a g a n a r s e las s i m p a t í a s del e l e m e n t o filipino, provocó el odio de los f r a i l e s , sin n e c e s i d a d , i g n o r a n d o el p o der del d i n e r o de éstos en M a d r i d . C u a n d o vió que e s t a b a n y a por d e r r i b a r l e , hizo un c a m b i o de f r e n t e y deportó á Rizal y s u s a d m i r a d o r e s . ¡ L a m e n t a b l e error! En política no c a b e n t é r m i n o s medios, y con eso, sólo logró s e r odiado de todos, á p e s a r de sus e x t r a o r d i n a r i a s dotes de gob e r n a d o r ¡ L á s t i m a g r a n d e fué, repito, que se h a y a metido en política! L a deportación de Rizal se hizo con e n c a r n i z a m i e n t o : en plena Gaceta de Manila se le i n f a m ó , d e n i g r á n d o l e con


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que se lavase las m a n o s echando la culpa por los impresos á su h e r m a n a , cosa que nadie creyó, pues de todos era conocida la caballerosidad del d e p o r t a d o . Lo cierto es que la s a ñ a de Despujol c o n i r a Rizal, provocó la indignación de los a d m i r a d o r e s de éste, los cuales lleg a r o n á j u z g a r co • mo pérfldo al Gobernador general ; pues habiendo éste g a r a n t i z a d o la seguridad personal de aquél, lo que debió haber h e c h o e r a obligarle á volver á Hong-Kong. De esta indignación nació el/íaíaastaasan Kagalang-gá • lang Katipúnan, nang mañga Anak nangBá-

2/an (Soberana y venerable Asociación de los Hijos del pue blo). Y aquí se ve que es f u n e s t o a t r o pellar a u n a los m á s D . GRACIANO L Ó P E Z JAENA inofensivos, porque Fundador de La Solidaridad p e q u e ñ a s causas pueden d e t e r m i n a r g r a n d e s y fatalísimos efectos, c o m o se evidencia en el caso presente. E s t a asociación tenía por objeto redimir á Filipinas de sus tiranos; esto es, de los f r a d e s s o l a m e n t e , si el Gobierno no hacía c a u s a común con ellos; y de E s p a ñ a , si ésta se e m p e ñ a b a en sostener, apoyar y enriquecer á ios verdugos del país. Sin saberlo Rizal, el K a t i p ú n a n le a c l a m ó su presidente h o n o r a r i o . Durante el m a n d o del general T e r r e r o , los p r i n c i p a l e s de Manila, aprovechando la ocasión de que e j e r c í a n de Director general y Gobernador civil de Manila los señ ores D. Benigno Quiroga Ballesteros y D. José Centeno, r e s pectivamente, personas m u y r e c t a s y que simpatizaban con la justicia de sus quejas, se atrevieron á m a n i f e s t a r ías á aquel Gobernador g e n e r a l , previa a n u e n c i a de éste; pero en vez de ser escuchados, los m a n i f e s t a n t e s f u e r o n á la cárcel procesados por calumnia. Después publicaron los filipinos, residentes en B a r c e l o -


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n a / e l pBrió lieo-La SoWa/'itiaiZ, qua se hacia eco de las quejas y aspiracio tes asiaiihstas del c-ais; pero éste, como los libros de Rizal, que tenían igual fín, fué prohibido en Filipinas. Por eso, en uno de los impresos clandestinos que circularon en 1890, el pueblo a n ó n i m o se q u e j a b a de que las autoridades les persiguiesen sólo por m a n i f e s t a r sus agravios; pedían diputados á Cortes, hacían presentes al Gobierno español los atropellos que recibían de los frailes, y le suplicaban los cortase. «Pero—añadían—si vemos que el Gobierno no nos h a c e caso, sino que ayuda á nuestros esbirros, entonces diremos con el Dante: Perded toda

esperanza.^)

Los frailes h a n conseguido confundir su c a u s a con la de España, y viendo los patriotas que h a s t a Terrero, y Despujol, que por su rectitud les habían inspirado confianza, al fln les perseguían, de antifrailes se convirtieron en a n tiespañoles; pero con la política de justicia y de atracción de V. E. (1) se hubieran desarmado, como indudablemente lo hubiese conseguido el general Blanco, si los frailes, con sus infames invenciones y calumnias, no se hubiesen metido p a r a a p r e s u r a r el estallido de la insurrección con las prisiones y t o r t u r a s de los katipuneros y no katipuneros; porque los asociados habían aplazado indefinidamente el levantamiento siguiendo los consejos de Rizal. El Katipúnan fué ideado y fundado por Andrés Bonifacio, Deodato Arellano, Teodoro Plata, Ladislao Diua, y Valentín Díaz en el mismo m o m e n t o de la deportación de Rizal en 1892 Bonifacio era, como he dicho, a l m a c e n e r o de u n a fábrica de ladrillos; Arellano, escribiente de la Maestranza, fué el primer presi lente del Consejo Supremo; y los tres últimos eran oficiales de mesa ó auxiliares de los secretarios judiciales ó escribanos. Entre ellos no hay ni uno solo rico ni de c a r r e r a académica, y empezaron siguiendo su sentido c o m ú n . Adoptaron al principio las f ó r m u l a s de la masonería, dero simplificándolas para a d a p t a r al grado de cultura de (1) V e r d a d e r a m e n t e el general P r i m o de R i v e r a se p o r t ó bien en u n principio; pero los frailes le m a l e a r o n a b r i e n d o u n a s uscripción pública p a r a regalarle, no una espada de h o n o r ó u n m o n u m e n t o , sino algunos milloijes de pesetas. Desde entonces hizo u n c a m b i o de f r e n t e , y publicó u n b a n d o en que condenaba á la deportación hasta á los que carecían de cédula personal; fusiló á diestro y siniestro en Marzo de 1898, y al paso q u e conservó en la deportación á m u c h o s condenados por declaraciones falsas a r r a n c a d a s á f u e r z a de t o r m e n tos inverosímiles, i n c l u y ó e n t r e los i n d u l t a d o s á los que h a b í a n empleado esos medios infames p a r a condenar á m u c h o s inocentes. Nota posterior.


— Tilos asociados, que pertenecían al proletariado y campesin o s . Cada socio tenía obligación de catequizar á dos compañeros para formar el triángulo; pero éstos no se conoc í a n y sólo se enteniüan con el iniciador. En una nueva localidad de propaganda se empezaba á f o r m a r un triángulo llamado Ilasik, que significa semillero ó plantel. Poco á poco fué tomando incremento y tuvieron que romper el secreto, haciéndose conocer m u t u a m e n t e os asociados, y formaron tres grados. P r i m e r g r a d o . Kati^iun, de los iniciados: en las reuniones llevaban c a r e t a negra y sus correspondientes a r m a s , revólver ó machete, según los recursos de cada uno, y a d e m á s todos llevaban capote. No conocían m á s que á los de igual g r a d o . Sus p a l a b r a í s a g r a d a s e r a n : Anak ftg Ba2/aw (Hijos del pueblo). Segundo. Kaiial. Llevaban careta verde, que significa esperanza, y una cinta del mismo color con una medalla de plata, en la cual se ven g r a badas una K radiante en letra antigua del país, una espada y una bandera enti-elazadas. P a labras s a g r a d a s Gom-Bw-Za, que son las primeras sílabas de los apellidos de los tres clérig o s víctimas del frailismo en 1872; Gómez, Burgos y Zam o r a (1). Tercero. Bayani. l-levaban careta roja y banda del mismo color ribeteada de verde, que simboliza la g u e r r a y la esperanza. En la frente de la m á s c a r a había un listón blanco, un triángulo con t r e s k.-. del alfabeto a n tiguo de Filipinas en las puntas y las letras Z.-. Id.'. B •., que según su alfabeto especial, significa «Hijo del pueblo» (Anak ñg Bavan). Su alfabeto, con respecto al español, tenía las siguientes variaciones: se sustituye la a por la la c y 3 por la h, la i por la n, la l y la II por la.;', la m por la v, la n por la II, la o por la c y la ñor la x. La contraseña d é l o s katipuneros en los caminos consistía en colocar abiertos los dedos de la mano derecha

(1) El K n t i p ú n a n coloca á Gómez delante de Burgos, según m e p a r e c e , p o r q u e el p r i m e r o representa más el carácter violento de esta Asociación, mientras el segundo tenía el m i s m o caráctei' caballeresco ¿ i d e a l i s t a de Rizal. Sólo el carácter demoledor de A n d r é s Bonifacio y no el de Rizal personifloaba el Katipúnan.


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sobre el pecho, y si uno e s t á a m a r r a d o , d e j a r á c o l g a n do ios dedos m a y o r , índice y a n u l a r . El Katipúnan tenía un Consejo Supremo, que se componía de un presidente, secretaria, fiscal, tesorero y seis, vocales. Este consejo y los presidentes de los consejos populares y de sección f o r m a n la A s a m b l e a . En la a s a m b l e a celebrada en 1." de Enero de 1896, quedaron elegidos p a r a f o r m a r el Consejo Supremo: P r e s i d e n t e , Andrés Bonifacio; Fiscal y médico de la Sociedad, Pío Yaienzuela; Secretario, Emilio Jacinto: Tesorero, Vic e n t e Molina, y Consejeros, P a n t a l e ó n T o r r e s , H e r m e n e gildo Reyes, F r a n c i s c o Carreon, José Trinidad, Balbino Florentino y Aguedo del Rosario. P e r o c u a n d o y a estalló la revolución en K a l o ó k a n , allí se f o r m ó el Consejo Supremo de este modo: P r e s i d e n te, Andrés Bonifacio; Ministro de Estado, Emilio Jacinto; de Guerra, Teodoro P l a t a ; de la Gobernación, Aguedo del Rosario; de Gracia y Justicia, Briccio P a n t a s ; Ministro de Hacienda, Enrique Pacheco; Secretario general, Daniel T r i a y T i r o n a , y T e s o r e r o general, un tal D. Silvino, capitán municipal de Kaloókan. En c a d a oueblo hay un consejo popular con la denominación de Sanguniang Bayan, que viene á ser su municipio, y al f r e n t e de él u n a j u n t a d i r e c t i v a c o m p u e s t a de presidente secretario lihim), fiscal (ía^ra úsig), t e s o r e r o {taga-iñgat

ng yaman),

h e r m a n o terrible

(maba-

lasig). que es el e n c a r g a d o de reciÍDÍr las pruebas y la g e n te, un g u a r d a p u e r t a interior y otro ídem al exterior, que i g u a l m e n t e se l l a m a n taliha. Dependiendo de los c o n s e j o s populares, h a b í a distritos ó u n a especie de cabecerías de b a r a n g a y l l a m a d a s secciones óhaláñgxy. que t a m b i é n tienen sus j u n t a s directivas c o m o los c o n s e j o s populares, haciendo con relativa independencia sus t r a b a j o s de p r o p a g a n d a y de instrucción. En c a d a provincia h a y u n a especie de diputación ó consejo provincial, llamado sangunimg hukuman, del que dependían los consejos populares ó municipales, y tenia, como su n o m b r e indica, las atribuciones de j u z g a d o en los pleitos e n t r e los h e r m a n o s (1). En 1894 y a fiorecía lozana la sociedad, y c o n t a b a en Manila con c u a t r o c o n s e j o s populares: Tondo, D u l u n g - b á y a n (Santa Cruz), T r o z o y Binondo. (1) E n la C o n s t i t u c i ó n de l a R e p ú b l i c a F i l i p i n a decretada p o r la A s a m b l e a d e R e p r e s e n t a n t e s de la N a c i ó n , en Malolos, á 21 d e Enero d e 1899, se conserva s e m e j a n t e o r g a n i z a c i ó n política del país, el cual debe ser a d m i n i s t r a d o p o r u n a A s a m b l e a nacional ó A d m i n i s ración c e n t r a l . A s a m b l e a s p r o v i n c i a l e s y A s a m b l e a s m u n i c i p a l e s .


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Trozo tenia dos secciones con su consejo. E s t e s e d e n o m i n a Dapitan y l a s s e c c i o n e s Alapaap y SilaTiganan,

presi-

didos respectivamente por Francisco Carreon, R. Concha y Juan de la Cruz. Dulung-báyan: consejo popular ZaoJí-iaa«¿í, con dos secciones, Dimas Alangy

Tanglao. L a s d o s p r i m e r a s s o n p s e u -

dónimos de Rizah Los presidían respectivamente, Julián Neppmuceno, Restituto Javier v Procopio Bonifacio. Binondo: consejo popular, Taga-Ílog ó llog-Pasig, con dos secciones, presidido por Faustino Mañalak. Tondo: consejo popular, Katagalugan, con las secciones Katotohanan

y

Kahuhayan.

Más tarde, en 1895. hubo variaciones, convirtiéndose algún consejo en secciones y viceversa, y en Manila huboentonces: Trozo: consejo popular, May-pag-asa, con cuatro seccio n e s ó Balañgay. Alang.

Dapitan,

Silañganan

Di-masagaran,

Dimas.

P a l o m a r : consejo popu'ar, Pingkian, con dos secciones.. Tondo: consejo, Katagalugan, con las secciones Katutuhanan,

Kahuhayan,

Pagtihayin,

Kaliñgaan

y

Bagong-Silang,

bajo la presidencia de Alejandro i-antiago, Braulio Rivera, Hilarión Cruz, Cipriano Pacheco, Nicolás Rivera Y Deogracias F a j a r d o (1). En Concepción y Dilao, Consejo Mahiganti, presidido por Rafael Gutiérrez, y las secciones Panday é Ilog con una delegación en la Ermita. Desde un principi >, los katipuneros procuraron a t r a e r s e prosélitos f u e r a de Manila y en las provincias tagalas, y pronto se desarrolló en ellas, porque, como he d e m o s t r a do, el campo estaba muy abonado á ello por los m u c h o s atropellos, abusos, inmoralidades, y acaso también por la miseria en el país. En P a n d á k a n , Kaloókan, Malabon, San Juan del M o n t e y casi todos los pueblos de Manila, había consejos populares, y cada uno de éstos tenía varias secciones. En Cavite había un consejo popular ó provincial d e n o minado Kauit, presidido por el mismo capitán municipal de Cavite Viejo D. Emilio Aguinaldo, hoy generalísimo de los insurrectos, un hombre de unos veintiocho a ñ o s , valiente y de buenas disposiciones g u e r r e r a s . Este consejo comprendía Imus, Noveleta, Sílang, Naik, M a r a g o n d ó n y algún otro pueblo. La sección de Imus la presidía el comerciante D. Juan Castañeda, y la de Noveleta, D. Alejandro Crisòstomo. (1) E n la Memoria e n t r e g a d a al general P r i m o de Rivera, no pusenombres propios p a r a no c o m p r o m e t e r á nadie.


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En B a c o o r h a b i a oti-o c o n s e j o popular, presidido por don J e n a r o Valdés, con t r e s secciones: Di-magpatantan (No dej a r en paz)- Di-tutugútan (No d e s c a n s a r h a s t a c o n s e g u i r el ñn), y Finañgiñginigan ( F o r m i d a b l e ó terrorífico) Los asociados, casi todos e r a n g e n t e pobre: escribientes, s o l d a d o s r a s o s , l a v a n d e r o s , f a g i n a n t e s , z a p a t e r o s y labradores. Los m á s no p a s a b a n de la clase de escribientes; sólo el médico Pío V a l e n z u e l a , que se inició en 1895, t e n í a •carrera a c a d é m i c a . Sección de mujeres—Ld,^

e s p o s a s de los k a t i p u n e r o s

se

• a l a r m a b a n con las súbitas salidas n o c t u r n a s de sus m a r i • dos, y c imo t a m b i é n se llevaban dinero p a r a la Bolsa de Beneficencia ó p a r a p a g a r s u s c u o t a s m e n s u a l e s , lo interp r e t a b a n de o t r a m a n e r a . P a r a c a l m a r l a s , y a c a s o porque s a b í a n que podian servir m u c h o p a r a el c a t e q u i z a m i e n t o d e prosélitos, a c o r d a r o n los esposos d e s c u b r i r l a s su s e c r e to 3' las metieron en la sociedad, diciendo que su o b j e t o •era el socorro m ù t u o en la vida social, o c u l t á n d o l a s lo g r a v e , ó sea él fin político. E i n g r e s a r o n u n a s veinticinco m u j e r e s , presididas por d o ñ a M a r i n a Díson, que fué la p r i m e r a i n i c i a d a . En ' a s sesiones llevaban c a r e t a verde, b a n d a b l a n c a ribeteada de v e r d e , con revólver ó d a g a , y servían p a r a vigilar el e x t e rior de la s a l a donde los h o m b r e s h a c í a n s u s ienid,as. Ellas m i s m a s se iniciaban u n a s á o t r a s , y s e r v í a n de a u x i l i a r e s los h e r m a n o s . El K a t i p ú n a n tenia por objeto el p e r f e c c i o n a m i e n t o de la r a z a t a g a l a (y b a j o esta d e n o m i n a c i ó n de tagala incluían á t o d o s los de origen s i n o - m a l a y o , es decir, á todos los indíg e n a s del país), por medio de u n a educación viril y de u n a asociación política, ó m e j o r dicho, t e n í a tres objetos: político, civil y m o r a l . El objeto politico es el s e p a r a t i s m o , si el Gobierno español no expulsa á los frailes, que son los v e r d u g o s del pais, y n o concede á Filipinas todos s u s d e r e c h o s políticos, c o m o los h a concedido á las Antillas. A este efecto, á l o s j n i c i a d o s se les p r o c u r a b a i n f u n d i r v a l o r , se les e n s e ñ a b a á d e s p r e c i a r la vida en a r a s de l a p a t r i a , se les i n s t r u í a en «1 m a n e j o de l a s a r m a s (1), en la fabricación d e éllas y -confección de m a t e r i a s explosivas. T a m b i é n se les d a b a lecciones de l á c t i c a , e t c . El objeto civil ó social es el s o c o r r o m u t u o , y, en efecto, el K a t i p ú n a n socorría en las e n f e r m e d a d e s y d e f u n c i o n e s á los a s o c i a d o s y á s u s familias. Se t u r n a b a n los h e r m a n o s -en asistir á los e n f e r m o s desvalidos. L a asociación p a (1)

E s r a r o el k a t i p u n e r o q u e n o sea d i e s t r o en la e s g r i m a .


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gába el ataúd y costeaba los funerales, pero siempre de últmna clase, para no enriquecer á los curas. Siu embargo, los h e r m a n o s estaban en libertad de costear funerales de lujo SI los deseaban. El objeto moral era la enseñanza moral democrática, urbanidad é higiene, a t a c a n d o el fanatismo religioso, el cará'Her afeminado y el oscurantismo que los frailes querían imbuir en el ñlipino. El que fué segundo presidente del Consejo Supremo, D. Uomán Basa, oflcial de Marina, ya fusilado, se interesó mucho por la educación democrática del pueblo. Imprimió á millares con el título de Kalayaan (Libertad), los derechos del hombre de la Revolución f r a n c e s a . Y con esta misma denominación de Kalayaan empezaron á publicar un periódico clandestino, que no llegó al tercer número y que el Gobierno suponía impreso en el Japón, siendo así que se hacia en la calle de Elcano, en Binondo. La sociedad tenía una pequeña imprenta, que compró al bazar del Cisne en 650 pesos, y la completó Emilio Jacinto con tipos comprados en mi imprenta; y una biblioteca en que fig iraban tratados de hacer dinamita y pólvora, táct i c a s m i l i t a r e s , La

Revolución

francesa

y oivás

obras

áeáe-

inagugos. Emilio Jacinto ó Díson (a) Pingkian, secretario del Katipúnan, faé, según dicen los katipuneros, el ojo de la sociedad; era un joven de unos veinte años de edad, muy estudioso; escribió la cartilla del Katipúnan, las h o j a s ' d e juramento y de compromiso; reformó la fórmula de jura-' mento; era el consultor de Andrés Bonifacio y con éste se lanzó al c a m p o . Según me refirió Pedro Nicodemus, el presidente del Consejo Supremo demostró en la batalla de Balintauak, mucho cuidado por conservar la vida de Emilio Jacinto. Los katipuneros se hacen lenguas de su talento y de su valor. Era el director de la imprenta y de la biblioteca, que él fundó, é hijo del conocido comerciante don Mariano Jacinto. Los asociados pagaban un peso de entrada, y mensualmente el de primer grado un real fuerte, ó sean dos reales y medio vellón, el del segundo, una peseta, y el del tercero, dos reales fuertes, ó sean cinco vellón, aparte la Bolsa deBeneñcencia,que s e h a c í a correr en todas las sesiones. Las iniciaciones.—Cada, asociado tiene la obligación de hacer activa propaganda y de catequizar incesantemente prosélitos de confianza. Bajo su estrecha responsabilidad presenta al iniciado. A éste se le introduce en un gabinete de reflexión, tapizado de negro, y en los tabiques en-


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lutados se ven carteles con l e y e n d a s que, t r a d u c i d a s del t a g a l o g al castellano, dicen: «Si tienes f u e r z a y valor, puedes seguir.» «Si sólo la curiosidad te h a traído aquí, retírate.» «Si no s a b e s d o m i n a r tus pasiones, r e t í r a t e : n u n c a l a s p u e r t a s de la s o b e r a n a y venerable asociación de los H i j o s del Pueblo se a b r i r á n p a r a ti.» Sobre u n a m e s i t a se ve á m e d i a luz u n a c a l a v e r a , u n revólver c a r g a d o , un bolo (machete), y escritas en u n papel las siguientes p r e g u a t a s : ¿En qué estado e n c o n t r a r o n los españoles al pueblo t a g a l o g en los tiempos de la conquista? 2."' ¿En qué situación se halla a h o r a ? 3.*^ ¿Qué porvenir le espera? El iniciado, p r e v i a m e n t e instruido por su padrino, ó sea. ,el que le catequizó, debe c o n t e s t a r que, á la llegada de los. españoles, los filipinos playeros g o z a b a n de cierta civilización, corno que y a t e n í a n c a ñ o n e s y vestidos de seda, disf r u t a b a n de libertad política, sostenían relacioties diplom á t i c a s y de comercio con los países vecinos del Asia, tenían religión y escritura propias; en u n a p a l a b r a , vivían fehces con su independencia. A la s e g u n d a p r e g u n t a , el iniciado c o n t e s t a que los llam a d o s frailes misioneros n a d a b a n hecho ])or civilizar á los filipinos, como que consideran incompatibles la civili zación é ilustración del país con sus intereses; no h a n h e cho m á s que e n s e ñ a r las f o r m a s del catolicismo sin prof u n d i z a r l o , d e s l u m h r a n d o al t a g a l o g con los a p a r a t o s de espléndidas fiestas refigiosas, que costea el fihpino á beneficio de los frailes. N a d a h a n hecho, como a h o r a m i s m o se vé que los igorrotes y t i n g u i a n e s de las provincias del N o r t e suelen solicitar e s p o n t á n e a m e n t e del Gobierno gen e r a l se f o r m e n v a r i a s r a n c h e r í a s s u y a s en pueblos civiles^ y p a g a n m a e s t r o s de instrucción p r i m a r i a que en s e ñ a n á s u s niños, pues el fraile n u n c a v a á e n s e ñ a r l e s ni le a g r a d a q u e f o r m e n pueblos civiles, como que suelen oponerse á ello con s u s i n f o r m e s . Q u é j a n s e de l a s opresiones, privilegios ilegales, atropellos, e x a c c i o n e s indebid a s y a b u s o s de los f r a i l e s , y q u é j a n s e t a m b i é n del Gobierno, que en vez de a t e n d e r á las q u e j a s del país y de c o n c e d e r sus d e r e c h o s políticos, sirve de i n s t r u m e n t o a l fraile p a r a oprimirles m á s y m á s y despreciar su s u p u e s t a debilidad. A la t e r c e r a p r e g u n t a debe c o n t e s t a r el iniciado que con fe, valor y c o n s t a n c i a , se r e m e d i a r á n en lo porvenir todos estos m a l e s . El h e r m a n o terrible, que viene á ser su m a e s t r o de cer e m o n i a s , advierte al iniciado que se t r a t a de un a c t o


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muj'serio y muy trasceudental en su vida, y por consiguiente, le insta'á retirarse si no se siente con ánimo p a r a ello, pues expondría inútilmente su vida. Si el iniciado insiste, entonces es presentado al pueblo, 6 sea á la reunión de h e r m a nos, para someterle á terroríficas pruebas, análogas á las de la masonería; por ejemplo, v e n d á n d o l e os ojos y haciéndole disparar un revólver c o n t r a un enemigo supuesto, que retiran á tiempo para no ser herido; ó finjen un incendio en su d e r r e dor, etc., etc. Si sale bien de las pruebas, es int r . i d u c i d o e n el D , A N T O N I O LUN.V (Tiuja-Ilo(i) cuarto de juramento, y con sangre sacada de una incisión practicada en su antebrazo izquierdo, firma el iniciado la hoja del j u r a m e n t o . Según me contaron los fusilados que habían m a t a d o a l artdlero Barberà, de P a n d á k a a . los campesinos, lejos de intimidarse con estas pruebas, lloran de entusiflsmo y d e emoción al entrever en esta tenebrosa asocia ión un 'porvenir brillante para Filipinas, y lloran muy conmovidos a) considerar que su patria les considera dignos de salvarla de su actual muy triste situación. La sociedad celebraba como una fiesta el dia 7 de Julio como aniversario de la fundación del Katipúnan y el 28 de Febrero conmemoraban el dia de la ejecución de los P a dres Burgos, Gómez y Zamora, mártires de su a m o r á su patria. En tal día se levantaba en los Consejos populares un catafalco cubierto de crespones, con un hachón en cada uno de sus ángulos, con coronas de la planta Makabuhay, que según su nombre, tiene la virtud de resucitar; y los afihados desfilaban ante el catafalco, donde depositaban su óbolo, rezaban por el eterno descanso de los ajusticiados y j u r a b a n vengar su inocencia cuando fuese oportuno


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No puedo precisar el número a p r o x i m a d o do los Icatipuneros, Guillermo M a s a n g k a y . que dice haber asistido cuando hicieron una estadística en Julio de 1896. cuando iba Pío Valenzuela á dar cuenta á Rizal de la existencia y progresos del K a t i p ú n a n , hace ascender el número total de afiliados á c u a r e n t a y tres mil, y con los propuestos por a c e p t a r , ascendería á cincuent i mil. Pero muy pocos k a tipuneros lo creen. Según declaración oficial de Pío Valenzuela, ascenderían éstos á quince mil al estallar la insurrección. completándose á veinte mil con los que á la fuerz a h a n r e c i b i d o l a i n c i s i ó n del Pacto de sangre. U n o d e l o s

f u n d a d o r e s me h a dicho que ascenderían a p e n a s á diez mi\; pero éste no pudo precisar la totalidad, porque hacia m e s e s que le habían expulsado de la asociación. E n ÍSueva Ecija misma, donde catequizaban sin ocultarlo, aseveran los de dicha provincia que a p e r a s llegarían á trescientos. De todos modos se ve que el Katipúnan e r a u n a asociación temible, por lo mismo que se componía de gente plebeya é ignorante, porque la plebe piensa poco, pero con ese poco se muere a n t e s de a r r a n c á r s e l o . P e r o repito que, como el pueblo filipino es muy contentadizo, con un poco de justicia, suprimiendo los e s c á n d a los privilegios y crueldades de los frailes y concediendonuestros derechos políticos p a r a que en las Cortes y en la prensa libre se pudieran exteriorizar nuestros r e s e n t i m i e n tos, se hubiera podido d e s a r m a r fácilmente la i n s u r r e c ción. El summum

de las aspiraciones

d e l Katipúnan

es u n a re-

pública c o m u n i s t a (1) E s t a es la verdadera organización del Katipúnan al estallar la insurrección, y es inexacto todo lo que se diga en c o n t r a r i o . Desde muy joven he gozado de ciertas simpatías en los elementos radicales del país (2) por mis artículos periodísticos decididamente progresistas; así es, que los md y pico de presos, de quienes me he i n f o r m a d o sobre el a s u n t o , me h a n confiado todo lo que sabían, y con permiso de éllos, he escrito y presentado asta. Memoria b\ general P r i m o de Rivera. Los f u n d a d o r e s del Katipúnan Diua y Díaz, se h a n a s o m brado de que yo supiese m á s que ellos sobre las interiori dades de su fundación, y esto no lo decían por ironía, porque ellos habían sido eliminados del Katipúnan por c i e r t a s

(1) E s inexacto que V i t o Belarmino, Roxas ni nadie se h a y a proc-yamado r e y . d e p u e h l o alguno. (2') Véase más a d e l a n t e el artículo sobre mi participación en este movimiento.


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diferencias. Poseo un voluminoso c u a d e r n o de copias deu n a s cíen d e c l a r a c i o n e s p r e s t a d a s por los principales procesados, pero después de leídas todas, ningún d a t o ni rectificación puedo introducir en e s t a Memoria, d o n d e se h a llan noticias m u y i n t e r e s a n t e s que no he e n c o n t r a d o en dichas declaraciones, sino sólo un cúmulo de contradicciones, suposiciones, r e f e r e n c i a s ó invenciones a r r a n c a d a s á. f u e r z a de inquisitoriales t o r t u r a s . X V La Masonería filipina en sus dos épocas—La Asociación hispano-filipina. — La Propaganda. — «La Solidaridad». -La Liga filipina.—Los Gompromisarlos. —Se refunden en distintas logias masónicas. A c a b a m o s de d a r u n a ligera idea de la formidable y t e rrorífica organización del Katipúnan. E r a de a d m i r a r la m u c h a fe que los k a t i p u n e r o s t e n í a n (y aún tienen, después de la t o m a de todos los pueblos deCavite) en su triunfo y en la pretendida comunidad de bienes; y también e r a de a d m i r a r el e n t u s i a s m o que m o s t r a ban los pobres al pintar su brillante porvenir, d e s a p a r e ciendo su miseria con las riquezas de los h e r m a n o s pudientes (de g r a d o ó á pesar de éstos), b a j o u n a a t m ó s f e r a , de libertad y felicidad general, b a s a d a en el h o n r a d o t r a b a j o de todos He dicho y repetiré mil veces, que el K a t i p ú n a n e r a u n a asociación ph-beya, c o m o es cierto; pero n u n c a h e queridoi l e c i r q u e e s insignifican.e. Al c o n t r a r i o , el pueblo habla, poco y a c a s o piense poco t a m b i é n , quiero decir, sin e s a s artificiosas complicuciones de u n a inteligencia c u l t i v a d a ; pero lo poco que piensa es intenso, f o r m a su s e g u n d a n a t u r a l e z a , y lo que cree es fe, es f a n a t i s m o en él y la fe h a c e milagros; porque, c o m o decía Castelar, si no hubiese u n nuevo m u n d ü , lúos lo h a b r í a c r e a d o para p r e m i a r la g r a n fe de un creyente. Colon. El es un o r g a n i s m o político completo, independiente de la m a s o n e r í a y de la Liga de los b u r gueses filipinos, con los cuales no tenía relación de n i n g ú n género; al c o n t r a r i o , se d e s p r e c i a b a n ó rivalizaban. Pero el Gobierno tiene f o r m a d o m u y equivocado c o n cepto del Katipúnan, c r e y e n d o que c o m p r e n d e t r e s o r g a nismos: aristocrático, b u r g u é s y popular, como el c u r a deTondo ha hecho c r e e r á los jueces i n s t r u c t o r e s , y é s t o s , por medio de coacciones y t o r t u r a s , h a n obligado á'los p r e sos á c o n f i r m a r lo que no es m á s que u n a criminosa in


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•vención de los frailes. Los auditores de g u e r r a h a n declar a d o explicitamente en las vistas públicas qae el Gobierno h a aceptado este e r r ó n e o concepto, y el que el c u r a de T o n d o sea el inventor de ello, él mismo lo h a c o n f i r m a d o i n d i r e c t a m e n t e en u n a interview con A l h a m a Montes, pub l i c a d o en El Impar

dal.

Es u n a f u n e s t a invención que h a servido á los frailes p a r a fusilar, e n c a r c e l a r , m a l t r a t a r y deportar á los que no pertenecen al Katipúnan, s e m b r a n d o el luto y descontento -en las familias pudientes é ilustradas del pais.. y también puede e n s e ñ a r á sus victimas la m e j o r organización que •deben a d o p t a r en el dia d e la liquidación g e n e r a l . El Gobierno pensó cortar la c a b e z a del Katipúnan fusilando al -elemento rico é ilustrado del pais; pero a h o r a resulta que a u n en el mismo Cavite los pudientes no h a n hecho c a u s a c o m ú n con los insurrecctos, y se h a n refugiado en los m o n t e s p a r a huir de ios k a t i p u n e r o s . El elemento rico del país es conservador y partidario del -statuqiio por interés propio, pues toda perturbación le perj u d i c a y cree que n a d a positivo puede esperar, dado el estado actual de Filipinas; por eso no sólo era mirado con desdén, sino con verdadero enojo por los antifrailes y sep a r a t i s t a s , los cuales decían que estos mestizos han heredado del chino s u s sentimientos de timidez, pasando por todo, con tal de n . t o c a r sus intereses, pero no su virtud, que es el patriotismo. Y a d e m á s , el Katipúnan, como es •comunista, a t e n t a b a c o n t r a los intereses de los ricos, como en pasados siglos a t e n t a s e n los plebeyos c o n t r a los frailes y los principales unidos, y éstos n a d a p o d r í a n g a n a r s u m a n d o sus propiedades con la miseria de los katipuner.is. El elemento medio ó burgués, personificado- en la Liga filipina, era m á s enemigo a ú n del Katipúnan por lo mismo que tenían inmediato contacto, quiero decir, que se rivalizaban y c a d a uno de ellos se creía el único que consegui ría resultadas prácticos. La Liga fué f u n d a d a por Rizal, tenia h u m o s de docta y no podía tolerar que también la plebe se permitiese el lujo de f o r m a r sociedad clandestina, pues ella creía que este « r a patrimonio exclusivo de los filipinos ilustrados. Y por el contrario, los katipuneros les decían: «Vosotros sois sabios todos, y donde hay sabios, las discusi-^nes frecuentes lo esterilizan todo; por eso no q u e r e m o s a d m i t i r á los doctos en n u e s t r a sociedad, á no ser con la condición de obedecer y callar, siempre trabajando^) L a Liga era partidaria de conseguir la asimilación política y absoluta de Filipinas coa E s p a ñ a por medio de pro•cedimientos legales, extendiéndose á u n a protección m u -


- s i t u a entre los asociados en lo comercial, industrial y agri•cola^por medio de tiendas industriales, y reunión de pequeños capitales, para establecer un Banco.que librase de usuras á los fliipinos. Apenas duró seis meses escasos y desapareció bajo sus propias disensiones y egoísmos. La Procidencia, p a r a hacer sus g r a n d e s manifestaciones, no se vale de los sabios y poderosos, como tampoco se ha valido de los pretenciosos fariseos ni de los orgulosos escribas, sino del hijo de un carpintero. Lo que no logro el doctor Rizal con su Liga, consiguió el humilde almacenero Andrés Bonifacio con sus lavanderos, zacateros. campesinos y soldados vasos. EX Katipúnan, por su sencillez admirable, era contundente, decisivo y se adapt a b a ahestado intelectual de los asociados. ***

Y los fliipinos simplemente masones, sin pertenecer á la Liga ni al Katipúnan, tenían grados muy bajos, por lo cual creen y a s e g u r a n que a b r a z a r o n la masonería únicamente con el objeto de e n c j n t r a r protección fraternal en todas partes; deseaban la paz y concordia entre todas las nació nes; no aceptaban él d e r r a m a m i e n t o de sangre, ni aun p a r a fines buenos; no se metían en asuntos de religión ni política (1). Cosmopohtismo platónico (2), de creer lo que ellos decían. Primera

época de la masonería

filipina

—He visto un escrito

antiguo de fraile, que atribuye á la masonería las revueltas en Filíoinas, de principios de este siglo; pero lo m á s probable es (|ue de 1861 á 18ñ8, los entonces c o m a n d a n t e s de Marina Malcampo y Méndez Núñez, para poner término

(1) Sppún los E s t a t u t o s del G r a n Oriento E s p a ñ o l ; «La Ma.«oneTÍa no os ni p u e d e ser u n partido político: tiene sí de común con algunos partidos, una porción de principios en que coincide con ellos; más esto, ni aun siquiera puede obligarla á decidirse p o r uno •S por otro. Esto no obstante, todo p a r t i d o , sea el que quiera, monárquico ó republicano, qué procuro traducir en leyes ó decretos cualquiera de los principios masónicos, t e n d r á p a r a el c u m p l i m i e n t o do esto particular concreto, el apoyo de la Masonería . »La Masonería abomina todo procedimiento de fuerza, y a t e n t a únicam e n t e á 1h p r o p a g a n d a legal y pacífica, acata las instituciones existentes y cualesquiera otras que existir puedan.» (2) Desile aquí basta t e r m i n a r el capítulo, todo lo que sigue no figuraba en i a Memoria presentada al general P r i m o de Kivera, por no comprometer á nadie.


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al aislamiento-de la A r m a d a española en que se hallaba, con respecta á las e x t r a n j e r a s , que vivían unidas p^r la. m a s o n e r í a , constituyeron la logia «Primera Luz Filipina))' b a j o el Gran Oriente Lusitano. Después de aquel año, los e x t r a n j e r o s establecieron en Manila una logia masónica e x t r a n j e r a dependiente de la de Hongkong, b a j o el rito escocés, y fué secretario de la. m i s m a el fllipino mestizo de alemán, ü . Jacobo Zobel, é ingresaron en ella otros filipinos y unos pocos peninsulares. M á s tarde, un grupo de m a s o n e s españoles establecie ron una logia en P a n d á k a n , b a j o la autoridad del «GranOriente de España)), que se había desprendido del Lusitano en un cisma. La presidia un tal Camacho, contador deA d u a n a , y en su mayoría la componían filipinos, e n t r e ellos D. Enrique-Paraíso. D u r a n t e el m a n d o del general Izquierdo (1871), fueron procesados los m a s o n e s de.Cebú; pero dicho general influyó p a r a que f u e r a n absueltos, por ser también m a s ó n . Don Crisanto Reyes y D. Máximo Inocencio pertenecíaná otra logia de Cavite. A consecuencia de la sublevación de Cavite, fueron dest e r r a d o s á M a r i a n a s muchos filipinos caracterizados corno progresistas. Y las logias a l e m a n a s é inglesas dé H o n g í o n g enviaron á A g a ñ a al capitán de la goleta f r a n c e s a Amiej Mr.-Doiron, y éste estableció allí .una logia, b a j o elrito escocés; se iniciaron algunos de los desterrados, y á los m a s o n e s de Hongkong sp debió la f u g a de varios filipinos, como D. Antonio M. Regidor y otros. Los m a s o n e s e x t r a n j e r o s repartieron a r m a s por Negros,. Mindanao y Joló. El Banco oficial de Singapore repartióen Cebú, Leite'y Bohol sobre 80.000 libras -esterlinas, y el de Hongkong, m á s de 200.000 por P a n a y y Negros. Luzón y Bisayas se declararían independientes, y p a r a 3agar los'^servicios de Inglaterra, se le cedería el Norte deBorneo y los archipiélagos de Joló, Balanguíngui y TaviTavi. Alemania apoyaría también el movimiento s e p a r a tista en Visáyas y P a r a g u a . La expedición saldría de Londres en un vapor y dos buques con 500 a v e n t u r e r o s entre ingleses, f r a n c e s e s y alem a n e s . Los f r a c m a s o n e s franceses, á petición del herm a n o Paraíso, iban á secundar también la evasión de losdeportados en M a r i a n a s . Descubierto el complot por u n a s c a r t a s , fueron presosIos abogados Rianzares Bautista y Cortés. Entonces los españoles patriotas, el Dr. D. Mariano Martí y Camacho, f u n d a r o n las logias de Manila_, Cebú éIlo-Ilo, b a s a d a s en la fraternidad filipina y española ó la.


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alianza de a m b o s elementos contra la política oscurantista de los frailes (1). En 1876 fué disuelta la logia de Manila, por haber sido sororendida una g r a n tenida, habiendo sido preso D. Jacobo Zobel; y m á s tarde fué restablecida b a j o la presidencia de don l^ascual T o r r e j ó n . Segunda época, • Pero sólo los filipinos pensaron seriamente en ingresar en la masonería por las persecuciones de los frailes con ihotivo de la manifestación de 1888, en las que los filipinos partidarios del progreso y enemigos de los frailes, se vieron completamente abandonados á su' debilidad. P o r estas persecuciones, los filipinos de Mailrid, f u n d a ron, de acuerdo con el Sr. Morayta, la Asociación hispanofilip¡,na„ en 12 de Julio de 1888; y habiendo pensado ellos •en la conveniencia de tener un órgano en España, el joven filipino D. Graciano López J a e n a , que era de g r a n iniciativa y de una actividad prodigiosa, fundó en 1889 el célebre quincenario titulado La Solidaridad, en cuya r e d a c ción figuraron el Dr. Rizal, Prof. Ferdinand lilumentritt, Antonio Luna, Marcelo H. del Pilar, Eduardo de Lete, Dominador Gómez y Mariano P o n c e . Entonces se formó en Madrid una logia de filipinos denominada Solidaridad y surgió la idea de propagar la masonería entre los fliipinos. La Asociación hispano-filipina tomó vuelo en 1890 y la presidió-el Gran Maestre del Gran Oriente Español, don Miguel Morayta. En ella figuraban como socios todos los filipinas progresistas de Kspaña y los masones peninsulares que querían a y u d a r á los fliipinos á conseguir la asimilación política de Filipinas c o n i a Metrópoli,.paracortar de este modo la g r a n preponderancia y los abusos de los frailes. Contaba la Asociación con un Centro recreativo, donde se obsequiaba á los amigos del progreso de Filipinas. Hé aquí como describe con toda sinceridad el Sr. Mor a y t a lo que fué la Asociación hispano-filipina: «Nació potente,—escribe en el Boletín oficial del Gran Oriente Español, en el número de 20 de Septiembre de 1896; — la colonia filipina s u m a b a entonces m á s de 70 miembros; á su lado se colocaron algunos peninsulares. »El Sr. Morayta, que desde luego fué aclamado presidente, comprendió lo peligroso que podía ser p a r a los jó(1) Estos datos lo'B tomo de un folleto impreso en P a r í s en 1896 y firmado p o í E r a n c i s c o Engracio V e r g a r a , b a j o cuyo p s e u d ó n i m o veo transparentarse la p l u m a del distinguido escritor y abogado rt. Antonio M. Regidor, que figuró en los sucesos de 1872, pues coinciden con las noticias que p a r t i c u l a r m e n t e él m e h a proporcionado.

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venes filipinos que la habían de constiturr, haber figurado en empresas po íticas cuando volvieran á su país, y así se dijo en sus estatutos: . »Esta Asociación EMINENTEMENTE NACIONAL, no tiene carácter

político.

»Ajena á todo interés de partido y á todo exclusivismo de escuela y de secta religiosa, sólo aspira al mejoramiento material y moral del Archipiélago filipino, h a r t o olvidado h a s t a el presente. »Acogerá en su seno á todos los españoles de buena voluntad que deseen ayudarla. Y se valdrá únicamente de la propaganda

legal

inñmv

en

la opinión y c o n s e g u i r de

ios Gobiernos y de las Cortes r e f o r m a s administrativas y políticas en consonancia con las necesidades y estado social de nuestros h e r m a n o s del Archipiélago. »De esta suerte su lema será: Reformas para Filipinas.-» «Para concretar m á s el c a r á c t e r de estas r e f o r m a s , es pecificó en los mismos estatutos cuales eran las que habían de ser objeto de sus t r a b a j o s . »Sin órgano alguno de publicidad y sin medios metálicos p a r a crearle, la Asociación Kispano-Filipina acudió al recurso de celebrar periódicos y modestos banquetes, en los cuales se honró sierñpre cotí la asistencia de periodist a s de los distintos partidos, y f r e c u e n t e m e n t e con la de políticos de primera fila. Hablábase en ellos sobre las cos a s de Filipinas; se brindaba largo y con entusiasmo; la prensa daba cuenta de estos brindis, los hacía suyos casi siempre, y la opinión se enteraba de la bondad ríe ésta ó de la otra reforma en el Archipiélago filipino. »Cuando ya llegó por estos medios á adquirir personalidad, fundó una modestísima revista quincenal La Solidaridad, que se sostuvo h a s t a hace cosa de aiio y medio, y eso porque sus redactores escribían g r a t u i t a m e n t e y los d e m á s gastos de impresión y publicación eran modestísi ' mos. T a m b i é n la Asociación celebró dos ó t r e s reuniones públicas sobre a s u n t o s concretos. »Verbalmente u n a s veces y o t r a s por medio de solicitudes y de Memorias, llegó varias veces á los Ministros de U l t r a m a r : la Asociación Hispano-Filipina no olvidará j a m á s la cariñosa acogida que encontró siempre, y muy especialm e n t e en los Sres. Balaguer, Becerra, Moret, Fa'bié y Maura, algunos de los cuales la h o n r a r o n , traduciendo' en decretos varias de sus solicitudes. Que conste de hoy m á s el a g r a d e c i m i e n t o q u e les g u a r d a l a Asociación lipina.

Hispano-Fi^

»La práctica enseñó á la Asociación, que hay en Filipi ñ a s una autoridad oculta que puede allí m á s qüe los Capit a n e s generales y mucho m á s que los Gobiernos. A la-bue-


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n a voluntad de. varios Ministros y á las gestiones de la Hispano-Füipina, se debieron i m p o r t a n t e s disposiciones, que ni a u n llegaron á plantearse, y así la Asociación Hispane-Fílipina creyó que toda r e f o r m a en Filipinas es e x c u s a da, m i e n t r a s no t e n g a n Diputados y S e n a d o r e s que las representen, y haciendo c o n o c e r sus necesidades, defiendan sus derechos; de aquí su resolución de solicitar se otorgue al Archipiélago la representación en Cortes. »La pretensión no podía ser m á s p a c a t a : Diputados t u vieron las Filipinas en las Cortes g e n e r a l e s de 1810 á 1813, y en las de 1813 á 1814, y en las de 1820 á 1822, y en las de 1822 á 1823, y en el E s t a m e n t o de P r o c u r a d o r e s de 1834 á 1835, de 1835 á 1836, y de 1836, y n o m b r a d o s f u e r o n p a r a las Constituyentes de 1836 á 1837.. ¿Y cómo no, si la J u n t a Central r e p r e s e n t a n t e del poder legítimo de E s p a ñ a , a b a n donado por F e r n a n d o VII, dijo en 22 de Enero de 1809: L o s v a s t o s y preciosos dominios que E s p a ñ a posee en las Indias, no son propiamente colonias ó factorías como las d e o t r a s n a c i o n e s , s i n o ima parte

esencial

é integrante

déla

Mo-

narquía española; y las a u g u s t a s Cortes de Cádiz d e c l a r a r o n en 14 de Octubre de 1810, que los reinos y provincias ult r a m a r i n o s de A m é r i c a y Asia, son y h a n debido r e p u t a r se siempre parte i n t e g r a n t e de la Monarquía espaiiola, ypor lo mismo, sus n a t u r a l e s y h a b i t a n t e s libres, son iguales en derechos y prerrogativas

ü los de la

Península.

»Bastaron unos c u a n t o s brindis en un b a n q u e t e , unareunión pública y un discurso en el Círculo Mercantil, p a r a que de todas p a r t e s surgieran votos favorables á tal pretensión, al punto de que en pocos días y con escaso t r a b a jo, se reunieron miles de firmas al pie de u n a exposición, á su tiempo presentada á las Cortes. Y, primero el Dipur tado m o n á r q u i c o Sr. Calvo Muñoz y m á s t a r d e el Diputado republicano Sr. Junoy, acudieron al Congreso con e n miendas y proposiciones de ley, p a r a que l a s Cortes reconocieran al Archipiélago filipino su derecho á ser repres e n t a d o por S e n a d o r e s y Diputados. »La Asociación Hispano-Filipiina n a d a tiene que ver con laM a s o n e r í a : tan separarlas vivieron, que solo dos de s u s asociados son m a s o n e s ; y si se h a b l a aquí á_la vez de la Masonería, débese á imponerlo a s i l a c a m p a n a c o n t r a ella hecha.» P a r a s o s t e n e r periódico y Asociación, se f o r m ó u n a sociedad titulada La Propaganda, p a g a n d o los socios 7 pesos de iniciación y 90 céntimos de peso como cuota m e n s u a l : 50 p a r a La Propaganda y 40 p a r a la logia correspondiente y cesó de p a g a r s e p a r a TM Propaganda c u a n d o c r e y e r o n que el T e s o r e r o m a l v e r s a b a los fondos p a r a ella. El Comité de p r o p a g a n d a lo f o r m a b a n Doroteo Cortés,


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corno presidente; Ambrosio R i a n z a r e s B a u t i s t a , Pedro Ser r a n o y Deodato Arellano; y h a y que h a c e r justicia á Doroteo Cortés haciendo c o n s t a r que f u é la primera person a de posición d e s a h o g a d a que tuvo la decisión de a t a c a r en Fihpinas á las Corporaciones religiosas. F u é el a l m a de la manifestación de 1888. U n a vez que era un hecho la a l i a n z a de los m a s o n e s españoles con los filipinos progresistas, los cuales casi todos a b r a z a r o n la m a s o n e r í a , n a t u r a l era que p e n s a r a n a m b o s elementos en e x t e n d e r la m a s o n e r í a á Fi ipinas y así lo acordaron. Kn 1891 t r a j o ¡Moisés Salvador, copia de los a c u e r d o s de la J u n t a de Madrid, la que entregó á Timoteo Paez á ver si podían e m p e z a r á establecer logias. .tín 1892, llegó de lispaña Pedro Serra,no, como delegado del G r a n Oriente Español j se instaló e n t o n c e s la primera logia en Manila f o r m a d a por filipinos, d e n o m i n a d a Nilad (p a n t a de donde provino el n o m b r e de Maynila), cuyo prim e r Venerable f u é D. José A . R a m o s , que en Í882 vino de L o n d r e s siendo y a m a s ó n , primer vigilante, Moisés Salvador y Pedro S e r r a n o , s e g u n d o vigilante y secretario; En Junio del propio a ñ o 92, llegó a Manila Rizal, y en la noche del 26 de los mismos, convocó éste á u n a j u n t a de notablBS progresistas filipinos, m a s o n e s casi todos, y en ella propuso y se a c o r d ó el estableciniiento de. la ^asociación d e n o m i n a d a Liga filipina, que tenía por objeto alleg a r r e c u r s o s p a r a conseguir la concesión de n u e s t r o s der e c h o s políticos y p a r a imbuir el espíritu de asociación y de protección m u t u a e n t r e los filipinos, como h e m o s dicho, siendo elegido presidente, D. Ambrosio S a l v a d o r . P o c o s días después f u e r o n deportados el Dr. Rizal, don Ambrosio Salvador y otros, y quedó con este motivo paral i z a d a l a Liga.

H a s t a que en Abril de 1893, a c o r d a r o n establecerla de nuevo con las m i s m a s b a s e s y fines, a c e p t a n d o s o s t e n e r La Solidaridad, que había c o m p r a d o D. Marcelo H. del Pilar á D. Pablo R i a n z a r e s . Y quedó elegido presidente, don Domingo F r a n c o . E n t r e lo.s a c u e r d o s del Consejo Supremo figuraba la organización de Consejos provinciales y municipales ó populares, y se establecieron los siguientes Consejos populares: Talang BaJcero, en Binondo, presidente, D. Estanislao Legazpi. Mayon, en Trozo, presidente, A n d r é s Bonifacio. Maktan, en S a n t a Cruz, presidente, F r a n c i s c o Nakpil. Tondo, pre'^'dente,Timoteo Paez. E r m i t a y Malate, presidente, Ambrosio Flores; y a d e -


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m à i dice la V e t e r a n a que consiguieron fornaar secciones, -Zulueta, en Binondo; Rianzares, en San Nicolás; Francisco, en Quiapo; Adriano y Mabini, en Sampaiok y N a g t á J a n , y M. Salvador, en P a n d á k a n . Fueron Comisionados para establecer Consejos en provincias: Eitanisiao Diua y Román Basa, en Cavite; Deodato Arellano, en Bulacan; un tal Ventus, en San Miguel de May u m o ; en B a l a y a n , Isidro Villarruel, y según declaró JFranco, las gestiones de la Liga no obtuvieron mayor desarrollo por provincias. An Irés Bonifacio, que fué iniciado por F r a n c o , viendo •que los t r a b a j o s de la Liga se esterilizaban cori las contin u a s disensiones de sus ilustrados compañeros que parecían tenpr m á s egoismo pueril que verdadero patriotismo, los mandó á paseo y elevó á Consejo Supremo del Katipúnan el popular que él presidia. Los de la Liga le declararon rebelde y acordaron disolv e r el Consejo popular de Trozo, acuerdo que Bonifacio •desobedeció, según consta, y es verdad, en las declaraciones de p . Domingo Franco; y ésta es la me or prueba de q u e el Katipúnan no sólo era independiente dé la Liga, sino •enemiga de ella, aunque a m b o s tendían á un mismo ñn. La p a t r a ñ a de los fusiles y la de que el Katipúnan contaba con el concurso de los filipinos pudientes eran inven•cionés de Bonifacio p a r a a n i m a r á sus subordinados, invenciones que prosperaron por el misterio propio de los •actos de los jefes de toda sociedad secreta, y al parecer •eran verosímiles, porque Bonifacio siguió siendo amigo particular de varios de la Liga. Lo cierto es que ni el Presidente del Consejo regional, ni los de la Liga conocían la importancia del Katipúnan, •creyendo que era sólo un pueril organismo p a r a explotar la ignorancia de la plebe y todos ellos fueron sorprendidos por la sublevación, ¡a cual les disgustó mucho por c o n s i d e r a r l a como inoportuna y contraproducente. En Octubre del mismo año, habiendo sabido el Consejo S u p r e m o de la Liga que habían sido entregados en el Gobierno general algunos documentos de la sociedad, acordó la disolución de la misma, refundiéndose las secciones en las logias masónicas, t r a b a j a n d o cada una por su lado. En Octubre de 1894, los de la fenecida Liga acordaron f o r m a r otra Asociación denominada CoBipromísanos, y cada socio pagaba la cuota mensual de 5 pesos, para sostener La

Solidaridad.

Paralela é independientemente de los t r a b a j o s del Katipúnan,

d e l a Liga

y d e l o s Compromisarios,

se

desarrollaba

la masonería lilipina, y a por el espíritu de novedad, y a por


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el de la independencia i m p u e s t a por s u s r o z a m i e n t o s ó celillos que o c u r r í a n e n t r e el os y s e multip icaban las logias, si b i e n . i o s que l a s - f o r m a b a n e r a n d o s mismos que figurabau en la Liga y fouiprornisa'rios. Masón, venia á significar e n e m i g o del fraile en g e n e r a l , pero no antiespañol, por lo cual c o m u l g a b a n con ellqs v a rios españoles, de cuyo auxilio e s p e r a b a n los filipinos la concesión de los derechos políticos. Los m a s o n e s españoles j a m á s h u b i e r a n f r a t e r n i z a d o con los filipinos de h a b e r n o t a d o en estos la m e n o r t e n d e n c i a a l s e p a r a t i s m o . Liguero ó Compromisario, tenía m a r c a d a m e n t e m á s color filipino que español, casi n a d a y a teñía de español, si vam o s á decir la verdad, porque los filipinos, todos e s t a b a n resentidos de los españoles, en general, pero ninguno a u n p e n s a b a en la independencia, que creían todavía imposible. Katipunero, e r a d e c i d i d a m e n t e partidario de la sublevación. Habiendo t o m a d o i n c r e m e n t o la logia m a d r e Miad, s e f u e r o n instalando o t r a s y e r a n las siguientes: Taliba, .en l rozo, VeneVable, José Dizon, y después Luis Villarreal. Walma, en Binondo, V . Mariano R a m í r e z . lista logia tenía u n a C á m a r a de adopción, d e n o m i n a d a Semilla, y e r a u n a iogia de m u j e r e s , siendo V e n e r a b l e , Rosari > Villarroel. Ba%i!as, en Sampalok V . Moisés S a l v a d o r , y después Numeriano Adriano. Sfflí/ia^a, en la E r m i t a y Malate, V. Ambrosio Flores, y después H o n o r a t o A g r a v a . La Integridad española, en Binondo, V. José Engco. Luzón, exi Tondo, V . . Timoteo P a e z , después Gregorio Mariano. Dalisay, en S a n t a Cruz, V . Sixto Celis. Binili, en ídem, V. Justo Guidote. Luz de Oriente, en i n t r a m u r o s , de e s p a ñ o l e s y fliipinos, V . Abelardo C u e s t a . Modestia, en Quiapo, de tílipinos y españoles, V . A n t o n i o Salazar. Labong, en Tambobong-, V . P e d r o Camus. Kupang, en Malolos, V. Vicente G a t m a y t a n . Musala, en San F e r n a n d o de la P a m p a n g a , V . J o s é B a ñuelos. Majestad, en Bacolor, V . Tiburcio Hilario. Dampulan, ea S a n Isidro de N u e v a E c i j a , V. A r t u r o Dancel. Pariiao, en Concepción (Tarlac), V. Celestino A r a g ó n . Yillárroel, en T a r ac, V. Félix F e r r e r .


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Pilar, en Imus, V. Juan Castañeda. Minerva, en Aparri (Cagayan), V. Gracio Gonzaga. Y en 1893, se constituyó un Gran Consejo regional, delegado del Gran Oriente Español, del que dependían todas las logias aludidas, siendo presidente del citado C. regional, D. Ambrosio Flores. Este Consejo era independiente de la Liga y del Katipúnan, pero coadyuvaba al mismo fin, haciendo propaganda entre los masones filipinos. Sin embargo, el Gran Maestre Sr. Morayta, no sentía entusiasmo por el C. regional, según una c a r t a de M. H. del Pilar, de 17 de Diciembre de 1894, tal vez por entrever que pronto se convertiría en centro filibustero, p o r l o cual deseaba que el único centro fuese dirigido por él en Madrid. M. H. del Pilar, que era §1 c ¡rector de los masones fil¡p¡nos, no era más que as¡m¡l¡sta; en su citada c a r t a recomendaba al Consejo regional que estudiasen las logias los problemas de organización política, económica, militar, e t c . , de Filipinas, y, sobre todo, el mejor desenvolvimiento de los nuevos municipios, p a r a .que tuviesen soluciones concretas y positivas que ofrecer al Gobierno si llegaba á conceder la intervención que pedían en la gobernación del ' Estado. Aparte las logias que dependían del Sr. Morayta, h a bía otras que dependían del Gran Oriente Nacional de Esp a ñ a del que era Gran Maestre, D. José María I'antoja. El agente del, Oriente Nacional era el teniente auditor del Ejército, Sr. La-Casa, que tenia el nombre simbólico de

Boabdil.

El Gran Oriente Nacional solo consiguió! crear al,gunas logias en Manila, Cavite, Cagayan, Ilo-llo y Negros. ' La logia Crisálida, de fliipinos y españoles, presidida por el español José Martín. La logia P«í>ia. fué fundada por Faustino Villarroel, y él mismo era su Venerable. Existían a d e m a s de las citadas, las siguientes logias: España filipina, en la capital de Cavite, Venerable Hugo Pérez. • Talerac, V. Gregorio Mariano. (iualang. V. Tranquilino Torres. Milán, V. José García Ramos. Unidad, Triángulo. Había a d e m á s logias en Camarines y Mindanao. Y según el informe de la Comandancia de la G. C. Veter a n a de Manila, de 28 de Octubre de-1896, en cinco a ñ o s se han logrado constituir 180 logias tagalas, extendidas por el territorio de Luzón y Visayas, si bien, me parece e x a g e r a d a esta cifra, a u n confundiendo los Consejos katipuneros con las logias masónicas.


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Después de un a ñ o y medio de silencio por las persecuciones de que e r a n objétenlos m a s o n e s filipinos, ei Venerable de la logia Modestia, d a b a c u e n t a al Gran Oriente Español, en c a r t a de 8 de Julio de 1896, de sus t r a b a j o s . _ «Aunque la sociedad masónica—escribe Salazar—én Filipinas, está boy perseguida, m á s que n u n c a , por los det r a c t o r e s del progreso, esta L o g . •. Modestia firme en sus convicciones, no se a r r e d r a a n t e las persecuciones viles g u e pesan sobre ella; continúa sin interrupción sus t r a b a j o s m o r a l e s y m a t e r i a l e s en defensa de la inocencia, y predica periódicamente (donde se encuentren sus miemDros activos), la práctica del a m o r , justicia y c a r i d a d . «En esta Log. •. Modestia se h a n verificado iniciaciones, e x a l t a c i o n e s á C C o m p . - . y á M M a e s t . - . y afiliaciones haciendo un total de obreros, 55 La m a y o r p a r t e de n u e s t r a s tenidas las heinos celebrado en pueblos l e j a n o s de esta capital, y en t t e n . •. bblanc. •. p a r a e s t a r al abrigo de la tempestad a m e n a z a d o r a . Cuando estalló la insurrección k a t i p u n e r a y a no existia ni la Liga, ni los Compromisarios, ni La" Solidaridad, que dejó de publicarse por falta de recursos, ni Marcelo H. del Pilar, que habia fallecido el 4 de Julio de aquel a ñ o , e n Barcelona; y sólo existían las logias m a s ó n i c a s , que n a d a tenían que ver con el K a t i p ú n a n , si bien, a l g u n o s m a s o n e s filipinos conocían su existencia y h a s t a a l e n t a b a n á A n d r é s Bonifacio, p a r a tener p r e p a r a d a la m a s a po pular en el caso que prosperasen las gestiones que se e m pezaron á h a c e r p a r a conseguir el apoyo moral y m a t e r i a l del-Japón á la independencia. La . m a s o n e r í a filipina no fué t a n inofensiva como se creía.. g P a r a qué, si no, las p r u e b a s de t a n t o a p a r a t o siniestro? j P o r qué Liga y la Masonería a m e n a z a b a n con l a p e n a de m u e r t e á los que violasen el secreto de l a socied a d ? La Liga, al menos, fué u n a escuela de conspiración, y á fe.que los filipinos no r e s u l t a r o n m a l o s discípulos. ^ P e r o debemos h a c e r c o n s t a r que no hubo ningún español que f o m e n t a r a el s e p a r a t i s m o . El Sr. Morayta e r a sol a m e n t e un asiinilista, ni siquiera llegó á ser a u t o n o m i s ta.^como confiesa en el Boletín oficial del G r a n Oriente Esp a ñ o l de 20 de Septiembre de 1896; y si se h u b i e r a n concedido l a s r e f o r m a s que él y los filipinos r e f o r m i s t a s solicit á b a m o s , la m a s o n e r í a hubiese servido p a r a a s e g u r a r l a s s i m p a t í a s cordiales de l o s filipinos que podían promover l a independencia del país.


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X V I P r o t e o s i ó n del e x t r a n j e r o . — C o n s e c t s e n c i à s . El Gobierno fusiló e q u i v o c a d a m e n t e á los de l a Liga, á los simples m a s o n e s y a u n á los que no e r a n m a s o n e s ni n a d a ; h a s t a los k a t i p u n e r o s que se h a n d e j a d o coger, no s o n los temibles, sino los q u e i r ó n i c a m e n t e l l a m a b a n doct o s ó morrales s u s h e r m a n o s .

L a s a u t o r i d a d e s y los f r a i l e s se h a n e n s a i i a d o precisam e n t e con los pudientes é i l u s t r a d o s y con esta política e r r ó n e a no h a n conseguido sino e x a c e r b a r la insurrección y e c h a r l a s b a s e s de o t r a revolución m a s s e r i a y m á s e x tendida; pues, como los ricos é i l u s t r a d o s de t o d a s l a s provincias h a n visto y a que, a u n sin m e t e r s e en n a d a , ellos son l a s p r i m e r a s víctimas en c a s o de r e v u e l t a , a c a b a r á n , al fin, por e c h a r s e en b r a z o s del s e p a r a t i s m o ; y c o m o ellos se pongan á la c a b e z a y r e c l a m e n l a protección del J a p ó n , E s t a d o s Unidos ó I n g l a t e r r a p a r a conseguir" d i n e r o , a r m a s , buques y su influencia diplomática, creo que no f a l t a r á de d i c h a s n a c i o n e s quien h a g a c a s o de ellos, d a d a su f o r m a l i d a d y su respetable posición social; y c o n s i d e r a n d o que l a s m a s a s e s t á n predipuestas y fáciles de movilizar, y que en la presente c a m p a ñ a sólo'han esc a s e a d o a r m a s de fuego á los i n s u r r e c t o s , no f a l t a r á quien tienda la m a n o á los lilipinos á c a m b i o de b u e n o s intereses sobre las s u m a s p r e s t a d a s , f r a n q u i c i a s c o m e r c i a l e s , d e r e c h o de t a n t e o en l a construcción de f e r r o c a r r ü e s , puentes y o t r a s o b r a s públicas y en la provisión de a r m a m e n t o s y de buques, dirección técnica en lo militar y otros beneficios l i a l a g a d o r e s . C u a n d o el c r u c e r o j a p o n é s Kongo, visitó el puerto de Manila en Mayo de 1896, el.Consejo S u p r e m o del Katipúnan fué á s a l u d a r á su c o m a n d a n t e en los altos de u n baz a r japonés, situado en la p l a z a del P a d r e Moraga, y le entregó un escrito de a d h e s i ó n p a r a el e m p e r a d o r de su n a c i ó n , pidiendo su a y u d a p a r a la independencia de Filipinas. T a m b i é n le ofrecieron un c u a d r o t a l l a d o y f r u t a s del país (1). El c o m a n d a n t e los recibió bien y h a s t a los obsequió con h e l a d o s y café, pero no se atrevió á a c e p t a r el d o c u m e n t o limitándose á t o m a r u n a copia de él y prometiendo t r a n s (1) Este p á r r a f o y los tres siguientes, n o figuraban en la Memoria presentada al general P r i m o de Kivera.


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mitir sus deseos al emperador y los invitó á que- hiciesen un v i a j e á su tierra. Pero y a no volvieron á saber n a d a del c o m a n d a n t e . Los burgueses filipinos habían n o m b r a d o también u n a comisión compuesta por D. Doroteo Cortés I) Ambrosio R i a n z a r e s Bautista, D. José A. R a m o s y D. .Marcelo H. del Pilar, que murió en Barcelona, cuando iba al Japón; comisión que tenía por objeto r e c a b a r l a protección de este imperio. Cortés, como presidente, r e c a u d a b a fondos p a r a sostener á.D. José A. R a m o s y á D. Isabelo A r t a c h o y Vicos, que e r a n sus a g e n t e s en aquel país. Según se decía. R a m o s se entrevistó v a r i a s veces con el principe Konoy, el general Y a m a g a t a y el conde de Tokog a n a , que era entonces ministro. Estos señores, parece ser que simpatizaban con la idea de n u e s t r a independeiíciá b a j o el protectf. torado del J a p ó n , ^ ' -• ' c o m o en Correa, y que les propusíieron como medio de c o n s e g u i r l o , fom e n t a r la inmigración japonesa en Filipinas, p a r a una vez conseguida, buscar un conflicto i'on España. El P. Burgosdij-o e n El Eco

DH.

PADÜE-JOSIS B O E S O S

Filipino,

que sólo con f r a n quicias comerciales, una ó dos n a ciones le hicieron ofertas de auxiliarle, si quería promover la independencia del pa¡s,pero que las rechazó esperando que los - I f j e r a l e s y_demó-

V í c t i m a del f r a i l i s m o con m o t i v o del m o t í n

de Cavite en 1872. -concediesen la se. cularizacion délos Irailes o de los curatos. Aquél sabio ilocano era muy espanpl, pero antifraile, porque también había recibido agravios de las Corporaciones rehgiosas, y fué a h o r c a d o corno supuesto separatista. «La Providencia vela por su justicia,» he dicho á mi juez instructor cuando sólo por


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u a a p e q u e ñ a equivocación de í ó r m a tuvieron aquí que r e h a c e r lo a c t u a d o e a llocos y se descubrió que e r a n c a l u m n i a s a r r a n c a d a s á f u e r z a de tiorribles t o r m e n t o s todas l a s a c u s a c i o n e s que me c o n d e n a b a n i r r e m i s i b l e m e n t e á ser fusilado, á pesar de mi a b s o l u t a inocencia del delito de rebelión; y a h o r a repito que <da Providencia vela por su Justicia», porque ¿quién dijera que después de veinticuiatro a ñ o s , á c o n t a r desde l a inicua m u e r t e de los t r e s clérigos, m á r t i r e s de los sucesos de IST-J, se l e v a n t a s e u n a terrorífica asociación de proletarios p a r a vengarlos, tom a n d o sus n o m b r e s por p a l a b r a s s a g r a d a s ó c o n t r a s e ñ a s ? Esto es lo que deben p e n s a r los f r a i l e s al pedir insaciablemente s a n g r e y s a n g r e de inocentes. ¿O es que no cre.en a q u e l l a s bíblicas p a l a b r a s de que «con la m i s m a v a r a con que m i d i p e s s e r á s medido?» (1). El Gobiérno no debe despreciar este p r i m e r movimiento del pueblo filipino, a u n q u e v e r d a d e r a m e n t e lo h a n iniciado plebeyos no muy ilustrados. Al c o n t r a r i o , debe elevar s u s m i r a s al sobrevenir y a r r e g l a r l a s consecuencias de l a actual revolución. . V a m o s á suponer que los c u b a n o s ó los E s t a d o s Unidos no nos s u m i n i s t r e n fusiles p a r a debilitar m á s pronto á Es-p a ñ a en "su presente contienda y d e m o s y a por d o m i n a d á la insurrección filipina, a u n q u e no trae t r a z a s de qué esto se a r r e g l e si a n t e s no p r o m e t e E s p a ñ a a t e n d e r las que a s y aspiraciones del país; ¿qué h a r á n los españoles con los vencidos? Los frailes, r e n c o r o s o s , exponiéndose m u c h o á l a s terroríficas v e n g a n z a s de' los j u r a m e n t a d o s katipuneros. c o n t e s t a r á n s e g u r a m e n t e : «Pues castigarles d u r a m e n t e con fusilamientos y d e p o r t a c i o n e s - p a r a que o t r a vez no les queden g a n a s de m a t a r frailes y destrozar sus h a c i e n d a s y conventos. Por c a d a fraile m u e r t o caigan mil cabez a s de insurrectos; no importa que sean de a n c i a n o s , mujeres ó de niños.» Pero los f r a i l e s no son E s , ' a ñ a , sino las heces de E s p a ñ a , como decían los c a z a d o r e s (soldados españoles). Estos f r e c u e n t a b a n las prisiones de los insuri-ectos, f r a t e r n i z a ban con n o s o t r o s , nos e n t o n a b a n sus c a n t a r e s , nos t r a í a n de f u e r a f r u t a s , y nosotros, los presos,Jes d á b a m o s p a r t e de n u e s t r a comida y dinero. ¿Por qué—les p r e g u n t é un,día—vienen ustedes á n u e s tro d e p a r t a m e n t o sabiendo que es de insurrectos, y sin e m b a r g o no v a n al de los de c a u s a común? (1) A p e n a s h a b í a t r a n s c u r r i d o u n año de h a b e r s e escrito_ eso, los frailes c a y e r o n prisioneros de los filipinos, p e r o estos t u v i e r o n l a nobleza de no f u s i l a r á nadie.


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Ellos m e c o n t e s t a r o n : Porque aquellos son criminales y ustedes son unos caballeros, que n o tienen m á s . crimen que su odio á los f r a i l e s , que les e s t á n a g r a v i a n d o . T a m bién nosotros les o d i a m o s m á s que á los i n s u r r e c t o s , porque éstos no son a n t i e s p a ñ o l e s y los c u r a s h a n provocado esta g u e r r a con sus atropellus, y son la c a u s a de que h a y a m o s a b a n d o n a d o á n u e s t r a s 'pobres esposas, p a d r e s é hijos; T a m p o c o en E s p a ñ a los q u e r e m o s ; como que "los apedreamos. Un día, varios c a z a d o r e s p r o c e d e n t e s de la L a g u n a , ent r a r o n en Bilibid llevando c a r t a s y regalitos de f r u t a s á v a r i o s presos políticos. En seguida les r o d e a m o s a g a s a j á n d o l e s , y en b r o m a les d i j i m o s : - ¡ V a y a unos soldados, que t r a e n recados y obsequios á los e n e m i g o s de su patria! Pero h o m b r e s de Dios!—contestaron.—En C a l a m b a no l a y insurrectos; al c o n t r a r i o , l a s f a m i l i a s de estos señor e s nos h a n obsequiado m u c h o , y con lo que nos h a n d a d o ellas h e m o s vivido, porque el r a n c h o no lo podíamos com e r . Si c r i s t i a n o s como estos son insurrectos, lo s o m o s t a m b i é n . No d i s p a r a m o s sobre ellos; t e n e m o s compasión, porque son t a n pobres como nosotros é i g u a l m e n t e víctim a s d« los c u r a s . E s t a es la v e r d a d e r a voz de E s p a ñ a . H a s t a los d e p o r t a dos se h a c e n l e n g u a s del t r a t o que les d a n en B a r c e l o n a , Cádiz ú otro puerto de escala. Un d e p o r t a d o Im e s c r i t o á su familia h a b l a n d o de E s p a ñ a : (cA.quí h e m o s e n c o n t r a d o los cristianos b l a n c o s que no h a b í a m o s e n c o n t r a d o a h í . » Lo cual r e c u e r d a m u c h o aquella histórica f r a s e de los ingleses c u a n d o t o m a r o n á Manila: «Los españoles de Filip i n a s no sOn los españoles de España.» Los frailes no son España. El g o b e r n a d o r general es el que d i g n a m e n t e la r e p r e s e n t a aquí, y V. E. nos h a dicho á la comisión de presos indultados: « E s p a ñ a , la reina y yo s e n t i m o s todos p r o f u n d o c a r i ñ o h á c i a Filipinas. .He venido aquí p a r a suprimir los privilegios y las diferencias de r a z a . L a asimilación política que ustedes desean,'se e s t u d i a r á t a n p r o n t o cese la g u e r r a , porque España no r e g a t e a n a d a á s u s b u e n o s hijos. Estén ustedes t r a n q u i l o s y m u y s e g u r o s en sus c a s a s , como lo estoy en la m í a ( l ) . Represento aquí amplio perdón y absoluto olvidó de lo pasado.»

(1) E n efecto, al día s i g u i e n t e d e h a b e r m e d i c h o esto, m e m a n d ó p r e n d e r , m e incomunicó n u e v e días m o r t a l e s e n u n i n m u n d o calabozo sin luz, c a m a , n i z a m b u l l o , n e g á n d o m e la c o m i d a y r o p a q u e m e l l e v a b a n de casa, y sin t o m a r m e d e c l a r a c i ó n a l g u n a m e d e p o r t ó al castillo de M o n t j u i c h , d o n d e e s t u v e i n c o m u n i c a d o siete meses, sólo


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— Mò —

El mismo g e n e r a l Polavieja, que r e p r e s e n t a b a la política de rigor que a n h e l a b a n los frailes, h a dicho en un decreto suyo.' ' «El pueblo espaiiol es terrible en el campo de b a t a l l a , pero tiende g e n e r o s a m e n t e la m a n o al vencido. Y n o s o t r c s añadiremos:-Máxime siendo el vencido hijo de E s p a ñ a , y muy esoecialmente porque el e n s a ñ a m i e n t o no h a r á más. que a p l a z a r p a r a determinado día la renovación de las hosti idades', eso sería volver á a c u m u l a r combustible tan pronto se domine , el incendio, y a c a s o cuando vuelva á estallar la revolución, sería y a temible p a r a la c a u s a española. Calculemos s e r i a m e n t e los t r a b a jos y dificultades con que tropezaría E s p a ñ a p a r a sostener una g u e t r á formal con este país que dista t r e s mil l e g u a s de la Metrópoli, sin estaciones donde proveers.e de c a r b ó n , siendo probablemente hostiles las colonias vecinas é inabordables las costas del Archipiélago.

por h a b e r escrito esta.Memoria, que como los lectores v e r á n , n o h a t e n i d o más objeto q u e exponer a l . Gobierno la v e r d a d y anunciaro p o r t u n a m e n t e a c o n t e c i m i e n t o s que al pie de la letra no t a r d a r o n en ocurrir, por h a b e r desoído mis patrióticas a d v e r t e n c i a s . E n el i n f o r m e de mi remisión se decía, con escándalo de la v e r d a d , que y o era gran agitador; que h a b í a p r e p a r a d o u n a t e m i b l e conspiración en las provincias ilecanas, p o r lo cual estaba en vísperas de s e r fusilado cuando me alcanzó el i n d u l t o de 17 de Mayo; que 'se.eún inf o r m e s de los ídciiides de m i prisión, en lá m i s m a n o d e j é de t r a b a j a r p a r a sublev>ir á los presos, como ocurrió en C a v i t e y Tarlali; que es taba c o m p r o m e t i d o en loa expedientes instruidos en la U n i ó n , IloQos,Tarlali, P a n g a s i n a n , N u e v a E c i j a y M a n i l a , donde aparecía-como vocal del Consejo del Kaiixrúnan-, y quo en vez de a g r a d e c e r la gracia del indulto, apenas h e salido de la p i i s i ó n , ^ t a b a y a conspirando con a c t i v i d a d , siendo mi casa en T o n d o el p u n t o de r e u n i ó n de los comp r o m e t i d o s ; t e r m i n a n d o con r e c o m e n d a r al Gobierno q u e m e tuviese i n c o m u n i c a d o en un castillo,- en vez de d e j a r m e suelto como á los d e m á s deportados. T a m b i é n m e h a dicho im subsecretario del m i n i s t e r i o de U l t r a m a r , en presencia de 1). P a s c u a l H . P o b l e t e , q u e apenas ocupó dicho ministerio el S r . M o r e t , éste telegrafió al general P r i m o de Riv e r a a n u n c i a n d o su propósito de d a r m e libertad, y él contestó q u e no convem'a hasta que se ultimase el pacto de B i y a k na-bató. iCuánta saña c o n t r a u n preso! E s v e r d a d q u e y o , no h u b i e s e aceptado tal pacto sin h a b e r consign a d o p r e v i a m e n t e la concesión de los derechos políticos q u e p e d í en la p r e s e n t e Memoria, p o r q u e y o conocía q u e sólo p o r absoluta imp o t e n c i a , E s p a ñ a , á pesar de la i n c o n t r a s t a b l e influencia de los frailes, podía descender de la a l t u r a de su orgullo á p a c t a r con A g u i naldo. H a s t a P o l a v i e j a estaba dispuesto á conceder r e f o r m a s y atender las j u s t a s quejas del país, como h a dicho el S u p e r i o r do los jesuítas, que había solicitado de A g u i n a l d o u n a e n t r e v i s t a .


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¿Y el Katipúnan que nació sanguinario, a h o r a que se h a familiarizado con la muerte y con la s a n g r e de los frailes, t e n d r á reparo en ir cuitando á éstos de enmedio, uno por uno~j cuando le molesten ó tenga agravios que vengar? U a auditor de g u e r r a ha dicho en famoso expediente, que el

y EXCMO. SR. D. P E D R O A. P A T E R N O Mediador en el P a c t o de Biy ak na Bató.

Katipúnan parece inspirarse en la doctrina de Maquiavelo, según el cual, el fin santifica los medios; El interés del Gobierno y dé los frailes es respectivam e n t e gobernar y vivir en paz. Las causas de la presente


- 07 - • revolución h a n sido los atropellos, las d e p o r t a c i o n e s g u b e r n a t i v a s (que a c a s o ó sin a c a s o , sin s a b e r l o V . E . , siguen d e s g r a c i a d a m e n t e ) , los a b u s o s , las persecuciones por m e dio de c a l u m n i a s , las i n m o r a l i d a d e s y los inexplicables privilegios de los frailes. Es preciso c o r t a r l o s y s a t i s f a c e r l a s j u s t a s a s p i r a c i o n e s del país. E n t o n c e s r e n a c e r á la t r a n quilidad perdida, que n o s o t r o s , los filipinos, s o m o s los pri m e r o s en d e s e a r . Al t e r m i n a r e s t o s h u m i l d e s artículos, sólo pido á Dios p a z y felicidad p a r a mi d e s v e n t u r a d a p a t r i a (1). E x c m o . Señor.

Isabelo de los Reyes. Manila 31 dé M a y o de 1897.

AGUINALDO HACE SUYO MI PROGRAMA Aguinaldo aceptó y publicó por medio de h o j a s i m p r e •sas un Manifiesto que r e d a c t é en t a g a l o á fines de M a y o 1897. T a m b i é n s e i n s e r t ó e n el Anunciador

diario

del

Japón,

en 10 de Agosto del m i s m o a ñ o , y t r a d u c i d o del inglés, lo reprodujo la prensa española. Hélo á c o n t i n u a c i ó n :

«A LOS VALIKNTES HI.JOS DE FILIPINAS

'

L a s poblaciones de la provincia de Cavite h a n sido tom a d a s por los e s p a ñ o l e s , porque las h a b í a m o s a b a n d o n a d o n a d o por r a z o n e s de c o n v e n i e n c i a . Creímos que h a b í a llegado el m o m e n t o de c a m b i a r n u e s t r a táctica, a t e m p e rándonos á las circunstancias. No nos conviene y a e s t a r fortificados a g u a r d a n d o el a t a q u e del e n e m i g o , sino que n e c e s i t a m o s t o m a r la ofens i v a c u a n d o h a y a ocasión propicia, a d o p t a n d o el s i s t e m a c u b a n o de e m b o s c a d a s y g u e r r a de g u e r r i l l a s . Así podrem o s a f r o n t a r á E s p a ñ a d u r a n t e un tiempo indefinido a g o t a n d o sus r e c u r s o s y obligándola á r e n d i r s e por c o n s u n

(1) Días antes de que m e p r e n d i e r a n , m e a t r e v í á p r e g u n t a r al gen e r a l Primo de R i v e r a si h a b í a recibido mi M e m o r i a , y él, lejos de • c e n s u r ó m e , m e contestó b e n é v o l a m e n t e q u e la había leído. «Sólo aconsejo á ustedes—añadió—que se pacifiquen.» P a r e c e ser que sin la imposición de los frailes y las i n t r i g a s do sus esbirros en el Gob i e r n o civil de ^ f a n i l a y en la S e c r e t a r í a del Gobierno general, él no m e hubiese deportado.


ción e c o n ó m i c a ; porque h a y que t e n e r en c u e n t a que los m i s m o s periódicos e s p a ñ o l e s c o n v i e n e n en que c a d a sold a d o r e q u i e r e un d u r o diario p a r a su s o s t e n i m i e n t o ; á l o que h a de a ñ a d i r s e los g a s t o s de p a s a j e , r o p a , a r m a s y m u n i c i o n e s , etc., todo lo cual s u m a u n a c a n t i d a d e n o r m e . C o n s i d e r a n d o que el crédito de E s p a ñ a en el e x t r a n j e r o es n u l o y que s u s j ó v e n e s e m i g r a n á m i l l a r e s á F r a n c i a y o t r o s países p a r a l i b r a r s e de las q u i n t a s , a p a r e c e i n d u d a ble que t e n d r á q u e s u c u m b i r al fin. Y a sabéis que P o l a vieja dimitió p o r q u e el Gobierno español se e n c o n t r ó i m p o t e n t e p a r a e n v i a r l e los 20.000 h o m b r e s "que él exigía. Los c u b a n o s con su s i s t e m a de g u e r r i l l a s , e v i t a n d o c o m b a t e s que no les h a n de s e r f a v o r a b l e s , h a n c o n s e g u i do f a t i g a r á los e s p a ñ o l e s que v a n m u r i e n d o en g r a n n ú m e r o a g o s t a d o s por el c l i m a . A d o p t a n d o ese s i s t e m a , sería c o n v e n i e n t e e x t e n d e r la i n s u r r e c c i ó n á l a s p r o v i n c i a s de P a n g a s i n a n , llocos, C a g a y a n y o t r a s , y a que n u e s t r o s h e r m a n o s de e s a s c o m a r c a s , b á r b a r a m e n t e t i r a n i z a d o s por los f r a i l e s , e s t á n p r o n t o s á la d e f e n s a de n u e s t r a causa común. L a s provincias de Z a m b a l e s , T a r l a k , T a y a b a s , etc., y a e s t á n i n s u r r e c c i o n a d a s , y á fin de que el éxito s e a c o m pleto, es n e c e s a r i o que el m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o s e g e n e r a l i c e y E s p a n a no t e n d r á m á s r e m e d i o que h a c e r n o s l a s siguientes c o n c e s i o n e s políticas, que t a n a r d i e n t e m e n te d e s e a m o s , p o r q u e son la ú n i c a g a r a n t í a de n u e s t r a s e guridad y bienestar. (A c o n t i n u a c i ó n se i n s e r t a el p r o g r a m a de la R e v o l u ción tal c o m o lo h a b í a yo r e d a c t a d o . — V é a s e p á g i n a 34.) E s a b s o l u t a m e n t e n e c e s a r i o p r o l o n g a r la g u e r r a y d a r • l a s m á s gi'andes m u e s t r a s de virilidad que s e a n posibles, c o n el o b j e t o de que E s p a ñ a se v e a f o r z a d a á c o n c e d e r lo que p e d i m o s . De n o ser asi, n o s t e n d r á por u n a r a z a i n c a p á z , y en vez de a m p l i a r n u e s t r o s d e r e c h o s , los r e s t r i n g i r á . EMILIO

AGUINALDO.»

MI PAPEL EN LA REVOLUCION Importantes

revelaciones.

Se h a dicho y h a s t a c o n s t a así en el e x p e d i e n t e m a g n o i n s t r u i d o por el juez militar, S r . Olive, que h e p e r t e n e cido c o m o vocal a Consejo S u p r e m o del K a t i p ú n a n ; p e r o eso es i n e x a c t o , pues sólo llegué á c o n o c e r e s t a sociedad en Diciembre de 1896, c u a n d o se l e v a n t ó mi i n c o m u n i c a ción.


9 9—•••.

Consta también en diclios expedientes que yo era el jefe de los conspiradores iiocanos, esto es,.el pumo de contacto entre estos y los tagalos, por h a b e r m e casado con una tagala y estar yo establecido en Manila como consignatario ó representante de casi todos los ricos comerciantes de las provincias ilocanas, y se h a dicho también que he iniciado en la m a s o n e r í a á los principales de llocos. Hé aquí una c a r t a de los frailes de llocos á su órgano e n M a d r i d , La Politica

de Esparta

en Filipinas,

i n s e r t a e n , el

n ú m e r o correspondiente al 15 de Enero de 18!)7: « V I G A N , 1 3 de Noviembre de 1 8 9 6 . . Aquí a c a b a m o s de descubrir la horrible conspiración, como la de la Unión, Manila y o t r a s partes. Ha sido u n a casualidad. Por u n a referencia de uno de los tres clérigos filipinos comprometidos en la conspiración de San F e r n a n d o de la Unión, descubierta el 13 de Septiembre, el dignísimo Sr. Hevia Campomanes, Obispo de esta diócesis, m a n d ó llamar al Seminario á otro clérigo coadjutor de San Esteban (llocos Sur), y éste, que habia estado en Manila por el año 1890 y fué iniciado.en la masonería, por Isabelo de los Reyes, ha empezado á declarar y descubrir todo lo que se había t r a m a d o de levantarse el Í0 de Septiembre y m a t a r nos á todos los españoles. A consecuencia de esto se han hecho prisiones importantes, y tres ó m á s lo h a n confirmado todo. Los presos son los m á s ricos y principales de aquí, entre ellos el alcalde del .Ayuntamiento, Gregorio R. Si-Quia, hijo de chino, condecorado con las Cruces de Isabel la Católica y de Carlos III. Si-Quia era aquí jefe de los masones, casi todos afiliados por Isabelo de los Reyes, que, como usted sabe, es natural de aquí. Se conoce que la conspiración á la s o m b r a de la m a s o nería (que no se perseguía por las autoridades), era en todas las provincias del Archipiélago, a u n q u e no en todas e s t a b a n los t r a b a j o s tan a d e l a n t a d o s como en Manila y provincias limítrofes. P e r o si no se descubre á tiempo por el P. Gil, calcule usted lo que hubiera sucedido á todos los españoles y c u á n tos sacrificios hubiera costado á España la reconquista de este tan vasto territorio. En toda lá diócesis de Nueva Segovia hay h a s t a a h o r a complicados siete clérigos indios; se cree que r e s u l t a r á n más. Se hace preciso ir suprimiendo clérigos, é irlos r e e m plazando con religiosos peninsulares, aun los mismos coa d j u t o r e s . El reverendísimo P. Hevia es también, según mis informes, de esta opinión, y parece ser que así lo m a -


1 0 0—•••.

iiifestó y a á los provinciales de l a s ' O r d e n e s por los aiios de 91 y "92, indicándoles la c o n v e n i e n c i a de que a u m e n t a sen el p e r s o n a l de e s t u d i a n t e s e n los Colegios de E s p a ñ a . - A . V. S.v . • N a d a de eso es cierto, pues n u n c a he querido s e r m a són, si bien d e s d e el principio c o n s i d e r é la m a s o n e r í a c o m o m u y útil p a r a iniciar á los filipinos en el a r t e de c o n s p i r a r . El papel que v e r d a d e r a m e n t e h e d e s e m p e ñ a d o en el m o vimiento revolucionario h a sido el siguiente: El inteligente a g i t a d o r D. J o s é A. R a m o s , que vino m a són de Londres en 1882, m e conoció por mis a r t í c u l o s h u morísticos c u a n d o yo c o l a b o r a b a en La Oceania Española, e n c u y a redacción él e s t a b a t a m b i é n empleado c o m o t r a ductor de inglés; artículos que ridiculizaban el increíble a t r a s o del país R a m o s , que se hizo íntimo a m i g o mío, conoció p r o n t o mi c a r á c t e r e x a l t a d o y que y o e r a p a r t i d a r i o de iniciar u n m o v i m i e n t o e n c a m i n a d o á p r e p a r a r la e m a n c i p a c i ó n del pais por todos los medios posibles, y a por la p r o p a g a n d a d i s i m u l a d a y legal, y a por lo que fuese, r e s p e t a n d o y apoy a n d o en privado las opiniones y p r o p a g a n d a s de los filipinos r a d i c a l e s de E s p a ñ a , m i e n t r a s yo en la p r e n s a de Manila, d e n t r o de los e s t r e c h o s límites de la c e n s u r a oficial, h a c i a c lanto podía en pro del progreso y de r e f o r m a s beneficiosas. Los dos s o l i c i t a m o s permiso del Gobierno p a r a publicar u n periódico político, El Indígena, pero f u é d e n e g a d a n u e s t r a petición. E n t o n c e s él m e invitó á i n i c i a r m e en u n a logia m a s ó n i ca i n g l e s a en 1884; pero lo r e h u s é diciéndole que no m e m u d a b a de religión c o m o de c a m i s a , y sin e m b a r g o , t a n t o g o z a b a yo de s u c o m p l e t a c o n f i a n z a , que m e e n c a r g ó co. r r e g i r p r u e b a s de d o c u m e n t o s m a s ó n i c o s . R a m o s , p a r a d e s m e n t i r la pretendida i n c a p a c i d a d de los filipinos, hizo u n a edición l u j o s a de u n o s a r t í c u l o s míos, sobre e t n o g r a f í a , h i s t o r i a y c o s t u m b r e s del país. En este folleto, e n t r e e m p a l a g o s o s é irónicos elogios á los f r a i l e s , s e d e j a b a n deslizar p r u e b a s históricas de que ellos, en vez dé e n s e ñ a r la v e r d a d e r a religión c r i s t i a n a á los filipinos, son los que les hicieron c r e e r ese g r a n c ú m u l o de s u persticiones y p a t r a ñ a s s o b r e s e r e s s o b r e n a t u r a l e s , a p a riciones de d i f u n t o s , etc.; que h a s t a las t r i b u s m o n t e ses e s t a b a n á v i d a s de progreso y ^ q u e p a r a civilizarlas sólo b a s t a b a un poco de b u e n a v o l u n t a d en los misioneros. C u a n d o iba á e f e c t u a r s e la m a n i f e s t a c i ó n de 1888, R a m o s me llevó al palacio de M a l a k a ñ a n g , p a r a e x p r e s a r al g e n e r a l T e r r e r o v e r b a l m e n t e l a s q u e j a s del país; pero n o s é por qué, dicho día no^se efectuó la m a n i f e s t a c i ó n , lo


— lül que nos dio mala espina á él y á mí, y recuerdo que me dijo malliumorado: — ¡Ya empezamos con éstas! Porque él era uno de los jefes, y no le habían dicho nada de la suspensión. Del palacio de Malakañang, pasamos á casa de D. Doroteo Cortés, el cual me enteró del objeto de la manifestación de este modo: — Nosotros, contamos con el beneplácito del Gobernador civil, Sr. Centeno, para hacer una manifestación contra los frailes, que nos oprimen con sus abusos y se opo • nen al progreso del país. — Muy bien, le contesté entusiasmadísimo. Pero mi entusiasmo desapareció por completo cuando el Sr. Cortés me-dijo con la mayor frescura, que ellos pedían, y estaban seguros de conseguirlo, que el arzobispo fuese desterrado, sólo por haber dejado de asistir á u n a s funciones religiosas dedicadas al rey. Entonces dudé de la habilidad de los "directores de la manifestación, y creí que éstos iban á ser aplastados irremisibleinente por los frailes, que e r a n muy astutos y poderosos, como en efecto ocurrió. Y me retiré dejando á Ramos en aquella casa. Directamente fui á ver á su padre y le dije: — La manifestación se h a aplazado. Vengo á decir á usted mi opinión de que su hijo no debe suscribir la instancia de los manifestantes. Qué la suscriban todos los que lo quieran, pero sería una lástima que su hijo, que en adelante podrá prestar señalados servicios á l a patria por sus especiales condiciones, caiga a h o r a aplastado por los frailes. Ya que Cortés dice que cuenta con las autoridades, la firma de su hijo no es muy necesaria. Y Ramos no la firmó, ni Cortés tampoco. Los frailes más ilustrados que querían transigir con el progreso de Filipinas, como los agustinos P. Celestino Rodríguez, el continuador de la Flora Filipina del P. Blanco, el P. Rufino Redondo, y los dominicos P. José María Ruíz, autor de una excelente Memoria que fué prohibida por los mismos frailes, y el P. Prudencio Vidal, pensaron en 1888, en ponerme al frente de un partido filipino progresista, que simoatizando con los frailes, emulas^ con el del doctor Rizal. Los PP. Vidal (éste fué mi querido maestro) y Redondo me hablaron de ello, y yo, de acuerdo con Ramos, lo acepté con estas condiciones: Primera. Que los frailes secundasen mi proyectado partido al pedir las reformas políticas, que no estuviesen reñidas verdaderamente con los intereses de ellos.


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porque era la única m a n e r a de que fuésemos simpáticos al país, y estas r e f o r m a s e r a n : representación en Cortes restringida, asimilación de las provincias y municipios filipinos á los peninsulares, f o m e n t o de los ferrocarriles y de la instrucción, etc. Segunda. Que respetando los hechos consumados, dej á b a m o s á los frailes con los curatos y sus haciendas indebidamente adquiridos;_pero que p a r a abrir nuevos horizontes á las n a t u r a l e s aspiraciones del clero filipino, qué se proveyesen por oposición y en propiedad los c u r a t o s que b u e n a m e n t e les h a b í a n dejado, a u m e n t o de sueldo de los coadjutores y establecimiento de cabildos catedrales en las diócesis. Los frailes se a s u s t a r o n al o i c e s t a s condiciones; recuerdo que el P . F e r n á n d e z Arias intentó e n g a ñ a r m e citando u n a i m a g i n a r i a Real orden que prohibía proveer ios curatos, como yo proponía, y cual sería su admiración al replicar yo que eso sólo fué por un convenio de los obispos. El P. Cabezas, prior de San Agustín, convino conmigo en que los frailes gestionarían el a u m e n t o de sueldo para los coadjutores. Pero lo cierto es que s é incomodaron al n o t a r que no e r a yo t a n tonto como ellos se habían creído; y mi maestro el P. Buitrago, me dijo en b r o m a que yo era m á s malo que Rainos. Y cuando me quejé f o r m a l m e n t e de su grosería, me dió por escrito el P. Ruiz toda clase de satisfacciones. Un agustino quiso también que yo t r a d u j e s e los libritos del P. José Rodríguez contra Rizal, y yo, a s o m b r a d o de la torpeza de los que con su persecución le daban más importancia que otra cosa, lo consulté con Ramos, el cual era íntimo amigo de Rizal y que para contribuir á la popularidad de este insigne patriota habia comprado y distribuido c e n t e n a r e s de aquellos libritos inocentes de F r a y Rodríguez. Ramos, apenas me oyó, riendo á m á s no poder, me dijo: — Si, cinco, acéptalo; pero qué la traducción lleve t a m bién indulgencias del arzobispo como los originales en castellano. Y me puse á traducir y cuando terminé el primer librito, fui á presentar una instancia al arzobispo P a y o . E s t a b a presente el P. José Consunji, el cual como conocía mi picardía, con dificultad podía reprimir la risa, al discutir yo con el P. P a y o . Este nie dijo: — ¡Um! Ese P. Rodríguez está comprometiéndome. — El P. Rodríguez no h a c e m á s que defender los intereses de la religión, y V. E. llustrísima t e n d r á que conce-


— load e r también indulgencia á mi traducción, porque no creo s e a menos m e r e c e d o r a que el original. No sé si sospecliaron que mi traducción estuviese h u moristicamente hecha, el caso es que ni me dieron permiso p a r a imprimirla, ni apareció m á s el original presentado. Siempre que Rizal venia de Europa, no dejó de visitarme, la primera vez, con u n a c a r t a de Bluinentritt; si bien n u n c a llegamos á vernos, porque no me e n c o n t r ó en c a s a , ni yo á él en la suya. El apreciaba mi patriotismo por mis artículos que se pubUcaban en la prensa de ¡Manila. En 1889 pedi Diputados á Cortes en la misma p r e n s a de Manila, y por cierto que fui objeto de s a n g r i e n t a s burlas por parte de los periódicos fraileros, los cuales se e x a s p e r a b a n con el que llamaban mi atrevimiento y no cesé h a s t a que la c e n s u r a me hizo callar. Publiqué la Historia de Hocos, en la cual se decian estupendas verdades sobre el pasado de los frailes y fué a c a s o l a primera vez que surgia independiente el criterio fllipino en la historia del país. Esta obra fué d u r a m e n t e combatida por los frailes, no sólo eii Filipinas, sino h a s t a en E s p a ñ a , donde el A c a d é mico y ex Director general. B a r r a n t e s , censuró con m á s s a ñ a a u n al censor oficial por h a b é r m e l a dejado publicar, diciendo que él p a s a b a por t o d a s mis hipocresías. _ En el mismo periódico frailero, e\ Diario de Manila, p u bliqué en 1890 un cuento e n t e r a m e n t e filibustero, cuyo p e r s o n a j e se llamaba Isio (1), y en la Hustraaión Filipina, u n artículo simbólico, titulado La abuela xj el nieto, ó sea, la tradición r e p r e s e n t a d a por los frailes y el pueblo fllipino, ávido de libertad y de progreso. Publiqué a d e m á s La Lectura Popular, periódico hispanotagalo, y El llocano (periódico iloco-español), en los cuales intenté popularizar la afición á la política. En l a c o l e c c i ó n de los p e r i ó d i c o s El Hocano, Oriental,

La Lectura

Popular

y La Ilustración

La

España

Filipina,

se po-

d r á n ver infinidad de artículos míos, pidiendo r e f o r m a s progresistas y beneficiosas al país sobre la base de la asimilación con la Metrópoli, en todos los r a m o s de la Administración, como representación filipina en Cortes, p r e n s a libre, reorganización de los antiguos municipios y de las j u n t a s provinciales, asímilándoloisá los municipios y diputaciones provinciales, elevando á la categoría de alcal-

- (I) Lore

"En mi libro Folk-Lore filipino, a p a r e c e con el t í t u l o de ¿Folkadministrativo'


— 104 — des y concejales á los gobernadorcillos y cabezas de b a r a n g a y , s a c a n d o á concurso público el cobro de las cédulas personales, como el de los arbitrios, organizando mil i t a r m e n t e el cuerpo de cuadrilleros y de guardias r u r a l e s con sueldos; fomento de los ferrocarriles, puentes y c a r r e teras; m e j o r a de la instrucción y de los sueldos de los maestros, creación de Institutos de segunda ensefianza en provincias, puertos libres, lecciones de agricultura, industria y comercio, predicando y practicando el espíritu de asociación en empresas industriales y agrícolas como intenté con la Hormiga de Tarlak, con capital efectivo de cinc u e n t a mil pesetas; oponiéndome á nuevas contribuciones é impuestos que m a t a b a n las nacientes industrias; pedía economía en el personal y moralización, y d e n u n c i a b a l a s prácticas abusivas, como el suministro de víveres con arreglo á t a r i f a s i n j u s t a s , sin olvidar el arreglo de los cur a t o s y misiones, la reorganización judicial y notarial, l a asimilación de los müitares y m a r i n o s fliipinos á los peninsulares, coto á la inmigración china, etc., etc. T e n g o la satisfacción de consignar que he conseguido mucho de lo que había pedido y por mi tenacidad he logrado que el censor fuese e n s a n c h a n d o su criterio y f u e s e m á s benévolo conmigo. Y en tiempo de los g e n e r a l e s Despujol y Blanco, el s e ñ o r D. Aníbal Alvarez y Osorio, ponente en el Consejo de Administración civil en el arreglo de los municipios, y el señor Cortabitarte, ponente en el proyecto de guardias rurales y de la reglamentación de los obreros agrícolas, lleg a r o n á pedirme informes y aceptar los proyectos de reglamento que les propusiera. M i e n t r a s e n el Diario,

El

Comercio,

La

Opinión

y

otros

periódicos de M a n d a , publicaba también muchos a r t í c u los etnográficos, históricos y folk-lóricos, p a r a probar la c a p a c i d a d de los fliipinos y la igualdad de r a z a s , contestando á Quioquiap y otros que t r a t a b a n de deprimir á m i s compatriotas, y por todo esto, no se publicaba periódico, ni folleto de españoles entonces, en que no se me c o m b a tiese a c e r b a m e n t e y como pueden decir los Sres. A t a y d e y H a z a ñ a s , propietarios de La Lectura Popular, u n a n o c h e el Gobierno general me llamó, e n f e r m o y todo, para s e r deportado, por haber denunciado F r a y Eustaquio Moreno dicho periódico, de que, como todo el mundo lo sabía, e r a yo el Director efectivo; pero c u a n d o los f r a d e s creían que iban á d e s c a r g a r m e el golpe de gracia, resultó que el director oflcial e r a el Sr. H a z a ñ a s , inteligente catedrático de la Universidad de S a n t o T o m á s . Entonces los Sres. arzobispo Nozaleda y obispo Hévia, t r a t a r o n de e x c o m u l g a r m e por unos artículos, pero se


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opuso el Gobierno general que me los habia aprobado. En eso tuve suerte, esto es, logré s o r t e a r l o s escollos de la'censura oficial que ni los mismos españoles pudieron s a l v a r muchas veces. Y los artículos que el censor me tachaba, los publiqué e n i ' í Solidaridad, con ó sin mi firma. Y fui el único fllipino de color moreno, que después de tantos informes conseguí permiso para dirigir periódicos en Manila durante la dominación española, f Al Sr. Poblete le impusieron como directores de sus publicaciones, al Sr. H a z a ñ a s y al tristemente célebre Fray Mariano Gil). Pero los frailes me inutilizaron en mi c a r r e r a y por ellos no sólo no logré ningún empleo oficial, sino que intrigaron con las empresas periodísticas donde yo escribía, para que me despidiesen. Lo mismo perdí todos mis pleitos en los centros oficiales por su incontrastable influencia, y tuve que refugiarme en el comercio para g a n a r el sustento de mis numerosos hijos. No es e x t r a ñ o , pues, que Rizal d e j a r a encargo.de invit a r m e á figurar en la Liga filipina, cuando él fué deportado á Dapitan. El inspirado compositor musical, D. Julio ^'akpil, fué el encargado de llevarme un ejemplar de los Estatutos d é l a Liga, diciéndome que Rizal en persona había estado en mi casa, antes de ser deportado; pero que no me encontró. Cuando leí en los Rstatutos «obediencia ciega y pena de rnuerce al que descubriese algún secreto de la Liga,» recordé enseguida la mala dirección de la manifestación de 1888, y conte.sté: — Ya saben ustedes que desde la edad de quince años estuve sosteniendo en la prensa de Manila las mismas i'leas que sostienen los filipinos de Madrid. Yo fui el único que tuvo la imprudencia de hacer eso en Manila al alcance de los tiros de los frailes. Pero a h o r a ya tengo treinta años y muchos hijos. He tenido que dejar recientemente el periodismo, p a r a dedicarme al comercio, á fin de poder m a n t e n e r á mi numerosa familia. Y además, soy de carácter y de opinión muy independiente, y acaso sei-viría yo sólo para perturbar la disciplina que es muy necesaria en toda sociedad. T r a b a j e n , pues, ustedes, que y a cuando sea verdaderamente necesario mi concurso, no faltaré. Cuenten ustedes con mi cuota de peso mensual, pero no figuraré en la Liga, porque no puedo j u r a r obediencia á personas á quienes no conozco todavía. No figuré en la Liga, pero puntualmente'pagué m a s del ' peso mensual por TM'Solidaridad, y eso que tenían orden de Madrid de servírmela gratis, como puede decirlo D. Gre-


— 106 — gorio Santillán. Y les imprimi en mi e s t a b l e c i m i e n t o u n o s recibos de dicho periódico, que n a d i e se a t r e v í a á h a c e r los. Si los de Cavite h a n c o m p r a d o a l g u n o s revolvers, creo que son de los que he vendido por conducto de los caviteños, D. José Vales y D. Daniel T r i a T i r o n a . Días a n t e s de estallar la insurrección, D. Isabelo A r t a cho me t r a j o u n a c a r t a de D. José A. R a m o s , en l a cual m e d a b a c u e n t a de las gestiones que e s t a b a h a c i e n d o c e r ca dé los p r o h o m b r e s políticos del J a p ó n , á fin de que n o s p r e s t a r a n su auxilio p a r a conseguir n u e s t r a i n d e p e n d e n cia. A r t a c h o me dió v e r b a l m e n t e detalles y supe que el j e f e del partido liberal del Japón, que e n t o n c e s e s t a b a en la oposición, s i m p a t i z a b a con la idea y propuso, como m e dio de b u s c a r conflicto con Hispana, i n t r o d u c i r e m i g r a n t e s ' japoneses. Desde luego les ofrecí mis e x t e n s o s t e r r e n o s en T a r l a k . Despues estalló l à insurrección en B a l i n t a u a k , á l a cual no di n i n g u n a i m p o r t a n c i a , c r e y e n d o que e r a c o s a de los frailes, que fingían ver peligros en t o d a s p a r t e s , p a r a dep o r t a r á los filipinos de i d e a s p r o g r e s i s t a s . P e r o c u a n d o se r e p r o d u j o el e n c u e n t r o en 2 de Septiembre, en S a n J u a n del Monte, corrí á o f r e c e r mis servicios á Julio Nakpil. Recuerdo m u y bien que e r a un día festivo Después de b e s a r á mi esposa que e s t a b a m u r i e n d o y á mis seis hijos, fui á ver á Nakpil, t o d á v í a sin e n j u g a r mis l á g r i m a s , y le dije: —No quise figurar en la Liga por r a z o n e s que y a h e e x plicado á usted; pero vengo á cumplir mi p r o m e s a de que n o habia de f a l t a r en el m o m e n t o o p o r t u n o . Aquí t r a i g o á usted un c h e q u e de mil pesos, que p o d e m o s e m p l e a r en c o m p r a r los revólvers que v e n d e uno del vapor Salvadora, y aquí me- tiene usted p a r a o c u p a r un puesto de simple s o l d a d a (1). E s t a b a n p r e s e n t e s su h e r m a n o F r a n c i s c o , presidente del Consejo de S a n t a Cruz, su m a d r e y su h e r m a n a la bella y hábil p i n t o r a S r t a . P e t r o n a . Ellos me d i j e r o n e n t o n c e s que l a L i g a y a h a b í a d e j a d o de existir h a c í a m u c h o y que i g n o r a b a n si la sublevación e r a cosa de los frailes, p a r a fusilar á t o d o s sus enemigos. Nakpil, no aceptó m á s que u n revólver que yo l l e v a b a , con s u s municiones. (1) íTo era y o n i n g ú n a v e n t u r e r o , p u e s poseía dos casas en M a n i la, u n a i m p r e n t a , extensos t e r r e n o s e n T a r l a k é llocos, y c u e n t a cor r i e n t e en los tres B a n c o s de a q u e l l a c i u d a d .


— 107 — Fui á ver á Domingo Franco, y me dijo casi lo mismo. 'Entonces volví á recogerme en mi casa; pero deseando que me prendieran, para que yo tuviese ocasión de decir á as autoridades españolas las verdaderas quejas y aspiraciones del país, como en efecto lo hice con esta Memoria. Entre los filipinos ilustrados fui casi el único que simpatizó desde luego con los katipuneros y que reconoció la importancia del Katipúnan cuando llegué á conocer su organización. En la prisión fui el único de mi clase (burguesa)-que fraternizaba con los pobres é ignorantes katipuneros. Uno de los fundadores del Katipúnan,el Sr. Diua, me dijo que aun en la misma cárcel «los de la Liga mir a b a n á los katipuneros por encima de los hombros » Cuando salí de la prisión á fines de Mayo de 18!)7,_ don Agustín de la Rosa, comisionado por no sé quién, 'fué á mi casa á ofrecerme im cargo de cabecilla en el campo insurrecto, lo que no pude aceptar, porque acababa yo de perder á mi pobre esposa y asistía á mis seis pequeñuelos casi como una nodriza. Sin embargo, en Tambobong, redacté-elconocido Programa-manifiesto deAguinaldo, que t a n t a resonancia tuvo en España. Voy á terminar esta enojosa egolatría, para deciros que como veis en mi vida, en política no Caben términos medios. Si yo no hubiese confiado en mis enemigos y me hubiese ido con el Sr. de la Rosa al campo insurrecto, no hubiera padecido tanto como he padecido, y no seria yo un nadie en la República filipina, como lo.soy en la a c t u a lidad á pesar de mis sacrificios y pequeños servicios, estando completamente arruinado por los yankis que h a n saqueado mi casa en Tondo. L o s frailes, "y otros que no eran frailes, j a m á s me han perdonado á pesar de mis temperamentos gubernamentales. Sin embargo, eso no qufere decir que sobra el buen tacto: ya ven ustedes que con la mesura de mi estilo he podido decir en la prensa de Manila todo lo que he querido, y no sólo esto, sino que los españoles leían mis escritos y hasta el mismo censor me g u a r d a b a consideración, que j a m á s olvidaré (1) Yo respetaba todas las opiniones de los filipinos y aplaudía los distintos procedimientos de ellos, y dentro de mi modesta esfera t r a b a j a b a también cuanto podía con absol u t a independencia. Y este mismo respeto á las opiniones a g e n a s y el apoyo incondicional á todo lo fllipino, a u n q u e sean distintos los medios, es lo que yo desearía ver en todos mis compatriotas. (1) M Progreso de Madrid, La Voz Cántabra, El Nticvo Régimen, el Diario de Manila y otros periódicos, hasta el Pr. Vigil, sabio Obispo •de Oviedo, pidieron mi libertad. Gracias á todos.


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MIS GESTIONES EN ESPAÑA en pro de r e f o r m a s p a r a F i l i p i n a s . A c a b a b a yo de llegar á E s p a ñ a y e s t a b a r i g u r o s a m e n t e i n c o m u n i c a d o en l a s c á r c e l e s n a c i o n a l e s de B a r c e l o n a , en un calabocillo, á d o n d e , p a r a llegar, h a b i a que p a s a r 30r tres p ü e r t a s c e r r a d a s con llave,' c u a n d o , por a r t e de jirlibirloque, un distinguido periodista federal, q u e e s t a b a t a m b i é n preso por revolucionario, D. Ignacio BO y Singla, logró i n t r o d u c i r s e en mi prisión, y a ú n no se h a b i a l e v a n t a d o mi i n c o m u n i c a c i ó n , c u a n d o El Nuevo Régimen, del señ o r Pi y M a r g a l l , El Eco del Pueblo y o t r o s periódicos republicanos, publicaron l a p r e s e n t e M e m o r i a en Julio de 1897. Con f e c h a 11 de Septiembre de dicho a ñ o publicó el Ministro de Ultramar." D. T o m á s C a s t e l l a n o , sus r e f o r m a s p a r a Filipinas, casi t o d a s i n s p i r a d a s por los frailes, y á ]Desar de que me e s t a b a prohibido escribir en periódicos y casi i n c o m u n i c a d o , los a n a r q u i s t a s presos se e n c a r g a r o n de e n v i a r al diario revolucionario El Progreso, de M a d r i d , u n a serie de artículos míos, c o m b a t i e n d o d i c h a s r é f o r m a s . Y t a n pronto tomó posesión del ministerio de U l t r a m a r , D, S e g i s m u n d o Moret, le envié el siguiente plan de r e f o r m a s en Octubre del m i s m o a ñ o , por eso m e conoció y m e llamó á Madrid. .

MI PLAN DE REFORM/^S

con arreglo á las justas aspiracionesy atendibles quejas de los filipinos. En lo politico: H a c e r extensiv?^ á Filipinas la Constitución del E s t a d o con sus c o n s e c u e n c i a s de r e p r e s e n t a c i ó n en Cortes, libre p r e n s a y libertad de asociaciones, p a r a g a r a n t i z a r la seguridad p e r s o n a l . En lo legal: La uniflcación, aplicando al Archipiélago el Código penal p e n i n s u l a r , el Código civil con los artículos s o b r e m a t r i m o n i o civil s u p r i m i d o s al h a c e r s e e x t e n s i v o á Filipinas y d e c l a r a n d o vigente en las m i s m a s el e n j u i c i a m i e n t o criminal de la Metrópoli. R e s p e t a r los a c t u a l e s J u z g a d o s de P a z y p e r f e c c i o n a r l o s a s i m i l a n d o á sus e q u i v a l e n t e s en la P e n í n s u l a y h a c i e n d o que los J u e c e s s e a n n o m b r a d o s en t e r n a por los Municipios l l a m a d o s « T r i b u n a l e s municipales.» En lo administrativo: D e s c e n t r a l i z a c i ó n : q u i t a r t o d a intervención del p á r r o c o en los Consejos municipales y provinciales. E n los i n f o r m e s p r i v a d o s de la G u a r d i a civil y


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de los párrocos sobre nombramientos, se les exigirá que aduzcan pruebas exteriores y concretas solire el anti-españolismo de que suelen acusar á todo candidato que no sea santo de su devoción. La ley no se extiende h a s t a el fuero interno. Moralizar á los empleados, haciendo posible la efectividad de las penas á los culpables, darles estabilidad por medio de oposiciones; economizar el 50 por 100 del actual presupuesto sobre personal, suprimiendo muchísimas plazas inútiles (todas las clases de oflciales y. no pocas de las de Jetes de Negociado) y sustituyéndolas con otras de auxiliares, dotadas con la mitad de los actuales sueldos, plazas que por oposición podrían desempeñar los filipinos que tienen menos necesidades que los peninsulares. Así ten Irían parte que es lo que desean. Por cada tres plazas con sueldo de 20 ó 25 pesos al mes, suelen presentarse á oposición unos 80 asp rantes. En la actualidad los aspirantes y escribientes filipinos son los que llevan todo ehpeso de las oficinas del Estado en Filipinas. Con lo que se economice en el personal y en el material (1) y dejando por veinte años las infructuosas campañas de Mindanao y Joló, se construirían todos los proyectados ferrocarriles en Luzón. Vamos á lo primero, que h a s t a en capitales de provincia de la importancia de Tarlale, existen bosques vírgenes extensísimos. Tendremos tiempo después para atender á Mindanao y Joló, las cua les islas se deberían declarar puertos libres, para que el comercio e x t r a n j e r o nos ayudase á colonizarlas. Con sólo las expediciones militares nada conseguiremos. ¡ Jh! cuánto bien positivo no hubieran reportado al pais y al Estado, si las cuantiosas s u m á s invertidas en la construcción de la escuadrilla de Lanao y del ferrocarril de llígan, se hubiesen empleado en una línea férrea de las proyectadas en IJUZÓU. Si queremos continuar sosteniendo estas costosísimas expediciones, conviene imponer á los moros que se gobiernen por medio de Municipios, cuyo personal sea nombrado á propuesta de ellos por las autoridades militares ó jefes de destacamento Sólo asi conseguiremos diviflirlos y hacerles verdaderamente necesaria la amistad de los españoles, fomentando la formación de varios partidos en una misma sultanía ó distrito municipal Ni más ni menos que lo que se hizo con los indígenas de Luzón y (1) E n los presupuestos do los Ayuntamientos de • provincias el personal y el material lo absorben todo, y nada se destina á obras públicas, siendo así que se p u e d e n reducir á la m i t a d los actuales sueldos de los secretarios, etc.


- 110 - • V i s a y a s . Obligarles á sostener las guarniciones exijiéndoles contribuciones. U n a de las c a u s a s de la insurrección fué el ser oprimido el pais con contribuciones c a d a vez m á s onerosas, que m a t a b a n las industrias y el comercio; y sin e m b a r g o , no se acometían o b r a s públicas en Luzón, ni el pueblo veía en que se empleaban los fondos del Tesoro. Sería desastroso i m p l a n t a r la contribución territorial. La agricultura, a p e n a s naciente con extensísimos bosques incultos por falta de braceros, necesita a u n m u c h a protección. Conviene s a c a r á pública s u b a s t a la terminación de las f a m o s a s o b r a s del puerto de Manila que y a se hacen etern a s , así como todas l a s o b r a s municipales y públicas. Las que se llevan á cabo por administración, en colonias dan siempre que decir. En lo gubernativo: Suprimir las deportaciones gubernativas en tiempo de paz, y a u n en tiempo de g u e r r a los Consejos ó los Jueces militares deberían ser los que las decreten en providencias f u n d a d a s , b a j o su responsabilidad, y a p r o b a d a s por el Capitán g e n e r a l . P a r a evitar las vejaciones de la Guardia civil, conviene h a c e r l a depender de los Municipios, es decir, su primer jefe local ha de ser el alcalde, sin que puedan violar los domicilios sin auto judicial. Exigir responsabilidad á los a g e n t e s de la policía sec r e t a por sus denuncias falsas como á todo denunciador, proscribiendo las t o r t u r a s p a r a a r r a n c a r falsas confesiones y castigando s e v e r a m e n t e al que las émplée. En Ing l a t e r r a la policía no comete tales atrocidades, sino que l l a m a al denunciado y lo c o n v e n c e con p r u e b a s evidentes y exteriores; pero respeta á los meros sospechosos sin perjuicio de vigilarles, porque repetimos, la ley no llega h a s t a el fuero interno. En lo económico y comercial: C o n s i d e r a m o s r u i n o s a l a s o -

lución de la crisis m o n e t a r i a con el patrón oro y es preferible unificar los pesos filipinos con los peninsulares; y a que tienen igual ley, conviene declarar obligatoria en la Península la circulación de los filipihosya a c u ñ a d o s . En lo sucesivo se suprimirán los moldes filipinos, pero cediendo al Tesoro metropolitano el lucro que resulte por la diferencia de leyes. Declarar de c a b o t a j e el comercio ó cambio de productos e n t r e la P e n í n s u l a y Filipinas, y si esto no fuese-posible, p r o c u r a r que las franquicias y protecciones sean m u t u a s , evitando [sacrificar todo el país á unos c u a n t o s importadores. Y abrir al comercio e x t r a n j e r o otros puertos en Luzón.


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Ili

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Que el Estado procure llevar á las provincias' filipinas bancos con capitales peninsulares, tíarantizándo os cierto interés moderado, un 4 por 100 verbigratia. Que se procure cortar la inmigración china con mayores contribuciones personales con el fin de hacer posible la inmigración peninsular, y a d e m á s ¿conviene r e c a r g a r con un 20 por 100 las p a ' e n t e s industriales y comerciales, puestas á nombre de chinos. Ejército y Marina: Equiparación absoluta; y p a r a evita deserciones, qué los filipinos vengan á prestar servicio á los puertos peninsulares (1), donde el clima les es benigno; y que los peninsulares vayan allá. Esto que mé parecía algo utópico al principio, mereció la aprobación de c u a n tos jefes militares ¡lo habia consultado. Y si eso no fuese posible, f o r m a r batallones mixtos de peninsulares y filipinos como verdaderos h e r m a n o s , sin odiosas diferencias, ni separaciones, como está organizada, por ejemplo, la b a n d a de música del regimiento de artillería en Manila. En lo eclesiástico: ¿No aprueba el Gubierno la expulsión de los frailes que piden los insurrectos? Que al menos imponga se g u a r d e 1 • m a n d a d o por Madrid y R o m a , suprimiendo l o s privilegios y coriruptelas perjudiciales. Y propongo lo siguiente: 1." .Nombrar obispos seculares que puedan juzgar imparciaimente las cuestiones e n t r e frailes y clérigos filipinos y a d m i n i s t r a r los bienes de éstos sin lesionarlos. 2.° Hacer g u a r d a r s e v e r a m e n t e la prohibición de que los cargos de provisores y fiscales ó secretarios.de c á m a ra de los obispos sean desempeñados por frailes. 3.° Anular los cambios de c u r a t o s e n t r e frailes y clérigos hechos por 0bisi)0s y frailes sin intervención de los clérigos. Una j u n t a de éstos debería ser la que administre sus bienes en caso de que no se n o m b r e n obispos seculares. 4.° Devolver á los clérigos sus c u r a t o s usurpados y la dirección de los Seminarios, porque son fundación de ellos, y si se suprimen los Seminarios filipinos, como desean los frailes, que se conviertan en Institutos del Estado,dirigidos por orofesores seglares (2). 5.°

Proveer

por oposicio'n y en propiedad

los c u r a t o s a d -

ministrailos por filipinos, como está m a n d a d o s e v e r a m e n te por el Concilio de Trento. (1) Mi i'lijeto era que se i n s t r u y e s e n en E s p a ñ a . (2) E n su i-Hso, que se s u p r i m a n t a m b i é n en la P e n í n s u l a los Sem i n a r i o s de frailes filipinos, y sobre todo que d e j e y a el E s t a d o de costear el ¡.»saje á los frailes que v a n y vienen de F i l i p i n a s , t o d a vez q u e son más ricos que la H a c i e n d a p ú b l i c a .


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6.° S -cularizar los curatos desempeñados por los f r a i les, dándolos á los ríiismos, con tal que ellos se secularicen, arreglándose ellos el repartimiento como quieran vitaliciamente, esto es, que cuando mueran los que los desempeñan, se s a c a r á n á oposición por turno entre los clérigos de la Península y los del Archipiélago. Porque el Derecho Canónico prohibe á los frailes desempeñar curatos ó parroquias, y si antes se les toleró en Filipinas, fué por la falta absoluta de personal, motivo que ya no existe, toda vez que muchos seculares de la Península y del Archipiélago los administrarían a h o r a con mil amores. 7." Soátener el arancel establecido bajo pena de excomunión por el arzobispo Basilio Sancho de Santa J u s t a y Rufina, mandado g u a r d a r repetidas veces, pero en vano, por el Gobierno de S. M., calificando como exacción ilegal todo cobro de derechos parroquiales que se h a g a sin librar recibo, y que no se a j u s t e á dicho arancel. 8." Mientras no varíe la actual oi'ganización de los curatos, sostener el proyecto del Sr. Castellano sobre la movilidad ad nutum del párroco regular por los obispos sin necesidad de causa solemne para su remoción, á fin de que liuedan corregirles en su caso sin desprestigiarles; que es el eterno pretexto para cubrir la impunidad de ciertas cosas. 9.° Autorizar á las Corporaciones religiosas á ir vendiendo en subasta sus fincas en pequeños lotes, á fin de que en lo futuro la propiedad esté bien distribuida entre los vecinos, pues donde esto ocurre, no hay perturbaciones, como se ve en las provincias ilocanas. Como se ve, no hay ninguna animosidad en mí contra Ios-frailes y creo que está en el mismo interés de ellos aceptar el arreglo que propongo. Enseñanza y Beneficencia'. Secularizar y asimilar completamente la enseñanza con la de la Península. Ordenar á las Juntas provinciales funden por lo menos en cada provincia un hospital que sea al propio tiempo asilo de los pobres, autorizándoles á recoger limosnas y donaciones y á establecer un impuesto para este benéfico fin.

Este modesto plan de reformas no era m á s que el resumen de mis artículos en El Ilocano y demás periódicos de Manila, desde el año 1889, y de las ideas expuestas en la anterior Memoria, y en forma de artículo lo publiqué en El Progreso de Madrid en 30 de Diciembre d e 1897. Un amigo me ha hecho el honor de plagiarme gran parte de dicho plan, copiando literalmente párrafos enteros


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•para meterlos en una memoria que también presentó al ^ r . Moret en Abril de 1898; y no sólo esto, sino que be s a bido que a n d a diciendo que fué el autor de nuestro manif e s t o de 11 de Febrero del mismo año, siendo asi, que lo r e d a c t ó el Sr. Morayta, sirviendo de base mi modesto pian d e reformas, como «;e puede probar • confrontando uno y o t r o , y aún conservo mi original con las señales que el señor Morayta fué haciendo á medida que iba trasladando mis proyectos á dicho manifiesto. Y siendo esto así, ¿por qué no lo redacté dicho documento, á fin de que no se dijese que hemos necesitado del auxil o de un extraño? Fué porque se habían metido en el circulo del Sr. Mor a y t a personas que no tenían nuestro radicalismo y empezaron con su eterna verbosidad á impugnar mis ideas, y -cuando yo veía que todo iba á p a r a r e n pura palabrería, propuse un voto de confianza al Sr. Morayta para que r e dactase el manifiesto por su imliscutible autoridad, y •aquellas personas que tanto habían charlado, desaparecieron cuando ya se tratba de firmar el documento, y a u n hubo t r e s d e los que firmaron el manifiesto que protest a r o n después porque habíamos estampado sus firmas sin su permiso, según ellos decían. Por estas discusiones innecesarias que esterilizan l a s b u e n a s iniciativas, siempre he huido de la sociedad de ciertos charlatanes y he obrado con absoluta independencia, pues con semejantes compañías j a m á s se podrá ir á ninguna parte. Una extensa carta, á m a n e r a de exposición, que después se publicó en forma de articulo en El I'rogrei-o, en 10 de Enero de 1S98, acompañaba dicho plan cuando lo remití al Sr. Moret. En ella hice en breves palabras un res u m e n d é l o s antecedentes de la guerra, y le di una idea ' de la Liga Filipina y del Katipúnan, de los abusos de los írailes, d Ì 1 is torturas y fusilamientos de inocentes, p a r a t e r m i n a r piiliendo dichas r e f o r m a s que consolidasen la paz de Biyak-na-bató. «Ahora bien—decía y o : - s o m e t i d o s los principales cabecillas, ¿habrá terminado la guerra? Ojalá f u e r a asi; pero el mismo general Primo de Rivera dice que quedarán partidas de bandoleros. Llámanos la atención que dichos cabecillas se pongan en lugar seguro, Hong Kong, á dos días de navegación de Filipinas, sin pretender r e f o r m a s ni •nada, según el telegrama oficial. Acaso vayan á prepararse para otra c a m p a ñ a m á s segura; porque, repetimos, la ú l t i m a no tuvo ninguna preparación y siempre habia de salir sin pies ó una casa por el aire. ¿Que no pretenden reformas? Es absurdo; la guerra no


— 114 — tuvo otra c a u s a ni otro fin. Lo que h a b r á ocurrido ahorac es que el general Primo de Rivera les h a b r á arreglado cori promesas como apaciguó á ciertos fliipinos caracterizados, que en Mayo último fueron á quejarse a n t e él por la f a l t a d e seguridad personal, estando los vecinos pacíficos á merced del primero que quisiese calumniarles, y que para.' remediar estos atropellos le pedían la asimilación politica, de Filipinas con la Metrópoli. Si el general Primo de Rivera no cumple sus p r o m e s a s , , lo que no creemos dada su caballerosidad, es muy p r o b a ble que m á s t a r d e ó m á s temprano las m a s a s se llamen á, engaño, viendo que, después de exponer sus vidas, destruidas sus propiedades, perdidos no pocos de sus s e r e s queridos, al fin no van á conseguir n a d a , y acaso en m á s a l a r m a n t e s proporciones, los atropellos, fas deportaciones gubernativas, etc , volverán á estar á la orden del dia en aquellas d e s v e n t u r a d a s islas. ¿Y los ricos, los pudientes, las personas distinguidas por sus luces y por su posición social que fueron atropellados, á pesar de su inocencia? Ya han tomado posiciones en los países vecinos, donde pueden preparar su v e n g a n z a . Por eso, el "Gobierno debe elevar sus m i r a s h a c i a e l porvenir, y evitar con j u s t a s concesiones, que desde HongK o n g . el japón, Singapore y China preparen p a r a lo futuro otra g u e r r a m á s seria, pues y a se sabe que las m a s a s , e s t á n predispuestas y que en la presente ocasión sólo h a n faltado unos diez mil fusiles á los insurrectos. Filipinas tiene e x t e n s a s costas, y es imposible impedirei alijo dea r m a s en ellas, como tampoco se h a podido cortar el cont r a b a n d o de a r m a s con los moros de Mindanaw y Joló. Y hay en aquéllas islas impenetrables bosques, que ofrecenai guerrillero insurrecto inagotables recursos alimenticios y de otro género, al paso que diezman de paludismo á las. filas españolas. Sólo haciéndoles justicia, podremos desagraviar á los. atropellados, poniéndoles en disposición de que por m e d i o s lega es puedan formular sus quejas. Sería preciso c o n c e der todo el articulado del programa-manifiesto de Aguin a l d o , q u e Copiado del Diario anunciador del Japón c o r r e p o r

la prensa, que, después de todo, es muchísimo m e n o s délo concedido á Cuba. Pero si no fuese- posible, al menos se impone y a la necesidad de volver á h a c e r extensiva á Filipinas la Constitución del Estado. El Archipiélago, que cuenta-con m á s decuarentaprovincias

civilizadas

y diez millones

de habitantes,

tuvo-

r ^ r e s e n t a c í ó n en las Cortes desde la Constitución de C á diz hasta 1837, y sólo por un acto de inconcebible injusticia, se h a podido suprimir.


— 115 — Con eso, y suprimiendo las deportaciones g u b e r n a t i v a s e n tiempo de paz, ú n i c a m e n t e se g a r a n t i z a r í a la seguridad p e r s o n a l y se conseguirla que volvieran á Filipinas los r i cos indígenas qiie h a n p a s a d o á residir en l a s colonias vecinas. Y e s la única m a n e r a de que el pueblo pudiera m a n i f e s tar sus quejas y sus aspiraciones sin r e c u r r i r á l a s a r m a s ; pues, hoy por h o y , se h a visto que el filipino que, confiado en la rectitud del Gobernadorgeneral, se a t r e v a á f o r m u l a r l a s pretensionesdelpais, v á á l a cárcel y á l a deportación, como f u e r o n l o s manifestantes de 1888, Rizal y el a u t o r de esta MeD. EMILIANO RIEGO DE DIOS mOría. Valiente general

fllipino.

El

porvenir

de

E s p a ñ a está en Filipinas si s a b e m o s e x p l o t a r a q u e l l a s f e r a c e s y riquísimas islas, que casi, casi f o r m a n u n a s u perficie total equivalente á la de la P e n í n s u l a . P e r o p a r a llegar á eso, es preciso consolidar la paz s o b r e b a s e s firmísimas y no sobre r e f o r m a s que nadie l a s pide, todo p a r a salir del paso á fin de que se diga que algo s e concede á dicho país. No h a y que a n d a r con p a ñ o s calientes, ni cabe e n g a ñ a r á los filipinos que h a n d e m o s t r a d o ser m u y o t r o s del n i ñ o inconsciente, ignorantísimo y b o n a c h ó n que nos p i n t a b a n los frailes. Los filipinos piden que se h a g a e x t e n s i v a á aquel A r c h i piélago la Constitución del Estado, única g a r a n t í a - q u e c o n s i d e r a n suficiente p a r a su seguridad p e r s o n a l , p a r a l a propiedad y p a r a la justicia. P o r q u e no liabía r e p r e s e n t a ción en Cortes, libre p r e n s a y libertad de a s o c i a c i o n e s , s e h a n cometido i m p u n e m e n t e g r a n d e s atropellos, a b u s o s , injusticias é i n m o r a l i a a d e s , como todo el m u n d o lo s a b e .


116

¿De qué sirve a f a n a r s e en una industria, si después, por venganza-s puramente personales, un g o b e r n a d o r civil ó político-militar viene á deportar al industrial sin oírle siquiera, ó m a n d a r l e bajo parti la de registro á España, si •es peninsular, d e s b a r a t a n d o el negocio y a r r u i n a n d o por completo á una fauulia a-^ostu a b r a d a á relativo bienestar •que proporcionaba su industria? H a s t a aquí l'ilipinas ha sido un feudo de los frailes, c o n t r a cuyo poder no prevalecen ni la autoridad de prestigiosos gobernadores, ni la de los obispos, ¿qué digo? ni l a del P a p a y que si quidren fastidiar á cualquiera, reventado saldrá, por aquello de que la cuerda se i'ompe siempre por la parte más débil. Y a h o r a habrá mayor dilículta:!; pues ¿quién se atrever á á ir á Filipina.s á edificar sa porvenir sobre los rescoldos de la g u e r r a , si no se atienden las j u s t a s aspiraciones de los filipino^? 'Farde ó temprano se r e a n u d a r á la g u e r r a si no desaparecen sus causas, que ya conocemos todos, y el que a h o r a v a y a á adquirir propiedá les y explotarlas, s e expontlrá á que en el m o m e n t o menos p e n s a l o la guer r a vendrá á arr.iinarle. No hay b i s e s más Armes para consolidar la paz y aseg u r a r la explotación lucrativa y pronta de los campas filipinos por capitales españoles. que l a s q u e se inspiren en j u s t a s concesiones en cordial fr i.ternidad y comunidad de intereses, evitanilo sacrificar el país entero á intereses privados de unos ciiantos exnorta-dores y de los frailes. U n a vez promulgada en Filipinas la f "onstitución y h a biendo libertad de asociaciones, se podría forniar uno ó varios parti ios liberales ó progresistas con t o l o s los filipinos que abrigan deseos de progreso y de libertad, tom a n d o parte en la J u n t a directiva elementos peninsulares p i r a a h u y e n t a r toda sospecha de antiesnañolismo, y este partido ó partidos serían r a m a s de los existentes en la Península. Ese partido c o n t r a r r e s aria la irresistible influencia de los frailes, serviría de apoyo á los honrados gobernadores generales que obran con justicia, y ya no se daría el es caudalosísimo caso de ser destituidos precisamente por s u rectitud y honradez, como lo fueron Despujol y Blanco. Ese partido, eti fln, encarrilaría en la legalidad las n a t u rales aspiraciones del país y contribuiría poderosamente á e s t r e c h a r los lazos de fraternidad entre peninsulares é isleños, suprimiendo los g é r m e n e s de g u e r r a s intestinas.» Mis c a r t a s al Sr. Moret surtieron su efecto, á j u z g a r porque al d a r m e libertad por telégrafo, recibí orden de p r e s e n t a r m e á él, pagando el Estado mi viaje á Madrid. Y toda la prensa de España publicó telegramas sobre mili-


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bertad y sobre mi llamada por el ministro de U l t r a m a r ; porque todos decían que yo llevaba la voz de los insur rece s á dicho de p a r l a m e n t o , como veremos. Cuando me presenté á él, m e ofreció un destino de doce mil reales en l a j u n t a de publicaciones del Ministerio de Ultramar. Me apesadumbré al oír esta proposición, suponiendo q.ue eraun medio indirecto de r e t e n e r m e en España, y y o ansiaba volver á a b r a z a r á mis hijos; pero él m e dijo que yo podía m a r c h a r á mi casa si asi lo deseaba, y que si me ofrecía dicho empleo, era para B. MAKIANO PONCE Representante de a República f.liplna

Í I S ^ V T ' ^ ^

y quejas del país, cuando él acometiese las reformas, pues deseaba u n a reconciliación sincera con los elementos del país. Entonces acepté el destino y recibi orden del Subsecretario de Ultramar, Sr. Quirog'á Ballesteros, de estudiar la m a n e r a de dar vida propia á las juntas p ovinciales y á los municipios. Y contesté que tenía y a un proyecto h e cho y le entregué en el acto mi plan de reformas. El Sr. Quiroga Ballesteros me dijo que, sin atender los motivos que me hayan podido impulsar á escribir mí Memoria presentada al general Primo de Rivera, él y el señor Moret creían cuanto escribí en ella. Y me parece que hasta el mismo Primo de Rivera; pues e I S r . Retana, que estuvo empleado e n e i Ministerio de U l t r a m a r , me dijo que aquél envió á dicho departamento dos copias, una de ellas en cuartillas, seguramente p a r a que se imprimiese. El Sr. Moret no sólo aceptó la representación de Filipi-


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ñ a s en Cortes, cuando le hablé de este asunto, sino t a m bién la j e f a t u r a de un partido filipino reformista g u b e r n a mental, quele propuse. Cuando á fines ae Febrero de 1898 fué nombrado Gobern a l o r de Filipinas el general Augustin, le felicité por telég r a f o en Vitoria, enviándole ejemplares de nuestro Manifiesto, y cuando vino á Madrid, reuní á varios filipinos y fuimos á saludarle en el Ministerio de la Guerra. Con la concisión y la f r a n q u e z a que me c a r a c t e r i z a n , le dije g r a n d e s verdades sobre Filipinas, le hablé sobre la falta de seguridad personal en el Archipiélago, estando los vecinos pacíficos á merced de cualquier desalmado calumniador, que por medio de torturas inquisitoriales a r r a n c a b a confesiones falsas, rogando al general que vigilase á los q,ue le secundasen en el ramo de orden público, á fin de que á sus espaldas éstos no comprometieran la política de atracción del Gobierno, per.-iguiendo á inocentes y provocando con esto la reproJucción de la g u e r r a . Pedí sobre t j d o , la abolición de las deportaciones gubernativas y la derogación del bando de Primo de Rivera, que m a n d a b a al destierro h a s t a á los que carecían de cédula personal. ' Le solicité que lo que se distraía en infructuosas expediciones á Mindanao se emplease en la inmediata construcción de ferrocarriles en Luzón, que son muy necesarios por la falta de carreteras. Y le e n t r e g a m o s una copia impresa de mi anterior Memoria El general Augustin nos recibió bien y prometió h a b l a r s o b r e todo esto con el ministro de Ultramar, procurar la paz, g a r a n t i z a r la seguridaJ personal, nombrar personas <le su confianza en lo referente á orden púolico, f o m e n t a r l a s obras públicas y terminó pidiendo nuestro concurso p a r a conseguir una política de concordia Le contasté que para consolidar la paz, eran indispensables las r e f o r m a s políticas que le propuse,.y que estuviese él sobre aviso, á fin de que los rea-ícionaríos no esterüizasen los nobles propósitos del Sr. Moret, con su política maquiavélica de ealunanias y persecuciones. Casi con estas mismas palabras publiqué en El Progreso e n 4 de Marzo de 1898 nuestra entrevista, para que el elee to g o b e r n a d o r no se olvidase de sus promesas; y lo mismo hice de la despedida que le dimos al citado general, y por cierto que se notó la absoluta falta de frailes en la estación del ferrocarril. Entretanto, publicaba yo en El Progreso violentos artículos, denunciando los atropados de los frailes y de sus esbirros y pidiendo su castigo; tan violentos e r a n , que el s a b i o Obispo de Oviedo, Sr. Martínez Vigil, me escribió


-

119 -

•diciendo que se liubieran a s u s t a d o López J a e n a , Rizal y Marcelo H. del Pilar, si hubiesen hegado á leerlos. P e r o •ciertamente que se lo merecían, porque los frailes e s t a b a n empeñados otra vez en simular conspiraciones en tod a s p a r t e s , y Primo de Rivera fusiló á diestro y siniestro «en la f u e r z a de Santiago en Marzo de 1898. El citado Obispo inició u n a c a m p a ñ a contra mis artículos, en El Imparcial, el cual periódico decía que a b r í a sus columnas como campo neutral. Acepté el reto y el mismo día le e n vié mi réplica, pero no la quiso publicar, considerando prudente dar por t e r m i n a d o el incidente, como me escribió después el señ o r Martínez Vigil Sin e m b a r g o , hl

Progreso

publicó mi réplica, l a cual se componía de tres artículos largos: El primero se tit u l a b a Reformas

,„ „

_

'

EL GENER.iL D. PIO DEL PILAR fi^aíleS ^ n a de las principales figuras en el El segundo

Ejercito filipino

filipinas,

y

en él se d e f e n d í a l a política de atracción del Sr. Moret y l a s r e f o r m a s políticas que yo había pedido, b a s a d a s en la necesidad de h a c e r extensiva á Filipinas la Constitución, p a r a g a r a n tizar la seguridad y los der e c h o s de los filipinos c o n t r a los atropellos de los UtMÍo Los frailes

llevaba por de

Filipinas,

y bravura. ^ ¿j g g e n u m e r a b a n s u s •atropellos y se citaban las q u e j a s h a s t a las de los m i s m o s Obispos frailes, que no podían reprimir los- abusos d e •aquéllos. El tercero tenia por epígrafe F.l Clero filipino, ó sea u n a p i n t u r a muy negra y e x a c t a de la tristísima condición de -verdaderos esclavos, en que se veían los sacerdotes filipin o s con respecto á los frailes, que eran dueños ,hasta de l a s vidas de aquéllos, á los cuales les tiranizaban y v a e j •ban de u n a m a n e r a increíble. Siento m u c h o que por falta de fondos, no se pueda inpor su pericia


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cluir en este folleto diclms y otros artículos míos, que v i e ron la luz en /1 Progreso, así como otro publicado en El' País, con que logré hacer callar al Sr. Ob spo de S a l a m a n c a , que también salió en La Correspondencia de España p a r a desfigurar los hechos y la historia de Filipinas, y le hiceu n a ijreve pero sustan: osa historia de los frailes en a q u e l país, desde el primer Obispo S a l a z a r , h a s t a nuestros días. Busqué también diputados que defendiesen en el P a r l a m e n t o la c a u s a filipina; hablé con este objeto y facilitém u c h o s datos á los señores i). Nicolás Salmerón, D. Rafael M."' L a b r a , B. J e n a r o Alas, D. Emilio Junoy, D. F e r n a n d o Gasset y otros que me h a n prometido su apoyo, y a ú n conservo el cuaderno/de recortes de artículos míos, con a n o t a c i o n e s ó s e ñ a s del elocuentísimo ex P r e s i d e n t e de la República española. Y como sabe el Sr. Alas, empecéá t r a b a j a r p a r a subvencionar también á un periódico de g r a n circulación, c u a n d o sobrevino la g u e r r a con los Estados Unidos. Y verbalmente t r a n s m i t í a yo con frecuencia al Ministro Sr. Moret, t o d a s las noticias que recibía de los d e s a f u e r o s del general P r i m o de Rivera, y u n a vez me c o n testó: —El Obispo electo P. Valdés h a confirmado los a s e s i n a t o s que según V. me ha dicho, h a n ocurrido en la f u e r z a de Santiago Si prevalece mi opinión, el general P r i m o d e Rivera no se libra de un severo juicio de residencia. P e r o el Sr. Moret, que a c t u a l m e n t e a c a s o sea la p r i m e ra figura política de E s p a ñ a por su vastísima i l u s t r a c i ó n , a n c h o criterio, e x t r a o r d i n a r i o talento y sin igual elocuencia, fué a l fin arrollado por los reaccionarios Y c u a n d o c a y ó del ministerio, el Sr Poblete, (que m á s tarde fué t a m bién empleado en U l t r a m a r ) y yo, fuimos á p r e s e n t a r l e n u e s t r o s respetos, y el f^r. "Moret nos dijo: - Agradezco á ustedes la fidelidad con que me h a n s e r vido, y en cambio tengan ustedes el consuelo de que a n tes de dimitir yo, he conseguido que se envía-e por telég r a f o al general Augustin, c a r t a blanca p a r a conceder á l o s filipinos las r e f o r m a s que desean, h a s t a la a u t o n o m í a y . . . todo

iodo.

Y nos dió u n a c a r t a de recomendación al ministro e l e c to, p o n d e r a n d o n u e s t r a fidelidad. El S r . Moret h a sido muy combatido por h a b e r m e lia m a d o á su lado, no sólo por todos los periódicos c a r l i s tas, sino h a s t a por El Tiempo, ó r g a n o del jefe del p a r t i d a silvelista,

El

Heraldo

de

Madrid,

El

País y o t r o s

que le

c e n s u r a b a n porque «trajo j u n t o á sí—así decía el Heraldo —al insurrecto don Isabelo de los Reyes,» «aúlico de M o ret,» según el Correo Español', «.Moret, a c o n s e j a d o de I s a -


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belo, va preparando otra caída vergonzosa de España, en sus colonias,» decía el Diario de Barcelona, y lo r e p r o d u j o el Correo, órgano de Sagasta. y también los Prelados provinciales de los frailes de Filipinas, en su exposición á la Reina, se quejaron de que e l Sr. Moret me creía m á s que á los españoles que habian. desempeñado altos destinos en aquel Archipiélago.

DON GALICANO APACIBLE

Presidente del Comité central filipino de Hong-Kong.

He servido con lealtad al Sr. Moret. Y tanto, que c u a n do yo ignoraba aún los tratos que Aguinaldo tuviese cot> los norteauiericanos, en 27 de Marzo de 1898, presenté a l Gobierno una instancia, que hice firmar también, de los señores Aréjoia (padre é hijo), Ursúa, Poblete y B a n t i n g , ofreciéndonos á ir á organizar cada uno de nosotros en s a respectiva provincia natal, un regimiento de mil volunta.-


122

-rios, destinado á r e c h a z a r la invasión n o r t e a m e r i c a n a en Filipinas, y al que dotaría de fusiles el Gobierno español. Respeto los hechos consumados y la respetable opinión •del Sr. Aguinaldo; y solo me limito á m a n i f e s t a r a h o r a mis razones para h a b e r obrado de esta m a n e r a . Yo creía que los filipinos reformistas teníamos n e c e sidad de p.'estar un señalado servicio y probar n u e s t r a lealtad al Gobierno para obtener las r e f o r m a s y c o n t r a r r e s t a r de a l g u n a m a n e r a la irresistible influencia de los frailes y de los reaccionarios, aun dentro del mismo p a r tido liberal. El Sr. Moret m e dijo un día, que no estaba muy a c o m p a ñ a d o en sus propósitos de r e f o r m a s para Filipinas, y •que casi .sólo contaba con el apoyo del Sr. Sagasta, Si los Estados Unidos—me decía yo—atropellan a h o r a á España por ambicionar las Antillas, no creo p r u d e n t e a l i a r n o s con ellos, porque si llegáramos á vencer á Españ a en Filipinas, a t r a í a m o s las ambiciones de los nortea m e r i c a n o s hacia nuestro Archipiélago, y entonces c_on m e n o s escrúpulos, se lo a n e x i o n a r í a n y tendríamos un a m o infinitamente m á s poderoso que España. Al paso que si nos unimos españoles y filipinos, s e r á imposible á los n o r t e a m e r i c a n o s d e s e m b a r c a r en Filipin a s , y desp Jés de la g u e r r a , como recompensa de n u e s t r o s leales servicios, nos c o n s e r v a r á n la autono.nía con l a s milicias filipinas. P e r o si los frailes logran que se deroguen dichas c o n c e siones, entonces nos s o b r a r á razón p a r a siiblevarnos cont r a E s p a ñ a , y como t e n d r e m o s y a fusiles, n u e s t r a independencia s e r á segurísima y r e l a t i v a m e n t e fácil, a g o t a d a •como estaría España después de t a n t a s g u e r r a s : Así r a z o n a b a yo con mis c o m p a ñ e r o s p a r a que e s t a m p a s e n su firma. H a s t a en esto he tenido la d í s g r a c i a de a c e r t a r en mis predicciones. Cuando t r i u n f ó el Sr. Aguinaldo, lo celebré; pero.no .me a p r e s u r é á ir á pedir mi parte en el festín; y ,sólo en Di•ciembre. cuando los n o r t e a m e r i c a n o s empezaron á most r a r l e las uñas, y los favorecidos de Aguinaldo c o m e n z a Ton á a b a n d o n a r l e , fué cuando acepté un cargo en el Comité fllipino de Madrid y desde entonces empecé á h a c e r u n a activa c a m p a ñ a en la prensa de g r a n circulación á f a v o r de la in lepen lencia, publicando m u c h o s artículos a ' i ó n i m o s y firmados e n La Correspondencia raldo de Madrid,

Imparcial,

Pais,

Motín,

de España,

He-

etc., artículos

que,

e g ú n Blumentritt, se t r a d u c í a n y reproducían por telég r a f o en la p r e n s a e x t r a n j e r a ; y por mi sola iniciativa, ^ o s t e a d o por mi escasísimo psculio, he empezado á p u b l i -


— 123 — - c a r , a n t e s q u e n a d i e , el p e r i ó d i c o Filipinas

ante Europa,

que

•sigue mi exclusivo criterio y en el que escribo q u i n c e n a l m e n t e diez artículos a n ó n i m o s . Sólo u n o s c u a n t o s firmad o s son de colaboración. Conste, por último, que dicho periódico, que r e p a r t e m i í e s de e j e m p l a r e s e n t r e los principales políticos y periódicos d e - t o l o el m u n i o , no e s t á s u b v e n c i o n a d o por nadie, y d e s e a n d o servir d e s i n t e r e s a d a m e n t e á mi p a t r i a , h a s t a la i e c h a no he recibido ni u n céntimo del gobierno filipino. T r a b a j é t a m b i é n c u a n t o pude por la libertad de los d e p o r t a d o s fliipinos, c o m o pueden decir los Sres. Moret, Mo'r a y t a , Junoy, Alas y R o m e r o Girón, y los m i s m o s deport a d o s , mis a m i g o s , Briccio P a u t a s , Restituto J a v i e r , L a x a m a n a y otros, y c o m o yo había padecido t a n t o ó m á s que ellos, siempre "les r e c o r d a b a dedicándoles mis brindis en los b a n q u e t e s de los filipinos en Madrid. Hé aquí un recorte de La Correspondencia de España, que t a m b i é n publicaron los d e m á s periódicos de Madrid: «Ayer n a c o n f e r e n c i a d o el periodista filipino D. Isabelo d e los Reyes con el s e ñ o r Ministro de la G u e r r a , p a r a r e c a b a r de éste el cumplimiento del decreto sobre indulto á l o s c o n f i n a d o s filipinos, m u c h o s de los c u a l e s siguen en los p e n a l e s de A f r i c a . »El g e n e r a l P o l a v i e j a accedió á ello, poniendo t e l e g r a g r a m a s á dichos penales p a r a qu« i n m e d i a t a m e n t e , y sin p r e t e x t o a l g u n o , se c u m p l i m e n t e dicho decreto, poniendo en libertad á todos los confinados filipinos y s o c o r r i é n d o les con u n a peseta diaria h a s t a su e m b a r q u e en B a r c e l o n a , que se h a r á todo por c u e n t a del Estado.» Conferencias con el Nuncio de Su Santidad en Madrid. Celebré t a m b i é n v a r i a s c o n f e r e n c i a s con el N u n c i o del P a p a en Madrid el c a r d e n a l arzobispo de Catania, en E n e r o de 1899, en las que he p o n d e r a d o l a s g r a n d e s v i r t u d e s , -saber y capacidad del clero filipino p a r a o c u p a r los obisp a d o s , p r e s e n t a n d o al propio tiempo, con f r a n q u e z a y respeto, las j u s t a s r e c l a m i c i o n e s y q u e j a s de los s a c e r dotes filipinos. Me hizo el Sr. N m c i o el h o n o r de recibirme a n t e s q u e los m u c h o s que e s t a b a n a g u a r d a n d o t u r n o con ant-^riori-da 1; uos s e n t a m a s los dos en un s o f á , y le dije ni m á s ni - m e a o s que lo que h a b i a dicho en e s t a 'Memoria, y le s u pliqué que no i n t e r p r e t a s e por falta de respeto la g r a n ne'iesidad que tenia de m a n i f e s t a r l e a m a r g a s v e r d a d e s . —Es preciso que el S a n t o Padre—lé decía yo—envíe un < ; o n i s i o i a d o suyo de c o a f l a n z a que v a y a á Filipinas á esí u l i a r s o b r e el t e r r e n o la cuestión de los s a c e r d o t e s filipi-


-

124

- •

n o s y los frailes españoles Mire V. E . I., que á pesar deque, según la Biblia, h e m o s descendido todo? de A d á n , los. f r a d e s hicieron creer al P a p a que los estudiantes filipinos^ del siglo XVII no e r a n dignos de recibir las s a g r a d a s órdenes, porque e r a n monos ó con i n s t i n t o s de tales, y s ó l o se desvaneció esa p a t r a ñ a , c u a n d o por casualidad p a s ó por Filipinas un delegado apostólico que iba á China, el cual i n f o r m ó al P a p a que aquellos estudiantes e r a n devirtud e j e m p l a r y m u c h o m á s dignos del sacerdocio q u e sus waZvados superiores. Esto es a b s o l u t a m e n t e histórico, señor ^ unció. —Pero a h o r a conocemos ya- b a s t a n t e lo que ocurre en Filipinas. —Lo dudo m u c h o , Sr. Nuncio. ¿Acaso sabia V. R. L l o s descubrimientos que a c a b o de hacerle? Ni los c r e t r á siquiera por inverosímiles; pero llame V. E. I. á los Procur a d o r e s de los frailes y j e s u í t a s en Madria, y en presencia de ellos repetiré lo que a c a b o de decirle, y si lo n e g a r e n , , citaré n o m b r e s propios y hechos concretos. — Es verdad que me resisto á creerlos; pero d e j a n d o e s o , el S a n t o P a d r e quiere m u c h o á los sacerdotes filipinos, y t a n t o , que-hace cinco a ñ o s expidió un decreto e n c a r g a n d o que s e - f o m e n t a s e n los seminarios en Filipinas. — P u e s v e r á V. K. I. cómo lo h a n c u m p l i m e n t a d o : a q u í t r a i g o n ú m e r o s d e Kl Español,

La Política

de España en Fili-

più as y La Yoz de España, ó r g a n o s de los frailes, en los cuales éstos proponen la supresión de los s e m i n a r i o s filipinos excepto el de Manila, por ser semilleros de insurrectos.. Y no concibo t a n t a s a ñ a Contra los pobres sacerdotes filipinos, c u a n d o éstos son muy serviles, tímidos v v e r d a d e ros esclavos de ellos," Sírvase V. E I. leer estos artículos en que he pintado la tristísima condición de ellos, al c o n t e s t a r al Sr. Obispo de Oviedo, y este sabio prelado creyó p r u d e n t e callar, porque n o h a b í a posibilidad de d e s m e n t i r v e r d a d e s que h a n visto todos los españoles que han e s t a d o . en Filipinas. U n a prueba incontestable de la c a p a c i d a d de los filipinos, es que t o d a s las c a n o n g i a s por oposición h a n sido g a n a d a s por s a c e r d o t e s indígenas. ¿MI RETRACTACIÓN? A h o r a decidme;—Un h o m b r e que desde su calabozo de Manila y de M o n t j u i c h , escribía la M e m o r i a y los artículos-, que a c a b a i s de leer, en periódicos revolucionarios, b u r l a n do la vigilancia de sus c e n t i n e ' a s j d e vista, que llevaban f u sil con la b a y o n e t a c a l a d a , ¿es capáz de h a c e r u n a r e t r a c tación, desmintiendo aquello m i s m o que e s t a b a escribiendo s e c r e t a m e n t e ? Si fuese cierto, no t e n d r í a yo i n c o n v e n i e n t e


- 125 - • •en decirlo, citando los ejemplos de Rizal, los h e r m a n o s Luna, casi todos los fusilados y presos, p a r a probar que h a y momentos fatales en que una inmensa desgracia, prevalece sobre toda la entereza que puedan tener los !iombres más animosos; y, sobre todo, poniendo á vuestra consideración la situación tristísima de mi ánimo en mi incomunicación, obligado á mirar frente á frente el abismo de mi desgracia y el dolorosísimo recuerdo de mis pobres seis hijos pequeñuelos, cuya madre acababa de morir sin haber tenido el consuelo de recoger su último suspiro. Me obligaron á escribir esa especie de retractación c u a n d o y o estaba preso en Montjuich, en una prisión cuya vent a n a no tenía vidriera, sitiado por hambre y enfermo', como puede atestiguar el médico del castillo, recibiendo peor trato que los anarquistas presos, á quienes escandalizaba el excesivo rigor que pesaba sobre mi. Dos frailes dominicos subieron un día á dicho castillo, y al dia sigiuente me privaron del desayuno y de pan, comiendo sólo dos veces al día patatas y garbanzos, casi •crudos, hast'a lograr dicha retractación, que tampoco f u é tal, porque hice en ella salvedades que Retana, abusando de mi situación, suprimió y arregló á su m a n e r a , (como lo puede decir el general gobernador de Montjuich quehabía censurailo mi carta), gracias á mi rigurosa incomunicación, con centinela de vista que á media noche me hacia levantar muchas veces para encender la luz de mi solitario calabozo, cuando el viento entraba por l-s, siempre abierta reja; y el mismo Retana me dijo despies, q u e m u •chas de mis c a r t a i , en vez de ir á sus destinos, eran remitidas al Ministerio de la Guerra. Lo que realmente hice fué imitar en cierto modo la conducta de los frailes que me visitaban en la cárcel ofrecierido su protección, mientras t r a b a j a b a n para que me fusilasen. Y escribí á Ketana, que había sido amigo mío particular. diciendo que me acabasen de fusilar, ya que bast a n t e me habían hecho sufrir. f«Una bala perdida—decía yo en mi carta—pondría fin á estas a m a r g u r a s que y a pasan de ser humanas.» Dije que reconocía mi error de creer que hubiese poder en la tierra que pudiera contrarrestar la omnipot-encia de los frailes en España, y que lo positivo en aquel estado de cosas era conciliar los intereses de los filininos con los de los frailes, como siempre habia creído. (Véase pág. 58 de esta misma Memoria). Y aunque fuese cierto que me he retractado, gde qué podía yo retractarme verosímilmente? ¿Ño estaba en la conciencia de toios, el Gobierno y los


— 126 — írailes iaclusive, qae no había dicho m á s que la verdad,, a u n q u e hubiese hecho mil retractaciones posteriores? El caso es que R e t a n a publicó como quiso mi c a r t a y después no se atrevió siquiera á recoger el reto, cuando le envié mis joadrinos los ilustradísimos redactores de JBÍ Progreso señores Roger y Llinas, y cuando publiqué en dicho periódico un cartel de desafío, citando el testimoniodel general gobernador del castillo de Montjuich, censor de la citada carta, que él había desfigurado l a s t i m o s a m e n t e . No hubo tal retractación, y a u n q u e hubiese habido, no hubiera surtido ningún efecto, por mi calidad de presomártir, como no surtió la c a r t a publicada ni aun al mismo R e t a n a , quien dijo que «no la c o m e n t a b a por no a u m e n t a r mis a m a r g u r a s . »

NUESTROS GR/IB ADOS

P e n s a b a llenar buen espacio con las biografías de Iosilustres filipinos, cuyo^í retratos aparecen en este folleto; pero el editor me dice quejsólo dispongo y a de tres págin a s escasas, y, por consiguiente, no puedo hacer m á s quededicar u n a s c u a n t a s líneas á cada uno. Siento en primer término, no haber encontrado un ret r a t o de Andrés Bonifacio, que fué el a l m a y verdaderoiniciador de la Revolución de 1896, y cuyas dotes excepcionales h a b r á n apreciado los lectores al leer esta Memoria; y en la página 17 verán los lectores la biografía del ¡lustre Aguinaldo, brazo de la Providencia que vino á libertar á. Filipinas de su esclavitud. P e r o en el terreno de las ideas, la que preparó el c a m i noj'ué la brillante juventud filipina, que estudiabá en Esp a ñ a en 1887 á 91, en la que destacaba u n a especie de triunvirato formado por López J a e n a , Rizal y ¡Marcelo H. del Pilar. No cabe hacer comparaciones entre ellos, porque e r a n distintas especialidades que se completaban: Pilar, según la memoria del general Blanco y de la gente censervador a , valía mucho m á s que Rizal, porque veían en sus e s critos m á s prudencia, más tacto y m á s seguridad en susprocedimientos legales y asimilistas, esto es, que su política era m á s positivista, como también era de m á s edad. Y p a r a los filipinos radicales y jóvenes, la brillantez del estilo de Rizal era incomparable y su imaginación muy s u perior á la de Marcelo. A m b a s opiniones tienen sus r a z o ne;s pero ¿cómo vamos á c o m p a r a r la lira d e l poeta con la pluma del político? Y pocos se a c u e r d a n ya de aquel joven orador, que con su elocuencia v e r d a d e r a m e n t e revolucionaria, a r r a n c a b a


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estrepitosos aplausos en los clubs republicanos de España,, al a t a c a r improvisadamente la teocracia entonces reinante en Filipinas; de aquel López Jaena, que fundó La Solidaridad y cuya iniciativa y actividad admiran aún el señor Morayta y cuantos le conocieron. Rizal ideó mucho y avanzó bien; Marcelo H. del Pilar pensó bien y .pro^ííso mucho práctico; pero Graciano López J a e n a hizo mucho y bien, dentro de su pobreza, con su voluntad de hierro, que nada aplazaba pai-a otro día. í-igue el Dr. Dominador Gómez, que, según Marcelo, es. elocuentísimo orador; al decir de Rizal, de frase muy elegante y fluida; a ñ a d e Antonio Luna que es la primera palabra y la primera memoria entre aquella gloriosa j u v e n tud, y según mi modesta opinión, muy hábil cirujano y médico de ojo clínico excepcional. Eduardo de Lete, que desde 1882 ha tomado parte eiv c u a n t a s campañas se han llevado á cabo én pro de las libertades de Filipinas ; redactor principal de La Solidaridad, siendo procesado por el meeting contra los sucesos de K a l a m b a como secretario de la Asociación Hispano-Filipina, miembro de la Sociedad de Geografía de Madrid y o t r a s de Lisboa y París. T o m á s Aréjola, Presidente de sección de la HispanoFilipina, y como tal fué encarcelado en Madrid po.r l o s sucesos de Filipinas en 1896; representante electo de la Asamblea de Malolos y hoy presidente del Comité F i l i - ' pino de Madrid. Ilustrado escritor, orador en los meetings sobre Filipinas, y rimy patriota. Don Galicano Apacible, Presidente del Comité central de Hong-Kong; D. Mariano Ponce, correcto redactor áe-La Solidaric'ai y representante del Gobierno fldpino en el Japón, y el Dr. Isidoro de Santos, representante del mismo en el Asia, también son hombres de mucho mérito y pertenecieron á aquella brillante juventud filipina de Madr'd, á l£> que tanto debe Filipinas, y sentimos no poder incluir en este folleto el retra,to del último, por no tenerlo. Pero no quiere esto decir que, en Filipinas, los que e s t á bamos al alcance de las persecuciones de los frailes, no hiciésemos también cuanto estaba en nuestras m a n o s , dentro de la estrechísima y peligrosísima esfera en que nos movíamos. Por eso, no son menos de admirar el v a lor y la fortuna con que el Sr. Agoncillo consiguió derrotar varias veces las intrigas de los poderosos párrocos de Taal, y contra viento y marea, desempeñó altos destinos en Batangas y fué Consejero de Administración en representación de importantes provincias. Sólo se comprende, teniendo en cuenta esto que con razón ha dicho el cónsul norteamericano en Hong-Kong, Mr. "VVildman, eñ Su i n -


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t o r m e al secretario de negocios e x t r a n j e r o s de su nación: «El Sr. Agoncillo es muy inteligente y atrevido diplomático, puede ser jefe de cualquier departamento de Estado de cualquier pais civilizado». ¿Quién no conoce á los h e r m a n o s Luna (Antonio y J u a n ) ? Los dos son de f a m a universal: el primero c o m o escritor elegante y muy intencionado, y corno general organizador de excepcionales dotes; y el segundo, como pintor laureado que con su cuadro de' aprendiz el Spoliarium, mereció el diplorna de honor en una Exposición de Bspa:ña, pero no se llevó aquel premio, porque era destinado sólo á los maestros Y son muy conocidos los generales Riego y Llanera, que •tuvo la suerte de sublevar la provincia de Ñueva Ecija; el Padre Burgos, que fué doctor en Teologia, Cánones, J u risprudencia y Filosofia y que murió por su amor al progreso y á la libertad de Filipinas, y el Sr. Villarroel, f u n •uador de la única logia que tuvo tendencias separatistas, también victitna de su patriotistno. Y -respecto al Sr. ¡Moray ta, se puede decir que es e:\ 'papx •cariñoso de los filipinos de Madrid, á ([uienes apoyó siem pre en sus natiu'ales deseos de libertad y progreso, pero b a j o la soberanía de España y dentro de sus ideas asimilistas. ElSr, Morayta nos ha servi<lo siempre con un desinterés increíble en estos tiempos; ni un céntimo recibió de los filipinos y siempre nos predicó amor á España. J a m á s hubiese é l c o n s i d e r a d o digno de su amistad al que hubiera mostrado tendencias separatistas. Con gusto lo hace'mos constar a h o r a que tanto í-e le calumnia por su jimor á Filipinas. El sabio Blumentritt, el h e r m a n o de los filipinos, siempre nos ha servido también con desinterés- y oportunidad. F u é el primero que nos hizo justicia publicando muchos y valiosísimos artículos para demostrar b a j o todos los puntos de vista la superioridad de los filipinos, y defendiendo n u e s t r a causa contra la ambición de los imperialistas. El Dr. P a t e r n o , cualquiera que sea la opinión que podam o s tener del pacto de Biyalí-na-bató, es también digno de admiración por su valor y por su a m o r á Filipinas, porque a m b a s cosas se necesitaban para acometer la e m presa que llevó á cabo, desoués de haberme visto m a r c h a r al destierro á mí que habia intentado, como él, pacificar •el país. Es ilustradísimo y galano escritor y buen amigo. A él dejé el borrador de la segunda parte de esta Memoria; me h a felicitado por ella y me decía que estaba conforme con mis ideas. A todos estos beneméritos de la P a t r i a filipina, debemos •elevar en nuestros corazones un altar de gratitud.—FIN.


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