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EDITORIAL / STAFF ¿Qué es ARI Magazine? ¿Quién está detrás?
ENCUENTRO ROMÁNTICO RIOPLATENSE Desde el otro lado del charco Mimi Romanz y Julianne May nos traen la crónica del evento.
Cita para dos. ¿NOS VAMOS A VENECIA? Prepara las maletas, nos vemos en el aeropuerto de Marco Polo
ARi. Magazine Es el escaparate del grupo ARI, Autoras Románticas Independientes. Las autoras que lo integran son:
FIESTA PANTERAS Crónica de la fiesta realizada por Emma Gigán.
El pecado nos llega con… LA MANZANA DE EVA ¿QUIERES SABER QUÉ PASÓ EN EL JAR? HABLEMOS DE ERÓTICA Un artículo de Encarni Arcoya
UN CAFÉ CON… NOELIA AMARILLO Tamara Bueno nos permite conocer un poco mejor a esta gran autora.
Grandes damas de la Romántica: NORA ROBERTS De la mano de Yolanda Revuelta
La sala crítica de KAYLA LEIZ. ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR… ¿Quieres saber como se hace un volcán de chocolate? Receta de Meg Ferrero.
LAS LECTORAS Son el último eslabón de la cadena y el más importante. No seríamos nada sin ellas.
LA MÚSICA EN EL CINE Claudia Cardozo y Raquel Campos nos hacen marcar el ritmo con los pies.
Ester Fernández. Administradora del blog LA PUERTA DE ISTHAR ¿Quién está tras las bambalinas en un blog?
CONGRESO RNR Crónica de Meg Ferrero sobre lo que pasó en el Congreso.
OCURRIÓ EN NOCHEBUENA Relato “El mejor regalo” de Juani Hernández.
LA BOLA DE CRISTAL Nuestra brujita Sheyla Drymon nos vaticina el futuro.
¡Nos vemos en MARZO!
YOLANDA REVUELTA AZAHARA VEGA SHEYLA DRYMON URSULA BRENNAN YOLANDA GARCIA ROSER A. OCHOA KATIA IBLIS CLAUDIA CARDOZO MIMI ROMANZ LORRAINE COCÓ MEG FERRERO TAMARA BUENO LEILA MILÀ BEA MAGAÑA JULIANNE MAY MYRIAM GIORDANO DOLORES DOMINGUEZ TANIA CASTAÑO FARIÑA MAR FERNANDEZ RAQUEL CAMPOS JUANI HERNANDEZ EMMA GIGÁN CRIS TREMPS ENCARNI ARCOYA
EDITORIAL Sirvan estas líneas para presentar el primer número de la revista ARI. MAGAZINE. N.1. Esta publicación tendrá carácter trimestral y se elabora gracias a la colaboración de las integrantes del grupo ARI: Autoras CLAUDIA CARDOZO Redacción
Románticas Independientes.
DOLORES DOMINGUEZ Redacción
partícipes de nuestras ilusiones y traeros un poquito más cerca
ENCARNI ARCOYA / KAYLA LEIZ Redacción
que esta revista sea un escaparate publicitario de lo que las
JUANI HERNANDEZ Redacción
nuestros objetivos van un poco más allá.
M.C. SARK Maquetación, diseño y redacción.
general, noticias de actualidad, entrevistas a autoras de fama
MEG FERRERO Redacción
hasta os regalaremos algún relato para pasar una tarde perezosa
Nuestra intención es contaros nuestras inquietudes, haceros este mundillo de la novela romántica. No es nuestro propósito autoras ARI publican. Os informaremos de ello, claro está, pero En este número y en los sucesivos habrá artículos de interés reconocida, investigaremos qué se cuece en el mundo Blogger y de domingo.
RAQUEL CAMPOS Redacción
Como este número corresponde a los meses de diciembre, enero y febrero, queremos desde aquí hacer eco de los grandes eventos
SHEYLA DRYMON Redacción TAMARA BUENO Corrección de textos, maquetación y redacción YOLANDA REVUELTA Redacción
que
ocurrirán
en
esos
meses.
eso,
aprovechamos
para felicitaros la Navidad, el Año Nuevo y Los Reyes, desearos un muy feliz Día de los Enamorados y una divertida y enriquecedora asistencia a RA, evento que cubriremos con un amplio reportaje en el número correspondiente al mes de marzo. Os deseamos a todos unas felices
Y las colaboraciones especiales de: LA MANZANA DE EVA EMMA GIGÁN JULIANNE MAY y MIMI ROMANZ
Por
lecturas, ¿En marzo, volvemos!
Los eventos suelen ser momentos que se distinguen por su grado de organización, contenido y el efecto que generan en los asistentes. Sin embargo, muy pocas veces se sabe con precisión todo lo vivido tanto por los organizadores como por el público mismo. Incluso algunos suelen despertar una intensidad emocional pocas veces visto. Un claro ejemplo de esto último es el Septiembre Romántico y Rioplatense. ¿De qué se trata este evento? Pues, en pocas y sencillas palabras, es un encuentro entre lectores y escritores, aunque no es tan sencillo como suena. A diferencia de las reuniones expositivas y clásicas que suelen efectuarse en relación a la literatura, este evento (el segundo en organizarse) se caracteriza por una descontracturada dinámica entre lector/escritor; como podrían decir muchos es «un cálido momento en el que se comparte un café mientras se habla de libros». En sí, dicho evento, surge en el año 2013 como una idea entre varias autoras entusiasmadas por encontrarse con los lectores para simplemente compartir un buen momento, como los vividos en las redes sociales, pero de forma presencial. No es fácil expresar en palabras lo que se siente al encontrarse con el cariño de los lectores, el que se interesen por nuestros libros, por lo que plasmamos en esas historias que adoran y llevan tan el alma como nosotras mismas. Los abrazos, las risas, la emoción, el verse cara a cara, el viajar — porque muchas lo hacen desde lejos—, el que estén ahí con nosotras es algo tan maravilloso y fantástico que nunca jamás lo podremos olvidar. Es increíble lo que una alocada idea generó. Creo que ninguna se puso a pensar realmente en lo que este evento se convertiría, pero aquí estamos, con dos encuentros detrás de nosotras que nos dieron una y millones de satisfacciones.
Hoy podemos decir con orgullo que ya es un sueño concretado, que da qué hablar y dará, porque no se quedará en dos, sino que vendrán muchos más, con decir que nos despedimos y despidieron con la ilusión de volver a vernos en el próximo Septiembre en el tan lejos, pero cercano a la vez, 2015.
Intentaremos que cada encuentro sea mejor que el anterior, con más lectoras, con escritores invitados y con mucho más para brindarles. El encuentro ya es marca registrada en nuestras agendas y septiembre ya se encuentra marcado y resaltado como cita ineludible para las lectoras. Y ¿quién sabe?, esto solo es el comienzo, porque en broma o no, si seguimos con el mismo entusiasmo, las ganas y la convocatoria que hemos tenido, tendremos que pensar en ir alquilando alguna cancha de fútbol cual recital de música. Y esto, queridas lectoras, se debe, simple y sencillamente, al cariño que ustedes nos entregan con sus lecturas, porque, como dicen, nada seríamos sin ustedes que prestan sus ojos y vida para leernos y querer y admirar las historias tanto o más que el propio escritor. Para concluir, decir un enorme y miles de ¡GRACIAS A TODAS!, aunque nunca serán suficientes para agradecerles todo los que nos dan. Besos y cariños de parte de las corresponsales ARI (y escritoras participantes) en el Septiembre Romántico y Rioplatense, Julianne y Mimi. Aquí encontrarás toda la información, imágenes y videos de los dos encuentros: https://www.facebook.com/groups/1497060657219207/
VENECIA Venecia te transporta a tiempos pasados, te embruja y seduce y te hace mirar el reloj de forma distinta a la de cualquier otro lugar. Disfrutar del espíritu de la ciudad de los canales es perderse en su trazado laberíntico de estrechas callejuelas, alejándose de los circuitos llenos de turistas; es navegar en góndola por hermosos canales azul turquesa sin más sonido que el batir del remo en las quietas aguas que atraviesan la ciudad; es pasear descubriendo sus rincones y que alguien te sorprenda ensayando al piano con la ventana entreabierta. ¿Hay algo más hermoso que una tarde de verano lluviosa en plena Piazza de San Marcos? Rincones apartados, plazuelas tranquilas, muros que rezuman historia ¿Cuántos amantes se habrán besado mientras navegaban por el Gran Canal? ¿Cuántos amores se habrán abrazado protegidos por sus máscaras de carnaval? "El último carnaval" de Menchu Garcerán, "Pasión en Venecia" de Michele Jaffe, "Una noche bajo el cielo" de Olga Salar, "Aventura en Venecia" de Barbara Cartland... Pasado, presente, amantes, celos, intrigas y tantas y tantas historias de amor... Porque la ciudad invita a eso, a contemplar la vida y a disfrutarla, a sentarte frente al puente de Rialto para presenciar cómo suben y bajan las mareas, mientras las góndolas y los pequeños vaporettos pasan susurrando por las tranquilas aguas del canal, a perderse entre la gente y retroceder siglos paseando entre los muros de los viejos palazzos, a cruzar sus puentes, a tomar un capuchino en alguna plaza... ¡Ah, Venecia! Esa vieja ciudad que habrá visto miles de besos robados al ritmo cadencioso de sus tranquilas aguas. ¿De verdad que Venecia no entra en tus planes?
CRÓNICA DE LA FIESTA PANTERAS ORGANIZADA POR LA EDITORIAL VANIR Por Emma Gigán.
En este mes de octubre tuve la oportunidad de
nos volvió loca a la mayoría, llegó la tan
asistir a la fiesta temática que organiza la
ansiada fecha.
Editorial Vanir desde hace tres años.
El lugar elegido para la celebración, el Atlantic
Para aquellos que lo desconozcan, he de decir
Club Barcelona, fue todo un acierto; sin
que la temática varía en función del libro que
embargo, para las que no residimos allí, ni
publique ese año la editorial. En la primera
conocemos la ciudad, nos supuso un pequeño
ocasión, tuvimos la oportunidad de poder asistir
inconveniente
a la fiesta Mascarada correspondiente a la saga
encontrarse alejado.
desplazarnos
hasta
él
por
Vanir, serie de libros de género Romántico Paranormal. El año pasado la temática de la fiesta era representativa de otra saga, Amos y
La fiesta comenzó con
Mazmorras.
un
Para esta ocasión, la sorpresa que nos tenían
diseñadora
Mar
reservada era Fiesta Panteras, que desde mi
Rodríguez,
encargada
punto de vista personal os recomiendo leer. La
de preparar el vestuario
historia se desarrolla a comienzos del siglo XIX
que lucieron tanto Lena
y, por tanto, la etiqueta exigida para la fiesta
Valenti, Valen Vailon,
era vestuario de época. Superados los nervios
Liah
por los preparativos de la ropa a escoger, que
muchas asistentes
desfile
S.
de
la
Queypo de
y las
al evento. Los diseños que desfilaron por la pasarela fueron espectaculares, al igual que las y los modelos que los lucieron, y finalizó con el desfile de la propia Lena acompañada por la diseñadora y los modelos que llevaban en sus manos el libro de Panteras.
A continuación, tuvimos el esperado Photocall,
que podíamos charlar un poco con ella.
donde nos pudimos fotografiar con Lena y aprovechar para saludarla, ya que por la
Posteriormente, disfrutamos de la actuación de
cantidad de personas que asistimos, en torno a
Garson,
las cuatrocientas, era casi el único momento en
espectacular, y que nos sorprendió cantando
un
gran
artista
acompañado tan solo
con
con una
una
voz
guitarra.
Maravilloso como persona, siempre atendiendo a todo el mundo con una sonrisa y buenas palabras. Una vez finalizada su actuación, llegó el momento de bailar y pasarlo bien. Y como no, la ocasión de ver la coreografía que se había preparado para aquella velada. Os podéis
imaginar, si ya de por sí es difícil aprenderse un baile, lo que es realizarlo con los vestidos que llevábamos que llegaban hasta el suelo fue una labor prácticamente imposible. Aunque lo importante no era que saliese a la perfección, sino disfrutar y pasarlo bien mientras se intentaban dar los pasos. Si tuviese que señalar algo negativo de aquella noche, es el tiempo que estuvimos esperando a la apertura de puertas, que fue alrededor de una hora. Una fiesta maravillosa al igual que en años anteriores y que si no tengo ningún contratiempo, asistiré a la del año que viene y espero poder veros allí.
La historia de un amor truncado por una traición y de una venganza tramada por cuatro mujeres feroces, bellas e inteligentes como panteras. El desamor es el peor zarpazo que puede darte la vida... ¿Qué le queda a una mujer cuando la acusan por un delito que no ha cometido? ¿En qué puede apoyarse una dama cuando los hombros que debían consolarla desaparecen? ¿Cómo recompone una joven enamorada su corazón hecho añicos? Muchos pensaréis que esa pobre desgraciada que vivió en la época georgiana, pisoteada por los hombres, no tuvo un buen final. Pero de haber sido así, no os podría contar esta historia, ni jamás conoceríais a las espléndidas mujeres que ocupan estas páginas, ni sabríais del club clandestino que se fundó en pleno corazón de Inglaterra, desafiando a todo y a todos. Una historia de amor jamás contada llena de erotismo, aventuras y emociones a flor de piel. Un desafío en toda regla. Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Uníos a las Panteras.
para el placer del mundo. De su mundo. Era suya para su suerte y se sentía agradecido por ello. Mientras la mira, sus manos huyen de su cuerpo,
ENCUENTRO Él llegaba agotado y extasiado por el cansancio acumulado. Ella que bien lo sabía, gustaba de esperarle. Se acicalaba para deleitarle. Para relajarle con su sola visión. Él siempre respondía agradecido, dejando entrever su alegría al verla. Ella a través de su ligera bata, le indicaba la suya propia. Le mostraba sus cimas empinadas, marcándose por entre la seda que la cubría. Deslizaba sus manos por la suave tela, alcanzando el pequeño lazo que la mantenía oculta a sus ojos. Deshacía el inconveniente dejando que se abriera con naturalidad. Con esa que tan solo crea la gasa o seda. Su cuerpo quedaba desnudo a la vista de él, que se acercaba a la provocación ciego. Le gustaba contemplarla en esos momentos. Adoraba su cuerpo de cualquier manera. Gustaba de deleitarse admirándolo. Esa piel tersa marmórea esculpida por dioses,
en busca del manjar deseado y admirado. La roza sobre la bata, sujetándola por la cintura, mientras la eleva dejando sus senos a la altura deu boca, que sedienta y hambrienta se abre buscándolos, y una vez hallados, los besa y lame devorándolos. Ese apetito insaciable que tan solo ella le provoca. Ella le sonríe picaruela incitándole más a seguir, mientras curva su cuerpo hacia atrás por el placer sentido. La boca de él es hábil y enérgica. Sabia y dulce. Es cálida y ahora muy húmeda en su afán... ... Ahí, alzada en sus brazos como se hallaba, mientras sentía la presión de su boca ansiosa sobre sus senos, inclinada como se hallaba en plena entrega, era difícil negarse a nada, pues le quería dar todo. Que lo buscara locamente para así ella poder entregárselo libre como deseaba. Esa pasión desenfrenada e imparable
que se había adueñado del momento,
Allí colocada como se encontraba,
de sus cuerpos, de todo...
a los ojos de él, era digna de admiración.
… Con dulce delicadeza la depositó sobre sus
Era como una musa, esperando ser pintada.
zapatos,
Él permaneció contemplándola unos segundos
evitando que ella rozara el suelo con sus pies
tras los cuales se agachó colocándose sentado
descalzos.
junto a ella,
Y así, como si de una niña en juegos con su
y con sus manos comenzó a acariciar su piel
padre se tratará,
aterciopelada.
la condujo por el largo pasillo en dirección a la
Sus ojos azabache, su nariz respingona aunque
sala.
prominente,
Parecía un dulce danzar verlos moverse al
la comisura de sus labios humedecidos por ella
unísono.
misma
Ella reposando sobre sus zapatos inmaculados.
entre mordisco y mordisco que se daba,
Trayecto corto pero intenso, en que sus bocas
la tibieza de su cuello largo y esbelto...
se mantenían unidas sin temor a perderse.
Deslizaba sus manos por ella esculpiéndola,
No queriendo otra cosa, que lo que se estaba
bajando poco a poco hasta esos senos
dando.
que hacía tan solo unos minutos había
Lo que sucedía y sucedería...
devorado
… Una vez llegados a la estancia, la izó por las
como poseído por un algo sobrenatural.
axilas,
Lamía esos pezones erectos, que seguían así
y con gran suavidad la depositó sobre el
desde ese primer contacto. Los degustaba a
canapé.
placer.
La bata permanecía abierta como la había
Se deleitaba en la acción, mientras ella
dejado
incontrolada,
en los momentos previos, entregándose
jadeaba y suspiraba sintiendo esa boca sabia
cual regalo de reyes por ser un buen chico.
que tanto placer conocía darle y transmitirle.
Regalo que se iban a realizar mutuamente,
Su boca seguía en su labor y sus manos
como llevaban haciéndolo
continuaban descendiendo por su pequeña
desde el día en que se conocieron, aunque de
barriga
eso
hasta llegar a su pradera húmeda,
ya había llovido la friolera de cuatro hermosos
donde reposó sus dedos y allí los dejó.
años.
Jugueteando en su interior a sabiendas
de que a ella eso le encantaba,
que ahora era un gran impedimento para sus
y eso era lo importante para él.
planes.
Hacerla muy feliz…
Tras quedar desnudo de cintura para abajo
… Verla exhausta provocaba en él
y mientras taconeando
más excitación si cabía, pues desde que la vio
se liberaba de sus zapatos relucientes,
al abrir la puerta a su llegada, su miembro viril
ella sacaba con paciencia y parsimonia,
estaba extasiado de felicidad y así lo dejaba
uno a uno, los botones de sus ojales
evidenciar
dejando entrever ese torso levemente velloso
bajo sus pantalones de fino corte ejecutivo.
donde le encantaba enredar sus dedos.
Ella, sabedora de esta situación, acariciaba
Lo acariciaba y tras liberarse de la boca de él,
sobre la prenda
pasó a besarlo y lamerlo, como breves
aquello con lo que soñaba día y noche.
momentos antes
Nunca se saciaba de contemplar y disfrutar
había sentido ella en sus pechos y pezones.
de ese miembro y del ser al que pertenecía.
Sus manos se deslizaron por la gravedad,
Entre esos besos y esas manos sobre ella,
hasta alcanzar el objetivo primario,
deslizó sus dedos traviesos desabrochando
mientras él, aún no había cesado en la tarea
aquello que se interponía en su camino.
de hurgar y descubrir, dentro del interior de
Primero el cinturón que hábilmente
ella.
cortaba su paso hacia el objetivo marcado.
Sus dedos permanecían allí, donde estaban.
Después y con alguna dificultad, prosiguió con
Ella hizo lo propio, acariciando el miembro
el botón
que tan orgulloso se le mostraba.
continuando por esa dichosa cremallera,
Lo sentía húmedo y cálido entre sus manos,
que siempre se le resistía en esas situaciones.
y agachando su cabeza hacia él,
Sentía la dureza de lo que buscaba
se dispuso a saludarlo como le gustaba.
y una leve sonrisa se esbozó de su boca
Lo besaba. Lo deleitaba en su boca
contagiando la de él, que la cubría.
introducido,
Esa complicidad ante la evidencia
haciendo salir de la boca de él
les unía aún más en esos momentos de
todo aquello que en ese momento sentía.
intimidad.
Mezcla de palabras casi imperceptibles
Él la ayudó, levantando levemente sus glúteos,
con gemidos y suspiros desesperados.
facilitándole la ardua tarea de desprenderle
Llevaba tanto tiempo esperando estar en esa
del pantalón
boca,
que la impaciencia le jugaba malas pasadas.
concluye al unísono con el jugo de su amada,
No quería terminar tan pronto,
llegando al clímax final, tras una hermosa
aunque la maravillosa manera
caminata...
en la que ella trataba su sexo, estaba provocando que fuera difícil controlar la situación creada. Esas ganas locas y devastadoras. Se tuvo que retirar de esa boca fogosa que intentaba exprimir todo de él, evitando que su cuerpo reaccionara dando por terminado aquello con su savia. Liberó sus dedos de aquella cueva ardiente, y colocándose sobre ella, buscó su boca, mientras su compañero de juegos, hallaba ese lugar donde antes los dedos estaban, ocupando ese interior abrasador, donde resbalaba como el aceite mezclado con la lava. Suavidad y quemazón que le llenaba, estando cobijado en esa cueva que amaba. Sentía la presión de ella que celosa le apretaba evitando que de ese lugar escapara.
Amante de contar mi estado. Mis dudas y deseos. De plasmar en hojas en blanco, palabras con sentimiento. Relatos narrados desde ese rincón escondido, que solo se abre para transmitirlo. Poesía o prosa quizá no experimentada, pero sí desde el alma. Esa que intenta tras años de plasmarlo en papel llegar más allá de sus cuatro paredes. Que intenta terminar su historia comenzada hace años, pero le cuesta remover lo pasado… Esa soy yo… Nada más, que una aspirante a escribiente que solo busca llegar a ese rinconcito escondido de todos, desde este propio mío… Solo eso… LA MANZANA DE EVA… Os hago participes de mi página, donde me gusta escribir y compartir mis blogs… Espero que podáis disfrutar con su lectura, como yo lo hago rellenando sus páginas vacías… ©Original & Auténtico MdE Piqueras®
Aunque nada más lejos de la realidad, pues es donde mejor se halla. Invernando en sus adentros desenfrenados que tanto elixir le regala con cada entrada. Esa humedad que en breves segundos convertirá en riada, ese deseo loco que la llenaba. Él sin poder ya soportar más lo evidente
https://www.facebook.com/pages/La―Manzan a―de―Eva/232208413512841 http://lamanzanadeeva68.blogspot.com.es/ http://caballerotuyo.blogspot.com.es/
Programación I Jornadas Ándalus Romántica VIERNES 14 DE NOVIEMBRE: (Librería Luces) 17.30H: CALENTANDO MOTORES ― Si estás haciendo tiempo hasta que empiecen las jornadas, te proponemos un suculento aperitivo. Las autoras Noe Casado, Connie Jett y Mar Carrión presentarán sus últimas novelas en la Librería Luces.
VIERNES 14 DE NOVIEMBRE: (Ámbito Cultural ― El Corte Inglés) 19.00H: Recepción y entrega de acreditaciones. 19.30H: Presentación del programa. Intervención de Antonio García Pereyra, ganador del II CONCURSO DE CARTAS DE AMOR "HOLIDAY RURAL". 20.00H: Entrega premios "CoraSón 2014". 20.20H: Entrevistas + photocall con autor@s participantes. SÁBADO 15 DE NOVIEMBRE: (Hotel AC Málaga Palacio) 11:00H: Entrega de acreditaciones. 11:15H: DEBATE ― Campañas de marketing editorial. Cómo vender una novela del siglo XXI. Charlaremos con algunas de las editoriales más importantes del panorama romántico y nos contarán cuáles son las estrategias de publicación y marketing que siguen. Participan: Eva Olaya (Versátil), Marta Oliva (Esencia―Planeta), Francisco Berrocal (Plaza & Janés), Andrea Tomassini (Terciopelo) y Esther Sanz (Titania) Modera: Regina Roman.
12:30H: TÉ―RTULIA CON...: MEGAN MAXWELL (Madrina Edición 2014) Charlaremos con Megan Maxwell mientras nos tomamos un té, por cortesía de La Tetería.
16:00H: FIRMA COLECTIVA (AUTOPUBLICACIONE
Las autoras y autores autopublicados también tuvimos nuestro espacio. ARI lo tuvo. Gracias a Libros Paraíso Romántico
S) + PHOTOCALL.
17:00H: FIRMA COLECTIVA (EDITORIALES) + PHOTOCALL. (Se podrán adquirir los libros de l@s escritor@s participantes) 18:00H: BLANCO Y NEGRO: Histórica versus Romántica―histórica. Charlaremos con escritor@s de novela histórica y veremos la diferencia (si la hay) entre escribir histórica e histórica con tintes puramente románticos. Novela Histórica: Jorge Díaz y Jerónimo Tristante. Novela Histórica―Romántica: Ana Iturgaiz y Lucinda Gray. Modera: Arlette Geneve.
19:30H: ¡¡¡PELIGRO!!! Escritor@s suelt@s: Presentación novedades 2014 (Consulta el listado aquí) + Photocall. (Se podrán adquirir los libros de l@s escritor@s participantes)
22:00H: CÓCTEL TEMÁTICO ("Los felices años 20")
Días después… Tras estos días de reflexión, descanso y pausa, miro el fin de semana con nuevos ojos. Las carreras y los nervios, todo mereció la pena por estar rodeada durante dos días de esos maravillosos/as autores/as de la romántica española. Una sala donde tuvimos el placer de estar juntos, autores autopublicados consagrados bajo sello editorial, lectores, bloggers, editores, todos unidos con una misma idea: la novela romántica y su disfrute. Pues hoy, después de todo eso, me hallo ante un café dispuesta a saludar a la magnífica Regina Román para que me dé el parte de cómo fue para ella la vivencia, el estar como organizadora y moderadora del evento que ha movido a más de 200 personas. Nada más entrar la veo y voy hasta ella, casi a la carrera, por la alegría que me supone ver a una compañera tan grande como lo es Regina. —Hola preciosa, sé que no tienes mucho tiempo, así que iré directa al tema, que no te quiero saturar. —Síiii, aún estoy recuperándome de esta locura maravillosa. Asististe a la entrega de premios CoraSon? Estuvo tan llena de momentos emotivos… Uff. Venga, dispara. —No tuve el placer, pues solo pude estar el sábado, pero para la próxima no me lo pierdo, eso seguro. Bien, pues vamos a ello. Lo primero que me gustaría saber es qué se esperaba de las Jornadas Ándalus Romántica. —Era básicamente un intento por acercar esos fabulosos encuentros con las autoras, a mucha gente de Andalucía que no puede desplazarse a otras provincias. Y reunir en una especie de Congreso nacional para la literatura romántica, a los grandes pilares de esta industria, autor@s, lector@s, editor@s, librer@s y blogguer@s. Tenemos muchas cosas que poner en común, mucho en lo que apoyarnos y colaborar, y mucho que aprender, los unos de los otros. —La propuesta era estupenda. Con un objetivo, u objetivos que todos los que estamos en este mundillo deseamos: el contacto directo, el tú a tú con las personas que viven de o sueñan con la romántica. Y dime, ¿se han cumplido vuestros objetivos? —Sobradamente. Jamás esperamos reunir a más de doscientas personas en la primera edición.
—Cierto. Eso ha sido un lujo. Y ¿qué esperas del próximo encuentro, del próximo JAR? —Pulir los errores que se hayan cometido (y seguramente cometer otros, jajajajaja, o no seríamos humanos), mejorar la organización y seguir peleando porque los asistentes se lleven un recuerdo inmejorable, un álbum de fotos divertido y muchas ganas de volver. —Y dime, ¿alguna cosa a añadir? Información que quieras dar a l@s lector@s? —Pues que todo se ha hecho con mucho cariño aunque hemos recibido aún más de los asistentes. Deciros que los premios CoraSon 2015 los entregareis vosotros, tenéis hasta el empiece de la primavera (21 marzo) para sugerir categorías y una vez se hayan seleccionado las cinco a premiar, hasta que empiece el otoño (21 septiembre) para votar nominados. Trataremos de proponer mesas interesantes, estamos abiertos a las sugerencias de todo el mundo, los temas que os interesen, que os provoquen curiosidad. Mis mensajes privados, y la página del JAR está abierta a todo tipo de ideas. […]
Yo repito. ¿Quién se apunta al próximo año?
Como veis, hasta la encantadora Regina se sorprendió y quiere más, bueno, creo que todos lo queremos. Las mayores sorpresas, al menos para mí, fue ver que el número de escritores masculinos aumentó en un valor considerable, pues pasamos de uno, Javier Romero, en el RA de este año 2014 a cinco o seis, si mal no recuerdo, en el evento andaluz, en el JAR 2014. La librería Libros Paraíso Romántico estuvo presente desde el minuto uno dándonos espacio a los autopublicados y grandes a partes iguales. Palabras desde las plumas españolas y del otro lado del charco, todas juntas para el disfrute del lector.
Por Encarni Arcoya. Que la erótica es la moda hoy en día es algo que nadie puede negar. Pero el erotismo ha estado presente desde los albores de la creación, más cuando se creó la escritura. Un género que siempre ha sufrido mucha censura por parte de todos los lectores que pensaban que, los que consumían este tipo de literatura eran, cuanto menos, unos pervertidos. Lo cierto es que la mentalidad ha cambiado, y mucho, hasta el punto de ser uno de los géneros más aclamados estos días. Pero quizá lo que no sabes es que ya en los clásicos de la literatura se podían encontrar pasajes eróticos. ¿Te pongo un ejemplo? El Quijote, o Ulises, con algunos pasajes que eran encubiertos, para que no pudieran categorizarse esas obras como “eróticas” y por tanto censurables.
Si nos vamos más lejos, hablamos por ejemplo de Egipto donde se conservan algunas referencias sobre la literatura erótica y, en la Antigua Grecia, hay un antes y un después en cuanto al erotismo. De hecho, muchos expertos lo consideran el pistoletón de salida del género erótico, más concretamente en el año 400 a.C con la obra Lisístrata, la primera calificada como erótica y escrita por Aristófanes. Otro ejemplo lo tienes en los Diálogos de las cortesanas, de Lutano, o, ya en Roma, tienes los Priapeos, unos poemas que eran para el dios Príapo pero de índole erótica.
De hecho, una de las obras eróticas más reconocidas, que incluso puede que tengas en tus manos, es el Kama Sutra, de la India, en el siglo IV.
¿Qué pasó para que hubiera tal censura? Dos palabras: Edad Media. En esa época la literatura, junto con todo lo que estuviera relacionado con la sexualidad, era como un pecado, y por tanto muchos libros eran eliminados de las bibliotecas, o escondidos, porque eran obras prohibidas. Nombres como Dante Alighieri, Chrétien de Troyes, etc. no te serán conocidos pero ellos escribieron novelas eróticas que estuvieron perseguidas. No fue hasta la época del Renacimiento que la cosa cambió, con el Decamerón de Giovanni Boccaccio en 1353 (y aun así tuvo varias décadas de censura). Avanzando al siglo XIX nos encontramos con que muchas de las novelas consideradas eróticas fueron cambiando el género (o enmascarándose, por así decirlo) en el romanticismo, huyendo de lo obsceno. Madame Bovary, Las flores del mal, La venus de las pieles, por ejemplo, son novelas que se dieron en esos años y que tuvieron un gran éxito, sobre todo la última que causó un gran revuelo (y no es para menos).
Ya en el siglo XX, la lucha entre lo censurable y lo abierto dejó obras como D.H. Lawrence, cuya obra más importante y conocida es El amante de Lady Chatterley; Anaïs Nin, con sus diarios; Pauline Réage, con Historia de O; o Vladimir Nabokov con
En la actualidad lo erótico vende. Es una realidad que copa las listas de los libros más vendidos. Valérie Tasso, de Diario de una ninfómana, saltó a la fama con esa obra; E.L. James, con Cincuenta sombras de Grey, volvió a suponer un antes y un después ya que, aunque había muchas escritoras de erótica, su éxito no fue hasta la llegada de James con esa trilogía que abriera la puerta a muchas otras escritoras como por ejemplo es el caso de Megan Maxwell en España.
Como escritora erótica... Y ahora me toca hablar un poco más personalmente, como escritora erótica, entre otros géneros. Muchos consideran que, una escritora erótica, es algo así como p_ _a (pónganse las letras que faltan para calificar) cuando no tiene nada que ver. Las escritoras, ni escribimos con conocimiento de causa, ni practicamos todo lo que en los libros se dice. Lo que sí usamos es la imaginación y esa es un arma muy poderosa que permite llegar a narrar situaciones que otras personas sí pueden haber vivido y verse reflejadas en ellas. Una escritora de erótica es una hacedora, es la persona que crea con palabras una relación sexual, casi siempre de corte romántico. Hay muchos ejemplos de autoras, tanto españolas como de otras partes del mundo, con muchas seguidoras/es. Citar a una o dos sería quedarme corta porque creo que, a estas alturas, son muchas las obras que conocemos y por las que tenemos más o menos pasión. En mi caso, lo que me dio el empujón para escribir erótica fue, sin duda, leer los tres primeros libros de Elisabeth Elliott. Esos libros, donde se categorizaban como románticos pero tenían escenas eróticas, algunas un poco fuertes, hicieron que intentara ver si yo era capaz de hacer algo así. Y por ahora no me ha ido demasiado mal, la verdad. Como ARI que soy, me gustaría además recomendar varias autoras ARI de erótica para que tengas dónde escoger. Así que haz sitio para Sheyla Drymon, Yolanda García, Ro A. Ochoa y Leila Milá.
Tamara Bueno nos invita a tomar…
Un café con… ¿Sabéis que hay gente que viaja para hacer entrevistas? Pues yo hago algo parecido, pero cómodamente desde casa y con el vehículo más potente que existe: la imaginación. Y esta se crece cuando nuestro piloto es alguien tan especial y con una mente tan prodigiosa como lo es la autora Noelia Amarillo. Esta sublime —y sí, he dicho “sublime”, pues así es ella y lo refleja en cada página— escritora madrileña me ha hecho viajar con cada hoja escrita y hoy hemos ido más allá, las dos, a un lugar que jamás pensé que tendría el honor de pisar.
De su brazo, me hallo ante la majestuosa mansión Agramunt. —Estoy absolutamente abrumada. —Para no estarlo… Es la primera vez que viajo atrás en el tiempo, hasta 1916, y lo cierto es que me he mareado un pelín de nada —comenta Noelia bastante pálida—. ¿Crees que nos van a recibir con las pintas que traemos de pleno siglo XXI? —inquiere mirando nuestros vaqueros, camisetas y deportivas—. Menos mal que no nos ha dado por ponernos minifalda. En fin, de cobardes nada se ha escrito —murmura llamando a la puerta. —Pues la verdad es que espero que sí nos atiendan. Quizá deberíamos habernos ataviado con algo más apropiado, pero ya es tarde para arrepentirse. El palacete se muestra ante nosotras mientras esperamos a que nos hagan pasar, y no puede ser otra la persona que en el umbral nos recibe. Pertrechada con un largo vestido negro y su
sempiterno delantal blanco con puntillas, Muriel nos mira con cierto desconcierto. Le explicamos que somos periodistas y que pretendemos entrevistar al nieto del capitán Agra. Arquea una ceja, nos recorre con la mirada de arriba abajo y a la postre alza la nariz y decide que, a pesar de nuestro inadecuado atuendo, no somos peligrosas, aunque puede que sí estemos un poco locas. Se atusa la falda y el delantal con gran dignidad y acto seguido nos hace entrar en la mansión. Atravesamos presurosas el vestíbulo para esperar en la sala de día mientras que ella se acerca a preguntar al señorito Lucas si acepta nuestra visita. Regresa poco después y nos guía hasta el estudio en la planta superior. Y mientras recorremos una estancia tras otra pienso que, efectivamente, Lucas tenía razón: ¡hay demasiadas puertas en esta casa!
—¿Todavía sigue enfurruñado porque no funciona el trasto ese? —pregunta Muriel a la vez que nos señala un par de butacas para que nos sentemos. —No es un trasto y sí funciona. Más o menos —replica Lucas. Levanta al fin la vista del papel solo para mirarnos estupefacto de arriba abajo. —Son las periodistas que le he comentado antes —le explica Muriel.
—Sí, ya lo veo. ¿Está la señora Jana en casa? —Lucas estrecha los ojos, pensativo. La criada niega con la cabeza—. Mejor. Es preferible que no coincida con vosotras —nos dice pasándose los dedos por el pelo para retirárselo de la cara—. Si ve que lleváis pantalones es capaz de hacerse unos para ella y no creo que eso le guste al capitán. Y ya sabemos con quién las paga el viejo cuando se enfada con su esposa —murmura cerrando el libro con cariño—. ¿Qué queréis saber? —dice fijando sus sinceros ojos azules en nosotras. —La verdad es que nuestra intención es importunaros lo menos posible, pero sí es cierto que el viaje ha sido largo, y que nuestro deseo es obtener un poco más de vos —le explico, pero ante el gesto de sorpresa y su expresión seria, tengo que aclarar—: Disculpa si me expresé mal. Me refiero a que conocemos vuestra historia por la novela, pero nuestra curiosidad va un poco más allá. Además, mi intención también es entrevistar a Noelia Amarillo —comento a modo de presentación—, que por si no lo sabéis es la persona que ha hecho llegar tus vivencias a miles de lectores.
Y disculpadme, que soy una maleducada, soy Tamara Bueno y es un honor que nos hayas honrado con tu compañía y tu tiempo. —¿Habéis escrito mi historia? Pero… ¡¿Por qué?! —exclama Lucas, atónito para luego mirar enfadado a Noelia—. ¿Qué has escrito exactamente? —pregunta amenazante. —Oh, nada. No te preocupes —se apresura a responder Noelia a la vez que se afloja un poco el cuello de la camiseta—. Solo unas pocas páginas en las que explico tu afición por los motores… —¿Segura? —Sí, no cuento nada que no deba contar, promesa de bruja piruja —afirma Noelia subrayando sus palabras con asentimientos de cabeza, pero yo puede ver que lleva una mano a la espalda y cruza los dedos. —Está bien —acepta mirándonos con los ojos entrecerrados. Sigue siendo tan desconfiado como siempre. —Bueno —digo más para aclararme la voz que para otra cosa—, ahora que ya nos hemos presentado y si os parece bien a ambos, me gustaría empezar con Noelia, pues lo que más desearía saber en este instante es cuál es tu fuente de inspiración. —Pues no te lo vas a creer, pero lo que más me suele inspirar son las escenas cotidianas. Cualquier tontería que, de repente, y sin saber bien por qué, me llama la atención se convierte como por arte de magia en una fuente de inspiración. En el caso de Amanecer Contigo no sabría explicarte con exactitud cuál fue la escena primigenia que me inspiró, porque no lo sé. Lucas es un personaje que lleva conmigo toda mi vida. De hecho, casi puedo decir que ha crecido conmigo. Su historia se comenzó a gestar cuando yo era una adolescente y desde entonces ha ido creciendo y puliéndose hasta que hace un par de años me atreví por fin a escribirla.
—Vaya, eso es maravilloso, y te aseguro que se nota en cada palabra de la obra. El tiempo y la dedicación, la profundidad de la historia y de cada personaje. »Y dime, ¿qué es para ti lo más difícil a la hora de escribir? —Lo más difícil, sin duda, comenzar a escribir la historia, el principio en sí. Sentarte ante el pc con la pantalla en blanco, sin un comienzo porque aún no lo has creado. Ese momento en el que no tienes una escena que continuar sino que debes empezar a crear de la nada. Todo en blanco; los personajes, los escenarios, la trama, los sentimientos… Eres Dios. Debes crear el mundo, y debes hacerlo bien, porque de ese principio, dependerá todo lo demás. Uff, es complicadísimo. Esas diez o veinte páginas primeras son las peores, luego, cuando ya has presentado a los personajes y has captado parte de su personalidad, cuando están situados en su escenario y han empezado a interactuar unos con otros, todo va rodado. Pero el principio… ah, qué gran responsabilidad.
—Desde luego, hay mucho que aprender de personas como tú. Tienes mucha razón en eso que dices, y es admirable, sobre todo, ver el tiempo que inviertes en tus obras. Pero ahora dime, ¿cómo fueron tus inicios? Siento mucha curiosidad al respecto. —De la manera más tonta, jajaja. Empecé escribiendo para mí y para nadie más (excepto mi madre, of course). Escribía relatos y luego los tiraba (a no ser que me los requisara mi madre, que tiene varios guardados). No me parecían gran cosa (y siguen sin parecérmelos, la verdad), así que escribía para pasármelo bien (básicamente como ahora), sin ninguna otra ambición que dar salida a mis “locuras”. Un buen día me metí en un foro de literatura romántica, “Románticas al horizonte”, y participé en un concurso en el que había que publicar un relato de ocho páginas cada día… y eso hice, solo que en vez de varios relatos comencé a subir capítulos de una misma historia. No pude pasar del séptimo capi, en seguida me escribieron las administradoras de la web (Nur Casás, ahora reconvertida en mi Hada Madrina, y Loli Díaz) y me dijeron que quitara la historia del foro y de internet, que la acabara y la mandara a las editoriales, que era buenísima y merecía ser publicada… Me resistí bastante, la verdad. Mis historias eran solo tonterías, ¿cómo iba a mandarlas a una editorial?!!! Pero resultó que mis amigas habían leído las pocas páginas que había colgado en el foro y se empeñaron en que hiciera caso a quien sabía, así que, yo, que soy muy obediente (ni de coña), hice lo que me mandaban. Acabé de escribir la historia y a finales de octubre de 2009 la mandé a varias editoriales (sin ninguna esperanza, por cierto), en
noviembre de ese mismo año me llamó la editora de El Tercer Nombre, col. Rachel, y me dijo que les gustaba y que querían publicarla. En enero de 2010 publiqué esa historia, mi primer libro: Falsas Apariencias. »Seguí escribiendo y en 2011 quedé finalista del VI Premio Terciopelo, y desde entonces no he parado de escribir, publicar y soñar. —Es una historia maravillosa, y no lo digo solo por ese inicio a tu nueva vida, porque es evidente que esto cambió tu mundo, sino por saber que esa primera novela fue una de mis favoritas. Luka, realmente, tiene algo muy especial. »Si me lo permites, y tras este aperitivo tan delicioso sobre tu vida, pasaremos ahora con Lucas. ¿Te parece bien, Lucas? —¿Tengo otro remedio? —comenta irónico, pero la sonrisa que dibujan sus labios es buena prueba de que no está en absoluto molesto, al contrario, está intrigado. Sonrío sin remedio por el simple hecho de estar en su presencia y de ver de primera mano cada rasgo de su personalidad. —Te aseguro que no haré que te arrepientas, o eso espero. »A lo largo de tu historia te has sentido atrapado en más de un sentido y en muchas ocasiones, me gustaría saber cómo has lidiado con eso. —¿Atrapado? No. Nunca me he sentido atrapado, siempre he sabido como escapar de cualquier situación —responde orgulloso para luego arrugar la nariz y mesarse el cabello, enfurruñado—. Tal vez en algún momento puntual me haya sentido un poco… atrapado. Pero no siempre. Solo a veces. Muchas veces en realidad —confiesa mirándose las manos—. Es complicado. Tengo un carácter muy… Agramunt. Soy bastante orgulloso y a veces puedo ser un poco cabezota —murmura contrariado para luego alzar la cabeza y mirarnos decidido—, pero tampoco puede ser que siempre tenga que dar mi brazo a torcer. Así que no soy cabezota, solo mantengo mi posición. Sí. Eso hago. Lo que pasa es que mi abuelo es igual de terco que yo, y chocamos —frunce el ceño—. Y, bueno, él siempre está trazando planes y poniéndome trampas, y yo siempre caigo, y me enfado, y discutimos… —se calla y nos mira estrechando los ojos antes de cruzarse de brazos—. En realidad no pienso responder a tu pregunta. No creo que los asuntos de la familia deban airearse en una revista. —Vaya —es lo único que me atrevo a decir, pues he visto salir ese carácter del que me hablaba, del que ya sabía tras la lectura de Amanecer Contigo, y sé que lo mejor es no
presionar—. Me disculpo si te incomodé, no era mi intención. Espero que mi siguiente pregunta sea más de tu agrado. Agramunt: ¿qué significa eso para ti en este momento? —Agramunt… No me lo esperaba. Al principio fue como salir de la sartén para caer en las brasas. No tenía ni idea de lo que el capitán quería de mí. Yo solo quería escapar y él no me dejaba. Siempre era más listo que yo. Luego aprendí a ser listo y ya no quería escapar, pero tuve que hacerlo. Y él volvió a rescatarme. —Lo recuerdo bien. ¿Y ahora? ¿Cómo es ahora, qué significado tiene? —¿Qué significa Agramunt ahora para mí? Orgullo. Orgullo de llevar ese apellido, de ser nieto de mi abuelo, de formar parte de la familia. —Estoy segura de ello. —Hago una pausa antes de continuar, observando la libreta que tengo en mi regazo, donde cada palabra que sale de ambos está siendo plasmada y sonriendo sin poder evitarlo ante lo siguiente que quiero saber de él—. Alicia —pronuncio a la espera de su reacción—. Dime una palabra o frase que defina lo que te hace sentir. —Ella es el eje alrededor del que gira mi vida. Cuando no está a mi lado todo se detiene, se colapsa, se acaba. No puedo vivir sin ella. Estoy segura que la expresión de mi rostro muestra el reconocimiento, pues la felicidad de este hombre es capaz de atravesar cualquier coraza, los sentimientos que lleva consigo los que muestra, más por sus gestos que por sus palabras, aunque estas no se quedan atrás. —Anna. No desveles nada, solo dame una palabra para ella. —Refugio. Salvación. Amparo. —Sí, estoy segura de ello. —Sonrío sin poder evitarlo—. Creo que me has dado más de lo que esperaba y te lo agradezco. Voy a terminar la entrevista con alguna pregunta más para Noelia, si os parece bien. Dime, por favor, ¿cómo es, qué hiciste para convertirte en la genia que eres ahora? —Uf… No sé cómo contestar esta pregunta, porque no me considero una genia… soy una persona de lo más normal (aunque con una vida muy “jaleosa” uff), que trabaja, sueña y vive como buenamente puede. Y entre facturas, deberes escolares y tareas de casa, sueño… solo que en lugar de guardar esos sueños en mi cabeza, los traslado al papel convirtiéndolos en las historias que me gusta leer. ¿Soy meticulosa? Sí. A veces, incluso obsesiva. ¿Me tomo muy en serio mis libros, la documentación, la trama, el estilo, la narración? Pues también. Soy responsable, coherente, trabajadora, concienzuda… Pero, ¿una genia? ¡No! ¡Ojalá! Los genios no necesitan revisar mil veces una escena para que esté perfecta, les sale a la primera. Ni tampoco se comen el coco porque sus personajes hacen lo que quieren sin hacerles caso, jajaja. No, un genio tiene totalmente dominado el argumento y la documentación, mientras que yo siempre tengo algo pendiente de investigar o un nuevo giro argumental que mis personajes han decidido sin tener en cuenta mis deseos. —Jajajaja, te comprendo bien, aunque disiento contigo en eso de que no eres una genia, pero dejémoslo ahí. Soy consciente de que es difícil valorarse uno mismo. »Sin embargo, sin alejarme en exceso del tema en cuestión, quisiera saber cómo surgen esos personajes envolventes que creas. Todos te atrapan, incluso llega un momento en el que no sabes dónde terminan ellos y empiezas tú, al menos desde el punto de vista del lector, mío.
—Se crean a sí mismos. Es… como un embarazo, solo que en menos tiempo, unos seis meses. Es esa página en blanco de la que te he hablado antes. Está ahí, frente a ti, todo ese espacio disponible para que crees tu universo. Y empiezas a crearlo. Vas conociendo a los personajes según vas escribiendo sobre ellos. Se van dando forma a sí mismos a través de las palabras con las que llenas esa página en blanco. »Yo creo que el “truco” está en dejarles tener voz propia. Yo no podría escribir un libro con un guión definido de antemano en el que desde el minuto uno he decidido cómo van a ser los personajes, los sentimientos que les van a dominar y cómo van a actuar. Al contrario, para poder escribir necesito que los personajes vayan haciéndose “mayores” conforme interactúan unos con otros y con el mundo en el que les he puesto. —Eres digna de oír y de escuchar, te lo aseguro. En este rato que me habéis dedicado ambos he aprendido a ver más aún de lo que cuentas entre esas páginas y a respetar más, si era posible, el trabajo que realizamos. Y viendo esto, no puedo contenerme en preguntarte por tus pequeños, tus hijos: ¿qué opinan ellos de que mamá escriba “cuentos” para adultos? —No tienen problemas, la verdad. »Mi hija pequeña vacila a sus profesoras y amigas diciendo que su madre escribe erótica XD. Al principio, hace 4 años, cuando ella tenía seis, sí resultaba algo chocante cuando hablaba de mis libros eróticos para mayores, jajaja, pero ahora ya es de lo más normal. Ella sabe perfectamente lo que escribo y por qué no se lo dejo leer… y también cuenta los días que le faltan para cumplir los 14 y poder leer los más “suaves” como ha hecho su hermana. »Mi hija mayor (quince años) se ha leído ya varios de mis libros: La Voz, El corazón de una estrella y Quédate a mi lado. Y está súper orgullosa de tener una mamá escritora, aunque sí me ha dicho cuando ha llegado a las escenas un poco más subidas de tono: “vaya guarrerías que escribes”… para acto seguido comentarme que ha estado leyendo el libro (sobre todo esas escenas “guarras”) en el recreo del insti con todas sus amigas y que les encanta como escribo… y que quiere regalarle libros a sus profes, que vaya a comprarlos a la de ya! En fin, adolescentes jajajaja.
—Jajajaja, y que lo digas. Tus pequeñas, o no tanto, tienen que ser maravillosas, tanto como su madre. »Realmente he aprendido mucho hoy. Y no os imagináis —hablo mirando a ambos— lo que os agradezco el tiempo que me habéis dedicado. Ha sido una experiencia increíble.
—El placer ha sido mío, pocas veces tengo la ocasión de interactuar con uno de mis “chicos”, y la verdad es que me lo he pasado pipa!!! Muchísimas gracias a la revista por darme esta maravillosa oportunidad, y sobre todo, muchas gracias a ti, Tamara, por hacerlo todo tan sencillo y cómodo para mí. Eres un sol!! —Yo no soy tu “chico”, sea eso lo que sea —Lucas observa envarado a su creadora, este muchacho tiene un orgullo desmedido—. Ha sido muy interesante compartir esta tarde con vosotras; un verdadero placer. Espero que vuelva a repetirse. De nuevo abrumada por este primer viaje, con el corazón palpitante de emoción por lo vivido, tanto Noelia como yo salimos de la deliciosa mansión para regresar a nuestro hogar tras una experiencia única en la vida, pues con esta entrevista inauguramos la revista digital de ARI.
Noelia Amarillo y Tamara Bueno.
¡YA ESTÁ A LA VENTA! Karol se prometió a sí mismo no volver a amar, no volver a necesitar a nadie y no volver a recordar el pasado. Ha pasado tres años cumpliendo a estas premisas, su cordura dependía de ellas. Hasta ahora. Laura, la ladrona que le vuelve loco está empeñada en demostrarle que el placer, con ella, va más allá del simple éxtasis pues se adentra en el amor. Y por si eso no fuera suficiente para acabar con su paz mental, Tuomas, su antiguo, confidente más querido y la persona que le traicionó más allá de lo soportable ha regresado de nuevo a su vida. Y parece dispuesto a quedarse. Adéntrate en el Templo del Deseo, aprende los secretos del placer, descubre hasta dónde te atreves a llegar.
¿Quién no ha oído hablar de Nora Roberts?
Toda lectora que le apasione la novela romántica tiene al menos un libro de ella en su estantería más preciada, y no lo digo yo, sino su número de ventas. ¿Sabéis los libros que ha vendido esta autora a lo largo de su carrera? Nada más y nada menos que doscientos ochenta millones de ejemplares. Ni que decir que Nora Roberts es una gran Dama de la romántica. Pero empecemos desde el principio. Su nombre verdadero no es con el que firma sus novelas, a decir verdad se llama Eleanor Mary Robertson Smith Wilder y nació el 10 de
octubre de 1950 en Silver―Spring, Condado de Montgomery, estado de Maryland. Fue la menor de cinco hermanos, quizá por esa razón plasma de forma magistral el carácter de sus personajes masculinos en sus novelas. Ha estado casada dos veces, la primera vez muy joven, es muy posible que el hecho de ser educada en una familia católica tuviese que ver en esta decisión, fruto de este matrimonio nacieron sus dos únicos hijos y como en sus historias tiempo más tarde, el amor volvió a llamar a su puerta, pero esta vez de forma
casual ya que contrató a Bruce Wilder para que tomase medidas para unas baldas donde ella iba a colocar sus Bestsellers y allí, en ese encuentro, surgió de nuevo el amor. ¿No me digáis que no puede parecerse a uno de los argumentos de sus novelas? Comenzó a escribir en 1979, y otra vez el destino tuvo mucho que ver en el hecho de que pudiese plasmar en papel, una de las historias que bullían por su cabeza, fue durante el mes de febrero, un gran temporal de nieve que la dejó aislada junto a sus hijos durante una semana.De alguna manera resulta curioso que escribiendo a tan bajastemperaturas, decidiera poner por título a su primera novela: Fuego Irlandés.El manuscrito fue enviado a varias editoriales, pero lo rechazaron en todas ellas. Aunque las siguientes novelas recibieron el mismo destino, Nora se vengó con Irish Throughbred (Fuego Irlandés, Harlequín), publicado por Silhouette en 1981, que vendió setecientos cincuenta mil ejemplares. Está calificada como una de las mejores escritoras del mundo y los premios conseguidos a lo largo y ancho de su carrera, lo avalan: acapara año tras año los premios RITA,
se encuentra permanentemente en la listas de los éxitos del New York Times, es miembro de Mistery Writters of América y del Crime League of América. Ahí queda eso. Imagino que el éxito de Nora Roberts se debe a la combinación en sus novelas de historias de intriga con personajes que nos calan muy hondo, no cabe duda de que hablo desde mi experiencia personal, tengo que admitir que Nora es una de mis autoras favoritas. Muchas son las novelas que me han encantado de ella, puedo deciros que Las hermanas Cocannon, la Serie la Bahía de Chesapeake, Las viñas de Napa Valley, Polos opuestos o Atrapada están entre mis favoritas. Nora Roberts es una mujer prolífica a la hora de escribir ya que cada año podemos encontrarnos varias de sus novelas a la venta, algunas de ellas son reeditadas, pero generalmente nos sorprende con títulos nuevos. Me quedo con una frase que ha quedado grabada en mi mente mientras escribía este artículo: Aunque la carrera como autora de Nora Roberts tuviera un comienzo vacilante, su perseverancia dado resultado.
Los nuevos títulos que podremos leer muy pronto son: HECHIZO EN LA NIEBLA. Segundo libro, ya traducido al español, de la trilogía de fantasía de los primos O´Dwyer.
Tapa blanda: 336 páginas Editor: DEBOLSILLO; Edición: 001 (4 de septiembre de 2014)
Colección: BEST SELLER
Idioma: Español
ISBN-10: 8490622256
ISBN-13: 978-8490622254
Estas novelas aún no están en venta en España aunque esperemos que podamos leerlas muy pronto. Os dejo sus títulos originales:
Tapa dura: 496 páginas
Editor: Piatkus (17 de abril de 2014)
Idioma: Inglés
ISBN-10: 0749959304
ISBN-13: 978-0749959302
Tapa dura: 336 páginas Editor: Piatkus (30 de octubre de 2014)
Colección: The Cousins O'Dwyer Trilogy
Idioma: Inglés
ISBN-10: 0749958642
ISBN-13: 978-0749958640
Y dos novelas cortas más que rondarán las 100 páginas y que saldrán a la venta en EE.UU. a finales del mes de noviembre 2014, como anticipo de las navidades.
La sala crítica de Kayla Leiz Muy buenos días, tardes, noches... caballeros, señoras, señoritas, niños, niñas, chicos, chicas, hombres o mujeres, porque, esta sección es para todos. ¿Mi nombre? Yo soy Kayla Leiz pero, aquí, entre nosotros, podéis decirme la “crítica Leiz”, quien no tiene intención de callarse y sí de criticar, debatir y poner los puntos sobre las íes a todo aquello que, a los escritores, nos afecta. Como éste es mi primer artículo, y porque sé que hay algo que nos trae por la calle de la amargura a muchos, hoy os hablaré de... ¡LA RAE! Sí, sí, esa “Real Academia Española”, o debería decir... “Realmente Aburrido Escribir”. ¿Y por qué digo eso? Fácil, porque, ¿no os ha pasado que, cuando por fin aprendéis a escribir sin faltas (sí, lo sé, es dificilísimo, pero hay quien lo consigue), va la RAE y cambia las normas. Y ale, a aprender de nuevo para adaptarte porque, si no, te dicen que has cometido una falta de ortografía grave. Que ya no es lo mismo escribir treinta y cinco, que treintaicinco, que no es igual rió que rio, que no se acentúan demostrativos (se ve que el acento a la RAE no le importa mucho; claro está, ellos no notan la diferencia entre “ganó” y “gano” porque ya tienen mucho...); que sólo y solo tampoco entraña problemas... Y así podría seguir páginas y páginas y páginas... y no es cuestión de aburrir al personal. ¿Qué ha ocurrido entonces? Pues que cada escritor tiene su manual, cada editorial el suyo. Hay quien se moderniza y quien se niega, como yo, que vemos una falta gravísima escrita y lanzamos un grito al cielo clamando por esa lengua castellana rica, ésta que era orgullo del mundo, que, aunque tenías que aprender las normas, merecía la pena escribir de forma perfecta y que además te dieran la enhorabuena por ser de los pocos en hacerlo bien. ¿Dónde ha quedado eso ahora? Quizás habría que preguntarle a la RAE si está modernizando para que, las barbaridades que se ven en algunos colegios, institutos o universidades (que todavía no me cabe en la cabeza que un universitario, el futuro de la sociedad, pueda llegar a cometer tantas faltas), no parezcan un crimen a la ortografía; o quizás es que no confían en que las personas se puedan aprender unas cuantas normas... ¡si no las cambiaran cada dos por tres! En fin, yo lanzo esto en pro de la ortografía, que hay muchas causas en el mundo, pero, para algo que usamos todos los escritores, debería tener mucha importancia. ¿Quién me apoya? Y en mi próximo artículo... ¡más! ¿Me leerás?
Por Meg Ferrero
Jason St. James* era, a sus veinte años, el libertino más afamado de todo Londres. Hermano pequeño del cuarto Marqués de Salysbury llevaba una vida de desidia y desenfreno, a la que no estaba dispuesto a renunciar por nada… ni por nadie. Aquella fría mañana de Diciembre, no sabía qué era exactamente lo que lo había llevado hasta las cocinas de la gran mansión de su hermano, en Grosvenor Square. Bueno, lo cierto es que sí lo sabía. Sentía curiosidad. Una gran curiosidad, a decir verdad. Había observado que cada vez que cenaba aquel maravilloso dulce, por el cual sus pasos le habían llevado hasta las cocinas, que les servían alguna que otra noche, él… en fin, sus cualidades amatorias se veían gratamente incrementadas. Así que, aquella mañana, llevado por el magnífico olor de aquel elemento traído de las Américas llamado chocolate, se encontraba en aquella calurosa estancia en la que nunca había estado, llevándose una de las más gratas sorpresas de su vida. Al ver a la joven y delgada figura contonearse por la sala, mientras tarareaba algo que él desconocía, decidió permanecer oculto entre las sombras, aunque nunca supiera muy bien qué fue lo que lo llevó a hacer algo tan infantil. Jocelyn, cocinera desde hacía muy poco tiempo del Marqués, era una amante de su trabajo. Lo disfrutaba mucho y ponía su alma en que sus comidas fuesen exquisitas para su amo… y su hermano, por el cuál, ella suspiraba noche y día en silencio. Y, sin duda alguna, sus pastelillos de chocolate eran una de sus especialidades más apreciadas por los amos. Con el fuego de las cocinas y de los hornos a máxima potencia, la estancia llegaba a alcanzar una temperatura que haría sudar a cualquiera, y más si se estaba trabajando. Era por ello que Jocelyn llevaba muy poca ropa encima. Tan solo una camisa que utilizaba como ropa interior y una enagua ligera. No le importaba porque los señores jamás bajaban a las cocinas. Jason observaba desde las sombras cómo aquella bella joven vertía en un cuenco el dulce chocolate que había mantenido caliente en una jarra cerca de la lumbre. Se posicionó, sin ella saberlo, de frente al intruso que la espiaba hipnotizado. Jocelyn incorporó el azúcar al chocolate y comenzó a remover enérgicamente la mezcla a fin de que los ingredientes se integrasen bien. Tan solo paraba para
cascar e ir añadiendo, uno a uno, los huevos que tenía depositados al lado y continuar con sus rápidos movimientos. Unos movimientos que tenían totalmente extasiado a Jason que era incapaz de apartar la mirada de aquel par de pechos maduros que se agitaban de un lado a otro de la prieta y fina camisa que la joven llevaba puesta. Tanto, que sus pezones se habían puesto erectos debido a la fricción de la tela. Jason se llevó instintivamente la mano a su miembro viril cuando este se tensó dolorosamente contra sus pantalones. «¿De dónde diablos había salido aquella belleza que lo hechizaba con sus movimientos y canturreos celestiales?» Durante unos instantes, dudó sobre si salir a conquistarla con su arrebatadora sonrisa y su pose señorial para poder levantarle allí mismo las faldas o continuar oculto en su refugio y continuar con aquella visión llena de sensualidad. Pero, cuando ya había decidido salir, Joselyn se incorporó hacia delante para alcanzar un bote con harina, dejando así expuestos a la descarada vista del joven intruso aquel par de pechos plenos, por los que el sudor resbalaba como lamiendo cada poro de la piel de la joven. El colmo fue cuando la chica, después de añadir la harina, introdujo uno de sus níveos dedos en la mezcla para, acto seguido, llevárselo a la boca y lamérselo de una manera, que a Jason le pareció terriblemente provocadora. «¿Sabría ella que él se encontraba observándola?» Jocelyn, ajena al escrutinio realizado sobre su persona, volcó la dulce mezcla sobre unos moldes y los introdujo en el horno. Pero, cuando se giró para limpiar la mesa que había dejado embadurnada de harina, se encontró con la mayor sorpresa de su vida. Allí, delante de ella, se encontraba Jason St. James, el hombre por el que ella suspiraba noche y día. Jason tenía las pupilas completamente dilatadas y en su mente solo existía un objetivo.
―exclamó la joven completamente aturdida al verlo allí, frente a ella, magnífico en su apostura―, ¿deseaba usted algo? ―balbuceó nerviosa al darse cuenta de su indumentaria. Jason la observó lentamente de arriba abajo tomándose todo el tiempo del mundo y dejando claro, con su abrasadora mirada, qué era lo que deseaba. Observó su brillante pelo negro recogido, que quería desplegar; sus grandes ojos azules dilatados por el deseo que también a ella le consumía; sus labios plenos y sensuales, casi provocadores; sus pechos lozanos cubiertos por aquella película de sudor que él mismo quería retirar lamiéndolos con suavidad; los pezones erectos que se adivinaban a través de la fina tela; la curvatura de sus caderas… ¡sí! ¡deseaba algo y lo deseaba ya! ―Querría probar esos pasteles de chocolate, por favor –dijo con la voz grave, de manera sensual. ―¡Claro, milord! ―dijo Jocelyn girándose “ipso facto” ocultando el intenso rubor que se había apoderado de su rostro, ante semejante inspección de su cuerpo―. Deben de estar ya listos. En un segundo se los sirvo. Jocelyn sacó los pastelillos del horno y con manos temblorosas desmoldó uno de ellos para colocarlo en un plato, junto con una cucharilla, bajo la atenta mirada de su guapísimo amo. ―Aquí lo tiene. ¿Desea que se lo lleve a algún sitio? ―¿No debe probar antes la cocinera sus creaciones? Jocelyn se quedó pasmada. Pasmada y eclipsada por la seductora sonrisa de aquel hombre. Sin duda alguna, era el hombre más apuesto que ella jamás hubiese visto y aquella inspección visual, con aquellos ojos azules como zafiros, había conseguido inflamar su cuerpo de tal forma, que parecía tener el corazón en su húmeda entrepierna. Sin más preámbulo, Jocelyn tomó la cucharilla y la hundió en el pastel que, al abrirse, dejó salir el dulce chocolate líquido que encerraba en su interior. Se llevó el pedazo a la boca para probarlo, como Jason le había indicado. El joven lord no pudo aguantar más y se lanzó, cual ave de presa, sobre su cocinera. ―¡Me toca probarlo a mí!
Fue lo último que Jocelyn escuchó antes de que su boca fuese asaltada por la de Jason que introdujo su lengua con avidez y lujuria. La joven se derritió en sus brazos y escuchó un suave ronroneo de triunfo cuando Jason levantó sus faldas y se encontró con su húmedo cuerpo más que preparado para él.
¿Os habéis enterado de la receta? ¿No? ¡Pues de eso va todo esto! ¡Mira que sois despistadas! Aquí os la dejo para las que os hayáis “perdido” un poco. Ingredientes: *170 g de chocolate fondant *170 g de mantequilla *3 huevos *3 yemas de huevo *70 g de azúcar *50 g de harina de repostería Preparación: Receta sencilla donde las haya. Derretimos el chocolate al microondas con la mantequilla con cuidado de que no se nos queme. Mejor, lo vais calentando de 30 en 30 segundos. Añadimos los huevos, las yemas y el azúcar. Mezclamos bien. Agregamos la harina tamizada con cuidado y con movimientos envolventes. Ponemos la mezcla en moldes individuales engrasados como los de los flanes, aunque son mejor los de silicona. Introducimos en el horno, precalentado a 250°, y horneamos durante siete minutos. Retiramos, desmontamos y servimos inmediatamente. Queda hecho por fuera y el chocolate derretido por dentro. Queda riquísimo acompañado de una gran bola de helado de vainilla.
Para aquellas que tengáis thermomix: Ponemos en el vaso el chocolate en trozos grandes y trituramos 20 segundos, velocidad progresiva 5―10. Incorporamos la mantequilla y programamos 3 minutos, 80° y velocidad 2. Añadimos los huevos, las yemas y el azúcar. Mezclamos programando 30 segundos en velocidad 3. Agregamos la harina y programamos 15 segundos, tercera velocidad. Colocamos la mezcla en los moldes individuales engrasados y los introducimos en el horno durante siete minutos a 240°. Retiramos, desmontamos y servimos inmediatamente. Como ya he dicho antes, queda riquísimo con una gran bola de helado de vainilla. Y no os olvidéis de lamer bien el chocolate que quede en el plato… o donde hayáis decidido poner este pastelito. Besitos, MEG *Jason St James es el protagonista de EL PECADO, libro de esta que os escribe. Para otras recetas iré cogiendo a otros personajes.
Querida Elena: Antes que nada, gracias por haber accedido a esta entrevista. Nuestro objetivo como autoras es saber un poco más sobre nuestro público, una forma de acercamiento a vuestros gustos y preferencias. La primera parte es una ronda de preguntas rápidas, no hace falta que las justifiques si no quieres. En la segunda parte, sin embargo, sí nos gustaría saber tu opinión. ¿Estás preparada? Aquí llega el test de las 25 preguntas. 1.― ¿Cuál es tu nombre? (Si quieres decirlo). Elena García. 2.― Género favorito. Leo sobre todo novelas y eligiendo uno, me quedaría con el histórico. 3.― Género con el que no te identificas. El de terror, definitivamente no es lo mío. 4.― ¿Con qué libro te iniciaste en la lectura y a qué edad? Con “La vuelta al mundo en 80 días” de Julio Verne y debía tener unos once años. 5.― ¿Qué llama tu atención primero, la sinopsis o la portada? Bueno, en un primer momento la portada, creo que se cumple el famoso dicho de “una imagen vale más que mil palabras”. 6.― ¿Eres de las que leen en el bus o bien arropadita en la cama? Ja, ja, ja, pues en todas partes, la parada del autobús, en la sala de espera del médico… y sí, también en cama antes de dormir. 7.― ¿Prefieres kindle o papel? En papel. 8.― ¿Novela larga o corta? Mejor larga, porque así disfrutas más de la historia. 9.― ¿Autores nacionales o extranjeros? Últimamente estoy leyendo más autores nacionales pero su procedencia me da igual. 10.― Autor favorito. Tengo gustos muy dispares y varios escritores que me encantan, clásicos como Dickens, Conan Doyle o Jane Austen o contemporáneos como Matilde Asensi o Julia Navarro, pero de elegir uno me quedaría con Juani Hernández. 11.― Libro favorito. “David Copperfield” de Charles Dickens. 12.― ¿A quién no volverías a leer?
A Arthur Golden, el autor de la famosa “Memorias de una geisha”. Su libro no me terminó de convencer. 13.― Un libro que no te haya gustado nada. Después de la pregunta anterior es fácil, ¿no?, “Memorias de una geisha”. 14.― Un libro que te haya hecho llorar. Aunque no te lo creas, lloré con algunas de las entregas de la serie de Harry Potter porque J.K. Rowling mató a varios de mis personajes favoritos. 15.― Uno que te haya hecho temblar de miedo. Hmm, creo que ninguno porque como no leo libros de terror… 16.― Un libro que quieras leer. Tengo una lista enorme de novelas pendientes pero por citar uno, las entregas de “Amor y sangre” de M.C. Sark. 17.― Un libro que regalarías. “Criadas y señoras” de Kathryn Stockett donde relata cómo era la vida de las empleadas de hogar de raza negra en EE. UU. en los años sesenta. 18.― El último libro que has leído. “Lágrimas de ángel” de Juani Hernández. 19― Tu próxima lectura. Seguramente “Saltar al vacío” de Anna Casanovas. En cuanto a la novela romántica. 20.― ¿Protagonista masculino atormentado o guaperas? ¿Y no puede ser un atormentado guaperas? Ji, ji, ji. Para mi gusto, mejor atormentado, daría más juego a la historia. 21.― ¿Damisela en apuros o guerrera? Me gustan más las mujeres fuertes que se defienden ellas solitas, sin necesidad de que aparezca ningún príncipe azul a rescatarlas.
22.― ¿Triángulo amoroso o villano/a como tercero en discordia? Los villanos, algunos son memorables y como al terminar el libro suelen recibir su merecido, pues mejor. 23.― ¿Contemporánea o de época? Me quedo con las históricas. 24― ¿Drama o comedia? Los dramas porque siempre los recuerdo más tiempo tras haberlos terminado. 25.― ¿Erotismo o romanticismo? ¿Ambos? Sin duda, me gusta más lo romántico.
Ahora, si aún te quedan energías después de este batallón de preguntas, te dejo las últimas. ― Si le pudieras preguntar algo a un personaje, ¿qué sería y a quién? A Mr. Darcy de “Orgullo y prejuicio” y le preguntaría, ¿cómo es posible que sea tan perfecto? Es que lleva doscientos años enamorando a las mujeres de medio mundo sin importar lo distintas que puedan ser sus personalidades, sus gustos, edad o país de procedencia. ― ¿Qué opinas sobre la piratería? Es difícil de entender porque podemos comprarnos un libro electrónico por lo que nos costaría tomarnos un café, o menos. De ahí que no comprenda por qué razón se descargan libros pirateados, a menos que se trate, por ejemplo, de una traducción hecha por un lector que entiende el idioma original en que se publicó esa novela, y la cuelgue en internet para que otros seguidores del escritor puedan leerla, mientras no hay disponible una versión traducida oficialmente por la editorial. ―¿Cómo seleccionas tus lecturas? Blogs, boca a boca, listas de los más vendidos, etc.
Siempre me gustó entrar en las librerías y perderme entre las estanterías ojeando los libros, así que ésa sería la primera manera, en la propia tienda. También consulto blogs y me encantan porque te permiten conocer un montón de libros o autores y encontrar opiniones de otros lectores. Y, por supuesto, por los gustos de amigos y familiares, pero las listas de los más vendidos es lo último en lo que me fijo, si es que llego a hacerlo siquiera. ― ¿Qué opinas acerca de la polémica que “acusa” a los autores independientes de no poseer la calidad que merecen los lectores al no tener respaldo editorial? Pues les diría a los que piensan eso, que antes se lean el trabajo de algún escritor autopublicado porque hablan por hablar. Es posible que haya algún autor que no te guste por la razón que sea, pero eso también sucede con los que publican en las editoriales convencionales y nadie les tacha de no ser lo suficientemente buenos para ser leídos. ― ¿Crees que hay un boom de erótica que ya agota? Sí, debido al fenómeno que surgió a raíz de la publicación de “Cincuenta sombras de Grey” de E.L. James, ahora hay un montón de novelas de la misma temática y parecen casi calcadas, al menos por la sinopsis. ―¿Qué opinas sobre las adaptaciones a series y películas? Dime alguna que consideres un acierto y otra, una calamidad. Se me ocurren entre las que me gustaron las de “Harry Potter” o “El Señor de los Anillos”. No la llamaría tampoco calamidad, pero no me terminó de convencer “Crepúsculo” porque las pintas que llevaban en la primera película algunos de los personajes secundarios… Pero lo “mejor” fue cuando Edward se pone a escalar de esa forma tan rara por los árboles llevando a Bella sujeta a la espalda; ¿alguien sabe qué era eso?
― ¿Crees que las redes sociales son una buena plataforma para que los autores puedan darse a conocer o llegan a saturarlas? A mí me parecen una manera estupenda de promocionarse y de que los lectores comenten qué les pareció su trabajo con el propio autor ―con el que de otro modo difícilmente podrían ponerse en contacto―, y entre ellos mismos, además de servir para conocer el trabajo de otros escritores, con lo que de saturarlas nada y si lo hiciesen, qué mejor manera de llenar facebook o twitter que hablando de libros. Y hasta aquí llega la tortura, querida Elena. Muchísimas gracias por haber contestado a nuestras preguntas, por apoyarnos en este proyecto y por leer a nuestras compañeras ARI. ¡Hasta la próxima!
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¿Te gusta leer? Estos son los blogs que colaboran con ARI, aquí encontrarás recomendaciones, lecturas y más. ¿Te animas a visitarlos?
La música crea atmósferas determinadas, según la temática y la época. No es lo mismo una historia ambientada en el Medievo que en el S. XIX. La música influye en el espectador y en el lector, las emociones son creadas a través de una melodía que exalta los sentimientos. Vamos a recorrer algunas de las películas románticas más bonitas con sus bandas sonoras, para darnos cuenta, de que la música emociona al oyente y le transmite muchas sensaciones.
SENTIDO Y SENSIBILIDAD Obra de la reconocida novelista inglesa Jane Austen, Sentido y sensibilidad ha tenido numerosas adaptaciones al cine, pero sin duda la más conocida y celebrada es la que Ang Lee dirigió en 1995. El guión fue obra de la actriz y escritora Emma Thompson, quien también dio vida a la mayor de las hermanas Dashwood, Elinor. El encargado de la banda sonora de esta
adaptación fue el compositor Patrick Doyle, reconocido músico escocés con amplia experiencia en la creación de música para películas; por citar dos de ellas, las conocidas “Much Ado About Nothing” y “Une femme française”. Se dice que fue su cercana amistad con Emma Thompson lo que le permitió ser considerado para encargarse de la música de Sentido y sensibilidad, y no pudieron haber escogido un músico más apropiado ya que su estilo alegre y vivaz, con un ligero toque nostálgico, conjugó de forma perfecta con el alma de la historia. Doyle, rindiendo honores a la época, se apoyó en el piano y las cuerdas para sus creaciones, y es, sin duda, “Weep You No More Sad Fountains” la que ha quedado grabada en nuestra memoria por ocupar un lugar muy importante en el recuerdo musical de esta adaptación. La bella aria interpretada por la soprano Jane Eaglen está cargada de cierta melancolía, esperanza e invitación al romance, de allí que llegue a nosotros aproximadamente a la mitad de la historia, que es cuando nuestras protagonistas se encuentran en un momento crítico en sus vidas, una de ellas sumida en la tristeza por el alejamiento del hombre al que ama y la incertidumbre de si podrán vivir su amor, y la otra en medio de un enamoramiento fulminante del que no puede ni desea escapar, sin imaginar lo que el futuro le depara. TITANIC Es imposible mencionar esta película y no hacer referencia a su banda sonora, en particular al archiconocido tema “My Heart Will Go On”, interpretado por la canadiense Celine Dion, el mismo que la catapultará al éxito y quedará grabado en nuestras mentes hasta la actualidad. Pocas películas han sido tan aclamadas tanto por la crítica como por el público como ocurrió con Titanic. No solo pasó a la historia como una de las películas con mayor cantidad de premios, con once Óscar en su haber, entre ellos el recibido por su canción original, sino que fue un gran éxito de taquilla y aún hoy se cuenta entre las más exitosas de todos los tiempos. La historia de ese amor vivido en medio de la tragedia tocó a todos quienes la vieron, entonces, y ahora, y la hermosa canción principal se convirtió en todo un himno al amor. Cuando James Cameron, máximo artífice de este film, buscó a la persona apropiada para encargarse de la banda sonora, tuvo la fortuna de hallar a James Horner, si bien no fue este compositor su primera opción; él deseaba que Enya se encargara del proyecto, pero la cantante se negó, y fue así como
Cameron llegó a Horner. Este se había encargado de la música para exitosas películas como Aliens y Corazón valiente, así que tenía la experiencia debida para hacer frente a este reto. Compuso una serie de temas que escuchamos durante el desarrollo de la película, muchos de ellos interpretados por la cantante noruega Sissel Kyrkjebø, pero fue el tema My Heart Will Go On, interpretado por la extraordinaria voz de Celine Dion. La maravillosa historia de amor que se narra en la canción, esa promesa de amor eterno, se hizo un lugar muy importante en nuestros corazones. DIRTY DANCING Muchos crecimos con la música de esta fantástica película, seducidos por la historia de amor, rebeldía y ruptura de los cánones de una sociedad rígida e intransigente, y sobre todo, por esa memorable escena final, con nuestros protagonistas declarando su amor de la mejor forma posible, bailando. Estrenada en 1987, esta película fue un icono de la época. Una comedia romántica donde se mezcla el baile con los problemas de la juventud y la diferencia de clases. La película, que se centra en los principios de la década de los 60, resalta las diferencias entre la clase trabajadora y la media-alta norteamericana, el comienzo de la ruptura de las «normas sociales» y el despertar de la libertad sexual favorecida por una música más cálida e inspiradora. Baby, la protagonista, se encuentra de vacaciones con su familia, en un gran complejo donde se ve seducida por el baile y por el profesor. Muchas son las canciones recordadas en esta película, pero creemos que tres son las que definen el alma de la película: la oscarizada “I´ve Had The Time of my Live” con su triunfal y mágico final. “Hungry Eyes” interpretada por Eric Carmen y compuesta por Franke Previte y John deNicola, que llegó al número cuatro en 1988. ¿Quién no recuerda las clases de baile? “She's like the Wind”, en la que Patrick Swayze interpreta la canción que compuso junto a Stacy Widelitz, “(I've Had) The Time of My Life” no fue escrita para esta película, se trata de una composición de 1981, obra de Franke Previte, John deNicola y Donald Markowitz, que vio la luz en un álbum con el mismo nombre. Sin embargo, en 1987 fue interpretada para Dirty Dancing por Bill Medley y Jennifer Warnes, y desde entonces solo ha conocido el éxito. Fue ganadora de un premio Óscar a mejor canción original y fue un record de ventas no solo en Estados Unidos, sino también en el Reino Unido. Sin duda, la letra y la música que invita a bailar, se han convertido en un icono sonoro para varias generaciones.
Ester Fernández -Hoooooooola Juani, gracias gracias por esta oportunidad, vamos es mi primera entrevista para alguien, normalmente soy yo quien las hace. Juani Hernández - Es un placer hacértela.
J- La primera pregunta creo que es de “obligado planteamiento”. ¿Por qué decidiste hacerte reseñadora? E- Porque soy una persona que me encanta leer, cuando era más joven me gustaba escribir así que decidí que por ser escritor, sobre todo ahora que proliferan los autores independientes. ¿Cualquiera puede ser reseñador?
probar no pasaba nada, y bueno Cristina buscaba a gente para reseñar y ahí me apunté, luego cuando cerró su web me cree el mío para seguir mostrando al mundo lo que pensaba de esos libros. J- Explícales a los lectores qué les puede ofrecer tu blog. E- En el blog podrán encontrar no sólo lo que pienso de un libro, sino que pongo mis sentimientos en las reseñas. Y es algo que dice mucho de mí. También encontrarán críticas de cine, entrevistas a escritores, blogger, algún sorteo; vamos, de todo un poco, e invito a descubrir el resto de sorpresas entrando en él. J- La puerta de Isthar... Cuéntanos de dónde surge el nombre. E- El nombre del blog se debe a Ishtar o Isthar la diosa de la fertilidad, el amor, la luna de babilonia, siempre me ha gustado mucho los dioses, y elegí ese nombre por originalidad. Además es un monumento que me encantaría conocer alguna vez. J- Es muy común el discurso mediante el cual se cuestiona si cualquiera puede Define lo que consideras como “buen reseñador”.
E- A ver cualquiera puede reseñar, cualquier persona que le guste escribir podría. Y un buen reseñador se hace con el tiempo, poco a poco, yo realmente no soy de letras soy de números pero aquí me ves, reseñando y escribiendo. J- ¿Hay que decir la verdad sobre una novela, aunque eso signifique hundirla, o es preferible ser “políticamente correcto”? E- Es mejor ser correctamente constructivo, si una novela es mala siempre es bueno buscarle lo que tiene de bueno y ponerlo, yo tengo en mi política que cualquier libro tiene algo bueno, siempre encontraréis algo bueno y malo (si lo hubiese) en mis reseñas intento ser constructiva y no negativa. Aunque hay libros y libros. Pocas veces me veréis dando un 2 de 5, pero alguna vez tiene que ser la primera vez. J- ¿Opinas que «editorial» es sinónimo de calidad y, por lo tanto, «autopublicación» es sinónimo de mediocridad? E- No. Y lo tengo comprobado, he visto autopublicación buenísimos y con buena calidad y libros de editorial que están fatal, entre errores y demás, pero todo queda en casa, normalmente en eso me lo callo o se lo comento en privado al escritor, para que ponga remedios. J- ¿Qué aspectos tienes más en cuenta a la hora de valorar una novela? E- La sinopsis, la portada, la propia historia, en general tienen que llegarme y engancharme si no lo hacen mal vamos. J- ¿Alguna vez te has encontrado con «críticas» de alguien que no está de acuerdo con tu valoración? E- Sí, pero es normal, no todos tenemos estamos de acuerdo con lo que publicamos.
J- ¿Prefieres reseñar libros publicados bajo un sello editorial, autopublicados, o te es indiferente? ¿Tienes una “lista de pendientes” inamovible o lees conforme te va apeteciendo? E- A ver, me es indiferente porque los autopublicados me han ayudado a subir y las editoriales están gracias a esa gente que ha ido dándole a seguirme para yo poder tener alguna editorial. Así que yo siempre daré las gracias a los escritores noveles que no tienen una editorial. Incluso hasta ahora les he dado prioridad. Sobre la lista pendiente, si tengo, es difícil compaginar el blog con otras cosas, yo leo por pasión pero a veces me llegan personas que me dicen “oye y mi libro para cuando” y les tengo que contestar lo siento pero no doy a más. Y es cierto, hago inglés y no estoy las 24 horas leyendo. Y sobre lo que leo, es según me pide el cuerpo y mente, siempre intento tirar de los libros que tengo pendientes de reseñar, pero sino también tiro de otros. J- Háblanos un poco de tu colaboración con ARI, cómo surgió, qué esperas de esta colaboración… E- Todo fue porque una escritora me comentó lo de participar y aquí estoy ahora. Colaborar con ARI es un placer, no sólo por los libros sino también porque estoy conociendo a gente maravillosa a la que puedo recomendar por aquí, por Facebook JMuchas bloggers esconden manuscritos que algún día pueden atreverse o no a publicar... ¿tienes alguno escondido? E- Algo tengo por ahí, aunque publicados tengo algunas cosas, en wattpad con el nombre de Istharselene tengo subido algo que empecé y ahí va cuando me inspiro sigo escribiendo. También tengo
subidos algunos fan fiction sobre negra, entre otras cosas. crepúsculo, la hermandad de la daga J- ¿A dónde aspiras llegar con tu blog de reseñas? E- A que siga durante el tiempo que pueda seguir, y a que consiga ser feliz entre mis libros y mis reseñas. J- Si quieres añadir alguna cosa o hacer alguna reivindicación, éste es el momento (guiño) E- Me encantaría que los autopublicados puedan tener su lugar en una editorial, porque todos se lo merecen. Y que me sigan muchas personas en el blog, os espero en «La Puerta de Isthar». Fue un placer hacerte esta entrevista, es genial.
Besitos
CONGRESO RINCÓN DE LA NOVELA ROMÁNTICA - 22 de diciembre de 2014.
Y, por fin, llegó el esperado sábado 22 de noviembre. Muy esperado, al menos, por la que está escribiendo estas palabras. Este Congreso, celebrado por primera vez por el Rincón de la Novela Romántica, tenía como objetivo no solo celebrar los 12 años que este gran portal de novela romántica lleva en la red sino también el celebrar que han conseguido que un gran sello editorial se una a su portal para dar una magnífica oportunidad a autoras que ellas consideraban que eran merecedoras de ser publicadas. El Congreso comenzó a las 9:30 de la mañana y aunque a la llegada todas estábamos un poco perdidas y desorientadas, todo cambió en la entrega de las acreditaciones. Allí estaban Lola y Esther para recibirnos con los brazos abiertos a todas las que íbamos llegando. Y debo decir que lo hacían con tanto cariño que enseguida creo que todas nos sentimos como en casa. Pronto comenzaron a llegar las escritoras más famosas y nos dejamos llevar por el entusiasmo del momento. Pero no quiero extenderme en este artículo con todas las emociones que yo sentí aquel día porque si no, me pierdo por los Cerros de Úbeda. Bueno, cuando conseguimos sentarnos todas, porque la exaltación de conocer a la gente te impedía llegar hasta tu sitio, comenzó el Congreso como tal. La apertura la realizó el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes que estaba agradecido por la cantidad de gente que había acudido hasta su ciudad para el evento. Se supone que el congreso lo iban a presentar Nieves Hidalgo y Ruth M. Lerga pero al final Ruth, con su don de gentes, fue la que dirigió prácticamente todo el programa. Cabe destacar que, durante la presentación, quisieron hacer un inciso para aclarar su postura con respecto a la novela romántica. Y dejaron claro, como ya lo habían hecho con anterioridad en su página web, que la novela romántica tiene su sitio y la novela erótica tiene otro sitio. Y que existe novela romántica erótica por sus contenidos, digamos un poco más subidos de tono que otras novelas, pero en las que el hilo conductor siempre es una historia de amor. Y ellas reivindican el derecho de la novela romántica y no quieren incluir la novela erótica dentro de la romántica. Dicho esto comenzó la primera mesa. La novela romántica en la actualidad.
La mesa la presidían Olivia Ardey, Menchu Garcerán, Claudia Velasco, Nieves Hidalgo y Teresa Cameselle. Las autoras hablaron sobre el género de romántica en general y sobre su primera novela romántica, esa que les dejó huella y que de alguna manera consiguió que hoy estén donde están. Se les preguntó sobre su visión del cambio de la novela romántica desde los años 80 hasta hoy en día. Teresa habló de que hoy por hoy la gente se saltaba las reglas, que no se plasmaba fidedignamente el ambiente de época. Nieves dijo que las novelas de antes eran más descafeinadas en materia de escenas hot, pero claro, también decía que los tiempos han cambiado y que con el cambio tiene que llegar, pues eso, el cambio. Menchu hablaba de que hoy en día las escenas hot eran más realistas y que todo ello se debía a la evolución de la mujer, cosa en la que todas estuvieron de acuerdo. También se les preguntó por el auge de las autoras españolas. Creo que todas estuvieron más o menos de acuerdo en que habían surgido más autoras españolas por dos motivos principales: que las editoriales se habían fijado más en ellas y se habían encontrado con mucha calidad y que las lectoras habíamos dejado de lado, un poco, ese prejuicio de “yo solo leo a las anglosajonas”. También se les preguntó si les había costado publicar. Aquí hubo diversidad de opiniones. Las había desde que les había costado publicar tres o cuatro años y por casualidad, o el ejemplo de Nieves, que poniendo una nota de humor, dijo que a ella no le había costado nada de nada. Que a ella todo le había venido rodado, cosa que no nos extraña a nadie. Olivia también dijo que le había sido fácil pero por casualidad y Teresa también expresó que le había resultado fácil. Todas coincidían en que fueron de las primeras autoras españolas (no como ahora, que hay miles) y Nieves había ido abriendo, un poco, el paso. Otra pregunta interesante que se les hizo era si pensaban que se estaba aprovechando bien el auge de las autoras españolas. Todas creían que la gente necesita romántica porque necesita evasión y en estos tiempos difíciles más que nunca; pero Ruth quiso ir más allá, preguntando si consideraban que había falta de exigencia por parte tanto de escritores como de editoriales. El sí, fue rotundo. Luego, todas las autoras nos hablaron de sus nuevos proyectos, que son muchos y variados. Así que preparaos. Y con esto llegó el primer descanso. Uno que fue de todo menos descanso. Todas salimos con la cosa del café y, si se me permite, un “pis”. Llegué a tomarme el ansiado café (para qué hablar del “pis” y de la cola en la que se estaba más a hablar y a dar abrazos que… pues eso) porque me lo tenían preparado, ya que no llegaba intentando hablar con todas las autoras que podía e intentando tomar un primer contacto con toda esa gente que, durante años, llevas conociendo en las redes sociales pero de las que no tienes todavía “una cara”. Fue emocionante y divertido. Pero enseguida nos volvieron a llevar al redil, al que por otro lado, estábamos deseando llegar.
Y llegó la segunda mesa. Las editoriales románticas en el 2015. La mesa estaba compuesta por Alex Picón de Libros de Seda, Consuelo Olaya de la editorial Versátil, Marisa Tonezzer de la editorial Vergara y Carlos Alfonso de la editorial Pamies.
Todos ellos nos hablaron de sus libros y de las novedades. Preparaos porque se avecinan meses de muchos, muchos estrenos. También nos comentaron sobre el tipo de libros que sus editoriales buscaban. Había algunos que preferían temática más contemporánea o el humor y otros que se inclinaban más por la erótica… En fin, que cada uno a la hora de elegir sus manuscritos tenían más o menos preferencias por unos que por otros (interesante…). Se les preguntó por los precios de los libros, esos que llevan a las ávidas lectoras de romántica a no poder comprarse todos los libros que les gustaría. Incluso nos llegaron a contar o desglosar el precio de un libro y nos hablaron de que ellos intentaban darnos calidad teniendo muy poco margen de beneficio. Y con esto, todos nos fuimos hacia la comida, que se encontraba en un hotel cercano. Ni qué decir tiene, que tardamos bastante más de diez minutos en llegar (ese era el tiempo estimado para calcular bien los tiempos) y que el camino fue una piña de gente intentando hablar con gente y más gente. La comida parecía una reunión de amigos de esos que hace años que no ves y con los que de repente te encuentras. Y aquí, tampoco os voy a aburrir con mis experiencias, mis alegrías, mis emociones… que fueron muchas, variopintas y preciosas todas ellas.
Volvimos, cómo no, tarde. No llegamos a la hora establecida. Pero no le importó a nadie. Ni siquiera a las organizadoras. Porque todo estaba saliendo tan bien y tan rodado que no era necesario seguir horarios estrictos. La siguiente mesa, una de las que más nos interesa en esta revista, era la de Escritores Independientes. La mesa estaba presidida por Érika Gael, Mara Oliver, Patricia Sutherland y Ana González Duque. Fue una mesa muy emocionante.
Érika Gael nos contó sus experiencias a la hora de publicar con editorial y sin editorial. Sus malas experiencias previas con editorial la habían llevado a la decisión de autopublicar, aunque con mucho miedo. Ella es de la opinión de que el auto-publicar no significa tener peor calidad. Si bien es cierto que nos dijo que su chico era informático y que la había ayudado mucho a la hora de hacer la portada y maquetación; aunque hay que contar con que, hoy en día, está al alcance de cualquiera. Pero también, nos apremió a que el auto-publicar no consiste en dar menos calidad al lector. Que había que aprender, que había que mejorar, que había que dar lo mejor de ti misma (viva la auto exigencia) a todos los lectores porque ellos se lo merecen y que es una experiencia que ella no cambiaría por nada del mundo. Después, le tocó el turno a Ana González que además es traductora freelance. Básicamente, nos volvió a decir lo mismo que nos había contado Érika. Ella es de la opinión de que no se necesita ningún sello editorial que respalde tu libro para ser de más calidad que otro. Que libros malos los hay con editorial y sin editorial. La nota de humor vino con Mara que se lanzó a las trincheras haciéndonos reír hasta las lágrimas. Y, bromas aparte, nos comentó que el único fin por el que ella escribía era porque quería que la gente la leyera. Y eso, lo había conseguido con la auto-publicación; para eso no han sido necesarias las editoriales. Además, entre risas, nos recordó que ella era funcionaria y que se ganaba la vida de otra manera. Y que el cariño del público se lo había ganado a pulso y por ello, nos dejó con una frase de Ghost: “No sabes cuánto amor me llevo”. El cariño de la gente que la leemos y que sabemos que es grande. Continuó Patricia Sutherland que nos dio otro enfoque algo distinto. Ella auto-publica, sí. Pero, sus auto correcciones, portadas, maquetación y diseño los contrata de manera externa. Es otra manera de auto-publicar y le da el poder absoluto sobre su obra. Patricia nos animó a autopublicar porque, entre otras cosas, nos dijo que era una manera muy buena de llamar la atención de las editoriales, si es eso lo que queríamos. Después de tan emotiva e interesante charla pasamos a otra, no menos emotiva e interesante, al menos, para mí. La selección RNR, en la que también participo con El Pecado.
La mesa la presidieron Ilu Vilchez con varias de las autoras que forman la selección, con B de Books y el Rincón de la Novela Romántica. Las autoras que subieron en representación fueron Bela Marbel, Lola Rey, Marta Andrés, Ana F. Malory y las hermanas Elizabeth Urian. Cada una fueron presentando, poco a poco, sus novelas. Uno de los mejores momentos de la tarde lo protagonizaron las hermanas Elizabeth Urian cuando una de ellas, con su divertida cháchara incesante, nos hizo reír hasta doblarnos en nuestros asientos. Otro momento emotivo lo protagonizó Ana F. Malory cuando Ilu Vilchez comunicó que su novela sería publicada en papel, junto con la de otras cuatro compañeras. Ana rompió a llorar e hizo que a todas se nos llenasen los ojos de lágrimas de alegría por ella.
La última mesa fue la más esperada del evento porque en ella se entregaría el premio del V certamen Vergara-RNR.
La mesa la presidieron Caroline March, María José Tirado, Marisa Grey, Rowyn Oliver, Ana Iturgaiz y Ruth M. Lerga; pues ellas son las ganadoras y finalistas de los anteriores cuatro certámenes. Todas nos hablaron de sus novelas ganadoras y de sus proyectos futuros. Y aquí, llega el momento más emocionante para las integrantes de esta revista. La maravillosa Caroline March comunicó en público, alto y claro, desde esa gigantesca mesa, que se sentía muy orgullosa de participar en el proyecto solidario de una antología de relatos que las ARI´s estábamos preparando para ayudar a Samy S. Lynn (que rompió a llorar de emoción) y que vería la luz estas Navidades. ¡ARI triunfa, chicas! Y dicho esto, se pasó a comunicar quién era la ganadora del V certamen Vergara-RNR. A estas alturas, ya sabréis que fue Teresa Cameselle, a la que queremos felicitar desde aquí todas las ARI´s.
Después, se pasó a la macrofirma de libros, de la mano de la librería Pernatel y, con ella, llegó la locura. Todas íbamos de un lado para otro intentando buscar a nuestras autoras favoritas para que nos dedicasen unas palabras. Fue un rato muy agradable en el que todo el mundo aprovechó para saludar, para abrazarse, reconocerse, para firmar libros, para hablar de futuros proyectos y para hacerse un millón de fotos que han poblado todas las redes sociales durante muchos días. Solo me queda agradecer la organización del evento a la maravillosa Lola Rey y a las chicas del Rincón de la Novela Romántica, en especial a Lola y Esther, por tan bonito certamen, por la excelente organización y por hacernos a todos felices durante un día inolvidable.
EL MEJOR REGALO JUANI HERNÁNDEZ
En cuanto bajó del autobús, comenzó a nevar. Se arrebujó con su abrigo de paño, que ya necesitaba un relevo, y apretó el paso hasta llegar al centro comercial donde trabajaba. Suspiró mientras un escalofrío la estremecía al sentir la gélida brisa en las piernas descubiertas al llevar puesto el uniforme de los grandes almacenes, compuesto de falda azul marino por las rodillas y camisa roja. Había comenzado el día de Nochebuena con mal pie. Al parecer, de madrugada se había ido la luz y el despertador digital se desajustó, por lo que no sonó cuando debía. Por suerte, su reloj biológico hizo su función, aunque con media hora de retraso, por lo que tuvo que saltarse el desayuno y decidió irse a trabajar ya con el uniforme, aunque aquello supusiera congelarse. Al entrar al centro comercial, se quitó el abrigo. Agradeció la cálida temperatura que le templó el rostro. La decoración era preciosa, no en vano habían hecho incontables horas extras. Era cierto que engalanar los escaparates iba por cuenta de las distintas tiendas, pero de la ornamentación de las galerías y zonas comunes se encargaban los grandes almacenes, a cambio de una nada desdeñosa comisión de la que los empleados no verían nada. Quiso apartar aquella idea de su mente para no alimentar la ya diluida estela de mal genio que le provocó el haberse quedado dormida, y se dirigió a la zona de empleados. Contaban con una sala habilitada que hacía las veces de comedor y, tras saludar a algunos compañeros que apuraban sus tazas antes de
empezar la jornada laboral, se dirigió a la cafetera que, por suerte, estaba llena. Mientras iba hacia el lugar donde acostumbraba a sentarse, echó en falta a Lydia, su compañera en el departamento de perfumería; seguramente ya había comenzado a organizarlo todo, dispuesta y preparada para recibir a la marabunta que siempre acudía a por el regalo de última hora. Iba a ser un día duro, así que no estaría mal que ese café fuera rápido. ―¿Se te han pegado las sábanas, Sara? ―Escuchó de pronto la voz burlona de Esteban que pasaba justo por delante de ella. Quería parecer tan gracioso que a veces resultaba cargante. Ella se limitó a levantar la cara de la taza y dedicarle un mohín desagradable como respuesta, aunque él no fue el único en recibirlo; un paso por detrás, lo acompañaba Hugo, y sin duda, había sido testigo de aquella mueca propia del circo de los horrores porque una sonrisita asomó a la comisura de sus labios.
―le dijo entonces, y ella sólo atinó a tartamudear al tiempo que dejaba caer la taza en el platillo con tal destreza e ímpetu que derramó el café salpicando la mesa… y su camisa. Lanzó un quejido mientras deseaba con fervor que se la tragara la tierra. ¿Se podía ser más torpe? Cuando levantó la vista de su uniforme echado a perder, Hugo ya se alejaba con Esteban y, con seguridad, el motivo de sus risas era ella. Se mordió el labio mortificada, y convencida de que aquella Nochebuena iba a ser nefasta. Cuando limpió el desastre que había provocado, se dirigió a toda prisa al vestuario; por fortuna, en su taquilla tenía el uniforme
de repuesto… y Lydia iba a matarla por llegar tan tarde. ―Ya creía que iba a tener que empezar a pegar carteles de «se busca». ―Fue el dicharachero recibimiento de su compañera. Al menos, no parecía enfadada. ―Calla, que no son ni las nueve de la mañana y ya llevo un día… Y Lydia no pudo reprimir una carcajada cuando Sara le contó lo ocurrido. ―Si después de esto no tiene claro que estás coladita por sus huesos… ―¿Te quieres callar? ―exclamó Sara, mirando con nerviosismo a su alrededor, temiendo que alguien la hubiera escuchado. ―Tranquila, bricolaje está dos pasillos más hacia allá ―le recordó, divertida. ―Me da igual ―insistió ella―. Tampoco quiero arriesgarme a que se entere. ―Pues tal vez te sorprenderías ―alegó su compañera alzando repetidamente las cejas con gesto pícaro, y Sara le devolvió una mueca de disconformidad, tras lo que se dio la vuelta y emprendió la tarea de preparar los sacos de papel de regalo. Levantó un instante la vista. Frente a ella, detrás del mostrador de joyería, se encontraba la zona de bricolaje y, cuando el día le era favorable, podía verlo desde su puesto, aunque tal y como iba la mañana… Hugo era ingeniero industrial, nada menos, pero la crisis no se lo había puesto fácil a la hora de buscar un empleo. Llevaba trabajando allí dos años, entró pocos meses después que ella y, desde el primer día, cuando Esteban les presentó a su nuevo compañero, quedó prendada de aquellos ojos azules… Bueno, de sus ojos, de aquel oscuro cabello medio ondulado que le rozaba los hombros, de esa sonrisa perfecta sacada de un anunció de la tele… de aquella voz grave que la estremecía de pies a cabeza… Sería fácil pensar que ese sentimiento era fruto de la atracción física, nada más… Pero no, lo que sentía por Hugo no era un enamoramiento pasajero, o un simple deslumbramiento por el chico nuevo que
estaba bueno hasta decir basta. En esos dos años, había intentado conocerlo mejor, sin acercarse demasiado, eso sí, y sabía que vivía en la periferia de la ciudad, le gustaba el fútbol y tenía un perro llamado Zeus. Nada extraordinario, de acuerdo, aunque, inexplicablemente, para ella sí lo era. De hecho, jamás lo confesaría pero, desde entonces, no se había perdido ni un solo partido de liga. Además, aparte de ser guapísimo y tener un cuerpazo, era muy simpático y un excelente compañero. Más de una vez había sacado a Esteban de algún apuro o le había cambiado el turno a otro colega… y siempre con una sonrisa en los labios. No, por descontado no era nada digno de mención, pero Hugo se le había metido tan adentro que ya formaba parte de sus fantasías y, lo peor, de sus ilusiones… ilusiones que rozaban la utopía. Porque Sara era una mujer de mediana estatura, de ojos y cabello castaños, y sus medidas no eran ni mucho menos 90-60-90, o sea, era una chica del montón, por no decir anodina. Y la probabilidad de que Hugo se fijara en ella era la misma que la de los dinosaurios volviendo a reinar sobre la Tierra: cero. Lydia le decía que no perdiera más el tiempo, que le tirara los trastos sin más, y si era un no, pues a otra cosa, mariposa… ¿A otra cosa? ¿A qué cosa? Lydia podía plantearse otras opciones porque sus piernas kilométricas se lo ponían fácil, pero la experiencia de Sara con los hombres se limitaba a un par de novios que no duraron mucho y a los que conoció porque alguien se los presentó. Además, tampoco quería buscar «otras opciones». Estaba enamorada de Hugo, por suerte o por desgracia… y ella era la primera que desearía olvidarlo al saber que nunca sería correspondida. El altavoz de megafonía anunció que se iban a abrir las puertas del centro comercial, y no tardarían en llegar los primeros clientes en busca de ese regalo especial para la persona
querida. Sara no pudo evitar sentir una punzada en el corazón a causa de ese pensamiento. Sus padres ya habían muerto y no tenía hermanos, y los pocos amigos que tenía los dejó en su pueblo natal al trasladarse a la capital en busca de un futuro mejor. Consiguió terminar la carrera de Empresariales trabajando de dependienta, aquí y allá, y al tiempo de acabar los estudios, y en vistas de que era imposible encontrar trabajo de lo suyo, se le presentó una oportunidad en el centro comercial. No era el empleo de su vida, pero le daba para pagar el alquiler y ahorrar algo de dinero y, cuando se esfumaba aquel acceso de melancolía, debía reconocer que era agradable y muy satisfactorio ver la cara sonriente de los clientes al irse, y saber que el regalo escogido iba a hacer feliz a alguien.
A media mañana, Lydia comenzó a quejarse de que necesitaba un café, como buena adicta a la cafeína que era. Con el jaleo que había no era plan, pero Sara le dijo que se fuera. Primero porque la necesitaba al cien por cien y sin quejas, y luego, porque así podría irse ella después y comer algo. Al final, entre que se había quedado sin desayunar y el episodio del comedor, tenía el estómago vacío.
Por suerte, al poco tiempo de marcharse Lydia, el ambiente se despejó un poco; al parecer, todos se habían puesto de acuerdo para irse a tomar café a la vez, así que decidió aprovechar para cortar algunas cintas para adornar los paquetes. Se acercó al mostrador, se agachó para sacar las tijeras y uno de los rollos de color verde abeto, ideal para la ocasión, y, al levantarse, se topó de frente con Hugo, quien estaba apoyado en el mostrador, con actitud desenfadada y su habitual sonrisa. La respuesta de Sara fue un respingo mientras sus manos se convertían en mantequilla y dejaban caer todo al suelo. «Ya van dos veces hoy», maldijo Sara para sus adentros, volviéndose a agachar y así recoger las cosas, de paso que se tomaba unos segundos para que el sonrojo de sus mejillas, que le ardían, desapareciese. Aunque escuchar la risa melodiosa de Hugo no se lo iba a poner fácil. ―No quería asustarte ―se excusó él cuando ya se puso en pie. ―Tranquilo, no estaba en lo que tenía que estar ―lo justificó en cambio. ―¿Con lo eficiente que eres? Me extraña ―dijo él como si nada, sonriente, y a Sara le pareció ver un brillo en sus ojos que… No, imaginaciones suyas. ―¿Y eso quién lo dice? ―bromeó. ―Pues… todos ―pareció vacilar. ―No te veo muy convencido ―se rió ella, y la reacción de Hugo fue tensarse, apartar la mirada y rascarse la nuca… Parecía abochornado. ―Lydia ―soltó de repente, como si la idea acabara de asaltarle la mente―. Lydia siempre dice lo buena compañera que eres y lo bien que te manejas con los clientes indecisos. ―Lydia me quiere mucho y no es objetiva ―respondió ella, divertida―. Además, que vender colonia tampoco tiene mucho misterio. ―Pues yo te traigo uno ―le anunció, levantando una ceja, haciéndose el interesante… como si le hiciera falta…
―¿Ah, sí? ―preguntó ella, entre intrigada y embobada, así que carraspeó e irguió la postura―. ¿De qué se trata? ―Pues vengo como cliente, pero no diría indeciso, sino perdido por completo ―admitió. Sara lo miró pensativa, mientras la primera señal de alarma se activaba de forma estridente en su cabeza, Hugo había acudido solo a la cena de empresa navideña de la semana anterior, aunque se podía ir acompañado… ―Quiero un regalo especial para alguien muy especial ―agregó él entonces, ampliando su sonrisa, y con un brillo en la mirada que a Sara le encogió el corazón de forma muy dolorosa. «Que sea para su madre, que sea para su madre…» ―¿Podrías concretar algo más? ―puntualizó ella, tratando por todos los medios de que no le temblase la voz―. Me refiero a si es hombre o mujer, joven o de edad madura, un familiar o una… novia. ―Vale, vale. ―Hugo sacudió las manos para que no continuase―. No creí que hicieran falta tantos datos para comprar un perfume ―añadió un tanto contrariado. ―El problema reside en que la gente cree que un perfume es el perfecto regalo comodín ―decidió ponerse en su papel de dependienta mientras se esforzaba en tragarse aquel ramalazo de celos que luchaba por dominarla―. ¿No sabes qué comprarle a alguien? Un bote de colonia y asunto arreglado. Me gustaría saber cuántos frascos de los que yo he vendido permanecen olvidados en algún estante del cuarto de baño ―apuntó un tanto entristecida… por aquellos pobres botes de colonia, claro―. Un perfume, y te hablo ahora del aroma, es algo muy personal, que no siempre se ajusta a todo el mundo. Y eso tiene mucho que ver con la forma de ser de esa persona. Hugo la miró en silencio algunos segundos, como si estuviera digiriendo sus palabras.
―Es una mujer, joven… y no es un familiar ―soltó de sopetón, y Sara sentía que el aliento abandonaba sus pulmones mientras un escalofrío fulminante la recorría de pies a cabeza. Estuvo a punto de preguntarle quién era la afortunada, para saber el nombre de la mujer que ya odiaba con todas sus fuerzas sin conocerla. ―Aunque tampoco es mi novia ―le aclaró, haciendo que a la joven la invadiesen unos deseos incontrolables de saltar de alegría porque, si era una amiga…―. Sin embargo, me encantaría que lo fuera. Sara se quiso morir en ese instante. Tal vez Hugo no tuviera novia, pero estaba interesado en una mujer que, para el caso, era lo mismo. Su corazón tenía dueña, y no era ella. De repente, se sintió perdida. A pesar de haber dejado su casa para irse a la ciudad, de vivir sola, de no saber si estaba condenando su vida al encasillarse en aquel empleo… jamás se sintió tan a la deriva. Era como si ya no quedase nada más, como si al haber despertado de aquel sueño, al romperse la pompa de jabón de sus ilusiones, todo lo demás se hubiera esfumado… ¿Por qué Lydia no volvía de tomar su dichoso café y se encargaba de escoger la colonia de aquella maldita mujer que había malogrado sus sueños sin ni siquiera saberlo? ―Yo había pensado en uno de esos perfumes tan caros que salen en la tele… ―Le pareció escuchar a Hugo en mitad de aquella dolorosa neblina. ―Así que suertuda y sofisticada ―murmuró ella sin darse cuenta. ―¿Perdona? ―preguntó él extrañado al no haberla entendido―. ¿Has dicho sofisticada? ¿A qué te refieres? ―inquirió ahora ceñudo. ―Cada vez que huelo uno de esos perfumes carísimos, no puedo evitar imaginarme una mujer con el cuerpo de Marilyn Monroe, una preciosa melena a lo
Rita Hayworth, enfundada en un espectacular vestido de seda color borgoña y stilettos con un tacón de vértigo ―relató sin apenas respirar, y Hugo la miró anonadado―. Lo siento ―se excusó ella rápidamente―. Deformación profesional. ―En absoluto ―negó él, sacudiendo la cabeza, aún sorprendido―.
Yo siempre me he limitado a escoger un olor que me guste ―reconoció. ―Bueno… eso no está mal ―murmuró, apartando la vista de él. En menudo berenjenal se estaba metiendo ella sola―, pero si quieres que sea especial… ―Y otra vez. ¿Es que no podía callarse? Sólo darle el perfume con el precio más caro de toda la tienda y que se fuera de una vez. ―Sí, quiero que sea especial ―dijo él de pronto, sobrecogiéndola, y ya no únicamente por el ardor que desprendían sus palabras, sino por la súplica de sus ojos―. No quiero que sea un regalo cualquiera, quiero impresionarla ―continuó él―. Le pediré que sea mi novia y deseó que me diga que sí. Sara tuvo que tragar saliva porque un repentino llanto comenzó a anudarle la garganta. Aquello no podía estar sucediendo… No era un simple regalo navideño, se le iba declarar, y quería que aquel perfume se convirtiese en la guinda perfecta para la ocasión… y ella debía escogerlo para que así fuera. No pudo evitarlo, tuvo que girarse para que Hugo no se diera cuenta de que un par de lágrimas amargas recorrían sus mejillas. Le dolía tanto… y si alguien hubiera tenido dudas acerca de sus sentimientos hacía él, ahí tenía la prueba de cuán profundos eran. ―¿Vas a ayudarme? ―Le escuchó preguntarle a sus espaldas, y deseaba tanto
decirle que no. Pero ¿de qué serviría? Llevaba dos años amándolo en secreto, así que era absurdo descubrirse ahora. Lo mejor era dejar las cosas conforme estaban y alegrarse de no haber hecho el ridículo en el hipotético caso de haberle confesado algún día sus sentimientos. Había que verle el lado bueno a todo, ¿no? ―Claro que sí ―repuso, enjugándose las lágrimas con rapidez y volviéndose hacia él―. Entonces, ¿apostamos por la sofisticación? ―preguntó, tratando de dibujar una convincente sonrisa en sus labios. ―No ―contestó él con decisión―. Es maravillosa, pero lo de la sofisticación no va con ella. ―Pues dime cómo es… ―Al toro por los cuernos, Sara―. Intentaré encontrar el perfume ideal para ella. Hugo le sonrió, parecía agradecido, pero después, comenzó a vacilar, como si no pudiera describir a esa mujer que tanto le interesaba. ―Es que no es sencillo, ¿sabes? ―dijo de pronto―. Yo… estoy enamorado de esa chica, y todo lo que tenga que ver con ella… Es perfecta ―aseveró, y Sara se sintió morir un poco más. Con cualquier otro cliente, le habría preguntado por sus gustos, pero escuchar a Hugo hablando de esa mujer era tan doloroso que le impedía hablar, así que rezó para que continuase y que aquella tortura terminase lo antes posible. ―Es un chica sencilla ―comenzó a decir él entonces―. Por ejemplo, sé que en su trabajo la obligan a maquillarse, pero no le gusta, con
un poco de brillo labial y de rímel tiene más que suficiente. Tampoco lo necesita ―aseguró―. Sé bien que no se considera guapa, cuando, en realidad, posee esa belleza natural que no necesita de adornos y que a mí me tiene loco. Sara asintió, ignorando aquella punzada lacerante e intentando tomarse aquello como parte de su trabajo; Hugo no era más que un cliente y ella se había comprometido a ayudarle. ―Es muy hogareña ―añadió él, mientras se le iluminaba la mirada, como si ese dato lo emocionase especialmente―. No es de salir por ahí, prefiere el cine a las discotecas. Le encantan las películas antiguas. Al escuchar esa afirmación, Sara sintió que el corazón le daba un vuelco. Si no supiera que era imposible, habría creído que estaba hablando de ella… Odiaba las discotecas y era una fanática de las películas en blanco y negro… ―Y es una lectora compulsiva ―agregó sonriente, alzando ligeramente la vista como si se estuviera recreando en un recuerdo―. Me resulta muy fácil imaginármela tumbada en el sofá, cubierta con una manta, disfrutando de un buen libro… ―hizo una pausa que a Sara la dejó en suspenso, pues ella…―, y de la compañía de su gato.
No, ella no tenía gato… Estúpida… había vuelto a ilusionarse con aquella descripción que se ajustaba a ella a la perfección… a excepción de la mascota gatuna. Y le dolió, le dolió mucho saber que esa mujer se parecía tanto a ella. Hubiera preferido que fuese una mujer despampanante cuyo perfume ideal costaba una fortuna.
―¿Qué me dices? ―La voz de Hugo la sacó de esa dolorosa ensoñación―. ¿Crees que podrías encontrar algo para ella? ―No ―respondió con demasiada rapidez, y el joven la miró contrariado―. Aquí no, desde luego ―se apresuró en aclararle, y el malestar de Hugo se convirtió en confusión―. Mira, mi trabajo me obliga a venderte algo de la tienda pero, el perfume perfecto para esa chica no lo encontrarás aquí, rodeado de aromas resultantes de compuestos químicos y productos artificiales. Lo ideal para ella sería algo natural… tal y como parece serlo ella. ―¿Natural? ―preguntó con inquietud. ―Hay tiendas especializadas que venden perfumes naturales ―le explicó―. Son a base de aceites esenciales con el aroma directo de la flor. Lavanda, rosa, jazmín… ―Tú los usas, ¿verdad? ―le cuestionó de repente, y ella abrió mucho los ojos, completamente sorprendida―. Jamás te he visto ponerte perfume de la muestras, mientras Lydia lo hace a todas horas. ¿Los usas? ―insistió. Mordiéndose el labio inferior al saber que se arrepentiría para siempre de lo que iba a hacer, le indicó con un gesto de su mano que aguardara y fue hasta un pequeño armario del que sacó su bolso. Volvió a acercarse al mostrador y, tras comprobar que no había ningún superior cerca, extrajo el bote de perfume que ella usaba y que siempre llevaba consigo. Lo dejó encima del vidrio y Hugo lo tomó sin vacilar, abriéndolo y llevándose la boquilla a la nariz. Sara lo miraba asombrada mientras él cerraba los ojos y aspiraba el aroma, asomando a sus labios una sonrisa de reconocimiento casi al instante, incluso asintió levemente, como si, de pronto, hubiera comprendido algo. ―¿Qué aroma es? ―preguntó al no ver ninguna etiqueta en el frasco. ―Violetas ―admitió ella un tanto avergonzada. ―¿Me podrías decir dónde lo compras? ―le pidió, y ella negó con la cabeza. No, no podía comprarle su perfume preferido a esa
mujer, no… ¿hasta eso le iba a quitar? Por suerte… ―Querrás decir compraba ―respondió al final―. El lugar al que solía ir ha dejado de elaborar este perfume ―añadió con pesar, pues, cuando se le acabase ese frasco, ya no sabía dónde podría encontrar más―. La dependienta me dio una muestra de lilas, pero ni por asomo. ―Entiendo ―lamentó él―. De todas formas, ¿me podrías dar la dirección? ―Claro ―asintió, cogiendo una tarjeta y escribiendo los datos de la tienda―. Tengo entendido que el de rosas es muy popular. Le alargó la tarjeta que Hugo se guardó en el bolsillo de la camisa. Y, de súbito, le tomó la mano. ―Gracias ―le susurró, aunque Sara hubiera jurado que su mirada hablaba de algo más allá del agradecimiento. Ella se obligó a sonreír mientras se exigía a sí misma no volver a sentir aquel temblor que le llenaba el corazón de esperanza. Hugo no era más que un compañero de trabajo, y debía dejar de pensar en él de otro modo y desde ese mismo instante si no quería convertir el hecho de tener que verlo casi todos los días en una amarga tortura. Cuando Hugo se marchó, Sara cogió su bolso y volvió a guardarlo en el armario. Apoyó la frente en la puerta mientras la tristeza y la desilusión se abrían paso a través de su pecho y en forma de lágrimas en sus ojos. ―Sara… La joven dio un respingo al oír la voz de su compañera tras ella. Sin querer que la viera así, se fue todo lo calmada que pudo para no llamar la atención y se dirigió a la zona de empleados. Se encerró en el baño y allí sí dio rienda suelta a ese llanto que había reprimido demasiado tiempo. Cuando regresó a su puesto, la esperaba una preocupada Lydia, así que le contó a su amiga todo lo que había sucedido. Las palabras «imbécil» y «gilipollas» salieron varias veces de su boca a modo de respuesta,
pero Sara negaba con la cabeza, porque Hugo no era culpable de que ella se hubiera ilusionado con él. Afortunadamente, el joven lo ignoraba, y así sería para siempre. Por suerte para ella, no volvió a verlo en todo el día. Supuso que estaría comprando aquel perfume ideal para esa mujer que había conseguido enamorarlo. Iba a ser muy difícil olvidarlo, y más de una vez durante toda la jornada se planteó buscar otro trabajo. Sin embargo, la crisis convertía aquella opción en algo impensable, aunque se dijo que nada perdía por visitar los portales de internet de búsqueda de empleo. Sus años de experiencia tal vez la ayudasen. La tarde se presentó mucho más movida, pues mucha gente debió esperar a terminar su jornada laboral para poder hacer las últimas compras. Por ser el día que era, el centro comercial cerraba unas horas antes, pero, cuando salió, ya era de noche. Apretó el paso para no perder el siguiente autobús que no tardaría en pasar. Aunque nadie la esperaba en casa, necesitaba llegar cuanto antes, meterse en la cama y rezar para que el tiempo pasase rápido y así dejar atrás la que estaba siendo la peor Nochebuena de toda su vida. Lo de tratar de olvidar lo que había sucedido ese día no sería tan fácil, también era cuestión de tiempo, pero no bastarían unas cuantas horas o días. Sin embargo, cuando atravesó la verja que rodeaba el recinto y alcanzó la acera, se topó de frente con Hugo, que estaba apoyado contra la puerta del conductor de su coche. Tenía las manos metidas en el abrigo y la barbilla escondida bajo la bufanda, cabizbajo, con la mirada ausente. El primer impulso de Sara fue ignorarlo, pasar de largo sin detenerse, pero sus pies no obedecieron los mandatos de su cerebro y se detuvieron delante de él. Fue entonces cuando el joven se percató de su presencia y alzó la vista. ―Sara… ―murmuró con un deje de ansiedad en su voz.
―Hugo, ¿qué haces aquí? ―preguntó sin estar segura de querer escuchar su respuesta. Tal vez la mujer que amaba también trabajaba en el centro comercial… ―Has tardado mucho en salir ―dijo un tanto inquieto. ―Bueno… ―titubeó sin comprender su actitud―. Los últimos clientes han sido de los indecisos ―le dijo―. ¿Qué te pasa? ―le cuestionó finalmente al no poder resistir aquella mirada suya que, de pronto, parecía querer traspasarla―. Es que… ¿te ha dicho que no? ―se atrevió a preguntar, aunque era muy probable que se arrepintiese de haberlo hecho. ―Aún no he hablado con ella ―repuso con voz grave―. Pero encontré el perfume.
―Me alegro ―respondió, obligándose a sonreír―. Yo… ―Necesitaba salir de allí cuanto antes o se pondría a llorar delante de él como una idiota―. Tengo que irme o perderé el autobús ―se excusó―. Yo… ―volvió a titubear… ¿Es que no iba a poder hilar una frase con otra de modo inteligente?―. Espero que seas muy feliz, Hugo. Hasta pasado mañana. Sin esperar a que él contestase, se dio la vuelta y comenzó a caminar a lo largo de la acera, hacia la parada del autobús. ―Yo también quiero que seas muy feliz. ―Escuchó decir a Hugo cuando sólo había dado un par de pasos. Sin pretenderlo, se detuvo, y aquel nudo en su garganta que no la había abandonado en todo el día se estrechó un poco más.
¿Debería darle las gracias? Oyó pisadas acercándose… de Hugo… y ella tragó saliva deseando que le funcionase la voz para decirle ese «gracias» y salir huyendo. Pero Hugo fue más rápido y la agarró por el brazo, impidiéndoselo. ―Quisiera que fueras feliz… conmigo. El corazón de Sara se detuvo un instante mientras trataba de convencerse de que, lo que había oído, había sido producto de su imaginación. ―Sara… ―La voz de Hugo intentaba devolverla a una realidad que ella no quería creer que era tal. De pronto, se dio cuenta de que estaba llorando, y le aterró que él la viera así. Quiso soltarse de su agarre para marcharse, pero Hugo la cogió por los hombros y la giró, obligándola a mirarlo de frente. ―No… ―murmuró mortificado al ver sus lágrimas. Le sostuvo el rostro entre ambas manos, comenzando a enjugar su llanto silencioso con los pulgares, y Sara se estremeció ante la tibieza de su piel. ―Hugo… Sin embargo, antes de que ella pudiera seguir, la besó. Lo había deseado tanto, durante tanto tiempo… Tardó un par de segundos en reaccionar debido a su obstinación de no creer que aquello era cierto, pero eran los labios de Hugo los que se movían sobre los suyos, con dulzura, aunque exigiéndole una respuesta. Así que Sara alzó los brazos para rodear su cuello, necesitaba sentirlo más cerca y sostenerse en él porque sus piernas acababan de convertirse en gelatina, y se abandonó a ese beso con el que tantas veces había soñado de un modo tan impreciso; ese beso superaba cualquier otro que jamás hubiera podido imaginar. Notó las manos de Hugo abrirse paso por la abertura del abrigo y cogerla de la cintura, pegándolo a él en un abrazo perfecto y cálido, a pesar del frío de aquella Nochebuena, y sus bocas no se separaron hasta que no les faltó el aliento.
―Perdóname por haberte hecho llorar ―susurró él mientras seguía depositando suaves besos sobre sus labios―. Es sólo que… necesitaba estar seguro. Llevo mucho tiempo esperando esto… ―¿Mucho? ―preguntó, sorprendida, en un hilo de voz. Hugo se separó de ella lo justo para que pudiera mirarlo. ―Dos años, tres semanas y dos días ―le confesó, y el corazón de Sara comenzó a repiquetear de emoción contra su pecho―. Desde el mismo momento en el que Esteban nos presentó. Tus ojos… ―murmuró, acariciando con suavidad su rostro. Esta vez fue ella la que no lo dejó terminar y lo besó, y un leve gemido escapó de labios del joven ante su intenso arrebato. Sin embargo, la abrazó con fuerza, correspondiéndole, para que supiera que el mismo sentimiento lo dominaba a él. ―¿Por qué no me lo habías dicho? ―quiso saber ella. ―Imagino que por el mismo motivo que tú ―admitió un tanto avergonzado―. Temía estar equivocado y no quería provocar una situación incómoda entre nosotros, teniendo que vernos cada día en el trabajo. ―Y Lydia diciéndome que seguramente lo sabías… ―dijo, pensativa―. No soy buena enviando señales. ―Bueno, lo del café de esta mañana ha sido bastante esclarecedor ―apuntó, tratando de contener la risa, aunque eso no evitó que Sara lo pellizcara en el brazo como castigo. ―Sabía que tú y Esteban os estabais riendo de mí ―lo regañó, señalándolo con el dedo. ―Para nada ―quiso asegurar, mas sin éxito―. Está bien, sólo un poquito ―admitió obligado por la mirada de advertencia que le lanzaba Sara―. En realidad, Esteban me estaba animando a hablar contigo. ―Así que Esteban… ―refunfuñó ella―. Y tampoco creo haber dicho nada para que hayas sabido que yo…
Hugo le dio un suave beso en los labios que le impidió continuar. ―Esta vez, las señales han sido inequívocas ―le aseguró―, al igual que la tristeza de tus ojos ―añadió con notable pesar―. Y cuando te has dado la vuelta para que no me diera cuenta… no deseaba otra cosa que abrazarte y besarte, allí mismo, en mitad de la tienda, decirte que no había ninguna otra mujer, no hay nadie más que tú. ―Hugo… ―musitó ella, refugiándose en su pecho, y rodeándola él entre sus brazos con fuerza. ―Pero no era plan hablarte de lo que siento delante de todo el mundo, ¿no? ―agregó con tono divertido. ―Pues me habrías ahorrado un mal rato ―trató de reprocharle ella, aunque el temblor de su voz la hizo fracasar de forma estrepitosa. ―Espero no haberlo estropeado todo ―rogó, acariciando su cabello y apretándola más contra él. ―En absoluto ―susurró, apoyando la mejilla, disfrutando de su suave tacto. Inspiró hondo con la intención de captar su aroma varonil de cerca, embriagándose de él, y queriendo convencerse de que era real, de que esos brazos que la estrechaban con insistencia eran los de Hugo. ―Por cierto… ―Le escuchó decir entonces. La apartó un poco de él y metió la mano en uno de los bolsillos del abrigo, tras lo que sacó un paquete que le entregó. A Sara le temblaban los dedos cuando lo tomó―. No me lo has puesto nada fácil ―bromeó, instándole con un gesto a abrirlo. Tal y como imaginaba, era un frasco de perfume de violetas. Sara no pudo evitar que las lágrimas nublasen sus ojos. ―¿Has encontrado…? ―Si no fuera de violetas, no sería perfecto ―aseveró con rotundidad, y ella sostuvo con ambas manos el bote contra su pecho
mientras bajaba el rostro, embargada por la emoción. Él volvió a acercarla y la
abrazó. ―le dijo, y ella lo miró con ojos brillantes. ―Feliz Navidad ―le deseó igualmente―. Pero yo no tengo nada para… ―Ahora mismo, hay algo que me gustaría mucho más que cualquier regalo ―le aseguró, secándole con dulzura una lágrima fugitiva que recorría su mejilla―. ¿Tienes planes para esta noche? ―No ―respondió ella entre sorprendida y emocionada―. Iba a cenar cualquier cosa y tumbarme en el sofá a leer algo… Lo que me recuerda ―intentó ponerse seria mientras guardaba el perfume en su bolso―, que no tengo gato. Hugo no pudo reprimir una repentina carcajada. ―Lo sé, pero estaba describiendo a la mujer de la que estoy enamorado de forma demasiado fiel, y no quería que me descubrieras tan pronto ―añadió, dándole un toquecito cariñoso en la nariz―. ¿Te gustaría pasar la Nochebuena conmigo y con Zeus? ―preguntó de sopetón. ―Me encantaría ―respondió ella con una amplia sonrisa. ―¿Y… tal vez la Navidad también? ―tanteó él con un deje pícaro, y ella no pudo evitar reírse. Pero no tenía dudas. La respuesta de Sara fue un beso intenso que valía mucho más que cualquier sí. ―¿Eso es un sí? ―quiso cerciorarse él de igual modo, y ella afirmó repetidas veces con la cabeza y una sonrisa llena de ilusión dibujada en los labios. ―Aunque me gustaría ir a mi casa a cambiarme… ―Se señaló el uniforme. ―Te llevo entonces ―le dijo notablemente satisfecho, apuntando con la cabeza en dirección a su Peugeot, a lo que ella asintió. La tomó de la mano y la acompañó hacia el lado del copiloto, pero, antes de abrirle la
puerta, la empujó con suavidad hacia el coche, aprisionándola con su cuerpo. Ella lo miró un tanto sorprendida hasta que acunó sus mejillas entre ambas manos, acercando su boca hacia la suya. ―Te quiero, Sara ―murmuró, traspasándola con la mirada. ―Te quiero, Hugo ―musitó ella aquellas tres palabras que había deseado decir durante tanto tiempo. Se fundieron en un beso profundo, lleno de promesas y de la dicha de estar por fin juntos. Empezaba a nevar aunque ni cuenta se dieron. Ellos dos pasaron a ser lo más importante, lo único, en aquella Nochebuena que se había convertido en la mejor de sus vidas.
Valenciana de 38 años, arquitecta de profesión y escritora por devoción. Miembro ARI desde sus inicios, es la autora de la Saga de Los Lagos, una obra de ambientación medieval aunque con toques de fantasía, que consta de tres volúmenes ya a la venta en amazon. Actualmente, trabaja en la serie Extrarradio, tres novelas de corte contemporáneo cuya primera entrega, “Lágrimas de ángel”, también se puede encontrar en amazon y que ha tenido muy buena respuesta por parte de los lectores. Ya está en desarrollo la segunda, y espera que vea la luz muy pronto.
EL HORÓSCOPO DE ARI
LA BOLA DE CRISTAL Fdo. Sheyla Drymon
ARIES (21 de Marzo a 19 de Abril) No permitas que el fuego te consuma, piensa las cosas dos veces antes de actuar, y cuando estés segura al cien por cien, esfuérzate al máximo por conseguirlo. Estos meses serán decisivos en tu vida, y el 2015 se prevé impactante, prepárate para sorprenderte tanto a nivel personal como profesional, será un gran año. Tu pasión es tu mayor tesoro, pero también tu peor enemigo, contrólate.
TAURO (20 de Abril a 20 de Mayo) Habrá luces y sombras lo que queda de este año, pero el 2015 se prevé inolvidable para ti, tanto en lo profesional como en lo personal. Tu constancia es tu mayor tesoro.
GÉMINIS (21 de Mayo a 21 de Junio) Estos meses serán meses decisivos, llenos de cambios e importantes decisiones. El futuro está en tus manos y deberás tomar esas decisiones que has pospuesto por tanto tiempo. Te conoces bien y sabes lo que quieres, está en tu poder conseguirlo.
CÁNCER (22 de Junio-22 de Julio) Estos últimos meses del año te traerán sorpresas, pero también malentendidos. Te alejarás de algunas amistades y puede que parte de la familia. En cuanto al trabajo no tendrás problema, y en el amor llegó el momento de lanzarte a la piscina, el amor está ahí fuera esperándote, no permitas que el miedo o la inseguridad te aleje de tu pareja predestinada. Tú puedes conseguir todo lo que te propongas.
LEO (23 de Julio-22 de Agosto) Estos meses serán cruciales en tu vida, tomarás decisiones que cambiarán el rumbo de tu vida. Sopesa con calma cada decisión y no te dejes llevar por los impulsos del momento pues puede que acabes con remordimientos. Planificar está bien, pero llega un momento en que mejor es, liberarte de las listas y ver lo que tienes frente a ti.
VIRGO (23 de Agosto- 22 de Septiembre) Es un año de descubrimiento personal, en el que valorarás lo que has conseguido y debes parar el freno a la autocrítica, bien es cierto que siempre hay algo por mejorar, pero no te agobies por ello, tú disfruta de lo que haces y lo demás vendrá solo. Cuidado con las amistades de toda la vida porque una te va a traicionar.
LIBRA (23 de Septiembre- 22 de Octubre) Estos meses van a ser tranquilos y cruciales, pues vas a tomar decisiones claves en tu vida. Ten cuidado con la salud, sobre todo los resfriados y las infecciones, y no dudes en comenzar el proyecto que tanto tiempo llevas soñando con cumplir. ¡Hazlo! No olvides nunca que tú puedes.
ESCORPIO (23 de Octubre- 21 de Noviembre) Estos meses que quedan para que termine el año van a ser muy buenos para ti, pues tomarás decisiones importantes y acertadas para tu vida, y vivirás experiencias que te marcarán muchísimo. Si estás disconforme con algo lucha por solucionarlo, tú puedes conseguirlo, eres una mujer fuerte y lo sabes.
SAGITARIO (22 de Noviembre- 21 de Diciembre) Estos meses van a ser tranquilos, es mejor así. Tómate un descanso de la frenética vida que estabas llevando hasta ahora y disfruta de los pequeños detalles, de ese viaje que siempre has deseado hacer, anotarse a piscina o comenzar esa dieta que nunca te animaste a hacer antes. Eres una mujer independiente que tomarás la vida con entusiasmo, con fuerza, pero que te aconsejo que hagas un parón y vayas más despacio para poder saborear lo que te ofrece el destino lentamente. Vísteme despacio que tengo prisas, un refrán muy bueno que puede ayudarte.
CAPRICORNIO (22 de Diciembre- 19 de Enero) Van a ser unos meses un poco movidos, pero debes poner freno y disfrutar de la calma; intenta no tener tanto estrés, ni pedirte tanto. No seas tan crítica contigo misma, ni te impongas tanto trabajo sobre la espalda porque podrás enfermar. Por cierto, ve a un balneario, para relajarte, o tómate una vez a la semana tiempo para ti misma con un buen baño, vale que no es muy ahorrativo pero te relajará muchísimo y lo vas a notar. En cuanto al amor, toma ya la decisión que llevas postergando tanto, no le hagas perder tiempo a esa persona que quiere ser especial para ti, o a ti misma.
ACUARIO (20 de Enero- 18 de Febrero) Ha sido un año extraño, con altibajos y muchas alegrías, con tropezones y muchos aciertos, en el que vas conociéndote como mujer, y vas luchar por lo que deseas; eres fuerte y conseguirás lo que te propones, aunque debes mentalizarte que quien quiera algo, algo le cuesta. Cuidado con tragar todos los problemas porque llegará el día en que puedas explotar y hacer más daño de lo que harías si fueras más sincera. Y en cuanto al amor, tu media naranja está ahí fuera, abre los ojos y estate atenta a las señales, y si lo encuentras, ve a por él o a por ella, la vida es corta. ¡Adelante!
PISCIS (19 de Febrero- 20 de Marzo) Eres una mujer que muestra una dualidad, con dos caras muchas veces que luchan entre sí por sobresalir. Acepta las críticas y consejos que te dan aunque no los hayas pedido, o al menos escúchalos, tendrás la última palabra para decidir, pero no te los tomes a mal. Este año será especial en cuanto a proyectos y trabajo, pero el amor, ese anhelo que mueve tu mundo se resistirá un poco más, espera, ten paciencia y atiende a tu alrededor, las señales están ahí fuera, pero debes poner de tu parte para abrazar ese sueño que por tanto tiempo llevas soñando, eso sí, no te dejes consumir por las llamas del amor, apartando al mundo de lado.