Te reto vol 2

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Segundo volumen del juego RETO/Microrelato que se lleva a cabo en el grupo de Facebook: Apasi贸nate con ARI.

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Los microrelatos pertenecen a los autores, las im谩genes son encontradas en Google. Este recopilatorio es gratuito.

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LISTADO DE AUTORES Ester FG Tania Lighling-Tucker May Dior Javier Castillo Eva Gil Soriano Manoli Madroño Gómez Lorena Santos Hijosa María Elena Rangel Azahara Vega Claudia Aparicio Torres Sheyla Drymon Roser A.Ochoa Juani Hernández

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Habíamos ido a pasar el día al campo, hacía un día radiante, dejamos las cosas con los mayores. Tom y yo, decidimos investigar la zona, vimos un precioso puente con un riachuelo, sin duda iba a ser genial para bañarnos. Ester FG

El lugar era hermoso, la cuidad quedaba a nuestra espalda pero no importaba, el bosque que tenían ante ellos era mucho mejor que el mundano ruido. Cruzaron el puente y se adentraron en él... Tania Lighling-Tucker

Llevaba años investigando aquel paisaje, de donde procedía esa construcción con milenios a su espalda hasta que la vio allí. Estaba dispuesta a saltar y no podía consentir algo similar ¿que la había llevado a ese extremo? estaba preciosa allí plantada con su preciosa cabello al viento. No podía consentir que acabara con todo. May Dior

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Aquella mañana paseaba por el campo sin saber dónde iba realmente. Le encantaba sentir los rayos de sol en su piel y oír los distintos animales que iban y venían por doquier. No había ido nunca por allí y el lugar le parecía precioso y tranquilo hasta llegar a un viejo puente de piedra. En él habían marcas y símbolos sobre algunas de ellas y al traspasarlo dejó todo su mundo atrás, había llegado por fin a Oz. Javier Castillo

Había sido un día horroroso, había discutido con sus padres y para colmo su hermana tampoco la apoyaba. Decidió salir a caminar al bosque y despejar su mente. Cuando llegó a la altura del puente, se quedó maravillada pues las piedras estaban bañadas por los rayos del sol, el río brillaba en su incesante recorrido. Se quedó largo rato ensimismada, cuando le vio. Sus miradas se cruzaron y supo en ese instante que su vida ya no sería la misma. Eva Gil Soriano

Me quedé observando aquel arco del puente también formado. El color verde de los árboles y suelos inundaban aquel hermoso paisaje. Manoli Madroño Gómez

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Ansiaba tanto con pillar unas vacaciones que el mero hecho de pasear por las calles y ver esos carteles anunciando viajes a paraísos le hacían la boca agua pero la triste realidad era que si no trabajaba no ganaba para pagar su casa, la comida y los estudios de sus hijos... Así que triste pero satisfecho de saber qué hacía lo mejor, volvía a casa junto a los suyos ya que el mejor paraíso lo tenía allí, su familia... Javier Castillo

No hacía más que frotarse los ojos, pensaba que era un espejismo había deambulado por el desierto varios días y no creía que pudiera llegar nunca a su hotel, no entienda como se había perdido solo se despistó un momento del grupo y ya no estaban. Menos mal que no tenía miedo y sabía orientarse como acaba de demostrar. Era fuerte y por fin había llegado a su destino, eso fue lo último que pensó al desmayarse al lado de una hamaca. Lorena Santos Hijosa

Cuando la tormenta amainó quiso comprobar que todo estaba bien que los destrozos en el material de investigación no habían sido mucho pero lo que no creyó encontrar fue ese precioso cuerpo tendido en la arena de la playa. Allí estaba tendida casi sin respiración y aun empapada ¿qué había sucedido? ¿Cómo había llegado hasta allí? miró sus piernas desnudas y llevó su mano hasta ellas retirando lo que parecía ser la escama de un pez, centró sus ojos en ella y lo supo, había encontrado lo que vino a buscar, ante el estaba la sirena con la que llevaba años soñando. May Dior 6


Llegué a la playa y allí estaba él, me encantaba observarle, ser socorrista tiene sus ventajas, me coloqué en la tarima de vigilancia. Al rato de estar allí, vi que entraba en el agua, su piel mojada me ponía a 100. Cuando quise darme cuenta, él estaba pidiendo auxilio, no me lo pensé dos veces, cogí mi tabla y salté para ir en su búsqueda, pasaron unos minutos interminables pero conseguí sacarlo, una medusa lo había "tocado", lo curé y fue cuando abrió los ojos y me besó. Ester FG

Cerró los ojos y pudo notar la brisa del mar, el calor del sol, el olor a sal y hasta el cosquilleo de la arena bajo sus pies. Pasó las manos por su pelo y aún con los ojos cerrados aspiró con profundidad, para que todo quedara bien grabado en su memoria. Al abrirlos, centró su visión en esa paradisíaca playa que pendía de la pared de su celda, y ya solo pudo notar la humedad de la piedra, el frío de los barrotes y la soledad de la cárcel. Volvió a mirar esa fotografía y suspiró... algún día, se dijo, sí... puede que algún día. Roser A.Ochoa

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Corría ente los árboles como alma llevada por el diablo, como si la propia muerte fuese la que intentara darle alcance, porque en realidad, así era. Por más que corría, ella siempre iba detrás, las ramas bajas de los arboles golpeaban su cuerpo, y las retamas de ese enmarañado bosque arañaban sus piernas, la humedad calaba sus huesos y la soledad solo se veía rota por esa sombra negra que, cual depredador, iba a hacerle su presa. Y por un segundo pensó en dejar de correr y dejarse vencer, ese bosque era tan buen lugar para morir como cualquier otro, pero no pudo, y siguió encadenando un paso tras otro, hasta que por fin, logró salir de ahí. Roser A.Ochoa

Corría entre los arboles jugando con su hermano al pilla-pilla. Habían perdido la noción del tiempo y la noche llegaba. Ahora que paraban y veían el lugar. No sabían dónde estaban, ni si sabrían el camino para volver a casa... Javier Castillo

El vampiro se quedó observando a su presa, él la había olido desde hacía rato, además estaba sangrando cosa que le venía bien para poder lamer un poco de esa apetitosa sangre. Cuando llegó a ella, descubrió que no era una mujer que era una niña, una pequeña mocosa. Suspiró y la dejó allí perdida entre los árboles. Ester FG

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Se sentía como Blancanieves en el cuento, no podía correr más y no sabía hacia donde hacerlo, ya que no le veía solo podía sentir sus jadeos pegados a su piel pero era imposible porque allí con el no había nadie. Daba igual tenía que llegar a la cueva donde tenía el campamento para poder acceder de nuevo a la puerta y volver a su tiempo, a su vida. ¡¡Por qué se le habría ocurrido presentarse voluntario para algo tan absurdo!! Cuando volviese su jefe le iba a oír... De pronto se quedó paralizado y notó que algo le subía por la pierna pero no conseguía ver que era, un escalofrío primero y luego una ola de excitación le invadieron y de pronto allí delante de él se materializó una bellísima mujer de ojos negros, que le besó apasionadamente robándole hasta el último ápice de su alma. Lorena Santos Hijosa

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Notaba la humedad entre las piernas, ese calor asfixiante que poco a poco se enfriaba pero que, durante unos segundos le daban tremendo placer y sensación de bienestar. Pero cuando abrió los ojos, todas esas buenas sensaciones se tornaron pesadilla; se incorporó en la cama de un salto, miro a su alrededor, adivinando el momento en que la puerta se abriera y ella entrara. Se alzó rápidamente y tiró de las sabanas, pero no tuvo tiempo, la puerta se abrió y a trasluz pudo ver como se recortaba la figura, siempre imponente de su madre. -¿Otra vez? -dijo ella apartándole y tirando de las sabanas meadas- Pues hala, otra vez castigado por meón. Roser A.Ochoa

Otra cama más para hacer, con esa llevaba ya veintiocho esa mañana y todavía le quedaban. Quitó las almohadas y comenzó a estirar de las sábanas cuando, de pronto, se abrió la puerta del baño y apareció él, con una toalla alrededor de la cintura y con algunas gotas de agua resbalando por su musculoso tórax. Eva Gil Soriano

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Aún sentía su perfume y el calor de su cuerpo en sus sábanas. Fuera hacía frío y no tenía ganas de levantarse pero la extrañaba a su lado y tras ponerse los calzoncillos se levanta y se acerca a ella para abrazarla mientras miran en silencio llover... Javier Castillo

Le encantaba el olor a limpio, y remoloneaba el día que las sábanas estaban limpias casi rezaba para que las cambiarán todos los días…, eso y dormir al lado de ella. Despertar y ver su cara mientras dormía, le encantaba esos pequeños ruiditos y su flequillo subía y bajaba al compás de su pecho. Pero lo que más le gustaba era cuando ella despertaba poco a poco y se le encendía en los ojos esas chispas que precedían a lo inevitable, el Despertar más dulce que cualquiera pudiera elegir... Sintió como se desperezaba y le sonreía, acto seguido ella estaba encima de él, reclamando sus labios, su cuerpo... Eso sí que era un buen despertar. Lorena Santos Hijosa

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Dejó escapar un último suspiro antes de despedirse del mundo, cuando el último rayo de sol murió tras las gruesas nubes, simplemente desapareció, sin dejar rastro, sin que nadie jamás se acordara nunca de ella. Simplemente, se esfumó. Roser A.Ochoa

Allí estaba ella desprenderse de su amor, lo hacía como él le había pedido, en el campo donde se conocieron....ella lloraba en silencio no quería que nadie viera su sufrimiento, así debía ser. Su guerrero, su señor, su amado había luchado y perecido por salvarla a ella en ese mismo lugar. Ella miro al cielo y vio un haz de luz y pensó en el que la seguía guiando y protegiendo. Lorena Santos Hijosa

Su vestido rojo inundaba toda la sala de bailen. Envidiosas la miraban y ojos masculinos la deseaban. Pero su cuerpo solo pertenecía al hombre que se aferraba a su mano. Sabiendo que ella era envidiadas p mujeres y deseada por hombres. Agarró su cintura y depósito en sus labios un cálido y ardiente beso, que hizo que ella se excitara. Manoli Madroño Gómez

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Había llegado a la cima con lágrimas en sus ojos como compañeras. Había llegado la hora de despedirse, de decirles adiós a sus seres queridos. Las nubes parecían adivinar su estado de ánimo pues se habían vuelto tan negras como su futuro. Allí con las vistas de todo su pueblo a sus pies, les lanzó un beso que se llevó el aire junto a su cuerpo que se desintegraba en cenizas... Javier Castillo

Miró por última vez como el sol se ocultaba en el horizonte, antes de comenzar a desaparecer. La bruja le ordenó que matara al hombre que amaba para romper la maldición. No pudo hacerlo. Cerró los ojos y alzó los brazos al cielo, deshaciéndose en pétalos de rosas que se esparcieron por el campo como una lluvia carmesí. Abrazó gustosa la muerte, antes que matar a su amor. Azahara Vega

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Me llevó a comer un plato extraño, solo sé que eran como costillas de algún animal. Eso me causó escalofríos, solo pensar que esa cosa en otro momento respiraba. Me armé de valor y le dije: “Lo siento cariño, pero soy vegetariana...” María Elena Rangel

La música de Verdi envolvía el luminoso salón. La mesa estaba decorada exquisitamente. Plop. Descorchó el vino blanco para acompañar el plato principal. Carne. Exquisita. Aderezada con los mejores condimentos de la ciudad. Los comensales se sentaron. Alzaron las copas para el primer brindis de la noche. "Por el anfitrión" dijo Will compartiendo una sonrisa con el otro hombre. Hannibal le devolvió el gesto y juntos saborearon la carne de la víctima que mataron la noche anterior. Azahara Vega

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Estaban de luna de miel, y les pareció que ese restaurante tenía un encanto especial, así que decidieron pararse y comer allí, cuando entraron y vieron que la decoración del restaurante era clásica pero tenía algo mágico, y esperaron que les atendieran, de pronto leyeron un cartel donde ponía que se podían sentar donde quisieran, y eso hicieron. De pronto apareció un hombrecillo que le proporcionó bebida, no les dio tiempo a pedir nada y sin embargo era justo lo que estaban deseando, una copa de vino. Ambos se miraron y se rieron, y de repente apareció otra vez el hombrecillo con un suculento manjar, lo puso en medio y se marchó, ambos comieron sin apenas casi hablar y cuando lo intentaron se dieron cuenta de que no podían..., algo les ocurría. De pronto, todo empezó a dar vueltas y ellos cayeron al suelo, entonces varios comensales se levantaron y sonrieron felices porque ya tenían cena. Lorena Santos Hijosa

Todo estaba preparado, había pasado horas en la cocina, y días planeando el menú, se sentía dichosa y emocionada, intrigada y expectante, era un cóctel de sensaciones y sentimientos a punto de estallar. Su pequeño, ese retoño al que tuvo el honor de llevar en sus entrañas, al que acunó durante noches en vela, al que veló en sus pesadillas, cuidó en sus enfermedades, ese pequeño príncipe que había dado sentido a su vida... ese pequeño que ahora ya era mayor, tan mayor que traía a su prometida a cenar. Se sintió vieja de pronto, como el que por fin es cociente de que todo ha pasado y la vida se ha escurrido entre las manos. Camina hasta la mesa para asegurarse que todo está en su sitio, y de pronto el timbre de la puerta... Nerviosa se dirige a la entrada, para descubrir al otro lado que, efectivamente, ya no hay rastro del niño que un día fue. Ahora es un joven con buena planta grandes ojos castaños y sonrisa encantadora. Todo se sucede muy rápido, las presentaciones, los besos, las palabras amables y ya se encuentran sentados en la mesa, solo podrá estar ahí unas horas antes que su vuelo salga rumbo a un nuevo destino, su pequeño trotamundos, piensa cuando deja la bandeja de lechal sobre la mesa... -Bueno, espero que os guste... llevo todo el día cocinando. -Ostras mamá... ¿no te lo había dicho? somos vegetarianos. Roser A.Ochoa

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Desde la ventana veía la llegada de los invitados a esa boda falsa, donde el amor era el único invitado ausente. El vestido, su peinado, la recepción el banquete... Superaba las expectativas de lo podría haber sido su boda soñada, si no fuera porque el último sitio en el que querría estar era ese. De pronto, alguien abrió la puerta. "Alteza, ya está todo listo. Os esperan". Suspiró. No podía luchar contra su sino, contra lo que estaba escrito desde su cuna. Como la princesa heredera que era, se recompuso y, con la frente erguida, caminó hacia su destino. Juani Hernández

Se suponía que iba a ser el día más maravilloso de su vida sin embargo, no era así. Tras ocho años de relación por fin se casaban y no se sentía feliz por ello. ¿Era eso una señal? Sí, debía de serlo pues lo único que deseaba en esos momentos era escapar por la ventana. La rutina se había instalado en sus vidas y había acabado con la pasión. Pensar ahora en cancelarlo todo era un disparate, invitados, banquete y Pedro... ¿Qué podía hacer? Eva Gil Soriano

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Cada 1 de abril, se vestía de novia. Cada 1 de abril, paseaba vestida de blanco por la silenciosa casa frente al mar donde vivía. Cada 1 de abril, lloraba por un amor perdido, que desgarró su corazón. Cada 1 de abril, recordaba con dolor la felicidad del pasado, lleno de sonrisas, risas, palabras y juramentos de amor y devoción. Cada 1 de abril, Madeleine revivía el fatídico día en que mataron a su novio ante el altar, cuando estaban a punto de darse el Sí, quiero. Cada 1 de abril, lucha contra la desesperanza, contra los dolorosos recuerdos de antaño, contra la tentación de regresar a los brazos de su amado a través de la muerte... "¿Este año que harás, Madeleine? " susurran las olas, silenciosas testigos de la tristeza absoluta de la mujer. Azahara Vega

Ella se asomó, llevaba demasiado tiempo en esa casa, ella no era de allí, además le habían obligado a casarse con alguien que no amaba. Así que se había encerrado en la habitación del torreón, vio la ventana abierta y decidió mirar a ver por dónde podía descolgarse. Vio un saliente y decidió descender por él. Ya tocaba ser libre. Ella era una dama pero del siglo XXI. Ester FG

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La magia la envolvió, pensó que era hora de emplearla, deseaba conocer el sabor de la victoria. Ester FG

Había logrado rescatar la magia del mundo que fue robada por una malvada hechicera. Ahora tenía que esparcirla por todos los rincones en donde la oscuridad reinaba y la maldad hacía estragos. En ese momento ella era la esperanza y la luz del universo, no podía darse el lujo de fallar... No de nuevo. María Elena Rangel

¡¡No eran imaginaciones suyas acaba de ver un Hada!! En ese momento se sintió feliz porque por fin lo había conseguido..., llevaba toda la vida persiguiéndolas y soportando las burlas de sus compañeros y amigos. Se acercó a ella para tocarla pero ella se desvaneció. Lorena Santos Hijosa

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En las profundidades del bosque, la música y el baile resonaban sobre la copa de los árboles. El mundo de las hadas estaba de fiesta. Habían derrotado al ejército elfo que quería dominarles desde hacía muchos años. Abigail casi no podía creer que todo había acabado al fin, pero así era y ahora tocaba avanzar en su nuevo reinado. Sus pretendientes se colocaron en línea frente a ella, cada uno con un obsequio en la mano. Tras mirarles detenidamente durante largo rato se decidió por quien portaba la luz que iluminaría el reino y su vida. Eva Gil Soriano

En esta lámpara de cristal, el mago supremo de los bosques encantados encerró el alma de mi amado. No pudo soportar que amará a ese hermoso hombre en lugar de a él. Ahora vago por las noches oscuras, con esa única luz como guía, esperando encontrar como contrarrestar el conjuro y que mi amado regrese a mí. María Elena Rangel

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El niño llegó gateando donde estaban las niñas, decidió que no le gustaban, así que les hizo una pedorreta... zzzz Ester FG

Las niñas sonrieron al verle. Una lo tomó en brazos y le hizo cosquillas, a lo que él respondió con una carcajada y una sonora ventosidad que hizo que la estancia explotara en risas compartidas con aquel Infante... Tania Lighling-Tucker

Nada más ver su carita sintió tal amor que sentía que su corazón se empequeñecía. Sentir su calor y su olor era indescriptible. Todo el dolor que había sentido un rato antes se olvidaba ante aquel abrazo tierno y amoroso. Sentía que moría de amor cuando él con sus deditos le cogió uno y cerró su mano ante el! Ahí sintió que ser madre era la mejor experiencia que podría tener jamás! Nada era comparable con aquella sensación. Javier Castillo

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Me llaman, "que cucada" de niño. Y me pasan de brazos en brazos, mareándome un poco. No me gusta esperar para comer. Ver como papá prueba mi bibe antes que yo me enfada un poco. No quiero que mamá duerma con papá. Hay sitio en mi cuna. ¡Qué duerma, conmigo que para eso soy su rey! Papá me va a cambiar el pañal. No soy una fábrica de caca. (Por cierto, ¿qué es una fábrica?) Le he meado encima. Me rio. Papá se enfada. Me da igual. Soy el rey de la casa. Le saco la lengua, muevo los bracitos y las piernitas. Bailo. Papá 0-yo 1. Sheyla Drymon

Como odiaba esa foto, mi madre no hacía otra cosa que enseñarla y todo el mundo repetía que niño más monooo y claro a mi edad ya estaba un poco cansado de oírlo. Pero un día mi madre estaba con una mujer a la que no había visto nunca y cuando comenzaba a darme la vuelta, mi madre me llamó para que me acercara, y al hacerlo me quedé sin aliento, miré fijamente a la mujer y el corazón se me paró. En ese momento no me importó que mi madre estuviera enseñando la foto, ya que ella era la persona más atractiva que había conocido nunca. Lorena Santos Hijosa

La pareja recorría el orfanato en busca de hacer realidad su sueño de ser padres. Llevaban cinco años de casados y no habían logrado concebir un hijo. Caminaban entre los niños del lugar esperando que su instinto les indicara cuál de ellos sería el elegido. De pronto, llegaron a una cuna al final del pasillo, en ella había un hermoso bebé que, al mirarlos sacó su pequeña lengua en un gesto muy pícaro. La pareja se miró y se dieron cuenta que su búsqueda había llegado a su fin... María Elena Rangel

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Un par de copas de vino mientras él intentaba pedirme algo. Notaba cómo dudaba, sudaba a mares, sabía que era importante para él así que decidí callarme, al cabo de un rato consiguió decir lo que se le pasó por la mente... al final respondí... SÍ. Ester FG

Acaba de entrar en casa, estaba agotada tras una larga jornada laboral. Tan solo le apetecía tomar un baño y recostarse, pero eso era imposible para una madre. Casi al instante advirtió que algo no estaba bien, no escuchaba los gritos de sus hijos para recibirla, en realidad, los niños no habían salido a abrazarla y exigirle, ya de paso, mil cosas. Pegado al frigorífico encontró una nota que rezaba: "Los niños están con tu madre, ve al salón". Sin entender absolutamente nada, camino por el largo pasillo, abrió la puerta y se quedó boquiabierta. Una mesa perfectamente decorada, con velas y una suculenta cena la esperaba. Su marido sonrió mientras le ofrecía una copa de vino y una rosa roja. Eva Gil Soriano

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Por fin se iban a conocer, habían hablado un millón de veces por WhatsApp y por teléfono. Estaba impaciente, no sabía que ponerse todo le hacía sentirse fea.... Al final decidió ponerse sus vaqueros favoritos y una camisa blanca, se maquilló ligeramente y cogió las llaves de su coche y salió hacia el restaurante El templo de Jade, allí le conocería por fin. Cuando llegó vio una mesa con dos copas y una rosa, y se sentó. De pronto alguien le tocó el hombro, ella se dio la vuelta, se levantó y le besó apasionadamente. Lorena Santos Hijosa

Entré en la habitación del hotel dónde me hospedaba mientras solucionaba unos asuntos en Marsella. Todo estaba oscuro excepto por unas velas esparcidas aquí y allá en la estancia, miré alrededor y en la penumbra pude distinguir dos copas de vino y una rosa roja en medio de ellas, el ambiente era en extremo romántico. Por un instante el miedo se apoderó de mí, ¿qué es todo esto? ¿Será que me equivoqué de habitación? Meditaba acerca de ello cuando unas manos se posaron en mi cintura y unos labios se posaban en mi cuello, al sentir ese delicioso aroma cerré mis ojos. Una voz enronquecida murmuró a mi oído: ¡te extrañe! ya no pude respirar un segundo más sin ti. Suspiré y me entregué a esos brazos, sintiendo que, aún lejos, estaba en mi hogar... María Elena Rangel

Juró y perjuró no volver a beber más en lo que le quedaba de vida. Sentía la lengua tan áspera y le dolía tanto la cabeza que creía que nunca había tenido una resaca así! Pero daba gracias a Dios por haberlo hecho pues a su lado dormía plácidamente ella y era como ver a un ángel con su cabello rojo suelto y su tez clara. De no haber bebido no se habría atrevido nunca de haber dado aquel paso... Javier Castillo

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La ciudad había sido asolada por la guerra. La muerte aparecía en cualquier rincón y yo la esperaba colgado de un poste, ansioso y desesperado, a que llegara para abrazar mi cuerpo y llevarme al inframundo. Podían destrizarme el cuerpo, robarme el alma pero nunca harían que mi mente les alabase.... Yo moriré siendo quien soy... Eso nadie puede arrebatármelo. Javier Castillo

Ella vagaba por el pueblo desierto, mirará donde mirará todo era desolación, muerte y un olor a corrupción. Seguía sin entender cómo era posible que en el siglo en el que estaban pasaran cosas así. De pronto vio un cuerpo colgado, y se acercó poco a poco a él, no quería mirar, le daba miedo ver quién era. Había llegado al pueblo buscándole y ahora le daba miedo haberlo encontrado. Lentamente se giró para verle, pero antes de conseguirlo vio una sombra a su izquierda, y corrió hacia ella, él estaba tumbado y herido, y le quedaba un hálito de vida. Le tomó en sus brazos y le ayudó a levantarse, y entones el cuerpo que estaba colgado cayó al suelo y se desintegró, era una trampa, y ella había caído en ella. El hombre la tomó en sus brazos y la mordió en el cuello salvajemente, y su alma se evaporó. Lorena Santos Hijosa

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El mundo se caía, hacía tiempo que ya no quedaban humanos en la tierra, los pocos que nos encontrábamos era en las alcantarillas vivíamos escondidos después de la última guerra que se produjo. Todos esos políticos, decían que las nuevas armas no eran tan salvajes, no, no lo eran, eran peores. Salí con el traje especial, necesitábamos comer. Vi a lo lejos un hombre colgado, era tiempo de volver a poblar la ciudad. Ester FG

La guerra contra los vampiros había diezmado el planeta, numerosos humanos fueron masacrados. En el año 3000 la mayoría de los humanos eran esclavos de los vampiros, bestias despiadadas extremadamente hermosas con una gran pasión por la sangre y el dolor. Solo unos pocos como mi familia pertenecían a la resistencia, grupos de cazadores dispersos por todo el mundo dedicados al exterminio de los vampiros. Hace una semana que no tenía noticias de mi hermano mayor, líder de la última partida de cacería que había salido de la central. Debía salir a buscarlo por ello cogí la pistola que nos entregaban a todos cuando finalizábamos nuestro entrenamiento y salí al exterior. Al llegar al pueblo más cercano me encontré con una imagen horrible, la de mi hermano colgado con su cuello desgarrado. Lloré y grité hasta quedarme afónica, en realidad hasta que recibí un golpe en la cabeza que me sumió en la más profunda oscuridad. Lo último que escuché antes de perder la consciencia fue “Al fin te encontré”. Mi vida no volvió a ser la misma, era el alma de un vampiro, la compañera eterna de Alistair líder del clan más sanguinario y poderoso del mundo, lo peor de todo es que Alistair era el verdugo de mi hermano. Claudia Aparicio Torres

Todo estaba destrozado, las calles, edificios y hasta vehículos, había sido arrasado por culpa de los clanes licántropos que se creían con el derecho de gobernar la tierra. Pero todo terminaría pronto, ya que la salvadora cumpliría la mayoría de edad en pocos días y con ello conseguiría sus poderes para terminar con los clanes y salvar el mundo. Manoli Madroño Gómez

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Los cristales se derramaron por toda la encimera. Aquel sonido casi inhumano hizo que el vaso que estaba lavando se callera encima de la pila y se estrellara con otro vasos y así todos quedaran rotos en mil pedazos y saltaran por los aires cayendo la mayoría sobre la encimera. Manoli Madroño Gómez

El cristal estaba roto, se había fragmentado en mil pedazos que se incrustaron en el rostro y los brazos de la mujer que conducía el vehículo cuando un camión lo sacó de la carretera. Daba gracias a Dios de permanecer con vida a pesar de que su rostro cubierto de cicatrices no se pareciese en nada al inmaculado y bello rostro que le daba de comer. Esa modelo hermosa y vanidosa no volvería a ser la misma tras el accidente pues se dio cuenta de que la belleza no lo era todo y que lo más importante era amar y ser amado. Claudia Aparicio Torres

Había estado haciendo patinaje sobre ruedas por el parque, cuando llegué a una zona bastante cerrada, decidí parar un segundo para descansar, me senté en la hierba, se escuchaba tranquilidad hasta que un sonido a cristales rotos enturbió esa tranquilidad, suspiré y me levanté para ver de dónde venía el sonido, y fue cuando vi una casa, cuya ventana estaba rota, me atreví a mirar por ella y la escena que vi me cortó la respiración. Ahí estaba él, acabando con su última víctima. Ester FG

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Se oyó un golpe seco y ambos se sentaron en la cama asustados, Víctor miró a su mujer, y le hizo una señal para decirle que iba a bajar a ver qué había pasado. Ella asintió y se quedó expectante en la cama. Lentamente, salió de su habitación y bajó poco a poco las escaleras, iba descalzo por lo que no hacía ruido, vio una sombra y se detuvo, cogió el jarrón de latón que tenían de adorno, pensó que por una vez ese chisme serviría para algo. Siguió bajando y se acercó con cuidado a la ventana rota, sentía el viento por el agujero y siguió caminando hacia la cocina donde tenía el teléfono. Antes de poder llegar, la puerta del baño se abrió y sin pensarlo dos veces lanzó el jarrón impactando de lleno en un hombre que cayó al suelo golpeándose la cabeza con el marco de la puerta. Víctor corrió y encendió la luz para llamar a la policía cuando se giró para ver quién era, se quedó sin respiración, el hombre que estaba en el suelo tenía su cara y estaba cubierta de sangre… Había matado a su gemelo. Lorena Santos Hijosa

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Ese era su momento, el que había deseado desde que le había visto en la discoteca, era la primera vez que iba a ese sitio y no se sentía seguro pero daba lo mismo, tenía que dar un paso hacia delante y quitarse ese escudo protector. Hacía mucho que no salía, desde que lo había dejado con el último, pensó que ya era hora de rehacer su vida porque él lo valía.... Y allí estaba, en su casa, en su sofá a la mañana siguiente de su nueva vida y con el chico que había conocido esa noche. Nada mejor para empezar su nueva vida..... Lorena Santos Hijosa

Todo el mundo le decía que sería una experiencia única e inolvidable. Aquella sería su primera vez. Estaba nervioso ante la idea de desnudarse ante un desconocido pero en cierto modo le excitaba pensarlo. Así que así fue, se desnudó, se tumbó boca arriba en la camilla y sintió el primer tirón de la banda de cera arrasando con su bello público con tal grito que el chico no pudo evitar sonreír y decirle que se calmara que eso solo acababa de empezar... Javier Castillo

Sentí que algo húmedo me despertaba, cuando abrí los ojos vi a mi perfecta mujer haciéndome una felación. Me dejé llevar y ella mimosa se subió encima de mí, hasta penetrarla por completo, no tardemos en llegar al clímax, le di un suave beso y la tumbé a mi lado. Manoli Madroño Gómez

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Estaba solo en la habitación, mi cuerpo deseaba sentir por primera vez lo que era tener un orgasmo como Dios manda, así lo hice, comencé acariciar mi cuerpo, y cuando estaba a punto de llegar..., el dichoso despertador sonó. Había sido un sueño. Ester FG

Eran las cuatro de la madrugada. El turno de noche en las urgencias del hospital era agotador, y casi siempre se lo endosaban a las novatas. Como ella. "Mari, paciente en el Box 3" Con ganas de ponerse a gritar por el cansancio y el sueño que sentía, María de los Ángeles, más conocida como la Mari, se levantó de la cama del cuarto de descanso para la enfermería. Se calzó y agotada puso rumbo a la zona de boxes. En cuanto llegó, juró que tomaría café cuándo acabara con ese paciente, porque estaba a un paso de quedarse dormida de pie. Retiró la cortina y se quedó paralizada en el sitio, con los ojos y la boca abierta ante lo que vio. Le echó un vistazo al hombre que estaba tumbado en la camilla, sintiendo como la rabia subía como la espuma dentro de ella. "Oh, ¿pero no tenías turno en el privado?" Mari apretó las manos. A su espalda se hizo el silencio, como si los demás tanto compañeros y pacientes de pusieran de acuerdo para atender a lo que estaba pasando. "Me cambiaron el turno a última hora." Respondió finalmente, enumerando 101 formas de matar dolorosamente... "Y tú, ¿No ibas a casa de tus padres que hoy te tocaba cuidarlos?" Preguntó a su vez al nervioso paciente. "Yo, amor, esto no es lo que parece, yo..." No le dejo hablar. "Quiero el divorcio, maldito hijo de puta. Es evidente que has tomado viagra y ahora te van a tener que pinchar para desangrarte y así bajar la erección." Patricio, intentó incorporarse de la camilla donde le cubría una fina sábana ya que la enfermera que le atendió nada más llegar tuvo que cortarle los pantalones. Esa noche iba de mal a peor. Su amante que era una jovencita de veinte años le dio a probar la famosa pastillita azul, y ni se preocupó cuando tras tres horas de sexo no le bajaba la erección y comenzaba a dolerle la polla y los huevos. Se burló de él y lo acabó

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echando de su casa. Tuvo que llamar a un taxi y acudir al hospital público donde... Su mujer lo pilló. "No es lo que parece. Mari yo te quiero a ti y..." Ella se giró y gritó. "Federico, Box 3. Varón con problemas de erección que ha abusado de la viagra. ¿Puedes desangrarle tu?" De la salita que empleaban para tomar café la enfermería salió un hombre que la miró con sorpresa. "Mari, estoy fuera de turno. ¿No puedes tu?" "No, no puedo. Es el hijo de puta de mi marido. Si lo atiendo puede que le corte los huevos por infiel" Mari sonrió al ver la expresión de su compañero de trabajo, quien asintió con la cabeza y avanzó por el pasillo hacia donde estaba ella. A su espalda escuchó la voz del que muy pronto iba a ser su ex. "Mari, por Dios. ¿Cómo has podido hacer eso? ¡Qué vergüenza!" Ella se giró y lo enfrentó. "¿Me hablas de vergüenza, tu? ¿Quién está con una erección por culpa de la puta o las putas de tus amantes? ¿Quien ha tirado por la borda siete años de matrimonio? Ah..." exclamó antes de sacar el móvil, sacar una foto y guardarla. "¡¿Pero qué haces, loca!?" "Asegurarme que me des todo lo que te pida en el divorcio o la foto que te acabo de sacar llegara a tu familia y a los de tu trabajo. Gracias, Fede" le dijo al enfermero que estaba parado a su lado, alucinando con toda la situación. "¡Eres una puta frígida! Una..." Sin hacer caso a los insultos y gritos de su EX marido, se giró y le susurró al enfermero. "No le pongas anestesia. Que le duela a ese cabrón" y sin mirar atrás se alejó, con el corazón magullado pero dispuesta a remontar de las cenizas. Azahara Vega

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Se sentía perdido, solo, triste y desamparado, y cada lágrima que ella vertía, le empequeñecía un poco más, hasta que se sintió insignificante y diminuto. Entonces la miró y sus labios se separaron para dejar escapar una disculpa, cuando la mano de ella se estampó sonora en su mejilla. Todo ha terminado. Roser A.Ochoa

Llorar era la única cosa que podían hacer, ahí estaban ellas tumbadas ambas en la misma cama, llorando por lo que había pasado, ese día se estaba convirtiendo en un infierno, todo por un hombre además el único que se había interesado por ambas. Ese mismo día se fueron a probarse los vestidos, pero él se acercó a ellas y les indicó que no lo hicieran, la boda se suspendía. Ester FG

Mis ojos parecían cascadas, mis lágrimas no dejaban de salir. Por más que limpiaban inconscientemente mis ojos volvían a parecer lagos. El dolor que sentía en mi interior era tan fuerte que no sabía cuando iba a poder recuperarme. Levanté mi rostro y volví a limpiarme mi cara prometiendo que él no se merecería ni una lágrima más. Manoli Madroño Gómez

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¡Había tenido una pesadilla terrible! Soñaba que era gigante y se sentía sola. Ella lloraba desconsolada y su gran amor, a pocos kilómetros del suelo, cantaba bajo la lluvia chapoteando entre los charcos. Le había dicho que no podía amarla, que su relación no tenía futuro pues los gigantes y los enanos no eran de una misma raza. Ella, desconsolada, lloraba y lloraba, y con cada lágrima, las calles se inundaban. Los enanos, sin saber qué hacer, intentaron animarla pero se ahogaron en el intento... Javier Castillo

La vieja cámara no funcionaba, Lía pensaba que quizás había un problema con la lente. Cuando se puso frente a ella para comprobarlo salto el flash dejándola aturdida, a causa de ello y por el susto que se llevó, golpeó un vaso de agua derramando su contenido sobre la mesa en la que había colocado aquel muñeco de plastilina que deseaba fotografiar. Se alegró de que la cámara volviese a funcionar pues había sido un regalo de su abuela, además la foto que había obtenido por accidente sería perfecta para la galería de Nueva York donde exponían toda su obra artística. Claudia Aparicio Torres

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Pintar era su don, ella, su musa..., pero el día que la vio con aquel tipejo, todo fue en picado... Primero empezó a dejar de pintar, a dejar de creer, cayó en las manos del alcohol, el tabaco y las drogas, después vendrían las putas, chicas sin dignidad ni miras más allá de sus 100 euros por servicio. Luego vendría la etapa de destrucción... Le bastó un par de semanas para acabar tirado sobre un trozo de cartón, durmiendo a la intemperie, siendo un don nadie, aquel al que invitaban a fiestas y caterings, a grandes galerías para mostrar su trabajo al mundo..., de aquel que fue ya no quedaba nada, tan sólo un simple retrato en acuarela de ellos dos abrazados, él respirando el dulce perfume de su cabello, ella apartándose de él para siempre... Javier Castillo

Era simplemente perfecta. Sus ojos, cara y hasta su larga melena pelirroja. Y yo un ser vampírico la tenía solo para mi, acercó su hermoso cuello, y la yugular me llamaba la atención, sentía su pulso nervioso palpitar cerca de la zona donde iba a hundir mis perfectos colmillos afilados. Manoli Madroño Gómez

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Ella sabía cómo captar la esencia de aquellos a los que pintaba. Tenía un don y lo potenciaba al máximo y la gente decía que casi parecía que sus cuadros tenían vida.... Si ellos supieran todo lo que había tenido que hacer para conseguirlo enmudecerían, pero era lo que más deseaba en el mundo y había luchado por ello con uñas y dientes. Ese día estaba terminando de ultimar las cosas para su primera gala, estaba ilusionada, quería que todo el mundo viera su arte. Se acercó al dueño de la galería y le señaló un cuadro, el principal entorno al que se montaba la exposición. Él miraba el cuadro extasiado, ella se dio cuenta que había visto algo en el cuadro y decidió hablarle, no quería que lo descubriera todavía... Después de verlo todo, se marchó para cambiarse de ropa y prepararse para la noche. Cuando llegó había mucha gente, todos entusiasmados con los cuadros..., ella se acercó al estrado y comenzó a hablar: “Gracias por venir, después de mucho esfuerzo por fin puedo mostrar mi obra, mi vida, mi amor...” El dueño de la galería se acercó con los ojos muy abiertos acaba de ver algo en el cuadro, sabía que los personajes le eran familiares y ahora sabía porque, era la pareja que había desaparecido, él la miro, ella le miró y en ese momento las luces se apagaron y se oyó un grito y cuando volvieron a encenderse el dueño había desaparecido también, nadie se dio cuenta de ello, la artista siguió con la presentación con una sonrisa. Al final de la exposición, ella guardó todos sus cuadros incluyendo el nuevo cuadro que había surgido esta noche, decidió llamarlo hombre gritando.... Lorena Santos Hijosa

Tenía que hacer el esfuerzo para aguantar sus caricias, sus besos, el toque de sus manos sobre mi piel. No sé cuánto tiempo más lo podré soportar, me da grima el sentir su aliento en mi cuello, sus labios sobre los míos. No tengo otra opción, solo esperar el momento preciso, un descuido y podré escapar de su encierro para recuperar lo que queda de mi vida. Sé que lo lograré... María Elena Rangel

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La pintura fluy贸 gracias a su musa. Ella era quien le inspiraba. Por fin hab铆a conseguido hacer algo que valiese la pena. Sin duda alguna esta era su mejor obra. Su vida estaba completa. Ester FG

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Veo el tiempo pasar sin poder influir o cambiar los sucesos que me causan dolor. Soy fiel compañero de aventuras silenciado con el olvido, recordado con cariño, vilipendiado u odiado en numerosas y trágicas ocasiones. Nos han quemado por temor al conocimiento que transmitimos, nos han destrozado arrancándonos sin piedad los sueños de quienes nos crearon... Ve. Acércate a uno de nosotros. Disfruta de nuestro tacto, de nuestro olor... Somos guardianes de las palabras, de los deseos, sueños y pesadillas... Somos historia y futuro. No nos tires. Si ya no nos quieres más en tu vida, entréganos a las bibliotecas, pues para un libro, vivimos gracias al amor de las lectoras y los lectores. Azahara Vega

Paseaba por el parque con las manos metidas en los bolsillos de sus vaqueros rasgados. Las gafas de sol ocultaban sus ojos color turquesa. A su derecha, sobre un banco, un libro abandonado posaba sin que nadie a su alrededor le observara. Miró a la gente como pasaba frente a aquel libro sin tan siquiera voltear la cabeza en su dirección. Apenado, se acercó, lo tomó y lo abrió por la primera página. "Erase una vez..." Eva Gil Soriano

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En la mesita de noche te espero cada día. Ansioso por volver a descubrir tu perfume, tu tacto en mis hojas. Cada vez que me abres dejo fluir tu imaginación con mis palabras haciendo magia en tu mente por medio de cientos de escenas y personajes que te llevan a mundos mágicos, a lugares lejanos y a historias románticas con las que soñar después... Hoy te extraño. Ya es de noche y no vuelves a casa. La luz de la lámpara no me ilumina y los minutos del reloj pasan... Han transcurrido muchas horas y por casa no viene nadie. Ya apenas recuerdo tu olor, tu tacto... Otras manos serán ahora mis Dueñas pues tú, mi amado amigo, te marchaste de este mundo sin despedirte, sin decirme un mísero "fin" Javier Castillo

Un libro, un libro lleno de pensamientos, emociones y deseos. Su diario, su historia, Su vida. No sabía con exactitud el tiempo que le quedaba de vida pero quería que alguien conociese su historia, una historia intensa, maravillosa y dolorosa. Había elegido aquel banco, el banco en el que dio su primer beso, un beso que tenía tanto significado para ella como la preciosa flor rosa que había depositado sobre la portada. Claudia Aparicio Torres

Le encantaba ese diario, lo había encontrado en un mercadillo y no hacía más que leerlo. A medida que pasaba las páginas más curiosidad sentía por la persona que lo había escrito, menos mal que ponía la fecha y el lugar por lo que empezó a buscar al dueño del mismo... buscó, investigó y por fin logró encontrar al dueño era un viejecito adorable, le devolvió el diario y estuvo junto a él hasta el final de sus días. Lorena Santos Hijosa

Aquí permanezco abandonado, es tanto el tiempo transcurrido que las flores del otoño caen sobre mí. Pronto llegará el frío invierno y solo añoro unas manos que me lleven a un lugar cálido, unos ojos que se pierdan en todo lo que yace en mi interior, que derramen una lágrima de vez en cuando, o una boca que ría con las historias divertidas que puedo entregar. Es mi más ansiado sueño que aprendan a amarme como merezco ser amado... María Elena Rangel

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Poseidón estaba enfadado y solo podía provocar un tsunami, no entendía como ella no le quería, ¡¡¡por todos los Océanos era in Dios!!! Conseguía por todos los medios que aquella bella mujer le quisiera aunque tuviese que demoler el condenado faro en el que vivía. Lorena Santos Hijosa

El mar estaba embravecido pero nada ni nadie podría impedir que aquella noche acudiese al faro. Ese lugar había sido testigo de su amor, su pasión, su deseo por ello le pareció el lugar idóneo para despedirse de ella antes de partir a la guerra. No sabía con exactitud cuándo volvería a verla o si volvería a verla pues podía morir en el campo de batalla por ello decidió que aquella noche seria inolvidable para su preciosa Lexi. Y lo fue pues aquella noche concibieron al fruto de su amor, un precioso niño que adoraba a su padre, un valiente soldado que murió en la batalla luchando contra la tiranía de un ser abominable. Claudia Aparicio Torres

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Las olas enfurecidas embestían las rocas del Cabo de la noche. La tormenta empeoraba a cada minuto que pasaba y Alex, en lo alto del faro observaba como el mar le golpeaba. Nunca había visto algo así, era el fin, en cualquier momento una de las olas arrastraría el faro y al él en su interior. Hacía horas que había dejado de funcionar y la oscuridad le hacía temblar de terror. Acabaría sus días allí, en soledad y no podría hacer nada. Quizá ni encuentren su cadáver si el mar lo hundía en sus profundidades. Nada podía hacer más que rezar y esperar. Eva Gil Soriano

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Hoy amanecía embravecido como un mar alborotado de olas inmensas. Arrasaba con todo allá por donde iba. ¡Era como un tsunami a punto de estallar! ¡Hoy cogería el toro por los cuernos y se enfrentaría con él! Le pediría la rescisión de contrato. ¡Tenía que marcharse de allí y no volver a verlo jamás! Cuando entro a su despacho sentía flaquear. Sus piernas le temblaban y apenas podía mantenerse en pie sobre sus tacones. No le ayudaba en absoluto tener la regla, sentía que de un momento a otro debería cambiarse la compresa y no podría hacer lo que debía hacer... Así que sin pensárselo dos veces, cierra el pestillo, baja las cortinillas de las ventanas y se le acerca lentamente con cara picara. Sin decirle nada, le obligó mirar el arma que llevaba en sus manos y sin pestañear, le disparaba en la frente. Ya nunca más violaría a otra chica. No le importaba ir al cartel, él ya no dañaría la vida de ninguna otra mujer... Javier Castillo

Cuando me puse a ver la tv. Salió este buenorro en ella. Desee por todas las formas que apareciera en mi habitación. Y cuándo me desperté allí estaba, en carne y hueso. Para mí sola. Ester FG

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Sabía que era guapo. Se lo recordaban todas las mujeres que se encontraba por la calle. Lo miraban con esos ojos de deseo que a él tanto le divertían. Haber sido el sueño erótico de muchas mujeres tras grabar la trilogía de 62 sombras de beige le había llevado a la cima. Ahora tenía todo cuanto había soñado de joven y no iba a rendirse, todavía quería más y más. No iba a conformarse con el ahora. Él también quería el mañana... A la mañana siguiente, él fue quien se volteó para volver a mirar a una chica morena de curvas sugerentes. Ella sabía que la deseaban. Conocía a aquel tipo de hombres y le encantaba jugar con ellos. Sabía que la había mirado y se volvió guiñándole un ojo y regalándole una sonrisa. Ahora él sería suyo y lo llevaría a su habitación morada... Ella sería quien llevará las riendas y jugara allí con su nuevo juguete... Javier Castillo

Ese precioso hombre que estaba ante ella era un capo de la mafia, un hombre poderoso y muy peligroso. La primera vez que lo vio fue en el cumpleaños de su padre, un senador corrupto que trabajaba con la mafia. Se enamoro de él a primera vista por su belleza, su inteligencia y su sentido del humor. Ese hombre la volvía loca con sus besos, sus caricias y la forma que tenia de hacerle el amor por ello cuando le pidió matrimonio no dudo en aceptar. El día de la boda había llegado, fue una boda marcada por el amor y la felicidad hasta que un disparo trunco su vida y su futuro. La bala atravesó su pecho y con su último aliento de vida le susurro un te amo para finalmente caer muerta en sus brazos. Claudia Aparicio Torres

Lo había visto muchas veces en la tele, y le parecía súper guapo. Pero no esperaba chocarse con él en pleno centro de Madrid, y allí estaban los dos, en el suelo y mirándose fijamente... Lorena Santos Hijosa

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Esa tarde el coche se paró en un camino que nos llevaba al pueblo. Mi chico se había quedado en la capital, pero yo había decidido llevar a la niña a conocer el pueblo. Miré hacia afuera y vi una negrura que me estaba poniendo nerviosa, miré mi reloj y vi que eran casi las 9 de la noche. Mi hija se había quedado dormida. Yo suspire, salí fuera a ver si veía a alguien, al cabo del rato vi aparecer de la nada a una mujer mayor, nunca hubiera caído que podía ser una bruja. Pero lo cierto era que ahí estaba la esa mujer la cual me engatuso para irme con ella, no recordaba que había cogido a la niña y que había andado hacia el borde del camino, ella nos había salvado de morir allí congeladas. Ester FG

Sabía que no era la mayor de las soluciones. Desde pequeña había oído las leyendas. Si quería salir de ese vida no le quedaba más remedio y que diferencia podía haber. Morir en manos de los cazadores o de las bestias que habitaban ahí. May Dior

El bosque oscuro es mi reino de magia, puede ser bueno o malo según las intenciones de quien ose profanar su territorio. Mis súbditos son todas aquellas criaturas despreciadas por la humanidad: vampiros, lycans, banshees, brujos, duendes, wendigos y muchos otros seres que para los humanos son extraños. Ellos siempre están dispuestos a defender su hogar y evitar que éste sea destruido, Así que siendo tú, simple mortal, tendría mucho cuidado que no me agarre la noche merodeando por él... María Elena Rangel

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Mila y yo volvíamos a casa después de una fiesta cuando el coche se quedó sin gasolina y nos dejó varadas en mitad de la carretera. Hacía mucho frío y nosotras no íbamos precisamente abrigadas, por ello, decidí encender la calefacción del coche, que como siempre, no funcionaba. Comencé a frotar mis manos y brazos para entrar en calor hasta que mi amiga llamase a su hermano y nos viniesen a buscar, el problema es que su móvil no tenia batería y el mío estaba estropeado. No podíamos quedarnos en el coche pues moriríamos de frío por ello decidí salir e internarme en el bosque que había a nuestra derecha. Recuerdo que cuando era pequeña mis padres me llevaban a un pueblito con mucho encanto que quedaba cerca de aquí por ello esperaba hallar el camino antes de morir de frío. Mi amiga caminaba en silencio junto a mí cuando extrañas imágenes comenzaron a invadir mi mente. Yo había estado en ese bosque, había jugado, reído y besado en ese bosque pero eso aunque no lo recordase había sucedido en otra época, siglos atrás. Mila me sacó de mis pensamientos cuando un arco natural apareció ante nosotras, no sabíamos que hacer pues aquel arco era extraño, mágico. Finalmente nos decidimos por cruzarlo pues lo más seguro es que no sucediese nada pero una vez que lo atravesamos sucedió lo imposible, habíamos viajado en el tiempo o quizás habíamos viajado a otra dimensión en la que los vampiros, licantropos, demonios y hadas gobernaban el mundo. Claudia Aparicio Torres

Era se noche, y ellos seguían vagando por el bosque, no veían peligro alguno y estaban acostumbrados a andar por esos parajes, caminaban lentamente, confiados y cogidos de la mano. De pronto vieron a lo lejos un destello, fue solo un momento pero ambos lo vieron y echaron a correr para ver que era. Cuando estaban cerca vieron una sombra, que se transformó en una criatura extraña, no dudaron y se acercaron más. Ella se paró, pero él siguió y tocó a ese ser que estaba tumbado, de repente se agitó y se convirtió en un bello dragón que les miró fijamente. La pareja se moró entre sí y comenzó a alejarse poco a poco por miedo, pero el dragón no les dejó escapar, los agarró con su cola y alzó el vuelo, llevándolos consigo. Lorena Santos Hijosa

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Hace calor y el trabajo en el Oeste es muy duro, menos mal que tengo mi sombrero que no me lo quito en todo el día. La razón de deciros esto es que mi jefe, un maldito explotador, me manda a cuidar de su rebaño mientras pastan en estas secas praderas y yo quiera o no, no me queda más remedio que ir en mi caballo hasta este lugar cada día. En realidad, no me molesta en absoluto, venir aquí es desconectar de todo, sentirme libre y quitarme la camisa para broncear mi pecho al sol y ligarme al hijo de mi jefe. Estoy seguro que cuando se entere le va a dar un ataque al corazón y por fin me lo quitaré del medio. Javier Castillo

Hacia una calor insoportable, salí de mi chalet para ver si por las cuadras corría algo más el aire. Paseaba mirando mis caballos. Me encantaban todos, pero yo n sabia darles los cuidados necesarios. Hacia unos días había contratado a un joven vaquero, unos diez años menor que yo, a parte de un excelente currículo; también tenía un perfecto cuerpo, aunque con el ropaje no se distinguiera bien, pero mi imaginación era de lo más sutil, con que tranquilamente podía distinguir ese Adonis. Giré al final de la cuadra a mano derecha, cerca de la fuente que tenía para refrescarme un poco. Pero mi cuerpo empezó a vibrar al ver a John, mi nuevo trabajador, con el torso al descubierto echándose vasos de agua por encima. Sentí deseos locos de ir hacia él y beber de ese tórax desnudo y chorreante de agua. Sentí como mis braguitas se humedecían y mi cuerpo sentía un calor insoportable. Manoli Madroño Gómez 44


Nía era una modelo neoyorquina que se vio obligada a huir a su tierra natal tras haber presenciado el asesinato de un político a manos de la mafia. Debía desaparecer del mapa hasta el día del juicio en el que tenía que declarar y que mejor lugar para esconderse que un pequeño pueblo que ni si quiera aparecía en los mapas. Acostumbrada a los lujos y comodidades de la gran ciudad supo que el regreso a casa no sería fácil. Cuando llegó a casa, al rancho que poseían sus padres se dio cuenta que nada había cambiado, todo continuaba como lo recordaba. Sus padres no salieron a recibirla seguramente se encontraban trabajando por ello subió las maletas a su habitación y se dirigió a los establos a visitar a su viejo caballo. Al llegar a la puerta de los establos escuchó ruidos en el interior, asustada cogió un atizador que sus padres usaban para quitar el polvo, y con el levantado se encaminó hacia el interior. Había un hombre de espaldas, lo reconoció en cuanto se dio la vuelta, aquel magnífico hombre era su mejor amigo, su primer amor, su primera vez. Aquel hombre la había vuelto loca con sus besos, sus caricias y su forma de hacerle el amor cuando era una adolescente. Al parecer su regreso a casa iba a ser mejor de lo que pensaba pues estaba decidida a recuperarlo y esta vez no lo dejaría marchar, unos pensamientos que Tyler compartía con ella al descubrir que su preciosa Nía había vuelto a casa. Claudia Aparicio Torres

El nuevo capataz de la hacienda la estaba volviendo loca, hacía cuanto le daba la gana y no la obedecía. ¿Acaso no era ella la dueña? Pues no lo parecía porque él mandaba a los trabajadores que preferían obedecerle antes que a ella. ¿Qué se había creído? Decidida a poner fin a aquellos desplantes, se dirigió a las cuadras. Sus fuertes zancadas levantaban el polvo, a cada paso su furia aumentaba. La leve oscuridad de las cuadras, agrandó sus pupilas al entrar. Descubrió a su capataz acariciando a su yegua favorita mientras le susurraba: «Tranquila preciosa. Voy a cuidarte mejor que a ningún otro caballo. Tu dueña es muy exigente, le voy a demostrar que soy su mejor hombre para que me permita quedarme aquí. Ya nada me queda en este mundo y no tengo a dónde ir». Eva Gil Soriano

Llegó el vaquero con su fornido cuerpo, llevaba varios caballos, se acercó al mío. Llevaba años sin cabalgar. Sin duda iba a ser un día duro. Definitivamente la vista que tenía delante de mí era para morirse, mis manos acariciaron su pecho, el cual estaba muy duro, la tableta de chocolate que tenía, hacía que yo tuviera más calor que el que hacía. Definitivamente estaba en el paraíso. Ester FG

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Había llegado el momento, los hombres tigre se habían transformado y estaban a punto de comenzar la lucha. Uno negro, otro blanco; parecían la representación del yin y el yang, la lucha del bien y el mal pero en realidad luchaban por una hembra, una preciosa humana que les había robado el corazón. ¿Quién ganaría? ¿El imponente y poderoso tigre negro o el inteligente y astuto tigre blanco? Fuese cual fuese el resultado, uno de ellos se llevaría a la hembra pero perdería a su queridísimo hermano tigre en el proceso. Claudia Aparicio Torres

La vida en el circo es maravillosa a pesar de lo que muchos puedan creer. Conocemos multitud de ciudades, gente de todo tipo y creencias. Pero lo que más me gusta es verles las caras de asombro con cada una de nuestras actuaciones. Algunos se sorprenden tanto que alucinan y aplauden durante minutos en pie al ver los espectáculos de nuestros animales. Por nombrar alguno, puedo hablar de Sebastián, nuestro pequeño elefante, que hace malabarismo a cambio de cacahuetes, Rosa la foca o Sean y John, nuestros tigres que a pesar de ser hermanos no se parecen en nada y luchan ambos para demostrar quién es el más fuerte de los dos. Somos una familia, itinerante, si, pero no cambiaría esta vida por ninguna otra... Javier Castillo

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Eran el Yin y el Yang, siempre había medido sus fuerzas mediante la batalla y esta noche no iba a ser distinto. Los dos eran adversarios y amantes al mismo tiempo, no podían evitarlo, les habían educado para eso. Ella se convertía en un precioso tigre albino y él en un fiero tigre negro, ambos raros y excepcionales, como lo era la lucha que tenían. Era maravilloso verlos medir sus fuerzas. Al terminar la lucha, se fundieron en un apasionado beso y se marcharon juntos a su casa. Lorena Santos Hijosa

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