1976 - 1983
Argentina
Argentina Apróx. 30.000 víctimas
La Junta de Comandantes que gobernó hasta 1983 impulsó la persecución, secuestro, tortura y asesinato de personas por diferentes motivos, en forma secreta y sistemática, en el marco de lo que se conoce como el Terrorismo de Estado. Este hecho determinó la desaparición, en la mayoría de los casos seguida de muerte, de 30.000 argentinos, entre ellos niños apropiados que, al día de hoy, no conocen su verdadera identidad Los militares tomaron en su poder la vida de miles de personas, consideradas por ellos como “subversivos”. Así, la "desaparición” afectó a personas de todas las edades y condiciones sociales que fueron sometidas a la privación de su libertad y a la tortura. En este marco, surgieron grupos de familiares como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo que reclamaban por la aparición de sus familiares.
“Nunca Más” es una frase utilizada en Argentina para repudiar el Terrorismo de Estado. Su origen proviene del título de la edición impresa del informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) con el fin de recabar la información existente sobre la desaparición de personas. El fiscal de la Nación Julio Strassera la utilizó como cierre de su alegato durante el Juicio a las Juntas, desarrollado en 1985. El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas usurparon el gobierno constitucional en la República Argentina por medio de un golpe de estado. Desde ese momento, el régimen militar, que se autodenominó "Proceso de Reorganización Nacional", se propuso reestructurar la economía, mediante la implantación de un modelo neoliberal, y la política, restringiendo la participación de la ciudadanía y aboliendo los derechos de la sociedad. “EL 9 DE NOVIEMBRE DE 1976 FUE SECUESTRADO MI HERMANO. ESTABA DESCANSANDO CON SU ESPOSA Y SU HIJO DE 5 AÑOS, CUANDO A LAS 2 DE LA MADRUGADA FUERON DESPERTADOS POR UNA FUERTE EXPLOSIÓN. MI HERMANO SE LEVANTÓ, ABRIÓ LA PUERTA Y VIO A CUATRO SUJETOS QUE SALTABAN POR EL CERCO. VESTÍAN DE CIVIL, UNO CON BIGOTES Y TURBANTE Y LLEVABAN ARMAS LARGAS. TRES DE ELLOS ENTRARON AL DEPARTAMENTO Y OBLIGARON A MI CUÑADA A CUBRIRSE LOS OJOS Y LE DIJERON AL NENE QUE CERRARA LOS OJOS. LOS VECINOS DICEN QUE MI HERMANO FUE ALZADO DE LOS HOMBROS POR DOS SUJETOS E INTRODUCIDO EN UN FORD FALCON. ESO ES LO ÚLTIMO QUE SUPE DE ÉL. (…)” LUCIO RAMÓN PEREZ, RELATO DEL SECUESTRO DE SU HERMANO. NUNCA MÁS.