Fietsvlonders Una propuesta sencilla para un problema complejo
Entre las ciudades en las cuales el uso de la bicicleta se encuentra tan extendido que llega a generar conflictos de tránsito, muy pocas han logrado un sistema exitoso para reducir la acumulación caótica de bicicletas sobre la calle o la acera sin generar problemas de espacio para los propios ciclistas y peatones. La ciudad de Rotterdam, en Holanda, lo está logrando. En general, suele haber muchas críticas para con los ciclistas por el uso del espacio. Sobre todo, los automovilistas y conductores de transporte público aducen que es peligroso compartir carriles, que la forma en la cual conducen los ciclistas es muy arriesgada, que faltan medidas de seguridad, entre otras. Ese no parece ser un problema en Holanda, donde hasta los conductores de autos también son ciclistas en muchas oportunidades. No obstante, los espacios de estacionamiento o aparcamiento para las bicicletas sí resultan ser un tema problemático hasta para los holandeses. Los ciclistas casi nunca pueden encontrar un espacio libre en las veredas o en las calles angostas, haciendo que el uso de dichos espacios se traduzca en una pugna constante entre los usuarios del espacio público.
Este problema podría ser resuelto con relativa facilidad si los gobiernos locales proveyeran mayor cantidad de estacionamientos para bicicletas. Ahora bien, por una lado, la escasez de espacios en general dificulta esta situación y, por otro, la mayoría de las políticas de movilidad y transporte son orientadas al transporte automotor privado.
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