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LA VIEJA MEDICINA DEL FUTURO
CONVIERTE TUS DESECHOS ORGÁNICOS EN ABONO
Todo lo que es naturaleza debe volver a ella pues la materia orgánica se recicla naturalmente por acción biológica y bacteriana en forma aeróbica o anaeróbica. El proceso para acelerar el reciclaje de la materia orgánica se llama compostaje.
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El compost es un abono excelente y una herramienta orgánica para revitalizar los suelos. Hace más sueltos y porosos los terrenos compactados, mejora las propiedades químicas y biológicas de los suelos y hace que este retenga más agua. LA VIEJA MEDICINA DEL FUTURO
Las técnicas de compostaje son sencillas y cualquiera puede procesar los residuos de alimentos incluso en su jardín. Solo se requiere de ciertos ingredientes:
• Cenizas o cal como fuente de carbono • Material verde como fuente de nitrógeno • Aserrín o tierra para secar • Desechos de alimentos
Para hacer el compostaje, se acumulan los residuos orgánicos de la cocina y se colocan en un compostero, o lugar dispuesto para ello. Luego se esparce una fina capa de cenizas o cal, y finalmente se le cubre con material vegetal verde. Se le deja a la intemperie protegido de la lluvia, de manera que pueda haber una degradación aeróbica caracterizada por la elevación de la temperatura y la no emisión de malos olores. Cada vez que se arrojan los desperdicios de las comidas se repite el procedimiento, de esta manera, la pila va creciendo.
Se suele disponer de un palo o un tubo para abrirle huecos al montón y posibilitar la aireación del centro y de las capas más profundas. Cuando se llega al límite de lo manejable se deja en reposo hasta que a la vuelta de unas tres semanas descienda la temperatura y se haya culminado el proceso de degradación. El compost está listo para usarse como abono
Si queremos darle un grado más de potencia al abono, se lo damos como alimento a las lombrices de tierra, quienes en pocos días lo convierten en humus, el abono orgánico más valioso.
