1 minute read

MIRANDO EN TU INTERIOR

¿ESTAMOS PREPARADOS PARA SER ÍNTEGROS?

¿Es posible ser íntegro en una sociedad donde nos importa más lo que opinen los demás que nuestro propio criterio? ¿Y cuando la mayoría le damos más valor a lo que dicen los demás que a lo que sentimos nosotros mismos?

Advertisement

Porque, de una forma u otra todos tenemos miedo al rechazo, a la soledad, al fracaso, a equivocarnos o al qué dirán. Y desde ahí lo único que conseguimos es cambiar constantemente nuestras decisiones y nuestras acciones. MIRANDO EN TU INTERIOR

“Si quieres ser una persona íntegra y coherente, empieza por trabajar en tu interior, en todo eso que te impide valorarte por lo que eres y no por lo que tienes”.

Nos pasamos la vida entera queriendo hacer las cosas correctamente para tener salud, tener dinero, que nuestro negocio funcione, que nuestra pareja nos quiera, que nuestros hijos nos hagan caso y en definitiva ser felices. Pero para lograr todo eso buscamos información en el exterior y muy pocas veces miramos en nuestro interior.

Es como si no confiáramos plenamente en nosotros, como si hubiera algo defectuoso en nuestro ser que necesitamos cambiar. Queremos lograr ser la mejor versión de nosotros mismos, como si lo que ya somos estuviera mal. ¿Qué clase de integridad entonces puede mostrar desde ahí, si lo que sentimos es inseguridad y desconfianza hacia nosotros mismos?

Por lo tanto, si quieres ser una persona íntegra y coherente, empieza por trabajar en tu interior, en todo eso que te impide valorarte por lo que eres y no por lo que tienes, por lo que haces o por lo que dicen los demás de ti.

Y claro que no es fácil, ya que desde que nacemos es nuestro entorno el que nos dice lo que tenemos que hacer y cómo hacerlo. Incluso nos dicen cómo debemos sentirnos… ¡no llores más! ¡no te enfades! ¡deja de quejarte! ¡no te pongas triste!

Con ese pasado es normal que vivamos desconectados de nosotros mismos y la integridad se convierta en un esfuerzo o en una lucha interna constante por aparentar afuera lo que por dentro no sentimos.

La buena noticia es que no es imposible recuperar nuestra integridad y volver a expresarnos siendo nosotros mismos.

Siempre… de adentro hacia afuera.

This article is from: