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Productividad Consciente
Tus mejores activos: la concentración y el descanso
Descansar también es producir
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Desarrollar nuestra capacidad de concentración y alternarla con un buen descanso es todo un arte que nos permite reponer la energía que necesitamos para desempeñarnos exitosamente cada día y ser más productivos y felices.
¿Nunca te ha sucedido que después de una larga jornada laboral te da la sensación de que por muchas más horas que trabajes, rindes aún menos? Y al revés… en un día en que has trabajado menos tiempo… ¿te ha cundido más?
Pues no es que te lo estés imaginando, dado que se ha observado estadísticamente que los países en los que se trabaja más horas tienen una productividad menor, y de hecho la tendencia es que… ¡cuántas más horas se trabaja al año en un país, menor es su productividad total!
¿Quieres empezar a ser más eficiente en tus tareas invirtiendo menos tiempo en ellas? Entonces toma nota de los siguientes factores y reflexiones que pueden estar afectando a tu productividad personal y laboral.
productividad consciente
1) Desarrolla tu capacidad de concentración sumando foco y restando distracciones.
• Entrenarnos para poner nuestra mente en un único tema y lograr mantener esta atención sin desviarnos durante largos períodos de tiempo nos permite evitar distracciones, ganar tiempo y energía. Una de las herramientas más poderosas que existen para desarrollar la concentración (entre muchas otras virtudes) es la meditación. Existen multitud de técnicas para meditar, que implica la contemplación, toma de consciencia y atención a cada momento, y cualquier actividad (desde tejer, cocinar, hacer tareas domésticas sencillas o pasear) puede ser meditativa si estamos presentes en ella.
• Se estima que, por cada distracción que tenemos, tardamos una media de 8 minutos para volver a coger el hilo de lo que estábamos haciendo. Los humanos nos distraemos muy fácilmente, y más ahora en la era digital: llamadas inesperadas, redes sociales, emails, comunicaciones en el teléfono móvil/celular…
Revisa qué te roba el tiempo y la energía y pon límites saludables a tu capacidad de concentración.
2) Permítete desconectar y aprende a descansar.
• Delimitar nuestro espacio de actividad y de ocio y, sobre todo, respetar los tiempos que nos hemos marcado hace que llevemos a cabo las tareas en menos tiempo para cumplir nuestros objetivos.
• Se ha comprobado que el descanso es tanto o más necesario para nuestro desempeño diario que llevar a cabo una actividad en concreto sostenida en el tiempo. Descansar no solo es disfrutar de una buena higiene del sueño (¡que también!), sino también incorporar el hábito de hacer pequeños descansos o micropausas durante el día, especialmente después de un período de actividad especialmente intensa.
Para ello por ejemplo podemos alternar períodos de 25/50 minutos de actividad intensa con intervalos de descanso de 5/10 minutos (lo que se conoce como la “Técnica Pomodoro” creada por Francesco Cirillo a finales de 1980), así como hacer descansos breves de 3 a 5 minutos (entre 3 y 4 veces el día) en qué únicamente hagamos un parón dónde nos dediquemos a respirar conscientemente.
En última instancia, y no por ello menos importante, todas estas sugerencias te permitirán reducir el estrés (el cual, a su vez, impacta en nuestra capacidad de concentración y de descanso), dado que harás menos disfrutando mucho más. Tu cuerpo, tu mente y tu alma desde luego… ¡Te lo agradecerán!
El arte del descanso es una parte del arte de trabajar John Steinbeck (1902-1968)
Verónica Fernández