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María, a quien bajo el título Junioinvocamos 2015 de Reina de Colombia y Reina de la paz. Todos queremos la paz. Mientras
EDITORIAL
Dios bendiga nuestra patria Todos somos responsables de la paz que se hace visible en nuestras relaciones con Dios, con las personas que nos rodean y con el escenario en que vivimos. ¿Qué aportamos en la construcción de la paz? Lo que llevamos dentro. Damos lo que somos y tenemos. Damos amor, alegría, perdón, justicia, esperanza…Transmitimos los ideales que nos motivan, los proyectos que nos ocupan. Pero si llevamos vacío en el alma. ¿Qué aportaremos? Sin Dios no hay paz, sólo relaciones en las que se imponen la fuerza y la astucia. Colombia necesita un verdadero pentecostés que ilumine a quienes van tejiendo el cese de la guerra y los acuerdos de paz. Sin Dios, el corazón humano está en tinieblas. La mera razón humana, frágil y presionada por intereses ajenos al bien común, necesita luz divina que la corrija, necesita el soplo del Espíritu Santo que guíe los razonamientos hasta dar frutos verdaderos. Si Dios es invitado a las mesas de trabajo en La Habana, se obtendrán buenos resultados. Si Dios es el gran ausente, inútiles serán los esfuerzos. El salmista dice: “Si el Señor no construye
Buenas noticias para la familia católica Calle 10 Nº 2-58 Tel: 2636918 - 2611680 www.arquidiocesisdeibague.org kerygmaperiodico@gmail.com Consejo Directivo Mons. Flavio Calle Zapata Mons. Orlando Roa Barbosa Mons.Gustavo Vásquez Montoya Director P. Jairo Yate Ramirez Diseño Editorial Andrea C. Hernández S. Impresión Casa Editorial El Tiempo
la casa, en vano se afanan los albañiles; si Dios no guarda la ciudad, en vano vigila la guardia” (Sal 127,1). Todos los colombianos tenemos una personal responsabilidad con la patria. Cada uno debe constituirse en un sembrador y constructor de la paz, con los medios a su alcance y desde el sitio donde vive. Todos tenemos el poder inmenso de la oración para suplicar a Dios la victoria del bien sobre el mal, del perdón sobre la venganza, del amor sobre el odio, de la paz sobre el terrible desastre de la guerra. Pidamos el don de la paz, escenario amplio y fecundo del bien común. Pidamos la paz para ver florecer todos los aspectos de la vida humana, lo material y lo espiritual, lo comunitario y lo individual, lo temporal y lo que se proyecta a la trascendencia. Pedimos “los frutos del Espíritu (que) son amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fi-
delidad, modestia, dominio de si” (Gal 5,22). Los diálogos de paz en La Habana están expuestos a serios vaivenes. Avanzan pero también retroceden. Se presentan hechos de muerte que rompen la coherencia en la búsqueda sincera del cese de la guerra. Todos esperamos resultados que nos permitan vivir en libertad y por caminos de progreso verdadero. Los creyentes aportamos nuestra oración a Dios, además de posiciones razonables y justas frente a la problemática de cada día, allí donde vivimos. Construimos una Colombia justa, fraterna y equitativa. Somos realistas ante las limitaciones, pero estamos llenos de esperanza porque creemos en Dios, en su providencia de Padre y en su asistencia a todas las personas que le abren con humildad su corazón. Creemos en la poderosa intercesión de la Virgen
más esquiva es ella, mayor necesidad hay de buscarla. No podemos acostumbrarnos a una cultura de indiferencia o pesimismo. Los espacios aptos para construir la paz son sagrados, no podemos corromperlos transformándolos en espacios para diseñar muerte y venganzas sucesivas. Es inmensa la responsabilidad ante Dios, ante la patria y ante la conciencia de cada uno. Reclamamos a quienes tienen la misión privilegiada de avanzar los diálogos de paz, gobernantes e insurgentes, que depongan toda motivación errada y tengan ante sus ojos la vida y el bien real de los colombianos. Dios bendiga nuestra patria.
Flavio Calle Zapata. Arzobispo de Ibagué.
Eufemismos…Equívocos…Verdades a Medias… Autor: Padre, Mario García Isaza, formador seminario mayor en Ibagué, Colombia. Se
ha puesto de moda, - y eso hace parte de la estrategias maquiavélicas de quienes se empeñan en socavar los principios de la ética cristiana – el emplear eufemismos y expresiones equívocas; el no llamar las cosas por su nombre, si éste puede provocar reacciones contra lo que se afirma. Cuando no se quiere salir a exponer sin ambages una tesis, se la camufla con una terminología ambigua y que pueda parecer inocua. Y en esa red tramposa del lenguaje maliciosamente calculado caen muchos ingenuos. Es lo que sucede cuando al aborto no se lo designa con ese término, sino llamándolo “interrupción del embarazo”, y añadiéndole en ocasiones un epíteto aún más especioso: “ interrupción terapéutica” ; o esgrimiendo, para justificarlo, el llamado dizque derecho de la mujer a disponer de su cuerpo; o cuando, como en las últimas semanas, a la eutanasia
se la denomina con la expresión “ muerte digna” ; o cuando, para decir que no deben tenerse como anormales y éticamente inaceptables, ni corregirse por tanto, ciertas conductas aberrantes, se alega dizque el derecho al libre desarrollo de la personalidad; o cuando se presentan como parámetros de modernidad y de progreso las leyes y normas que arrasan con los fundamentos de la moral individual y social, y que en realidad no son otra cosa que la relajación moral de los llamados países desarrollados; o cuando se pretende justificar lo injustificable reivindicando una pretendida autonomía del hombre frente a la ley, y erigiendo un subjetivismo moral que solo puede conducir al caos. El aborto voluntario es toda acción que tenga como finalidad, y alcance como resultado, interrumpir el proceso de gestación de un embrión, en cualquier momento a partir de la fecundación. Y la eutanasia es cualquier procedimiento cuyo propósito directo sea el de interrumpir la vida de una persona, generalmente alegando como pretexto el deseo de evitarle sufrimientos. Y re-
sulta que lo uno y lo otro, en buen romance, se llama asesinato. ( Asesinar : “matar a alguien con premeditación” – Diccionario de la Real Academia ) No es eutanasia el no emplear medios artificiales para prolongar una vida cuando no hay, desde el punto de vista médico, y humanamente hablando, ninguna posibilidad de recuperación. Caso en el cual, - es lo que enseña la Iglesia católica y lo que piden la piedad familiar y la caridad cristiana - el deber no es prolongar esa vida, valiéndose de los artificios que la ciencia y la técnica actual proporcionan, sino hacer cuanto esté al alcance para atenuar el sufrimiento brindándole al enfermo todo el afecto y todos los cuidados que sean posibles mientras llega el momento de su muerte natural. No nos dejemos engañar por un lenguaje maliciosamente estudiado para, no llamándolas por su nombre, presentar como aceptables realidades que son contra la ley natural, que es ley de Dios. Lo peor es que, en esa campaña deletérea, por desgracia orquestada e inSigue pág.8
Junio 2015
“Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”
(Hechos 2,4)
Desde entonces los cristianos católicos recordamos y celebramos en “Pentecostés” el don del Espíritu Santo. El Espíritu Santo ya no es más promesa, ahora es realidad, presencia, acción viva y eficaz; ya no es exclusivo de algunos pocos como había sucedido en tiempos pasados, ahora es “Don”, regalo de Dios para todos los creyentes. Con este acontecimiento se abre una nueva época, el tiempo de la Iglesia, el tiempo del Espíritu Santo.
Autor: Padre, Jorge Enrique Bustamante Mora. Teología en la universidad javeriana en Bogotá. Licenciado en teología bíblica, universidad gregoriana en Roma – Italia. Sacerdote Arquidiócesis de Ibagué, Colombia.
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urante muchísimo tiempo, Dios Padre había prometido darnos un “Espíritu nuevo”, promesa que los profetas presentaron de diversas maneras y que el pueblo esperó pacientemente; pasaron los años, los siglos, y en la plenitud de los tiempos vino Jesús, el Hijo amado, y confirmó la promesa, digamos la recordó profundamente; basta leer los capítulos 14 al 16 de San Juan, donde Jesús insiste o mejor se reafirma en la promesa que el Padre nos había hecho: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré” (Jn 16,7), además en estos capítulos profundizó sobre el actuar del Espíritu y ahondó su compromiso de enviarlo. Promesa que una vez resucitado retoma y reafirma; interrogado sobre el momento de restablecer el reino de Israel: “Él les contestó: «A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad, sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los con-
fines de la tierra.»” (Hechos 1,7-8). Así, en la comunidad de los creyentes se despierta el deseo del cumplimiento de esta promesa. La fiesta de Pentecostés es una fecha memorable para los judíos, ya que celebraban la fiesta del fin de la cosecha y llevaban sus “primicias”, los primeros frutos, a Dios; al tiempo que conmemoran el regalo de la Ley dada en el Sinaí a Moisés. Llegada la fiesta de Pentecostés de aquel año de la muerte de Jesús, cuando la comunidad de los primeros discípulos ven que han pasado cincuenta días desde aquel momento especial de la Pascua, de la resurrección del Señor Jesús; el pequeño grupo de seguidores de Jesús en medio de temores y miedos no se esperaba tan pronto el cumplimiento de una promesa mantenida por siglos, aunque habían sido advertidos sobre su cumplimiento todo sucedió de manera inesperada “De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso...”, el relato completico está en Hechos de los Apóstoles 2, 1-13. Así que la famosa promesa del Padre y del Hijo ahora tiene su cumplimiento.
El relato de Hechos 2, 1-13 nos hace una “descripción” de lo ocurrido, sobria pero expresiva, después de leerla nos surgen interrogantes como ¿qué fue lo que realmente paso allá en esa fiesta de Pentecostés? ¿Qué cambió la vida de los discípulos? Como respuesta debemos decir que en el fondo se trató de un acontecimiento misterioso que sobre pasa la experiencia terrena; misterio que para su comprensión y para manifestarlo ante los demás tiene necesidad de símbolos perceptibles, es decir de formas que lo hagan visible a los ojos de quienes lean o escuchen este relato, pero que al mismo tiempo esconda el misterio de lo acontecido; así que, qué mejor que describirlo como una ráfaga de viento que irrumpe, que llena, que invade pero que nadie puede controlar… describirlo como unas lenguas de fuego que se posan sobre aquellos que reciben la gracia del Espíritu. ¡Genial! Para mi resulta súper genial ver la capacidad expresiva en estas imágenes de lo que aconteció en aquella fiesta, los que recibieron el Espíritu sienten como una ráfaga de viento que los llena, que los impulsa a ser testigos de Jesús, viento que los invade por todos lados, pero al mismo tiempo son como lenguas de fuego que se posan sobre ellos, como convirtiéndolos en grandes “cirios” que deben alumbrar a la humanidad. El cristiano que recibe el Espíritu debe gastarse alumbrando a los otros, debe dejarse invadir totalmente por el Espíritu Santo y ser testigo de Jesús en Sigue pág.7
Un Pan y una copa de vino, cambian el corazón de cualquier ser humano. La Eucaristía es celebrada por el hijo de Dios, es signo de salvación, comida, unidad, servicio, caridad, entrega y eternidad. La mejor dieta para un gran líder, cristiano, misionero, apóstol y testigo de Dios en el mundo. Corpus et sanguis Christi. 7de junio 2015. Marcos 14, 12-16.22-26 El Corazón de Cristo es símbolo de la fe cristiana, síntesis de la encarnación y de la redención, manantial de bondad y de verdad, expresión de la buena nueva del amor, palpitación de una presencia en que se puede confiar. Sagrado Corazón de Jesús. 12 de junio 2015. Juan 19,31-37. San Maximiliano Kolbe decía: El signo concreto de que el Espíritu Santo es el Inmaculado Corazón de María, y, no por necesidad, sino por disposición divina, el Espíritu Santo actúa sólo a través de la su esposa inmaculada, humana y mediadora de todas las gracias que santifican y los dones del Espíritu. 13 de junio de 2015. Cf. Lucas 2, 41-52. El reino de Dios es el fruto de una gran cosecha espiritual que genera vida. La comunidad es la primera beneficiada con el Reino propuesto por Jesús, se forma y se construye el ambiente comunitario con la base de la Palabra, no somos los autores principales, somos el resultado de una Palabra que se encarnó en nuestros corazones y sentimientos y nos permitió llamarnos hermanos, comunidad, Iglesia, Reino. 14 de junio 2015. Marcos 4, 26-34 El poder de Dios asombra y fortalece la debilidad humana. Los milagros suceden porque tú tienes fe, el cambio de tu vida, depende de tu fe; la salud mental y espiritual depende de tu fe. La fe tiene su rumbo: caminar de la mano de Dios. “Hasta el viento y el mar le obedecen”. 21 de junio de 2015. Marcos 4, 35-41. La salvación, un encuentro de dos realidades: el poder de Dios y la fe de un creyente. La preocupación de Dios es la totalidad, Dios piensa y actúa mejor que nosotros, mientras estamos pensando en una sanación parcial de nuestro cuerpo o de nuestro espíritu, Él está pensando en nuestra felicidad, en todo lo que significamos para Él. “No temas, basta que tengas fe”. 28 de junio 2015. Marcos 5, 21-43. Pbro. Jairo Yate
Nuestra Iglesia Vive Monseñor, Gustavo Vásquez Montoya. Vicario de Pastoral. 15 años de este proceso en nuestra Iglesia particular de Ibagué.
“La Iglesia existe para evangelizar”. El anuncio de
Cristo con nuevo ardor, nuevos métodos y nueva expresiones es el camino a través del cual la Iglesia de Ibagué quiere asumir el mandato del Señor de ir a anunciar el Evangelio. El SINE, sistema integral de Nueva Evangelización, se empezó a conocer en la Arquidiócesis de Ibagué, a través de las experiencias de las parroquias Nuestra Señora de Fátima y del Espíritu Santo impulsado por sus párrocos los padres Aurelio Yañez Gómez y Julio César Fuentes Moreno hacia el año 1.997. En el año de 1.998, monseñor Libardo Ramírez Gómez, obispo de la diócesis de Garzón (Huila), organizó una jornada de formación para los sacerdotes de su diócesis orientada por el sacerdote salvadoreño Rogelio Esquivel, sacerdote que tenía implementado el SINE en su parroquia con notable éxito, en dicha jornada participaron los sacerdotes Oscar Germán Montalvo y Gustavo Vásquez de la Arquidiócesis de Ibagué. En 1.999 se invitó al Padre. Rogelio Esquivel para que viniera a presentar el proceso SINE y a orientar el retiro Kerigmático a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué. Monseñor Juan Francisco Sarasti Jaramillo, en el año 2.000, al celebrar el centenario de creación de la diócesis de Ibagué y el inicio del tercer milenio cristiano asumió el proceso SINE como opción diocesana para impulsar la Nueva Evangelización. Esta opción quedó plasmada en el mismo plan de pastoral vigente entre los años 2.002 a -2009, prolongado hasta el 2.013. Plan pastoral que fue asumido y continuado por Monseñor Flavio Calle Zapata. El SINE ha sido enriquecido con los aportes del documento de Aparecida, el Magisterio Pontificio de san Juan Pablo II, Benedicto XVI y del Papa Francisco. El nuevo plan de pastoral 2.0142.020 asume el reto de seguir impulsando la Nueva Evangelización reconociendo la validez del SINE como instrumento válido al servicio del anuncio del Evangelio. La mayoría de los sacerdotes han recibido capacitaciones en congresos y jornadas de estudio; también se ofreció un segun-
Junio 2015
“Quédate con nosotros Señor”
Primer Congreso SINE
Arquidiócesis de Ibagué - Mayo 29, 30 y 31 de 2.015 do retiro kerigmático para sacerdotes efectuado en el año 2.013 con un equipo liderado por el Padre Marco Antonio Guerrero y conformado además por los laicos Martha Isabel Naranjo y Henry Arango. El Seminario Mayor María Inmaculada realizó en el año 2.014 su retiro anual, dirigido por la red nacional de Nueva Evangelización; han recibido capacitación y han organizado pequeñas comunidades al interior del mismo seminario con el fin de conocer el proceso y tener la formación básica para implementarlo en su futuro ministerio. Momentos significativos en el proceso Sine: Primeras misiones parroquiales año 2.000 IV Congreso nacional de Nueva Evangelización, septiembre 1-4 de 2.002 Encuentro de Obispos y Vicarios de Pastoral, agosto 5- 7 de 2.011. Congresos nacionales del SINE: la Arquidiócesis ha participado en cada uno de los congresos que ha organizado la red de nueva evangelización; todas las delegaciones a los congresos han estado acompañadas por el señor Arzobispo, el Obispo Auxiliar, el Vicario de pastoral y han participado además sacerdotes y laicos que participan activamente en el proceso SINE. El VII Congreso internacional SINE se realizó en Brasil, en octubre del año 2.013, una delegación presidida por el Señor Arzobispo estuvo presente. La Arquidiócesis está vinculada activamente a la red de Nueva Evangelización que conforman 40 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia. Los señores Arzobispos Juan Francisco Sarasti y Flavio Calle Zapata, han sido presidentes de esta organización. La coordinación del SINE en la Arquidiócesis,
para reforzar el compromiso misionero de las parroquias y re impulsar el proceso SINE: misión 2.009, misión de la familia, misión con los jóvenes. Actualmente en el año 2015 existe un abundante número de comunidades sine en las diferentes vicarías foráneas, por ejemplo en la vicaría inmaculada, existe en 5 parroquias. Vicaría de san Juan Bautista en 7 parroquias. Vicaría del Espíritu Santo en 7 parroquias. Vicaría san José obrero en 8 parroquias. Vicaría del inmaculado corazón de María en 4 parroquias. Vicaría san Miguel arcángel, en 2 parroquias. Vicaría santa Gertrudis en 4 parroquias. Vicaría de santa Bárbara en 4 parroquias. Se destaca la Parroquia Iglesia catedral metropolitana con 30 comunidades sine.
con el fin de animar el proceso y el encuentro con el obispo, ha organizado 12 encuentros generales de comunidades que han tenido como sede el colegio Tolimense, el colegio INEM, colegio Champanat y la catedral. Durante estos quince años se ha brindado capacitaciones al clero, a los laicos, se han implementado todos los niveles que ofrece la red de nueva evangelización. Las capacitaciones se han ofrecido para toda la Arquidiócesis, para las Vicarías Foráneas y también para las parroquias. El documento de Aparecida y la exhortación de nuestros Obispos a impulsar la Misión continental ha representado una voz de aliento
Una sentida acción de gracias al Señor que ha impulsado este proceso de evangelización mediante al cual se están recogiendo frutos que animan la vida y la misión de esta Iglesia que peregrina en el Tolima; gracias a la Santísima Virgen María, nuestra Madre y Patrona, por ser modelo de discípula y por su maternal intercesión; gracias a nuestros pastores: Obispos y sacerdotes que han animado y acompañado el itinerario evangelizador desde la Curia y cada una de las comunidades parroquiales; gracias al laicado que con madurez ha acogido la llamada del Señor al encuentro con Él que los ha invitado a ser sus discípulos misioneros en la Iglesia arquidiocesana de Ibagué. Monseñor Gustavo Vásquez Montoya. Vicario para la pastoral de la Arquidiócesis de Ibagué
Junio 2015
¡Detente mundo!
Los niños lebensborn Autor: Mons. Froilán Casas Ortiz. Obispo de Neiva, Colombia. Permítame, amigo lector, iniciar este artículo, agradeciéndole infinitamente al doctor Hugo Fernando Cabrera Ochoa, tanta generosidad en su columna titulada: “FROILÁN: EL BUEN PASTOR”. Dios lo siga acompañando en todos sus proyectos. Comparto un mensaje bajado de internet. Se trata de los niños de la “experiencia” LEBENSBORN, palabra alemana que significa FUENTE DE VIDA. Lean esta escalofriante historia. ¡Qué crueldad la del hombre de todas épocas, culturas, geografías, etc.! Y nos seguimos llamando humanos. Deberíamos llamarnos caníbales, antropófagos. Los nazis ocuparon a Noruega durante cinco años, de 1940 a 1945. El monstruo del Hitler quería una etnia pura, la etnia aria. Él admiraba a los vikingos; entonces mandó soldados alemanes para que engendraran en mujeres noruegas y así con un experimento eugenésico, lograr una “raza pura”. Un hombre megalómano y loco es capaz de todo, -y no estamos lejos de la realidad en nuestro país-. Nos causa pavor las atrocidades cometidas por el nacional socialismo; la venganza, en este caso, es similar a aquello que padecemos. Pues los noruegos dolidos por los vejámenes dejados por la barbarie nazi, odiaron a esos inocentes niños, producto del “experimento” y fueron tratados como “mocosos nazis” y, “putas de los alemanes”. Muchos terminaron en orfelinatos y sufrieron abusos sexuales. Fueron clasificados como “retardados” y recluidos en clínicas mentales. Ejemplo de ello, el orfanato de Bergen: los niños fueron sacados a desfilar para que la gente los azotara y escupiera.
Un niño relata que fueron puestos en una pocilga, donde pasaron días enteros sin comer y a otros se les arrojó ácido en la piel para quitarles su “olor nazi”. Esto ocurrió en la década de los cincuenta. ¡Qué paradoja! Nos quejamos de la maldad de los nazis y quienes sufrieron sus bestialidades, tuvieron las venganzas más inhumanas e inverosímiles empleando sus mismas armas. Definitivamente el hombre cuando se convierte en dios, es la bestia más salvaje del planeta. Nos horrorizamos de la matanza de los niños, pero nos parece “normal” matar a centenares de inocentes en los úteros maternos. ¡Qué horror! El hombre es un ser absolutamente contradictorio. Uno es el discurso y otros son los hechos. Este es un país polarizado. Se busca la paz con discursos virulentos. No se quiere escuchar al otro. Se reprueba con acritud el disenso. Si el otro no está de acuerdo conmigo, ya es mi enemigo. Combatimos un dogmatismo, con otro dogmatismo más crudo. Cacareamos los derechos individuales e irrespetamos los colectivos. Combatimos la pobreza y con los programas asistencialistas, la mantenemos. Nuestra mentalidad de pobres, nos hace pordioseros y miserables; queremos despertar compasión para seguir siendo pobres. Japón es un país pobre que vive en la prosperidad y la riqueza; Colombia es un país rico lleno de quejidos y lamentos de pobreza. Mientras no cambiemos de mentalidad, nunca saldremos de pobres. Mientras no desarmemos nuestros corazones llenos de odio y venganza, nunca llegaremos a disfrutar la paz. De alguna manera el experimento de lebensborn se manifiesta en nuestro medio con hechos similares. Conferencia episcopal de Colombia
El silencio habla A
Autor: Cristian Camilo Cárdenas Aguirre. Seminarista tercer año de teología, Arquidiócesis de Ibagué, Colombia.
lo largo de la historia, el hombre ha estado amenazado por la sola palabra; en la sociedad actual, el silencio está en cuidados intensivos y constantemente enajenado por un sinnúmero de informaciones que recibe constantemente a través de los medios de comunicación, los coloquios, el mismo discurrir del hombre y los pensamientos que a diario ofuscan a la misma persona dejándola sin salida; lo anteriormente dicho, se refleja en una afirmación de Martín Heidegger: “El hombre es un ser que habla”. Esto conlleva a que el ser humano se centre solo en el discurso y no permita acoger al silencio que envuelve la misma palabra y le da forma al significado. No basta con hablar, sino también con dejar que el silencio profundice las palabras para poder ser expresadas; de lo contrario sería banalidad, vaciedad y tendríamos entonces que llamar a las palabras simplemente “charlatanería”, ya que distancia la palabra de su fundamento; Wittgenstein, al respecto, intuye en su séptimo aforismo expresando que “sobre lo que no se puede hablar es mejor guardar silencio”. Es así que solo en el silencio, la palabra adquiere su verdadero sentido, al punto de ser expresada mediante un camino indispensable que converge en transformar al interlocutor. El teólogo Alemán Dietrich Bonhoeffer, al entrelazar palabra y silencio afirma: “hagamos silencio antes de escuchar la Palabra, para que nuestros pensamientos se dirijan ya hacia la Palabra. Hagamos silencio después de la escucha de la Palabra, porque ella nos habla todavía, habi-
tando en nosotros. Hagamos silencio temprano en la mañana, porque Dios debe tener la primera Palabra, y hagamos silencio antes de acostarnos porque la última Palabra pertenece a Dios. Hagamos silencio por amor a la palabra”. Es en el silencio donde la palabra adquiere significado, por ende, no se entiende la palabra sin el silencio, como no se concibe el silencio sin la palabra. Luego unidas, conllevan a la elocuencia de una verdadera comunicación que se impregna en el cosmos y a su vez lo transforma; Sólo quien es capaz de hacer alianza entre silencio y palabra, logra encontrar el verdadero significado de la creación: “sin hablar y sin palabras y sin voz que puedan oírse, por toda la tierra resuena su proclama, por los confines del orbe sus palabras (Salmo 19, 4-5). Ante un mundo lleno de ruido, hacer silencio es importante, para que el mundo tome significado ya que “sin silencio la palabra es enfermiza, no cura” (Pbro. Raúl Ramírez), y la sanación del ruido, es el mismo silencio que crea verdaderas relaciones interpersonales. Por tanto, palabra y silencio son realidades inseparables, ellas se conciben intrínsecamente para luego ser comunicada. El silencio forma la palabra y la palabra se hace realidad al ser expresada. Solo en el silencio se entreteje la palabra mediante una ardua y exigente labor de filigrana a la que después de todo un proceso, es dirigida al oyente.
La compasión
Autor: Marina Enciso Velásquez. Administrador público, especialista en control interno, universidad militar nueva granada.
U
no de los valores más importantes que debemos recuperar, es la capacidad de afectarnos por el sufrimiento ajeno y de comprometernos frente a la vulnerabilidad del prójimo. No confundamos con la piedad que se asimila a la pena o a la lástima, cuando contemplamos la desgracia como algo sin remedio, a lo sumo manifestando condolencias. La compasión en cambio nos alienta a ayudar porque nos ponemos en el lugar de la persona que nos necesita y sentimos su sufrimiento o dolor. La sensibilidad de la humanidad se ha endurecido, se ha vuelto indolente, egoísta y centrada en el propio bienestar: niños y ancianos abandonados; normas laborales demasiado rígidas; enfermos desatendidos por un sistema tecnificado y eficaz, pero que ve la compasión como una debilidad. Ninguno de estos males va a
desaparecer, pero un mundo compasivo puede atenuarlos, descubriendo este valor en variados momentos y circunstancias, tal vez pequeños, pero que contribuyen a elevar significativamente la calidad humana. ¿Cómo despertar el sentimiento de la compasión en las personas? Con una buena educación afectiva; mediante la enseñanza de la compasión y la procura de ayuda a otras personas; del sentimiento de indignación ante la injusticia y del sentimiento de respeto por todo lo válido, lo que se traduce en atender, cuidar, proteger a los débiles, los enfermos, la naturaleza, etc. Adicionalmente, debemos cesar en la construcción de esta sociedad competitiva y utilitaria. La competencia en los estudios y el trabajo nos hace recelosos y desconfiados, nos hace vivir a la defensiva, nos hace romper los vínculos afectivos. El sentimiento de la compasión nace en el interior de cada persona, pero debemos crear conciencia y dirigir nuestros esfuerzos a cultivar
este valor, mediante el cual se reafirman y se perfeccionan otros valores, como la generosidad, la sencillez, la solidaridad, la comprensión y el valor de la ayuda desinteresada. El Catecismo de la Iglesia Católica señala una serie de ocasiones que nos ayudan a descubrir la compasión en el Señor Jesucristo: Se identifica con los enfermos (“estuve enfermo y me visitaste”) Mateo 25,36) (n.1503); vino a curar el cuerpo y alma del hombre y a liberarnos de la esclavitud del pecado (n.549; 1421); Su compasión proclama que es “lícito en sábado hacer el bien en vez del
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mal, salvar una vida en vez de destruirla” )Mc 3,4). De otra parte, sabemos que Jesús predicaba mediante parábolas. En Lucas 10,25-37 conocemos como nos enseña el sentimiento de la compasión: En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: ‘Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?’ Él le dijo: ‘¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?’ Él contestó: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo’. Él le dijo: ‘Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida’. Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: ‘¿Y quién es mi prójimo?’ Jesús dijo: ‘Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándole aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: ‘Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta’. ‘¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?’ Él contestó: ‘El que practicó misericordia con él’. Díjole Jesús: ‘Anda, haz tú lo mismo’.
¿Dignamente muertos?
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Autor: Padre, Raúl Ortiz Toro. Licenciado en teología patrística e historia de la teología, Maestría en Bioética. Seminario Mayor san José en Popayán (Colombia).
on respecto a las arduas discusiones sobre la mal llamada “muerte digna”, hace un par de días leí un mensaje en twitter que decía: “Si no están de acuerdo con la eutanasia, pues no se la practiquen. Dejen morir con dignidad.” La propuesta, lógica a la luz del subjetivismo moderno, resulta verdaderamente egoísta. La persona humana hace parte de una comunidad en la que cada quien es responsable del otro y donde aún resuena la pregunta de Dios al homicida luego de la muerte de Abel: “¿Dónde está tu hermano?”. El mundo actual desmoralizado pareciera responder con la misma altanería con la que contesta Caín a través de su evasiva dolosa: “No sé. ¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?” (Gn 4,9). Como estamos creciendo en esa sociedad en la que cada cual anda por su lado, resuelve sus problemas como le parezca, poco se interesa por el dolor o la alegría ajenas, entonces por ello muchos no entienden por qué la Iglesia siente como deber propio sentar su voz profética para denunciar el despotismo de la mal llamada laicidad del Estado. La Iglesia no puede quedarse callada. Busca que la persona humana encuentre la Verdad, el sentido de la vida, la opción fundamental, la comprensión del dolor y el sufrimiento dentro de la dinámica de la existencia, y se logre el cuestionamiento del utilitarismo que pretende que la dignidad humana sea solo un añadido gradual de acuerdo a una falsa concepción de “calidad de vida” medida en aspectos de perspectiva temporal y excepción del dolor. Ahora bien, también es cierto que a veces nos quedamos cortos porque utilizamos un lenguaje que a mucha gente no le dice nada. Estamos convencidos de lo que predicamos, pero no logramos persuadir a quienes deberíamos; algunos de los temas a los que más se resisten los indiferentes podrían ser: Dios es creador de toda vida y en su Providencia dispone nuestros días, desde la concepción hasta la muerte natural. El sufrimiento de una persona humana tiene un carácter salvífico, a ejemplo de
Cristo, que nos salvó con su Sangre. La Iglesia tiene el deber de salvaguardar el derecho a la vida de quienes, sumidos en una grave enfermedad, no siempre son conscientes de sus decisiones irreversibles. La ética laicista se mueve en otro contexto y por ello juzga estos argumentos como irrelevantes y nuestros estudios como precientíficos. El gran reto es que el punto de partida sea la antropología para luego llegar a las convicciones teológicas: ¿Te sientes apoyado por tu familia? ¿Por qué quieres morir? ¿En algún momento de tu vida tuviste que darle sentido a un sufrimiento del que te repusiste y luego viste sus efectos positivos? ¿Temes al rechazo y a la soledad? Como sacerdote he tenido que escuchar la confesión de muchas personas en estado de grave enfermedad que me dicen: “Pídale a Dios que me lleve”. En todos los casos he descubierto ausencia de amor familiar, de cercanía de los amigos, de vinculación del enfermo como parte activa del hogar, ausencia de confianza en Dios y, por supuesto, carencia de cuidados paliativos que con medicina eficaz alivien el dolor. Después de 18 años de la sentencia C-239 (1997) de la Corte Constitucional sobre “homicidio por piedad”, la
misma Corte en la sentencia T-970 (2014) instó al Ministerio de Salud para que redactara un Protocolo para la Conformación de Comités Interdisciplinares para la aplicación de la eutanasia. El Min. Salud firmó así el 20 de abril de 2015 la Resolución 1216. Hay varios excesos, desde el mismo hecho que ni la Corte Constitucional, ni el Ministerio tienen ordenamiento legislativo, por lo cual ese Protocolo nació viciado. Pero también el contenido es aterrador: por ejemplo el que la decisión de aplicar la eutanasia sea “sustitutiva”, dejando a los familiares del enfermo que está inconsciente, la decisión de segar la vida (Res.1216 art. 15), que la conformación de los comités no sea para defender la vida sino para supervisar la muerte (Sentencia T-970 Nro. 7.2.5) y que los integrantes de dichos comités no puedan hacer objeción de conciencia, de modo que deben presuponer una tendencia eutanásica (Res.1216 art.6). Igualmente, la negativa para que las instituciones presenten objeción de conciencia que “solo es predicable de los médicos” vinculados al procedimiento (Res.1216 art.8). Lamentablemente, este tipo de protocolos guardan motivaciones de orden económico. A las instituciones que deberían cuidar la salud les resulta menos onerosa la muerte que la aplicación de cuidados paliativos, que son efectivos pero de alto costo; escudados en una falsa piedad hacia el enfermo, abogan por la cama vacía, cuando en realidad lo que ya tienen vaciado, hace mucho tiempo, es el corazón.
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el aquí y en ahora, y llegar hasta los confines donde Dios lo coloque a lo largo de la vida. Las imágenes pueden ser expresivas, pero quedan cortas para manifestar lo que realmente sucedió. Si alguien me pregunta que fue lo que realmente paso le diría que el Espíritu Santo nos llenó, que Dios su promesa cumplió, que para mí el cómo no es preocupación, me basta saber que el Misterio me invadió; así se expresa Hechos 2,4: “Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.”. Esto es lo importante, que todos quedaron llenos del Espíritu y como había sido anunciado, por Jesús, todos se convirtieron en testigos valientes, ahora el mundo escucha el mensaje en diversas lenguas, a todos es posible el anuncio de la Buena Nueva. Lo importante no es el viento ni las lenguas de fuego, ni las lenguas extrañas, sino el efecto que el Espíritu obra en cada uno. Desde Pentecostés el Espíritu se hace presente de una manera especial entre los creyentes: les quita los miedos y les infunde valentía para anunciar a Jesús; les llena de fortaleza, les capacita para llevar el evangelio hasta los “confines de la tierra”; el Espíritu forma y dirige la comunidad de los creyentes, Él nos pone en sintonía con el corazón de Dios, nos empuja, como una ráfaga de viento, a vivir los valores del evangelio; en una sola palabra nos impulsa a vivir como hijos de Dios. Él nos hace tener una lengua de fuego que anuncia a Jesús. Así mi querido hermano y hermana lo importante es que hoy el Espíritu que habita en ti, en tu comunidad, en tu grupo, también produzca ruido, se haga oír para que otros se sientan llenos también del Espíritu Santo, porque la promesa o mejor la realidad del Espíritu es para todos. Feliz pentecostés, y será una hermosa fiesta si a partir de ella nos sentimos impulsados como los discípulos a dar testimonio de Jesús en todos los ambientes en que nos movemos, tenemos el don de lenguas para hacer oír el mensaje en el niño, en el joven, en el alejado, en el marginado, en el pobre, en el rico… etc. ¡Llenemos el mundo del amor de Dios! O como dice el Santo Padre Francisco ¡Hagamos lio!
La comunión de los presbíteros,
discípulos misioneros de Jesús, buen pastor Autor: Padre, Jesús Alejandro Castaño Bermúdez. Licenciado en filosofía y educación religiosa (Universidad católica de oriente). Licenciado en teología dogmática, (Universidad Santa Cruz, Roma, Italia) Sacerdote arquidiócesis de Ibagué. Colombia. El documento de Aparecida nos recuerda que todos los discípulos misioneros de Cristo estamos llamados a vivir en comunión; ésta un elemento constitutivo de nuestra identidad cristiana, no es optativo, secundario o periférico, pues “no hay discipulado sin comunión” (D.A. 156). La experiencia fundante del discípulo misionero tiene su origen en la comunión con Dios y su consecuencia será la comunión con el hermano: si no hay comunión con Dios y con el hermano, toda la obra de la evangelización es superficial e infecunda. La comunión sacerdotal debe ser vivida como comunión en diversos ámbitos, entre ellos se encuentra la comunión en el presbiterio. Todos los sacerdotes debemos hacer un esfuerzo reiterado por mantener una relación afable con todos los hermanos presbíteros, diáconos y con el propio Obispo, fomentando una sincera confianza, de amistad cordial, de un verdadero esfuerzo de armonía, y de una convergencia ideal y programática en la acción pastoral. Por la fuerza del sacramento del Orden, “cada sacerdote está unido a los demás miembros del presbiterio por particulares vínculos de caridad apostólica, de ministerio y de fraternidad” (PO 8). Por tanto, “la fraternidad sacerdotal y la pertenencia al presbiterio son elementos característicos del sacerdote” (Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros, 34). Para vivir la comunión en el presbiterio, el Directorio para la vida y ministerio de los presbíteros (recientemente actualizado) hace algunas recomendaciones; hemos tomado cuatro de ellas para nuestra reflexión:
Primera recomendación:
El presbiterio, lugar de santificación (Directorio, número 36)
El presbiterio es el lugar privilegiado en donde el sacerdote debiera poder encontrar los medios específicos de santificación y de evangelización; allí mismo debiera ser ayudado a supe-
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de gobierno- con docilidad ejemplar, y también debe tener un filial vínculo de fidelidad y servicio a la autoridad del propio Obispo, adhiriéndose corresponsablemente a los programas pastorales, haciendo un verdadero esfuerzo de armonía y de una convergencia ideal y programática, que no quita nada a una inteligente capacidad de iniciativa personal y empuje pastoral. Viene pág.3
rar los límites y debilidades propios de la naturaleza humana, especialmente aquellos problemas que hoy día se sienten con particular intensidad. El sacerdote, por tanto, hará todos los esfuerzos necesarios para evitar vivir el propio sacerdocio de modo aislado y subjetivista, y buscará favorecer la comunión fraterna dando y recibiendo -de sacerdote a sacerdote- el calor de la amistad, de la asistencia afectuosa, de la comprensión, de la corrección fraterna, bien consciente de que la gracia del Orden “asume y eleva las relaciones humanas, psicológicas, afectivas, amistosas y espirituales, y se concreta en las formas más variadas de ayuda mutua, no sólo espirituales sino también materiales”.
Segunda recomendación: Amistad sacerdotal (Directorio, número 37) La capacidad de cultivar y vivir maduras y profundas amistades sacerdotales se revela fuente de serenidad y de alegría en el ejercicio del ministerio; las amistades verdaderas son ayuda decisiva en las dificultades y, a la vez, ayuda preciosa para incrementar la caridad pastoral. El presbítero debe ejercitar la amistad con los hermanos en el sacerdocio y de modo particular con aquellos que se encuentren necesitados de comprensión, ayuda y apoyo.
Tercera recomendación: Vida en común (Directorio, número 38)
Una manifestación de esta comunión es también la vida en común, que ha sido favorecida desde siempre por la Iglesia; recientemente ha sido reavivada por los documentos del Concilio Vaticano II, y del Magisterio sucesivo, y es llevada a la práctica positivamente en no pocas diócesis. Entre las diversas formas posibles de vida en común (casa común, comunidad de mesa, etc.), se ha de dar el máximo valor a la participación comunitaria en la oración litúrgica. Es de desear que los párrocos estén disponibles para favorecer la vida en común en la casa parroquial con sus vicarios, estimándolos efectivamente como a sus cooperadores y partícipes de la solicitud pastoral. Por su parte, para construir la comunión sacerdotal, los vicarios han de reconocer y respetar la autoridad del párroco.
Cuarta recomendación: Comunión en la actividad ministerial (Directorio, número 33)
Cada presbítero ha de tener un profundo, humilde y filial vínculo de caridad con la persona del Santo Padre y debe adherirse a su ministerio petrino -de magisterio, de santificación y
cluso acicateada por cortes y por organismos del Estado, se llega hasta hacer afirmaciones verdaderamente atroces. En la columna de la señora Florence Thomas en El Tiempo del miércoles 6 de mayo, intitulada así : Nacer, morir : con dignidad , hay aseveraciones verdaderamente increíbles y bárbaras. La mencionada señora, - amén del maltrato deplorable que le inflige al buen castellano…- se ha convertido en corifeo y defensora del homosexualismo, del aborto, de la eutanasia, y de cuanto vaya en desmedro de los principios morales cristianos. Pues bien, en la mencionada columna, propende por la legalización total del aborto. Afirma que basta como motivo el que la mujer embarazada no quiera tener a su hijo, cualesquiera sean las razones de ese no quererlo. Y se despacha con la siguiente barbaridad : “ soy una convencida desde hace tiempo, y desde mi condición de sicóloga, de que es el amor y el deseo de una mujer de ser madre lo que humaniza un feto” (El subrayado, por supuesto, es mío. ) ¡ Por Dios ! ¿ De modo que el desear que nazca es lo que hace que un feto sea humano ? ¿ Qué es, entonces, ese feto, si ella no quiere que nazca ? ¿ Se dará cuenta esta señora Thomas de lo que está diciendo ? Me resisto a creer que lleguen a tanto su obcecación y su descarrío. Está muy descaminada la señora cuando, aludiendo a quienes profesamos otros principios – insisto, principios que emanan de la ley natural, que por serlo es anterior a toda ley positiva y está por encima de ella – y mencionando expresamente al señor Procurador General de la nación, habla de la agitación de aguas oscurantistas… ¡ Plegue a Dios que esas aguas logren salvar la patria, contra los que, ay , se empeñan en llevarla por malos caminos !
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Audiencia santo padre Francisco. Queridos hermanos y hermanos, ¡buenos días! En nuestro camino de catequesis sobre la familia tocamos hoy directamente la belleza del matrimonio cristiano. Esto no es simplemente una ceremonia que se hace en la Iglesia, con las flores, el vestido, la foto…El matrimonio cristiano es un sacramento que tiene lugar en la Iglesia y que también hace a la Iglesia, dando comienzo a una nueva comunidad familiar. Es aquello que el apóstol Pablo resume en su célebre expresión: “Éste es un gran misterio - esto del matrimonio - y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia”. Inspirado por el Espíritu Santo, Pablo afirma que el amor entre los cónyuges es imagen del amor entre Cristo y la Iglesia. ¡Una dignidad impensable! ¡Pero, en realidad, está inscrita en el designio creador de Dios, y con la gracia de Cristo innumerables parejas cristianas, aún con sus límites, sus pecados, la han realizado! San Pablo, hablando de la nueva vida en Cristo, dice que los cristianos – todos – están llamados a amarse como Cristo los ha amado, es decir, “sometidos los unos a los otros, que significa al servicio los unos de los otros. Y aquí introduce la analogía entre la pareja marido-mujer y aquella de Cristo-Iglesia. Es claro que se trata de una analogía imperfecta, pero debemos captar el sentido espiritual que es altísimo y revolucionario y, al mismo tiempo, simple, al alcance de todo hombre y mujer que se confían a la gracia de Dios. El marido - dice Pablo – debe amar a la esposa “como el propio cuerpo”; amarla como Cristo “como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella”. ¿Pero ustedes maridos que están aquí presentes, entienden esto? Amar a la propia mujer como Cristo ama a la Iglesia. ¡Éstas no son bromas, es serio! El efecto de este radicalismo de la dedicación pedida al hombre, por el amor y la dignidad de la mujer, sobre el ejemplo de Cristo, debe haber sido enorme, en la misma comunidad cristiana. Este germen de la novedad evangélica, que restablece la originaria
El matrimonio cristiano, es un sacramento de Dios tiene necesidad de su cotidiano camino en la fe, en el amor y en la esperanza, con todas las alegrías y las fatigas que este camino comporta en un matrimonio y en una familia. Dios los bendiga mil veces por esto! Gracias.
reciprocidad de la dedicación y del respeto, ha madurado lentamente en la historia, pero al final ha prevalecido. El sacramento del matrimonio es un gran acto de fe y de amor: testimonia el coraje de creer en la belleza del acto creador de Dios y de vivir aquel amor que empuja a seguir adelante siempre más allá, más allá de sí mismos y también más allá de la misma familia. La vocación cristiana a amar sin reservas y sin medida es lo que está en la base también del libre consentimiento que constituye el matrimonio. La misma Iglesia está plenamente involucrada en la historia de todo matrimonio cristiano: se edifica en sus logros y padece en sus fracasos. Pero debemos interrogarnos son seriedad: ¿aceptamos completamente, nosotros mismos, como creyentes y como pastores también, este vínculo indisoluble de la historia de Cristo y de la Iglesia con la historia del matrimonio y de la familia humana? ¿Estamos dispuestos a asumirnos seriamente esta responsabilidad, es decir, que todo matrimonio va en el camino del amor que Cristo tiene a la Iglesia? ¡Esto es grande!
En esta profundidad del misterio de lo creatural, reconocido y restablecido en su pureza, se abre un segundo gran horizonte que caracteriza el sacramento del matrimonio. La decisión de “casarse en el Señor” contiene también una dimensión misionera, que significa tener en el corazón la disponibilidad a hacerse intermediario de la bendición de Dios y de la gracia del Señor para todos. En efecto, los esposos cristianos participan, como esposos, en la misión de la Iglesia. ¡Y se necesita coraje para eso, eh! Por esto cuando yo saludo a los flamantes esposos, digo: “¡He aquí los valerosos!” Porque se necesita coraje para amarse así como Cristo ama a la Iglesia. La celebración del sacramento no puede dejar afuera esta corresponsabilidad de la vida familiar con respecto a la gran misión de amor de la Iglesia. Y así, la vida de la Iglesia se enriquece cada vez con la belleza de esta alianza nupcial, como también se empobrece cada vez que ésta es desfigurada. ¡La Iglesia, para ofrecer a todos los dones de la fe, del amor y de la esperanza, tiene necesidad también de la valerosa fidelidad de los esposos a la gracia de su sacramento! El pueblo
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Una parroquia naciente, que va al paso con la evangelización
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n la etapa 9 del barrio el Jordán en la ciudad de Ibagué, existe una parroquia con el nombre de San Bonifacio. Este obispo y mártir inglés (680- 754) Nació en Crediton – Devonshire, empezó sus estudios teológicos en los monasterios de Exeter y Nutcell. En el año 715 realizó una expedición a Frisia, con el fin de convertir a paganos del norte de Europa. Hacia el año 718 Bonifacio visitó a Roma y el papa Gregorio II le encargó la misión de organizar la Iglesia en Alemania y evangelizar a los paganos. Nombrado obispo, Bonifacio retornó a Alemania y bautiza a miles de paganos. El 5 de junio del año 754, con 70 años junto con 50 de sus compañeros fue asesinado en Flandes, cerca de la ribera de Borré Becque. San Bonifacio es patrono de la ciudad de Ibagué, en aquel entonces (1970) el estadio Murillo Toro estaba bajo su auspicio. En los inicios la parroquia (1985) el 19 de noviembre de este año, el padre Carlos Arturo Reyes (Q.E.P.D), celebró la primera Eucaristía por el eterno descanso de las personas que fallecieron en la tragedia de Armero, desde entonces comenzó el trabajo pastoral en este barrio del Jordán.
Al año siguiente, el seminario envió a algunos de sus estudiantes para catequizar a los niños El padre Jairo Maldonado CM (Q.E.P.D) seguiría celebrando la Santa Misa los domingos a las 5 pm. El diácono Humberto Rodríguez, junto con el padre Álvaro Panqueva CM (Q.E.P.D) formador del seminario mayor en ese entonces, y la junta de acción comunal contrataron unas máquinas para explanar un lote entre las manzanas N y E y construyen una El diácono Humberto fundó un grupo de oración llamado “Los corazones”
para orar por esta Iglesia naciente. Los recursos protemplo comenzaron a allegarse en 1989 con bazares y banquetes de solidaridad. El seminario mayor de la arquidiócesis de Ibagué tuvo participación a través de sus estudiantes. Monseñor José Joaquin Flores bendijo la primera piedra del templo, el 15 de octubre de 1990. Se emprendió la labor para conseguir los fondos y adquirir el terreno donde se construiría el templo parroquial. En el año 1991 fue nombrado encargado del trabajo pastoral el padre Luis Francisco Ramírez cuya labor comprendía la siguiente jurisdicción territorial: novena etapa del Jordán, Arkamónica, Tierra linda y El Edén. El padre Ramírez a partir del año 2003 fue apoyado por otros sacerdotes, y el primer colaborador fue el padre José Gilberto Galeano, quien logró un brillante renacer pastoral en las celebraciones sacramentales, el proceso sine, y la catequesis con los niños y jóvenes. El 21 de Febrero de 2004 fue erigida a cuasi- parroquia, en el 2007 el padre Zamir Pérez llegó a esta comunidad dando continuidad en el proceso de evangelización sine y animó a los niños a formar parte de la infancia misionera; el grupo de oración “Los corazones” pasó a apoyar las actividades pro- templo para conseguir fondos económicos a fin de conseguir las licencias necesarias para la construcción y adecuar el terreno.
El 7 de enero de 2008 comenzó a fungir el padre Andrés Felipe Suarez, creó nuevas comunidades. En este mismo año inició la construcción del templo parroquial, gracias a las donaciones y a la buena respuesta de la comunidad a las actividades programadas. La arquidiócesis colaboró con dos “templotones” en los años 2009 – 2010 con los cuales se lograron aportes económicos que se invirtieron en las paredes, la estructura metálica del techo, las ventanas y la puerta lateral. El 2 de febrero de 2014 pasó de cuasi parroquia a parroquia según decreto 217 firmado por el Excelentísimo Monseñor, Flavio Calle Zapata Arzobispo de Ibagué, y fue nombrado párroco al reverendo padre Andrés Felipe Suarez Cubillos, Es una parroquia naciente, próspera, acogedora, llena de fe, en la que se revelan el amor y la gloria de Dios; cuenta con 12 comunidades sine, Legión de María, Rosario de San José, Grupo de Monaguillos, Infancia Misionera, Consejo Parroquial, Coppas, Ministros de la Comunión, Grupo de Lectores, Grupo Vocacional, Catequistas, y en proyecto una Los servicios Eucarísticos se celebran en el templo de lunes a sábado a las 5 pm y 6 pm, y los domingos a las 7am, 9am, 5pm, 8pm, y en el Centro Comercial la Estación a las 12.00. La casa cural se encuentra ubicada en la manzana E casa 35 IX etapa del Jordán, teléfono: 2775677. Se continúan las actividades por parte de su párroco; se está terminando el cielo raso del templo, y está en proyecto la capilla de adoración diurna y la casa cural. La obra material y espiritual sigue creciendo gracias a todos los pastores que han acompañado y han dejado su semilla del Evangelio en la comunidad, y a todos los buenos corazones que han hecho posible que el templo se siga levantando. Edgar Leal Useche, seminarista, tercer año de filosofía, seminario mayor de Ibagué, Colombia. Camilo Andrés Díaz, Estudiante Comunicación Social (Uniminuto).
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Porción del pueblo de Dios, que peregrina la zona industrial de Ibagué bajo la protección de la Santa Cruz
Con gran alegría presentamos las Cuasiparroquias de la Santa Cruz del Barrio Varsovia, San Marcelino Champagnat del Barrio Villa Café y el Centro de Atención Pastoral San Juan Evangelista, Pueblo de Dios que Peregrina en medio de la zona ondustrial y la Carrera 5ª de Ibagué, Dos comunidades atendidas por varios Sacerdotes que iniciaron su tarea pastoral desde hace más 20 años y la última desde hace año y medio. Los fieles de esta comunidad son personas humildes y de costumbres católicas, sus manifestaciones de fe se ven plasmadas en la participación constante y viva de la Eucaristía dominical, como en las celebraciones de la Pascua tanto navideña como de Resurrección, en las fiestas marianas, especialmente de nuestra Sra. Del Carmen y la Virgen de Aránzazu, y la Amplia devoción al Señor de los Milagros, al igual que en la celebración de los diversos sacramentos. El Pbro. José Ferney Quimbayo Garrido, Licenciado en filosofía y ciencias religiosas, universidad católica de oriente, es su actual Párroco que junto al Diácono Luis Mauricio Bernal Villalba nos ofrecen una bella semblanza de su comunidad.
El Pueblo De Dios… Las Cuasiparroquias de la Santa Cruz y San Marcelino Champagnat como el Centro de Atención Pastoral San Juan Evangelista se encuentran ubicadas en la comuna nueve, Zona Industrial; tomando en línea imaginaria desde los terrenos de la Fiscalía al cañón del río Combeima aguas abajo hasta el puente de la variante subiendo en margen izquierda hacia la Glorita de Mirolindo tomando así la Avenida Pedro Tafur hasta la Quebrada Hato de la Virgen en el deprimido y después del barrio el Ciudad luz arriba de la Quebrada hasta la antigua vía Férrea comunicándose en línea imaginaria con los terrenos de la Fiscalía. La
Sede central de las cuasiparroquias y el centro de atención pastoral es la Casa Parroquial de Varsovia, ubicada en el Barrio Bosques de Varsovia, atendiendo pastoralmente 16 barrios y las empresas del Sector Industrial. (Varsovia I y II, Villa Arcadia, Sector de la Fiscalía, Zona Industrial Vía Mirolindo-Bogotá, Villa Café, Tahití, Coopdiasam, Ciudad Luz, Hacienda Villa Luz, Villa Yuly, Hato de la Virgen, Portal de la Paz, Chaquen, Vivenza, Altamira y Portal de la Virgen I y II.)
Aspecto Religioso La población de este sector es en su mayoría de religión católica. Existe un substrato religioso que lleva a una buena aceptación del sacerdote y a las prácticas religiosas y devocionales. En la actualidad las cuasiparroquias cuenta con la presencia de un sacerdote y un diacono y la colaboración de un seminarista los fines de semana. Con ellos se hace atención a la comunidad parroquial. Existe un gran proselitismo religioso por parte de sectas y movimientos de tipo protestante. En la parroquia hacen presencia las siguientes: Testigos de Jehová, Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, Iglesia Adventista del 7° día.
La Infraestructura Parroquial Contamos en el momento con tres PreTemplo (Enramadas) Estructura metálica y encierro en malla eslabonada, con bancas y pisos rústicos. Anexo al Pre- templo de la Santa Cruz esta la Sacristía en Material y la Casa Cural, en el Pre- templo de San Marcelino y San Juan Evangelista se encuentra de la misma forma, solo construido de modo provisional con la mismas características en un lote de sesión de la Comunidad, se tiene en arrendo un local donde se guardan todas las cosas. Toda esta obra realizada con recursos propios de la Comunidad parroquial (Bazares, Bingos, Banquetes de Pan y Vino, Almuerzos, Rifas, Ofrendas). La Cuasiparroquia de la Santa Cruz, Barrio Varsovia nace de la Parroquia San Judas Tadeo por iniciativa de un buen grupo de personas, que hacen su petición por primera vez a la parroquia Nuestra Sra. de Chiquinquirá del Barrio Piedra pintada, en Diciembre de 1994, quien atenderá por unos meses la Eucaristía Dominical, asistiendo el Pbro. Oscar Montalvo, hasta que
el Párroco el Pbro. Oscar Rebellón (QEPD) pide que soliciten de modo expreso al Señor Obispo su atención Pastoral de la Parroquia Correspondiente; dialogado esto en el mes de enero, y ya en el mes de febrero el señor Obispo delegada al Pbro. Francisco Guzmán, Vicario de la Parroquia San Judas Tadeo atender Dominicalmente esta comunidad, que inició de forma permanente el Domingo 12 de febrero de 1995. Así al observar que la población crecía en este sector y cada vez más se urbanizaba se ve la necesidad de buscar donde celebrar la eucaristía cada ocho días, poco a poco se fueron haciendo grandes esfuerzos por conseguir un sitio donde celebrar la Eucaristía. Con la ayuda del Pbro. Antonio María Muñoz y actividades de toda la comunidad, el 2 de marzo de 1996, con la asistencia del Alcalde, la Banda de guerra de la Brigada y la Comunidad en general. Se consagró un monumento a la Virgen de Aránzazu, en una de las esquinas de la 1ª Etapa de Varsovia donde se celebraba la Eucaristía. El 1º de diciembre de 2001, con decreto 255 de Monseñor Juan Francisco Sarasti Jaramillo fue erigida esta comunidad como Cuasiparroquia de la Santa Cruz, siendo nombrado como cuasipárroco el Pbro. José Norvey Betancourt, quien atendió esta comunidad por tres años ya residiendo en medio de la comunidad. El 4 de enero de 2004 fue nombrado como 2º Cuasipárroco el Pbro. Wilson Alirio Acosta quien fuera párroco por 8 años, residiendo en arrendo en medio de la comunidad. En el mayo de 2004 año fue bendecida la Primera Piedra por el Excelentísimo Señor Arzobispo Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué, teniendo presente que ya se estaban haciendo todos los trámites de la legalización y proyectos urbanísticos, estructurales y arquitectónicos de la Futura parroquia. Como de todo el proceso de un fuerte trabajo pastoral centrado en formar comunidad. Llegando así a la legalización de los terrenos que eran Lotes de Sesión del Urbanizador al Municipio, que la comunidad parroquial compro al Municipio con un área de 740 mts², hay que anotar que en ningún momento se recibió ninguna ayuda y/o donación de los urbanizadores que solo se quedó en promesas, y así mismo se hi-
cieron todos los tramites de cambio de uso de suelo ante el consejo municipal, así proyectando los proyectos a la Curaduría sin grandes avances. Ya el 28 de diciembre de 2012 llega como Párroco el Pbro. José Ferney Quimbayo Garrido que sigue los caminos trazados por los anteriores sacerdotes en los proyectos de construcción. Y por los problemas que se tenían por la ocupación del quiosco, construye para la Semana Santa del 2013 en el lote propio, con recursos y actividades que el antecesor había dejado, una enramada en estructura metálica junto a la Sacristía en material con capacidad más o menos para 200 personas. Reinicia entonces el proceso de Licencia de Construcción ante la curaduría Dos de Ibagué, consiguiéndose ésta el 23 de Abril de 2014, dándose así inicio a la Construcción de la Casa parroquial con pocos recursos, pero con la ayuda siempre generosa de la comunidad y de la curia Diocesana, obra que se termina el mes de Septiembre y así mismo se inauguró con la fiesta del Señor de los Milagros en Colombia y el mundo entero Fiesta de la Exaltación de la Santa cruz, por el Obispo Auxiliar Mons. Orlando Roa Barbosa. Se continua en la actualidad con el envió de proyectos a Alemania para la consecución de recursos para la obra del templo y así pagar la deuda de la construcción de la casa parroquial. Sacerdotes que han prestado el servicio ministerial allí: P. Oscar Montalvo, como lo indicábamos anteriormente quien dio pie a esta gran obra, atendiendo solo dos meses esta comunidad, lo sucede el P. Francisco Guzmán quien toma de lleno la atención Pastoral con los Eucaristías Dominicales y otros servicios. Al ser elevada a Cuasiparroquia lo sucede el P. José Norvey Betancourt, primer Cuasi-párroco de la Santa Cruz 1º de Diciembre de 2001, quien habitó ya en esta jurisdicción y fue dando los pasos necesarios a la consolidación de la Cuasiparroquia en la atención más concreta y especial a la comunidad, lo sucede el P. Wilson Alirio Acosta 2º. Cuasi-párroco de la Santa Cruz, 4 de Enero de 2004, quien al igual que su predecesor habita en el barrio pagando arriendo y va dando término a la consecución, compra y legalización de los terrenos. El 28 de diciembre de 2012, hasta la fecha, es sucedido por el P. José Ferney Quimbayo Garrido como 3er. Cuasi-párroco quien junto al Diacono Luis Mauricio Bernal Villalba que fue asignado en enero del presente año para apoyar
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El caminar con Cristo
Autor: Padre, Carlos Andrés Pinzón.
El caminar con Cristo, para un joven, en una sociedad como la nuestra puede tornarse complicado. Para nadie es un secreto que los jóvenes de hoy nos sentimos atraídos por lo que no requiera mayor esfuerzo, nos gustan las comodidades, darnos gusto en todo. Nos parece que el iniciar una vida de oración, frecuentar los sacramentos y divertirnos sanamente es imposible… ¡pero no! Basta un “abrir el corazón”, un dejar de lado las rebeldías absurdas y estar dispuestos a sentirnos amados. ¿A quién no le gusta sentirse amado? ¿Quién voluntariamente rechaza los consuelos?... Hace 2 años y 6 meses un grupo de jóvenes empezó a comprender esto. Un mar de inquie-
tudes, muchas preguntas y deseos de utilizar las fuerzas de la juventud en algo que diera sentido a la vida, dio paso al nacimiento de “Ángeles de Luz”, grupo juvenil de la parroquia Santos Ángeles Custodios de Ibagué. “En este grupo nos dejamos amar” afirma una de sus integrantes. “El grupo no es un grupo común porque estamos guiados por Cristo… Cristo es sinónimo de Amor” dice alguien más. Puede sonar demasiado soñador, muchos creerán que estamos inventando, pero no. Somos un grupo fortalecido por el amor, y desde la experiencia de ese amor hemos aprendido a sufrir con los que sufren, a compartir tristezas y alegrías. Nos esforzamos por ser sensibles ante los sentimientos del mismo Cristo que a cada segundo nos llama y nos dice: “Ven, te necesito”. No hemos caído ante las muchas adversidades porque más que compañeros, somos amigos, somos hermanos en esta gran fami-
lia que es la Iglesia. Hemos descubierto que el mundo tiene un afán desordenado por hacernos olvidar que más que cuerpos somos almas que necesitan ser salvadas y cumplir una misión, por eso mismo, aunque no sea fácil, le hemos abierto nuestro corazón a la voz del señor y hemos llegado a comprender que fuera de Él no hay felicidad verdadera. Con deseos de tomarnos cada vez más en serio nuestra formación espiritual, hemos acogido la propuesta “SINE Juvenil” de la arquidiócesis de Ibagué. En lo poco que llevamos con estas temáticas, hemos logrado ver como la respuesta a cada actividad no se hace esperar. Cada encuentro hace que los jóvenes se integren, pierdan el miedo a expresar sus ideas y se cuestionen sobre el rumbo que le están dando a sus vidas. A medida que pasa el tiempo ellos se sienten mejor acogidos y eso hace que nos motivemos entre todos. El SINE juvenil tiene como finalidad, fortalecer y educar la fe y a su vez, que los jóvenes sigamos verdaderamente a Cristo. Nosotros, animados por este objetivo, hemos visto como en nuestro grupo se ha logrado un orden en cuanto a las temáticas y una relación cada vez más cercana con el señor. Seguimos al señor y no hemos perdido nuestra juventud, nuestra alegría. Al contrario, si bien es cierto que hay dificultades, nuestras alegrías son cada vez más numerosas y sinceras. No necesitamos hacer lo que todo el mundo hace, apegarnos a modas o cuestiones pasajeras, vivimos de la mano de aquel que es siempre joven y escuchamos su palabra siempre actual. Si nos pidieran hoy un mensaje para los jóvenes podríamos decir con todo nuestro corazón junto a San Juan Pablo ll “Al contacto con Jesús despunta la vida, lejos de Él solo hay oscuridad y muerte…” Que nadie tenga miedo de acercarse a su amor. Todo es cuestión de cerrar los ojos y sentir como a cada latido del corazón nos dice “te amo y te necesito”.
Junio 2015
La “cultura de la muerte” y el valor de la vida humana Autor: Pbro. Diego Fabián Pulido Arciniegas. Maestría en teología moral y Magister en Bioética. Roma-Italia. Sacerdote de la arquidiócesis de Ibagué, Colombia.
Autor: comité ambiental defensa por la vida.
¿Cuál es el proyecto minero?
E
La Colosa es un proyecto minero a tajo abierto de gigantescas proporciones que pretende extrae el oro diseminado que se encuentra en las montañas de Cajamarca (Tol). Al sacar el oro se acaba para siempre las montañas, la flora y fauna de los sitios de explotación, se contaminan las aguas con cianuro y metales pesados y se destruye su ciclo hidrológico.
l pasado 25 de Marzo, Solemnidad de la Anunciación del Señor se llevó a cabo la Jornada por la vida, y se celebraron veinte años de la encíclica Evangelium vitae, de Juan Pablo II. Hoy, ante la arrasadora “cultura de la muerte”, que de muchas maneras agrede y lesiona la dignidad de la persona humana, queremos hacer eco al mensaje impregne de esta encíclica: “el valor y la inviolabilidad de la vida humana”. Cuando hablamos de “cultura de la muerte”, nos referimos a la mentalidad, a la manera de ver al ser humano y al mundo, que fomenta la destrucción de la vida humana más débil e inocente por parte de los más fuertes y poderosos. La “cultura de la muerte” son esas estructuras de pecado, caracterizada por una cultura contraria a la solidaridad. Son amplios sectores de la opinión pública que justifican algunos atentados contra la vida en nombre de los derechos de la libertad individual, y sobre este presupuesto pretenden no sólo la impunidad, sino incluso la autorización por parte del Estado, con el fin de practicarlos con absoluta libertad y además con la intervención gratuita de las estructuras sanitarias. “Quien con su enfermedad, con su minusvalía o, más simplemente, con su misma presencia pone en discusión el bienestar y el estilo de vida de los más aventajados, tiende a ser visto como un enemigo del que hay que defenderse o a quien eliminar. Se desencadena así una especie de «conjura contra la vida», que afecta no sólo a las personas concretas en sus relaciones individuales, familiares o de grupo, sino que va más allá llegando a perjudicar y alterar, a nivel mundial, las relaciones entre los pueblos y los Estados”.
El agua vale más que el oro Si a la vida no a la mina
¿Qué es el oro diseminado?
Es grave y preocupante el fenómeno de la eliminación de tantas vidas humanas incipientes o próximas al ocaso, como también el hecho de que la conciencia misma, casi oscurecida por condicionamientos tan grandes, le cueste cada vez más percibir la distinción entre el bien y el mal en lo referente al valor fundamental de la vida humana. Ante esta “conjura contra la vida”, es necesario reconocer el valor incomparable de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural. De ahí que cuando un hombre nace Dios desliza sobre los bolsillos de nuestra conciencia una carta que dice “No Matar”. Tal precepto moral que tiene un sentido negativo inmediato: indica el límite, que nunca puede ser transgredido por nadie, dado el carácter inviolable del derecho a la vida, bien primero de toda persona. Pero tiene también un sentido positivo implícito: expresa la actitud de verdadero respeto a la vida, ayudando a promoverla y haciendo que progrese por el camino de aquel amor que la acoge y debe acompañarla.
Luego de la dignidad del hombre, hemos de reconocer también la sublime vocación del hombre, llamado a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, y que halla en plenitud en la participación de la vida misma de Dios. Lo sublime de esta vocación sobrenatural manifiesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal. En efecto, la vida en el tiempo es condición básica, momento inicial y parte integrante de todo el proceso unitario de la vida humana. Un proceso que, inesperada e inmerecidamente, es iluminado por la promesa y renovado por el don de la vida divina, que alcanzará su plena realización en la eternidad (cf. 1 Jn 3, 1-2). Al mismo tiempo, esta llamada sobrenatural subraya precisamente el carácter relativo de la vida terrena del hombre y de la mujer. En verdad, esa no es realidad «última», sino «penúltima»; es realidad sagrada, que se nos confía para que la custodiemos con sentido de responsabilidad y la llevemos a perfección en el amor y en el don de nosotros mismos a Dios y a los hermanos.
Se encuentra en partículas microscópicas dentro de la roca. Según datos de la misma multinacional, existe cerca de un gramo de oro por una tonelada de roca, para poder extraer el oro hay que utilizar grandes cantidades de agua mezclada con cianuro y otros químicos.
¿Qué riesgos existen?
Además de la contaminación de suelos, agua, aire, destrucción de nichos ecológicos y ecosistemas de alta montaña, debemos recordar que Cajamarca es un extenso sector de la cordillera central, que se encuentra en un área de alto riesgo sísmico debido a la cercanía con fallas geológicas y el volcán Machín. Si esto sucede, se perderá soberanía y autonomía alimentaria en el Tolima, que es un departamento agropecuario, no minero.
¿Cuánta agua necesitan? Para el procesamiento de 100.000 toneladas diarias de roca se deben utilizar 3.000.000 de litros de agua por hora, esto equivale al agua que consume una persona en 50 años de su vida. Si es estado somos todos, ¿por qué aceptamos que unos pocos gobernantes corruptos regalen y acaben los recursos de la nación? No permitamos que nos impongan una destrucción de nuestro territorio, exijamos respeto por las decisiones de las comunidades y el estado social de derecho. Apoyemos la defensa al derecho colectivo a un ambiente sano, compartiendo este mensaje y participando activamente de la VII marcha carnaval en defensa del agua, la vida y el territorio, para el día 5 de junio a las 2.00 pm frente a las instalaciones del Sena. Mayores informes en el teléfono 318 875 3222 en Ibagué.
Junio 2015
Los más Grandes en el
Reino de los Cielos...
Por: Aminta Cárdenas, integrante equipo de la Pastoral de la Niñez
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e los Niños dice nuestro Papa Francisco; “Ellos son una riqueza para la Iglesia y para nosotros, nos hacen ver que todos somos siempre hijos, necesitados de ayuda, necesitados de amor y perdón, que son las condiciones para entrar en el Reino de Dios”…. “el fruto más bonito de la bendición que el Creador ha dado al hombre y a la mujer”. Por eso celebramos con Gozo y Alegría El Encuentro De Los Niños Con El Pastor el Día 25 de abril en el Coliseo Del Colegio Champagnat.
Todos los niños de nuestra Arquidiócesis nos encontramos con nuestro Pastor, Monseñor Flavio Calle Zapata, muy dispuesto compartió catequesis con su característica sencillez y en forma amena y todos, niños y niñas, mantuvimos la atención, participando con alegría de este encuentro. La acogida y animación musical y motivación de los diferentes momentos aportó la comunidad juvenil Barak. Un sentido momento de oración, “El camino de Emaús, el Encuentro con Jesús” Lc. 24, 13 y siguientes, aportado por el Grupo Juvenil Misioneros en Camino. Y el acto central “La Paz a Ustedes” por la comunidad de jóvenes Jesús y María de la Renovación Católica Carismática con danza y recreación de parábolas, que disfrutamos todos los asistentes recibiendo la enseñanzas de Jesús, amigo de los niños. Agradecimiento a todos los que prestaron sus servicios haciéndose partícipes del encuentro, a los Catequistas, párrocos, pastoral de la infancia misionera, comunidad Jesús y María de la Renovación Católica Carismática, Jóvenes de misioneros del camino, comunidad Barak y agentes de la Pastoral de la Niñez con su Delegado padre Carlos Andrés Pinzón. Este evento en contexto con el mes de los niños y viviendo lo que nuestro santo padre El Papa Francisco afirma que los niños son una riqueza para la Iglesia.
“Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a Mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.” Pero Jesús dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a Mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.”
Sacerdote y periodista
Autor: Miguel Ángel Castro Sarmiento, alumno II de Filosofía, seminario mayor, Ibagué, Colombia.
“Procuren, de común acuerdo, todos los hijos de la iglesia que los instrumentos y medios de comunicación social se utilicen eficazmente, sin la menor dilación y con el máximo empeño, en las más variadas formas de apostolado y evangelización” (Cf. Decreto Inter Mirifica 13)
Primer seminario de formación en filosofía y teología franciscana “Me agrada que enseñes teología a los frailes, con tal que con ese estudio no apagues, el espíritu de oración y devoción”. El lugar de celebración será en el auditorio Uniminuto, ubicado en la calle 17 N. 2-57, en Ibagué, durante los días 19 al 20 de junio del 2015, el seminario incluye diploma certificado por la universidad de san Buenaventura. Mayores informes en el teléfono 263 8720 y 263 8427. La programación es la siguiente: Para el viernes 19 de junio de 2015: 8:30 - 9:00 AM 9:00 - 9:45 AM 9:45 – 10:15 AM 10:15- 11:00 AM 11:00 – 2: 45 PM 2:45 – 3:00 PM 3:00- 3:45 PM. 3:45 - 4:14 PM 4:15 - 5:00 PM. 9:00 - 9:45 AM. 9:45 – 10:15 10:15- 11:00 AM 11:00 – 2: 45 PM 2:45 – 3:00 PM 3:00- 3:45 PM 3:45 - 4:14 PM 4:15 - 5:00 PM.
Oración Presentación de la metodología e introducción al tema. Fray Ricardo Alfonso Leaño OFM Refrigerio Antropología Franciscana. La singularidad de la persona, Fray Luis Fernando Benítez OFM Receso Logística Organización de los grupos de trabajo, Fray, Dairon Hinestroza OFM Ética y Economía Franciscana. A partir del pensamiento de Pedro Juan Olivi Fray Luis Fernando Benítez OFM refrigerio Trabajo por grupos Para el sábado 20 de junio. 8:30 - 9:00 AM. Oración La Evangelización y la misión en la teología franciscana. Fray Dairon Hinestroza OFM Refrigerio Cristología franciscana Fray Pierre Guillen Ramírez OFM Receso Plenario, Fray Dairon Hinestroza OFM Mariología y Eclesiología Franciscana Fray Pierre Guillen Ramírez OFM Refrigerio Conclusiones. Entrega de certificados.
La anterior citación del documento emanado por el Concilio Vaticano II en el decreto dirigido a los medios de comunicación fue precisamente la misión que realizo el Reverendo padre Javier Arango Jiménez, a quien quiero dedicar este homenaje. En su vida como sacerdote evangelizo de la manera más objetiva y certera en los medios de comunicación social sin perder su bella vocación como presbítero. El padre Arango Nació en Santa Isabel Tolima el 6 de Mayo de 1945, hijo de Luis Eduardo Arango y Edelmira Jiménez. Realizó los estudios primarios en el colegio Diego Fallón de Ibagué, los de secundaria en el seminario Menor San Joaquín de Ibagué. En 1964 ingreso al Seminario Mayor María Inmaculada siendo rector el padre Esteban Amaya CM, para realizar sus estudios de filosofía y posteriormente los teológicos en la Universidad Javeriana de Bogotá. Ordenado sacerdote por imposición de manos y oración consecratoria de Monseñor José Joaquín Flórez Hernández el 8 de Diciembre de 1972. Desempeño su ministerio sacerdotal como vicario cooperador de la Catedral (1973 – 1977), Párroco de San José Obrero (1978 – 1979), Capellán de la Sexta Brigada (1978 – 1999), capellán de La Presentación (1982 – 1999), delegado episcopal para las comunicaciones sociales (1993 – 1999) y miembro del consejo presbiteral. Se dedicó con gran entusiasmo a la evangelización y participación social en los medios de comunicación como radio, prensa y Televisión en el programa “TV HOY” noticiero del que hizo parte por varios años; de allí que fuera conocido como gran orador y periodista no solo en el ámbito tolimense sino incluso en el ámbito nacional. Impulsó obras sociales como la Fundación y Santuario Ciudadela Divino Niño junto con la hermana Francisca. Fundó el famoso viacrucis al Cerro de Pan de Azúcar que aún se mantiene en tradición religiosa y cultural de Ibagué desde hace 38 años. En la radio trabajó en la ya desaparecida emisora Radio Súper AM durante varios años en programas como “Alo contamos con tigo” y “Tolima Campesino”. En 1986 cubrió con lujo de competencia la visita pontifical de San Juan Pablo II a Armero y a nuestro país. Falleció en un accidente aéreo el 20 de marzo de 1999 cuando venía de cubrir algunos acontecimientos para su noticiero desde el sur del Tolima. Padre Arango: gracias por hacer viva la iglesia y transmitir una buena evangelización en los medios más populares de nuestro departamento y de nuestro país, el periodismo y principalmente la arquidiócesis le seguirá recordando como aquel que fue “SACERDOTE Y PERIODISTA”
RAFAEL ANTONIO FERRO EDGARD ACOSTA HERRERA CARMEN GONZALEZ ALBERTO TRILLEROS EUGENIO LOPEZ BARRERO SARA SOLORZANO VIUDA DE SABOGAL LUIS EDUARDO LOZANO RONDON JOSE ADALBER RODRIGUEZ FREDESMINDA VANEGAS DE RAMIREZ MARIA MELANIA CORTES MENDOZA RUTH YAMILE VARON AGUSTIN MURCIA LOPEZ MANUEL VILLALBA ORTIZ BERNARDO RAYO SILDANA CUELLAR MAYORGA ALFONSO FONSECA PAEZ SOLEDAD OBANDO DE HERNANDEZ ANUNCIACIÓN HEREDIA DE ROPERO CLEMENTE TOVAR SANCHEZ MARLENE ABRIL DE ZAMBRANO ESTHER JULIA GOMEZ VALENCIA JOSE HERBERT MARTINEZ TORRES JORGE ENRIQUE SUACHE URBANO JOSE TRINIDAD VARON PEREZ CARLOS JULIO MARTINEZ VARELA MELIDA BARRAGAN PELAEZ ISABEL SABOGAL DE GUZMAN RAMON AGUIAR MUÑOZ GABRIEL ADOLFO MATEUS MORALES NOEL RICO ARCESIO CORTES CARRETERO FRANCISCO BENUR CARDOZO RIVERA ALICIA BLANDON DUQUE FRANQUELINA GARCIA VIUDA DE PEREZ MONICA FERNANDA CAMINOS GORDILLO AURORA LOPEZ DE CARDONA ALONSO CORREA GIRALDO LUIS FELIPE OROZCO CAMACHO JOSEFINA MARIN DE SANDOVAL EDDIE SANTIAGO CIFUENTES VARON EMMA UBAQUE DE GARZON JESUS OSCAR MORAD MONTOYA LINA ISABEL SUAREZ GUZMAN JUDITH PEREZ AROCA CARMELO VARGAS LOZANO LUIS ARTURO SARMIENTO LOPEZ ORLANDO VARGAS GALEANO MARIA JAZMIN ZAMORA MAECHA ALFONSO OSPINA CUELLAR GRACIELA VALENCIA TEJADA FERNANDO MOSQUERA ORTIZ GLORIA TORRES DE THOMAS JESUS MARIA AGUIRRE NUÑEZ ANA BERTILDA OSPINA DE RICO JOSE HELMER URIBE BOTERO ALDEMAR GUZMAN AURA ROSA CASTAÑO PARRA CARLINA DE JESUS OSPITIA DE BELTRAN HERNANDO MERA ROSERO LUZ ESTELA MANRIQUE LOZANO LUIS ENRIQUE ARBELAEZ HENAO ANTONIO JOSE NORIEGA CHINCHILLA LUCRECIA ARTEAGA DE PORTELA OSCAR ALFREDO MEYER GOMEZ FABIO PEREZ SAAVEDRA LEOPOLDINA MONTIEL DE BRIÑEZ EDELMIRA BERNAL PIÑEROS LUIS GENTIL MORALES RAMIREZ NANCY CAROLINA SANCHEZ CASTRO JOSE JAIME CRUZ GOMEZ MESIAS ORTIZ ROJAS LUCILA MURCIA DE ALVAREZ JOSE ORMANDO VASQUEZ SIERRA SAUL SANTOS FORERO MARIA AMELIA GIRALDO DE RIVERA SANTIAGO LOSADA MARIA ELOISA GUAYARA DE GUTIERREZ NESTOR GUTIERREZ JOSE IGNACIO HERNANDEZ ORTEGA JORGE MORENO GARCIA PEDRO ALONSO MOSCOSO VILLA ALICIA CUELLAR DE VARGAS CONCEPCION CASTAÑO DE GOMEZ ELIZABETH BUITRAGO DE LAVERDE ALVARO RIVERA GAITAN MARGARITA VARGAS DE ROMERO VICENTE CASTELLANOS IVAN LEONARDO LONDOÑO GUERRERO FELIX ESTEBAN PEREZ NELLY LONDOÑO DE FALLA CARLOS JULIO SANCHEZ MARIO ZAPATA CASTELLANOS GERARDO HERRAN MARIA ALICIA ORJUELA DE HERNANDEZ NOHEMI HERNANDEZ GRACIELA CARDENAS DE ROMERO EDILBERTO PARRA ZAPATA DEMETRIA GUZMAN DE CAMACHO MATILDE BERMUDEZ DE BONILLA JOSE FLORENCIO RIVERA ACEVEDO MARTHA CAMARGO DE SANDOVAL VICENTE SERVANDO ROJAS MORENO JOSE MIGUEL NEIRA BERTULFO HERRERA POVEDA QUERUBIN GARCIA CASTRO LUIS FELIPE CARRILLO PERDOMO HELIODORO ZARATE MARTINEZ SIXTO MEDINA QUINTIN JAIRO MORENO SOTO BELARMINA VIDALES DE RAMIREZ RESFA ZABALA DE GIRON JOSE EVERSAIN OCHOA SUAREZ MARIA ANTONIA LADINO DE HERNANDEZ LEONOR DEVIA ROSA GUZMAN DE GARCIA CANDIDA ROSA RESTREPO PALACIO LUIS EDUARDO TORRES OVALLE MARIA ARGENIS ZAMORA DE DEVIA HELIO FABIO SANCHEZ SEGURA GLORIA CECILIA OSPINA ALVIS