A un año de la visita del Papa Francisco:
“Sigamos caminando juntos”
La alegría del Evangelio en compañía de María
El concierto, la Santa Misa y el ágape fraterno, han sido un espacio de congratulación a Monseñor Flavio, por llegar a una fecha memorable de vida y ejercicio del ministerio sacerdotal.
El Equipo de Animación Bíblica de la Arquidiócesis, invita a todos los miembros de nuestra Iglesia Arquidiocesana a acoger y reflexionar estos temas que se nos proponen a través de la cartilla para el mes Bíblico de este año: LA ALEGRIA DEL EVANGELIO EN COMPAÑÍA DE MARIA.
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Mes de la Biblia
Nuestro dolor... y el de la Iglesia
Para todos los que nos sentimos miembros de la santa Iglesia, es ineludible compartir el dolor del Papa y atender a su llamada. “Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no actuamos a tiempo, reconociendo la magnitud y gravedad del daño que se estaba causando...
Encuentro Mundial de las Familias
“Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo. ¿Qué significa esto? Significa que, después de haber encontrado el amor de Dios que salva, intentemos, con palabras o sin ellas, manifestarlo a través de pequeños gestos de bondad en la rutina cotidiana y en los momentos más sencillos del día”. Papa Francisco Tambien los curso de familia constructora del Reino de Dios, Promoción Humana (dirigido a miembros del COPPAS), Formación Comunicadores para la Iglesia y Animación Bíblica. Póngase en contacto con nosotros: teléfonos 2633424 y 2611680 ext 121 o al Celular 3123716988.
Formando al Laico transformamos el mundo
El Instituto de Teología Pastoral, ITEP, siguiendo la misión evangelizadora de la Iglesia Arquidiocesana en Ibagué ofrece para el segundo semestre del 2018 la formación en Teología, Biblia, Educación Religiosa Escolar y Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión.
¡La Iglesia es una familia de familias!
Mons. Miguel Fernando González M Obispo Auxiliar de Ibagué
E
sta preciosa expresión fue repetida por el Papa Francisco en el encuentro Mundial de las Familias, que hace pocos días tuvo lugar en Irlanda. Es una imagen hermosa de la Iglesia que conformamos aquellos que, por el bautismo, hemos sido convertidos en hijos de Dios. Si somos hijos de un mismo Padre, lógicamente somos hermanos, somos una familia que está unida por unos lazos más fuertes que los de la sangre. Nos unen los lazos sobrenaturales, la gracia de Dios, la presencia del Espíritu Santo en nuestras almas, que nos capacita para obrar santamente, o sea como auténticos hijos de Dios, aunque sigamos siendo humanos. Dios nos hubiera podido salvar de muchas otras formas, incluso revelándose a cada uno individualmente, como lo proponen corrientes protestantes radicales, que presentan como inútil la existencia de la Iglesia, pues cada uno puede comunicarse directamente con Dios y por tanto tener el conocimiento suficiente para poder salvarse individualmente. Nuestra fe, por el contrario, nos enseña cómo la revelación de Dios se ha caracterizado por escoger un pueblo y valerse de mediadores para llegar hasta nosotros. Jesús, lejos de abandonar esa realidad ya tan arraigada en su tiempo entre los judíos de “Pueblo de Dios”, funda el “nuevo pueblo de Dios”, que es la Iglesia, o como le gusta decir al Papa Francisco “El pueblo santo de Dios”. Ciertamente, en la Iglesia sabemos que nuestra vocación de santificarnos, aunque es una tarea personal, no es individual. Es decir: nuestra santidad es tarea que asume cada uno, usando responsablemente la gracia recibida, pero no es
Buenas noticias para la familia católica Calle 10 Nº 2-58 Tel: 2636918 - 2611680 www.arquidiocesisdeibague.org Consejo Directivo Mons. Flavio Calle Zapata Mons.Miguel Fernando González Mariño Mons.Gustavo Vásquez Montoya Director P. John Jaime Ramírez Feria Diseño Editorial Andrea C. Hernández S. Impresión Editorial Aguas Claras S.A. El Nuevo Día
Escríbenos a: kerygmaperiodico@gmail.com
una tarea que hacemos individualmente, sin contar con los demás y sin afectar a los demás. Nuestro proceso de crecer en santidad, viviendo cada vez más a fondo nuestra fe, es un proceso que incide en todos los que nos rodean. Dicho brevemente: nadie se santifica solo. Por eso es tan oportuna esa expresión del Papa en Irlanda a las familias: la Iglesia es
una gran familia. Estamos juntos para protegernos, ayudarnos, darnos ejemplo, animarnos, acompañarnos, en nuestro camino hacia la santidad. Como era de esperarse, en Irlanda el tema de los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia, salió a relucir en varias ocasiones, y ante las fuertes acusaciones contra toda
la Iglesia, el Papa siempre volvió una y otra vez presentándola como una gran familia en la que el dolor de un miembro afecta a todos y la santidad de unos, ayuda a todos. De nada sirve criticar a la Iglesia como si fuera la causante de los pecados de algunos de sus miembros, o como si todos fuéramos igualmente culpables. El pecado ciertamente no es de todos, ni la culpa es de todos. Más aún: aquellos que han pecado no lo han hecho a causa de ser miembros de la Iglesia. La Iglesia sigue siendo santa, porque la fundó Cristo y está guiada por el Espíritu Santo. Lo que si es cierto y no debemos olvidar es que, por esa santidad que posee la Iglesia, los pecados de sus miembros se hacen más graves e inexcusables. La oración y la penitencia nos debe unir en estos momentos de tormenta, como bien lo propone el Papa Francisco en su reciente carta al Pueblo Santo de Dios. El Santo Padre lo dijo con claridad ante las familias de todo el mundo reunidas en Dublín: “Este Encuentro es una oportunidad para las familias, no solo para que reafirmen su compromiso de fidelidad amorosa, de ayuda mutua y de respeto sagrado por el don divino de la vida en todas sus formas, sino también para que testimonien el papel único que ha tenido la familia en la educación de sus miembros y en el desarrollo de un sano y próspero tejido social (...) Me gusta considerar el Encuentro Mundial de las Familias como un testimonio profético del rico patrimonio de valores éticos y espirituales, que cada generación tiene la tarea de custodiar y proteger”. La familia es el gran tesoro de la Iglesia donde germina la santidad de sus miembros y por tanto es el lugar “natural” para alimentarla, protegerla y hacerla crecer.
horas del día. Monseñor, nos ha dado testimonio de oración, de ser un hombre de Dios, que sirve a su pueblo, cito nuevamente a san Juan Pablo II: “La oración hace al sacerdote y el sacerdote se hace, a través de la oración”. Sí, el sacerdote debe ser, ante todo, hombre de oración, convencido de que el tiempo dedicado al encuentro intimo con Cristo es siempre el mejor empleado, porque además de ayudarle a él, ayuda a su trabajo apostólico. Una fecha memorable como la que celebramos este día, es un acontecimiento que compartimos con cada una de nuestras familias de sangre y de presbiterios; por eso también, en esta fecha, damos gracias a Dios, por el apoyo espiritual y material, que nos han brindado nuestras familias, la suya propia Monseñor, su señora madre, doña Celia y nuestros pastores, nuestros formadores, nuestros fieles, nuestros amigos, cada una de las comunidades que hemos podido servir. Gratitud para todos ellos, que sin lugar a dudas, van desfilando en nuestra memoria y nos van apoyando con sus oraciones en nuestra entrega y servicio fiel a Dios y a su Iglesia.
Celebración de las Bodas de Oro Sacerdotales de Monseñor
Flavio Calle Zapata
Celebrar una Vida sacerdotal hecha entrega, desde ese 22 de agosto de 1968, cuando la imposición de manos, oración consagratoria y unción de parte del beato y ya muy próximo santo, Pablo VI, quién lo configuro con Cristo. Desde ese día ha estado al servicio de la Iglesia Católica en Colombia, 21 años como presbítero y 29 como Obispo. Hace quince años y unos meses llegó a Ibagué, procedente del oriente Antioqueño, un Obispo que, según palabras suyas, nos fue abriendo espacio en su corazón, que estaba dispuesto a ensanchar, para que todos cupiéramos en él, niños y ancianos, pobres y ricos, citadinos y campesinos, hombres y mujeres, obreros y artistas, en fin, todos los tolimenses, porque en su ministerio ha extendido sus plegarias y servicios como hombre de Dios; muchos caminos del Tolima, ha recorrido, aunque le queda la frustración de no haber escalado las cumbres del nevado del Tolima y haber subido al Machín, al que ha conjurado desde lo lejos para que no cause daños y tristezas a nuestra región.
Su ministerio sacerdotal, ha sido la experiencia vital del hombre de la Palabra de Dios, el hombre sacramento, el hombre del “misterio de la fe”, y ha enmarcado su ejercicio en una espiritualidad eucarística, mariana y josefina, como fruto del año de la Eucaristía, nos regaló una preciosa carta pastoral, un documento insigne en el magisterio de nuestros obispos diocesanos, promovió la construcción de 18 capillas de adoración al Santísimo Sacramento, instituyó a más de un centenar de ministros extraordinarios de la comunión para los enfermos y dio realce a la procesiones del Corpus Christi en la ciudad. En cuanto, a la piedad mariana, la manifestó, desde su llegada, con un gesto que quedó grabado en la memoria de los Ibaguereños, frente a la Catedral, sacó de su bolsillo una camándula, expresión espontánea de su amor a María santísima, amor a María, que también corrobora portando frecuentemente el anillo episcopal que tiene grabada la imagen de la Inmaculada. Capítulo especial, merece el patriarca san José, a quién profesa una singular devoción, que ha promovido entre nosotros a través de la constitución, en varias parroquias, el Rosario de San José, la literatura que permite el conocimiento y la devoción al santo, y los dos con-
gresos en su homenaje, lo que nos ha llevado a profesar un gran afecto espiritual al hombre custodio de niño Jesús y de su santísima madre. Damos gracias a Dios, porque en su ministerio episcopal ha primeriado, la cercanía a los pobres, a los necesitados, tanto institucionalmente como personalmente, el fortalecimiento del Banco de alimentos, el Hogar de paso para el habitante de la calle, el Hogar Sagrado Corazón en defensa de la vida, la consolidación de la Fundación de caridad para la salud, su colaboración para sostener la Casa del Niño, el apoyo a la ciudadela Divino Niño. Su cercanía real y efectiva para con algunos “descartados de la sociedad”, sus amigos de la calle, y tantos otros, que van vaciando sus bolsillos, o a veces los bolsillos de sus acompañantes. Su sacerdocio lo ha vivido con integridad, totalidad, sin reservas, sin respetos humanos, su sacerdocio ha sido vivido cada día, las veinticuatro
El concierto, la Santa Misa y el ágape fraterno, han sido un espacio de congratulación a Monseñor Flavio, por llegar a una fecha memorable de vida y ejercicio del ministerio sacerdotal; estos momentos nos han permitidos unirnos al señor Arzobispo, para agradecer a Cristo Jesús, el sumo y eterno sacerdote, el haberlo llamado a ser un ministro que en su nombre ha bendecido y ha comunicado a muchos los dones de la gracias que a manos llenas el Señor Dios quiere dispensar a su pueblo. Estamos alegres y agradecidos con Dios por permitirnos celebrar con Monseñor Flavio Calle Zapata sus cincuenta años de vida sacerdotal. En coro, decimos como el salmista: “Cantaré eternamente las misericordias del Señor”. Fuente: Mons. Gustavo Vásquez Montoya. (Estas son algunas de las palabras dirigidas en el ágape fraterno del 16 de agosto de 2018)
A un año de la visita del Papa Francisco:
“Sigamos caminando juntos” blica» que requiere la superación de la miseria y de la desigualdad.
5. Vencer las tinieblas que amenazan la vida
La visita que el Papa Francisco realizó a Colombia, el año pasado en septiembre, se convirtió en un acontecimiento grabado en millones de colombianos; su palabra de hermano y padre continúa resonando y no se puede dejar apagar, sus gestos auténticos de ternura y cercanía se han convertido en una “encíclica” para leer. Recordemos algunos de sus mensajes para que sigan iluminando nuestro caminar. Sus palabras están impregnadas de la fragancia más fina del Evangelio:
1. Vivir la esperanza y alegría
¡Sigan adelante! ¡Sigan adelante, así! No se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa, ¡sigan así! Que nadie los engañe, no se dejen robar la esperanza. por favor, mantengan viva la alegría, es signo del corazón joven, del corazón que ha encontrado al Señor… ¡Jóvenes, sueñen, muévanse, arriesguen, miren la vida con una sonrisa nueva, vayan adelante, no tengan miedo!
2. Reconocer la dignidad de la vida y la familia
El respeto sagrado a la vida humana, sobre todo la más débil e indefensa, es una piedra angular en la construcción de una sociedad libre de violencia. Además, no podemos dejar de destacar la importancia social de la familia, soñada por Dios
como el fruto del amor de los esposos, «lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros»… Las familias tienen necesidad de saber que en Cristo pueden volverse árbol frondoso capaz de ofrecer sombra, dar fruto en todas las estaciones del año, anidar la vida en sus ramas.
3. Recrear la verdad fundamental del amor de Dios
Han vivido momentos difíciles y oscuros, pero el Señor está cerca de ustedes, en el corazón de cada hijo e hija de este País. El Señor no es selectivo, no excluye a nadie, el Señor abraza a todos; y todos ―escuchen esto― y todos somos importantes y necesarios para Él. Dios nos ama con amor de Padre y nos anima a seguir buscando y deseando la paz, aquella paz que es auténtica y duradera.
4.Sostener a los hermanos con coraje
Colombia tiene necesidad de vuestra mirada propia de obispos, para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación, hacia la abdicación de la violencia como método, la superación de las desigualdades que son la raíz de tantos sufrimientos, la renuncia al camino fácil, pero sin salida de la corrupción, la paciente y perseverante consolidación de la «res pu-
Hay densas tinieblas que amenazan y destruyen la vida: las tinieblas de la injusticia y de la inequidad social; las tinieblas corruptoras de los intereses personales o grupales, que consumen de manera egoísta y desaforada lo que está destinado para el bienestar de todos; las tinieblas del irrespeto por la vida humana que siega a diario la existencia de tantos inocentes, cuya sangre clama al cielo; las tinieblas de la sed de venganza y del odio que mancha con sangre humana las manos de quienes se toman la justicia por su cuenta; las tinieblas de quienes se vuelven insensibles ante el dolor de tantas víctimas. A todas esas tinieblas Jesús las disipa y destruye con su mandato en la barca de Pedro: «Navega mar adentro» (Lc 5,4).
6. Reconocer y respetar la vulnerabilidad de cada uno
Porque todos somos vulnerables, todos. Adentro en los sentimientos, tantas cosas que ya no funcionan adentro, pero nadie las ve. Y otras las ven, todos. Y necesitamos que esa vulnerabilidad sea respetada, acariciada, curada en la medida de lo posible, y que dé frutos para los demás. Somos vulnerables todos Por eso no se debe, no se puede descartar a nadie, ¿está claro? Porque cada uno de nosotros es un tesoro, que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera.
7. Reconciliarse en Dios, con el prójimo y con la creación
La reconciliación se concreta y se consolida con el aporte de todos, permite construir el futuro y hace crecer la esperanza. Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación siempre será un fracaso. ¡Basta una persona buena para que haya esperanza! ¡No lo
olviden, basta una persona buena para que haya esperanza! ¡Y cada uno de nosotros puede ser esa persona!... Quisiera, como hermano y como padre, decir: Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos: No tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno.
8. Confirmar la fe en Jesucristo
He venido hasta aquí justamente para confirmarlos en la fe y en la esperanza del Evangelio: manténganse firmes y libres en Cristo, firmes y libres en Cristo, porque toda firmeza en Cristo nos da libertad, de modo que lo reflejen en todo lo que hagan. Asuman con todas sus fuerzas el seguimiento de Jesús, conózcanlo, déjense convocar e instruir por Él, búsquenlo en la oración y déjense buscar por el en la oración, anúncienlo con la mayor alegría posible.
9. Contribuir al cambio cultural
A nosotros, cristianos, se nos exige generar «desde abajo» generar un cambio cultural: a la cultura de la muerte, de la violencia, responder con la cultura de la vida y del encuentro. En el encuentro entre nosotros redescubrimos nuestros derechos, recreamos la vida para que vuelva a ser auténticamente humana… No es posible convivir en paz sin hacer nada con aquello que corrompe la vida y atenta contra ella.
10. Orar juntos de la mano de la Virgen María
Jesús nos pide que recemos juntos; que nuestra oración sea sinfónica, con matices personales, diversas acentuaciones, pero que alce de modo conjunto un mismo clamor. Estoy seguro de que hoy rezamos juntos por el rescate de aquellos que estuvieron errados y no por su destrucción, por la justicia y no la venganza, por la reparación en la verdad y no el olvido. Rezamos para cumplir con el lema de esta visita: ¡Demos el primer paso!… para salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. La Virgen nos sostiene en sus brazos como a hijos queridos. Dirijamos nuestra oración a la Virgen Madre, para que nos haga descubrir en cada uno de los hombres y mujeres de nuestro tiempo el rostro de Dios.
Dona Nobis:
Campaña de la Iglesia Católica para la obra evangelizadora (16 de septiembre)
Dona Nobis, que significa en español “danos”, es una campaña de la Conferencia Episcopal de Colombia que busca reunir fondos para la obra evangelizadora de la Iglesia Católica en nuestro país. Desde esta acción estratégica de pastoral se impulsa el diseño de proyectos y la gestión de los mismos, lo cual permite la realización de programas evangelizadores y proyectos para ayudar, especialmente, a comunidades en situacio-
nes vulnerables de las 77 jurisdicciones eclesiásticas (arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos) en que está organizada nuestra Iglesia Católica en Colombia. Asimismo, la campaña Dona Nobis permite optimizar los procesos que a nivel nacional lidera, desde Bogotá, la Conferencia Episcopal a través de sus centros pastorales y departamentos. Es, pues, la campaña Dona Nobis una invitación para todas las perso-
nas que se sienten parte de la Iglesia Católica a que se vinculen, se comprometan y ayuden a la Iglesia en su misión de llevar la Buena Noticia y construir el Reino de Dios. Esta es una campaña de todos los días, pero hay uno especial cada año en el que se hace una ‘colecta económica’ en todas las parroquias del país. En 2018, la fecha escogida es domingo 16 de septiembre.
sacerdotes de Ibagué y del Espinal y con el apoyo del Señor Arzobispo Flavio Calle y de Mons. Orlando Roa, el equipo pijao ha adelantado entrenamientos para llegar con una
El Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), realizará del 25 al 27 de septiembre, el Encuentro Nacional de Liturgia. Este encuentro pretende “Profundizar y reflexionar de modo conceptual y práctico sobre la evangelización de la parroquia a través de la celebración dominical de la Santa Misa, la celebración en ausencia del presbítero y la vivencia de la caridad, para ofrecer elementos que fortalezcan su celebración y vigoricen la comunidad, son algunos de los objetivos de este encuentro”.
Jornada Mundial de la Juventud 2019 (Panamá, 22-29 de enero)
Fuente: Conferencia Episcopal Colombiana
Copa de la fe “La fraternidad no tiene fronteras”
En la ciudad de Cúcuta, Sacerdotes de las Jurisdicciones Eclesiásticas de Colombia y de otros países, se dan cita del 1 al 5 de octubre para vivir la Copa de la Fe. Con el objetivo de “Crear un ambiente de esparcimiento que ayude a los sacerdotes, en la medida en que practican el deporte, a fortalecer su vida fraterna, competir con respeto y juego limpio, y a compartir con las diversas delegaciones sacerdotales de las distintas jurisdicciones del país. Una vez más el Equipo de la Arquidiócesis de Ibagué busca hacer una decorosa participación en este torneo sacerdotal; conformado por
La celebración dominical evangeliza la parroquia
buena condición física y mental. Sea esta una ocasión para rescatar el valor del deporte como expresión de fraternidad, solidaridad y armonía del ser humano.
Es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, en un ambiente festivo, religioso y cultural, que muestra el dinamismo de la Iglesia y da testimonio de la actualidad del mensaje del Jesús. “Es mucho más que un acontecimiento. Es un tiempo de profunda renovación espiritual, de cuyos frutos se beneficia toda la sociedad” (Benedicto XVI). Un medio extraordinario de evangelización para fortalecer la pastoral juvenil. Se realiza cada tres años y el último se llevó a cabo en Cracovia en el año 2016. San Juan Pablo II creó la JMJ y la definía así: “Las Jornadas Mundiales de la Juventud surgen acogiendo una iniciativa propuesta por los mismos jóvenes del deseo de ofrecerles significativos «momentos de pausa» en la constante peregrinación de la fe, …su finalidad principal es la de colocar a Jesucristo en el centro de la fe y de la vida de cada joven, para que sea el punto de referencia constante y la luz verdadera de cada iniciativa y de toda tarea educativa de las nuevas generaciones. Por este motivo los jóvenes son invitados periódicamente a hacerse peregrinos por los caminos del mundo. Quieren fortalecer la Pastoral Juvenil ofreciéndole nuevos estímulos de compromiso, metas cada vez más significativas y participativas. Tendiendo a suscitar una mayor acción apostólica entre los jóvenes (San Juan Pablo II. 8 de Mayo de 1996). Es posible estar enterados de todo el proceso de preparación de la JMJ en http://rumboalajmj. cec.org.co
“es un proceso de concientización del individuo y de la comunidad que procede desde un estado de conciencia ingenua a otro de conciencia crítica, mediante la cual el individuo se sitúa libre y plenamente en sociedad…”
Seminario de liderazgo político
L
P. Alfonso Bonilla
a idea de un seminario de liderazgo político nació de la necesidad que tienen nuestras comunidades de una formación que lleve a acciones eficaces de participación para la construcción de una sociedad que proyecte horizontes de optimismo y esperanza. Las circunstancias, actuales, exigen “deducir principios de reflexión, normas de juicio y directrices de acción según las enseñanzas sociales de la Iglesia” (Octogesima Adveniens, n°4.). El tema liderazgo político en un ambiente no electoral podría disonar, teniendo en cuenta que el pueblo solo se convoca en fechas puntuales para que ejerza el derecho al voto sin la más mínima formación e información. ¿No será acaso una nueva forma de esclavitud y explotación?
Los gestores del seminario de liderazgo político han pensado que el camino para ir saliendo de la ignorancia que se ven sumergido nuestros pueblos, es dándole una luz de sabiduría para que la conviertan en luz de esperanza. La educación es el camino que los lleva a encontrarla, teniendo en cuenta que ella, como lo enseña Paulo Freire “es un proceso de concientización del individuo y de la comunidad que procede desde un estado de conciencia ingenua a otro de conciencia crítica, mediante la cual el individuo se sitúa libre y plenamente en sociedad…” La Corporación para el desarrollo de los pueblos CORPRODEX, unida con la Escuela Superior de Administradores públicos ESAP, se propuso emprender esta tarea titánica utilizando la estrategia seminario, en donde los estudiantes entrarían a diferenciar la política de la politiquería para llegar al compromiso político del ciudadano. Gracias al liderazgo de la Corporación, a sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué, sus agentes parroquiales y el apoyo del Colegio Tolimense, el seminario fue instalado el sábado 11 de agosto con el saludo, palabras y recomendaciones de Monseñor
Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué. La oración, los actos protocolarios, la presencia de algunos sacerdotes y del señor Arzobispo, le imprimieron al evento este primer día un sello propio. El sábado 18 se continuó con el desarrollo de los temas, para terminar el sábado 25, con el saludo y algunas consideraciones acerca de la política y el papel de los laicos en ella, por parte de Monseñor Miguel Fernando González Mariño, Obispo Auxiliar de Ibagué. La participación de jóvenes, adultos, estudiantes, maestros, políticos y líderes comunitarios, hicieron posible unos días de experiencias excepcionales para el bien de la Iglesia y de nuestras comunidades. La necesidad de continuar en formación, fue la petición generalizada.
- María, una simple mujer del pueblo y más Madre que Reina. - María, miembro de la Iglesia. - La Iglesia, como María, es Madre y Virgen. - María, en el misterio de Dios, Inmaculada y Virgen. - María, Madre y participe del poder de la resurrección. “Una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David” (Lc 1,27), es la elegida por Dios para que acoja en su seno al Mesías esperado desde antiguo. Él, es el Hijo del Dios Altísimo, en quien se cumplen todas las promesas anunciadas por los profetas.
El “sí” de María, hace que ella asuma la misión de ser Madre del Salvador, y se convierta en anunciadora del Evangelio. El Magníficat, constituye el anuncio de la mejor de las noticias para toda la humanidad, pues a través de él, María revela el misterio salvífico que Dios realiza a través de su Hijo, y que trasciende los límites geográficos del pueblo de Israel. En este mes de la Biblia, María nos acompaña a acoger en el silencio de nuestros corazones, la Palabra viva de Dios, Jesucristo, que transforma nuestro ser interior y nos envía a ser anunciadores de su Reino en todos los rincones de la tierra. El Equipo de Animación Bíblica de la Arquidiócesis, invita a todos los miembros de nuestra Iglesia Arquidiocesana a acoger y reflexionar estos temas que se nos proponen a través de la cartilla para el mes Bíblico de este año: LA ALEGRIA DEL EVANGELIO EN COMPAÑÍA DE MARIA. Dicha cartilla se puede adquirir en la librería San José de la Plaza de Bolívar. Como parte de la programación para este mes Bíblico, se realizará en Venadillo, con las parroquias pertenecientes a esta vicaría, un curso de formación bíblica los días 15 y 16 de septiembre, con el apoyo de los padres misioneros del Verbo Divino. Será una jornada de profundización en el estudio de la Palabra de Dios y de crecimiento espiritual. El día 29 de septiembre realizaremos el ENCUENTRO BIBLICO ARQUIDIOCESANO, en las instalaciones del Colegio Tolimense, a partir de las ocho de la mañana hasta la una de la tarde. En él profundizaremos sobre la presencia de María en el misterio de la salvación y su relación íntima con la Palabra de Dios. Contaremos con la presencia de tres exponentes, doctos en la Sagrada Escritura. Las inscripciones se pueden realizar en los despachos parroquiales. Que el amor maternal de María, nos ilumine cada día para saber escuchar la Palabra del Señor, guardarla en nuestro corazón y dejarnos transformar por ella.
respuestas que Dios en su inmensa compasión por el hombre, ha querido darle a la humanidad, para demostrarle que no todo está perdido y que Él no se deja ganar. Como toda familia necesita reunirse para compartir y reavivar el amor, el fin de semana del 18 al 20 de Agosto del presente año, se llevó a cabo en la ciudad de Medellín – Colombia, el V Congreso de Espiritualidad LAM “Apóstoles de los últimos tiempos”, llamado así, haciendo eco de las palabras de San Luis Maria Grignon de Monfort, quien se refiere a los consagrados a Jesús por Maria como “flechas agudas”, “buen olor de Jesucristo”, “nubes tronales”, “verdaderos discípulos de Jesucristo”… y por supuesto “apóstoles auténticos de los últimos tiempos.” Nunca estuvo en los planes de nuestro fundador, José Rodrigo Ja-
ramillo, que esta familia se creciera tanto; nunca se pensó que se exten uimos aproximadamente diez mil personas entre misioneros, amigos de la comunidad, sacerdotes y religiosos/as de diferentes ciudades y países, los que nos encontramos para renovar fuerzas y seguir adelante en la búsqueda del triunfo de la Inmaculada. Con la intervención de predicadores como Fray Nelson Medina, los Padres Juan Ignacio de la Cruz y Carlos Yepes, la Madre Mariajesús (Superiora de las Hijas de la sagrada Familia – religiosas LAM) y claramente nuestros fundadores, reconocimos una vez más la necesidad que tiene la Iglesia de almas radicales que se decidan sin reservas a entregarse por el Evangelio y la salvación de las almas. “Nadie sabe el día ni la hora” y el llamado de Dios es apremiante. “Este mundo necesita hombres que se dejen pedir todo de Jesús” con esta frase del Padre Ignacio de la Cruz, queremos animar a todos aquellos que sienten que la “vida de Iglesia” no es vida para ellos. El mundo agoniza y somos nosotros los elegidos para llevar vida… para llevar a quien es la Vida. Todos somos necesarios e importantes para Dios.
La alegría del Evangelio en compañía de María
Pbro. Isidoro García Delegado Arquidiocesano ABP
Este título, expresa el llamado que, des-
de la Conferencia Episcopal, la Iglesia
Colombiana nos hace durante este mes de la Biblia para reflexionar en compañía de nuestra Madre del cielo, la alegre noticia del “Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Mc1,1). A través de siete temas, la cartilla para el mes Bíblico, nos permite conocer diversos aspectos de la vida de María Santísima y de su papel protagónico en la historia de la Salvación: - María, la mujer disponible para Dios. - María, experta en dolor, fiel a su vocación y cercana a los demás.
“Apóstoles de los últimos tiempos”
Andrea Rondón – Misionera LAM
N
o es para nadie un secreto que los tiempos en los que vivimos están generando nuevos retos para los cristianos. Cada vez el panorama parece ser más oscuro y los ataques contra la familia, la vida y la moral, se hacen más frecuentes y más fuertes. El sentido común, la sensibilidad ante las necesidades del otro, el respeto por lo
natural y primario, son solo algunas de las cosas que parecen estarse extinguiendo. Como respuesta a dichos ataques, ha querido Dios formarse un ejército, sí, un grupo numeroso de personas, que de la mano de la Santísima Virgen María, le están haciendo frente a lo que “de frente” se ha venido contra Él y su Iglesia. Lazos de Amor Mariano, es una de las tantas
Amor gratuito: Pan para el camino
Retiro del movimiento Equipos de Nuestra Señora Charito y Diego Acosta Romero Pareja responsable del retiro Equipo 13 – Nuestra Señora
Durante los días 18,19 y 20 de agosto se realizó el primer retiro del año del Movimiento Equipos de Nuestra Señora. Esta experiencia espiritual hace parte de uno de los seis puntos concretos de esfuerzo, que son pilares de nuestro movimiento con el objetivo de llegar a la santidad en pareja. Esta fue la idea de nuestro fundador el padre Henri Caffarel. Durante varios meses, los miembros del equipo numero 13 del movimiento, acompañados por nuestro sacerdote consiliario el padre Luis Fernando Aguirre, preparamos este encuentro con mucho entusiasmo y gran deseo de servir. Iluminados por Dios se preparó el retiro. El tema desarrollado fue Amor gratuito: pan para el camino. Iniciamos el evento con una acogida fraternal a todas las parejas. Durante la noche, la reflexión que nos introdujo fue basada en 1Reyes 19, 1-8, luego vivimos un momento de adoración al Santísimo Sacramento. Luego, el domingo con la Eucaristía iniciamos la jornada; posteriormente el P. Luis Fernando nos dirigió las enseñanzas, iluminadas por la Palabra de Dios que invitaban a vivir un encuentro con Jesús, tanto de manera individual como en pareja. En horas de la tarde vivimos un taller basado en la Eucaristía y aplicado a la vida en pareja; consideramos que muchas gracias nos concedió el Señor, tanto que logramos ver a muchas parejas conmovidas y con un gozo especial. Contamos con la presencia en la noche de Monseñor Miguel Fernando González, Obispo auxiliar de nuestra Arquidiócesis, quien presidió la celebración de la Hora Santa. Para terminar, el lunes vivimos un taller en pareja y cerramos el evento con la Eucaristía al medio día. Muchos frutos se lograron durante el evento, fortaleciendo la oración personal, la oración conyugal, el diálogo en pareja, la escucha de la Palabra, el mirar las reglas de vida que permitirán seguramente cambios en la relación de pareja y en la vida familiar. Invitamos cordialmente a las parejas a conocer el Movimiento Equipos de Nuestra Señora ya que es un medio para acercarnos más a Dios y a la Iglesia , y así llegar a la santidad en pare-
ja.
Carta del santo Padre Francisco al pueblo de Dios
E
stas palabras de san Pablo resuenan con fuerza en mi corazón al constatar una vez más el sufrimiento vivido por muchos menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas. Un crimen que genera hondas heridas de dolor e impotencia; en primer lugar, en las víctimas, pero también en sus familiares y en toda la comunidad, sean creyentes o no creyentes. Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse. El dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor, por eso urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad.
1. Si un miembro sufre En los últimos días se dio a conocer un informe donde se detalla lo vivido por al menos mil sobrevivientes, víctimas del abuso sexual, de poder y de conciencia en manos de sacerdotes durante aproximadamente setenta años. Si bien se pueda decir que la mayoría de los casos corresponden al pasado, sin embargo, con el correr del tiempo hemos conocido el dolor de muchas de las víctimas y constatamos que las heridas nunca desaparecen y nos obligan a condenar con fuerza estas atrocidades, así como a unir esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte; las heridas “nunca prescriben”. El dolor de estas víctimas es un gemido que clama al cielo, que llega al alma y que durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado. Pero su grito fue más fuerte que todas las medidas que lo intentaron silenciar o, incluso, que pretendieron resolverlo con decisiones que aumentaron la gravedad cayendo en la complicidad. Clamor que el Señor escuchó demostrán-
«Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26).
donos, una vez más, de qué parte quiere estar. El cántico de María no se equivoca y sigue susurrándose a lo largo de la historia porque el Señor se acuerda de la promesa que hizo a nuestros padres: «Dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos» (Lc 1,51-53), y sentimos vergüenza cuando constatamos que nuestro estilo de vida ha desmentido y desmiente lo que recitamos con nuestra voz. Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas. Hemos descuidado y abandonado a los pequeños. Hago mías las palabras del entonces cardenal Ratzinger cuando, en el Via Crucis escrito para el Viernes Santo del 2005, se unió al grito de dolor de tantas víctimas y, clamando, decía: «¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él! ¡Cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia! [...] La traición de los discípulos, la recepción indigna de su Cuerpo y de su Sangre, es ciertamente el mayor dolor del Redentor, el que le traspasa el corazón. No nos queda más que gritarle desde lo profundo del alma: Kyrie, eleison – Señor, sálvanos (cf. Mt 8,25)» (Novena Estación).
2. Todos sufren con él La magnitud y gravedad de los acontecimientos exige asumir este hecho de manera global y comunitaria. Si bien es importante y nece-
sario en todo camino de conversión tomar conocimiento de lo sucedido, esto en sí mismo no basta. Hoy nos vemos desafiados como Pueblo de Dios a asumir el dolor de nuestros hermanos vulnerados en su carne y en su espíritu. Si en el pasado la omisión pudo convertirse en una forma de respuesta, hoy queremos que la solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierta en nuestro modo de hacer la historia presente y futura, en un ámbito donde los conflictos, las tensiones y especialmente las víctimas de todo tipo de abuso puedan encontrar una mano tendida que las proteja y rescate de su dolor (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228). Tal solidaridad nos exige, a su vez, denunciar todo aquello que ponga en peligro la integridad de cualquier persona. Solidaridad que reclama luchar contra todo tipo de corrupción, especialmente la espiritual, «porque se trata de una ceguera cómoda y autosuficiente donde todo termina pareciendo lícito: el engaño, la calumnia, el egoísmo y tantas formas sutiles de autorreferencialidad, ya que “el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz (2 Co 11,14)”» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 165). La llamada de san Pablo a sufrir con el que sufre es el mejor antídoto contra cualquier intento de seguir reproduciendo entre nosotros las palabras de Caín: «¿Soy yo el guardián de mi hermano?» (Gn 4,9). Soy consciente del esfuerzo y del trabajo que se realiza en distintas partes del mundo para garantizar y generar las mediaciones necesarias que den seguridad y protejan la integridad de niños y de adultos
en estado de vulnerabilidad, así como de la implementación de la “tolerancia cero” y de los modos de rendir cuentas por parte de todos aquellos que realicen o encubran estos delitos. Nos hemos demorado en aplicar estas acciones y sanciones tan necesarias, pero confío en que ayudarán a garantizar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro. Conjuntamente con esos esfuerzos, es necesario que cada uno de los bautizados se sienta involucrado en la transformación eclesial y social que tanto necesitamos. Tal transformación exige la conversión personal y comunitaria, y nos lleva a mirar en la misma dirección que el Señor mira. Así le gustaba decir a san Juan Pablo II: «Si verdaderamente hemos partido de la contemplación de Cristo, tenemos que saberlo descubrir sobre todo en el rostro de aquellos con los que él mismo ha querido identificarse» (Carta ap. Novo millennio ineunte, 49). Aprender a mirar donde el Señor mira, a estar donde el Señor quiere que estemos, a convertir el corazón ante su presencia. Para esto ayudará la oración y la penitencia. Invito a todo el santo Pueblo fiel de Dios al ejercicio penitencial de la oración y el ayuno siguiendo el mandato del Señor,[1] que despierte nuestra conciencia, nuestra solidaridad y compromiso con una cultura del cuidado y el “nunca más” a todo tipo y forma de abuso. Es imposible imaginar una conversión del accionar eclesial sin la participación activa de todos los integrantes del Pueblo de Dios. Es más, cada vez que hemos intentado suplantar, acallar, ignorar, reducir a pequeñas élites al Pueblo de Dios construimos comunidades, planes, acentuaciones teológicas, espiritualidades y estructuras sin raíces, sin memoria, sin rostro, sin cuerpo, en definitiva, sin vida[2]. Esto se manifiesta con claridad en una manera anómala de entender la autoridad en la Iglesia —tan común en muchas comunidades en las que se han dado las conductas de abuso sexual, de poder y de conciencia— como es el clericalismo, esa actitud que «no solo anula la personalidad de los
cristianos, sino que tiene una tendencia a disminuir y desvalorizar la gracia bautismal que el Espíritu Santo puso en el corazón de nuestra gente».[3] El clericalismo, favorecido sea por los propios sacerdotes como por los laicos, genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos. Decir no al abuso, es decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo. Siempre es bueno recordar que el Señor, «en la historia de la salvación, ha salvado a un pueblo. No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 6). Por tanto, la única manera que tenemos para responder a este mal que viene cobrando tantas vidas es vivirlo como una tarea que nos involucra y compete a todos como Pueblo de Dios. Esta conciencia de sentirnos parte de un pueblo y de una historia común hará posible que reconozcamos nuestros pecados y errores del pasado con una apertura penitencial capaz de dejarse renovar desde dentro. Todo lo que se realice para erradicar la cultura del abuso de nuestras comunidades, sin una participación activa de todos los miembros de la Iglesia, no logrará generar las dinámicas necesarias para una sana y realista transformación. La dimensión penitencial de ayuno y oración nos ayudará como Pueblo de Dios a ponernos delante del Señor y de nuestros hermanos heri-
dos, como pecadores que imploran el perdón y la gracia de la vergüenza y la conversión, y así elaborar acciones que generen dinamismos en sintonía con el Evangelio. Porque «cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 11). Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos
e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión. Asimismo, la penitencia y la oración nos ayudará a sensibilizar nuestros ojos y nuestro corazón ante el sufrimiento ajeno y a vencer el afán de dominio y posesión que muchas veces se vuelve raíz de estos males. Que el ayuno y la oración despierten nuestros oídos ante el dolor silenciado en niños, jóvenes
y minusválidos. Ayuno que nos dé hambre y sed de justicia e impulse a caminar en la verdad apoyando todas las mediaciones judiciales que sean necesarias. Un ayuno que nos sacuda y nos lleve a comprometernos desde la verdad y la caridad con todos los hombres de buena voluntad y con la sociedad en general para luchar contra cualquier tipo de abuso sexual, de poder y de conciencia. De esta forma podremos transparentar la vocación a la que hemos sido llamados de ser «signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 1). «Si un miembro sufre, todos sufren con él», nos decía san Pablo. Por medio de la actitud orante y penitencial podremos entrar en sintonía personal y comunitaria con esta exhortación para que crezca entre nosotros el don de la compasión, de la justicia, de la prevención y reparación. María supo estar al pie de la cruz de su Hijo. No lo hizo de cualquier manera, sino que estuvo firmemente de pie y a su lado. Con esta postura manifiesta su modo de estar en la vida. Cuando experimentamos la desolación que nos produce estas llagas eclesiales, con María nos hará bien «instar más en la oración» (S. Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales, 319), buscando crecer más en amor y fidelidad a la Iglesia. Ella, la primera discípula, nos enseña a todos los discípulos cómo hemos de detenernos ante el sufrimiento del inocente, sin evasiones ni pusilanimidad. Mirar a María es aprender a descubrir dónde y cómo tiene que estar el discípulo de Cristo.
Encuentro Mundial de las Familias
“El Evangelio de la Familia: Alegría para el Mundo”
En Dublín, Irlanda, el Papa Francisco celebró el Encuentro Mundial de las Familias, bajo el lema “El Evangelio de la Familia: Alegría para el Mundo”. Familias venidas de todo el mundo se encontraron para celebrar, rezar y reflexionar acerca de la importancia del matrimonio y la familia como piedra angular de nuestras vidas, la sociedad y la iglesia. Ante más de 70.000 persona, el Papa Francisco destacó que “Es her-
moso celebrar, porque nos hace más humanos y más cristianos. También nos ayuda a compartir la alegría de saber que Jesús nos ama, nos acompaña en el camino de la vida y nos atrae cada día más a él”. A continuación compartimos algunas frases del discurso del Papa Francisco: 1. La Iglesia es la familia de los hijos de Dios. Una familia en la que nos alegramos con los que
están alegres y lloramos con los que sufren o se sienten abatidos por la vida. Una familia en la que cuidamos de cada uno, porque Dios nuestro Padre nos ha hecho a todos hijos suyos en el bautismo. 2. Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo. ¿Qué significa esto? Significa que, después de haber encontrado el amor de Dios que salva, intentemos, con palabras o sin ellas, manifestarlo a través de pequeños gestos de bondad en la rutina cotidiana y en los momentos más sencillos del día. 3. El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios. 4. Es verdad: el perdón es un regalo especial de Dios que cura nuestras heridas y nos acerca a los demás y a él. Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana. Nos obligan a superar el or-
gullo, el desapego y la vergüenza, y a hacer las paces. 5. Las redes sociales pueden ser beneficiosas si se usan con moderación y prudencia; sin embargo, que estos medios no se conviertan en una amenaza para la verdadera red de relaciones de carne y hueso. 6. El amor de Cristo, que renueva todo, es lo que hace posible el matrimonio y un amor conyugal caracterizado por la fidelidad, la indisolubilidad, la unidad y la apertura a la vida. 7. Las familias están llamadas a continuar creciendo y avanzando en todos los sitios, aun en medio de dificultades y limitaciones, tal como lo han hecho las generaciones pasadas. 8. Con vuestro testimonio del Evangelio podéis ayudar a Dios a realizar su sueño, podéis contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia
¿Podemos hacer algo?
E
l 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Según la Organización Mundial de la Salud “cada año se suicidan cerca de 800.000 personas. Es decir, una muerte cada 40 segundos. Por otro lado, el suicidio tiene un efecto dominó que repercute en las sociedades, las comunidades, los amigos y las familias que han perdido a un ser querido por suicidio”. Por tanto, este fenómeno es sin duda un grave problema que nos plantea profundos desafíos y su prevención se convierte en un imperativo global. En la edición de julio del Periódico Kerigma anunciamos el desarrollo de una serie de entregas que nos ayuden a comprender que, sin importar el día o la hora, podemos aportar a la prevención de este flagelo que golpea de una manera violenta nuestra ciudad. Quizás, no en pocas ocasiones, nos hemos encontrado con personas con ideación y/o tentativas suicidas, “suicidios frustrados”; también con personas que han vivido la experiencia del suicidio de un pariente, amigo o cercano. Así siendo un fenómeno complejo, estudiado desde factores de origen biológico, cultural, psicológico y relacional, entre otros, nos pide, como creyentes y miembros de una sociedad, fomentar un ambiente de educación y prevención que oriente esta realidad. Entonces, ¿Qué podemos hacer?
1. Mantenernos atentos a las señales de sufrimiento emocional La vulnerabilidad hace parte de nuestra existencia humana; es necesario reconocer que el sufrimiento puede llevar a la desesperanza y a la pérdida del sentido de la vida. Esta realidad puede tener diversos rostros; por ejemplo, el sufrimiento vivido a temprana edad, la presencia de traumas, maltrato y violencia en casa, abusos, estilos negativos de crianza, ambientes desfavorables, violencia, aparición de enfermedades, pérdidas afectivas, las enfermedades mentales, la depresión mayor, etc. Por esto, es necesario mantener una atención especial para reconocer que en estas circunstancias necesitamos buscar ayuda o que si vemos indicios de ésta en otras personas debemos to-
relaciones sociales. La buena comunicación y la confianza familiar son indispensables para generar un desarrollo saludable de la personalidad y un apoyo estable cuando se tienen dificultades. La confianza que se genera al sentirse amado, acogido y escuchado vence todo pensamiento de frustración, inseguridad, temor y soledad.
5 . Cultivemos una auténtica experiencia espiritual
mar en serio las señales para brindar una colaboración a tiempo.
2. Busquemos ayuda profesional Saber buscar ayuda es una actitud que permite tratar a tiempo circunstancias que podrían desencadenar en un problema más grave; un peligro es pensar que las cosas se solucionan con el paso del tiempo, es saludable ser orientados para conservar la salud mental. No nos neguemos la oportunidad de ser ayudados.
3. Unirnos a campañas de concienciación sobre el fenómeno del suicidio. Diversos estudios han demostrado que las campañas de con-
cienciación sobre suicidio, tanto en población general como en colegios, en las comunidades, brindan conocimientos y actitudes más asertivas ante esta realidad. No se trata de presentar este fenómeno de tal manera que se despierte la curiosidad o se estigmatice a quienes lo han pensado, mucho menos restarle importancia a las realidades que pueden verse implicadas. No se trata de hablar de la muerte sino del valor de la vida, de la necesidad de reconocer la vulnerabilidad de la existencia y la necesidad de dejarse ayudar porque no estamos diseñados para vivir en soledad.
4. No descuidemos los lazos familiares. Fortalezcamos los lazos familiares y las
Un estudio publicado en los EE.UU. por JAMA Psychiatry sugiere una “relación causal entre la práctica religiosa y un riesgo significativamente menor de suicidio”; así las convicciones religiosas y las prácticas de fe genuinas y sinceras proporcionan beneficios a la salud integral de la persona; “la asistencia a servicios religiosos es una forma de participación social significativa que amortigua la soledad y el aislamiento, dos factores fuertemente implicados en la depresión y el suicidio”. Pongamos un ejemplo: Victor Frankl, psiquiatra austriaco, quién en los campos nazis de exterminio, perdió a su esposa, a su padre y madre y a sus hermanos, escribe que “el hombre es naturalmente religioso, es decir, que, en lo más profundo de su ser, hay un instinto religioso. Quien reprime éste instinto natural de creer en Dios, sentirá un vacío existencial, que puede degenerar en una neurosis por faltarle sentido a su vida”.
Estas consideraciones confirman que siendo el suicido un tema de gran interés para los medios de comunicación por su impacto social, debe convertirse en una realidad de la que ninguno se debe sentir ajeno; las profundas convicciones religiosas y de solidaridad humana mueven a comprometerse con la vida personal y con la búsqueda del bien del prójimo.
es decir su naturaleza, es considerada única e indivisible, pero “en” ella subsisten tres personas, de igual dignidad, en todo iguales, consubstanciales, diversas solo en lo que corresponde a las relaciones entre ellos. Así como de una sola llama pueden surgir tres llamas distintas entre ellas, provenientes de la misma fuente, así es la Trinidad. Solo el uso de la analogía puede ayudar a acercarnos al misterio, porque su esencia nos supera mucho más de lo que el cielo supera al mar.
2. Teniendo en cuenta la anterior respuesta, ¿los argumentos sobre los cuales se basa la doctrina trinitaria son simplemente fruto de la reflexión filosófica o están fundamentados en la Sagrada Escritura?
La Santísima Trinidad:
Algunas preguntas para tratar de comprender el Misterio Jesús Alejandro Castaño Bermúdez Pbro. jacastano@arquidiocesisdeibague.org
C
uenta una antigua anécdota medieval, que un día San Agustín paseaba por la orilla del mar, meditando absorto sobre el misterio de la Santísima Trinidad, tratando de entenderlo de alguna manera. A medida que avanzaba por la orilla, vio a lo lejos a un niño que, curiosamente en la misma orilla, se acercaba repetidas veces a recoger agua del mar y la depositaba en la arena. Cuando llegó hasta donde estaba el niño, Agustín se dio cuenta que el pequeño estaba echando el agua que recogía del mar a un pequeño agujero que había hecho en la arena, y sonriendo le preguntó: «hola niño, ¿qué es lo estás haciendo?» El niño con cierta seriedad, como justificando su labor, le respondió: «estoy metiendo toda el agua del mar en este agujero que ves». Agustín volvió a sonreír y le dijo: «me parece que va a ser imposible que puedas llegar a hacer eso». Al escuchar la observación de Agustín, el niño dejó por un momento su trabajo, lo miró con cierto asombro y sonriéndole agregó: «es más fácil que yo meta toda
el agua del mar en este agujero, que tú llegues a entender el misterio de la Santísima Trinidad». Si una mente tan brillante no fue capaz de descifrar lo indescifrable, no es de extrañar que en nuestro tiempo no podamos comprender el más grande misterio de nuestra fe cristiana. A los ojos del mundo, la teología cristiana se ve como algo complicado, respecto a otras “teologías” más sencillas, que presentan una visión más simple de la divinidad. Sin embargo, en mi opinión, es precisamente esta “indescifrabili-
dad” lo que prueba su verdad. La Trinidad es una verdad de fe que permanece aún en el misterio. Esto no quiere decir que la teología se haya quedado muda frente al mismo: grandes personajes como San Ireneo de Lyon, San Agustín, Santo Tomás de Aquino y todos los principales pensadores cristianos, han dado grandes pasos en la reflexión trinitaria, contribuyendo enormemente en la comprensión del “Misterio de los misterios”. Dicho esto, retomamos la reflexión que hemos comenzado hace algunos meses, a propósito del primero de los énfasis pastorales que nuestra Arquidiócesis se ha trazado para este año 2018: la comprensión y vivencia del misterio de la Santísima Trinidad. Trataremos de responder a algunas preguntas que surgen al referirse al tema:
1. ¿Cómo se puede conciliar la Trinidad con el monoteísmo? Esta respuesta fue buscada ya en los inicios de la era cristiana, durante los grandes concilios de la Iglesia de los primeros siglos. Teniendo presente que las personas de la Trinidad no son tres divinidades distintas, se afirmó desde el primer Concilio (Nicea, año 325 D.C), que “Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres personas distintas en la misma esencia divina”. La esencia divina,
La respuesta a esta pregunta es una sola: cada argumento sobre la Trinidad es tomado de la Sagrada Escritura, y todos los intentos de demostrar la Trinidad de manera racional siempre fallan. Sin embargo, la reflexión filosófica es necesaria para tratar de explicar en el lenguaje humano un misterio totalmente divino, intentando profundizar en el dato revelado en la Sagrada Escritura. Sobre la divinidad del Hijo y del Espíritu Santo las palabras del Evangelio son abundantes, así como lo son también las profecías del Antiguo Testamento. No solo en el Bautismo de Jesús tenemos una manifestación extraordinaria de la misma Trinidad, con el Espíritu Santo que desciende sobre el Hijo (cfr. Mt. 3, 13-17; Mc. 1, 9-11; Lc. 3,21-22; Jn. 1,32-34). También dan testimonio los textos que narran la Transfiguración del Señor (cfr. Mt. 17, 1-13, Mc. 9, 1-12; Lc. 9, 28-36), y el mismo Jesús, a través de sus discursos (el discurso de despedida en la Última Cena en Jn. 14, por ejemplo) y su mandato misionero, donde envía a bautizar “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt, 28, 19). La Sagrada Escritura expresa la unidad indisoluble del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, siendo éste último el sello de la comunión profunda entre las dos personas divinas. Si todo el Nuevo Testamento no es suficiente, entonces tal vez la discusión de los Padres de la Iglesia podrá satisfacer cada pregunta. Intentando imitar a San Agustín, en las próximas entregas del Kerigma seguiremos reflexionando en el dogma trinitario, tratando de dar respuestas a algunas preguntas que, a lo largo de los siglos, han surgido en torno al tema, pero siempre con la certeza que, para el ser humano, el conocimiento de la Santísima Trinidad escapa a toda capacidad de comprensión, pero, que a su vez, debe ser irrefutable para todos.
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!.
“Salve Reina y Madre de Misericordia... Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos” Hna. Celsa Gómez
Nuestra Señora de las Misericordias es una advocación de la Virgen María que ha tomado cada vez mayor fuerza hasta obtener de la Sede Apostólica la autorización para celebrarla con solemnidad litúrgica el día 8 de septiembre de cada año. La imagen es artística, hermosa y original, pues sus lineamientos no son comunes a las demás imágenes de nuestra Señora. Su Santuario y Basílica Menor en Santa Rosa de Osos Antioquia, se ha convertido desde 1919 en lugar de
constante oración y sitio de peregrinación de pequeños y grandes grupos de fieles que desde muchos lugares acuden a honrar a María Santísima como Madre de misericordia e intercesora poderosa. Fue el obispo Miguel Ángel Builes el más reconocido devoto de la Virgen de las Misericordias y su principal promotor; se unió a las romerías, convocó procesiones y celebraciones frente a la imagen hasta que por fin, movido por la piedad que se había desarrollado tan fuertemente a la imagen, decidió oficializar la devo-
ción con la declaración del culto público el 8 de septiembre de 1931. Según palabras del Papa Pablo VI: “Si ha habido jamás un título o denominación con el que el pueblo Cristiano haya invocado a María con mayor propiedad, como Madre Amabilísima de Cristo y Madre Protectora de Todos los fieles, tal es sin duda el que se manifiesta en la significativa advocación de Madre de las Misericordias. En efecto el sa-
grado pueblo de Cristo, aunque fue redimido por el adorable Hijo de Dios y es fortalecido por su gracia, en este viaje terreno hacia la Patria Inmortal y Feliz, se ve cercado de tan múltiples peligros, presionado por tan turbulentas desgracias y asechado por tal abismo de males que no puede fácilmente carecer de una madre llena de Misericordia” Nuestra Señora de las Misericordias es patrona de las fundaciones del Venerable Monseñor Miguel Ángel Builes y de muchas de las obras que estas fundaciones tienen en el mundo. Varios monasterios de Clarisas en Colombia, se han acogido a su patronato. Parroquias en todo el continente americano la tienen por titular y patrona y, sobre todo, la Congregación de Hijas de Nuestra Señora de las Misericordias presente en diez países.
Religiosas de la Comunicación Social:
73 años comunicando a Cristo
Hna. Olga Rocío Beltrán Moreno
N
uestra comunidad está marcada por las huellas de Dios desde su inicio hasta el día de hoy. En el corazón del P. Emilio Sotomayor Luque, nació la idea de fundar una Institución religiosa, movido por un ardiente amor a Dios y al prójimo y después de muchas dificultades, luchas y obstáculos, pero con una fe inquebrantable, lleno de optimismo, sostenido por la oración y el sacrificio, comenzó esta obra el 27 de mayo de 1945, día de la Santísima Trinidad. El ideal que marcó toda su vida: “Que Jesucristo sea conocido, amado y servido”, lo transmitió a su comunidad, que a lo largo de 70 años, ha sembrado la Palabra, ha combatido contra todo lo que se oponga al anuncio de la Buena Noticia, para ser fiel a los designios de Dios y al ideal del P. Emilio; motivadas por nuestro lema A.M.A.D. (Al Mayor Amor de Dios). Divulgar el mensaje del amor a Cristo por medio del impreso, tuvo
para él especial importancia, por la fuerza con que actúa en la mente y en la eficacia con que determina la voluntad. “Cambiadle la manera de pensar y habréis cambiado al hombre”, decía. Fue un convencido de la eficacia de la prensa, por esto se dio de lleno a la tarea de fundar una comunidad que multiplicara el pan de la Palabra, a través del impreso. Alguien lo llamó “Coloso de la Prensa Católica”, por la audacia de su iniciativa. En librerías, imprentas, emisoras, parroquias, colegios, así como en otros campos de apostolado como la obra social Divina Gracia (Hogar para niñas). Las Religiosas de la Comunicación Social, queremos ser fie-
les al Carisma que el Espíritu Santo sembró en el corazón del P. Emilio y que él transmitió a su comunidad religiosa: Comunicar fiel y sencillamente el Evangelio, utilizando para este encargo, todos los medios que estén a nuestro alcance, teniendo como fundamento, la parábola del sembrador (Lc. 8,5-18) que nos invita a regar la buena semilla, en toda clase de terrenos, dejando que la gra-
cia de Dios actúe y haga germinar en cada ser humano, lo regado con fe y amor. La comunidad de Religiosas de la Comunicación Social está presente en Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá, donde con la gracia de Dios y la entrega generosa de cada hermana, hemos comunicado la verdad y la caridad, según el proyecto del padre Fundador para el Instituto.
Jesús llamó, llama y sigue llamando
Jesús no desiste se sembrar. Es nuestro deber colaborar en esta siembra.
“Lo que os digo al oído, comunicadlo sobre los tejados” (Mt. 10,27) Joven: arriesga tu vida comunicando a Cristo. Dios quiere que seas colaboradora en esta misión, entregando tu vida al servicio de los demás. Te esperamos en el Barrio La Pola. Carrera 3ª No. 4-117 Ibagué. Tel. 2787780 – Email: olga-89@hotmail. es
El Colegio Tolimense y los 50 años de la Semana Cultural Alfonso Bonilla A. Pbro. Rector Colegio Tolimense
El Colegio Tolimense, Institución educativa de la Arquidiócesis de Ibagué, creado en el mes de febrero de 1934, celebra el Cincuentenario de su SEMANA CULTURAL; semana que nació gracias al liderazgo de Monseñor Luis Armando Mejía, rector del colegio en ese entonces y del padre José Joaquín Hernández junto al equipo de maestros, como espacio para expresar en el itinerario de una semana, parte de “los conocimientos labrados en las sagradas aulas de clase”. La primera versión de la semana cultural se realizó como un evento interno del claustro en el mes de agosto de 1968. El Colegio Tolimense desde su primera versión de la Semana Cultural, ha hecho presencia en diferentes eventos municipales, departamentales y nacionales. Se destacó la banda marcial siendo ganadora de algunos premios, como los altos desempeños deportivos y las muestras artísticas y culturales. La experiencia de la Semana Cultural ha sido a lo largo de muchos años una forma de expresión cultural y deportiva de las Instituciones educativas, aun cuando en la mayoría de ellas, lentamente se ha venido reduciendo a algunos días. El Colegio Tolimense mantiene su tradición, haciendo de esta semana, un acontecimiento esperado por todos, donde los maestros, estudiantes, administrativos, personal de apoyo y de servicios generales, hacen alusión de su quehacer y de su obrar expresándolo en servicio o con las muestras artísticas, científicas, investigativas, musicales y deportivas a los que apoyan incondicional y directamente los padres de familia. La semana cultural para el Colegio Tolimense es tomada como una oportunidad para exteriorizar la academia, para expresar un aprendizaje por objetivos y para buscar conocimientos significativos que marquen un derrotero en su vida histórica. Es esto lo que se ha venido matizando cada año con mayor expresividad y que ha permitido llegar los cincuenta años de existencia sin perder su identidad. Desde el año 2014, los estudiantes del grado Once, se han convertido en los eximios pregoneros de la semana cultural, con su muestra dancística y de destreza, para hacer visible su promoción, a través de su colorida y rica muestra de cultura y de folclor. Los últimos años, gracias al apoyo de la administración Municipal, el Colegio ha podido realizar el desfile pregonero de la semana cultural, utilizando las calles más emblemáticas de la ciudad, teniendo en cuenta que ha iniciado en la calle quince con carrera tercera, atrayendo las miradas de sus transeúntes y colocándole el colorido de ciudad musical, con los armoniosos toques de la banda marcial. En año 2017 el colegio realizó su primer ciclo paseo, utilizando la ruta que usa la ciclo-vía de la ciudad, luciendo gorras y camisetas marcadas con las letras CT, anunciando el inicio de la semana cultural. Éste se realizó el día domingo previo al desarrollo de
las actividades de la semana cultural. La semana cultural del año 2018 se reviste de oro por sus cincuenta años de historia y tendrá un sello especial. El día viernes 28 de septiembre a las cuatro de la tarde, nos daremos cita en la quince con tercera, para dar inicio al desfile pregonero, que terminará en la Concha acústica con el lanzamiento de la Promoción grado once 2018. El domingo 30 de septiembre se realizará el II ciclo-paseo que inicia a las diez de la mañana y termina con la Eucaristía en las instalaciones del Colegio. La semana del 1 al 6 de octubre, estará marcada por eventos y momentos significativos que quedarán grabados en la historia. El lunes será el día para las matemáticas, el martes para caste-
llano y artística, el día miércoles será un día vocacional. Encontraremos a expo-carismas por parte del área de religión y pastoral y será el día en que se unen los acontecimientos: cincuenta años de la semana cultural con los Cincuenta años de vida sacerdotal del excelentísimo Monseñor Flavio Calle Zapata. Ese día el Colegio expresará su gratitud al señor Arzobispo quien tiene al colegio en su corazón. Se terminará la jornada con el encuentro de padres de familia y “el joven que está cambiando el significado de la parálisis cerebral y la discapacidad en Colombia”: Jeison Aristizábal. El día jueves 4 de octubre, será tomado por las ciencias y la ecología. Habrá espacio para un encuentro de
los estudiantes con Jeison Aristizábal y El viernes será un día para intercambiar con los exalumnos, a través del foro de orientación profesional, para terminar el sábado con el seminario de Neuroeducación con el tema: “atención a la inclusión en los entornos educativos”. El domingo 7 de octubre será el día para pasarla juntos en la gran integración de todas las familias. Estaremos desde el desayuno, nos juntaremos para compartir platos típicos de la región y nos deleitaremos con las presentaciones de nuestros estudiantes. La integración iniciará a las 8:00 am con la Eucaristía y terminará en las horas de la noche.
Nuestro dolor… y el de la Iglesia Mario García Isaza
El santo Padre Francisco viajó a Irlanda. Y desde esa nación, en la que hace algún tiempo fueron numerosos y gravísimos los abusos cometidos por sacerdotes y obispos contra menores de edad, el Papa ha hecho sentir su voz; una voz transida de dolor inenarrable, conmovedoramente sincera, valiente y paladina, llena de humildad. Una voz con la que hace eco a la carta que, antes de viajar, el 20 de este mes, nos dirigió a todos los católicos, y a la que pienso que habría que darle muchísima mayor trascendencia y mucha más amplia difusión, no lo estamos haciendo, me parece, y eso puede hacer parte inadvertida de nuestro silencio cobarde, un silencio que no resulta evangélico; que tiene por momentos tintes de escapismo; que no nos hace bien; y que además no está, en la línea de acción de San Juan Pablo II, de Benedicto XVI, y mucho menos del Papa Francisco; ya los dos primeros habían tenido gestos y cumplido acciones valerosas para condenar esas abominaciones; y nuestro Pontífice actual no ha dudado, y anuncia que no dudará, en tomar las medidas a su alcance y hacer que las tomen también las autoridades civiles para castigarlas. En su carta y con sus decisiones nos dice que donde sea preciso habrá que hundir el escalpelo para cercenar los órganos dañados. Para todos los que nos sentimos miembros de la santa Iglesia, es ineludible compartir el dolor del Papa y atender a su llamada. “Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no actuamos a tiempo, reconociendo la magnitud y gravedad del daño que se estaba causando…Mirando hacia el futuro, nunca será poco todo lo que se haga para…que estas situaciones no solo no se repitan sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse…Es necesario que cada uno de los bautizados se sienta involucrado en la transformación eclesial y social que necesitamos…Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y verguenza las atrocidades cometidas…Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos…” Son, las anteriores, frases espigadas en la bella carta del Papa. Y que nos llaman a sentir con la Iglesia en estos momentos de dolor y a amarla cada día más. No es de un buen católico el alejarse de la Iglesia por las miserias que se dan en su seno, y que no afectan, de modo alguno, su ser de institución divina y humana al propio tiem-
po. ¡Cuán descaminados se andan los que, ante el pecado de quienes deberíamos esforzarnos por ser santos, dicen creer en Jesucristo pero no en la Iglesia! Como si ello fuera posible. Y cuán tortuosas, falsas y mal intencionadas son las afirmaciones de poderosos medios de comunicación, que sin la más mínima objetividad comentan estas cosas. El Tiempo, en reciente editorial, refiriéndose a los abusos denunciados, afirma que ellos “deslegitiman a la Iglesia”. ¿Entenderá ese editorialista el alcance de los términos? No parece; es un aserto radicalmente falso. ¿Deslegitiman, le pregunto, al glorioso ejército de Colombia, como institución, los delitos cometidos por algunos generales o soldados de la patria?...¿Deslegitiman a las altas instituciones judiciales de la nación los cohechos o venalidades en que incurren muchos togados?...¿Deslegitiman a los medios de comunicación, en conjunto y como institución social que son, las conductas reprobables o el ejercicio mendaz y delictuoso del periodismo en que muchos de sus colegas caen?... En el mismo periódico de los Santos, una columna de Gustavo Duncan, el 23 de agosto, equipara, en un título absolutamente infame y en un tortuoso comentario, al Vaticano con las FARC, en cuanto grupo responsable de innumerables violaciones y vejámenes y de incontables abortos forzados de niñas secuestradas. ¿Habrase visto exabrupto igual? Por su parte, El Espectador publicó el sábado 25 de agosto, en sus páginas de opinión, una columna suscrita por un don Carlos Mejía, que de grotesca y desatinada pasa a ser una manifestación palmaria de ignorancia religiosa o de sibilina malicia. “Apostatar de la Iglesia católica”, es su título. Nada tiene de extraño que el otro respetable diario dé cabida a semejantes despropósitos; que cuanto haya de anticatólico y de atentatorio contra la Iglesia y su doctrina tiene preferencia en sus páginas. Pero la pasquinada de marras es tan insolente, y encierra tanta necedad, que…¡da grima! En el texto del Evangelio del domingo XXI del tiempo ordinario, ante el “escándalo” que constituían para algunos las enseñanzas de Jesús y que les hacían volver la espalda y alejarse, Él les dice a sus discípulos : “¿también ustedes quieren irse?”; y es hermosa la respuesta de Pedro, que me parece nos señala la que debe ser nuestra actitud frente a lo que nos lastima en nuestra santa Iglesia: “¿a quién podríamos ir? Sólo Tú tienes palabras de vida”
Solidaridad con nuestros hermanos venezolanos
Hay vida, hay esperanza…
Sigamos coloreando la paz Diác. Alberto Arciniegas Director de la Pastoral Social Arquidiocesana
El fenómeno de migración de venezolanos hacia Colombia se ha ido multiplicando cada vez más, ciudades como Cúcuta, Bucaramanga, Cali, Pasto e Ipiales reciben más de 400 personas por día. Ibagué no es ajena a esta problemática, por ser paso obligado hacia el sur del país, nuestra ciudad recepciona de igual manera personas y familias que requieren alimentos, vestuario, hospedaje y recursos para seguir su peregrinación, con el deseo de llegar a países como Ecuador o Chile; en otros casos se ubican en la capital tolimense con el anhelo de encontrar una nueva oportunidad de vida. Algunas manifestaciones de xenofobia lamentablemente han ido apareciendo en nuestro país y nuestra ciudad hacia estos hermanos venezolanos, pero como cristianos nuestra actitud debe ser decidida, LA CARIDAD no ha de faltarnos para con ellos. Desde la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Ibagué queremos invitarlos para que aunemos esfuerzos en pro de brindar una atención digna a esta población que requiere de nuestro apoyo. Por lo tanto iniciamos la campaña por medio de este medio, acudiendo a su generosidad en la donación de ayudas en especie o dinero que se destinarán a la atención de estos hermanos, en necesidades como la alimentación, el hospedaje y transporte.
Sus aportes los pueden hacer llegar a la Pastoral Social, Calle 10 A No. 2-65 centro, y/o a la cuenta de ahorros Bancolombia No. 43568800762 a nombre de Pastoral Social, Nit 809.012.633-9
Con la presencia de más de cien movimientos y organizaciones sociales, religiosas, comunidades e instituciones, constructores de paz y reconciliación, el miércoles 16 de agosto, bajo el lema “Hay vida, hay esperanza. Sigamos coloreando la paz”, se dio apertura a la trigésima primera Semana por la Paz, que se realiza este año del 2 al 9 de septiembre. En el discurso inaugural se resaltó que “el derecho a la vida el cual sigue siendo profundamente vulnerado por quienes alimentan los odios y la desesperanza. No ha cesado la estigmatización, la persecución, la criminalización, el asesinato de hombres y mujeres constructoras de paz y defensores de DDHH”. Desde hace treinta y un años el Secretariado Nacional de Pastoral Social promueve la Semana por la Paz para visibilizar los diferentes esfuerzos para construir la paz y la reconciliación; también para crear la conciencia de la necesidad de seguir las vías del diálogo, el perdón y la reconciliación como salidas a los diferentes conflictos o problemas que se presentan en la sociedad. La Doctrina Social de la Iglesia es muy clara en esta perspectiva; ante la violencia y sus diferentes facetas, hemos de responder con el respeto ante las diferencias, la búsqueda del diálogo y la concertación, la reconciliación de las partes, y sin lu-
gar a dudas en el trabajo abnegado por reparar los daños ocasionados, como por buscar la solución a las causas que originan la violencia. Y en este último sentido, la justicia social enmarca toda una serie de acciones que no sólo encuentran la paz sino que, además la hacen sostenible en el tiempo: el trabajo, la salud, la vivienda, y la vivencia de valores cristianos como la solidaridad y el respeto que forjan una cultura hacia el desarrollo y la paz. Bajo estas breves líneas de reflexión, la invitación es que esta semana por la paz, con el lema “Hay vida, hay esperanza… sigamos coloreando la paz”, nos deje una nueva inspiración para convertirnos en artesanos y constructores de la paz en la situación concreta en que nos encontremos. Pensemos qué conflictos personales, laborales, familiares o comunitarios tenemos, y preguntémonos ¿qué quiere Jesús que yo haga para transformarlos?. Es allí donde tengo la oportunidad de tener una experiencia diferente a la violencia, edificando mi vida sobre baluartes de vida cristiana y aportando significativamente a una sociedad en paz. “Vence el mal a fuerza de bien”. Al estilo de Jesús luchemos para que tantos esfuerzos de hermanos y hermanas no queden en vano, y al contrario nos sirvan de estímulo para emprender nuevas acciones en torno a la reconciliación y la paz. La Semana tendrá más de 500 actividades programadas a nivel local y nacional. Dentro de las ac-
tividades principales se destacan la conferencia inaugural con el Dr. Jhon Paul Lederach, el día 3 de septiembre, el Coloreatón por la vida: yo te cuido (jornada cultura, simbólica y de movilización frente al asesinato de los líderes sociales), y el 9 de septiembre el Campanazo en las parroquias del país.
GILMA ROSA CARDOSO BARRIOS ALONSO ROJAS GALEANO FLAMINIO ROMERO CARVAJAL ARMANDO LEYTON REINALDO RODRIGUEZ GARCIA DOMINGO BELLO LUNA NARCISO ROJAS DURAN HECTOR BARRERO GOMEZ DOMINGO BARRERO ISABEL TRIANA MARIA ELVIA CLEVES DE ZAMORA LIGIA BAHAMON DE BARRIOS BLANCA LOPEZ DE CHACON BAUDELINO PALMA GUZMAN AIDA VICTORIA DELGADO ROJAS ULDARICO SARMIENTO RICO ANA ELVIA BARRAGAN DE CUBIDES MISAEL RODRIGUEZ LEAL MARIA DE LOS ANGELES BRAVO ARIZA ANA JESUS BARRETO DE ESPINOSA JAIME DE JESUS PEREZ ARANGO MARIA AMELIA MORALES DE BONILLA MERIDA DIAZ RUBIO MARIA ELIZABETH MORALES GONZALES ANA ROSA GARCIA GORDILLO MARIA AGUSTINA ARIAS DE CHAVEZ LUIS GUILLERMO VIDAL MOSQUERA MARIA TERESA LUCIO DE AYALDE BLAS ANTONIO VELASQUEZ OROZCO JAIME VILLABON LOREN MICHELLE MACANA IBAÑEZ LAZARO GODOY DIAZ MARGARITA ORTIZ GABRIEL ACOSTA RAMIREZ BARBARA SANCHEZ DE ORTIZ ANUNCIACION ARDILA DE ARDILA BERNARDO CASTELLANOS RUBIO JUAN MANUEL WALTERO ANGARITA GREGORIO RODRIGUEZ CAVIEDES ALFONSO VARGAS RODRIGUEZ RAMON URIEL YAIMA QUIMBAYO ALICIA TRIVIÑO ORTIZ ARACELY ACOSTA DE YARA NIDIA YAZMIN HERRADA CESPEDES LEONOR SANCHEZ ORTIZ JAIME CASTAÑO HERRERA ALBERTO GIRALDO CARDONA FANNY HERNANDEZ DE FLOREZ JAIRO JAVIER FANDIÑO URUEÑA TERESA MONCALEANO DE MANRIQUE MARISOL DURAN ROBLEDO MARIANA MORALES DE VIDALES MARIA DEL ROSARIO TOLOSA VILLAMIL LEONIDAS MORENO LUCILA PUENTES LAURA CASTRO TICORA CLAUDIO RIOS JOSE LALO GARZON NINFA TICORA DE HERRERA SANDRA MALAGON VASQUEZ JOSUE AMORTEGUI GORDILLO ROSA ELENA MONTOYA DE MURILLO ANASTACIO CANIZALES HERRERA FABIOLA DELGADO RAMIREZ WALDINA MIRANDA DE AMAYA ESTHER POLO DE GORRON BEATRIZ SALAS DE SEGURA ESPERANZA DEL SOCORRO PENAGOS VARGAS SECUNDINA VIUCHE JOSE JOAQUIN GIL CARDONA VICTOR JULIO AMAYA CRUZ JOSE VICENTE SILVA MARTINEZ ANA MARIA GRAJALES DE DIAZ HERACLITO MURIEL CARDENAS AURA MARIA RIOS TORO AMPARO CASTRO MUÑOZ GILMA MORALES DE RAMIREZ JONH FREDY QUIROGA CALDERON DANIEL HERNANDEZ ARGAEZ DEICY MAYERLY BARRETO LOZANO DANIEL SANTIAGO GARCIA CARVAJAL BALVINO VALENCIA HERNES ARDILA REYES LIBRADA VILLANUEVA OSPINA EPIFANIA GALEANO ROJAS URBANO BARRAGAN ALIRIO CEDEÑO MORENO CLEMENTINA CANO DE BETANCOURT GLORIA BEATRIZ HOYOS PARDO FABIO LOZANO TRIANA JOSE VICENTE REYES RAMIREZ TULIO ALBERTO COLMENARES MAHECHA MARIA CRISTINA CUBILLOS ORDOÑEZ MARTHA LUCIA ROJAS VILLA RAUL DARIO BEJARANO JIMENEZ JUAN DE DIOS MARIN HERNANDEZ YOLANDA MEJIA DE CARDONA LUZ BEIBY LEON LIZCANO JOSE HUMBERTO RUEDA CASASBUENAS SUSANA GARCIA DE ENCISO ADONAY CAICEDO DE MEDINA CECILIA SERRANO DE VACA ROSAURA PEREZ VASQUEZ LAZARO ALFREDO FORERO ZAPATA MARIA ANGELICA ROJAS HERRAN MARIA DOLORES CASTAÑO DE SOTO ANA MARIA BARRERO GUILLERMO HERNANDEZ MARTINEZ ZULAY TORO GONZALEZ JUAN NACIANCENO GUALTERO CARLOS ALBERTO JAIMES ULLOA MARIA ISNELDA SOLORZANO LOZANO LUIS EDUARDO SALAZAR HERNANDEZ MARIA SERAFINA AMAYA DE GAMBOA WILMER ADOLFO RAMIREZ PIÑEROS AURORA CRUZ MUÑOZ SONIA ESPERANZA PEREZ PEÑA MARIA TERESA ARROYO LOZANO PARMENIO MORENO ADONAY RUBIO DE MONTEALEGRE MARIA DEL ROSARIO ORTIZ MIGUEL ANTONIO MEDINA