Retrospectivas contemporáneas

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RETROSPECTIVAS CONTEMPORÁNEAS Ciclo de muestras individuales

ESPACIO DE ARTE FUNDACIÓN OSDE I ROSARIO Artistas: Carlos Aguirre I Mariana De Matteis I Georgina Ricci I Mimí Laquidara De abril a noviembre de 2017


RETROSPECTIVAS CONTEMPORÁNEAS

El arte contemporáneo construye su lugar exhibitivo, mayoritariamente, en el dispositivo de la exposición. Herederos de los modernismos, aprendimos que las cosas están en relación con su contexto, o mejor: son su propio contexto. Las obras de arte se adosaron a los espacios específicamente artísticos y las salas expositivas fueron cada vez más blancas, más neutrales, más aisladas: deseando invisibilizar, tal vez, su cualidad de contexto. Desde los comienzos del arte contemporáneo (los sesenta, los setenta o los noventa, prefiero los noventa) su modo de volverse público fue con la conquista de lugares que permitieran incorporar las nuevas formas de arte, distintas a las modernas. En buena medida la producción artística, sobre todo en los últimos años, se ciñe a esa instancia, lo cual configura el modo y el tiempo de producción. Así, las obras, en cada exposición, la mayoría de las veces, pueden verse como una instalación o un site specific, aunque tengan características materiales autónomas. Preparamos la muestra para tal o cual lugar y nos acomodamos junto al espacio para intentar interpretarlo. Situándonos en esta hipótesis sobre el modo en que las obras en el arte contemporáneo circulan en relación a los espacios, intentamos pensar cómo producen los artistas. Y observamos que muchos, sobre todo los jóvenes, producen y concretan ciertos proyectos para la instancia expositiva. Y además, pueden suceder otras dos cosas: eso que se expone, por algún motivo, pocas veces vuelve a exponerse. Motivo que determina el segundo aspecto: el artista parece estar siempre en curso de hacer una nueva obra y no detiene la mirada hacia atrás en sus procesos, o no por lo menos en el momento de la exposición. Construyendo una reflexión sobre el acto mismo de exponer, dentro de esta trama, proponemos abordar la idea de retrospectiva en artistas jóvenes. La retrospectiva es adoptada desde su acepción más corriente de “observar hacia atrás”, mirar el trabajo que se hizo en el pasado. Este término se relaciona

con la muestra de un artista que en el final de su carrera tiene por objeto mostrar todo lo que hizo, muchas veces en forma cronológica. Pero también es usual vincularlo a un punto en el que, dentro de un desarrollo, se observa lo que se hizo hasta el momento para revisar e interpretar el estado presente de un proyecto. Aquí la retrospectiva, casi paradójicamente, se propone para artistas jóvenes. Lo cual significa menos fijar una lectura y ordenar un desarrollo, que generar un encuentro interrogativo, analítico y reflexivo sobre la producción. En este sentido la mirada hacia atrás no radica en el análisis de toda una carrera, sino en indagar un proceso reciente que reúne un conjunto de obras con el objetivo de acercarse al imaginario y a las ideas que cada artista desarrolla: pensar la retrospección como una visión de conjunto. Retrospectivas contemporáneas se despliega a través de cuatro muestras individuales de abril a noviembre de 2017 con los artistas Carlos Aguirre, Mariana De Matteis, Georgina Ricci y Mimí Laquidara. Una misma sala se transforma en el escenario donde las certezas no se enuncian a priori, sino durante el desarrollo de cada muestra pensando la curaduría como una investigación sobre los artistas, las exposiciones y el arte contemporáneo. Una manera de no anticiparme a cada muestra es presentar a los artistas a través de ellos mismos, con su palabra como forma de construcción de una obra. Palabras que en primera instancia surgen de algunas preguntas para luego devenir en textos autónomos, incluso poemas y manifiestos. Estas líneas son un punto de partida, un conjunto de hipótesis que se pondrán a prueba a partir del marco reflexivo sobre el que se desarrollan las muestras. La lectura sobre las obras y los artistas se manifiesta con cada exposición: en la selección de obras, la elaboración de ideas y la construcción, finalmente, de un contexto.

Clarisa Appendino Curadora


CARLOS AGUIRRE (Sobre mis fuegos) Efigie elemental. Portal originario barricada a la oscuridad, al silencio. Nacimiento del humano, encarnación divina donde bailar, rogar, unirnos. Lenguas efímeras, hipnóticas, testigos de ciclos. (Sobre dos obras, un retrato de mi hijo Fermín y otro retrato de mi pareja) 1 Un impulso Amoroso, natural. La vida es algo fantástico. ¿No crees Mirador? La felicidad es algo cálido como un beso un abrazo. ¡El HUMANO! Volver a él. Fuente, principio, origen. ¿Por qué hablamos tan poco de belleza? Estos son mis talismanes firmes, simples. Convierto mi zarpa en ala y los pinto, cálidos, delicados, potentes. 2 El moñito rojo de cinta plástica sencilla. Lazo de amor rojo, contra el mal de ojo. 3 En tu pupila hay un planeta negro. 4 La ternura de la mojarra boqueando fuera del agua. Fragilidad de la vida. Tenacidad de la muerte. 5 Una manchita roja como mi sangre yo pinté.

Carlos Aguirre (Arroyo Seco, 1981) Diseñador Gráfico por la Escuela Superior de Diseño Gráfico Rosario. Transitó la carrera de Bellas Artes de la UNR. Se formó con artistas como Claudia del Río, Marcia Schvartz, Carlos Herrera, entre otros. Fue becado en varias ocasiones por el Fondo Nacional de las Artes para instancias de formación y desarrollo de proyectos y fue seleccionado para diferentes Salones y certámenes del país. Expuso su obra en espacios y galerías de la ciudad de Rosario, Buenos Aires y Santa Fe. Vive y trabaja en Rosario. Fogata (detalle), 2015, óleo s/papel, 70 x 50 Niño diablo (detalle), 2016, lápiz de cera s/papel misionero, 126 x 86


MARIANA DE MATTEIS Los trabajos que realizo surgen de caminatas, traslados, viajes; de observar las cosas y la gente. Tomo fotografías como apuntes, para no olvidarme de lo que veo o pienso. Estas fotos rara vez se imprimen. Por lo general reposan en diferentes carpetas de la computadora, funcionan como bancos de referencia, los cuales a un corto o largo plazo son consultados y pueden activar o propulsar un proyecto. En algunas oportunidades las obras surgen, por ejemplo, de una palabra o una frase y luego trato de explotar su potencial y sus sentidos buscándoles un contexto, una situación, una imagen. Otras veces aparecen en la experimentación específica con un material o un objeto, de prueba y error, tratando de ver todo lo que se puede decir con eso. Estas pruebas también quedan “en observación” hasta que puedan inscribirse en determinado contexto o relato. La mayoría de mis dibujos o pinturas son principalmente figurativos, muchos parten de una fotografía por ejemplo, y lo abstracto viene después, en el proceso de construcción de la imagen (pero a la vez aparece antes: al momento de su exposición es lo primero que se ve). Diría que se trata más bien de un coqueteo con lo abstracto. O de un ejercicio similar a los que hacían los primeros abstractos, como Cézanne: tomar cosas de la realidad e ir simplificando cada vez más las formas en un camino hacia la abstracción de la imagen. Me gusta imaginar que los espectadores de mis piezas ponen cara de sorpresa en el momento del develamiento, cuando la imagen o el método de una obra se les revelan.

Mariana De Matteis (Villaguay, 1984). Es Licenciada en Bellas Artes (UNR). Atravesó distintas instancias de formación con Rafael Cippolini, Eva Grinstein y Pablo Siquier. Recibió el Premio al Artista Joven 2014 Fundación Nuevo Banco de Santa Fe; realizó diversas muestras individuales y colectivas en Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Barcelona y Montevideo, entre otras. Vive y trabaja en Rosario, desde 2002. Un recuerdo nuevo, instalación, 3 m3 de arena y objetos revestidos de arena, medidas variables Pintura sin título (detalle), 2016, instalación, 80 x 120 x 80


GEORGINA RICCI Tenemos la obligación de hacer otra lectura de la historia. Debemos saber que hay que salir a reconstruir la historia, a desconfiar de los panteones de manual. Hay que construir la historia desde la subjetividad. ¿Cuál es el fracaso de las vanguardias? ¿Qué regla utilizamos para medirlo? ¿El de ellas? ¿El de sus enemigos? Creo apasionadamente en el éxito de la vanguardia: a mí me ha salvado la vida. Me ha posibilitado construirme anómalamente fuera de las necesidades del mercado, de mi familia, de mis amigos, de las instituciones. No digo que soy un sujeto libre, digo, que a veces tengo herramientas para desconfiar, para creer en el motor de la libido. ¿Por qué creer que la vida y el arte se desconectaron? ¿Cuándo fue que construimos la fábula de la conexión? Entendiendo el arte como lo entendemos, ¿en qué momento se tensionaron los vínculos? El arte es un territorio donde casi todo es posible. No tiene que ver ya con el grafito, ni con los títulos, ni con los talleres. Llamemos arte a ese modo de permitirnos pensar con imágenes. Les pido disculpas si esto que verán es demasiado críptico. Puedo intentar una traducción que nos hará, como en toda traducción, perder lo esencial, la poesía. Creo que las imágenes piensan. Los invito a encararlas, a tenerles paciencia, a ser sensibles, a mirar las anomalías. No tengo moralejas, sólo uso un fibrón fluorescente para que intentemos hacer algo con estas imágenes, de las que me siento solamente una lupa, un dedo que acompaña la lectura de un renglón difícil. ¿Qué nos dice el texto impreso? ¿Qué nos dice el texto científico? ¿Por qué elegimos desnudarnos ante sus formas? ¿Por qué elegimos normalizarnos? ¿Para que el otro comprenda mejor el código? ¿Para camuflarnos en la burocracia del conocimiento? ¿Del poder? Me siento esperanzada en el arte.

Georgina Ricci (Rosario, 1981) Trabaja en el campo de las imágenes y las palabras, sin respeto disciplinar, desde el año 2001. Junto a su práctica artística y editorial, se desarrolla también en el ámbito de la gestión, la docencia y la curaduría. Vive y trabaja en Rosario. Brasil (detalle), 2010, marcador s/papel, 10 x 15 A., 2016, instalación, medidas variables


MIMÍ LAQUIDARA Creo que un material puede ser cualquier cosa que nos rodea. Desde un río, un pedazo de madera descartado o el camino que me lleva de mi casa a otro lugar. Generalmente empiezo por leer los objetos con los que me encuentro o la forma que habitan el espacio que transitamos cotidianamente, la memoria física de los lugares, preguntarme por el origen de las cosas o los destinos truncados de las mismas. Como parte de mi proceder, considero importante siempre una instancia de observación y contemplación: el estar de las cosas. Confío en los encuentros, es por esto que soy muy aficionada a los rompecabezas, a recolectar piedras y objetos de la calle que muchas veces terminan siendo parte de mis obras. Concibo la práctica artística como una producción atravesada por manifestaciones híbridas provenientes de diversos campos. Es por esto que trabajo en varios proyectos al mismo tiempo. Considero importante moverme de los lugares. Voy de lo micro a lo macro, del dibujo a la escultura, de la escultura a la fotografía, y así. Me interesa explorar diferentes formas del hacer y no quedarme en ningún lugar fijo. De mi taller salgo a la calle, observo la arquitectura, las combinaciones anónimas, casi mínimas y azarosas que se dan en el cotidiano: los iguales distintos, los dobles, el poder significante del color, la repetición, el tiempo. En mis procesos de experimentación hay un punto de partida que considero clave: la intuición. Esta corazonada repentina que aparece ante determinadas situaciones, objetos, sensaciones, materiales me hacen ir por un lado y no por otro. Nos movemos en la vida mediante estas intuiciones, racionalizándolas en mayor o menor grado. En este accionar están también la voluntad y la necesidad de dichas acciones, es decir, el deseo, la voluntad del deseo. En el camino que transitamos experimentando, se ponen en juego la voluntad, la necesidad y la intuición. Y es en esta mezcla, en donde en el mejor de los casos, aparece la producción artística

Mimí Laquidara (Entre Ríos, 1989) Es licenciada en Bellas Artes de la Facultad de Humanidades y Artes (UNR). Formó parte del Programa de Artistas 2012 de la Universidad Torcuato Di Tella coordinado por Mónica Girón, en Buenos Aires. Fue becada en varias oportunidades por el Fondo Nacional de las Artes para realizar talleres y seminarios de análisis de obra. Publicó Esculturas, en la colección de Fotografía Contemporánea de la Editorial Municipal de Rosario (EMR, 2016). Vive y trabaja en Rosario, Santa Fe. Cartel, de la serie Esculturas 2016, fotografía analógica, 13 x 18 S/T, de la serie No todo está bien y lindo, 2014, azulejos rotos instalados en el piso, 50 x 50


ACTIVIDAD ENCUENTRO CON LA CURADORA Clarisa Appendino Miércoles 28 de junio a las 17 Auditorio OSDE Rosario, Bv. Oroño 973 - 6° piso

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA Lunes a viernes de 12 a 20 Sábado, domingo y feriados de 17 a 20

ESPACIO DE ARTE FUNDACIÓN OSDE I ROSARIO Bv. Oroño 973 - 6° piso Ciudad de Rosario Tel: 0810-555-6733 fundacion-rosario@fundacionosde.com.ar


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