IDENTIDAD PÚBLICA
Colecciones Isaías Goldman, José Luis Lorenzo, Universidad Siglo 21
Curaduría: Micaela Bianco, Valentina Martínez Gallino
Del 31 de octubre al 17 de diciembre de 2024
Espacio de Arte Fundación OSDE, Córdoba
En primer lugar, es un gusto para OSDE Región Centro y Fundación OSDE, brindar nuestro espacio como punto de encuentro de expresiones artísticas y culturales.
Fundación OSDE se dirige a la comunidad a través de un triángulo de valor que aborda el Arte y la Cultura, la Salud y la Educación con propuestas que contribuyen al bienestar integral de las personas, de acceso libre y gratuito.
En esta oportunidad, la generosidad de los propietarios de estas tres colecciones destacadas de nuestra ciudad, nos acercan una experiencia única para reflexionar sobre un tema tan actual y movilizante como lo es la Identidad Pública.
Un recorrido inédito por obras de reconocidos artistas en nuestro Espacio de Arte, un lugar que ha sido especialmente pensado y diseñado para disfrutar este tipo de propuestas.
Esta exhibición es un ejemplo del trabajo en equipo y de una amalgama de voluntades que trascienden intereses particulares por un objetivo común.
Felipe Moyano
Gerente de OSDE Región Centro
El arte es una expresión esencial y única que conecta, desafía y enriquece la vida de las personas. Es una invitación a la reflexión, una provocación hacia la innovación y un motor para construir un futuro más consciente y diverso.
Llevar adelante esta exposición junto a Fundación OSDE reafirma nuestro compromiso de seguir expandiendo nuestra colección, que ya cuenta con 280 obras. Consolidamos así el arte como un pilar fundamental en la formación integral de nuestros estudiantes, estimulando su creatividad y pensamiento crítico.
Al visibilizar colecciones tan emblemáticas como las de Universidad Siglo 21, Isaías Goldman y José Luis Lorenzo, enriquecemos el panorama cultural de Córdoba y abrimos nuevos caminos para que el público explore, aprenda y se conecte con el valor artístico y simbólico de cada obra.
Continuamos fortaleciendo y desarrollando el espacio artístico como un engranaje para experimentar, crear y apreciar la belleza dentro de nuestra comunidad universitaria.
Mgter. María Belén Mendé Vicepresidenta Fundación Universidad Siglo 21
Entre lo público y lo privado. Algunas variables del coleccionismo vernáculo
por Tomás Ezequiel Bondone
En la cultura occidental, la modalidad de coleccionar arte se desarrolló a lo largo de su particular y extensa historia, una actividad vinculada a la cultura y promovida o motivada por diversas circunstancias. Hasta finales del siglo de la ilustración (“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”), las colecciones tenían un carácter privado, definido desde la posesión única, no compartida. A lo largo del siglo XIX, una matriz gradual induce a colectivos sociales de elite (desde la aristocracia a la burguesía) hacia un proceso democratizador que posibilita la socialización de las colecciones. Diversos fueron los motivos en este transcurso que determinaron al fin un uso público o socialmente compartido de esta práctica compilatoria. Las causas pueden encontrarse en la filantropía, la admiración por el pasado, el gusto por lo original, el afán de inversión, el prestigio social o los deseos de reforzar o legar una tradición. Desde el siglo XVIII, en Argentina, y particularmente hacia el interior del ámbito porteño, apareció una práctica de coleccionar muy vinculada a lo tradicional y como marca de distinción social. En el siglo XIX, y según lo señala el investigador Marcelo Pacheco, se puede verificar una constante expansión del hábito coleccionista. Ello, tras la multiplicación de catálogos, productos, instituciones privadas y públicas ligadas a la práctica, el aumento de las publicaciones, así como el crecimiento del circuito de exhibiciones y de los mecanismos de visibilidad y jerarquización de lo artístico. Durante el siglo XX, ya con un campo autónomo del arte en marcha, surge un coleccionismo renovador, basado en la modernidad y las vanguardias europeas, que llega a tener una identidad plenamente moderna donde los actores se actualizan. En este sentido, la figura de Jorge Romero Brest fue fundamental para mostrar lo novedoso, denostando los primeros 50 años del siglo y promoviendo una segunda facción de coleccionistas activos, como avanzada en el territorio: Minetti, Arena, Acquarone, como ejemplos.
Al proponer un relato sobre el coleccionismo en Argentina, es necesario diferenciar las variables que existen entre la situación determinada por el contexto porteño y la trama característica de las escenas regionales. No voy a exponer aquí valoraciones descriptivas de un entorno fértil reconocido por todos: los beneficios del circuito cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en contraposición a las condiciones emergentes de las realidades culturales periféricas del territorio nacional. Sí es necesario destacar que Córdoba, por trayectoria y densidad, ostenta un espacio o un posicionamiento de relevancia en el universo federal. Y ello, en los últimos años, se evidencia por la escala de relaciones entre el mercado local y el consumo, institucionalidad y circuitos, modas y profesionalización de las prácticas coleccionistas.
En la ciudad de Córdoba, hacia los años de cambio de los siglos XIX y XX, ciertos sectores de la burguesía local se dedicaron a coleccionar arte; y entre 1911 y 1916, el estado provincial se orientó, tras diversas acciones, hacia la configuración de una colección pública de bellas artes. Galerías de arte como la de Esteban Bobone o el llamado Salón Fasce propiedad de Jerónimo Sappia y Pedro Fasce fueron espacios iniciales de un sostenido accionar. Estos originaron en las primeras tres décadas del siglo un tipo de coleccionismo vernáculo vinculado a un arte moderno figurativo, en gran medida afín con los espacios oficiales de formación en artes visuales locales. Al promediar el siglo XX, otras galerías de arte cordobesas, como Feldman primero o Gutiérrez & Aguad y Domingo Biffarella después, promovieron con sus ventas un tipo de coleccionismo vinculado, en algunos casos, con expresiones más novedosas. Ello contribuyó a la formación de numerosas colecciones particulares, las cuales, hacia 1973, Ángel Lo Celso definía con las siguientes palabras: “son consideradas dentro de su categoría como las mejores en el interior del país”. Aunque muchas de ellos hoy han sido desmembrados, sobresalen por sus cualidades los acervos originarios de Mario Remorino, Carlos Baena, Nicolás Lobos Porto o Leticia de Paz Casas. No se puede dejar de mencionar en esta breve reseña la formidable colección formada por Industrias Kaiser Argentina y lo generado a partir de las acciones culturales de esta empresa automotriz, indicio que marcó una época, inaugurando otras formas de coleccionar arte en Córdoba.
Poco a poco el tono general de cada colección vernácula se enriquecerá desarrollando su propio carácter, aunque son escasas las investigaciones dedicadas a historizar las modalidades del coleccionismo local. Ello, en cambio, fue visibilizado, fundamentalmente, a través de programas de exhibición, con sus proyecciones y actividades. Fueron realizados en ámbitos abiertos al público, de titularidad estatal (provincial o municipal) como el Museo de Bellas Artes Evita – Palacio Ferreyra, el Museo Municipal de Bellas Artes Dr. Genaro Pérez o en lugares de gestión privada como el Espacio de Arte de Fundación OSDE Córdoba. Estos programas tuvieron como antecedente algunas muestras, como las realizadas en las salas del Cabildo Histórico de Córdoba en 1991, con las exhibiciones de la colección Gárate y la colección Torres. En el Museo Palacio Ferreyra se expusieron entre 2010 y 2015 diversas colecciones, tales como Conci, Lorenzo, Balanz, Zelarayán, Sequeira, Rizzo, Vidal o Albrieu, o colecciones de artistas. En tanto, dentro del espacio de Fundación OSDE se mostraron, entre otros, los acervos de Inés Díaz o de Susana y José Maranzana.
Siguiendo esa línea, este último ámbito decide exhibir ahora tres colecciones cordobesas en diálogo. El título de la propuesta nos estimula a dilucidar una línea curatorial, que más allá de las decisiones en la selección y la tipología de obras expuestas, plantea algunas preguntas inquietantes. La representación de la figura humana funciona como un disparador para
pensar en las diferencias y similitudes, entre lo público y lo privado. Las tres colecciones podrían identificarse con un patrón general común, desde una forma inicial espontánea o intuitiva hasta un perfil definido y especializado. Cada una, en un lapso relativamente corto de tiempo, fue concentrando objetivos con perfiles y patrones propios. No podemos soslayar el carácter de sus mentores y las posibilidades de generación de capital económico para las adquisiciones en cada caso. Desde la misión institucional académica (Colección Universidad Siglo 21), el ejercicio de una profesión liberal independiente (Colección José Luis Lorenzo) y la actividad comercial (Colección Isaías Goldman), cada una como sistemas de emblemas fueron ganando visibilidad, circulación y poder hacia dentro y hacia afuera del terreno. Estas tres colecciones y sus artífices deben ser leídas, entonces, como agentes con tomas de posición, determinadas y seguras en el campo artístico contemporáneo en Córdoba. Variables conceptuales que nos orientan a focalizarlas para poder determinar sus ubicaciones, recorridos o circulaciones, junto a las operaciones de sus mentores. Por ello, no son solo las colecciones las que adquieren un “poder simbólico” sino también los coleccionistas, que se distinguen dentro de las tramas de la estructura del contexto en que se desplazan. De esta manera, y habiendo asumido ya un cierto grado de profesionalización en su tratamiento (asesorías en las compras, planes de inventarios y catalogación o acciones de conservación y restauración), se determinan como regímenes que anuncian en Córdoba nuevas estrategias de coleccionismo en el presente siglo.
Referencias Bibliográficas
Bondone, Tomás Ezequiel, “Coleccionismo, coleccionistas, museos y exposiciones. Un caso particular en Córdoba”. En Rossi, María Cristina (coordinadora general): II Coloquio Internacional de Arte Latinoamericano LATINOAMÉRICA EN FOCO: Perspectivas sobre la circulación del arte. Montevideo, Museo Gurvich, 2017, pp. 21-36. Levinas, Dani, Los guardianes del arte. Conversaciones con grandes coleccionistas. Madrid, La Fábrica, 2023.
León, Aurora, El Museo. Teoría, Praxis y utopía. Madrid, Cátedra, 1982. Lo Celso, Ángel T., 50 años de arte plástico en Córdoba. Córdoba, Banco de la Provincia de Córdoba, 1973.
Pacheco, Marcelo E., Coleccionismo de Arte en Buenos Aires 1924 – 1942. Buenos Aires, El Ateneo, 2013.
Identidad pública
Micaela Bianco. Valentina Martínez Gallino
Esta exposición surge del diálogo entre tres destacadas colecciones de la ciudad de Córdoba con la intención de visibilizar un patrimonio —no siempre accesible al público general— que fomente el intercambio de experiencias e ideas.
Desde las pinturas rupestres hasta el arte contemporáneo, el arte ha sido una herramienta fundamental para la representación de las identidades individuales y colectivas a lo largo del tiempo. Como parte de un proceso influenciado por factores socioculturales, estas se conforman a través de experiencias históricas.
En palabras del sociólogo Stuart Hall: “las identidades se constituyen dentro de la representación y no fuera de ella… Se construyen a través de la diferencia, de su relación con el Otro.”
A partir de 34 obras, pertenecientes a las colecciones de José Luis Lorenzo, Isaías Goldman y la Universidad Siglo 21, la exposición establece lazos conceptuales y formales a través de la figura humana; identidades que se vuelven públicas a través de la representación y exhibición. A modo de síntesis, algunas obras descriptas a continuación intentarán dar cuenta de estas ideas.
El políptico The Bronx de la artista francesa Sophie Calle, realizado en los años 80 a partir de entrevistas, fotografías y una posterior intervención fortuita de las imágenes, nos permite acercarnos no solo a la forma en que diversas personas se presentan a sí mismas, sino también a la mirada del otro —en este caso la artista— que las construye, las posiciona y las transforma en “obra” para ser presentadas ante los demás.
El rostro es, a su vez, un factor determinante, una superficie única que permite delimitar una identidad humana respecto de otra. En este sentido, Javier Bellomo realiza la deconstrucción de un retrato y vuelve a recomponer la imagen utilizando gestos compositivos: una fotografía se transforma en infinidad de pequeños papeles que vuelven a formar la figura de Federico, a modo de píxeles analógicos.
En Estudio de mano Telesita (II), de Mariana De Matteis, el cuerpo se presenta desde la propia ausencia. La obra, realizada en goma Eva, toma como modelo una escultura de La Telesita, —perteneciente a la colección del Museo Castagnino de Rosario— quien, según la leyenda, fue una mujer cuya alma quedó vagando entre los cerros luego de ser asesinada.
La obra de De Matteis ahonda en la exploración de la protagonista a través de un fragmento simbólico: su mano. Y fusiona en ella lo real y lo mítico en una pieza que no solo revisita la leyenda, sino que también ofrece una reinterpretación contemporánea de la misma.
El banquete del pintor y escenógrafo José Ledda, nos transporta a un escenario imaginario con influencias renacentistas. A la manera de las pinturas de ese período, una escena revela a diversos personajes en un espacio palaciego. En el plano posterior, una ventana nos introduce en un nuevo mundo, pero, en este caso, representado por un pleno de color azul, que nos remite a las pantallas de computadoras, o a los cromas utilizados por la tecnología audiovisual. Al igual que la ventana de una pintura renacentista, el chroma key1 crea una ilusión de profundidad y una "entrada" a mundos distintos, mientras mantiene la separación entre lo que es real y lo que es ficticio, como la ventana que media entre el mundo exterior y el espacio representado.
En la actualidad, la producción artística compite con las imágenes generadas por la tecnología. Identidades públicas híbridas, hegemónicas o disruptivas, virales, creadas por millones de personas anónimas o por la inteligencia artificial conviven con las producciones artísticas o las generadas por la industria audiovisual, inclusive dentro del ciberespacio.
¿Hablamos sólo de cambios en los soportes y lenguajes o de un nuevo modo de constituirnos para el Otro? ¿Cómo se configuran en este contexto las producciones artísticas como marca de identidad? ¿Pueden estas prescindir del espacio público virtual para trascender? Los retratos y autorretratos, los espacios imaginarios o miméticos, los cuerpos y las ausencias que denuncian, las personas o personajes que abrazan la historia o proyectan un futuro; las figuras que se ocultan o se entregan en esta exhibición, conforman un espacio tangible que invita al espectador a reflexionar sobre la representación de nuestra propia identidad, rodeada de múltiples cuerpos públicos.
1 El chroma key, o técnica de clave de croma, es un método de efectos visuales que permite sustituir un fondo de un color específico (generalmente verde o azul) por otra imagen o video, integrando elementos en producciones cinematográficas y de televisión. Esta técnica es ampliamente utilizada para crear efectos visuales y entornos virtuales de manera efectiva.
Referencias Bibliográficas
Groys, Boris, Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea. Buenos Aires, Caja Negra Editora, 2014.
Groys, Boris, Devenir obra de arte. Buenos Aires, Caja Negra Editora, 2023. Hall, Stuart. "¿Quién necesita 'identidad'?" en: Stuart Hall y Paul du Gay (comp.) Cuestiones de identidad cultural, Buenos Aires, Amorrortu, 1996.
Malosetti Costa, Laura. Yo, nosotros, el arte (cat. exp.) Buenos Aires, Fundación OSDE, 2014
LISTADO DE OBRAS EXHIBIDAS
FERNANDO ALLIEVI
La despedida
28,7 x 56,5 cm
Colección José Luis Lorenzo
CARLOS ALONSO
S/T, ca. 1960
Fotogramas intervenidos
32 x 39 cm c/u
Colección Isaías Goldman
CARLOS ALONSO
Retrato Spilimbergo, 2000
Lápiz sobre papel
30 x 23 cm
Colección Universidad Siglo 21
ANTONELLA ANDREOLETTI
S/T, 2015
Monocopia
52 x 43 cm
Colección Isaías Goldman
DIEGO ARRASCAETA
Sueño, 2021
Técnica mixta sobre tela
100 x 100 cm
Colección Universidad Siglo 21
JAVIER BELLOMO
Federico de la serie
Un soplo de aire, 2017
Fotografía toma directa, impresión de tintas pigmentadas sobre hojas de papel texturado
80 x 80 cm
Colección Isaías Goldman
JOSÉ BENITO
Sueño, 2007
Madera policromada, hilos
37 x 70 x 30 cm
Colección Universidad Siglo 21
JOSÉ BENITO
S/T , 2016
Xilografía, P/A
74 x 60 cm
Colección Universidad Siglo 21
ALEJANDRO BONOME
Las vecinas, 1962
Tinta sobre papel
34 x 24 cm
Colección Universidad Siglo 21
SOPHIE CALLE
The Bronx [Políptico], de la serie Journeys, 1980 - 2002
Fotografías y textos intervenidos
29,5 x 21 cm / 21 x 29,5 cm
Colección José Luis Lorenzo
PABLO CANEDO
El muro de Bispho, 2017
Cerámica
34 x 17 x 23 cm
Colección Isaías Goldman
ELISA CANELLO
16.06.98, 2013
Lápiz sobre papel
16 x 21 cm c/u
Colección José Luis Lorenzo
CLAUDIA CASARINO
S/T, de la serie
Nosotros los otros, 2013
Camisas de tela de talle pequeño
cosidas entre sí
36 x 37 cm
Colección José Luis Lorenzo
MANUEL COLL
S/T, 2016
Acrílico sobre cartón
47 x 47 cm c/u
Colección Isaías Goldman
MIGUEL DÁVILA
S/T [tríptico], 1974/76
Tinta sobre papel
38 x 88 cm
Colección Isaías Goldman
MARIANA DE MATTEIS
Estudio de mano Telesita (II)
Goma Eva
15 x 25 x 17 cm / 15 x 30 x 29 cm
Colección José Luis Lorenzo
RAÚL DÍAZ
Figura y bote
Fundición en bronce
20 x 20 x 60 cm
Colección José Luis Lorenzo
FABIO EGEA
Susurro, 2023
Óleo sobre tela
141 x 170 cm
Colección Universidad Siglo 21
ESTHER FERRER
Autorretrato con ojos rojos, 1999
Fotografía intervenida
54 x 43 cm
Colección José Luis Lorenzo
FELIPE GIMÉNEZ
No fue fácil llegar juntos, 2012
Acrílico sobre tela
120 x 90 cm
Colección Universidad Siglo 21
MARTÍN KOVENSKY
La pintura de los 80 de memoria
Lápiz sobre papel
72 x 52 cm
Colección José Luis Lorenzo
JOSÉ LEDDA
El Banquete, 2014
Acrílico sobre tela
60 x 120 cm
Colección Universidad Siglo 21
ADRIANA LESTIDO
S/T, de la serie
Madres adolescentes, 1988/1989
Fotografía
64 x 48 cm
Colección José Luis Lorenzo
GABRIELA LÓPEZ
Autorretrato, 2018
Talla en madera de caldén
93 x 41 x 60 cm
Colección Isaías Goldman
MARCOS LÓPEZ
Lili, 1984
Gelatina de plata
50 x 50 cm
Colección José Luis Lorenzo
ROGER MANTEGANI
S/T, de la serie Retratos, 2015
Técnica mixta sobre papel
90 x 80 cm
Colección Universidad Siglo 21
DAIANA MARTINELLO
Boca abajo, 2016
Acrílico, sellador de grietas y cemento sobre tela
150 x 120 cm
Colección Universidad Siglo 21
NICOLÁS PARIS
Bolsa de papel, editada en 2008
Litografía y collage sobre papel Ribes
47 x 34 cm
Colección José Luis Lorenzo
LAURA TARSITANO
S/T, 2023
Acrílico y grafito sobre tela
140 x 110 cm
Colección Universidad Siglo 21
ROMÁN VITALI
Ser Queer, 2019
Cuentas de acrílico facetadas
36,5 x 40 x 40 cm
Colección José Luis Lorenzo
LUIS WELLS
S/T, 2017
Acrílico sobre papel
80 x 120 cm
Colección Isaías Goldman
FUNDACIÓN OSDE
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
PRESIDENTE
Héctor Miguel Pérez
SECRETARIA
María Victoria Palacios
PROSECRETARIA
Ingrid Behr Menéndez
TESORERA
Alejandra Inés Vazón
PROTESORERO
Oscar Martín Frizzera
VOCALES
Marcela Fabiana Castro
Mario Daniel Brey
La exposición fue declarada de Interés Cultural por la Secretaría de Comunicación y Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba.
EXPOSICIÓN y CATÁLOGO
CURADURÍA
Micaela Bianco, Valentina Martínez
Gallino
TEXTOS
Tomás Ezequiel Bondone
Micaela Bianco
Valentina Martínez Gallino
ASISTENCIA CURATORIAL y PRODUCCIÓN
Yanina Costa, Emanuel La Rocca, Teresita Moyano
MONTAJE
Luli Chalub, Yacu Chalub
EDICIÓN y CORRECCIÓN DE TEXTOS
Yanina Costa
CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS
Luchi Ortiz
Todas las vistas de sala corresponden a la exposición
Identidad Pública, octubrediciembre 2024.
La Fundación OSDE y las curadoras agradecen especialmente a Ma. Belén Mendé, Juan Carlos Rabbat, José Luis Lorenzo, Isaías Goldman, Carolina Goldman, Mariano Almada, Raúl Sansica y a los artistas que participaron en la exhibición.