Diario de poesía

Page 1

Buenos Aires

DIARIO DE

EXPOSICIÓN

25

Espacio de Arte Fundación OSDE 9 de Febrero al 31 de marzo de 2012

años

Atravesando las hojas del Diario de Poesía como si se pasara del otro lado del espejo, esta exposición expande un mundo de letras e imágenes que induce a reflexionar sobre la poesía y sus diversas manifestaciones sonoras y visuales.

DOSSIERS

Calveyra, Lear, Piñera, Cine y Poesía

Un hombre peleando con un barril ENTREVISTA Una conversación entre Viviana Usubiaga (curadora de la muestra), Daniel Samoilovich (director de Diario de Poesía) y Eduardo Stupía (director de arte de la publicación). Pág. 6

CORTAZAR Y CALVEYRA, PARIS, 1963.

Los dossiers son una de las secciones principales del Diario. Por medio de ensayos, traducciones y textos inéditos, se pone en primer plano a un

¡BASTA YA DE PROSA! 25 años de DIARIO DE POESIA 1986-2011

JUAN PABLO RENZI, 1980.

poeta, un país o un movimiento relevante en materia poética. En la exposición se desarrollan cuatro dossiers: el del poeta y pintor Edward Lear; el del escritor cubano Virgilio Piñera; el del poeta entrerriano radicado en Francia, Arnaldo Calveyra; y el que explora la presencia de la poesía en el cine.

Del 9 de febrero al 31 de marzo, en Espacio de Arte Fundación OSDE, Suipacha 658, 1er. piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lunes a sábados, de 12 a 20.

páginas

Pasados veinticinco años de la presentación del primer número del Diario de Poesía en Buenos Aires y Rosario, la exposición ¡Basta ya de prosa! invita a conocer la historia, las imágenes y las palabras que han tramado un proyecto editorial inusual por su aguda provocación sobre los límites de circulación y lectura de la poesía en particular y de la literatura en general.

de

artista

J.P. RENZI

Se exhiben, la maqueta original concebida en 1986 por Juan Pablo Renzi, más los bocetos de numerosas tapas y presentaciones de dossiers diseñadas por el propio Renzi y Eduardo Stupía a lo largo de 25 años.

Boceto de tapa del Nº 3, por Juan Pablo Renzi, 1986. Tinta al agua sobre papel, 20 x 14 cm.

Diario de Poesía destinó a partir de su segundo número un espacio particular a las artes plásticas, creando la sección “Página de artista”.


2/ STAFF / SUMARIO FUNDACIÓN OSDE CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN PRESIDENTE Tomás Sánchez de Bustamante SECRETARIO Omar Bagnoli PROSECRETARIO Héctor Pérez TESORERO Carlos Fernández PROTESORERO Aldo Dalchiele VOCALES Gustavo Aguirre Liliana Cattáneo Horacio Dillon Luis Fontana Daniel Eduardo Forte Julio Olmedo Jorge Saumell Ciro Scotti

¡Basta ya de prosa!

Sumario A través de las páginas del Diario de Poesía, por Viviana Usubiaga 2 Editorial del Nº 1 (1986) 2 Bocetos de tapa, por Juan Pablo Renzi y Eduardo Stupía 3 Un poco de prosa sobre el Dario de Poesía, por V. U. 6 Un hombre peleando con un barril, entrevista a Daniel Samoilovich y E. Stupía, por V. U. 10 Páginas de artista 13 Cronología 1986-2011 17 Listado de obras 23

EXPOSICIÓN Y CATÁLOGO PROYECTO Daniel Samoilovich Eduardo Stupía

ESPACIO DE ARTE FUNDACIÓN OSDE

CURADURÍA Y TEXTO Viviana Usubiaga

COORDINACIÓN DE ARTE María Teresa Constantin

ASISTENCIA Tatiana Kohan Nadina Maggi Susana Nieto

GESTIÓN DE PRODUCCIÓN Betina Carbonari PRODUCCIÓN Micaela Bianco Javier González Tatiana Kohan Nadina Maggi Susana Nieto Gabriela Vicente Irrazábal Espacio de Arte - Fundación OSDE Suipacha 658 1° - Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tel / Fax: (54-11) 4328-3287/6558/3228 espaciodeartefundacion@osde.com.ar www.artefundacionosde.com.ar

DIAGRAMACIÓN DE CATÁLOGO Liliana Rocca y Pablo Tomasello CORRECCIÓN DE TEXTOS Violeta Mazer DISEÑO DE MONTAJE Valeria Keller GRÁFICA DE SALA Oscar Rodríguez Gerencia de Comunicación e Imagen Corporativa OSDE MONTAJE Horacio Vega PRODUCCIÓN DE GRÁFICA DE SALA Sign Bureau

Febrero de 2012

IMPRESIÓN GS Gráfica SRL

AGRADECIMIENTOS La Fundación OSDE, Diario de Poesía y la curadora agradecen la generosa colaboración de los artistas, coleccionistas e instituciones que facilitaron las obras y documentos que han hecho posible esta muestra: Juan Astica, Max Cachimba, Américo Castilla, Claudia del Río, Ana Eckell, Roberto Elía, Fernando Fazzolari, Magdalena Jitrik, Guillermo Kuitca, Eduardo Médici, Adolfo Nigro, Luis Felipe Noé, Eduardo Stupía, Luis Wells, Horacio Zabala, Sonia Becce, Pablo Birger, Ricardo Blanco, Gustavo Bruzzone, Xil Buffone, Álvaro Castagnino, Marion Eppinger, Gabriela Francone, Pablo Gianera, María Teresa Gramuglio, Valeria Fiterman, Jorge Helft, Cecilia Ivanchevich, Inés Katzsenstein, Rafael Menéndez, María Padilla Quirno, Liliana Piñeiro, Osvaldo Ramos, Ernesto Schargrodsky, Claudio Stamato y Sylvia Vesco. Academia Nacional de Bellas Artes, Fundación Federico Jorge Klemm, Universidad Torcuato Di Tella. Usubiaga, Viviana Basta ya de prosa! : 25 años de diario de poesía . - 1a ed. - Buenos Aires: Fundación OSDE, 2011. 24 p.; 40x28 cm. ISBN 978-987-9358-64-1 1. Catálogo de arte. I. Título. CDD A861

© Fundación OSDE, 2011. Leandro N. Alem 1067, Piso 9 (C1001AAF) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. ISBN 978-987-9358-64-1 Todos los derechos reservados. Hecho el depósito que previene la ley 11.723. Impreso en la Argentina. Queda prohibida su reproducción por cualquier medio de forma total o parcial sin la previa autorización por escrito de Fundación OSDE.

A través de las páginas del Diario de Poesía asados veinticinco años de aquel invierno de 1986 cuando se presentó el primer número del Diario de Poesía en las ciudades de Buenos Aires y Rosario, la exposición ¡Basta ya de prosa! invita a conocer la historia, las imágenes y las palabras que han tramado un proyecto editorial inusual por su aguda provocación sobre los límites de circulación y lectura de la poesía en particular y de la literatura en general. La muestra reúne una selección, menos arqueológica que antológica, de una serie de materiales que han dado origen a sus páginas. Documentos, fotografías, audiovisuales, libros, dibujos y pinturas originales y reproducidos a partir de los cuales es posible reconstruir y narrar algunos momentos de la formación y desarrollo de una de las revistas literarias más relevantes y de mayor continuidad en la Argentina. Se trata de una invitación a adentrarse en la revista desplegada en el espacio y a releer los lazos de la poesía con las artes visuales, la música, el cine y con la historia de nuestro país.

P

na cronología recorre los principales eventos vinculados a la vida del Diario desde 1986. Un audiovisual repone el relato de su director, Daniel Samoilovich, y su director de arte, Eduardo Stupía, sobre los comienzos del proyecto y su elaboración como objeto visual. Los bocetos de las páginas maestras de la revista, dibujados hasta en sus detalles inimaginables por Juan Pablo Renzi, indican las secciones que la publicación posee y a la vez, en la muestra, disponen núcleos espaciales para acercarnos a los retratos de poetas y a sus voces, al archivo visual del Diario, a los dossiers y a la peculiar creación de tapas y diseño interior, a cargo de Renzi hasta el número 22 y sucedido por Eduardo Stupía en 1992.

U

as “Páginas de artista” aparecidas en varios números intensifican los vínculos de la revista con las artes plásticas. Se exhiben los impresos de cada una de esas hojas junto a los dibujos, fotos o pinturas originales de las obras publicadas y otras producciones afines de los mismos artistas que dedicaron sus trazos al Diario. Una suerte de colección imaginaria que gravita como una constelación visual en sus páginas y permite aproximarse a las poéticas y actuaciones de creadores de la escena local desde mediados de los años ochenta.

L

os dossiers son una de las secciones principales del Diario dedicadas a investiga-

L

por Viviana Usubiaga ciones exhaustivas y bien documentadas. Por medio de ensayos, traducciones y textos inéditos, se pone en primer plano a un poeta en particular, un país o movimiento relevante en materia poética. En la exposición se desarrollan cuatro dossiers: el del poeta y pintor Edward Lear (nº 64, abril-junio de 2003), que presenta sus libros magistralmente ilustrados; el del escritor cubano Virgilio Piñera (nº 51, octubre de 1999), en el que se recogen su poesía, sus andanzas junto a Witold Gombrowicz y testimonios de su paso por Buenos Aires entre 1946 y 1958, a través de fotografías, cartas y ejemplares de las revistas Orígenes y Ciclón –de la que fue fundador–; el del poeta entrerriano radicado en Francia, Arnaldo Calveyra (nº 69, diciembre 2004-marzo 2005),

en el que se reproduce El hombre de Luxemburgo –audiovisual realizado por Débora Vázquez y Matías Serra Bradford– que permite escuchar y conocer el pensamiento del poeta en primera persona; y el que explora la presencia de la poesía en el cine (n° 67, abril de 2004), donde se exhiben segmentos de películas en los que aparece la poesía en escena, es decir, una antología compuesta por una selección de pasajes de obras cinematográficas de directores como Francis Ford Coppola, Andrei Tarkovsky, Orson Welles, Hugo Santiago, Luchino Visconti, John Huston, Jean-Luc Godard, Woody Allen, Rafael Filippelli y Robert Aldrich, entre otros. omo si se atravesaran las hojas/espejos del Diario de Poesía la exposición expande un mundo de letras e imágenes que induce a reflexionar sobre la poesía y sus diversas manifestaciones visuales. ★ ■

C

Editorial del No 1 (1986) “¿Usted le pegaría a una mujer con un niño? — No, le pegaría con un ladrillo.” Según E. E. Cummings, en este breve, eterno chiste del teatro de revistas se resume su poética. “Soy afecto a esa precisión que crea movimiento”, dice en una de sus inconferencias, y agrega: “Si el poeta es alguien, es alguien a quien las cosas le importan muy poco; alguien que está obsesionado por hacer...” Así, podría llegar a ser una trampa singularmente antipoética la de hacer poesía... y quejarse de su escasa circulación. Si hay un hacer escasamente activo, es sin duda el hacer lamentaciones. Frente a la posible indiferencia general, o el absolutismo de los otros discursos, la poesía sólo podría, se me ocurre, repetir el gesto fastidiado de Lautréamont: “¡Vamos ya! Cededme la palabra!” Faltaría demostrar, además, cuál es el verdadero calibre de esa indiferencia, y cuánto hay en ella de respuesta a un hermetismo casi programático de parte de los poetas y amantes de la poesía. La poesía de este siglo es de por sí bastante difícil como para que además se agregue opacidad en su presentación, escasez informativa, y en general se prodiguen señales de un goce autofinanciado en que muy pocos entiendan de qué se trata. En cuanto a esta publicación, de lo que trata es de tentar los límites de circulación de la poesía, en lugar de aceptarlos como un dato ya establecido. Esta tentativa sería poco seria si, por buscar un margen más amplio de lectura, partiera de una simplificación de lo que la poesía es, eligiendo lo supuestamente “más fácil” para llegar a los más. En lugar de ello, nos hemos imaginado un lector sensible, inteligente e interesado, aunque no necesariamente un erudito, y nos propusimos crear para él un ámbito donde todas las voces que nos parecían de valor pudieran hacerse oír, independientemente de su “claridad” u “oscuridad”. Los cinco mil ejemplares de que consta esta edición afirman –creo– la contundencia de la apuesta; el resto, está por verse. Y muy poco más. El Diario de Poesía estará interesado en recibir colaboraciones –y obviamente comprometido a leerlas, aunque no necesariamente a mantener correspondencia sobre ellas–, tendrá en el futuro una sección de correo, consignará o comentará los libros recientes que le envíen, publicará la información de interés que se le haga llegar y en general se propondrá como un lugar abierto a la actividad poética; tratará, también, de mantener informados a sus lectores de lo que se publica en y acerca de poesía en libros y revistas del país y el extranjero. Respetará, finalmente, el derecho a réplica y alentará el debate de opiniones divergentes. Hasta dentro de tres meses. El Director.


Boceto de tapa del Nº 3 de Diario de Poesía, por Juan Pablo Renzi, 1986. Tinta al agua sobre papel, 20 x 14 cm. En esta página y en las dos siguientes se presentan varios bocetos de tapa realizados por Renzi y Eduardo Stupía con técnicas diversas.


Boceto de tapa del Nº 5, por Juan Pablo Renzi, año 1987. Tinta al agua sobre papel, 20 x 14 cm.

Boceto de tapa del Nº 15, por Juan Pablo Renzi, 1990. Técnica mixta sobre papel, 20 x 14 cm. (El Nº 11 junto al logotipo corresponde a la maqueta utilizada de base para el boceto.)

Boceto de tapa del Nº 19, por Juan Pablo Renzi, año 1991. Tinta al agua sobre papel, 20 x 14 cm.

Boceto de tapa del Nº 20, por Juan Pablo Renzi, año 1991. Tinta al agua y grafito sobre papel, 20 x 14 cm.


Boceto de tapa del Nº 32, por Eduardo Stupía, año 1994. Técnica mixta, 40 x 28 cm.

Boceto de tapa del Nº 36, por Eduardo Stupía, año 1995. Técnica mixta, 40 x 28 cm.

Otra variante de boceto de tapa del Nº 36, por Eduardo Stupía, año 1995. Técnica mixta, 40 x 28 cm.

Boceto de tapa del Nº 62, por Eduardo Stupía, año 2002. Técnica mixta, 40 x 28 cm.


6/ ENSAYO

¡Basta ya de prosa!

Un poco de prosa sobre el Diario de Poesía “Diario de Poesía ha desplegado un singular espacio donde la edición literaria convive en equilibrio con el collage plástico” escribe Viviana Usubiaga, curadora de la muestra que se despliega en la Fundación OSDE.

por Viviana Usubiaga En estas épocas tan duras para la subsistencia del arte y de los artistas, en estas épocas en que todo parece querer referirse al aburrimiento de los actos seguros, la publicación de 5.000 ejemplares de una revista exclusivamente dedicada a la poesía, parece una utopía demente y por demente muy seductora, tanto que nos atrajo a todos, aún a los que no somos poetas. Alguien se preguntará seguramente, como yo mismo lo he hecho: ¿qué hace un pintor en un proyecto de poetas? Después de la respuesta más obvia –ocuparse del aspecto visual de la publicación– queda otra, más compleja y que tiene que ver [...] con una idea, mejor dicho, un deseo, también personal, de restituir aquel viejo diálogo estético entre pintores y poetas.

número”.2 Samoilovich tenía en mente algunas de las tapas que Renzi había hecho para la revista cultural Punto de Vista y un proyecto suyo para una revista dominical de un periódico rosarino que finalmente no salió. A los pocos días Renzi había dibujado una docena de páginas maestras, una propuesta de tapa y un logotipo.

Ricardo Aulicino y Josefina Darriba como coordinadora. Aquella primera edición tuvo una tirada de cinco mil ejemplares que, para sorpresa de todos, se agotó. Debieron realizar una segunda de dos mil más. na pegatina de afiches en la vía pública acompañó el lanzamiento del Diario. Este fue también uno de los rasgos distintivos de la publicación que, a diferencia de otras revistas culturales, hacía uso de los canales de circulación y de los recursos utilizados por la prensa masiva. Al

U

Vista, Quimera, El Porteño, Babel, entre otras. Aquel primer número contenía un dossier dedicado a Juan L. Ortiz, una entrevista a Hugo Padeletti, poemas de Allen Ginsberg –en cuyas traducciones había colaborado Eduardo Stupía, a la vez que había traducido el reportaje al mismo poeta beatnik– y “Las memorias de Kikí de Montparnasse”, modelo del pintor Fujita y amante de Man Ray. La foto principal de la tapa era un retrato de Kikí semidesnuda, que en los afiches callejeros había cobrado mayor tamaño y con él, una presencia

contra las tetas de Kikí; al lado pintó ‘puta’ en una prosa perfecta, sin errores de ortografía. Quizás no supo dónde cometerlos. Durante quince días, Kikí quedó allí, sonriendo, con el corpiñito rojo y su mirada desafiante: ¿Y qué?”4 l editorial del Diario fue muy claro al exponer los objetivos de la publicación que

E

❝ En la creación de ese ámbito de expresión plural, fue clave el desarrollo visual de la revista.

Juan Pablo Renzi, 19861

se publicitaba con el provocativo slogan: “¡Basta ya de prosa!”.

Los orígenes visuales de la publicación n la historia cultural argentina de las últimas décadas uno de los espacios más fértiles y significativos para los encuentros entre artistas visuales y de las letras ha sido el Diario de Poesía. El poeta Daniel Samoilovich, su promotor y director, desde joven se vinculó con artistas plásticos. Conoció a Eduardo Stupía a comienzos de la década de 1970 en los bares aledaños a la escuela de Bellas Artes que por entonces funcionaban como especies de “usinas de cruces” –al decir de sus protagonistas– entre los modos de hacer literarios y plásticos. Dos de las premisas del proyecto editorial que Samoilovich ideó hacia 1984 y comenzó a desarrollar junto a sus amigos y colegas Martín Prieto y Daniel García Helder fueron: generar una revista de poesía en formato tabloide y hacerla circular a través de kioscos. Con estos principios y la idea de las secciones que tendría (reportaje, ensayo, poemas, una agenda con noticias y concursos), habló con su amigo Juan Pablo Renzi para que pensara un posible diseño, “sencillo y versátil que pudiera manejarse desde la redacción, sin necesitar un diseñador para cada nota de cada

E

Cartel de lanzamiento del Nº 1, intervenido por una manifestación ultramontana. Agosto de 1986. “Eran dibujos, cada página era un dibujo con sus rayitas en vez de texto y sus fotos cualesquiera, redibujadas o pegadas o evocadas con rectángulos negros”, recuerda el poeta. En otras palabras, el formato del Diario nació junto con la idea del contenido. El proyecto tenía algo de periódico ilustrado, “una revista exigente en su contenido pero animada en su forma”, en palabras de Eduardo Stupía, quien se hizo cargo de la dirección de arte del Diario tras la muerte de Renzi en 1992.3 El proyecto de la revista fue madurando durante 1985 al tiempo que se sumaban para trabajar en la propuesta amigos y colegas porteños y rosarinos. En marzo siguiente comenzaron a trabajar en el número uno, que finalmente salió a la venta en julio de 1986. El primer consejo de redacción estuvo integrado por Diana Bellessi, Jorge Fondebrider (secretario de redacción), Daniel Freidemberg, Elvio Gandolfo, Daniel García Helder, Ricardo Ibarlucía, Martín Prieto, Mirta Rosenberg y Samoilovich (director). Más tarde se unieron Jorge

respecto, Samoilovich señala: “Una idea que estuvo bastante clara desde un comienzo era que la revista podía tener avisos, pero no a la manera de muchas revistas literarias –como Sur en su momento, o la Revista de Occidente– que tenían algunos anuncios agrupados en las últimas páginas como si fueran algo vergonzoso o contaminante. En ese sentido, me gustaba el concepto de la revista italiana Alfabeta, de literatura y filosofía, en la cual los avisos aparecen en el medio de la página. La idea era: si vendemos un aviso, ojalá le sirva al anunciante, así vuelve a anunciar”. En los primeros números del Diario también pueden encontrarse anuncios de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con consignas tales como “Centro Cultural General San Martín. Cultura para vivir en libertad”, “Bibliotecas municipales. Utilice lo que es suyo”, entre otras. También en los espacios publicitarios se lee la existencia de una red de revistas literarias y culturales que se apoyaban y sustentaban mutuamente, por ejemplo, Punto de

encantadora. Esta imagen fue el blanco de cierta censura puritana durante una marcha contra la ley de divorcio que por aquellos días estaba siendo tratada en el Congreso de la Nación y era severamente resistida por los sectores más tradicionales de la Iglesia católica. A pesar de todo, la ley de divorcio fue sancionada a comienzos de 1987. La imagen del cuerpo de Kikí –cuya exhibición era en realidad mucho más sutil que las que formaban parte del “destape” durante la postdictadura– fue fugazmente anatematizada por aquellos grupos de extremistas católicos. Al día siguiente de la marcha, en los carteles pegados en la avenida 9 de Julio y Alsina, los pechos de Kikí aparecieron tachados, pudorosamente cubiertos con un top pintado con aerosol rojo y con la palabra graffiteada que la condenaba como: “Puta”. Los miembros del Diario ironizaron sobre la cosecha de admiradores y detractores que había generado aquella primera y audaz tapa. “No le preocupó la poesía, ni Juanele, ni Juan Gelman: el tipo se fue directo

La poesía de este siglo es de por sí bastante difícil como para que además se agregue opacidad en su presentación, escasez informativa, y en general se prodiguen señales de un goce autofinanciado en que muy pocos entiendan de qué se trata. En cuanto a esta publicación, de lo que trata es de tentar los límites de circulación de la poesía, en lugar de aceptarlos como un dato ya establecido. [...] nos hemos imaginado un lector sensible, inteligente e interesado, aunque no necesariamente un erudito, y nos propusimos crear para él un ámbito donde todas las voces que nos parecían de valor pudieran hacerse oír, independientemente de su ‘claridad’ u ‘oscuridad’.5

En la creación de ese ámbito de expresión plural que además se distanciaba de la opacidad en la presentación del lenguaje poético, fue clave el desarrollo visual de la revista. La primera maqueta de Juan Pablo Renzi había establecido una tapa dividida en cinco columnas que podían unirse por sectores y de modos diferentes. Esta estructura –que perdura hasta hoy en la publicación– se encuentra coronada por el nombre de la revista donde la palabra “poesía” adquiere una presencia ordenadora en la lectura global de la tapa. Al repasar las virtudes de esa arquitectura


25 Años de Diario de Poesía inicial establecida por Renzi, Stupía ha señalado que es “virtualmente indestructible” por la suerte de “audacia estructurada” que el primer director de arte había logrado en su diseño: “Creo que la maqueta ha sobrevivido veinte años porque tiene algo apropiado que te permite diseñar, una especie de rigidez dinámica. [...] Si hubiera que examinar por qué decimos que es indestructible, habría que pensar qué elementos fijos la anclan muy fuertemente en lo visual. Y la palabra POESÍA, y hasta esa ese anómala justo en el medio del universo geográfico de la tapa, ordena todo”. El contenido visual de las portadas, fueran fotos o dibujos, daba siempre lugar a lo inesperado, a lo probable en relación con un artículo pero incluso a “lo incomprensible en términos de una primera legibilidad”, explica Stupía. Cada una de las imágenes incorporadas era resultado de una decisión meditada y ensayada por Renzi. Así lo demuestran las decenas de bocetos de tapas y portadas para los dossiers realizados por el artista, que en realidad exceden las cualidades de un boceto por sus trazos detenidos y nivel de detalle. Renzi no sólo diagramaba los espacios y ubicación de los materiales en la hoja sino que ideaba las tipografías y dibujaba en forma minuciosa cada una de las imágenes fotográficas o de ilustración que acompañarían a los artículos. La comparación con los resultados impresos de las primeras ediciones permite apreciar su maestría como dibujante al tiempo que conocer sus peculiares propuestas para articular la palabra con la imagen. Las ilustraciones nunca eran serviles al texto, más bien se deslizaban entre líneas pulsando sus sentidos. De esta manera, las imágenes y las notas, aun siendo de universos diversos y ajenos, una vez puestas juntas funcionaban en forma sugerente y, con el tiempo, el Diario logró un peculiar “contexto escénico propio, de legalidad visual”. Por otro lado, los recursos visuales utilizados provenían de muy diversas fuentes. Podía tratarse tanto de retratos realizados por un fotógrafo local como fotografías importadas de otras publicaciones; dibujos hechos especialmente para el Diario o imágenes extraídas de otros impresos antiguos o contemporáneos; historietas y libros de medicina; reproducciones de cuadros, obras maestras de la historia del arte universal o pequeñas viñetas de mano anónima. Todo este caudal de imágenes, como archivos visuales disponibles, ha sido el material utilizado para los diferentes montajes, como constelaciones gráficas orbitando en cada página. En este sentido el Diario ha desplegado un singular espacio donde la edición literaria convive en equilibrio con el collage plástico.

a postura de comunión entre lenguajes se sostenía en relaciones concretas con los integrantes del circuito de las artes visuales. El mismo Renzi propició que la presentación del Diario en Buenos Aires se realizara en la galería de arte Ruth Benzacar. El 11 de julio de 1986 las puertas de la galería porteña se abrieron para los poetas que fueron ampliamente acompañados por sus amigos pintores. Renzi pronunció aquellas palabras del epígrafe de este ensayo con las que alentaba a “restituir aquel viejo diálogo estético entre pintores y poetas”. Con obras de Berni como telón de fondo,6 se hicieron lecturas de poemas y se cerró la noche con un recital del poeta y artista visual Hugo Padeletti. La velada fue descripta como una fiesta, “y a que lo fuera ayuda-

L

proyecto maduro y reflexivo respecto del estado de la cultura en el país. En este sentido, Eduardo Stupía ha señalado que: El Diario no sale en el 83, en el momento mismo de irrupción democrática; para este particular fenómeno del Diario, hicieron falta tres años de desaceleración y aceleración. De desaceleración militante, probablemente, y de aceleración en otros órdenes en los que la sociedad y sus productores de bienes culturales estuvieran en la misma tesitura, en la misma sintonía, bajo el mismo síntoma. Por alguna razón el Diario sale recién en el 86, cuando la democracia ya tenía problemas de la democracia, económicos fundamentalmente, y muy graves en lo institucional. Y de repente me parece que todo eso que fue la postdictadura maceró también

nada “neobarroco”, tal como lo demuestra el ensayo de Daniel García Helder publicado en el cuarto número. En esta ocasión, Renzi se atrevió a colar una humorada al respecto en el boceto de la tapa que anunciaría el artículo. Si bien el artista solía trazar garabatos o líneas figurando el espacio ocupado por palabras, a menudo incomprensibles, en este dibujo escribió en forma legible en la volanta: “El Neobarroco en la Argentina sanata apropiada para el García Helder, ese que escribe esa columna ‘demasiado ingeniosa’ según dice el Juan Carlos Martini en su nota del último Humor”. En aquel ensayo García Helder problematizaba sobre la noción de “neobarroco” en la poesía argentina y apuntaba al “guía” y al “modelo” cubano de esta ten-

ENSAYO /7 sión tomó cuerpo en los números sucesivos del Diario. Una carta de Santiago Perednik, director de la revista Xul, replicó el artículo de García Helder y éste a su vez el suyo.9 Las querellas continuaron en la mesa redonda “Barroco y neo-barroco” del Encuentro de Poetas que tuvo lugar en Buenos Aires en septiembre de 1989.10 Un punto crucial de este debate consistía en dilucidar a qué poetas argentinos, a cuántos, a qué poemas abarcaba precisamente la estética neobarroca y en qué medida el concepto profundizaba en la comprensión de la poesía de la época o si la noción sólo respondería a una moda. La polémica excedió la década y cada tanto se retomaba la cuestión, ya configurada como marca de la época, tal como se manifiesta en el reportaje que Fondebrider le realizara a Severo Sarduy, publicado en 1991.11

El colapso de la ilusión democrática desde las páginas del Diario i bien el Diario no naturalizó la escritura de editoriales en cada uno de sus números, fue el espacio que en ocasiones su consejo de redacción utilizó para explicitar sus posturas frente a ciertos acontecimientos políticos considerados insoslayables para el espíritu del proyecto. Fue así como tras el levantamiento de los militares carapintadas de Semana Santa de 1987, a modo de editorial la revista reprodujo un texto elaborado en forma conjunta con otras revistas como Revista Unidos, Gaceta Psicológica, Revista Argentina de Psicología y Punto de Vista. Con el título “Por una Argentina con futuro, contra una argentina oscura” el apelativo texto incitaba a los lectores a asumir la democracia como un bien común que, como tal, debía ser defendida por todos.

S

D. G. Helder, Martín Prieto, Daniel Samoilovich, Hugo Padeletti, Juan Pablo Renzi, Jorge Fondebrider y Ricardo Ibarlucía, la noche de la presentación del Nº 1 en Buenos Aires. Foto: Mimí Doretti, 1986. ban los pintores –relataba el editorial del segundo número–. Que la fiesta se realizara en una galería de arte contribuía a destacar el aspecto de confluencia poetasartistas plásticos”.7 En Rosario el Diario se presentó en la librería Ross y el segundo número en la galería Krass, con un dossier dedicado a la revista rosarina El lagrimal trifurca.

Un espacio de debate en la posdictadura n el segundo editorial mencionado se señaló que el Diario había sido “bienvenido y comprendida su intención de traer algo nuevo, de contribuir a la recomposición de lo que fuera aventado por tantos años de terror y exilio”. De alguna manera, se enunciaba como un proyecto editorial signado por los años de la postdictadura; una publicación que, pasada la euforia primera por el regreso de la democracia en diciembre de 1983, se asentaba como un

E

de un modo u otro, indirectamente, elípticamente, la aparición de un fenómeno como este, como hubo otros, muchas otras instancias que, quizás, al estudiarlas nos permitan ver cómo se recompuso la sociedad y cómo volvió a ponerse en movimiento en una dirección diferente a la dirección militante. Así como en los 70 lo que quizás unía o separaba más a la gente era la ideología, y no tanto las adhesiones o fanatismos culturales. Después de toda esa curva trágica, primero épica y después trágica, hay que ver cómo enfrentó la sociedad la construcción de un nuevo rumbo en instancias no necesariamente de franca militancia política.

En el momento de gestación de la revista la tarea parecía urgente como una iniciativa más que, sumada a otras dentro de la esfera cultural, trabajaba para recomponer los lazos comunes, generar un foro de debate cultural e intervenir en la construcción de una sociedad plenamente democrática. Entre los asuntos internos a la disciplina poética, el Diario registró los avatares de las largas discusiones sobre la tendencia estética denomi-

dencia, Severo Sarduy y José Lezama Lima, respectivamente. En esta revitalización barroca encontraba necesario distinguir subespecies: “el barroco etimológico de Héctor Pícoli, el nonsense barroco de Emeterio Cerro, el barroco mallarmeano de Arturo Carrera, el barroco sensualista de Néstor Perlongher, la gauchesca barroca de Leónidas Lamborghini, etcétera”.8 Asimismo el poeta consideraba otros procedimientos y aspectos de las obras para comprobar que tal espíritu neobarroco no afectaba a todos los autores. Cuestionaba la asunción generalizada de “el gusto por lo frívolo, exótico, recargado, la ornamentación, la descripciones exuberantes o de la exuberancia, el cromatismo, las transcripciones pictóricas, las citas y alusiones culteranas”. No obstante, los reconocía como rasgos neobarrocos que esbozaban una reapertura al modernismo de la tradición de Rubén Darío; aunque reconocía que no había en esta última un “refuerzo de sentido” implicado en el recurso de la parodia de la poesía contemporánea. Pronto la discu-

El terrorismo de estado, norma de hierro en los años del Proceso, es reivindicado ahora por grupos minoritarios pero poseedores de los medios para obtener sus fines. Para esos sectores del autoritarismo civil y militar, la democracia no es un valor. Quienes creemos, en cambio, que la democracia es un bien irrenunciable no deseamos que el ejército patrulle otra vez nuestra ciudad, ni que sus socios civiles manejen la economía vaciando el país. ¿Desea usted que le digan qué puede leer y qué no, qué películas puede ver y cuáles no? ¿Desea vivir una vez más la triste incertidumbre sobre sus hijos perseguidos o desterrados, la tragedia humillante de la tortura, las desapariciones o la guerra?12

Precisamente, un grupo de militares había puesto a prueba a las instituciones democráticas de la república durante las Pascuas de 1987. (sigue en pág. 8)


8/ ENSAYO (viene de pág. 7) Encabezados por el teniente coronel Aldo Rico, una serie de oficiales del ejército se acuarteló en Campo de Mayo entre el 15 y el 19 de abril de 1987. Reivindicando el accionar de las Fuerzas Armadas en la lucha “antisubversiva”, exigían una “solución política” para las citaciones y juicios emprendidos por violación a los derechos humanos. En otras palabras, buscaban la amnistía. En un clima de tensión dentro de la corporación militar, también cuestionaban a la propia conducción del Ejército, a quien responsabilizaban de la derrota en las islas Malvinas y de haber “entregado” al país a los intereses extranjeros. Si bien el proyecto de ley que exculparía a los subordinados en los juicios que comenzaban a encaminarse ya estaba preparado para ser enviado al Congreso antes de la crisis militar de Semana Santa –incluso la decisión había sido adelantada en un discurso de Alfonsín en Córdoba–, la sanción de la ley de Obediencia Debida luego del amotinamiento fue percibida como una derrota del poder civil ante las corporaciones militares. La ley disponía la no punibilidad de todos los oficiales de rango inferior hasta el de teniente coronel. El presidente Alfonsín se excusaba afirmando que era necesario adoptar una medida de fondo para no exponer “a un grave riesgo la ya resquebrajada cadena de mandos de las Fuerzas Armadas con consecuencias previsibles para el sistema constitucional. [...] Esta ley era claramente distinguible de la amnistía o el indulto, por cuanto no consagraba al olvido sino que distinguía entre quienes reunían autonomía decisoria y quienes estaban subordinados a un sistema que exigía el acatamiento de las directivas superiores”. 13 No obstante, tras los Juicios a las Juntas Militares de 1985, la sanción de la ley de Obediencia Debida el 4 de junio de 1987 se sumó a la ley de Punto Final que aceleraba y reducía los juicios contra los militares acusados. Esta última había sido aprobada por el Congreso el 23 de diciembre de 1986. Lo cierto es que estas leyes significaron una limitación a la justicia que entró en franco retroceso hasta su postergada anulación por inconstitucionales en 2005. la crisis institucional promediando el primer gobierno democrático hubo que agregarle el agravamiento del deterioro económico nacional. Durante 1987 se hicieron evidentes los signos del fracaso del Plan Austral, puesto en marcha dos años antes. El gobierno continuó ensayando respuestas ambiguas y el nuevo plan de reformas encarado en julio carecía de sustento político, y más aún luego de la derrota electoral en el mes de septiembre. La inflación y el bloqueo de las corpo-

A

¡Basta ya de prosa! raciones sindicales y empresariales a la gestión del gobierno ya estaban instalados. Tampoco dio resultado el “Plan primavera” lanzado en agosto de 1988 con el que el gobierno pretendía llegar a las elecciones con la inflación controlada. La continuidad del Diario se encontró en peligro por los avatares económicos y sus hacedores convocaron a sus lectores en forma peculiar. Comenzaban citando un diálogo de Miguel de Cervantes: “Babieca: Metafísico estáis. / Rocinante: Es que no como”. Y

el número 16 llegó a 20.000 australes. La moneda continuó devaluándose, en noviembre de 1990 salía 30.000 australes y el número siguiente 50.000. Para la edición del quinto aniversario, en agosto de 1991, el costo del Diario había llegado a los 60.000 australes. Desatada la crisis de la hiperinflación, inmediatamente después del triunfo de Carlos Saúl Menem en las elecciones presidenciales del mes de mayo, se sobrevinieron los saqueos a supermercados, asaltos y represión. A partir

Boceto de tapa del Nº 4, por Juan Pablo Renzi. continuaban invitando a sumar el apoyo económico para encarar el nuevo año: “Diario de Poesía está atravesando en este, su segundo año de vida, una crisis económica seria. No está metafísico: es que no come. No se trata de un descenso extraordinario de la cantidad de ejemplares vendidos –un promedio de 2500 por edición en este año, lo cual constituye un número alentador– sino de definitivo recorte que la inflación hace al dinero percibido por la venta de ejemplares así como a los ingresos por publicidad”.14 A pesar de las dificultades, el Diario subsistió, mientras en el ángulo superior derecho de su tapa, donde figuraba el precio del ejemplar, parecía marcarse el ritmo en ascenso acelerado del índice inflacionario hasta el colapso en 1989. Es significativo como dato económico de la época que el primer número del Diario salió a la venta en 1986 por 2,5 australes; pasados casi cuatro años, en diciembre de 1989 el costo del número 14 fue de 2.800 australes, el siguiente de 13.000 y

de estas dramáticas imágenes se configuró un consenso social sobre la necesidad de un traspaso del mando presidencial en forma anticipada. El 1º de julio, Alfonsín y Martínez presentaron sus renuncias en el Congreso y el 8 de julio de 1989 Menem asumió la presidencia, seis meses antes del plazo constitucional. Antes de terminar el año, el nuevo presidente había ofrecido el indulto a 280 militares y civiles acusados de violación a los derechos humanos durante la dictadura y de sublevación durante el gobierno de Alfonsín. Por esa razón, en diciembre de 1989 el Diario publicó una solicitada de “Los poetas contra el indulto”. Una larga lista de nombres de hombres y mujeres de las letras firmaban una sintética y contundente postura: “nos manifestamos en contra del INDULTO, PUNTO FINAL y OBEDIENCIA DEBIDA, y de cualquier otra forma jurídica que deje en libertad a los culpables (así declarados por la Justicia) de cometer crímenes de lesa humanidad”. 15 Un grupo de

artistas plásticos expresó su repudio editando un libro con 77 imágenes de cada uno de los artistas participantes. Llevó por título NO: Indulto, Obediencia Debida y Punto Final y fue prologado por Miguel Briante. l cabo de un año, mientras el gobierno redactaba el decreto presidencial que indultaría a los jefes militares de la dictadura –finalmente firmado el 29 de diciembre de 1990–, se montó un encuentro latinoamericano de escritores organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación. Se anunció que a su cierre hablaría Menem en el Teatro Cervantes. Los integrantes de Diario de Poesía decidieron participar en las cuatro mesas a las que habían sido invitados y difundieron en las mismas un breve texto en el que, junto a otros participantes, llamaban a no concurrir al acto de Menem: “en señal de repudio a la falta de apoyo real a la cultura desde las esferas oficiales, al desmantelamiento de la educación pública y a la decisión presidencial de indultar a los ex-comandantes de las Fuerzas Armadas y otros condenados por la justicia. Nuestro rechazo –decía el texto– no es a la formalidad de que el presidente de la república cierre un acto cultural: sino concretamente al político Menem y a su política”. 16 El boicot fue registrado por la prensa nacional y extranjera. Según reseñaron varios periódicos, el día del cierre del encuentro, a falta de escritores, los funcionarios hicieron bajar de los coches oficiales a sus choferes y guardaespaldas que, entre risueños y asombrados, tomaron posición en las butacas del teatro semivacío. Más allá de lo anecdótico, el editorial dedicado al episodio concluía a tono con el panorama desolador:

A

Créase o no, cuando salió el número anterior de esta publicación ligeramente trimestral el indulto no se había producido, y si ahora parece historia antigua es porque este país canibaliza acontecimientos a un ritmo desaforado. Sin embargo, vale la pena recordar que hace cuatro meses algunos chacales estaban todavía presos y este pequeño país era un poco más grande y mejor de lo que es hoy. No al olvido, no al olvido, no al olvido.

iario de Poesía se convirtió sin duda en una escuela de papel para los futuros poetas de la década del 90 en la que pudieron nutrirse de invalorables traducciones de

D

los maestros de la poesía del siglo XX. Su proyecto se inscribe entre aquellos artefactos culturales que lograron romper anquilosadas jerarquías y diluir las separaciones polares entre “alta” y “baja” cultura. Lo hizo también desde una audaz articulación con los recursos disponibles en los tiempos de los medios de masas. Asimismo ha funcionado, en términos políticos, como una caja de resonancia de los acontecimientos más relevantes dentro y fuera del campo artístico. Por otro lado, ha sido –y lo sigue siendo– un laboratorio de experimentación que en cada página ensaya hipótesis sobre las relaciones posibles entre la imagen y la palabra.

1. Fragmento del texto leído por Juan Pablo Renzi en la presentación del primer número del Diario de Poesía en la galería Ruth Benzacar, el 11 de julio de 1986. Archivo de Daniel Samoilovich. 2. Daniel Samoilovich, “En casa”, Lucera, Publicación trimestral del CCPE/AECI, año 4, nº 13, Rosario, invierno de 2006, p. 11. 3. Salvo aclaración, todas las citas de Daniel Samoilovich y Eduardo Stupía pertenecen a la entrevista, cuya edición se reproduce en este catálogo, realizada por la autora el 19 de julio de 2006. 4. “¿Y qué?”, Diario de Poesía, año 1, nº 2, Buenos Aires-Rosario, septiembre de 1986, p. 10. 5. Editorial, Diario de Poesía, año 1, nº 1, Buenos Aires-Rosario, junio de 1986, p. 2. El destacado en mío. 6. El 10 de junio de 1986 había inaugurado en la galería la muestra individual de Antonio Berni: Juanito Laguna, la memoria de la imagen. 7. Editorial, Diario de Poesía, año 1, nº 2, Buenos Aires-Rosario, septiembre de 1986, p. 2. 8. Daniel García Helder, “El neobarroco en Argentina”, Diario de Poesía, año 1, nº 4, Buenos Aires, marzo de 1987, p. 24. 9. Véase “Derecho a réplica”, Diario de Poesía, año 3, nº 8, Buenos Aires-Montevideo-Rosario, marzo de 1988, pp. 24-26. 10. Las intervenciones de la mesa redonda fueron editadas y publicadas en “El estado de las cosas”, Diario de Poesía, año 4, nº 14, Buenos Aires-Montevideo-Rosario, diciembre de 1989, pp. 17-19. 11. Entrevista a Severo Sarduy por Jorge Fondebrider, “Severo Sarduy: Después de la explosión”, Diario de Poesía, año 5, nº 18, Buenos Aires, mayo de 1991, p. 27. 12. “Por una Argentina con futuro, contra una Argentina oscura”, Diario de Poesía, año 2, nº 5, Buenos Aires- Rosario-Montevideo, junio de 1987, p. 2. 13. Raúl Alfonsín, “Planteos y maniobras 1987-enero de 1989”, Memoria política, Transición a la democracia y derechos humanos, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 52 y 53. 14. “Este no es un aviso de oferta de suscripción”, Diario de Poesía, año 2, nº 7, Buenos AiresMontevideo-Rosario, diciembre de 1987, p. 5. 15. Solicitada, “Los poetas contra el indulto”, Diario de Poesía, año 4, nº 14, Buenos Aires-MontevideoRosario, diciembre de 1989, p. 2. 16. Editorial, Diario de Poesía, nº 18, mayo de 1991, p. 2.


Manuscrito del texto leído por Juan Pablo Renzi en la presentación del Nº 1 del Diario de Poesía.

Boceto de presentación del dossier del Nº 1, por Juan Pablo Renzi.

Boceto de presentación del dossier del Nº 4, por Juan Pablo Renzi.


10/ ENTREVISTA

¡Basta ya de prosa!

Un hombre peleando con un barril Lo que sigue es la transcripción de diversos fragmentos de una conversación entre Viviana Usubiaga, Daniel Samoilovich (director de Diario de Poesía) y Eduardo Stupía (director de arte de la publicación).

iario de Poesía ¿pudo haberse llamado de otro modo? —DS: En realidad yo tenía una idea muy técnica del asunto, muy imprentera, algo así como “tabloide de poesía”. Algunos me convencieron de que llamarlo tabloide era hipertécnico. En cuanto a llamarlo “diario” yo tenía la objeción de que no se podía llamar así a algo que no iba a salir todos los días. Entonces: “dia-

D n el invierno de 1986 apareció el primer número de Diario de Poesía, luego de un largo proceso de gestación. ¿Quiénes y cómo concibieron Diario de Poesía? —Daniel Samoilovich: El proceso de gestación no fue en realidad tan largo. Hubo un tiempo durante el cual el proyecto estaba en el aire, o en las cabezas de varios, que sí duró un año y pico. Lo fuimos comentando entre amigos, le comenté a Daniel García Helder y a Martín Prieto, que vivían en Rosario, que tenía ganas de hacer una revista de poesía con un formato tabloide (la idea del formato nació junto con la idea del contenido). Cada tanto me preguntaban si eso marchaba o no marchaba; en marzo del 86 conversé con algunos amigos o conocidos, en Buenos Aires, como Daniel Freidemberg y Jorge Fondebrider, y así se empezó a armar un núcleo en Buenos Aires. Hacia abril dimos la señal de largada y en julio estaba en la calle el primer número. El primer consejo de redacción estaba integrado por Daniel Freidemberg, Daniel García Helder, Martín Prieto, Elvio Gandolfo, Diana Bellessi, Mirta Rosenberg –que vivía mitad en Rosario y mitad en Buenos Aires–, Ricardo Ibarlucía y yo. Eduardo colaboró desde el primer número, no como diseñador sino como traductor de un poema de Ginsberg y un reportaje al mismo Ginsberg. —Eduardo Stupía: Yo conocía a Daniel de la época de Bellas Artes, aunque él no estaba en Bellas Artes, y yo sí. Daniel participaba de lo que podría llamarse la periferia de Bellas Artes; esa gente que venía a estar con nosotros en los bares aledaños, lugares que eran como una especie de usina de cruces, en una época en que las “capillas” eran más abiertas, me parece; entonces, muchísima gente de Letras se cruzaba con gente de Bellas Artes de una manera muy dinámica. Yo tenía más amigos entre la gente de letras que entre mis compañeros de Bellas Artes. Así conocí a Daniel, en el 69 o 70, bien lejos aún de la época del Diario. De modo que cuando Diario empieza ya teníamos una amistad nutrida o atravesada por estos dos modos de hacer, bellas artes y poesía. Y entonces hago la traducción de ese primer poema y enseguida, en el número 7, participo en la página de artista.

as secciones estuvieron definidas desde un comienzo? —DS: Las fuimos conversando. Por un lado, había un espíritu de periódico ilustrado que sí estaba definido; por otro,

L

l primer número se agotó; tuvieron que hacer una segunda edición. A propósito: ¿cuál era el vacío que el Diario venía a ocupar respecto a otro tipo de publicaciones similares, y cuál era la escena en la que el Diario venía a operar, hacia 1986? —DS: No había algo parecido. Las revistas de literatura eran de distribución en librerías o difusión amistosa, de persona a persona. Por otra parte, una revista, no de poesía, en la que yo tenía muchos amigos, como Punto de Vista, tenía la particularidad de tener distribución en kioscos, lo cual para nosotros era una esperanza: ése era el tipo de distribución que queríamos tener

E

FOTO: VIVIANA USUBIAGA, 2006.

E

entre una revista literaria tradicional y un suplemento de periódico; debía ser una publicación que se pudiera dar el lujo de dedicarle seis páginas a un ensayo o un poema bien largo (cosa que un suplemento de un diario nunca se animaría a hacer por el prejuicio de que debe tener páginas variadas llenas de recuadritos) pero que no tuviera tampoco problemas en incluir lo que en periodismo se llama “secciones de servicio”.

ción de las revistas comerciales, y ver si así se podía llegar más lejos. Se decidió tirar cinco mil ejemplares de entrada, aunque no sé de dónde salió la decisión; digamos que fue como un número mágico. —ES: Imaginemos que yo no lo conocía a Daniel, que yo era un usuario que podía comprar o tener acceso a determinadas revistas culturales, y

❝ Cada página

podría ser vista como una hipótesis de la relación entre imagen y palabra

Eduardo Stupía y Daniel Samoilovich en el estudio de Stupía. rio” no era preciso, “tabloide” era demasiado técnico, “periódico” era bastante frío. Finalmente, como a los demás les gustaba, allané mis pruritos de exactitud y quedó “diario”. en cuanto a la periodicidad? —DS: Siempre pensamos en una frecuencia trimestral, que nos permitiría desarrollar una cierta cobertura de la actualidad. Saliendo cada tres meses podíamos llegar a mantener ciertas secciones de servicios que a mí me parecía que el Diario debía tener, como, por ejemplo, novedades en las librerías, bases de los concursos de poesía, información sobre talleres, ciclos y recitales; es decir, secciones netamente de servicios que quizás no son tan típicas de las revistas literarias (acá tenía en mente una revista como la Poetry Flash de la bahía de San Francisco, muy dedicada a cubrir actividades de la zona). Para decirlo de otro modo, pensaba en un cruce

Y

la idea de que debía ser una revista exigente en su contenido pero animada en la forma, que hiciera uso de los recursos normales del periodismo gráfico. Una idea que estuvo bastante clara desde un comienzo era que la revista podía tener avisos, pero no a la manera de muchas revistas literarias –como Sur en su momento, o la Revista de Occidente– que tenían algunos anuncios agrupados en las últimas páginas, como si fueran algo un poco vergonzoso o contaminante. En ese sentido me gustaba el concepto de la revista italiana Alfabeta, de literatura y filosofía, en la cual los avisos aparecen en el medio de la página; la idea era: si vendemos un aviso ojalá le sirva al anunciante, así vuelve a anunciar. Las secciones se definieron un poco más tarde que estos criterios redaccionales y de diseño; en la ordenación de las secciones fue crucial el aporte de Jorge Fondebrider, que tiene una gran experiencia periodística y una mente muy organizada.

desde el principio, ése era el universo al que apuntábamos. Con respecto a si el Diario vino a cubrir algún vacío, no estoy seguro; creo que no. Si el Diario no hubiera existido, probablemente nadie lo hubiera echado en falta. e qué manera la decisión de tener una distribución en kioscos y de tener incluso publicidad vial como un producto masivo signó la historia del Diario? —DS: La idea era tentar a un circuito mayor de lectores que el de las revistas de literatura usuales, probar si se podía llegar a más gente. La poesía contemporánea es un artefacto bastante complejo, que requiere casi siempre cierto adiestramiento. Nuestra idea era no diluir esa complejidad, sino asumirla, aunque sin agregar más dificultades; ensayar un medio que desde el punto de vista gráfico utilizara los recursos y elementos del periodismo profesional y los circuitos normales de distribu-

D

que de repente descubría Diario de Poesía. Hubiera pensado que había en eso de “Diario” una especie de urgencia amable, como si alguien dijera: coloquemos a la poesía en un lugar más eléctrico, menos reposado y prestigioso que el que suele tener, y que parecía corresponder a la revista-libro que por lo general se distribuye en librerías. La idea de diario implica algo fugaz y descartable; ya lo dice la canción de los Rolling Stones: “¿Quién quiere el diario del día anterior?”, o la canción sonera de Héctor Lavoe: “Tu amor es un periódico de ayer”. Pero ¿cómo? ¿La poesía en un formato descartable? Entonces, la cuestión era: ningún formato es descartable; son descartables en todo caso los contenidos. Aprovechemos un formato que tenga la electricidad de lo cotidiano con contenidos perennes. Yo, como lector, lo hubiera ido a comprar inmediatamente ya que me habría parecido algo audaz y atractivo. Así se generó una especie de nueva instalación o aprovechamiento de un formato. Babel también adoptó el formato tabloide, que seguía siendo insólito. Y creo que todavía hoy, aun habiendo varias revistas en formato tabloide, Diario de Poesía, no sólo a nivel de diseño sino como pieza física, tantos años después, sigue siendo una pieza notable, diferente; sigue haciendo un poco de ruido eso de “Diario de Poesía”. —DS: Alguna gente no entendió el chiste, incluso se escribió con toda seriedad: “¿cómo van a hacer con la poesía un diario?...”; que el cielo me perdone la comparación, pero es un poco como si alguien agarrara lo de la “sole-


25 Años de Diario de Poesía dad sonora” de San Juan de la Cruz y dijera: “Oiga, qué dice, ¿cómo va a sonar la soledad?”. o que molestó no habrá sido lo de “basta ya de prosa”? —DS: No, era una cosa completamente independiente; “basta ya de prosa” en todo caso les habrá molestado a algunos prosistas, pero lo de Diario de Poesía les molestó a algunos poetas.

L

n qué medida logró el Diario –y aquí cito algo que en términos de expectativas ya estaba planteado en la segunda editorial de 1986– contribuir a la recomposición de lo que había sido aventado por tantos años de terror y exilio? —DS: Es muy difícil hacer uno mismo ese balance. De hecho, por suerte, el proceso democrático no se interrumpió, a pesar de todos los accidentes que todos sabemos que tuvo, y la sociedad en general tendió a restaurar esos lazos, esos puentes. Por ejemplo: acaba de salir ahora una nueva edición de la poesía completa de Francisco Urondo; uno puede decir que pasaron muchos años para que sucediera, pero, aunque tarde, está bueno que al fin haya pasado, y seguramente será el libro de poesía del año. En aquel momento parecía como una tarea de cierta urgencia, algo que cabía proponerse específicamente. Hoy la sociedad entera ha tendido a rehacer lo que la dictadura destruyó; con miles de tropiezos, la sociedad entera logró que el recuerdo de las tropelías no abandonara ya nunca más a quienes las cometieron. Como una Némesis, como algo que los persigue desde el 83 en adelante. —ES: Quizás haya que pensar en cómo se presentaba el período de la postdictadura. El Diario no sale en el 83, en el momento mismo de irrupción democrática; para este particular fenómeno del Diario, hicieron falta tres años de desaceleración y aceleración. De desaceleración militante, probablemente, y de aceleración en otros órdenes en los que la sociedad y sus productores de bienes culturales estuvieran en la misma tesitura, en la misma sintonía, bajo el mismo síntoma. Por alguna razón el Diario sale recién en el 86, cuando la democracia ya tenía problemas de la democracia, económicos fundamentalmente, y muy graves en lo institucional. Y de repente me parece que todo eso que fue la postdictadura maceró también de un modo u otro, indirectamente, elípticamente, la apari-

E

ción de un fenómeno como este, como hubo otros, muchas otras instancias que, quizás, al estudiarlas nos permitan ver cómo se recompuso la sociedad y cómo volvió a ponerse en movimiento en una dirección diferente a la dirección militante. Así como en los 70 lo que quizás unía o separaba más a la gente era la ideología, y no tanto las adhesiones o fanatismos culturales; después de toda esa curva trágica –primero épica y después trágica– hay que ver cómo enfrentó la sociedad la construcción de un nuevo rumbo en instancias no necesariamente de franca militancia política. Con excepciones como Punto de Vista que, desde mucho antes y en todo momento, se mantuvo como un bastión específico, con la virtud extraordinaria de su sostenimiento pétreo, cualquiera fuera el avatar.

n cuanto al Diario como periódico ilustrado de poesía, desde sus inicios promovió una relación entre la poesía y las artes plásticas. ¿Cómo se desarrolló el periódico como objeto? ¿Cómo fue el encuentro del poeta Samoilovich con el pintor Juan Pablo Renzi? —DS: Éramos amigos; yo había visto algunas cosas que había diseñado él, como tres o cuatro tapas de Punto de Vista en las que había incluido columnas y artículos que empezaban en la tapa, como en un diario. Por un lado, me habían gustado mucho esas tapas y, por otro, había visto un proyecto de Renzi para un suplemento dominical de un periódico de Rosario, que finalmente no se hizo. Me llamaba mucho la atención la relación entre libertad de creación y orden en su trabajo: enton-

E

ces le llevé una idea muy general del tipo de material que debía tener el Diario y la noción de tamaño tabloide. Apenas unos días después Juan Pablo me mostró unos papelitos bocetados y ahí me di cuenta de que el Diario había empezado a existir, en esas hojitas que eran como el bosquejo de cómo tenía que ser presentada una nota, por ejemplo, y un primer esbozo de diseño de tapa, sin contenidos todavía. ero el primer logotipo se lo rebotaste... —DS: Efectivamente; era un logo de letras art déco, y yo ya había visto hacía poco algo parecido. Eran letras más lindas que legibles, y había algo

P

ENTREVISTA /11 parecido en Letraset —es como estar hablando de otra era geológica, aunque son apenas veinte años—: se hacían logotipos con Letraset, y usar una letra que estaba el Letraset era lo que hoy sería usar una tipografía que viene con las computadoras. Era como si hubiera predominado el otro aspecto de Juan Pablo, su oficio publicitario. Parecía como que él había pescado en el aire algo que tenía la eficacia de la resonancia déco, y lo hizo simultáneamente con la compañía Letraset, porque estoy seguro de que Juan Pablo no conocía esa tipografía en Letraset. Finalmente, optó por otro punto de partida, también déco, unas letras que sacó de la reproducción de un cartel de los años treinta. Entre esas letras no había una ese, y la tuvo que inventar. Después, cuando irrumpió la computación, no había forma de pasarla a curvas Bézier; la ese en cuestión no se

Tapa del Nº 70.


12/ ENTREVISTA (viene de pág. 11) dejaba construir, no había una ecuación que la definiera, carecía de simetría tanto en el eje vertical como en el horizontal. Era irreductible. Hubo que calcarla, escanearla y después tirarle las curvas propias de la computadora. n la diagramación del Diario siempre permanece la estructura y luego estalla sobre ella la selección de imágenes para cada número... —ES: Es muy difícil pensar cómo podría haber existido el Diario sin la racionalidad de Samoilovich y el temperamento de Renzi, y viceversa. Esa tapa, esa maqueta de tapa es virtualmente indestructible; tiene la combinación de ambas cosas, una suerte de audacia estructurada. Creo que la maqueta ha sobrevivido 20 años porque tiene algo apropiado para permitirte diseñar, una especie de rigidez dinámica: son 5 columnas de determinada anchura que se pueden quebrar de muchas maneras, pero que siempre están, como un esqueleto sosteniendo desde adentro, como si entre bambalinas el Diario siempre se sostuviera visualmente, hagas lo que hagas; es una maqueta a prueba de balas. La probidad de Renzi es a prueba de balas. Cuando fallece Juan Pablo heredo la dirección de arte, y sobre todo la producción de la tapa y de las tapas de los dossiers; desde ese momento hasta ahora el Diario ha incorporado más ilustración en el sentido tradicional y no tan tradicional. La tapa propiamente dicha se concibe, por un lado, como el lugar donde tiene que estar todo muy claro y, al mismo tiempo, como el lugar de la libertad absoluta. Y eso es muy difícil de conseguir; si se logra eventualmente es gracias a la virtud de una arquitectura inicial perfecta. Es impresionante cómo la palabra POESIA, por ejemplo, ordena la lectura de la tapa. Si hubiera que examinar por qué decimos que es indestructible, habría que pensar qué elementos fijos la anclan muy fuertemente en lo visual. Y la palabra POESIA, y hasta esa ese anómala, justo en el medio del universo geográfico de la tapa, ordenan todo. Después, siempre hay una foto central y una segunda ilustración, o foto, que a veces no tiene necesariamente que ver con la segunda nota en importancia del Diario, aunque tampoco está tan lejos. Además, Daniel hace siempre mucho hincapié en que entre la primera y la segunda ilustración tiene que haber una clara diferencia de proporciones. Es interesante también que muchas veces la foto de tapa puede ser una foto “loca”; una tapa puede tener retratos y, de repente, ilustrando una nota muy central o un dossier, una foto disparatada. Siempre se intenta mantener una especie de guiño que parece insinuar que cualquier contenido puede nutrirse de lo inesperado, de lo menos probable, incluso de lo incomprensi-

E

¡Basta ya de prosa! ble en términos de la primera legibilidad. Por ejemplo: la volanta que se despliega debajo de la palabra POESIA, a veces es un chiste, o el comienzo de un chiste o meramente una enumeración; por eso me interesaba, cuando empecé a resolver las tapas, que no se tratara de una tapa meramente informativa, de contenidos, donde uno se preocupa porque la gente sepa todo lo que hay en ese número de la revista. Te preocupás en todo caso porque la gente sepa algunas cosas y que sepa que tiene que seguir leyendo adentro. ada página parece ser una hipótesis de la relación entre imagen y palabra, como si se estableciera una especie de ensayo tácito en definir esa relación.

C

—ES: De la escasez tenés que extraer una virtud. Cuando no se cuenta con el material específico para ilustrar, en realidad se cuenta con mucho más porque, si se cuenta con un material determinado vas a utilizar ese material; cuando no, es infinito lo que se puede inventar. Así fue cuando tuvimos que ilustrar una nota sobre once poetas de España y América. En una revista PBT de 1906 encuentro una historieta de humor sin palabras de un tipo peleándose con un barril, en 11 situaciones. Ya está, dijimos, usamos eso. Porque la nota y las ilustraciones, siendo de universos completamente ajenos, diversos, una vez puestas juntas funcionaron perfectamente. Cada reportaje estaba presentado por una de las situaciones con el barrilito. ¿Y en tapa?

do de poesía signó esas colaboraciones pero también se dedicaron espacios específicos a la plástica como las “Páginas de artista”. ¿Cómo se desarrolló este periódico como objeto que recurre tanto a obras de artistas como a otro caudal de imágenes de archivos visuales diversos? —DS: La idea era que no siempre estuvieran las ilustraciones al servicio de los artículos o notas, al servicio del texto; que en algún caso fuera al revés, que una nota ilustrada con dibujos pudiera convivir con una página consagrada enteramente al dibujo, a la plástica. —ES: Por otra parte, una cuestión que siempre es ponderada con mucho celo es la del equilibrio. La densidad de un texto no se puede eludir ni disimular en un periódico de poesía; al contrario, hay que asu-

a faltar espacio. Pasaron tres o cuatro años, nos sentimos más seguros y empezaron a salir así. Esa decisión definía un tipo de periódico más ambicioso; si había que dedicar más espacio a la poesía traducida porque iba a salir bilingüe, pues que así fuera. En ese momento, fue una decisión importante. Otra decisión que me parece significativa es cuando, hacia el 92, nos empiezan a invitar a los festivales de Medellín y Bogotá. Se empiezan a tramar relaciones más vivas con poetas de otros países de América Latina, relaciones continuadas por correspondencia –hay que pensar que el e-mail no era para nada tan frecuente todavía–. A partir del 92, entonces, el Diario empieza a nutrirse de más material latinoamericano inédito y de más material latinoamericano en general. ué especificidad le dio a la revista el hecho de haber sido pensada desde dos o tres ciudades simultáneas? —DS: Por empezar le dio riqueza; ha sido una fuente inagotable cada una de ellas. Hubiera sido muy difícil la revista sin las colaboraciones de Buenos Aires o sin las de Rosario. ¿Qué especificidad le dio? Nos permitió comprobar que el único límite está en la capacidad de trabajo y coordinación de los miembros del consejo. Si tuviéramos miembros del consejo en Córdoba o Mendoza, la revista bien podría apoyarse también sobre otras patas, pero el límite está dado por la capacidad de uno para moverse, para coordinar, para ponerse de acuerdo; con Rosario fue posible, como fue posible viajar, reunirse, mantenerse comunicados. Así fue posible hacer la revista entre esas dos ciudades. Para decirlo de otra manera: ¿por qué no es posible, como alguna vez me propusieron en Colombia o en Chile, hacer verdaderamente una revista de poesía latinoamericana? No es posible porque excede la fuerza de trabajo de uno, y porque una revista tiene que tener un eje puesto en algún lado, no puede tener un eje demasiado abierto o neutral: algún panorama lo tiene que cubrir bien. Buenos Aires-Rosario fue la medida de lo que nosotros pudimos hacer: cubrir ese escenario relativamente bien. Siempre habrá quien se queje o nos trate de sectarios o que opine que es un trabajo insuficiente, pero para mi propio balance cubrimos relativamente bien la actividad poética, las publicaciones, traducciones, inquietudes, temas y asuntos de un par de ciudades, con la subsiguiente apertura hacia el resto. Si pienso en algo ideal para el futuro, pienso en un Diario de Poesía pariente de éste en México, Colombia o Chile, más que en una publicación latinoamericana. Algo así excedería las posibilidades de una revista. Es demasiado: no se puede apretar y abarcar al mismo tiempo. ★ ■

Q

Presentación del dossier del Nº 70. —DS: Como decíamos, tratamos de buscar la ilustración que no sea la más obvia, pero tampoco escaparle a lo que es natural, orgánico. Si hay un reportaje, sería absurdo que no publicáramos una foto del reporteado. A la vez, en un artículo que habla de Auden, Brodsky y Eliot, no tiene mucho sentido que haya una pequeña foto de cada uno de los tres; ahí aparece un amplio margen de libertad para la elección de la ilustración del artículo. No se trata de que las ilustraciones sean completamente serviles, sino de romperse un poco más la cabeza para encontrar algo que refleje algo más inesperado del artículo, para aportarle fuerza gráfica. Había, por ejemplo, un dossier con tres artículos de muy diferente tenor sobre “la lectura”, y Eduardo encontró en una vieja revista una nota sobre “Instrucciones para leer”, ilustrada con figuritas esquemáticas sobre cómo poner la lámpara de lectura, cómo ubicarse en el sillón, que eran muy graciosas fuera de contexto.

¿Qué poner en tapa para ilustrar la nota? Como no se trataba simplemente de elegir una de esas once ilustraciones, entonces ampliamos el dibujo del barril: lo hicimos dando vueltas y así se veía una especie de rizoma, una madeja, al lado del titular de los 11 poetas. Y funcionó. Probablemente algo así funciona más ahora que el Diario ha generado en todo este tiempo una suerte de contexto escénico propio, de legalidad visual, donde todo esto parece que tuviera más propiedad. Sin embargo, la primera tapa del Diario con Kikí de Montparnasse era también muy audaz: ¡una mina en tetas en una publicación de poesía! Tanto que aparecieron infinidad de carteles con la foto de Kikí tachada como si fuera algo obsceno; desde ese momento hasta aquí, hay una larga historia de recursos y aprovechamientos diversos. esde sus inicios el Diario promovió la confluencia entre poetas y artistas plásticos. Su formato de periódico ilustra-

D

mirla. Lo peor que uno podría hacer es aligerar a toda costa todo. Por eso en muchos números pueden aparecer varias páginas sin ninguna ilustración. Toda esta cuestión de la que hablamos nunca impuso una suerte de fiebre ilustrativa, de “airear” con ilustraciones a toda costa, constantemente. —DS: Si tres páginas tienen que salir sin ilustraciones saldrán así, llenas de texto de cabo a rabo, pero que no sea por pereza, o por falta de tiempo, sino porque uno toma la decisión de que así sea, porque le parece que en el equilibrio del número está bien que sea así. ué momentos o hechos de la historia de la revista la han dinamizado, han resultado más significativos? —DS: Que me acuerde ahora, un momento importante fue cuando, hacia el número 18, decidimos que todos los poemas traducidos se publicarían en forma bilingüe. La idea estaba un poco desde un principio pero no nos decidíamos del todo porque nos parecía que siempre nos iba

Q

➃ Buenos Aires, 2006


25 Años de Diario de Poesía

PAGINAS DE ARTISTA /13

Páginas de artista ás allá de la composición visual de cada página, el Diario destinó un espacio particular a las artes plásticas, creando desde su segundo número la sección “Página de artista”. Allí se reprodujeron a página completa dibujos, pinturas o fotos de reconocidos creadores junto a una breve biografía o reseña crítica al pie de la página. Inauguró la sección una obra del propio director de arte del Diario junto a un texto de Juan José Saer, que exploraba las configuraciones inestables que el artista rosarino había comenzado a transitar a comienzos de la década: “Como el sentido se le escapa, poco a poco comprende que da lo mismo que llame a lo que está viendo percepciones o visiones. Con o sin alcohol, piensa a veces, el delirio, aunque cambie de forma, es uno e indivisible. Toda forma, por otra parte, bien mirada es una mancha, todo objeto compacto y nítido torbellino, todo momento calmo infinitud a la deriva. Huracán o brisa, siempre le está soplando en la cara, sin darle casi tiempo a parpadear, el viento de lo visible. Esa jungla de manchas estables o cambiantes, de sensaciones íntimas y familiares pero a menudo incomprensibles”. Volviendo a los primeros años de la revista, en ocasión de la muestra individual de Renzi en Ruth Banzacar, en 1988, se editó una versión especial de la “Página de Artista” bajo el título de “La Poesía de lo visible”, en la que se

incluían fotos del artista en su taller y obras acompañadas por textos dedicados al artista rosarino de tres escritores, nuevamente Saer, Raúl Santana y Edgar Bayley. Este último se refirió a Renzi con las siguientes palabras:

El conjunto de las “Páginas de Artista” configuran certeramente un pequeño panorama de las producciones plásticas que, de alguno u otro modo, acompañaron la producción poética contemporánea. Viviana Usubiaga

Nº 2, Juan Pablo Renzi. Cita de Juan José Saer, 1986.

Nº 3, Ana Eckell. Texto de Daniel Samoilovich, 1986.

Nº 4, dibujo y texto de Luis Felipe Noé, 1987.

Nº 5, Alberto Heredia. Cita de Jorge López Anaya, 1987.

Nº 6, Fernando Fazzolari. Texto de Horacio Saffons, 1987.

Nº 7, Eduardo Stupía. Texto de Luis Felipe Noé, 1987.

Nº 8, Américo Castilla. Texto de Luis Felipe Noé, 1988.

M

El trabajo del pintor, tan parecido, tan afín, en sustancia, al trabajo del poeta ¿no nos mantiene atentos, despiertos, alertas, tanto con respecto a la materia que ha sido organizada o compuesta (el diseño de construcción) como con respecto a la experiencia secreta que promueve ciertos colores y formas (diseño de sugestión)? [...] También podría decirse de Renzi que se muestra a tal punto pintor y poeta al mismo tiempo, conjuntamente y con la misma intensidad en uno u otro caso, que nunca se sentirá nadie tentado a establecer, en su obra, una diferencia entre la poesía y la pintura. Para él ambas se hallan íntima e intensamente ligadas, y si bien escribe poesía con formas y colores, no ha de confundir jamás los medios pictóricos con los medios literarios. Edgar Bayley en “Renzi: la poesía de lo visible”, Diario de Poesía Nº 11, diciembre de 1988, p. 27.


14/ PAGINAS DE ARTISTA

Nº 9, León Ferrari. Cita Evangelio según San Mateo, 1988.

¡Basta ya de prosa!

Nº 11, Juan Pablo Renzi. Textos de Juan José Saer, Raúl Santana y Edgar Bayley, 1988.

Nº 10, Guillermo Kuitca. Texto de Juan Pablo Renzi, 1988.

Nº 12, Mimí Doretti. Texto de Daniel Samoilovich, 1989.

Nº 13, dibujo y texto de Luis Pereyra, 1989.

Nº 14, dibujo y texto de Pablo Suárez, 1989.

Nº 15, Eduardo Medici, 1990.

Nº 17, Luis Wells. Texto de Jorge López Anaya, 1990.


25 Años de Diario de Poesía

PAGINAS DE ARTISTA /15

Nº 16, Philippe Ariagno. Tres páginas de poetas argentinos expuestas en Galería Tema, 1986.

Nº 19, Enrique Aguirrezabala. Cita de Arturo Carrera, 1991.

Nº 20, Jorge Gumier Maier. Cita de Truman Capote, 1991.

Nº 21, Daniel Scheimberg. Texto de Adriana Miguel, 1991.

Nº 22, Emilio Torti. Texto de Daniel García Helder, 1992.

Nº 23, Roberto Elía. Cita de Jorge Glusberg, 1992.

Nº 24, Juan Astica. Cita de Fabián Lebenglik. 1992.


16/ PAGINAS DE ARTISTA

¡Basta ya de prosa!

Nº 26, Felipe Pino. 1993.

Nº 28, Emilio Torti. 1993.

Nº 29, Carlos Gorriarena.1994.

Nº 62, Mirtha Dermisache. Texto de E. Stupía, 2002.

Nº 63, Horacio Zabala. Texto de Eduardo Stupía, 2003.

Nº 66, Sigmar Polke. Texto de Eduardo Stupía, 2003.

Nº 69, Valentina Rebasa. Texto de Eduardo Stupía, 2004.

Nº 80, Magdalena Jitrik. Texto de Eduardo Stupía, 2010.


25 Años de Diario de Poesía

CRONOLOGIA /17

Cronología 1986-2011 Diario de Poesía se publica por primera vez en julio, con un dossier dedicado a Juan L. Ortiz. En la presentación de ese primer número se sintetizó así el proyecto: “Diario de Poesía ha apostado contra la aceptación de las condiciones dadas, contra las letanías sobre la falta de lectores de poesía y a favor de un hacer que en su propio entusiasmo modifique las cosas”. Integran el equipo que hace el periódico Diana Bellessi, Jorge Fondebrider (secretario de redacción), Daniel Freidemberg, Elvio E. Gandolfo, Daniel García Helder, Ricardo Ibarlucía, Juan Pablo Renzi (director de arte), Mirta Rosenberg y Daniel Samoilovich (director); más tarde habrán de integrarse Jorge Ricardo Aulicino y Josefina Darriba (coordinadora).

★ En septiembre se presenta el Nº 2, con un dossier dedicado a el lagrimal trifurca, en la Galería Krass de Rosario:

—¿Por qué tomaron la opción de hacer una revista con formato de periódico, en lugar del formato más usual de la revista libro? —El formato de periódico fue seguramente la más estratégica de las decisiones iniciales del Diario. Por un lado, destaca que esa “cosa” es para leer, y no para guardar en la biblioteca: De hecho, es horriblemente incómodo para guardar. Por otra parte, está adecuado al modo de circulación elegido, los kioscos de revistas: allí una revista pequeña se perdería, y, por el contrario, cada periódico colgado es un cartelito. Finalmente, creo que es un desafío poner en contacto lo más duradero e intemporal de todo, la poesía, con el periódico diario que sólo vale hoy y mañana habrá envejecido irremisiblemente.

De la presentación del dossier del Diario de Poesía Nº 2, 1986.

1986

Quizás sólo podía pasar en la Argentina. Quizás fue una de esas victorias que expresan algo más secreto y duradero, más contradictorio y menos fácil de definir que el escepticismo genérico del ‘aquí no se puede hacer nada’ o el triunfalismo de la ‘Argentina potencia’. Fue hacia 1968, en un arrabal de Rosario, que confluyeron un grupo de poetas jóvenes de la ciudad y una familia de imprenteros para hacer, juntando de a una letras de plomo, con un método que difería poco de aquel con que Gutenberg dio la vuelta a la página de la Edad Media, una de las revistas más modernas de América Latina: el lagrimal trifurca.

Entrevista de Carlos Enrique Sierra a Daniel Samoilovich, revista Ulrika, Bogotá, 1993.

★ El lanzamiento del Diario es precedido por un afichaje en la vía pública; una manifestación contra la ley de divorcio, que el Congreso discutía en esos días, cubre pudorosamente a Kiki de Montparnasse con un top pintado en aerosol a la vez que inscribe junto a ella un colorido, ya que no sonoro, “PUTA”.

Fondebrider y Francisco Gandolfo en la presentación del Nº 2 en Rosario. Más atrás, Gabriela Saccone y Oscar Taborda.

Martín Prieto y D. G. Helder en la presentación del Nº 1. Arriba: Daniel Samoilovich.

De izquierda a derecha, Gandolfo, Freidemberg, Jorge Isaías, Prieto, Luis Serra, Helder, Elvio E. Gandolfo y Sergio Kern en la presentación del Nº 2 en Rosario.

En el número de febrero del London Magazine aparece un artículo firmado por Jason Wilson, fechado en 1986 en Buenos Aires, en el cual da cuenta, entre otros asuntos, de la aparición de Diario de Poesía y su publicidad callejera; opina el periodista inglés que “desafortunadamente esta revista de poesía de formato tabloide es casi toda ella prosa” y que el periódico “refleja un particular movimiento cultural populista”; las páginas dedicadas a Allen Ginsberg, a Juan Gelman y el dossier sobre “un poeta provinciano, Juan L. Ortiz” le parecen “probar” su punto de vista.

1987 ★ Se presenta el Nº 1 en Buenos Aires, en la galería Ruth Benzacar, y en Rosario, en la librería Ross. ★ Agotada la primera edición de 5.000 ejemplares del Nº 1, se imprime una tirada extra de 2.000.

Jorge Fondebrider en la presentación del Nº 1.

De izquierda a derecha, Helder, Samoilovich, Josefina Darriba, Prieto y Ricardo Ibarlucía en la recién inaugurada redacción en la calle Bartolomé Mitre, Buenos Aires. Hugo Padeletti lee en la presentación del Diario Nº 1. De fondo, óleos de Berni. Esta foto, al igual que las otras de la presentación, es de Mimí Doretti.

Daniel Freidemberg

(sigue en pág. 18)


18/ CRONOLOGIA

¡Basta ya de prosa! después. Las versiones de Mirta Rosenberg publicadas en el Diario fueron la primera traducción de Heaney en el mundo de habla hispana.

(viene de pág. 17)

Cuando pasé entre los hombres hubo un corazón traspasado y una leyenda de amor. Déjame dormir sobre tu pecho camino al aeropuerto. De “Día de esponsales”, poema de Seamus Heaney traducido por Mirta Rosenberg, Diario de Poesía Nº 7.

Josefina Darriba en la redacción, 1987. ★ En el Nº 4 de Diario de Poesía se publica un ensayo de Daniel García Helder titulado “El neobarroco en la Argentina” que habría de generar abundante polémica, bajo la forma de respuestas en otros medios y en correspondencia enviada al mismo Diario. El gusto por lo frívolo, exótico, recargado, la ornamentación, las descripciones exuberantes o de la exuberancia, el cromatismo, las transcripciones pictóricas, las citas y alusiones culteranas, etcétera, son rasgos neobarrocos que esbozan la reapertura de algo que parecía definitivamente extinguido: el modernismo, la tradición rubendariana de Azul y Prosas profanas, no la que se inicia con Cantos de Vida y Esperanza. “Hay que maquillarse –dice Sarduy en una entrevista, y podría haber dicho Darío– y seducir. Un libro es como una puta. Hay que maquillarlo, hacerlo más atractivo, tiene que ser lo bastante cosmético.” Ahora bien, ¿qué nos hace suponer que tal cosmética, fastidiosa en el modernismo y recusada por las subsiguientes generaciones de poetas y lectores, no nos molestará en el neobarroco? D. G. Helder, en “El neobarroco en Argentina”, Diario de Poesía Nº 4.

Mirta Rosenberg

En el Nº 8 (otoño), se dedica un dossier a la poesía de Chile, presentado por Daniel Freidemberg y preparado por él mismo, Fondebrider y Samoilovich, con la colaboración de Aristóteles España.

1988

Televidente Aquí estoy otra vez de vuelta en mi cuarto de Iowa City

Poesía. Las mismas entidades, más la revista 18 whiskys, convocarían a sucesivas ediciones en 1990 y 1991. ★ Varios integrantes del equipo de Diario de Poesía participan en el Encuentro de Poesía organizado por el Departamento de Estudios de Posgrado de la Universidad Nacional de Rosario dirigido por Nicolás Rosa. ★ En el Nº 14, de diciembre de 1989, el dossier “El estado de las cosas” da cuenta de los dos eventos anteriores, recogiendo fragmentos de una veintena de ponencias y participaciones, y cuatro debates sobre romanticismo, barroco, vanguardias y traducción. En la presentación de ese dossier, D. G. Helder destaca la animación y profundidad de las polémicas, lo numeroso de la asistencia y la enorme solidaridad de los participantes y del público, que permitió llevar adelante ambos encuentros con escasísimo dinero y en medio de una gran indiferencia de la prensa. —¿Cómo se explica que un grupo como el que hace Diario de Poesía, desde fuera del mainstream de la poesía argentina, haya logrado trascender los límites usuales de circulación de las revistas poéticas? —Más allá de las diferencias estéticas, que es bueno que las haya y que hay que ventilar del mejor modo que se pueda, lo importante es que cada cual haga lo que le parezca, y eso se sumará en alguna cuenta que no vemos. Antes de sacar el Diario yo esquivaba las conversaciones acerca de la falta de lectores de poesía: hablemos –decía– de nuestro oficio, de nuestras preocupaciones, no nos quejemos. Eventualmente, los lectores de poesía resultaron ser más de los que se creía que eran; no nos dediquemos ahora a desentrañar ese misterio: hagamos más. Digamos, como dice Lezama Lima que decía el Perugino a sus ayudantes: Prepara la sopa; mientras, voy a pintar un ángel más. —Cita a un barroco... —El genio del barroco es uno de esos con los que siempre conviene conversar. De un reportaje de Ernesto Jáuregui a Daniel Samoilovich en la revista El Ciudadano, mayo de 1989.

Tomo a sorbos mi plato de sopa Campbell frente al televisor apagado La pantalla refleja la imagen de la cuchara entrando en mi boca Y soy el aviso comercial de mí mismo que anuncia nada a nadie. Poema de Oscar Hahn, en el dossier de poesía chilena.

★ Ciclo “Doce Poetas”, organizado por el Diario de Poesía y el Instituto de Cooperación Iberoamericana, en Buenos Aires.

Trabajando en la oficina de la redacción, 1987.

Se celebra en Buenos Aires el “Encuentro de la Poesía Argentina y Latinoamericana”, organizado por Liber Arte, Ultimo Reino y Diario de

1989

★ En el Nº 5, publicado en abril, se presenta un relevamiento de los libros de poesía que serán publicados o distribuidos durante el año y una encuesta en la que más de cincuenta poetas opinan sobre los libros que más les interesaron de los publicados en 1986. Entre los que responden la encuesta, se destaca un neto interés por Circus, de Leónidas Lamborghini, Hospital Británico, de Héctor Viel Temperley, y César en Dyrrachium, de Aldo Oliva. La encuesta habría de reiterarse durante seis años, en el primer número de cada temporada.

La publicación recibe el primer premio del Concurso de Publicaciones Culturales organizado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires.

1990

★ Con el auspicio de Diario de Poesía, se celebra el encuentro “Poéticas Contemporáneas”, organizado por el Instituto de Cooperación Iberoamericana en Buenos Aires.

★ En el Nº 7, de diciembre, una curiosa coincidencia reúne un dossier dedicado a Joseph Brodsky, reciente premio Nobel de literatura, y un ensayo y poemas de Seamus Heaney, quien obtendría el galardón años

Seamus Heaney

Joseph Brodsky

Presentación del dossier del Nº 14, 1989.

★ El Diario y Babel son los dos invitados argentinos al Primer Encuentro de Revistas Culturales Iberoamericanas, organizado en Madrid por la Asociación de Revistas Culturales de España y la Residencia de Estudiantes.

Programa del Encuentro de Poesía Argentina y Latinoamericana en Liberarte.

★ En diciembre, mientras el gobierno estaba dando los últimos toques al decreto presidencial que indultaría a los ex comandantes de las Fuerzas Armadas, se anunció un encuentro latinoamericano de escritores organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, a cuyo cierre hablaría Menem en el Teatro Cervantes. Los integrantes de Diario de Poesía decidieron participar en las cuatro mesas a las que habían sido invitados, difundiendo en las mismas y en otras un breve llamado a no concurrir al acto de Menem, en repudio al indulto. El texto fue leído en casi todas las mesas, aplaudido en algunas y firmado por más de medio centenar de escritores. Según reseñaron varios periódicos, el día del cierre del encuentro, a falta de escritores los funcionarios hicieron bajar de los coches oficiales a sus


25 Años de Diario de Poesía

CRONOLOGIA /19

choferes y guardaespaldas que, entre risueños y asombrados, tomaron posición en las butacas de un Cervantes semivacío.

Se define el criterio, mantenido a partir de entonces, de publicar en forma bilingüe los poemas traducidos del inglés, el alemán y las lenguas romances.

1991

Editorial del Nº 18.

★ En el Nº 18, se publica un editorial reseñando el repudio al indulto en el encuentro de escritores de diciembre de 1990: Créase o no, cuando salió el número anterior de esta publicación ligeramente trimestral el indulto no se había producido, y si ahora parece historia antigua es porque este país canibaliza acontecimientos a un ritmo desaforado. Sin embargo, vale la pena recordar que hace cuatro meses algunos chacales estaban todavía presos y este pequeño país era un poco más grande y mejor de lo que es hoy. No al olvido, no al olvido, no al olvido. Del editorial del Nº 18.

★ Seminario sobre “Poesía y arte contemporáneos”, coordinado por Juan Pablo Renzi y Daniel Samoilovich, organizado por el Diario de Poesía, en el Club de Cultura Socialista, en Buenos Aires.

★ Daniel García Helder pasa a compartir la secretaría de redacción con Jorge Fondebrider. Al año siguiente, Helder comenzará a ejercer esta función en solitario, hasta 2001.

Juan Pablo Renzi en su taller, 1980. Foto: Daniel Menassé.

La participación en el Festival Internacional de Poesía de Medellín y en el grupo que convoca al primer Encuentro de Poetas Hispanoamericanos de Fin de Siglo, en Bogotá, es el punto de partida de una continuada colaboración con ambos eventos a lo largo de los años 90; el desarrollo de los mismos se refleja extensamente en el Diario y marca el comienzo de una presencia más pronunciada de la poesía latinoamericana en la publicación.

libros de poemas inéditos. Se reciben 732 trabajos, con una alta participación de poetas de Chile, Uruguay y Colombia; gana el primer premio Martín Gambarotta (Buenos Aires, 1968), con su libro Punctum; el segundo premio es para José Villa (Martín Coronado, 1966) y el tercero para Gerardo Gambolini (Buenos Aires, 1955).

1993

★ En el N° 30, un dossier dedicado a Joaquín O. Giannuzzi es el primero consagrado a un poeta argentino vivo.

Programa del III Festival de Medellín.

★ El Centre Nationale des Lettres, de París, comisiona a Arnaldo Calveyra para estudiar los modos de organización del Diario de Poesía, a fin de tener en cuenta su experiencia.

Helder y Samoilovich en el curso de una entrevista, en la redacción.

Diario de Poesía coorganiza un recital con la librería El hijo pródigo, de Fernando Toloza y Armando Vites, en Rosario.

Arnaldo Calveyra (der.) y Julio Cortázar en París, 1963.

★ Fallece, a los 52 años, Juan Pablo Renzi. Se hace cargo de la dirección de arte del periódico Eduardo Stupía.

Diario de Poesía convoca a su primer Concurso Hispanoamericano de Poesía, para

1992

Samoilovich y Helder, con el Nº 33.

1994

(sigue en pág. 20)


20/ CRONOLOGIA (viene de pág. 19) Tiene lugar, a lo largo de cuatro jornadas entre los meses de abril y mayo, un ciclo organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Rosario, el Diario de Poesía y el Centro Cultural Parque de España de Rosario, en la sede de este último, que culmina con la conferencia de Aldo Oliva, “Política de la poesía”.

1995

★ Agosto: La salida del Nº 34, con un dossier dedicado a la poeta Marosa di Giorgio, preparado por D. G. Helder y Osvaldo Aguirre, da pie a un relanzamiento del periódico en Uruguay; se presenta este número en una librería de Montevideo, con la participación de los miembros del Consejo y Marosa di Giorgio.

¡Basta ya de prosa! Sea donde sea, sé que me estás esperando, allá en lo hondo de la casa de las quintas, con sus cordeles de sol y luna, su pobre y extraña maravilla. Marosa di Giorgio, del poema inédito “Diamelas a mi madre”, Diario de Poesía Nº 34.

Se lanza el segundo Concurso Hispanoamericano Diario de Poesía. El primer premio resulta compartido entre Santiago Llach (Buenos Aires, 1972) y Santiago Vega (Quilmes, 1973); el segundo premio, también compartido, es para Rosanna Formía (La Francia, Córdoba, 1969) y Ariel M. Gombert (Buenos Aires, 1961).

1996

entre poetas en la alta madrugada, por motivos que aún hoy no se han podido determinar exactamente, pero que al parecer distaban de tratarse de ser cuestiones poéticas. Una nota en Página 12 sugiere que la culpa del episodio fue “la increíble generosidad del Diario de Poesía, que ofreció champagne libre a todos los invitados”; no parece probable: aseguran los memoriosos que la canilla libre de champagne se había acabado hacia las once de la noche.

★ Agosto: Con el apoyo de la Municipalidad de Rosario, la Secretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe y la Fundación Antorchas, el Nº 38, que marca el décimo aniversario de la publicación, incluye un índice completo de los números hasta entonces publicados; gracias a las mismas instituciones, se realiza una campaña de afiches callejeros en Rosario y Buenos Aires.

Tamara Kamenszain, Héctor Libertella, Freidemberg, Darriba, Rafael Filippelli e Ibarlucía, en la fiesta del décimo aniversario en el Museo del Rock. ★ También como festejo del décimo aniversario, se hace un recital en el bar Berlín de Rosario; toca el grupo Mundo bizarro y leen Concepción Bertone, Marilyn Contardi y Héctor Piccoli. Prieto, Freidemberg, la poeta uruguaya Silvia Guerra e Ibarlucía, en el casco viejo de Montevideo. Foto: Josefina Darriba.

Prieto ante el cartel del Nº 41 en Rosario. Cuando lanzaron el Diario de Poesía hace diez años, Samoilovich y sus amigos tomaron algunas decisiones que ahora ven como cruciales. Ninguno de ellos obtendría ganancias de la revista, pero ninguno pondría dinero tampoco. No pondrían librerías ni publicarían libros. Todo lo que harían sería sacar su revista cuatro veces al año. Y por cierto que se trata de una revista muy buena, con una saludable mezcla de talento local e importado. Los poemas traducidos de otras lenguas tienen, en su mayoría, su original comprimido al pie de las páginas. Mirando números atrasados, he aprendido mucho sobre Derek Walcott, Eugenio Montale o John Ashbery. Un poeta francés muy bien informado, Henri Deluy, que estuvo aquí hace unos pocos meses, reconoce que el Diario es una de las mejores revistas de poesía del mundo. Julian Cooper, The Buenos Aires Herald, 22 de septiembre de 1996.

Helder en Montevideo. Foto: J. Darriba.

★ Se hace en el Museo del Rock, del barrio de San Telmo en Buenos Aires, una fiesta con más de 500 invitados para celebrar la salida del Nº 38 y el décimo aniversario del periódico. Hablan Beatriz Sarlo y el director de la publicación, ofrece un recital Leónidas Lamborghini, a quien está dedicado el dossier del número aniversario, oficia de maestro de ceremonias Ricardo Ibarlucía. La fiesta termina en una gresca

Helder, Ibarlucía, Prieto y Oscar Taborda, en Rosario, para la época del décimo aniversario. ★ Octubre: El periódico recibe el Premio al Mejor Medio de Periodismo Alternativo otorgado por votación de los alumnos del Taller Escuela Agencia de Buenos Aires (TEA).

Mayo: El periódico recibe el Premio Julio Cortázar otorgado por la Cámara Argentina del Libro al “medio periodístico alternativo que ha desarrollado el mejor trabajo en defensa del libro y la cultura”.

1997

★ Agosto: Primer Encuentro Iberoamericano de Revistas Culturales, organizado en Bogotá por la Asociación de Revistas Culturales de Colombia.

Participantes del Primer Encuentro Iberoamericano de Revistas Culturales, en Bogotá.

Prieto, Marosa di Giorgio y Samoilovich, el día de la presentación del Nº 38 en Montevideo. Foto: J. Darriba.

Libertella, Filippelli y Darriba, en la fiesta del décimo aniversario.

★ Octubre: Encuentro “La cultura de un siglo: América Latina en sus revistas”, organizado por Revista Hispamérica y Fundación Ortega y Gasset Argentina, en la Biblioteca Nacional, Buenos Aires.


25 Años de Diario de Poesía Marzo: Encuentro de periódicos literarios “O veiculo da poesia”, en la Biblioteca Municipal Mario de Andrade, de San Pablo, Brasil.

1998

–trece personas en total: los consejos de dirección íntegros de las revistas organizadoras, viviendo en Rosario, Bahía Blanca y Buenos Aires– emitió su fallo a principios del 2000, otorgando el primer premio al libro Calas (kermesse) de Germán Carrasco (Santiago de Chile, 1971). El segundo premio correspondió a Bestiario Búlgaro, de Mario Arteca (La Plata, 1960), y el tercero a Las últimas mudanzas, de Laura Wittner (Buenos Aires, 1967). ★ El Nº 51 del Diario es un monográfico dedicado al poeta cubano Virgilio Piñera, que vivió largos años en Buenos Aires. Es quizás el primer dossier que utiliza a fondo las crecientes posibilidades del correo electrónico para hacer un trabajo conjunto entre personas que se encontraban en distintas ciudades: La Habana, Santiago de Chile, San Pablo, Londres, Princeton, México, Barcelona y Buenos Aires. El dossier motiva la participación del Diario en la presentación del site sobre Piñera de la Universidad de San Pablo, en la Facultad de Humanidades de la misma, integrándose a dicho site numerosos trabajos del dossier Piñera traducidos al portugués.

Prácticamente todo el Consejo de Dirección participa en el homenaje a Aldo Oliva organizado por la Universidad Nacional de Rosario; allí se empieza a tramar el trabajo que fructificará en el dossier Aldo Oliva, que, coordinado por Osvaldo Aguirre, se publica en 2006.

2000 Programa del encuentro “O Veiculo da poesia”. ★ Abril: I Encuentro Nacional de Poesía en Mar del Plata, organizado por el Foro Cultural de Mar del Plata. ★ Mayo: Ricardo Ibarlucía participa, en calidad de miembro del Consejo de Dirección de Diario de Poesía, del seminario de críticos, traductores, autores y editores de poesía realizado en el marco del festival Poetry International de Rotterdam; otros integrantes del equipo del Diario participan del evento en 1999, 2002 y 2003.

CRONOLOGIA /21 aparece el primer número del año, con un dossier dedicado al poeta catalán Gabriel Ferrater, con numerosos poemas y textos de clases e informes editoriales inéditos en castellano. Este dossier dará lugar, al año siguiente, a una presentación sobre la obra de Ferrater en el Centro Cultural Parque de España de Rosario, con participación de Edgardo Dobry y Daniel Samoilovich, de Diario de Poesía, Alex Susanna, del Institut Ramón Lull de Barcelona, y la que fuera compañera de Ferrater, la escritora Marta Pessarrodona. A través de los temperamentos Unos pinos demasiado sensibles se retuercen mostrando su conciencia de ser patéticos mientras cumplen este deber lírico de expresión del viento, que llega limpio. Las raíces crujen sordas, y las ramas exultan de dolor, para proclamar que es grave que sople el espíritu. El viento, cuando sale del bosque, va podrido de quejas. Gabriel Ferrater, trad. de Edgardo Dobry y Andrés Erenhaus.

★ Con el apoyo de la Fundación Antorchas para la realización de unos exhibidores especiales y una campaña de prensa, comienza en julio la distribución de Diario de Poesía en, aproximadamente, setenta librerías de todo el país; esto no sólo permite una llegada más amplia de las nuevas ediciones sino también poner a disposición de los lectores números atrasados. Diario de Poesía, por otro lado, empieza a llegar a algunas librerías de Caracas, Madrid y Barcelona y, aunque con algunas interrupciones, a kioscos de Santiago de Chile. ★ Diario de Poesía participa en el “Segundo Diálogo Poético entre Civilizaciones”, celebrado en la Casa de América de Madrid. ★ Pablo Gianera se hace cargo de la secretaría de redacción del periódico.

Aldo Oliva (der.) con Humberto Lobbosco. Foto: Enrique Rodríguez. ★ Diario de Poesía participa de la fundación, en Santa Cruz de la Sierra, de la Federación Iberoamericana de Revistas Culturales (FIRC), integrando la primera junta directiva de la entidad.

Coloquio internacional “Poetry among Civilizations”, organizado en Nueva York por las Naciones Unidas y la fundación Poetry International de Rotterdam.

2001 Diario de Poesía convoca a un nuevo concurso hispanoamericano, esta vez en conjunción con la revista Vox de Bahía Blanca. El jurado

1999

Pablo Gianera

En el Nº 64 del Diario de Poesía se publica un extenso dossier dedicado al poeta y pintor inglés Edward Lear.

2003

Reina María Rodríguez en La Habana. ★ Conversatorio sobre Diario de Poesía en las jornadas de inauguración del espacio La Azotea, dirigido por la poeta cubana Reina María Rodríguez, en el Palacio del Segundo Cabo de La Habana. ★ Daniel Freidemberg coordina un ciclo de conversaciones con poetas y críticos en la Casa de la Poesía de Buenos Aires; una síntesis de las charlas con Leónidas Lamborghini, Roberto Raschella, Nicolás Rosa, Leopoldo Castilla y Juan José Hernández se publica al año siguiente, en el Nº 62.

Invitación al acto de entrega de premios del Concurso Hispanoamericano Vox-Diario de Poesía.

El caos económico de fines de 2001 y principios de 2002 impide la salida del Diario durante el primer semestre; recién a fines de junio

2002

Una chica tenía nariz tan inmensa que su paso estorbaba por ser tan extensa: contrató a una asistente, eficaz y decente para que sostuviera su nariz inmensa. Edward Lear, traducción de Mirta Rosenberg.

El director del periódico dicta un seminario sobre poesía argentina para becarios de la Residencia de Estudiantes de Madrid, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

2004

(sigue en pág. 22)


22/ CRONOLOGIA

¡Basta ya de prosa!

(viene de pág. 21)

de traducciones al castellano de cierto número de poemas originalmente escritos en otras lenguas y ya presentes en Lyrikline.

★ En diciembre, en el Nº 69, un trabajo de varios años culmina en el dossier dedicado al poeta Arnaldo Calveyra (Mansilla, Entre Ríos, 1929).

2010

Matías Serra Bradford

Jaime Arrambide se incorpora al Consejo de Dirección del periódico.

Eduardo Stupía

Aires), Sergio Chejfec (Nueva York), Circe Maia (Tacuarembó) y Mercedes Cebrián (Madrid).

Diario de Poesía participa del Encuentro de Revistas Culturales Latinoamericanas organizado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires durante tres jornadas del mes de mayo.

2008 Arnaldo Calveyra, foto de Yasuji Maki.

Jaime Arrambide Con coordinación de Edgardo Dobry y Daniel Samoilovich, se realiza en el mes de mayo un seminario de cuatro jornadas dedicadas a poesía y periodismo en el CCPE de Rosario; participan María Teresa Gramuglio, Pablo Makovsky, Osvaldo Aguirre y Alan Pauls. Diario de Poesía recoge las ponencias de estas jornadas en su Nº 71, de diciembre.

2005

★ El Nº 81, del mes de diciembre, presenta –entre otros materiales– la traducción completa al español de un brillante ensayo publicado por Erich Auerbach en 1952, con el título “Philologie de la Weltliteratur”, que retoma el concepto de “Weltliteratur” o “literatura mundial” formulado por Goethe presentándolo como un nudo de apasionantes problemas. Acompañan la traducción un trabajo de Edward Said y otro de María Teresa Gramuglio sobre la actual vigencia del ensayo de Auerbach. Este retorno de la cuestión de la literatura mundial a un lugar conspicuo en los estudios literarios contemporáneos, obedece a los giros que introducen en las reflexiones sobre el tema las experiencias históricas radicales, esos cambios de paradigmas de funcionamiento del mundo conocido que sacuden a María Teresa Gramuglio. la modernidad y que Foto: Marcelo Manera. con fuerza y alcance cada vez mayores afectan al planeta entero.

Edgardo Dobry

Se celebra en el Centro Cultural Parque de España una exposición relativa a los 20 años de Diario de Poesía curada por Viviana Usubiaga. Conexo a la muestra, se realiza un recital del que participan, entre otros, los poetas Pedro Provencio, Miguel Casado, Mirta Rosenberg y Arnaldo Calveyra. Asimismo, se dicta un seminario, coordinado por María Teresa Gramuglio, dedicado a explorar las relaciones entre la poesía y las artes plásticas. En el seminario exponen Ana Lía Gabrieloni, Héctor Piccoli, José Emilio Burucúa, Jorge Schwarz, Nora Catelli, Edgardo Dobry, Eduardo Stupía y Daniel Samoilovich.

2006

De “El retorno de la literatura mundial”, por María Teresa Gramuglio, Nº 81.

Programa del Encuentro en Buenos Aires. ★ Julio: El director de la publicación coordina un taller sobre periodismo y poesía en la Universidad Nacional de Carabobo, Valencia, Venezuela. ★ Participación en el II Festival Internacional de Poesía de Pereira, Colombia, organizado por la revista Luna de Locos de esa ciudad. Exposición 20 años de Diario de Poesía. Sala de ingreso.

En su Nº 83, Diario de Poesía presenta una sección especial dedicada al XIX Festival Internacional de Poesía de Rosario, una convocatoria conjunta de la ciudad, la Provincia de Santa Fe y el Centro Cultural Parque de España celebrada durante cinco días del mes de septiembre con la curaduría de Osvaldo Aguirre, Pablo Makovsky y Daniel García Helder. En la entrega, se incluyen poemas de varios invitados al Festival, entre ellos, Natalia Litvinova, José Villa, Florence Pazzottu, Victoria D’Antonio, Natalia Fortuny y Luis Felipe Fabre.

2011

fugas

Tras los cambios ocurridos a lo largo de los años de trabajo, se reorganiza el Consejo de Dirección, integrado a partir de ese año por Osvaldo Aguirre, Edgardo Dobry, Pablo Gianera (secretario de redacción), Ricardo Ibarlucía, Mirta Rosenberg, Daniel Samoilovich (director), Matías Serra Bradford y Eduardo Stupía (director de arte). Son colaboradores permanentes del periódico Jaime Arrambide (Buenos

2007

la lengua me lleva por los ríos turbulentos de la infancia. la infancia no me vio crecer, me construí con las sobras de la marea alta. Natalia Litvinova (Bielorrusia, 1986)

Programa del festival en Colombia.

Diario de Poesía suscribe un convenio de colaboración con el sitio web basado en Berlín Lyrikline. Por dicho acuerdo, el Diario envía grabaciones de poemas de poetas argentinos para su presentación en el sitio, a la vez que coordina la realización

2009

Osvaldo Aguirre

Logotipo del sitio en la Web.

Natalia Litvinova


Diario de Poesía OBRAS Y MATERIALES EXHIBIDOS

S/T, 1992. Tinta s/papel, 30 x 25. Archivo Diario de Poesía

ENRIQUE AGUIRREZABALA

FERNANDO FAZZOLARI

Saludo de Aguirrezabala, 1984. Collage s/papel, 24,5 x 15. Colección particular

Catálogo Reloaded, 1986-2011. Tinta s/papel. 80 x 120. Colección del artista

S/T, ca. 1988-89. Cartón, papel, cola vinílica, tela y acrílico, 45,5 x 27 x 23. Colección particular

Autorretratos, 1995. Óleo s/tela, 24 x 18 (18) y 18 x 24 (1). Colección del artista

S/T, ca. 1988-89. Cartón, papel, cola vinílica, tela y acrílico, 55 x 30 x 27. Colección particular S/T, ca. 1988-89. Cartón, papel, cola vinílica, tela y acrílico, 98 x 50 x 45. Colección particular S/T, 1989. Collage s/papel, 16 x 8,5 (2). Colección particular JUAN ASTICA Rotring 07, 1987. Rotring s/papel, 21,5 x 25. Colección del artista S/T 1, 1990. Gouache s/papel, 35 x 50. Colección del artista LOUISE BOURGEOIS Henriette, 1998. Litografía con objeto múltiple, 24/50, 115,6 x 80. Colección particular MAX CACHIMBA S/T, 1996. Tinta s/papel, 21 x 37 (2). Colección del artista S/T, 1996. Tinta s/papel, 37 x 21 (2). Colección del artista S/T, 1996. Tinta s/papel, 39 x 29. Colección del artista AMÉRICO CASTILLA Construiré un bosque de pinos, 1984. Pastel s/papel japonés, 69 x 102. Colección del artista Horizontes, 1984. Óleo s/tela y ramas de árbol, 200 x 200. Colección del artista CLAUDIA DEL RÍO S/T, de la serie Proyecto gráfica urbana, 1994-95. Fotografía, 10 x 15 (3), 15 x 10 (2). Colección de la artista S/T, 1994-1995. Fotografía, 15 x 10 (3), 18 x 13 (1). Colección de la artista MIRTHA DERMISACHE Newsletter, 2000. Múltiples impresos, 35 x 27,5 (4). Colección Eduardo Stupía MIMI DORETTI La Tirolesa, de la serie Obras Teatrales, Organización Negra, 1988. Fotografía, 23,7 x 20,3. Archivo Diario de Poesía S/T, de la serie Obras Teatrales, ca. 1988. Fotografía, 12,6 x 17,5. Archivo Diario de Poesía ANA ECKELL S/T, 1984. Tinta s/papel, 36 x 32. Archivo Diario de Poesía La vereda derecha, 1985. Óleo s/tela, 150 x 140. Colección de la artista ROBERTO ELÍA Proyecto para Sillón, 1992. Metal enlozado, 15 x 4 x 6. Colección del artista S/T, 1992. Tinta s/papel, 24 x 32. Archivo Diario de Poesía

LEÓN FERRARI S/T, 1979. Tinta s/papel, 27 x 20. Colección particular CARLOS GORRIARENA S/T, 1986. Carbonilla s/papel, 48 x 33. Colección particular Interior-exterior, 1988. Acrílico s/tela, 200 x 140. Colección particular

Son ciegos, 1994. Técnica mixta s/tela, 200 x 150. Colección del artista ADOLFO NIGRO S/T, 2000. Tinta s/papel, 24 x 21 (6). Archivo Diario de Poesía LUIS FELIPE NOÉ Esto no tiene nombre III, 1976. Técnica mixta s/tela, 200 x 200. Colección Pablo Birger Una pasión y cuatro transformaciones, de la serie Prueba de artista, 1982. Impresión y tinta s/papel, 27 x 21 (5). Colección del artista FELIPE PINO

LISTADO DE OBRAS /23 21,6 x 16,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo 2 para sección “Página de Artista”, 1986. Tinta s/papel, 21,6 x 16. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°2, 1986. Técnica mixta s/papel, 39 x 28. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°2, 1986. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°3, 1986. Técnica mixta s/papel, 30,8 x 21,7. Colección Daniel Samoilovich

Caja de sorpresas, 1992. Óleo s/tela, 170 x 110. Colección particular

S/T, 1986. Tinta s/papel, 21,5 x 28. Archivo Diario de Poesía

JORGE GUMIER MAIER

VALENTINA REBASA

S/T, ca. 1986. Tinta s/papel, 25,8 x 19,8. Colección MTG

S/T, 1998. Acrílico s/hardboard, 194 x 110. Colección particular

S/T de la serie Chicas como yo, 2004. Fotografía, 13 x 18 (6). Archivo Diario de Poesía

ALBERTO HEREDIA S/T, de la serie Bocetos para Ricky y el pájaro, ca. 1975. Acuarela s/papel, 34,5 x 24. Colección particular MAGDALENA JITRIK S/T, 1995. Tinta s/papel, 12 x 7,8. Colección de la artista S/T, 1995. Tinta china s/papel, 15 x 21,3. Colección de la artista Ecoute, Tamara, 1999. Tinta china, tinta de máquina de escribir s/papel de avión, 19 x 24. Colección de la artista Et maintenant Tema, 1999. Tinta china, tinta de máquina de escribir s/papel de avión, 19 x 24. Colección de la artista Edelman español 1, 2001. Tinta china, tinta de máquina de escribir s/papel de avión, 19 x 24. Colección de la artista Edelman español 2, 2001. Tinta china, tinta de máquina de escribir s/papel de avión, 19 x 24. Colección de la artista Todo lo que sucede en la filosofía, 2001. Tinta china, tinta de máquina de escribir s/papel de avión, 21 x 25. Colección de la artista Bialet Massé 2004, 2004. Tinta s/ papel, 28 x 20. Colección de la artista En una palabra, el socialismo, 2004. Tinta china, tinta de máquina de escribir s/papel de avión, 19 x 24. Colección de la artista Malatesta 1, 2004. Acuarela, tinta de máquina de escribir s/papel, 14,8 x 22,3. Colección de la artista GUILLERMO KUITCA El peso del mundo, ca.1988. Grafito s/papel, 28 x 21,5. Colección del artista S/T [de la serie Nadie olvida nada], 1985. Acuarela s/papel, 59,5 x 96,5. Colección Fundación Federico Jorge Klemm EDUARDO MÉDICI S/T, 1990. Tinta s/papel, 30 x 26. Archivo Diario de Poesía

JUAN PABLO RENZI S/T, 1977. Tinta y lápiz s/papel, 69 x 69. Colección MTG Interior con mantelacámera (homenaje a Lacámera), 1978. Óleo s/tela. 80 x 100. Colección MTG S/T, 1978. Tinta s/papel, 28 x 21,8. Colección MTG S/T, 1978. Tinta s/papel, 28 x 21,7. Colección MTG S/T, de la serie Frases, ca. 1980. Tinta s/cartón, 12,8 x 22. Colección MTG Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo tapa, 1986. Técnica mixta s/papel, 60 x 40. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo para notas, 1986. Tinta s/papel, 21,6 x 16,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo para apertura de notas, 1986. Tinta s/papel, 21,6 x 16,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo de segunda página, 1986. Lápiz y tinta s/fotocopia, 28 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo para secciones varias, 1986. Tinta s/papel, 21,6 x 16. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo 1 para sección “Poesía”, 1986. Tinta s/papel, 28,1 x 22. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo 2 para sección “Poesía”, 1986. Tinta s/fotocopia, 28 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo 3 para sección “Poesía”, 1986. Tinta s/papel, 21,6 x 16,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto del n°0 de Diario de Poesía: modelo para sección “Agenda”, 1986. Tinta s/papel,

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°4, 1987. Tinta s/papel, 28 x 22. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°5, 1987. Tinta al agua s/papel, 21,7 x 14. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°6, 1987. Grafito s/papel, 21,8 x 13,8. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°6, 1987. Tinta y grafito s/papel, 21,7 x 14,3. Colección Daniel Samoilovich S/T, basado en “La creación de los astros” de Miguel Ángel Buonarotti, 1987. Tinta s/papel, 22 x 33,5. Archivo Diario de Poesía Boceto de tapa de Diario de Poesía n°8, 1988. Tinta s/papel, 29,5 x 21,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°9, 1988. Técnica mixta s/papel, 34,2 x 22,1. Colección Daniel Samoilovich S/T, ca. 1990. Tinta s/cartón, 35,5 x 21,7. Colección MTG Boceto de tapa de Diario de Poesía n°15, 1990. Técnica mixta s/papel, 35,5 x 21,5. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°16, 1990. Tinta s/papel, 35,6 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°17, 1990. Tinta s/papel, 42,1 x 35,6. Colección Daniel Samoilovich S/T, ca. 1990. Tinta s/papel, 22 x 33. Colección MTG La ansiedad perfecta, 1991. Óleo s/tela, 150 x 150. Colección Daniel Samoilovich Boceto de “Página de artista” de Enrique Aguirrezabala, 1991. Técnica mixta s/papel, 28 x 21,5. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°18, 1991. Tinta y grafito s/papel, 35,6 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°19, 1991. Técnica mixta s/papel, 28 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°20, 1991. Tinta s/papel, 28 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa de Diario de Poesía n°21, 1991. Tinta y grafito s/papel, 28 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Porto dos osos, 1992. Óleo s/tela, 150 x 150. Colección Daniel Samoilovich S/T, 1992. Grafito y témpera s/papel, 35,3 x 22,3. Colección MTG Boceto de tapa Dossier 1: Juanele (Juan L. Ortiz), 1986. Tinta s/papel, 21,6 x 16,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 2: El lagrimal trifurca, 1986. Tinta s/papel, 28 x 22. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 3: Pound, 1986. Tinta s/papel, 31 x 21,7. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 4: Nabokov, 1987. Tinta al agua s/papel, 28 x 22. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 5: Poesía brasileña, 1987. Grafito s/papel, 21,7 x 28. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 6: González Tuñón, 1987. Tinta s/papel, 21,7 x 14,2. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 8: Poesía chilena, 1988. Tinta s/papel, 29,5 x 21,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 9: Auden, 1988. Técnica mixta s/papel, 34 x 22,2. Colección Daniel Samoilovich Boceto de “Página de Artista” de Philippe Ariagno 1, 1990. Técnica mixta s/papel, 21,6 x 35,5. Colección Daniel Samoilovich Boceto de “Página de Artista” de Philippe Ariagno 2, 1990. Técnica mixta s/papel, 21,6 x 17,7. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 15: Hugh Kenner, 1990. Técnica mixta s/papel, 32 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 16: Francis Ponge, 1990. Tinta y grafito s/papel, 35,1 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 18: Montale, 1991. Técnica mixta s/papel, 33,4 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 19: John Ashbery, 1991. Tinta y grafito s/papel, 28 x 21,1. Colección Daniel Samoilovich Boceto de tapa Dossier 21: Georges Perec, 1991. Tinta s/papel, 27,9 x 21,6. Colección Daniel Samoilovich DANIEL SCHEIMBERG Un rabino en N. Y., 1991. Óleo s/tela, 25 x 25. Colección Daniel Samoilovich EDUARDO STUPÍA Paisaje, 1992, tintas s/papel, 50 x 70 (4). Colección del artista (sigue en pág. 24)


24/ LISTADO DE OBRAS (viene de pág. 23) Boceto de tapa de Diario de Poesía n°30, 1994. Tinta s/ papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°32, 1994. Técnica mixta s/papel, 42 x 28. Colección del artista Boceto de tapa Dossier 32: Jazz y poesía, 1994. Técnica mixta s/ papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°33, 1995. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°36, 1995. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°46, 1998. Técnica mixta s/papel, 43,3 x 28. Colección del artista

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°81, 2010-2011. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°82, 2011. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°83, 2011. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista PABLO SUÁREZ Trementina el Duende da a su pintura la fluidez necesaria, 1989. Acrílico s/tela, resina epoxi, bidón plástico y materiales varios, 213 x 140. Colección Gustavo Bruzzone EMILIO TORTI Niveles de conciencia, 1995. Acrílico s/tela, 200 x 145. Colección MPQ y Ed. Shaw

¡Basta ya de prosa! de Poesía con imágenes y poemas, 40 x 28,4 c/una

Tennyson, Carcanet, Manchester, 1988

7 fotografías de óleos de Juan Pablo Renzi con calcos superpuestos, que ilustraron tapa y “El estado de las cosas” en el n°14 de 1990, medidas varias

Philip Sherrard (ed.), The Corfu Years, Denis Harvey & Co., Atenas, 1988

Afiche color con dibujos de Ken Brown de 1991 que ilustraron la tapa del n° 45 de 1998, 72 x 49,5 Reproducción de dibujo de Hugo Padeletti publicado en el n° 61 de 2002, 29,5 x 21 Reproducción de pintura de Emilio Torti publicada en sección “Página de Artista” del n° 23 de 1993, 29,5 x 21 Audiovisual basado en el Dossier Poesía en el cine del n° 67 de 2004 Edición sonora basada en el Dossier Música y poesía del n° 78 de 2009

DOSSIER EDWARD LEAR

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°49, 1999. Técnica mixta s/papel, 43,3 x 28. Colección del artista

LUIS WELLS

Libros

S/T, 1990. Tinta s/papel, 30 x 25. Colección del artista

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°60, 2001. Técnica mixta s/papel, 43,3 x 28. Colección del artista

S/T, 1990, Tinta s/papel, 45,5 x 29 (2). Colección del artista

Lewis Carroll, Alice’s Adventures in Wonderland, Macmillan & Co., Londres, 1865. Primera edición

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°62, 2002. Técnica mixta s/papel, 43,3 x 28. Colección del artista

Futuro imperfecto II, 2001. Objeto: lápiz, goma de borrar y estuche de acrílico, 24 x 24 x 32. Colección del artista

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°63, 2003. Técnica mixta s/papel, 42 x 30. Colección del artista

Ficciones II, 1999. Objeto: envases de aceite y madera, 25 x 25 x 18. Colección del artista

Boceto de tapa de Diario de Poesía n°67, 2004. Técnica mixta s/papel, 42,3 x 29,7. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°69, 2005. Técnica mixta s/papel, 42,3 x 29,7. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°72, 2006. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°73, 2006. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°74, 2007. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°75, 2007. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Paisaje, 2007. Óleo s/tela, 200 x 200. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°76, 2008. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°78, 2009. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°79, 2009-2010. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista Boceto de tapa de Diario de Poesía n°80, 2010. Técnica mixta s/papel, 43 x 28. Colección del artista

HORACIO ZABALA

LIBROS Y MATERIAL DE ARCHIVO* Afiche de publicidad callejero, Diario de Poesía n° 1, 1986, 110 x 145 Afiche de publicidad callejero, Diario de Poesía n° 2, 1986, 110 x 145

Edward Lear, Journal of a Landscape Painter in Corsica, Robert John Bush, Londres, 1870 Lewis Carroll, Throught the Looking-Glass, Macmillan & Co., Londres, 1871. Primera edición Edward Lear, The Book of Nonsense and More Nonsense, Frederick Warrne & Co., Londres, ca. 1875 Lewis Carroll, A Tangled Tale, Macmillan & Co., Londres, 1885. Primera edición Edward Lear, Nonsense Songs and Stories, Frederick Warne & Co., Londres, 1899

Afiche de publicidad callejero, Diario de Poesía n° 3, 1986, 110 x 145

Lewis Carroll, The Lewis Carroll Picture Book, Stuart Dodgson Collingwood (ed.), Londres, 1899. Primera edición

Afiche de publicidad callejero, 10 años de Diario de Poesía n° 38, 1996, 110 x 145

Lewis Carroll, Rhyme? and Reason?, Macmillan & Co., Londres, 1907. Novena edición

Afiche de publicidad callejero, 10 años de Diario de Poesía n° 39, 1996, 110 x 145

Edward Lear, Lear in Sicily, Duckworth, Londres, 1938. Primera edición

Audiovisual Un hombre peleando con un barril (fragmentos de una conversación entre Viviana Usubiaga, Daniel Samoilovich y Eduardo Stupía), 2006

Herbert van Thal (ed.), Edward Lear’s Journals, Coward-McCann Inc., Nueva York, 1952. Primera edición

Colección de retratos fotográficos de poetas publicados en Diario de Poesía. Medidas varias Colección completa de ejemplares de Diario de Poesía Colección completa de tapas de Diario de Poesía, 40 x 28,4 c/una

Ray Murphy (ed.), Edward Lear’s Indian Journal, Jarrolds, Londres, 1953. Primera edición Vivien Noakes and Charles Lewsen (comp.), For Lovers of Birds, Londres, Collins, 1978 Vivien Noakes and Charles Lewsen (comp.), For Lovers of Cats, Londres, Collins, 1978

Selección de “Páginas de artista” de Diario de Poesía, 40 x 28,4 c/una

Vivien Noakes and Charles Lewsen (comp.), For Lovers of Flowers and Gardens, Londres, Collins, 1978

Selección de tapas de Dossiers de Diario de Poesía, 40 x 28,4 c/una

Vivien Noakes and Charles Lewsen (comp.), For Lovers of Food, Londres, Collins, 1978

Selección de páginas de Dossiers de Diario de Poesía, 40 x 28,4 c/una

Vivien Noakes, Edward Lear 1812-1888, Weidenfeld and Nicholson, Londres, 1985

Selección de páginas de Diario

Ruth Pitman, Edward Lear’s

Edward Lear, Selected Letters, Vivien Noakes (ed.), Oxford University Press, Oxford, 1988 Edward Lear, The Complete Nonsense, Faber and Faber, Londres, 1993 Edward Lear, The Complete Verse and Other Nonsense, Penguin, Londres, 2001 Fotografía Retrato de Edward Lear, 1865. Foto: A. Perret

DOSSIER VIRGILIO PIÑERA Libros

Reproduccón facsimilar de tapas de la revista Victrola, ca. 1947 Orígenes. Revista de arte y literatura, Año VIII, N°28, La Habana, 1951 Ciclón. Revista literaria, vol. 3, n°2, La Habana, 1957

DOSSIER ARNALDO CALVEYRA Libros Arnaldo Calveyra, Lettres pour que la joie - Cartas para que la alegría, Actes Sud, Arlés, 1983 Arnaldo Calveyra, Le journal du dératiseur, Actes Sud, Arlés, 1987 Arnaldo Calveyra, Cartas para que la alegría e Iguana, iguana, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1988

José Lezama Lima, Enemigo Rumor, Ediciones Espuela de Plata, La Habana, 1941

Arnaldo Calveyra, L’origine de la lumière, Actes Sud, Arlés, 1992

Virgilio Piñera, Cuentos, Bolsilibros, UNEAC, La Habana, 1964

Arnaldo Calveyra, Anthologie personnelle, Actes Sud, Arlés, 1994

José Lezama Lima, Paradiso, Contemporáneos, La Habana, 1966. Primera edición Virgilio Piñera, Presiones y diamantes, Ediciones Unión, La Habana, 1967 Virgilio Piñera, Dos viejos pánicos, Libros de mar a mar, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1968 Virgilio Piñera, La vida entera, UNEAC, La Habana, 1969 Virgilio Piñera, Una broma colosal, Letras Cubanas, La Habana, 1988 Virgilio Piñera, Teatro inconcluso. Selección, ordenamiento y prólogo de Rine Leal, Ediciones Unión, La Habana, 1990

Arnaldo Calveyra, El hombre del Luxemburgo, Tusquets, Barcelona, 1997 Arnaldo Calveyra, La cama de Aurelia, Tusquets, Buenos Aires, 1999 Arnaldo Calveyra, Si la Argentina fuera una novela, Editorial Simurg, Buenos Aires, 2000 Arnaldo Calveyra, Libro de las mariposas, Alción Editora, Córdoba, 2001 Arnaldo Calveyra, Diario del fumigador de guardia, Editorial Vox, Bahía Blanca, 2002 Arnaldo Calveyra, El origen de la luz, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2004

Antonio José Ponte, La lengua de Virgilio, Ediciones Vigía, Matanzas, Cuba, 1993

Arnaldo Calveyra, Maizal del gregoriano, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2005

Antón Arrufat, Virgilio Piñera: entre él y yo, Ediciones Unión, La Habana, 1994

Fotografías

Roberto Pérez León, Tiempo de ciclón, Ediciones Unión, La Habana, 1996 Yadira Piñera y otros, Los Piñera. El peso de una isla en el amor de un pueblo. Ediciones Vitral, Pinar del Río, Cuba, 1997 Virgilio Piñera, La isla en peso, Ediciones Unión, La Habana, 1998. Segunda edición Fotografías Julio Cortázar, Chinolope y José Lezama Lima en La Habana. Foto: Chinolope Retrato de Virgilio Piñera, ca. 1942 Carlos Coldaroli, Augusto de Castro, Virgilio Piñera, Graziella Peyrou, Humberto Rodríguez Tomeu (atrás), Adolfo de Obieta y Witold Gombrowicz en el puerto de Buenos Aires, 1947 Otros Virgilio Piñera, Aire frío, programa de sala de la pieza teatral de Piñera, 1962 Reproduccón facsimilar de tapas de la revista Aurora, ca. 1947

Julio Cortázar y Arnaldo Calveyra en París, 1963 Arnaldo Calveyra, Francia, 1969. Foto: H. Soubielle Arnaldo Calveyra en el Jardín del Luxemburgo, 2003. Foto: Yasuji Maki Arnaldo Calveyra, Buenos Aires, 2004. Foto: Valentina Rebasa Otros Arnaldo Calveyra, Programa de sala de la pieza teatral Cartas de Mozart Arnaldo Calveyra, Manuscrito de Nochecita de Atenas Reproducción de carta de Julio Cortázar a Arnaldo Calveyra, París, 29 de julio de 1963 Audiovisual realizado por Débora Vázquez y Matías Serra Bradford, El hombre del Luxemburgo. Una conversación con Arnaldo Calveyra., 2002-2003 * El material de archivo que incluye revistas, fotografías y otros documentos, pertenece al Archivo de Diario de Poesía, excepto los casos en que se aclara la procedencia.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.