¿Qué nos espera en el 2022?

Alejandra San Miguel Gerente General ASIVA

Sin duda cada término de año nos hace reflexionar y pensar en lo bueno y malo que nos pasó, lo que hicimos o dejamos de hacer, lo que dijimos o no dijimos, lo que proyectamos y lo que realmente sucedió. Y como nunca hubiésemos imaginado, la pandemia nos acompañó todo un nuevo año así como una serie de diferentes eventos en nuestro país.

Hemos afrontado un 2021 complicado, con bastante incertidumbre política, económica y sanitaria, que obligó a las empresas a adecuar sus modelos de negocio y trabajar en base a los distintos escenarios que se fueron presentando.

Por una parte, la crisis sanitaria a nivel mundial impactó los costos de materias primas, transporte, logística, mano de obra y distintos factores que derivaron en un proceso inflacionario sin precedentes que nos ha mantenido alerta. Este proceso además estuvo acompañado de un escenario interno que acentuó aún más las cifras: retiros de las AFP, los IFE y el aumento del tipo de cambio.

Por otra parte, la incertidumbre política y económica que atravesó el país generó una fuga de capital extranjero preocupante, impactando además en la confianza empresarial, derivando en una cautela respecto a las decisiones de inversión, contratación de personal y manejo de la productividad.

A pesar de la gran incertidumbre que estamos viviendo, tuvimos un año bastante mejor que el 2020, donde varios sectores económicos pudieron recuperar su productividad y la contratación de personal aumentó significativamente en la última parte del año, lo que sin duda nos abre la puerta a la esperanza.

Sin embargo, este 2022 no será fácil, aunque se espera una recuperación del crecimiento de nuestro país, la epidemia mundial seguirá siendo un factor relevante que marcará nuestra economía local. A su vez, la incertidumbre política y económica seguirá siendo una atenuante que nos invita a reflexionar y proyectar nuestra forma de trabajar de forma colaborativa, profundizando en las oportunidades que puedan surgir.

Debemos recordar que a pesar de los efectos negativos como consecuencia de la pandemia, se han producido transformaciones significativas que han derivado en cambios en el quehacer empresarial. Las empresas han sabido adoptar con éxito estos cambios culturales, sociales, tecnológicos y económicos para seguir creciendo y adaptarse a las exigencias que hoy en día son necesarias para tener éxito, tanto a nivel nacional como mundial, que consideren aspectos tan importantes como la reconversión del capital humano, la inclusión laboral, la flexibilidad y adaptabilidad laboral, la aceleración en los cambios tecnológicos, la integración de mercados con la llegada de competidores globales, entre otras.

Esperamos que este año se mantenga una buena gestión de la pandemia y la economía siga avanzando hacia una recuperación sostenible y colectiva, donde tanto las empresas, la comunidad y el ecosistema, avancen juntos hacia el desarrollo de nuestro país.