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Radiografía Regional en el contexto de la contingencia COVID-19

Por Karin Aguilar C. Encargada de Estudios ASIVA

El día 03 de marzo del 2020 se confirmó en Talca el primer caso de Covid-19 del país, un hombre de 33 años que había viajado al sudeste asiático, unos días después, 11 de marzo, la OMS declara al COVID-19 como pandemia mundial.

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Los efectos económicos de la pandemia en el país se hicieron ver de inmediato, impactando especialmente nuestra región y a sus sectores económicos que han sufrido un deterioro significativo en los últimos meses. Uno de los aspectos más preocupantes y delicados, tiene que ver con el impacto que ha tenido la pandemia en el mercado laboral de la Región, sólo en el último trimestre móvil (mayo-julio 2020), la tasa de desempleo alcanzó un 13,8%, un indicador sin precedentes en la zona, posicionándose de esta manera como una de las regiones con mayor tasa de desempleo en el país.

En la misma línea, la región de Valparaíso se posiciona como la segunda región del País con la mayor cantidad de trabajadores acogidos a la Ley de protección del empleo, encontrándose sólo atrás de la Región Metropolitana. Es así, como al día 30 de agosto del 2020, 49.135 personas se encontraban acogidas a la suspensión de contrato, mientras que 3.644 trabajadores se encontraban acogidos a la reducción de jornada laboral. .

Las cifras entregadas anteriormente, están relacionadas con la contracción generalizada de los distintos sectores productivos de la Región, los cuales comenzaron a debilitarse con la llegada del COVID-19 y empeoraron con el confinamiento obligatorio en algunas comunas de la zona. Es así, como los principales sectores productivos, que se caracterizaban por su alto dinamismo, hoy sufren un debilitamiento preocupante, siendo el sector turismo uno de los más afectados por la contingencia. En el mes de julio se registraron 11.876 pernoctaciones a nivel regional, disminuyendo 95,1% en comparación a igual mes de 2019.

En la misma línea, el sector comercio, que tiene una alta dependencia de la interacción de las personas, ha sufrido un debilitamiento sostenido debido a la crisis sanitaria, acentuando aún más las consecuencias derivadas de la crisis social del año 2019.

Otro de los sectores que se ha visto debilitado por la contingencia, corresponde al sector manufacturero. Según datos entregados por el INE, el índice de producción manufacturera retrocedió en un 2,0% en el mes de julio, respecto al mismo período del año anterior. Este indicador además vislumbra que los meses de abril y mayo 2020, el sector presentó su desempeño más bajo desde el año 2014. Cabe señalar que en lo que va del año, el sector ha acumulado un decrecimiento de un -6,7%, mientras que en el mismo período del año anterior, sólo alcanzaba un -4,1%. Las exportaciones regionales también han disminuido, en junio de este año alcanzaron 283,1 millones de dólares, disminuyendo un 38% en doce meses, incidido principalmente por el sector minería, que sufrió un descenso interanual de un 39,2% (113,8 millones de dólares menos) y el sector industria que presentó una variación interanual negativa de un 41,7% (45,9 millones de dólares menos).

En medio de este panorama económico, se vislumbra además un deterioro de la confianza empresarial de la Región. Es así, como el último indicador de confianza empresarial elaborado por ASIVA se posicionó un nivel “extremadamente pesimista”, el más bajo desde que se comenzó a elaborar el indicador el año 2017. En esta línea, es evidente el impacto que generará la incertidumbre del sector empresarial en la inversión, y consecuentemente en el empleo de la región.

En este contexto, existe la necesidad urgente de generar medidas de reactivación, tanto para recuperar el empleo perdido, como el dinamismo de los distintos sectores productivos que son esenciales para el crecimiento y desarrollo de la Región.

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