Reactivación sostenible

Por Bastián Oyanader C. Presidente Comisión Responsabilidad Social

Vivimos un momento de gran incertidumbre, que pone en entredicho muchos de los paradigmas con los que veníamos operando, tanto a nivel individual como institucional. Otras pandemias mermaron fuertemente a la humanidad en siglos pasados, pero ninguna había alcanzado una magnitud planetaria como ésta; cuyo avance fue favorecido por la amplia red de conexiones intercontinentales que genera el comercio y turismo internacional. Ante esto, cada uno de los países ha debido reaccionar rápidamente, fortaleciendo sus sistemas de salud para sostener sus condiciones sanitarias. Pero las consecuencias de la pandemia nos han afectado no sólo en lo sanitario, también en lo económico y social.

Estos tres ámbitos nos recuerdan a otra triada, la de los pilares de la sostenibilidad: medioambiente, economía y sociedad, que en este contexto recobran sentido y suma urgencia. No es posible pensar una reactivación que sea solo económica, sin considerar los impactos medioambientales que las diferentes actividades económicas generan y seguirán generando, pero que si se estudian pueden ser repensados y subsanados paulatinamente; o las desigualdades sociales existentes, que han acrecentado las consecuencias de esta pandemia en las comunidades, particularmente en los sectores con mayores dificultades de acceso a los servicios básicos clásicos, pero también a los servicios básicos modernos, como el internet, indispensable para la teleeducación y el teletrabajo.

En circunstancias en que las interrogantes son múltiples, las capacidades de adaptación y reflexividad se vuelven fundamentales. Pero no debemos dejar ir estas interrogantes, deben ser canalizadas y analizadas, ya que estas nos permitirán comprender la situación al interior de cada una de nuestras instituciones y empresas. Así como hemos definido detallados protocolos sanitarios que permitan disminuir la expansión de la pandemia y eventualmente mantenerla controlada, ¿estamos trabajando para establecer adecuados protocolos medioambientales y sociales al interior de nuestras instituciones?, ¿sabemos realmente cómo ha afectado a nuestros colaboradores la pandemia?, ¿conocemos y somos conscientes, del impacto que nuestras actividades generan en las comunidades cercanas, en el medio ambiente, y el rol que jugamos en la economía local, regional y nacional?

Las circunstancias nos plantea un desafío enorme, pero al mismo tiempo oportunidades, para planificar una reactivación sostenible, que signifique progreso en todos estos frentes, respondiendo a las necesidades de nuestros colaboradores y comunidades, apoyando a los emprendedores locales, actuando como una amplia red colaborativa que nos permita salir airosos de esta pandemia, para así avanzar juntos en la reactivación y fortalecimiento de la Región de Valparaíso.