5 minute read
Los desafíos del proceso constituyente
from Revista Nº164
by ASIVA
Para nadie es un secreto que Chile ha sido considerado durante más de dos décadas como un ejemplo de progreso social y económico en América Latina. Se destacó por sus indicadores de superación de la pobreza, modernización de su economía, estabilidad política, indicadores de probidad y fortaleza institucional. Sin embargo, de un momento a otro, algo ocurrió: sus instituciones dejaron de funcionar con la claridad indicada; la ciudadanía ganó poder y comenzó a protestar contra los abusos; y empezaron a surgir signos de transformación social. En octubre de 2019, las cosas se aceleraron y el creciente ciclo de protestas vivido durante la última década provocó un estallido social que llevó al sistema político a tomar una decisión histórica: cambiar la Constitución. El 25 de octubre se realizó el plebiscito que llevará a Chile a iniciar el proceso para adoptar una nueva Constitución y que la misma sea elaborada por una Convención Constitucional, elegida por voto popular.
Elección de Convención (11 de abril, 2021): Se elegirá una Convención por elección popular para escribir esta nueva Constitución.
Advertisement
Trabajo de la Convención (9 a 12 meses): La Convención tendrá entre 9 y 12 meses para redactar el texto. Se estableció que esta Convención no podrá interferir en asuntos del gobierno, tendrá una fecha de cierre definitivo de su trabajo y deberá aprobar las normas con un quórum de 2/3 de los delegados.
Plebiscito de salida (aproximadamente agosto 2022): El texto constitucional que proponga la Convención deberá ser ratificado por parte de la ciudadanía en un plebiscito de carácter obligatorio y en donde si se aprueba se procedería a su promulgación, pero si se rechaza, se mantendría el texto constitucional vigente.
Sin duda, el escenario de crisis política y social abrió discusiones relevantes propias de otros procesos constituyentes que se han experimentado en la región. La primera y más inmediata discusión se refirió a la posibilidad de abrir oportunidades para que diversos sectores sociales se incluyan en el proceso. De esta manera, podemos comenzar a entender cuáles son los desafíos del proceso.
Ahora bien, es importante aclarar que el Congreso Nacional aprobó algunas normas para:
Paridad efectiva en la Convención: Se acordó un mecanismo para permitir una representación equilibrada de hombres y mujeres en las listas de candidaturas y en los resultados electorales para asegurar una paridad de resultados. De esta manera, Chile se transformará en el primer país del mundo que escribirá una Constitución con una institución paritaria.
Escaños reservados para pueblos indígenas: El Presidente Sebastián Piñera anunció la publicación de la reforma que permite la representación de todos. Lo anterior, ya que la Convención Constitucional será paritaria, con participación de independientes y con 17 Escaños Reservados para los pueblos indígenas.
Facilitar la competencia de independientes. Existe un acuerdo para permitir y facilitar que listas de independientes puedan competir por asientos para la Convención, cuestión que también es una innovación en relación a la elección actual de legisladores.
¿Cuáles son los desafíos económicos?
En el ámbito económico y empresarial los desafíos son varios. En la 67° Junta Anual de Socios, Guillermo Jiménez, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, presentó “¿Hacia una nueva constitución económica?”, donde abordó cuatro puntos principales: las claves para entender la carta fundamental, los siete elementos fundamentales de la constitución de 1980, los límites en que se enmarcara la próxima discusión constituyente y las seis áreas en las que se esperan cambios.
Ahí sí, más que en el detalle de la regulación económica, se va a jugar el éxito de la nueva Constitución”.
En el Encuentro Anual de la Industria 2020, instancia en la que también participó el Presidente Sebastián Piñera, Bernardo Larraín se refirió a los desafíos que enfrenta el país. En particular: la reactivación económica y social, la redacción de una nueva Constitución y el rol del empresariado, los cuales son parte de los tres decálogos propuestos por el gremio.
“En SOFOFA decidimos ser protagonistas de estos tres procesos: el constitucional, de recuperación económica y el de evolución empresarial para colaborar en transformar esta crisis en una oportunidad (…) Y por eso proponemos hoy tres decálogos para cada uno de estos tres procesos, a través de los cuales queremos someter al debate lo que creemos son los pilares fundamentales para que la empresa siga siendo un agente transformador esencial para enfrentar los desafíos que tenemos como país”.
Con respecto a la primera temática, el académico explicó que “la constitución es el resultado de una crisis política o de decisiones de cambio político que se dan en circunstancias extraordinarias. Por eso establece un marco dentro del cual operan otras autoridades estatales como las legislativas y administrativas. Entonces la constitución establece un marco y la legislación va resolviendo los problemas complejos, cotidianos de política ordinaria y luego tenemos la regulación administrativa”.
Además, advirtió que “la constitucionalización de un modelo económico es una cuestión problemática”, esto porque las discusiones dejan bastantes dudas y pocas conclusiones acerca de los beneficios de esta práctica. Al analizar algunos casos alrededor del mundo, se establece que “las constituciones estables y que logran la adhesión de la ciudadanía son normalmente neutrales o imparciales entre los distintos modelos económicos en disputa”. Asimismo, explicó que “probablemente los temas de discusión más importantes van a ser nuevos límites a los derechos, particularmente basados en la protección del medio ambiente, nuevas reglas sobre la administración pública, y probablemente nuevas reglas sobre balance presupuestario o responsabilidad fiscal”.
Sin embargo, fue enfático al explicar que “el principal desafío del nuevo texto va a ser generar autoridad política legítima y estable.
En esa línea, el Presidente Piñera dijo que “me parece muy oportuno los tres decálogos porque tocan tres temas esenciales (…) La única manera de que nuestro país pueda progresar y que podamos cumplir los sueños de todos (…) es recuperando nuestra capacidad de crecer, eso fue lo que nos diferenció del resto de América Latina, y eso es lo que tenemos que recuperar”.
Sin duda, el proceso constituyente chileno será una oportunidad para debatir y redefinir ciertas premisas básicas respecto de las cuales se ha organizado la convivencia en el país.
¿Qué opina nuestro presidente?
“Las empresas en general y especialmente los sectores que representamos deben estar presentes de algún modo en el proceso de redacción de una nueva Constitución. Tenemos la convicción que el desarrollo del país esta apalancado a la existencia de Industrias, Empresas e Instituciones que puedan desarrollarse y crecer respetando las leyes, el medio ambiente y con especial preocupación por la calidad de vida y crecimiento de su capital humano. Necesitamos de un sistema político, social y económico amparado en una Constitución que permita invertir y trabajar bajo reglas claras, con un sistema que entregue las herramientas necesarias para emprender con respeto a la propiedad privada y reconocimiento a los grandes aportes que las empresas hacen a la sociedad y el país”.
Agregó que la participación del sector privado es esencial porque “un país se construye con una muy buena conjunción entre los sectores público y privado. El mundo privado está presente en todos los sectores de la sociedad y la economía. Aporta gran parte del trabajo de los chilenos, es el motor del crecimiento y desarrollo de un país.
Es evidente que los miembros del sector privado debemos ser protagonistas en este proceso, nuestra participación es un compromiso con el país y la sociedad, debemos trabajar para que la nueva Constitución contemple las reglas necesarias para el ejercicio de la actividad empresarial y el emprendimiento que tanto aportan al desarrollo y crecimiento de la nación. En cuanto a la forma de participación, estimamos que es importante que existan candidatos independientes y representantes de partidos que crean y compartan nuestros valores y principios, que entiendan y coincidan en que para el desarrollo económico y social de un país se requiere de un sector privado potente, pujante”.
“Mis expectativas de este proceso se centran en que las personas elegidas entiendan que la Constitución es de todos y debe representar las esperanzas, valores y principios de vida de la mayoría de los chilenos. Espero, si el camino elegido fue el cambio y no la reforma, que la Nueva Constitución constituya la base del desarrollo económico y social de nuestro país para las próximas décadas”.