Salud0 del Sr. Obispo

HA NACIDO PARA SALVARNOS

De repente, lo que parecía sin sentido se ilumina con luz nueva y queda abierto a la esperanza. Me refiero a situaciones conocidas para todos nosotros: los pobres que deambulan por las calles, los que acuden a la casa de acogida San Juan Pablo II; también me refiero a los emigrantes que se sienten solos y desesperados, a los drogadictos que se recuperan en “Proyecto hombre”, a los que han perdido su trabajo, a los que están agonizando en los hospitales; pero también me refiero a mí y a ti que me estás leyendo.

En efecto, ha sucedido algo nuevo que abre todas las situaciones humanas, incluida la muerte, a la esperanza. Esta es la mejor de las noticias. No se trata de una idea, tampoco es un sueño o algo reservado al mundo de la fantasía o de la imaginación. Aunque parezca increíble se trata de un hecho histórico, algo inaudito: Dios se ha hecho hombre y ha nacido pobre en un pesebre. Ha nacido el Amor y viene a salvar lo que estaba perdido. La historia es conocida: Jesús, el Hijo de Dios, nació pobre en Belén, vivió pobremente y se vació de Sí mismo en la locura de la cruz.

Y esta es la noticia que cada año nos transmiten los miles de belenes que se levantan por todos los rincones de la tierra, y que anuncian al mundo entero el mejor de los mensajes: tanto en Belén como en el Gólgota el amor ha vencido a la pobreza y a la muerte. Quien nace pobre es el Hijo de Dios y quien muere en la cruz es el Resucitado que aplasta a la muerte y abre todas las situaciones a la esperanza.

Con mi bendición, y agradeciendo la labor de la Asociación de Belenistas de nuestra ciudad, me despido afectuosamente.

Juan Antonio Reig Pla, Obispo Complutense