Guión Museográfico del Museo del Pueblo Tz'utujil

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Guión Museográfico del Museo del Pueblo Tz’utujil

Contenidos Arqueológicos y Etnohistóricos Parte 1

Matilde Ivic de Monterroso Tomás Barrientos Q. Carlos Alvarado Galindo Marion Popenoe de Hatch

Guatemala, 25 de noviembre de 2009


Índice

Introducción ................................................................................................................3 Investigaciones y datos arqueológicos en el territorio Tz’utujil y sus alrededores Tomás Barrientos Q. .................................................................................................... 4 Informe de la cerámica de Chuk’muk, noviembre 2009 Marion Popenoe de Hatch............................................................................................45 La etnohistoria de los tz’utujiles, según las crónicas y títulos indígenas: contribuciones para la reconstrucción de su antiguo territorio y cultura Matilde Ivic de Monterroso y Carlos Alvarado Galindo .......................................... 132

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Introducción

El presente documento constituye la primera parte de la investigación documental y de campo que servirá como base para la elaboración del Guión Museográfico del Museo del Pueblo Tz’utujil. La información recabada comprende la recopilación de estudios ya realizados en la región así como reinterpretaciones de datos anteriores, complementadas con observaciones recientes del material arqueológico y etnohistórico. Por lo tanto, esta investigación va más allá de una simple síntesis de estudios anteriores, sino constituye una propuesta nueva acerca de la historia prehispánica de la región habitada por los tz’utujiles y otros pueblos relacionados con su historia. Por lo expuesto anteriormente, es necesario aclarar que muchos de los datos, interpretaciones y conclusiones presentes en este estudio son provisionales. Dependerá de las investigaciones de la segunda fase el contar con datos que complementen lo que se presenta ahora, y que ayuden a completar de la mejor forma posible el panorama histórico del pueblo Tz’utujil. En el ámbito arqueológico, queda pendiente todavía la revisión minuciosa de los datos provenientes de las investigaciones en Ch’ukmuk y Chuitinamit, especialmente las excavaciones de rescate llevadas a cabo desde 2007. De igual forma, se espera poder crear un mapa completo del asentamiento que comprende los sitios de Chuk’muk, Xek’muk y Pachivak, ya que se propone que estos tres lugares formaron un solo centro regional que dominó la playa sur del lago en el período Clásico. De igual forma, el análisis de fragmentos y vasijas cerámicas debe ser completado en lo que refiere a las piezas recuperadas en reconocimientos subacuáticos, así como una revisión de la cerámica del sitio Chuitinamit, recolectada en varios proyectos de investigación. En cuanto a la información etnohistórica, el presente informe únicamente utilizó fuentes documentales indígenas, por lo que queda pendiente revisar las fuentes castellanas. Asimismo, los mapas son versiones preliminares que serán modificadas de acuerdo a los datos recabados en la segunda fase de investigación.

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Investigaciones y datos arqueológicos en el territorio Tz’utujil y sus alrededores Tomás Barrientos Q. Este documento constituye una compilación de información proveniente de libros, artículos, fichas y reportes que proveen datos relativos a la historia prehispánica de la cuenca del lago de Atitlán y la zona costera que fuera ocupada por los pobladores tz’utujiles en el siglo XVI. El objetivo de esta investigación es proporcionar una base de datos que sirva como fundamento para la interpretación de la historia prehispánica del área ocupada por el pueblo tz’utujil. Para ello se ha hecho un recuento de la información disponible de los primeros asentamientos en el período preclásico hasta la distribución de sitios arqueológicos fechados para la época de contacto con los españoles. Los datos han sido ordenados de acuerdo a la definición de tres grandes áreas geográficas asociadas al territorio que se sabe fue ocupado por los tz’utujiles en el siglo XVI. La primera es la cuenca del lago de Atitlán, que incluye la playa sur; hoy ocupada mayormente por personas de habla tz’utujil; y la playa norte, mayoritariamente kaqchikel. La segunda región es la bocacosta, que se caracteriza por el descenso de las tierras altas hacia la planicie costera, en una zona de alta precipitación pluvial. Finalmente, la tercera es la planicie costera, que se caracteriza por la presencia de grandes sedimentos aluviales y por ende, tierras agrícolas altamente productivas. Tanto la bocacosta como la planicie costera han sido delimitadas por los ríos Nahualate y Madre Vieja, definiendo así una zona que históricamente se ha asociado directamente con el lago. Cada una de las tres regiones mencionadas será desarrollada en lo que se refiere a la historia de las investigaciones arqueológicas, patrón de asentamiento, descripción de sitios arqueológicos registrados, cronología de ocupación y algunas interpretaciones de su desarrollo histórico. Todos estos datos se presentan de manera detallada pero no exhaustiva, ya que solamente se han incluido los datos que son relevantes para la reconstrucción de la historia del pueblo tz’utujil, sus ancestros y vecinos inmediatos. Por lo tanto, es importante indicar que la información arqueológica es mucho más extensa y esta compilación es el resultado de un proceso selectivo de datos. Es por ello que se incluye un listado detallado de las referencias utilizadas, para que el lector pueda ahondar en algún tema mediante la consulta de los documentos originales. También debe aclararse que no se ha incluido una descripción detallada de las investigaciones y datos recabados en los sitios de Chuk’muk, Xek’muk y Chuitinamit, ya que esto será el tema de la segunda fase de investigación. Finalmente, es importante indicar que a pesar de la gran cantidad de datos que se presentan en este documento, se considera que este corpus de información es bastante limitado, especialmente si se compara con otras regiones del país. Es por ello que todavía existen muchos vacíos o lagunas de información, que no permiten la elaboración de interpretaciones sólidas con respecto a la historia de los tz’utujiles. Por lo tanto, la mayoría de propuestas se basan en hipótesis que son a veces altamente especulativas. Solamente la realización de más investigaciones en esta zona podrá mejorar la base de datos y así poder llegar a conclusiones más objetivas. 4


1. Cuenca del Lago de Atitlán 1.1 Investigaciones realizadas A continuación se presenta un esquema de los estudios arqueológicos realizados en la cuenca del Lago de Atitlán, desde 1910 hasta 2009, donde han participado arqueólogos y otros investigadores nacionales y extranjeros: − 1910 Excavaciones de Carlos Luna en Chuitinamit − 1928-1932 Investigaciones por parte de Samuel Lothrop en la parte sur del Lago de Atitlán, patrocinado por la Institución Carnegie de Washington − 1944-5 Recorrido de Edwin M. Shook en el norte del lago, incluyendo los sitios cercanos a San José Chacayá y San Andrés Semetabaj − 1972 John Fox visitó el sitio de Chuitinamit, realizando análisis comparativos con otros sitios postclásicos del altiplano. − 1972 Estudios de Gerardo Aguirre en el área de San Pedro La Laguna − 1976 Douglas Madigan realizó estudios demográficos en el lago, por lo que menciona asentamientos de acuerdo a estudios anteriores. − 1971-1979 Reconocimientos realizados por Sandra Orellana en el sur del lago, patrocinados por la Universidad de California en Los Angeles. − 1978 Excavaciones en el sitio Semetabaj por el Dr. Edwin M. Shook y la Dra. Marion Popenoe de Hatch. Patrocinado por la Fundación John Lloyd Stephens. − 1979 Descubrimiento de una tumba en el sitio Semetabaj por el señor Otto Krings y registrado por personal del Instituto de Antropología e Historia − 1993-1994 Proyecto de Investigación Arqueológica, Departamento de Sololá, Guatemala, patrocinado por el Archaeological Research Laboratory, Texas A&M University, y dirigido por Margaret Bruchez. Se realizaron recorridos, excavaciones en 8 sitios e investigaciones subacuáticas. − 1994-1995 Proyecto de Arqueología Subacuática Agua Azul, patrocinado por Fundación Raxón, y dirigido por Teresita Chinchilla. Se realizaron pozos de sondeo en 23 sitios y recolecciones subacuáticas en 24 localidades entre Santiago Atitlán y San Lucas Tolimán. − 1998-2000 Descubrimiento y reconocimientos iniciales en Samabaj, a cargo de Roberto Samayoa y Henry Benítez. − 2003-2007 Proyecto Semetabaj: Investigaciones arqueológicas por la Universidad del Valle de Guatemala y la Universidad de Stanford, dirigidas por John Rick y varios profesores del Departamento de Arqueología de la Universidad del Valle. − 2008-2009 Proyecto de investigación subacuática del Lago de Atitlán, patrocinado por la Fundación Reinhart y bajo la dirección de Sonia Medrano. − 2007 Registro de arte rupestre en Xek’muk por Christopher Martínez − 2007-2009 Proyecto de Salvamento Arqueológico en Chuk’muk, a cargo de la Comisión de Reconstrucción de Santiago Atitlán. Incluyó excavaciones en varias estructuras residenciales y registro de arte rupestre. − 2009 Realización del plano del sitio Xek’muk por estudiantes de la Universidad del Valle de Guatemala.

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1.2 Asentamiento En general, coincidimos con Lothrop 1 que se pueden definir tres grandes áreas arqueológicas en el lago, cada una con sus características físicas propias: 1. La primera es la orilla norte-este, con escarpas profundas y pequeños valles entre cada una, donde abundan cantos rodados de ríos. La tierra agrícola es limitada y existe en Panajachel y San Pablo La Laguna. Excelente para fines defensivos 2. La playa sur del lago esta asociada a dos volcanes: Tolimán y Atitlán. A pesar que el terreno esta plagado de afloramientos rocosos, existen varias planicies y mesetas ideales para agricultura y asentamientos de regular tamaño, como se ejemplifica en el poblado de Santiago Atitlán. Las formaciones geológicas en forma de cerros son comunes en los alrededores del volcán Tolimán, lo que facilitó la creación de puestos defendibles. La presencia de depósitos extensos de piedra volcánica facilitó la construcción de viviendas con muros de piedra, tal como se observa hoy en día. 3. La tercera zona es la orilla oeste, que esta asociada a los alrededores del volcán San Pedro. Hacia el suroeste, destacan algunas regiones planas y aptas para la agricultura en lo que es la bahía de Santiago y en la zona de San Pedro y San Juan, al norte del volcán. Aunque fue en esta parte del lago donde se asentó la fortaleza de Chiyá, la orilla de lago tiende a ser rocosa y cercana a pendientes abruptas, lo que limitó la presencia de asentamientos grandes. Al observar la distribución de asentamientos en la cuenca, es notorio que la densidad más alta de poblados prehispánicos se concentró en la parte suroeste del lago. En lo que respecta a la playa sur, que es la zona de mayor interés en este estudio, hay varios patrones de asentamiento bien definidos. En primer lugar, los sitios mayores como Chuk’muk tienden a ubicarse en puntos intermedios entre la orilla del lago y las faldas de los volcanes. Esto se debió al peligro de deslaves y al cambio de nivel del lago. Además, es interesante que existan muy pocos nacimientos de agua en las pendientes ubicadas hacia el sur. Por lo tanto se considera que los pobladores de la playa sur buscaron la cercanía al lago por el acceso al agua y otros recursos, pero en cierto momento el nivel del agua subió y decidieron crear asentamientos más permanentes en áreas elevadas. Por otro lado, no se asentaron tan adentro por el peligro de los deslaves. Ahora bien, también son frecuentes los asentamientos de menor tamaño en la cima de cerros naturales. Esto se debió principalmente por razones estratégicas, ya que estos puntos eran ideales para la observación de movimiento de personas y embarcaciones, y constituían fortalezas naturales bien defendidas. Además, hay que tomar en consideración que las viviendas se pudieron ubicar en áreas rocosas que no son agrícolas, para aprovechar al máximo las planicies en cuanto a la ubicación de cultivos. Esto se confirma por la existencia de numerosas terrazas en toda la zona sur del lago.

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Lothrop, 1933

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En la playa sur se pueden definir tres asentamientos mayores: 1) ChuitinamitTzanchicham, 2) Chuk’muk-Xek’muk-Pachiuak y 3) Santiago Atitlán, que incluye sitios como Panabaj y Xechevoy. No obstante, la zona tuvo una población grande, si se toma en cuenta los cálculos de 50,000 habitantes para todo el lago. Los reconocimientos y excavaciones de sondeo proporcionan datos para aclarar este patrón, ya que se ha definido un asentamiento continuo por toda la playa sur, conformado por pequeños asentamientos que muchas veces ni siquiera presentan estructuras visibles. Por lo tanto, la gran cantidad de concentraciones de cerámica, obsidiana y petrograbados indica que mucha de la población estuvo dispersa entre San Lucas Tolimán y Santiago Atitlán. En algunos casos se ha podido corroborar mediante la presencia de muros de casas o pequeños montículos aislados pero distribuidos a distancias uniformes entre unos y otros. Hay que tomar en cuenta que mucha de la evidencia de estos asentamientos de tipo doméstico ha sido perturbada e incluso removida por actividades agrícolas recientes, especialmente por el uso de piedras de muros prehispánicos para la elaboración de terrazas y divisiones de parcelas. Estudios históricos han demostrado que el nivel del lago ha fluctuado en diversas épocas, tanto después como antes de la conquista. Por ejemplo, los mapas del siglo XVI al siglo XIX muestran que el nivel del agua cambió, especialmente por la presencia de varias islas que hoy en día son penínsulas, o por la presencia de islas que ahora están sumergidas. La tradición oral en Santiago Atitlán indica que en cierto momento el agua bajó tanto que era posible atravesar la bahía de santiago a pié, entre Chuitinamit, Cojolyá y Tzanchicham. Registros fotográficos del siglo XX indican que entre 1900 y 1928 el nivel bajó alrededor de diez metros, mientras que para 1958 el nivel del agua había subido nuevamente. Medrano 2 indica que en la época lluviosa de 2008, el nivel de agua del lago aumentó dos metros solamente entre los meses de agosto y noviembre. Esta situación definitivamente afectó los patrones de asentamiento, ya que los pobladores tomaron en cuenta la subida del agua cuando construyeron poblados permanentes. El caso de la isla de Samabaj indica que el nivel subió considerablemente en los primeros siglos d.C., por lo que otros asentamientos antiguos pudieron haber sido cubiertos por el agua. Por lo tanto, los sitios del período Clásico se han conservado de mejor forma. Es muy posible también que muchos sitios de tamaño mediano se hayan ubicado cerca del lago con fines ceremoniales, ya que se han establecido concentraciones densas de vasijas enteras y fragmentadas en el fondo del lago, definiendo algunos puntos específicos en el lago donde se llevaban a cabo ritos que incluyeron lanzar incensarios y otras vasijas completas al agua. Se cree también que dichos rituales fueron realizados a una distancia establecida de la orilla (posiblemente no más de 100 m), con el objeto que pudieran ser observados por espectadores desde alguna estructura y que pudieran relacionarse con rituales también llevados a cabo en tierra firme. Estos rituales, según se puede deducir de los incensarios depositados en el fondo del lago, estuvieron asociados a la cosmovisión tripartita del universo, donde el lago –como todos los cuerpos de agua en Mesoamérica– jugaba un papel primordial como medio de contacto con el mundo sobrenatural, especialmente el inframundo. Los símbolos calados y modelados en los incensarios muestran elementos cosmogónicos que confirman la creencia en un mundo cuatripartito y la posición de la Ceiba como punto central y marcadores de las 4 esquinas del universo. 2

Medrano 2009a, Medrano 2009b

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1.3. Sitios registrados 1.3.1 Chuitinamit (Chiyá, Tziquinaja, Atitlán): Construido en el período Postclásico, este es el mayor sitio de la playa sur del lago, ubicado en un cerro adosado a la falda oeste del volcán San Pedro. El cerro contiene varias terrazas y muros de contención en sus lados, que sostienen estructuras de mampostería. En la cima se encuentran dos grupos de estructuras de mayor tamaño, que seguramente constituía el centro políticoadministrativo de la región, así como la residencia de gobernantes y elites. El patrón del sitio ha sido definido por Fox 3 como una combinación de acrópolis y una plaza abierta, similar al plan de otros sitios contemporáneos como Chutinamit-Sacapulas, Chutixtiox, Tenam y Chamac. No obstante, la orientación del sitio es de 25 grados al este del norte, que no es compartida por otro sitio. En general, la arquitectura del sitio muestra un estilo bastante local, ya que carece rasgos como talud tablero, alfardas y Juego de Pelota en I, que son muy comunes en el resto de las Tierras Altas durante el Postclásico. A continuación se presenta la descripción de cada grupo 4: a. La Acrópolis se encuentra en la parte más alta cerro, que es de roca natural y fue modificada mediante la construcción de dos grandes terrazas de en sus lados sur y este, de las cuales quedan restos de muros de mampostería escalinatas de acceso. En la terraza superior se encuentra una estructura piramidal alta, que parece ser una elevación natural modificada. En el lado norte de esta terraza superior se construyó un grupo de estructuras alrededor de un patio, que fue llamado Patio Luna por Lothrop, en honor a Carlos Luna, quién excavó la esquina exterior noroeste de la Estructura Norte, exponiendo muros verticales de mampostería de piedra y adobe, con recubrimiento de estuco y pintura roja. En la terraza inferior se encuentra un Juego de Pelota abierto, así como una escalinata que conduce a la Plaza Principal, ubicada hacia el noroeste. b. La Plaza Principal cubre un área nivelada de forma irregular, ya que se adaptó a la topografía del cerro. La Estructura 4, ubicada en el centro de la plaza, consiste en un edificio piramidal con cuatro escalinatas, una en cada uno de sus lados. Luna descubrió algunas osamentas cerca de la esquina noroccidental del edificio, lo que sugiere una función ceremonial asociada al sacrificio. A los lados este y oeste se encuentran varias plataformas largas y altares pequeños de mampostería. El límite oeste de la plaza es delimitado por la Estructura 5, la más grande del sitio, que se eleva 3 m y pudo contener una subestructura con cuatro cámaras. El límite sureste es delimitado por la Estructura 3, similar a la Estructura 5. Hacia el noreste existen varias terrazas, una de las cuales sostiene la Estructura 1, que también es alargada. La tradición oral indica que ésta era la residencia del rey. c. Atrás de la Estructura 3 se encuentra un pequeño grupo de estructuras, que incluye la Estructura 6. Asociado a este grupo se registró un petrograbado En la plaza principal se registraron dos petrograbados. Uno se encuentra entre las estructuras 1 y 2, mientras que el otro se encontraba al sureste de la plaza, entre el Patio Luna y el Patio 6. Otros petrograbados en el cerro contenían cavidades circulares o rectangulares y líneas paralelas como los de Pachiuak.

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Fox 1978 Basado en Lothrop, 1933, Fox 1978 y Orellana 1984

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d. Hacia el oeste, en dirección al volcán San Pedro, existe una parte baja y plana, donde se encuentra otro patio formado por cuatro montículos, donde se reportó el descubrimiento de una piedra en forma de pirámide truncada frente al montículo norte. e. Entre las estructuras 1 y 3 de la Plaza Principal se encuentra un petrograbado, que marca la entrada al sitio desde el lago. Este acceso conduce a una vereda que baja en dirección este hasta llegar a una pequeña playa. Las orillas del cerro en sus lados norte y el sur son casi inaccesibles, ya que son demasiado rocosas. Esta pendiente de acceso presenta varias terrazas, y fue dividida por Lothrop en cuatro zonas numeradas de norte a sur: o Pendiente I: contiene tres terrazas, con un petrograbado en la segunda. o Pendiente II: contiene cuatro terrazas. La tercera presentó un petrograbado de felino con la cabeza de otro animal al frente. En los lados de la roca contiene diseños de líneas incisas representando aves estilizadas. Se ubicaron tres montículos, uno en la Terraza 1 (Estructura a), otro en la Terraza 2 (Estructura b) y el otro en la cima (Estructura 7). o Pendiente III: con cinco terrazas. Las dos primeras contenían un altar y una cueva, que son utilizados en tiempos modernos como escondites de cacería. La cueva tenía 2 m de profundidad y ancho, con 1.4 m de altura. o Pendiente IV: con siete terrazas, llega hasta la base de la Acrópolis, donde se encuentra el Juego de Pelota. La mayoría de petrograbados reportados por Lothrop ya habían desaparecido durante los recorridos de Orellana. En el sitio también se han recuperado cuatro esculturas de forma trapezoidal, que representan un rostro de una deidad y que al mismo tiempo representa dos cabezas de serpiente. Esta iconografía no tiene paralelos directos con alguna otra región, aunque se han sugerido afinidades con el Altiplano Central de México. En cuanto a la cerámica, es abundante en la superficie de todo el cerro y es totalmente Postclásica. Las recolecciones subacuáticas realizadas por el Proyecto Agua Azul confirmaron este patrón, ya que se recuperó un comal cóncavo (tapadera?) completo (AAS-18-1), fechado para el Postclásico Tardío. 1.3.2 Tzanchicham: Este sitio se ubica frente a Chuitinamit, en el lado opuesto del estrecho que se forma en la parte norte de la bahía de Santiago. Reportes de Lothrop y Orellana, así como pozos de sondeo por el proyecto Agua Azul han localizado una alta densidad de cerámica mayormente postclásica, por lo que se supone que esta fue un área residencial, posiblemente de elite, asociada a Chuitinamit. Lothrop también reporta restos de muros de unidades domésticas y petrograbados en rocas grandes. Frente a este sitio se realizaron recolecciones subacuáticas, donde se recuperó un cuenco grande trípode (incensario) y un cuenco trípode con pestaña basal, ambos fechados para el Clásico Temprano (AAS-1-1, AAS-13-1), así como un cántaro postclásico (AAS-2-2). 1.3.3 Isla Cojolya: Esta es una isla que se encuentra entre Chuitinamit y Tzanchicham, que de acuerdo a las crónicas, contenía una fortaleza y era el lugar donde se ubicaba la temida flota de canoas que caracterizaba al ejército Tz’utujil. Las excavaciones del Proyecto Agua Azul incluyeron un pozo de sondeo en la isla, que proveyó cerámica postclásica y del Clásico Tardío. 9


1.3.4 Isla de los Gatos (Tzanjayan): Actualmente es una península, pero en épocas pasadas era una isla cuando el nivel del lago era más bajo. Edwin Shook y Cris Behrhorst reportaron el sitio en 1978, observando grandes cantidades de cerámica, especialmente en la parte sur de la península. También descubrieron un fragmento de escultura columnar y una piedra con una concavidad (“pileta”) tallada. Las excavaciones de sondeo del Proyecto Agua Azul recuperaron cerámica clásica y postclásica, y los buceos frente a la península recuperaron un cántaro postclásico casi completo. 1.3.5 Chuk’muk (Chukumuk): Este es el sitio más estudiado de la región sur del lago. El sitio se asienta en una elevación volcánica que corre paralelo a la orilla, a unos 45 m de altura frente a la bahía de Pajaibal. En esta planicie, conocida como Chupiom, también se encuentra el sitio de Xek’muk que parece haber formado parte de un mismo asentamiento. El rasgo principal de Chuk’muk es la ausencia casi total de montículos y la presencia de estructuras residenciales conformadas por muros de piedra, que delimitan cuartos y patios. Lothrop calculó una densidad aproximada de 100 de estas unidades residenciales en un área de casi un kilómetro de largo. Cada casa mide aproximadamente 12 x 18 m y están divididas en varios cuartos. Los muros son de piedra con mortero o adobe, con un espesor de 1 a 2 m. Las piedras exteriores son grandes, especialmente en la base, y el embono es de piedras irregulares de tamaño menor que un puño. En algunos casos los bloques son de forma cuadrada y la altura de los muros no supera los 1.5 m de alto. Estas viviendas son mayores que las actuales. En el sitio se han reportado varios petrograbados, incluyendo un templo miniatura tallado en una gran piedra localizada en la Reserva del Pato Poc. Lothrop realizó excavaciones en tres casas, con un total de 29 pequeñas trincheras, llegando hasta profundidades no mayores de 1.25 m. Las excavaciones no expusieron pisos y no hubo variación significativa en los estratos excavados. En una estructura se encontraron varios entierros acompañados de cerámica y otras ofrendas. Los entierros incluyeron un infante cubierto con un cuenco invertido, adultos en posición sentada con las rodillas flexionadas contra el pecho y un entierro múltiple con cabezas y cuerpos decapitados. La cerámica recuperada fue alrededor de 1,500 tiestos, cuyos rasgos no muestran cambios drásticos en los distintos niveles estratigráficos. El 92% correspondió a tipos utilitarios café, rojo y naranja, mientras que el 8% fue de tipos finos, que generalmente representan vajillas de intercambio. 1.3.6 Xek’muk (Xikomuk): Este es el segundo sitio más grande de la playa sur del lago, y se encuentra en la esquina noroccidental de la planicie Chupiom. El sitio se encuentra en una planicie delimitada por dos grandes terrazas naturales, aunque también existen terrazas artificiales de menor tamaño que se encuentran delimitando plazas y estructuras. Al norte y noroeste se han registrado petrograbados en varias de las numerosas piedras volcánicas que afloran en la superficie. La cerámica recolectada en superficie corresponde a los períodos Preclásico, Clásico y Postclásico, indicando una secuencia larga de ocupación, similar a la de Chuk’muk. De acuerdo a los estudios comparativos de Fox, este sitio muestra un patrón de asentamiento similar a las plazas administrativas construidas por los k’iche’s en las ciudades que conquistaron durante la parte final del siglo XIV o inicios del siglo XV. Por su parte, Orellana identifica

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este sitio como el lugar llamado Xepoyom en las crónicas. Lothrop realizó el primer plano del sitio, donde se definen tres grupos de plaza: a. La Plaza Principal se ubica en el extremo este del sitio, que contiene nueve estructuras formando una plaza abierta hacia el norte. La Estructura 1 es la más grande, elevándose 5.5 m y esta colocada sobre una plataforma de 1.83 m de alto, en la esquina suroeste de la plaza. La fachada de este edificio ya estaba destruida para cuando el sitio fue visitado por Lothrop, aunque pudo constatar la presencia de restos de un piso de adobe en la cima. De acuerdo a rumores locales, los saqueos que hicieron peligrar esta estructura se basaron en la creencia que dicho edificio contenía la tumba de “Tecun Uman”. Entre las otras estructuras que forman la plaza destacan la Estructura 4 (1.22 m de alto), la Estructura 9 (2.74 m de alto) y la Estructura 2, una plataforma-altar de mampostería en el centro de la plaza. La Estructura 10, que se ubica al oeste de la Plaza Principal, consistente de un montículo central que se eleva 1.22 m y una serie de cuartos que lo rodean, formados por muros de mampostería. Durante la elaboración del mapa del sitio en 1994 se constató que ya no existían las estructuras 3 y 4, seguramente debido a la construcción del camino hacia Santiago Atitlán. En 2009 se observó que la Estructura 6 fue parcialmente destruida por la extracción de piedras y la Estructura 8 también desapareció por la construcción del camino de terracería que va hacia Pajaibal b. El grupo ubicado al norte esta formado por cuatro estructuras pequeñas (19, 20, 21 y 22) que forman un patio cuadrangular y la cerámica de superficie recolectada por Lothrop parece ser tardía. Actualmente este es el grupo que menos daño ha sufrido, por lo que se conserva de igual forma a la reportada por Lothrop. c. Al oeste hay otro grupo de plaza abierto hacia el norte, que esta delimitada al sur por la Estructura 13. Lothrop observó restos de muros colapsados en su fachada. Los lados este y oeste están delimitados por las estructuras 11, 12 y 15. En 1994 todavía existían las estructuras 15 y 16, pero en 2009 ya han desaparecido. Actualmente solamente se ha conservado la parte sur y este del grupo, aunque la Estructura 12 ha sido usada para sostener un tanque de agua. 1.3.7 Pachiuak (Pachivak, Pachavaj, Pacavaj): Este sitio ha sido localizado entre Xek’muk y la orilla del lago, por lo que puede formar parte del asentamiento general de Chuk’muk. Se define mayormente por dos montículos de piedra y adobe de 1.83 m de alto, ubicados en el límite norte de una pequeña planicie. Hacia el noroeste se registraron varios petrograbados, incluyendo uno con un animal tallado, cuyas patas tienen líneas paralelas a manera de escaleras. Otros petrograbados solamente presentaban líneas paralelas en forma de escalera. 1.3.8 Pajaibal: Este es el nombre de la bahía poco profunda que se encuentra al norte del asentamiento que incluye los sitios de Chuk’muk y Xek’muk, El Proyecto Agua Azul realizó pozos de sondeo, donde se recuperó cerámica clásica y postclásica. Por su parte, al contrario de las otras bahías de la playa sur del lago, las recolecciones subacuáticas no encontraron ninguna vasija u ofrenda.

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1.3.9 Chelchikabaj (Chilchic Abaj): Este sitio reportado por Lothrop contiene un pequeño montículo, el cual se ha asociado con cerámica del Clásico Tardío, como resultado de excavaciones de sondeo llevadas a cabo por el Proyecto Agua Azul. También se reportaron escalinatas en pendientes, hechas con piedras planas. 1.3.10 Patzajaye (Pasejaye): Este es el nombre de la segunda bahía al este de Chelechikabak, ubicada al noroeste de Cerro de Oro. También comprende el valle más extensivo y plano en toda la playa sur del lago. Aquí se han reportado concentraciones de tiestos en superficie, incluyendo el suroeste del cerro, donde Lothrop observó muros de casas similares a los de Chuk’muk y un pequeño montículo de piedra y barro. La cerámica recolectada es similar a la de Chuk’muk, con tipos del clásico y postclásico. Los restos subacuáticos recolectados frente al sitio incluyeron un cuenco trípode y un cilindro de base cóncava con asas, ambos fechados para el Clásico Temprano (AAS-11-1, AAS-11-2). También se recuperó la parte superior de una urna crematoria de cuello alto, fechada para el Postclásico Tardío (AAS-11-3). 1.3.11 Pasanahi: Este sitio no contiene estructuras y solamente fue definido mediante pozos de sondeo por parte del Proyecto Agua Azul, que proporcionaron algunos tiestos. 1.3.12 Patzilinabaj: Consiste en un sitio definido por la presencia de cerámica diagnóstica del Clásico Tardío (Amatle) y Postclásico Tardío (Fortaleza), recuperada mediante excavaciones de sondeo del Proyecto Agua Azul. 1.3.13 Chejiyu (Cerro de Oro): Es un sitio que se ha definido entre el cerro y la aldea de Cerro de Oro, donde Lothrop reportó dos montículos y varias concentraciones de cerámica café, fechada para el Clásico Tardío. Visitas posteriores por Tax y Shook en 1945 y 1948 también identificaron concentraciones de cerámica y petrograbados en la cima del cerro, además de una piedra vertical a manera de estela, asociada a un altar, pero de origen reciente. 1.3.14 Samabaj: El sitio de Samabaj se encuentra actualmente sumergido en las aguas del lago de Atitlán, y fue descubierto por Roberto Samayoa en 1998. El sitio se encuentra sobre una isla frente a Cerro de Oro, donde el lago tiene actualmente una profundidad de 17 m. La zona entre Cerro de Oro y la isla tiene 80 m de profundidad 5. Este sitio estuvo ocupado entre 200 a.C. y 200 d.C., cuando el nivel del lago era mucho más bajo, posiblemente entre 90 y 100 pies más debajo de lo actual. De hecho, el Mapa del Corregimiento de Sololá de Fuentes y Guzmán muestra dicha isla. En total se han registrado 11 grupos de estructuras, cubriendo un área de 477 x 344 m y 10 monumentos (altares y estelas lisas) 6. Las estructuras se han definido como alineamientos de piedras canteadas que delimitan cuadrángulos, óvalos y otras formas que fungieron como cimientos o muros de edificios. La parte noreste de la isla es la más elevada y es donde se encuentran las construcciones cívico-ceremoniales:

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Samayoa 2000 Medrano 2009b

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a. Grupo Estela con una terraza de 18 m de largo frente a la cual se colocó una columna y un altar, así como una estela lisa con altar. b. Al noroeste del grupo anterior se encuentra el Grupo Estela Sisa, que contiene una estela caída frente a una estructura circular. c. Grupo Roca: consta de un basamento de 20 m de largo construido alrededor de una roca natural de 10 m de largo. Hacia el oeste se ubican seis grupos residenciales, entre los cuales se pueden mencionar: d. Grupo Squares: Ubicado en la parte norte de la isla (la más alta), contiene tres estructuras cuadrangulares. e. Grupo Jackpot: Es el grupo más grande, ya que cuenta con seis estructuras. Las estructuras 3 y 4 forman una plataforma y altar, que se encontraban en el centro del grupo. f. Grupo Max: Ubicado al sureste de Jackpot, contiene tres estructuras alineadas de norte a sur. g. Grupo Gradas: Ubicado en el centro de la isla, al norte de Max. Contiene varias gradas de piedra y tres estructuras asociadas, así como una estructura redonda que ha sido interpretada como un baño de vapor o temascal. 1.3.15 Pavocol: Es una península rocosa ubicada a dos millas al este de Cerro de Oro, visitada por Kidder y Morris en 1939, quienes reportan concentraciones de cerámica. Este sitio podría ser el poblado llamado Pacaval en los Anales de los Kaqchikeles. 1.3.16 Chu’ul: Este sitio fue registrado por Orellana en la falda norte del Volcán Atitlán. 1.3.17 Tzanchalí: Es una península pudo ser la “fortaleza” defensiva mencionada por algunos historiadores, donde Alvarado enfrentó al ejército Tz’utujil. Milla define dicha fortaleza en un islote, mientras que Fuentes y Guzmán la ubica en un peñón. Lothrop corroboró la existencia de muros de casas y dos montículos en lo alto de la península. La cerámica proveniente de las excavaciones del Proyecto Agua Azul indica una ocupación mayormente postclásica. Las recolecciones subacuáticas descubrieron un rico depósito de vasijas completas y fragmentadas frente a la península, que incluyó un incensario pedestal espigado con cruces caladas, fechado para el Clásico Temprano (AAS-17-4), y un cántaro postclásico (AAS-17-2). 1.3.18 Tzanguacal: Es otra península ubicada al este de Tzanchalí, que también pudo funcionar como observatorio o “fortaleza” durante el Postclásico, tal como lo indica la cerámica proveniente de las excavaciones del Proyecto Agua Azul. El mapa de Atitlán de la Relación de Alfonso Páez parece indicar la presencia de la fortaleza en esta península, y Cris Behrhorst reportó en 1978 la existencia de cimientos de una casa prehispánica. 1.3.19 Chuxiu: Este sitio fue registrado por Orellana frente a Tzanguacal, tierra adentro. 1.3.20 Pachitulul: Este sitio no contiene estructuras y solamente se definió por la presencia de cerámica del Clásico Tardío y Postclásico Tardío, proveniente de pozos de sondeo del Proyecto Agua Azul. 13


1.3.21 Pacoc: El sitio se encuentra en la aldea del mismo nombre y no presenta construcciones visibles. Se recuperó poca cerámica del Clásico Tardío (Amatle), como resultado de las excavaciones de sondeo del Proyecto Agua Azul. 1.3.22 Finca Venecia: Este sitio se definió por excavaciones de sondeo realizadas en las afueras de San Lucas Tolimán (Proyecto Agua Azul), donde se recuperó poca cerámica 1.3.23 San Lucas Tolimán: El poblado prehispánico de Tolimán es mencionado en las crónicas, especialmente como parte de las guerras prehispánicas, ya que fue conquistado y reconquistado varias veces por kaqchikeles y tz’utujiles. Aunque no se conserva ninguna estructura en el pueblo, se encuentra cerámica y obsidiana en los alrededores, y Lothrop menciona que se descubrió una escultura en forma de cabeza, la cual se trasladó al Hotel Tzanjuyu. En la entrada a la bahía de San Lucas se detectó el mayor depósito subacuático registrado por el Proyecto Agua Azul, consistente en nueve vasijas completas y más de 15 fragmentos, las cuales fueron mayoritariamente fechadas para el Clásico Temprano. Destaca un incensario de pedestal con cruz calada (AAS-23-13), una base pedestal (AAS-23-11), dos cilindros de base cóncava con asas (AAS-23-10, AAS-22-5) y un cuenco con pedestal y pestaña basal (AAS-22-8). También se recuperó cerámica postclásica, representada por un cuenco trípode de base plana y soportes divergentes (AAS-23-5) y varios fragmentos grandes de cántaros utilitarios. 1.3.24 Panabaj: Este es uno de varios sitios que se localizan en las aldeas ubicadas en los alrededores del pueblo de Santiago Atitlán y que posiblemente formaron parte de un gran sitio del período Clásico. Las excavaciones del Proyecto Agua Azul recuperaron pocos tiestos en esta localidad, además que se registró intrusión de bastante basura y artefactos modernos en los estratos culturales, dada su cercanía al límite sur del pueblo. 1.3.25 Chinimya’: Este sitio fue registrado por el Proyecto de Rescate Chuk’muk y se encuentra al oeste del pueblo de Santiago Atitlán. 1.3.26 Xechivoy (Xechevoy): Este sitio se encuentra en la parte sureste de la bahía de Santiago, y las excavaciones del Proyecto Agua Azul recuperaron un alto porcentaje de tiestos de Vajilla Tiquisate, originaria de la Costa Sur, así como otros tipos fechados para el Clásico Tardío. Este patrón fue confirmado por los reconocimientos subacuáticos del mismo proyecto, ya que se recuperó un cuenco inciso semicompleto, posiblemente de la misma vajilla. 1.3.27 Xe’k’aya’: Este sitio fue registrado por el Proyecto de Rescate Chuk’muk y se encuentra en el extremo sur de la Bahía de Santiago. 1.3.28 Chicayal (Chacayá): El sitio fue reportado por Lothrop dentro de una finca del mismo nombre en la esquina suroeste de la bahía de Santiago. Frente a la casa patronal se registraron cuatro esculturas que habían sido extraídas de un montículo 14


ubicado a 75 m al sur. Las esculturas incluyeron una cabeza de serpiente con espiga, y tres pedestales antropomorfos. Reportes posteriores por Orellana indican la existencia de petrograbados, terrazas, más montículos y restos de casas en la misma zona. 1.3.29 Pachicotz: Esta es una pequeña bahía ubicada al otro lado de Santiago Atitlán, donde el propietario de una parcela reportó a Lothrop el descubrimiento de un cuenco tetrápode con soportes mamiformes y pestaña basal. 1.3.30 K’ojoljuyub (Cojoljuyu): Esta es una meseta alta ubicada en la falda del volcán Santa Clara y a una distancia de “dos leguas” al oeste de Chicayal. Lothrop menciona la existencia de montículos y esculturas. 1.3.31 Finca Tzantziapá: Este es uno de varios sitios que se encuentran entre Chuitinamit y San Pedro, que generalmente consisten en montículos aislados en la falda del volcán San Pedro y a lo largo de la orilla del lago. Estos pudieron funcionar como atalayas o puestos de observación estratégica. El sitio se ubica a 1.5 Km. al norte de Chuitinamit y consiste un solo montículo ubicado a 300 pies sobre el lago. Orellana indica que en esta localidad existen concentraciones de cerámica cerca de la playa del lago, en los puntos conocidos como Chi-Tzunun-Choy y Chucuc. 1.3.32 San Pedro La Laguna: Lothrop y Orellana registraron un par de montículos a 0.8 Km.. al sureste del pueblo, en una pequeña bahía, así como varios montículos pequeños (sitio Behrhorst) como a una milla al sureste del pueblo. También indica que el pueblo se ubica sobre un afloramiento de piedras de lava, que pudo haber sido una fortaleza natural. Además hubo evidencia de muros defensivos construidos, los cuales fueron destruidos con el crecimiento del pueblo. Behrhorst registró dos fragmentos de esculturas localizados en la orilla del lago (una columna y un pedestal antropomorfo) y un petrograbados con forma de templo. 1.3.33 San Juan La Laguna: Las crónicas indican que en esta localidad existió un poblado prehispánico, que durante los trabajos de Lothrop todavía se evidenciaba mediante los restos de un muro periférico, que seguramente tuvo funciones defensivas. Hoy todavía se observa concentraciones de cerámica en el embarcadero y alrededores del pueblo. Lothrop también reportó un grupo de cinco montículos ubicados a 150 m atrás de la última casa del pueblo, cuyas alturas oscilan entre 1.8 y 4.6 m. Cuatro estructuras forman un patio cerrado, y el montículo más grande había sido saqueado por autoridades municipales. En la plaza del pueblo se exhibían dos esculturas tipo pedestal con caras de serpiente, posiblemente provenientes de Cojoljuyu. La mayor tenía en su espalda un cuenco o receptáculo tallado. Un petrograbados fue registrado por Cris Behrhorst a poco más de 1 Km.. al noroeste del pueblo, el cual era conocido localmente como “El Tigre”. Otro petrograbado llamado “Jesucristo” también se encontraba en las afueras del pueblo. 1.3.34 Chupalo: Este sitio se encuentra en San Pablo La Laguna, y puede ser el lugar llamado Zoquitlán en las crónicas indígenas y españolas.

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1.3.35 Qakbatzulu: Este sitio se encuentra en la parte norte del lago, al sur de San José Chacayá, registrado por Bruchez. Consta de una plataforma en la parte más alta de una planicie, que cuenta con un drenaje en su interior y que sale por tres agujeros naturales que forman un patrón triangular. Otra plataforma esta colocada sobre una terraza, que contiene un petrograbado con una concavidad y diseños lineares y triangulares. En total se han 20 petrograbados asociados a terrazas, que incluyen una cara antropomorfa, altares con concavidades, diseños de “gradas” y una posible estela lisa. Se cree que es un lugar de ceremonias que conmemoró un rito de fundación. 1.3.36 Tzan Cruz: Se ubica cerca de la orilla del lago, al sur de Santa Cruz La Laguna. Contiene un petrograbado de 6 m de largo con 6 concavidades, asociado a varias concentraciones de tiestos que llegan hasta la orilla del lago. Bruchez cree que esta asociado a varios pasajes descritos en los Anales de los Kaqchikeles. 1.3.37 Laguna Seca: Sitio registrado por Bruchez que contiene un montículo cortado por la construcción de un camino y que se encuentra en el límite oeste de una depresión natural o artificial de forma cuadrangular y que puede representar una plaza hundida que cubre 100 x 50 m. Parece que existen más montículos entre este sitio y el poblado de San José Chacayá. 1.3.38 Santa Cruz La Laguna: Shook ha reportado la existencia de cerámica y lascas de obsidiana en varios puntos de la aldea. 1.3.39 Chigojom (Chuicojom, Xecojom): Se ubica a medio kilómetro de San José Chacayá y al pie del Cerro Las Minas. Cubre 100 x 200 m y contiene una plataforma y ocho montículos de piedra y barro cuya altura varía entre 1 y 12 m. En el sitio se encuentran petrograbados, que incluyen una cara antropomorfa llamada “San Isidro” y una roca con varias depresiones. Bruchez cree que es el lugar llamado “bosque de Chigojom”, mencionado en los Anales de los Kaqchikeles. El patrón arquitectónico podría ser característico del período preclásico, aunque también contiene rasgos del clásico y postclásico, como una estructura redonda. 1.3.40 Estrada-Escobar I: Este sitio registrado por Bruchez no contiene estructuras y se compone mayormente de restos de cerámica y obsidiana alrededor de un depósito de piedras volcánicas, que incluyen una posible estela lisa y un petrograbado en forma de “escalera” asociado a un nacimiento de agua. Todas las piedras parecen formar un arreglo cuadrangular a manera de plaza, de 100 x 50 m. 1.3.41 Estrada-Escobar II: Muy cerca del anterior, este sitio se ubica en la falda occidental del Cerro Las Minas y no contiene estructuras, solamente cerámica y grandes concentraciones de obsidiana procedentes del cerro. También se reportaron dos piedras con depresiones. 1.3.42 Panajachel: Morris reportó un montículo en el lado oeste de la carretera hacia Godinez, a unas dos millas del pueblo.

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1.3.43 Semetabaj: Este es el mayor sitio de la parte norte del lago y se ubica contiguo al pueblo de San Andrés Semetabaj, donde se encuentra el cementerio. El sitio esta localizado en una planicie que desciende gradualmente desde el noreste y que cae abruptamente hacia el lago y el río Panajachel, a 400 m de profundidad. El asentamiento esta conformado principalmente por 17 estructuras de barro, que cubre un área de 700 x 300 m. El área cívico-ceremonial esta conformada por una plaza abierta hacia el oeste, delimitada principalmente por la Estructura 12 al norte, la Estructura 4 al sur y las estructuras 6, 7 y 11 en el límite este. Las pequeñas estructuras 5, 8, 9 y 10 se ubican frente a las Estructuras 4 y 7, dentro del área de plaza. Las estructuras 13, 14 y 15 se ubican en la esquina noreste del sitio, fuera de la plaza. El sitio estuvo ocupado en el Preclásico Medio, abandonándose durante el Preclásico Tardío. Finalmente fue reocupado a inicios del Clásico Temprano y nuevamente se abandonó a inicios del Clásico Tardío. El descubrimiento de una tumba excavada dentro de talpetate indica la presencia de gobernantes importantes, ya que contenía 4 osamentas y 27 vasijas como ofrenda, las cuales han sido fechadas tentativamente para finales del Preclásico Medio. 1.3.44 Río Abajo: Este sitio fue registrado por Shook en 1945 al noreste de San Andrés Semetabaj, en la aldea Paquín (Río de los Molinos). 1.3.45 San Juan: Se encuentra al noreste de San Andrés Semetabaj, en el camino entre la aldeas Paquin y Panimaché, según se le indicó a Shook en su recorrido de 1945. 1.3.46 Agua Escondida: También conocido como aldea San Gabriel, es un poblado ubicado entre Godinez y San Lucas Tolimán. A una milla del poblado Lothrop observó un grupo de seis montículos ubicados a 100 m al este del camino, y el mayor presentaba una trinchera de saqueo. Se recolectaron tiestos que fueron llevados a la oficina de la Carnegie Institution en la ciudad de Guatemala. Cuando se construyó la carretera aparecieron dos esculturas, las cuales fueron colocadas en el mirador de Xitanju, donde todavía pueden apreciarse. Shook fecha el sitio para el Preclásico Medio, ya que durante su visita en 1943 encontró cerámica similar a la de Semetabaj. 1.3.47 San Antonio Palopo Este pueblo fue a finales del Postclásico la frontera entre tz’utujiles y k’iche’s y kaqchikeles. Lothrop reportó la existencia de muros de piedra que llegaron incluso a un metro de profundidad, ubicados cerca del camino hacia Santa Catarina. Behrhorst reportó que en 1978 se descubrió una tumba durante la construcción del Salón Municipal. La tumba consistió en una cista de piedra con tapadera, que contenía un individuo y una ofrenda de cinco vasijas. 1.3.48 Panimaquin: Sitio fortificado que se ubica en lo alto de un cerro a 6 Km.. de la Finca Sajbina y a 2 Km.. de la Finca Santa Teresa, en el camino entre Patulul, San Lucas y Godinez. Fue registrado por Shook en 1944. 1.3.49 Sololá: El sitio ubicado en la cabecera departamental fue registrado por primera vez por Seler y después descrito por Osborne y Shook. Varios montículos existían en la parte noroccidental del pueblo (en jardines de casas), pero fueron paulatinamente destruidos. 17


1.3.50 Santa Lucía Utatlán: El sitio, visitado por Shook en 1943, se componía de un montículo de 6 m de alto rodeado por otras estructuras menores. Su ubicación era en el límite noreste del pueblo, cerca del camino principal. 1.3.51 Nahuala: Edwin Shook visitó el sitio en 1944, indicando que se trata de cinco montículos de talpetate y arena. La cerámica de superficie indica una temporalidad del Clásico Temprano y Tardío. También se reportaron tres piedras lisas que se asemejan a estelas. 1.3.52 Pasac: Pequeño sitio arqueológico ubicado en la aldea Xejuyub, consistente en un montículo sobre una plataforma, ahora utilizado como altar moderno. Shook visitó el sitio en 1975, indicando que allí se encuentra una escultura de jaguar llamada “Balam Abaj”. 1.4 Cronología 1.4.1 Preclásico Temprano (2,000-800 a.C.): No se tiene ningún dato de alguna ocupación tan antigua en el lago, y los datos conocidos solamente indican la presencia de agrícolas en la planicie costera, generalmente asociadas a esteros y manglares. 1.4.2 Preclásico Medio (800-300 a.C.): No se tiene ningún dato en la playa sur, por lo que el único sitio hasta ahora conocido en la cuenca es Semetabaj. La presencia de una tumba fechada a finales de este período indica que el sitio ya tenía una importancia regional, por lo que posiblemente mantuvo contactos con otras sociedades complejas que surgieron en la boca costa, especialmente Chocolá, así como Kaminaljuyu en el valle de Guatemala. 1.4.3 Preclásico Tardío (300 a.C. – 250 d.C.): A finales de este período corresponden las evidencias más antiguas en la playa sur, representada por cerámica de tipo Usulután que ha sido recuperada en la zona de Chuk’muk y sus alrededores. Al mismo tiempo, Semetabaj es abandonado y pareciera que el sitio de Samabaj, si pertenece a esta época, pudo ser uno de los centros –sino el centro– regionales de la playa sur, a juzgar por la presencia de monumentos como estelas lisas asociadas a altares. Cabe mencionar también que mucha de la cerámica con rasgos de finales del Preclásico, como soportes mamiformes, ha sido recuperada en contextos subacuáticos. Se puede especular entonces que muchos asentamientos de esta época pudieron encontrarse más adentro de lago y que ahora están sumergidos. Si fuera así, hay que considerar que puede existir un sesgo en la muestra de asentamientos preclásicos. De cualquier forma, pareciera que la existencia de Samabaj indica que los pobladores del lago se incorporaron a los procesos de surgimiento de sociedades complejas que se estaban dando en el sur, ejemplificado por la presencia de grandes asentamientos con monumentos esculpidos en piedra, como Kaminaljuyu, Tak’alik Ab’aj, Chocolá, Palo Gordo y Sin Cabezas. La presencia de la cerámica Usulután pudo entonces provenir por medio de rutas comerciales desde el altiplano central o la costa sur.

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1.4.4 Clásico Temprano (250-600 d.C.): Desde el final del Preclásico e inicios del Clásico se nota un aumento de sitios y población, ejemplificado por el surgimiento de Chuk’muk y la reocupación de Semetabaj. Los patrones culturales en esta época son mucho más claros, ya que hay nexos fuertes con grupos del altiplano noroccidental, representados por la cerámica de la Tradición Solano, que se distribuye por toda la región sur de Quiché, llegando a Atitlán y hasta Kaminaljuyu. Esta tradición se reconoce por vajillas como Esperanza Flesh y Llanto, y podría también ser el origen de los grandes incensarios con pedestal decorados con diseños cuadriformes calados y que fueron depositados en el fondo del lago para este período. Estas piezas parecieran concentrarse en la mitad este del lago, especialmente la bahía de San Lucas Tolimán. La Cuenca de Atitlán también muestra contactos fuertes con la Costa Sur en este período, especialmente con la zona de Tiquisate, ubicada directamente al sur entre los ríos Nahualate y Madre Vieja. Esto se evidencia por la presencia de cilindros trípodes con motivos teotihuacanos impresos con molde en entierros de Chuk’muk y Finca Tolimán. También es importante la aparición de una cantidad considerable de cerámica de la Vajilla Tiquisate en varias partes del lago, especialmente en la bahía de Santiago. Otro rasgo que indica relaciones con la zona costera es la presencia de entierros múltiples y sedentes, que aparecen en ambas regiones. Hasta el momento, la presencia de vasijas e iconografía asociada a Teotihuacan no ha podido ser explicado de manera muy clara, ya que representa un fenómeno que se ha registrado en varias zonas del área Maya, especialmente en Tikal, Copán, Kaminaljuyu y las regiones de Tiquisate y la Gomera. La mayoría de investigadores concuerdan que se trata mayormente de una influencia ideológica y el uso de objetos y símbolos importados que dieron poder y prestigio a los gobernantes locales, y que llegó a través de relaciones comerciales y políticas, por lo que no se ha descartado la posibilidad de la presencia de teotihuacanos en alguna de estas áreas o sitios. No obstante, el caso de la evidencia recuperada en Chuk’muk parece ser el resultado de los procesos de intercambio e interacción política con los centros del área de Tiquisate, que tuvieron un apogeo en esta época gracias al manejo de dicho simbolismo y contactos socioeconómicos. 1.4.5 Clásico Tardío (600-1,100 d.C.): Para este período ya se puede definir una ocupación densa en toda la cuenca del lago, especialmente en la playa sur. Esto se representa por la mayor ocupación de Chuk’muk y por la presencia de pequeños asentamientos a lo largo de toda la orilla del lago, incluyendo la bahía de Santiago. La cerámica café y roja que predomina en esta época parece indicar un proceso de regionalización, es decir, que indica la formación de marcadores culturales propios y que no aparecen en otras regiones del Altiplano o la Costa Sur. No obstante, la región sur del lago siguió participando en las redes de intercambio generales para este período, marcado por la presencia de cerámica Amatle. Al mismo tiempo, se abandona Semetabaj, indicando cambios demográficos y políticos en la zona al norte del lago. En el caso de la interacción con la Costa Sur, no haber existido una interacción tan fuerte como en el período anterior. Esto pudo ser el resultado de la expansión del grupo asociado al estilo escultórico Cotzumalguapa, cuyo control político llegó hasta el sitio de Palo Gordo, rompiendo con la interacción vertical entre el lago y la costa. Además, hay que destacar que en Atitlán no se ha encontrado ninguna evidencia de entierros en urnas, que son muy comunes en la zona de Tiquisate. 19


1.4.6 Postclásico Temprano: La secuencia de ocupación de Chuk’muk y todo el asentamiento en la playa sur no evidencia algún cambio abrupto al final del Clásico Tardío, como sucede en la Costa Sur y otras regiones del altiplano. Por lo tanto ha sido difícil definir un período Postclásico Temprano en e lago de Atitlán. Además es notoria la ausencia casi total de cerámica plomiza, por lo que es extremadamente difícil definir este período con la evidencia disponible. Esto significa entonces que existe una continuidad bastante larga de casi un milenio, que empieza desde el año 250 d.C. hasta el 1,100 o 1,200 d.C. Ahora bien, los cambios cerámicos y de asentamiento parecen suceder hasta los inicios del Postclásico Tardío, posiblemente asociados a las expansiones de otros grupos del Altiplano y la Costa Sur. Cabe mencionar 1.4.7 Postclásico Tardío (1,100-1524 d.C.): Ante la falta de evidencia que pueda explicar el final del período Clásico, se ha optado por no incluir un período Postclásico Temprano en la cuenca del Lago de Atitlán. Lo que si es claro es que Chuk’muk se abandona en el momento en que se construye la fortaleza de Chiyá o Chuitinamit. Dado que la cerámica postclásica local (cuencos policromos con diseños geométricos incisos) no tiene paralelos o antecedentes definidos, resulta todavía dudoso el fechamiento de la construcción del sitio. No obstante, la aparición de un solo tiesto de plomizo Tojil podría sugerir una fecha de finales del Postclásico Temprano, es decir, alrededor del año 1,100 d.C. Ahora bien, el sitio de Chuitinamit solamente albergó a los altos dirigentes, por lo que la mayor parte de la población continuó asentándose en el otro lado del lago. Dado que se abandonó Chuk’muk, la población se concentró en Tzanchicham y el pueblo actual de Santiago Atitlán, seguramente por la búsqueda de una zona más resguardada por el mismo Chuitinamit y la fortaleza ubicada en la isla de Cojolyá. De igual forma, se colocaron atalayas o puntos de observación fortificados en el área de San Pedro y San Lucas Tolimán. En este último, las penínsulas de Tzanchalí y Tzanguacal pudieron resguardar el flujo de embarcaciones que llegaron a la bahía. Todos estos movimientos y cambios se fechan para el Postclásico Tardío por que pudieron ser producto de la expansión de k’iche’s, kaqchikeles y pipiles en el siglo XV, y que pueden ser atestiguados en el registro arqueológico por la aparición de tipos finos importados como Chinautla Policromo y Fortaleza Blanco sobre Rojo. 1.5 Interpretaciones Generales Como ya se mencionó, la evidencia arqueológica en la Cuenca del lago de Atitlán todavía es escasa y no permite proponer modelos históricos bien definidos. No obstante, la evidencia general si permite trazar una secuencia de ocupación que está marcada por patrones de desarrollo cultural definidos por estilos de artefactos y la interacción con otras regiones a través del tiempo, especialmente con el Altiplano Central (Kaminajuyu, kaqchikeles), Altiplano Occidental (k’iche’s), Boca Costa y Costa Sur (Tiquisate). Ahora bien, resulta bastante complicado proponer alguna interpretación con respecto a la identidad etnolingüística de la población o poblaciones que habitaron la playa sur del lago, así como las poblaciones con las que se relacionó. En primer lugar no esta claro si se trata de una o varias poblaciones. Hasta el momento solamente se pueden 20


describir estilos y tradiciones cerámicas (Solano, por ejemplo) pero es difícil asignar una identidad a quienes las fabricaron. Solamente en el Postclásico Tardío es posible distinguir un tipo específico de artefactos que puede asociarse al grupo Tz’utujil, aunque no se sabe si fue propio de los dos amaq’ en que estuvo dividido el territorio. La principal problemática que se puede definir en esta zona es la falta de datos que permitan analizar la transición entre los períodos Clásico y Postclásico. La arqueología sugiere que la población que ocupó la playa sur del lago desde al año 250 d.C. hasta el año 900 o 1,100 d.C. es la misma, a pesar de presentar interacciones e influencias de grupos pertenecientes a otras regiones. No obstante, no se puede afirmar todavía si esta población es la misma que ocupa la región durante el Postclásico Tardío, desde 1,100 a 1,200 d.C. En relación a la población del período Clásico, esta estrechamente asociada a la ocupación de Chuk’muk, y el patrón arqueológico parece indicar un proceso de formación de identidad regional que culmina en el Clásico Tardío y que podría coincidir con los datos lingüísticos, que definen la separación del idioma Tz’utujil del K’icheano alrededor del año 900 d.C. Varios autores han sugerido que esta población Clásica corresponde a xincas, k’iche’s o tz’utujiles, e incluso que puede ser el grupo llamado Ikomagi en los Anales de los Kaqchikeles. Lo que también parece indicar la arqueología es que durante el Clásico Temprano y Tardío la población del lago fue distinta a la de la planicie costera y posiblemente de la boca costa, aunque es difícil argumentarlo para el período Preclásico. Ahora bien, la población posclásica que esta asociada a Chuitinamit es indudablemente Tz’utujil. Si dicha fortaleza fue fundada a fines del Postclásico Temprano, entonces podría coincidir con las propuestas que definen un origen foráneo al grupo Tz’utujil, y es decir, la llegada de extranjeros de Tabasco, Veracruz o el Altiplano Central de México y que someten la población local 7. Sin embargo, esta coincidencia cronológica no descarta otras hipótesis alternativas que expliquen los cambios cerámicos y de asentamiento en la playa sur del lago. Una de ellas podría ser el resultado de la división política interna del grupo Tz’utujil que se conoce del siglo XVI, representada por dos entidades territoriales amaq’ conocidas como Tziquinajay y Malaj-Tz’utujil. Si es así, estaríamos viendo la separación y conflicto de los dos grupos tz’utujiles reflejado en la búsqueda de un patrón defensivo y en la búsqueda de alianzas con otros grupos, abriendo así el paso a influencias cerámicas nuevas. Finalmente, cabe mencionar que la presencia Tz’utujil en la costa y boca costa es prácticamente ausente en términos arqueológicos. Es posible que el abandono de las poblaciones costeñas del período Clásico haya permitido la posesión de las tierras fértiles entre los ríos Nahualate y Madre Vieja, pero que no necesariamente haya significado la fundación de ciudades en estos territorios. Para explicar la ausencia de grandes centros en la costa hay que tomar en cuenta que este control territorial pudo ser de corta duración o que la presencia pudo restringirse solamente a períodos de siembra y cosecha, tal como se da actualmente, donde la población reside en el altiplano y baja a la costa por períodos cortos. Para resolver esta interrogante es clave la presencia de sitios como Andes en la Bocacosta y Variedades en la costa, ya que ambos no presentan estructuras habitacionales visibles. 7 Arnauld y Michelet 1991, Borhegyi 1965ª, Breton 1994, Carmack 1979, Carlsen 1997, Carrasco 1982, Fox 1987, Polo Sifontes 1986, Petrich 1999

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2. La Zona de Bocacosta 2.1 Investigaciones realizadas − 1895 Descripción de Chocolá por Karl Sapper − 1924-1929 Investigaciones en Chocolá por la Universidad de Pennsylvania, dirigidas por Robert Burkitt. − 1925-1930 Descubrimiento de esculturas y artefactos durante la construcción del ingenio Palo Gordo − 1930 Visita de Robert Burkitt, de la Universidad de Pennsylvania, a Palo Gordo − 1939 Investigaciones de rescate por Franz Termer en Palo Gordo − 1960-1961 Excavaciones de Franz Termer en Palo Gordo, por parte del Gobierno de Guatemala, el Museo Etnológico de Hamburgo y la Sociedad Alemana para el fomento de la Ciencia − 2003-2005 Proyecto Chocolá, dirigido por Jonathan Kaplan, Juan Antonio Valdés y René Hugarte. 2.2 Asentamiento La distribución de sitios en la Boca Costa sigue un patrón bastante definido, ya que esta asociado a la presencia de terrenos fértiles en el límite sur de la cadena volcánica. Para la construcción de sitios monumentales como Chocolá, fue necesaria la construcción de grandes terrazas, debido a la inclinación pronunciada del terreno, tal como se observa en Tak’alik Ab’aj. Además, los ríos sirvieron como límites naturales para los grupos y plazas ceremoniales y administrativas. La cercanía a la cadena volcánica y cuencas hidrológicas significó la disponibilidad de piedra de canto rodado para la construcción de estructuras, lo cual es un rasgo distintivo de estos sitios. Esto también permitió el acceso a depósitos de distintos tipos piedra volcánica para la elaboración de esculturas de distintos tamaños. No obstante, la cercanía a ríos, arroyos y nacimientos, así como la alta precipitación pluvial en la región hizo necesaria la construcción de sistemas complejos de drenaje, que permitieron mantener los asentamientos libres de inundaciones. 2.3

Sitios registrados

2.3.1 Chocolá: El sitio se encuentra en la jurisdicción de San Pablo Jocopilas, (Suchitepequez) a una altitud de 825 msnm. Su ubicación forma parte de la ruta que baja desde Nahualá hacia la Costa Sur, y que se bifurca hacia Cantel y Atitlán. El mapa realizado entre 2003 y 2005 ha identificado un asentamiento en forma de terrazas que cubre un total de 19 Km.2 y que esta ordenado de acuerdo a un eje noroeste-sureste 8. El epicentro del sitio cubre 5 Km.2 y esta delimitado por los ríos Chocolá y Chichoy. Contiene un total de 80 montículos que llegan a medir hasta 25 m de altura y están agrupados en tres conjuntos principales: 8

Herrera et al. 2005, Herrera et al. 2006, Kaplan y Valdés 2004, Kaplan 2005

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a. La parte más alta, denominada Grupo Norte, cuenta con 13 estructuras mayores y pudo fungir como residencia de gobernantes y elites. Bajo la Estructura 15 se descubrió el inicio de un sistema de canales hidráulicos de mampostería que se extiende hacia el sur por más de 1.5 Km., pasando por las estructuras 7, 17 y 23. b. El Grupo Central representa el área ceremonial pública y cuenta con 21 estructuras mayores arregladas en grupos bien orientados y definidos. La plaza principal es la Plaza Este, que esta delimitada por la Estructura 7 en su lado norte. Esta estructura piramidal pudo ser usada como observatorio solar, ya que el volcán Toliman marca la salida del sol durante los equinoccios de primavera y otoño. Las excavaciones descubrieron un escondite de 13 vasijas en este edificio. La Estructura 1, ubicada en el centro del grupo, contenía una ofrenda de 5 lajas colocadas en forma vertical, que se asocia con conceptos cosmogónicos mayas. c. El Grupo Sur tiene 17 estructuras mayores y tiene un patrón disperso, por lo que pudo utilizarse para residencias de menor estatus y campos de cultivo. Se han registrado 30 esculturas en el sitio, que corresponden a varios estilos 9. Los monumentos 1 y 22 presentan estilo Miraflores o estilo Izapa, mientras que el Monumento 2 retrata a un prisionero con las manos atadas. El Monumento 30 es de estilo barrigón. Un altar de piedra esta decorado con cruces y espigas, de manera similar a los incensarios recuperados en el Lago de Atitlán. La ocupación del sitio se inicia desde el Preclásico Medio, con su máximo apogeo para el Preclásico Tardío. En el Preclásico Terminal la población se reduce paulatinamente hasta el final del Clásico Tardío. En el Postclásico hay evidencia de la invasión K’iche’ como resultado de las conquistas de Quikab. 2.3.2 Palo Gordo: Este sitio se encuentra a 3 Km. al oeste del río Nahualate, y a 300 m del Río Tziquiná. Cuenta con un total de 31 estructuras agrupadas en 7 conjuntos arquitectónicos definidos por Termer 10: a. Grupo A: Ubicado más al norte, cuenta con 4 estructuras. b. Grupo B: Es un alineamiento de tres estructuras de 5 a 6 m de alto al noreste del Grupo Principal. En la estructura sur se encuentra el Monumento 1, conocido popularmente como “La Piedra Santa” y fechado estilísticamente para el Preclásico Tardío. En las excavaciones fue encontrado el Monumento “La Cruz” frente a la escalinata de la misma estructura. c. Grupo C: Consiste en el grupo principal del sitio, con 13 estructuras que llegan hasta 5 y 7 m de alto, divididos en dos subgrupos. o El subgrupo norte tiene un patio formado por 4 estructuras y contiene la Estructura C-5 que es un juego de pelota. Se han registrado varias esculturas, incluyendo una escultura antropomorfa de pedestal y dos estelas lisas. El juego de pelota es de tipo Palangana y mide 33 x 9 m, con 2.2 m de profundidad En el lado sur de la cancha se encontró un altar con dos cabezas de guacamayas esculpidas y en el lado este, un marcador con espiga en forma de calavera. En 1926 se había encontrado otro igual, que fue trasladado a Chocolá.

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Paredes 2005, Paredes 2006 Termer, 1962, Chinchilla 2002

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o El subgrupo sur no tiene un arreglo tan formal y esta dominado por la Estructura 9, la más alta del Grupo C. Esta es una plataforma tipo acrópolis y en su cima contiene cuatro estructuras pequeñas distribuidas en las esquinas más una en el centro. La central contenía varias esculturas estilo Cotzumalguapa, incluyendo un altar con calaveras. d. Grupo D: consiste en tres montículos al suroeste del Grupo Principal e. Grupo E: es solamente una sola estructura al sur del Grupo Principal f. Grupo F: se ubica al noreste del Grupo C y consta de tres montículos g. Grupo G: alineamiento de 5 estructuras en eje nornoroeste-sursureste al noroeste del Grupo C y al oeste del Río Chegüez. Aquí se encontró un taller de elaboración de yugos de piedra, asociados al juego de pelota. h. Aunque no se define como un grupo arquitectónico, se descubrió un empedrado cuadrangular cerca de la cancha deportiva de la finca. Las excavaciones descubrieron un depósito de 14 vasijas que incluyeron cántaros, cuencos, platos y vasos, algunos decorados con pintura negativa y con motivos de culebras entrelazadas, aves y elementos geométricos. Asociados, se encontraron tiestos de cerámica plomiza del final del período Clásico. El sitio de Palo Gordo es bastante notable por sus 26 esculturas registradas, de las cuales 13 corresponden al estilo Cotzumalguapa 11. Por ello, representa el sitio con mayor número de monumentos de este estilo fuera del área de Santa Lucía Cotzumalguapa. De este estilo predominan motivos de calavera, incluyendo el llamado Dios Maniquí de la Muerte. También destacan los monumentos 23, 24 y 25, que corresponden a estelas con inscripciones asociadas a gobernantes y una posible alianza matrimonial entre la elite local y la de Cotzumalguapa. En el caso de los monumentos 26 y 11, corresponden a los marcadores del juego de pelota, que tienen efigies de calaveras. Tres esculturas corresponden al estilo Izapa-Miraflores del Preclásico Tardío, y el resto reflejan un estilo local. Es de notar que solamente 10 monumentos fueron ubicados en su lugar original, ya que la mayoría fueron movidos hacia la casa patronal de la finca. La ocupación del sitio, definida por la cerámica, se inicia desde el Preclásico Tardío como un asentamiento de dimensiones modestas. Su máximo apogeo constructivo y escultórico corresponde al Clásico Tardío y Terminal, aunque hay una pequeña ocupación del Postclásico Tardío. 2.3.3 Andes: Este sitio es posiblemente Postclásico y se ubica a 1,200 msnm, dentro de la Finca Panamá, en la falda sur del volcán Atitlán. Dentro de la cerámica recolectada por Shook se mencionan tiestos de comales con impresiones textiles en la superficie inferior. 2.3.4 Santo Tomás: Este sitio se encuentra a 1.5 Km. al sur de Río Bravo, Suchitepéquez, y fue registrado por Shook en 1953. Consiste de cinco montículos de 4-5 m de alto ubicados en una planicie abierta, formando un grupo de plaza.

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Chinchilla 2002

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2.3.5 Nacimiento: Ubicado en el municipio de Patulul, fue registrado por Shook en 1963, de acuerdo a la información de Carlos Elmhorst. Se encuentra a 110 msnm y a 11 Km. al sur de Cocales, cerca de la carretera que va hacia Santa Ana Mixtan. Se reportó la existencia de un montículo grande y la presencia de varias esculturas, incluyendo un yugo de piedra. 2.3.6 “Xeoj” (Aguacatepec, San Bartolome): Este sitio es conocido mediante las relaciones del Siglo XVI, donde se describe la existencia de un templo 12.

2.4 Cronología 2.4.1 Preclásico Medio (800-300 a.C.): Es el período de ocupación más antiguo en la zona, representado por el surgimiento de Chocolá como centro regional en la cuenca del Río Nahualate. La cerámica indica afiliaciones con Semetabaj, sugiriendo así que las relaciones entre la costa y el lago se remontan a los primeros inicios de asentamiento humano . 2.4.2 Preclásico Tardío: Este período represente el máximo apogeo de Chocolá, reflejado en sus construcciones monumentales y en la presencia de esculturas estilo IzapaMiraflores y de tipo Barrigón. Esto indica que Chocolá formó parte de las dinámicas de intercambio económico e ideológico a lo largo de toda la costa y boca costa, así como en el surgimiento de sociedades complejas, tal vez estatales, gobernadas por personajes retratados en monumentos. El Monumento 1 de Chocolá es la mejor evidencia de estos procesos, ya que retrata a un soberano ricamente ataviado, participando en un ritual de sacrificio. El sitio de Palo Gordo también presenta ocupación para este período, que no contiene edificaciones tan monumentales pero si tres esculturas del estilo Izapa-Miraflores, donde destaca el Monumento 1.Sin embargo, estas dinámicas sociopolíticas y estilos llegaron de manera muy limitada a la zona del lago de Atitlán, ya que no se encuentran sitios de gran tamaño y solamente pueden compararse con los monumentos lisos de Samabaj. 2.4.3 Clásico Temprano: Al igual que la mayoría de centros asociados a las tradiciones escultóricas Izapa y Barrigón, Chocolá presenta un descenso demográfico y constructivo. No obstante, el sitio continúa siendo ocupado y tiene indicios de haber mantenido sus contactos en el lago. Parece ser que este cambio de poder se relaciona con la intrusión de las tradiciones cerámicas Solano (altiplano) y Naranjo (costa sur), por lo que la región pudo ser dominada por los sitios costeros, ya que adoptan el uso de simbología teotihuacana que tiene presencia directa en el lago. Aunque no hay cerámica con motivos iconográficos teotihuacanos en Chocolá, si presenta formas y tipos cerámicos contemporáneos.

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Orellana 1984

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2.4.4 Clásico Tardío: En esta época Chocolá continúa con un asentamiento modesto, lo que puede también asociarse al surgimiento de Palo Gordo como el centro de mayor poder. El auge constructivo y escultórico en Palo Gordo fue resultado de la expansión política de la entidad ubicada en Cotzumalguapa, que aparece hasta Sacatepéquez y Santa Rosa. Esto se dio posiblemente a través de interacción directa entre las elites de ambas regiones, y que se ve reflejada por la aparición del arte escultórico Cotzumalguapa como medio primario de comunicación estética, de identidad y de poder. 2.4.5 Postclásico Tardío: Palo Gordo fue abandonado a finales del período Clásico, tal como ocurrió con todos los sitios asociados con el estilo Cotzumalguapa, pero también como parte de un proceso general que se dio por toda la Costa Sur y muchas otras partes del área Maya. De igual forma Chocolá fue abandonado en el Clásico pero presenta una ocupación intrusa asociada con cerámica del área K’iche’. Al igual que en Tak’alik Ab’aj, esta evidencia representa la expansión de los K’iche’s durante los reinados de Q’uqumatz y Q’ikab. Hasta el momento no se ha encontrado evidencia directa de la presencia Tz’utujil en la boca costa durante el Postclásico, pero se sospecha que el sitio Andes pueda contribuir a este vacío en los datos de la región.

2.5 Interpretaciones Si las interpretaciones etnolingüísticas son limitadas en la región del lago, lo son aún más difíciles en la boca costa. Cabe la posibilidad que el sitio de Chocolá pudo haber sido ocupado por una población asociada al lago, como lo sugiere su cerámica del Preclásico Medio, pero a partir del Preclásico Tardío presenta divergencias significativas, especialmente la falta de rasgos del altiplano, que si son prominentes en sitios como Ch’uKm.uk. Ahora bien, en cuanto a la identificación de la población asociada a Cotzumalguapa hay mucho debate. Mientras se ha propuesto que representan Pipiles o Kaqchikeles, la evidencia apunta hacia un grupo originario de la costa con antecedentes desde el Preclásico Tardío. No obstante, en Palo Gordo parece evidente que la población fue distinta a la de Santa Lucía Cotzumalguapa, ya que los rasgos escultóricos son intrusos. Por su parte, Franz Termer ha sugerido que los ocupantes de Palo Gordo fueron Tz’utujiles, o K’iche’s, pero no hay alguna evidencia arqueológica que apoye dicha conclusión. 2.5 Referencias Arroyo, Bárbara 2009 “Interacciones entre la Costa del Pacífico y el Altiplano en el Preclásico”. Ponencia presentada en el XXIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala. Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Burkitt, Robert 1930 “Excavations at Chocola”. The Museum Journal 21:5-40. 31


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3. La Costa Baja (Zona de Tiquisate) 3.1 Investigaciones realizadas − 1946-1947 Recorridos por Edwin M. Shook por toda la región costera, así como excavaciones en la zona de Tiquisate − 1982 Proyecto Tiquisate: recorridos en la zona de Tiquisate por Frederick Bove y Marion Popenoe de Hatch, con participación de estudiantes de la Universidad de San Carlos − 1986-1988 Primera fase del Proyecto Sin Cabezas, de la Universidad de California en Los Angeles, dirigido por Marylin Beaudry. − 1992 Segunda fase del Proyecto Sin Cabezas, de la Universidad de California en Los Angeles, dirigido por Marylin Beaudry. 3.2 Asentamiento La planicie costera o costa baja corresponde a un área agrícola muy fértil, como resultado de la acumulación de sedimentos de origen volcánico que han sido depositados por erupciones y por la acción de los ríos. Al igual que en la boca costa, el territorio se delimita al oeste por el Río Nahualate y al este por el Madre Vieja. La distribución de rasgos arqueológicos sugiere que ambos ríos funcionaron como fronteras naturales y culturales, y que es un patrón general que se puede aplicar para todas las cuencas definidas en la Costa Sur. A grandes rasgos, el asentamiento en la zona de Tiquisate se concentra en la cuenca del Río Nahualate, ya que la frecuencia de sitios es mucho menor en la cuenca del Río Madre Vieja. Los sitios de la zona de Tiquisate se encuentran a distancias relativamente cortas, por lo que la densidad es muy alta comparada con otras regiones (36 sitios reportados), si se toma en cuenta que la mayoría de sitios cuentan con montículos visibles. La mayor cantidad de sitios se encuentran entre 0.5 y 15 Km.. de distancia de la playa y a 2 Km.. del río Nahualate. Actualmente los sitios se encuentran en fincas privadas, por lo que han sido afectados por actividades de cultivo y construcción de infraestructura, como drenajes y pistas de aterrizaje. 3.3 Principales sitios registrados 3.3.1 Huisisil: Este sitio se encuentra a 1 Km.. al oeste del Río Madre Vieja y a 1 Km.. de la playa. Contiene un solo montículo de tierra, rodeado por zonas pantanosas, cuya cerámica de superficie sugiere un fechamiento del Preclásico Medio o Tardío. 3.3.2 Sin Cabezas: Se ubica en la Fincas San Carlos, Laurel y Limón, a 4 Km. al este del Río Nahualate y a 11 Km. de la Costa, en una elevación de 17 msnm. El sitio esta conformado por más de 200 estructuras de distinto tamaño y la arquitectura monumental, que incluye una plaza con acrópolis, se ubica en el lado sur (grupos G y F). Se excavaron 31 montículos, que proporcionaron evidencia de ofrendas de sacrificio y una ocupación mayoritaria para el Preclásico Tardío y Terminal, que se

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localiza en la parte noreste del sitio 13. En esta época se realizaron cuatro esculturas antropomorfas con pedestal, similares al estilo barrigón. Estas fueron decapitadas y reubicadas en el Clásico Tardío (de allí el nombre del sitio). A pesar que no hay evidencia de ocupación del Preclásico Medio, Sin Cabezas constituyó el centro rector de toda la zona para el Preclásico Tardío, pero perdió su hegemonía en el período Clásico. En el Clásico Tardío, el asentamiento se incrementó hacia la parte occidental del sitio. 3.3.3 Buena Vista: Este es un pequeño sitio del Preclásico Tardío, ubicado muy cerca de Sin Cabezas. Contiene 15 estructuras y seguramente estuvo bajo el dominio del anterior 14. 3.3.4 La Noria: Esta localizado a 10 Km. al sureste de Tiquisate, en la ribera oriental del arroyo Zanjón de la Noria (40 msnm). Consistente de más de 13 montículos, este es definido por Bové como uno de los dos centros regionales del Preclásico en la región de Tiquisate, junto a Sin Cabezas. 3.3.5 Finca Sololá: Sitio localizado a 7 Km. al suroeste de Río Bravo, en la ribera sur del Río Siguacancito y al oeste de la línea férrea y carretera que va desde Río Bravo a Tiquisate. Se encuentra a 100 msnm y se compone de siete montículos de gran tamaño que forman una plaza rectangular con un eje norte-sur, y con una plataforma en el centro (patrón propio del Clásico Tardío). La estructura más alta es de forma piramidal y conforma el límite sur de la plaza, mientras que los lados norte y oeste están definidos por estructuras largas. El lado este presenta una estructura piramidal y una cancha abierta de juego de pelota, cuyo eje es paralelo al de la plaza. A 200 m al suroeste de la plaza se descubrió un cementerio consistente de grandes urnas cerámicas enterradas, sin ningún indicio de construcciones superficiales 15. Este patrón funerario es típico del Clásico Tardío y es el tercero reportado en la Costa Sur. Las urnas se encontraron entre 0.90 y 1.80 m de profundidad, espaciadas irregularmente a cada 2 o 3 m. Los cuerpos y pequeñas ofrendas fueron colocados en una urna, mientras que otra del mismo tamaño fue usada como tapadera. De la cerámica recuperada, toda pertenece al Clásico Tardío e incluye cuencos Tiquisate, vasos y pequeños cántaros, así como un hongo trípode de piedra y una piedra “dona”. 3.3.6 Finca Tolimán: El sitio esta ubicado a 9 Km. de la costa y a 2 Km. al este del Río Nahualate. Se eleva solamente 13 msnm y contiene montículos de tierra de hasta 6 m de altura agrupados en varias plazas. La cerámica indica una ocupación desde el Preclásico Tardío, pero es mayoritariamente del Clásico Temprano y Clásico Tardío, dada la evidencia de entierros y ofrendas recuperadas en el Montículo O-17. La arquitectura no difiere de ambos períodos, pero si los patrones funerarios. Los entierros excavados fueron los siguientes 16:

13

Beaudry y Robinson 1991 Beaudry 1995, Beaudry 2002 Beaudry 2002 15 Shook 1965, Shook s.f. 16 Shook 1965, Shook s.f. 14

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a. Entierro 1 (C. Temprano): con tres esqueletos, uno sentado y dos extendidos. Las ofrendas incluyeron dos cilindros trípodes (uno con diseños teotihuacanos moldeados en paredes y soportes) y cuatro cuencos de color rojo, negro y café. b. Entierro 2 (C. Temprano): esqueleto extendido con una ofrenda de un cántaro Esperanza Flesh con cara humana aplicada y un cuenco negro pulido e inciso. c. Otros entierros del Clásico Temprano incluyeron en sus ofrendas una vasija Tiquisate con pedestal, un cilindro trípode café, un cilindro trípode Tiquisate con decoración negativa, dos cilindros trípodes (casi idénticos) con diseños teotihuacanos moldeados (paredes y soportes) y botones en la base, y un cántaro Tiquisate con efigie de mono y vertedera con estribo. d. Un entierro del Clásico Tardío fue colocado en urna con dos ocarinas en forma de figurillas femeninas, con caras hechas con molde y cuerpo modelado. 3.3.7 Finca Zunil: El sitio se encuentra a 3 Km. al este del Río Nahualate y a 8 Km. de la Costa, a 11 msnm. Contiene un montículo de 8 m de alto, que conforma una plaza rectangular con otras estructuras. En la estructura principal se encontró un escondite con dos vasijas, una invertida sobre la otra a manera de tapadera, conteniendo un feto humano como ofrenda. Las vasijas fueron un cuenco Tiquisate con decoración acanalada y un cuenco trípode Tiquisate con moldura basal y soportes huecos estampados 17. Otros montículos de menor tamaño se encuentran esparcidos alrededor de la plaza principal. La cerámica indica una ocupación mayoritaria del Clásico Tardío (Tiquisate y Plomizo San Juan), lo que se ratifica por la presencia de entierros en urnas y figurillas hechas con molde. 3.3.8 Finca Ticanlu: Se localiza a 2 Km. al este del Río Nahualate y a 3 Km. de la Costa, con una elevación de 6 msnm. Contiene un montículo de gran tamaño con evidencia de ocupación del Clásico Temprano, representada por escondites de vasijas y un entierro sedente sobre suelo estéril. Los materiales del Clásico Tardío son mayoritarios y se encontraron cubriendo la fase anterior. Incluyen figurillas hechas con molde, malacates y entierros en urnas que sugieren un cementerio similar al de Finca Sololá. Las urnas midieron un promedio de 55 cm de alto y diámetro de 71 cm. Junto con la tapadera de urna invertida midieron 1.15 m de alto. 3.3.9 Ixtepeque: Este es el mayor sitio de la zona, ya que cuenta con 140 estructuras. Se encuentra a 12 Km. al suroeste de Tiquisate y posiblemente sea el poblado de Tzentzontepetl que se muestra en el mapa de Estrada de 1579. El centro del sitio esta conformado por una plataforma de 100 x 100 m y 10 m de altura, y una pirámide de 8 m de alto. Su ocupación se fecha para el Clásico Temprano y Tardío, cuando pudo ser el centro regional de toda la zona, reemplazando a Sin Cabezas 18. 3.3.10 Narciso (Los Cerritos): Se encuentra a 2 Km. al sur de Nueva Concepción (40 msnm), sobre la Calle de los Cerritos y se extiende por 1 Km. hacia el suroeste. Shook reportó saqueos y destrucción de varios montículos de tierra en la parte norte del sitio, debido a la construcción de un camino. En 1992 Shook notó que ya habían 17 18

Shook 1965, Shook s.f. Bove 1989

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desaparecido otras estructuras, pero todavía se podia observar montículos de hasta 15 m de alto en la propiedad de la familia Martínez. Varios reportes indicaron que un montículo fue destruido por maquinaria y se recuperaron alrededor de 50 yugos de piedra y jades tallados (nombrado Escondite Barranquilla). También se indicó la presencia de hachas de piedra y otros artefactos de piedra, así como figurillas, vasijas e incensarios con efigies. La destrucción del sitio fue acelerada por la demanda de tierra proveniente de los montículos, por parte de la municipalidad. Todos los artefactos indican una ocupación para el Clásico Tardío. 3.3.11 La Flora: Ubicado a 2.5 Km. al este de Tiquisate, en la ribera occidental del arroyo Zanjón de la Noria, a 80 msnm. El sitio consiste de una gran planicie con varios montículos y una gran acrópolis construida de cantos rodados y tierra, con cerámica Usulután en el relleno. La ocupación es mayoritariamente del Clásico Tardío. 3.3.12 Variedades 1: El nombre Variedades corresponde a dos sitios distintos, ambos localizados en Río Bravo. Este fue reportado por Shook en 1947, ubicado a 2 Km. al sur de la línea férrea entre Patulul y Guatalon. Consiste en un pequeño sitio sin montículos, definido por materiales dispersos y evidencia de bajareque. Esta fechado para el Postclásico Tardío. 3.3.13 Variedades 2: Se encuentra en el kilómetro 25 de la carretera CA-2, a unos 2 Km. adentro y está fechado para el Clásico Tardío. Fue reportado por Marion Popenoe de Hatch y Carol de Herrera en 1990, quienes indican una alta densidad de cerámica en superficie. 3.3.14 Costa Rica: Este sitio del Postclásico Tardío se ubica en la finca del mismo nombre, entre los ríos Seco y Mascalate, a 62 msnm. Su localilzación exacta es a 200 m al oeste de la carretera de Cocales a Nueva Concepción, en el kilómetro 133.5. Aunque no ha podido ser mapeado o excavado, parece contener un juego de pelota en forma de I y las estructuras se elevan hasta 4 y 5 m. Se ha reportado una escultura con cara de Tlaloc. 3.3.15 El Arisco: La finca del mismo nombre contiene varios sitios al este del río Nahualate (Arisco Sur y Arisco norte). 3.3.16 Jumay: Ubicado a una elevación de 7msnm, consiste en un grupo de montículos largos de tierra, de más de 100 m de largo y 6 m de alto, formando una plaza rectangular en eje norte-sur. Un canal moderno cortó un montículo, exponiendo un relleno con cerámica del Clásico Tardío. 3.3.17 Moyuta: Se encuentra a 2 Km. al este del río Nahualate, a 16 msnm. Consiste en varios montículos de tierra que contienen entierros del Clásico Tardío y Temprano. 3.3.18 Toro Pinto: El sitio esta a 6 Km. de la costa y a 4 Km. al este del río Nahualate (9 msnm). Consiste de varios montículos bajos que llegan a medio kilómetro de la playa.

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3.3.19 Bump: Consiste en un montículo tipo acrópolis que en 1979 fue nivelado junto a otras estructuras más bajas para la siembra de algodón. Esto expuso cerámica del Clásico Tardío. 3.3.20 Trozas: Pequeño sitio ubicado a medio kilómetro de la playa y entre la desembocadura de los ríos Madre Vieja y Nahualate. Contiene varios montículos que no sobre pasan 1 m de altura, asociados a cerámica y entierros en urnas del Clásico Tardío. También se recuperó una vasija de tipo Usulután, indicando ocupación del Preclásico Tardío. 3.3.21 Salazar: Se encuentra cerca del antiguo cause del río El Danto y a 1 Km. al sur de la aldea Huitzizil. Consiste en varios montículos bajos que rodean un patio hundido. Fechado para el Clásico Tardío. 3.3.22 Pineda: Este sitio se encuentra a 6.5 Km. de la playa y a 2 Km. al este del río Nagualate, con una elevación de 9 msnm. Contenía un montículo largo y otras estructuras bajas, los cuales fueron atravesados por un cruce de caminos, lo que expuso un relleno con cerámica del Clásico Tardío, incluyendo Plomizo San Juan. 3.3.23 Tacaná: Localizado en la finca del mismo nombre, a 5 Km. al noreste de la aldea El Semillero. Se caracteriza por la presencia de varios montículos cercanos al río Nahualate, cuyo relleno presenta piedras de río, algo que es inusual en la zona. No se ha determinado la fecha de su ocupación. 3.3.24 Ipala: El sitio se ubica en la finca del mismo nombre y contiene varios montículos cerca del río Nahualate. La construcción de drenajes y caminos expuso vasijas del Clásico Temprano y Tardío. 3.3.25 Pacaya: Ubicado a 16 Km. de la costa, fue registrado por el descubrimiento de un entierro de un niño dentro de una urna, a 1 m de profundidad. 3.3.26 Otros sitios menores: Los sitios de Mico, La Ceiba, Jocotán, Tiquisate, San Pablo, Betancourt, Toto, Larrave, Alotenango, Peten, San Marcos se localizan en la cuenca este del Nagualate y pertenecen al Clásico Tardío. No se describen por separado ya que no contienen rasgos significativos. 3.4 Cronología 3.4.1

Preclásico Tardío (300 a.C. – 250 d.C.): Solamente el sitio de Huisisil presentó evidencia anterior a este período, por lo que se puede interpretar que no existió una población significativa antes del 300 a.C. Por lo tanto la aparición de Sin Cabezas como centro regional es relativamente súbita, dada la falta de antecedentes de sociedades complejas. Junto a Sin Cabezas, el sitio de La Noria también fue el otro centro regional, y ambos controlaron la región que estaba ocupada por otros ocho sitios menores (Mico, Moyuta, La Flora y La Ceiba). Estos sitios han sido fechados de acuerdo a la presencia de tipos cerámicos diagnósticos como Usulután y San Carlos. 40


3.4.2

Clásico Temprano: La evidencia indica que Sin Cabezas tuvo una hegemonía corta, ya que a inicios del Clásico Temprano surgen otros centros como Tolimán, Ticanlu, Zunil e Ixtepeque. Dada la similitud en sistemas constructivos del Clásico Temprano y Tardío, no se han fechado muchas construcciones para este período, pero si es distinguible la aparición cerámica nueva como Nahualate, Larrave y Tiquisate, así como los elementos asociados a Teotihuacan. También ha sido definido un patrón funerario específico, que es de individuos en posición extendida con ofrendas en cabeza y hombros, individuos en posición sedente y entierros múltiples. La aparición de elementos simbólicos de Teotihuacan corresponde a una de dos regiones específicas en la Costa Sur, ya que también se da en la zona de La Gomera. Tanto la influencia teotihuacana como los patrones funerarios sugieren una interacción muy cercana con la región del lago, especialmente por el entierro encontrado en Ch’uKm.uk, y permite reconsiderar la hipótesis sobre la proveniencia de dichas influencias desde el occidente. Por lo tanto, la aparición de elementos teotihuacanos en el lago de Atitlán, así como en otras regiones del altiplano podrían entones sugerir un movimiento norte-sur, en lugar de este-oeste.

3.4.3

Clásico Tardío: En este momento la zona de Tiquisate experimentó un aumento demográfico considerable, como el resto de la costa, ya que se tienen registrados por lo menos 25 sitios. Ixtepeque se consolida como el centro regional de mayor tamaño, aunque surgen otros sitios de tamaño considerable, como Narciso y La Flora. El patrón funerario cambia drásticamente, porque se establece la colocación de individuos en urnas, ubicados en todo tipo de estructuras, plazas, casas y en cementerios. Ahora bien, el surgimiento de estos centros es paralelo al de la expansión Cotzumalguapa en Palo Gordo, y la ausencia del estilo escultórico en sitios como Ixtepeque sugiere una división territorial entre la costa y la boca costa. Esto seguramente rompió el sistema de intercambio entre la zona de Tiquisate y el lago, provocando así un cambio en las relaciones externas de los pobladores del lago. No obstante, tipos cerámicos como Amatle aparecen en las tres regiones, indicando que se mantuvo cierto nivel de comunicación e intercambio.

3.4.4

Postclásico Temprano: Todos los sitios del período Clásico fueron abandonados súbitamente entre 850-900 d.C., lo que puede interpretarse como un colapso de las elites y gobernantes de cada localidad, seguido de un despoblamiento general en el siguiente siglo. Esto está mayormente interpretado en base a la ausencia de cerámica plomiza Tohil y San Juan en los sitios. Bove ha propuesto la definición de una sola fase que abarque el Clásico Tardío, Clásico Terminal y Postclásico Temprano (Fase Pantaleón en La Gomera), tal como se ha observado en la playa sur del lago de Atitlán.

3.4.5

Postclásico Tardío (1100/1200-1524): Corresponde a la Fase Ixtacapa de La Gomera, Fase Ixcaflores de Santa Rosa y Peor es Nada de Bilbao, y esta definida por la aparición de tipos cerámicos como Chinautla Policromo, comales y una vajilla doméstica burda similar a la del altiplano. Sin embargo, han sido pocos los sitios costeños que se han podido fechar para esta época, y es relevante el hecho que hasta el momento no se ha registrado algún sitio fortificado. El sitio Variedades es 41


el único que pudiera estar relacionado con poblaciones tz’utujiles, pero falta investigarlo a fondo. De igual forma, el otro posible sitio es Costa Rica, que tampoco ha sido estudiado. Como se mencionó anteriormente, la falta de asentamientos en este período puede ser el resultado de constantes movimientos de población, ya sea debido a invasiones o por la residencia temporal de gente del altiplano que bajaba únicamente en tiempos de siembra o cosecha. 3.5 Interpretaciones Al igual que en la boca costa, es sumamente difícil realizar alguna interpretación etnolingüística en la costa baja. La evidencia arqueológica puede sugerir el desarrollo de una población en el Preclásico Tardío asociada a Sin Cabezas, pero que fue reemplazada o fuertemente influenciada por un grupo intruso que esta asociado al uso de iconografía teotihuacana y que estableció fuertes conexiones con el lago de Atitlán. Este grupo, con capital en Ixtepeque, continuó ocupando la zona de Tiquisate hasta el Clásico Tardío, y pudo perder sus conexiones al norte como resultado de la expansión de Cotzumalguapa hasta Palo Gordo. La transición al postclásico es nuevamente confusa, ya que hay un despoblamiento masivo y el territorio pudo pasar al control de los tz’utujiles del lago, aunque no hay evidencia arqueológica que lo refleje.

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Informe de la cerámica de Chuk’muk, noviembre 2009 Marion Popenoe de Hatch Este informe se hizo en conjunto con Jocelyne Ponce, estudiante de arqueología en la Universidad del Valle de Guatemala. La información se basa en cuatro fuentes de datos: 1. El material excavado en el Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk 20082009, que fue básico para nuestro estudio. Este material incluyó vasijas completas obtenidas de las excavaciones del entierro de la Estructura 3 del Sector III y tiestos procedentes del mismo sector. Todo se encuentra almacenado temporalmente en la Ceramoteca del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (IDAEH). Pudimos examinar esta cerámica gracias a la autorización de Juan Carlos Ramírez, Jefe del Departamento de Monumentos Prehispánicos. Por ello, le agradecemos profundamente. También extendemos nuestros sinceros agradecimientos a Rita Casas quien nos ayudó tanto en poner a nuestra disposición el material de la Ceramoteca. 2. Los tiestos de Chuk’muk excavados en la década de 1930 por Samuel Lothrop, que están debidamente marcados e identificados. El permiso del Departamento de Monumentos Prehispánicos también nos permitió revisar este material. 3. La publicación de Samuel Lothrop sobre Chuk’muk de 1933, que fue utilizada junto con el estudio de los tiestos de la Ceramoteca. 4. El informe del Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk, preparado por Elizabeth Marroquín, Guillermo Chocano y Sergio Cuyán, el cual gentilmente nos prestaron para consultarlo y fue muy útil en nuestro estudio. Por ello, deseamos extenderles nuestra gratitud. En este informe ofrecemos un análisis e interpretación del material cerámico de Chuk’muk y las descripciones de las vasijas completas obtenidas durante las excavaciones del Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk. Además, hemos incluido las descripciones del material cerámico rescatado durante el Proyecto Sub-Acuático Agua Azul, que se realizó en 1994-95. Esta cerámica se encuentra almacenada en la Ceramoteca del IDAEH. Por falta de tiempo, no se incluyó las descripciones de 28 vasijas completas que fueron encontradas durante este proyecto, las cuales se ubican en el Museo Nacional de Antropología y Etnología. Estas descripciones se incluirán en el informe final de esta consultoría. Análisis de la cerámica Con base en lo que hemos observado en las cuatro fuentes de datos, consideramos que el sitio Chuk’muk corresponde a los períodos Clásico Temprano y Clásico Tardío. En el material, se presentan unos pocos tiestos de la última parte del Postclásico Tardío y pertenecen principalmente al tipo Fortaleza Blanco sobre Rojo. Sin embargo, éstos probablemente reflejan las intrusiones k’iche’s en la región. Durante la revisión que realizamos de los lotes de tiestos del Sector 3, no encontramos tiestos del Postclásico Temprano. No pudimos examinar la cerámica del Sector IV, pero si tiene materiales del

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Postclásico Temprano 19, de igual manera algunos tiestos deberían aparecer en los otros lotes que revisamos del Sector 3, lo cual no sucedió. Por lo tanto, nuestras observaciones difieren en este aspecto de las presentadas en el informe del Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk, y por ello nos esforzaremos en explicar las posibles fuentes de donde se derivan estas diferencias. Uno de los problemas que enfrentamos es que el material no está debidamente marcado, ya había sido revisado y las cerámicas de varios lotes están mezcladas. Esta situación imposibilitó establecer los cambios que pudieron haber sucedido y que habrían sido detectados al comparar los niveles más profundos con los que se encontraban más cercanos a la superficie. Por lo tanto, el hecho de que los tiestos no están marcados, no permitió identificar los tiestos de acuerdo a los niveles a los que pertenecían. En el informe entregado del Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk no se intenta asignar fechas a las cerámicas del Sector 3. Dada esta situación, esperábamos que el material obtenido del entierro proveería algún control para asignar fechas pero al parecer, debido a la falta de tiempo, el Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk lo excavó a prisa, por lo que en las notas de campo no se detalla la secuencia estratigráfica. Además, previo a las excavaciones, el sitio ha sufrido deterioro por actividades agrícolas y de otra naturaleza. Todo ello ha dado como resultado la mezcla de los niveles estratigráficos. No obstante, el Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk nos proporcionó las fotografías del entierro, las cuales han sido útiles para el análisis pues al parecer, el entierro no sufrió saqueo. Observaciones Generales Las cerámicas del Sector 3 pertenecen a la segunda mitad del Clásico Temprano y algunas vajillas continuaron evolucionando en el Clásico Tardío. Muchos académicos se referirían a este interim como el “Clásico Medio” pero dado que este término incluye tanto a la última parte del Clásico Temprano y a la primera del Clásico Tardío, es preferible distinguir a ambos porque, aunque hay una continuación, también existen diferencias en algunos tipos cerámicos. En este informe eliminaremos el término Clásico Medio y nos referiremos al Clásico Temprano y lo dividiremos en dos partes, Clásico Temprano 1 y Clásico Temprano 2. Esta última se caracteriza por la fuerte relación que Kaminaljuyú y la Costa Sur de Guatemala establecieron con Teotihuacán. En Chuk’muk, las cerámicas del Clásico Temprano 2 incluyen las vajillas Esperanza Flesh y Llanto, y formas tales como las vasijas cilíndricas trípodes (locales, no necesariamente importadas de Teotihuacán) y los incensarios en forma de cuencos, en estilo Nebaj. Asimismo, el entierro puede asignarse al Clásico Temprano 2. Por otro lado, las cerámicas del Clásico Tardío incluyen a las vajillas Amatle y Lacquer (véase Lothrop, 1936:28-30). Las gavetas de la Ceramoteca que contienen la cerámica de Chuk’muk excavada por Lothrop tienen tiestos que pertenecen al Clásico Temprano 1. Las etiquetas asignan estos tiestos al período “Protoclásico”, pero es de mencionar que este término incluye el final del Preclásico Tardío y principios del Clásico Temprano. Además de los soportes mamiformes, 19

Llamado “Epiclásico” en el informe del Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk.

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las cerámicas incluyen cuencos con base anular y pestaña basal, ambos diagnósticos del Clásico Temprano. Por eso tomamos la decisión de fechar estos materiales para el Clásico Temprano 1. En la muestra excavada en el Sector 3 por el Proyecto de Salvamento Chuk’muk no se incluyen tiestos de estos tipos, pero debieron existir en los niveles más inferiores de algunas partes del sitio, puesto que Lothrop los encontró. Estos tiestos pertenecen a una tradición cerámica que recientemente se identificó durante una investigación y se le llama Tradición Río Blanco. Es común durante el período Preclásico en el altiplano Noroccidental de Guatemala y parece que dio origen a la Tradición Cerámica Solano del Clásico Temprano, la cual incluye las cerámicas Esperanza Flesh, Llanto y Prisma. Para una discusión más detallada de este tema, véase bajo la sección titulada “Interpretaciones”. Asimismo, en la gaveta de los tiestos de Lothrop hay una caja pequeña que tiene tiestos identificados como “postclásicos”. Sin embargo, los dos tiestos principales de esta caja están marcados E-12A, que es el código que usó la Institución Carnegie de Washington para el sitio Chuitinamit, y que por error se encuentran colocados en la gaveta equivocada; el código para Chuk’muk es E-196. El resto de los tiestos de la cajita, que son pocos, no pueden asignarse definitivamente al Postclásico. También es necesario hacer notar que en la publicación sobre las cerámicas protohistóricas, Wauchope (1979) identifica algunas ilustraciones de la publicación de Lothrop de 1933 como Protohistóricas. No obstante, las ilustraciones a las que hace referencia son dibujos de perfiles que pueden sugerir varias posibles fechas y no hay seguridad de que tengan los atributos estilísticos del Postclásico. Las vajillas utilitarias locales de Chuk’muk tienen las siguientes pastas: (1) Rojiza con partículas ferruginosas; (2) Amarilla o amarillenta-café, y (3) Café claro que varía a café rosáceo. Las pastas cafés son, por el momento, las más comunes en los lotes. La segunda más común consiste en una pasta roja y una vajilla particular con engobe rojo y acanaladuras múltiples, la cual fue cada vez más común a lo largo del tiempo. La mejor información respecto de las distribuciones comparativas de estas pastas se encuentra en los cuadros de Lothrop (1933:42, 55), de donde extrajimos los siguientes datos. La Tabla 1 compara los porcentajes que presentaron a través del tiempo las vajillas denominadas por Lothrop como Café y Roja. Se les compara con la cerámica que presenta decoración Usulután (naranja con zonas decoradas en pintura negativa), que es un diagnóstico del período Preclásico y que en Guatemala desaparece de los inventarios que corresponden al Clásico Temprano. La Tabla 1 muestra que las vajillas “Cafés”, que constituyen el mayor porcentaje de cerámica en Chuk’muk, probablemente pueden definirse como los tipos utilitarios locales. En cada trinchera, al observar desde los niveles estratigráficos más profundos hasta los superiores, se nota que los porcentajes de las vajillas cafés permanecen constantes. El porcentaje de las vajillas “Rojas” se incrementa en los niveles superiores de cada trinchera y probablemente también puede definirse como una vajilla local del Clásico Temprano y Tardío (véase más adelante en la discusión). Por otra parte, en cada trinchera las vajillas con decoración Usulután disminuyen notablemente conforme uno observa los niveles hacia arriba; estos probablemente representan los pocos casos que quedaron a fines del Preclásico y que desaparecieron en el Clásico Temprano. En la década de 1930 todavía no se había 47


definido la cronología de los períodos arqueológicos de Guatemala y por ello Lothrop no podía fechar con seguridad las cerámicas y asignarlas a las distintas fases en la manera en que ahora las tenemos definidas. Sin embargo, sus ilustraciones muestran rasgos que señalan que el material pertenecía a los períodos Clásico Temprano y Clásico Tardío.

Trinchera III

Profundidad (m) 0-0.16 0.16-1.22 1.22-.1.52

% Café 60.6 66.6 69.8

14.9 4.1 8.9

% Rojo

% Usulután types 0.3 2.3 0.8

IV A

0-0.48 0.48-0.76 0.76-1.22 1.22-1.52 1.52-1.67 1.67-1.98 1.98-2.44

51.7 66.4 68.3 69.9 72.3 70.3 65.8

16.3 14.1 9.5 8.7 4.7 6.4 8.2

1.1 0.9 1.7 2.7 1.4 3.4 4.1

IX

0-0.61 0.61-1.07 1.07-1.37 1.52 1.52-1.67 1.83

-84.2 66.0 74.6 65.5 56.7

-6.7 14.1 4.5 7.0 7.2

-0.8 2.6 1.9 3.5 4.1

XII A

0-0.61 0.61-0.76 0.76-1.07 1.07-1.37 1.37-152 1.52-1.83 1.83-2.13

67.9 79.7 70.6 72.9 76.7 74.1 75.1

6.3 3.1 4.2 3.5 1.6 1.3 1.5

0.9 0.3 0.9 1.2 4.2 5.1 4.3

Tabla 1. Porcentajes de las vajillas de Chuk’muk (tomado de Lothrop, 1933:54). A diferencia de los datos de Lothrop, la tabla que aparece en la página 52 del informe del Proyecto de Salvamento Chuk’muk Sector IV muestra un patrón muy diferente. Aquí, se asignan los niveles 1, 2, 3 al Postclásico Tardío, el nivel 4 al Postclásico Temprano y Epiclásico, los niveles 5 y 6 al Clásico Tardío, y los niveles 7, 8 y 9 al Clásico Temprano y Preclásico Tardío. Sin embargo, esta información es contradicha en el Sector III por una lista presentada en la página 68, que indica que la vajilla Amatle, un diagnóstico del Clásico Tardío, estaba presente en los niveles 5 a 9. Es posible que estos niveles del Sector 3 estaban mezclados antes de la excavación. Interpretaciones Nuestras interpretaciones conciernen en gran parte a la presencia de la cerámica de engobe rojo al cual el Proyecto de Salvamento Chuk’muk ha llamado Rojo Desvanecido pero a la que preferimos llamar Rojo Apagado (abreviado a Rapago) por su engobe rojo

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espeso y mate, que no desaparece sino que permanece muy fuerte a lo largo de la secuencia. En los cuerpos de los cántaros, se caracteriza por una decoración que consiste en múltiples acanaladuras y molduras horizontales. Esta vajilla puede confundirse fácilmente con una k’iche’ muy común en el Postclásico, la cual tiene decoración y formas similares, con un engobe naranja rojizo hacia café anaranjado muy pulido, que ha menudo produce un brillo que luce casi metálico. Las cerámicas Rapago se incrementan en el inventario a través del tiempo, y son particularmente evidentes en los niveles que también contienen la vajilla Amatle del Clásico Tardío pero que carecen de los tipos del Postclásico. Por lo tanto, la distribución sugiere que la vajilla probablemente empezó durante el Clásico Temprano y luego, durante el Postclásico Tardío, se convirtió en una cerámica predominante. Para explicar la naturaleza de la vajilla Rapago en el complejo cerámico de Chuk’muk, ofrecemos la siguiente hipótesis, sujeta a cambios conforme más información se obtenga de los siguientes estudios. La cerámica del Sector 3 de Chuk’muk observada en la Ceramoteca del IDAEH presenta abundantes tiestos de la vajilla Esperanza Flesh, con formas que la colocan en el Clásico Temprano 2. Sin embargo, el material de Lothrop muestra que también están presentes cerámicas del Clásico Temprano 1 (incluyendo al supuesto “Protoclásico”). El material transicional a Clásico Temprano 1 es parte de la Tradición Cerámica Río Blanco (Popenoe de Hatch, ms. en prep.) Esta tradición cerámica data de los períodos Preclásico Medio y Tardío y se distribuía ampliamente por el Altiplano Noroccidental de Guatemala. Se le identificó por primera vez en el sitio Río Blanco, Quiché. En de la Ceramoteca del IDAEH puede identificarse cerámica de esta tradición en las gavetas que corresponden a los sitios Cambote, Huitchún, Chalchitán, Nebaj y La Lagunita. El estudio de la cerámica sugiere que la Tradición Río Blanco del Preclásico probablemente dio origen a la Tradición Cerámica Solano del Clásico Temprano, la cual se distribuye de igual manera por la misma región. Después de que se desarrolló la Tradición Cerámica Solano, empezó a expandirse rápidamente hacia el sur y en los inicios del Clásico Temprano 1 alcanzó el Altiplano Central de Guatemala y su población tomó el control de Kaminaljuyú (Popenoe de Hatch, 1997:98-99). La presencia de las vajillas Esperanza Flesh y Llanto en Chuk’muk indica que durante el período Clásico Temprano el sitio estaba ocupado por una población que pertenecía a la Tradición Solano. Es más, parece mostrar una pertenencia todavía más antigua en la Tradición Río Blanco, un patrón similar al que se encuentra en los sitios del Altiplano Noroccidental de Guatemala. Durante el Clásico Temprano 2 las cerámicas de Chuk’muk muestran que tuvieron una relación estrecha (quizás de tipo comercial) con la zona de Escuintla en la Costa Sur. Popenoe de Hatch (1999) ha propuesto que la Tradición Cerámica Solano representa la intrusión del Grupo K’iche’ Mayor al Altiplano Central de Guatemala durante el período Clásico Temprano. En algún momento durante el Clásico Tardío este gran grupo empezó a separarse en tres subgrupos: kaqchikel, tz’utujil y k’iche’. Los grupos que llegaron a convertirse en kaqchikeles se asentaron principalmente en la región que hoy comprende los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez y Guatemala. Al parecer los tz’utujiles se asentaron alrededor del Lago Atitlán y los k’iche’s en los departamentos de Quiché, Quetzaltenango y partes de San Marcos. 49


Durante el período Clásico Temprano, el grupo lingüístico K’iche’ Mayor todavía no se había subdividido y todos eran miembros de la Tradición Cerámica Solano. Posteriormente, tenemos indicios que en el Clásico Tardío empezaron a emerger las divisiones. La vajilla utilitaria más común en la región kaqchikel se conoce como Amatle, la cual claramente se deriva de la vajilla Esperanza Flesh. Al parecer los otros grupos no manufacturaban la vajilla Amatle, pero en sus complejos aparecen algunos ejemplos que llegaron como importaciones. No tenemos información definitiva respecto de los tipos cerámicos del Clásico Tardío en la región Quiché, pero sabemos que durante el Postclásico era común una vajilla con lustre “metálico” (café-anaranjado micáceo) con acanaladuras horizontales. Con relación a los tipos cerámicos tz’utujiles del Clásico Tardío, ahora Chuk’muk está proporcionando la información que nos permite identificar las vajillas utilitarias comunes. Estas son las vajillas cafés y lo que ahora hemos definido como Rapago, que tiene muchas similitudes con la vajilla Llanto de la Tradición Solano del Clásico Tardío y que pudo desarrollarse de la primera. También pudo suceder que los tz’utujiles y los kíches estaban juntos durante el desarrollo de Rapago, pero posteriormente estos dos grupos también se separaron. De allí en adelante, los tz’utujiles habrían continuado manufacturando sus cerámicas en sus propios estilos locales, mientras que la producción cerámica entre los k’iche’s divergieron hacia otra dirección. Pronto la vajilla Rapago que habría existido en el inventario k’iche’ habría evolucionado hacia su vajilla utilitaria naranja-café muy pulida, con acabado “metálico” y que era común en el Postclásico. Finalmente, durante el Postclásico Tardío, la presencia de tiestos de Fortaleza Blanco sobre Rojo en el inventario de Chuk’muk muestran que se reasumió el estrecho contacto con los grupos k’iche’s, cuya naturaleza no está clara al momento. Conclusiones Por seguro, Chuk’muk necesita ser más investigado para resolver algunas de las distintas interpretaciones que se han manejado hasta el momento, las cuales se basan en la poca cantidad de información que está disponible. También es importante establecer el papel que jugó Chuk’muk en los acontecimientos que estaban sucediendo en otras partes, no sólo en Guatemala sino en Mesoamérica en general. Es necesario investigar sus relaciones con otros sitios de Guatemala, así como revisar las conexiones de comercio a larga distancia que pudo haber tenido. Este tipo de información puede obtenerse del análisis de la cerámica de Chuk’muk, basado en un cuidadoso control estratigráfico y técnicas de laboratorio apropiadas. El análisis cerámico combinado con la información lítica y arquitectónica puede proveer respuestas a muchas preguntas y llenaría un importante vacío en el conocimiento de la región tz’utujil del Altiplano de Guatemala. Notas sobre las Ilustraciones Se presenta algunas fotografías de fragmentos grandes de cerámica y las vasijas enteras o casi enteras que fueron recuperada de los Sectores 2 y 3 durante las excavaciones del Proyecto de Salvamento Arqueológico Chuk’muk 2008-2009. Los números de la vasijas de Chuk’muk son los números de registro del IDAEH. Las vasijas de Agua Azul también llevan su número de registro y además hay un número asignado por el Proyecto Sub-Acuático Río Azul. Agradecemos el permiso que nos otorgaron estos proyectos y el 50


apoyo que nos ofrecieron para estudiar las vasijas y sacar las fotos. Las fotografías fueron tomadas por Jocelyne Ponce y las descripciones fueron hechas por Marion Popenoe de Hatch.

Referencias Citadas Lothrop, Samuel Kirkland 1933 Atitlan: An Archaeological Study of Ancient Remains on the Borders of Lake Atitlan, Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Publ. no. 444. 1936 Zacualpa: A Study of Ancient Quiche Artifacts. Carnegie Institution of Washington Publication No. 472. Marroquín, Elizabeth, Guillermo Chocano Alfaro y Sergio Cuyán Sánchez 2009 Salvamento Arqueológico – Chuk’muk Sector IV. Rescate del Terreno de la Escuela Tipo B – Chuk’muk Sector III. Informe Final. Popenoe de Hatch, Marion 1997 Kaminaljuyú/San Jorge: Evidencia Arqueológica de Actividad Económica en el Valle de Guatemala, 300 a.C. a 450 d.C. Universidad del Valle de Guatemala. 1999. "El Desarrollo en el Noroccidente de Guatemala desde el Preclásico hasta el Postclásico", en XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala. Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Guatemala. En prep. La Tradición Cerámica Río Blanco. Wauchope, Robert 1970 “Protohistoric pottery of the Guatemala Highlands”. Papers of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, vol. 61. Harvard University. 1975 Zacualpa, El Quiché, Guatemala: an ancient provincial center of the highland Maya. Middle American Research Institute, no. 39. Tulane University.

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ILUSTRACIONES: CERÁMICA DE CHUK’MUK

I. Tiestos grandes recuperados en las excavaciones 1. o o o

Vasija fragmentada. Pasta: Café con textura mediana y cocción mediana dura. Superficie: Lleva un engobe rojo apagado. (Véase vajilla Rapago abajo.) Forma: La pared es delgada y recta-divergente hacia un borde directo redondeado. La base es levemente curvada y su juntura con la pared es aguda-redondeada. o Datos de campo: Estructura 6, Área Mirador, pozo #25, nivel 2. o Fecha: Probablemente Clásico Temprano.

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2. Bolsa de tiestos Chuk’muk 4, Estructura 6, Área Mirador. Pozo #25. El material está mezclado pero contiene tres vajillas predominantes: A. Vajilla Amatle. o Pasta: Café mediano hacia gris con textura mediana y cocción dura. o Superficie: No lleva engobe pero tiene un pulimento bajo que dejó un brillo “mate” con huellas evidentes del instrumento de pulir en tonos de gris. Por lo común no hay decoración pero los cántaros pueden llevar una línea ondulante hecho con el dedo o un palito. o Formas: Una forma es de un cuenco silueta compuesta. La pared superior es recta-convergente hacia un borde divergente y biselado en el interior. La pared inferior se curva hacia la base. También hay cántaros de varias formas. o Fecha: Clásico Tardío.

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B. Vajilla Rapago. Es una abreviación de “Rojo Apagado” que es una vajilla local y abundante en Chuk’muk. Es la misma cerámica llamada Rojo Desvanecido del Proyecto Salvamento Arqueológico Chuk-muk. Puede ser el antecedente de un tipo, llamado Melorojo en Takalik Abaj, que es uno de los más comúnes en el área Quiché en tiempos postclásicos. o Pasta: Color café mediano con textura y cocción mediana. o Superficie: Lleva en engobe rojo grisáceo hacia rojo-café con pulimento bajo. Los cántaros pueden llevar decoración que consiste en varias molduras bajas y paralelas alrededor del cuerpo. o Formas: Hay cántaros y cuencos de varias formas. o Fecha: Clásico Temprano, 2ª mitad y Clásico Tardío.

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C. (Vajilla sin nombre.) o Pasta: Café hacia gris, con partículas blancas muy finas. Hay escasas placas finas de mica dorada que son visibles en la superficie. La cocción es mediana-dura. o Superficie: Engobe rojo anaranjado con bajo pulimento. o Formas: Cántaro con cuello ancho, aproximadamente 6.0 cm de alto, y levemente curva-divergente hacia un borde biselado en el interior. El interior del cántaro no lleva el engobe rojo, sino es de color gris bien alisado, dejando las huellas del instrumento de pulir. o Fecha: ?

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II. Vasijas recuperadas de las excavaciones en Chuk’muk, Sector 3, Lote 1. 3. Vasija #13. Vaso policromado de Peten. o Pasta: Rosada pálida hacia beige con textura fina y cocción mediana dura. o Superficie: El exterior lleva un engobe blanco y sobre este aplicaron un engobe naranja bien pulido con figuras en pintura roja enmarcadas con una línea negra. El interior lleva un engobe beige veteado. o Forma: La pared es vertical, curvándose levemente hacia un borde directo redondeado. La base es plana y su juntura con la pared es aguda-redondeada. La decoración consiste en una banda de pintura roja que rodea al exterior del borde y hay otra justo arriba de la base. El espacio en medio lleva una escena muy erosionada, pero se puede discernir que ilustraba figuras en pintura naranja y roja enmarcadas con una línea negra. Abajo de la banda superior hay una fila de glifos o pseudo-glifos en un patrón repetitivo. Altura: 12.0 cm Diámetro en el borde: 12.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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4. Vasija #12. Vaso trípode. o Pasta: Café clara con textura mediana fina y cocción mediana. o Superficie: Toda la superficie está cubierta por en engobe crema veteado con nubes negras debido a la cocción. Lleva decoración incisa gruesa. o Forma: La pared es gruesa y vertical hacia un borde directo adelgazado. La base es plana y su juntura con la pared es aguda. Lleva tres soportes ovalados con una ventana redondeada en cada uno y una tiene una sonaja. Hay decoración incisa gruesa alrededor del exterior que consiste en dos bandas horizontales, una arriba de la otra. La banda superior lleva una fila continua de triángulos achurados, y la parte inferior tiene una fila de serpientes o cocodrilos con la boca abierta mostrando tres o cuatro dientes. Altura: 23.0 cm incluyendo los soportes o Fecha: Clásico Temprano, 2ª mitad.

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5. Vasija #42. Cuenco en forma de maceta. o Pasta: Café clara con partículas de pómez, textura mediana y cocción dura. o Superficie: Lleva un engobe café claro con pulimento bajo y no hay decoración. o Forma: La pared es levemente curva divergente hacia un borde divergente de 2.0 cm de ancho con labio redondeado. La juntura entre el borde y el interior de la pared es aguda redondeada. La base es levemente redondeada. o Datos de campo: ERI Patio Central Pozo 15, Nivel 6 02/04/09 o Fecha: Clásico Temprano.

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6. Vasija #40. Cuenco con pared curvada. o Pasta: Café con textura fina. o Superficie: Lleva un engobe naranja con nubes claras y manchas negras. En una de las manchas negras se puede observar huellas de dedos, como si hubieran aplicado un líquido al engobe. Hay decoración incisa. o Forma: La pared es delgada y curvada hacia un borde directo adelgazado. La base es plana, curvándose gradualmente a la pared. Hay decoración incisa en el exterior, 1 cm debajo del borde, formando una banda 3 cm de ancho. La banda consiste en líneas curvadas sostenidas por líneas verticales. Debajo de la banda hay tres paneles de líneas curvadas entrelazadas. Altura: 9.0 cm Diámetro en el borde: 16.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

7. Vasija #37. Vaso trípode, estilo teotihuacano, probablemente de la Costa Sur.

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o Pasta: Rosada hacia roja con abundantes partículas blancas. La textura es mediana y la cocción es mediana-dura. o Superficie: Lleva un engobe café oscuro pulido. La decoración consiste en paneles hechos por impresión con molde y esas áreas no están pulidas. o Forma: La pared es vertical hacia un borde directo adelgazado y la base es plana con tres soportes en forma rectangular. El exterior y los soportes tienen decoración hecha en molde con diseños teotihuacanos. En la pared hay cuatro paneles de decoración que ilustran la cara de Tlaloc con una figura humana en cuclillas a cada lado. Los paneles están separados por áreas pulidas. Justo arriba de la base hay una fila de botones en forma de “semilla de café” y cada soporte ilustra un búho. Altura: 21.7 cm o Fecha: Clásico Temprano, 2ª mitad.

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8. 9. Vasija #38. Vaso trípode, vajilla Esperanza Flesh. o Pasta: Rosada con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Lleva un baño naranja-amarillento con acabado mate. Se observan las huellas de alisar que aparecen como líneas grises en el interior. o Forma: La pared es vertical con pase plana y lleva tres soportes vacíos que fueron cortados y limados en tiempos precolombinos. La vasija está muy fragmentada, le falta toda la sección superior con su borde. Altura: 12.0 cm o Fecha: Clásico Temprano, 2ª mitad.

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10. Vasija #35. Cuenco trípode, vajilla Esperanza Flesh. o Pasta: Rosada hacia café. La textura es mediana y la cocción es dura. o Superficie: Lleva un engobe naranja amarillento con acabado mate aplicado con un trapo. o Forma: La pared es divergente hacia un borde directo plano. La base es livianamente redondeada. Una moldura aguda-redondeada rodea el exterior en la unión de la base con la pared. Hay tres soportes pequeños y sólidos que probablemente eran cónicos pero fueron cortados y limados en tiempos precolombinos. Atura: 5.5 a 6.0 cm Diámetro en el borde: 19.5 cm o Datos de campo: Chuk’muc 3 ERI Patio Central. Nivel 6, plato #5, pozo #16. o Fecha: Clásico Temprano.

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11. Vasija #34. Plato o cuenco burdo. o Pasta: Café hacia gris con cocción mediana. La textura es mediana con una cantidad leve de placas doradas de mica. o Superficie: No lleva engobe pero está bien alisado y esto da un tono más oscuro al interior, dejando huellas de alisar. o Forma: La pared y la base forman una curva continua hacia el borde que es divergente con labio redondeado. Hay una acanaladura de 2.0 cm de ancho hecho con el dedo alrededor del interior del borde. Existe evidencia de que había una extensión de unos 8.0 cm de ancho en un lado del borde. El cuenco se parece a los comales de la tradición Naranjo en la Costa Sur de la misma fecha. Altura: 6.5 cm Diámetro en el borde: 21.7 cm o Fecha: Probablemente Clásico Temprano, 2ª mitad.

12. Vasija #33. Cuenco con base anular. 63


o Pasta: Beige hacia rojiza con textura fina y cocción mediana-dura. o Superficie: Un engobe naranja amarillento bien pulido cubre toda la superficie y sobre esto hay pintura roja. La pared es delgada y curvadivergente hacia un borde directo adelgazado. Una moldura redondeada y baja rodea al exterior 2 cm debajo del borde. El cuenco descansa sobre una base anular de 1 cm de alto. Una banda de pintura roja cubre el espacio entre el borde y la moldura y también cubre el exterior de la base anular. Altura: 6.7 cm Diámetro en el borde: 21.5 cm Diámetro de la base anular: 10.2 cm o Fecha: Clásico.

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13. Vasija #25. Cuenco trípode, vajilla Esperanza Flesh. o Pasta: Rosada hacia café. o Superficie: Un engobe naranja amarillento fue aplicado con trapo y después fue pulido dejando un acabado mate. o Forma: La pared es divergente hacia un borde directo plano. La base es livianamente redondeada. Una moldura aguda-redondeada rodea el exterior en la unión de la base con la pared. Hay tres soportes pequeños y sólidos. Altura: 6.5 cm Diámetro en el borde: 20.2 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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14. Vasija #23. Cántaro. o Pasta: Café con textura mediana y cocción mediana. o Superficie: Lleva un engobe amarillento cuando está sin pulir, pero al pulirlo se vuelve naranja hacia café. El engobe amarillento cubre toda la vasija incluyendo el interior. Sólo la parte desde la moldura en el cuello hasta la base lleva pulimento dejando el color naranja. El asa no está pulida. La parte inferior del cuerpo está ennegrecida debido al uso sobre el fuego. Además de mostrar similitudes a los cántaros de la vajilla Navarro, también tiene aspectos superficiales similares a la vajilla Esperanza Flesh. o Forma: Es muy similar a los cántaros Navarro de Kaminaljuyu en su forma. El cuerpo es globular hacia un cuello recto-convergente hacia un borde evertido, 1.2 cm de ancho, con labio plano. Un asa de banda de 5.5 cm de ancho se extiende desde la moldura en el cuello hasta la otra en el hombro. La decoración consiste en una moldura con impresiones de dedo que rodea a la sección media del cuello y hay otro similar en el hombro del cuerpo. Hay una impresión de dedo en la parte superior del asa similar a la decoración de cántaros Santa Marta en el complejo Solano. Altura: 28.5 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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15. Vasija #21. Cuenco de silueta sencilla. o Pasta: Café claro con partículas de pómez y plaquitas de mica. La textura es mediana y la cocción es mediana-baja. o Superficie: Lleva un engobe café mediano pulido. o Forma: La base y la pared forman una curva continua hacia un borde directo aplanado. Altura: 10.0 cm Diámetro en el borde: 19.0 cm. o Fecha: Clásico Temprano.

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16. Vasija #20. Cuenco grande y profundo. o Pasta: Beige con núcleo gris. La textura es mediana con partículas ocasionales de pómez y la cocción es mediana. o Superficie: No lleva engobe pero está bien alisado con trapo mojado sobre el interior y exterior de la vasija. o Forma: La base es plana, de la cual la pared se curva hacia un borde curvado hacia fuera. No tiene decoración. Altura: 17.0 cm Diámetro en el borde: 31.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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III. Vasijas recuperadas de las excavaciones en Chuk’muk, Sector 2, Lote 2. 17. Vasija #4. Cuenco poco profundo con pedestal. o Pasta: Café clara con cocción mediana-dura. o Superficie: Lleva engobe rojo hematita especular sobre beige amarillento. o Forma: La pared es curva divergente hacia un borde directo redondeado. La base del pedestal es de 4.0 cm de alto y en el interior lleva engobe beige sin pulir. El engobe rojo especular cubre todo el interior del cuenco y se extiende sobre el exterior del borde formando una banda de 2.0 cm y también cubre el exterior del pedestal. El engobe beige amarillento se extiende sobre el espacio entre la banda roja y el pedestal. Una acanaladura angosta rodea el exterior debajo de la banda roja. Altura: 10.5 cm Diámetro en el borde: 25.5 cm Diámetro de la base: 10.5 cm o Fecha: Clásico.

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18. Vasija #6. Cuenco grande y profundo. o Pasta: Café claro con cocción mediana-dura. o Superficie: La vasija está bien alisada en el interior y exterior con dedos mojados que dejaron un acabado mate de color café hacia naranja pálido. Tiene similitudes en su acabado con la vajilla Amatle. o Forma: La pared es recta divergente hacia un borde evertido de 2.3 cm de ancho. La base es plana, curvándose para unirse con la pared. Altura: 19.0 cm No es posible medir el diámetro en el borde. o Datos de campo: ERI Patio Central, pozo 16, nivel 6 02/04/09. o Fecha: Clásico Temprano.

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19. Vasija #5 Dos tiestos de un cuenco grande y profundo. o Pasta: Café oscuro con partículas de pómez abundantes. La cocción es mediana-dura. o Superficie: Lleva un engobe café-rojizo que está bien pulido en el interior pero en el exterior está hecho casualmente, dejando huellas del instrumento de pulir. o Forma: La base y la pared forman una curva continua hacia un borde divergente con labio redondeado. Se recuperó con una piedra y cinco tiestos de cerámica. Altura aproximada: 26.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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20. Vasija #28. Vaso con pedestal. o Pasta: Café con textura mediana y cocción mediana dura. o Superficie: Lleva un engobe pulido de color negro veteado sobre todo el exterior; el interior no está engobado. No tiene decoración. Por su engobe veteado es posible que sea proveniente de la Costa Sur. o Forma: La pared es gruesa y vertical hacia un borde directo adelgazado. La base es curvada y descansa sobre un pedestal de 3.5 cm de alto. Altura: 13.3 cm Diámetro en el borde: 9.1 cm o Fecha: Clásico Temprano, 2ª mitad.

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21. Vasija #27. Cuenco negro. o Pasta: Gris con textura mediana fina y cocciรณn dura. o Superficie: Lleva un engobe negro pulido sobre toda la superficie. Posee decoraciรณn acanalada. o Forma: La pared es baja, delgada y vertical hacia un borde directo adelgazado. La base es plana y su juntura con la pared es aguda. Una moldura rodea al exterior 2.0 cm debajo del borde y hay otra 1.5 cm arriba de la base. Entre la molduras hay juegos de acanaladuras verticales hechas con el dedo antes de aplicar el englobe. Cada juego tiene por lo menos 15 acanaladuras verticales. Altura: 7.7 cm Diรกmetro en el borde: 15.0 cm o Fecha: Clรกsico.

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22. Vasija #26. Cántaro vajilla Amatle. o Pasta: Beige- grisácea con textura mediana fina y cocción dura. o Superficie: No lleva engobe pero hay bajo pulimento hecho probablemente con una piedrita lisa, dejando un acabado mate con huellas evidentes del instrumento de pulir. El cuello está sin pulir pero está alisado con un trapo mojado. o Forma: El cuerpo es alargado y redondeado. El cuello es vertical pero el borde está quebrado; es evidente que el cuello tenía por lo menos 7.0 cm de alto. La base, que es más angosta que el cuerpo, es redondeada. No tiene asas. Altura aproximada: 30.0 cm (sin el borde) o Fecha: Clásico Tardío.

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23. Vasija #30. Cántaro, vajilla Llanto. o Pasta: Roja hacia café con abundantes partículas de pómez y mica. La cocción es mediana. o Superficie: El exterior lleva un engobe naranja oscuro con manchas negras. Lleva decoración hecha con un palito. o Forma: El cuerpo es globular hacia un cuello curvado hacia fuera con borde directo redondeado. La base probablemente era redondeada. En cada uno de dos lados opuestos hay un asa de banda que va del hombro hacia el diámetro máximo del cuerpo. El cuello tiene 4.0 cm de alto y no posee pulimento. Una fila de impresiones de palo rodea a la base del cuello. La pared es delgada y la base está ennegrecida probablemente por el uso sobre el fuego. No es posible sacar medidas por su condición tan fragmentada. o Fecha: Clásico Temprano.

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24. Vasija #13. Cántaro Fortaleza Blanco sobre Rojo. o Pasta: Café clara con cocción mediana y textura mediana fina. o Superficie: Lleva un engobe rojo sobre el exterior del cuerpo, sin cubrir el asa ni la base. Sobre el engobe rojo hay pintura blanca. En tiempos modernos todavía se utiliza este estilo de decoración y por eso la fecha postclásica (quiché) es tentativa. o Forma: El cuerpo es subglobular y alargado; falta la base y el cuello. Hay un asa de banda que va del diámetro máximo del cuerpo hasta la parte inferior del cuerpo. La decoración consiste en tres líneas horizontales en pintura blanca que rodean el cuerpo debajo del asa. El hombro lleva diseños lineales aplicados con la misma pintura blanca. Altura del tiesto: 22.5 cm o Fecha: Postclásico? Moderno?

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25. Vasija #3. Cuenco, vajilla Tiquisate. o Pasta: Color crema o beige, con cocción mediana-dura. o Superficie: Toda la vasija lleva un engobe naranja con nubes oscuras y claras. Tiene decoración impresa y pre-engobe. o Forma: La pared es delgada y levemente curva-convergente hacia un borde directo adelgazado. La base es redondeada, formándose una curva continua con la pared. Hay decoración impresa sobre el exterior, posiblemente hecha con un palo. Altura: 9.0 cm Diámetro en el borde: 12 cm o Fecha: Probablemente Clásico Temprano.

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26. Vasija #2: Cántaro grande. o Pasta: Beige con núcleo gris, textura mediana-fina y cocción mediana. o Superficie: Lleva un engobe rojo con tono apagado sobre la parte superior, sin cubrir la base ni las asas. Probablemente utilizaron una piedra lisa para pulir. El cuerpo es globular y la pared es delgada con un asa de banda en dos lados opuestos. El cuello está quebrado pero parece que fue ancho y levemente curvado hacia fuera. La base también está quebrada, parece que fue redondeada. Altura: Más de 30.0 cm o Fecha: Clásico?

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27. Vasija #1. Cuenco grande y profundo. o Pasta: Rojiza con núcleo gris y partículas de pómez. La cocción es mediana. o Superficie: Un engobe naranja oscuro con manchas negras cubre toda la superficie. o Forma: La pared es gruesa y curva divergente hacia un borde curvado hacia fuera. La base es aplanada, curvándose para juntarse con la pared. Hay una perforación redonda, 3.0 cm debajo del borde. No hay decoración. Altura: 17.0 cm Diámetro en borde: 40.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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28. Vasija #7. Cuenco trípode. o Pasta: Café clara con un núcleo gris; la textura es fina y la cocción es dura. o Superficie: El interior y exterior de la vasija lleva un engobe negro pulido veteado con grandes manchas amarillas. El engobe no cubre los soportes ni la base. Lleva decoración pintada. o Forma: La pared es delgada y recta-divergente hacia un borde directo adelgazado. La base es levemente curvada. Se presenta una pestaña basal con muescas espaciadas. Hay tres soportes rectangulares y vacíos; uno contiene una sonaja. Hay una banda de pintura roja fugitiva sobre la pestaña y un soporte. Altura: 6.3 cm Diámetro en el borde: 22.5 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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29. Vasija #3 Cuenco vajilla Tiquisate. o Pasta: Beige con textura mediana fina y cocción dura. o Superficie: Un engobe de color naranja pulido con nubes claras cubre toda la superficie. Hay decoración modelada y de líneas impresas hechas antes de aplicar el engobe. o Forma: La pared es delgada y vertical y es levemente restringida en la sección media. El borde es directo adelgazado. La base es levemente curvada y su juntura con la pared es aguda. La decoración consiste en dos molduras angostas y redondeadas que rodean la sección media del exterior. Pendiente de estas molduras aplicaron 4 discos de barro espaciados y conectados con una línea impresa en forma de arco. Altura 9.0 cm Diámetro en el borde: 15.5 cm o Fecha: Probablemente Clásico Temprano.

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30. Vasija #9 Cuenco vajilla Tiquisate. o Pasta: Beige con textura mediana-fina y cocción dura. o Superficie: Lleva un engobe pulido de color naranja con manchas claras y oscuras. El engobe es más claro en el interior. o Forma: La pared se curva hacia un borde directo adelgazado. La base es aplanada, curvándose al unirse con la pared. No hay decoración. Altura: 8.2 cm Diámetro en el borde: 15.0 cm o Datos de campo: Chuk’muk 3 ERI Patio Central Pozo #7 nivel 5-6. 02/04/09 o Fecha: Probablemente Clásico Temprano.

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31. Vasija #43. Vasija con orificio restringido. o Pasta: Beige amarillento con textura fina y cocción dura o Superficie: Un engobe rojo hematita especular (pulido) cubre todo el exterior hasta la base. La base y el interior de la vasija es de color similar a la pasta (beige claro). o Forma: La pared es curva-convergente hacia un borde directo adelgazado. La base es angosta y recurvada. En el exterior, una moldura angosta y redondeada rodea al diámetro máximo y debajo de esto hay acanaladuras verticales paralelas hasta la base. Altura: 8.5 cm Diámetro en el borde: 9.5 cm o Fecha: Probablemente Clásico Temprano. o Datos de campo: Chuk’muk ERI Debajo de las piedras del Altar. Pozo #5, nivel 6. 02/04/09

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32. Cuenco o plato con pedestal. (Sin número) o Pasta: Beige con textura mediana-fina con partículas oscuras. La cocción es mediana-dura. o Superficie: Lleva un engobe rojo hematita especular (pulido) sobre todo el interior y sobre el exterior del borde formando una banda de 2.0 cm de ancho. En la base del pedestal se presenta otra banda roja. El espacio entre estas dos bandas está cubierto con un engobe amarillo y sobre esto hay cuatro bandas curvadas de la pintura roja. El interior del pedestal lleva el engobe amarillo sin pulir. o Forma: La vasija es poca profunda. La pared es curva divergente hacia un borde directo redondeado. El grosor de la pared es mediano. La pared del pedestal es divergente, abriéndose hacia la base. Altura: 12.0 cm Diámetro en el borde: 25.7 cm o Fecha: Clásico.

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33. Vasija #39 Vaso vajilla Esperanza Flesh o Pasta: Beige con textura mediana-fina y cocción mediana-dura. o Superficie: Toda la vasija lleva un baño rosado-amarillento con bajo pulimento. o Forma: El cuerpo es en forma de lágrima, con la parte superior más angosta que la base que sostiene una base anular de 1.2 cm de alto. La pared es convergente hacia un borde directo. Un asa de banda (probablemente tenía dos, uno en cada lado) se extendía del borde hacia la parte superior del cuerpo. Altura 18.5 cm Diámetro en el borde: Aproximadamente 11.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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34. Cuenco grande y profundo. (Hay evidencia que habían dos cuencos con numeración 18 y 19 y la etiqueta en la bolsa indica que hubo vasija #36. Sin embargo, solo hay una vasija.) o Pasta: Beige-amarillenta hacia gris con cocción mediana. o Superficie: Lleva un engobe ralo que varía de amarillento hacia naranja con nubes negras. El interior muestra nubes negras más grandes. El pulimento es bajo. o Forma: La forma es de “casco Alemán”. El cuerpo es globular hacia un borde curvado hacia fuera. La pared es gruesa. La base es livianamente aplanada. Hay un hoyo 4.0 cm debajo del borde, posiblemente para matar la vasija. o Datos de campo: Chukmuk3 ERI Patio Central. Pozo #7, nivel 6 (1.20) 02/04/09 o Fecha: Clásico Temprano.

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35. Vasija #22 Cuenco grande y profundo. o Pasta: Beige con textura mediana y cocciรณn mediana. o Superficie: Lleva un engobe beige hacia naranja con bajo pulimento. o Forma: La pared es mediana gruesa y divergente hacia un borde evertido con labio agudo. La base es plana. Altura: 18.5 cm Diรกmetro en el borde: 36.0 cm o Fecha: Clรกsico.

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36. Vasija #17 Cuenco vajilla Esperanza Flesh con pedestal. o Pasta: Rosada con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Lleva un engobe rosado veteado con bajo pulimento. Se observa líneas grises debido al instrumento de pulir. Lleva decoración incisa gruesa. o Forma: La pared es curva-divergente hacia un borde directo adelgazado. Se sostiene en una base pedestal de 3.0 cm de alto y es divergente, siendo más ancho en la base que en la unión con la pared. El pedestal no lleva pulimento pero tiene decoración de líneas incisas gruesas y paralelas que van desde la juntura con la pared hasta la base. Altura: 9.5 cm Diámetro en el borde: 19.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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37. Vasija #16 Cuenco trípode Esperanza Flesh o Pasta: Beige-rosácea con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Lleva un engobe que varía de amarillento y rosado hacia gris, con bajo pulimento. La base no esta pulida. o Forma: La pared es levemente curva-divergente hacia un borde directo aplanado. La base es un poco curvada y en el exterior una moldura baja y aguda rodea la juntura con la pared. Hay tres soportes pequeños y sólidos; probablemente eran cónicos pero la punta ha sido cortada y el corte está limado. Altura: 7.0 cm Diámetro en el borde: 21.5 cm o Fecha: Clásico Temprano

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38. Vasija #18 Cuenco silueta sencilla o Pasta: Café clara con textura fina y cocción dura. o Superficie: Un engobe amarillento cubre toda la vasija. Hay decoración en pintura roja. El interior está ennegrecido por humo. o Forma: La forma es silueta sencilla. La base y la pared forman una curva continua hacia un borde directo adelgazado. La pared es delgada. La decoración consiste en una banda de decoración alrededor del exterior 1.0 cm debajo del borde. Dos líneas en pintura roja enmarcan una fila de diseños en forma de dos gradas. Altura: 8.0 cm Diámetro en el borde: 18.3 cm o Fecha: Clásico.

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39. Vasija #19 Cuenco silueta sencilla, similar a la Vasija #18. o Pasta: Café clara con textura fina y cocción dura. o Superficie: Un engobe amarillento cubre toda la vasija. Hay decoración en pintura roja. El interior está ennegrecido por humo. o Forma: La forma es silueta sencilla. La base es aplanada y la pared es curvada hacia un borde directo adelgazado. La pared es delgada. La decoración consiste en una banda de decoración alrededor del exterior 1.0 cm debajo del borde. Dos líneas en pintura roja enmarcan una fila de diseños en forma de dos gradas. Altura: 7.5 cm Diámetro en el borde: 18.5 cm o Fecha: Clásico.

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40. Vasija #14 Cuenco profundo (vajilla Llanto?) o Pasta: Café clara con núcleo gris. La textura es mediana y la cocción es mediana dura. o Superficie: Toda la vasija lleva un engobe café oscuro pulido. En el exterior se puede observar las huellas oscuras del instrumento de pulir. o Forma: La base y la pared forman una curva continua hacia un borde evertido y angosto de 1.5 cm. Altura: 12.0 cm Diámetro en el borde: 18.8 cm o Datos de campo: Chukmuk 3 ERI Patio Central. Pozo #14 nivel 6 (1.20) 02/04/09 o Fecha: Clásico Temprano.

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41. Cuenco profundo, Esperanza Flesh o Pasta: Rosada con cocción dura. o Superficie: Toda la vasija lleva un engobe amarillento hacia rosado con manchas negras. Lleva decoración acanalada. o Forma: La base y la pared forman una curva continua hacia un borde evertido de 2.0 cm de ancho. El labio es redondeado. La pared varía de delgada a gruesa. La parte superior de la pared en el exterior lleva decoración en una acanaladura ondulante, similar a la decoración que aparece en la vajilla Amatle durante el Clásico Tardío. Altura: 12.5 cm No se puede medir el diámetro. o Fecha: Clásico.

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IV. Material de la primera temporada de campo, 7 sept.-nov. 2007, o dic.-enero 2008. (Las vasijas no llevan un número ni información sobre la procedencia) 42. Vasija #1. Cuenco profundo vajilla Amatle. o Pasta: Rosada con textura mediana fina con partículas de pómez. La cocción es dura. o Superficie: Lleva un baño o auto-engobe anaranjado hacia café con bajo pulimento. o Forma: El cuerpo es globular hacia un borde plano-evertido de 1.5 cm de ancho con labio exterior redondeado. Una acanaladura ondulante hecha con palo después de pulir rodea el exterior en la parte superior del cuerpo. La parte inferior está ennegrecida por el uso sobre el fuego. Altura: 19.5 cm Diámetro en el borde: aproximadamente 21.0 cm o Fecha: Clásico Tardío.

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43. Vasija #2. Cuenco vajilla Lacquer. Es una vajilla típica del área Quiché durante el Clásico Tardío (véase Lothrop 1936). o Pasta: Café clara con textura fina y cocción dura. o Superficie: Lleva un engobe pulido de color naranja-amarillenta hacia café con decoración en pintura roja. o Forma: El cuerpo es globular hacia un borde directo adelgazado. La pared es delgada. Dos líneas rojas rodean el exterior 2.5 cm debajo el borde y otra línea rodea el área justo encima de la base. Debajo del borde hay pares de círculos concéntricos con 3 puntos en el centro. En el espacio debajo de los círculos alternan dos diseños en lados opuestos de la pared. Debajo de un par de círculos hay un espiral enmarcado por dos líneas verticales, y el mismo diseño se repite al otro lado. Debajo del otro par hay dos líneas dobladas y paralelas, también repetido en el lado opuesto. Altura: 7.5 cm Diámetro en el borde: 16.5 cm o Fecha: Clásico Tardío.

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44. Vasija #3. Fragmento de un cántaro. o Pasta: Café con textura y cocción mediana. o Superficie: Lleva un engobe pulido café oscuro que está ennegrecido en el exterior de la base. o Forma: El fragmento consiste en dos tiestos grandes que forman la base de un cántaro. El cuerpo es globular con base plana de 10 cm de ancho. La pared es delgada y ennegrecida en el exterior. Se encontró con huesos adentro. Altura del fragmento: 19cm o Fecha: ?

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45. Vasija #4. Cántaro miniatura, vajilla Tiquisate. o Pasta: Beige hacia rosácea con textura fina y cocción mediana-dura. o Superficie: Un engobe pulido amarillo hacia naranja cubre todo el exterior de la vasija y el interior del cuello. Lleva decoración impresa que fue aplicada después del engobe. o Forma: El cuerpo es globular con cuello recto-divergente hacia un borde directo plano. La base es plana. Una línea impresa rodea el exterior justo arriba del diámetro máximo del cuerpo. Descansando sobre la línea hay una fila de arcos. El borde muestra líneas cortadas en la superficie, posiblemente debido el uso de la vasija. Altura: 6.0 cm Diámetro en el borde: 4.0 cm Diámetro de la base: 2.3cm o Fecha: Clásico Tardío

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46. Vasija #5. Cántaro miniatura, vajilla Tiquisate. o Pasta: Beige con textura fina y cocción mediana. o Superficie: Un engobe amarillento pulido cubre todo el exterior de la vasija y el interior del cuello. Lleva decoración modelada. o Forma: El cuerpo es globular apachado con un cuello vertical de 1.5 cm de alto hacia un borde directo adelgazado. La decoración consiste en discos de barro múltiples sobre todo el cuerpo. Los discos fueron aplicados antes del engobe y pulimento. Altura: 5 cm Diámetro en el borde: 3.8 cm o Fecha: Clásico Tardío

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47. Vasija #6. Ocarina con efigie antropomorfa o Pasta: Café clara con textura mediana-fina y cocción dura. La ocarina es pesada. o Superficie: Es de color café-rosácea. No lleva engobe ni pulimento pero está bien alisado. La ocarina es modelada y lleva pintura blanca y roja. o Forma: La ocarina tiene dos cámaras, una es horizontal y vacía en forma de un tubo grueso. La otra es vertical y modelada para representar una cabeza y torso humano. Tiene sus brazos, los cuales son delgados en comparación con la cara tan grande, sobre su pecho. Lleva un pectoral en forma de pájaro. Cada ojo es un disco de barro con una acanaladura horizontal. La nariz es enorme y está directamente arriba de sus labios. Lleva una diadema, orejeras cónicas y un collar. Hay pintura blanca sobre su pelo, orejeras, brazos y partes del pájaro. La pintura roja cubre la acanaladura del ojo, sus labios y manos, su collar y partes del pájaro. La boquilla de la ocarina sube detrás de su cabeza y hay por lo menos dos ventanas redondas en la cámara horizontal. Altura de la cámara con cabeza: 15.5 cm Largo de la cámara horizontal: 13.0 cm o Fecha: Clásico Tardío

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48. Vasija #7: Pito en forma de mono o Pasta: Café-gris con textura mediana-fina. o Superficie: No lleva engobe ni pulimento pero posiblemente tiene un baño café-negro. También tiene pintura blanca. o Forma: Es en forma de un mono. La cabeza está hecha en molde y el resto del cuerpo es modelado. Tiene el brazo derecho sobre su cabeza y el otro está quebrado. La boquilla forma su cola. Hay dos ventanas redondas en su espalda. Pintura blanca cubre su brazo. Parece que tenía una cresta sobre su cabeza, ahora quebrada, que sugiere su identificación como un mono aullador. Altura: 6.0 cm o Fecha: Clásico Tardío.

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ILUSTRACIONES: CERÁMICA DE AGUA AZUL Todas las vasijas y fragmentos provienen del Lago de Atitlan y presentan incrustaciones blancas y manchas moradas debido al efecto de estar mucho tiempo debajo el agua. 1. Vasija #11. Cuenco poco profundo. o Pasta: Café con textura y cocción mediana. o Superficie: Café oscuro sin engobe y pulimento pero está alisado. o Forma: Cuenco silueta sencilla. La base y la pared son curvadas. Se presenta solo la mitad del cuenco. En un lado el borde se levanta en una proyección que termina con dos puntos triangulares, probablemente funcionaba como un asa. Altura: 5.0 cm; Altura con el asa: 6.5 cm o Fecha: Clásico?

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2. Vasija #25. Cuello de botella, quebrado del cuerpo. o Pasta: Café mediano con textura y cocción mediana. o Superficie: Café oscuro sin engobe. o Forma: Es un cuello alto y vertical con diámetro angosto. El borde es engrosado y un poco caído hacia fuera. Tanto el labio interior como el exterior son agudos. Altura: 13 cm Diámetro en el borde: 7.5 cm o Fecha: Postclásico.

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3. Vasija #12. Cántaro o botella con cuello alto. o Pasta: Anaranjada con partículas de pómez. La textura es mediana y la cocción es dura. o Superficie: Café-anaranjado hacia morado por efecto del agua. Parece que pudo haber tenido un engobe pulido café-anaranjado. o Forma: El cuerpo era globular con el cuello alto (20 cm), vertical (muy levemente divergente) y angosto (15 cm de diámetro). El borde es evertido, 2 cm de ancho, con labio redondeado. Altura de la pieza: aproximadamente 36 cm Diámetro del cuerpo: 33 cm o Fecha: Postclásico.

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4. Vasija #17. Fragmento de cuello, similar a la Vasija #12. o Pasta: Anaranjada con partículas de pómez. La textura es mediana y la cocción es dura. o Superficie: Café-anaranjado hacia morado por efecto del agua. Parece que puede haber tenido un engobe pulido café-anaranjado. o Forma: El cuerpo era globular con el cuello alto (20.0 cm), vertical (muy levemente divergente) y más angosto que la Vasija #12, (10.0 cm de diámetro). El borde es evertido con labio redondeado. Altura de la pieza: aproximadamente 12 cm o Fecha: Postclásico.

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5. Vasija #18: Incensario con pedestal. o Pasta: Negra por el efecto de agua con textura mediana-gruesa con partículas de pómez. o Superficie: Negra hacia morada por el efecto de agua. No hay evidencia de engobe pero está bien alisada. o Forma: Es un plato con pedestal. La pared del plato es curva-divergente hacia un borde directo con muescas hechas con el dedo alrededor del labio. La pared del pedestal es divergente. Dos molduras con impresiones hechas con el dedo rodean el exterior, uno arriba de la base y la otra en la unión del plato con el pedestal; esta última lleva protuberancias espaciadas. Hay dos agujeros redondos, uno en cada lado del pedestal. Entre estos hay una pestaña vertical. Altura: 14.0 cm Diámetro de la base: 13.0 cm Altura del pedestal: 10.0 cm o Fecha: Clásico Temprano

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6. Vasija #18: Fragmento de un incensario grande con pedestal. o Pasta: Café-amarillento hacia gris con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Café oscura. No hay evidencia de engobe pero está bien alisada. o Forma: Cuenco con pedestal. La pared del cuenco es muy divergente hacia un borde redondeado con muescas en el labio. El pedestal es vertical y levemente curvada. Hay una pestaña alrededor de la juntura entre el cuenco y el pedestal lleva bolitas sólidas y espaciadas en la orilla. Un lado del pedestal tiene una columna vertical de protuberancias rectangulares (probablemente hubieron varias). La vasija no está lo suficientemente completa para sacar medidas, pero el pedestal es de 9.0 cm de largo. o Fecha: Clásico Temprano.

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7. Vasija #19: Cántaro. o Pasta: Café-amarillento con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Café hacia negra. Hay evidencia que llevaba pulimento (vajilla Llanto?). o Forma: El cuerpo es globular hacia un cuello bajo (4.0 cm) y vertical con borde directo redondeado. Aproximadamente a 0.5 cm debajo del borde hay dos asas (probablemente tenía cuatro) de banda ancha (6.5 cm) que se extienden hasta el hombro. Una moldura rodea al cuello donde están pegadas las asas. Diámetro en el borde: 15.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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8. Vasija #9: Cántaro. o Pasta: Gris con abundantes partículas de pómez. La cocción es dura. o Superficie: Posiblemente llevaba un engobe café oscuro pulido. o Forma: El cuerpo es globular con cuello vertical, 4.7 cm de alto, hacia un borde angosto (1.2 cm) y evertido. El labio exterior es redondeado. Una acanaladura rodea la superficie del borde. Hay una moldura aguda alrededor de la base del cuello del cual se extiende un asa de banda (3.5 cm de ancho) al hombro. Se presenta una moldura a lo largo del centro del asa. Altura: 16.5 cm o Fecha: Clásico Temprano?

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9. Vasija #16: Cuenco con pedestal. o Pasta: Café-rosácea con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Engobe café pulido con partículas leves de mica visibles con lupa. Hay manchas por efecto del agua. o Forma: La pared es delgada y curva-divergente hacia un borde directo adelgazado. Descansa sobre un pedestal de 3 cm de alto. El interior del pedestal exhibe estriaciones de alisar. La vasija podría ser de la Costa Sur. Altura: 9.7 cm Diámetro en el borde: 18.4 cm Diámetro de la base: 9.2 cm o Fecha: Clásico Temprano?

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10. Cuenco grande: Vasija sin número o Pasta: Gris con mucho pómez. La textura es mediana gruesa y la cocción es mediana. o Superficie: Café hacia gris, sin evidencia de engobe. o Forma: La base y la pared se curvan hacia un borde levemente evertido de 2.2 cm de ancho con labio exterior redondeado. La juntura con el interior de la pared es aguda. Altura: 12.0 cm o Fecha: ?

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11. Tiestos en la Bolsa #3: Vasija con orificio restringido, parecido a un tecomate Ocรณs. o Pasta: Gris oscura con pรณmez. La cocciรณn es dura y la textura es mediana. o Superficie: Amarillenta hacia grisรกcea. o Forma: Globular hacia un borde directo agudo y engrosado en el interior. Hay huellas de pulir con trapo alrededor del orificio dejando dos o tres estriaciones paralelas. La parte superior del exterior lleva acanaladuras verticales y cortas que son apenas perceptibles. En otra bolsa hay un tiesto grande de la misma vasija. Altura: 15.0 cm Diรกmetro en el borde: 22 cm o Fecha: ?

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12.Otro tiesto en la Bolsa #3: Parte superior de un cuello de botella. o Pasta: Café oscura con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Café, sin evidencia de engobe pero bien alisada. o Forma: El cuello es vertical hacia un borde plano-evertido de 1.4 cm de ancho. El labio es redondeado. Altura: 7.0 cm Diámetro en el borde: 8.0 cm o Fecha: Clásico Temprano?

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Vasija #25: Cuenco profundo, posiblemente parte de un incensario. AA 23-80-12 o Pasta: Café amarillenta hacia gris. La textura es mediana gruesa y la cocción es dura. o Superficie: Está completamente cubierta con incrustaciones por efecto de agua. o Forma: La pared es recta-divergente hacia un borde evertido de 2.0 cm de ancho. Hay una protuberancia justo debajo del labio en cada lado de la vasija. Una es delgada y ovalada y la otra es similar pero lleva una figura de un mono(?) modelada que incluye la cabecita y los brazos. Altura: 8.5 cm Diámetro en el borde: Más de 27 cm. o Fecha: Postclásico?

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13. Vasija #511: Cántaro pequeño con boca ancha. 7.7.1.2 o Pasta: Café rosácea con textura mediana fina y cocción dura. o Superficie: Café oscuro, probablemente engobado y pulido. o Forma: Es de la forma de un batidor. El cuerpo es globular con un cuello bajo (2.0 cm de alto), de diámetro ancho y divergente hacia un borde directo redondeado. El exterior del cuello tiene estriaciones horizontales debido al alisado con trapo. Hay dos asas de banda, una en cada lado, que van desde la base del cuello hasta el diámetro máximo del cuerpo. Altura: 9.0 cm Diámetro en el borde: 9.5 cm o Fecha: ?

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14. Vasija #512: Cuenco trípode. o Pasta: Café rosácea hacia gris con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Probablemente llevaba un engobe café oscuro pulido. o Forma: La pared es divergente, curvándose hacia fuera para formar un borde con labio redondeado. Se presenta una pestaña basal y la base es plana con tres soportes sólidos que ahora están quebrados. Altura: 10.5 cm Diámetro en el borde: 22.0 cm o Fecha: Clásico Temprano

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15. Vasija #513: Incensario. 7.7.1.3 o Pasta: Café-rosácea con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Café bien alisado; probablemente llevaba un engobe café pulido. o Forma: Es un cuenco con pared divergente hacia un borde evertido de 2.0 cm de ancho. Lleva una pestaña basal pronunciada. La base es plana sin soportes. Hay decoración modelada y aplicada al exterior de la pared en forma de una moña. Al lado de la moña hay una pestaña vertical hecha de dos discos de barro. Probablemente tenía otra igual al otro lado de la moña. Altura: 10.0 cm Diámetro en el borde: 26.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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16. Vasija #60: Cuenco con pedestal. 7.7.1.21 o Pasta: Café rosácea hacia naranja pálida. La textura es mediana fina y la cocción es dura. o Superficie: Parece que llevaba un engobe café-negro pulido. o Forma: Cuenco con pared baja (5 cm de alto) y recta-divergente hacia un borde directo adelgazado. Hay una moldura basal aguda que descansa sobre un pedestal 5.5 cm de alto y con diámetro ancho. No hay decoración evidente. Altura: 10.9 cm Diámetro en el borde: 20.0 cm Diámetro de la base: 15.5cm o Fecha: ?

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17. Vasija #2: Vaso en forma de lágrima. o Pasta: Rosácea con textura fina y cocción dura. o Superficie: Probablemente tenía un engobe pulido naranja pálido hacia café oscuro. El interior de la vasija tiene un acabado burdo sin alisar. o Forma: Es de forma de lágrima con base redondeada, llegando a ser más restringida hacia el borde que es evertido y muy angosto (0.8 cm) con labio agudo. Lleva un asa de banda en cada uno de dos lados opuestos. Estos están pegados en la sección inferior del cuerpo. La curvatura de la base evita que se sostenga sin soporte. Altura: 18.0 cm Diámetro en el borde: 10.5 cm o Fecha: ?

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18. Vasija #5: Plato trípode o tetrápode. AAS-11-98-1 7.7.1.17 o Pasta: Gris, pero probablemente era café. La cocción es dura. o Superficie: Probablemente llevaba un engobe café-rojizo pulido. o Forma: La pared es recta-divergente hacia un borde directo redondeado. Lleva una pestaña basal aguda. La base es plana con tres o cuatro soportes bulbosos (mamiformes) y vacíos; todos están quebrados menos uno y éste tiene una ventana pequeña y redonda. Altura: 12.0 cm Diámetro en el borde: 27.0 cm o Fecha: Clásico Temprano

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19. Vasija #4: Plato tetrápode. AAS-23-80-1 7.7.1.10 o Pasta: Café mediana con cocción dura. o Superficie: Tenía un engobe café-negro pulido, ahora erosionado, posiblemente con decoración negativa. o Forma: La pared es recta-divergente hacia un borde biselado en el interior con labio agudo. Lleva una pestaña basal aguda. La base es levemente curvada y tenía cuatro soportes grandes, jorobados y vacíos con una ventana ovalada en cada una. Altura: 9.5 cm Diámetro en el borde: 19.0 cm o Fecha: Clásico Temprano, primera mitad (Clásico Temprano 1)

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20. Vasija #3: Cuerpo de una botella(?) o Pasta: Café clara hacia gris con textura mediana fina. La cocción es dura. o Superficie: Todo el exterior probablemente llevaba un engobe café-negro pulido con nubes naranjas. o Forma: Parece que es el cuerpo de una botella y han cortado el cuello dejando un hoyo completamente redondo de la anchura del cuello que era de diámetro angosto. El hoyo esta burdamente limado. El cuerpo es completamente globular y hubiera tenido que usar un soporte o plataforma para sostenerlo. Altura del cuerpo: 15.5 cm Diámetro del orificio: 6.5 cm o Fecha: ?

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21. Vasija #6: Cuenco grande. o Pasta: Café hacia gris con cocción dura. o Superficie: No llevaba engobe ni pulimento pero está bien alisado, dejando la superficie del color de la pasta. o Forma: El cuenco es grande y profundo, en forma de una maceta. La paredes vertical hacia un borde evertido de 3.4 cm de ancho con labio redondeado. La pared es gruesa y la base, que ahora está quebrada, probablemente era plana Altura: 23 cm Diámetro en el borde: Más de 30 cm o Fecha: Probablemente Clásico Temprano.

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22. Vasija #1: Incensario casi completo. o Pasta: Café hacia gris con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Sin engobe ni pulimento, pero bien alisado. o Forma: Es un cuenco de diámetro ancho pegado directamente sobre un pedestal cilíndrico y grande. La pared del cuenco es recta-divergente hacia un borde evertido, 3.0 cm de ancho con labio agudo. En la parte frontal del incensario y pendiente del borde hay cinco pajaritos modelados con las alas extendidas y su pico sobre el borde. El resto del borde lleva elementos ovalados en vez de los pajaritos. Una pestaña aguda rodea a la base del cuenco. El pedestal es cilíndrico, vertical y vacío, y la base es divergente, de 3.7 cm de largo. Lleva pares de filas verticales de espigas largas (4 o 5 cm de largo) alrededor de la pared. En la parte frontal del pedestal la pared está cortado para mostrar un diseño similar a un hélice con un hoyo redondo en el centro. A cada lado del hoyo hay un pajarito modelado. La parte de atrás del incensario no lleva decoración. Altura: 35.0 cm Diámetro en el borde del cuenco: 33.0 cm Diámetro de la base: 21.5cm o Fecha: Clásico Temprano

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23. Vasija #36: Cuenco con base anular. 7.7.1.2.4 AAS-22-80-3 o Pasta: Café-rojiza con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Lleva un engobe café oscuro pulido sobre toda la superficie. o Forma: La base y la pared forman una curva continua hacia un borde directo adelgazado. La vasija descansa sobre una base anular de 1.0 cm de alto. Altura: 8.1 cm Diámetro en el borde: 21.0 Diámetro de la base anular: 7.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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24. Vasija #30: Vaso pequeño. 7.7.1.19 AAS-22-60-5 o Pasta: Rosácea-anaranjada con textura mediana fina y cocción dura. o Superficie: Parece que no llevaba engobe pero el exterior está bien alisado. El interior lo dejaron burdo. El color es café claro con manchas oscuras. o Forma: La pared es vertical, curvándose hacia fuera para llegar al borde que es biselado en el interior. El bisel es de 0.5 cm de ancho. La base es curvada y puntiaguda. En la parte inferior, a 4.0 cm arriba de la base, está pegada un pequeño asa de banda 1.0 cm de ancho. Altura: 12.2 cm Diámetro en el borde: 7.8 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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25. Vasija #38: Cántaro. 7.7.1.9 AAS-22-80.7 o Pasta: Grisácea-anaranjada hacia café con textura mediana y cocción dura. o Superficie: Llevaba un engobe café oscuro pulido sobre todo el exterior, ahora erosionada. El interior no lleva engobe ni pulimento. o Forma: El cuerpo es subglobular y un poco apachado. El cuello es levemente recto convergente, 4.5 cm de alto hacia un borde plano evertido 1.5 cm de ancho. En dos lados opuestos hay un asa de banda, 3.8 cm de ancho, que va desde el hombro hasta el diámetro máximo del cuerpo. Alrededor de la base del cuello hay una fila de impresiones hechas con un palo. Altura: 26 cm Diámetro en el borde: 17 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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26. Vasija #32: Cántaro, vajilla Esperanza Flesh 7.7.1.8 AAS-20-75-1 o Pasta: Naranja-rosácea con cocción dura. La textura es mediana con partículas ferruginosas. o Superficie: El exterior es grisáceo con manchas amarillas y rosadas debido al efecto del agua. En el interior todavía se observa el color anaranjado y aspectos de la vajilla Esperanza Flesh. El exterior está alisado con dedos mientras que el interior es más burdo y alisado con trapo solamente. o Forma: El cuerpo es subglobular y un poco alargado. El cuello es vertical, 6.0 cm de alto, con un borde evertido y labio redondeado. La base es aplanada. Lleva un asa (probablemente dos opuestos) de banda angosta, 2.0 cm de ancho, que va de la sección media del cuello hasta el hombro. Altura: 24.0 cm Diámetro en el borde: 15.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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27. Vasija #34: Cuenco grande y profundo. 7.7.1.15 AAS-9-70-1 o Pasta: Café-rojizo hacia café oscuro con textura mediana y cocción dura. o Superficie: No lleva engobe pero está bien alisado en el exterior y cursivamente en el interior. o Forma: Hay un asa de banda (probablemente dos opuestos) 3.5 cm de ancho que va del hombro hasta el diámetro máximo. Altura: 31 cm Diámetro en el borde: 22.0 cm o Fecha: Clásico Temprano.

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28. Vasija #36: Cuenco grande. 7.7.1.4. AAS-22-60-6 o Pasta: Rosácea hacia café-rojizo con textura y cocción mediana. o Superficie: Probablemente llevaba un engobe pulido que varía desde café mediano hasta oscuro. o Forma: La base y la pared se curvan hacia un borde evertido de 2.7 cm de ancho. El labio exterior es redondeado y la juntura del borde con el interior de la pared es aguda-redondeada. Altura: 14.0 cm Diámetro en el borde: Más de 27 cm o Fecha: Probablemente Clásico Temprano.

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29. Vasija #26: Tapadera. 7.7.1.12 AAS-16-103-1 o Pasta: Rosácea hacia gris con textura mediana y cocción dura. o Superficie: No lleva engobe pero posiblemente estaba pulida en el exterior. El interior lo dejaron burdo. o Forma: La forma es de una boina grande, livianamente redondeada y poca profunda y el borde tiene labio interior agudo. El interior burdo y la curvatura irregular sugiere que es una tapadera y no un plato. Altura: 7.0 cm máximo, 5.0 cm mínimo Diámetro: 35 cm o Fecha: ?

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30. Vasija #29: Cuenco trípode, grande y cilíndrico. 7.7.1.16 AAS-1-103-1 o Pasta: Café clara hacia rosácea con textura mediana gruesa y cocción dura. o Superficie: Posiblemente llevaba un engobe que ahora está completamente erosionado. Es difícil determinar el color del engobe pero hay indicaciones que posiblemente era negro. Lleva decoración modelada. o Forma: La pared es recta y sutilmente divergente, 12.0 cm de alto. El borde es evertido, 2.8 cm de ancho, y el labio es redondeado. La base es muy livianamente curvada y su juntura con la pared es aguda. Una moldura rodea a la pared 2.0 cm arriba de la base y debajo de esta y pegadas en intervalos iguales hay un total de ocho bolitas redondeadas y sólidas. La base lleva tres soportes grandes de 7.5 cm de largo cada uno y son cilíndricos y vacíos. El diámetro de cada soporte es 5.5 cm. No hay decoración evidente en la pared, aunque se nota la influencia teotihuacana en su forma. Altura con soportes: 22.0 cm Diámetro en el borde: Aproximadamente 40.0 cm o Fecha: Clásico Temprano, segunda mitad.

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La etnohistoria de los tz’utujiles, según las crónicas y títulos indígenas: contribuciones para la reconstrucción de su antiguo territorio y cultura Matilde Ivic de Monterroso Carlos Alvarado Galindo Introducción Desde el punto de vista arqueológico y etnohistórico, el pasado cultural de los tz’utujiles ofrece muchas oportunidades de investigación. Comparativamente con otros grupos mayas del altiplano, como los k’iche’s y kaqchikeles, la cantidad de publicaciones sobre temas relacionados con los tz’utujiles es mucho menor y algunas ya tienen bastantes años de haber salido a luz. Una de las limitantes de la investigación etnohistórica es que durante la época Colonial, los señores y principales tz’utujiles no redactaron crónicas de sus antiguas historias, o al menos hasta el momento no se ha descubierto ninguna. Del siglo XVI sólo se conocen dos documentos tz’utujiles, que se relacionan con problemas de tributos y dificultades administrativas. El primero es una carta que los señores Ajt’ziquinajay (que se traduce al castellano como “Señor de la Casa del Pájaro”) escribieron al rey de España en 1571, la cual es muy útil para obtener información de su organización sociopolítica y su relación con varios poblados de la bocacosta, a los que identificaban como sus tributarios. 20 El segundo es un documento de 1563 y describe los problemas entre dos de los principales linajes tz’utujiles. 21 Ambos sirvieron como base para el importante estudio sobre los tz’utujiles que Pedro Carrasco publicó en 1967 y posteriormente en 1982 en la publicación No. 42 del Seminario de Integración Social Guatemalteca. Dado que los tz’utujiles ocupaban territorios muy codiciados por sus productos, como la cuenca del lago de Atitlán, la cuenca del río Nahualate y una importante sección de la bocacosta de Guatemala, durante el Postclásico (1200 a 1527 DC) fueron invadidos y desplazados de una parte substancial de sus antiguas tierras, las cuales ocuparon poblaciones k’iche’s y kaqchikeles. Posteriormente, en las primeras décadas de la época Colonial, estos mismos grupos incluyeron en sus crónicas y títulos de tierra sus reclamos a estos territorios ante los españoles, por derecho de su antigua conquista. Por ello, sus documentos presentan información pertinente y muy importante para los tz’utujiles. Entonces, para obtener un panorama sobre los orígenes, migraciones, territorio y los acontecimientos relacionados con los tz’utujiles, es necesario utilizar los documentos escritos por los linajes principales de otros grupos etno-lingüísticos. Su interpretación no es fácil, dado que entre los indígenas mesoamericanos el tiempo se concebía de manera cíclica y no lineal, como sucede en la cultura occidental. Por ello, sus historias mezclan fechas, lugares, hechos y personajes. Asimismo, varios documentos están escritos en k’iche’ y 20

Este documento es conocido como Relación de los Caciques y Pedro Carrasco lo llama Carta de los Indios de Atitlán. Una copia se encuentra en la Colección Muñoz en España. 21 Según Pedro Carrasco, a diferencia de su contenido, este documento tiene en la portada el título Deslinde de tierras de las parcialidades de indios de los pueblos de Atitlán, Tecpán, Sumayeque y San Pablo Çuquitán de la alcaldía mayor de Sololá. Para 1950 era el expediente 1 del legajo Sololá 1 de la sección colonial en el Archivo de la Escribanía de Gobierno de Guatemala. Posteriormente esta sección pasó al Archivo General de Gobierno de Guatemala. Pedro Carrasco, 1982:437.

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kaqchikel colonial, lo que significa que el traductor, además de conocer estos idiomas, debe tomar en cuenta las variaciones gramaticales y contar con conocimientos etnohistóricos e históricos. De otros documentos sólo se cuenta con copias coloniales ya traducidas al castellano. Afortunadamente, a partir de la década de 1980 etnohistoriadores y lingüistas han editado nuevas traducciones y transcripciones de crónicas y títulos indígenas. Uno de los más importantes para este estudio es el Título de Totonicapán, cuya transcripción y traducción fue publicada en 1983 por Robert Carmack y James L. Mondloch. Por otra parte los documentos más importantes producidos por los kaqchikeles fueron publicados en inglés en 2006 por Judith Maxwell y Robert Hill II. A pesar de la desventaja de tener que traducir de nuevo los textos al español, las notas explicativas e identificaciones de topónimos o nombres antiguos de los lugares que servían como mojones territoriales, son de mucho valor para esta investigación etnohistórica. Por otra parte, algunos de los documentos k’iche’s y kaqchikeles más importantes han sido publicados recientemente por la Universidad Mesoamericana de Guatemala en la serie Crónicas Mesoamericanas editada por el historiador Horacio Cabezas, con textos a cargo de los etnohistoriadores Robert Carmack y Ruud van Akkeren y del lingüista James L. Mondloch. En ellos se incluyen identificaciones de antiguos topónimos del altiplano, bocacosta y costa sur de Guatemala, que ayudan a obtener una idea aproximada del antiguo territorio tz’utujil y datos sobre importantes acontecimientos históricos. Igualmente valiosas para esta investigación son las recientes publicaciones de traducciones realizadas por eruditos indígenas, como el Popol Vuj (2009) de Sam Colop y el Memorial de Sololá (1999) por Simón Otzoy. El libro de Sandra Orellana sobre los tz’utujiles, publicado en inglés la década de 1980, reúne importantes datos arqueológicos, etnohistóricos e históricos. En 1999 en el Tomo I de la Historia General de Guatemala se incluyó un resumen en español de este libro, escrito por la misma autora. Más allá del interés que podamos tener los académicos por conocer más acerca del período Prehispánico de las poblaciones mayas, en esta investigación aspiramos a aportar información a las generaciones de jóvenes tz’utujiles. En otros trabajos 22 hemos mencionado que el epicentro de su región cultural, la cuenca del lago de Atitlán, es una de las zonas más vulnerables a la pérdida del conocimiento ancestral entre las generaciones jóvenes, por el impacto del turismo, la enculturación y otros factores. A ello hay que agregar la degradación ecológica causada, en parte, por el acelerado crecimiento demográfico que no va acompañado por medidas de urbanismo, lo cual también conlleva la destrucción de los restos arqueológicos prehispánicos. Quizás el hecho de colocar de nuevo los eslabones que conectan con el pasado, por medio del conocimiento que podamos obtener a través de estas investigaciones, sirva como un mecanismo propiciador de movimientos de revitalización cultural en la región. Toda esta información será presentada a los ancianos principales de los tz’utujiles a fin de que opinen al respecto y la complementen con los datos transmitidos oralmente de generación en generación.

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Matilde Ivic de Monterroso e Iván Azurdia Bravo, Ciencia y Técnica Maya 2008.

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Orígenes de los pueblos tz’utujiles Para buscar los orígenes de los tz’utujiles hay que apoyarse en dos tipos de evidencias: la lingüística y la arqueológica. Las investigaciones de lingüística histórica realizadas por Terrence Kauffman (1974) señalaron que todos los miembros de la familia lingüística maya se originan de un tronco común, cuyas primeras manifestaciones surgieron en Huehuetenango, alrededor del año 2000 AC. De allí empezaron a migrar diversos grupos en distintos momentos de la época Prehispánica. Para nuestro caso de estudio, el más relevante es el que se conoce como K’icheano Mayor, el cual a partir del 200 AC empezó a separarse y entre 1200 y 900 DC dio origen a los k’iche’, kaqchikeles, tz’utujiles, uspantekos, pokomes y q’eqchíes. Las observaciones de la lingüística se ven apoyadas por la arqueología. Ya en el análisis cerámico realizado por la Dra. Marion Popenoe de Hatch, se explicó cómo durante los períodos Clásico Temprano (250 a 550 DC) y Clásico Tardío (550 a 900 DC), el grupo K’icheano Mayor es reflejado arqueológicamente por la cerámica de la Tradición Cerámica Solano. En el Clásico Temprano no es posible distinguir arqueológicamente al grupo tz’utujil, pues las diferencias entre los tres grupos empezaron a manifestarse hasta el Clásico Tardío y especialmente durante el Postclásico. En realidad la investigación cerámica que realizó la Dra. Hatch en este trabajo representa el primer paso para definir los rasgos cerámicos que van a identificar a los tz’utujiles, mientras que el conocimiento de los otros dos grupos se encuentra más avanzado. Entonces, si buscamos las primeras manifestaciones culturales de los tz’utujiles, hay que dirigirse a este grupo K’icheano Mayor. De sus miembros, los más cercanos a los tz’utujiles son los k’iche’s y kaqchikeles. Por medio de la cerámica sabemos que los k’iche’s se asentaron en el Altiplano Norte, principalmente en el Departamento de Quiché, mientras que los kaqchikeles también pudieron provenir de Quiché y participaron en un movimiento expansivo liderado por los k’iche’s, que eventualmente les permitió dominar el Altiplano Central en los actuales departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez y Guatemala. Por su parte, los tz’utujiles parecen haberse dirigido hacia zonas de latitudes más bajas, en busca de tierras templadas o cálidas, en la cuenca del lago Atitlán y la bocacosta de Guatemala. En la geografía sagrada de Atitlán, los volcanes jugaron un papel muy importante. En la Relación Geográfica de Atitlán, se registra que al volcán de Atitlán se le llamaba Junc’at 23 y al volcán Tolimán se le conocía como Oxiqahol (que se traduce como “tres hijos” y que talvez tiene que ver con las formaciones de los cráteres que parecen jorobas). En cuanto al volcán San Pedro, sólo se tiene el nombre con que actualmente lo conocen los indígenas y es Nimajuyú (“Montaña Grande”). 24 Según la Relación Geográfica de Atitlán, en el Postclásico Tardío el dios principal de los tz’utujiles de Chiya’ o Chuitinamit era Sakibuk o “Humo Blanco”, que probablemente estaba relacionado con los volcanes.

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La traducción del volcán no está clara. En la misma Relación Geográfica, los informantes señalaron que significaba “cosa que quema entre sí”. En sus notas René Acuña señaló que el nombre del volcán es calendárico, equivalente al Uno Kan en idioma yukateko. Sandra Orellana lo tradujo como Uno Red. 24 Sandra Orellana, 1984:6.

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Durante la época Prehispánica, ninguno de estos grupos estuvieron bajo una misma entidad política. Estaban divididos en chinamïts o grupos corporativos con derechos y obligaciones sobre sus tierras, dirigidos por los linajes principales que, dependiendo de las situaciones políticas, se aliaban en amäq’s o formaban poderosas confederaciones conocidas como winäqs. 25 Como se verá más adelante, los tz’utujiles estaban organizados en varios amäq’s ubicados en la bocacosta y la cuenca del lago de Atitlán. Sin embargo, no queda claro si alcanzaron el nivel más avanzado en la organización sociopolítica de los grupos k’icheanos postclásicos (el winäq) como sucedió entre los k’iche’s y kaqchikeles. Ahora, surge la pregunta acerca de cómo enlazamos estos datos con lo que registra la etnohistoria. Quizás una forma de acercarse a la manera en que dos de los grupos k’icheanos manifestaban su reconocimiento a un tronco común con los tz’utujiles es a través de los relatos de origen desde la mítica Tulán. En estas historias, incluyen a los tz’utujiles como una de las siete “tribus” que viajaron a Tulán en busca del reconocimiento de sus derechos políticos. En otras palabras, reconocen a los tz’utujiles como un miembro de su grupo. Por ejemplo, en el Memorial de Sololá, un documento escrito por los señores principales de uno de los linajes kaqchikeles más importantes, se lee que: “Luego por último llegamos nosotros, los guerreros Los siete amaq’s (y) los guerreros iban llevando sus cargas Luego se abrió la entrada a Tulán Fueron los tz’utujiles, el primero de los siete amaq’s, cuando llegaron de Pa Tulán” 26 “Los tz’utujile’s fueron de las siete tribus los primeros que vinieron de Tulán,... Y al concluir las siete tribus entonces vinimos nosotros los guerreros” 27 Como dato adicional, el Memorial de Sololá señala que a los tz’utujiles “casi les amaneció” en un lugar llamado Pa Tz’ala’, pero que “todavía no estaban listos”. Talvez esto se refiera a que no contaban con las alianzas necesarias para llegar al nivel de winäq. Las referencias al amanecer o la “llegada de la aurora” que aparecen en varios documentos indígenas mesoamericanos han sido interpretadas como ritos de fundación de centros de poder. Pa Tz’ala’ aparece en el contexto del amanecer de varios winäqs, pero por el momento no hay una identificación segura de su ubicación. 28 Sin embargo, según Sandra Orellana, Tzala era un pueblo tz’utjil que estaba cerca del territorio kaqchikel y Chuitzala es el nombre tz’utujil para Sololá. 29 El territorio tz’utujil y sus cambios a través del tiempo Idealmente, para reconocer el territorio habitado por los tz’utujiles a finales del Clásico Tardío y en el Postclásico Temprano, deberíamos contar con análisis de la cerámica excavada sistemáticamente en sitios arqueológicos de las regiones que la etnohistoria asocia con los mismos. Empero, infortunadamente este no es el caso. Por ello, por el 25

Véase Robert Hill II, 1999, Tomo I Historia General de Guatemala. Maxwell y Hill, Kaqchikel Chronicles 2006:19. 27 Maxwell y Hill, Kaqchikel Chronicles 2006:156. 28 Maxwell y Hill, 2006:119-120. Elizabeth Boone, 2000, citado en Maxwell y Hill, 2006:55. 29 Sandra Orellana, 1984:51-52. 26

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momento es necesario intentar una reconstrucción con base en información etnohistórica, lingüística y geográfica. Sin embargo, es muy importante dejar en claro que hasta que no contemos con la información arqueológica necesaria, dicha reconstrucción queda a nivel de hipótesis y sólo representa una mera aproximación. Con base en la información de varios documentos indígenas k’iche’s y kaqchikeles, sabemos que en el Postclásico existían grupos tz’utujiles en la bocacosta (llamados “los malaj”) y en la cuenca del lago de Atitlán, en donde el amäq’ principal era dirigido por el poderoso linaje de los ajtz’iquinajay, que en algunos documentos aparecen identificados como tz’iquinajay y tz’iquines. En algunas fuentes éstos aparecen como linajes, chinamïts y casas, mientras que en otros aparecen como amäq’s (alianzas de chinamïts). 30 El nombre tz’utujil 31 aparece relacionado con los grupos principales de ambas regiones pero, como explicaremos más adelante, tenemos la impresión que estaba más ligado a los malaj de la bocacosta. Al parecer, durante el Postclásico Temprano y la primera parte del Postclásico Tardío, las poblaciones del lago especialmente los tz’iquinajay, dominaban a los grupos de la bocacosta, pero esta situación cambió con las expansiones de los k’iche’s a finales del Siglo XIV o principios del XV, especialmente la dirigida por el famoso gobernante K’ukumatz C’otuja’. Con base en la información etnohistórica y geográfica que se explicará a continuación, planteamos que pudo haber poblaciones de grupos tz’utujiles desde la cuenca superior del río Nahualate y las primeras elevaciones de la cuenca del lago de Atitlán, bajando hasta la bocacosta y costa sur. No obstante, es muy probable que tanto en la cuenca del río como en la bocacosta, los tz’utujiles pudieron convivir con otros grupos de distintas afiliaciones étnicas, En la bocacosta se sabe que vivían grupos nahuas, los cuales como se verá más adelante, influyeron en la cultura tz’utujil. En varios trabajos que realizó en la costa sur de Guatemala, Marion Popenoe de Hatch (1987, 1989) propuso que los ríos servían para definir las fronteras de los distintos grupos étnicos. Por su parte, Carlos Alvarado Galindo propone que la cuenca completa de los ríos, desde su nacimiento hasta su desembocadura y sus afluentes, eran elementos básicos de la geografía sagrada para definir los territorios de los antiguos grupos étnicos. En el caso de los tz’utujiles, la cuenca del río Nahualate fue muy importante para definir sus tierras, mientras que la frontera al oeste, con los mames, habría sido definida por la cuenca del Samalá. Es importante mencionar que durante sus investigaciones, el arqueólogo Edwin M. Shook notó que a partir de la cuenca del río Samalá y llegando hasta la región del Soconusco, los sitios arqueológicos presentaban un fuerte cambio en el patrón de asentamiento 32, en comparación con los sitios de la cuenca del río Nahualate. 33 Este rasgo cultural ha sido tomado, junto con la cerámica, como un medio para identificar grupos étnicos. Por otro lado, hacia el este, en el período Postclásico los cakqchikeles ocupaban las 30 En los documentos estos términos aparecen como sinónimos pero estudios etnohistóricos señalan que son diferentes. En el linaje está implícita la relación de sangre entre los miembros, mientras que en el chinamït podían agregar miembros que no pertenecían a la familia principal pero aceptaban llevar su apellido a cambio de servicios y tributo. Véase Robert Hill II, 1999. 31 El significado del nombre “tz’utujil” no es muy claro. De acuerdo con fray Francisco Vásquez en la Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Guatemala, 1714, señaló que quiere decir “Flor de las Naciones, porque zutug significa Flor de mazorca de maíz”. Carmack (1971) lo tradujo como “a punto de florecer o a punto de brotar”. No obstante, llama la atención que en el Diccionario Tz’utujil publicado por el Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín, 1996:456-457, no se incluye el término “tz’utujil”. 32 El patrón de asentamiento es la manera en que las poblaciones ubicaban sus estructuras arquitectónicas. 33 Marion Popenoe de Hatch, comunicación personal 2009. Véase las notas de campo del Dr. Edwin M. Shook.

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tierras de la cuenca del río Madre Vieja y es posible que estaban allí desde el Clásico Tardío, como lo señala la gran cantidad de cerámica de la vajilla Amatle que se ha encontrado en esta región. 34 Las fronteras norte y sur de este territorio inicial son las más inciertas. Al norte pensamos que la misma formación geológica de la cuenca del lago de Atitlán pudo actuar como frontera; además, allí nace el río Nahualate. De hecho en la expansión k’ich’e dirigida por su gobernante K’iq’ab’ alrededor de 1425, colocaron puntos estratégicos en los lugares más altos, como la fortaleza de Sija’ muy cerca de la actual Santa Catarina Ixtahuacán. Empero, por el momento se desconoce si este sitio tuvo una ocupación anterior y si la misma se relacionaba con poblaciones tz’utujiles. 35 Es de mencionar que en Nahualá, cerca de Santa Catarina Ixtahuacán se encontraba la principal fuente de basalto para producir los metates o piedras de moler y por lo tanto eran un recurso clave para las poblaciones prehispánicas. En la frontera sur decidimos colocar como mojón aproximado la región de Tiquisate, que los k’iche’s mencionan orgullosos como una conquista de K’ukumatz y que es anterior a la expansión de K’iq’ab’, aunque no identificaron claramente al grupo que despojaron. (Figura 1) Por el momento, no se cuenta con información si había poblaciones tz’utujiles en la mera costa sur de Guatemala. Al menos a la llegada de los españoles, se habla de poblaciones pipiles en esta región, pero sus sitios arqueológicos no han sido identificados. Además, hay que recordar que en la costa también habitaban los xinkas, cuya afiliación étnica y lingüística es muy poco conocida pero que han sido relacionados con otros grupos, como el lenca de Honduras y El Salvador. 36 Ahora, revisemos los datos que nos permiten identificar a los tz’utujiles en la bocacosta y la cuenca del lago. A la vez, observaremos cómo perdieron parte de su territorio, lo cual nos permitirá interpretar los mapas que se incluyen en esta investigación. Expansión de K’ucumats C’otujá En un pasaje del Título de Totonicapán se menciona claramente que el gobernante k’iche’ K’ucumats C’otujá, se casó con una princesa de los ts’utujiles malaj. “Cuando reinaba el señor C’otujá 37 en Chiismachí, mandó a dos mensajeros allá a las montañas de la gente de Malaj. “Vayan allá a Malaj. Lleven conejos y codornices, y dénlos allí en Chuimul, y llegarán aquí los hombres valientes de Malaj”, así dijo el señor C’otujá. “Los conejos y pájaros ya aceptados tomarán el lugar del pedimiento”…./…Los mensajeros de Malaj dijeron:” ¿Quién eres tu? ¿Eres tú el mensajero de K’ucumatz C’otujá, o no?” Respondió: “Sí, soy el mensajero de K’ucumatz C’otujá”. Entonces fue llevado el

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Marion Popenoe de Hatch, 2009 comunicación personal. Ruud van Akkeren, 2009. 36 Nora England, 1999:641. 37 Según las genealogías que aparecen en las crónicas, C’otujá fue la séptima generación del señorío k’iche’ y gobernó a finales del siglo XIV. 35

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mensajero q’uiche delante de la gente de Malaj. Llevaron bebidas para el mensajero: un vaso de bebida roja y un vaso de chocolate batido.” 38 “Entonces dijo el señor de Malaj: “ ¿Qué quiere K’ucumatz, según oyeron ustedes?” “El sólo quiere casarse”, dijo el mensajero. “Pues, ya oí las palabras de K’ucumatz C’otujá”, dijo el señor de Malaj. “Entonces voy a enviar el chocolate batido y la mezcla de hierbas y pepitoria como una señal de mis palabras. Traigan a la muchacha, que venga el que va a recibirla”, dijo Malaj” 39 “Entonces se fueron cuatro Popc’amjá para traer a la hija de la gente Malaj. Llevaron con ellos las siguientes cosas: una hamaca amarilla, un petate rojo, una mesa, un omóplato y sandalias. Entonces vino la hija de la gente de Malaj, llegó al Q’uiché, a Chiismachí. Xlem se llamaba la mujer…/…acompañada por sirvientes que venían tras de ella. Así fue la venida de esta hija de la gente Malaj. Cuando ella vino, entró con mala intención. Pero no causó guerra, el señor K’ucumatz C’otujá sólo se hizo yerno allá. Y (como tributo de Malaj) llegaron troncos de pataxte y de cacao, pacaya blanca, pedernal blanco, también chile rojo y blanco, camaroncillos y pájaros. Así fue el casamiento de K’ucumats C’otujá con la hija de la gente ts’utujil de Malaj. También llegaron los de Xetulul,…”40 Los datos permiten al menos dos interpretaciones. La primera señala que fue una alianza ventajosa entre los malaj y los k’iche’s. Como ya se mencionó, los malaj estaban subordinados a los ajtz’iquinajay, pero talvez hartos de pagarles tributo, se aliaron con los k’iche’s para vencer a los ajt’iquinajay. 41 El problema con esta interpretación es que de todas maneras tuvieron que seguir pagando tributo, pero esta vez a los k’iche’s. No obstante, al parecer habrían recibido reconocimientos políticos y algún control entre las poblaciones del lago. Por los datos, parecería que fue en esa época cuando el nombre tz’utujil entró al lago de Atitlán y continuaron las malas relaciones entre ambos grupos. Al menos el documento de 1563 señala un fuerte antagonismo entre los ajt’ziquinajay y los tz’utujiles. 42 La segunda interpretación es que la alianza fue forzada, así como el intercambio de esposas y el pago de tributo. El Título de Totonicapán parece señalarlo de manera indirecta, cuando señala que la princesa tz’utujil que se casó con K’ukumatz llegó con mala intención, pero que no causó guerra. De cualquier manera, el Título de Totonicapán identifica a los malaj como tz’utujiles y provee claves sobre la región que habitaban. Por ejemplo en una de sus secciones llama a los malaj “oliaj oremaj xe raqan peq kako” que se traduce al castellano “las cinco plantaciones, las cinco provincias debajo de los árboles de pataxte y cacao” 43. Como se sabe, estos productos son propios de la bocacosta, así como las pacayas y los camaroncillos. Su ubicación es confirmada por otro documento k’iche’, conocido como el 38

Título de Totonicapán, edición facsimilar, transcripción y traducción por Robert M. Carmack y James Mondloch, 1983:192. Ibidem. 40 Carmack y Mondloch 1983:192-193 identifican estos “regalos” como bienes de tributo que señalan que el casamiento fue impuesto. 41 Ruud van Akkeren, 2009. 42 Relación de los Caciques, también llamado Carta de los Indios de Atitlán. 43 Ruud van Akkeren, 2009:72. 39

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Título de los Indios de Santa Clara La Laguna, que señala la existencia de varios grupos malaj en la bocacosta. “todos los señores de la gente quiché, cada uno con su cerro y valle (pueblo), Culajá [K’ulaja], Tzijbachaj [Tzijb’achaj], Sija Raxquim [Raxk’im], con todos los de Malah [Malaj], los de debajo de los árboles de pataxte y cacao, los cuatro cuñados de la gente costeña…” 44 Asimismo, en el relato del casamiento del señor K’ucumatz C’otujá con la hija de la gente tz’utujil de Malaj se menciona que junto con los malaj acompañaron a la novia señores de Xetulul, con los de Yatsá, C’uc’uc, Lakamcuc, Mamacot, Mamasaquipat, Wanacoj, Yabacoj y C’akolquej. 45 Acerca de la identificación de estos grupos, hay dos posturas. De acuerdo con Carmack y Mondloch se trata de una lista de pueblos de la costa que se aliaron con los k’iche’s a través de su relación con los de Malaj. En el Título de Totonicapán aparece que “También les fueron dados aquí los rangos políticos a los de Xetulul, de San Martín, como dicen hoy en día.” Esto permite identificar a Xetulul con el pueblo de San Martín Zapotitlán. Además, con base en el trabajo de identificación de topónimos de Adrián Recinos y el que ellos mismos realizaron, relacionaron a Yabacoj con Cuyotenango y C’akolquej con Mazatenango. Señalaron que Yatsá puede ser un pueblo cerca de San Bartolomé (actualmente Chicacao) llamado Payatsa en el Título de Ajpopolajay 46 La postura de Carmack sería apoyada por la hipótesis de Carlos Alvarado Galindo, ya que estos grupos se encontraban en la cuenca de otro río, el Sis, por lo que podría tratarse de un grupo distinto a los tz’utujiles. Para confirmarlo, se necesita de análisis cerámicos y de patrón de asentamiento. Por su parte, en un reciente análisis, Ruud van Akkeren reúne los nombres de estos antiguos grupos, que en su opinión formaban parte de los malaj, 47 . Los asocia con topónimos y otros datos registrados en el Título de Totonicapán y el Título de los Indios de Santa Clara La Laguna. Localizó a los Wankoj Yab’akoj (Gente Puma) en Samayaque 48, donde hay un caserío que se llama San Francisco Puma y el río Puma, que pasa entre dicho caserío y San Bernardino. Los Ajk’aqolkej (Cazadores del Venado) habrían habitado en los alrededores de San Bartolomé Mazatenango y los Ajkuk Lakamkuk (Gente Ardilla) en San Francisco Zapotitlán. En el Título de Totonicapán se explica que los Malaj “usaron la ardilla como bandera para vencer a los “yaquí de Ts’iquinajá”. 49 Como dato curioso van Akkeren menciona una referencia etnográfica acerca que los ixiles todavía llaman “Ajmala” a la gente de Samayaque y que con ellos intercambian cacao. 50 Siguiendo este mismo tema, es importante señalar que en el documento conocido como Xpantzay 3 aparecen el nombre de dos gobernantes tz’utujiles (que quizás en realidad son nombres de dos linajes) y uno de ellos incluyen el término “koj” o “puma”. Según la cita, 44

Ruud van Akkeren, 2009:79 tradujo secciones del Título de los Indios de Santa Clara La Laguna. Título de Totonicapán, edición facsimilar, transcripción y traducción por Robert M. Carmack y James Mondloch, 1983:193. Ibidem. 47 Robert Carmack y James Mondoloch, 2009 opinan que esta lista de nombres representa grupos de la bocacosta que se aliaron con los k’iche’s a través de sus relaciones con los Malaj. 48 Según el Título de Totonicapán, el antiguo nombre de Samayaque era Caqsoy. Carmack y Moldoch, 1983:193. 49 Carmack y Moldoch 1983:193. Van Akkeren, 2009:72. 50 Asicona Ramírez, 1998:3, citado en van Akkeren, 2009:71, 72. 45 46

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éstos estaban gobernando y tomaban sus esposas de los akajales, el winäq de los kaqchikeles orientales. También aparece el nombre de dos señoras tz’utujiles y el de una de ellas incluye el término kuj, que fácilmente pudo ser “koj”. Eran las esposas que los kaqchikeles recibieron de los tz’utujiles. Esta cita apoyaría la idea de que al menos los Wankoj Yab’akoy (Gente Puma) de Samayaque eran parte de los tz’utujiles malaj. “Estaban gobernando Raxonijay y Chocojay (Chokojay), cuando tomaron sus mujeres entre los akajales. [Aqajal winäq]. Allí fueron celebradas Xkujay y Xtiquinajay (Xtz’kinajay), así llamadas, nuestras madres y abuelas. Allí permanecieron los Señores zotziles ([Sotz’il] y tukuchés [Tuquche’], los cuatro pueblos que tenían sus poderes y encantamientos. 51 En resumen, en la bocacosta al sur del lago de Atitlán, especialmente en los alrededores de la cuenca inferior del río Nahualate habían poblaciones tz’utujiles conocidas bajo el nombre malaj. Con la primera expansión de los k’iche’ dirigida por K’ukumatz C’otuj’a, a finales del siglo XIV, tuvieron que pagarles tributo y con ello perdieron una buena parte de sus recursos en la bocacosta. (Mapa 2) Pareciera que por algún tiempo perdieron parte de sus tierras en la bocacosta, pues el Título de Totonicapán señala que luego del casamiento los k’iche’s empezaron a asentarse en las tierras de los tz’utujiles, lo cual provocó una guerra con los ajtz’iquinajay. 52 Sin embargo, al parecer, los tz’utujiles recuperaron el control, quizás como aliados de los mames y otras poblaciones que habían sido despojados de los k’iche’s y que entraron en guerra a finales del Siglo XV. 53 De acuerdo con el Título Xpantzay II K’ukumatz fue muerto por los Señores de Kojá. No se ha identificado esta ciudad ni el grupo étnico que venció a K’ukumatz, pero no hay que descartar que tenga que ver con “Koj” o “Gente Puma”, relacionados con los tz’utujiles malaj. Posteriormente, alrededor de 1425 K’iq’ab’, hijo o descendiente directo de K’ukumatz, empezó una nueva expansión, mediante la cual invadió y colonizó la sección norte del lago de Atitlán, les concedió a sus aliados kaqchikeles el oriente del lago y conquistó las áreas de la bocacosta, incluso la sección que estaba bajo el control de los mames, en la cuenca del río Samalá y que se conocía como el territorio de Otzoyá (“otzoy” se traduce al castellano como “camarón” y “a’” que significa agua). 54 : “Y estos indios achíes le dieron al dicho cacique dos ríos y son éstos: el uno le llaman Samalá y el otro Ukuz (Ocós); y de presente volvieron a darle otros dos ríos, el uno llamaban el Nil y el otro Xab’, los cuales son de mucho provecho al cacique, le sacaban mucho pescado, camarón, tortugas, iguanas y otras muchas cosas que le sacaban de estos dos ríos para darle a dicho cacique Don Quicab. 55 Ahora, pasemos a revisar lo que sucedió con las tierras en el norte de Atitlán. Respecto de la cuenca del lago de Atitlán el Memorial de Sololá menciona principalmente al amäq’ de 51

Matilde Ivic de Monterroso , 2008:113 Testamento de los Xpantzay, 2008:113. Este documento también es conocido como Xpantzay 3, que Heinrich Berlin identificó como Documento D de los Xpantzay. La misma información aparece en la traducción de Judith Maxwell y Robert Hill, 2006:618-619. 52 Título de Totonicapán, Carmack y Mondloch, 1983:193. 53 A fines del Siglo XVII el cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, Tomo 2, señala que consultó unos documentos en donde aparecen estos datos. Sin embargo, por el momento no han sido localizados. 54 Diccionario de fray Francisco Ximénez, citado en Robert Carmarck, 2009:99, Título Nijaib I. 55 Robert Carmarck, 2009:102, Título Nijaib 1.

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los Ajtz’ikinajay y a ellos le agrega los amäq’s Tz’utujil, Ko’on y Tz’unun. El río Yatsa’, un afluente del Nahualate, servía de enlace para las poblaciones del noroccidente del lago con las de la bocacosta, pues pasa por los actuales pueblos de Santa Clara La Laguna, San Antonio Suchitepéquez, Chicacao, y Santo Tomás La Unión. De hecho se habla de los pueblos en las orillas del río como los ajyatzaq. Esta relación simbiótica, y muchas veces antagónica, entre las poblaciones tz’utujiles del lago y de la bocacosta, ha caracterizado su cultura y desarrollo histórico. Los accidentes geográficos, como ríos y pasos de montaña, comunicaban a ambas regiones y las poblaciones dependían de los productos locales y de otros que obtenían a través del intercambio. El hecho de que tenían tierras en la bocacosta, los puso en contacto con grupos de cultura nahua, como los pipiles. Probablemente por ello, en algunas crónicas y títulos identifican a los ajtz’iquinajay como “gente yaqui”, un nombre asociado con los grupos nahuas. 56 La relación con la cultura nahua aparece en las evidencias arqueológicas desde el Clásico Temprano, como lo muestra la ofrenda de una vasija en estilo teotihuacano descubierta en el entierro de la Estructura 3 del sitio Chuk’muk. Asimismo, los relieves descubiertos en Chuitinamit, un sitio del período Postclásico Tardío tienen una clara influencia nahua. De hecho, el habitat que ocuparon marcó su historia, porque como ya se explicó, la riqueza de los productos que se obtenían del lago Atitlán, del río Nahualate y de la sección de la bocacosta bajo su control, hicieron de su territorio un botín muy apetecido por los grupos vecinos, por lo que los tz’utujiles pelearon varias guerras contra los k’iche’s y kaqchikeles. Expansión de K’iq’ab’ En el Título de Totonicapán y el Título de Santa Clara La Laguna aparece la ruta que siguió K’iq’ab’ en su campaña militar. Según Robert Carmack se trata de la ruta de Chichicastenango a Sololá, y se le puede seguir aproximadamente mediante la identificación de algunos de los topónimos. En el Título de Santa Clara se menciona Lemoa, K’otb’al Uleu, Kaqix Kan, Papal Ab’aj, Chi Jolom, Camanchaj, Xaqaxaq, Chi Qapoj y Tzololá. No se ha logrado correlacionar los topónimos con los lugares Kaqix Kan, Papal Ab’aj, Chi Jolom, Chi Qapoj, pero en la ruta de Chichicastenango hacia el actual Los Encuentros posiblemente tomó el curso del río de Camanchaj, que aparece en la hoja del Instituto Geográfico de Guatemala correspondiente a Chichicastenango. Según el Título de Santa Clara, los k’iche’s llegaron al norte del lago y los tz’utujiles se rindieron, convirtiéndose en sus vasallos. Les entregaron pescado, cangrejos y piedras preciosas. Luego, K’iq’ab’ dividió el norte del lago en dos. El Título de Totonicapán señala que la parte noroccidental se quedó con los k’iche’s y que colocaron siembras y milpas, en lo que hoy es Santa Lucía Utatlán y sus alrededores. Al parecer también usurparon la zona correspondiente a los actuales Santa Clara La Laguna y una parte del territorio que pertenecía al actual San Juan La Laguna, en la aldea Panyevar. De acuerdo con Sandra Orellana, allí quedó la frontera entre los k’iche’s y los tz’utujiles. El resto de San Juan y lo 56

Ruud van Akkeren (2009) opina que los tz’utujiles provienen de un linaje nahua de la costa sur de Guatemala, que llegó en el Clásico Temprano por su interés en dominar el comercio del cacao en la región y que luego emigró hacia la cuenca del lago de Atitlán. Sin embargo, las evidencias cerámicas no apoyan esta hipótesis.

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que hoy es San Pedro La Laguna quedó en el territorio tz’utujil. Lo mismo sucedió con todas las poblaciones ubicadas en la orilla sur del lago, especialmente el actual Santiago Atitlán y las ubicaciones de los sitios arqueológicos Chik’muk y Chuk’muk. 57 Los datos señalan que los tz’utujiles defendieron férreamente la sección sur del lago de Atitlán, porque allí se encontraban pasos de montaña que los comunicaban con la bocacosta y que eran vitales para su subsistencia. La parte oriental del lago pasó a manos de los sots’iles, uno de linajes kaqchikeles más importantes. A los kaqchikeles les tocó el actual territorio de Sololá, que ocuparon a partir de 1425. 58 (Figura 3) No hay muchos datos sobre la manera como los kaqchikeles tomaron la sección oriental del lago, pero al parecer la cuenca del río Madre Vieja jugó un papel muy importante. El Memorial de Sololá señala que “los signos de transformación” de los kaqchikeles emergieron en Chi Tulul y que luego todos los guerreros empezaron a cruzar el lago. En el Diccionario Geográfico de Guatemala el nombre Chitulul aparece como un caserío de San Antonio Palopó. 59 Por otro lado, antiguos mojones que aparecen en títulos kaqchikeles conocidos como los Documentos de Pakal señalan entre sus límites a las tierras de Saqb’in, identificadas como la región de Cotzumalguapa en el Documento Xpantzay E. Al parecer, en Cotzumalguapa había un enclave kaqchikel durante el Postclásico, pero no se sabe la afiliación étnica de su población antes de este período. 60 “Estas son las fundaciones de las antiguas casas de K’omuyuk, Tata’Kej, y Pakal Kej; Ellas bordean (las tierras de) Saqb’in 61 (y) bordean dos pequeños campos. Aquí (están) las fundaciones de las antiguas casas de K’omuyuk, Tata’ Tz’utujil: (Ellas) bordean (en las tierras de) Sotz’; (Ellas) bordean (las tierras de) Xinku’; (ellas) bordean (las tierras de) Raq’ak’”. 62 Él (Don Francisco Orozco) fue a morir a Santiago Saqb’in Ya’. 63 . Al revisar las crónicas etnohistóricas, pareciera que los kaqchikeles ganaron el territorio a través de guerras y como parte de las expansiones k’iche’s lideradas por K’iq’ab’ alrededor de 1425: Allí estaban cuando los pueblos de los tz’utujiles fueron invadidos: allí en Tz’olola’, en Ko’on (y) en Pa Yan Ch’okol. Nada les pasó (a los sotz’iles y a los tukuche’s) porque eran gente nawal, eso decían. En cuanto a los de Chi Iyu’ (y) los de Chi Kaqix, fueron ellos los que cayeron. Solo la ciudad de Atakat 64 no cayó ante Kikab’, eso decían. 65

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Sandra Orellana, 1984:53. Ibid. Tomo I, citado en Maxwell y Hill, 2006:104. 60 Oswaldo Chinchilla, comunicación personal 2009. 61 Saqb’in es un término kaqchikel para un animal parecido al pisote. Maxwell y Hill, 2006:653.-654. 62 Maxwell y Hill, 2006: 483, 484. Documentos de Pakal. 63 Santiago Cotzumalguapa. También se señala Santa Lucía Saqb’inya o Santa Lucía Cotzumalguapa. Maxwell y Hill, 2006: 653- 654, Documento Xpantzay E. 64 Según Adrián Recinos era la actual Escuintla, entonces habitada por pipiles. 65 Documento Xpantzay F también conocido como Guerras de los sotz’iles y los tuquche’s, citado en Maxell y Hill, 2006:686. 58 59

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Después de haber conquistado el lado norte del lago, K’iq’ab’ se dirigió hacia la bocacosta y la costa sur y la campaña militar es descrita tanto en el Título de Totonicapán como en el de Santa Clara La Laguna. En la jornada aparecen topónimos como Ch’opi Siwan, Saqiwok, Nima Kaqja (“Gran Templo”), Saqya y Q’alib’ al Ab’aj (“Piedra del Trono”). Saqya o Saqaa’ es el río Ixtacapa, que baja desde la sierra de Parraxquim y se encuentra al sur del caserío Pasín, en el territorio de Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá. 66 Además, un documento de 1573 sobre la medición de un sitio para una estancia de ganado a favor del encomendero español Alonso Gutiérrez de Monzón señala que en Sija’ muy cerca de Santa Catarina Ixtahuacán se unían los caminos de Totonicapán y Quetzaltenango, que bajaban a la bocacosta, hacia Santo Tomás La Unión en Suchitepéquez. El documento menciona al río Masa’, cuyo curso no estaba muy lejos del río Ixtacapa 67 Van Akkeren apoya esta ruta como la que posiblemente usó K’iq’ab’ para bajar a la región de la bocacosta. 68 Cambios territoriales en el siglo XVI Al parecer los tz’utujiles recuperaron la región que dominaban en la bocacosta pues en la Relación de los Caciques de Atitlán de 1571 señala como sus vasallos a varios pueblos del actual Suchitepéquez. Se desconoce si fue antes de la conquista de los españoles o si aprovecharon la debilidad de los k’iche’s luego que fueron conquistados. ..la cabeza y señor de todos fue su nombre Atziquinahai, i los demas señores juntos con dicho señor se llamaron Amac-tzutujile, y estos fueron señores sin tener ni conocer a otro señor, porque a estos daban y recognoscen el día de oy las estancias S. Bartholome S. Andres S. Francisco S. Barbara, y criados, tributavan.. Señor primero que se dice Atziqinahai era en aquel tiempo Rey i Señor de su pueblo i provincias arriba nombradas; los siguientes que se llaman Natzhijay, Aquibihai, Acuhai, Quicihay, Acoboxul, Amac Tzutuhile. 69 Sin embargo, los k’iche’s no perdieron la oportunidad de reclamar ante los españoles el control de estos mismos territorios basados en sus derechos por sus antiguas conquistas, como lo muestra esta cita del Título de los Indios de Santa Clara La Laguna: “…y nosotros los señores de Sija Santa Catarina,junto con Quetzaltenango y con San Martín Zapotitlán, con San Gaspar Yabacoj [Yab’akoj] Cuyotenango, con San Bartolomé Mazatenango, con San Francisco Zapotitlán, con Santa María Samayac [Samayaque] y también con la mitad de nuestro chinamital, la gente quiché [k’iche’] que está en Suchitepéquez, Santo Tomás Chuvaxac [Chuwaqxaq], 70 San Gregorio Jael. 71Todos que son de nuestras casas, de nuestros chinamitales, son nuestros vasallos. 72 66

Ruud van Akkeren, 2009:72-73. AGCA, A1, Leg. 5934, Exp. 51891. 68 Ruud van Akkeren, 2009:74. 69 Relación de los Caciques de Atitlán, fotocopia de la copia depositada en la Colección Muñoz. Relación Atitlán. 70 Posiblemente Santo Tomás La Unión. 71 Poblado ya desaparecido, quedaba a tres leguas de Santo Tomás La Unión según Gall, 1980-II:611; 1980-III:298. Citado en van Akkeren, 2009:83. 72 Tìtulo de los Indios de Santa Clara La Laguna, traducción por Ruud van Akkeren, 2009:83. 67

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Los reclamos de los k’iche’s no se quedaron en meros trámites burocráticos por medio de documentos, ya que alrededor de 1580 los señores principales k’iche’s de Santa Catarina Ixtahuacán mandaron a un grupo de colonos a fundar y poblar el actual pueblo de Santa Clara La Laguna, por temor a que los señores tz’utujiles y sus macehuales los reclamaran de nuevo, dado que luego de la conquista española, los k’iche’s ya no se encontraban en la posición ventajosa en aspectos bélicos y políticos que tuvieron en la época prehispánica. Lo anterior, es comprobado por el siguiente documento y por el hecho de que Santa Clara ha estado ocupado por k’iches desde la época colonial y quizás desde los tiempos de K’iq’ab’. “dijeron que descienden los indios de santa clara de los caciques antiguos deste su pueblo de santa catalina y que habrá Çinquenta y ocho años que se fundó el dicho pueblo y los fundadores salieron de aquí y que el primer poblador se llamaba Andrés Suy, y en su co[m]pañía Andrés Pérez Sorrocox, y otros con ellos y de estos otros pobladores dejaron sus escriptos de las tierras que gozaban en su antigüedades[…] y que los pobladores de dicho pueblo fundaron por mandado de los caciques deste pueblo [Santa Catarina] para que las tuviesen en guardia y custodia y cultivasen y sembrasen y que no se le metiesen en ellas los caciques de Atitlán o sus maseguales y que de cuarenta años desta parte saben estos testigos se a fundado el pueblo de San Joan una legua corta del pueblo de Santa Clara y que por no tener tierras en el sitio donde fundaron les a sido fuerza subir a el cerro y río declarado a sembrar. 73 Con esto terminamos los cambios que experimentó el territorio tz’utujil entre el final del Siglo XIV y el XVI. Queda por revisar la identificación de pueblos tz’utujiles en las fuentes castellanas de los siglos XVII y XVII. Asimismo, en la segunda parte del componente etnohistórico de esta consultoría se incluirán datos sobre su antigua cultura, organización sociopolítica y los principales acontecimientos que impactaron en su historia cultural. Bibliografìa Akkeren, Ruud van 2009 “El Título de los Indios de Santa Clara La Laguna”, en Crónicas Mesoamericanas II. Horacio Cabezas Carcache(editor). Universidad Mesoamericana, Guatemala. Carmack, Robert 2009 “Título Nijaib’ I”, en Crónicas Mesoamericanas II. Carcache(editor). Universidad Mesoamericana, Guatemala.

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AGCA, A1, Leg. 5942, Exp. 51997. Ortografía parcialmente modernizada. Citado en Ruud van Akkeren, 2009:70.

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