Desierta de Nicole Cecilia Delgado, Marina Ruiz y Lauri García Dueñas

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desierta V7V7V 7V7V7 V7V7V 7V7V7 V7V7V Lauri García Dueñas Marina Ruiz Rodríguez Nicole Cecilia Delgado

Amanitas, 2

V7V7V Casamanita Cartoneira (México, El Salvador, Galicia) México 2010


desierta Casamanita Cartoneira (México, El Salvador, Galicia) Colección Amanitas, 2 Primera edición, Febrero 2010 Diseño y edición: Nicole Cecilia Delgado / Lauri García Dueñas Stencil: Jorge Palomares Esta obra está bajo una licencia Reconocimiento-No comercial-sin obras derivadas 2.5 México, de Creative Commons

intemperie © Nicole Cecilia Delgado 2007 cuarta edición (revisada), enero 2010 tatevari © Marina Ruiz Rodríguez 2007 segunda edición (revisada), 2010 el desierto es verde © Lauri García Dueñas, 2009 segunda edición (revisada), 2010

Poetas del megáfono poetasdelmegafono@gmail.com http://poetasdelmegafono.blogspot.com


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desierta V7V7V 7V7V7 V7V7V 7V7V7 V7V7V


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intemperie V7V7V Nicole

Cecilia

Delgado

Después de viajar, tumbado a la intemperie, viajan mis sueños. Basho

Van mis pies con el mundo girando en su girar sordo y violento Dolores Castro

como un sapito que duerme así contento Julio Cortázar

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V cada día quiero coleccionar lo menos posible: a penas las piedras del camino apenas un cántaro con todas las letras del abecedario

V transformaciones del desierto la sequía me descubre pensándole un corazón tan grande que sabe sonrojarse de sí mismo soy fototrópica me tuesto al sol el desierto me transforma en espina reptil arruga la espesura de mi piel dibuja fractales dérmicos conmigo bailamos una danza seca de artesana que construye con arena sus sórdidos oasis mi voz blanca arrastra piedritas de cal sudor de tiza llueve el viento del desierto el aire marca pasos de aserrín y sin embargo hay un camino verde por donde aúlla un río sus tiernos amoríos con la tierra el paisaje grita con su árida garganta soy un insecto que sobrevuela los charcos que apresuran vagamente por la cuenca rota se me enrosca una serpiente milenaria entre los pies la arena me revela canas dulces muto cactácea llevo al mar al lago al río adentro estoy llena de agua y tengo sed


el afán por la intemperie otra noción del tiempo una pequeñez frente al sonido del metal del fuego el tren y el trueno mi corazón que late y llora un cuerpo que dice a pesar de mí y a pesar de la razón

de regreso queda:

el idioma de los sapos y los pájaros la paciencia de los troncos que crecen y que esperan otra noción del agua otra forma de mirarse los órganos vitales esta voz que nace para hablarle a los insectos el miedo que se entierra y fertiliza el suelo otra noción del silencio y los caminos otra noción del silencio y los caminos

V


V no sé si aprendo de la voz oculta de las plantas o si la caca me acerca al mundo natural o si las nubes y la lluvia me persiguen porque tienen que decirme algo o si la vida es solamente el viaje en sí

el movimiento el cambio V la luna suena con mi voz de cada día V la luna es un bosque de costumbres la costumbre es un bosque sin poesía

V un rayo se me apoderó del cuerpo poseo el control de la tormenta

V hago preguntas a cambio de palabras con significados específicos. por eso voy al bosque buscando la poesía. pero sólo existe el eco y sólo existe el bosque que no existe.


V hay plantas prehistóricas que crecen todavía a pesar del cambio de gobierno y de las plagas

V no quedan

palabras en el bosque de la noche donde todo es fango y frío

V ya una podría quedarse aquí, después de descubrir la forma de bailar con la tormenta y dejar secos los zapatos. el sol, las hormigas, horizonte accidentado, espinas. sin reloj me comunico mejor con el atardecer, su lenta trayectoria siempre vuelve. el desierto, zumbido de moscas, canción de sapo, extenso valle sin oráculos. los relámpagos quedaron detrás de las montañas.

granizó.

V de noche me sonaba la panza creo que tragué un sapito contento


V sólo salva la cola del tren que pasa el sonido que se enraíza a sus costumbres los fríos del convite al fuego

V la luna asoma primero las pestañas la luna es un espejo con mi rostro

V una se busca ahí en el lugar de la nada y su principio un país al caos y descalzo una espiral

V un lago de caca donde reencontrarnos


V los monstruos desnudos en primer plano miramos sus arrugas y sudor someterse a la intemperie que transforma y que traspasa la mejor luz es la del sol

V la ceremonia del fuego disipó las nubes subió la luna a su columpio quemó las ansiedades que se jugó la lluvia

V lanzarle varitas al fuego nuestra única costumbre permanecer a la intemperie de los signos


V frente al fuego soy humo, ensombrezco, pierdo luz, siento gris. el silencio se enreda en su misterio. coquetea con la llama, danzan juntos. el escĂĄndalo de ser desaparece.

el pensamiento se desnuda y baila.

V las ramas vivas se resisten a ser leĂąa

V no me importa la muerte y sus principios no me importa el amor y sus costumbres (nos venciĂł la muerte o la muerte nunca vence)


V el fuego cambia. nunca se está quieto. conoce la forma de la lanza y la redondez del círculo, la fragilidad del árbol seco y de la espina. sabe de la fugacidad del rayo, del viento y de sus mañas. sabe luz. quiero volver a la intemperie y encontrar la esencia frente al fuego.

V "parecen garzas que se vuelven de repente nubes" dice emilio que andrés dice

V marcarse la piel rajarla en dos darle su cicatriz de sol y espina

V me gusta la palabra bosque para nombrar la soledad


V emilio dijo 'dios nos lanzaba canicas frías desde el cielo' y después el desierto era un gran salón de juego que tiritaba descalzo el canto de las ranas. toda la noche nuestro mar lleno de sapos que croaban la lluvia intermitente. círculos dentro de la concavidad del valle. cada minuto implica un adaptarse. (no poder decir lo que siente la montaña cuando azota la tormenta o cómo escoge el árbol el lugar sobre el que planta su raíz.) esto ya es todo. un millón de ranas cantando en medio del desierto. horizonte irregular de mis visiones. el mundo es un pájaro rojo. pararse aquí hace cambiar. lo único real es este planeta rodeado por montañas. el mundo empieza aquí, d i n o s a u r i o y f ó s i l .

V de todo lo que he visto: el fuego y el vuelo de las aves de ala grande


V llena de tierra, la piel es otra. las uñas se abandonan a su forma. la nube se atormenta de presagios y espera a que la tarde le encargue sus matices.

V tundra. bosque. pantano. atardecer. el sol cayó. lento reloj que puntualiza. las nubes bajas o nosotros altos. algo mutó. el agua es un espejo.

V gira la rueda en el camino el cielo cambia de lugar me purifico voy olvidando el horizonte no quiero llamar nada por las letras de su nombre impuesto la montaña impera la cima no siente más allá de la acústica del eco los nombres no significan lo que significan la rueda nos transporta aunque deje de decirle a dónde voy por eso, este poema no sirve.


V fede, andrĂŠs, emilio, cĂŠsar, kurt, compaĂąeros de viaje, estos poemas del desierto son de ustedes ~Real de Catorce / abril 2007


tatevari 7V7V7 Marina

Ruiz

Rodríguez

7 Para los gajouuus Lorena, Diego, Valeria, Luis, Genaro, Chechen y Tata y para la banda del desierto

7 Tetewari (tatevari) es el abuelo fuego y Hi´ikuri (jícuri) es el Peyote para los Wixaritari, más conocidos como huicholes.

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1 De mi ombligo crecen aves cautelosas, bestias que se afanan en recorrer los caminos con mis alas y mis vellos. Las capas de mi piel se vuelven costras, duras exposiciones, intemperie resonando en los rincones del desierto, la constelaciĂłn de este universo me acompaĂąa, Estoy sola como cada dĂ­a de mi vida. 2 Mi saliva espesa busca arcos de piedra, para saborear las estrellas desde lejos desde arriba desde cerca. Las espinas insertas en mi carne oscurecen, se esconden, brillan en el desierto de mi vida. 3 En la piel del monte, piel estriada llena de accidentes, crece la verdad del mundo en un cactus.


4 Mucha paz en las concavidades de las manos, entre los surcos que el viento crea, caminos fértiles que se descubren en la danza nocturna. De día se dejan ver los obstáculos "Ver es un vicio", resonó en la noche iluminada por nuestros propios cuerpos. El viento provoca experiencias pielosas, sensibles que la vista esconde. Caminar en la oscuridad tiene su nombre. Habitar espacios donde otras cosas moran. La forma en que los cactos cambian de lugar en el desierto, el modo en que los caminos se bifurcan, la impresión de entrar en otras dimensiones, lugares donde nada entra sin cobijo. Llorar un jícuri en la mano, en el bolsillo. "libérame, cúrame, protégeme" me escuché decir una y otra vez mientras la letanía de "jícuri, jícuri, jícuri" iba conmigo. Se va el miedo, la tierra se levanta, bajo nuestros pasos las piedras se reacomodan. Descubrir la dulzura de las piedras. Nobles, dándonos calor, belleza. Derramar lágrimas, descubrirme ahí, frágil, miedosa, egocéntrica, pútrida, sucia, amañanada,


con el pecho abierto, helando afuera, un jícuri en el corazón para que me enseñe mi camino, descubrirlo, desolarme porque no me encuentro, estar asustada, arrastrando en los pies perros, lunas, que salen de un lado azul, del otro rojas. Brincar la noche y el día, continuidad de los mundos, andar vagando como si mi casa estuviera conmigo, estornudar para sacudir el polen de mis ojos, de mi garganta. Tatevari visitado y revisitado por mis piernas, mis labios, mi lengua. Tatevari ofreciéndome su carne amarga, tierna, jugosa, tatevari sonriente, coqueteándome, escondiéndose. Tatevari, tatevari, fuego cacto verdad del universo. Renuévame sol verde, entre mis manos masticado, enjugado, sorbido, chupado, amado. Tatevari, fueguito, mi fueguito acaricia este cuerpo tan tuyo, acaricia mis uñas, mis besos, mi sexo. Libérame, cúrame, protégeme. Retumbaron las vías, los trenes, los caminos. Otra forma de hacer camino.


Libero una amarra apostada hace tanto, en el profundo horror de mis entrañas. Tatevari libérame, cúrame, protégeme. Escuché decirme una y otra vez en mi refugio, curtiendo la carne, la semilla de la aurora. El amanecer oculto entre las montañas. El amanecer afanado en esconderse porque la noche no es aquí tan larga. Huequito mío de mi corazón, huequito que se hace cuando me haces falta, lloraba de no llevarte conmigo, de no respirarte, comerte, saludarte, besarte, huequito doloroso el no tenerte. 5 No quiero dejar de oler ahumada, porque este olor me recuerda cuando acompañabas mi camino. 6 No me quería dormir y sentí una cama de verdad, y no era de verdad, no como la de las piedras.


7 Y cuando el otro son muchos te preguntas más y más ¿quién soy yo? Y todos los caminos peludos o pelones, y todas las tardes agitadas o tenues, y todos los amores violentos o esperados, suenan en el pisar de la tierra que vas dejando en el sendero, en la zona oculta de tu cuerpo de mujer solitario y cósmico. 8 27 de agosto 07 I Entre los pasos rotos de la segunda ventanilla del pasado giran las moléculas. Brillantes como ojos bailan en la cúspide de los vientos, allá, donde mirar para arriba es mirar para abajo, donde las estrellas llenas de ganas canturrean su canción de luz, allá donde las manos cargan sólo lo necesario y puedo volar agarrada de mis propias pestañas


en el titilar de los párpados navego, creciente amor, por las avenidas que se forman entre las estrellas, donde las moléculas brillan como ojos, y sonrío, y el frío y el miedo son personajes del desierto. II Llega el olvido como una amenaza inconsolable, cada día abro la puerta para que entre tatevari y me acompañe, roce mis mejillas y viva otro día como el único de mi vida. 9 Palenque 23 de julio 07 En medio de la selva llueve el mundo, caen los goterones como señoras gordas con canastos pal mercado, llueven soñadoras las gotas redondas, suaves, acolchadas, como unos gajos de jícuri en la palma de la mano. 10 Nunca se retorna a ser la misma, todo camino de regreso es un camino diferente.


11 El desconocido camino de regreso lleva a un lugar que nunca será percibido como antes. 12 Estoy yo y mi otra yo, solas, en este valle de cactus, de tierra, de piedras, "haciendo el camino al andar". 13 3 de octubre 07 Quiero verte en las esquinas donde las líneas ficticias se quiebran y se abre el otro mundo, quiero encontrarte del otro lado, donde el eco se ríe de sí mismo donde las piedras hablan y la energía es comandada por los astros. No tendremos miedo, ambos somos frágiles y poderosos al mismo tiempo.

7


animalita del desierto desierto, diciembre 2009 Esta es la punta más alta del mundo se ven las luces y sombras de los cerros bailamos con el viento mascada sinuosa de verdes colores (los sueños) Rafipedo vino en un avión del norte Se hospedó en la cordillera oscura de la zona selvática sacó a pasear unas cuantas pruebas de su magia ató pasos directos y concisos por su camino, el suyo propio. 19 de diciembre Ayer regresé del desierto un manto de nubes cubrió nuestros pasos {El fuego y el frío no son la misma cosa pero se parecen} ayer regresé del desierto conciencia constante premura la temporalidad se agarró de la orilla del viento llovieron un sin fin de astros fugaces regalo de cumpleaños para mi anhelo lluvia del firmamento me puse la falda de estrellas troté a veinte lados distintos unos cuantos personajes de mis cuentos se filtraron en la aurora neblinosa de Real amable desierto tullido de cactus amado más que nunca, siglos pa caminar incansablemente por la sierra


dolida de piedras de abuelas piedras que sostienen mis pasos, caminamos juntos como tripulantes que navegan por la arena plagada de astros espinas punzando los muslos, pantorrillas dolor inesperado de la tierna aguja entrando en la carne. palabras acumulándose entre los poros cubiertos de polvo en las encías, uñas, pliegues de la carne. Escribo esto en el lecho cama fría que extraña el abrazo profundo de la tierra Este claroscuro vísceras calientes de los caminantes nocturnos sus pasos sobre la piedra tierra ensombrecida de seres metidos en compartimentos sin calles los caminantes se aferran a las sombras a la luz sin luz del iluminado camino del cactus ancestral abuelo fuego. Las sombras no tienen nombre en estas tierras las yucas bailan su puesta en escena al caer la tarde el capricho de una yuca monta parapente, sonido de truenos, lucha de brazos y seres monstruoso haciendo teatro en la penumbra. Mi voz callada en el camino, "corramos" dijo rafa al desierto de seres caminando a su lado desbordada energía tierno agave de los campos


mi cuerpo moviéndose en el camino como un sencillo roedor del desierto mis pasos perfectos sobre las piedras acomodando los pies a un ritmo exacto se genera el movimiento quise ser desierto y me volví animalito sin más que se traslada armónicamente sobre la tierra me vi mascar la tarde entera la carne amarga de los cactus. primero de enero 2010 El fuego no es fuego sin la ceniza de su historia aquí en mi corazón habita un animal que arde que no sabe hablar ningún idioma conocido, soy la salvaje de marina, la que se acerca al fuego pa quemarse soy la mujer hecha fuego una noche sin luna. Adoré las noches del desierto llamarme de otro modo, ser felino en tierra acompasada el manto de la brisa que se colma de espinas de señoras de luz que atraviesan de un lado al otro mi horizonte una señora luminosa que se teje en el apartado de la furia yo soñé la nota armónica de mi cuerpo alfilerazo de voces que me llaman los seres que se acercan que vibran que pasan la noche


elaborando la forma de sus andares por esta arena -crujido chillido dolorhay cosas que no entiendo Âżson mi locura o viven? enseguida recuerdo todo estĂĄ vivo es posible escuchar el quejido de las piedras junto al fuego


el desierto es verde V7V7V Lauri

GarcĂ­a

29

DueĂąas


a Marina que me enseñó el camino; Anaïs, gracias por el primer desierto; para Jandro y todos los que me cuidaron alrededor del fuego


el desierto, san luis potosí, méxico, julio de 2008 I miércoles 23 de julio de 2008 en la estación catorce hay nubes violáceas mujeres que caminan a la orilla de las vías paletas de zarzamora en la plaza dos chicas que cuchichean a solas una postal poca luz gente con las puertas abiertas un neumático olvidado viento que me despeina voces que cruzan la noche sombras de mí faroles más viento que mueve mis páginas estrellas que se asoman grillos aquí hay grillos el tren corre sin poses sin sorna las hojas se mueven la tinta se corta los sonidos se multiplican alguien pateó un bote que rueda yo vuelvo a estar en mí entre el viento que arrecia que me acerca los restos entre los grillos aquí hay grillos


II en pocas horas pude darme cuenta de que borraste casi todos mis recuerdos de los hombres pero ahora que estás lejos y tengo los labios resecos ellos vuelven, me acechan retorna "la textura descarrilada del deseo" III no tengo miedo por primera vez en mucho tiempo no tengo miedo IV hay un altar a oscuras sin muertos V jueves 24 de julio de 2008 el desierto es verde el viento no cesa silba la expresión particular de una percepción oculta absoluta la existencia grande es la tarea de recoger leña aunque sea en pequeñas partículas


los alguien se asoman desaparece la conciencia hablo en voz alta para conjurar la lluvia ¿existe el frío o sólo son las interrupciones? ¡lluvia, vete de nosotros deja nuestra embarcación seca! los de corazón limpio están en el centro de este espacio del fuego no sé pero hoy casi no te recuerdo VI viernes 25 de julio de 2008 empiezo a soñar con las gotas de lluvia flechas blancas que cortan la madrugada donde ayer ardíamos hoy se sirve el café los animales con cencerro me conmueven son como yo que nunca ato cabos que me doy de topes contra las ramas el desierto es verde todo lo que nos antecede, innecesario solo requiero mis manos agrietadas que el sol me seque y el viento me recuerde la esencia libre de las cosas


VII (citadina) oscuro es el vientre de la ciudad agrias, las mañanas sin pan el sonido atormenta las almas canicas arrojadas en contrariedad uñas sucias ratas muertas miles de periódicos ventanas encendidas de noche no hay mar/necesito agua el metro lleno la ruta perdida tengo los pies gastados de tanto esperarte aire limpio viento susurrante ganas de mí desierto verde venadito VIII tengo la visión poética hecha un animal unicelular de corto aliento es que me cuesta la rabia soy más proclive a las manchas y las abejas me miro en las hojas me escucho en las ramas de raíces cortadas estoy tan cerca de mí que odio la palabra la entierro la meto lentamente en el fuego la quemo por si a alguien le sirven mis intentos


IX domingo 27 de julio de 2008 esta tranquilidad de mí me agobia me muevo fácil me acepto me pruebo soporto el agua el frío la ausencia veo la montaña, su niebla penetrante y creo soy las espinas en mi cuerpo las hormigas algo suave y olvidado no duelo aprendí a guardar silencio/a ver el maíz en el polvo/a ignorar insectos el amanecer es grácil/mis pies se prenden al suelo y camino/ aparece la luz fuera del tiempo/madrugo la vida es una construcción minúscula casi unicelular yo vuelvo a hablar con lo pequeño como los niños como el fuego X yucas: guardianes del desierto, gigantes que duermen la siesta de las piedras dibújenme con el dedo lo que le falta a mi camino lo que no alcanzo a discernir


lugar sagrado donde nace el sol y se forma la tierra águila de largas alas, medicina cúrame de mí bórrame el miedo de la palma de la mano XI Julieta dijo: la puerta la raíz XII había que salir del desierto así eufóricos/borrachos porque sino nunca habríamos regresado XIII uno regresa al amor como regresa a la casa le sacudimos el polvo que guardó mientras no estábamos uno se vuelve a poner el amor le lame las angulosas paredes del paisaje remoto donde casi lo olvidamos afuera suenan los coches es la ciudad


XIV martes 29 de julio de 2008 al volver

V

la esencia libre de las cosas hace un tiempo el horizonte de los ojos se cerró los pasos no contenían más que la desgracia inmediata de la ausencia el estómago era un volcán sin cráter la mañana, un arrebato infame de luz no había silencio porque el mar del génesis era un papel arrugado en el Eje Central y que sé yo, que no sé nada de-cierto que soy el coyote diminuto que se mete al fuego y termina siendo un perro que soy un animal con cencerro que se da de topes contra las ramas que siempre me pierdo era demasiada la distancia que me separaba de mí demasiados los años huérfanos de hilo para coser demasiado el olvido de la bóveda celeste la negación de mis manos estas manos grietas que recogen la leña que se convertirá en fuego fueron demasiadas las mentiras que inventé frente a todos para justificar mi histeria


pero voy a volver la lucha del encierro la gané por ahora peleé cuerpo a cuerpo con todo lo que en mí existe de incierto hice más preguntas que respuestas lloré poco me soporté y qué se yo que no sé nada de-cierto que soy la hormiga roja cabezona que corre en pantalones cortos detrás del mediodía que lloro los domingos porque no soporto la soledad angustiosa de mi cuerpo que tuve novios, amantes y amigos a los que mostré la farsa de mi piel el orgullo de mis espinas yo que a veces me convierto en la jactanciosa desnudista de mis lamentos pero voy a volver la lucha del encierro la gané por ahora entre las zarzas gobernantes del desierto dejé un poco del afán por lastimarme por hacer de mí un cuerpo lleno de agujeros y de mi alma, un lugar sin refugios que siempre regrese la calma que valgan todos los intentos


soy la misma no ocurrió nada alentador que haga cambiar el rumbo de la bóveda celeste o el curso de mi propia historia solamente quizás que en un amanecer fuera del tiempo embebida en la suma de mis alucinantes moléculas mientras la luz del sol hacía clarear las montañas verdes sola en medio de mi propio silencio pude contemplar por un momento la esencia libre de las cosas

y me perdoné.


Ă­ndice

intemperie,5 tatevari, 17 el desierto es verde, 29


Casamanita Cartoneira Somos un proyecto editorial chilangallegoguanaco que aún está en pañales pero ya da sus primeros pasos, dice sus primeras letras y camina agarrado de la mano de sus cuatro integrantes, por ahora”: Pablo Ibañez De Lille, Lauri García Dueñas, Jorge Palomares y Eva Cabo. Aún usamos chupón. La Casamanita es un espacio de coincidencia, un cruce de caminos, más allá del lugar donde nos encontremos, un seguir estando sin estar, una forma de llevarnos lo que queremos a otra parte. En nuestro andar itinerante por el mundo, nos parece una alternativa ideal para que la poesía circule libremente de un lugar a otro, y así, poder crear libros independientemente del sitio en el que nos encontremos, aprovechando los materiales que estén a nuestro alcance en cada momento. Contamos con tres colecciones de poesía, todas ellas bautizadas con nombres de especies de setas. ¿Por qué? Porque son una de esas cosas que se reproduce en cualquier lugar sin importar las fronteras, igual que la poesía. Amanitas, poesía en lengua española. Panaeolus, poesía híbrida (traducciones o poesía multilingüe) Chantarelas, poesía en lengua gallega.


Proyectos análogos Eloísa Cartonera (Buenos Aires, Argentina), Barcoborracho Ediciones (Buenos Aires, Argentina), Santa Muerte Cartonera (Ciudad de México, México), Cohuina Cartonera (Chiapas,México), Sarita Cartonera (Lima, Perú), Animita Cartonera (Santiago de Chile, Chile), La Cartonera (Cuernavaca, México), Yiyi Yambo (Asunción, Paraguay), Felícita Cartonera (Asunción, Paraguay), Dulcineia Catadora (Sao Paulo, Brasil), Mandrágora Cartonera (Cochabamba, Bolivia), Yerba Mala Cartonera (La Paz, Bolivia), Matapalo Cartonera (Riobamba, Ecuador), Regia Cartonera (Monterrey, México), Cartonerita Solar (Neuquén, Argentina), La Cabuda Cartonera (El Salvador), Patasola Cartonera (Bogotá, Colombia), Nicotina Cartonera (Santa Cruz, Bolivia), Katarina Kartonera (Florianopolis, Brasil), La Cizarra Cartonera (Santiago de Chile, Chile), Luzazul Cartonera (República Dominicana), Cizarra Cartonera (Chile), La Rueda Cartonera (Monterrey, México), Mamacha Cartonera (Paraguay), Otra Cosa Cartonera (Perú), Papperlapapp (Alemania), Poesía con C (Suecia), Ratona Cartonera (México), Textos de Cartón (Córdova, Argentina), Ñasaindy Cartonera (Formosa, Argentina), Mburukujarami Kartonera (Paraguay). Y por supuesto, nuestra querida Atarraya Cartonera de Puerto Rico, ver sus libros nos hizo soñar y creer.


V

Lauri García Dueñas nació en San Salvador un 7 de febrero de 1980, era jueves. Escritora y Periodista. El desierto es verde es su cuarto poemario, previo a Del mar es el ahogo. Le gusta que el desierto a veces termine en mar y viceversa. lauriluciernaga@gmail.com http://laurigarcialuciernaga.blogspot.com

7

Marina Ruiz Rodríguez poeta y encueratriz de oficio, nació en México en 1982. Su obra ha sido publicada en las antologías Tentación de decir (México, 2004), Anuario (México, 2005), Conjuro de Luces (México, 2006). En 2009, publicó el poemario La Otra. olvido_me@yahoo.com http://marinaruiz.blogspot.com

V

Nicole Cecilia Delgado nació en Puerto Rico el 13 de noviembre de 1980. Es mono en el zodiaco chino y luna resonante roja según el calendario maya. intemperie (2007) es su tercer libro de poesía. Su poemario más reciente, añosluz será publicado en Guatemala en 2010. nicolececilia@gmail.com http://nicolececiliadelgado.blogspot.com

7V7 Lauri García Dueñas, Marina Ruiz y Nicole Cecilia Delgado son parte del colectivo internacional de escritoras Las Poetas del Megáfono.


Este libro se terminó de elaborar una tarde de febrero del 2010, durante las vísperas del nuevo año chino (año del tigre), en la Nave31 (antes Nave13), tras haber ingerido las trabajadoras una copiosa cantidad de ejotes, frijoles, huevos, queso, crema, salsa, cebolla, pan, jugo de naranja y zanahoria, y café (en sus dos versiones genéricas internacionalmente conocidas). Se brindó por este libro con un caguamón marca Indio (27% más de líquido), cortesía de David Hansen Rambo. Se hicieron ___ ejemplares numerados e irrepetibles como los besos.


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