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CRISIS HÍDRICA EN CHILE
DE ACUERDO A LAS INVESTIGACIONES, ¿EN QUÉ ESTADO SE ENCUENTRA NUESTRO PAÍS RESPECTO A LA ACTUAL CRISIS HÍDRICA, CONSIDERANDO COMO UNO DE LOS PRINCIPALES FACTORES EL CALENTAMIENTO GLOBAL?
Chile está catalogado internacionalmente como uno de los países en que el cambio climático afectará con más fuerza. Esta crisis se debe a una combinación de diversos factores, que incluyen una sequía prolongada-la más larga de su historia-, la variabilidad climática, la sobreexplotación de los recursos hídricos y la falta de una gestión adecuada del agua.
La crisis hídrica afecta a más del 70% del territorio nacional, entre las regiones de Atacama y La Araucanía. Su impacto, ha golpeado a la economía, el medio ambiente y la sociedad. Es necesario tomar medidas para abordar esta situación y garantizar la disponibilidad de agua para todos los sectores de la sociedad. La disminución del caudal de los ríos está llevando a la pérdida de biodiversidad, expresado entre otras cosas en un cambio drástico en la calidad de agua de los ecosistemas. La empresa sanitaria está dando cuenta no solo de la falta de agua, sino que este cambio de calidad afectará los procesos de producción de agua potable y con ellos los costos del agua de consumo de la sociedad. Por otra parte, las comunidades rurales han visto afectadas su acceso al agua potable y se ve con mayor frecuencia la acostumbrada distribución de este vital elemento únicamente a través de camiones de aljibe.
Sumado a esto, dos de los sistemas productivos más afectados por este escenario han sido la minería y agricultura, donde incluso en éste último muchos agricultores han tenido que abandonar sus cultivos debido a la falta de agua.
El deterioro de la calidad ambiental del agua puede afectar a los ecosistemas y su biodiversidad, como también la salud y el bienestar humano. Es primordial sostener los monitoreos de calidad ambiental de fuentes de agua potable de nuestros ecosistemas, y comunicar los hallazgos que emergen de sus análisis. En esta línea, el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería – CRHIAM, realizó el estudio “Calidad ambiental de fuentes de agua potable de empresas de servicios sanitarios en Chile” que estudia las variaciones y tendencias en el período 2014–2020 de calidad de fuentes de agua subterránea y superficial, en contexto de cambio climático y efectos an- tropogénicos, fundamental para transitar hacia una mayor seguridad hídrica. Este estudio tomó como base los datos entregados por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), y se puede indicar que: a) Existe deterioro de la calidad de algunas fuentes de aguas superficiales y subterráneas, debido a la acción antrópica; b) Hay que mejorar la trazabilidad de los contaminantes orgánicos a lo largo del país, aquellos que corresponden a contaminación ambiental antigua, como los organoclorados clásicos debieran seguir siendo monitoreados, pues es esperable que exista variabilidad debido al cambio climático.; c) Es muy relevante mantener bases de datos de calidad de fuentes de agua potable superficiales y subterráneas acuatizadas y de fácil acceso para hacer seguimiento de las fuentes antes señaladas en el tiempo, debido a los múltiples efectos antropogénicos y del cambio climático, esto es, aumento de temperatura, disminución de caudales en los ecosistemas, entre otros, con la finalidad de vigilar el comportamiento de estos ecosistemas, entre otros.
EN LAS ACTUALES CONDICIONES, ¿ES POSIBLE LOGRAR LA LLAMADA "SEGURIDAD HÍDRICA" EN RUBROS TAN VITALES COMO EL AGRÍCOLA, E INCLUSO, EL USO DOMICILIARIO?
Estrictamente Chile en estos momentos se encuentra en una “inseguridad hídrica” y es muy urgente buscar formas de cambiar la cultura de uso del agua a todos los niveles. Se vuelve relevante revisar la planificación del territorio y generar un “cambio” en la forma de producir los bienes y servicios del país, considerando el escenario actual de cambio climático. Planificar de manera diferente el territorio, mirando los balances hídricos de las cuencas y las necesidades de agua de sus habitantes, del ecosistema y luego revisar cómo generar un desarrollo sostenible tomando en cuenta las características de cada zona y proyectando su biodiversidad, pensando en las generaciones futuras. Uno de los mayores problemas que tiene la gestión del agua en el país es su dispersión en la gobernanza. Existen más de 40 instituciones públicas que tiene algún tipo de relación con el agua. Es por esto por lo que, en la actualidad, el sector del agua enfrenta crecientes presiones a nivel social, político, económico y ambiental. El nuevo contexto genera altos niveles de incertidumbre que aumentan las tensiones por el acceso al agua. Las diversas valoraciones y usos que dan los múltiples actores interesados en ese recurso hacen que los modelos tradicionales de gestión y gobernanza resulten inadecuados para un país como Chile, expuesto a fuertes presiones del cambio climático.
¿QUÉ ACCIONES LOCALES PODRÍAMOS REALIZAR PARA CONTRARRESTAR LOS ACTUALES EFECTOS DE LA SEQUÍA?
Es claro que la gobernanza es una de las tareas que deben ser consideradas. Mantener balances claros del agua en sus cuencas hidrográficas, entendidas como unidades de gestión hidrográficas es clave. Se deben buscar alternativas de gestión del agua en los territorios. La huella del agua entendida como uno o más indicadores que se utilizan para cuantificar el nivel de apropiación o el impacto sobre los recursos hídricos de la cadena de producción de un bien o servicio, incluyendo la extracción y procesamiento de las materias primas, los procesos industriales de manufactura y toda la operación de transporte y distribución, puede ser un instrumento útil para gestionar el agua ligada a su cantidad y calidad en el territorio. Es claro que la gobernanza es una de las tareas que deben ser consideradas. Mantener balances claros del agua en sus cuencas hidrográficas, entendidas como unidades de gestión hidrográficas es clave. Se deben buscar alternativas de gestión del agua en los territorios. La huella del agua entendida como uno o más indicadores que se utilizan para cuantificar el nivel de apropiación o el impacto sobre los recursos hídricos de la cadena de producción de un bien o servicio, incluyendo la extracción y procesamiento de las materias primas, los procesos industriales de manufactura y toda la operación de transporte y distribución, puede ser un instrumento útil para gestionar el agua ligada a su cantidad y calidad en el territorio.
El Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería – CRHIAM - ha generado documentación que explica el alcance de este instrumento a través de un Policy Brief y una Serie Comunicacional sobre “La Huella del Agua” donde se propone como indicador integral para una gestión más sustentable de los recursos hídricos, utilizando una perspectiva de producción y consumo que permita armonizar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente. Por otra parte, se muestran las ventajas de enfocar la determinación de la huella del agua a escala productiva y territorial, lo que permitiría tomar en consideración los requerimientos particulares de los territorios y disminuir los conflictos derivados del uso del agua.
Por otra parte, es importante promover la eficiencia en el uso del agua; mejorar la gestión de las aguas; buscando nuevas fuentes de agua (aprovechamiento del agua de lluvia, aguas grises, reúso de aguas servidas tratadas y considerando la desalinización), reduciendo la dependencia de aguas que provienen de los ecosistemas (ríos, lagos y subterráneas); concientizar a la población y el sector productivo del uso consciente del agua considerando la conservación ambiental; e implementar políticas de conservación ambiental y abordar de forma eficiente la gobernanza del agua.
Por último, es importante que el sector público, privado y la sociedad en su conjunto trabajen para encontrar soluciones efectivas y sostenibles para garantizar el acceso al vital elemento para las generaciones presentes y futuras.