Ernesto Intriago
Lindo era ser tu hermana A Karla Intriago Zambrano
Te pinté las uñas los labios hasta falda me puse por amor. Eso nada más como remembranza sin mencionar la comidita invisible que veíamos cuando pasábamos hambre de la buena que sólo nosotros supimos. No cabe decir por ejemplo: peinando a tus barbis las descuarticé por morbo, me llevaste de la mano a la escuela, me trajiste a regañadientes a casa, bajándome a palos de los árboles. Aquí cabe resaltar: hoy me toca a mí bajarte de la distancia con letras pero ni así. Sería vergonzoso mencionar que el caldo de pinchagua era pura sal tus supercafés ojitos de “lo siento hermanos mi mami no está y yo cociné” hizo tragarse la sal con todo y escamas. Qué chistosamente lindo era ser tu hermana qué comotexplíco era ser… enredarse en ideas femeninas llegar a decir −¡no me jodas que no soy mujer− pero cedía. 24