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TU LECTURA DEL MIÉRCOLES
Cuidar un rebaño de ovejas no es fácil. Hay que asegurarse de que todas coman buenas hierbas y beban suficiente agua. Hay que vigilar que ninguna esté enferma y que todas regresen al redil por la noche a salvo. Mientras están en el campo, el pastor debe vigilar que ninguna oveja se aleje y se pierda o que venga algún animal salvaje que les haga daño.
Los pastores llevan sus rebaños a través del monte. Por eso tienen que conocer muy bien cada rincón para que el rebaño pueda pasar sin peligro. Tienen que conocer todas las plantas, por si alguna es venenosa o si alguna puede curar a las ovejas. También tiene que saber de dónde viene cada arroyo, por si el agua está contaminada.
Así es Jesús. Él conoce qué es bueno para nosotros y nos ayuda a conseguirlo. ¿Qué más podemos saber sobre cómo es el buen pastor, sobre cómo es Jesús? (Vuelve a leer Juan 10: 11).
El buen pastor es valiente. Se enfrenta a cualquier peligro. Se pone a la orilla de los precipicios para que las ovejas no se caigan. Puede pasar mucho tiempo sin dormir vigilando que no venga ningún lobo o ningún oso. Cuando las fieras salvajes quieren atacar al rebaño, el buen pastor se enfrenta a ellas, aun a riesgo de llevarse él mismo un zarpazo o un mordisco.
Así es Jesús. Jesús vino a este mundo y no le importó que lo trataran mal con tal de estar con nosotros, ayudarnos y para que un día vivamos juntos en la Tierra Nueva.
• Todas las ovejas están repetidas. ¿Puedes emparejar las que son iguales?
Para los padres
Recordad a vuestros hijos que cuando se equivocan o hacen algo mal no dejáis de amarlos y que los cuidáis todavía más para que aprendan a portarse bien.