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TU LECTURA DEL JUEVES
Una de las parábolas más conocidas de Jesús es la de la oveja que se pierde. Puedes leer cómo empieza en Lucas 15: 4. Como ya hemos estudiado Jesús es el pastor y las ovejas somos cada uno de nosotros. Las ovejas que están dentro del rebaño son las ovejas obedientes, que siguen a su pastor y hacen lo que él les pide. Las ovejas siguen al pastor y se sienten bien porque Jesús las ama un montón.
Pero una de las ovejas se ha perdido. Esa oveja no ha seguido al pastor, no ha sido obediente. Ha cometido un error y se ha separado del rebaño. ¿A quién representa la oveja perdida?
La oveja perdida es esa oveja que alguna vez se portó mal y está metida en un lío. Pero, aunque ha cometido un error, el pastor no ha dejado de amarla ni de preocuparse por ella. Por eso, deja a las otras 99 ovejas y sale a buscar a esa oveja que, seguramente, está sufriendo. La buscará por todas partes: volverá al río, la llamará a voces y mirará por si se ha quedado enganchada en una zarza. El pastor no dice: «¡Que se aguante, eso es por desobediente!». Saldrá a buscarla para que no le pase nada malo.
Tú también puedes ayudar a otros niños para que no se conviertan en ovejas perdidas: cuando veas que un niño o una niña hace cosas que a Jesús no le gustan, trátalo con cariño, pero intenta hacerle entender que, aunque a veces parezca divertido, siempre tiene malas consecuencias.
• A este pastor se le han perdido cinco ovejas. ¿Puedes encontrarlas en el dibujo?
Tu Lectura Del Viernes
En varias ocasiones Jesús contó historias de ovejas y pastores. En sus historias, ¿quién era Jesús? (Lee Juan 10: 11)
Si Jesús es el buen pastor, ¿quiénes imaginas que son las ovejas? Eso es. Nosotros. Muchas veces, nosotros nos comportamos como ovejas obedientes y otras veces como ovejas perdidas.
El trabajo del pastor es vigilar y cuidar a todas sus ovejas. Cuando las ovejas hacen caso del pastor están seguras y bien alimentadas. Pero ¿te imaginas qué le puede pasar a una oveja que se pierde? Pues que se mete en un buen lío porque se puede caer al río o se puede despeñar por un barranco. ¿Recuerdas alguna situación en la que te metiste en un buen lío por no hacer caso de las personas que te cuidan?
A tu alrededor hay personas que te aman y se preocupan por ti. Muchas veces crees que son unos pesados porque no paran de decirte: «No hagas esto» o «haz esto otro». No lo hacen por diversión o para fastidiarte. Lo hacen para que no te metas en problemas. Ellos se comportan como un buen pastor, que te cuidan y quieren lo mejor para ti
Para los padres
Explica a tus hijos que tenemos que hay niños y niñas que no saben cómo portarse bien y hacen cosas malas sin querer. A esos niños y niñas hay que ayudarles y cuando se portan bien alegarnos tanto como el pastor se alegró de encontrar a su oveja. Así irán aprendiendo que es mejor ser buenos y obedientes.